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Evolución de la
FORA del IX Congreso6
(1915-1920)
Cotizaciones
Año Sindicatos
$
1915 51 20.521
1916 70 39.504
En 1919 la FORA contaba con 118.200 miembros, la mitad de los cuales cotizaba mensualmente y la otra
mitad lo hacía al menos una vez al año.7
En el poder y la extensión geográfica que adquirió la FORA y con ella el sindicalismo en Argentina, hay que
señalar el papel jugado por la FOM (Federación Obrera Marítima), primer sindicato de rama nacional
creada en 1910,8 que utilizaba los barcos como herramienta de difusión sindical y organización de los
trabajadores de las distintas regiones del país.
Voto secreto, democracia y sindicalismo[editar]
Desde la Revolución del 90 la protesta política y social en Argentina fue creciente: el sindicalismo, la
acción socialista parlamentaria, la huelga de inquilinos, la protesta anarquista, el accionar intransigente y
revolucionario del radicalismo, la protesta de los chacareros (Grito de Alcorta, 1912).
Son expresiones de una sociedad civil que estaba reclamando cambios institucionales y mayor
participación en los asuntos públicos. En un hecho histórico, en 1912 el gobierno conservador acepta
promover la sanción de la ley del voto secreto, universal y obligatorio.
El voto secreto tuvo una gran importancia para liberar el voto de los peones rurales, cauitivo hasta allí de
la voluntad de los estancieros. La siguiente frase, expresada por Carlos Rodríguez Larreta (ex canciller y
gran estanciero) en 1912 es muy expresiva de la opinión de los sectores más conservadores ante la ley del
voto secreto:
Si mi peón hubiera tenido la misma acción que yo para resolver los problemas económicos internacionales,
o políticos del país, habríamos estado viviendo bajo un régimen absurdo. No ha sido así, gracias a Dios,
porque yo he dirigido a mi peón. Pero el voto secreto lo independiza, al privarlo de una influencia saludable
y legítima... Y lo malo es que, a menudo no tenemos un solo peón sino varios, y que algunos tienen
muchos.
Debido a la ley de voto secreto los resultados electorales modifican completamente el signo que habían
seguido los últimos 60 años. En 1916 es elegido presidente Hipólito Yrigoyen, de la UCR, que va a
representar fundamentalmente a los sectores medios. Simultáneamente el socialismo obtuvo una gran
representación en el Congreso, alcanzando a 20 diputados, algunos de ellos, por primera vez, dirigentes
sindicales.
La legislación obrera recibió un impulso desconocido hasta entonces, sancionándose entre muchas otras
leyes, la jornada de 8 horas.
A partir del gobierno radical de 1916 el Estado comenzó a actuar como árbitro en los conflictos laborales.
La FORA del IX Congreso atenuó el rigor de sus huelgas y aumenta su actividad de negociación colectiva,
aceptando el rol arbitral del Estado en la misma, a través del Departamento de Trabajo y la primera ley de
"Inspección y policía del trabajo" 10.307.
Por otra parte a partir de la elección de un gobierno más reresentativo de la población, los sindicatos
comenzaron a reclamar también mayor participación en la esfera política.
Ejemplo de esta nueva actitud es la declaración de los ferroviarios en huelga, en 1917, proponiendo
asumir la dirección de los ferrocarriles. La declaración de la Federación Obrera Ferrocarrilera dice:
Ante la imposibilidad de llegar a una solución decorosa para los trabajadores que no están dispuestos a
someterse a los accionistas extranjeros... declaramos que estamos dispuestos a asumir la explotación y
dirección de los ferrocarriles en la seguridad de que, los obreros y empleados se colocarán en condiciones
de recibir una justa compensación a sus esfuerzos productivos, que traería como consecuencia inmediata
la normalización permanente del tránsito general y constituiría asimismo, la mejor garantía para el
progreso del país.
Al terminar la década del 1920 los trabajadores ferroviarios crearon la Confraternidad Ferroviaria,
adoptando un modelo de sindicato por rama de actividad, fuertemente centralizado y capaz de negociar
con las grandes empresas y los gobiernos, y que habrá de ser el modelo clásico del sindicalismo argentino.
En sentido confluente, en 1920 el senador socialista Enrique del Valle Iberlucea, presentó un proyecto de
ley creando un Consejo Económico del Trabajo, elegido democráticamente por los sindicatos, y con la
función de ser el máximo organismo directivo de la vida económica nacional, planeando la nacionalización
de los sectores clave, dirigiendo las empresas estatales, controlando la industria y la inmigración.
Sindicalización de los trabajadores rurales[editar]
A partir de 1918 las dos FORA comenzaron a establecer sólidas organizaciones sindicales entre los
trabajadores rurales. En 1918 y 1919 se realizan las primeras huelgas en los obrajes forestales del norte
de Santa Fe y Chaco (La Forestal), que fueron difundidos en la película Quebracho, y en las plantaciones
de yerba mate de Corrientes y Misiones, donde el mensú era explotado en condiciones de esclavitud, y
que ha sido retratado en la novela y película Las aguas bajan turbias.
Simultáneamente, en 1920 la FORA del IX Congreso celebró un Pacto de Solidaridad con la Federación
Agraria Argentina, organización representativa de los chacareros, arrendatarios y pequeños agricultores,
en constante lucha contra los grandes propietarios de tierras (Luna 1964, 219).
Creación de la OIT[editar]
En noviembre de 1919 se reunió en Washington la Conferencia Internacional que daría origen a
la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT es un organismo tripartito gobernado por
delegados de los gobiernos, los sindicatos y los empleadores, por lo que correspondía a la Argentina
enviar a la organización sindical "más representativa" en nombre de los trabajadores argentinos.
El gobierno de Yrigoyen, en lugar de convocar a la FORA, indudablemente la central obrera más
representativa del país, decide unilateralmente encargar al sindicato ferroviario La Fraternidad, la
representación del movimiento sindical argentino en la conferencia de creación de la OIT. La Fraternidad
era un sindicato autónomo de la FORA, con mejores relaciones con el gobierno radical y eligió a Américo
Baliño, para esa responsabilidad y tuvo una buena participación en la Conferencia. El hecho generó un
escándalo internacional, porque Léon Jouhaux, en nombre de la Federación Sindical
Internacional cuestionó la falta de representatividad de La Fraternidad, y el delegado obrero argentino
estuvo a punto de quedar fuera de la Conferencia. Finalmente, el delegado argentino fue aceptado, a
pesar del voto en contra de los delegados obreros, porque los bloques de los gobiernos y los empleadores
aceptaron su presencia. En el futuro el gobierno argentino consultará previamente con la FORA antes de
designar al delegado obrero a la Conferencia anual de la OIT.
La Revolución rusa (1917)[editar]
En noviembre de 1917 se produce la Revolución rusa. Por primera vez se organiza un estado obrero, y lo
hace bajo la ideología del comunismo.
Tendrá profundas consecuencias:
Emerge un contra-poder mundial para el capital
Aparecen los partidos comunistas en todo el mundo y el sindicalismo comunista
En Argentina el Partido Socialista sufre un fractura de la que emergerá el Partido Socialista Internacional,
que luego cambiará su nombre a Partido Comunista de la Argentina. En el sindicalismo el comunismo se
hará fuerte en el Sindicato de la Carne y en la Construcción, entre otros.
La Semana Trágica (1919)[editar]
En enero de 1919, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, sucede la Semana Trágica, uno de los hechos
más importantes de la historia del movimiento obrero argentino y más violentos de la historia argentina.
El hecho se desencadena a raíz de la muerte de un policía en el marco de una huelga en los Talleres
Metalúrgicos Vasena, que es respondida con el asesinato de 4 huelguistas. La FORA declara entonces una
huelga general. El conflicto escala en violencia hasta llegar a una situación de represión generalizada con
el surgimiento de fuerzas parapoliciales que convirtieron a los barrios obreros en zona de guerra durante
una semana. Se ha estimado en 800 los trabajadores muertos y más de 50.000 detenidos, en aquellas
jornadas.
La Semana Trágica debe ser comprendida en un marco internacional en el que se acababa de producir
la Revolución rusa (1917) y con ella la creación del primer estado comunista.
La Semana Trágica va a señalar el punto más alto y a su vez el inicio de la decadencia del modelo de lucha
sindical conducido por la FORA. La década de 1920-1930 va a señalar las insuficiencias de un sindicalismo
de confrontación revolucionario, fundado en sindicatos de oficio, y con un alto grado de fragmentación y
división entre distintas corrientes sindicales.
La Patagonia Rebelde[editar]
Artículo principal: Patagonia rebelde
La FORA había organizado en Río Gallegos (Santa Cruz) la Sociedad Obrera de Río Gallegos dirigida por el
anarquista español, Antonio Soto, conocido como "el gallego" Soto. Santa Cruz es un centro de
producción de lana con destino a la exportación, con grandes latifundios y frigoríficos ingleses.
Al año siguiente de la masacre de la Semana Trágica, en octubre de 1920, la policía de Santa Cruz detiene
a los sindicalistas a cargo de la Sociedad Obrera, la mayoría de ellos inmigrantes, y pretende expulsarlos
del país, aplicando la Ley de Residencia. La Sociedad Obrera declara entonces la huelga en toda la
provincia por la libertad de los dirigentes sindicales. Obtenida la libertad el conflicto continúa por mejoras
salariales y de condiciones de trabajo para los peones de campo. Se inicia una larga negociación con los
terratenientes que termina fracasando por graves desavenencias entre anarquistas, sindicalistas,
socialistas y comunistas. El gobierno de Hipólito Yrigoyen envía el ejército, al mando del teniente
coronel Héctor Benigno Varela (2 de enero de 1921) quien descabeza la huelga. El conflicto tiene un
principio de solución a través de un laudo del gobernador Yza, que es aceptado por las partes y
homologado por el Departamento de Trabajo de la Nación (22 de febrero de 1921).
La tragedia se desata cuando los terratenientes deciden desconocer el laudo argumentando la baja del
precio de la lana (julio de 1922). Actúa la parapolicial Liga Patriótica. El 24 de octubre se allanan y
clausuran los locales de la Federación Obrera de Río Gallegos, Puerto Deseado, San Julián, Puerto Santa
Cruz y se detienen a los dirigentes obreros. Se declara la huelga general en Santa Cruz.
10 de noviembre. Vuelve Varela a Río Gallegos imponiendo "la pena de fusilamiento" contra los peones y
obreros en huelga. El gobierno trasandino colabora con las fuerzas argentinas. El ejército perseguirá a los
huelguistas, los irá atrapando y fusilando sumariamente. Total, unos 1500 obreros y líderes sindicales
fusilados.
El 27 de enero de 1923, el anarquista alemán Kurt Gustav Wilckens, mata a Varela en el barrio
de Palermo de la ciudad de Buenos Aires.
Existe una película del director Héctor Olivera, titulada "La Patagonia Rebelde", que recrea aquella
masacre.
USA y COA[editar]
En 1922 un nuevo intento de unidad fracasa. El resultado es la creación de una nueva central: la Unión
Sindical Argentina (USA) y la desaparición de la FORA del X Congreso.
En 1926 se produce una nueva división y se crea la Confederación Obrera Argentina (COA), que adopta un
principio de organización de gran importancia, y que la hacía diferir totalmente de la FORA y de la USA:
adoptaba como forma básica de organización sindical la federación por rama de industria o de
actividad; el sindicato de rama.
La organización sindical por sector industrial, cuyo ejemplo era la Confederación Ferroviaria apoyada en
la Unión Ferroviaria, traerá consecuencias importantes para el movimiento obrero y las relaciones
laborales. El sindicalismo ferroviario se volvería dominante desde la década de 1920 hasta la de 1940.
El sindicalismo argentino comenzaba a preparar grandes estructuras sindicales capaces de negociar con
las grandes empresas, las organizaciones empresariales y el gobierno.
De 1930 a 1943[editar]
Contexto económico: un nuevo modelo productivo (1930-1991)[editar]
La crisis económica de 1929 y el golpe militar de 1930 abrirán la puerta a un cambio completo del modelo
económico de Argentina, que tendrá consecuencias profundas para el movimiento obrero y el sistema de
relaciones laborales. Básicamente, se preservó el latifundio y la producción agro-ganadera orientada a la
exportación (Pacto Roca-Runciman), pero al mismo tiempo se estableció un modelo de sustitución de
importaciones industriales que habrá de generar un extenso sector industrial con amplia utilización de
mano de obra asalariada. Ambos sectores, el agro-exportador y el industrial sustitutivo, se desarrollaron
en forma paralela con mímimas conexiones entre sí. El sistema económico finalmente requería de una
considerable intervención del Estado, que derivará en la creación de importantes empresas públicas y
agencias estatales de regulación económica (Junta Nacional de Granos, CAP, etc.).
Golpe militar y sindicalismo[editar]
El 6 de septiembre de 1930 se produce un golpe de estado cívico militar, encabezado por José Félix
Uriburu, que derroca al gobierno radical de Hipólito Yrigoyen. Se inicia un período conocido en la historia
argentina como Década Infame (1930-1943).
El golpe militar de 1930 es el primero de una larga secuela que establecerá un ciclo de golpes militares y
violaciones de derechos humanos, interrumpidos por breves experiencias democráticas, que irán siendo
cada vez más violentos. El ciclo golpe-elección recién se detendrá en 1983, luego de la derrota del último
gobierno militar en la Guerra de Malvinas.
Al tiempo de ocurrir el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930 las organizaciones obreras no
estaban en favor ni en contra del gobierno de Yrigoyen: algunos sindicalistas lo apoyaban, la mayoría de
los integrantes del movimiento obrero no veían una diferencia notable entre ese gobierno y el de los
conservadores.9 Una vez producido el golpe, la flamante Confederación General del Trabajo adoptó
actitudes de complacencia frente al régimen militar. 10
Aparece la CGT[editar]
Pocos días después del golpe militar, el 27 de septiembre de 1930, los trabajadores argentinos creaban
la Confederación General del Trabajo (CGT). Sin embargo, habría que esperar aún 6 años para que la
misma se organizara formalmente con su Congreso Constituyente desarrollado entre el 31 de marzo y el 2
de abril de 1936. Hasta entonces la CGT actuará mediante sencillos mecanismos de articulación sindical.
La creación de una central sindical unitaria es un objetivo permanente del movimiento obrero argentino
desde sus mismos inicios. La iniciativa de crear la CGT parte de la FOPA (Federación Obrera Poligráfica
Argentina), organización sindical en la que coexistían socialistas (Pedro Porcel), comunistas (Manuel
Punyet Alberti) y sindicalistas (Sebastián Marotta).
La FOPA había emitido una declaración en 1927 en la que afirmaba:
:::"En estas circunstancias toda división constituye un verdadero crimen contra los intereses proletarios, en
beneficio exclusivo de la clase capitalista"11
y convocaba a hacer:
" todos los esfuerzos para unir en un solo organismo nacional a todos los explotados por el régimen
burgués y capitalista en la región argentina".
La USA (sindicalista) y la COA (socialistas) aceptan la fusión, en tanto que la FORA (anarquista) la rechaza.
Por su parte los sindicalistas comunistas se oponen a los términos de la unidad sindical, y prefieren
orientarse a la creación de sindicatos y una central claramente alineada con el comunismo. Un sector del
socialismo (Pérez Leirós) también se opuso a la unidad, lo que llevará al retiro de La Fraternidad del
proceso de unidad. Es la Confederación Ferroviara liderada por socialistas cercanos a los sindicalistas, la
que presiona agresivamente y finalmente obtiene el consenso suficiente para crear la CGT.
El golpe de estado militar del 6 de septiembre de 1930, la inmediata ilegalización de la FORA y el comienzo
de la represión al conjunto del movimiento obrero precipitaron la unidad.
El 27 de septiembre de 1930 se determina el nombre de la organización, tomado de su homónima
francesa de tendencia sindicalista revolucionaria, y se elige a su primera conducción:
Secretario General: Luis Cerruti
Prosecretario: Alejandro Silvetti
Tesorero: Andrés Cabona
Protesorero: José Negri
Vocales: Abraham Resnik, Segundo Ortiz, José Milani, Luis González, Ceferino López, Antonio
Melani.
En ese momento la CGT representaba 124.500 miembros (la COA aportaba 90.000 y la USA 14.000; poco
después se suman los tranviarios con 10.000, telefónicos con 2.000 y ATE-estatales, con 7.500).
Cornblit dice sobre el tipo de sindicalismo que implicaba la creación de la CGT:
"Si algo caracteriza a esta CGT es su proclividad a conciliar y tratar con el gobierno. En términos actuales
diríamos que está más cerca de una filosofía participacionista que conflictiva".12
La creación de la CGT es un acto de gran trascendencia en la vida política de Argentina, porque preparaba
las condiciones para que la clase obrera argentina dejara de ser un actor marginal del proceso histórico,
para convertirse en un protagonista decisivo.
La Ley 11.729 (contrato de trabajo en el sector servicios)[editar]
Uno de los hechos más destacados de la década fue la sanción de la Ley 11.729 de reformas al Código de
Comercio, que estableció un avanzado sistema de relaciones laborales para los trabajadores del sector
comercial y de servicios, y que constituyó el principal antecedente de la Ley de Contrato de Trabajo
20.744, sancionada 40 años después en 1974. La sanción de esta avanzada ley laboral se explica por alto
nivel de unidad logrado por la alianza de la Confederación de Empleados de Comercio, la Unión de
Cortadores de Confección, la Asociación Bancaria, la Asociación de Viajantes de Comercio y la Asociación
de Empleados de Farmacia, que aunados en una Comisión Intersindical presidida por Ángel
Borlenghi (socialista), logran la sanción de la ley en 1936, luego de 4 años de luchas y negociaciones.
El éxito que implicó la sanción de esta ley promoverá a Ángel Borlenghi al primer plano del movimiento
sindical argentino, y a dirigir la CGT. A partir de 1945 Borlenghi adherirá al peronismo y será Ministro del
Interior del gobierno de Perón, el segundo hombre en importancia.
Generalización del sindicato por rama[editar]
La CGT promovió fuertemente la organización sindical a partir de cada rama de producción. De este modo
se modificó totalmente el panorama sindical. Los sindicatos aparecieron con un número menor y más
cohesionados, a diferencia de la gran cantidad de organizaciones dispersas que caracterizaba hasta
entonces al sindicalismo por oficio y por especialidad que era la base de la FORA. El número absoluto de
sindicatos existentes disminuyó, pero se verificó un aumento de la potencia de la clase trabajadora como
conjunto.
El surgimiento de la CGT venía a concretar en la Argentina esta transformación estructural del
sindicalismo que estaba sucediendo a nivel mundial. El 70% de los sindicatos de la CGT estaban
organizados por rama de industria o actividad.
El caso del sindicato de la construcción es útil para comprender el proceso. Los trabajadores de la
construcción crearon un sindicato único en esa década. Antes estaban separados en 14 sindicatos
distintos: pintores, albañiles, yeseros, parqueteros, marmolistas, escultores, modeladores, carpinteros,
aserradores, colocadores de mosaicos, colocadores de vidrios, electricistas, calefaccionistas y
picapedreros.
El 1 de mayo de 1936[editar]
En marzo de 1936 se desarrolla finalmente el demorado Congreso Constituyente de la CGT, elaborando
sus estatutos definitivos. Allí se puntualizaron las fallas del sindicalismo argentino y su gravitación en el
desarrollo nacional. La declaración emitida en aquella ocasión preanuncia con claridad el papel que el
movimiento obrero argentino habría de desempeñar en los años siguientes:
Esta orientación estratégica de la actividad sindical hacia el Estado, de características
fuertemente nacionalistas, para influir en el gobierno y la sociedad en su conjunto, constituirá la
característica central del movimiento obrero argentino durante el resto del siglo XX.
La notable transformación que estaba produciendo el movimiento obrero argentino en la década del 30,
se hará evidente en la organización del Acto del 1 de mayo de 1936. En un gesto sin precedentes, la CGT
asume entonces la misión de unir alrededor suyo a los demás sectores populares, convocando a los
partidos socialista, radical, demócrata progresista y comunista, y al movimiento estudiantil, a compartir el
acto y la tribuna. El resultado fue una manifestación sin precedentes en la historia argentina, que convocó
a más de 160.000 personas. En él, hablaron José Domenech (CGT), Arturo Frondizi (UCR), Lisandro de la
Torre(PDP) y Mario Bravo (PS), y por primera vez en un 1 de mayo se entonó el himno nacional.
En su discurso frente a la multitud, el senador demócrata progresista Lisandro de la Torre, definía el
sentido del acto diciendo:
"Este mitin formidable de ciudadanos libres se propone ratificar el repudio de la política gubernamental
que ha endeudado la economía a los monopolios extranjeros".
Por su parte, y como cierre del acto, el senador socialista Mario Bravo, dijo:
"Como homenaje a la Nación entera y como explicación de la conjunción de fuerzas que aquí se realiza, ha
sido ejecutado el himno nacional, porque el movimiento que se inicia en la fecha no puede tener otro
destino que la defensa de la Nación, de sus intereses, sus riquezas y sus principios hoy alterados. La unión
solidaria de las fuerzas aquí presentes, la reunión de hombres que han sido adversarios, es indispensable
para impedir una nueva invasión inglesa. Pero para esta empresa no basta reunirse en la plaza o levantar
el puño: es necesario crear fuerza, afianzar los sindicatos, crear los organismos de lucha eficientes".
La magnitud de la convocatoria política y social, estaba situando al movimiento obrero argentino, por
primera vez, como protagonista de la historia argentina. La llamada historia "chica" del sindicalismo había
crecido hasta mezclarse con la historia "grande" del país.
CGT Nº1 y CGT Nº2[editar]
En 1942 y que existió hasta 1943, cuando la CGT Nº2 es disuelta por el régimen militar entonces
gobernante.
El 10 de marzo de 1942 se reunió el Comité Confederal Central de la CGT, con el fin de elegir las
autoridades. Se presentan dos listas, que serán denominadas Nº1 y Nº2.
En el momento de la votación se produce un serio conflicto porque uno de los representantes sindicales
cambia su voto, causando el triunfo de la Lista Nº1 por un solo voto, veintitrés votos contra veintidós.
Ambas listas se atribuyeron el triunfo, llevando a una división de hecho de los sindicatos en dos grupos,
ambos conducidos por dirigentes socialistas (José Domenech y Francisco Pérez Leirós). El Partido
Socialista hizo gestiones para que el conflicto se resolviera, pero no tuvo éxito y ambos grupos se
separaron en CGT Nº1 y CGT Nº2.
La CGT Nº1 fue conducida por José Domenech, como secretario general y la CGT Nº2 por Francisco Pérez
Leirós, primero y Ángel Borlenghi, después.
Por lo tanto en ese momento co-existen en Argentina cuatro centrales
sindicales: FORA (anarquista), USA (sindicalista revolucionaria), CGT Nº1 (socialistas y comunistas), CGT
Nº2 (socialistas y comunistas).
El peronismo 1943-1955[editar]
El movimiento sindical y el surgimiento del peronismo (1943-1945)[editar]
La emergencia del peronismo a partir de 1943 va a reconfigurar completamente el movimiento obrero
argentino. El peronismo es un hecho histórico complejo, consecuencia directa de las características
inusuales en las que se ha desarrollado la Argentina (Godio et al; La anomalía argentina, 2006), en el que
se combinarán el sindicalismo anterior a 1943 (anarquistas, socialistas, sindicalistas
revolucionarios ycomunistas) impulsado por la inmigración europea masiva, las nuevas migraciones
internas del siglo XX, el industrialismo (sustitución de importaciones) desarrollado ampliamente a partir
de 1930, el auge de lasempresas estatales desarrolladas desde la década de 1920, y el "nacionalismo
obrero" (Bailey, 1985) que venía evolucionando desde la década de 1910.
El 4 de junio de 1943 militares nacionalistas dirigidos por el General Arturo Rawson desplazan por medio
de un golpe de estado al presidente Ramón S. Castillo, último presidente de la llamada "Década Infame"
una línea de gobiernos acusados de corruptos y que habían impuesto el llamado fraude patriótico desde el
golpe militar de 1930.