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1. TIPO DE DOCUMENTO: Trabajo de grado para optar por el título de PSICOLOGA


2. TÍTULO: DIFERENCIAS EN EL DESEMPEÑO EN LA ATENCIÓN DIVIDIDA Y FOCALIZADA Y EN LA
MEMORIA VERBAL Y VISUAL EN DOS GRUPOS ETARIOS NO CLÍNICOS MAYORES DE 40 AÑOS.
3. AUTORES: Ailyn Stephanie Medina Barón, Briyith Marcela Castañeda Sánchez y Paula Lizeth
Castelblanco Triana.
4. LUGAR: Bogotá, D.C.
5. FECHA: Junio de 2014
6. PALABRAS CLAVE: atención dividida y focalizada, memoria verbal y visual, adultez
intermedia y adultez tardía.
7. DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO: La presente investigación tuvo como propósito establecer las
diferencias en el desempeño en la atención dividida y focalizada y en la memoria verbal y
visual en dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de la ciudad de Bogotá. La muestra
estuvo conformada por 92 personas hombres y mujeres divididos en dos grupos, uno de
47 personas entre los 40 a 65 años que conformaron el grupo de adultez intermedia y otro de
45 personas entre los 66 a 79 años de edad, quienes hicieron parte del grupo de adultez tardía.
Se realizó la aplicación de 7 instrumentos neuropsicológicos; 3 de screening: Mini-Mental
(MMSE), PHQ- 9 e Índice de Barthel; y 4 para la evaluación de la atención y la memoria: Test de
Símbolos y Dígitos (SDMT) (Atención focalizada; Test Breve de Atención (TBA) (Atención
dividida); Test de Simulación de Problemas de Memoria (TOMM) (Memoria visual) y el Hopkins
Verbal Learning Test- Revised (HVLT-R) (Memoria verbal).
8. LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Línea de Investigación en Neuropsicología
9. FUENTES CONSULTADAS: Campos, Gómez, Palma, Vásquez & Cintra. (2011). Bases
neurobiológicas del envejecimiento neuronal. Revista Digital Universitaria, 12 (3), 1-11;
Feldman, R. (2007). Desarrollo Psicológico a través de la vida. México: Pearson; Ostrosky, F.
(2006). Evaluación neuropsicológica: diagnóstico diferencial entre el envejecimiento normal y
el patológico. Archivos de neurociencias, 11, 40-48.
10. CONTENIDOS: La atención se define como un proceso psicológico básico y una función
neuropsicológica fundamental e indispensable, que permite enfocar los órganos de los sentidos
sobre información relevante para la realización de una actividad, mientras inhibe otros
estímulos irrelevantes del contexto (Londoño, 2009). Con respecto al proceso psicológico de la
memoria, éste se conceptualiza como una función intelectual, que está relacionada a nivel
estructural y funcional con el sistema nervioso central, y que se caracteriza por la adquisición,
almacenamiento y reposición de la información, con base en las experiencias pasadas
aprendidas, las cuales ingresaron por alguna vía sensorial (Solís y López, 2009).
11. METODOLOGÍA: Es de carácter empírico- analítico con un diseño descriptivo-comparativo
de corte transversal.
12. CONCLUSIONES: No se encontraron diferencias en atención focalizada, atención dividida y
memoria visual en ambos grupos de edad. No obstante se hallaron diferencias significativas en
el proceso de memoria verbal (F (3,91) = 4,19= P= 0,008) únicamente en la escala de Recuerdo
Total entre los grupos de 40- 49 (Media= 22,31; DT= 3,43) y de 66-79 (Media= 18,62; DT= 4,0).
Por tanto se proporcionaron hallazgos novedosos y de importancia para la neuropsicología,
brindando la oportunidad de obtener indicadores de desempeño en atención dividida y
focalizada y memoria verbal y visual asociadas con el envejecimiento normal, dado que en la
actualidad la investigación dentro de este campo representa uno de los retos fundamentales en
beneficio de la calidad de vida y la salud mental de las personas.
DIFERENCIAS EN EL DESEMPEÑO EN LA ATENCIÓN DIVIDIDA Y
FOCALIZADA Y EN LA MEMORIA VERBAL Y VISUAL EN DOS GRUPOS
ETARIOS NO CLÍNICOS MAYORES DE 40 AÑOS

AILYN STEPHANIE MEDINA BARÓN

PAULA LIZETH CASTELBLANCO TRIANA

BRIYITH MARCELA CASTAÑEDA SÁNCHEZ

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, BOGOTÁ

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

BOGOTÁ DC
DIFERENCIAS EN EL DESEMPEÑO EN LA ATENCIÓN DIVIDIDA Y
FOCALIZADA Y EN LA MEMORIA VERBAL Y VISUAL EN DOS GRUPOS
ETARIOS NO CLÍNICOS MAYORES DE 40 AÑOS

AILYN STEPHANIE MEDINA BARÓN

PAULA LIZETH CASTELBLANCO TRIANA

BRIYITH MARCELA CASTAÑEDA SÁNCHEZ

Trabajo presentado como requisito para optar por el título de profesional en Psicología

ASESOR:

OSCAR EMILIO UTRIA

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, BOGOTÁ

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

BOGOTÁ DC
Tabla de Contenido

Resumen, 1

Introducción, 2

Justificación, 5

Marco Teórico, 5

Pregunta, 19

Hipótesis, 20

Definición de Variables, 21

Objetivos, 23

Método, 24

Tipo de estudio, 24

Participantes, 24

Instrumentos, 25

Procedimiento, 31

Consideraciones éticas, 31

Resultados, 34

Discusión, 43

Conclusiones, 47

Referencias, 49

Apéndices, 57
Índices de Tablas

Tabla 1. Baremos de la forma escrita SDTM nivel básico (5 a 9 años de escolaridad),28

Tabla 2. Baremos de la forma escrita SDTM nivel superior (9 años de escolaridad en adelante),
28

Tabla 3. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de adultez


intermedia (40 a 65) en las pruebas de screening, 34

Tabla 4. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de adultez


intermedia (40 a 65) en la prueba de atención focalizada, 35
Tabla 5. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de adultez
intermedia (40 a 65) en la prueba de atención dividida, 36
Tabla 6. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de adultez
intermedia (40 a 65) en la prueba de memoria visual, 36
Tabla 7. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de adultez
intermedia (40 a 65) en la prueba de memoria verbal, 37
Tabla 8. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez tardía (66 a 79) en las pruebas de screening, 38
Tabla 9. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez tardía (66 a 79) en la prueba de atención focalizada, 39
Tabla 10. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez tardía (66 a 79) en la prueba de atención dividida, 39
Tabla 11. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez tardía (66 a 79) en la prueba memoria visual, 40
Tabla 12. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez tardía (66 a 79) en la prueba de memoria verbal, 40
Tabla 13. Diferencias en el desempeño en la memoria visual en dos grupos etarios no
clínicos mayores de 40 años de edad, 41
Índices de Figuras

Figura 1. Diferencias en el desempeño en la memoria verbal en la escala de Recuerdo


Total de la prueba HVLTR en ambos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de
edad, 42.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 1

DIFERENCIAS EN EL DESEMPEÑO EN LA ATENCIÓN DIVIDIDA Y


FOCALIZADA Y EN LA MEMORIA VERBAL Y VISUAL EN DOS GRUPOS
ETARIOS NO CLÍNICOS MAYORES DE 40 AÑOS

Ailyn Stephanie Medina Barón, Briyith Marcela Castañeda Sánchez, Paula Lizeth
Castelblanco Triana & Oscar Emilio Utria

Resumen

La presente investigación tuvo como propósito establecer las diferencias en el desempeño en la


atención dividida y focalizada y en la memoria verbal y visual en dos grupos etarios no clínicos
mayores de 40 años de la ciudad de Bogotá. La muestra estuvo conformada por 92 personas
hombres y mujeres divididos en dos grupos, uno de 47 personas entre los 40 a 65 años que
conformaron el grupo de adultez intermedia y otro de 45 personas entre los 66 a 79 años de edad,
quienes hicieron parte del grupo de adultez tardía. La investigación fue de tipo empírico-
analítico con un diseño descriptivo-comparativo de corte transversal y se aplicaron 7
instrumentos neuropsicológicos, 3 de screening: Mini-Mental (MMSE), PHQ- 9 e Índice de
Barthel; y 4 para la evaluación de la atención y la memoria: Test de Símbolos y Dígitos (SDMT)
(Atención focalizada; Test Breve de Atención (TBA) (Atención dividida); Test de Simulación de
Problemas de Memoria (TOMM) (Memoria visual) y el Hopkins Verbal Learning Test- Revised
(HVLT-R) (Memoria verbal). Los resultados obtenidos arrojan que en atención focalizada, los
adultos intermedios tanto de escolaridad básica como superior se encuentran por debajo del
promedio, no obstante esto indica que presentan una atención focalizada normal. En cuanto a la
atención dividida ambos grupos obtuvieron puntuaciones por debajo de la media poblacional es
decir un nivel bajo en este proceso. Frente a la memoria visual ambos grupos se ubicaron dentro
del promedio esperado reflejando un nivel adecuado. En memoria verbal tanto adultos
intermedios como tardíos se ubicaron por debajo de la media presentando dificultades para
recordar. Por otra parte, no se encontraron diferencias significativas en el desempeño en la
atención focalizada y dividida y memoria visual, sin embargo se encontró que existen diferencias
significativas en la memoria verbal (F (3,91) = 4,19= P= 0,008) únicamente en la escala de
Recuerdo Total entre los grupos de 40- 49 (Media= 22,31; DT= 3,43) y de 66-79 (Media= 18,62;
DT= 4,0).

Palabras clave: atención dividida y focalizada, memoria verbal y visual, adultez intermedia y adultez
tardía.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 2

Abstract

The aim of this study was to establish the differences in performance on divided and focused attention and
verbal and visual memory in two age nonclinical groups older than 40 years in the city of Bogota. The
sample consisted of 92 people men and women divided in two groups, one of 30 people aged between 40
and 65 formed the group of middle adulthood and another 30 people between 66 and 79 years of age, who
were part of the group of late adulthood. This research used an empirical-analytic investigation with a
descriptive-comparative design with a cross-section and were applied 7 instruments, 3 neuropsychological
screening instruments: Mini - Mental (MMSE ), Patient Health Questionnaire ( PHQ -9 ) and Barthel
Index, and 4 for the assessment of attention and memory : Brief Test of attention (BTA ) and Digit
Symbol Test ( SDMT ) Simulation Test memory Problems ( TOMM ) and the Hopkins Verbal Learning
Test - Revised ( HVLT -R). The results obtained reveals that in focused attention, both intermediate adults
as basic and upper school are below average, however this indicates that they presents normal focused
attention. As for the divided attention both groups scored below the population so that mean this process is
low. Facing the visual memory both groups were within the expected average reflecting an appropriate
level. Verbal memory in both middle and late adulthood were below average presenting difficulties to
remember. Moreover , not found significant differences in performance of focused and divided attention
and visual memory, however it was found that there significant differences in verbal memory (F ( 3,91 ) =
4.19 = P = 0.008 ) only in the Total Remember scale among groups 40 - 49 (mean = 22.31 , SD = 3.43)
and 66-79 (M = 18.62 , SD = 4.0).

Keywords: divided and focused attention, verbal and visual memory, middle adulthood and late adulthood.

El desarrollo evolutivo del ser humano entendido como el aumento o


disminución de las potencialidades y/o limitaciones del sujeto ha sido durante varios
años objeto de estudio para la psicología, puesto que desde la infancia hasta la vejez se
determina la evolución y los múltiples cambios experimentados en las diversas esferas
constitutivas del ser humano a través del tiempo, en el que se generan transformaciones
a nivel biológico ligadas a la corporalidad; a nivel social relacionadas con el aprendizaje
y ejercicio de diferentes roles que configuran una identidad como sujeto social; y a nivel
psicológico; en donde el paso del tiempo produce cambios en las emociones,
personalidad, cognición y afectividad, modificando así las capacidades y funciones, así
como su rendimiento (Urbano y Yuni, 2005).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 3

De esta manera, el desarrollo implica una compleja interacción entre procesos de


maduración y aprendizaje; mientras los niños pasan por patrones de desarrollo muy
semejantes, las diferencias individuales son más evidentes conforme las personas
envejecen y la experiencia se vuelve un factor determinante. En consecuencia, el
desarrollo del adulto no es tan rápido como el desarrollo infantil, y supone tanto perdidas
como ganancias en todas las áreas del individuo (Papalia, Sterns, Felman y Camp,
2009).

Es así, entonces, como el desarrollo en la adultez provoca una serie de cambios


morfológicos, fisiológicos y metabólicos irreversibles, que ocurren en los tejidos vivos a
medida que avanza la edad y no resultan de una enfermedad o de agentes extrínsecos. A
nivel cerebral, los cambios que ocurren con más frecuencia se relacionan con la
disminución del peso y volumen cerebral y la perdida de neuronas corticales; lo que
tiene como consecuencia la aparición de déficits cognoscitivos que se incrementan
proporcionalmente con la edad del individuo (Escobar, 2001).

En este sentido, la presencia de un decremento en las funciones cognitivas


durante el proceso de desarrollo conforme avanza la edad, muchas veces está
relacionado con factores de riesgo; dado que varias estructuras cerebrales que regulan
funciones como la memoria, son susceptibles a cambios medioambientales que generan
procesos de plasticidad neuronal para adaptarse, o bien ser el sitio en el que se inician
los cambios neuronales progresivos e irreversibles. Por lo tanto el conocimiento de estos
cambios a lo largo de la vida de un individuo hace posible su previsión (Campos,
Gómez, Palma, Vásquez y Cintra, 2011).

Igualmente, los hábitos de vida son un factor primordial, dado que los cambios
producidos en la estructura del cerebro se relacionan con los cambios conductuales; por
lo que a medida que se adoptan ciertas variables relacionadas con estilos de vida
saludables y activos, y una dieta equilibrada; se puede contribuir a prevenir el deterioro
cognitivo y los efectos negativos del paso del tiempo y el incremento de la edad
(Ballesteros, 2007).
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Sin embargo, debido al aumento de la esperanza de vida, la disminución de la


tasa de fecundidad y el decremento de la morbilidad; la demografía a nivel mundial
refleja un aumento significativo en el envejecimiento de la población. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS) (2012) entre el año 2000 y el 2050, la
cantidad de habitantes en el mundo mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11 %
al 22 %, por lo que ésta población aumentará de 605 millones a 2000 millones de
personas en el trascurso de medio siglo.

A nivel Nacional, el Ministerio de Salud y Protección Social de la República de


Colombia afirma que en el año 2012 la población mayor de 60 años era de 4, 626,419
personas, frente a 46, 043,696 de la población total; lo cual representa el 10 % de los
colombianos. Sin embargo para el año 2013, según el Departamento Administrativo
Nacional de Estadísticas DANE la estimación poblacional hasta el 2020 de las personas
entre los 40 y los 60 años será de 11.419.821 es decir el 20% total de la población y las
personas mayores de 60 serán 5.639.893, es decir el 11% de la totalidad.

En relación a las estadísticas Distritales, los datos más recientes son del año 2010;
por lo que según CEPSIGER Fundación para el Desarrollo Humano, la población total
de Bogotá era de 7, 363,782 habitantes; de las cuales 618.000 correspondían a personas
mayores de 60 años. No obstante, existen proyecciones distritales para el 2020, en donde
las personas entre los 40 y los 60 años serán de 2.139.480, lo que representa el 26 % de
la población total, y las personas mayores de 60 serán 1.030.170, el 12% de la totalidad
(Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, 2013).

En consecuencia, se evidencia un aumento progresivo de la población,


especialmente de las personas mayores, lo que representa para el país un desafío en
cuanto a las políticas públicas y los recursos que se requieren; sin olvidar lo relacionado
con la salud mental; dado que la función neurocognoscitiva es uno de los principales
determinantes de la calidad de vida y es uno de los problemas que se asocian con el
envejecimiento. Sin embargo, se ha demostrado que se puede reducir la velocidad del
declive de la función cognoscitiva por medio de intervenciones farmacológicas
tempranas e instauración de redes de apoyo social y profesional (Arango y Ruiz, 2008).
No obstante, a pesar de lo anterior no existen en Colombia estudios claros respecto a la
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prevalencia y diferencia del deterioro cognoscitivo en la adultez intermedia y la adultez


tardía.

Es así como se origina la necesidad de la evaluación y tratamiento de los


problemas cognoscitivos que se asocian al envejecimiento normal; dado que en la
actualidad la investigación dentro de este campo representa uno de los retos
fundamentales hacia el avance de los problemas presentes en la salud pública dentro de
la población adulta (Ostrosky, 2006). Diversos estudios longitudinales y trasversales han
dado evidencia, que con la edad se presentan cambios significativos a nivel
cognoscitivo; no obstante, el decremento en las funciones cognoscitivas que se da a lo
largo de la vida, no tiene un desarrollo uniforme, ya que la magnitud y la tasa de cambio
varía dependiendo de cada sujeto y la función cognoscitiva que se vea alterada
(Ostrosky, Ardila y Rosselli, sf como se cita en Ostrosky, 2006).

Asimismo, reconocer cuando estos cambios empiezan a producirse normalmente o


cuando de manera temprana, permitirá obtener información, ayuda o tratamiento que
puede colaborar para que las funciones cognitivas, aquellas que le permiten al sujeto
desenvolverse en el entorno de forma adaptativa, se mantengan por un tiempo más
prolongado (Pedraza, 2012).

Por ende surge el interés por el estudio de las funciones psicológicas como la
atención y la memoria, puesto que son procesos interrelacionados que actúan
conjuntamente y son necesarios para nuestro funcionamiento y adaptación en la vida
cotidiana. Se considera que aunque diferentes sistemas intervienen en cada uno de estos
procesos, la interferencia de la atención afecta la memoria y probablemente la primera es
un proceso que precede a la segunda durante la adquisición de información, por lo que
tienen una secuencia serial (Ruiz y Cansino, 2005).

Es decir, que el procesamiento cognoscitivo de un evento se relaciona con su


importancia informativa, en donde su apreciación depende tanto de la atención que
moviliza, como del contenido que evoca (González, 2006).

Así, la trascendencia de este trabajo radica en que estos dos procesos aunque han
sido estudiados en población tanto joven como adulta; la mayoría de las investigaciones
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se han realizado en población clínica, y no existe evidencia clara y especifica de las


diferencias que existen en la atención y en la memoria durante la adultez intermedia y la
adultez tardía en personas que no presentan ningún tipo de enfermedad
neurocognoscitiva. Igualmente los instrumentos de evaluación que se utilizarán son
pruebas neuropsicológicas válidas y fiables dentro del campo de investigación y no han
sido exploradas en población colombiana para la medición de estos procesos; en
consecuencia ésta investigación podría favorecer la creación y el desarrollo de
programas de prevención y promoción frente al deterioro cognitivo en la adultez
intermedia y tardía.

No obstante, para el diseño y la implementación de estos programas; es necesario


realizar el estudio de las relaciones entre el cerebro, las actividades mentales superiores
el comportamiento y las emociones (Federación Española de daño cerebral, 2006), con
el fin de evaluar neuropsicológicamente la atención y la memoria, puesto que contribuye
considerablemente a destacar y diferenciar las capacidades neuropsicológicas
preservadas y alteradas (Tierney 2003, como se cita en Peña, Gramunt y Gich, 2006).

En consecuencia se debe partir de ciertas premisas tales como: considerar al ser


humano como un ser biopsicosocial en un sentido integral, es decir entendiendo los
procesos cerebrales, cognitivos y el comportamiento como elementos interdependientes,
dado que si se altera el cerebro se producen cambios cognitivos y comportamentales.
Igualmente, que el sistema nervioso, en especial el cerebro posee la capacidad de la
plasticidad y trabaja como un todo organizado en sistemas funcionales complejos, por lo
que la alteración de un sistema puede repercutir en el funcionamiento de uno o varios de
los demás (Valdez, 2008).

Por ende, es fundamental hacer referencia al desarrollo del ser humano a través del
ciclo vital, partiendo de los cambios sistemáticos que se producen y las características
que permanecen estables con el paso del tiempo (Papalia, 2003), específicamente en
estas dos etapas del desarrollo humano.

En la edad adulta intermedia (40 a 65 años), se experimentan acontecimientos


satisfactorios, pero también se dejan atrás muchas presiones de la adultez temprana. Por
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lo general la condición física, psicológica y financiera se encuentra en un estado óptimo;


a la vez que se alcanzan nuevas dimensiones de desarrollo cognitivo, se reevalúan las
metas personales y se deciden hacer cambios en el comportamiento si así lo requiere
(Kail y Cavanaugh, 2011).

A nivel intelectual específicamente, las personas de edad intermedia aun adquieren


nuevas habilidades y pueden recordar aquellas que ya poseen. No existe evidencia de
descenso en muchas clases de funcionamiento intelectual antes de los 60 años; e incluso
se genera un incremento de algunas áreas como vocabulario, habilidades de información
general, entre otras (Fernández, 2006).

Así mismo, la inteligencia fluida, que hace referencia a la facultad de aplicar la


capacidad mental a problemas o material nuevo, declina con la edad; por el contrario la
inteligencia cristalizada, es decir la capacidad para recordar y emplear información
adquirida a lo largo de la vida, se incrementa durante la edad intermedia (Papalia, 2003).

Cabe agregar que Schai en 1994 como se cita en Feldman, 2007 encontró que
existen ciertas habilidades, como el razonamiento inductivo, la orientación espacial, la
velocidad perceptual y la memoria verbal que empiezan a disminuir de manera gradual
cerca de los 25 años y continúan declinando durante la edad adulta tardía. Sin embargo,
como se mencionó anteriormente, las habilidades numérica y verbal muestran un
comportamiento distinto. La primera tiende a incrementarse hasta mediados de los 40,
disminuye a los 60 y luego permanece estable a lo largo de la vida; y la segunda se
incrementa hasta el inicio de la adultez intermedia cerca de los 40 años y permanece
estable por el resto del ciclo vital.

En la memoria, de acuerdo a la investigación sobre los cambios que se producen


en la adultez intermedia, se ha demostrado que la mayoría de los individuos manifiestan
pérdidas de memoria mínimas y en muchos ninguna. Por lo que su disminución es
compensada por varias estrategias cognoscitivas. Además, algunos adultos de edad
intermedia encuentran difícil prestar atención a ciertas cosas por algunas de las mismas
razones por las que desarrolla la pericia o experticia en un tema; y se acostumbran a
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emplear estrategias o esquemas de memoria, para aligerar la carga que implica recordar
las cosas que se experimentan en la cotidianidad (Feldman, 2007).

Sin embargo, los cambios cognitivos asociados con la edad en esta etapa se
reflejan principalmente en la disminución de la velocidad y la eficacia del procesamiento
intelectual, pero a partir de los 50 años (Ardila y Rosselli, 2012) se evidencia un
incremento en la tasa de olvido y se da una reducción en las habilidades relacionadas
con la adquisición de nueva información (Ardila, 2003).

Estos cambios intelectuales pueden reflejar un envejecimiento normal (benigno) o


un envejecimiento anormal (demencia). Cuando se da un envejecimiento adecuado se
puede presentar un desarrollo cerebral normal y se relacionaría con los cambios
cerebrales típicos de la vejez. En cuanto al envejecimiento anormal los cambios atípicos
serían resultantes de alteraciones histológicas cerebrales (Ardila y Rosselli, 2012).

Por su parte la etapa de la adultez tardía, específicamente de los 65 años en


adelante; se considera como la última etapa del desarrollo físico, intelectual y laboral de
la persona, en la que el adulto por lo general posee un nivel adecuado de salud, no
obstante presenta un declive en los sistemas, órganos y sentidos. Así mismo, es
vulnerable a padecer trastornos mentales o enfermedades físicas, dado que su vitalidad
disminuye (Jiménez, 2012) y los desafíos sociales tales como la adaptación al contexto,
la jubilación y las relaciones interpersonales aumentan (Kail y Cavanaugh, 2011).

Con relación a la dimensión cognitiva del adulto mayor, las capacidades


sensoriales disminuyen con la edad y los procesos de memoria y las dificultades para
elaborar la información aumentan con el paso de los años; por ejemplo la memoria
prospectiva, aquella que ayuda a proyectar el futuro; puede causar dificultades en estas
personas (Cuenca y Pérez, 2010).

Por consiguiente la pérdida de la memoria en la adultez tardía no es general, sino


específica respecto a ciertos tipos de memoria; dado que los recuerdos episódicos son los
más afectados, mientras que los recuerdos semánticos e implícitos se afectan en menor
medida. Por su parte, la memoria de corto plazo disminuye gradualmente hasta los 70
años y luego se deteriora con rapidez (Feldman, 2007).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 9

Otro punto importante es el deterioro que tiene el proceso de la atención en esta


etapa, puesto que los mecanismos de inhibición resultan menos eficientes en las
personas mayores, afectando la selección, focalización y división de la atención. Sin
embargo, esto no se generaliza en todas las personas mayores, ya que muchos de estos
procesos sólo muestran una reducción en determinados contextos (Rogers, 2002).

De acuerdo con esto, se evidencia como el proceso de envejecimiento a lo largo


del ciclo vital tiene un carácter multidimensional, en el que las dimensiones físicas,
psicológicas, sociales y espirituales a pesar de su interacción, con frecuencia suelen ser
disparejas, y donde el modo de envejecer es entendido cada vez más de formas muy
diversas; no sólo en cuanto al contexto sociocultural, sino a la parte biológica (Requejo,
2007). Además, la teoría y las investigaciones sobre los cambios cognitivos que tienen
lugar en la edad adulta intermedia y la edad adulta tardía, concluyen que aunque el
proceso de envejecer va acompañado de cierto deterioro cognitivo, parece que este no se
da por igual en toda la población, dado que podría ser menos severo, más tardío y no
comportarse de forma homogénea (Gión, Pérez y Navarro, 2011).

En este sentido, los procesos psicológicos superiores como la atención y la


memoria se ven influenciados por diversas variables que inciden en el funcionamiento
cognitivo asociado a las pérdidas que se generan en el transcurso de la vida; pero
también a las ganancias que los adultos pueden obtener con la madurez (Park, 2002).

Por lo tanto, a continuación se hará una revisión de los procesos psicológicos de


atención y memoria, su conceptualización, ubicación anatómica y modelos explicativos,
dado que aunque son mecanismos que trabajan de manera conjunta en diversas tareas
cognitivas, pueden llegar a presentar cambios a lo largo de los años y ser explicados
desde diferentes panoramas.

En primer lugar, la atención es un proceso multidimensional del sistema cognitivo,


que está relacionado con aspectos importantes tales como: la selección de información,
la competencia entre tareas, la capacidad de concentración en actividades de larga
duración y la preparación para la acción. Sin embargo, es importante mencionar que no
existe un criterio único que logre conceptualizar la atención, puesto que este proceso se
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encuentra implicado en distintos aspectos tales como la memoria, el lenguaje y la


percepción (Castillo, 2009).

Lo anterior explica el porqué de la dificultad de definir operativamente la atención


y sus funciones, ya que resulta complicado desligar este proceso con otros y en qué
momento estos dejan de interactuar entre sí. Dicha situación ha generado que se
expandan múltiples modelos explicativos y teorías, lo que dificulta que exista una
definición que integre la naturaleza propia de la atención (Periáñez, Ríos, Barceló,
Madrid y Ruz, 2008).

Sin embargo, se puede decir que la atención es un proceso psicológico básico y


una función neuropsicológica fundamental e indispensable, que nos permite enfocar los
órganos de los sentidos sobre información relevante para la realización de una actividad,
mientras inhibe otros estímulos irrelevantes del contexto (Londoño, 2009).

Es así como éste proceso se encuentra ligado con otros, como la percepción, la
memoria a largo y corto plazo y la motivación; las cuales son íntimamente necesarias
para el funcionamiento y adaptación al entorno donde se interactúa; ya que posibilitan el
análisis de la realidad, permiten desarrollar tareas y activar el resto de los procesos
cognitivos. Así la atención, permite la orientación, mantenimiento y ejecución correcta
de alguna tarea, ya que facilita el registro y almacenamiento de la información que son
indispensables para el aprendizaje (Cuervo y Quijano, 2008).

Además, es importante conocer las bases neurofisiológicas de la atención, dado


que este proceso cognoscitivo depende de la actividad coordinada de grupos neuronales
que se encuentran distribuidos en diferentes regiones del sistema nervioso central
(Meneses, 2006), por lo que la atención no está distribuida en el cerebro ni tampoco se
limita a una sola área cerebral, existen áreas corticales y subcorticales que actúan en
conjunto, organizadas en sistemas (Fernández, 2008).

Es por esto que se han desarrollado varios modelos explicativos que intentan
relacionar los subprocesos de la atención con circuitos neuronales particulares (Meneses,
2006). Uno de los modelos explicativos de la atención y en el cual esta investigación se
basará, es el modelo de Sohlberg y Mateer llamado modelo clínico de la atención, el cual
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explica la evaluación de la atención basada en la neuropsicología experimental y en el


ámbito clínico. Este, es un modelo jerárquico, donde cada nivel requiere del correcto
funcionamiento del nivel anterior ya que cada componente es más complejo que el
anterior (Ríos y Muñoz, 2004); por lo que el grado de complejidad del proceso
atencional se incrementa en función del tipo de actividad realizada. Comenzando por la
atención focalizada, seguido por la atención sostenida, la selectiva, la alternante y
finalmente la atención dividida (Romero y Vázquez, 2002).

Por ende, Sohlberg y Mateer proponen seis (6) componentes: el primero es el


Arousal, el cual es la capacidad de estar despierto y de mantener la alerta e implica la
capacidad de seguir estímulos u órdenes, por lo cual es la activación general del
organismo. Otro de los componentes es la atención focal, definida como la habilidad
para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o táctil; donde no se valora el
tiempo de fijación al estímulo. En tercer lugar se encuentra la atención sostenida, que es
la capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un periodo de
tiempo prolongado y se divide en dos subcomponentes: la vigilancia que se activa en
tareas de detección y de concentración y la noción de control mental o memoria
operativa en tareas que implican el mantenimiento y manipulación de información de
forma activa en la mente (Ríos y Muñoz, 2004).

El cuarto componente, es la atención selectiva, que se refiere a la capacidad para


seleccionar la información más relevante o el esquema de acción apropiado, inhibiendo
la atención de unos estímulos mientras se atiende a otros. El quinto hace referencia a la
atención alternante, la cual es la capacidad que permite cambiar el foco de atención de
forma sucesiva entre tareas que implican requerimientos cognitivos diferentes,
controlando que información va hacer procesada en cada momento. Y el último
componente es la atención dividida; conceptualizada como la capacidad para atender a
dos estímulos al mismo tiempo es decir la habilidad para distribuir los recursos
atencionales entre diferentes tareas (Ríos, Muñoz y Lapedriza, 2007).

Por otra parte, la atención puede dividirse en dos grandes categorías; el sistema de
procesamiento de la información y el sistema atencional. El sistema de procesamiento de
la información (sistema visual, sistema de memoria, sistema de respuesta, entre otros) se
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 12

encarga de, detectar, identificar, recordar y programar la acción. Por su parte, el sistema
atencional se encarga de controlar la activación e inhibición de información en curso y
así alcanzar los objetivos del organismo (Santiago, Tornay, Gómez y Elosúa, 2008).

Por consiguiente, se considera que la atención es una función cognitiva básica y


esencial de la actividad humana, puesto que contribuye en la construcción del
conocimiento y determina la manera en que el sujeto se relaciona con el mundo. Por esta
razón, cuando se encuentra una alteración en éste proceso se afectan directamente las
actividades de la vida diaria del individuo (Cuervo y Quijano, 2008).

Por otra parte, en cuanto al proceso psicológico superior de la memoria, éste se


considera como la base del funcionamiento intelectual y se encuentra involucrado en
todos los procesos cerebrales del ser humano, desde la percepción hasta el razonamiento
(Hunt y Ellis, 2007). Además la memoria es la capacidad del individuo por medio de la
cual, retiene y recuerda el pasado; lo que le permite almacenar el conocimiento que se
adquiere sobre el contexto y las diferentes interpretaciones que se originan de él
(Fuenmayor y Villasmil, 2008).

Por esta razón, la memoria se conceptualiza entonces, como un proceso cerebral


por medio del cual, la información recibida del entorno se convierte en conocimiento
que es almacenado para utilizarlo posteriormente. Igualmente, ésta puede definirse como
una función intelectual, que está relacionada a nivel estructural y funcional con el
sistema nervioso central, y que se caracteriza por la adquisición, almacenamiento y
reposición de la información, con base en las experiencias pasadas aprendidas, las cuales
ingresaron por alguna vía sensorial (Solís y López, 2009).

Además, esta es una de las funciones cognoscitivas más vulnerables al daño


cerebral, razón por la cual es fundamental tenerla en cuenta en el momento de realizar
una evaluación neuropsicológica. Igualmente es importante recalcar que son diversos los
procesos que se encuentran implicados en la función mnesica del ser humano, no
obstante la atención es la que juega un papel fundamental dentro de esta función
(Gooding, 2006).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 13

El proceso de la memoria depende en gran medida de las instrucciones que recibe


el ser humano al momento de resolver un problema o realizar una tarea específica,
además del tipo de tarea que se va a realizar y la historia personal de cada sujeto (Varela,
Ávila y Fortoul, 2005).

Algunos estudios en animales y humanos han encontrado que las estructuras


cerebrales implicadas en la memoria son: el hipocampo, tálamo, amígdala, lóbulo
temporal, cuerpos mamilares y cerebelo, entre otras. En cuanto a los procesos
bioquímicos, se evidencia el papel que juegan los neurotransmisores como la
acetilcolina. Igualmente en la actualidad se ha encontrado que los sistemas implicados
en la memoria están divididos en circuitos neuronales corticales específicos, y que
existen diferentes tipos de almacenamiento para la memoria; en donde regiones
específicas del encéfalo juegan un papel más primordial que otros, en relación con el
almacenamiento (Solís y López, 2009).

Asimismo, es fundamental resaltar que las capacidades como la memoria


comprenden un desarrollo desde la niñez y la adolescencia, la cual alcanza su pico más
alto en la adultez joven; sin embargo se conoce que esta capacidad tiene un decaimiento
en la adultez tardía, independientemente de poseer un daño cerebral. Además es
importante destacar que no todos los tipos de memoria llegan a deteriorase con la misma
velocidad, dado que en determinadas ocasiones algunos tipos de aprendizaje lo hacen
incluso desde los 35 o 36 años; mientras que otros tienden a mantenerse hasta cuando el
ser humano entra en la etapa de la adultez tardía (Gluck, Mercado y Myers, 2009).

De este modo, existen diversas teorías explicativas de la memoria, una de los


cuales es la teoría multialmacén de la memoria propuesta por Atkinson y Shiffrin,
(1968) como se cita en Santiago, et al (2008), quienes reconocieron 3 sistemas que se
comunican e interactúan entre sí; en el primero se encuentran las memorias sensoriales,
las cuales son responsables del mantenimiento en periodos muy cortos de tiempo de la
información alcanzada por los sentidos. Por otro lado, en el segundo sistema se
encuentra la memoria de trabajo que se concibe como el conjunto de símbolos activos a
los que el ser humano presta atención en un momento específico.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 14

Finalmente, en el último sistema se encuentra la memoria a largo plazo, que es el


conjunto de conocimientos disponibles en el ser humano de una forma relativamente
permanente. De igual manera dentro de este grupo se enmarcan tres tipos de
conocimientos; el primero es el conocimiento episódico; el cual tiene que ver con los
eventos marcados con fecha y lugar; el conocimiento semántico que incluye la
información general en donde no se tiene origen de su aprendizaje y finalmente el
conocimiento procedimental; que incluye los conocimientos de las habilidades para
hacer cosas que se dificultan al momento de expresarlos en palabras, los cuales se
perfeccionan mediante la práctica (Atkinson y Shiffrin, 1968 como se cita en Santiago,
et al., 2008).

Otro aspecto fundamental por recalcar del modelo de Atkinson Y Shiffrin es la


evaluación de la memoria, en donde se resalta que cuanto mayor es la permanencia de
un ítem en la memoria a corto plazo, mayor es la probabilidad de que dicho ítem pase a
la memoria a largo plazo. Además señalan que para aumentar la permanencia de un
ítem en la memoria a corto plazo este se tiene que repasar de manera repetitiva para
lograr su permanencia en la memoria a largo plazo (Marcilla, Alcade, Oliver y Navarro,
1993).

De esta forma, cabe mencionar que este trabajo se enfocará específicamente en la


memoria verbal y memoria visual; las cuales serán evaluadas por medio de las pruebas
utilizadas dentro de la investigación. Así, la memoria visual se considera como la aptitud
para formar una representación mental de un material presentado cuando el material
visual no se puede codificar en alguna otra modalidad; por lo que la persona debe
utilizar dicha representación para responder en una fase de prueba, recordando o
reconociendo el material (Colom, 2001).

Éste tipo de memoria se encuentra dentro del grupo de memorias temporales y se


encarga de la retención de información recogida por el sistema visual (Anderson, 2001).

Por su parte, la memoria verbal o auditiva, se refiere al número de ítems verbales


presentados en forma auditiva que una persona puede repetir en el mismo orden en que
las oyó. Se mide mediante test que evalúan la extensión o longitud del recuerdo; es
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 15

decir, el número (extensión) de dígitos o de palabras que la persona puede recordar


(Connors, Rosenquist, Arnett, Moore y Hume 2009). Igualmente, ésta hace referencia a
la información auditiva que parece ser retenida en memorias sensoriales de la misma
manera que es almacenada la información visual de forma temporal (Anderson, 2001).

Partiendo de la revisión realizada acerca de atención y memoria; es importante


mencionar algunos de los estudios realizados a nivel mundial sobre estas dos funciones
específicas; haciendo énfasis en las etapas de adultez intermedia y adultez tardía. No
obstante cabe mencionar que no se encuentran estudios sobre la diferencia en atención y
en memoria en estas etapas del ciclo vital.

Varela, Chávez, Gálvez y Méndez (2004), realizaron una investigación con el fin
de determinar la frecuencia y grado de deterioro cognitivo del adulto mayor
hospitalizado en Perú, así como su asociación con otros síndromes y problemas
geriátricos. Encontraron que existe una frecuencia de deterioro cognitivo moderado-
severo de 22.11% es decir hay una relación entre la edad, el deterioro cognitivo, el grado
de escolaridad, situación socioeconómica, deprivación sensorial y auditiva, caídas,
desnutrición, depresión, entre otras. Lo que quiere decir que el deterioro cognitivo se
asocia a múltiples y diversos problemas y síndromes geriátricos.

Otra Investigación realizada en Cuba por Ávila, Vázquez y Gutiérrez (2007), tuvo
como objetivo caracterizar pacientes con deterioro cognitivo según la edad, sexo,
escolaridad, factores de riesgo asociados y la severidad del deterioro cognitivo. En esta
investigación participaron 129 pacientes entre los 75 a 79 años y se encontró que el
hábito de fumar, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la cardiopatía isquémica
fueron los factores de riesgo que más se asociaban a los pacientes con deterioro
cognitivo, además se encontró que la memoria inmediata, la atención, la orientación, el
cálculo y el lenguaje fueron los procesos cognitivos más afectados en este tipo de
población.

Así mismo, Abarca, Chino, Llacho, González, Mucho, Vásquez, Cárdenas y Soto
(2008) realizaron en Chile una investigación que tuvo como objetivo establecer la
relación existente entre educación, envejecimiento y deterioro cognitivo. Donde los
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 16

resultados arrojaron que hay una clara relación entre el deterioro cognitivo y la edad, al
igual que un nivel educativo bajo. Igualmente, se evidenció que los adultos mayores con
un alto grado de escolaridad tenían un deterioro cognitivo más leve. Por otro lado, Gión,
Pérez y Navarro (2011) encontraron que al momento de evaluar la atención dividida en
jóvenes y ancianos, parece producirse una disminución en la capacidad atencional en los
ancianos cuando han de prestar atención a varias tareas simultáneamente.

De este modo, se evidencia que existen investigaciones sobre la relación del


deterioro cognitivo con la edad; no obstante no hay evidencia de estudios en población
adulta intermedia; ni aquellos que establezcan las diferencias en el desempeño de los
procesos psicológicos como la atención y la memoria en la adultez intermedia y la
tardía.

Sin embargo, con relación a la memoria en adultos mayores, Pérez (2007)


encontró en una investigación realizada en Cuba; que una parte importante de la
población geriátrica conserva funciones cognitivas que le permiten llevar una calidad de
vida adecuada. Igualmente, se observó que el declive a nivel intelectual relacionado con
la edad, suele mostrarse como un trastorno leve de la memoria, en donde las
manifestaciones clínicas presentes varían en un rango que va desde los olvidos
cotidianos y transitorios, hasta la manifestación relacionada con un trastorno serio en la
capacidad para recordar. Además encontró que los problemas de la memoria afectan a la
mitad de las personas de 65 años y que un 5 y 10% de la población padece demencias.

Por otro lado, se encuentra el estudio realizado por: Schade, Gutiérrez, Uribe,
Sepúlveda y Reyes (2003); el cual buscaba realizar una comparación entre adultos
mayores en relación con la emoción, el nivel sociocultural, la percepción de la capacidad
de la memoria y la ejecución en tareas de memoria; aquí se encontró que a mayor edad,
el ser humano posee una baja percepción de su capacidad de memoria, y existe una
correlación negativa entre la edad y la ejecución de tareas que implican memoria y la
relación entre la edad y las tareas que implican memoria operativa y semántica. No
obstante, se evidenció una correlación positiva entre la edad y la percepción de la
capacidad de memoria procedimental y semántica.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 17

En cuanto al estudio realizado por Ávila, et al. (2007), mencionado anteriormente;


se encontró que tres de las áreas que estaban afectadas por encima del 95% en adultos
mayores eran: la orientación, la atención y el cálculo con un 95,3%, en cuanto a la
memoria inmediata esta obtuvo un 100%; seguida por la afectación en el lenguaje con
un 83. 7%.

Lo anterior evidenció que los resultados coinciden con lo planteado por diversos
investigadores en relación a que la memoria es una de las funciones cognitivas que más
pronto se altera; además estos resultados resaltan la importancia de una detección rápida
de los trastornos de orientación y memoria, que pueden llegar a manifestarse como
signos iniciales de síndromes demenciales, esto con el objetivo de realizar un
diagnóstico temprano de problemas de memoria y así desarrollar una intervención eficaz
de los problemas cognitivos que se pueden presentar en el adulto (Ávila, et al. 2007)

Por su parte, en el estudio realizado por Serrani (2010), el cual tenía como objetivo
la investigación de la memoria cotidiana; también llamada memoria prospectiva, en una
muestra de adultos mayores sanos; se observó en los resultados, una marcada asociación
respecto a la disminución de la memoria prospectiva con base en los eventos o
situaciones; mientras que en la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas no se
evidenciaron modificaciones importantes. Además este estudio demostró la importancia
de la investigación de los factores que influyen en la memoria prospectiva, con el fin de
promover intervenciones tempranas relacionadas con los cambios en la memoria
cotidiana, que influyen en la evolución de alteraciones cognitivas graves.

Igualmente, en un estudio en donde se realizó una revisión de ensayos teóricos y


de investigaciones en los últimos 10 años en relación con la memoria y la metamemoria
en la adultez; se encontró que cuando una persona cree que posee el control de sus
habilidades en la memoria, hace la tarea de encontrar estrategias, con el fin de afrontar
con un buen desempeño las actividades y/o situaciones que requieran el uso de esta
capacidad; sin embargo, ocurre lo contrario cuando las personas tienen creencias
negativas respecto a sus habilidades en la memoria (Ochoa, Espinosa y Caicedo, 2005).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 18

Finalmente, a partir de los estudios anteriores se puede concluir que las


investigaciones realizadas con respecto a la memoria demuestran la relación que tiene el
declive de esta función con el paso del tiempo del ser humano; además se evidencia que
la mayoría de estudios se han realizado para determinar el comportamiento de este
proceso psicológico y que la investigaciones relacionadas con la atención son reducidas.

No obstante Trejo y Cansino (2011) observaron en su investigación los efectos de


dividir la atención durante la codificación y la recuperación de la memoria en un grupo
de 72 adultos jóvenes y mayores de México, cuando una tarea de memoria y otra
secundaria se realizan de forma paralela. Los resultados obtenidos mostraron que los
adultos mayores cometieron más errores en la tarea secundaria que los adultos jóvenes; y
que el reconocimiento en los adultos mayores no difirió al momento de dividir la
atención en la codificación y la recuperación, por el contrario en los adultos jóvenes fue
menor cuando se dividió en la codificación. Por consiguiente, postulan que en el
envejecimiento, la capacidad para administrar los recursos de atención disminuye.

De este modo, se evidencia como estos dos procesos la atención y la memoria


probablemente son complementarios e interdependientes, y como su complejidad hace
que se manifiesten a través de distintas clasificaciones, (atención dividida, memoria de
trabajo, entre otras), las cuales se pueden tornar cambiantes o estables a partir de la edad
de los seres humanos.

No obstante, González (2006) manifiesta que a pesar de los múltiples esfuerzos


para determinar si son o no sistemas separados de control, las evidencias aún no
permiten una respuesta clara y especifica frente al tema. Sin embargo se conoce que para
comprender un evento es necesario dirigir la atención hacia éste, y al mismo tiempo
comparar esta información con la propia experiencia (memoria), para así poder tomar
una decisión al respecto y tener la posibilidad de que se modifique la memoria y se
ejecute, corrija, inhiba o refuerce una conducta motora atendiendo a la magnitud
informativa del evento, su repetición, presentación temporal y la asociación que
establezca con factores emocionales.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 19

En consecuencia, se evidencia que el procesamiento cognoscitivo de un evento se


relaciona con su importancia informativa, en donde su apreciación depende tanto de la
atención que moviliza, como del contenido que evoca (González, 2006). Lo anterior
evidencia la importancia de realizar estudios sobre dichos procesos y en especial
aquellos en donde se establezcan las diferencias en atención y memoria según la edad;
dado que a través del ciclo vital se pueden producir cambios sistemáticos y/o algunas
características a nivel cognoscitivo pueden permanecer estables con el paso del tiempo.

A partir de lo anterior y según la revisión desarrollada se planteó la siguiente


pregunta de investigación ¿Existen diferencias en el desempeño en la atención dividida y
focalizada y en la memoria verbal y visual en dos grupos etarios no clínicos mayores de
40 años, uno con edades comprendidas entre los 40 y 65 años (adultez intermedia) y otro
entre los 66 y 79 años de edad (adultez tardía)?
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 20

Hipótesis

Hipótesis De Trabajo

Existen diferencias significativas con un nivel de 0,05 en el desempeño en la


atención (dividida y focalizada) y en la memoria (verbal y visual) en dos grupos etarios
no clínicos mayores de 40 años, uno con edades comprendidas entre los 40 y 65 años
(adultez intermedia) y otro entre los 66 y 79 años de edad (adultez tardía).

Hipótesis Nula

No existen diferencias significativas con un nivel de 0,05 en el desempeño en la


atención (dividida y focalizada) y en la memoria (verbal y visual) en dos grupos etarios
no clínicos mayores de 40 años, uno con edades comprendidas entre los 40 y 65 años
(adultez intermedia) y otro entre los 66 y 79 años de edad (adultez tardía).

Hipótesis conceptual

Se espera que exista un mayor desempeño en la atención dividida y focalizada y


en la memoria verbal y visual en el grupo de adultez intermedia en comparación con el
grupo de adultez tardía.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 21

Definición De Variables

La atención se define como un proceso psicológico básico y una función


neuropsicológica fundamental e indispensable, que permite enfocar los órganos de los
sentidos sobre información relevante para la realización de una actividad, mientras
inhibe otros estímulos irrelevantes del contexto (Londoño, 2009).

En la presente investigación se evaluó específicamente la atención divida,


conceptualizada como la capacidad para atender a dos estímulos al mismo tiempo es
decir la habilidad para distribuir los recursos atencionales entre diferentes tareas (Ríos,
Muñoz y Lapedriza, 2007).

Igualmente se evaluó la atención focalizada, concebida como la habilidad para


enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o táctil; donde no se valora el tiempo
de fijación al estímulo (Ríos y Muñoz, 2004).

Por tanto, se trata de una variable cuantitativa medida en escala de intervalo de


variación discreta, la cual será medida a través de El Test Breve de Atención TBA para
personas de 17 a 82 años de edad y el Test de Símbolos y Dígitos (SDMT) para
población a partir de los 8 años.

Con respecto al proceso psicológico de la memoria, éste se conceptualiza como un


proceso cerebral por medio del cual, la información recibida del entorno; se convierte en
conocimiento que es almacenado para utilizarlo posteriormente. Igualmente ésta puede
definirse como una función intelectual, que está relacionada a nivel estructural y
funcional con el sistema nervioso central, y que se caracteriza por la adquisición,
almacenamiento y reposición de la información, con base en las experiencias pasadas
aprendidas, las cuales ingresaron por alguna vía sensorial (Solís y López, 2009).

Esta investigación se enfatizó en la evaluación de la memoria visual, la cual se


considera como la aptitud para formar una representación mental de un material
presentando cuando el material visual no se puede codificar en alguna otra modalidad;
por lo que la persona debe utilizar dicha representación para responder en una fase de
prueba, recordando o reconociendo el material (Colom, 2001).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 22

Al igual, se realizó la evaluación de la memoria verbal o auditiva, este tipo de se


refiere al número de ítems verbales presentados en forma auditiva que una persona
puede repetir en el mismo orden en que las oyó. Se mide mediante test que evalúan la
extensión o longitud del recuerdo; es decir, el número (extensión) de dígitos o de
palabras que la persona puede recordar (Connors, Rosenquist, Arnett, Moore y Hume,
2009).

En consecuencia, se trata de una variable cuantitativa medida en escala de


intervalo de variación discreta, la cual será medida a través del Test de Simulación de
Problemas de Memoria (TOMM) para personas de 16 a 84 años de edad y El Test de
aprendizaje Verbal Hopkins conocido como HVLT-R, para población de los 16 a los 92
años.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 23

Objetivos

Objetivo General

Establecer las diferencias en el desempeño en la atención (divida y focalizada) y


en la memoria (verbal y visual) en dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de
edad de la ciudad de Bogotá, uno con edades comprendidas entre los 40 y 65 años
(adultez intermedia) y otro entre los 66 y 79 años de edad (adultez tardía).

Objetivos Específicos

Describir el desempeño en la atención (divida y focalizada) y en la memoria


(verbal y visual) en dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de edad de la
ciudad de Bogotá.

Establecer las diferencias en el desempeño en la atención (divida y focalizada) en


los dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de edad.

Establecer las diferencias en el desempeño en la memoria (verbal y visual) en los


dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de edad.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 24

Método

Tipo de estudio

Investigación empírico –analítica que utiliza un tipo de estudio descriptivo con un


método comparativo de corte transversal. Puesto que tiene como objetivo investigar
sobre un tema que tiene poca descripción dentro del campo de la investigación, además
de buscar la precisión y caracterización del evento de estudio dentro de una población
particular (Hurtado, 2010), en este caso la atención y la memoria en la adultez
intermedia y tardía. Al igual que busca identificar las diferencias y/o semejanzas entre
los sucesos (Salkind, 1998), los cuales dentro de ésta investigación hacen referencia a
los dos procesos cognitivos anteriormente mencionados en dos grupos etarios no clínicos
mayores de 40 años, en un solo momento temporal.

Participantes

La muestra objeto de estudio estuvo conformada por dos grupos etarios no clínicos
de la ciudad de Bogotá, un grupo de 45 personas con edades comprendidas entre 40 a 65
años y el otro de 47 personas con edades comprendidas entre 66 a 79 años de edad
respectivamente; los cuales pertenecen a ambos sexos. Se utilizará una estrategia de
muestreo no probabilístico de sujetos tipo.

La aplicación de las pruebas se realizó de manera individual con una duración de


aproximadamente una hora y media y en un ambiente tranquilo. Además cabe resaltar
que los evaluadores encargados de la aplicación fueron entrenados previamente por
expertos internacionales frente al uso y manejo adecuado de los instrumentos.

Igualmente como criterios de inclusión se tendrán en cuenta: una escolaridad de 0


a más de 12 años, haber nacido y residir actualmente en el país y no tener una ocupación
relacionada con el uso y/o manipulación de las pruebas incluidas dentro de la
investigación (Test Breve de Atención TBA, Test de Símbolos y Dígitos SDMT, Test de
Simulación de Problemas de Memoria TOMM y Test de Aprendizaje Verbal Hopkins
HVLT-R).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 25

Como criterios de exclusión: historia personal de enfermedad del sistema


nervioso central, historial de abuso de alcohol u otras sustancias psicotrópicas, la
presencia de enfermedades sistémicas activas o fuera de control asociados con el
deterioro cognitivo y antecedentes de enfermedades psiquiátricas.

Así mismo, la presencia de graves déficits sensoriales que puedan interferir la


administración de las pruebas; consumo actual de medicamentos psiquiátricos o
cualquier otro que altere mínimamente el rendimiento cognitivo; historia de consumo de
medicamentos para el dolor crónico y personas que recientemente hayan sido evaluadas
con las pruebas que hacen parte de la investigación.

Instrumentos

Para la presente investigación se utilizaron 7 instrumentos; 3 de los cuales son


pruebas de screening que permiten realizar un tamizaje previo para la detección de
déficits cognoscitivos, cuadros depresivos y la capacidad de la persona para realizar de
forma independiente algunas actividades básicas de la vida diaria; con el objetivo de
seleccionar de manera más controlada la muestra de la investigación. El primero se
denomina Examen Cognoscitivo Mini-Mental, el cual es de aplicación individual, con
un tiempo aproximado de 15 minutos y puede utilizarse para la detección rápida del
deterioro de funciones cognoscitivas, para evaluar la gravedad del déficit cognoscitivo
en un determinado momento, para seguir el curso de los cambios cognoscitivos en el
tiempo y para evaluar la respuesta a un tratamiento (Folstein, Folstein McHugh,
Fanjiang, 2002).

La interpretación de las puntuaciones están dadas de la siguiente manera:


Función cognoscitiva normal = 27 a 30, Déficit cognoscitivo leve= 21 a 26, Déficit
cognoscitivo moderado= 11 a 20 y Déficit cognoscitivo grave = 0 a 10 (Folstein,
Folstein McHugh, Fanjiang, 2002).

El segundo es el Cuestionario de Salud del Paciente PHQ- 9, un examen


autoadministrado que evalúa 9 criterios de depresión del DSM. Éste ha demostrado ser
útil como herramienta para el diagnóstico de los síntomas de la depresión, con
confiabilidad, validez, sensibilidad y especificidad aceptables. Concretamente ha
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 26

demostrado una sensibilidad del 92% y una especificidad del 89% en la detección de
pacientes depresivos, al establecer comparación con la Escala de Hamilton-D. Así
mismo tiene una validez de constructo y una validez predictiva concurrente con los
criterios CIE-10 para la depresión. De igual manera, se ha demostrado una consistencia
interna medida por el coeficiente de Cronbach de 0.80 (Kroenke, Spitzer, Williams,
2001).

La interpretación de las puntuaciones está dada de la siguiente manera: < o igual


a 4 Indica que probablemente el paciente no necesita tratamiento para la depresión, > 5 a
14 el evaluador debe utilizar su juicio clínico sobre el tratamiento, teniendo en cuenta la
duración de los síntomas del paciente y su trastorno funcional, y > 15 se justifica el
tratamiento de la depresión con antidepresivos, psicoterapia o una combinación de éstos
(Kroenke, Spitzer, Williams, 2001).

El tercer instrumento se denomina el Índice de Barthel que fue diseñado por


Mahone y Barthel en 1955 y se trata de un instrumento que mide la capacidad de una
persona para realizar diez actividades de la vida diaria (AVD) consideradas como
básicas, tales como comer, bañarse, vestirse, etc; obteniendo así una estimación
cuantitativa de su grado de independencia. La prueba le asigna una puntuación (0, 5,
10,15) a cada actividad en función del tiempo empleado y la necesidad de ayuda para
llevarlo a cabo. La puntuación total que representa la máxima independencia es de 100 y
la de máxima dependencia es de 0 (Cid- Ruzafa y Moreno, 2007).

La reproducibilidad inter e intraobservador ha sido demostrada en diversos


estudios con coeficientes de correlación de entre 0.88 y 0.98 respectivamente. Referente
a la validez, se trata de un índice que predice bien la mortalidad y la respuesta a los
tratamientos de rehabilitación. (Cid- Rufaza y Moreno, 2007).

La interpretación de las puntuaciones se representa así: Independiente: 100 (95 en


silla de ruedas) Este se usa como punto de corte; Dependiente: 91-99; Dependiente
moderado: 61-99; Dependiente grave: 21-60 y Dependiente total: 0-20 (Cid- Rufaza y
Moreno, 2007).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 27

En cuanto a las pruebas para evaluar atención y memoria, se encuentran: El Test


Breve de Atención TBA (The Brief Test of Attention) creado por David Schretlen
(1996); el cual facilita la evaluación rápida de déficit atencional y puede ser utilizada en
individuos con dificultades motoras y visuales. Consiste en una prueba de percepción
que mide la atención dividida en el sistema verbal- lingüístico. Para ello, se presentan 10
listas de letras y números las cuales constan entre 4 y 18 elementos. El evaluado debe
indicar cuantos números contiene cada lista ignorando las letras. Luego, debe hacer lo
mismo pero ahora contando las letras e ignorando los números. El número de listas
contestadas correctamente en las dos formas se suman y se calculan las puntuaciones
directas las cuales oscilan entre 0 a 20. Este test está adaptado para una población entre
17 a 82 años de edad, es de aplicación individual y su duración es de 15 minutos, de los
cuales 5 minutos se utilizan para calcular las puntuaciones (Schretlen, 1996).

Esta prueba esta estandarizada y tiene confiabilidad para la forma L de 0.82 y para
la forma N de 0.81 en una muestra de 1231 personas, encontrándose un alpha de 0.90
para la totalidad de la prueba. Respecto a la validez de constructo, ésta es aceptable
como medida de MT (Schretlen, 1996).

La interpretación de las puntuaciones se representa así: > 74 por encima del


promedio, 25-75 promedio, 10-24 promedio bajo, 2-9 deterioro limítrofe y < 2
deteriorada.

Igualmente, el Test de Símbolos y Dígitos (SDMT), que fue desarrollado por A.


Smith en el año 1968 y adaptado para la población española por el Departamento de I+D
de TEA Ediciones, S.A. en el año 2002, como un test neuropsicológico para identificar
personas con disfunción neurológica. Consta de una serie de símbolos que deber ser
sustituidos por el sujeto como números de una respuesta clave, y pueden ser
administrados oralmente. El test mide funciones neurocognitivas importantes tales como
atención, escáner visual y velocidad motora. La puntuación del sujeto es el número de
sustituciones correctas en un intervalo de 90 segundos. La aplicación se hace individual
o colectiva (TEA Ediciones, 2002). Este test tiene una baremación diferenciada por edad
a partir de los 18 años como la muestra la siguiente tabla.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 28

Tabla 1. Baremos de la forma escrita SDTM nivel básico (5 a 9 años de escolaridad).

Edad Muy baja Baja Normal Alta Media D. T N


35-44 0-25 26-32 33-57 58-110 44,78 12,77 60
45-54 0-17 18-24 25-53 54-110 39, 07 14, 40 43
55-64 0-11 12-17 18-41 42-110 29,74 12,01 31
+65 0-1 2-10 11-46 47-110 28,39 17,88 75

NOTA: DT= Desviación Típica

Tabla 2. Baremos de la forma escrita SDTM nivel superior (9 años de escolaridad en adelante)

Edad Muy baja Baja Normal Alta Media D. T N


35-44 0-38 39-43 44-65 66-110 54,5 10,82 157
45-54 0-30 31-36 37-62 63-110 49,66 12,72 83
55-64 0-20 21-26 27-53 54-110 40,15 13,38 47
+65 0-22 23-29 30-56 57-110 57-110 13,57 30

NOTA: DT= Desviación Típica

La fiabilidad del instrumento oscila entre 0,87 a 0,95, por lo que la significancia es
altamente significativa (p<0,001). Respecto a la validez, se halló una correlación de 53%
con la prueba “Claves” del WISC-R y se hallaron correlaciones de las tres partes del
Stroop con las dos formas del SDMT que oscilan entre 81% y 89% (TEA Ediciones,
2002).

Además se utilizó el Test de Simulación de Problemas de Memoria (TOMM),


creado por Tombaugh en el año 1996 y adaptado para la población española por López,
Pérez y Puente en el año 2011, el cual es una prueba de memoria de reconocimiento
visual constituida por 50 ítems (cincuenta dibujos de objetos comunes) que permiten
discriminar entre los sujetos que simulan problemas de memoria y los que realmente los
padecen. La aplicación de esta prueba tiene una duración de 15 a 20 minutos de
aplicación individual, apta para población adolescente y adulta. Consta de dos ensayos
de aprendizaje y uno de retención. Cada uno de los dos primeros ensayos consta de dos
fases: aprendizaje y evaluación (TEA Ediciones, 2011).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 29

Posteriormente, cabe la posibilidad de incluir un ensayo de retención en el que se


presentan exclusivamente 50 paneles de reconocimiento en los que el evaluado debe ir
indicando que dibujo apareció en las fases de aprendizaje previas, este ensayo solo se
realiza cuando el participante tiene una puntuación baja en el ensayo dos (TEA
Ediciones, 2011).

La prueba TOMM ha sido validada por múltiples estudios de investigación que


comparan los resultados de simuladores con los de pacientes genuinos con diferentes
trastornos neurológicos y psicológicos, estableciendo la capacidad discriminatoria de la
prueba; por lo que los estudios de validación iniciales del TOMM indican que este
instrumento es una prueba útil para la detección del deterioro de la memoria exagerada o
fingida, es decir que podría servir como un instrumento sensible para medir simulación
sin que su propósito fuera obvio o excesivamente transparente (Tombaugh, 2011).

Las investigaciones de Tombaugh revelaron la clasificación correcta del 95% de


todos los pacientes sin ningún tipo de demencia que no simularon. Se determina una
especificidad de 91% cuando se consideran todos los pacientes, incluyendo aquellos con
demencia (Teichner y Wagner, 2003).

Por tanto, los resultados de estos estudios muestran que los individuos
neurológicamente sanos obtienen unos porcentajes de aciertos excepcionalmente altos en
el TOMM. Las comparaciones entre la dificultad aparente (número de aciertos predicho)
y la dificultad real (número de aciertos obtenidos) sugieren que el TOMM debería tener
una satisfactoria validez aparente como prueba de memoria aplicada dentro de una
batería de test neuropsicológicos (Tombaugh, 2011).

En cuanto a la interpretación del TOMM se usan dos reglas de decisión: la primera


es la puntuación por debajo del nivel del azar en cualquier ensayo implica la sospecha
de simulación; esta regla se basa en el hecho de que una persona por azar acertara
correctamente la mitad de los ítems de la prueba. Así, una puntuación de 25 representa
un nivel de acierto por azar en el TOMM.

La segunda regla de decisión es cualquier puntuación por debajo de 45 en el


ensayo 2 o en el ensayo de retención implica la sospecha de simulación; dado que la
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 30

mayoría de los simuladores no obtienen puntuaciones por debajo del azar. Esta regla usa
la puntuación del segundo ensayo como punto de referencia (Tombaugh, 2011).

Por lo tanto, cualquier puntuación inferior a 45 en el ensayo 2 o en el ensayo de


retención debería haber sospecha de que el individuo no está poniendo el máximo
esfuerzo en la realización de la prueba y probablemente está simulando (Tombaugh,
2011).

Por último, se utilizó el Test de aprendizaje Verbal Hopkins conocido como


HVLT-R, el cual fue creado por Brandt en el año 1991 y revisado por Brandt y Benedict
en el año 2001. Consiste en una prueba que evalúa la memoria y el aprendizaje verbal
sencillo (Frank y Byrne, 2000 como se cita en González, 2012).

Así, el HVLT-R permite evaluar aspectos como el recuerdo inmediato, la


capacidad de aprendizaje verbal, la retención y recuperación de la información, el
recuerdo demorado y las estrategias con las que cuenta el sujeto para el almacenamiento
y la recuperación de la información , este test dispone de seis formas, las formas 1, 2 y 4
conforman un subgrupo homogéneo y las formas 3,5 y 6 conforman el otro grupo; así
cada una de las formas de las escalas está conformada por una lista de 12 sustantivos,
compuesta por tres categorías semánticas distintas de cuatro ítems cada una. La
aplicación consiste en tres ensayos de aprendizaje inmediato y después de un intervalo
de 20 a 25 minutos en donde se aplica un ensayo de recuerdo demorado y la valoración
de reconocimiento demorado. Las escalas HVLT-R ha demostrado adecuada validez y
fiabilidad como herramienta de cribado para la evaluación de población mayor sana
(Schrijnemaekers, de Jager, Hogervorst & Budge, 2006 como se cita en González,
2012).

Con relación a los puntajes el HVLT-R arroja cuatro puntuaciones: a) Recuerdo


total: la cual se deriva de la suma de puntuaciones correctas de los tres ensayos de
aprendizaje inmediato; que posee una confiabilidad de 0. 74 b) Recuerdo demorado:
número de respuestas validas generadas en el ensayo de recuerdo demorado, con una
confiabilidad de 0.66 c) Porcentaje de retención: recuerdo demorado sobre el mayor
puntaje obtenido en los ensayos 2 y 3 de recuerdo inmediato; que posee un índice de
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 31

confiabilidad de 0.39 d) Puntaje de reconocimiento discriminativo: respuestas correctas


menos falsos positivos, con un índice de confiabilidad de 0.40 (Schrijnemaekers, de
Jager, Hogervorst & Budge, 2006 como se cita en González, 2012).

Respecto a la validación y los índices de eficiencia, la prueba presenta una


sensibilidad de 94%, una especificidad de 100% y una validez discriminante frente a la
demencia y pacientes psiquiátricos.

Procedimiento

Fase de inicio: Aproximación y selección de la muestra. En esta fase se realizó la


consecución de la muestra objeto de estudio en la ciudad de Bogotá, la cual corresponde
a un grupo de 92 personas seleccionadas de manera no probabilística teniendo en cuenta
los criterios de exclusión e inclusión para esta investigación. Además se realizó el
diligenciamiento del consentimiento informado por cada participante.

Fase de implementación: Aplicación de la prueba. En primera instancia se


presentó a los participantes los objetivos del estudio con el fin de proporcionar toda la
información necesaria y oportuna acerca de la investigación que se llevó a cabo.

En segunda instancia los participantes llevaron a cabo las pruebas, contestando en


primer lugar una ficha de datos sociodemográficos y posteriormente cada una de las
pruebas.

Fase de finalización: Análisis de resultados y discusión. Se interpretaron los


resultados obtenidos con base a la aplicación de las pruebas y se realizó la discusión y
las conclusiones a partir de los resultados obtenidos.

Consideraciones éticas

Todas las acciones de ética profesional de ésta investigación están basadas en El


Código Deontológico y Bioético del ejercicio de la psicología en Colombia
reglamentado por la Leyes 1090 del 2006 y 1164 de 2007; el cual está destinado a servir
como regla de conducta profesional en el ejercicio de la psicología en cualquiera de sus
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 32

modalidades. Por tanto, El Colegio Oficial de Psicólogos lo hace suyo y de acuerdo con
sus normas juzga el ejercicio de la profesión (Colegio Colombiano de Psicólogos, 2009).

Principios Generales

Artículo 6º

La profesión del Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología


profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido de
responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la aplicación
de instrumentos y técnicas, competencia profesional y solidez de la fundamentación
objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.

V. De la obtención y uso de la información

Artículo 39º

En el ejercicio de su profesión, el/la Psicólogo/a mostrará un respeto escrupuloso


del derecho de su cliente a la propia intimidad. Únicamente recabará la información
estrictamente necesaria para el desempeño de las tareas para las que ha sido requerido, y
siempre con la autorización del cliente.

Artículo 40º

Toda la información que el/la Psicólogo/a recoge en el ejercicio de su profesión,


sea en manifestaciones verbales expresas de sus clientes, sea en datos psicotécnicos o en
otras observaciones profesionales practicadas, está sujeta a un deber y a un derecho de
secreto profesional, del que, sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso del
cliente. El/la Psicólogo/a velará porque sus eventuales colaboradores se atengan a este
secreto profesional.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 33

Artículo 45º

La exposición oral, impresa, audiovisual u otra, de casos clínicos o ilustrativos con


fines didácticos o de comunicación o divulgación científica, debe hacerse de modo que
no sea posible la identificación de la persona, grupo o institución de que se trata.

Artículo 46º

Los registros escritos y electrónicos de datos psicológicos, entrevistas y resultados


de pruebas, si son conservados durante cierto tiempo, lo serán bajo la responsabilidad
personal del Psicólogo en condiciones de seguridad y secreto que impidan que personas
ajenas puedan tener acceso a ellos.

Por otra parte, se debe tener en cuenta la Ley 1616 del 2013; por medio de la cual
se expide la Ley de Salud Mental y se dictan otras disposiciones. Igualmente, en el 2013
se estableció la Doctrina Nº 03 en la cual, se dictan los reglamentos sobre el
consentimiento informado, en los que el profesional de psicología se ve obligado a
informar al usuario y asegurarse de que éste entienda los procedimientos, técnicas y
estrategias que seguirá en su tratamiento o evaluación diagnóstica, sobre sus posibles
resultados y los efectos colaterales adversos que se pudieran presentar (Congreso de
Colombia, 2013).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 34

Resultados
Para el análisis correspondiente se utilizó el programa estadístico SPSS versión
21, en donde se creó una base datos y se realizó el siguiente análisis iniciando con los
estadísticos descriptivos.
En cuanto a los datos sociodemográficos, se estableció que la muestra del estudio
fueron 92 personas de las cuales 51% corresponden al grupo de adultez intermedia (40 a
65 años) en donde el 60 % pertenece al género femenino y el 40% al género masculino.
Respecto a la escolaridad el 53 % de las personas tienen de 0 a 12 años de escolaridad y
el 47 % tienen más de 12 años. En relación con el consumo de alcohol el 89 % de las
personas manifiestan tener un consumo de nunca o casi nunca y el 11% dice consumir
alcohol una o dos veces a la semana.
Por otra parte 49 % de la muestra pertenece al grupo de adultez tardía (66 a 90
años) en donde el 49 % corresponde al género femenino y el 51 % al género masculino.
Respecto a la escolaridad se encontró que el 73 % de las personas tienen de 0 a 12 años
de escolaridad y el 27% tiene más de 12 años. En relación con el consumo de alcohol el
93% de las personas afirman tener un consumo de nunca o casi nunca y el 7% de las
personas un consumo de alcohol de una o dos veces a la semana.
Continuando con el análisis de los resultados, se presentan aquellos que se
derivan a partir de los estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por la
muestra objeto de estudio en las distintas pruebas aplicadas en la investigación.

Tabla 3. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de


adultez intermedia (40 a 65) en las pruebas de screening.

PRUEBAS DE PUNTAJE PUNTAJE


TEMA DT
SCREENING OBTENIDO ESPERADO

MMSE Deterioro cognoscitivo 28,3 23 1,22

PHQ9 Depresión 2,55 <4 1,21


Independencia en las
BARTHEL 100 100 0
AVD

NOTA: DT= Desviación Típica


DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 35

Como se observa en la tabla 3. El grupo de adultez intermedia para las pruebas


de screening, específicamente en el Mini Mental, estuvo por encima del punto de corte
(23) con una media de 28,3 y una desviación típica de 1,22, lo que significa que el
primer grupo presenta una función cognoscitiva normal. Con relación al PHQ9, se
encontró que todo el grupo obtuvo una puntuación inferior o igual a 4 que es el punto de
corte, con una media de 2,55 y una desviación típica de 1,21; lo que indica ausencia de
síntomas de depresión. Frente al Índice Barthel se observa un promedio de 100, lo que
evidencia la total independencia del grupo al momento de realizar las actividades básicas
de la vida diaria. Así, la aplicación de las pruebas de screening permitió realizar un
proceso de filtro adecuado.

Tabla 4. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de


adultez intermedia (40 a 65) en la prueba de atención focalizada.

PRUEBA TEMA
Atención
SDMT P.O DT P. E DT
Focalizada
SDMT N. BÁSICO
40-44 Años 40 0 44,78 12,7
45-54 Años 31,33 9,7 39,07 14,4
55-65 Años 24,7 9,6 29,74 12,01
SDMT N. SUPERIOR
40-44 Años 47,5 11 ,7 54,5 10,8
45-54 Años 42,2 10,2 49,6 12,7
55-65 Años 43,8 10,4 40,1 13,3

En cuanto a las puntuaciones obtenidas en las pruebas de atención focalizada


como se muestra en la tabla 4; en el SDMT, el grupo de adultez intermedia que posee un
nivel de escolaridad básico (0 a 9 años) en los tres rangos de edad; se encuentra por
debajo de la media poblacional, no obstante esto indica que presentan una atención
focalizada normal. Para aquellos que tienen un nivel de escolaridad superior (9 años en
adelante) se halló que los dos primeros rangos (40-44 y 45 -54 años) se encuentran por
debajo de la media poblacional, lo que indica igualmente que poseen una atención
focalizada normal. Respecto al último rango de 55-65 años, se evidenció un puntaje de
43,8 y una desviación típica de 10,4; por lo que se ubican por encima del promedio; sin
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 36

embargo esto indica que presentan una atención focalizada normal al igual que el resto
del grupo.
Tabla 5. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de
adultez intermedia (40 a 65) en la prueba de atención dividida.

PRUEBA TEMA
Atención
TBA dividida P.O DT P. E DT

40-49 Años 13,56 3,5 16,5 3,3


50-59 Años 14,13 2,7 17,3 2,6
60-65 Años 12 4,1 16,7 2,9

NOTA: DT= Desviación Típica

De acuerdo a la tabla 5, las puntuaciones arrojadas por los adultos intermedios en


la prueba TBA la cual mide atención dividida, mostraron un puntaje por debajo de la
media poblacional que se encuentra entre 12 a 14,13 con una desviación típica que oscila
entre 2,7 a 4,1; lo que evidencia dificultades para atender a dos estímulos al mismo
tiempo.

Tabla 6. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de


adultez intermedia (40 a 65) en la prueba de memoria visual.

PUNTAJE PUNTAJE
PRUEBA TEMA DT
OBTENIDO ESPERADO

TOMM1 47 50 3,1
Memoria visual
TOMM2 49 50 1,3

NOTA: DT= Desviación Típica

En cuanto a la memoria visual evaluada (TOMM) como se observa en la tabla6,


los adultos intermedios presentan en el ensayo 1 un promedio de 47 con una desviación
típica de 3,1 y en el ensayo 2 un promedio de 49 con una desviación de 1,3, lo que
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 37

indica que se encuentran dentro del rango esperado y presentan un nivel adecuado de
memoria visual.

Tabla 7. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo de


adultez intermedia (40 a 65) en la prueba de memoria verbal.

RECUERDO RECONOCIMIENTO
PRUEBA TEMA RECUERDO TOTAL % DE RETENCIÓN
DEMORADO DISCRIMINATIVO

HVLT-R Memoria P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT


verbal

40-49 Años 22,3 3,4 28,54 4,23 7,6 1,9 10,2 2,08 86,6 17,5 92,62 15,37 10,8 0,8 11,41 0,85

21,19 5,1 27,5 4,06 6,6 2,5 10,04 1,84 77,7 27 93,99 12,59 10,1 1,7 11,38 1,06
50-59 Años

17,6 3,6 26,65 4,46 6 2,1 9,5 1,92 82,8 27,2 90,55 13,59 10 1,76 11,33 1,04
60-65 Años

NOTA: DT= Desviación Típica

Por último como se muestra en la tabla 7. Las puntuaciones obtenidas por los
adultos intermedios en la prueba de memoria verbal (HVLT-R) se basa en cuatro
escalas, en donde en la primera denominada Recuerdo Total las personas obtuvieron un
puntaje por debajo de la media poblacional que se encuentra entre 17,6 a 22,3 con una
desviación típica que oscila entre 3,4 a 5,1; lo que evidencia dificultades para recordar
palabras de una lista inmediatamente después de ser leída.
En la segunda escala de Recuerdo Demorado, se halló un promedio entre 6 a 7,6
con una desviación típica que fluctúa entre 1,9 a 2,1; lo que indica que la muestra se
encuentra por debajo de la media poblacional y presenta dificultades para recordar las
palabras de la lista 20 minutos después.
En relación a la tercera escala llamada Porcentaje de retención, se observó que
los adultos intermedios obtuvieron puntuaciones por debajo de la media entre 77,7 a
86,6 con una desviación típica entre 17,5 a 27,2; lo que probablemente evidencia
falencias en las capacidades de retención verbal.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 38

Igualmente, respecto a la escala de Reconocimiento discriminativo la población


obtuvo puntajes por debajo de la media entre 10 a 10,8 con una desviación típica que
oscila entre 0,8 a 1,46, lo que podría indicar dificultades para distinguir entre las
palabras que se encontraban en la lista y aquellas que funcionaban como distractores.

Tabla 8. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo


de adultez tardía (66 a 79) en las pruebas de screening.

PRUEBAS DE PUNTAJE PUNTAJE


TEMA DT
SCREENING OBTENIDO ESPERADO

MMSE Deterioro cognoscitivo 27,8 30 1,3


PHQ9 Depresión 1,9 <4 1,3
BARTHEL Independencia en las AVD 100 100 0

NOTA: DT= Desviación Típica

En cuanto al grupo de adultez tardía, como se observa en la tabla 8. Para las


pruebas de screening, específicamente en el Mini Mental, el grupo estuvo por encima del
punto de corte (23) con una media de 27,8 con una desviación típica de 1,3 lo que
evidencia que el segundo grupo presenta una función cognoscitiva normal. Con relación
al PHQ9, se encontró que todo el grupo obtuvo una puntuación inferior o igual a 4, con
una media de 1,9 y una desviación típica de 1, 3; lo que indica ausencia de depresión.

Frente al Índice de Barthel se observa un promedio de 100, lo que evidencia la


total independencia de los adultos tardíos al momento de realizar las actividades básicas
de la vida diaria. De esta manera, la aplicación de las pruebas de screening permitió
realizar un proceso de filtro adecuado.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 39

Tabla 9. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo


de adultez tardía (66 a 79) en la prueba de atención focalizada.

PRUEBA TEMA
SDMT P.O DT P. E DT
SDMT N. BÁSICO
Atención
66-79 Años 27,4 14 28,39 17,88
Focalizada
SDMT N. SUPERIOR
66-79 Años 39,3 9,7 43,03 13,57

NOTA: DT= Desviación Típica

En cuanto a las prueba de atención focalizada como se muestra en la tabla 9. En


el SDMT se observa que el grupo de adultez tardía que posee un nivel de escolaridad
básico (0 a 9 años), se encuentra por debajo de la media poblacional con un puntaje de
27,4 y una desviación típica de 14, no obstante esto indica que presentan una atención
focalizada normal. Para aquellos que tienen un nivel de escolaridad superior (9 años en
adelante) se halló un promedio de 39,3 y una desviación típica de 9,7 demostrando que
se encuentran por debajo de la media poblacional, sin embargo esto indica un nivel
normal en este tipo de atención según los baremos de la prueba.

Tabla 10. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo


de adultez tardía (66 a 79) en la prueba de atención dividida.

PRUEBA TEMA
Atención
TBA dividida P.O DT P. E DT

66-79 Años 11,9 4,6 15 3,6

Como se observa en la tabla 10. Las puntuaciones arrojadas por los adultos
tardíos en la prueba TBA la cual mide atención dividida, evidenciaron puntuaciones por
debajo de la media poblacional con un 11,9 y una desviación típica de 4,6, lo que
muestra dificultades para responder simultáneamente a dos tareas de atención dividida.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 40

Tabla 11. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo


de adultez tardía (66 a 79) en la prueba memoria visual.

PUNTAJE PUNTAJE
PRUEBA TEMA DT
OBTENIDO ESPERADO

TOMM1 46 50 5,4
Memoria visual
TOMM2 48 50 4,8

NOTA: DT= Desviación Típica

Respecto a la memoria visual (TOMM) como se observa en la tabla 11, los


adultos tardíos presentan en el ensayo 1 un promedio de 46 con una desviación típica de
5,4 y en el ensayo 2 un promedio de 48 con una desviación de 4,8 lo que indica que se
encuentran dentro del rango esperado y su memoria visual probablemente es adecuada.

Tabla 12. Estadísticos descriptivos de las puntuaciones obtenidas por el grupo


de adultez tardía (66 a 79) en la prueba de memoria verbal.

RECUERDO RECONOCIMIENTO
PRUEBA TEMA RECUERDO TOTAL % DE RETENCIÓN
DEMORADO DISCRIMINATIVO

HVLT-R Memoria P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT P.O DT P. E DT


verbal

66-79 Años 18,6 4 23,16 5,24 6 2,1 8,25 2,7 82,8 27,2 86,86 21,23 10,1 1,5 10,87 1,83

NOTA: DT= Desviación Típica

Por último como se muestra en la tabla 12. Las puntuaciones obtenidas por los
adultos tardíos en la prueba HVLT-R que mide memoria verbal, se basan en cuatro
escalas, en donde en la primera denominada Recuerdo Total las personas entre 66 a 79
años obtuvieron puntajes por debajo de la media poblacional con un 18,6, y una
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 41

desviación típica de 4; lo que evidencia dificultades para recordar palabras de una lista
inmediatamente después de ser leída.
En la segunda escala de Recuerdo Demorado, se halló un puntaje de 6 con una
desviación típica de 2,1, lo que indica que se encuentran por debajo de la media
poblacional y presenta dificultades para recordar las palabras de la lista 20 minutos
después.
En relación a la tercera escala llamada Porcentaje de retención, se observó que
los adultos tardíos entre los 66 y 79 años obtuvieron una puntuación de 82,8 (DT= 27,2,)
lo que evidencia que se encuentran por debajo de la media poblacional, presentando
posibles falencias en las capacidades de retención verbal.
Por último, respecto a la escala de Reconocimiento discriminativo la población
obtuvo puntajes por debajo de la media con un 10,1 y una desviación típica de 1,5 lo que
posiblemente indica dificultades para distinguir entre las palabras que se encontraban en
la lista y aquellas que funcionaban como distractores.

Por otra parte para el establecimiento de las diferencias en el desempeño en la


atención focalizada en ambos grupos, se encontró que los resultados arrojados por la
prueba SDMT presentan una distribución normal y ésta posee una variable categorial,
por lo cual se analizó estadísticamente con la prueba Chi-Cuadrado, donde se halló una
significancia de 0,1 lo cual indica que no existen diferencias en el nivel de atención
focalizada en los dos grupos etarios.

Tabla 13. Diferencias en el desempeño en la memoria visual en dos grupos etarios no


clínicos mayores de 40 años de edad.

MEMORIA VISUAL
INSTRUMENTO PRUEBA ESTADISTICA SIGNIFICANCIA

TOMM 1 PRUEBA U DE MANN- 0,2


TOMM 2 WHITNEY 0,1

Respecto a los resultados arrojados por la pruebas TOMM (memoria visual) se


encontró que no presentan una distribución normal, por lo cual se analizaron
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 42

estadísticamente con la prueba U de Mann Whitney, donde se halló como lo muestra la


Tabla 13, una significancia de 0,2 para el ensayo 1 (TOMM 1) y una significancia de 0,1
para el ensayo 2 (TOMM2); lo cual indica que no existen diferencias en la memoria
visual en ambos grupos.

Por otra parte, con relación al establecimiento de las diferencias en atención


dividida (TBA) y memoria verbal (HVLT-R) se realizó el análisis estadístico por medio
de la prueba ANOVA de un factor, donde se evidenció que no existen diferencias
significativas en atención dividida en ambos grupos de edad.

Figura 1. Diferencias en el desempeño en la memoria verbal en la escala de Recuerdo


Total de la prueba HVLTR en ambos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de
edad.
Nota: *: P <a 0,05
En relación a la memoria verbal (HVLTR) como se muestra en la Figura 1 se
encontró que existen diferencias significativas (F (3,91) = 4,19= P= 0,008) únicamente en
la escala de Recuerdo Total entre los grupos de 40- 49 (Media= 22,31; DT= 3,43) y de
66-79 ( Media= 18,62; DT= 4,0). (Ver figura 1).
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 43

Discusión

La presente investigación tuvo como objetivo establecer las diferencias en el


desempeño en la atención (divida y focalizada) y en la memoria (verbal y visual) en dos
grupos etarios no clínicos mayores de 40 años de edad de la ciudad de Bogotá, uno con
edades comprendidas entre los 40 y 65 años (adultez intermedia) y otro entre los 66 y 79
años de edad (adultez tardía), para lo cual se aplicaron 3 instrumentos de screening
(Mini- Mental, PHQ-9 y Barthel) y 4 para la evaluación de la atención y la memoria
(SDMT, TBA, HVLT-R y TOMM- ).

Con base a los resultados arrojados se puede afirmar que en las 3 pruebas de
screening los adultos de ambos grupos a nivel general se encuentran dentro del rango
esperado, dado que al ser pruebas de inclusión su resultado debe ser superior a los
puntos de corte para ser parte de la muestra de la investigación.

Respecto a las pruebas aplicadas para la medición de atención y memoria se


encontró que en primer lugar, los adultos intermedios que poseen un nivel de escolaridad
tanto básico como superior mostraron tener una atención focalizada normal, lo que
concuerda con lo planteado por Ardila y Roselli (2012), quienes afirmaron que los
cambios a nivel intelectual en esta etapa reflejan un envejecimiento normal porque lo
que se puede presentar un desarrollo cerebral adecuado, el cual se relaciona con los
cambios cerebrales típicos de la vejez. Específicamente en atención focalizada no
existen estudios con los cuales contrastar la información.

Por otra parte, en cuanto a la atención dividida, se encontró que los adultos
intermedios se encuentran por debajo del promedio, lo que posiblemente indica un nivel
bajo en este tipo de atención; no obstante no se han encontrado evidencias específicas
sobre este proceso en esta etapa del ciclo vital, aunque en el estudio realizado
por Abarca, Chino, LLacho, González, Mucho, Vásquez, Cárdenas y Soto en el 2008, se
demostró una relación entre el deterioro cognitivo, la edad y un nivel educativo bajo.

Frente al proceso de la memoria visual el grupo de adultez intermedia se


encuentra dentro del rango esperado, lo que podría indicar que éste tipo de memoria es
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 44

adecuada. Estos resultados se relacionan con lo dicho por Feldman (2007), el cual afirma
que la mayoría de las personas en la edad adulta intermedia solo manifiestan pérdidas de
memoria mínimas y muchas de las personas no manifiestan ninguna; además cuando se
presentan estas disminuciones en la memoria son compensadas por varias estrategias
cognoscitivas; sin embargo, aunque en esta etapa se presenta una dificultad para prestar
atención a ciertas cosas, las personas desarrollan una pericia o experticia en un tema
específico por lo que emplean estrategias o esquemas de memoria, con el fin de aligerar
el trabajo que implica recordar ciertas cosas.

En cuanto a la memoria verbal los adultos de 40 a 65 años se ubicaron por debajo


del promedio en las cuatro escalas, lo cual concuerda con Schai (1994) como se cita en
Feldman (2007) quien plantea que existen ciertas habilidades dentro de las cuales se
encuentra la memoria verbal, que empieza a disminuir de manera gradual cerca de los 25
años y continua declinando durante la edad adulta tardía. Sin embargo Schai afirma que
la habilidad verbal se incrementa hasta el inicio de la adultez intermedia cerca de los 40
años y permanece estable por el resto del ciclo vital; no obstante lo último no se ajusta
con las puntuaciones arrojadas en la investigación dado que se evidencia una
disminución a medida que avanza la edad.

Referente al grupo de adultez tardía con una escolaridad básica, se observó que el
proceso de atención focalizada presenta un nivel normal, lo que se contradice con lo
dicho por Rogers (2002), quien manifiesta que en esta etapa del ciclo vital se da un
proceso de deterioro en la atención, en donde los mecanismos de inhibición resultan
menos eficientes, viéndose afectada la selección, focalización y división de la atención.

En el grupo de los adultos tardíos con un nivel de escolaridad superior, se


observó que presentan una atención focalizada normal, lo cual se contrapone con los
cambios presentados en la atención que según Park (2002) se ven influenciados por
diversas variables que inciden en los procesos cognoscitivos de las personas en la etapa
de la adultez tardía; ya que estos cambios se asocian con pérdidas que se generan con el
paso del tiempo.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 45

Frente a los resultados en atención dividida se halló que el grupo posee un nivel
bajo. Lo cual que concuerda con lo dicho por Avila et al. (2007), quien afirma que la
orientación, la atención y el cálculo son algunas de las funciones que se afectan en los
adultos mayores en un 95.3%.

En relación al puntaje obtenido en memoria visual se pudo observar que los


adultos mayores se encuentran dentro del rango esperado y su memoria visual
probablemente es adecuada; sin embargo no se han encontrado estudios que reflejen este
resultado; no obstante Serrani (2010) en un estudio realizado con adultos mayores sanos;
encontró que existe una importante disminución de la memoria prospectiva, pero no se
encontraron modificaciones en cuanto a la memoria de trabajo y a las funciones
ejecutivas.

Por último, respecto al proceso de memoria verbal, las personas entre los 66 a 79
años poseen posibles dificultades para recordar ítems presentados de forma verbal
inmediatamente después de ser escuchados, resultado que concuerda con lo planteado
por Cuenca y Pérez (2010) frente a la dimensión cognitiva del adulto mayor, quienes
afirman que las capacidades sensoriales disminuyen con la edad y los procesos de
memoria y las dificultades para elaborar la información aumentan con el paso de los
años.

Igualmente, podría relacionarse con lo propuesto por Feldman (2007) quien


afirma que la pérdida de memoria en la adultez tardía no es general, sino específica
respecto a ciertos tipos de memoria; dado que los recuerdos episódicos son los más
afectados, mientras que los recuerdos semánticos e implícitos se afectan en menor
medida. Por su parte, la memoria de corto plazo disminuye gradualmente hasta los 70
años y luego se deteriora con rapidez.

De igual forma Pérez (2007) encontró que los problemas de memoria afectan a la
mitad de las personas de 65 años en adelante y que un 5 a 10% de la población padece
demencias.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 46

En este sentido, a partir del análisis del desempeño de los procesos mencionados
anteriormente en ambos grupos, no se encontraron diferencias significativas en atención
divida y focalizada; no obstante es importante tener en cuenta el deterioro que tiene el
proceso de la atención en la adultez tardía, según lo plantea Rogers (2002) puesto que
los mecanismos de inhibición resultan menos eficientes en las personas mayores,
afectando la selección, focalización y división de la atención; hecho que se demostró en
el desempeño en la atención del grupo de los adultos tardíos, quienes a pesar de no
mostrar una diferencia significativa frente al grupo de la adultez intermedia, si
obtuvieron resultados inferiores, lo que valida lo encontrado por Trejo y Cansino (2011)
quienes postulan que en el envejecimiento, la capacidad para administrar los recursos de
atención disminuye.

Sin embargo, Rogers (2002) menciona que esto no se generaliza en todas las
personas mayores, ya que muchos de estos procesos sólo muestran una reducción en
determinados contextos.

En referencia al proceso de memoria visual; igualmente no se encontraron


diferencias significativas y el desempeño de ambos grupos estuvo dentro del rango
esperado por lo cual los resultados corroboran la relevancia de destacar que no todos los
tipos de memoria llegan a deteriorase con la misma velocidad, dado que en determinadas
ocasiones algunos tipos de aprendizaje lo hacen incluso desde los 35 o 36 años; mientras
que otros tienden a mantenerse hasta cuando el ser humano entra en la etapa de la
adultez tardía (Gluck, Mercado y Myers, 2009).

Frente al desempeño en la memoria verbal los resultados arrojados muestran


diferencias significativas en ambos grupos específicamente en los rangos de edad de 40
a 49 años y de 66 a 79 años, particularmente en la escala de Recuerdo Total es decir al
momento de recordar palabras de una lista inmediatamente después de ser leída; lo que
coincide con el estudio realizado con Pérez (2007) quien hallo que el declive a nivel
intelectual que se relaciona con la edad, se muestra principalmente como un trastorno
leve de la memoria evidenciándose que las manifestaciones clínicas varían desde los
olvidos cotidianos y transitorios hasta un trastorno serio en la capacidad para recordar.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 47

Así mismo, Ávila, Vásquez y Gutiérrez (2007) reconocen que entre las habilidades más
afectadas en los adultos mayores se encuentra la memoria inmediata en un 100%.

De este modo, a partir de lo anterior se concluye que el desempeño en atención


focalizada es normal en ambos grupos de edad, sin importar si la escolaridad es básica o
superior. En cuanto a la atención divida existen dificultades para distribuir los recursos
atencionales independientemente de la edad. Por lo tanto al no encontrarse diferencias
significativas en ambos grupos en relación a este proceso, se concluye que no existe un
decremento en el desempeño de estas dos clases de atención con el paso de los años
específicamente desde la adultez intermedia a la adultez tardía, sin embargo el
desempeño de estos últimos es levemente menor.

Frente al proceso de la memoria visual el desempeño es adecuado en ambos


grupos de edad evidenciando así, que poseen la aptitud para formar una representación
mental de un material presentando cuando el material visual no se puede codificar en
alguna otra modalidad sin importar la etapa de adultez en la que se encuentren. No
obstante en relación a la memoria verbal se presentaron dificultades en las 4 escalas de
la prueba relacionadas con la capacidad para repetir en el mismo orden un número de
ítems verbales presentados de forma auditiva, sin discriminar el rango de edad en el que
se encontraban los adultos.
De este modo no se encontraron diferencias en memoria visual; sin embargo en la
memoria verbal se hallaron dificultades en la escala de recuerdo total; por lo que se
concluye que esta diferencia posiblemente se presenta en los rangos limítrofes de edad.
Igualmente se concluye que aunque a lo largo del ciclo vital el ser humano se ve
involucrado en una serie de cambios tantos físicos, psicológicos como ambientales,
probablemente la edad no determina el tipo de desempeño ya sea adecuado o no en estos
procesos cognoscitivos.
Así mismo, se ha afirmado que las dificultades más frecuentes acerca del
funcionamiento cognitivo están asociadas con la perdida de la memoria relacionada a la
edad. Lo que confirma que el desempeño en estas funciones puede presentar un nivel
tanto alto como bajo independientemente de la edad del adulto.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 48

Finalmente se concluye que la presente investigación proporciona hallazgos


novedosos y de importancia para la neuropsicología, brindando la oportunidad de
obtener indicadores de desempeño en atención dividida y focalizada y memoria verbal y
visual asociadas con el envejecimiento normal, dado que en la actualidad la
investigación dentro de este campo representa uno de los retos fundamentales en
beneficio de la calidad de vida y la salud mental de las personas; sin olvidar que el
comportamiento de las funciones cognoscitivas no se da de manera uniforme a lo largo
del ciclo vital en donde el conocimiento de la presencia de factores tanto protectores
como de riesgo, puede contribuir al fortalecimiento y potencialización de los procesos
como la atención y la memoria.
Por último cabe mencionar algunas dificultades presentadas durante el proceso de
investigación, puesto que al tener como criterio de inclusión población adulta no clínica,
la consecución de la muestra fue de difícil acceso tanto por la mayoría de edad como por
los déficit cognoscitivos y sensoriales. Igualmente en la revisión teórica y empírica
realizada no se encontraron investigaciones relacionadas con estos procesos psicológicos
en estas etapas del ciclo vital, por lo que el presente estudio cobra mayor importancia.

Así mismo para próximos estudios se recomienda la consecución de una muestra


más amplia en donde se incluyan adultos de todos los rangos de edad a partir de los 40
años e igualmente considerar la posibilidad de realizar la investigación con otros
procesos del funcionamiento cognoscitivo.
DIFERENCIAS EN LA ATENCIÓN Y LA MEMORIA 49

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Apendice A

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA- BOGOTÁ


FACULTAD DE PSICOLOGIA

Formato de Consentimiento Informado

ID:___________ fecha:___/___/___ País: _________________


Señor (a)________________________________________

Mediante el presente documento ACEPTO participar en la investigación titulada,


Diferencias en la atención dividida y focalizada y en la memoria verbal y visual
en dos grupos etarios no clínicos mayores de 40 años. AUTORIZO, a su vez, a
los profesionales en formación encargados de esta investigación aplicar los test
seleccionados para la misma. En cualquier caso, podre revocar mi autorización
sin ninguna consecuencia alguna.
Los investigadores se comprometen al uso exclusivo de los datos con fines
científicos y académicos; garantizando las medidas de confidencialidad
aplicables según el código deontológico y bioético del ejercicio de la psicología
en Colombia, para fines de investigación. Todos los profesionales que tengan
acceso a las mismas están sujetos al deber de confidencialidad de la información
contenida en ellas.
____________________________________
Nombre

__ He leído y comprendido este consentimiento informado.


__ La información de este consentimiento me ha sido explicada.
__ Cedo todos los derechos para el uso de la información recolectada en el
protocolo de evaluación a los investigadores a cargo del estudio.

____________________________________
Firma del evaluado

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