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ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS APORTES DE SCHUMPETER.

En qué medida se aplica para el rol empresario en el Perú y


más específicamente en el microempresario peruano.

Fue un economista y politólogo austriaco-estadounidense. Destacó por sus teorías sobre la importancia del empresario
y su papel en la innovación (gran parte del concepto de innovación que usamos en la actualidad). Además, popularizó
el concepto de destrucción creativa como medio de innovación. Joseph introduce la posibilidad de que un cambio
tecnológico sea la causa suficiente para provocar una fluctuación cíclica (ciclos económicos), cómo la innovación es la
perturbación necesaria para romper con la economía estática, y cómo el propio desarrollo empresarial establece las
bases del crecimiento económico.

El emprendedor es un agente que va a impulsar la destrucción creativa. También se le considera como un factor de la
producción, capaz de cambiar la función de producción, alterando la utilización de los demás factores, tecnológica,
mano de obra y capital. Lejos de ser administradores o gerentes, son hombres actuando intuitivamente y que por ello se
mueven con incertidumbre. Para schumpeter el empresario innovador es que podía venir de cualquier clase social

Para Schumpeter la innovación es la fuerza fundamental, que mueve la producción capitalista, y al sistema como un todo,
la causante de sus procesos de transformación constante, en una palabra, de su desarrollo económico, es el fenómeno
tecnológico y con él, el proceso de innovación tecnológica. lo importante son las innovaciones radicales, aquellas capaces
de provocar cambios “revolucionarios”, transformaciones decisivas en la sociedad y en la economía. Por innovaciones
radicales se entiende:

Tanto la existencia como la periodicidad del ciclo económico están regidas por la ritmicidad del proceso innovador, pero al
mismo tiempo, el proceso innovador se encarga de generar diversas fuentes de ganancias. El auge produce una lucha cada
vez más dura por el crédito, los medios de producción y la mano de obra. Los precios suben y los márgenes de supervivencia
económica se reducen para muchos. Las empresas antiguas, dominadas por la rutina, se ven obligadas a transformarse o a
desaparecer.

Para Schumpeter existen los siguientes tipos de innovación

 NUEVO BIEN. Introducción de nuevos bienes o de bienes de nueva calidad.

Ejemplo de Apple: Steve Wozniak en 1971 inventó la primera computadora, en 1977 junto a Steve Jobs y Mike
Markkola (financiador) salió al mercado la computadora personal. En aquellos tiempos ningún banco financió dicho
proyecto ya que parecía absurdo que el público pudiera adquirir este bien, no sólo porque su precio era alto sino
también por el tipo de tecnología que representaba. Sin embargo Apple marcó hitos en este sector, en 1984 se
introdujo la computadora de forma masiva, en 2001 se anunció el iPod como reproductor portátil de audio digital, en
2007 entra al mercado Apple computer y iPhone como teléfono celular, en 2010 se lanza el iPad, y actualmente es una
marca con productos de uso masivo y posicionamiento en el mercado (Velasco & Martos, 2014). Hoy en día el pensar
la vida sin una computadora personal es inconcebible, pero es porque se lleva más de 30 años con esta idea en el
mercado. Sin embargo, en 1977 nadie asumía que este artículo fuera de uso personal y prioritario, Apple creó en el
consumidor la necesidad de tener al menos uno de sus productos dentro de su vida cotidiana.

 NUEVO MÉTODO. Introducción de un nuevo método productivo, ya existente en un sector, que no deriva de
algún descubrimiento científico.

Ejemplo de Ford: En 1896 Henry Ford creó su primer vehículo, en 1901 crea Henry Ford Company y en 1908 sacó al
mercado el modelo Ford T, siendo uno de los vehículos más vendidos durante todos los tiempos, como resultado de
un cambio en la producción conocido como el Fordismo. La producción se hacía en serie, con una línea de montaje
que tenía definido claramente las divisiones del trabajo, una estandarización de las piezas (color negro por rápido
secado), y mejores derechos de los obreros; con el fin de disminuir los tiempos de producción, maximizar la eficiencia
y mejor rendimiento. Esta nueva combinación hizo que el costo de producción de cada vehículo disminuyera
significativamente, con lo cual la población tuvo acceso de compra y la demanda aumentó, por tanto, se convirtió en
el coche del pueblo, dejando de lado su condición de artículo de lujo (Romano). El Fordismo, mejor método de
producción aplicado a la industria de vehículos muestra cómo al combinar de manera diferente las fuerzas de
producción, el bien toma otro sentido dentro de la sociedad, en este caso por disminución de costos. Fue dar el
mensaje de que no sólo los adinerados podían tener un vehículo, sino que era accesible para toda la población y por
ello todos debían tener uno.

 NUEVO MERCADO. Apertura de un nuevo mercado

Ejemplo de Mc Donald: Los hermanos Richard y Maurice (Dick y Mac) Mc Donald, en medio de un ambiente ganador
de la segunda guerra mundial donde los estadounidenses sentían merecer una buena vida tras haber luchado y
ganado, pensaron que la buena vida incluía velocidad para obtener lo que se quiere cuando se quiere. Y es así como
en un mercado ya existente como el de las comidas, se pegaron al Fordismo para escoger las opciones más rentables
y estandarizarlas con el fin de reducir el tiempo de servicio de 30 minutos a 3 segundos y con ello introducir el concepto
de comidas rápidas. Las personas pensaban que estaban locos, porque los hermanos Mc Donald eran exitosos en el
drive in, y el pensar en recibir su comida en menos tiempo era improbable. En 1948 se creó la primera tienda de
comida bajo este concepto. Ray Kroc impresionado con el negocio, en 1952 abre la primera franquicia, sistema de
venta de productos de una firma comercial en tienda de otro propietario, con lo cual comenzó la expansión del imperio
Mc Donald’s, que actualmente tiene 30.000 puntos de venta en los 5 continentes (Dossier de Prensa;, 2014). En el
mercado de las comidas, que no se trata de un mercado poco explorado, Mc Donald’s sentó dos paradigmas: el hecho
de que hayan introducido el factor tiempo dentro de su proceso de producción hizo que todos cambiaran sus
expectativas al momento de comer en una tienda o restaurante, por ejemplo una hamburguesa, asociándola
inmediatamente a comidas rápidas y esperando obtener el pedido en un tiempo corto. Y por otro lado, la visibilidad e
internacionalización que tienen, gracias a sus franquicias, hizo que a cualquier país donde se llegue, Mc Donald´s sea
tan familiar como si se estuviera en el propio, ya que conserva los mismos lineamientos.

 NUEVA FUENTE DE MATERIA PRIMA. Conquista de nuevas fuentes de materia prima

El internet y las plataformas tecnológicas, son herramientas que le ofrecen al usuario una serie de recursos y servicios
con usos como la comunicación, interacción, transmisión de datos e información, paquetes multimedia, entre otras,
que algunas empresas han sabido aprovechar de manera innovadora. Entre ellas se tiene: Amazon encargada del
comercio electrónico lanzada en 1995 para venta de libros, películas, videojuegos, ropa, comida, etc. Netflix nació en
1998 siendo un software de streaming que permite ver el contenido de entretenimiento a través de cualquier
dispositivo conectado a internet. Airbnb creada en 2007 como una alternativa barata a los hoteles, con un directorio
de habitaciones y apartamentos disponibles. Y Uber salió al mercado en 2008 como una plataforma o app para
conseguir un auto o servicio de transporte con solo tocar un botón. Estas empresas cambiaron el proceso en el que el
usuario accede al bien o servicio, que es lo mismo que decir que cambiaron la fuente de aprovisionamiento para que
el usuario acceda al producto, mediante el uso de las plataformas tecnológicas (Ojer & Capapé, 2012) Todas estas
compañías no ofrecen nada diferente a lo ya existente, la diferencia que comparten es cómo llegar al usuario, con
soluciones innovadoras a problemas habituales. Y actualmente todos precisan de más tiempo para compartir, viajar,
estudiar, descansar o cualquier actividad para beneficio propio, por lo cual el hecho de que una plataforma tecnológica
ofrezca adquirir estos servicios con mayor comodidad y agilidad es revolucionario, y está determinando las conductas
y estilos de vida.

 NUEVO MONOPOLIO O DESTRUCCIÓN DE UNO EXISTENTE. Establecimiento de una nueva organización en


una determinada industria.

Bitcoin se puede definir como una moneda completamente digital que permite un nuevo sistema de pago dentro de
una red consensuada. Esta moneda nació como tal en 2009 con la primera transacción, su funcionamiento se da a
partir de un monedero virtual, que transa la moneda encriptada en una red controlada por todos los usuarios de
Bitcoin en el mundo, y que comparten una contabilidad pública llamada “block chain”. Actualmente Bitcoin no tiene
una regulación ni tampoco un grado importante de aceptación, pero su valor ha aumentado en los últimos 6 años en
un 300% (Díaz & Sánchez, 2014) La revolución que trae Bitcoin es respecto al sistema financiero que se conoce
actualmente, que aunque en el fondo tienen la misma función de hacer transacciones de valor, el Bitcoin plantea
dichas transacciones sin intermediación alguna de un tercero, en este momento Bitcoin tiene el monopolio dentro de
lo que se denomina las Criptomonedas, y a su vez es una alternativa al monopolio del sistema financiero. Al terminar
este artículo esta historia aún se está escribiendo, pero si se consolida, hipotéticamente, sería un antes y un después
para el sector monetario. Todos los casos estudiados tienen en común que en el momento en que surgieron son
cualitativamente diferentes a todo lo que existía, marcaron hitos, nuevas formas de satisfacer las necesidades y
también la creación de algunas que para entonces eran impensables. Y queda claro que aunque la tecnología puede
jugar un papel importante, realmente lo que originó cada uno de ellos fue combinar de manera diferente los factores
y medios en la producción del bien. De manera arriesgada, se puede decir, que el mundo está en constante cambio
por aquellos desenvolvimientos económicos.
El ciclo económico

Para Joseph Schumpeter es la fluctuación de la actividad económica que ocurre a lo largo del tiempo, y que deriva de la
sucesión de periodos de expansión y contracción. Los ciclos económicos se caracterizan por su división en cuatro etapas: 1)
Ascenso 2) Descenso 3) Recesión 4) Reactivación. El ciclo se inicia con un ascenso, cuyo periodo más alto es el auge. Luego
le sigue un descenso, en donde se produce alguna crisis, para dar paso a una recesión. Finalmente, después de la recesión
viene una reactivación que permite empezar un nuevo ciclo. A continuación, se ilustran las fases de un ciclo económico.
Comparando el PIB real con el PIB potencial (Y*). Existen algunas características comunes, que ayudan a diferenciar los
ciclos, como sus fases, el modo en el que oscilan, la periodicidad, y algunas características estilizadas.
En su Teoría de ciclos económicos, Schumpeter explica que los ciclos económicos son marcados por innovaciones, hechos
históricos que permiten un gran cambio económico. En realidad, son las innovaciones, impulsadas por los emprendedores,
las que producen una destrucción creativa y dan inicio a un nuevo ciclo económico. El ascenso del ciclo económico, se
caracteriza en un primer momento por el salto a la resistencia social de lo nuevo, que posteriormente causa la imitación
con diferentes motivos que causan una concentración. Esta concentración, según el autor, estaría alrededor de una o un
conjunto de industrias. Además, propone, analizando la historia, que una expansión del crédito y un alza en las inversiones
va unida siempre a una fase de auge.
En «Los ciclos económicos»(1939), Schumpeter identifica tres tipos de fases.

Primero, Ciclos de larga duración u ondas largas, esta teoría fue propuesta en un inicio por Kondratieff, quien argumentaba
que la economía capitalista evoluciona en ciclos de largo plazo que duran entre 50 y 60 años, según esta teoría la economía
tiende a crecer en el largo plazo en una sucesión de ondas largas. Luego, tenemos los ciclos Juglar: Fue propuesto Joseph
Clément Juglar, quien argumenta ciclos con duración entre de 4 a 10 años, que se dan dentro de los ciclos de larga duración
y por último están los ciclos pequeños que fue propuesto por Kitchin, él indica que pueden existir períodos económicos de
40 meses. Una onda de Kondratieff puede contener cinco o seis Juglars. Estos, a su vez, pueden agrupar a tres o cuatro
Kitchins. Es decir, en resumen, existen tres tipos de ciclos, de distintas duraciones que no se contradicen puesto que dentro
de la más larga se incluyen los ciclos de Juglar, como también los de Kitchin, de manera similar a la siguiente (con solo dos
ondas). Sin embargo, el economista austríaco reconoció que los ciclos no siempre se repiten con la misma periodicidad.

Además existen muchas razones que pueden explicar la existencia de ciclos. Hay razones externas e internas al sistema
económico. Entre las razones externas describiremos las del ciclo político y las del ciclo tecnológico. Entre las razones
internas el más conocido es el modelo del acelerador.

● La teoría del ciclo político argumenta que la periodicidad de las elecciones en los sistemas democráticos unida al
poder de los gobiernos para estimular la economía, provocan ciclos económicos de duración ajustada a la de los
períodos legislativos. Antes de las elecciones, el gobierno aprobará medidas expansivas, que promuevan la
inversión y la creación de empleos para que en el momento de acudir a las urnas, la mayoría de los votantes esté
satisfecho y apoye al partido en el poder. Esa expansión artificial provocará un exceso de demanda y tensiones
inflacionistas que deberán ser corregidos mediante medidas impopulares que serán adoptadas poco después de
las elecciones, cuando pueda dejarse pasar mucho tiempo antes de someterse de nuevo a la aprobación popular.

● La teoría del ciclo tecnológico explica la existencia de los ciclos largos de Kondratieff por existir momentos en los
que la conjunción de algunos descubrimientos científicos clave permite la aparición de un grupo de nuevas
tecnologías, lo que estimula fuertemente la inversión, la demanda y el empleo. Mientras los nuevos productos se
hacen accesibles a un número cada vez mayor de personas en más países el ciclo continuará en su fase expansiva.
Cuando los mercados estén saturados se detendrá la inversión, cerrarán empresas y se producirá la recesión a la
espera de una nueva ola tecnológica. Los avances en los transportes suelen ser mostrados como claves en varios
ciclos históricos: los ferrocarriles a mediados del siglo pasado, los automóviles a principios de este siglo y los aviones
tras la Segunda Guerra Mundial. Muchos analistas consideran que estamos en la fase ascendente de un nuevo ciclo
largo provocado por la tecnología informática desarrollada al calor de la investigación para los viajes espaciales.
En conclusión, existen distintos tipos de ciclos económicos, que Schumpeter define, sobre la base de estudios de otros
autores, de corta duración, de mediana duración y de corta duración. Sin embargo, éstos compartirán las mismas etapas: el
ascenso, el descenso, la recesión y la reactivación, donde se puede observar la forma cíclica que toma y tendrán como punto
de inicio el proceso de innovación, impulsando la economía. La innovación es una creación humana y es característica de
los emprendedores que los distingue del común de los empresarios. Esto les permite responder ante cambios en el entorno
con propuestas creativas. Esto generará la interacción del emprendedor y su idea innovadora, y los otros empresarios que
también buscaran utilizar esta idea innovadora llevando al proceso de destrucción creativa

Su obra

Joseph desempeña un papel fundamental en una parte de la llamada escuela austriaca de economía, al analizar el
cambio de paradigma del modelo de equilibrio general en "la ciencia económica y su sustitución por un análisis mucho
más dinámico y humanista de los procesos económicos". Schumpeter aporta precisamente que, desde la teoría del
equilibrio general, las modificaciones y los fenómenos económicos no implican que la teoría económica solucione los
problemas. El equilibrio es un estado ideal, mientras que la economía y su teoría están en constante cambio.

Capitalismo, Socialismo y democracia (su obra)

La definición de la base del sistema capitalista y el ordenamiento económico se apoya sobre los siguientes pilares:

 Propiedad privada.
 Producción para el mercado y subdivisión del trabajo.
 El papel fundamental de la creación de créditos por parte de las entidades bancarias.

Según estas bases, el sistema capitalista sería estable por sí mismo, perdurando indefinidamente como una mentalidad
determinada de la sociedad y de su modo de vida. La distribución del propio sistema, se sustenta en los cambios de
mentalidad por la ruptura de la estabilidad provocada por los ciclos económicos.

Concepto de destrucción creativa

En concreto, el análisis se va a realizar basándose en la “destrucción creativa”, proceso que se considera el hecho
esencial del capitalismo.

La destrucción creativa implica la introducción de nuevos bienes y servicios, nuevas industrias y nuevos
competidores que hacen frente a los ya existentes, por lo que los productores tienen que sobrevivir mediante la
racionalización de la producción con nuevas y mejores herramientas que hacen que los trabajadores sean más
productivos y sus productos más competitivos.

La gran aportación de Joseph Alois Schumpeter fue refinar la idea de que el capitalismo es como la guerra, al proponer
la teoría de la “destrucción creadora”. Schumpeter puso demasiado énfasis en que la competencia destruye
estructuras productivas existentes para sustituirlas por estructuras innovadoras.

No supo subrayar uno de los aspectos positivos de la innovación, a saber, que ésta puede surgir sin necesariamente
destruir la capacidad de ganarse la vida de los acostumbrados al modo antiguo de hacer las cosas, si muestran
adaptabilidad al cambio.

Sin embargo, tiene un lado oscuro: el costo social que este proceso produce sobre las personas afectadas. Si no se
abren suficientes alternativas para el cambio, no sólo fracasará la economía, sino los mercados, las organizaciones y
las personas. Hay sólo dos elecciones: jugar o ser eliminado.

Aportes de Schumpeter en la actualidad

Recordemos: para el economista austriaco Joseph Schumpeter la lógica del capitalismo está vinculada el concepto de
"destrucción creativa". Una innovación tecnológica permite aumentar la productividad y ofrecer a los ciudadanos
nuevos servicios y productos que destruyen empresas y puestos de trabajo; pero aquellos empleos son sustituidos por
otros creados por la innovación. Así, el capitalismo genera un universo de desarraigo permanente, pero también
proporciona la solución: el intercambio de unas actividades por otras. Al final había un juego de suma positiva.
Hasta ahora. No es seguro que esto vaya a seguir siendo así. No hay certeza alguna de que el empleo existente sea
sustituido por otro, al menos en la misma cantidad y en condiciones laborales más o menos idénticas. La aparición de
plataformas tecnológicas mundiales que no producen nada y solo median, hace factible la duda. Esto es en definitiva
lo que hay detrás de la huelga de taxistas o de los problemas entre los hoteleros y Airbnb, que han tenido la virtud de
visibilizar este dilema.

Estas plataformas han obtenido ya dos victorias en el terreno del lenguaje. Se presentan a sí mismas como fruto de la
modernidad global y a los oponentes los tildan de viejos dinosaurios partidarios de los oligopolios, el proteccionismo
y las sociedades cerradas; y segundo, se califican como pertenecientes a una supuesta "economía colaborativa" en la
que parece que los inmensos beneficios en cuestión no existen o están en un segundo término respecto al poderoso
foco de atención de "colaborativo". A esta economía colaborativa pertenecerían los famosos GAFA (siglas de Google,
Apple, Facebook y Amazon) además de las infinitas apps que se crean todos los días.

El filósofo francés Luz Ferry ha tenido el acierto de distinguir las dos lógicas que disputan el papel de las plataformas
digitales que están en nuestras vidas (La revolución transhumanista, Alianza Editorial). La primera defiende que
Internet y las plataformas forman parte de una tercera revolución industrial que permitirá organizar la vida al margen
del régimen capitalista y de las dos estructuras que le son inherentes desde el siglo XVII: el Estado y del mercado; esta
revolución presenciaría el eclipse definitivo del capitalismo. La segunda, a la que se adhiere Ferry, no niega que se
trate de una revolución (a la que pertenecerían también las energías renovables y no carbónicas y que quizá dé lugar
a una estructura descentralizada de la vida económica), pero conllevará de modo estructural una formidable
desregulación. Una especie de nuevo estadio de capitalismo salvaje.

Vamos a tener una prueba sobre quién tiene razón en el modo con el que se resuelva mundialmente el conflicto con
los taxistas y los hoteleros. Y si ello va a dar lugar a lo que se denomina una "uberización del trabajo" que conlleva
rebajas de los estándares de calidad de vida que han dado personalidad al continente europeo, una sustitución
continua del trabajo asalariado por el de autónomo, una profundización en las sociedades low cost en las que el
trabajador ha de trabajar, si quiere ser competitivo, por las noches, o no puede hacer pausas en los ritmos del empleo.
O si las habitaciones proporcionadas por Airbnb no cumplen las normas de movilidad para minusválidos, etcétera.

Caso peruano (Pymes)

El debate de cómo lograr una mayor tasa de crecimiento potencial –aquella que resulta de usar a plena capacidad
nuestros factores de producción– llega en buen momento. Después de una de las expansiones globales más largas de
la historia reciente que comenzó tras la gran recesión del 2009, la economía global empieza a desacelerarse y nuestros
dos principales socios comerciales –China y Estados Unidos– son los más afectados. De hecho, algunos analistas
pronostican que EE.UU. entrará en recesión en el 2020.

Existe un consenso en que las medidas más apropiadas para alcanzar un mayor crecimiento potencial son las que
aumentan la productividad y la formalización. La literatura económica es clara en señalar que lo que induce aumentos
en el crecimiento potencial es la productividad total de factores, definida como la forma en la que se combinan los
distintos factores de producción, esencialmente el trabajo y el capital, pero que incluyen a otros componentes, como
el nivel de entrenamiento de nuestros trabajadores y, sobre todo, la inversión en el conocimiento y la innovación.

Sin embargo, este proceso de generación de productividad es más complicado de lo que parece a simple vista. De
hecho, las mediciones de la productividad total de factores son hasta cierto punto ambiguas, pues esta se calcula como
residuo una vez que se ha estimado la contribución del capital y del trabajo al crecimiento económico. También es el
caso que muchos componentes del índice de competitividad que calcula el Foro Económico Mundial tienen poca
correlación con la productividad.

Hay una medida que tiene un gran efecto comprobado sobre la productividad en base a estudios realizados en países
exitosos. Se trata de lo que el gran economista austríaco Joseph Schumpeter denominó como la “destrucción
creativa”. Esta se define como la capacidad que tiene una economía para movilizar recursos entre sectores y, como
se entiende intuitivamente, la capacidad para extraer recursos de los sectores que pierden rentabilidad y llevarlos
hacia los sectores que la ganan. En una economía expuesta a cambios estructurales bruscos, como la nuestra, esta
flexibilidad determina en última instancia qué tan rápido nos adaptamos al cambio. Hoy, por ejemplo, enfrentamos la
cuarta revolución industrial con las innovaciones tecnológicas, pero experimentamos otros cambios más sutiles. Uno
de ellos es el ascenso de nuestra agricultura, que empieza a generar mayor rentabilidad y que requiere de una mayor
oferta de trabajadores calificados y de capital.

Una mirada simple a nuestra economía nos señala que carecemos de esta ansiada movilidad. Por ejemplo, Miguel
Jaramillo encontró que dentro del empleo formal existe una gran movilidad laboral: los trabajadores se mueven entre
puestos de trabajo, lo que permite que los más calificados migren hacia los puestos más productivos. Lo sorprendente
es que casi no existe movilidad entre el sector formal y el informal para los trabajadores que han iniciado su vida
laboral en alguno de esos sectores, cuando se espera que en una economía en transformación la movilidad suceda de
manera natural; es decir, que la formalización avance. Más sorprendente aun es la falta de movilidad de nuestro escaso
capital productivo. Muchos estudios, entre ellos uno reciente del BID, han caracterizado nuestra estructura
empresarial como un pequeño grupo de grandes empresas con altas productividades y una gran cantidad de micro y
pequeñas empresas con productividades que apenas alcanzan el 6% y el 16%, respectivamente, de las grandes, y en
donde habita la informalidad (el llamado enanismo empresarial).

Existen muchas propuestas sobre lo que debemos hacer, pero nuestra delgada fibra política solo nos permite avanzar
a pasos muy pequeños, los que necesitan generar pasos importantes que procuren beneficios sociales. Hay dos áreas
que califican en esta dirección. Lo primero es retirarle los sobrecostos al salario asegurando que el trabajador
mantenga estos beneficios –esta fue la base de las recomendaciones de la Comisión de Protección Social (CPS)–. El
hecho de que un trabajador formal tenga que pagar altos costos para acceder a sus servicios sociales y que estos estén
atados al puesto de trabajo y no al trabajador impide que este quiera formalizarse. El economista mexicano Santiago
Levy, por ejemplo, propone financiar gradualmente estos beneficios con impuestos al consumo, reducir aquellos sobre
el puesto de trabajo y ligar los beneficios al trabajador (tal y como lo recogió la CPS).

Algo similar sucede con nuestro capital. Aquí no existe una sola política, pero es claro que nuestros sistemas –judicial,
tributario, financiero y regulatorio– impiden que el capital fluya libremente. Ya hemos mencionado en un artículo
anterior lo crítica que es la reforma del sistema de justicia y lo importante que resulta afianzar los derechos de
propiedad –claves en un sistema capitalista–. Pero también destacan los sesgos tributarios que, por ejemplo, penalizan
a una empresa agrícola que quiera convertirse en industrial, pues automáticamente pasa a pagar un Impuesto a la
Renta del 29,5% (en vez del 15% del régimen agrícola). El sesgo tributario también impacta en el financiamiento, al
hacer más oneroso a un empresario financiarse con aumentos de capital (el financiamiento que mejor absorbe el
riesgo) que con una deuda bancaria. En vez de seguir promoviendo excepciones y regímenes especiales, podríamos
retirar toda restricción que impida el libre flujo de capital entre empresas y promover una profunda reforma del
mercado de capitales. Solo así nuestra economía podrá entrar en ese proceso virtuoso de “destrucción creativa” que
nos llevará hacia mayores niveles de productividad y bienestar.

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