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HISTORIA
SELECCIÓN DE
LECTURAS PARA
PROFESORES
Selección y prólogo
2
PRÓLOGO
Estas páginas están dirigidas a los alumnos de la asignatura Metodología
de la Enseñanza de la Historia en los institutos superiores pedagógicos.
Pienso que también puedan ser de utilidad a los profesores en ejercicio.
Están concebidas para que puedan estudiarse y aplicarse de manera
creadora en las condiciones y particularidades de trabajo de cada quien y
nunca como un esquema rígido.
El proceso de dirección del aprendizaje de la Historia reclama
mentalidad flexible, amplitud de pensamiento, reconocimiento de la
diversidad y, en consecuencia, asumir los métodos y técnicas de trabajo
como múltiples y diversas alternativas para la labor docente.
Una buena clase de Historia es hija de la libertad y nieta de la cultura,
porque esta es la madre de la libertad. Por consiguiente, el punto de partida
de cualquier empeño pedagógico en la asignatura - nunca me cansaré de
reiterarlo- es el dominio profundo del contenido y, desde él, ir entonces al
encuentro orgánico con el potencial educativo que encierra dicho contenido y
con los métodos para dirigir el aprendizaje y la educación. En relación con la
clase, o mejor, con el sistema de clases de Histo ria, quisiera subrayar las
ideas siguientes:
? La clase debe ser, también, forja cotidiana de la cultura del diálogo para
3
intercambiar con los alumnos y favorecer el intercambio entre estos a
partir de la propia exposición del profesor. La clase de Historia debe ser
marco idóneo para que los alumnos hablen, pregunten, discutan, como
resultado de lo que escuchan, han leído o indagado. Raúl Roa, quien fue
eminente profesor, caracterizaba su manera de enseñar con las palabras
siguientes: "He tratado de infundirle a mi clase el rumor de la colmena.
No me he ceñido nunca al puro relato de los temas. Ni a la mera
recepción por parte del alumno de mis explicaciones. Eso sería,
evidentemente lo más cómodo. Desde mi curso inaugural he establecido
como método de trabajo la interpretación dinámica de las ideas y de los
problemas y el paraloquio como forma de expresión, de mi efectiva y
cordial convivencia con los estudiantes (...) El diálogo socrático es la
clase perfecta. Alumno y profesor se enriquecen mutuamente" (Manuel
González Bello: "El Canciller". Editorial de Ciencias Sociales. La Habana,
1999, pp. 21-22). Este tipo de clase favorece entrenar a los alumnos en
exponer ideas, argumentar y defender sus puntos de vista así como a
enseñarlos a escuchar con respeto los puntos de vista de otros
compañeros y saber discrepar con argumentos y altura cultural.
? La clase de Historia puede vincularse al trabajo con los museos, con los
monumentos, con las tarjas; con el contenido de la s emisiones de
televisión; con los materiales para uso en las computadoras, con las
lecturas históricas, artísticas y literarias y, muy especialmente con los
textos de José Martí, ante todo, los que están recogidos en los Cuadernos
Martianos concebidos para cada tipo de enseñanza. Ya las escuelas
cuentan cada vez más con nuevos y avanzados recursos como son los
televisores, los equipos de video y las computadoras. Privilegiada
situación la de nosotros los maestros de contar con estos recursos, que
vienen como oportuno y decisivo refuerzo a la clase, a la labor de
instrucción y educación en la medida en que se integren como sistema a
lo que hace el educador.
4
mundo de la información. La labor profesoral está llamada a ser cada vez
más tutorial, en el mejor sentido de la expresión, mentor de los caminos
del saber y muy especialmente del corazón, del mejoramiento humano, de
la contribución a ser mejores personas.Ninguna tecnología podrá sustituir
nunca ese papel que le seguirá correspondiendo al maestro; papel que
implica saber orientarse en el complejo universo del ser humano,en poseer
la sensibilidad para llegar a cada una de las individualidades que
constituyen nuestros alumnos y darse cuenta de quién tiene un problema,
quién necesita una especial ayuda y comprensión. En asumir la docencia
como una fiesta del conocimiento y de los valores del espíritu. En esto,
como en otras muchas cosas del quehacer pedagógico el trabajo de José
Martí como sus alumnos en La Liga seguirá siendo un referente.
.
Prof. Horacio Díaz Pendás.
5
INDICE
Prólogo
6
Una vez más sobre la enseñanza de la Historia
Prof. Horacio Díaz Pendás.
Somos identidad, entre otras cosas, porque somos memoria. ¿A quiénes les
conviene en este mundo convulso que existan pueblos desmemoriados? Eso lo
saben muy bien nuestros maestros y profesores y todos los que de una forma u
otra influyen en la educación histórica de nuestros niños, jóvenes y pueblo en
general.
Y todo esto hay que encararlo con un enfoque optimista y demostrativo del sentido
progresivo del proceso histórico, que, como se sabe, no avanza en sentido lineal,
sino con sus naturales e inevitables zigzagueos, pero con una tendencia siempre
progresiva a pesar de regresiones que pueden constituir largos períodos.
7
no logra enseñar a los alumnos a descubrir el porqué del acontecer histórico y su
movimiento.
Por lo tanto es necesario consolidar una enseñanza de la historia que propicie que
el alumno conozca los hechos, los personajes, las fechas, las costumbres, las
mentalidades, el ámbito. Contar la historia, narrar lo que sucedió, no tiene que ser
contrapuesto a la rigurosidad de los análisis; nadie duda que es tarea principal de
la dirección del aprendizaje de la asignatura conducir hacia las explicaciones, las
valoraciones, las generalizaciones, orientar para que se interprete y hacia todo lo
que ayude a llegar a lo interno de los hechos y procesos. Pero contar, si se hace
bien, es tan atractivo como necesario para propiciar la comprensión de
complejidades superiores. Contar con hermosura y sentimiento no tiene que ser
privativo de los primeros grados de la educación histórica. A no dudarlo, historia
que no cuenta es como un canto que no canta.
8
informativo, anecdótico, factual, que envuelve esa esencia.
Porque a su vez, ese buen profesor que es capaz de emocionar con su manera de
decir, sabe que todo alumno tiene condiciones para ser agente de su propio
aprendizaje, para desempeñar un papel protagónico en la maravillosa aventura del
conocimiento y la autoformación y, por lo tanto, las formas y métodos que utilizará
en su docencia propiciarán un tipo de clase que no tiene que decirlo “todo” al
estudiante, sino trazarle pautas para que este indague, busque, discuta; un tipo de
clase que estimule el ejercicio del pensar.
Una docencia que refleje nuestro tiempo reconoce en el alumno un capaz ser
pensante y confía y estimula sus posibilidades. Así, el camino de la formación
humana de nuestros alumnos de historia debe concederle un notable espacio a las
preguntas que surjan de las inquietudes y en entrenar a los jóvenes a encontrar
por sí mismos respuestas a sus preguntas a través de la indagación que se
fomente por las tareas escolares y hacerles comprender que de las respuestas
que ellos vayan encontrando pueden surgir nuevas preguntas que serán, a su vez,
nuevas fuentes de aprendizaje.
9
Laborioso sembrador de ideas es el maestro de historia, desde un quehacer que
entraña una síntesis de ciencia, arte y pasión. Sembrar ideas, argumentar y
enseñar a argumentar, convencer, son tareas del aprendizaje de esta asignatura,
la cual constituye fuente formidable de educación patriótica, antimperialista,
formación de va lores, mejoramiento humano e instrumento imprescindible para la
ineludible batalla de pensamiento de los tiempos que vivimos.
3.- El diálogo.
Comentemos ahora tan solo un trabajo de 1885 que nos parece clave como punto
de partida para la labor de todo maestro en la actualidad. Se trata de “Los indios
en los Estados Unidos” publicado en el diario La Nación de Buenos Aires el 4 de
diciembre de dicho año. Se puede encontrar en el tomo 10 de sus Obras
Completas.
10
Aquí radica una clave trascendente en el pensamiento pedagógico del Apóstol.
Obsérvese que no está hablando de diseñar planes de instrucción; su
planteamiento tiene que ver con el ser humano como centro de la atención. De ahí
que concibe la necesidad de “acomodar” -adecuar, diríamos hoy día nosotros- la
idea de la instrucción a las realidades, raíces y proyección de futuro de los seres
humanos a los que va dirigida.
Cuando hoy en día, nosotros hablamos con tanta naturalidad de que toda
propuesta docente o pedagógica en general tiene que partir de un diagnóstico de
la realidad de los educandos, de lo que saben o no saben, de lo que piensan, de
sus logros y limitaciones, de las características de su medio familiar y demás
elementos que nos propician una confiable caracterización como punto de partida
para la labor a desarrollar y como proceso que nos sigue acompañando a través
del itinerario de la formación de dichos educandos, no estamos haciendo otra
cosa que poner al ser humano en el centro de nuestra atención como educadores,
despojándonos de definiciones apriorísticas o esquemas prestablecidos.
Veintitrés años tenía José Martí cuando arribó a México en 1875. Venía de
España, con la experiencia de su primera deportación, con un fructífero
aprovechamiento del tiempo en sus estudios universitarios de Filosofía y Derecho
en la Universidad de Zaragoza y, sobre todo, cargado de sueños y esperanzas.
“La variedad debe ser una ley en la enseñanza de materias áridas. La atención se
cansa de fijarse durante largo tiempo en una materia misma y el oido gusta de que
distintos tonos de voz lo sorprendan y lo cautiven en el curso de la peroración.
La manera de decir realza el valor de lo que se dice: tanto que algunas veces
11
suple a esto.
(...) la naturaleza humana y sobre todo, las naturalezas americanas necesitan que
lo que se presente a su razón tenga algún carácter imaginativo; gustan de una
locución vivaz y accidentada; han menester que cierta forma brillante envuelva lo
que es en su esencia árido y grave. No es que las naturalezas americanas
rechacen la profundidad; es que necesitan ir por un camino brillante hacia ella.
(...) Los conocimientos se fijan más en tanto se les da una forma amena.
Es a más cosa cierta que no se habla mal de aquello que se conoce bien. (2).
Saben los profesores que una buena exposición oral, amena, coherente, con
fuerza emocional, puede hacer pensar a los alumnos sin que necesariamente
tengan estos que exteriorizar su participación en la clase. La motivación para el
estudio de la historia está muy relacionada con los retos que la clase sea capaz de
plantear al ejercicio del pensar, -lo que se aparta de la vieja enseñanza
exclusivamente memorística -, pero precisamente esta contribución al ejercicio del
pensar hay que verla también en su acepción más amplia, es decir, en la persona
que es capaz de estar escuchando algo interesante que le obliga a pensar, a
reflexionar.
Nos explica Martí la significación didáctica que tienen los distintos tonos y matices
de la voz en lo que se quiere expresar. Saben los profesores cómo los diferentes
tonos de la voz indican al alumno lo más significativo e importante de lo que quiere
tratar. Esos matices y tonos ayudan a distinguir lo esencial de lo secundario, a
destacar las cuestiones más importantes , a precisar resúmenes parciales
mientras se intercambia con los alumnos; a dejar bien expre sadas y claras las
ideas que deben quedar como conclusiones de la clase.
Cuando Martí nos dice que la manera de decir es tan importante como lo que se
dice relaciona estas ideas con la amenidad como cualidad de las clases y añade
que estas viven de la animación y el entusiasmo. Visto con sentido crítico nos está
entregando también una delicada alerta contra el aburrimiento, la monotonía, las
maneras de exponer poco atractivas que conducen al cansancio y la
12
desmotivación de los alumnos, problema no siempre resuelto a más de cien años
de estas palabras y cuya solución no es solo el dominio que se posea del
contenido y de los fundamentos teóricos de los métodos de enseñanza.
Marca Martí otra idea esencial que es requisito de todas las demás
consideraciones: cuando enfatiza que nadie habla mal de lo que conoce bien .
Por supuesto que lo que nos está diciendo es que la la base de todo es el dominio
de lo que nos proponemos comunicar.
13
(...) “tú hallarás, no se sabe bien sino lo que se descubre” (4).
Cuando en nuestros días nos pronunciamos por un tipo de clase que no tenga
que “decirlo todo” al alumno sino que privilegie espacio a la orientación de su
actividad independiente para que busque, indague, investigue a su nivel, descubra
-lo que para él puede ser perfectamente un “descubrimiento” aunque no lo sea
para la ciencia-, estamos ante una concepción didáctica que confía en las
posibilidades del alumno como ser pensante, como sujeto y activo agente de su
aprendizaje y educación.
Dice al respecto a los niños en la revista La Edad de Oro en la lectura titulada “La
Iliada de Homero”:
“En la Ilíada, aunque no lo parece, hay mucha filosofía y mucha ciencia, y mucha
política, y se enseña a los hombres como sin querer , que los dioses no son en
realidad más que poesías de la imaginación (...)” (5).
Notas
1.- José Martí: “Los indios en los Estados Unidos”. Periódico La Nación. Buenos
Aires, 4 de diciembre de 1885. Obras completas. Tomo 10. p. 327.
2.- _________: “Clases orales”. Revista Universal. México, 18 de junio de 1875.
Obras completas. Tomo 6. pp. 235-236.
3.- _________: “Los clubs”. Patria. New York, 11 de junio de 1892. Obras
completas. Tomo 2. pp. 16-17.
4.- __________: Carta a María Mantilla del 2 de febrero de 1895. Obras
completas. Tomo 20. pp.212-213.
14
5.- __________: La Edad de Oro
15
Desafíos de la enseñanza de la Historia: Conocer
para transformar, amar para enseñar y educar.
Msc. Haydée Leal García
INTRODUCCIÓN
"La vida debe ser diaria, movible, útil; y el
primer deber de un hombre de estos días
es ser un hombre de su tiempo. No aplicar
teorías ajenas, sino descubrir las propias. 1
Actualmente una fuerte barrera para la asimilación consecuente del contenido histórico, es la
desmotivación de algunos alumnos hacia esta ciencia, originado a nuestro juicio por la falta de
vínculos con el presente y las proyecciones sociales futuras y, fundamentalmente, por convertir al
alumno en un receptor de información, de interpretaciones lineales efectuadas por el docente,
carentes de una correcta contextualización de conflictos propios del devenir histórico, donde la
interpretación individual de cada alumno no encuentra espacio.
El reto que debe enfrentar la asignatura determinó la necesidad del problema central a resolver:
¿Qué historia se necesita en los momentos actuales y cómo contribuir a lograr un aprendizaje
desarrollador del adolescente en correspondencia con las exigencias y condiciones históricas del
mundo actual.
Ante el desafío de un mundo que evoluciona cada vez más hacia una "aldea global", caracterizado
por un acrecentamiento de las desigualdades, el egoísmo, las injusticias e incluso el genocidio, es
preciso que la enseñanza de la Historia (debido a las potencialidades de sus contenidos),
contribuya a una educación para la vida, con sentido más integral, donde el núcleo de esa
formación sea la riqueza moral, el amor por lo humano, por la vida, por la Patria.
La Historia debe cultivar una sentida devoción, amor y respeto por los valores nacionales y de las
naciones hermanas de América y del Mundo. Asimismo conjuntamente con los criterios de libertad
y de soberanía, debe fomentar la disciplina, la solidaridad, la justicia social. Es como afirmara
Ramiro Guerra (1955) lograr una preparación desde la escuela para una democracia bien
comprendida y mejor sentida. La libertad implica ante todo responsabilidad personal y respeto a la
dignidad humana.
Es asumir una eticidad martiana en la formación del escolar donde el "decoro es el mismo ser de
la Patria y la garantía de su existencia (E. Gallego 1997). Es buscar en nuestras raíces históricas y
culturales el contenido para la formación. Se trata de que los niños y las niñas desde la enseñanza
1
Martí, José: Carta a Don Joaquín Macal, 11 de abril de 1877. En Revista Cultural Latina no. 419. Julio -
Agosto 1995. pág. 95
16
básica y posteriormente en la secundaria a partir de su identidad personal, nacional y
latinoamericana aprendan a defender su país y a la humanidad, a comprender su posición dentro
de la sociedad y actuar conscientemente.
Para Martí el deber se razona, se siente y ese pensar bien, conduce ante todo, a la
responsabilidad social e individual y, a la exigencia, no desarrolla un juicio contemplativo sino
desarrollador, transformador y esa honradez es derecho y deber. Por eso al analizar en sus
reflexiones axiológica encontramos máximas absolutas de un pensamiento educativo, donde
expone ..."El niño desde que nace puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por
todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados todos los
(1)
hombres, y debe ser un hombre honrado…".
Debe entonces la enseñanza de la Historia lograr revelar en cada clase la moralidad histórica del
pueblo, de sus héroes; valorar las figuras y los hechos en que participaron, para lo cual deben
conocer sus acciones, ideales y el contexto en que desarrollaron su labor, pero en sus rasgos más
cercanos a la propia vida del escolar, a su conducta cotidiana.
Relacionar la grandeza del pueblo y los patriotas en tanto seres humanos, con sus vivencias y las
necesidades de hoy, es lo que los hace imitables, alcanzables y reales.
La enseñanza de la Historia tiene que trabajar para formar hombres, cuya estructura de valoración
hagan que se rebelen con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos su libertad, los que
tienen en si el decoro de muchos hombres. Serían estos y no otros los niños, la esperanza del
mundo.
Este desafío implica, desde nuestra concepción, un aprendizaje de la Historia que promueva el
desarrollo de los escolares, donde estos puedan actuar con conciencia y plantearse finalidades
transformativas en diversos contextos (escolares y extraescolares) y como expresara Labarrere
(1999) donde ejecuten acciones efectivas de transformación y que puedan regular su actividad,
implicándose como sujetos y también al grupo. Es decir formar ciudadanos íntegros, responsables,
reflexivos, críticos, transformadores; capaces de elegir un proyecto de vida y comprometidos con la
defensa de las conquistas democráticas, la paz, los derechos humanos y el medio ambiente. Se
trata de formar en ellos los criterios de justicia como el sol del mundo moral.
1
Martí Pérez, José: Tres Héroes. En La Edad de Oro (pág. 4)
1
Martí Pérez, José: En Lecturas Pedagógicas, 1979 (pág. 15)
17
globalización, que fomente la unidad entre los pueblos y preserve las condiciones
naturales y espirituales de existencia de la humanidad.
Para Amador, A. (1998) la escuela vista como sistema, unidad de análisis, es una
comunidad de personas que actúan entre sí para el logro de determinados
objetivos: el aprendizaje y desarrollo de los niños y niñas que a ella asisten. Es
una instancia mediadora entre el individuo y la sociedad y agrega que verla como
sistema implica, interpretarla como unidad de sus componentes: maestros,
alumnos y otros factores comunitarios, así como las interrelaciones que se
producen entre ellos.
18
La escuela debe ser ento nces un espacio abierto de comunicación y acción social
y la enseñanza que en ella se desarrolle debe caracterizarse por poner en el
centro de su atención al alumno, donde se analicen sus necesidades,
insuficiencias y se potencie su desarrollo.
Podemos decir que para las actividades de aprendizaje que realicen los alumnos
transformen y desarrollen conjuntamente la esfera cognitiva y su mundo espiritual
se precisa entonces de una CONCEPCIÓN DIDÁCTICA INTEGRADORA que
asegure un adecuado vínculo y balance entre la instrucción, el desarrollo y la
educación (I-D-E) tal y como afirma Zilberstein, J. (2001).
1
Zilberstein, J: Calidad educativa y diagnóstico del aprendizaje escolar. Ciudad de La Habana, Cuba 2001,
pág. 13
19
? Uso de técnicas preferentemente expositivas.
Todo esto implica, además de una selección del contenido, dotar al maestro de
una preparación profesional, de una concepción y metodología de enseñanza que
permita el desarrollo integral del escolar.
"Tengo fé en el mejoramiento
humano, en la vida futura, en la
utilidad de la virtud"...1
1
Zilberstein, J. Y H. Valdés: Aprendizaje escolar y calidad educacional, 1999, página 26
2
Avendaño, Rita y A. Minujin. Una escuela diferente. Ed. Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, 1988
pág. XI
3
Turner Martí, Lidia y B. Pita: Pedagogía de la ternura. Asociación de Educadores de Latinoamérica y el
Caribe, Venezuela 001
1
Martí, José: Obras Completas. Tomo 13. Pág. 188.
20
El modelo de desarrollo económico - social y político a escala mundial, hace que el ciudadano
tenga que enfrentar múltiples problemas, que exigen de una formación científico-técnica y, sobre
todo, espiritual, para contrarrestar, la explotación, la violencia, el egoísmo e individualismo, entre
otros antivalores que prevalecen en la actualidad. Dichos escenarios determinan la importancia en
el mundo contemporáneo del papel activo y creador del factor subjetivo... "lo que está
indisolublemente ligado al problema de la actividad valorativa y su influencia en la actividad
práctica y teórica de la humanidad debido a que los valores constituyen el nexo entre teoría y
2
práctica" . Como consecuencia surge la neces idad ante el hombre de asumir con un nuevo
enfoque los conceptos de desarrollo humano y ciudadanía.
Si la educación cubana hacia el siglo XXI está comprometida con un proyecto social que garantice
el desarrollo humano sostenible e integral de la nueva generación, preservando nuestra cubanía e
identidad, tiene que lograr la formación del hombre y la cultura en su interrelación dialéctica. Como
bien señala Vargas, A. (1999) el acceso a cultura es sobre todo, un acercamiento a la esencia
humana pero vista desde la experiencia social e individual específica. Dicha autora además
enfatiza que el poder desarrollador de la escuela está dado por la posibilidad que ella tiene para
que los alumnos (as) puedan actuar conscientemente en y desde de la cultura, con el sentimiento
de agentes comprometidos.
La aplicación del materialismo dialéctico como método filosófico eleva al conocimiento de los
hechos y la comprensión de las leyes que rigen su desarrollo histórico y consecuentemente
conduce a la consideración de la soc iedad como un organismo vivo y en constante desarrollo, el
cual está constituido por relaciones económicas, políticas, espirituales, en las que se produce una
interrelación e interacción.
El conocimiento de la vida del hombre en toda su dimensión económica, política, social y científico
técnica posibilita comprender el origen, desarrollo y transformación de la sociedad humana en su
carácter dinámico, regular y progresivo. Esto significa que el proceso de desarrollo histórico, de
carácter objetivo, es producto de la actividad del hombre que persigue sus objetivos con conciencia
de lo que hace, por tanto, es el creador activo, el sujeto de la historia, crea por si mismo las
condiciones y premisas de su desarrollo histórico.
Aspiramos entonces a un hombre que responda a su época, en nuestro caso, que defienda la
identidad como cubano y latinoamericano frente a las fuerzas disolventes, internas y externas que
pretenden su desnaturalización cultural y humana, por lo que tiene que asumir decididamente una
posición antimperialista, latinoamericanista y de solidaridad con todos aquellos procesos
universales (López, J. 1998).
La educación mediante la escuela tiene que preparar al hombre para la vida, con conciencia crítica,
favorecer su capacidad creadora y transformativa para que llegue a convertirse en protagonista de
su proceso histórico. Solo así pueden cobrar significado actualmente los valores universales de
justicia, libertad, dignidad, solidaridad y paz entre otros, los que requieren del desarrollo de un
clima en la escuela de democracia, participación y respeto al otro.
Por eso en la actualidad en los sistemas educativos contemporáneos ocupa un importante lugar el
desarrollo de la sensibilidad individual para una participación propia, caracterizada por una visión
personal, por la originalidad. (Martínez, M., 1998)
En este sentido, el currículo escolar, constituye una de las vías fundamentales del proyecto
educativo donde se debe concretar el vínculo entre la escuela y la sociedad a través del vínculo
contenido de enseñanza e ideología.
El contexto escolar debe constituir un lugar esencial para aprender contenidos, pero también es un
elemento clave para que los alumnos aprendan a debatir sus ideas, las soluciones, en fin, crear un
2
Rodríguez Ugidos, Zaira: Filosofía, ciencia y valor. Pág. 50. 1989.
21
ambiente participativo donde desarrollen un modo de SER: La escuela entonces deben ser como
planteara Martí, ... " casa de razón donde con guía juiciosa se habituase al niño a desenvolver su
(1)
propio pensamiento"
La participación como necesidad propia del género humano favorece la realización personal,
además de permitir lograr conciencia de si mismo, del lugar que ocupa en la sociedad y del mundo
que lo rodea. Tal y como señala (C. Ballesteros 2000) es posible desarrollar la capacidad del
alumno para comprenderse y comprender la realidad históricó-social de la cual es producto y
productor, en tanto es, sujeto socio-histórico.
Es lograr que el aprendizaje de la Historia contribuya a alcanzar un contenido real en los ideales
humanos y que al interiorizarlos se conviertan en una guía para la acción práctica, es crear las
condiciones para afianzarlo en la defensa de la Patria y de la humanidad. Como señalara Martí:
"Quien quiera nación viva, ayude a establecer las cosas de su patria de manera que cada hombre
(2)
pueda labrarse en un trabajo activo y aplicable a una situación personal independiente"
Para lograr esta formación humanista y desarrollar el mundo espiritual del escolar, no basta con
modificar el contenido de enseñanza de la Historia, es preciso transformar el acto educativo en un
proceso democrático, donde la comunicación y el protagonismo sean la piedra angular del
aprendizaje. Sólo lograremos protagonismo, cuando el escolar actúe conscientemente sobre la
realidad con un sentido de transformación.
Los docentes deben en sus estrategias formativas conducir a los alumnos hacía aquellas
respuestas que los ayuden a obtener conocimientos científicos y les den posibilidad de comprender
su época y el sentido de la vida. Es descubrir ante ellos como la creación, el trabajo y la
responsabilidad en la conservación del medio natural nos hacen más humanos.
Sin embargo, este protagonismo que constituye un indicador esencial del hombre nuevo, aún no
alcanza el nivel requerido, tanto en las actividades, docentes, como extradocentes, según revelan
las opiniones de los estudiantes, donde valoran las relaciones con los profesores como buenas,
pero sienten que no tienen el suficiente espacio para comunicarse. (ICCP, 1999)
Para responder a esta demanda imperativa del mundo actual, los educadores tienen que desterrar
el autoritarismo y lograr un proceso formativo donde el alumno viva, sienta y piense
sistemáticamente en todas las actividades, fundamentalmente en las clases. Tal relación significa
que todas las interacciones que se realicen en la escuela estén caracterizadas por el respeto, la
comprensión, el compromiso y el amor. Es reconocer el postulado martiano que amor es el lazo
que une a los hombres; es verlo como método de enseñanza.
1
Martí Pérez, José: Obras Completas. T. 8 ( pág. 280).
2
Martí Pérez, José: Obras Completas. T. 8 (pág. 3).
22
La enseñanza debe proporcionar conocimientos científicos en forma activa,
consciente y emotiva, para ello, tiene que dotar al alumno de procedimientos
generales que pueda aplicar a cualquier situación concreta de forma que alcance
un elevado desempeño intelectual.
Es preciso señalar que son numerosos los trabajos que brindan estrategias para la
estimulación intelectual, tanto en el campo internacional como en nuestro país. Así
podemos destacar los aportes de P. Galperín, L. Zankov, V. Davidov, J. Piaget,
por solo mencionar algunos.
Organizar una enseñanza para el desarrollo requiere, no de una simple adaptación del niño a su
medio, sino de un proceso de apropiación de la herencia cultural acumulada, transmitida por las
generaciones mayores a cada niño de acuerdo con su nivel de desarrollo y sus condiciones de vida
social. Este tipo de enseñanza está basada en el enfoque histórico cultural de L.S. Vigotski (1896-
23
1934)
De esta forma el aprendizaje no sólo es proceso de realización individual, sino una actividad social,
una actividad mediante la cual el niño asimila los modos sociales de actividad y de interacción.
Para enseñar a aprender es necesario además que él movilice aquellos conocimientos (en sentido
amplio, incluso de su entorno cultura) y las habilidades que el alumno posee, es decir las
experiencias previas que sirven de base al nuevo conocimient o. Durante este proceso es
necesario realizar el diagnóstico del nivel real del sujeto (conocimiento y operaciones cognitivas),
además del aspecto afectivo-motivacional, lo cual influirá en que el nuevo material sea
potencialmente significativo y poder plantear exigencias a partir de la "zona de desarrollo próximo",
lo cual será un estímulo para el alumno en la búsqueda del nuevo conocimiento.
En esta concepción desarrolladora el docente necesita conocer con profundidad "que conoce, qué
sabe hacer con lo que conoce cómo se comporta, que metas tiene, cómo opera, como se
autorregula" (Silvestre M. 1999).
De ahí que como bien valora Zilberstein, J. (2001): "Todo diagnóstico debe permitir
un desarrollo eficiente de la clase, como célula básica del trabajo de la escuela, ya
que es en la misma donde se garantiza el éxito de todo proceso educativo con los
estudiantes".
24
1. "El diagnóstico debe ser integral, incluir a los alumnos, los docentes, la
institución escolar, la familia y la comunidad, teniendo en cuenta el contexto
socio – cultural en que se desarrolla la educación en su sentido amplio.
2. El diagnóstico debe constituir un proceso evaluador de los resultados, y a la
vez que pronóstico de la zona de desarrollo próximo (ZDP) de cada
estudiante". 1
"En los actos de comunicación, [el alumno] pone de manifiesto su propio mundo
interno ante los otros, lo que sirve además de conocerse a sí mismo, someterse a
las valoraciones de los demás. De ahí, que la comunicación necesariamente
requiere y a la vez provoca: - reflexión; análisis; valoración; saber ponerse en la
posición del otro; ampliar las posiciones desde donde se puede ver un fenómeno;
toma de decisiones y puntos de vista...". El carácter colectivo que se logre durante
el desarrollo de la clase hace aumentar considerablemente sus éxitos. 1
Para el desarrollo del proceso pedagógico desarrollador, el docente no puede ofrecer a los
alumnos los conocimientos como acabados, completos, absolutos, debe dar la posibilidad que
elaboren preguntas, valoren, hagan suposiciones, etc. El alumno debe llegar a ser consciente de
su rol protagónico y debe orientarse en el aprendizaje e incluso llegar a evaluar, valorar, el avance
de sí mismo y de los demás.
1
Zilberstein, José : Calidad educativa y diagnóstico del aprendizaje escolar. Pedagogía 2001.
Ciudad de La Habana, 2001página 12.
1
Baxter, Esther: La reflexión colectiva y la formación colectiva de orientaciones valorativas.
Ponencia. s/f
25
En esta búsqueda es necesario que se creen contradicciones que hagan al alumno tomar
conciencia de su falta de conocimiento para solucionar un problema o realizar una tarea y que
ponga en tensión sus fuerzas para alcanzar el objetivo. Para que dicha contradicción pueda
promover el des arrollo, el nuevo contenido no debe ser superior a las posibilidades de los
alumnos; pero tampoco puede estar por debajo de estas. Se infiere que resulta significativamente
importante tanto la actividad del alumno, como la estructura lógica del material que debe enfrentar.
Podem os decir que la actividad que realiza el escolar transforma conjuntamente la esfera cognitiva
y su mundo espiritual. Las acciones que realiza, de acuerdo con sus necesidades e intereses y
experiencias cotidianas, al enfrentar el material de estudio o las tareas docentes le permitirá ir
regulando y controlando su labor y, de igual forma, mediante la asimilación de la realidad y su
transformación internaliza conductas, mediadas por el contenido histórico adquirido.
Debemos insistir que si queremos formar hombres integrales, el aprendizaje significativo incluye,
no solo la dimensión cognitiva, sino lo afectivo - motivacional, social y valorativa.
Todo lo antes planteado es posible si logramos un desarrollo motivacional en la adquisición de
conocimientos históricos mediante un sistema de actividad y comunicación que eleve de forma
gradual y creciente las exigencias y potencie las capacidades individuales.
Estimular el desarrollo del escolar mediante el aprendizaje de la Historia requiere del trabajo con
variadas fuentes y la correcta expresión y comunicación de los conocimientos. Para lograr que
los alumnos asimilen todos los elementos que incluye el conocimiento del hecho histórico, deben
desarrollar formas específicas de actividad cognoscitiva, que faciliten tanto la comprensión, como
la explicación, argumentación y valoración de estos.
Es muy importante que los docentes propicien que en la medida que los alumnos alcancen más
independencia cognoscitiva, estén al mismo tiempo, desarrollando en este proceso la
responsabilidad individual y colectiva.
26
hábitos de participación social. Por consiguiente, una escuela con sentido
desarrollador no solo potenciará el saber, el saber hacer, sino también el SER;
amar para un mundo más humano.
A partir de las reflexiones antes expuestas, debemos reiterar que para cambiar los resultados del
aprendizaje de la historia se precisa organizar la actividad de aprendizaje mediante la utilización
de procedimientos que estimulen los procesos lógicos, que entrenen a los alumnos en la
búsqueda y valoración de los conocimientos, en el trabajo independiente, sobre todo, con los
elementos culturales de la comunidad y que fomenten el desarrollo de un pensamiento reflexivo y
flexible. Debe concederse mucha importancia a las interacciones que se producen en el aula y
en otras actividades y contextos de comunicación, donde cada uno aporta sus significados,
según particularidades, posibilidades y experiencias y que a partir del diálogo y de su expresión
auténtica se potencie el desarrollo del juicio de valor; por otra parte, es conveniente incrementar
progresivamente el protagonismo del escolar.
Este enfoque sociocultural del aprendizaje, unido a nuestras tradiciones educat ivas, básicamente
martianas, nos permite vincular la enseñanza de la Historia no sólo con lo que acontece en el
mundo de hoy, sino preparar al hombre para la vida.
Asimismo se manifiesta una agudización de su función crítica, que abarca valores éticos, las
nociones estéticas, las relaciones con otras personas, por sólo mencionar algunas. Ahora conoce
las normas morales desde sus razones lógicas, valorando con juicio certero y severo su
cumplimiento (Castro P.L., 1998). Estas características unidas a su capacidad intelectual deben
permitir encauzar un enfoque crítico positivo de su actuación y en el plano metodológico desarrollar
su pensamiento y el reforzamiento de las orientaciones valorativas.
Otro aspecto que se presenta con fuerza en esta etapa es la autoformación de su individualidad,
no obstante necesita de los otros, sobre todo, del adulto para lograr su autoafirmación.
Las particularidades de la edad indican que es necesario escuchar sus juicios, opiniones, penetrar
en su mundo interno para conocerlos y orientarlos en su autoeducación.
La enseñanza de la Historia actualmente no sólo tiene como finalidad transmitir información, sino
elevar cada vez más la formación humanista, es decir, su mundo espiritual, sobre la base de la
unión de la razón y el corazón.
27
De ahí que estas exigencias que aspiran a formar integralmente a los alumnos (as) de acuerdo con
los ideales e intereses individuales y sociales, necesitan de diversos métodos para su aplicación,
los que deben estar dirigidos a tres planos, según Amador, A. (1998)
Esta formación integral a que aspiramos tiene un carácter complejo, como afirmara Ernesto
Guevara en su obra filosófica y pedagógica, "El socialismo y el hombre en Cuba". Además de
destacar que el sentimiento de amor al hombre es un rasgo esencial en la formación de niños y
jóvenes. "Todos los días hay que luchar para que ese amor a la humanidad viviente se transforme
1
en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización" . Y al revelar la
significación de dichos sentimientos afirmó ..."Es imposible pensar en un revolucionario auténtico
2
sin esta cualidad"
Este análisis resulta importante para concretar metodológicamente los objetivos formativos que
debe cumplir el aprendizaje de la Historia, pero no podemos obviar la importancia que también
reviste el método de la ciencia que el estudiante imita del investigador, por medio del ejemplo de su
maestro. La lógica de la ciencia, en este caso histórica, está implícita en el método que coadyuva
a la asimilación consciente y al desarrollo de habilidades.
Favorecer el paso de los elementos fácticos externos, a la búsqueda por el alumno de las
características esenciales de los objetos o fenómenos históricos, de sus nexos internos y lograr
una relación sujeto-sujeto y sujeto-objeto activa, emotiva, que pueda conducir a la generalización
de los rasgos esenciales, y a la definición conceptual, constituye lo esencial de esta exigencia.
En las clases de Historia en la escuela secundaria, al igual que en la primaria, la palabra emotiva
del maestro desempeña un importante papel entre las fuentes para la obtención de los conceptos
históricos, sobre todo, por su valor educativo.
La palabra del maestro influye tanto en la percepción como en la representación; debe ser capaz
de crear imágenes del pasado que en ocasiones no pueden ser percibidas sensorialmente por los
alumnos. Si durante la exposición el maestro utiliza variadas fuentes del conocimiento histórico
(mapas, láminas, gráficas, objetos museables), propiciará una relación sujeto-objeto activa y
reflexiva, con lo cual desarrollará imágenes y representaciones que para el escolar resultan lejanas
1
Che Guevara, Ernesto: Obras 1957 - 1967. T.11, 382
2
Idem.
28
y abstractas.
Además, al exponer en forma lógica y coherente el proceso histórico y, sobre la base de fuentes,
se estimulará la imaginación, la atención, la memoria racional y se sentarán las bases para el
desarrollo del pensamiento.
Al enfrentarse los alumnos directamente con el objeto del conocimiento, bajo la guía del maestro,
hará que obtengan cierta información por sí mismos, al concretar características generales y
esenciales y precisar los elementos objetivos que los ayudan a determinar los conceptos históricos
en el material analizado.
Es necesario que también, se oriente la actividad mental de los escolares hacia aquello que es
fundamental, esencial, revelar los nexos causales inmediatos y mediatos, así como explicar los
procesos históricos no sólo mediante el análisis de sus conexiones actuales sino también de las
que pueden surgir en el futuro. Incluso cuando la formación del concepto se realiza sobre un
material percibido con anterioridad u otro concepto conocido, la exposición del maestro debe
conducir a los educandos a descubrir, a concretar características anteriores y a determinar los
nuevos rasgos que se manifiestan.
En uno u otro caso, la exposición del maestro debe propiciar el razonamiento del escolar, crear
situaciones problémicas para darle la oportunidad de discutir lo que ha comprendido, con el fin de
que clarifique y elabore de forma más completa su representación inicial, como base para la
adquisición del concepto y su posterior definición. Durante esta exposición, el maestro ilustra el
movimiento del pensamiento hacia la verdad, en la búsqueda y solución de los problemas
anteriormente planteados.
No podemos obviar que, por ejemplo, cualquier programa de televisión o mensaje es siempre
portador de un modelo de transmisión cultural y de relaciones sociales. De ahí la importancia de
desarrollar en los escolares un sentido analítico, crítico, reflexivo frente a estos poderosos medios.
Es nuestro país la televisión constituye un auxiliar del docente, no sólo para transmitir
conocimientos científicos y descubrimientos nuevos, sino constituye un medio que permite influir en
la cultura e identidad del escolar.
Además existen otros medios como son los videos, software, cuyo uso también es trascendental
para un cambio en las formas de comunicación en las clases y en la actual posición de "receptor"
del alumno. Con estos medios este tendrá la posibilidad de establecer nuevas formas de
interacción, podrá aplicar conocimientos, exponer sus criterios, contrastar sus supuestos iniciales
con la nueva información. En fin, su actividad de aprendizaje contribuirá a la búsqueda individual, a
la comprensión del carácter cambiante y desarrollador de la ciencia y el valor del trabajo del
hombre en su consecución. Esto conducirá a un cambio cualitativo de una actividad de aprendizaje
informativa y unilateral a una formativa.
Resulta importante destacar en esta exigencia que al preparar la clase de Historia no sólo
aspiramos a activar el pensamiento del escolar, sino a formar una personalidad que sienta, que se
29
emocione, que ame a la Patria, a las figuras más relevantes, a sus tradiciones y símbolos
nacionales a su entorno social y natural, a otros pueblos del mundo y que respete los valores
humanos, entre otras cuestiones.
Un elemento esencial para lograr la formación deseada, radica en crear un clima en las clases
donde el alumno esté expuesto a la racionalidad y a la emocionalidad, donde es importante tener
en cuenta sus puntos de vista, sus valores, sentimientos, vivencias y nivel de desarrollo, así como
su contexto socio-cultural.
También el uso de las obras literarias, poemas, dramatizaciones de los alumnos, conjuntamente
con el relato en las clases, tienen gran importancia para despertar el interés en la búsqueda y
solución de las tareas docentes, viabilizar la comprensión y formar sentimientos de amor a la
Patria.
Al estimular la lectura en este nivel se ampliará su cultura, lo cual facilitará la comunicación oral y
escrita, así como las acciones de valoración con un sentido ético y estético.
Al concretar esta exigencia logramos que los alumnos y las alumnas al trabajar con el objeto
profundicen en el valor en sí de éste, y mediante su conocimiento logren vincularlo a la solución
actual de problemas sociales (para qué). Lograr esta implicación mediante su compromiso con lo
que hace y siente es como decía Luz y Caballero, es templar su cuerpo y su espíritu.
Para lograr que los alumnos comprendan los procesos de desarrollo de la sociedad y capten los
cambios, de una etapa a otra, es fundamental revelarles los rasgos de lo viejo en lo nuevo. Por
ejemplo, al estudiar en noveno grado la República neocolonial es necesario que el alumno
determine qué cambios tuvieron lugar con respecto a la Colonia y qué rasgos de esta
permanecieron durante la etapa republicana. En este sentido la comparación desempeña un
papel esencial.
Mediante la explicación, el maestro debe revelar el razonamiento lógico del hecho o proceso al
alumno, es decir, enseña un método para analizar el material histórico, similar al de la ciencia
histórica, con arreglo didáctico. Favorece la determinación de las relaciones causa-consecuencia,
la aplicación de estos conocimientos a procesos análogos.
El conocimiento adecuado del fenómeno histórico permite a los alumnos asimilar las causas de
manera concreta y determinar cómo las causas objetivas del desarrollo social se manifiestan en la
acción, ideas, sentimientos de los hombres. El desarrollo social siempre es producto humano vivo
y de su práctica transformadora de creación. De esa forma, comprenden el papel decisivo de las
masas populares en el desarrollo de la economía, de la ciencia, de la cultura, de la identidad, en la
defensa de la Patria, en las luchas sociales.
30
Debemos recordar que los hombres hacen su historia, pero ésta siempre está condicionada
objetivamente por la actividad material, sin embargo, la actividad de los hombres (sujeto de la
historia) siempre depende de su voluntad y conciencia.
Al analizar las consecuencias concretas, asimilan cómo los resultados contribuyen a interiorizar la
importancia y trascendencia de los hechos históricos.
Los alumnos deben asimilar una concepción de la sociedad humana -en un sentido de continuidad-
que cambia y evoluciona a través del tiempo, y sobre un espacio con determinadas condiciones,
que se transforma por la acción humana; y cómo en distintas épocas y lugares el hombre ha
utilizado los recursos naturales y humanos para transformar su medio; asimismo, han de
comprender que las causas de estos cambios están basadas en condiciones económicas y
sociales y que existe un vínculo indisoluble entre el medio natural y social.
En nuestra opinión, sin noción de tiempo histórico, los alumnos no percibirán en los cambios
sociales las relaciones de continuidad y, por tanto, no desarrollarían la capacidad de percibir y
comprender la proyección histórica de la realidad social.
En el curso de Historia de Cuba el conocimiento del medio tanto por los mambises (1868-1998)
como por el Ejército Rebelde (1956-1958) fue un importante factor del éxito.
Para poder conocer el proceso histórico y sus regularidades es necesario el orden y el nexo lógico.
Al trabajar las relaciones temporales y espaciales no podemos obviar el vínculo que existe con los
nexos causales, ya que al realizar el ordenamiento cronológico, deben efectuarse valoraciones
lógicas y los hechos tendrán que ubicarse antes o después a partir del dominio de su contenido
esencial y de sus relaciones internas.
Por ejemplo, al ubicar cronológicamente los siguientes hechos de nuestra historia: Pacto del
Zanjón y Protesta de Baraguá, los alumnos tienen que dominar la esencia de esos hechos para
determinar que no podía producirse un Baraguá, sin un Zanjón que lo antecediera.
La cronología no debe ser utilizada para ejercitar la memorización mecánica, sino para ejercitar el
pensamiento lógico; debe convertirse en punto de referencia en el tiempo, necesario para crear
representaciones concretas del contenido de los acontecimientos, sin los cuales es imposible crear
el concepto de tiempo histórico. Asimismo, es preciso establecer relaciones multilaterales y
variadas, por ejemplo:
31
? ¿Qué tiempo ha transcurrido hasta el día de hoy?
El docente puede además pedir a los alumnos que expresen semejanzas entre los hechos e
incluso que lleguen a argumentarlos y valorarlos.
Todos estos ejercicios llevan al alumno a establecer un orden lógico entre los hechos y determinar
su duración e incluso a la idea de simultaneidad, de vínculo entre algunos hechos y procesos.
Convertir el aprendizaje de la Historia en un proceso vivo, que permita al alumno o alumna a partir
de sus propias experiencias educativas, llegar a comprender y descubrir su origen y el de la
sociedad en que vive. En fin, que los hechos adquieran un mayor significado y que posibilitan a
partir del presente, comprender a sus tradiciones morales y patrióticas. Es preciso revelar ante
ellos la moralidad histórica del pueblo.
El estudio de los hechos ocurridos en la localidad y de las personalidades que actúan en ellos,
posibilitan la asimilación de los acontecimientos más importantes del acontecer nacional y el
vínculo entre los hechos locales y nacionales.
Es importante por el papel que desempeña esta asignatura en la formación moral y patriótica,
utilizar formas de actividad y comunicación que favorezcan la expresión y comunicación de los
conocimientos y consecuentemente la valoración de los hechos y procesos históricos.
32
En la actualidad, la enseñanza de la Historia en la escuela primaria y secundaria puede adoptar
diversas formas de organización que coadyuven al cumplimiento de los objetivos instructivos y
educativos de esta disciplina, dentro de las cuales está la búsqueda individual, del trabajo frontal
con el grupo, en dúos y el trabajo por grupos pequeños o equipos, este último de gran valor
educativo por la cooperación y el intercambio que se realiza entre los estudiantes.
Estas formas colectivas de trabajo permiten distribuir problemas o tareas con alternativas
diferentes sobre un mismo tema y posteriormente desarrollar espacios para la confrontación de
conocimientos. Además, el trabajo en equipo es aplicable no sólo en la clase, sino en las
excursiones históricas, en las visitas a museos u otras instituciones culturales, a todo el trabajo
con la localidad y ayuda a que se estimule a los alumnos con dificultades en el aprendizaje. Por
esto, la composición de los equipos debe variar teniendo en cuenta las particularidades de los
escolares y sus avances en el aprendizaje.
La búsqueda del conocimiento a través del diálog o, facilita una atmósfera participativa que
promueve y potencia el desarrollo individual del escolar a partir de una reflexión conjunta. Esto
adquiere gran importancia cuando se analizan documentos, fragmentos de la prensa u otras
fuentes del conocimiento histórico. La utilización del diálogo en las clases de Historia, no excluye
en alguna medida la participación y dirección del maestro, quien con su intervención debe lograr
una motivación hacia la actividad de los alumnos, dar niveles de ayuda que permitan el
razonamiento y conducirlos a la vivencia de la importancia de esta confrontación para la formación
y enriquecimiento de sus conocimientos.
Al interactuar con los otros, el alumno interioriza, transforma e individualiza sus valores e
ideales y consolida sus puntos de vista de un modo verdaderamente activo.
En este sentido, en la enseñanza de la Historia, para poder extraer el potencial ideológico de los
hechos, es fundamental que los alumnos aprendan a realizar deducciones, a emitir juicios,
valoraciones y conclusiones. Cuando el alumno asimila conscientemente, su expresión verbal es
más completa y la actitud hacia el contenido que estudia tiene un sentido educativo profundo al
servir de base para una concepción del mundo.
Las exigencias didácticas expuestas en este epígrafe fueron aplicadas en trabajos de cursos de la
Licenciatura en Educación Primaria, en los cursos de postgrado nacionales e internacionales, en
tesis de maestría y en el curso de la investigación desarrollada por el Proyecto TEDI, con
33
resultados satisfactorios.
Hasta aquí hemos enfocado las exigencias didácticas que deben cumplirse a partir de las
peculiaridades y el objetivo del contenido histórico en la etapa actual. Si bien es cierto, que es
importante conocer estas estrategias para transformar las clases de Historia en verdaderos talleres
para el ejercicio del pensar, es necesario, insistir que este éxito dependerá en gran medida, del
nivel de desempeño que tenga cada maestro para hacer más científicas y más atrayentes sus
clases.
La cultura del maestro debe permitirle en el aula adecuar y aplicar el programa a la realidad escolar
y social, con una proyección creadora.
Como conclusión de este análisis debemos subrayar que tenemos que desterrar una enseñanza
de la Historia que en su afán enciclopedista o de falsa cientificidad desvirtúe el propósito ante todo
formativo y desarrollador de esta disciplina, lo cual exige que el contenido esté concentrado en lo
esencial y vinculado a la vida social y cotidiana.
Partimos del criterio de que el alumno (a) en el acto educativo es el objeto de transformación y que
el protagonismo real debe concretarse por medio de su participación activa, consciente y sentida,
que conduzca a una actuación responsable.
Cada clase que se imparta debe tener como objetivo enseñar al escolar a pensar, a amar, a
razonar, a sentir de acuerdo con posiciones políticas y sociales sustentadas en los mejores
valores morales, los que deben corresponderse con las necesidades históricas del país. El
remedio está en desenvolver la inteligencia del niño a la vez de sus cualidades de amor y pasión.
"Este sistema de valores que guía al hombre en su acción cotidiana no se transmite por herencia
genética, no se inocula por vía externa, no se introduce en él sino que se forma internamente,
1
mediante la constante contradicción de las influencias externas"
Somos partidarios de que los valores se forman mediante acciones conscientes del sujeto en la
realidad, donde transforma, crea y se sienta además comprometido con sus criterios y actuación.
Por eso educar en los valores ciudadanos, con un sentido de la vida mediante la Historia, requiere
de métodos que contribuyan a formar hombres capaces de comunicarse de orientar su propio
destino y del país en que viven.
En este desarrollo humano espiritual, de la nueva generación, donde uno de los objetos básicos a
lograr es preservar su identidad cultural, a través de la apropiación de la cultura, del entorno social,
de sus vivencias, constituy en elementos potenciadores claves en un proceso educativo dialéctico
que aspira, a la vez, a instruir, educar y formar.
Es preciso que los docentes transmitan a los alumnos el significado práctico social, político y
cultural del estudio de la Historia y comprendan que esto es posible no sólo cuando tenga
asimilados hechos históricos y conceptos, sino cuando sientan que esas generalizaciones lo
ayudan a orientarse en la vida social del pasado, del presente y proyectarse hacia el futuro.
Sólo podremos estimular sentimientos y valores patrióticos y ciudadanos, y el amor por lo humano
en nuestros niños y adolescentes, si al estudiar Historia revelamos ante ellos la actitud del pueblo y
1
Turner Martí, Lidia: Pensamiento pedagógico de Ernesto Che Guevara . Editorial Capitán San Luis. pág. 11
34
de sus héroes y mártires, lo que permitirá conocer la identidad de una nación y su
autocomprensión a través el tiempo.
No se trata de desterrar los conceptos, pues la Historia es también esencia, es buscar el justo
equilibrio entre la razón y el corazón.
35
BIBLIOGRAFíA:
Cano, E,: Evolución de la calidad educativa. Editorial Muralla, S.A. 2da Edición,
España, 1999.
Gallego Emilia: No hay Patria sin virtud. Un acercamiento a la esencia medular del
sistema de valores patrios en Cartas a Elpidio y La Edad de Oro. Ensayo, Cuba
1998.
36
_________________: "¿Prepara la enseñanza de la Historia para la vida?. Un
problema a debatir". Revista iberoamericana de Pedagogía No. 11, 2000.
________________: " Un desafío: frente a la globalización: la formación de
valores, patrióticos y ciudadanos". Pedagogía´99, Ciudad de La Habana, 1999.
37
Vigotski, L.: Historia de las funciones psíquicas superiores. Editorial Científico-
Técnica. Ciudad de La Habana, 1988
38
Tendencias actuales de la didáctica de la Historia
Por otra parte, el mundo en que vivimos exige elevar la condición humana de los
hombres, cultivar su sensibilidad, contribuir a la formación de valores, garantizar
una formación humanista basada en un acercamiento a lo mejor de la cultura de la
humanidad, con un enfoque axiológico comunicativo. En esta dirección el
aprendizaje histórico es primordial.
39
Por supuesto, las interrogantes nos dirigen al diagnóstico de nuestra realidad en la
enseñanza de la Historia y el pronóstico nos lleva al modelo, que es el ideal al que
se aspira, las tendencias que se pretenden desarollar.
Así, para diseñar el modelo didáctico partimos del referente epistemológico. Según
la Historia a la que me adscribo así será la Historia que ense ño y aprenden los
alumnos. Esto evidencia la importante relación ciencia-asignatura y el valor de lo
historiográfico, así como la necesidad de tener en cuenta las particularidades del
objeto histórico de estudio, su naturaleza, la relación entre lo fáctico y lo lógico, las
características del pensamiento histórico, según la interpretación materialista
dialéctica del desarrollo de la sociedad.
40
El referente sociológico asume a la comunidad, la sociedad, como fuentes, al tener
en cuenta los problemas y necesidades sociales, los valores que la sociedad
plantea y prioriza, la lección de la Historia y la cultura para la vida actual, sobre la
base del relevante papel que ejercen la actualidad y la vida en el interés de
adolescentes y jóvenes, y la necesidad de formar a nuevas generaciones capaces
de garantizar el desarrollo de la humanidad.
Así, el modelo didáctico asume los criterios hasta aquí expuestos, los sintetiza
como concreción didáctica, para expresar así las tendencias metodológicas que
deben caracterizar a la enseñanza y aprendizaje de la Historia desde nuestras
aspiraciones ideales.
Modelo didáctico
41
Características del modo de razonar histórico
42
correcta relación entre ellos ha de ser una de las principales finalidades de la
enseñanza de la historia, pero uno de los fundamentos básicos de la formación de
la temporalidad consiste en poseer la capacidad de percibir y comprender la
dimensión histó rica de la realidad". (3).
Por otra parte, en este estudio e indagación históricas debe estar presente el
análisis o enfoque clasista, y propiciar el estudio de lo particular con el prisma de
lo general, o sea, comprender la información fáctica concreta, con sus
particularidades irrepetibles, contextualizarla convenientemente, pero además
entenderlas como expresión de lo general, de las tendencias de desarrollo de la
sociedad, llegar al descubrimiento de regularidades históricas, asumir
proposiciones históricas, todo ello sobre la base de métodos científicos que
expresen el cumplimiento de los principios del desarrollo y de la relación dialéctica
teniendo en cuenta que la teoría de la dialéctica materialista tiene como principio
básico el desarrollo.
Más adelante agrega: "... orientarse en toda esa enorme y sumamente abigarrada
variedad -relacionada sobre todo con las doctrinas políticas, filosóficas, etc., de los
sabios y políticos burgueses- sólo es posible si uno se atiene firmemente como a
un hilo orientador fundamental, a la división de la sociedad en clases, al cambio de
las formas de dominación de clase y analiza desde este punto de vista todas las
cuestiones sociales, tanto económicas como políticas, espirituales, religiosas, etc.
43
(5).
44
emplear un método de aprendizaje determinado, se propondrá aprender,
entendiéndose por aprendizaje el proceso de modificación de su actuación". (7)
En el primer caso los alumnos trabajarán con el Atlas de Historia de la Edad Media
(7mo. Grado), específicamente con el mapa titulado "Desarrollo de la artesanía,
comercio y ciencia, y crecimiento de las ciudades en Europa (XI-XIV)".
45
Concretamente las actividades orientadas serían:
? Localiza las principales rutas marítimas y terrestres entre los siglos XI y XIV.
Para ello lee e interpreta la leyenda.
? ¿Qué regiones se destacan? ¿Por qué?
? ¿Qué relación existe entre ambas rutas? ¿Y entre ellas y la ubicación de las
grandes ferias y mercados? ¿Por qué?
? Si pudieras transporte a ese momento histórico, ¿qué ruta para el comercio
escogerías? ¿Por qué?
? Localiza y procesa información sobre las regiones de dicho recorrido y elabora
en tu supuesto diario de viaje como navegante lo acontecido en un día, donde
reflejes tus vivencias y conocimientos e impresiones, teniendo en cuenta la
época estudiada.
? Título.
? Autor.
? A quién va dirigido.
? Tiempo y espacio históricos.
? Por qué motivo se escribió.
? Ideas fundamentales planteadas.
? Interés clasista.
? Carácter.
? Trascendencia.
? Valor como fuente.
46
En este caso el documento histórico puede ser El Manifiesto de Montecristi,
firmado por José Martí y Máximo Gómez el 25 de marzo de 1895.
Después que el alumno proceda a su desestructuración en ideas esenciales y
elabore sus criterios según el algoritmo propuesto, puede responder las siguientes
preguntas:
47
del 95, ¿qué ha resultado más interesante y más revelador de su estatura
humana y política? ¿Por qué?
? ¿Qué lecciones para tu vida ha significado el estudio de la Guerra de 1895?
Sun funciones han sido explicadas detalladamente en diversos textos, pero resulta
imprescindible enfatizar en dos de ellas poco reveladas en la práctica de la
enseñanza y el aprendizaje de la Historia. Estas funciones son la de
profundización de las relaciones con el escolar y la de organización del proceso de
aprendizaje. Es evidente que en ambas se expresa un enfoque comunicativo y
procesal y una elevada intención humana.
48
Dada nuestra disciplina, Historia, y la intencionalidad de la misma en el orden de la
formación humanista, estas funciones nos incitan a una reflexión. La formación
humanística supone el cultivo de las letras, de la cultura, y promover un enfoque
axiológico, el desarrollo del hombre, su sensibilidad, elevar la condición humana y
asumir una perspectiva más personológica que considere el desarrollo individual
en su inserción social, socializar al alumno respetando sus perspectivas,
necesidades, expectativas, etc. O sea, asumir un enfoque personológico supone
tener en cuenta que la enseñanza y el aprendizaje se realizan por una persona,
por lo que hay que basarse en la estructura y funcionamiento de la personalidad.
Al reflexionar en la evaluación, hay que entenderla entonces como un proceso
individualizado e interactivo; "es decir la comunicación desarrolladora es siempre
una vía de crecimiento personal, por tanto, desarrolla la capacidad de
autoevaluación y autodeterminación" (9).
49
ejercicios docente evaluativos, subrayando el carácter de proceso y no apreciar a
la evaluación como un acto terminal, es fundamental para asumir un criterio
formativo y cualitativo.
50
comprensión de problemas de la actualidad, y esto repercute en la vida de los
estudiantes, en su experiencia y actitud transformadora y crítica, al apreciar la
importancia de la sociedad como referente en los estudios históricos. Sin dudas, la
actividad decisiva del estudiante que estimula las actividades propuestas, lo
prepara para el enjuiciamiento profundo que requieren la vida y los momentos
actuales.
Notas
5? Lenin, V.I.: Acerca del Estado. Colección Juan de Dios Muñoz. Nicaragua.
Serie Educación Política. 1980, p. 3.
51
9? González Rey, Fernando: ob. cit. p.19.
Bibliografía
Bermúdez Sarguera, Rogelio y Rodríguez Rebustillo, Marisela: Teoría y
metodología del aprendizaje. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1996, p.
23.
52
Apuntes sobre los medios de enseñanza de la
Historia
Prof. Horacio Díaz Pendás
Definición
Cuando se observa a un profesor de Historia en el proceso de dirigir el
aprendizaje de sus alumnos, a través de un sistema de clases, se podrá apreciar
que utiliza la palabra oral, escribe en el pizarrón, se apoya en documentos,
datos estadísticos, mapas, esquemas, cuadros sinópticos, testimonios, etcétera, a
medida que los estudiantes anotan, leen, preguntan, discuten, participan.
Todos estos elementos apuntados, desde la palabra oral hasta el libro de texto
son medios de enseñanza.
Los medios de enseñanza son aquellas fuentes del conocimiento histórico que
constituyen soporte material de los métodos de enseñanza.
53
Los medios como sistema
Veamos ahora otra idea.
Cuando el profesor, para lograr que sus alumnos reconstruyan el itinerario de los
viajes de Colón, realiza una lectura comentada de fragmentos del Diario de
Navegación, mientras los alumnos van siguiendo la ruta en el mapa, escribe en el
pizarrón las ideas básicas surgidas del diálogo con ellos, les orienta después el
estudio del libro de texto y la búsqueda y utilización de determinada bibliografía
complementaria, estamos en presencia de un sistema de medios para el
aprendizaje de un asunto. La definición de sistema comprende la concatenación,
interdependencia, complementación y coherencia entre las fuentes del
conocimiento histórico empleadas en la enseñanza.
Por consiguiente, ningún medio debe verse como un agregado a la clase; por el
contrario, el medio cumple su función si es parte orgánica de la misma.
54
la vía de la investigación pedagógica- que la realidad escolar plantea.
Para el asunto pedagógico que nos ocupa, una reflexión básica es la siguiente:
Huelga apuntar que no es igual el desarrollo que puede alcanzar un alumno que
recibe toda la información procesada que el que aprende a procesarla con la
ayuda de su maestro al principio y después con mayor nivel de independencia;
como tampoco es igual estudiar análisis que ya aparecen "acabados" en los
libros de texto -por buenos que pudieran ser estos textos-, que abordar dichos
análisis -o parte de ellos, según sea el nivel- desde los documentos y otras
fuentes primarias.
55
Pero, por lo regular, casi todos los libros de texto entregan el conocimiento ya
procesado, aun cuando se incluya en los mismos alguna que otra formulación
problémica. Ya se sabe que el conocimiento debe concebirse como algo
inacabado.
Conviene entonces acentuar más la presencia de las fuentes con las que
trabajan los investigadores tanto en la labor del profesor como en la de los
estudiantes. Ello ayudará a que los alumnos comprendan de manera más sólida
"de dónde salen" las conclusiones que aparecen en los textos escolares a la vez
que los enfrenta -con una adecuada dirección pedagógica- a realizar crítica de
documentos, derivar análisis de los mismos, obtener pequeños testimonios,
contrapuntear opiniones, verificar datos e indagar sobre historia local; tareas,
entre otras, que pueden contribuir a desarrollar el espíritu crítico y de indagación
científica en el análisis histórico a la vez que amplían conocimientos y desarrollan
capacidades y habilidades.
Son las mismas fuentes primarias utilizadas por los investigadores que son usadas
por el profesor en calidad de medios de enseñanza. En este sentido tenemos:
56
57
II
1.- Reproducciones de los objetos originales más concretos. Por ejemplo, las
reproducciones de vasijas aborígenes.
2.- Medios audiovisuales: Comprenden las producciones de ficción como son las
películas, emisiones de televisión, dibujos animados, series de diapositivas o
tiras fílmicas sincronizadas con sonido, cuyo ajuste a la verdad científica las
haga confiables para el proceso de aprendizaje. Los materiales multimedia que se
utilizan en las computadoras que presentan contenidos históricos con imagen,
sonido, textos, gráficos.
3.- Imágenes sin sonido: películas silentes, láminas, diapositivas, tiras fílmicas,
pinturas, ilustraciones, caricaturas.
a) De los más concretos a los más abstractos. Es decir, desde los que expresan
de manera más concreta el conocimiento hasta aquellos de más nivel de
abstracción.
58
que sirven al investigador como elementos probatorios de sus conclusiones,
sirven también al maestro en calidad de medios de enseñanza como
elementos probatorios de las ideas que se quieren demostrar a los alumnos.
59
currículo.
A continuación, algunas sug erencias para el trabajo con las fuentes en calidad de
medios de enseñanza:
El museo (1)
Para el tema que nos ocupa podemos decir que un museo constituye un sistema
de medios para la enseñanza de la Historia. Como se sabe, los museos de
historia poseen valiosos objetos originales -que constituyen la esencia de todo
museo- combinados armónicamente con fotos, mapas, esquemas, datos
estadísticos, textos y otros medios gráficos portadores del mensaje al visitante.
Aquí radica precisamente la concepción en sistema de todos estos medios.
Entre las formas de trabajo con el museo más recomendables podemos sugerir:
60
Téngase muy presente que una visita dirigida o guiada no es una disertación
profesoral con apoyo visual. Lo principal está en el callado mensaje de las
fuentes. Que la palabra del profesor por elocuente que sea, tenga base segura en
los exponentes. El que habla no está en el aula ni en la tribuna, está en el museo y
son los exponentes los que tienen el papel protagónico; desde luego, es la palabra
del maestro o guía la que establece el hilo conductor. Es recomendadable también
propiciar que este tipo de visita pueda ser lo más coloquial posible; estimúlese que
los alumnos pregunten, intervengan y que dispongan de tiempo para realizar sus
anotaciones. No apresurarse.
Esta forma propicia que el estudiante acuda al museo con más independencia y se
tome todo el tiempo que necesite para el trabajo con las fuentes.
Claro está que por individualizada que pueda ser este tipo de visita, no excluye
dirección pedagógica, la cual se expresa en las instrucciones que da el profesor a
través de una guía de observación, medio fundamental en el que se apoya el
estudiante. Esta guía indica la ruta que debe seguir el alumno en el museo, la que
orienta su atención y la que formula problemas y tareas que él debe realizar a
partir de la observación y estudio de los exponentes.
c) La clase puede estar vinculada con el museo cuando el profesor y sus alumnos
se trasladan a dicha institución y la actividad docente se desarrolla allí. En este
caso, una cuestión muy importante a cuidar es que la esencia de la clase esté
dada por el contenido intrínseco de las fuentes primarias, que son los
exponentes. Quiere esto decir que los exponentes no constituyen el contexto
donde se desarrolla esta clase, sino su médula, el contenido sin el cual la clase no
es tal.
61
moderador, con intervenciones oportunas que propicien seguir un hilo conductor y
arribar a conclusiones.
Los museos forman parte de la historia que nos rodea, de la que trasciende lo que
está en el libro de texto, de la que va más allá de lo que hacemos todos los días
en nuestras aulas, por bien que se haga; es una posibilidad más de constatar que
dentro de todos los recursos que intervienen en el incremento de las posibilidades
de aprendizaje, los objetos originales tienen una especial contribución. Lo saben
bien los maestros; cuando los niños observan un grillete que usó con dolor un
esclavo, o un machete que combatió en nuestras guerras de independencia, o un
objeto de arte de una época, estamos ante exponentes testigos de su tiempo
histórico; la fuerza de los objetos originales es insustituible; ellos son puertas a la
sabiduría y a la imaginación, a la poesía y al desarrollo del pensamiento. Por todo
ello y muchas más cosas, el museo es un aliado del maestro.
Salir de los muros de la escuela puede y debe ser una estimulante actividad de
aprendizaje a partir de excursiones, recorridos y pequeñas investigaciones que los
alumnos pueden realizar.
¿Por qué esta calle tiene este nombre? ¿Qué significación histórica tiene el
antiguo edificio que está cerca de la escuela? ¿Qué podemos aprender de las
tarjas, obeliscos, estatuas de nuestras ciudades y pueblos?
Las visitas dirigidas a estos lugares y, sobre todo, la orientación del trabajo
independiente de los estudiantes, la confección de ficheros y carpetas con la
información que recopilen para su ulterior exposición en clase, e incluso como
divulgación cultural en la comunidad, es una estupenda posibilidad para contribuir
a un mejor aprovechamiento del patrimonio histórico, hacer de los jóvenes
protagonistas de su proceso de aprendizaje y fortalecer la identidad cultural.
62
Aproximarse a las tarjas y monumentos es recordar que la observación de esas
fuentes del conocimiento histórico es una excelente ocasión para contarles a los
niños la historia que evoca esa inscripción o esa pieza. Los alumnos necesita n de
amenos narradores y un buen narrador es aquel que sabe hacer creíble lo que
dice y logra que lo atiendan. Hay que contar y explicar de manera sencilla por qué
en esa pared está esa tarja, qué hecho conmemora, qué personaje recuerda. Y a
partir de allí el maestro dice con palabras que entienden sus alumnos lo que
encierra aquella historia. La palabra del maestro, una y otra vez va sacando de
esas piezas lo que ellas dicen y significan. Y que los estudiantes lean las
inscripciones; que digan lo que han entendido; que expresen sus impresiones; que
se converse, que se dialogue. Y lo más importante, pensar en qué tareas se
deben derivar de esa visita para escribir, dibujar, exponer en clase. Siempre
pensar en lo que el alumno pueda hacer, en propiciar que comunique sus ideas,
sus impresiones. La cultura del diálogo, de compartir ideas, hay que fomentarla sin
descanso.
El cine
63
importante, aportación de ideas para la explicación de la dinámica del proceso que
aborda así como contribución al ulterior análisis y debate a partir de las múltiples
lecturas que puedan realizarse de lo que se nos informa.
También tienen valor didáctico aquellos otros filmes que, aunque sean de ficción,
se han realizado sobre la base del rigor en la indagación histórica y ofrecen, por
consiguiente, una confiable reconstrucción de lo que se presenta.
Algunas recomendaciones o ideas que pueden ser de utilidad en el uso del cine en
la enseñanza de la Historia:
64
“ruido” en el mensaje cinematográfico.
? Recordar, una vez más, que todo filme nos cuenta una historia, ello es punto de
partida para una de las misiones fundamentales de la enseñanza de la
asignatura que es explicar los hechos y procesos para que los estudiantes
puedan extraer sus conclusiones y valoraciones. Debe favorecerse que esta
labor de dirección pedagógica -la historia como explicación- predomine en las
preguntas y actividades de las guías para los cine-debates.
La televisión
65
lo observado; discusiones, diseño de tareas, organización de seminarios,
actividades de tratamiento de nuevos contenidos, sistematización,consolidación y
comprobación de lo aprendido. Tiene el maestro en la televisión una vía más, otra
fuente de conocimientos para ser utilizada, nunca para sustituir al profesor del
aula, sino para que este aproveche información al servicio de las diversas
funciones didácticas de la clase, seleccione de estos recursos aquello que no tiene
a su alcance, aquello que le resulta especialmente significativo para reforzar
conocimientos que el viene explicando en el programa. Es la imagen y el sonido al
servicio de la enseñanza de la Historia. Estos medios tienen, sin dudas, un infinito
camino de perfeccionamiento en nuestro país.
El dibujo animado
Cuando uno piensa en los dibujos animados relacionados con la historia de Cuba,
de inmediato se representa escenas de Elpidio Valdés de Juan Padrón.
Este personaje, que ya tiene ganado un lugar cimero en la historia del dibujo
animado en nuestro país, ha contribuido y sigue contribuyendo a que
generaciones de cubanos conozcan de la vida de los mambises. Porque detrás de
estos "muñequitos" está una acuciosa labor de estudio e investigación por parte
de su autor, recreada, desde luego, para una obra de ficción, pero con mucho
rigor de verdad a la hora de enseñarnos, de la manera más amena e inolvidable,
por ejemplo, cómo era una trocha, cómo formaba un cuadro de infantería
española, cómo eran los uniformes y grados de ambas partes contendientes;
cómo eran las armas de la época, los toques de corneta, la vida en campaña, los
hospitales de sangre; qué era el heliógrafo y cómo se usaba, etc. En fin, un
sinnúmero de ejemplos que constituyen representaciones históricas correctas
de todos esos contenidos. En los dibujos animados de Juan Padrón, tanto en
Elpidio Valdés como en cualquier otra de sus obras, la reconstrucción de época,
es rigurosa, no cede espacio a los anacronismos.
66
Otro ejemplo de historietas y dibujos animados es Asterix el galo, obra del belga
Uduzzo y del francés Gosciny, donde existen representaciones correctas de la
arquitectura, la ropa, calzado, armamento, uniforme de las legiones romanas, vida
y costumbres de las aldeas de la Galia, etcétera.
Así como los alumnos y maestros tienen acceso a televisores y videos en las
escuelas también lo tienen a las computadoras. Favorecer la interaccción del
alumno con los medios tiene aquí privilegiada posibilidad. En la enseñanza de
nuestra asignatura existen materiales tales como “Crónicas de la Historia”, “Este
día en la escuela”, el contenido histórico de las Enciclopedias Encarta; “Ernesto
Guevara”, “Himnos y marchas”; “Historia del Mundo”, “La Edad de Oro”, “Pueblos
indígenas de Chile”, “Todo de Cuba”, “Una histórica demanda” o “Utopía
realizada”, para solo mencionar algunos ejemplos, que constituyen un conjunto
creciente de materiales concebidos para que el alumno opere con la computadora,
busque, se informe, indague por sí mismo. A medida que el maestro conoce más
de todos estos materiales puede elaborar guías complementarias para el alumno a
fin de propiciar la inserción de éste en determinados contenidos de los CD, que
pueden ser incorporados como tareas escolares y favorecer las intervenciones
orales del alumnado en temas correspondientes al curso escolar.
Ilustraciones y fotos
? Descripción material. Los alumnos tendrán que establecer en qué soporte está
realizada la obra y la técnica utilizada.
67
docencia de la Historia. La fotografía ha atrapado, de alguna manera, una escena,
un personaje, una plaza, un ámbito. La fotografía como reflejo de una realidad
nos muestra las imágenes más relativamente fieles a dicha realidad. Apuntamos
lo de "relativamente" porque ninguna fotografía es totalmente objetiva, sino más
bien el resultado de un enfoque, del enfoque no solo de la cámara, sino de quien
la maneja. Pero a pesar de ello, aporta al conocimiento histórico una especial
cuota de fidelidad a dicha realidad. Una época, las costumbres, las personas, el
transporte, la evolución de un ámbito, etcétera, han sido recogidos y conservados
por la fotografía con demostrada contribución a la representación del pasado y
como fuente de interpretación del mismo.
Ya se sabe -y nunca será ocioso reiterarlo- que toda fuente requiere de la crítica
para una obtención fiable del conocimiento histórico.
1.- Generalidades
68
ciencia, si aspira a sembrar en ellos el espíritu de indagación, a enseñarlos a
argumentar sus puntos de vista, una vía importante de aprendizaje es el recorrer,
en alguna medida y en condiciones pedagógicas propias de su edad y madurez, el
camino ya transitado por los historiadores.
Siempre pudieran los alumnos plantearse: ¿De dónde sale la información que
tienen los libros y la que aporta el profesor? ¿En qué se basan los historiadores
para escribir sus libros?
Lo que para el historiador es fuente para el maestro y el alumno puede ser medio
de enseñanza. ¿Por qué no proponernos situaciones docentes en las que se
vuelva sobre lo ya descubierto por la ciencia desde sus fuentes documentales?
“La historia se hace con documentos. Los documentos son las huellas que han
69
dejado los pensamientos y los actos de los hombres de otros tiempos. Entre los
pensamientos y los actos, muy pocos hay que dejen huellas visibles, y esas
huellas, cuando existen, son raras veces duraderas, bastando cualquier accidente
para borrarlas. Ahora bien, todo pensamiento y todo acto que no ha dejado
huellas, directas o indirectas, o cuyas huellas visibles han desaparecido, resulta
perdido para la historia, es como si nunca hubiera existido. Por falta de
documentos, la historia de inmensos períodos del pasado de la humanidad no
podrá ser conocida. Porque nada suple a los documentos, y donde no los hay, no
hay historia”. (2).
“Los historiadores solo ahora advierten hasta qué punto han permanecido atados
a los documentos. Los testimonios escritos de que dependieron en el pasado son,
salvo rarísimas excepciones, el producto de las clases altas, y reflejan sus
intereses y aquellos problemas que constituían el tema de su conversación. La
conservación de tales testimonios comenzó con un minúsculo grupo dominante de
sacerdotes y gobernantes. A través de los siglos, muchos miembros de la nobleza,
y eventualmente algunos de los grandes mercaderes, se introdujeron poco a poco
en el círculo encantado de lo “histórico”. Pero inclusive de una época tan tardía
como el siglo XVIII , ¿qué sabemos realmente -y, en términos de los documentos
escritos, ¿qué podemos saber- acerca de las nueve décimas partes de la
población, aun en sociedades cultas, que carecían de voz y eran analfabetos?”.
(3).
Para los alumnos también debe quedar claro que todo documento, por solo el
hecho de ser auténtico, no siempre es portador de la verdad. La historia tiene que
recurrir a una metodología basada en el estudio multilateral de diversas fuentes
para arribar a conclusiones confiables.
Si nos guiáramos solamente por los documentos que dan cuenta de los ataques
vikingos, escritos por los atacados, estaríamos asumiendo una visión
distorsionada de la historia de ese pueblo.
70
A nadie se le ocurriría, por ejemplo, en nuestras tierras caribeñas, dar una visión
del pueblo inglés y francés de los siglos XVI y XVII a partir de las acciones que
corsarios y piratas de esas nacionalidades llevaron a cabo en esta parte del
mundo; o llevarnos una idea del estado de la educación en Cuba bajo el gobierno
del general Machado por la referencia que de esta actividad y su importancia se
declaraba en sus discursos.
Mas no puede subestimarse en lo más mínimo a estas últimas; ellas han sido
testigos milenarios del quehacer del hombre, del desarrollo de las civilizaciones.
71
buen estado de conservación, las que pasaron a engrosar los fondos del Museo
Británico. Estas inscripciones contenían valiosos datos sobre diversos aspectos de
la vida y costumbres de aquella civilización.
La china es otra de las importantes escrituras del Mundo Antiguo. Como las de los
egipcios y los mayas, estas grafías se organizan a partir de imágenes
significantes. La china es la única cultura del planeta que mantiene en la
actualidad su escritura con una tradición de 35 siglos y, desde luego, con una
evolución desde los ideogramas más antiguos hasta la utilización del actual
sistema pinyin para la transcripción latina de los fonemas, gracias al cual los
cubanos hemos aprendido a escribir de forma más precisa nombres de la historia
del pueblo chino, como por ejemplo Guomindang o Mao Zedong, en lugar de
Kuomintang o Mao-Tse Tung como escribíamos antes.
72
de una élite de poder.
Los romanos, padres del alfabeto latino, escribieron sobre pergamino y también en
unas tablillas enceradas sobre la que se trazaban las palabras con un fino
instrumento puntiagudo que ellos llamaron stilus; de ahí que en nuestros días se
hable del estilo como la huella personal que alguien deja en la manera de escribir,
o de hacer su oficio o cualquier actividad. Sobre papiro y pergamino escribiron con
una tinta fabricada con una mezcla de hollín y goma con un instrumento llamado
calamus.Los romanos se caracterizaron, además, por un tipo de escritura
monumental, expresión de su poder imperial y portadora, a su vez, de una
armonía estética; los firmes trazos verticales, la lapidaria, la escritura cuadrada
(quadrata ), la rústica o cursiva romana y ya la uncial en el siglo III marcaron los
documentos de su tiempo y perduraron a través de los siglos del medioevo.
73
del acervo cultural que en Occidente ejercería la Iglesia Católica como poderosa
institución al servicio del poder feudal. A los clérigos, por su preparación, se les
verá junto a reyes y señores, muchos de los cuales eran iletrados y necesitaban
auxiliarse de personas ilustradas. Más tarde, a medida que la Edad Media
avanzaba, comenzaron a renacer las ciudades en las que llegarían a fundarse
universidades.
Entre los árabes la escritura es un fenómeno cultural que cobra importancia real a
partir del siglo VII con el Islam y la escritura del Corán. Hasta esa fecha lo
predominante en la vida cultural de las tribus había sido la tradición oral. La
escritura nacía hermanada al arte de dibujar. Como no era usual la representación
humana, sobre todo en el arte sagrado, el calígrafo musulmán hace de los trazos
verdaderas obras de arte para representar las palabras, las ideas.
La caligrafía sería oficio privilegiado de escogidos, de maestros consagrados y
disciplinados y talentosos discípulos rigurosamente preparados. En el mundo
musulmán, cada califa llegó a tener su calígrafo oficial que era además su hombre
de confianza.
En la España que tendría que ver con la conquista y colonización del Nuevo
Mundo, diversos tipos y denominaciones de documentos fueron:
74
El códice, que es todo cuaderno o libro manuscrito en que se conservan obras o
tratados de cualquier clase.
Las cartas, que se llamaron en sus primeros tiempos edicto regio, eran los
despachos o provisiones reales que expedían las audiencias, consejos y
cancillerías. En genérico se acepta como carta todo documento o escritura pública
o comunicación.
De amparo. Eran las que daban los reyes a alguna persona para su salvaguardia.
De encomienda. Cédula del Rey en que declaraba podía ir libre por sus reinos
alguna persona.
De dote. Inventario en el que se expresan los bienes con los que la mujer concurre
al matrimonio.
Forera. Cédula, provisión o despacho que daba un tribunal para gozar exenciones,
fueros e inmunidades.
Albalá. Carta o cédula real de merced o provisión, carta de pago, licencia, permiso
o autoriza ción para alguna cosa.
75
Epístolas. Cartas que se escribían a los ausentes.
Bulas. Cartas o letras apostólicas despachadas por la curia romana, en las que se
concede alguna gracia o encomienda. Se llamaron así por traer pendientes los
sellos de plomo en forma de bula.
Las hubo de varias clases: De composición, la que otorgaba el Comisario General
de la Santa Cruzada para disfrutar de bienes ajenos cuando se ignoraban los
dueños; de la Santa Cruzada, en la que se concedían indulgencias y dispensas a
los que iban a la Campaña de la Tierra Santa; la bula de oro, ordenanza de Carlos
IV, era una bula con sello de oro donde estaba escrita la ley fundamental del
Imperio.
Por supuesto que a esta relación habría que agregar las denominaciones de
documentos más cercanos a nuestro tiempo como pueden ser los manifiestos,
programas políticos, constituciones, registros, libros parroquiales, censos y demás
tipos de fuentes escritas con las que están familiarizados los historiadores.
76
disciplina auxiliar de la historia llamada esfragística o sigilografía (de sigillum=
sello).
Las inscripciones de los sellos son breves y concisas, dado el espacio. Se le llama
contrasello a las figuras impresas en el reverso de los mismos. El tipo de figuras,
las letras, lo inscrito, forman parte de su identificación con el tiempo histórico que
les corrrespondió. En España, por ejemplo, los sellos ecuestres indican la más alta
nobleza;una flor cualquiera en la mano de la figura representada es símbolo
común al ámbito eclesiástico. En su tiempo, los Reyes Católicos, Fernando e
Isabel, usaron sello de plomo pendiente, el cual tiene, por un lado, la imagen de la
reina sentada en el trono y, por el otro, la del rey a caballo.
Estos son, a manera de breves ejemplos, elementos que tendría que tomar en
consideración un especialista en sigilografía para autenticar documentos de esa
época.
Una idea central a tener siempre presente es que en el trabajo con documentos
históricos de cualquier época, la verificación y la crítica son ejercicios
imprescindibles para poder considerarlos fuentes confiables. Investigar, como se
sabe, no es solo el hallazgo de documentos para la historia; ello entraña un
complejo y arduo proceso de contrastar evidencias, verificar a la luz de múltiples
disciplinas y disponer de una teoría y metodología confiables.
77
3.-Algunas direcciones de trabajo docente con los documentos históricos
Al mismo tiempo, hay que tener presente que como se trata de un fragmento, lo
que se escucha es tan solo una parte del todo. Como el profesor sí lo conoce
íntegramente tiene que pensar cómo lograr que ese fragmento se comprenda con
suficiente relación orgánica con su exposición, para que el alumno no lo perciba
como un contenido aislado de un contexto.
78
de especial fuerza probatoria de lo que están estudiando.
Claro está que la clave, además de la preparación del profesor, es saber canalizar
las motivaciones de los alumnos para la labor de indagación con este tipo de texto.
En realidad no habría inserción más auténtica para la labor del alumno con
documentos que despertar en él la motivación natural de toda persona por saber,
por indagar. Eso se inculca, se educa. De lo que se trata entonces es de que la
clase de Historia privilegie actividades en las que los estudiantes tengan que
analizar, que dar opiniones. Lo exclusivamente repetitivo, lo exclusivamente
memorístico, la recurrencia a lugares comunes, conduce a una docencia aburrida
y subestimadora de la inteligencia. La idea es concebir al estudiante como sujeto
del conocimiento histórico; enfrentarlo progresivamente a las fuentes primarias,
estimular sus opiniones sobre lo que lee y propiciar que busque.
Trabajar en la historia de la escuela, de una calle, del barrio, de la vida del pasado
de la comunidad, son ejemplos que han demostrado el grado de motivación que
se puede lograr en los escolares.
Todo alumno tiene más conocimientos que lo que nos imaginamos. Se da el caso
de que un buen estímulo inicial desencadena un proceso de búsqueda en el cual
la inteligencia se manifiesta muchísimo más que en aquel tipo de clase donde el
profesor explica y el alumno toma notas con más o menos independencia y se
remite a textos con más o menos independencia también.
79
Así, un punto de apoyo para la orientación del alumno que se enfrenta a la lectura
y estudio de un docume nto histórico, pudieran ser preguntas como las siguientes:
1.- Realizar una lectura general del documento para familiarizarse con su
contenido, para tener una idea más o menos global del mismo.
3.- Realizar una segunda lectura propiamente de estudio para señalar las ideas
principales de cada párrafo. En esta lectura de estudio pueden ayudar preguntas
al documento como las que hemos propuesto en párrafos anteriores y concretar la
labor del estudiante en actividades tales como:
80
deben valorarse, ante todo, en su tiempo histórico, aun aquellas que por su
extraordinaria significación lo trascienden.
Con las preguntas que se formulan al documento; con las propuestas de pasos o
secuencia de trabajo (que pueden y deben ser enriquecidos por los profesores a
partir de su propia experiencia), lo que se intenta inculcar en los alumnos es un
método de trabajo con las fuentes, un estilo de abordar el conocimiento histórico
que sea desarrollador de un pensamiento crítico, estimulador del ejercicio del
pensar. Pero habrá que cuidarse de considerar que en la metodología de la
enseñanza de la Historia existe un único camino. Recuérdese que lo que funciona
en un ámbito puede fracasar en otro. Nadie tiene derecho a imponer ningún
método pedagógico por buenos resultados que le pueda haber dado en sus
condiciones laborales específicas, eso es vivir de espaldas a la realidad, que es
diversa y cambiante.
En esto, como en toda labor didáctica, las alternativas metodológicas pueden ser
tantas como las que pueda generar el pensamiento creador de todo profesor que
parta del diagnóstico de su realidad escolar, del nivel real de conocimientos y
habilidades que tengan sus alumnos y, a partir de esa realidad, trazar un plan de
actividades desarrolladoras para la clase. Entendemos por actividades
desarrolladoras las que contribuyen a que el alumno, mediante su esfuerzo
intelectual, incorpora conocimientos, incrementa habilidades para su trabajo, gana
en independencia de pensamiento y, sobre todo, se enriquece espiritualmente. En
resumen, actividades que contribuyan realmente a saber, a saber hacer y a saber
ser.
Tan solo reiterar un breve inventario de ideas que conocen los profesores, entre
las que se destacan las siguientes:
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? Contribuyen al desarrollo de habilidades para el análisis del proceso histórico.
? Ilustran, confirman y complementan los conocimientos históricos que adquieren
los alumnos.
? Propician la solidez de los conocimientos históricos.
? Contribuyen a elevar el nivel científico de la enseñanza de la Historia.
? Ofrecen, mediante la aplicación de una metodología correcta, la posibilidad de
que el alumno se esfuerce más en reconstruir por sí mismo el proceso histórico
y dispo nga de más elementos de fundamentación y demostración.
? Desarrollan el sentido crítico, pues el alumno elabora conclusiones -por
incompletas que pudieran ser- como resultado de su estudio personal de estas
fuentes.
? Enseñan a los estudiantes una de las vías más importantes por la que los
historiadores obtienen la información para sus conclusiones, a la vez que
fortalece en los escolares el respeto por la historia como ciencia.
Mapas
? "Lectura del mapa", es decir, qué ámbito geográfico representa, qué espacios
concretos están destacados o diferenciados y cómo (diferentes colores,
tramas, etc.), qué lugares concretos se destacan, qué tipo de información nos
aporta (política, económica, artística, etc.).
82
? Cronología del mapa. Período que abarca o fecha que representa.
? Familiarizar a los alumnos con los signos cartográficos (las figuras con su parte
textual).
? Exigir a los alumnos denominar de forma correcta los puntos cardinales en sus
intervenciones y evitar malas costumbres como las que todavía se les escucha
al decir: "arriba de", "debajo de", "a la izquierda de", "a la derecha de", lo cual
conduce a imprecisiones en la localización de los hechos históricos.
83
? Interpretaciones derivadas de la comparación de dos o más documentos
cartográficos.
? Revisión crítica de documentos cartográficos; habilidad de completar y corregir
mapas.
? Asociación, esquematización y memorización con la ayuda de esquemas
cartográficos.
? Comunicación de la información mediante representaciones cartográficas
(elaboración de mapas).
? Comunicación de la información mediante maquetas y simulaciones gráficas.
Material estadístico
? Situar la gráfica con el momento histó rico al que se refiere, comentando los
elementos que influyen en los hechos representados y los acontecimientos que
de forma directa o indirecta se relacionan con aquellos.
84
? Elegir una escala, es decir, determinar qué unidad de medida simboliza los
siglos, los años, para que se aprecie una proporción correctamente
representada.
Territorios españoles
1810 a
1898
1825
Brasil
1822
Por su parte, las tablas sincrónicas contribuyen a una visión más integral de lo
acontecido en una misma fecha en diferentes lugares, por ejemplo:
85
COLUMNA 1: Año 1819.
Luego del paso de los Andes y las victorias del Pantano de Vargas y Boyacá,
Bolívar entra triunfante en Bogotá. Liberación de la Nueva Granada (10 de
agosto). La suerte había cambiado por completo. Mariño y Páez no opondrían
más inconvenientes a las disposiciones del Jefe Supremo.
Batalla del Pantano de Vargas. Brillante victoria del Libertador (25 de julio).
86
El "Savannah", primer barco a vapor, atraviesa el Atlántico.
87
Esquemas lógicos
Pero también es cierto que el camino hacia la esencia pasa por enseñar a
encontrar en la diversidad de hechos estudiados sus nexos causales, sus
interrelaciones, los elementos a partir de los cuales se puede encontrar el hilo
conductor en el complejo tejido de la historia.
Como se sabe, no se trata de que los escolares repitan lo que explicó el profesor,
sino que comiencen a apropiarse de cómo él lo hace. Ello reclama atención
pedagógica, pues el desarrollo de habilidades que alcance un escolar es el
resultado de lo que se le enseñe, cómo se le enseñe y cómo se le entrene.
Dicha tarea condiciona la dirección del aprendizaje, la que, sin renunciar a hacer
referencia a hechos, fechas, lugares y personajes, tiene que ser capaz de enseñar
a descubrir las relaciones y contradicciones que generan el movimiento del
proceso histórico.
Por supuesto que no; es imprescindible que los alumnos fijen hechos, fechas,
nombres de personajes, pero... ¿qué tipo de memorización reclama la formación
de un pensamiento histórico científico? Todas las respuestas coincidirán,
88
seguramente, en que no puede ser la memorización mecánica.
Entrenar a los alumnos en este tipo de razonamiento puede ser muy beneficioso.
En este sentido pueden ser de utilidad los esquemas lógicos como medios de
enseñanza.
Múltiples pueden ser las alternativas metodológicas para el uso de estas fuentes
de conocimiento.
El esquema lógico constituye, en este caso, el soporte material del o los métodos
que utiliza el profesor. Este medio gráfico complementa la palabra del maestro,
cuyas inflexiones de voz y la inclusión de preguntas oportunas constituyen
recursos para que los estudiantes piensen junto con él.
89
estudiantes, realmente, no ven surgir progresivamente el esquema. Más bien
asisten a la reconstrucción oral con apoyo visual de un proceso que tienen
completamente representado ante sus ojos. En este caso puede ser más difícil
comprender el eslabonamiento o "engranaje" de las relaciones, así como llevarlo a
su cuaderno de apuntes al mismo tiempo que el maestro explica.
90
del esquema, vea más claros sus eslabones y participe de forma más pausada en
la elaboración conjunta del mismo.
91
Algunas ideas básicas para la elaboración y uso de los esquemas lógicos en las
clases
2) Sobre la base del dominio de los conocimientos históricos hay que determinar
las palabras-claves que constituirán cada eslabón del esquema.
92
93
El libro de texto
El libro de texto de Historia está concebido para que el alumno haga un variado
uso del mismo. En la preparación de cada clase de Historia debe tenerse en
cuenta qué modalidad de utilización se dará al libro. En las primeras clases del
curso se debe ayudar a los alumnos a conocer la estructura metodológica de este
medio, esto es muy importante porque el dominio de esta estructura posibilita el
desarrollo de habilidades para el trabajo independiente en los escolares.
Las actividades que se pueden planificar en función del libro de texto de Historia
son muy variadas.Tomando como base la experiencia del aula, y de manera
especial, las recomend aciones que ofrece el Dr. Hans Wermes en su trabajo El
libro de texto y el desarrollo de habilidades en la clase de Historia, podemos
sugerir un grupo de actividades que pueden desarrollarse con el texto.
? Repetirlo.
? Responder a preguntas.
? Repetir con las palabras del alumno las interpretaciones históricas.
? Comentar de forma oral o escrita una conclusión sobre un período, hecho o
personaje histórico que se plantea en el texto.
? Caracterizar un acontecimiento.
? Encontrar las causas y consecuencias de un determinado proceso.
? Extraer ideas principales en fichas de contenido.
? Elaborar resúmenes de lo leído.
? Formular un problema sobre lo leído.
? Confeccionar sumarios sobre la base de la lectura.
? Elaborar tablas comparativas, c ronológicas y sincrónicas.
? Seleccionar aquellos párrafos que correspondan a un título dado por el
profesor.
? Buscar un título a determinados párrafos comunes.
? Elaborar esquemas y cuadros sinópticos con el contenido de un capítulo.
? Enriquecer las notas de clase.
? Apoyarse en las explicaciones del texto para interpretar esquemas elaborados
en clase.
94
? Solucionar tareas orientadas por el profesor.
Los libros de consulta
La dinámica del mundo contemporáneo hace envejecer por día los textos de
Historia. Los periódicos y revistas, por su propia esencia, brindan a profesores y
alumnos una información actualizada. Así, los artículos y documentos que
contienen proporcionan un valioso material para utilizarse en clase, tanto a través
de los comentarios del profesor, como en la utilización de los materiales por los
alumnos, ya sea de forma individual o por equipos.
95
La labor de dirección de aprendizaje en función de estos medios tiene mucho que
ver con la orientación previa para el trabajo así como la existencia de tareas que
entrenen a los alumnos en elaborar resúmenes sobre lo leído, elaborar fichas de
contenido y bibliográficas y ejercitarlos en exponer en clase los resultados de sus
indagaciones.
Una visita a un archivo histórico pondrá a los alumnos en contacto con fuentes
documentales, que por lo regular, son ejemplares únicos. Esta experiencia puede
ejercer una influencia emocional positiva en los estudiantes; en el desarrollo de
esta visita se recomienda explicarles a l función que realizan los archivos, una
síntesis histórica de la institución, cómo se clasifican y archivan los documentos,
en qué consiste la labor de restauración, etcétera. En otra sesión de trabajo puede
explicarse cómo trabajar con los ficheros y comenzar a entrenar a los alumnos en
su manejo, para que ellos puedan, poco a poco, visitar el archivo y realizar tareas
asignadas.
Lo esencial está en entrenar a los estudiantes en que aprendan a trabajar con los
libros. En este proceso pedagógico marcan pautas la orientación del profesor, sus
consideraciones sobre títulos y autores y desarrollar la habilidad de elaborar fichas
de contenido y bibliográficas. Aprender a buscar y organizar la información que se
encuentre -a nivel de los alumnos- tiene significación estratégica para la formación
de ellos y para futuros empeños en los niveles superiores de la enseñanza.
96
Una vez más sobre el uso del pizarrón
Un punto de partida para enseñar a los alumnos a trabajar con más orden y
sentido lógico en sus libretas es la manera de emplear el pizarrón en la clase de
Historia. Lo que el profesor escribe en él adquiere una cierta jerarquía para el
escolar y puede entrañar un alto valor metodológico si traza pautas para la
posterior indagación y actividad de estudio individual. No por sabido resulta ocioso
insistir en lo que ayuda la diversidad de medios gráficos o simbólicos en el
pizarrón: las llaves, las tablas cronológicas, comparativas y sincrónicas, los
esquemas lógicos, y, por supuesto, los nombres, fechas y todo lo significativo que
el profesor considere que debe tomarse en consideración para el estudio. El orden
y el sentido lógico de lo que escribe en el pizarrón educa también el pensamiento
y la laboriosidad productiva de los alumnos. Así, hay que tener una idea, una
prefiguración de lo que se va a escribir en el pizarrón durante el desarrollo de la
clase; es decir, una planificación mínima -aunque sea solo mental- de cómo se va
a usar este antiguo, tradicional y siempre útil compañero del maestro en su aula.
La palabra oral ha sido, es y será fuente del conocimiento histórico. Puede ser
fuente histórica (fuente primaria) cuando es la voz de un participante o testigo en
el hecho histórico. En este caso, cuando una persona relata a otra o a otros lo que
hizo, lo que vio, la percepción o interpretación que tiene de ello, está entregando
un testimonio; es decir, esa persona es una fuente histórica porque el contenido
de lo que dice puede ser tenido en cuenta por un investigador.
Las fuentes orales han provisto a la historia de información no lograble por otras
vías.
Por otra parte, existe una gran parte de la historia en sectores sociales que por su
condición de explotados nunca tuvieron posibilidad de escribir su visión de lo
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acontecido. No eran ellos los que escribían en los periódicos, ni hacían los libros.
Existe una gran riqueza, un gran caudal de conocimientos en aquellas personas
que fueron participantes de hechos, que hicieron historia, pero no la escribían ni
tenían posibilidades de hacerlo. Esto se ve muy claro en la historia de las luchas
revolucionarias, que al reconstruirlas, no siempre se ha contado con suficientes
archivos y papeles y hay que recurrir entonces al testimonio de los combatientes,
a la palabra oral de las personas que fueron protagonistas o testigos de los
hechos.
Desde luego, los historiadores saben que un testimonio, por valioso que sea,
necesita ser contrastado con otros y con otras fuentes, para llegar a la verdad
histórica con la mayor exactitud posible. En un testimoniante, el tiempo que lo
separa del hecho puede haber hecho mella en sus recuerdos; o su propia - y a
veces inconsciente - parcialidad, también pueden contribuir a la deformación de lo
ocurrido.
Un testimonio es siempre una parte del todo. De ahí que cuanto más dominio del
todo se posea por quien dirige la reconstrucción de los hechos, resultados más
confiables se obtendrán.
Debemos señalar, además, que los testimonios tienen una marcada importancia
para recoger la historia de la vida cotidiana, de las costumbres, para acercarnos a
la mentalidad de las personas de una época; porque las historias de lo cotidiano
no siempre han sido objeto de atención de la historia escrita. De lo cotidiano, por
lo regular, se habla más que lo se escribe.
98
internacionalistas.
Todos estos contenidos, así como los de la historia local, forman parte de los
programas escolares de Historia. Está probado, desde el punto de vista
pedagógico, la huella que deja en los alumnos el testimonio de un participante en
los hechos que estudian. De modo que este tipo de fuente oral no debe faltar en el
sistema de medios de la asignatura durante el curso escolar. Como tampoco
debiera faltar el uso de las grabaciones con la voz de personalidades históricas.
Por ejemplo, la siempre emocionante alocución de José Antonio Echeverría el 13
de marzo de 1957; o la voz de Camilo Cienfuegos en sus discursos, o los del Che
y Fidel.
Para el maestro, para el profesor, lo que debe quedar bien claro es cuál es el lugar
que va a ocupar el testimonio en vivo o la grabación en el sistema de
conocimientos cuyo aprendizaje él dirige.
Téngase presente que todas estas fuentes son medios para el aprendizaje, de
modo que el profesor se propone que los alumnos trabajen a partir del contacto
con esas fuentes orales y expongan los resultados de su trabajo.
99
de la asignatura.
La misión de decir obliga a decir bien y a dominar con profundidad lo que se dice,
pregunta y responde. No hay que tildar de verbalista a la exposición que es
portadora de cultura histórica; el verbalismo, que ha sido criticado con razón, es el
predominio del tintineo de palabras que no dicen, que no aportan, que no hacen
pensar y, sobre todo, que no invitan a pensar juntos.
100
5) Poner énfasis en los contenidos más relevantes que se presentarán de manera
recurrente: se señalan al principio, se repiten al final, se escriben en la pizarra o en
una transparencia. Es necesario haber establecido previamente cuáles son los
contenidos más nucleares para priorizarlos adecuadamente en la exposición.
11) Llegar a una conclusión, a una síntesis final del tema (mejor si se realiza con
la colaboración de los propios estudiantes).
Notas
3.- Lynn White Jr.: "Historia. El cambiante pasado". En: Fronteras del conocimiento
en el estudio del hombre. Buenos Aires. Eudeba, 1963, pp.73-74.
101
" UN INSTRUMENTO PARA LA ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS: EL
MAPA CONCEPTUAL"
"Novak (1988) propuso un camino práctico para organizar los contenidos en forma
de mapas conceptuales. Un mapa conceptual expresa la selección y
especificación de los contenidos que deseamos poner a disposición de nuestros
alumnos con las conexiones entre los conceptos o relaciones prioritarias que
deseamos destacar. El mapa conceptual o resumen esquemático de un ciclo, de
un tema o problema puede estructurarse de muchas maneras porque la
articulación de los conocimientos a enseñar en Ciencias Sociales no responde a
una estructura lógica universal, a lo sumo podrá articularse según una lógica
determinada a sabiendas de su carácter tentativo. Sin embargo, es importante que
los contenidos sigan alguna lógica, no tanto por su carácter científico como por su
valor formativo, ya que la ausencia de lógica sería un grave obstáculo para el
aprendizaje. La enseñanza debe seguir una opción aun sabiendo que no existe un
mapa conceptual único y que ninguno es perfecto, pero tampoco significa que toda
opción sea siempre válida. En cualquier caso, la lógica elegida debe ser aquella
que facilite mejor el aprendizaje, y debe basarse en criterios explícitos y públicos
de forma que admita la crítica, el debate y la alternativa".
102
Bibliografía
Carretero, M.: Construir y enseñar las Ciencias Sociales y la Historia. Aique Grupo
Editor S.A. Buenos Aires, 1999.
______: "El museo: un aliado del maestro para la enseñanza de la Historia. En:
Historia de Cuba. Temas metodológicos para maestros primarios. Editorial Pueblo
y Educación. La Habana, 2001.
103
Druet, R. : "Caligrafía y tipografía en Europa". En El Correo de la UNESCO. Julio
de 1988.
Fernández, A.: “La pintura como fuente histórica e instrumento didáctico”. En: Los
procedimientos en Historia. Editorial Graó. Barcelona, 1994.
104
ANEXO 1
1% mediante el gusto.
1,5% mediante el tacto.
3,5% mediante el olfato.
11% mediante el oído.
83% mediante la vista.
105
EN CUANTO A LA ILUSTRACION Y EL EXITO EN EL APRENDIZAJE, ESTE SE
INCREMENTA POR:
106
Desunión
Caudillismo Campaña pacificadora
Regionalismo del general
Falta de autoridad Martínez Campos
en el campo insurrecto Ofrecimientos de paz
Fracaso de la invasión Garantías a los que
Divisiones entre depusieran las armas
los emigrados
Falta de ayuda exterior
Protesta de Baraguá
15 de marzo de 1878
Antonio Maceo
¡No! a la paz sin independencia y sin abolición de la esclavitud.
La dignidad no es negociable.
Da continuidad a la lucha
107
El estudio independiente de los alumnos
Dra. Silvia Nereida Pérez González
Generalidades