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Vida Cultural BUSQUEDA ■ Jueves 18 de marzo de 2010 ■ Pág.

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La foto lo muestra en la A cien años de su muerte, una nueva biografía escrita


Columna cama, con los cabellos re-
vueltos y rodeado de pape-

Palomas
por Rodolfo M. Fattoruso
les desordenados. El pijama
a rayas remangado deja al
descubierto el brazo dere-
Julio Herrera y Reissig: la
cho muy blanco que recibe boró una biografía sólida y Vieja, en la calle Cámaras, y Existió además, un manto
Toda escritura es un eco, un sedimento de un tex- el pinchazo. Así, como si enorme, de más de 500 pá- la más conocida en la calle de duda en cuanto a la rela-
to anterior. La palabra palimpsesto designa lo que fuera un artista adicto que ginas, que incluye fragmen- Ituzaingó, en cuyo altillo se ción entre Herrera y Reissig
efectivamente ocurre con la literatura: la insensata necesita de la morfina para tos de ensayos, crónicas instaló la Torre de los Pano- y su tío. Mazzucchelli aporta
sucesión de los hombres urde, borra, recupera con inspirarse y escribir, quiso de época y cartas enviadas ramas, hoy sede de la Aca- algunos indicios, que no pu-
emoción, da en olvidar, a veces secciona y hasta fotografiarse Julio Herrera o recibidas por el escritor, demia Nacional de Letras. do comprobar, sobre la po-
modifica o cita textualmente antiguas frases, voces y Reissig en 1907 para la además del testimonio que Dos figuras familiares in- sible “bastardía” del poeta,
e ideas que misteriosamente se resisten a desapa- revista “Caras y Caretas”. dejó Herminia, hermana me- fluyeron en la formación de quien podría haber nacido
recer. Es algo muy parecido a lo que tiene lugar en En realidad el poeta usaba nor del poeta y su primera Julio. La más lejana fue la de de la relación entre el tío Ju-
el campo de los sentimientos morales: una ofensa, la morfina para calmar los biógrafa. su abuelo, el doctor Manuel lio Herrera y Obes y Juanita
una transgresión o un renuncio nunca terminan de dolores que le producía una Actualmente profesor en Herrera y Obes, un desta- Reissig, hermana de Carlo-
extinguirse; en algún punto, en algún momento de afección cardíaca congéni- cado político colorado que ta, casada con otro hombre.
la historia de un individuo el resentimiento o la culpa ta, pero el día que la revista fue dos veces rector de la Si esta teoría tuviera susten-
emergen y reclaman su actualidad, su pertinencia. lo retrató estaba posando de Universidad. Por ese abue- to, el poeta habría sido hijo
Por eso cualquier texto es grave y es, hasta don- morfinómano: la jeringa la lo, Julio siempre sintió ad- de sus tíos y los hermanos
de alcanza mi comprensión, eterno, esto quiere de- habían comprado minutos miración. Mazzucchelli re- Herrera habrían negociado
cir infinitamente hipertextual. No encuentro mejor antes y sólo tenía agua. cuerda que cuando falleció la paternidad.
ejemplo de ese peso y de esa reproducida supervi- Esa imagen de dandy bo- en 1890, Julio escribió una “Me llamó la atención al
vencia que aquellos diez últimos versos del segun- hemio, provocador y trans- composición en su homena- principio, es cierto, pero
do canto del Purgatorio, que dicen: “Come quando, gresor, de poeta afrancesa- je por considerarlo “la figura porque implicaba una ma-
cogliendo biado o loglio,/ li colombi adunati a la pas- do y elegante encerrado en civil más grande del Río de dre más novelesca que la
su torre de marfil fue la que la Plata de mitad del siglo que fue su madre. Pero es
tura,/queti, sanza mostrar l’usato orgoglio,//se cosa
públicamente Julio Herrera XIX”. Ese mismo año, su tío muy difícil, como lo escribo
appare ond’elli abbian paura,/subitamente lasciano cultivó y la que trascendió, Julio Herrera y Obes llegaba en la biografía, creer en un
star l’esca,/ perch’assaliti son da maggior cura;// pero su personalidad y su a la Presidencia de la Re- ocultamiento de ese cali-
così vid’io quella masnada fresca/lasciar lo canto, obra hablan de un ser mu- pública. Antes había vivido bre. Creo que tal hipótesis
e fuggir ver’ la costa,/ com’om che va, né sa dove cho más rico, complejo y vi- Julio Herrera y Reissig varios enfrentamientos po- formaría parte de las teorías
riesca:/né la nostra partita fu men tosta”. La compa- gente. El escritor murió a los líticos dentro y fuera de su de la conspiración. De todos
ración es eficaz: alude a la distracción concentrada 35 años, el 18 de marzo de el Departamento de Estu- partido que dieron lugar a modos, intenté buscar más,
que súbitamente se convierte en aturdimiento y en 1910, hace cien años. A pe- dios Hispánicos de la Uni- gobiernos militares. pero no pude llegar a averi-
disparada, en estampida, en movimiento nervioso sar de tener una calle con versidad de Brown, en Nue- El tío fue otra presencia guar si Juanita Reissig —la
y agitado. Las palomas comen a su aire del campo su nombre, de figurar en los va Inglaterra, Mazzucchelli fuerte en la vida de Herre- supuesta madre alternati-
sembrado por otros, pero la brusca interrupción de programas liceales y de que respondió vía correo elec- ra y Reissig. De hecho, dos va— estuvo en Montevideo
una fuerza extraña y perturbadora les hace abondar tendrá un homenaje oficial trónico algunas preguntas de sus tres nombres (Julio y en abril de 1874, el tiempo
el saqueo de los cultivos y huir sin sufrir por lo que esta noche en el Ministerio formuladas por Búsqueda. Julián) los recibió en honor de la concepción”, explica
dejan atrás. de Educación y Cultura (San “Que lo leo, hace tiempo, na- a él, que además era su pa- Mazzucchelli.
Casi tres siglos más tarde un español que pasa- José 1116), Julio Herrera y turalmente. Pero en su vida drino. También de él here- Lo cierto es que la saga de
ba sus mejores días bajo el sol de Italia escribió un Reissig parece haber que- y en algunos vericuetos de dó el interés por la política. los nueve hermanos Herrera
cuento o una nouvelle que narra la historia de una dado en un lugar secunda- sus escritos me he intere-
desgraciada y atractiva joven que es casada con un rio, como el “poeta lunático” sado hará unos siete años.
sujeto desagradable, desconfiando, rico y muy ce-
loso. Tan celoso era este hombre que mandó tapiar
de la Generación del 900,
por lo menos si se lo compa-
Creo que este es el único li-
bro que quería escribir so- Cosas de tolderías
todas las ventanas y puertas de la casa, mantuvo a ra con la trascendencia que bre Herrera y Reissig”, afir- En el “Tratado de la imbecilidad del país”, Herrera
han tenido otros escritores ma con respecto a su último y Reissig siguió los métodos usados en los ensayos
su esposa encerrada en las habitaciones y en los
como Florencio Sánchez, trabajo. sociológicos y antropológicos de Herbert Spencer.
patios interiores rodeada de sirvientas solícitas e Horacio Quiroga o José En- Pero ese “tratado” fue en apariencia científico porque
igualmente desdichadas. Pero como la pasión de rique Rodó. ■ El niño Julio Manuel la visión de la sociedad uruguaya que deja el autor es-
vivir es más fuerte que los objetos físicos o morales Un perfil diferente brin- Julián tá cargada de subjetivismo y de lenguaje muy poco
que se interponen (la idea es de Schopenhauer), da el escritor e investigador académico. “Destrozo en él, a esta sociedad imbécil y
no faltó el joven enamoradizo que, laúd en mano, uruguayo Aldo Mazzucchelli Herrera y Reissig nació el superficial”, escribió a modo de presentación. A conti-
buscara trato con la enclaustrada, cosa que logrará en La mejor de las fi eras 9 de marzo de 1875, pero re- nuación algunos conceptos tomados del Tratado.
aplicando astucias dignas del más innoble de los humanas. Vida de Julio cién nueve meses después
políticos. En ese proceso de corrupción y engaño Herrera y Reissig, una bio- lo inscribirán con un nombre “Como he dicho, los uruguayos presentan el perfil
de los carceleros se producen algunos incidentes y grafía que profundiza en la casi capicúa: Julio Manuel emocional del hombre primitivo, con todos sus carac-
anuncios que agitan los encerrados pechos de las vida del poeta a la vez que Julián. Además le cambiarán teres fundamentales, y esto no es una deshonra para
mujeres al otro lado de las paredes, pues ellas sa- recupera el legado que dejó su apellido por el de Herrera el pueblo de mis lectores, sino un lunar algo oscuro en
ben que hay una conspiración galante en marcha y a través de su prosa, un as- y Obes para continuar con la faz de la evolución a que, sin duda, quiero creerlo,
esperan noche tras noche, con muchas ansiedad, pecto casi olvidado por los una larga tradición patricia: está sujeta la valiente tribu de mis compatriotas”.
a que se concrete. críticos y estudiosos de su “El apellido de cierta legen-
En una de esas ocasiones el juglar consigue algo obra. “Es más fácil escribir daria bisabuela de nombre “Nuestro país es rutinario hasta la imbecilidad. Des-
de lo que busca y por lo que se oye y se ve hay gran la biografía de un sujeto des- Consolación, apellido que de hace mucho se comen los mismos manjares en
algarabía entre las chicas; pero el bullicio es inte- conocido, que la de uno co- tanto representó para tantas nuestras casas. Puchero, sopa, asado, carbonada y
rrumpido por el dueño de casa, esposo de la codi- nocido. Del conocido cree- familias de brillo en el Río de arroz con leche, es decir, la tumba de la familia”.
ciada. La situación se describe con estas palabras: mos conocer más, y aunque la Plata”, narra Mazzucchelli
“Quien ha visto banda de palomas estar comiendo todo lo que ‘sepamos’ sea en la biografía. “Los empleados públicos son uruguayos por donde
una mentira y una mistifica- Hijo de Manuel Herrera y quiera que se les admire. Su mayor trabajo es firmar
en el campo sin miedo lo que ajenas manos sembra-
ción, igual habrá que luchar Obes y de Carlota Reissig, a fin de mes el recibo de sueldo, o entenderse a cada
ron que al furioso estrépito de disparada escopeta contra ellas para dar una fue un niño “de un carácter momento con los compradores de salarios. Además
se azora y levanta y olvidada del pasto, confusa y visión más compleja, más cambiante, extremadamen- fuman en la oficina y toman mate.
atónita cruza por los aires, tal se imagine que que- equilibrada y más interesan- te nervioso, impresionable,
dó la banda y corro de las bailadoras, pasmadas y te”, escribe Mazzucchelli al y a la vez atropellado (…) “Mientras en Buenos Aires fructifican los talentos,
temerosas, oyendo la no esperada nueva que Guio- final de su trabajo, convenci- con un fondo melancólico se desarrollan las actividades, lucen las aficiones,
mar había traído, y procurando cada una su disculpa do de que Herrera y Reissig inaprensible que irrumpía se aprovechan los esfuerzos, se imprimen todos los
y todas juntas su remedio, cuál por una y cuál por “se hizo oír” por su “talen- en cualquier momento”, se- ecos del espíritu, las radiaciones emotivas se distien-
otra parte se fueron a esconder por los desvanes y to, trabajo y valor” y no por gún testimonios de Teodoro den para el bien común, y la acción individual vibra
rincones de la casa, dejando solo al músico, el cual haber sido “algún pajarraco y Herminia, sus hermanos en el colectivismo modificando las estructuras, en
dejando la guitarra y el canto, lleno de turbación, no literario extravagante, lán- menores. Posiblemente la Montevideo, por el contrario, el hombre en sí no es
sabía qué hacerse”. guido e ‘incomprendido”. La afección cardíaca que su- nada, todo se asfixia, todo sucumbe, nada se oye, to-
Me gusta pensar en Cervantes leyendo y anotando biografía, aún no publicada, fría, y por la que comenzó a do desaparece en un vértigo de apática imbecilidad,
a Dante en una habitación húmeda y mal ventilada saldrá a la venta a comien- tener crisis a los cinco años, de trivialismo rústico; las originalidades se aplastan,
de la campiña piamontesa, o recordando la música zos de abril. ayudó a moldear su tempe- los caracteres se malogran... Toda la población es un
visible y la música secreta de la Commedia en las No es la primera vez que ramento. monótono Mar Muerto”.
lentas vigilias del ocasional fogón cuartelero, o tal Mazzucchelli publica un li- De cuna privilegiada y
vez, y quizá lo más seguro, pensando con apremian- bro sobre el poeta. En el apellido ilustre, el sexto hi- “... los uruguayos son enclenques, enfermizos, de
te nostalgia en su buena vida italiana mientras discu- 2006 transcribió y analizó jo del matrimonio Herrera- constitución misérrima, que no pueden asistir a nin-
rre una vejez insípida e injusta en las oscuras tierras un tesoro literario que per- Reissig nació en una sun- gún trabajo ímprobo. Esto... disculpa a los orientales
de España. Me gusta pensarlo en esa actitud de manecía guardado en la Bi- tuosa casona del Prado y de que sean gloria de la pereza, del charlatanismo y
blioteca Nacional: “Tratado con un ajuar de lujo francés. de la megalomanía. Cuando no se puede hacer gran
cercanía y de gratitud, atesorando los únicos tesoros
de la imbecilidad del país, Pero la familia pasó del es- cosa, qué más se puede hacer que chismear, dormir
que su fortuna le permiten: una frase feliz o impactan- plendor económico a la de-
por el sistema Herbert Spen- y echarse en brazos de la imaginación. Los urugua-
te, una cadencia altiva o melancólica, una metáfora cer” (ver recuadro), un en- cadencia cuando el banco yos que no pueden por falta de salud ser labradores
única y vivaz, una comparación resplandeciente, un sayo punzante sobre la so- que había fundado el padre ni comerciantes, ni industriales, son cigarreros, guar-
adjetivo, un giro verbal, un desaliento y posiblemente ciedad uruguaya, escrito por quebró y debieron mante- datrenes, aurigas, tipógrafos, presidentes, políticos,
un sueño; en fin, activos que se guardan con o sin Herrera y Reissig entre 1900 nerse con un salario público. rematadores, militares y empleados públicos”.
consentimiento y que más allá de nuestra voluntad y 1902, que nunca había si- Entonces dejaron la caso-
duran y nos acompañan y nos recuerdan. do publicado en forma com- na del Prado y se fueron a “¡Que vengan los europeos y se adueñen de la tol-
No otra cosa es la vida histórica de la literatura. pleta. Ahora, en La mejor una casa del Cordón. Lue- dería!”.
de las fieras humanas, ela- go vendría otra en la Ciudad
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por Aldo Mazzucchelli aporta un perfil diferente cadáver no os pertenece”.


Luego de estas palabras,
Zorrilla de San Martín deci-

otra cara del poeta lunático de, acertadamente, no ha-


blar y finaliza el acto.
“Julio Herrera y Reissig
tiene costados novelescos. mo calmante para sus conti- vez, De las Carreras estaba el día del entierro de Julio nández Saldaña, integran- empezó a encontrar sus
Entre ellos hubo un primo- nuas y dolorosas crisis. en la bañera), tendrá una de Herrera y Reissig, todo un te del Consistorio de Gay interlocutores verdaderos
génito alejado de la familia sus mayores crisis cardíacas símbolo de lo que significó el Saber, la otra tertulia que li- cuando murió. Misterio co-
y enamorado de una de sus ■ La fiera humana y abandonará su militancia poeta para unos y otros en el deraba Horacio Quiroga. Al mún que ha ocurrido a tan-
hermanas (Manuel y Luisa colorada. La invitación que 900. En el Cementerio Cen- parecer hubo otros orado- tos”, escribe Mazzucchelli.
María), otro físicamente her- Herrera y Reissig tuvo una le envía a Rodó para que co- tral, frente al Panteón Nacio- res, pero quien tomó de gol- Su visión sobre las relacio-
moso, pero enfermo de locu- participación activa en políti- laborara con “La Revista”, y nal, estaba lo más selecto de pe la palabra fue un joven nes entre Herrera y Reissig
ra (Alfredo) y Eduardo, quien ca, sobre todo en momentos la indiferencia que recibió de aquella generación, pero se pelilargo, Aurelio del He- y los integrantes de la Gene-
raptó a su novia recluida en en que la fracción a la que su parte, ya anticipaban los notaba la ausencia de José brón (Alberto Zum Felde), ración del 900 es uno de los
un convento. En esta familia, pertenecía su tío Julio entra perfiles que tendría la Gene- Enrique Rodó y Roberto de quien dio un golpe directo aspectos más originales del
el creador de “Tertulia luná- en crisis. Contra la dictadura ración del 900. las Carreras, claro que por al mentón de los presentes. libro. Aporta además la ima-
tica” no parecía desentonar Quien sí colaboró desde diversos motivos. “Muchos de los que estáis gen de un Herrera y Reissig
tanto. el primer número es Rober- Sí estaba presente el gru- aquí habéis venido sólo por- preocupado por su país y su
to de las Carreras, “el poder po de “los anarquistas tras- que el muerto lleva un ape- tiempo, pero que no simpati-
■ Tres mujeres y personal y espiritual más in- nochados”, el mismo que llido distinguido y porque su zó con la clase media batllis-
una hija fluyente que sufriera Julio”, había compartido con el familia es de abolengo en ta y optó por un individualis-
según su hermano Teodoro. muerto tertulias en el Polo el país. (…) Yo sé la frase mo “nietzchiano”, lo que po-
El primer empleo público De las Carreras, quien había Bamba y en la Torre de los que está ahora en muchos dría explicar el rechazo que
que tuvo Herrera y Reissig podido viajar a París (lo que Panoramas, donde estaba labios: ‘reconocemos su generó en su época. Luego
fue en la Alcaldía de Adua- nunca pudo hacer Herrera y “prohibida la entrada a los talento, pero creemos que de cien años de aquel ho-
na. Se lo consiguió su tío en Reissig) y traía todo el ba- uruguayos” y se veían las su vida ha sido un error’. menaje en el Panteón Na-
1893, en el último año de su gaje simbolista, aparece en “tolderías de Tontovideo”. ¡Mentira! ¡Lo más grande cional, ya es hora de darle
Presidencia, y ganaba 15 ese primer número con un En el sepelio de Julio He- que ha tenido este hombre el lugar que se merece, de
pesos mensuales. De aquel fragmento de lo que sería rrera y Reissig habló César es su vida! (…) a pesar del dejar suelta a “la mejor de
empleo, al que renunció dos su escandaloso “Sueño de Miranda durante un minuto homenaje sincero o no que las fieras humanas”.
años después, quedan co- Oriente”, un libro que ataca y medio y José María Fer- aquí estáis tributando, este Silvana Tanzi
mo testimonio cuartillas de a la Iglesia y se ríe del pro-
papel que le sirvieron para vincianismo de las mujeres
escribir parte de su obra.
El segundo empleo fue en
montevideanas. La amistad
entre ambos poetas se forja El Novecientos según Mazzucchelli
1898, cuando lo nombran de Lindolfo Cuestas, el poeta intensamente en Piriápolis, —¿La del Novecientos fue la mejor es algo que el que hace, hace en primer
secretario del director na- escribe poemas muy exten- en el castillo de Piria, pero se generación literaria que tuvo el país? lugar al margen, si no es que contra, los
cional de Instrucción Públi- sos, una mezcla de poesía ro- rompe en 1906 por una dis- —¿Cómo medir “la mejor”, verdad? En promotores, las instituciones, y el Estado.
ca, un cargo que consiguió mántica y “epopeya gritona”, puta en cuanto a la autoría términos de su “nivel de existencia”, en Conozco la historia de las promociones
gracias a un amigo de su como la llama Mazzucchelli. de una imagen en el poema tanto autores reconocidos tanto dentro culturales y la historia de los que hacen
hermano Manuel vinculado Esa es la parte más olvida- “La vida”, de Julio Herrera. como sobre todo fuera de fronteras, sí, cosas, y no recuerdo que se hayan toca-
a ese organismo. A ese tra- ble de la creación de Herrera Menos recordada es la pro- creo que ese grupo fue lo más excep- do una sola vez. Probablemente un buen
bajo renunció luego de dos y Reissig. Entre sus poemas ducción en prosa de Julio He- cional que conoció el país. Salvo Onetti, escritor en su fuero íntimo siempre le di-
años, cuando se sustituyó iniciales, también hay algu- rrera. En “Cosas de aldea”, Hernández y alguno más, entre quienes ría: “Deme una editorial bien profesional,
al director. nos sobre la guerra de inde- escrito cuando deja su traba- les siguieron no hay casos comparables a bien ‘comercial’, y déjeme tranquilo, que
En este segundo cargo pendencia de Cuba en el que jo de secretario en Instrucción los de Herrera y Reissig, Sánchez, Rodó, yo me arreglo”. En todo caso, el 900, si
conoció a una maestra, Ma- se pronuncia contra Estados Pública, lanza un alegato iró- Carlos Vaz Ferreira, Agustini, Quiroga o se lo presenta adecuadamente, será tan
ría Eulalia Minetti, con quien Unidos, “contrariando la erró- nico contra los funcionarios Reyles. Es cierto que el rol de la literatura asimilable como cualquier otra zona de
tuvo en 1902 a su única hija, nea idea —tan repetida en públicos. Mazzucchelli co- ha cambiado también a partir de enton- nuestra tradición a la cultura “oficial”, y
Soledad Luna. A ella, Maz- cierta tradición crítica— de menta que con esta publica- ces. Pero fue una época localmente ful- eso tendrá, como le digo, nula impor-
zucchelli le dedica una pe- que no le interesaba lo cívi- ción inaugura “gimnásticos gurante, además, con Fabini en música, o tancia.
queña biografía al final de co”, comenta Mazzucchelli al ejercicios de insulto”. Tam- Sáez, Blanes Viale, Figari —que se revela — ¿Cambió en algo la sociedad
su trabajo. “Me pareció justo citar estos poemas. bién estaban los discursos, como artista más tarde, pero es contem- uruguaya si se la compara con la de
escribir un poco sobre ella Esta incursión en la poesía como el que pronunció el 19 poráneo y aún relativamente mayor—, y 1900?
porque fue una mujer con civil dará a conocer en público de diciembre de 1900 (“A la Carlos María Herrera, en plástica. Lo que —Sí, creo que cambió para mejor. Aho-
valores propios, una intér- el nombre de Herrera y Reis- intemperie”), y que significó tuvieron aquellos autores, precisamente, ra quizá seamos —o vayamos camino a
prete musical aparentemen- sig como poeta, a lo que se la ruptura con el Partido Co- es su inserción de pleno derecho en un ser— menos provincianos. Estamos más
te talentosa, con una historia suma la elaboración de una lorado, las convocatorias a ambiente transatlántico, no meramente comunicados, más globalizados, pese a
potencialmente interesante, “Geografía” para escolares duelo a través de la prensa local o regional. Recordar eso ahora qui- todos los intentos de una parte de nues-
y que se malogró. No hay que fue promocionada por y sus emotivas palabras en zá sea agradable, un buen espejo. tra mentalidad por resistirse a ello. Qui-
nada particularmente nue- el diario “El Día”, cuyo origi- el cementerio tras la muerte —¿Esa generación ocupa hoy un zá finalmente estemos encontrando un
vo en todo el asunto, pero nal está desaparecido. Para de Federico Ferrando, amigo lugar marginal en la cultura uruguaya rumbo más propio, luego de varios expe-
ya que estaba la historia ahí, Mazzucchelli esta “Geogra- íntimo de Quiroga. oficial? rimentos o transiciones. Si simplificamos
por qué no contarla. Ahora fía” “muestra los ingredientes Menos difundidas son las —No sé si ocupa un lugar marginal. todo y creemos que el Uruguay de 1900
es más fácil hacer estas co- sustanciales de positivismo crónicas sociales que escri- Tiene más calles por integrante que cual- se sentía, como proyecto, un poco parte
sas. Mientras vivía la viuda que impregnaban aquel No- bió para los diarios “El Uru- quier otra, ¿no? Se han hecho repetidas de un mundo “europeo”, tenemos que
del poeta este costado de la vecientos a veces recordado guay”, “La Prensa” y “La ediciones “oficiales” de Rodó, de Vaz Fe- decir que luego pasó por una época de
vida de Herrera y Reissig era sólo como una colección de Democracia”, y las crónicas rreira, de Delmira Agustini. Son todos desengaño. Quienes sostenían la euro-
una especie de tabú, estaba idealizados desmayos y mu- urbanas que se publicaron habitantes de la Biblioteca Artigas y abi- peidad lo hacían por el argumento más
increíblemente vigilado”. selinas”. en “El Uruguay” durante tres garran las ediciones del Ministerio o del razonable del mundo: o eran directamen-
Uno de los aspectos “si- Su producción poética de años, hasta 1905. Al contra- Parlamento o de la Biblioteca. Le doy un te europeos o eran hijos de europeos.
lenciados” fue el concubina- influencia francesa es inten- rio del desdén que demos- dato memorable: a la primera edición “ofi- Pero el tiempo ha pasado y la relación
to que mantuvieron Herre- sa, diversa y original. “No traba en sus actitudes por cial” de Herrera y Reissig, hecha por el entre un lado y otro del Atlántico cambió.
ra y Reissig y Minetti, que hay en nuestra poesía otro Montevideo, en estas cró- Ministerio de Instrucción Pública recién Entonces “avanzamos”. Es decir, vino un
en esta biografía se com- ejemplo así de ametrallado- nicas aparece “el otro” He- en 1939, hubo que tirarla entera (eran tiempo ideológicamente mucho peor que
prueba. En ese momento, ra metafórica”, escribió el crí- rrera, un fino observador de 10.000 ejemplares) por errores de im- el anterior, en donde la creencia de moda
el poeta había cortado con tico Anderson Imbert sobre la ciudad, que mostraba un presión aparentemente tremendos. Un no era la de ser “europeos”, sino la de ser
la tradición política familiar Herrera y Reissig. Nombres sincero interés por sus cam- suelto en “Marcha” que comenta el hecho “latinoamericanos”. Me parece que He-
y se había adherido a las exóticos, sonoridades e imá- bios y sus progresos. observa, melancólicamente: “Hace algún rrera y Reissig es tan personal, tan irre-
ideas anarquistas que pos- genes extrañas, un cuidado- En otro tenor escribió el tiempo que nos estábamos olvidando del ductible, que abre la posibilidad, al negar-
tulaban el amor libre como so cultivo de la forma y el “Epílogo wagneriano a la ‘Po- arte de escribir libros. Y, ahora, ya no sa- se a ambas etiquetas, a que un uruguayo
una de sus banderas. Otra amaneramiento en el lengua- lítica de fusión”, prólogo a un bemos ni siquiera imprimirlos”. No dudo contemporáneo, joven, que desconfía
mujer en su vida fue Zorai- je aparecen en las diferentes libro de historia sobre el pe- que ese suelto, sin firma, sea de Onetti. del latinoamericanismo tanto como del
da Vázquez, integrante de etapas de su poesía, desde ríodo que siguió a la Guerra Quizá sea un pensamiento extraño, pero europeísmo, sintonice con él, que fue un
la aristocracia montevidea- el erotismo de “Los parques Grande. Allí Herrera y Reissig yo le digo que no creo que la “cultura” sea hombre buscador de excelencias y bur-
na. Pero en 1904 —año en abandonados” (1902-1925), adopta el estilo de manifiesto algo que se pueda promover, sino que lador de ideologemas.
el que reconoce legalmente pasando por los poemas bu- o carta pública que toca te-
a su hija— comienza una re- cólicos de “Los éxtasis de la mas de política y sociología.
lación con Julieta de la Fuen- montaña” (1904), luego por “El Uruguay es un pantano lú-
te, quien se convertirá en su el exotismo de “Las clepsi- gubre de política trasnocha-
esposa en 1908. dras” (1909), que hace su da…”, se lee en un fragmento
La biografía de Mazzuc- eclosión en el alucinante y del prólogo en el que el propio
cheli incluye la correspon- surrealista poema “Tertulia autor termina despidiéndose
dencia inédita que el escritor lunática” (1909). como “la mejor de las fieras
mantuvo entre 1904 y 1905 Según Mazzucchelli el humanas”. Los años poste-
con Julieta, cuando eran no- “período de preparación” de riores le harán honor a esta
vios y él se encontraba en Herrera y Reissig se ubica autodefinición.
Buenos Aires. Son cartas entre 1899 y 1990. Allí sacará
cargadas de erotismo (“Mi su propia revista literaria “La ■ “Este cadáver no
sangre ebulle por derramar- Revista” (que tendrá 13 nú- les pertenece”
se en tu copa, en el brindis meros), conocerá a Rober-
sagrado de Venus”) y en las to de las Carreras (cuando Con sabiduría, Mazzuc-
que aparece la morfina co- se encuentran por primera chelli comienza su biografía

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