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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA MECÁNICA
DPTO. TÉRMICA Y ENERGÉTICA

APUNTES PARA MECÁNICA DE LOS FLUIDOS

PROF. RICHARD RODRÍGUEZ A.

VALENCIA, MAYO 2008


ÍNDICE DE CONTENIDO

CONTENIDO PÁG

CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN A LA MECÁNICA DE LOS FLUIDOS.

1.1 ÁMBITO DE LA MECÁNICA DE FLUIDOS. 1


1.2 DISTINCIÓN ENTRE UN SÓLIDO Y UN FLUIDO. 1
1.3 FLUIDOS COMPRESIBLES E INCOMPRESIBLES. 3
1.4 CLASIFICACIÓN DE LOS FLUJOS. 4
1.5 DIMENSIONES Y UNIDADES. 9

CAPÍTULO 2. PROPIEDADES DE LOS FLUIDOS.

2.1 DENSIDAD. 13
2.2 PESO ESPECÍFICO. 14
2.3 DENSIDAD RELATIVA. 15
2.4 VISCOSIDAD. 16
2.5 VISCOSIDAD CINEMÁTICA. 24
2.6 PRESIÓN DE VAPOR Y CAVITACIÓN. 31
2.7 MÓDULO DE ELASTICIDAD VOLUMÉTRICO. 34
2.8 TENSIÓN SUPERFICIAL. 36

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CAPÍTULO 3. PRESIÓN Y ESTÁTICA DE LOS FLUIDOS.

3.1 PRESIÓN EN UN PUNTO. 40


PRESIÓN ABSOLUTA Y PRESIÓN RELATIVA O
3.2 42
EXCEDENTE.
3.3 VARIACIÓN DE PRESIÓN EN UN FLUIDO EN REPOSO. 43
3.4 PRESIÓN EXPRESADA COMO LA ALTURA DE UN FLUIDO. 50
3.5 MANÓMETROS Y PIEZÓMETROS DE LÍQUIDO. 52
3.6 FUERZA HIDROSTÁTICA SOBRE SUPERFICIES PLANAS. 58
3.7 FUERZA HIDROSTÁTICA SOBRE SUPERFICIES CURVAS. 64
3.8 FLOTACIÓN. 65
ESTABILIDAD DE LOS CUERPOS SUMERGIDOS Y
3.9 68
FLOTANTES

CAPÍTULO 4. LEYES FUNDAMENTALES DE INTERÉS PARA LA


MECÁNICA DE LOS FLUIDOS.

4.1 DESCRIPCIONES LAGRANGUIANA Y EULERIANA DE 72


MOVIMIENTO.
4.2 FUNDAMENTOS DE VISUALIZACIÓN DEL FLUJO. 74
4.3 MOVIMIENTO ABSOLUTO Y RELATIVO DE UNA 78
PARTÍCULA.

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4.4 TEOREMA DE TRANSPORTE DE REYNOLDS. 80


4.5 LEY DE CONSERVACIÓN DE LA MASA. 84
4.6 ECUACIÓN DE LA ENERGÍA 92
4.7 MEDICIÓN DE VELOCIDAD Y CAUDAL VOLUMETRICO. 114
4.8 ECUACIÓN DE LA CANTIDAD DE MOVIMIENTO. 123
ECUACIÓN DEL MOMENTO DE LA CANTIDAD DE
4.9 135
MOVIMIENTO.

CAPÍTULO 5. ANÁLISIS DIMENSIONAL.

5.1 HOMOGENEIDAD DIMENSIONAL. 149


5.2 TEOREMA PI DE BUCKINGHAM. 152
5.3 SIMILITUD. 157

CAPÍTULO 6. REDES SENCILLAS DE TUBERÍAS.

6.1 GENERALIDADES DEL FLUJO LAMINAR Y TURBULENTO. 168


6.2 NÚMERO DE REYNOLDS. 169
6.3 REGIÓN DE ENTRADA 171
6.4 FLUJO LAMINAR 174
6.5 FLUJO TURBULENTO EN UN TUBO. 186

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6.6 CASOS TÍPICOS DE FLUJOS DE FLUIDOS EN TUBERÍAS. 196


RELACIÓN FUNCIONAL ENTRE LAS PÉRDIDAS DE CARGA
6.7 199
Y EL CAUDAL VOLUMETRICO EN UNA TUBERÍA.
6.8 ARREGLO SENCILLOS DE TUBERÍAS. 200
6.9 PÉRDIDA DE CARGA EN VÁLVULAS Y ACCESORIOS. 205
6.10 DIÁMETRO ECONÓMICO DE UNA TUBERÍA. 213
6.11 CAMINO CRÍTICO. 216

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN A LA MECÁNICA DE LOS FLUIDOS

1.1 ÁMBITO DE LA MECÁNICA DE LOS FLUIDOS.


La Mecánica de fluidos clásica es la ciencia de la mecánica de los líquidos y los
gases desde un punto de vista macroscópico, y está basada en los mismos principios
fundamentales utilizados en la Mecánica de sólidos y se puede dividir en tres ramas: la
Estática de fluidos, que es el estudio de los fluidos en reposo; la Cinemática, que trata
de las velocidades y las líneas de corriente sin considerar fuerzas ni energía; y la
Dinámica de fluidos, que trata de las relaciones entre velocidades y aceleraciones y las
fuerzas ejercidas por o sobre fluidos en movimiento.

La mecánica de fluidos también se divide en varias categorías. El estudio del


movimiento de fluidos que son prácticamente incompresibles (como los líquidos y los
gases movidos a bajas velocidades) suele mencionarse como hidrodinámica. Una
subcategoría de ésta es la hidráulica, que estudia los flujos de líquidos en tubos y
canales abiertos. La dinámica de gases trata del flujo de fluidos que sufren cambios
significativos en la densidad, como el flujo de gases a través de toberas a altas
velocidades. La categoría aerodinámica se ocupa del flujo de gases (en especial del
aire) sobre cuerpos como aviones, cohetes y automóviles a altas o bajas velocidades.
Algunas otras categorías como la meteorología, la oceanografía y la hidrología tratan
de flujos que ocurren de manera natural.

1.2 DISTINCIÓN ENTRE UN SÓLIDO Y UN FLUIDO.


Tradicionalmente se ha considerado que la materia se encuentra en la
naturaleza bajo tres estados: sólido, líquido y gaseoso, siendo los dos últimos los
que forman el llamado estado fluido. En los últimos años se ha hecho frecuente
agregar un cuarto estado: el plasma, que es aquel que alcanza la materia a altas
2

temperaturas o muy bajas presiones. La característica más resaltante de este


último estado es que la mayor parte de las moléculas que conforman la materia
están ionizadas y, en consecuencia, eléctricamente cargadas y susceptibles de ser
afectadas por fuerzas electromagnéticas. Aunque el estudio del movimiento del
plasma está gobernado por leyes y ecuaciones semejantes a las de los fluidos, su
análisis queda usualmente fuera de los textos de mecánica de los fluidos clásica,
los cuales abarcan tradicionalmente sólo los líquidos y los gases.

Toda persona sabe distinguir entre un sólido, un líquido y un gas, ver


figura 1.1, simplemente considerando que el primero es aparentemente aquella
materia que conserva su forma; el segundo es el que se adapta a la forma del
recipiente que lo contiene; y el tercero se distingue como aquella materia que
tiende a ocupar todo el espacio disponible.

(a) (b) (c)


Figura 1.1. Disposición de los átomos en las diferentes fases: (a)Sólido,
(b)Líquido y (c)Gas. [2]

Formalmente, la diferencia entre un sólido y un fluido se hace con base a


la capacidad de la sustancia para oponer resistencia a un esfuerzo cortante (o
tangencial) aplicado que tiende a cambiar su forma. Un sólido puede oponer
resistencia a un esfuerzo cortante aplicado por medio de la deformación, en tanto
que un fluido se deforma de manera continua bajo la influencia del esfuerzo
cortante, sin importar lo pequeño que sea. En los sólidos elásticos, el esfuerzo es

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proporcional a la deformación, pero en los fluidos newtonianos el esfuerzo es


proporcional a la razón de deformación o gradiente de velocidad; esto se
explicará con mayor detalle en al aparte relacionado con la propiedad viscosidad.
Cuando se aplica un esfuerzo cortante constante a un sólido elástico, a un cierto
ángulo fijo, este deja de deformarse, ver figura 1.2(a). Un fluido nunca deja de

deformarse y tiende a cierta razón de deformación dv dy , ver figura 1.2(b).

(a) (b)
Figura 1.2. Sustancia sometida a esfuerzos tangenciales: (a)Sólido
elástico, donde la tangente del ángulo  es la deformación unitaria y (b)Fluido
confinado entre dos placas paralelas, éste no puede soportar esfuerzo tangencial
alguno. [4]

La división clásica de los dos estados, sólido y fluido, no es clara en


algunos casos límite. Hay materiales que se encuentran entre ambos estados e
inclusive entre los líquidos y los gases. Los plásticos, las pinturas, el asfalto, la
pasta dental y en algunas ocasiones el acero, se encuentran en esta situación.
Esos casos límite se encuentran más allá del alcance del curso y para su estudio
se encuentra la Reología.

1.3 FLUIDOS COMPRESIBLES E INCOMPRESIBLES.


La mecánica de fluidos trata tanto a los fluidos compresibles como a los
fluidos incompresibles, es decir, fluidos de densidad variable o densidad

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constante. Aunque en la realidad no hay un fluido incompresible, este término se


aplica a los casos donde el cambio de la densidad con la presión es despreciable.

Los líquidos se consideran comúnmente como fluidos incompresibles,


salvo en muy contados casos, como los problemas relacionados con el golpe de
ariete en un tubo de agua (causado por las vibraciones del tubo generadas por la
reflexión de ondas de presión que se presentan después del cierre repentino de válvulas)
donde es necesario tener en cuenta la compresibilidad del líquido.

Los gases también pueden considerarse como incompresibles en algunos


casos en los cuales la variación de la presión es pequeña en comparación con la
presión absoluta. El flujo del aire en un sistema de aire acondicionado es un caso
en que el gas se puede considerar como incompresible, debido a que la variación
de la presión es tan pequeña que el cambio en la densidad no tiene mayor impor-
tancia. No obstante, en el caso de un gas o vapor que fluye a alta velocidad a
través de una tubería larga, la caída de presión puede resultar tan grande que el
cambio en la densidad no es despreciable.

El curso de Mecánica de los Fluidos centrará su atención en los fluidos y flujos


incompresibles. El análisis de los fluidos y flujos compresibles se efectuará en el curso
Dinámica de Gases.

1.4 CLASIFICACIÓN DE LOS FLUJOS DE FLUIDOS.


Como se ha comentado la mecánica de fluidos trata el comportamiento de los
fluidos en reposo o en movimiento. En el caso de los fluidos en movimiento, hay una
amplia variedad de problemas del flujo de fluidos que se encuentran en la práctica y
suele ser conveniente clasificarlos sobre la base de algunas características comunes,
para que sea factible estudiarlos en grupos. Existen muchas maneras de clasificar los
problemas del flujo de fluidos y, enseguida, se presentan algunas categorías:

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a) Flujo interno y Flujo externo.


Un flujo de un fluido se clasifica como interno o externo, dependiendo si a ese
fluido se le obliga a fluir en un canal confinado o sobre una superficie. El flujo de un
fluido no limitado sobre una superficie, como una placa, un alambre o un tubo, es flujo
externo. El flujo en un tubo o ducto es flujo interno si el fluido queda por completo
limitado por las superficies sólidas. Por ejemplo, el flujo de aire frío por un ducto de
ventilación es flujo interno y el flujo de aire sobre una pelota es un flujo externo. El
flujo de líquidos en un ducto se conoce como flujo en canal abierto si ese ducto sólo
está lleno en forma parcial con el líquido y se tiene una superficie libre. Los flujos de
agua en los ríos son ejemplos de estos flujos.

b) Flujo compresible y Flujo incompresible.


Un flujo se clasifica como compresible o incompresible, dependiendo del nivel
de variación de la densidad del fluido durante ese flujo. La incompresibilidad es una
aproximación y se dice que el flujo es incompresible si la densidad permanece
aproximadamente constante a lo largo de todo el flujo.

En esencia, las densidades de los líquidos son constantes y, así, el flujo de ellos
es típicamente incompresible. Por lo tanto, se suele decir que los líquidos son sustancias
incompresibles. Por ejemplo, una presión de 210 atm hace que la densidad del agua
líquida a 1 atm cambie en sólo 1 por ciento. En el caso de los líquidos, debe haber
cambios significativos en la temperatura del fluido para que ocurran cambios
apreciables en su densidad.

Por otra parte, los gases son intensamente compresibles. Por ejemplo, un cambio
de presión de sólo 0,01 atm causa un cambio de 1 por ciento en la densidad del aire
atmosférico.

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El número adimensional Número de Mach Ma permite clasificar


cuantitativamente a los flujos como compresibles o incompresibles. Este número se
define como:
Velocidad del Flujo
Ma 
Velocidad del Sonido

La velocidad del sonido tiene un valor aproximado de 346 m/s en el aire a


temperatura ambiente al nivel del mar. Se dice que un flujo es sónico cuando Ma=1,
subsónico cuando Ma<1 y supersónico cuando Ma>1.

Los flujos de gases se pueden aproximar como incompresibles si los cambios en


la densidad se encuentran por debajo del 5 por ciento, lo cual suele ser el caso cuando
Ma < 0.3.

c) Flujo laminar y Flujo turbulento.


El movimiento intensamente ordenado de un fluido, caracterizado por capas o
líneas no alteradas de éste se menciona como laminar, ver figura 1.3(a). La palabra
laminar proviene del movimiento de partículas juntas adyacentes del fluido en
"láminas". El flujo de los fluidos intensamente viscosos, como los aceites a bajas
velocidades, por lo general es laminar. El movimiento intensamente desordenado de un
fluido, ver figura 1.3(b), común en flujos con velocidades altas y bajas viscosidades, se
caracteriza por fluctuaciones en la velocidad se llama turbulento. Un flujo que se alterna
entre laminar y turbulento se conoce como de transición.

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(a) (b)
Figura 1.3. Flujo saliendo de una tubería; (a)Flujo laminar; (b)Flujo turbulento. [9]

d) Flujo estacionario y Flujo no estacionario.


El término estacionario o estable o permanente implica que no hay cambio en un
punto con el tiempo. Lo opuesto a lo anterior se denomina no estacionario.

A menudo se usan los términos no estacionario y transitorio de manera inter-


cambiable, sin embargo no son sinónimos. En mecánica de fluidos, no estacionario es el
término más general que se aplica a cualquier flujo que no sea estacionario, pero
transitorio es común aplicarlo para flujos en desarrollo. El término periódico se refiere a
la clase de flujo no estacionario en el cual éste oscila en torno a una media estacionaria.

Equipos como las turbinas, los compresores, las calderas, las bombas, los
condensadores y los intercambiadores de calor, entre otros, operan durante largos
periodos en las mismas condiciones y se clasifican como equipos de flujo estacionario.
Durante el flujo estacionario, las propiedades del fluido pueden cambiar de punto a
punto dentro de un equipo, pero en cualquier punto fijo permanecen constantes. Por lo
tanto, el volumen, la masa y la energía total de un equipo de flujo estacionario o sección
de flujo permanecen constantes en la operación estacionaria.

e) Flujos unidimensional, bidimensional y tridimensional


Se dice que un flujo es unidimensional, bidimensional o tridimensional si la
velocidad del flujo varía en una, dos o tres dimensiones, respectivamente. Un flujo

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típico de un fluido comprende una configuración geométrica tridimensional y la


velocidad puede variar en éstas tres dimensiones, y dar lugar al flujo tridimensional

[ V x, y, z  en coordenadas rectangulares, o V r , , z  en coordenadas cilíndricas]. Sin


embargo, existen situaciones donde el análisis del movimiento en un plano es suficiente,
pues todos los planos paralelos tienen un esquema de flujo semejante a él y entre sí, al
no existir componente de la velocidad en el sentido normal al plano seleccionado. Este
tipo de flujo es denominado bidimensional, pues sólo dos coordenadas son necesarias.
Asimismo, podría darse el caso que el análisis del movimiento a lo largo de una línea de
corriente sea suficiente pues todas las otras líneas son iguales a ella; este flujo sería
unidimensional, el cual es más fácil de analizar.

Considérese el flujo estacionario de un fluido por un tubo circular sujeto a un


tanque grande, el cual se ilustra en la figura 1.4. La velocidad del fluido en todos los
puntos sobre la superficie del tubo es cero, debido a la condición de no-deslizamiento
(lo cual se explicará con detalle en el aparte relacionado con la propiedad viscosidad), y
el flujo es bidimensional en la región de entrada de ese tubo dado que la velocidad
cambia tanto en la dirección r, como en la z. El perfil de velocidad se desarrolla
plenamente y permanece inalterado más allá de cierta distancia de la entrada (alrededor
de 10 diámetros de tubo en el flujo turbulento y menos en el laminar) y se dice que, en
esta región, se encuentra totalmente desarrollado. El flujo totalmente desarrollado en un
tubo circular es unidimensional ya que la velocidad varía en la dirección radial, pero no
en las direcciones angular  , o axial z, como se muestra en la figura 1.4. Es decir, el
perfil de velocidad es el mismo en cualquier ubicación axial z- y es simétrico respecto
al eje del tubo.

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Figura 1.4. Desarrollo del perfil de velocidad en un tubo circular. En la entrada el flujo
es bidimensional [ V r , z  ]. Cuando el perfil de velocidad se desarrolla totalmente se
convierte en unidimensional [ V r  ]. [2]

Finalmente, es común en mecánica de los fluidos hablar de análisis unidimen-


sional, pero este enfoque no supone que el flujo sea rigurosamente unidimensional, sino
que se representa el flujo tridimensional, por una línea de corriente a la cual se le
asignan las condiciones promedio de las variables del flujo (velocidades, aceleraciones
y presiones, entre otras)

1.5 DIMENSIONES Y UNIDADES.


Cualquier cantidad física se puede caracterizar mediante dimensiones. Las
magnitudes asignadas a las dimensiones se llaman unidades. Algunas dimensiones
básicas son la masa m, la longitud L, el tiempo t, y la temperatura T se seleccionaron
como dimensiones primarias, básicas o fundamentales, en tanto que otras, como la
velocidad V, la energía E, y el volumen  se expresan en términos de las dimensiones
primarias y se llaman dimensiones secundarias o derivadas.

Con el transcurso de los años se han desarrollado varios sistemas de unidades y


en la actualidad todavía son de uso común dos conjuntos de éstas: el sistema inglés, el
cual también se conoce como United States Customary System (USCS, sistema de uso
común en Estados Unidos), y el sistema internacional SI (por Le Systéme International
d' Unités). El SI es un sistema sencillo y lógico basado en una relación decimal entre las

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diversas unidades y se usa para el trabajo científico y de ingeniería en la mayor parte de


las naciones industrializadas, inclusive Inglaterra.

La tabla siguiente muestra las dimensiones básicas definidas y sus respectivas


unidades en el SI.

Tabla 1.1. Dimensiones básicas y sus unidades en SI.

Fuente: Cengel, Yunus. [2]

Como se señaló, el SI se basa en una relación decimal entre las unidades. En la


tabla 1.2 se da una lista de los prefijos usados para expresar los múltiplos de las diversas
unidades.
Tabla 1.2. Prefijos estándar del SI.

Fuente: Cengel ,Yunus. [2]

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En la tabla 1.3 se da una lista parcial de las cantidades derivadas que se


encuentran comúnmente en mecánica de los fluidos y sus dimensiones expresadas en
SI.

Tabla 1.3. Algunas cantidades derivadas expresadas en SI.

Fuente: Franzini, Joseph. [3]

Si bien es cierto que durante el curso de mecánica de fluidos, el sistema de


unidades a utilizar es el SI; hay casos en los cuales se recurrirán a unidades prácticas
según la aplicación. Por ejemplo, en los sistemas de bombeo se suele expresar el caudal
volumétrico en galones por minuto [gpm (US)] y el trabajo específico en metros de
columna de agua [m.c.a.]

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CAPÍTULO 2
PROPIEDADES DE LOS FLUIDOS

Las propiedades son aquellas características observables o medibles que


permiten identificar o definir a un sistema o a una superficie de control. Para el
ámbito de la mecánica de los fluidos, las propiedades suelen clasificarse según la
relación que guarde con el tamaño del sistema como intensivas o extensivas. Las
propiedades intensivas son independientes de la masa de un sistema, como la
temperatura, la presión y la densidad. Las propiedades extensivas son aquellas
cuyos valores dependen de la extensión del sistema, como por ejemplo la masa
total, el volumen total y la cantidad total de movimiento. En general, se usan
letras mayúsculas para denotar las propiedades extensivas (la masa m es una
excepción importante) y minúsculas para las propiedades intensivas (las
excepciones son la presión P y la temperatura T).

Las propiedades extensivas por unidad de masa se llaman propiedades


específicas. Algunos ejemplos de propiedades específicas son el volumen
específico y la entropía específica.

Por otra parte, los fluidos (líquidos y gases) son sustancias que debido a su
poca cohesión intermolecular, carecen de forma propia y adopta la forma del
recipiente que lo contiene. Como se mencionó en el capítulo anterior, los fluidos
suelen clasificarse como compresibles e incompresibles. Sin embargo, aunque el
fluido incompresible no existe en la realidad hay problemas que se resuelven,
aceptablemente en ingeniería, considerando que el fluido es incompresible. Estos
problemas se estudian en la mecánica de fluidos incompresibles. Los restantes
problemas forman parte de los problemas que se estudian en la asignatura
Dinámica de Gases.

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En el caso de los líquidos estos se suelen agrupar en fluidos


incompresibles, pues para que varíe considerablemente la densidad de la sustancia
deben ocurrir cambios significativos en la propiedad temperatura. Los gases
generalmente se clasifican como fluidos compresibles; pero en casos en los cuales
las variaciones de presión que ocurren en el proceso son pequeñas, como el caso
de los ventiladores (los cambios de presión máximos están alrededor de 10 kPa),
el gas puede considerarse también como incompresible. Por el contrario, el
turbocompresor del ciclo Brayton, que comprime aire alrededor de 700 kPa por
encima de la presión atmosférica, es una máquina en la cual los efectos de la
compresibilidad no pueden despreciarse.

2.1 DENSIDAD.
La densidad de un fluido es una propiedad intensiva específica definida
como la relación entre la masa de un fluido y el volumen que ocupa esa masa. En
términos, algebraicos:
m
 …(2.1)

Para el Sistema Internacional SI la masa debe expresarse en kg y el
volumen en m3, por tanto, la densidad ρ debe expresarse en kg/m3.

En general, la densidad de una sustancia depende de la temperatura y de la


presión. La densidad de los gases ideales es proporcional a la presión e
inversamente proporcional a la temperatura, según lo que establece la ecuación de
estado para los gases ideales. Por otro lado, los líquidos son sustancias
esencialmente incompresibles y la variación de su densidad con la presión suele
ser despreciable. Por ejemplo, la densidad del agua a 20°C y 101,325 kPa es 998
kg/m3 y a 20 ºC y 10 MPa es 1003 kg/m3, nótese un cambio de sólo 0,5% por lo
cual se puede despreciar el efecto de la presión sobre la densidad en muchos
análisis de Ingeniería.

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En la figura siguiente se muestra el pequeño cambio de la densidad del


agua con grandes variaciones de la temperatura, lo cual reafirma el hecho que
deben ocurrir grandes cambios en la temperatura para evidenciar cambios
significativos en la densidad de los líquidos.

Figura 2.1. Densidad del agua en función de la temperatura. [6]

Para el agua líquida puede recurrirse al modelo matemático siguiente para


evaluar su densidad:

  1000 
t  42 …(2.2)
180
donde la temperatura t debe expresarse en ºC para obtener densidad en unidades
de kg/m3. Cabe mencionar que la expresión anterior tiene un error relativo menor
a 1%, si la temperatura del agua es inferior a 50 ºC.

La definición de volumen específico (υ=1/ρ) se utiliza generalmente para


sustancias gaseosas pues son valores elevados y por ende, más fáciles de manejar.

2.2 PESO ESPECÍFICO.


El peso específico de un fluido representa la fuerza ejercida por la acción
de la gravedad sobre la masa contenida una unidad de volumen de fluido.
Algebraicamente es:
W
  …(2.3)

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donde el peso W debe expresarse en N y el volumen  en m3, resultando las


unidades del peso específico en N/m3. Por otra parte, la expresión anterior puede
plantearse como
m.g
    .g …(2.4)

Donde la aceleración gravitacional g debe expresarse en m/s2. El peso específico
es función de la temperatura y de la presión, aunque en el caso de los líquidos no
varía prácticamente con esta última.

2.3 DENSIDAD RELATIVA.


La densidad relativa (o gravedad específica) de un fluido se define como la
relación entre la densidad de dicho fluido en un determinado estado, y la densidad
de un fluido arbitrario evaluada en un estado arbitrario.
 fluido
GS  …(2.5)
 arbitrario

La densidad relativa de un líquido es la relación entre su densidad,


evaluada a una determinada temperatura, y la densidad del agua pura a una
temperatura estándar. Los físicos utilizan 4 ºC como valor estándar, pero los
ingenieros muchas veces utilizan 15,6 ºC (60 ºF). En el sistema métrico la
densidad del agua a 4 ºC es 1 g/cm3, y por tanto la densidad relativa de un líquido
tiene el mismo valor numérico que su densidad expresada en g/cm3. Entonces,
para los líquidos se tiene:
 Fluido T
GS T  …(2.6)
Tref  Agua Tref

La tabla 2.1 presenta una pequeña muestra de valores de densidad relativa


para algunos líquidos a las temperaturas que se especifican y la densidad del agua
pura evaluada a 4 ºC.

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La densidad relativa de un gas es la relación entre su densidad y la de


hidrógeno o aire a una temperatura y presión dadas, pero no hay un acuerdo
general sobre estos estándares, por lo que es preciso especificarlos en cada caso.

Tabla 2.1. Densidad relativa de algunos líquidos.

Fuente Mataix, Claudio. [4]

La densidad de un líquido se mide fácilmente con un densímetro o


hidrómetro, ver figura 2.2. Este consiste en un flotador lastrado de peso W, que se
sumerge en una probeta llena del líquido, cuya densidad se quiere medir. Se basa
en el principio de Arquímedes, del cual se ahondará en el próximo capítulo. El
flotador se hundirá más en el líquido de menor densidad y desalojará más líquido

2.4 VISCOSIDAD.
Las propiedades densidad, densidad relativa (gravedad especifica) y peso
especifico son medidas de “pesadez” de un fluido. Sin embargo, estas propiedades
no son suficientes para caracterizar el comportamiento de los flujos de fluidos, ya
que dos fluidos, como el agua y el aceite, pueden tener valores cercanos de
densidad pero un comportamiento completamente distinto al fluir.

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Figura 2.2. Esquema de un densímetro. [4]

La viscosidad (viscosidad dinámica o viscosidad absoluta) de un fluido es


una propiedad que representa la resistencia interna que ofrece un fluido al
movimiento o a la “fluidez”. En efecto, todos los cuerpos se deforman bajo la
acción de fuerzas tangenciales o esfuerzos cortantes. En los cuerpos elásticos la
deformación desaparece al dejar de actuar la fuerza. En la deformación plástica
subsiste la deformación aunque desaparezca la fuerza. En los fluidos la
deformación aumenta constantemente bajo la acción del esfuerzo cortante, por
pequeño que éste sea. La razón de deformación de un fluido está directamente
vinculada a la viscosidad del mismo. Para un esfuerzo dado, un fluido muy
viscoso se deforma más lentamente que uno de baja viscosidad.

Para obtener una relación algebraica para la viscosidad, considérese una


capa de fluido confinada entre dos placas paralelas muy grandes separadas por
una pequeña distancia l, ver figura 2.3. Ahora se aplica una fuerza paralela
constante F a la placa superior, en tanto que la placa inferior se mantiene fija.

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Después de los efectos transitorios iniciales, se observa que la placa superior se


mueve de manera continua, bajo la influencia de esta fuerza, a una velocidad
constante V.

Figura 2.3. Comportamiento del flujo de un fluido confinado entre grandes


placas. [2]
Un efecto importante de la viscosidad es hacer que el fluido se adhiera a
cualquier superficie, esto se conoce como “Condición de No Deslizamiento” y
ocurre con todos los fluidos viscosos. Debido a esta condición la capa de fluido
que se pega a una superficie estacionaria se mantiene en reposo. Una capa de
fluido adyacente a una superficie en movimiento tiene la misma velocidad que
ésta. Las capas intermedias deslizan una sobre otras como deslizan las hojas de un
libro colocado horizontalmente sobre la mesa al aplicar sobre la hoja superior una
fuerza horizontal.

Por tanto, de la figura 2.3 se puede inferir que el fluido se mueve con ella
a la misma velocidad, y el esfuerzo cortante τ que actúa sobre esta capa de fluido
es:
F
 …(2.7)
A
donde A (m2) es el área de contacto entre la placa y el fluido, F (N) es la fuerza
tangencial aplicada y τ (Pa) es el esfuerzo cortante.

El fluido en contacto con la placa inferior toma la velocidad de esa placa,


la cual es cero (debido a la condición de no deslizamiento). La velocidad del

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fluido entre las placas varía de manera lineal entre 0 y V, así el perfil de velocidad
puede expresarse como
V
u( y)  y …(2.8)
l
donde y es la distancia vertical medida desde la placa inferior.
El gradiente de velocidad queda definido como
du V
 …(2.9)
dy l
Durante un intervalo diferencial de tiempo dt, los lados de las partículas
del fluido a lo largo de una recta vertical MN giran describiendo un ángulo
diferencial dβ al mismo tiempo que la placa superior se mueve una distancia dife-
rencial da = V dt. El desplazamiento o deformación angular (o deformación por
esfuerzo cortante) se puede expresar como:
da Vdt du
d  tan d    dt …(2.10)
l l dy
Si se reordena, la razón de deformación bajo la influencia del esfuerzo
cortante τ queda:
d du
 …(2.11)
dt dy

De donde se llega a la conclusión que la razón de deformación de un ele-


mento de fluido equivale al gradiente de velocidad, du/dy. Además, se puede
verificar de manera experimental que, para la mayoría de los fluidos, la razón de
deformación es directamente proporcional al esfuerzo cortante τ, es decir:
d du
  …(2.12)
dt dy
La ecuación anterior se conoce como Ecuación de Newton para los
Fluidos en honor de Sir Isaac Newton, quien la expresó por primera vez en 1687.
En la ecuación 2.12, la constante de proporcionalidad μ se llama coeficiente de

viscosidad del fluido, cuya unidad en el SI es Pa.s (1 Pa.s= 1 kg m.s ). Por tanto,

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du
  …(2.13)
dy

Una unidad común de la viscosidad es el Poise (1 P = 1 g cm.s ) , el cual

equivale a 0,1 Pa.s. En este caso, el centipoise (1 cP = 1x10-2 P) sirve como


referencia pues la viscosidad del agua a 20 °C equivale a 1 centipoise.

2.4.1 CLASIFICACIÓN REOLÓGICA DE LOS FLUIDOS.


Los fluidos se pueden clasificar basados en su comportamiento reológico,
ver figura 2.4, de la siguiente manera:
a) Fluidos Newtonianos.
Es aquel fluido en el cual se verifica la Ecuación de Newton de los
Fluidos, es decir, un fluido en el cual la viscosidad no cambie con el gradiente de
velocidad.

Figura 2.4. Variación del esfuerzo cortante con respecto al gradiente de


velocidad. [6]

Un gráfico del esfuerzo cortante, en función de la razón de deformación


(gradiente de velocidad) para un fluido newtoniano, en un estado definido, es una

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21

recta cuya pendiente es la viscosidad de ese fluido, como se muestra en la figura


2.5. Nótese que la viscosidad es independiente de la razón de deformación.

Figura 2.5. Representación de la relación entre el esfuerzo cortante y la razón de


deformación para algunos fluidos Newtonianos. [6]

Para efectos del curso sólo se considerarán fluidos Newtonianos.

b) Fluidos No Newtonianos.
Un fluido es no Newtoniano si su comportamiento reológico difiere del

modelo propuesto por Newton, es decir,    du dy . Para los fluidos No

Newtonianos, la relación entre el esfuerzo cortante y la razón de deformación no


es lineal, como se muestra en la figura 2.4. La pendiente de la curva en el
diagrama de τ en función de du/dy se conoce como viscosidad aparente del fluido.
Los fluidos cuya viscosidad aparente se incrementa con la razón de deformación
(como las soluciones con almidón, lodos, mezcla de agua-harina de maíz o arena
movedizas) se conocen como fluidos dilatantes o espesantes al corte. Así la
dificultad de retirar un objeto de la arena movediza aumenta a medida que
aumenta la velocidad con la cual se retira el objeto. Los que exhiben el
comportamiento opuesto a los fluidos dilatantes (el fluido que se vuelve menos
viscoso a medida que se le sujeta a un corte más intenso, como algunas pinturas,

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22

las soluciones de polímero y los fluidos con partículas suspendidas) se conocen


como fluidos seudoplásticos o adelgazantes al corte. Por ejemplo, la pintura de
latex no gotea de la brocha porque la razón de deformación es pequeña; sin
embargo, fluye suavemente sobre la pared porque la delgada capa de pintura que
hay entre la pared y la brocha produce una gran razón de deformación.

Algunos materiales, como la pasta de dientes, pueden resistir un esfuerzo


cortante finito y se comportan como un sólido, pero se deforman de manera
continua cuando ese esfuerzo sobrepasa el del punto de fluencia, y en
consecuencia, se comportan como un fluido. Esos materiales se conocen como
plásticos de Bingham, en honor de E. C. Bingham, quien realizó trabajos pioneros
sobre la viscosidad de los fluidos para la U. S. National Bureau of Standards, a
principios del siglo XX.

Un caso especial es el llamado fluido ideal, el cual representa un fluido No


Viscoso, es decir, su viscosidad vale cero. En la práctica no existe tal sustancia, es
simplemente un modelo que permite efectuar estimaciones iniciales en algunos
Proyectos de Ingeniería. Generalmente los gases poseen valores muy bajos de
viscosidad, y en algunos casos, se les suele considerar fluidos ideales. Por
ejemplo, el Agua a 20 ºC tiene una viscosidad de 1x10-3 Pa.s y el Aire a 101,325
kPa y 20 ºC su valor es 1,8x10-5 Pa.s.

2.4.2 VARIACIÓN DE LA VISCOSIDAD CON LA TEMPERATURA.


En los líquidos, la viscosidad se debe a las fuerzas de cohesión entre las
moléculas mientras que en los gases por las colisiones moleculares. Es caso
conocido, que cuando se le va a cambiar el aceite al motor de un vehiculo, por lo
general se hace con el motor recién apagado, situación donde la temperatura del
aceite es elevada y por ende, éste fluye con mayor facilidad. Conforme el aceite se
va enfriando, éste ofrece mayor resistencia al fluir.

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23

La figura 2.6 señala que la viscosidad de los líquidos decrece con la


temperatura, en tanto que la de los gases se incrementa debido a ella.

T
Figura 2.6. Tendencia de la viscosidad con la temperatura para los fluidos. [2]

En los líquidos, las moléculas poseen mayor energía a temperaturas


elevadas y se pueden oponer con mayor fuerza a las fuerzas de cohesión
intermoleculares. Por otro lado, en un gas las fuerzas intermoleculares son
despreciables y a temperaturas elevadas las moléculas de los gases se mueven en
forma aleatoria a velocidades más elevadas. Esto conduce a que se produzcan
más colisiones moleculares y en consecuencia una mayor resistencia al flujo.

La viscosidad de los gases a bajos valores de presión puede expresarse


como función de la temperatura a través de la correlación de Sutherland (de The
U. S. Standard Atmosphere) como:
1
aT 2
 …(2.14)
1 b
T
donde T es la temperatura absoluta y a y b son constantes que se determinan en
forma experimental. Nótese que es suficiente con medir las viscosidades a dos
temperaturas diferentes para determinar estas constantes. Para el Aire, los valores

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24

de estas constantes son a = 1,458x10-6 kg 1 -6 y b = 110,4 K a las


2
m.s.K
condiciones atmosféricas. La viscosidad de los gases es independiente de la pre-
sión, a presiones bajas hasta moderadas (desde un pequeño porcentaje de 1 atm
hasta varias atm). Pero la viscosidad aumenta a presiones elevadas debido al
incremento en la densidad

Para los líquidos, la viscosidad se expresa en forma aproximada como:


b
  a.10 T c
…(2.15)

donde T es la temperatura absoluta y a, b, y c son constantes que se determinan de

manera experimental. Para el agua, se emplean los valores a = 2,414x10-5 kg m.s ,

b = 247,8 K y c = 140 K que conduce a un error de menos de 2,5% en la


viscosidad, en el intervalo de temperatura que va desde 0 ºC a 370 °C. Otra
expresión obtenida a través de datos experimentales es:
  0,1917x108 T 5  0,2983x105 T 4  0,186x102 T 3  ...
…(2.16)
...  0,5808T 2  90,9131T  5709,431
donde T debe sustituirse en K para obtener valores de viscosidad en cP. Esta
expresión se recomienda para valores de temperatura inferiores a 323 K (50 ºC).

En la figura 2.7 se puede apreciar la viscosidad en función de la


temperatura para varios fluidos.

2.5 VISCOSIDAD CINEMÁTICA.


La viscosidad cinemática se ha definido principalmente debido a dos
razones. En primera instancia, en mecánica de fluidos y transferencia de calor, con
frecuencia aparece la razón de la viscosidad dinámica a la densidad. Por
conveniencia, a esta razón se le da el nombre de viscosidad cinemática υ y se
expresa como lo indica la ecuación 2.6.

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25

Figura 2.7. Viscosidad para algunos fluidos comunes. [1]


 …(2.16)

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26

donde la viscosidad cinemática viene expresada en m2/s. otra unidad común para
la viscosidad cinemática es el Stoke (l St = 1 cm2/s = 0,0001 m2/s).

Para los líquidos, la viscosidad cinemática depende esencialmente de la


temperatura, pues tanto la viscosidad como la densidad dependen de ésta.

La otra razón para la definición de la viscosidad cinemática es debido a la


sencillez y económicos que resultan los equipos de ensayo utilizados para su
medición, donde no se involucra la medición de fuerzas. Uno de estos dispositivos
es el Viscosímetro Saybolt, ver figura 2.8. Este instrumento permite medir la
facilidad con que un líquido fluye a través de un orificio de diámetro prefijado.

Figura 2.8. Viscosímetro Saybolt. [5]

El tiempo en segundos requerido para que una muestra de 60 ml de fluido


escurra a través de un orificio con diámetro prefijado es una medida de su
viscosidad cinemática y se le conoce a la medida como Segundos Saybolt.

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27

Figura 2.9. Esquema ilustrativo, (a) baño térmico y tubo capilar. (b) botella
utilizada para colectar la muestra de fluido. [5]

Para fluidos con elevada viscosidad se utiliza un orificio con 3,15 mm de


diámetro y la medición se conoce como Segundos Saybolt Furol (SSF). Para el
resto de los fluidos se utiliza un orificio con 1,765 mm de diámetro y la medición
se conoce como Segundos Saybolt Universal (SSU).

Para obtener la viscosidad cinemática en unidades clásicas (área/tiempo)


partiendo de mediciones realizadas en el viscosímetro saybolt, se pueden utilizar
las siguientes relaciones:
195
 (cSt )  0,226 * SSU  (32  SSU  100)
SSU
135
 (cSt )  0,22 * SSU  (100  SSU )
SSU
184
 (cSt )  2,24 * SSF  (25  SSF  40)
SSF
60
 (cSt )  2,16 * SSF  (40  SSU )
SSF

2.5.1 ÍNDICE DE VISCOSIDAD.


La viscosidad de los fluidos varía con la temperatura. Al contrario que los
gases, que aumentan su viscosidad al calentarlos, los líquidos disminuyen su

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28

viscosidad al aumentar la temperatura. Para conocer el comportamiento de un


aceite tendríamos que medir y representar gráficamente los distintos valores de
viscosidad en función de cada temperatura.

En 1929 Dean y Davis, figura 2.10, establecieron un sistema arbitrario


para predecir el comportamiento de la viscosidad de un aceite, conociendo su
viscosidad cinemática a 100 ºF y 210 ºF. Asignaron un índice de viscosidad I.V. =
0 a los aceites de base nafténica del Golfo de Méjico, que tiene una gran variación
de la viscosidad con la temperatura y el I.V.= 100 se le asignó a los de base
parafínica de Pensilvania, cuya viscosidad varía poco con la temperatura. Para
calcular el I.V. de un aceite se eligen dos patrones de I.V. 0 y 100, ver figura
siguiente, con la misma viscosidad que la muestra a 210 ºF. Para determinar el
I.V. se eligen los dos patrones con la misma viscosidad a 210 ºF que la muestra.
Las viscosidades a 100 ºF de los aceites patrones están tabuladas, se determina la
viscosidad de la muestra a 100 ºF y se aplica la ecuación siguiente:
L U
IV  100 …(2.17)
LH

siendo L la viscosidad a 100 ºF del patrón de base nafténica, de bajo índice de


viscosidad, H la del patrón de base parafínica, de alto índice de viscosidad y U la
de la muestra a 100 ºF. Las viscosidades de los patrones están publicadas para
simplificar los ensayos. Actualmente se determinan las dos viscosidades a 40 ºC y
100 ºC en vez de a 100 ºF y 210 ºF.

La tabla 2.2 muestra valores de viscosidad cinemática para H y L a 100 ºC.

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29

Figura 2.10. Índice de viscosidad según Dean y Davis.

Tabla 2.2. Valores para la viscosidad cinemática a 100 ºC para H y L.

2.5.2 GRADOS DE VISCOSIDAD.


La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) ha desarrollado un sistema
de valoración en aceites para motor y lubricantes de engranajes y ejes según su
grado de viscosidad. En esta clasificación los números bajos indican baja

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30

viscosidad de aceite o bien aceites “delgados” como comúnmente se les conoce y


número altos indican lo opuesto.

En cuanto a grado de viscosidad se refiere, existen 2 tipos de aceites:


a) Monogrados: Diseñados para trabajar a una temperatura específica o en un
intervalo muy cerrado de temperatura. En el mercado se pueden encontrar aceites
monogrado SAE 10, SAE 30 y SAE 40, entre otros.

b) Multigrados: Diseñados para trabajar en un intervalo más amplio de


temperaturas, en donde a bajas temperaturas se comportan como un monogrado de
baja viscosidad (SAE 10 por ejemplo) y como un monogrado de alta viscosidad a
altas temperaturas (SAE 40 por ejemplo). Los aceites multigrados están formados
por una aceite base de baja viscosidad así como de aditivos (polímeros) que evitan
que el aceite pierda viscosidad al calentarse. Esto permite a los aceites
multigrados trabajar en un intervalo muy amplio de temperatura manteniendo las
propiedades necesarias para proteger el motor. En el mercado se pueden encontrar
aceites multigrados SAE 5W-30, SAE 15W-40 y SAE 20W-50, entre otros.

Aquellos aceites que cumplen los requerimientos de viscosidad a bajas


temperaturas (bajo 0°C) se les designa con la letra “W” que indica invierno
(Winter).

Los lubricantes que se utilizan en aplicaciones industriales deben estar


disponibles en un amplio intervalo de viscosidades, para cumplir con las
necesidades de las maquinarias, cojinetes, ventiladores, turbocompresores y
sistemas hidráulicos, entre otros. Los diseñadores de dichos sistemas deben
asegurarse que el lubricante pueda soportar las temperaturas a las que se va a
someter mientras desarrollar una determinada actividad. La norma ASTM D2422,
Clasificación estándar de lubricantes fluidos industriales por sistema de
viscosidad, define un conjunto de 18 grados de viscosidad ISO. La designación
estándar incluye el prefijo ISO VG seguido por un número que representa la

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31

viscosidad nominal en cSt para una temperatura de 40 ºC. En la tabla 2.3 se


muestran los grados ISO y los valores máximo y mínimo son ± 10% del nominal.

Tabla 2.3. Grados ISO para aceites industriales.

Fuente: MOTT, Robert. [5]

2.6 PRESIÓN DE VAPOR Y CAVITACIÓN.


Está establecido que la temperatura y la presión son propiedades
dependientes para las sustancias puras durante los procesos de cambio de fase y
existe una correspondencia uno a uno entre esas propiedades. A una presión de-
terminada, la temperatura a la cual una sustancia pura cambia de fase se conoce
como temperatura de saturación Tsat. De manera semejante, a una temperatura
dada, la presión a la cual una sustancia pura cambia de fase se llama presión de
saturación Psat. Por ejemplo, a una presión absoluta de 101,325 kPa, la

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32

temperatura de saturación del agua es de 100 °C. Inversamente, a una temperatura


de 100 ºC, la presión de saturación del agua es de 101,325 kPa.

La presión de vapor Pv de una sustancia pura (cuando su composición


química es homogénea y constante) se define como la presión ejercida por su
vapor en equilibrio de fases con su líquido a una temperatura dada. La presión de
vapor Pv es una propiedad de la sustancia pura y resulta ser idéntica a la presión
de saturación Psat del líquido (Pv = Psat).

Para el caso del agua, la presión de saturación se puede evaluar a través de


la ecuación de Antoine, la cual es:
 3998,9777 
Pv  0,13335* e^ 18,6008  …(2.18)
 t  234,1526
donde la temperatura t debe sustituirse en ºC para obtener la presión de vapor Pv
en kPa.

La razón del interés en la presión de vapor es la posibilidad de caída de la


presión del líquido, en los sistemas de flujo de líquidos (bombas, turbinas
hidráulicas y válvulas, entre otros), por abajo de la presión de vapor en algunos
lugares y la vaporización resultante no planeada. Las burbujas de vapor (llamadas
burbujas de cavitación debido a que forman “cavidades” en el líquido) se
desintegran conforme son barridas hacia fuera de las regiones de baja presión, con
lo que se generan ondas de alta presión extremadamente destructivas. Este
fenómeno, que es causa común de caída en el rendimiento e inclusive de la
erosión de los álabes de la máquina, se llama cavitación, ver figura 2.11, y
constituye una consideración importante en el diseño de las máquinas y equipos
hidráulicos.

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33

Figura 2.11. Hélice sometida a cavitación en el interior de un túnel de


agua. [7]

La cavitación debe evitarse (o al menos minimizarse) en los sistemas de


flujo, porque reduce el rendimiento, genera vibraciones y ruido molestos, y daña
los equipos. Las puntas de presión resultantes del gran número de burbujas que se
desintegran cerca de la superficie sólida durante un periodo largo pueden causar
erosión, picadura de la superficie, falla por fatiga y la destrucción eventual de los
componentes o la maquinaria. Se puede detectar la presencia de la cavitación en
un sistema de flujo por su sonido característico de traquetear. En el caso de las
bombas, también se puede detectar tanto por una baja de la presión desarrollada
por el flujo como por una disminución del caudal descargado.

Para evitar la cavitación no debe permitirse que la presión en cualquier


punto caiga por debajo de la presión de vapor a la temperatura de operación del
flujo. En la entrada de una válvula utilizada para regular el flujo descargado por
una bomba, como la ilustrada en la figura siguiente, se debe asegurar tener una
presión lo suficientemente elevada en la entrada Pe como para que la presión en la
salida Ps sea aún mayor a la presión de vaporación del fluido a la temperatura de
trabajo T.

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34

e s
Flujo de un
líquido a una
Temperatura T

Figura 2.12. Esquema de instalación de una bomba y una válvula para estrangular
el flujo a la descarga.

2.7 MÓDULO DE ELASTICIDAD VOLUMÉTRICO.


Aunque ya se ha mencionado el hecho que los líquidos, y en algunas
situaciones los gases, puedan ser considerados como si fueran incompresibles, ello
no deja de ser una aproximación pues todos los fluidos son elásticos, es decir, se
deforman ante la acción de un esfuerzo normal. Claro está que en las situaciones
señaladas, esa modificación supone una variación tan pequeña de la densidad que
ésta puede tomarse como constante. Sin embargo, hay aplicaciones en las cuales
conviene considerar el efecto compresible de dichas sustancias; este es el caso del
fenómeno transitorio denominado Golpe de Ariete. El golpe de ariete está
caracterizado por un sonido que semeja al que se produce cuando se martillea un
tubo y se produce cuando la velocidad de un líquido disminuye bruscamente
debido al movimiento de una válvula en la línea de flujo.

Los fluidos actúan como sólidos elásticos respecto a la presión. Por lo


tanto, de una manera análoga al módulo de elasticidad de Young de los sólidos, es
apropiado definir el módulo de elasticidad volumétrico Ev (también denominado
coeficiente de compresibilidad) para los fluidos a una determinada temperatura
como
dP
E v   0 …(2.19)
d
donde dP representa el diferencial de presión (Pa), d diferencial de volumen
(m3) debido a dP y  0 volumen inicial (m3) ocupado por el fluido antes de la
aplicación de dP. Por tanto, el modulo de elasticidad volumétrico viene expresado
en unidades de presión.

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35

El signo menos de la ecuación 2.19 considera que para un aumento de


presión ocurre una disminución del volumen. Lo anterior se comprende mejor de
la figura siguiente, donde antes de la aplicación de la fuerza normal de
compresión F, el fluido ocupa un volumen  0 . Luego de la aplicación de esfuerzo
de compresión, el volumen ocupado por el fluido se reduce a  .

Figura 2.13. Compresibilidad de fluidos. [1]

Análogamente, el módulo de elasticidad volumétrico puede calcularse


como:
dp
EV   0 …(2.20)
d
El módulo de elasticidad será la pendiente de la curva resultante de dibujar

los valores de p contra  o 


0  0 , ver figura 2.14, obtenidos de comprimir
el fluido confinado en un cilindro a una temperatura constante.

Para el caso de los líquidos donde d es muy pequeño, sobre todo a


temperatura constante, el módulo de elasticidad tiende al infinito. Para tener una
referencia sobre la compresibilidad del agua a 20 ºC, aumentando la presión
ejercida sobre ella en 10 MPa, el agua sólo reduce su volumen en un 0,44%. La
tabla 2.4 presenta algunos valores referenciales para Ev del agua

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36

Figura 2.14. Tendencia del módulo de elasticidad volumétrica. [1]

Tabla 2.4. Módulo de elasticidad volumétrico del agua

Fuente: Franzini, Joseph. [3]

2.8 TENSIÓN SUPERFICIAL.


Los líquidos tienen las propiedades de cohesión y adhesión; ambas son
formas de atracción molecular. La cohesión permite que un líquido resista es-
fuerzos de tensión, mientras que la adhesión le permite adherirse a otro cuerpo. En
la entrefase entre un líquido y un gas, es decir, en la superficie del líquido, y en la
superficie entre dos líquidos inmiscibles (no mezclables), la fuerza de atracción no
compensada entre moléculas forma una película imaginaria capaz de resistir
tensiones. Esta propiedad de los líquidos se denomina tensión superficial σ.

En efecto, en la superficie libre de un líquido, que es por tanto la superficie


de contacto entre dos fluidos, líquido y aire, la tensión superficial se manifiesta

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37

como si el líquido creara allí una fina membrana. Así se explica, por ejemplo, que
una aguja de acero colocada cuidadosamente sobre la superficie del agua no se
hunda. El origen de la tensión superficial puede explicarse de la siguiente manera.
Una molécula situada en el interior del fluido, como la molécula 1 en la figura
2.15, es atraída por igual en todas direcciones por las moléculas circundantes y se
encuentra en equilibrio: las fuerzas de cohesión molecular no producen efecto
resultante alguno. Por el contrario, las moléculas 2 y 3 se encuentran cerca de (o
sea a una distancia menor que el radio de la esfera de acción de la cohesión
molecular, que es del orden de 10-6 mm) o en la misma superficie libre,
respectivamente, en cuyo caso el equilibrio se rompe porque las moléculas del
líquido ejercen una atracción mucho mayor que las del aire de la superficie libre.
En este caso hay una resultante F de las fuerzas de cohesión dirigida hacia el
interior del líquido. Esta fuerza origina una tensión tangencial en la superficie
libre que la convierte en algo semejante a una membrana elástica.

Si sobre la superficie libre del líquido se traza una línea cualquiera, la


tensión superficial σ es la fuerza superficial normal a dicha línea por unidad de
longitud. Sus dimensiones son, por tanto, [σ] = [F][L]-1.

Figura 2.15. Fuerzas de cohesión molecular en los líquidos. [4]

La tensión superficial σ explica la formación de las gotas en un líquido. En


un líquido se pulveriza las fuerzas de cohesión predominantes dirigidas siempre
hacia el interior tienden a la formación de superficies de área mínima, originando
las gotas esféricas, que para un volumen determinado la esfera es el cuerpo que
posee área mínima. También explica los fenómenos de formación de menisco y el

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38

de elevación del líquido en tubos capilares. En la figura 2.16 (a) se muestra la


forma de la superficie libre que adopta el agua en contacto con vidrio y en la
figura 2.16 (b) la que adopta el mercurio en contacto con el vidrio también.
Cuando el efecto de cohesión es menor que el de adhesión, un líquido mojará una
superficie sólida con la que ha entrado en contacto y subirá en el punto de
contacto; si predomina la cohesión, se deprimirá la superficie del líquido en el
punto de contacto. En el caso ilustrado en la figura 2.16, para el mercurio la fuerza
de cohesión entre sus moléculas es mayor que la de adhesión del mercurio al
vidrio y lo contrario ocurre en el agua. También se ilustra el fenómeno de la
elevación capilar, que encuentra su explicación en la tensión superficial.

Figura 2.16. Fenómenos debido a la tensión superficial; a) agua-vidrio;


b) mercurio-vidrio; c) elevación capilar. [4]

La formación del menisco cóncavo hacia abajo, en el caso del mercurio y


de los líquidos que no mojen al vidrio, o cóncavo hacia arriba en el caso del agua
y de los líquidos que mojen al vidrio, y el fenómeno de capilaridad puede producir
un error en la lectura de los manómetros de líquido, que se evita leyendo el
manómetro como se indica en la figura 2.17. En efecto, si las dos ramas del
manómetro en U tienen la misma sección transversal, el ascenso capilar en una
rama es igual al descenso capilar en la otra.

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39

Figura 2.17. Lectura de manómetros con menisco. [4]

Las dos entrefases más comunes son agua-aire y mercurio-aire. Para una
superficie limpia a 20 ºC (68 °F), las tensiones superficiales son

0,073 agua-aire
σ (N/m) =
0,480 mercurio-aire

Estos valores pueden cambiar considerablemente si la superficie está


contaminada. Generalmente, σ decrece con la temperatura y es cero en el punto
crítico. Los valores de σ para el agua se dan en la figura siguiente.

σ (N/m)

T (ºC)

Figura 2.18. Tensión superficial en función de la temperatura.

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CAPÍTULO 3
PRESIÓN Y ESTÁTICA DE LOS FLUIDOS

La estática de fluidos se refiere al estudio de fluidos en los que no hay


movimiento relativo entre sus partículas, en el caso particular del curso, se
analizaran a los fluidos en reposo. Si no hay movimiento relativo, no existen
esfuerzos cortantes, puesto que se requieren gradientes de velocidad (du/dy) para
que se presenten dichos esfuerzos. El único esfuerzo que existe es un esfuerzo
normal, denominado para el caso de los fluidos como Presión, por lo que ésta es
de primordial importancia en la estática de fluidos.

En el presente capítulo se estudiaran situaciones prácticas tales como


altura de presión, presión absoluta y relativa, fluidos confinados en represas
ejerciendo presión sobre superficies planas y curvas, manómetros, cuerpos
flotantes y por último, también estabilidad de cuerpos flotantes.

3.1 PRESIÓN EN UN PUNTO.


La intensidad media de la presión p se define como la fuerza ejercida
sobre una unidad de área. Si F representa la fuerza de presión normal total sobre
un área finita A, mientras que dF representa la fuerza sobre un área infinitesimal
dA, la presión viene dada por
dF
p …(3.1)
dA
Definimos la presión como una fuerza de compresión normal infinitesimal
dividida entre el área también infinitesimal sobre la cual actúa. Esto define la
presión en un punto. Si la presión es uniforme sobre toda la superficie, entonces
F
p …(3.2)
A
Se podría preguntar si la presión en un punto dado varía conforme la
normal al área cambia de dirección. Para demostrar que éste no es cierto, incluso

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41

para fluidos en movimiento sin movimiento cortante, considere el elemento en


forma de cuña de profundidad unitaria (en la dirección z) mostrado en la figura
3.1.

Figura 3.1. Presión en un punto de un Fluido. [7]

Suponga que la presión p actúa en la hipotenusa y que una presión


diferente lo hace en cada una de las demás áreas, como se muestra. Como las
fuerzas en las dos caras extremas actúan en la dirección z, no se incluyeron en el
elemento. A continuación, se aplica la segunda ley de Newton al elemento, en las
direcciones x y y:

F X  ma X  0  p X y  ( ps) sen  0 …(3.3)

xy
F Y  maY  0  pY x  g
2
 ( ps ) cos  0 …(3.4)

Nótese que la cuña es un triángulo rectángulo donde se verifica que


y  s sen x  s cos
Sustituyendo las relaciones anteriores en las ecuaciones 3.3 y 3.4, se
obtiene que
p X  p  0 …(3.5)
gy
pY  p  …(3.6)
2
A medida que el elemento se reduce a un punto ( x  0 y y  0 ), el
lado derecho de la ecuación 3.6 se vuelve cero; lo que significa que para un punto
p X  p  pY …(3.7)

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42

Así pues se deduce que la presión en un fluido es constante en un punto, es


decir, la presión es una función. Actúa igual en todas las direcciones en un punto
dado en un fluido estático. Esta afirmación también es válida para un fluido en
movimiento sin presencia de esfuerzos cortantes.

3.2 PRESIÓN ABSOLUTA Y PRESIÓN RELATIVA O EXCEDENTE


La presión real que se encuentra en una posición dada se llama presión
absoluta pabs, y se mide en relación con el vacío absoluto (es decir, presión cero
absoluta). La mayoría de los instrumentos para medir la presión se calibran para
que den una lectura de cero en la atmósfera, como los mostrados en la figura 3.2,
de modo que indican la diferencia entre la presión absoluta y la presión
atmosférica patm local. Esta diferencia se llama presión relativa o excedente o
manométrica prel. Las presiones por abajo de la atmosférica se conocen como
presiones de vacío y se miden con instrumentos de vacío que indican la diferencia
entre la presión atmosférica y la absoluta. Las presiones absoluta, manométrica y
de vacío están interrelacionadas por
p abs  p atm  p rel …(3.8)

donde prel puede tener valor positivo (presión manométrica) o negativo (presión
de vacío o vacuométrica).

Figura 3.2. Fotos de manómetros tipo Bourdon. [2]

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43

Todo valor de presión absoluta es positivo. Las presiones relativas son


positivas si se encuentran por encima de la presión atmosférica y negativas si son
de vacío, tal como se muestra en la figura 3.3.

Figura 3.3. Esquema representativo de las presiones absolutas


y manométricas. [2]

La presión atmosférica se conoce también como presión barométrica y


varía con la elevación por encima del nivel del mar. También en un punto dado
varia con el tiempo debido a variaciones en las condiciones meteorológicas, pues
representa la columna de aire que gravita sobre un determinado cuerpo o fluido.

3.3 VARIACIÓN DE PRESIÓN EN UN FLUIDO EN REPOSO.


Es un hecho conocido que la presión atmosférica disminuye al aumentar la
altura sobre el nivel del mar; así por ejemplo, la presión ambiente que se ejerce
sobre Puerto Cabello es mayor a la ejercida sobre Mérida debido a la diferencia
entre las columnas de aire sobre las ciudades.

Para obtener una relación para la variación de la presión con la altura o


profundidad se considerará el líquido en reposo ilustrado en la figura 3.4, en el
cual se aísla un volumen infinitesimal formado por un prisma rectangular de base

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44

A y de altura dz. Se selecciona un plano de referencia horizontal desde donde se


miden las alturas en el eje z. La presión en la base inferior del prisma es p, la
presión en la base superior será p + dp.

Figura 3.4. Fuerzas que actúan en un elemento infinitesimal. [4]

Sobre el elemento infinitesimal actúan dos tipos de fuerzas:


a) Fuerzas superficiales: debidas a la presión, transmitidas desde el fluido a su
alrededor y actuando perpendicularmente contra las caras del elemento.
b) Fuerzas del cuerpo: equivalente al peso del elemento, es decir, la acción de la
gravedad sobre la masa del elemento.

Por tanto, sumando las fuerzas presentes en la dirección vertical e


igualando a cero, se obtiene:
pA  ( p  dp) A  dW  0 …(3.9)
Sustituyendo el peso del elemento, en términos de volumen y peso
específico, simplificando y ordenando queda
dp   gdz  dz …(3.10)

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45

La ecuación anterior se conoce como la ecuación fundamental de los


fluidos en reposo. El signo negativo de la expresión anterior indica que mientras z
aumenta (mayor elevación) disminuye la presión. También que los cambios de
presión son proporcionales con los cambios de altura.
Para evaluar la variación de presión en un fluido en reposo es preciso
integrar la ecuación fundamental entre límites elegidos apropiadamente y conocer
la relación matemática entre la densidad y la altura.

3.3.1 ECUACIÓN FUNDAMENTAL DE LA HIDROSTÁTICA PARA


FLUIDOS INCOMPRESIBLES.
Para el caso de los fluidos incompresibles (líquidos), en la mayoría de las
aplicaciones en Ingeniería se puede despreciar la variación del peso especifico
debido a que la densidad ρ no es sensible con los cambios de presión y la
aceleración de gravedad varía sólo un 0,4% con un cambio de 14 km (g=9,807
m/s2 a 9,764 m/s2 desde el nivel del mar hasta 14 km S.N.M.). en este caso,
aplicando la ecuación 3.10 entre los límites 1 y 2 ilustrados en al figura 3.4, se
obtiene:
p2 z2 z2 z2

 dp    dz    gdz    GS F  agua dz …(3.11)


p1 z1 z1 z1

considerando fluido incompresible (γ=ctte), resulta:


p1  p2   z 2  z1   h …(3.12)
De la expresión anterior se establece que:
p1 p2
 z1   z2
 
…(3.13)
p
 z  ctte

Según la expresión anterior, en un fluido en reposo todos los puntos
ubicados a la misma cota del plano horizontal de referencia tienen la misma
presión. Recíprocamente, todos los puntos que tienen la misma presión están un
mismo plano horizontal.

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46

La presión en un fluido en reposo es independiente de la forma o sección


transversal del recipiente que lo contiene. Ésta cambia con la distancia vertical,
pero permanece constante en las otras direcciones. Por lo tanto, la presión es la
misma en todos los puntos de un plano horizontal en un fluido dado. En 1586, el
matemático holandés Simon Stevin (1548-1620) publicó el principio que se ilustra
en la figura 3.5. Nótese que las presiones en los puntos A, B, C, D, E, F y G son
idénticos porque están a la misma profundidad e interconectados por el mismo
fluido estático. Sin embargo, las presiones en los puntos H e I no son iguales,
porque estos dos puntos no están interconectados por el mismo fluido (es decir, no
se puede trazar una curva desde el punto I hasta el H permaneciendo en el mismo
fluido en todo momento), aún cuando están a igual profundidad. Asimismo, la
fuerza de presión que ejerce el fluido siempre es normal a la superficie en los
puntos especificados.

Figura 3.5. Tanque con geometría variable. [2]

Una consecuencia que la presión en un fluido permanezca constante en la


dirección horizontal consiste en que la presión aplicada a un fluido confinado
aumenta la presión en toda la extensión de éste en la misma cantidad. Esto se
conoce como ley de Pascal, en honor a Blaise Pascal (1623-1662). Pascal también
sabía que la fuerza aplicada por un fluido es proporcional al área superficial.
Observó que se podían conectar dos cilindros hidráulicos de áreas diferentes y se

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47

podía usar el más grande para ejercer una fuerza proporcionalmente mayor que la
aplicada al más pequeño. La “máquina de Pascal” ha sido la base de muchos
inventos que forman parte de nuestra vida cotidiana, como los frenos, los
montacargas y las prensas. Esto permite levantar un automóvil con facilidad
mediante un brazo, como se muestra en la figura 3.6.

Figura 3.6. Prensa Hidráulica. [2]

De la figura anterior se puede establecer que p1=p2, ya que los dos


émbolos están al mismo nivel (el efecto de pequeñas diferencias en la altura es
despreciable, en especial a presiones altas), se determina que la razón de la fuerza
de salida F2 a la de entrada F1 es
A 
F2   2  F1 …(3.14)
 A1 

Las ecuaciones 3.12 y 3.13 pueden aplicarse en términos de presiones


absolutas o presiones relativas, lo importante es considerar el mismo nivel de
referencia en ambos lados de las expresiones. Si hay varios líquidos no mezclados
de diferente densidad la aplicación de la ecuación fundamental de la hidrostática
se efectúa sección por sección, es decir, entre fronteras de fase donde la densidad
es constante.

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48

3.3.2 ECUACIÓN FUNDAMENTAL DE LA HIDROSTÁTICA PARA


FLUIDOS COMPRESIBLES.
Gases como aire, oxígeno y nitrógeno son fluidos compresibles, ya que la
densidad del gas puede variar de manera significativa con cambios de presión y
temperatura. Aunque la ecuación 3.10 es válida para un punto en un gas, es
necesario considerar la variación posible en γ antes de integrar la ecuación. Sin
embargo, como se analizó en el capítulo 2, los pesos específicos de gases
comunes son pequeños en comparación con los de los líquidos. Debido a que los
pesos específicos de los gases son comparativamente pequeños, a partir de la
ecuación 3.10 se concluye que el gradiente de presión en la dirección vertical es
también pequeño, e inclusive sobre distancias de varios cientos de metros la
presión permanece esencialmente constante para un gas. Lo anterior significa que
es posible ignorar el efecto de los cambios de elevación sobre la presión en gases
contenidos en depósitos y tuberías, entre otros; en donde las distancias en cuestión
son pequeñas.

Para aquellas situaciones en que las variaciones de altura son grandes, del
orden de miles de metros, es necesario considerar la variación en el peso
específico. Para el caso de un gas ideal, la ecuación de estado para un gas ideal (o
perfecto) es
p  RT …(3.15)
donde p es la presión absoluta, R es la constante de los gases y T es la temperatura
absoluta. Esta relación se puede combinar con la ecuación 3.10 para obtener
p
dp   g dz …(3.16)
RT
al separar las variables, resulta
dp g1
   dz …(3.17)
p  RT
entonces
p2 z
g 1
2
dp p2
p
p1
 ln
p1
    dz …(3.18)
 R  z1 T

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49

donde se considera que g y R son constantes sobre el cambio de elevación. Antes


de completar la integración es necesario especificar la naturaleza de la variación
de temperatura con la elevación. Por ejemplo, si se supone que la temperatura
tiene un valor constante T0 sobre el intervalo (condiciones isotérmicas), entonces
por la ecuación 3.18 se concluye que
 g ( z 2  z1 ) 
p 2  p1 exp   …(3.19)
 RT 0 

La ecuación 3.19 proporciona la relación buscada presión-elevación para


una capa isotérmica. Una aplicación importante de la ecuación 3.18 se relaciona
con la variación de presión en la atmósfera terrestre. Sería deseable contar con
mediciones de la presión contra la altitud sobre el intervalo específico para las
condiciones particulares (temperatura, presión de referencia) a que ha de
determinarse la presión. Sin embargo, este tipo de información suele no estar
disponible. Así, se ha definido una “Atmósfera Estándar” (o normal) que se
puede usar en el diseño y análisis de comportamiento de aviones, misiles y naves
espaciales. El concepto de Atmósfera Normal fue concebido por vez primera en la
década de 1920, y desde entonces muchos comités y organizaciones nacionales e
internacionales han proseguido este patrón. La atmósfera normal aceptada
actualmente se basa en un informe publicado en 1962 y actualizado en 1976, en el
que se define la denominada Atmósfera Estándar de Estados Unidos de América,
que es una representación idealizada de las condiciones medias a lo largo de todo
el año de la atmósfera terrestre a una latitud 40º. La atmósfera se divide en cuatro
capas: la troposfera (más cercana a la tierra), la estratosfera, la ionosfera y la
exosfera. En la atmósfera estándar la temperatura en la troposfera varía lineal-
mente con la elevación, ver figura 3.7. En la parte de la estratosfera entre 11 y 20
km la temperatura permanece constante a -56.5°C. La temperatura luego se
incrementa de nuevo y alcanza un valor máximo cerca de los 50 km; luego
disminuye en el borde de la ionosfera.

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50

Para el caso de la troposfera se verifica que T(z) = To - αz, donde el


gradiente térmico vertical o ritmo de descenso térmico α = 0,0065 K/m y To =288
K y por tanto, la ecuación 3.18 puede ser integrada como

g
z
p 1
ln     dz …(3.20)
p0  R  z0 T0  z
Integrando se obtiene que
g
 T  z  R
p  p0  0  …(3.21)
 T0 
donde p0 es 101,325 kPa.

Figura 3.7. Variación de la temperatura con la altitud en la


Atmósfera Estándar. [6]

3.4 PRESIÓN EXPRESADA COMO LA ALTURA DE UN FLUIDO.


En muchos casos es conveniente expresar la presión o cambios de presión
en términos de una altura o columna de un fluido que en términos convencionales
de fuerza por unidad de área; pues resultan números más sencillos para su
manipulación e interpretación física, como el caso de bombas y ventiladores.

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51

En la figura 3.8 la presión manométrica a cualquier profundidad h es p=γh,


si se considera que γ es igual a una constante, existe una relación explícita entre la
presión p y la columna de fluido h. Esto es, la presión (fuerza por unidad de área)
es equivalente a una altura h de algún fluido de peso específico constante γ.

Figura 3.8. Representación de la columna de fluido h equivalente a una


presión p. [3]

Por tanto, la presión se puede expresar como la altura o la columna de


cualquier fluido mediante la relación
p
h …(3.22)

Esta relación es válida para cualquier sistema de unidades coherente. En el
SI la presión se expresa frecuentemente en kPa, y dado que habitualmente el valor
de γ para el agua se considera como 9,81 kN/m3, una relación conveniente para
transformar presiones en columna de agua es
p (kPa)
h(mH 2 O)   0,102  p(kPa) …(3.23)
9,81 kN 3
m

Si se desea transformar una columna de un fluido a otra equivalente, se


puede recurrir a la siguiente expresión
p   1 h1   2 h2
  …(3.24)
h2   1 h1
2 

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52

La presión barométrica o atmosférica es comúnmente expresada en


milímetros de mercurio, para esto se utiliza la relación 3.22 así
p atm (kPa)
hatm (mmHg )  1000*  7,4953 p atm (kPa) …(3.25)
133,416 kN 3
m
Si se desea representar la presión atmosférica en milímetros de agua a
partir de una columna de mercurio se utiliza la ecuación 3.24 de la forma
siguiente
  Hg 
hatm (mmH 2 O)   hatm (mmHg ) …(3.26)
H O 
 2 

Según la relación entre los pesos específicos de los fluidos involucrados


  Hg 
  1 , se puede concluir que la columna de agua que representa la
  H 2O 
presión atmosférica es mayor a la columna de mercurio que representa la misma
presión.

3.5 MANOMETROS Y PIEZOMETROS DE LÍQUIDO.


Han sido diseñados medidores de presión o manómetros para cubrir un
amplio campo de aplicaciones, ya que en los laboratorios y en la industria se han
de medir presiones desde un vacío absoluto hasta 1 GPa, con diversos grados de
precisión y en medios (temperaturas elevadas, atmósferas explosivas y tipo de
fluidos, entre otros) muy diversos.

Los aparatos que sirven para medir las presiones se denominan


manómetros. Los manómetros pueden clasificarse según los siguientes criterios:
a) Según la naturaleza de la presión medida.
 Instrumentos que miden la presión atmosférica, Patm: barómetros.
 Instrumentos que miden la presión relativa, Prel: manómetros, miden las
sobrepresiones o presiones relativas positivas; vacuometros, miden las
depresiones o presiones relativas negativas.

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 Instrumentos que miden la presión absoluta, Pabs: manómetros de presión


absoluta. Este tipo de manómetros suele emplearse para la medición de
presiones absolutas pequeñas. La presión absoluta se puede medir
también con un manómetro de presión relativa y un barómetro.
 Instrumentos para medir diferencia de presiones: manómetros
diferenciales.
 Instrumentos para medir presiones muy pequeñas: micromanómetros.

b) Según el principio de funcionamiento.


Los manómetros se clasifican en mecánicos y eléctricos. El principio de
funcionamiento de los primeros consiste en equilibrar la fuerza originada por la
presión que se quiere medir con otra fuerza, a saber, con el peso de una columna
de líquido en los piezómetros líquido y manómetros de líquido, con un resorte en
los manómetros clásicos o con la fuerza ejercida sobre la otra cara de un émbolo
en los manómetros de émbolo. Esta última fuerza se mide mecánicamente. En los
manómetros eléctricos la presión origina una deformación elástica, que se mide
eléctricamente.

La diferencia entre los piezómetros de líquido y los manómetros de líquido


consiste solamente en que en los piezómetros el líquido manométrico y el líquido
en el cual se mide presión son uno mismo, mientras que son distintos en los
manómetros de líquido. En los manómetros se emplean gran variedad de líquidos
como agua, alcohol y mercurio, entre otros. El agua y alcohol se colorean a veces
para facilitar la lectura.

3.5.1 EL BAROMETRO Y LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA.


La presión atmosférica se mide con un instrumento llamado barómetro;
por tanto, con frecuencia se hace referencia de la presión atmosférica como
presión barométrica.

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54

El italiano Evangelista Torricelli (1608-1647) fue el primero en probar de


manera concluyente que se puede medir la presión atmosférica cuando se invierte
un tubo lleno de mercurio en un recipiente lleno con este mismo líquido que está
abierto a la atmósfera, como se muestra en la figura 3.9. La presión en el punto 2
es igual a la atmosférica y se puede tomar la presión en 1 como cero, ya que sólo
existe vapor de mercurio arriba del punto 1, y la presión es muy baja en relación
con Patm por lo que se puede despreciar para tener una aproximación excelente. Si
se escribe un balance de fuerzas en la dirección vertical se obtiene:
p atm  gh …(3.27)

Figura 3.9. Barómetro de Mercurio de cubeta. [4]

donde ρ es la densidad del mercurio, g es la aceleración gravitacional local y h es


la altura de la columna de mercurio por arriba de la superficie libre. Nótese que la
longitud y el área de la sección transversal del tubo no afectan la altura de la
columna de fluido de un barómetro.

Recuerde que la presión atmosférica en un lugar es sencillamente el peso


del aire que se encuentra arriba ese lugar por unidad de área superficial. Por lo
tanto, cambia no sólo con la elevación, sino también con las condiciones
atmosféricas.

3.5.2 MANOMETRO DIFERENCIAL.

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55

En algunas aplicaciones interesa medir la diferencia de presión entre dos


sistemas o entre dos puntos de una tubería. Los manómetros diferenciales en U
son adecuados para medir caídas de presión a lo largo de la sección horizontal de
flujo, entre dos puntos especificados, debido a la presencia de un dispositivo,
como una válvula o un intercambiador de calor o cualquier otra resistencia al
flujo. También para medir elevaciones en la presión del flujo ocasionada por un
ventilador. Esto se realiza cuando se conectan los extremos del manómetro a estos
dos puntos como se ilustra en la figura 3.10. El fluido de puede ser un gas o un
líquido, cuya densidad es ρ1. La densidad del fluido manométrico es ρ2 y la
diferencia en su altura es h.

Figura 3.10. Esquema de un manómetro diferencial en U. [2]

El manómetro diferencial típico está constituido por un tubo de vidrio


doblado en forma de U, en el cual se coloca un líquido manometrico y se conecta
a dos puntos, cuya diferencia de presión se desea medir. La selección del fluido
manometrito dependerá de la miscibilidad y densidad, entre otros.

Aplicando la ecuación fundamental de la estática de fluidos 3.12 se tiene que


p A  p1  1 g (h  a)
p A  p B   2 g ( h)
p B  p 2  1 g ( a )
Resolviendo el sistema anterior, resulta

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56

p1  p2   2  1 gh …(3.28)

Cuando el fluido que fluye en el tubo es un gas, entonces ρ1=0 y la


relación anterior se simplifica a p1  p2   2 gh .

3.5.3 TUBOS PIEZOMETRICOS.

El tubo piezométrico es un tubo transparente de cristal o plástico, recto o


con un codo, de diámetro que no debe ser inferior a 5 mm para evitar los efectos
de capilaridad debidos a la tensión superficial. Este tubo, como el que se ilustra en
la figura 3.11, se conecta al punto en que se quiere medir la presión, perforando
cuidadosamente en la pared del recipiente o tubería un orificio, que se llama
orificio piezométrico.

Figura 3.11. Esquema de un tubo piezométrico. [4]

Los tubos piezométricos sirven para medir presiones moderadas en un


líquido midiendo la altura de ascensión del mismo líquido en el tubo y no
requieren el empleo de otro líquido manométrico distinto. El nivel que alcanza el
tubo en el líquido determina el plano piezométrico.

Los tubos piezométricos provistos de escala graduada, como el ilustrado


en la figura 3.12, tienen las siguientes características:

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 Gran precisión.
 Cómodos, no necesitan de líquido manométrico y dan la presión en mm de
columna del líquido que se quiere medir.
 Sólo sirven para medir presiones relativas que no excedan mucho la pre-
sión atmosférica. En efecto, una sobrepresión, por ejemplo, de 20,3 kPa en
agua requeriría un tubo piezométrico de más de 2 m.

Figura 3.12. Orificio y tubo piezométrico. [4]

El tubo piezométrico conectado a cualquier punto de la sección transversal


de la tubería de la figura 3.12 sube siempre hasta el mismo nivel. La ecuación de
la hidrostática se cumple también en la sección transversal de una corriente
uniforme. En el eje de la tubería (punto A) la presión será:
p A  gl …(3.29)
En el punto B la presión será:
p B  g (l  r ) …(3.30)
mientras que la altura piezométrica en ambos puntos será:
h  l …(3.31)

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58

La válvula V muchas veces es una válvula de tres pasos que pone en


comunicación el interior del fluido con la atmósfera, a fin de purgar el aire, que
falsificaría la medida y a continuación con el piezómetro para efectuar la
medición; la tercera posición es de cierre e incomunica el fluido con la atmósfera
y con el piezómetro.

3.6 FUERZA HIDROSTÁTICA SOBRE SUPERFICIES PLANAS.


Una placa expuesta a un líquido, como la pared de un tanque de
almacenamiento de líquidos, queda sometida a la presión del fluido distribuida
sobre su superficie. Sobre dicha superficie plana las fuerzas hidrostáticas forman
un sistema de fuerzas paralelas y, a menudo, se necesita determinar la magnitud
de la fuerza y su punto de aplicación, el cual se llama centro de presión cp. Para
fluidos en reposo se sabe que la fuerza debe ser perpendicular a la superficie pues
no existen esfuerzos cortantes. Tal como se ilustra en la figura 3.13, también se
sabe que si el fluido es incompresible la presión manométrica varía linealmente
con la profundidad dentro del fluido, como se puede inferir de la ecuación 3.12.

(a) (b)
Figura 3.13. Representación de la variación de la presión dentro de un fluido, (a)
distribución absoluta y (b) distribución manométrica. [2]

En la mayoría de los casos, el otro lado de la placa está abierto a la


atmósfera (como el lado seco de una compuerta) y como la presión atmosférica

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59

actúa sobre los dos lados de la placa, conduce a una resultante igual a cero. En
esos casos conviene trabajar sólo con la distribución de presión manométrica, tal
como se puede apreciar en la figura 3.13 b.

Para obtener la fuerza resultante aplicada sobre una determinada superficie


se integra la ecuación 3.1 de la forma siguiente
FR   p.dA …(3.32)
A

Por tanto, se debe determinar la relación entre la presión hidrostática y la


superficie. Para la superficie horizontal ilustrada en la figura 3.14, la presión
manométrica o hidrostática en el fondo del recipiente es uniforme y equivalente
a:
p  P  Patm  h …(3.33)

Figura 3.14. Fuerza resultante sobre el fondo de un recipiente. [6]

Por tanto, la magnitud de la fuerza resultante es


FR  hA …(3.34)
como la distribución de presiones es uniforme en el fondo del recipiente la fuerza
resultante actúa sobre el centroide de la superficie.

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60

Para el caso de una superficie rectangular vertical, como la mostrada en la


figura 3.15, la distribución de presión no es uniforme por lo que es preciso
encontrar la relación entre p y A e integrar la ecuación 3.32.

Patm

Figura 3.15. Fuerza resultante sobre una superficie vertical; a) ubicación de


la fuerza resultante; b) prisma de presión. [6]

El plano de la superficie es perpendicular al plano del papel. La presión


manométrica p variará linealmente de cero a h en el fondo del recipiente. Por
tanto, la fuerza total en un lado es la suma de los productos de las áreas
elementales dA por la presión manométrica ejercida sobre ellos p. La presión
manométrica genérica aplicada sobre un elemento ubicado en cierto nivel y es γy,
entonces la fuerza resultante queda como:
h
FR   P  Patm dA   γybdy …(3.35)
A 0

integrando
h2
FR  γb …(3.36)
2
Analizando la distribución de presiones se concluye que la fuerza
resultante del sistema anterior se aplica en un punto por debajo del centroide del
área, debido a que éste es el punto de aplicación de la resultante de un sistema de
fuerzas uniformes paralelas.

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61

El caso más general es que la superficie plana sumergida este inclinada, tal
como se muestra en la figura 3.16.

Patm

Figura 3.16. Notación para una superficie plana inclinada. [6]

En este caso se considerará que la superficie está en contacto con la


atmósfera. El sistema de coordenadas x-y se define de modo que 0 sea el origen y
el eje y este dirigido a lo largo de la superficie, en otras palabras, y se mide desde
el nivel de la superficie libre del fluido a lo largo del ángulo de inclinación del
área. A cualquier profundidad h, la fuerza que actúa sobre el elemento dA es
dF  (P  Patm )dA  γh dA …(3.37)

esta dF es perpendicular a la superficie. Así la magnitud de la fuerza resultante se


puede calcular sumando las fuerzas paralelas sobre toda la superficie y
considerando la relación trigonométrica de h  ysen , queda

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62

FR   γhdA  γsenθ ydA …(3.38)


A A

la integral anterior se define como el primer momento del área con respecto al eje
x, es decir:

 ydA  y A
A
c …(3.39)

donde yc es la ordenada del centroide medida desde el eje x que pasa por 0.
Entonces, la magnitud de la fuerza resultante es:
FR  γsenθyc A  γh c A …(3.40)

donde hc es la distancia vertical de la superficie del fluido al centroide del área.


Como todas las fuerzas diferenciales que se sumaron para obtener a FR son
perpendiculares a la superficie, la FR resultante también debe ser perpendicular a
la superficie.

La ordenada YR se obtiene sumando momentos con respecto a x. Es decir,


el momento de la fuerza resultante debe ser igual al momento de la fuerza de
presión distribuida; algebraicamente
FR YR   ydF …(3.41)
A

desarrollando el argumento de la integral anterior, se obtiene que:

 y dA
2

YR  A
…(3.42)
ycA

La integral anterior corresponde al momento de inercia con respecto a un


eje formado por la intersección del plano que contiene a la superficie y la
superficie libre, es decir, el eje x. Por tanto:
IX
YR  ….(3.43)
ycA

Si se aplica el teorema de ejes paralelos I X  I Xc  Ay c2 , resulta:

I Xc
YR   y c …(3.44)
ycA

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63

La abscisa XR se obtiene sumando momentos con respecto al eje y.


Siguiendo la metodología anterior, se tiene:
I XYc
XR   x c …(3.45)
ycA

La figura siguiente muestra algunas propiedades geométricas de algunas


secciones comunes.

Figura 3.17. Propiedades geométricas de algunas secciones. [6]

La presión a la cual es sometida la superficie libre de un fluido confinado


en un tanque suele ser la atmosférica, la cual en la mayoría de los casos se puede
ignorar pues actúa sobre ambos lados de la placa. Cuando este no es el caso, una
manera práctica de tomar en cuenta la contribución de la presión relativa (pman o
pvac) a la fuerza resultante es sumar una profundidad equivalente heq a la altura
real de fluido en el recipiente. Esta altura equivalente se determina como:

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64

prel
heq  …(3.46)
g

3.7 FUERZA HIDROSTÁTICA SOBRE SUPERFICIES CURVAS.


Para una superficie curva sumergida, la determinación de la fuerza
hidrostática resultante es más complicada, pues las fuerzas de presión cambian de
dirección a lo largo de la superficie curva. La manera más fácil de determinar la
fuerza hidrostática resultante FR que actúa sobre una superficie curva
bidimensional es determinar las componentes horizontal FH y vertical FV por
separado. Esto se realiza cuando se considera el diagrama de cuerpo libre del
bloque de líquido encerrado por la superficie curva y las dos superficies planas
(una horizontal y la otra vertical) que pasan por los dos extremos de la superficie
curva, como se muestra en la figura 3.18.

Figura 3.18. Superficie curva. [2]

La superficie vertical del bloque considerado de líquido es sencillamente la


proyección de la superficie curva sobre un plano vertical, y la horizontal es la
proyección de la superficie curva misma sobre un plano horizontal. La fuerza
resultante que actúa sobre la superficie sólida curva es igual y opuesta a la que
actúa sobre la superficie líquida curva (tercera ley de Newton).

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65

Se pueden determinar la fuerza que actúa sobre la superficie plana


imaginaria, horizontal o vertical, y su línea de acción como se determinó en la
sección 3.6. El peso del bloque encerrado de líquido de volumen  es
sencillamente W  g , y actúa hacia abajo pasando por el centroide de este
volumen. Cuando se observa que el bloque de fluido está en equilibrio estático,
los balances vectoriales de las fuerzas en las direcciones horizontal y vertical dan
FH  FX …(3.47)
FV  FY  W …(3.48)
y la magnitud de la resultante se obtiene a partir de la ecuación

FR  FH 2  FV 2 …(3.49)

La tangente del ángulo de la fuerza hidrostática resultante que forma con la


FV
horizontal es tan   . Se puede determinar la localización exacta de la
FH
línea de acción de la fuerza resultante (por ejemplo, su distancia a uno de los
extremos de la superficie curva) tomando un momento respecto a un punto
apropiado.

Cuando la superficie curva es un arco circular, la fuerza hidrostática


resu1tante que actúa sobre la superficie siempre pasa por el centro del círculo
debido a que las fuerzas de presión son normales a la superficie, y todas las líneas
normales a la superficie de un círculo pasan por el centro del mismo.

3.8 FLOTACIÓN.
Comúnmente se percibe que cuando un objeto se encuentra sumergido en
agua se hace mas sencillo de levantar que cuando se encuentra en aire; está
observación sugiere que los fluidos ejercen una determinada fuerza hacia arriba
sobre el cuerpo que éste sumergido en él. Dicha fuerza se le conoce como Fuerza
de Flotación FB.

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66

La fuerza de flotación se debe al aumento de la presión en un fluido con la


profundidad; por ejemplo, considérese la placa plana, ilustrada en la figura 3.19,
de espesor h sumergida en un líquido de densidad f paralela a la superficie libre.

Figura 3.19. Placa Plana sumergida en un líquido. [2]

El área tanto de la superficie superior e inferior es A, la distancia desde la


superficie libre hasta la cara superior de la placa es s. Las presiones en las
superficies superior e inferir de la placa son  f gs y  f g (s  h) , respectivamente.

Entonces, la fuerza de flotación FB se determina como


FB  Pinf A  Psup A
…(3.50)
FB   f g ( s  h) A   f g ( s) A

simplificando, se obtiene:
FB   f ghA …(3.51)

o
FB   f g …(3.52)

donde  es el volumen de la placa. Pero la relación  f g es equivalente al peso

del líquido cuyo volumen es igual al volumen de la placa. Esto se conoce como el
Principio de Arquímedes (matemático griego 287-212 A.C.), el cual establece La
fuerza de flotación que actúa sobre un cuerpo sumergido en un fluido es igual al
peso del fluido desplazado por el cuerpo y actúa hacia arriba pasando por el
centroide del volumen desplazado. Aunque la relación 3.52 se desarrollo para una
configuración sencilla, es válida para cualquier objeto no importando su forma.

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67

Un cuerpo sólido cuando cae dentro de un fluido puede hundirse, flotar o


quedar en reposo, dependiendo de la relación que exista entre el peso del sólido W
y la fuerza de flotación FB (o de su densidad relativa a la densidad del fluido); lo
anterior se ilustra en la figura siguiente.

Figura 3.20. Situaciones de un sólido en un fluido. [2]

Si FB = W (f = )  el cuerpo se encontrará en equilibrio


Si FB < W (f < )  el cuerpo se hundirá
Si FB > W (f > )  el cuerpo ascenderá

Según lo anterior, si un cuerpo está en equilibrio, W es igual y opuesto a


FB, lo cual quiere decir que las densidades del cuerpo y fluido serán iguales. Si W
es mayor que FB, el cuerpo se hundirá. Si W es menor que FB, el cuerpo
ascenderá hasta que su densidad y la del fluido se igualen, como el caso de un
globo en el aire.

En la figura 3.21 se ilustra a un hidrómetro, instrumento utilizado para la


determinación de la densidad relativa o gravedad especifica de un fluido. Éste se
diseña utilizando el Principio de Arquímedes para que flote verticalmente.

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68

Figura 3.21. Esquema de un Hidrómetro. [2]

3.9 ESTABILIDAD DE LOS CUERPOS SUMERGIDOS Y DE LOS


FLOTANTES.
El concepto de estabilidad rotacional tiene suma importancia en el diseño,
por ejemplo, de barcos y submarinos, entre otros. Para explicar de una forma
general, los conceptos de estabilidad e inestabilidad, considérese la figura
siguiente.

Figura 3.22. Ejemplo para ilustrar el concepto de estabilidad. [2]

El caso (a) es estable, ya que cualquier perturbación pequeña genera una


fuerza de restitución que la regresa a su posición inicial. El caso (b) es
neutralmente inestable, porque si se mueve la bola hacia algún lado permanecería
puesta en su nueva posición. El caso (c) es inestable porque es una situación en la
que cualquier perturbación, inclusive infinitesimal, hace que la bola ruede hacia
abajo y no regresa a su posición original.
La estabilidad rotacional de un cuerpo sumergido depende de las
ubicaciones relativas del centro de gravedad G del cuerpo y del centro de flotación
B, el cual es el centroide del volumen desplazado. Un cuerpo sumergido es estable

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69

si tiene un fondo pesado y, en consecuencia, el punto G está directamente por


debajo de B, tal como se puede apreciar en la figura 3.23.

Figura 3.23. Cuerpo sumergido. [2]

En estos casos, una perturbación rotacional produce un momento de


restitución que lo regresa a su posición estable inicial. Un cuerpo sumergido cuyo
centro de gravedad G está directamente arriba del B es inestable y cualquier
perturbación hará que esté cuerpo se voltee. Un cuerpo sumergido para el cual G y
B coinciden es neutralmente estable, es decir, no existe tendencia de voltearse o
enderezarse por sí mismos.

Los criterios de estabilidad rotacional de cuerpos sumergidos son


semejantes para los cuerpos flotantes. Si el centro de gravedad G del cuerpo
flotante está directamente por abajo del centro de flotación B, el cuerpo siempre es
estable. Pero a diferencia de los cuerpos sumergidos, un cuerpo flotante puede ser
aún estable cuando G está directamente arriba del B, ver figura 3.24.

Figura 3.24. Cuerpo flotante. [2]


Esto se debe a que el centroide del volumen desplazado se mueve hacia
uno de los lados hasta un punto B’ durante una perturbación rotacional, mientras
que el centro de gravedad G permanece inalterado. Si el punto B’ está

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70

suficientemente lejos, estas dos fuerzas crean un momento de restitución y


regresan el cuerpo a su posición original. Una medida de la estabilidad para los
cuerpos flotantes es la altura metacéntrica GM, la cual es la distancia entre el
centro de gravedad G, y el metacentro M (el punto de intersección de las líneas de
acción de la fuerza de flotación que pasa por el cuerpo antes y después de la
rotación). Un cuerpo flotante es estable si el punto M está arriba del G e inestable
si el punto M está por debajo del G.

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CAPÍTULO 4
LEYES FUNDAMENTALES PARA LOS FLUJOS DE FLUIDOS

Este capítulo trata de la aplicación de las principales leyes a los flujos de


fluidos. En la mecánica de fluidos clásica se estudia lo referente a la ley de
conservación de la masa, la primera ley de la termodinámica y la segunda ley de
Newton.

Algunos movimientos de fluidos pueden ser descritos con facilidad, como


el caso del flujo de agua a través de una tubería horizontal de acero comercial, en
tanto que otros requieren un conocimiento completo de las leyes físicas
mencionadas inicialmente. En ingeniería, es importante describir los movimientos
de fluidos tan simples como la precisión requerida sea cumplida. La facilidad de
resolver las ecuaciones generales de movimiento dependerá de la experticia del
ingeniero proyectista pues dependerá de las consideraciones que puedan ser
utilizadas para simplificar el proceso real.

Las leyes básicas se expresan empleando el concepto de sistema o


colección fija de partículas; sin embargo, en los flujos de fluidos es común que se
trabaje con volúmenes de control, como por ejemplo, conductos, toberas,
difusores, bombas, ventiladores y turbinas, entre otros. Por tanto, se introduce el
teorema de transporte de Reynolds que permite aplicar las leyes básicas a
volúmenes de control.

Este capítulo se divide en dos secciones. La primera referida a conceptos


básicos de la cinemática de fluidos, y la segunda, a la fundamentación teórica,
análisis y aplicación de las leyes fundamentales para flujos de fluidos.

4.1 DESCRIPCIONES LAGRANGUIANA Y EULERIANA DE


MOVIMIENTO.

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72

La variable fundamental en la cinemática de fluidos es la velocidad; como


cantidad vectorial debe definirse en magnitud, dirección y sentido. Otras variables
significativas son la posición y la aceleración.

En el caso de los sólidos, como no existe movimiento relativo entre las


particular que lo forman, por lo general, es suficiente conocer el movimiento del
sólido como una unidad indeformable. En el tratamiento de los fluidos esta
aproximación es errada, por cuanto existen desplazamientos relativos entre las
diversas partículas de la masa fluida y, en consecuencia, se hace necesario
estudiar las velocidades, desplazamientos, velocidades y aceleraciones para todas
las partículas que conforman la masa.

Un estudio exhaustivo de las velocidades y desplazamientos de todas las


partículas de una masa fluida, es una tarea imposible, por eso existen dos maneras
de describir el movimiento. El primero, denominado método euleriano, nombrado
en honor a Leonhard Euler (1707-1783), el movimiento del fluido está dado al
prescribir completamente las propiedades necesarias (presión, densidad y
velocidad, entre otras) como funciones del espacio y del tiempo. A partir de este
método se obtiene información sobre el flujo en términos de lo que sucede en
puntos fijos en el espacio a medida que el fluido pasa por esos puntos.

En el segundo método, denominado método lagrangiano, llamado así en


honor a Joseph Lagrange (1736-1813), se requiere seguir las partículas de fluido
individuales a medida que avanzan y determinar cómo las propiedades del fluido
asociadas con estas partículas cambian en función del tiempo. Es decir, las
partículas de fluido se marcan y sus propiedades se determinan en la medida en
que se mueven. Este método, que es el aplicado, generalmente, a partículas sólidas no se
presta fácilmente al estudio de la cinemática de los fluidos.

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73

La diferencia entre los dos métodos para analizar problemas de flujo de


fluidos se puede observar en el ejemplo del humo que sale por una chimenea,
como se muestra en la figura 4.1.

Figura 4.1. Esquema representativo de las descripciones euleriana


y lagrangiana. [6]

En el método euleriano, a la parte superior de la chimenea (punto O) se


podría conectar una termocupla para medir la temperatura y registrar dicha
propiedad en ese punto en función del tiempo. En instantes diferentes, por el
instrumento estacionario pasan distintas partículas de fluido. Así, se podría
obtener la temperatura T, para esa ubicación (x =xo, y =yo y z =zo) en función del
tiempo. Es decir, T =f(xo, yo, zo, t). El uso de numerosos dispositivos para medir
la temperatura fijos en varios sitios podría proporcionar el campo de temperatura,
T(x, y, z, t).

En el método lagrangiano, el dispositivo para medir la temperatura se


conectaría a una partícula de fluido particular (partícula A) y se registraría la
temperatura de esta partícula a medida que se mueve. Así, se podría obtener la
temperatura de esa partícula en función del tiempo, TA =TA(t). El uso de muchos
de estos dispositivos de medición moviéndose con varias partículas de fluido
proporcionaría la temperatura de éstas en función del tiempo.

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74

En el caso del método euleriano, la temperatura de una partícula en


función del tiempo no se conocería, a menos de que se conociera la ubicación de
la partícula en función del tiempo; y en el método lagrangiano, la temperatura no
se conocería en función de la posición a menos de que se supiera la ubicación de
cada partícula en función del tiempo. Si se dispone de suficiente información en
forma euleriana, a partir de los datos eulerianos se puede obtener información
lagrangiana y viceversa.

4.2 FUNDAMENTOS DE VISUALIZACIÓN DEL FLUJO.


Las líneas de trayectoria, líneas fugaces y líneas de corriente se utilizan
para describir un campo de flujo, siendo éste el espacio físico a través del cual
ocurre el movimiento de un fluido, o en otras palabras, la región de flujo de
interés.

Una línea de trayectoria es el lugar geométrico de los puntos recorridos


por una partícula a medida que se desplaza en un campo de flujo; la línea de
trayectoria proporciona la historia de las ubicaciones de la partícula. Una
fotografía de una línea de trayectoria requeriría una exposición de tiempo de una
partícula iluminada. Una línea de trayectoria es un concepto lagrangiano en el que
sencillamente se sigue de una partícula de fluido conforme se desplaza en el
campo de flujo, ver figura 4.2. De donde se deduce que una línea de trayectoria
coincide con el concepto de vector de posición, al que se le sigue el rastro durante
algún intervalo finito.

Figura 4.2.La línea de trayectoria siguiendo la trayectoria real de una partícula. [2]

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75

Una línea fugaz, o también llamada estela o traza, se define como una
línea instantánea cuyos puntos son ocupados por todas las partículas que se
originan en algún punto específico del campo de flujo, ver figura 4.3. Las líneas
fugaces indican dónde están las partículas ahora mismo. Una fotografía de una
línea fugaz sería una foto instantánea del conjunto de partículas iluminadas que
pasan por un cierto punto.

Figura 4.3. Línea de traza apreciada por la inyección continúa de tinte o humo
desde un punto del flujo.[2]

Las líneas de corriente es una curva en el flujo que posee la propiedad de


que el vector velocidad de cada partícula que ocupa un punto en la línea de
corriente es tangente a ésta. Esto puede apreciarse en la figura 4.4. Una ecuación
que verifica que el vector velocidad es tangente a una línea de corriente es

V  d r  0 …(4.1)
pues V y r están en la misma dirección.

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76

Figura 4.4. Líneas de corriente en un campo de flujo. [7]

Las líneas de corriente no se pueden observar directamente de manera


experimental, excepto en campos de flujo estacionario, en los cuales coinciden
con las líneas de trayectoria y las líneas de traza. Sin embargo, desde el punto de
vista matemático, se puede escribir una expresión sencilla para una línea de
corriente con base en su definición. Considerando una longitud infinitesimal de

arco, d r  dxi  dy j  dzk a lo largo de una línea de corriente, ver figura 4.5 par

el caso de dos dimensiones; d r debe ser paralelo al vector velocidad local

V  ui  v j  wk por definición de una línea de corriente. Con el uso de

triángulos semejantes y sabiendo que las componentes de d r deben ser

proporcionales a las de V se define que:


dr dx dy dz
   …(4.2)
V u v w

Un tubo de corriente consta de un haz de líneas de corriente, tal como


puede ilustrarse en la figura 4.6, de forma muy semejante en la que un cable de
comunicaciones consta de un haz de cables de fibras ópticas. Dado que las líneas
de corriente son en todo punto paralelas a la velocidad local, por definición un
fluido no puede cruzar una línea de corriente. Por extensión, el fluido que se
encuentra dentro de un tubo de corriente debe permanecer allí y no puede cruzar
la frontera de éste.

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77

Figura 4.5. Ilustración de una línea de corriente para el caso bidimensional. [2]

Figura 4.6. Ilustración de un tubo de corriente. [2]

En un flujo estable, coinciden las líneas de trayectoria, las líneas fugaces y


las de corriente. Todas las partículas que pasan por un punto dado seguirán la
misma trayectoria puesto que nada cambia con el tiempo; por consiguiente, las de
trayectoria y las líneas fugaces coinciden. Además, el vector de velocidad de una
partícula en un punto dado será tangente a la línea a lo largo de la cual se mueve;
por tanto esta línea también es una línea de corriente. Como los flujos que se
observan en el laboratorio generalmente son flujos estables, a estas líneas
observadas se les da el nombre de líneas de corriente aunque en realidad posible-
mente sean líneas fugaces, y por el tiempo de exposición, líneas de trayectoria.

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78

4.3 MOVIMIENTO ABSOLUTO Y RELATIVO DE UNA PARTÍCULA.


El movimiento absoluto es el de las partículas de fluido que nota un
observador desde un sistema fijo a tierra. El movimiento relativo es aquel que
nota un observador desde el sistema móvil. La figura siguiente representa
esquemáticamente ambos sistemas de coordenadas, con los vectores posición
respecto a la partícula P del fluido.

Figura 4.7. Sistemas de referencia, sistema fijo (x,y,z) y sistema móvil


(x´,y´,z´).

Para la partícula P ilustrada en la figura anterior, vectorialmente se


cumple que:

r OP  r OO´  r O´P ...(4.3)

donde el termino r OP es el vector posición de la partícula P respecto al sistema de


referencia fijo, el vector posición del sistema móvil respecto al sistema de

referencia fijo se denomina r OO´ y el vector posición de la partícula P respecto al

sistema de referencia móvil se le define como r O´ P .

Derivando la ecuación 4.3 con respecto al tiempo se tiene que:

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79

drOP drOO´ drO´P


  …(4.4)
dt dt dt
donde:
drOP
: Velocidad de la partícula respecto al sistema fijo. Físicamente representa la
dt
velocidad del fluido vista por un observador estacionario en un sistema de
coordenadas fijo y se representará por la letra V.
drOO´
: Velocidad del sistema móvil respecto al sistema fijo. Físicamente
dt
representa la velocidad del volumen de control o de la superficie de control vista
desde un sistema de coordenadas fijo; esta se denotará como VSC.
drO´P
: Velocidad de la partícula P respecto al sistema móvil. Físicamente
dt
representa la velocidad del fluido vista por un observador que se mueve con el
volumen de control. Esta velocidad se representa como Vr.

Utilizando la nomenclatura antes citada, la ecuación 4.4 queda

V  V SC  V r …(4.5)

La figura 4.8 es la representación grafica de la ecuación anterior y se le


denomina triángulo o diagrama de velocidades.

Figura 4.8. Ilustración de un diagrama de velocidades. [2]

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80

4.4 TEOREMA DE TRANSPORTE DE REYNOLDS.


La mayoría de los principios de la mecánica de los fluidos se adoptan de
la mecánica de los sólidos, en donde las leyes físicas se refieren a las razones de
cambio respecto del tiempo de propiedades extensivas se expresan para sistemas
(Sis). En la mecánica de los fluidos con frecuencia es más conveniente trabajar
con volúmenes de control (VC) y, por tanto, surge la necesidad de relacionar los
cambios en un volumen de control con los cambios de un sistema.

El teorema de transporte de Reynolds (TTR), en honor al ingeniero ingles


Osborne Reynolds (1842-1912), proporciona el vinculo entre los enfoques de
sistema y volumen de control, es decir, permite aplicar los principios
fundamentados en sistemas a volúmenes de control.

Para deducir este teorema se representará con la letra B cualquier


propiedad extensiva (como la masa, la energía, la entropía o la cantidad de

movimiento) y b ( b  B ) la propiedad intensiva especifica correspondiente;


m
contenidas dentro de contornos definidos en un momento particular. Considere la
situación general de flujo ilustrada en la figura siguiente.

Figura 4.9. Flujo a través de un conducto donde se aprecian los


conceptos de Sis y VC.

Considere el sentido de flujo de izquierda a derecha por una porción de un


campo de flujo como se ilustra en la figura 4.9. Los límites superior e inferior del
fluido que se considera son líneas de corriente del flujo y se considera que éste es
uniforme a través de cualquier sección transversal entre estas dos líneas. Se elige

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81

el volumen de control como un volumen fijo entre las secciones (1) y (2) del
campo de flujo. Tanto la sección (1) como (2) son normales a la dirección del
flujo. En el instante t, los contornos del sistema y del volumen de control se
eligieron para que coincidieran, de tal forma que se cumple:
BSis t  BVC t …(4.6)

En un instante Δt posterior, el sistema se ha movido un poco a través del


volumen de control fijo y es posible que haya cambiado ligeramente su forma.
Una pequeña cantidad de fluido nuevo VC
dentro
ha entrado al volumen de control

y otra pequeña cantidad de fluido VC


fuera
ha salido del VC. Estos pequeños
volumen de materia llevan cantidades pequeñas de la propiedad B con ellas, de tal
modo que habrán entrado BVC
dentro
y salido BVC
fuera
del VC. Comparando la
magnitud de la propiedad B en estas regiones para el instante t + Δt, se deduce:
BSis t t  BVC t t  BVCfuera  BVCdentro …(4.7)

Restando la ecuación 4.6 a la ecuación 4.7, se obtiene:


BSis t t  BSis t  BVC t t  BVC t  BVCfuera  BVCdentro …(4.8)

por tanto se puede indicar que


BSis  BVC  BVC
fuera
 BVC
dentro
…(4.9)

Dividiendo por Δt la ecuación 4.9 y tomando el límite cuando t  0 , se


obtiene al utilizar la definición de derivada:
DB dB dB dB
   …(4.10)
Dt Sis dt VC dt fueraVC dt dentroVC
La ecuación anterior expresa que la razón de cambio respecto del tiempo
de la propiedad B del sistema es igual a la razón de cambio de B respecto del
tiempo del volumen de control más el flujo neto de B hacia fuera de este volumen
debido a la masa que cruza la superficie de control. Ésta es la relación deseada ya

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82

que relaciona el cambio de una propiedad de un sistema con el cambio de esa


propiedad para un volumen de control.

Si las propiedades pueden ser consideradas uniformes en la superficie de


control (SC), se puede obtener el flujo de la propiedad B a través de un VC de la
forma siguiente:
dB B
 lim t 0
dt SC t SC

desarrollando la igualdad anterior


dB
 lim t 0
b  lim t 0
As b  lim t 0
AVt b
dt SC t SC t SC t SC

Por tanto,

 bVA SC …(4.11)
dB
dt SC

La ecuación anterior permite evaluar la cantidad de propiedad B que cruza


una determinada superficie de control, cuando las propiedades son uniformes en
dicha SC. Para esta situación, la ecuación 4.10 aplicada a la región ilustrada en la
figura 4.9 queda
DB dB
  bVA SC  bVA SC …(4.12)
Dt Sis dt VC 2 1

En este caso, el flujo neto de salida de la propiedad B es sencilla su


determinación, ya que sólo se tiene una entrada y una salida, y las velocidades son
normales a las superficies en las secciones (1) y (2), Sin embargo, en general, se
pueden tener varias entradas y salidas y puede ser que la velocidad no sea normal
a la superficie de control en el cruce de la superficie. Asimismo, puede ser que la
velocidad no sea uniforme. Con la finalidad de generalizar el proceso, se
considera un área superficial diferencial dA sobre la superficie de control y se

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83

denota su vector normal exterior unitario por n , ver figura 4.10. El flujo de la

 
propiedad b a través de dA es b V  n dA ya que el producto punto V  n resulta  
en la componente normal de la velocidad.

Figura 4.10. Ilustración de flujos a través de SC. [2]

Entonces, por integración se determina que la razón neta de flujo de salida


a través de todas las SC del volumen de control es:
 dB dB
B neto     bV  ndA …(4.13)
dt fueraVC dt dentroVC SC

Dentro del volumen de control, las propiedades pueden variar en el


espacio. En ese caso, la cantidad total de la propiedad extensiva B dentro del
volumen de control debe determinarse por integración como
B VC   bd
VC
…(4.14)

Por tanto la rapidez con la cual cambia la propiedad B dentro del volumen
de control queda
dB d
  bd …(4.15)
dt VC dt VC

Sustituyendo las ecuaciones 4.13 y 4.15 en la expresión 4.12 se define el


teorema de transporte de Reynolds para un volumen fijo de control:
DB d
Dt Sis
  bd  SC bV  ndA …(4.16)
dt VC

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84

La ecuación anterior es válida volúmenes de control en movimiento,

siempre que la velocidad absoluta V del fluido del flujo neto de la propiedad B se

reemplace con la velocidad relativa V r del fluido. Por tanto, la forma más general
del TTR es
DB d
Dt Sis
  bd  SC bV r  ndA …(4.17)
dt VC

Durante el flujo estable o estacionario, la cantidad de la propiedad B que


está dentro del volumen de control permanece constante en el tiempo y la derivada
respecto del tiempo de la ecuación 4.17 resulta cero; lo cual reduce TTR a:
DB
  bV r  ndA …(4.18)
Dt Sis SC

4.5 LEY DE CONSERVACIÓN DE LA MASA.


Para los sistemas, el principio e conservación de la masa se usa de manera
implícita porque es condición que la masa permanezca constante durante el
proceso. La masa de una partícula de fluido es d , donde d es el volumen
ocupado por la partícula y  es su densidad. Por tanto, algebraicamente, esta ley
establece
Dm D
  d  0 …(4.19)
Dt Sis Dt Sis

En este caso la propiedad extensiva B es igual a la masa m, por


consiguiente, la propiedad intensiva especifica correspondiente es equivalente a la
unidad (b=1). Para un sistema y un volumen de control fijo indeformable que
coinciden en un instante dado, el teorema de transporte de Reynolds, ecuación
4.16, permite afirmar que
Dm d
  d  SC V  ndA
Dt Sis dt VC
…(4.20)

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85

La expresión de volumen de control para la conservación de la masa, que


se denomina ecuación de continuidad, para un volumen de control fijo que no se
deforma se obtiene al combinar las ecuaciones 4.19 y 4.20 para obtener
d
 d  SC V  ndA  0 …(4.21)
dt VC

En términos de palabras, la ecuación 4.21 establece que para conservar la


masa, la razón de cambio con respecto al tiempo de la masa en el volumen de
control más la razón de flujo neto de masa a través de la superficie de control debe
ser igual a cero. En dicha ecuación, la razón de cambio con respecto al tiempo de
la masa del sistema se expresa como la suma de dos cantidades de volumen de
control: la razón de cambio con respecto al tiempo de la masa en el volumen de
control,
d
 d
dt VC

y la razón de flujo neto de masa a través de la superficie de control,

 V  ndA
SC

En un flujo estable, todas las propiedades del campo (es decir, las
propiedades en cualquier punto específico) incluyendo la densidad permanecen
constantes con el tiempo y la razón de cambio con respecto al tiempo de la masa
en el volumen de control es cero. Es decir,
d
 d  0 …(4.22)
dt VC

El integrando, V  n , en la integral del caudal o flujo másico representa el


producto de la componente de velocidad, V, perpendicular a la pequeña porción de
la superficie de control y el área diferencial, dA, tal como se ilustra en la figura

4.11. Así, V  n dA es el caudal o flujo volumétrico a través de dA y  V  n dA es

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86

el flujo o caudal másico a través de dA. Además, el signo del producto punto

V  n es “+” para el flujo que sale del volumen de control y "-" para flujo que

entra al volumen de control, ya que se considera que n es positivo cuando apunta


hacia fuera del volumen de control. Cuando todas las cantidades diferenciales

 V  n dA se suman sobre toda la superficie de control, como se señala por la


integral correspondiente, el resultado es el flujo másico a través de una superficie
de control, entonces

m   V  ndA …(4.23)
A


donde m es el caudal o flujo másico (kg/s) lo cual representa la cantidad de
materia por unidad de tiempo que cruza una determinada superficie de control.

Figura 4.11. Ilustración de la componente de la velocidad normal Vn a la


superficie de control. [2]

La razón de flujo neto de masa a través de la superficie de control puede


expresarse de la forma siguiente
 

 V  ndA  m 
SalenVC
m
EntranVC
…(4.24)
SC

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87

Combinando las ecuaciones 4.21, 4.22 y 4.24, se obtiene la expresión de


conservación de la masa para un volumen de control en un proceso de flujo
estable,
 
m  m  0
SalenVC EntranVC
…(4.25)

La ecuación 4.23 no siempre es práctica para los análisis de Ingeniería


porque implica integrar para determinar el caudal másico y para ello se debe
conocer la relación entre la densidad  y la velocidad de flujo V con respecto a la
superficie de control. En muchas aplicaciones prácticas, la densidad puede ser
considerada como uniforme sobre toda la superficie de control y se puede extraer
la propiedad ρ de la integral.

m    V  ndA …(4.26)
A

Pero la velocidad nunca es uniforme sobre una superficie de control


debido a la condición de no deslizamiento en las paredes, salvo para el modelo de
fluido ideal. Ver figura 4.12. En el flujo real, la velocidad varía desde cero en las
paredes hasta algún valor máximo en la línea central del tubo o cerca de éste.

Un concepto más conveniente de la velocidad de flujo para la ecuación


4.26 es el de velocidad promedio V ; esta se define como el valor promedio de Vn
a través de toda la superficie de control, la cual debe producir el mismo caudal
másico que la distribución real de velocidad.

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88

Figura 4.12. Ilustración de algunos perfiles de velocidad. [1]

Algebraicamente la velocidad promedio se determina a partir de la relación


siguiente:

m    Vn dA  V A
A

por tanto,
1
A A
V Vn dA …(4.27)

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89

La velocidad promedio representa la velocidad uniforme de una superficie


de control, y para un flujo real, es una velocidad ficticia que permite simplificar
las ecuaciones en donde se involucra la velocidad del flujo del fluido, tal como se
ilustra en la figura siguiente.

Figura 4.13. Perfil de velocidad real de un flujo Vs velocidad promedio. [2]

El volumen del fluido que fluye a través de una sección transversal por
unidad de tiempo se le denomina flujo volumétrico (también conocido como gasto
o caudal volumétrico) y se determina como:

V  Q   Vn dA …(4.28)
A

Al utilizar el concepto de velocidad promedio resulta



V  Q VA …(4.29)

Las razones de flujo de masa y volumen están relacionadas por la


expresión
 
m  V …(4.30)

Numerosos equipos y máquinas tales como bombas, ventiladores, toberas


y turbinas, entre otros; forman una sola corriente (sólo una entrada y una sálida)
de flujo estable. Para estos dispositivos se cumple según la ecuación 4.25 que
 
m Entra  m Sale …(4.31)

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90

Si además, se considera proceso de flujo uniforme se puede escribir que

V A  V A …(4.32)
SC Entrada SC Salida

por tanto, para estas condiciones (una corriente, flujo uniforme y estable) se
deduce que

V A  Ctte …(4.33)

Las relaciones 4.32 y 4.33 de conservación de la masa se pueden


simplificar aún más cuando el flujo del fluido es incompresible, el cual suele ser
el caso de los líquidos en procesos adiabáticos, de la manera siguiente

 V A   V A …(4.34)
SC Entrada SC Salida

lo cual se reduce a
V A  Ctte …(4.35)

4.5.1 VOLUMEN DE CONTROL MÓVIL QUE NO SE DEFORMA.


Algunas veces es necesario usar un volumen de control que no se deforma
sujeto a un marco de referencia móvil. Algunos ejemplos de lo anterior son
volúmenes de control como el motor de una turbina de gas sobre un avión en
vuelo, la chimenea de un buque en el mar, un rociador de césped y el rodete de
una bomba, entre otros. Cuando se usa un volumen de control móvil, la velocidad
del fluido con respecto al volumen de control móvil (velocidad relativa) es una
variable importante del campo de flujo.

Se puede aplicar la ley de conservación de la masa a un volumen de


control móvil que no se deforma, cuando éste se desplaza a una velocidad VVC, de
la misma manera como se hizo para un volumen de control fijo; la única
diferencia radica en el hecho de que es necesario considerar que la velocidad del

 
fluido observada es la velocidad relativa V r  V  V VC . Un observador fijo en el
volumen de control móvil puede o no saber que está en movimiento con respecto
a algún sistema de coordenadas fijo. Aplicando el mismo razonamiento que para

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91

un volumen de control fijo, se observa que el resultado para un volumen de


control móvil se puede obtener sustituyendo la velocidad absoluta por la
velocidad relativa, es decir
Dm d
  d  SC V r  ndA
Dt Sis dt VC
…(4.36)

Combinando las ecuaciones 4.19 y 4.36, resulta para un volumen de


control móvil que no se deforma
d
 d  SC V r  ndA  0
dt VC
…(4.37)

Cuando se usa un volumen de control móvil que no se deforma, es válido


el acuerdo del signo del producto punto usado para aplicaciones de un volumen de
control fijo que no se deforma. También, si el flujo dentro del volumen de control
móvil es estable, o estable con base en un tiempo medio, la razón de cambio con
respecto al tiempo de la masa en el volumen de control es cero. En la ecuación de
continuidad se deben usar las velocidades vistas desde el marco de referencia del
volumen de control (velocidades relativas).

4.5.2 VOLUMEN DE CONTROL QUE SE DEFORMA.


Ocasionalmente, un volumen de control que se deforma puede simplificar
la solución de un problema. En un volumen de control que se deforma cambia el
tamaño del volumen y movimiento en la superficie de control. Así, en este caso se
puede aplicar el teorema de transporte de Reynolds para un volumen de control
móvil, y al aplicar las ecuaciones 4.17 y 4.21 se obtiene
Dm d
  d  SC V r  ndA  0
Dt Sis dt VC
…(4.38)

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92

d
El término de la razón de cambio con respecto al tiempo  d , en la
dt VC

ecuación 4.38, suele ser diferente de cero y se debe evaluar cuidadosamente


debido a que la extensión del volumen control varía con el tiempo.

El término del flujo másico en la ecuación 4.38  V


SC
r  ndA , se debe

determinar con la velocidad relativa V r , la velocidad referida a la superficie de


control. Como el volumen de control se deforma, la velocidad de la superficie de
control no necesariamente es uniforme e idéntica a la velocidad del volumen de
control VVC , como también era el caso para volúmenes control móviles que no se
deforman. Para el volumen de control que se deforma,

V r  V  V SC …(4.39)

donde V SC es la velocidad de la superficie de control vista por un observador fijo.

La velocidad relativa V r , se debe evaluar con cuidado siempre que el fluido cruza
la superficie de control.

4.6 ECUACIÓN DE LA ENERGÍA.


La ecuación de la Energía o Primera Ley de la Termodinámica, establece
una relación entre las diversas formas de energía y las interacciones
termodinámicas. Esta ley expresa que la energía no se puede crear ni destruir en el
transcurso de un proceso, sólo puede transformarse.

El contenido de energía de una cantidad fija de masa se puede modificar



por medio de dos mecanismos: la transferencia de calor Q y transferencia de

trabajo W . En términos algebraicos, esta ecuación puede expresarse como:
  
   
 DE
  Q Entrada   Q Salida    W Salida  W Entrada  
  Sis   Sis Dt Sis

o bien,

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93

     D
 Q Neto   W Neto  
  Sis 
 ed
 Sis Dt Sis
…(4.40)

En este caso la propiedad extensiva B es la energía E, y su correspondiente


 E
propiedad intensiva especifica b=e  b   . La energía del sistema e por unidad
 m
de masa puede ser de varios tipos:
e  eint erna  ecinética  e potencial  eotras

donde eotras se refiere a cambios de composición química, reacciones nucleares y


efectos electrostáticos y magnéticos. Para efectos del curso se despreciara este
término y sólo se considerara energía interna, energía cinética y energía potencial,
es decir
1
e  u  V 2  gz …(4.41)
2

Además, para el sistema y el contenido del volumen de control coincidente


fijo y que no se deforma, el teorema de transporte de Reynolds (ecuación 4.16 con
el parámetro b igual a e) permite concluir que
DE d
Dt Sis
  ed  SC eV  ndA
dt VC
…(4.42)

Al combinar las ecuaciones 4.40 y 4.42 se obtiene la ecuación del volumen


de control para la primera ley de la termodinámica o ecuación de la energía:
  d
Q Neto  W Neto   ed  SC eV  ndA
dt VC
…(4.43)

la cual puede expresarse como

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94


La razón de transferencia de calor Q representa todas las formas en que se
intercambia energía entre el contenido del volumen de control y el entorno debido
a una diferencia de temperatura. Así puede haber radiación, conducción o
convección, o ambas. La transferencia de calor hacia el volumen de control se
considera positiva; la transferencia de calor hacia fuera de éste se considera
negativa. Un proceso durante el cual no hay transferencia de calor se le denomina
proceso adiabático. Existen dos maneras para que un proceso sea adiabático: el
sistema está adecuadamente aislado de modo que sólo una cantidad despreciable
de calor puede pasar a través de la frontera del sistema, o, tanto el sistema como
los alrededores están a la misma temperatura. La razón neta de transferencia de
 
calor, Q entrada neta, también puede ser cero cuando Q 
Entrada
 Q . El cálculo
Salida


de Q es el objetivo central del curso de Transferencia de Calor; por tanto, para

efectos del curso se consideraran procesos con Q Neto  0 .

Una interacción de energía es trabajo si está asociada con una fuerza que
actúa a lo largo de una distancia. Un émbolo que asciende, un eje rotatorio y un
conductor eléctrico que crucen la frontera del sistema están relacionados con in-
teracciones de trabajo. La razón de realización de trabajo respecto al tiempo se

llama potencia y se denota por W .

Un sistema puede incluir numerosas formas de potencia y la potencia total


se puede expresar como:
    
W Total  W Eje  W Pr esión  W Vis cos o  W Otras …(4.44)
 
donde W Eje es la potencia transmitida por un eje rotatorio, W Pr esión es la potencia

realizada por las fuerzas de presión sobre la superficie de control, W Vis cos o es la
potencia realizada por las componentes normal y cortante de las fuerzas viscosas

sobre la superficie de control, W Otras es la potencia realizada por otras fuerzas

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95

como la eléctrica y la magnética, y la tensión superficial, las cuales no son



consideradas en el curso. Así como tampoco se considerará en el curso W Vis cos o ya
que, por lo general, es pequeña en relación con otros términos en el análisis del
volumen de control. Pero debe tenerse presente que el trabajo que se realiza por
fuerzas cortantes, como las de los álabes pueden ser consideradas en un análisis
detallado de las turbomáquinas.

En muchas aplicaciones de la ingeniería mecánica, el trabajo se transfiere a


través de la superficie de control mediante un eje móvil. En dispositivos giratorios
como turbinas, ventiladores y propelas, un eje móvil transfiere trabajo de un lado
a otro de la porción de la superficie de control que se desliza a través del eje.
Inclusive en máquina, reciprocantes o alternativas como los motores de
combustión interna de desplazamiento positivo y los compresores en que se
utilizan arreglos pistón-cilindro, se usa un eje giratorio. Para un eje giratorio, la

transferencia de potencia W Eje está relacionada con el torque del eje que produce
la rotación  eje y la velocidad angular del eje ω mediante la expresión:

W Eje   eje  …(4.45)

La transferencia de energía por potencia también puede ocurrir en la


superficie de control cuando una fuerza asociada con el esfuerzo normal del fluido
actúa sobre una distancia. Considérense el sencillo flujo por un tubo que se ilustra
en la figura 4.14 y el volumen de control mostrado.

Figura 4.14. Flujo simple completamente desarrollado en un tubo. [6]

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96

La transferencia de potencia asociada con esfuerzos normales o presión



que actúan sobre una sola partícula de fluido  W Pr esión se puede evaluar como el
producto punto de la fuerza que produce el esfuerzo normal Fnormal y la velocidad
de la partícula de fluido V como

 W Pr esión  Fnormal  V …(4.46)

Si la fuerza de esfuerzo normal se expresa como el producto de la presión

p y el área superficial de la partícula de fluido ndA , el resultado es



 W Pr esión  p ndA  V  pV  ndA  pVn dA …(4.47)

Para todas las partículas de fluido sobre la superficie de control de la


figura 4.14 en el instante considerado, la transferencia de potencia debida al

esfuerzo normal del fluido  W Pr esión es

W Pr esión   pV  ndA
SC
…(4.48)

Sustituyendo las consideraciones efectuadas para la transferencia de calor


y la potencia en la ecuación de la energía, ecuación 4.43, se obtiene la
simplificación siguiente
 d
 W Eje   ed  SC eV  ndA  SC pV  ndA
dt VC
…(4.49)

Cuando en la ecuación anterior se considera la energía total, ecuación 4.41,


se obtiene la ecuación general de la energía para un volumen de control fijo e
indeformable:
 d p 1 
 W Eje  
dt VC
ed      u  V 2  gz V  ndA
SC 
 2 
…(4.50)

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97

d
En la ecuación 4.50, el término  ed representa la razón de cambio
dt VC

con respecto al tiempo de la energía total almacenada en el volumen de control.


Este término es cero cuando el flujo es estable.

p 1 
     u  2 V  gz V  ndA de la ecuación 4.50 puede
2
El integrando
SC 

ser diferente de cero sólo donde el fluido cruza la superficie de control V  n  0 .  


En caso contrario, V  n es cero y el integrando es cero para esta porción de la
superficie de control. Si se considera que todas las propiedades entre paréntesis,
p 1 
  u  V 2  gz  , están uniformemente distribuidas sobre las áreas de las
 2 
secciones transversales en cuestión, la integración se hace simple y se obtiene
p 1 
     u  2 V  gz V  ndA 
2

SC 
…(4.51)
 p 1    p 1 
 m  u  V 2  gz  
FlujodeSalida  
 m  u  V 2  gz 
2  FlujodeEntrada   2 

Aunque este flujo uniforme ocurre rara vez en la realidad, la sencillez


alcanzada con esta aproximación justifica su empleo. Por tanto, para el caso de un
flujo estable y uniforme, la ecuación 4.50 se puede expresar de una manera más
práctica como
   p 1 
 W Eje   m   u  V 2  gz   ...
FlujodeSalida   2 
…(4.52)
 p 1 
...   m  u  V 2  gz 
FlujodeEntrada   2 

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98

4.6.1 APLICACIÓN DE LA ECUACIÓN DE ENERGÍA A UN TUBO DE


CORRIENTE.
Una gran cantidad de problemas prácticos incluyen sólo una entrada y una
salida, como por ejemplo: tuberías, conductos, toberas y difusores, entre otros; tal
como se aprecia en la figura 4.15. Para procesos de flujo estable, el gasto o flujo
de masa para estos dispositivos de una sola corriente se mantiene constante
 

 m Entrada  m Salida  . En ausencia de trabajo de eje y considerando flujo uniforme,
 
la ecuación 4.52 se reduce a:

Figura 4.15. Flujo en un tubo de corriente. [6]

p 1  p 1 
  u  V 2  gz     u  V 2  gz  …(4.53)
 2  Entrada   2  Salida

De la expresión anterior se puede inferir que para las secciones que


conforman un tubo de corriente, bajo estas condiciones, se verifica
p 1
 u  V 2  gz  ctte …(4.54)
 2

Se definirá como energía mecánica o energía externa emec a la suma de los


términos específicos (expresados en términos de energía por unidad de masa):
p 1
trabajo de flujo , energía cinética V 2 y energía potencial gz . La energía
 2
mecánica se define como la forma de energía que se puede convertir completa y
directamente en trabajo mecánico por medio de un dispositivo mecánico ideal. La

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99

energía interna u no forma parte de la energía mecánica puesto que no se puede


convertir en trabajo de manera directa y por completo. Entonces retomando la
ecuación 4.53 y utilizando la definición de energía mecánica resulta
emecEntrada  emecSalida  u …(4.55)

La ecuación de la energía intensiva-específica anterior es válida tanto para


flujos compresibles como incompresibles. Si embargo, para el caso de flujos
incompresibles   ctte se prefiere trabajar en términos de unidad de peso, es
decir
emecEntrada emecSalida u
 
g g g
O bien …(4.56)
P 1 2  P 1 2  u
  V  z     V  z  
  2g  Entrada   2 g  Salida g

La suma de los términos encerrados entre paréntesis de la ecuación


anterior se le denomina en la mecánica de fluidos como Disponibilidad o Carga
Mecánica H; así ésta disponibilidad estará compuesta por tres términos
intensivos-específicos (energía por unidad de peso de fluido) como carga de
P 1 2
presión , carga dinámica V y carga potencial z. La unidad de trabajo de
 2g
estos términos no es un concepto nuevo. En secciones anteriores relacionadas con
P
la altura de presión se analizó la relación , la cual viene expresada como la

columna de un fluido (por ejemplo, metros de columna de agua). Para que la
ecuación 4.56 sea dimensionalmente homogénea, todos los términos involucrados
deben ser presentados en la misma unidad.

La variación de la energía interna del flujo del fluido por unidad de peso
u
se debe a efectos irreversibles en el seno del flujo; principalmente lo relativo
g

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100

a fricción, cambios en el tamaño de la sección, cambios en la dirección del flujo y


obstrucciones en el paso del flujo, entre otros. Comúnmente se le denomina a este
término Pérdida de Carga h del flujo.

El termino definido como pérdida de carga a menudo se escribe en función


de un coeficiente de pérdida K como
V2
hK …(4.57)
2g
donde la velocidad del flujo V puede ser VEntrada o VSalida; si no es obvia, se
especificará. Los coeficientes de pérdida se analizan en detalle en el capítulo 6.

Por tanto, la expresión 4.56 se presenta frecuentemente en el ámbito de la


mecánica de los fluidos como
H Entrada  H Salida  hEntrada / Salida …(4.58)

La ecuación anterior también puede escribirse


 u  u
 H     H  
 g  Entrada  g  Salida

o bien …(4.59)
u
H  ctte
g

La energía interna de un flujo de un fluido bajo estas condiciones siempre


aumentará debido a los efectos irreversibles. La afirmación anterior es importante
pues permite inferir que en un proceso de flujo, éste se desplazará desde la
sección de mayor disponibilidad hacia la de menor disponibilidad.

Una forma de interpretar el significado físico de la ecuación 4.59 consiste


u
en representar de manera gráfica el nivel de la carga total H  , la
g

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101

P
disponibilidad H y la carga estática  z ; tal como puede apreciarse en el

ejemplo ilustrado en la figura 4.16.

Figura 4.16. Representación de diversas líneas de energía.

Para la construcción de estas líneas de manera experimental es necesario


tener instalada cierta instrumentación (manómetros, termómetros y caudalímetro,
entre otros) y conocer la geometría del conducto.

La llamada línea de gradiente hidráulico LGH se puede definir como la


línea que representa la suma de las cargas de presión estática y de elevación

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102

P
 z en cada sección que conforma el conducto; así como, la línea de carga o

disponibilidad H de un fluido representa la suma de la carga dinámica y la carga
estática.

4.6.2 ECUACIÓN DE BERNOULLI.


El estudio del flujo sin fricción a través de un tubo de corriente
infinitesimal proporciona una relación muy utilizada entre la presión, la velocidad
y la altura, que se denomina ecuación Bernoulli. Esta ecuación fue formulada de
forma muy vaga (en palabras) en un libro de texto de Daniel Bernoulli en 1738,
aunque la deducción completa se debe a Leonhard Euler, en 1755. Aunque la
ecuación de Bernoulli es muy famosa y tiene numerosas aplicaciones, se debe ser
muy cuidadoso y tener siempre en cuenta sus restricciones, ya que todos los
fluidos son viscosos y, por tanto, todos los flujos tienen algún efecto de la
fricción. Las condiciones adecuadas para el uso de la ecuación de Bernoulli son:
 Flujo estacionario.
 Flujo incompresible.
 Flujo sin fricción.
 Flujo a lo largo de una línea de corriente.
 Flujo sin trabajo de eje.
 Flujo sin transferencia de calor.

En la figura 4.17 se ilustran algunos equipos y dispositivos en donde los


efectos de fricción y sus componentes perturban la estructura aerodinámica del
flujo en una sección de éste.

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103

Figura 4.17. Componentes que invalidan la aplicación de Bernoulli.[2]

La derivación de esta importante ecuación, la ecuación de Bernoulli, se


inicia con la aplicación de la segunda ley de Newton a una partícula de fluido. Se
utiliza partícula cilíndrica infinitesimal colocada como se muestra en la figura
4.18, con longitud ds y área de sección transversal dA. Las fuerzas que actúan en
la partícula son las fuerzas de presión y el peso, como se muestra. Si se suman las
fuerzas dirección del movimiento, la dirección s, se obtiene
pdA   p  dpdA  Wsen  ma s …(4.60)

Figura 4.18. Fuerzas que actúan sobre una partícula de fluido a lo largo
de una línea de corriente. [2]

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104

La velocidad de la partícula está relacionada con la distancia por V = ds/dt,


la cual puede variar a lo largo de la línea de corriente. En el flujo bidimensional,
la aceleración se puede descomponer en dos elementos: la aceleración según la
corriente as, a lo largo de la línea de corriente, y la aceleración normal an, en la
dirección normal a la línea misma, la cual se da como an  V 2 / R . La aceleración
según la corriente se debe a un cambio en la magnitud de la velocidad a lo largo
de una línea de corriente, y la normal se debe a un cambio en la dirección. Para las
partículas que se mueven a lo largo de una trayectoria recta se verifica an=0 pues
el radio de curvatura es infinito y, por consiguiente, no hay cambio en la
dirección. Considerando que la velocidad V de una partícula de fluido como una
función de s y t; tomando la diferencial total de V(s, t), resulta
V V
dV  ds  dt …(4.61)
s t
y dividiendo ambos términos entre dt da:
dV V ds V
  …(4.62)
dt s dt t

En el flujo estacionario V / t  0 , lo cual implica que V=V(s) . la


aceleración en la dirección s queda
dV V ds dV
as   V …(4.63)
dt s dt ds

Sustituyendo la relación anterior en la expresión 4.60 resulta

pdA   p  dp dA  Wsen  mV


dV
…(4.64)
ds

La masa m de la partícula puede evaluarse como


m   dA ds …(4.65)
y θ es el ángulo entre la normal a la línea de corriente y el eje vertical z en ese
punto; por tanto,

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105

dz
sen  …(4.66)
ds

Sustituyendo las relaciones 4.65 y 4.66 en la ecuación 4.64, recordando


que W=mg, se obtiene que
dz dV
 dp dA  g dA ds   dA dsV …(4.67)
ds ds

Simplificando la relación anterior


dz
 dp  g   V dV …(4.68)
ds

Algebraicamente V dV 
1
2
 
dV2 y dividiendo cada término de la

ecuación anterior entre ρ resulta


1
dp 
1
2
 
d V 2  g dz  0 …(4.69)

Integrando la ecuación anterior para un flujo estacionario, a lo largo de una


línea de corriente, resulta
1 1
  dp  2 V  g z  cons tan te …(4.70)
2

donde la constante puede tener un valor diferente dependiendo de línea de


corriente considerada. En el caso de un flujo incompresible y estacionario queda
p1
 V 2  g z  cons tan te …(4.71)
 2

La ecuación anterior se le denomina Ecuación de Bernoulli, válida para el


flujo estacionario e incompresible, a lo largo de una línea de corriente, en regiones
no viscosas del flujo del fluido. La ecuación de Bernoulli también puede
escribirse entre dos puntos cualquiera de una línea de corriente como

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106

p1 1 p 1
 V12  g z1  2  V22  g z 2 …(4.72)
 2  2

Si la ecuación 4.72 se divide entre la aceleración de gravedad g; dicha


ecuación se transforma en
p1 1 2 p 1 2
 V1  z1  2  V2  z 2
 2g  2g
O bien …(4.73)
H1  H 2

De la expresión anterior se infiere que la disponibilidad o energía externa


se mantiene constante a lo largo de una línea de corriente. Lo cual no implica que
las formas de energía externa tengan que mantenerse constante. Por lo tanto, la
energía cinética y la potencial del fluido pueden convertirse a energía de flujo (y
viceversa) en el curso del flujo, lo cual hace que cambie la presión. Este fenómeno
puede hacerse más visible cuando se multiplica la ecuación de Bernoulli, ecuación
4.71, por la densidad ρ:
1
p V 2  g z  cons tan te …(4.74)
2

Cada término de esta ecuación tiene unidades de presión y, por tanto, cada
uno representa alguna clase de presión. En particular, el término p representa la
presión estática (no incorpora efectos dinámicos) o presión termodinámica real del
1
fluido. El término V 2 es la presión dinámica, representa el aumento en la
2
presión cuando el fluido en movimiento se detiene de manera isentrópica.

La suma de los términos de presión estática y presión dinámica se le


denomina presión de estancamiento y se expresa como:
1
p Es tan camiento  p  V 2 …(4.75)
2

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107

La presión estática en un tubo se puede medir simplemente con instalar un


piezómetro, mostrado en la figura 4.19. Un dispositivo, conocido como sonda
pitot, ilustrado en la figura 4.19, se utiliza para medir la presión total en un flujo
de fluido. Cuando la presión estática y de estancamiento se miden en un lugar
especificado, puede calcularse la velocidad del fluido en ese lugar a partir de

Figura 4.19. Ilustración de presiones estática, dinámica y de estancamiento en una


sección de un tubo. [2]

2 p Es tan camiento  p 
V …(4.76)

4.6.3 TEOREMA DE TORRICELLI.


Una de las ecuaciones más antiguas de la mecánica de fluidos está
relacionada con el flujo de un líquido que sale de un gran depósito como se
muestra en la figura 4.20. Un chorro de líquido de diámetro d fluye desde la
tobera a velocidad V como se muestra. Al aplicar la ecuación 4.73 entre los puntos
(1) y (2) sobre la línea de corriente mostrada considerando z1=h, z2=0, que el
deposito es de sección transversal grande ( V1  0 ) y está abierto a la atmósfera
(p1=0 manométrica) y que el fluido sale como chorro libre (p2=0 manométrica);
se obtiene

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108

V2  2 gh …(4.77)

Figura 4.20. Flujo vertical que sale de un depósito a través


de un orificio. [6]

La ecuación 4.77 es la versión moderna de un resultado obtenido en 1643


por Evangelista Torricelli (15 de octubre de 1608 - 25 de octubre de 1647) físico y
matemático italiano, la cual permite calcular la velocidad ideal de salida sin
consideración a la naturaleza del líquido. En la figura 4.21 se pueden apreciar
otros ejemplos de aplicación del Teorema de Torricelli.

Figura 4.21. Flujos que salen a través de un depósito, (a) flujo horizontal. (b) flujo
vertical. [6]

Una vez afuera de la boquilla, figura 4.20, la corriente continúa cayendo


como un chorro libre con presión cero en todas partes (p5=0), y como se puede

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109

observar al aplicar la ecuación 4.73 entre los puntos (1) y (5), la rapidez aumenta
según la expresión
V5  2 g (h  H ) …(4.78)
donde H es la distancia que el fluido ha caído fuera de la boquilla.

De la figura 4.22 se observa que la variación de la velocidad a través de la


sección transversal del chorro será mayor conforme disminuye h; éstas
velocidades varían con las raíces cuadradas de las alturas o cargas, razón por la
cual la función V vs h resulta en una parábola con vértice en la superficie del
depósito, y un eje vertical. Si la carga es grande en relación con la dimensión
vertical del orificio d<<h se puede usar la velocidad de la línea central como una
velocidad media razonable.

Figura 4.22. Representación de la relación entre velocidad y altura de un chorro.

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110

4.6.4 APLICACIÓN DE LA ECUACIÓN DE ENERGÍA A UNA


MÁQUINA DE FLUIDO.
Una máquina de fluido se refiere a un dispositivo formado por partes fijas
y móviles a través del cual circula el flujo de un fluido con la finalidad de variar
su condición energética. Las llamadas máquinas receptoras, como una bomba
centrífuga o un ventilador axial, exigen la entrega de potencia de eje y durante la
transformación energética ocurrida en la máquina, la energía externa del flujo
aumentará. Por otro lado, sucederá todo lo contrario en el caso de las máquinas
motoras, como el caso una turbina hidráulica.

En el caso particular de una máquina receptora, ver figura 4.23, y bajo las
condiciones de la ecuación 4.52 se establece que
   p 1  p 1  
W EjeB  m   u  V 2  gz     u  V 2  gz   …(4.79)
  2 2   2 1 

La expresión anterior permite evaluar la potencia de eje necesaria para


elevar la condición energética del flujo del fluido desde la condición de entrada
(superficie de control 1) hasta la condición energética requerida en la descarga
(superficie de control 2).

W EjeB
2 Flujo
1 Fluido

Figura 4.23. Esquema de una bomba centrífuga.

En el caso de flujos incompresibles, el trabajo específico se prefiere


denotar por unidad de peso; utilizando las definiciones de disponibilidad y pérdida
de carga, la ecuación 4.79 se transforma en

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111


W EjeB
H EjeB  
 H 2  H 1  h12 …(4.80)
mg

La expresión anterior permite inferir que en un flujo real no es posible


transformar toda la potencia de eje que entra a la máquina en energía de flujo
motivado a efectos irreversibles, tales como: pérdidas por fricción del flujo,
pérdidas por choque y/o turbulencia del flujo, pérdidas mecánicas por fricción en
rodamientos y pérdidas volumétricas, entre otras. El incremento real de
disponibilidad o energía externa del flujo se define como altura, disponibilidad o
carga del flujo HB, algebraicamente
H B  H 2  H1 …(4.81)

La figura 4.24 permite apreciar, en conjunto con la definición anterior, la


aplicación del balance de energía aplicado a una bomba centrífuga o un
ventilador.

h12

HEje
HB

Figura 4.24. Balance de energía aplicado a una bomba centrífuga.

La eficiencia total de la bomba  B se define como la relación entre el


incremento de la carga del flujo con respecto al trabajo específico de eje entregado
a la máquina, es decir:
HB
B  …(4.82)
H EjeB

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112

En la práctica suele utilizarse la forma siguiente para la ecuación 4.82, la


cual se deduce a partir de la definición de trabajo específico de eje,
algebraicamente:
QH B
B  
…(4.83)
W EjeB

La ecuación anterior está formada por términos de potencia. El numerador


se refiere a la energía por unidad de tiempo absorbida por el flujo del fluido y se

define como potencia útil o hidráulica W U . El denominador es la potencia de eje
entregada a la máquina.

En ocasiones suele determinarse la eficiencia combinada o eficiencia


global  Gl del conjunto bomba-motor, ver figura 4.26, de la forma siguiente

WU
 Gl  
…(4.85)
W Elec

WElec Acople Bomba


WU

Motor

Figura 4.26. Esquema conjunto motor eléctrico-bomba centrífuga.

La eficiencia global también puede evaluarse en función de la eficiencia


del motor  motor , la eficiencia del acople  acople y la eficiencia total de la bomba

 B de la forma siguiente
Gl   motor  acople  B …(4.86)

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113

Se deja al lector como actividad la aplicación de las definiciones señaladas


en este aparte al caso de turbinas hidráulicas.

4.6.5 FACTOR DE CORRECIÓN DE LA ENERGÍA CINÉTICA.


A menudo, el flujo que entra y sale del volumen de control no es
estrictamente unidimensional. En particular, la velocidad puede variar a través de
la sección, como se muestra en la figura 4.12. En este término de flujo de energía
cinética de la ecuación 4.52 debe ser modificado con un factor de corrección
adicional α, de modo que la integral sea proporcional al cuadrado de la velocidad
promedio

 2 V  V  ndA   m 2 V
1 1 2
2
…(4.87)
SC

La velocidad promedio del flujo V se definió de tal manera que


reproduzca el flujo másico real que cruza una determinada sección. Para un flujo
incompresible, ver ecuación 4.27. Si la densidad es también variable, el cálculo
de la integral resulta bastante complicado; esta caso no será tratada en el curso. Si
V n es la velocidad normal a la sección, la ecuación 4.87 queda, para flujo

incompresible, como

V
3
n
3
dA  V A
SC

o …(4.89)
3
1 V 
    n  dA
A SC V 

El término α es el factor de corrección de la energía cinética, que tiene


cuyo valor dependerá del régimen del flujo. La ecuación 4.56 de la energía en
régimen estacionario e incompresible, incluyendo las pérdidas de carga, se podría
generalizar a

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114

P  2  P  2 
  V  z     V  z   hent / sal …(4.90)
  2g  Entrada   2 g  Salida

Para calcular valores numéricos del factor α se pueden usar las siguientes
aproximaciones, que se discutirán con más detalle en el Capítulo 6, presentadas en
la tabla 4.1.

Un valor típico para el exponente m para el perfil de velocidad del flujo

turbulento es m  1 , y por tanto, el factor de corrección α es equivalente a


7
1,058. En este tipo de flujo los valores de α son prácticamente iguales a la unidad
y, normalmente, se desprecian en los análisis elementales.
Tabla 4.1. Expresiones típicas para la velocidad normal, velocidad promedio y factor de
corrección de la energía cinética.
Velocidad Velocidad Factor de
Tipo de flujo
Normal Vn promedio V corrección α

  r 2 
Laminar Vn  Vmax 1     V  0,5Vmax  2
  R  

  r 
m

V
2Vmax

1  m3 2  m3
Turbulento Vn  Vmax 1   
  R  1  m2  m 41  3m2  3m
Fuente: White, Frank [9]

4.7 MEDICIÓN DE VELOCIDAD Y CAUDAL VOLUMETRICO.


A continuación se ofrece un panorama de algunos instrumentos de
medición usados comúnmente para medir caudal volumétrico de flujo de líquidos
y gases que fluyen a través de tuberías o ductos. Estos instrumentos se basan de
alguna forma en el principio de Bernoulli y por tanto, una consideración
importante radica en que el flujo sea incompresible.

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115

La mayoría de los caudalímetros o flujómetros miden el caudal


indirectamente; miden la velocidad promedio V o una cantidad que se relaciona
con la velocidad promedio como la presión y la fuerza de arrastre y determinan el
flujo volumétrico utilizando su definición algebraica, ecuación 4.29.

La velocidad del flujo en una tubería varía de cero en la pared a un


máximo en el centro. Esto es importante considerarlo cuando se toman
mediciones de velocidad pues se cometería un error apreciable al estimar el caudal
volumétrico utilizando la ecuación 4.29 y la velocidad medida en el eje de la
tubería. Ver relaciones entre velocidad máxima y velocidad promedio en la tabla
4.1.

4.7.1 TUBO DE PRANDTL.


Entre los instrumentos desarrollados para medir la velocidad de un fluido
en un punto se encuentra el tubo de Prandtl, cuyo fundamento es el tubo de Pitot y
la ecuación de Bernoulli.

El tubo de Pitot, llamado así en honor del ingeniero francés Henri Pitot
(1695-1771), se usa para medir la presión total, también llamada presión de
estancamiento (suma de la presión estática y de la presión dinámica). En la figura
4.27 se ha esquematizado un tubo de Pitot y las líneas de corriente. Justo en la
embocadura del tubo, punto 1, se forma un punto de estancamiento o de remanso:
la velocidad allí se reduce a cero y la presión, según la ecuación 4.73, aumenta
hasta el valor
p1 pt p0 1 2
   V0 …(4.91)
   2g

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116

Figura 4.27. Esquema tubo de Pitot y líneas de corriente. [4]

En la ecuación 4.91 se ha considerado que los puntos 0 y 1 se encuentran


en un mismo plano horizontal y las condiciones de la ecuación de Bernoulli.
Aplicando nuevamente la ecuación 4.73 entre las secciones 1 y 2 se tiene
pt   z 2  z1    l …(4.92)

Entre estas dos secciones prevalecen condiciones estáticas, es decir,


p2
V 1  V 2  0 ; además, la sección 2 se encuentra abierta a la atmósfera (  0 en

términos manométricos).

El alemán Ludwing Prandtl (1875-1953) combinó en un sólo instrumento


un tubo de Pitot y un tubo piezométrico. El tubo de Pitot mide la presión total; el
tubo piezométrico mide la presión estática, y el tubo de Prandtl mide la diferencia
de las dos, que es la presión dinámica. Es muy usado en los laboratorios con
líquidos y gases, siendo el instrumento estándar para medir la velocidad del aire
en aerodinámica y la velocidad y el caudal en los ventiladores.

En la figura 4.28 se muestra un tubo de Prandtl introducido en una


corriente de fluido de densidad ρ, conectado a un manómetro diferencial, cuyo
líquido manométrico tiene una densidad ρm.

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117

Figura 4.28. Esquema de un tubo de Prandtl.[4]

El tubo de Prandtl, al igual que el tubo de Pitot, al ser introducido en el


flujo del fluido produce una perturbación, que se traduce en la formación en el
punto l de un punto de estancamiento, de manera que p1  pt y V1  0.

En el punto 0 la corriente no perturbada tiene la presión p0 y la velocidad


V 0 , que es la velocidad que se desea medir. El punto 1 se elige a la entrada del
tubo de Pitot y el punto 2, donde se indica en la figura 4.28. En el punto 2 lo que
hay en realidad es un tubo piezométrico con diversas entradas laterales que no
perturban la corriente y que miden la presión estática.

Como una primera aproximación se despreciará las diferencias de alturas


de velocidad y geodésicas entre los puntos 0 y 2 que suelen ser muy pequeñas por
ser el tubo muy fino y estar la corriente en 2 prácticamente normalizada después
de la perturbación ocurrida en el punto 1 se tendrá, utilizando la ecuación de
Bernoulli, que V 2  V 0t y p 2  p0 ; donde V 0t se refiere a la velocidad teórica
en la sección 0. Según la ecuación 4.91
p1 p0 1 2
  V 0t
  2g

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118

o …(4.93)
p1  p 2 1 2
 V 0t
g 2g

Por el manómetro diferencial en U, considerando z1  z 2 , según la estática


de fluidos se cumple que
p1  p 2  g  m   l …(4.94)

Al combinar las ecuaciones 4.93 y 4.94, se obtiene que


2 g  m   l
V 0t  …(4.95)

En la práctica V 2 es algo mayor que V 0 , y por tanto, según la ecuación


general de Bernoulli, p2 es algo menor que p0; además, para la ecuación 4.95 no se
han considerado pérdidas de carga. La velocidad real V 0 no es, pues, la expresada
por la ecuación anterior, sino la siguiente
2 g  m   l
V 0  Cv  C v V 0t …(4.96)

donde Cv es el coeficiente de velocidad del tubo de Prandtl, que oscila entre 0,01 y
1,03; este se determina experimentalmente.

4.7.2 CAUDALIMETROS DE OBSTRUCCIÓN.


Los caudalimetros de obstrucción son elementos cuya función es provocar
una diferencia de presiones en el flujo del fluido, a través de una reducción en el
área de flujo, para luego calcular el caudal volumétrico que pasa por el
instrumento. Algunos de estos instrumentos pueden apreciarse en la figura 4.29.

El tubo Venturí, figura 4.29 (a), consta de tres partes: una convergente otra
de sección mínima o garganta, y finalmente una tercera parte divergente. La
sección transversal del Venturí suele ser circular, pero puede tener cualquier

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119

forma. Se mide la diferencia de presiones entre la sección 1, aguas arriba de la


parte convergente, y la sección 2, garganta del Venturí, utilizando un solo
manómetro diferencial, como en la figura 4.29 (a), o dos manómetros simples.

Las toberas son conductos convergentes, para flujos incompresibles, en la


dirección del flujo que producen un aumento de velocidad y una disminución de
la presión. La figura 4.29 (b) es un esquema de una tobera de medida, en donde se
han dibujado también las líneas de corriente. Es más económica que un Venturí;
pero tiene más pérdidas de carga y por tanto, es más cara en su funcionamiento

Una placa orificio o diafragma, ver figura 4.29 (c), es una placa de metal,
bronce o acero inoxidable, entre otros; que lleva un orificio circular de diámetro d

(a)

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120

(b)

(c)
Figura 4.29. Caudalimetros comunes; a) tubo Venturí; b) tobera de flujo;
c) placa orificio. [4]
concéntrico con el eje de la tubería de diámetro D, donde se instala entre dos
bridas provistas de las juntas de estanqueidad convenientes. Por su sencillez de
construcción son muy usados para medir caudales tanto en líquidos como gases.
Resultan aún más económicos de instalación que las toberas; pero tienen aún más
pérdidas de carga. En las secciones 1 y 2 se hacen las tomas piezométricas que se
conectan a un manómetro diferencial.

Para estos elementos como primera aproximación se despreciaran las


pérdidas de carga y considerando z1 = z2, la ecuación de Bernoulli escrita entre las
secciones 1 y 2 resulta
p1 1 2 p2 1 2
 V1   V2 …(4.97)
 2g  2g

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121

La ecuación de continuidad establece entre las mismas secciones que


V 1 A1  V 2 A2 …(4.98)
y por tanto
A 
V 1  V 2  2  …(4.99)
 A1 

Sustituyendo la expresión 4.99 en la ecuación 4.97, y despejando V 2 , la

cual se denominará V 2t , o velocidad teórica, pues no se han considerado las


pérdidas de carga, resulta en
2 p1  p 2 
V 2t  …(4.100)
 1   4 

donde   d es la razón de diámetros.


D

La velocidad determinada en la ecuación 4.100 se obtiene cuando se


considera ausencia de las pérdidas, y por lo tanto es la velocidad máxima que
puede ocurrir en el sitio de restricción. En realidad, son inevitables algunas
pérdidas de carga debidas a efectos de irreversibles, y por lo tanto la velocidad
será menor. Además, la corriente de fluido continuará contraída al pasar la
obstrucción, y el área de vena contracta será menor que el área de flujo de la
obstrucción. Ambas pérdidas se pueden considerar al incorporar un factor de
corrección llamado coeficiente de descarga Cd cuyo valor (que es menor que 1) se
determina experimentalmente. Entonces la razón de flujo para el caudalimetro de
obstrucción se puede expresar como:
2 p1  p 2 
Q  Cd A2 …(4.101)
 1   4 

El valor de Cd depende tanto de β como del número de Reynolds

Re  V 1 D
 , del cual se ahondará con más detalle en el capítulo 6, y las gráficas
y correlaciones de ajuste de curvas para Cd están disponibles para varios tipos de

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122

medidores de obstrucción normalizados. Estas relaciones han sido determinadas


de manera experimental.

Para el caso de la placa orificio, una relación obtenida a partir de datos


experimentales para el coeficiente de descarga se expresa como
91,71 2,5
C d  0,5959  0,0312 2,1  0,184 8  …(4.102)
Re 0, 75
y para toberas de flujo,
6,53 0,5
C d  0,9975  …(4.103)
Re 0,5

Las ecuaciones 4.102 y 4.103 son válidas para 0,25 < β < 0,75 y 104 < Re
< 107. En los medidores Venturi el coeficiente de descarga es muy elevado, varía
entre 0.95 y 0.99 (los valores más altos son para los números de Reynolds más
altos). A falta de datos específicos, se puede considerar una valor de 0,985 para
los Venturi nuevos y 0,98 para los que ya han estado en funcionamiento.

En el caso práctico, uso de la ecuación 4.101, la solución se obtiene


mediante un proceso iterativo pues el número de Reynolds Re depende de la
velocidad del flujo V 1 , que no se conoce a priori. Se sugiere el uso de la rutina
siguiente:
 Según el tipo de medidor, Sustituir Re →∞ en la ecuación
4.102 o 4.103 para evaluar Cd.
 Repita
o Calcular el caudal volumétrico Q, usando Cd en la
ecuación 4.101.

Q
o Calcular V 1 como
A1

V 1D
o Calcular Re como

o Según el tipo de medidor, Sustituir Re en la ecuación
4.102 o 4.103 para evaluar Cdo.

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123

 C 
o Calcular error  1  d  * 100
 C do 
o Si error > criterio_error entonces hacer C d C do

 Hasta error ≤ criterio_error

El medidor Venturi, inventado por el ingeniero estadounidense Clemans


Herschel (1842-1930), y nombrado por él en honor del italiano Giovanni Venturi
(1746-1822) por sus trabajos pioneros acerca de las secciones cónicas de flujo, es
el flujómetro más preciso en este grupo, pero también el más caro. Su contracción
y expansión graduales evitan la separación del flujo y los remolinos, y sólo tiene
pérdidas de carga en las superficies de la pared interior. Los medidores Venturi
causan pérdidas de carga muy bajas, como se muestra en la figura 4.30, y por lo
tanto se deben preferir para aplicaciones que no pueden permitir grandes caídas de
presión. La pérdida de carga irreversible para los medidores Venturi debida a la
fricción está alrededor de un 10 por ciento.

Figura 4.30. Fracción de pérdida de carga permanente de algunos medidores. [2]

4.8 ECUACIÓN DE CANTIDAD DE MOVIMIENTO.

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124

La segunda ley de Newton, a menudo llamada ecuación de cantidad de


movimiento, expresa que la aceleración de un cuerpo es proporcional a la fuerza
neta que actúa sobre él y es inversamente proporciona a su masa. Para un cuerpo
rígido de masa m, la segunda Ley de Newton se expresa como

F Neta  ma  m
DV D mV

  …(4.104)
Dt Dt

El producto de la masa y de la velocidad de un cuerpo se le denomina


momento lineal o cantidad de movimiento de ese cuerpo. Considerando que la

cantidad de movimiento de una pequeña partícula de masa d es V d ;


entonces, la cantidad de movimiento de todo un sistema también puede escribirse
como
D
F Neta   V d
Dt Sis
…(4.105)

Entonces, la segunda Ley de Newton expresada en la ecuación 4.104


también se puede enunciar como la razón de cambio de la cantidad de movimiento
de cuerpo es igual a la fuerza neta que actúa sobre él. Este enunciado es más
apropiado para usarse en la mecánica de fluidos cuando se estudian 1as fuerzas
generadas como resultado de los cambios de velocidad de los flujos fluidos. Por lo
tanto, en la mecánica de fluidos suele hacerse referencia a la segunda Ley de
Newton como la ecuación de la cantidad de movimiento.

Para un sistema y el contenido de un volumen de control coincidente en


movimiento y que no se deforma, el teorema de transporte de Reynolds (ecuación

4.17 con b igual a la velocidad V r ) permite concluir que

F Neta 
d
 
 V d  SC V r V r  n dA
dt VC
…(4.106)

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125

La ecuación anterior establece que la sumatoria de fuerzas externas


aplicadas en contra de un volumen de control es equivalente a la suma de dos
cantidades de volumen de control: la razón de cambio con respecto al tiempo de la
cantidad de movimiento lineal del contenido del volumen de control, y la razón de
flujo neto de la cantidad de movimiento lineal a través de la superficie de control.
A medida que las partículas de masa se mueven hacia dentro o hacia fuera del
volumen de control a través de la superficie de control, transportan cantidad de
movimiento hacia dentro o hacia fuera.

Para facilitar las cosas, en la aplicación de la ecuación de cantidad de


movimiento lineal no se considerarán volúmenes de control que se deforman ni
volúmenes de control que aceleran (no inerciales). Si un volumen de control es no
inercial, entonces es necesario considerar las componentes de la aceleración
relacionadas con el caso (por ejemplo, aceleración de traslación, aceleración de
Coriolis y aceleración centrífuga).

4.8.1 FUERZAS QUE ACTÚAN SOBRE UN VOLUMEN DE CONTROL.


Las fuerzas externas que actúan sobre un volumen de control son las
fuerzas del cuerpo, que actúan en todo el cuerpo de ese volumen (como la fuerza
de gravedad, eléctrica y magnética), y las fuerzas superficiales, que actúan sobre
la superficie de control (como la fuerza de presión y la viscosa, así como las
fuerzas de reacción en los puntos de contacto). En el análisis del volumen de
control, la suma de todas las fuerzas que actúan sobre el volumen de control, en
un instante en particular, se expresa como:

F Neta  F  F
cuerpo sup erficiales
…(4.107)

La fuerza del cuerpo más común es la de gravedad, la cual ejerce una


fuerza hacia abajo sobre cada elemento diferencial del volumen de control. Aún
cuando otras fuerzas del cuerpo, como las eléctricas y las magnéticas, pueden ser
importantes en algunos análisis, en el curso sólo se considerarán las fuerzas

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126

gravitacionales. Como la gravedad es la única fuerza del cuerpo que se


considerará, se puede establecer que

F  F
cuerpo
gravedad    g d …(4.108)
VC

Las fuerzas superficiales no son tan sencillas de analizar ya que constan


tanto de componentes normales como de tangenciales. Considérese el volumen de
control siguiente

Figura 4.31. Volumen de control para el flujo a través de una tubería. [8]

La presión del fluido en la entrada y salida crea una fuerza de presión en


cada cara. La fuerza vectorial total es igual a

Fp   p  ndA
SC
…(4.109)

donde n es el vector normal unitario del área superficial el cual se dirige


positivamente hacia fuera del área superficial. En la mayoría de los casos la
presión promedio de área es p o la presión es constante, entonces Fp  p A y el

vector Fp es perpendicular al área y se dirige hacia el volumen de control.

Las paredes ejercen tanto esfuerzos cortantes como normales sobre el


fluido. El esfuerzo cortante en la pared τo ejerce una fricción sobre el fluido y
actúa en el plano de la superficie del volumen de control para retardar el flujo. El

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127

esfuerzo cortante en la pared es una función del tipo de material de la frontera y


de su rugosidad, de la densidad del fluido y su velocidad y de la geometría de
flujo. La fuerza normal Fw en la pared o en la superficie de control es el
responsable primordial de mantener la geometría del campo de flujo. Por ejemplo,
el flujo de la figura 4.31 se curva a la salida debido a que el esfuerzo normal es
mayor en la parte superior, dando como resultado una deflexión del flujo. Así
mismo, si no existiese esfuerzo normal en la parte inferior del flujo, éste
simplemente “caería” bajo el efecto de la gravedad.

Todas estas fuerzas superficiales surgen conforme se aísla el volumen de


control de sus alrededores para el análisis, y el efecto de cualquier objeto separado
se toma en consideración por medio de una fuerza en ese lugar (como un soporte,
pernos o cables). Se debe elegir el volumen de control de tal manera que las
fuerzas en las que no se tenga interés permanezcan como internas y, de este modo,
no compliquen el análisis. En un volumen de control elegido correctamente se
exponen sólo las fuerzas que deben determinarse (como las fuerzas de reacción) y
un número mínimo de otras fuerzas.

En el análisis, sólo se consideran fuerzas externas. Las fuerzas internas


(como la fuerza de presión entre un fluido y las superficies interiores de la sección
de flujo) no se consideran en un análisis de volumen de control, a menos que se
expongan para hacer pasar la superficie de control por esa zona.

Una simplificación común en la aplicación de la ecuación de cantidad de


movimiento es restar la presión atmosférica y trabajar con presiones
manométricas. Esto se debe a que la presión atmosférica actúa en todas
direcciones y su efecto se cancela en cada dirección, ver figura 4.32. Además
significa que también se pueden ignorar las fuerzas de presión en las secciones de
salida en donde el fluido se descarga a la atmósfera ya que, en esos casos, las
presiones de descarga serán muy cercanas a la atmosférica, a velocidades
subsónicas.

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128

Figura 4.32. Flujo a través de un ducto convergente que descarga a la atmosfera,


donde se ilustran las presiones en las superficies de control; a) presiones
absolutas; b) presiones manométricas. [2]

4.8.2 FLUJO ESTABLE UNIFORME.


La ecuación 4.106 se simplifica considerablemente si el volumen de
control es fijo; además, si tiene entradas y salidas a través de las cuales se puede
considerar que el flujo es uniforme y estable. Entonces se obtiene

  
N
F Neta   V V  n A i …(4.110)
i 1

Donde N es el número de áreas de salida/entrada del flujo. Si hay sólo una entrada
y una sálida, como en la figura 4.32, la ecuación de cantidad de movimiento se
reduce a


F Neta  VAV   VAV 
2 1 …(4.111)


Si se utiliza la ecuación de continuidad m  VA2  VA1 , la ecuación
anterior adopta la forma siguiente


F Neta  m V 2  V 1  …(4.112)

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129

Observe que la ecuación de cantidad de movimiento es una ecuación


vectorial que puede ser representada por tres ecuaciones escalares,

Fx  mV2 x  V1x 

Fy  mV2 y  V1 y 

…(4.113)

Fz  mV2 z  V1z 

4.8.3 ECUACIÓN DE CANTIDAD DE MOVIMIENTO APLICADA A


ÁLABES FIJOS Y MÓVILES.
La aplicación de la ecuación de cantidad de movimiento a álabes o
deflectores constituye e integral del análisis de las turbomáquinas, tales como
turbinas, bombas, ventiladores y compresores. El análisis se dividirá en dos
partes: chorros de fluidos desviados por álabes estacionarios y desviados por
deflectores móviles. En ambos problemas se considerará lo siguiente:
 La presión externa a los chorros de fluido es constante en todas partes de
modo que la presión en el fluido conforme se desplaza sobre un álabe
permanece constante.
 La resistencia friccional producida por la interacción fluido-álabe es
insignificante de modo que la velocidad relativa entre la superficie del
álabe y la corriente de chorro permanece sin cambio, un resultado de la
ecuación de Bernoulli.
 El esparcimiento lateral de un chorro plano se ignora.
 La fuerza de cuerpo, el peso del volumen de control es pequeño y será
ignorado.

Primero se considera el álabe estacionario, ilustrado en la figura 4.33. La


ecuación de Bernoulli permite concluir que las magnitudes de los vectores de
velocidad son iguales (es decir, V2=V1) puesto que la presión externa se considera
constante y los cambios de elevación son insignificantes; la ecuación de cantidad
de movimiento queda en las direcciones x y y como

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130

Figura 4.33. Álabe estacionario. [7]


 R x  mV2 cos  V1 

…(4.114)
R y  mV2 sen 

En condiciones de chorro dadas se pueden calcular las componentes de la


fuerza de reacción R.

En el caso de los álabes móviles, el análisis dependerá si la situación


implica un solo álabe en movimiento o si una serie de álabes está movimiento.
Considere en primer lugar el álabe único mostrado en la figura 4.34 que está en
movimiento en la dirección x positiva con la velocidad VB. En un marco de
referencia fijo en la boquilla estacionaria, que emite el chorro de fluido, el flujo es
discontinuo; es decir, en un punto particular en el espacio, la situación del flujo
varía con el tiempo. Se observa u flujo continuo, sin embargo, desde un marco de
referencia fijo en el álabe. Desde este marco de referencia inercial, que se mueve
con la velocidad constante VB, se observa que la velocidad relativa Vr1 de entrada
al volumen de control es V1-VB, como se muestra. Esta velocidad relativa es la que

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131

Figura 4.34. Álabe Móvil. [7]

permanece constante (Vr1=Vr2) a medida que el fluido fluye con respecto al álabe;
no cambia pues que la presión no lo hace. Por consiguiente, con respecto a este
marco móvil ecuación adopta la forma

 R x  m r Vr 2 cos  Vr1 

…(4.115)
R y  m r Vr 2 sen 

donde m r , representa sólo la parte del flujo de masa que sale del chorro fijo cuya
cantidad de movimiento cambió. Puesto que el álabe se aleja del chorro fijo algo
del fluido que abandona del chorro fijo nunca experimenta un cambio de cantidad
de movimiento. Por consiguiente

m r  Vr1 A1  Vr 2 A2 …(4.116)

En una serie de álabes (una cascada) los chorros pueden estar orientados
de la forma que muestra la figura 4.35. La fuerza propiamente dicha en un álabe
particular sería cero hasta que el chorro choca con él; entonces la fuerza se
incrementará a un máximo y disminuirá a cero cuando el álabe deja el chorro. Esta
situación se idealiza como sigue: considere que, en promedio, el chorro es
desviado así como se muestra en la figura 4.35 y 4.36a visto desde un marco de
referencia estacionario; el chorro de fluido entre en los álabes con un ángulo β1 y
sale con un ángulo β2. Lo que se desea, sin embargo, es que la velocidad relativa
entre tangente a su borde ataque, esto es, Vr1 en la figura 4.36b forma el ángulo α1.

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132

Figura 4.35. Fluido que choca con una serie de álabes. [7]

La velocidad relativa entonces permanece constante a medida que el fluido


pasa sobre el álabe con la velocidad relativa Vr2 de sálida que forma el ángulo α2.
Las velocidades relativa y absoluta están relacionadas con las ecuaciones de
velocidad ilustradas mediante los triángulos de velocidad en las figuras 4.36b y
4.63c. Considerando que cambió la cantidad de movimiento de la masa que sale
del chorro fijo, la ecuación de cantidad de movimiento se escribe como

 Rx  mV2 x  V1x  …(4.117)

Figura 4.36. Flujo en una serie de álabes; a) posición promedio del chorro;
b) triángulo de velocidad en la entrada; c) triángulo de velocidad en la salida. [7]
El interés casi siempre se enfoca en la componente x de la fuerza puesto
que es la componente relacionada con potencia producida (o requerimiento). La

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133

potencia se encuentra multiplicando la fuerza componente x por la velocidad del


álabe de cada chorro; esto se expresa como

W  N R xVB …(4.118)
donde N representa el número de chorros. La fuerza componente y no se mueve en
la dirección y de manera que no realiza trabajo.

4.8.4 ECUACIÓN DE CANTIDAD DE MOVIMIENTO APLICADA A


HÉLICES.
El objetivo de una hélice es aumentar el momentum de un fluido en el que
se encuentra sumergida y, por consiguiente, desarrollar un empuje que sea útil
para propulsión. Para iniciar el análisis considere la hélice ilustrada en la figura
4.37 con las líneas de corriente que forman la superficie un volumen de control en
el que el fluido entra con una velocidad uniforme V1 y sale con una velocidad
uniforme V2. Esta situación de flujo es idéntica a la de una hélice que se mueve
con una velocidad V1 en un fluido estancado si se suma V1 a la izquierda en la
figura 4.37. La ecuación de cantidad de movimiento, aplicada al volumen de
control grande mostrado, da

F  mV2  V1  …(4.119)

Figura 4.37. Hélice en un flujo de fluido. [7]

Este volumen de control no es suficiente, sin embargo, puesto que las áreas
A1 y A2 son desconocidas. Se sabe que el área de flujo A de la hélice. Así que se

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134

considera un volumen de control cerca de la hélice de modo que V3  V4 y

A3  A4  A . La ecuación de cantidad de movimiento en la dirección x da

F  p3 A  p 4 A  0

o bién, …(4.120)
F   p 4  p3 A

Despreciando los efectos viscosos en esta condición de flujo y


considerando flujo incompresible, la ecuación de energía hasta la hélice queda
V12  V32 p1  p3
 0 …(4.121)
2 
y luego corriente abajo de ella resulta
V42  V22 p 4  p 2
 0 …(4.122)
2 

Igualando las ecuaciones 4.121 y 4.122, reordenando y considerando que


p1 = p 2 = patm, se tiene

p 4  p3 
2
V 2
2
 V12  …(4.123)

Sustituyendo las ecuaciones 4.120 y 4.123 en la ecuación 4.119, resulta

V3 
1
V2  V1  …(4.124)
2

donde se utilizó m  AV3 puesto que el área de la hélice es la única área
conocida. Este resultado demuestra que la velocidad del fluido que se mueve a
través una hélice es el promedio de las velocidades corriente arriba y corriente
abajo.
La potencia suministrada o de entrada es la requerida para incrementar la
velocidad del fluido de V1 a V2 se calcula aplicando la ecuación de energía entre
las secciones 1 y 2, donde las presiones son atmosféricas; si se omiten las pérdidas
de carga, la ecuación 4.79 adopta la forma

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135

  V 2 V 2 
W Entrada  m 2 1
 …(4.125)
 2 


donde W Entrada es la energía suministrada al fluido entre las dos secciones.

El trabajo útil por unidad de tiempo hecho por una hélice que se mueve a
través de un fluido quieto (potencia transferida) es el producto vectorial del
empuje de la hélice y la velocidad, es decir
 
W Helice  F  V  mV1 V2  V1  …(4.126)

La eficiencia teórica de la hélice se define como



W Helice
 Hélice  
…(4.127)
W Entrada

Sustituyendo las ecuaciones 4.125 y 4.126 en la expresión 4.127; además


de utilizar la relación 4.124, se obtiene
V1
 Hélice  …(4.128)
V3

4.8.5 FLUJO ESTABLE NO UNIFORME.


En el flujo de un fluido en un conducto, la velocidad axial es generalmente
no uniforme. En ese caso, el cálculo simplificado del flujo de cantidad de
movimiento, ecuación 4.111, tiene un ligero error y debería ser corregido para
2
quedar como AV , donde β es un factor de corrección adimensional.

El factor β tiene en cuenta las variaciones de Vn2 a través de la sección.


Para esto, se calcula el flujo exacto de cantidad de movimiento en una superficie
de control y se iguale al flujo basado en la velocidad media en la superficie de
control; algebraicamente

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136

  Vn2 dA  AV
2

SC

o …(4.129)
2
1 V 
    n  dA
A SC V 

Los valores de β se pueden calcular para los perfiles de velocidad típicos


indicados en la tabla 4.1. Los resultados son

Tabla 4.2. Factores de corrección para el flujo de cantidad de movimiento.


Velocidad Valor del Factor de
Tipo de flujo
Normal Vn Exponente m corrección β

  r m 
Laminar Vn  Vmax 1     m=2   43
  R  

  r 
m
1

1  m 2  m
2 2
Turbulento Vn  Vmax 1    9m 1
  R  5 21  2m2  2m
Fuente: White, Frank.[9]

Los factores de corrección turbulentos se encuentran en el intervalo


1,037    1,013 ; por ser tan próximos a la unidad generalmente no se incluyen.
Según la aplicación, la corrección para el flujo laminar debe considerarse.

Como ilustración del uso de estos factores de corrección, se utilizará la


ecuación 4.112, pero en el caso de velocidades no uniformes queda


F Neta  m  2 V 2  1V 1  …(4.130)

4.9 ECUACIÓN DEL MOMENTO DE LA CANTIDAD DE


MOVIMIENTO.
Una clase importante de las máquinas que interactúan con fluidos son las
conocidas como Turbomáquinas, en éstas se incluyen las bombas centrífugas,

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137

ventiladores de pared o techo, turbocompresores y turbinas a gas. En este tipo de


máquinas existe una variación del momento lineal (momento de una fuerza
aplicada alrededor de un punto) de los flujos de fluidos con la finalidad de variar
la condición energética del flujo que cruza dicha máquina.

La contraparte de la segunda Ley de Newton para los cuerpos rígidos en

rotación se expresa como M  I  , donde M es el momento o momento de


torsión (torque) neto que se aplica sobre el cuerpo, I es el momento de inercia de

éste respecto al eje de rotación y  a es la aceleración angular. Esto también


puede expresar en términos de la razón de cambio del momento angular

d H / dt como:

M neto  I   I 
 
d d I

dH
…(4.131)
dt dt dt

donde  es la velocidad angular.

La ecuación 4.131 del momento angular puede enunciarse como la razón


de cambio del momento angular de un cuerpo es igual al momento neto de torsión

que actúa sobre él. El momento angular H total de un cuerpo en rotación


permanece constante cuando el par de torsión neto que actúa sobre él es cero.

El momento de una fuerza F en torno a un punto O, ver figura 4.38, es el


producto vectorial, definido como:

M  rF …(4.132)

donde r es el vector de posición del punto O hacia cualquier punto sobre la línea

de acción de F .

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138

Figura 4.38. Esquema del momento de una fuerza alrededor de un punto. [2]

El producto vectorial de dos vectores es un vector cuya línea de acción es


normal al plano que contiene a los vectores que se multiplican; cuya magnitud es:
M  F  r  sen …(4.133)

Cuando se reemplaza el vector F de la ecuación 4.132 por el vector de

cantidad de movimiento mV resulta el momento de la cantidad de movimiento,


también conocido como momento angular, alrededor de un punto O como:

H  r  mV …(4.134)

Por lo tanto, el producto vectorial r  V representa el momento angular


por unidad de masa, y el momento angular de una partícula de masa d es

 
d H  r  V d . Entonces el momento angular de un sistema se determina
como:

H  r  V d
Sis
…(4.135)

Combinando las ecuaciones 4.131 y 4.135 resulta que:

M neto 
d
dt Sis
 
 r  V d …(4.136)

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139

La ecuación 4.136 es válida para una cantidad fija de masa y un marco de


referencia inercial; es decir, un marco de referencia que esté fijo o se mueva con
velocidad constante en una trayectoria recta.

Para un volumen de control que coincide durante un instante con el


sistema, los torques que actúan sobre el sistema y sobre el volumen de control son
idénticos. Además, para el sistema y el contenido del volumen de control
coincidente fijo y que no se deforma, el teorema de transporte de Reynolds
conduce a la siguiente expresión:
D
  
Dt Sis
r  V d 
d
   
 r  V d  SC r  V V  ndA
dt VC
…(4.137)

La ecuación anterior puede definirse como:

La razón de La razón de La razón de flujo


cambio con cambio con neto del momento
respecto al tiempo respecto al tiempo de la cantidad de
del momento de la del momento de la movimiento a
=
cantidad de cantidad de + través de la
movimiento del movimiento del superficie de
sistema. contenido del control.
volumen de
control.

Para un volumen de control fijo que no se deforma, se combinan las


ecuaciones 4.136 y 4.137 para obtener la ecuación del momento de la cantidad de
movimiento lineal:

M neto 
d
   
 r  V d  SC r  V V  ndA
dt VC
…(4.138)

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140

4.9.1 APLICACIONES DE LA ECUACIÓN DEL MOMENTO DE LA


CANTIDAD DE MOVIMIENTO.
La aplicación de la ecuación 4.138 suele simplificarse realizando las
consideraciones comunes de cálculo siguientes:
 Considerar que los flujos son unidimensionales (distribución uniforme de
velocidad media en cualquier sección).
 Las aplicaciones se restringen a flujo estacionario, es decir:
d
 
 r  V d  0
dt VC

Tomando en cuenta las consideraciones anteriores la ecuación 4.138 se


simplifica a:
 
M neto   r  m V   r  m V …(4.139)
Sal Ent

La ecuación anterior expresa que el momento neto de torsión que actúa


sobre el volumen de control en el curso del flujo de un fluido estacionario en
reposo es igual a la diferencia entre los flujos del momento de las cantidades de
movimiento, salientes y entrantes.

En algunas aplicaciones de ingeniería, todas las fuerzas significativas y


todos los flujos de cantidad de movimiento se encuentran en el mismo plano y,
por lo tanto, todo da lugar a momentos en el mismo plano y en torno al mismo eje.
Para estos casos la ecuación 4.139 puede expresarse en forma escalar como:
 
M neto   r m V   r m V …(4.140)
Sal Ent

donde r representa la distancia normal promedio entre el punto en torno al cual se


toman los momentos y la línea de acción de la fuerza o de la velocidad. En cuanto
a la convención de signos clásica, ésta indica que todos los momentos en sentido
contrario al movimiento de las agujas del reloj son positivos y todos aquellos en
sentido del giro de las agujas del reloj son negativos.

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141

4.9.2 DISPOSITIVOS DE FLUJO RADIAL.


En la figura 4.39 se ilustra una máquina de flujo radial, en este caso una
bomba centrífuga. Estas máquinas, como también los turbocompresores y
ventiladores centrífugos, están relacionados con un flujo de un fluido en la
dirección radial, es decir, normal al eje de rotación.

Figura 4.39. Vistas típicas de una bomba centrífuga. [2]

Para analizar una bomba centrífuga, normalmente se elige como volumen


de control la región anular que encierra la sección del impulsor o rodete, como se
muestra en la figura 4.40. Generalmente la velocidad promedio del flujo tiene
componentes en la dirección radial (o normal) y tangencial, en la entrada y en la
salida de la sección del impulsor. Cuando el eje gira a una velocidad angular de w,
los álabes del impulsor tienen una velocidad tangencial de wr1 en la entrada y de
wr2 a la salida. Para el flujo incompresible y estacionario en reposo la ecuación de
conservación de la masa se puede escribir como:
Q1  Q2
…(4.141)
2r1b1 V1,r  2r2 b2 V2,r

Las componentes normales o radiales de la velocidad, V1,r y V2,r, así como


la presión que actúa sobre las áreas circunferenciales interior y exterior pasan por
el centro del eje de rotación y no contribuyen con momento de torsión en torno al
origen. Entonces, sólo las componentes tangenciales de la velocidad contribuyen

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142

con el momento de torsión, y la aplicación de la ecuación del momento angular


4.140 queda

Teje  mr2V2,t  r1V1,t 



…(4.142)

Figura 4.40. Volumen de control típico utilizado para una bomba centrífuga. [2]

Cuando se conocen ángulos α1 y α2 entre la dirección de las velocidades


absolutas del flujo y la dirección radial, queda:

Teje  mr2V2 sen 2  r1V1 sen 1  …(4.143)

La potencia externa que debe entregarse en el eje puede determinarse


como el producto entre la velocidad angular y el par torsor, es decir:

W eje  Teje …(4.144)

En este caso, la potencia queda definida como:

W eje  m r2V2,t  r1V1,t 


 
…(4.145)

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143

Otro dispositivo de uso común de flujo radial es el rociador giratorio,


ilustrado en la figura 4.41. Debido a los cambios de dirección y magnitud del flujo
que pasa a través de la rociadora desde la sección de entrada (1) hasta la sección
de salida (2) del brazo, el agua ejerce un torque sobre la cabeza de la rociadora,
haciendo que tienda a girar en la dirección que se muestra. Al aplicar la ecuación
4.140 del momento de la cantidad de movimiento a esta situación de flujo, se
suele usar el volumen de control fijo que no se deforma mostrado en la figura 4.41
(a).

Figura 4.41. Esquema de un rociador; a) identificación del volumen de control;


b) velocidad absoluta del flujo en la salida del rociador; c) diagrama de
velocidades en el rociador. [6]

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144

Al volumen de control entra agua axialmente a través del vástago hueco de


la rociadora en la sección (1). En esta porción de la superficie de control, la
componente de r x V resuelta a lo largo del eje de rotación es cero porque r x V y
el eje de rotación son perpendiculares. Así, en la sección (1) no hay flujo de
entrada de momento de la cantidad de movimiento. Para el flujo de salida a través
de la superficie de control (2), la magnitud de la componente r x V es equivalente
a r2V2t, donde r2 es el radio desde el eje de rotación a la línea central de la boquilla
y V2t es el valor de la componente tangencial de la velocidad del flujo que sale de
cada boquilla, vista desde un marco de referencia sujeto al volumen de control fijo
que no se deforma. La velocidad del fluido medida con respecto a una superficie
de control fija es una velocidad absoluta, V. La velocidad del flujo que sale de la
boquilla visto desde la boquilla se denomina velocidad relativa, W. Las
velocidades absoluta y relativa, V y W, están relacionadas mediante la expresión

vectorial V  U  W ; donde U es la velocidad de la boquilla móvil con respecto a


la superficie de control fija.

Entonces, aplicando la ecuación 4.140 a este caso y considerando como


dirección positiva la que apunta el dedo pulgar de la mano derecha cuando ésta se
extiende y los demás dedos permanecen flexionados alrededor del eje de rotación
en la dirección de rotación positiva, como se ilustra en la figura 4.42; se tiene:

Teje  m r2V2t …(4.146)

donde, debido a la conservación de la masa, m es el flujo másico total que pasa a
través de ambas boquillas.

La potencia del eje asociada con el torque del eje se puede evaluar al
utilizar la ecuación 4.144; Así, a partir de ésta ecuación se obtiene:
 
W eje  m r2V2t …(4.147)

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145

Figura 4.42. Convención de signos, regla de la mano derecha. [6]

Como r2w es la velocidad de cada boquilla de la rociadora U, la ecuación


anterior también puede escribirse como:
 
W eje  m U 2V2t …(4.148)

4.9.3 DISPOSITIVOS DE FLUJO AXIAL.


En el caso de los ventiladores de pared (extractores) o las turbinas a gas,
normalmente estos dispositivos son de flujo axial, es decir, la dirección del flujo
es paralelo al eje de rotación, ver figura 4.43.

(a) (b)
Figura 4.43. Esquema de un rodete o impulsor de una máquina axial;
a) localización de sistema móvil y fijo; b) ilustración de superficies de control.

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146

Generalmente la construcción de los diagramas de velocidades y la


aplicación de la ecuación del momento de la cantidad de movimiento, para los
dispositivos de flujo axial, ver figura 4.44, se aplican en el radio promedio rm del
álabe o paleta; tanto para la superficie de control de entrada como la de salida.
Para el flujo incompresible y estacionario en reposo la ecuación de conservación
de la masa se puede escribir como:
Q1  Q2
 r2
ext r2
int V1, r  
  rext2  rint2 V2,r
…(4.148)

(a) (b)
Figura 4.44. Planos de representación para dispositivos de flujo axial; a) plano
axial-radial; b) plano axial-tangencial.

Tanto la altura de la paleta h como el radio promedio rm pueden evaluarse


en función del radio externo rext e interno rint del álabe como sigue:
h  rext  rint …(4.149)

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147

rext  rint
rm  r1  r2  …(4.150)
2

La aplicación de la ecuación del momento angular 4.140 para este caso


queda como:

Teje  mr2V2,t  r1V1,t 



…(4.151)

Teje  m rm V2,t  V1,t 



…(4.152)

La potencia externa que circula a través del eje puede determinarse


aplicando la ecuación 4.144, es decir:

W eje  mrm V2,t  V1,t 


 
…(4.145)

donde el producto wrm se refiere a la velocidad tangencial U, es decir, la velocidad


de sistema móvil con respecto al sistema fijo. Por tanto:

W eje  m U m V2,t  V1,t 


 
…(4.146)

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CAPÍTULO 5
ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SIMILITUD

Existen muchos problemas en el campo de la mecánica de fluidos que no pueden


ser resueltos utilizando sólo ecuaciones convencionales. A menudo es necesario recurrir
a métodos experimentales para establecer las relaciones entre las variables de interés.
Como los estudios experimentales por regla general son bastante costosos, es necesario
mantener la experimentación requerida a un mínimo. Los resultados experimentales
obtenidos para describir un determinado fenómeno podrían requerir la utilización de
varios volúmenes de tablas; estos se pueden presentar en una tabla única (o curva
única) cuando se adimensionalizan convenientemente. La técnica que permite hacer
esto se le denomina análisis dimensional, el cual está basado en la noción de
homogeneidad dimensional

El análisis dimensional es un método que permite reducir el número y


complejidad de las variables que intervienen en la descripción de un fenómeno físico
dado, para lo que se utilizan una serie de técnicas. Si un fenómeno depende de n
variables dimensionales, el análisis dimensional reduce el problema a sólo k variables
adimensionales. Generalmente la reducción de variables n-k es igual al número de
dimensiones independientes (a veces llamadas dimensiones básicas, primarias o
fundamentales) que aparecen en el problema. En Mecánica de Fluidos, las cuatro
dimensiones básicas se toman generalmente como la masa M, la longitud L, el tiempo T
y la temperatura θ (letra teta griega mayúscula), en resumen un sistema MLTθ.

Aunque el objeto del análisis dimensional es reducir variables y agruparlas en


forma adimensional, este método ofrece varias ventajas adicionales. La primera es un
enorme ahorro de tiempo y dinero. Supongamos que se sabe que la fuerza F sobre un
cuerpo inmerso en la corriente de un fluido depende sólo de la longitud del cuerpo L, de
la velocidad de la corriente V, de la densidad del fluido ρ y de su viscosidad μ; esto es,

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148

𝐹 = 𝑓(𝐿, 𝑉, 𝜌, 𝜇) …(5.1)

Consideremos además que la geometría y las condiciones del flujo son tan
complicadas que las ecuaciones no pueden resolverse para obtener la fuerza y en ese
caso se debe determinar experimentalmente la función 𝑓(𝐿, 𝑉, 𝜌, 𝜇).

En general, se necesitan unos 10 puntos para determinar la tendencia de una


curva. Para determinar la influencia de la longitud del cuerpo en la fuerza
necesitaremos repetir el experimento para 10 longitudes L. Para cada L se necesitaran
10 valores de V, 10 valores de ρ y 10 valores de μ; debiendo realizarse en total 104
experimentos. Sin embargo, con el análisis dimensional se puede reducir la ecuación
5.1 a su forma equivalente
𝐹 𝜌𝑉𝐿
= 𝑔( ) …(5.2)
𝜌𝑉 2 𝐿2 𝜇

La función g es matemáticamente diferente de la función original f, pero


contiene la misma información. Pensando en el ahorro, se puede determinar g sólo con
𝜌𝑉𝐿
10 experimentos para la única variable , denominada número de Reynolds Re. No
𝜇
𝜌𝑉𝐿
es necesario variar L, V, ρ, μ separadamente, basta con variar el grupo . Esto se
𝜇

puede hacer variando, por ejemplo la velocidad V en los ensayos del túnel
aerodinámico o canal hidrodinámico.

Un segundo aspecto favorable del análisis dimensional es que permite planificar


un experimento o teoría. Sugiere formas adimensionales de las ecuaciones antes de
gastar tiempo y dinero para encontrar las soluciones con un ordenador y un software de
cálculo aplicado. Sugiere las variables que deben descartarse; algunas veces se pueden
rechazar variables o grupos de variables mediante el uso del análisis dimensional,
haciendo ensayos que muestran que son poco importantes. Finalmente, el análisis
dimensional da a menudo información sobre las relaciones físicas que se estudia.

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149

Una tercera ventaja del análisis dimensional es que proporciona las leyes de
escala que pueden los datos obtenidos sobre un pequeño modelo m en información para
el diseño de un prototipo p grande. No es necesario construir un avión a escala real
para determinar si proporciona la sustentación suficiente. Se debe medir primero la
sustentación sobre un pequeño modelo y se utilizaran después las leyes de similitud o
semejanza para predecir la sustentación del prototipo. Hay métodos, que se explicaran
más adelante, para encontrar las leyes de escala. Cuando las leyes de escala son válidas,
significa que hay similitud entre el modelo y el prototipo; entonces, las magnitudes de
los números adimensionales coinciden tanto para el modelo como para el prototipo.

5.1 HOMOGENEIDAD DIMENSIONAL.


La homogeneidad dimensional es la condición en la que todos los términos de
una ecuación tienen las mismas dimensiones. Por ejemplo, si se escribe la ecuación de
Bernoulli, en términos de unidad de peso, queda:
𝑃1 1 𝑃2 1
+ 2𝑔 𝑉12 + 𝑧1 = + 2𝑔 𝑉22 + 𝑧2 …(5.3)
𝛾 𝛾

se observa que la dimensión de cada término es en columna de fluido. Además, si se


saca z1 como factor del lado izquierdo y z2 del lado derecho, se tendrá
𝑃1 1 𝑉2 𝑃 1 𝑉2 𝑧
+ 2𝑔 𝑧1 + 1 = (𝛾𝑧2 + 2𝑔 𝑧2 + 1) 𝑧2 …(5.4)
𝛾𝑧1 1 2 2 1

En esta forma de la ecuación de Bernoulli los términos aparecen sin dimensión y


la ecuación se escribió como una combinación de parámetros sin dimensiones, el
concepto básico del análisis dimensional.

En el estudio de fenómenos que implican flujos de fluido, ya sea analítico o


experimental, invariablemente intervienen muchos parámetros de flujo y geométricos.
Con el objeto de ahorrar tiempo y dinero se utilizan las menos combinaciones de
parámetros posibles. Por ejemplo, considere la caída de presión a través de la válvula
de compuerta de la figura 5.1. Si se considera que la caída de presión depende de

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150

parámetros tales como velocidad media V por el tubo, la densidad ρ del fluido, la
viscosidad μ del fluido, el diámetro d del tubo, y altura h. Ésta relación se expresa como
∆𝑝 = 𝑓(𝑉, 𝜌, 𝜇, 𝑑, ℎ) …(5.5)

Figura 5.1. Flujo a través de una válvula de compuerta. [7]

A continuación, se muestra un estudio experimental de este problema, considere


como estrategia para indagar la dependencia de la caída de presión en los parámetros
involucrados. Se podrían definir todos los parámetros excepto la velocidad media del
flujo e investigar la dependencia de la caída de presión con la velocidad. Luego se
cambia el diámetro y se repite el experimento. Esto conducirá a la serie de resultados
mostrados en la figura 5.2a. Después de esa serie de experimentos se cambia la altura h,
lo que lleva a las curvas de la figura 5.2b. De nuevo, se estudian diferentes fluidos, lo
que conduce a curvas ρ y μ cambiando valores.

(a) (b)

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151

Figura 5.2. curvas de caída de presión contra velocidad; a) ρ,μ,h fijas; b) ρ,μ,d fijas.

Considere a continuación la noción de que cualquier ecuación que relaciona una


cierta serie de variables, tal como la ecuación 5.5, se escribe en función parámetros sin
dimensiones, como se hizo con la ecuación 5.4. Se organizan las .variables de la
ecuación 5.5 como si fueran parámetros sin dimensiones (los pasos necesarios para
realizarlo serán presentados en la sección siguiente) como sigue:
∆𝑝 𝜌𝑉𝑑 ℎ
= 𝑓( , 𝑑) …(5.6)
𝜌𝑉 2 𝜇

La relación anterior es más simple. Se puede realizar un experimento con h/d fija
𝜌𝑉𝑑
variando (esto se hace tan sólo con variar la velocidad del flujo V), y el resultado es
𝜇

la curva mostrada en la figura 5.3. Posteriormente, se cambió la cantidad h, y por ende


h/d, y se repitió la prueba. Finalmente, todo el experimento presenta en la figura 5.3.
Esto reduce en gran medida el esfuerzo y el costo en determinar la forma real de
𝜌𝑉𝑑 ℎ
𝑓( , 𝑑); se utiliza sólo un tubo, una válvula y un fluido.
𝜇

No siempre está claro, sin embargo, qué parámetros deben ser incluidos una
ecuación tal como la 5.5. La selección de estos parámetros requiere un entendimiento
detallado de la física implicada. En la selección de los parámetros que afectan la caída
de presión a través de la válvula de compuerta, se consideró que la densidad y la
viscosidad son parámetros importantes, mientras que los parámetros tales como la
presión en el tubo y la compresibilidad del fluido no lo son. Se debe recordar que la
selección de los parámetros apropiados es un paso crucial en aplicación del análisis
dimensional.

La elección de las variables dimensionalmente independientes o parámetros de


escala utilizados para adimensionalizar el problema depende de cada caso, aunque se
pueden dar algunas indicaciones. Ahora resulta evidente que en la ecuación 5.2 los

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152

𝐹
parámetros de escala eran ρ, V y L, pues intervienen tanto en la relación 𝜌𝑉 2 𝐿2

denominado como coeficiente de fuerza CF como en el número de Reynolds Re.


Entonces los datos de la Ecuación 5.2 podría interpretarse como la variación de la
fuerza adimensional frente a la viscosidad adimensional, pues ambas aparecen en un
único grupo adimensional.

A continuación se dan algunas recomendaciones para elegir las variables


dimensionalmente independientes:
 Nunca tome la variable dependiente. De otro modo, podría aparecer en
todas los números adimensionales, lo que es indeseable.
 Los parámetros repetitivos elegidos no deben ser susceptibles de formar
ellos mismos un grupo adimensional. De otro modo, sería imposible generar
el resto de los números adimensionales.
 Los parámetros repetitivos elegidos deben representar todas las dimensiones
primarias en el problema.
 Nunca escoja parámetros que ya sean adimensionales. Estos ya son números
adimensionales, por su cuenta.
 Nunca escoja dos parámetros con las mismas dimensiones o con dimensio-
nes que difieran sólo por un exponente.
 Siempre que sea posible, elija constantes dimensionales sobre las variables
dimensionales, de modo que sólo un número adimensional contenga la
variable dimensional.
 Seleccione variables que tengan bastante generalidad, porque aparecerán en
la mayoría de los grupos adimensionales.
 Escoja parámetros simples sobre los parámetros complejos siempre que sea
posible.

5.2 TEOREMA Π DE BUCKINGHAM.

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153

En un problema físico dado la variable dependiente x1 es expresada en función


de variables independientes como
𝑥1 = 𝑓(𝑥2 , 𝑥3 , 𝑥4 , … . , 𝑥𝑛 ) …(5.7)

donde n representa el número total de variables. En la ecuación 5.5, Δp es la variable


dependiente y V, ρ, μ, d y h son las variables independientes. El teorema π de
Buckingham, nombrado en honor de Edgar Buckingham (1867-1940), estipula que 𝑘 =
𝑛 − 𝑗 grupos de variables sin dimensiones, llamados términos π, donde j es el número
de dimensiones básicas incluidas en las variables pueden ser relacionados por
𝜋1 = 𝑓1 (𝜋2 , 𝜋3 , … , 𝜋𝑛−𝑗 ) …(5.8)

donde π1 incluye la variable dependiente y los términos π restantes incluyen sólo


variables independientes, como en la ecuación 5.6. La notación matemática π significa
producto de variables.

La primera parte del teorema π explica cuál es la reducción de variables


esperada:

Si un proceso físico relaciona n variables dimensionales, se puede


describir mediante una relación entre sólo k variables adimensionales. La
reducción 𝑗 = 𝑛 − 𝑘 es igual al máximo variables que no pueden formar
un grupo adimensional entre ellas y es siempre menor o igual que el
número de dimensiones que describen estas variables.

Tomando el caso específico de la fuerza sobre un cuerpo sumergido, la ecuación


5.1 contiene cinco variables, F, L, U, ρ, μ, descritas por tres dimensiones {MLT}. Por
tanto, n=5 y j≤3, con lo que se puede reducir el problema a k parámetros
adimensionales, con k = n - j ≥ 5 – 3 = 2.

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154

La segunda parte del teorema muestra cómo encontrar los parámetros


adimensionales:

Para encontrar la reducción j, se seleccionan j variables que no puedan


formar un parámetro adimensional entre ellas. Cada parámetro
adimensional deseado estará formado por el producto de potencias de
estas j variables con una variable adicional a la que se le asigna un
exponente conveniente no nulo. Todos los grupos adimensionales así
determinados son independientes.

Con objeto de aclarar lo escrito anteriormente, se considera que un proceso


establece una relación entre cinco variables:
𝑣1 = 𝑓(𝑣2 , 𝑣3 , 𝑣4 , 𝑣5 ) …(5.9)

Consideraciones que hay tres dimensiones {MLT} y después de una inspección


adecuada se define que j=3. Entonces, k = 5 - 3 = 2 y, por tanto, habrá dos, y sólo dos,
grupos adimensionales. Eligiendo tres variables, por ejemplo, v2,v3 y v4 que no forman
un grupo adimensional. Según esto, los dos grupos adimensionales estarán formados
por esas tres variables más una variable adicional distinta para cada uno, v1 y v5,
respectivamente
𝜋1 = (𝑣2 )𝑎 (𝑣3 )𝑏 (𝑣4 )𝑐 𝑣1 = 𝑀0 𝐿0 𝑇 0 …(5.10)

𝜋2 = (𝑣2 )𝑎 (𝑣3 )𝑏 (𝑣4 )𝑐 𝑣5 = 𝑀0 𝐿0 𝑇 0 …(5.11)

Se ha definido, arbitrariamente, exponente unidad para v1 y v5. Agrupando los


exponentes de las distintas dimensiones e igualándolos a cero, el teorema Π garantiza

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155

un valor único de a, b y c para cada grupo adimensional. Además son independientes,


porque v1 sólo aparece en π1, y v5 sólo en π2. Es un procedimiento claro y sistemático.

Normalmente, hay que dar seis pasos:


 Hacer una lista de las n variables que aparecen en el fenómeno físico. Si
se omite alguna variable importante, fallará el análisis dimensional.
 Escribir las dimensiones de cada variable de acuerdo con el sistema
utilizado {MLTθ} o {FLTθ}. Se da una lista en la Tabla 5.1.
 Determinación de j. Elija inicialmente j igual al número de dimensiones
diferentes que aparecen en el fenómeno físico y busque j variables que
no puedan formar un grupo adimensional. Si no lo encuentra reduzca j en
una unidad y búsquelas de nuevo.
 Seleccione un grupo de j variables que no puedan formar un grupo
adimensional, tratando de que le parezcan satisfactorias y, a ser posible,
que tengan bastante generalidad, porque aparecerán en mayoría de los
grupos adimensionales.
 Añada una variable adicional a sus j variables y forme un producto de
potencias. Determine algebraicamente los exponentes que hacen al
producto adimensional. Intente disponerlo de forma variables
dependientes aparezcan en el numerador, de modo que su representación
gráfica sea más sencilla. Repita esto, secuencialmente, con una variable
nueva cada vez y encontrará todos los n-j=k grupos adimensionales
buscados.
 Escriba la función adimensional resultante y compruebe que todos los
grupos son realmente adimensionales.

Algunos parámetros comunes sin dimensiones en la mecánica de los fluidos se


obtienen utilizando el teorema π de Buckingham. Para esto considere una relación
relativamente general entre la caída de presión Δp, una longitud característica l, una

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156

velocidad característica V, la densidad ρ, la viscosidad μ, la gravedad g, la tensión


superficial σ, la velocidad del sonido c, una frecuencia angular ω, escrita como
∆𝑝 = 𝑓(𝑙, 𝑉, 𝜌, 𝜇, 𝑔, 𝑐, 𝜔, 𝜎) …(5.12)

Tabla 5.1. Símbolos y dimensiones de cantidades utilizadas comúnmente en


mecánica de fluidos.

Fuente: Potter, Merle[7]

El teorema π aplicado a este problema, con l, V y ρ como variables que se


repiten, da por resultado
∆𝑝 𝑉𝜌𝑙 𝑉 2 𝑉 𝑙𝑤 𝑉 2 𝜌𝑙
= 𝑓1 ( , 𝑙𝑔 , 𝑐 , , ) …(5.13)
𝜌𝑉 2 𝜇 𝑉 𝜎

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157

Cada uno de los términos π en esta expresión es un parámetro común sin


dimensiones que aparece en numerosas situaciones de flujo de fluidos. Se identifican
como se señala en la tabla 5.2.

Tabla 5.2. Parámetros sin dimensiones comunes en mecánica de fluidos.


Parámetro Expresión Situaciones de flujo en los que el parámetro es importante
Flujos en los que la caída de presión es significativa.
∆𝑝
Número de Euler, Eu La mayoría de las situaciones de flujo.
𝜌𝑉 2

Flujos que son influenciados por los efectos viscosos:


𝑉𝜌𝑙
Número de Reynolds, Re flujos internos, flujos de capa límite.
𝜇

Flujos influidos por la gravedad. Principalmente


𝑉2
Número de Froude, Fr flujos de superficie libre.
𝑙𝑔

La compresibilidad es importante en estos flujos, por


𝑉
Número de Mach, M regla general si V > 0.3c.
𝑐

𝑙𝜔 Flujo con una componente discontinua que se repite


Número de Strouhal, St
𝑉 periódicamente.
La tensión superficial influye en el flujo; un flujo con
𝑉 2 𝜌𝑙
Número de Weber, We interfaz puede ser un flujo como ese.
𝜎

Fuente: Potter, Merle. [7]

5.3 SIMILITUD.

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158

La similitud es el estudio de predecir las condiciones de un prototipo p a partir


de observaciones de un modelo m. Cuando una solución analítica o numérica no es
práctica, o cuando los cálculos están basados en un modelo simplificado de modo que
se introduce incertidumbre, en general es aconsejable realizar una prueba en un modelo
si las pruebas en un prototipo a escala natural no son prácticas, sea éste demasiado
grande o demasiado pequeño.

Si se decide estudiar un modelo, es necesario desarrollar los medios por medio


de los cuales una cantidad medida en el modelo pueda ser utilizada predecir la cantidad
asociada en el prototipo.

Una vez que se han seleccionado las variables y realizado el análisis


dimensional, el investigador debe buscar la semejanza entre el modelo ensayado y el
prototipo a diseñar. Con suficientes ensayos, los datos obtenidos del modelo
proporcionarán la función adimensional buscada:
𝜋1 = 𝑓(𝜋2 , 𝜋3 , … , 𝜋𝑘 ) …(5.14)

Con la ecuación 5.14 disponible en tablas, gráficas o en forma analítica, se está


en posición de asegurar la semejanza completa entre modelo y prototipo. Una definición
formal podría ser:
Las condiciones del flujo para un modelo de ensayo son
completamente semejantes a las del prototipo si coinciden los
valores de todos los parámetros adimensionales correspondientes
en el modelo y el prototipo.

Matemáticamente la definición anterior puede expresarse como: si π2m= π2p,


π3m= π3p, …, πkm= πkm; entonces, la ecuación 5.14 garantiza que el valor buscado de π1m
es igual a π1p. Por ser difícil de conseguir la semejanza completa, la literatura ingenieril

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159

establece tipos particulares de semejanza, siendo las más comunes la geométrica,


cinemática y la dinámica.

5.3.1 SIMILITUD GEOMÉTRICA.


La semejanza geométrica se refiere a la dimensión longitud L y debe asegurarse
que se cumple antes de proceder a los ensayos con cualquier modelo. Una definición
formal es la siguiente:

Un modelo y un prototipo son geométricamente semejantes si, y


sólo si, todas las dimensiones espaciales en las tres coordenadas
tienen la misma relación de escala lineal.

Obsérvese que todas las longitudes deben de estar referidas a la misma escala.
Es como si se tomase una fotografía del prototipo y se redujera o ampliase hasta que
tuviese el tamaño del modelo. Si el modelo está hecho a un décimo de tamaño del
prototipo, su longitud, anchura y altura deben ser diez veces más pequeñas. No sólo eso,
sino que cualquiera de sus dimensiones deben ser diez veces más pequeña, y,
técnicamente, se habla de puntos homólogos, que son los puntos que tienen la misma
posición relativa. Por ejemplo, el borde de ataque del prototipo es homólogo al borde de
ataque del modelo. El extremo izquierdo del prototipo de un ala es homólogo al
extremo izquierdo del modelo. La semejanza geométrica requiere que todos los puntos
homólogos estén relacionados por la misma relación de escala lineal. Esto se aplica
tanto a la geometría del fluido como del modelo.

En la semejanza geométrica todos los ángulos se conservan. Todas las


direcciones del flujo se conservan. La orientación del modelo y del prototipo con
respecto a los objetos de los alrededores debe ser idéntica.

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160

La Figura 5.3 ilustra un prototipo de ala y su modelo a escala un décimo. Las


longitudes del modelo son todas un décimo más pequeñas, pero su ángulo de ataque con
respecto a la corriente libre es 10°. Todos los detalles geométricos del modelo deben
estar a escala, y a veces se pasan por alto algunos de ellos por ser muy sutiles:
 El radio de borde de ataque del modelo debe ser un décimo más pequeño.
 La rugosidad de la superficie del modelo debe ser un décimo más
pequeña.
 Si el prototipo tiene un alambre perturbador de 5 mm, para inducir la
transición de la capa límite a turbulenta, situado a 1,5 m del borde de
salida, el modelo debe tener un alambre de 0,5 mm situado a 0,15 m del
borde de salida.
 Si el prototipo se construye con remaches que sobresalen, el modelo debe
tener los remaches correspondientes de tamaño un décimo menor.

Figura 5.3. Semejanza geométrica en el ensayo con modelos; a) prototipo;


b) modelo a escala de un décimo.[9]

5.3.2 SEMEJANZA CINEMÁTICA.

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161

La semejanza cinemática exige que todas las relaciones entre longitudes


homólogas del modelo y prototipo tengan el mismo valor, que se denomina relación de
escala de longitudes, y también que todas 1as relaciones entre tiempos homólogos
tengan un valor común, que se denomina relación de escala de tiempos. Entonces habrá
una única relación de escala de velocidades. Lo cual se expresa como:

Los movimientos de dos sistemas son cinemáticamente semejantes


si partículas homólogas alcanzan puntos homólogos en instantes
homólogos.

La equivalencia de las escalas de longitud implica simplemente semejanza


geométrica, pero la equivalencia de las escalas de tiempo puede exigir consideraciones
dinámicas adicionales tales como la igualdad de los números de Reynolds y de Mach.

Un caso especial es el flujo sin fricción y sin superficie libre de un fluido


incompresible, que se esquematiza en la figura 5.4a. Este tipo de flujos son
cinemáticamente semejantes con escalas de longitud y tiempo independientes, y no son
necesarios parámetros adicionales.

Los flujos sin fricción con superficie libre, como el de la figura 5.4b, son
cinemáticamente semejantes si sus números de Froude Fr son iguales:
2
𝑉𝑚 𝑉𝑝2
𝐹𝑟𝑚 = = = 𝐹𝑟𝑝 …(5.15)
𝑔𝑙𝑚 𝑔𝑙𝑝

Obsérvese que el número de Froude Fr es un parámetro puramente cinemático


que sólo relaciona magnitudes con dimensiones de longitud y tiempo. De la ecuación
5.15, si la escala de longitud es 𝑙𝑚 =∝ 𝑙𝑝 , se tiene que la escala de velocidad es

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162

1⁄
𝑉𝑚 𝑙𝑚 2
=( ) = √∝ …(5.16)
𝑉𝑝 𝑙𝑝

y la escala de tiempo es
𝑙𝑚
𝑇𝑚 ⁄𝑉
𝑚
= 𝑙𝑝 = √∝ …(5.17)
𝑇𝑝 ⁄𝑉
𝑝

Figura 5.4. Los flujos no viscosos a bajas velocidades son cinemáticamente semejantes;
a) los flujos sin superficie libre son cinemáticamente semejantes con relaciones de
escala de longitud y tiempo independientes; b) los flujos con superficie libre son
cinemáticamente semejantes con escalas de longitud y tiempo relacionadas entre sí por
la conservación del número de Froude.[9]

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163

Estas relaciones cinemáticas obtenidas de la igualdad de los números de Froude


se ilustran en la Figura 5.4b, que se refiere a la modelización del movimiento de ondas.
Si la relación de escala de longitudes de las ondas es α, la relación entre períodos de
onda, velocidades de propagación y velocidades de las partículas es √𝛼.

Si los efectos de viscosidad, tensión superficial o de compresibilidad son


importantes, la semejanza cinemática está condicionada a que haya semejanza
dinámica.
5.3.3 SEMEJANZA DINÁMICA.
Existe semejanza dinámica cuando modelo y prototipo tienen la misma relación
de escala de longitudes, la misma relación de escala de tiempos y la misma relación de
escala de fuerzas (o de masa). De nuevo, la semejanza geométrica es el primer requisito;
en caso contrario, no se debe proseguir. La semejanza dinámica se cumple
simultáneamente con la semejanza cinemática, si todas las fuerzas en modelo y
prototipo guardan la misma proporción. Esto ocurre si:
 Flujo compresible: los números de Reynolds y Mach del modelo y el prototipo y
la relación de calores específicos son iguales.
 Flujo incompresible:
a. Sin superficie libre: los números de Reynolds del modelo y el prototipo
son iguales.
b. Con superficie libre: los números de Reynolds, Froude y (si intervienen)
los de Weber y de cavitación son iguales en el modelo y el prototipo.

Esto es consecuencia de que la ley de Newton exige que para toda partícula
fluida la suma de las fuerzas de presión, gravedad y fricción ha de ser igual al término
de aceleración o fuerza de inercia, es decir:
𝐹𝑝 + 𝐹𝑔 + 𝐹𝑓 = 𝐹𝑖 …(5.18)

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164

Las leyes de semejanza dinámica citadas anteriormente aseguran que todas estas
fuerzas están en la proporción y tienen direcciones equivalentes en el modelo y el
prototipo. La Figura 5.5 muestra un ejemplo correspondiente al flujo bajo una
compuerta. Los polígonos de fuerzas en puntos homólogos tienen exactamente la misma
forma si los números de Reynolds y Froude son iguales (despreciando, por supuesto, la
tensión superficial y la cavitación). La semejanza cinemática también está asegurada
por las mismas leyes.

Figura 5.5. Semejanza dinámica en el flujo por debajo de una compuerta. El modelo y el
prototipo tienen polígonos de fuerzas semejantes, en puntos homólogos, si los números
de Reynolds y Froude son iguales en ambos; a) prototipo; b) modelo.[9]

Lo señalado en el párrafo anterior puede verificarse como sigue. El significado


físico de cada parámetro indicado en la tabla 5.2 se determina observando que cada
número adimensional se escribe como una relación de dos fuerzas. Se observa que las
fuerzas son
𝐹𝑝 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖ó𝑛 = ∆𝑝𝐴~∆𝑝𝑙 2 …(5.19)

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165

𝑑𝑉 𝑉 …(5.20)
𝐹𝑖 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙 = 𝑚𝑉 ~𝜌𝑙 3 𝑉 = 𝜌𝑙 2 𝑉 2
𝑑𝑠 𝑙
𝑑𝑢 𝑉 …(5.21)
𝐹𝜇 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑜𝑠𝑎 = 𝜏𝐴 = 𝜇 𝐴~𝜇 𝑙 2 = 𝜇𝑙𝑉
𝑑𝑦 𝑙
𝐹𝑔 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑎𝑣𝑒𝑑𝑎𝑑 = 𝑚𝑔~𝜌𝑙 3 𝑔 …(5.22)
𝑑𝑝 2 …(5.23)
𝐹𝐵 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 = 𝐵𝐴~𝜌 𝑙 = 𝜌𝑐 2 𝑙 2
𝑑𝜌
𝐹𝜔 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑐𝑒𝑛𝑡𝑟í𝑓𝑢𝑔𝑎 = 𝑚𝑟𝜔2 ~𝜌𝑙 3 𝑙𝜔2 = 𝜌𝑙 4 𝜔2 …(5.24)
𝐹𝜎 = 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖ó𝑛 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 = 𝜎𝑙 …(5.25)

Por lo tanto se determina que:


𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖ó𝑛
𝐸𝑢 ∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙

𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙
𝑅𝑒 ∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑜𝑠𝑎

𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙
𝐹𝑟 ∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑎𝑣𝑒𝑑𝑎𝑑

𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙
𝑀∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑

𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑐𝑒𝑛𝑡𝑟í𝑓𝑢𝑔𝑎
𝑆𝑡 ∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙

𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑖𝑛𝑒𝑟𝑐𝑖𝑎𝑙
𝑊𝑒 ∝
𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖ó𝑛 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙

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166

Considere que están presentes fuerzas inerciales, fuerzas de presión, fuerzas


viscosas y fuerzas de gravedad; luego la semejanza dinámica requiere que, en puntos
correspondientes en los campos de flujo,
(𝐹𝑖 )𝑚 (𝐹𝑝 ) (𝐹𝜇 ) (𝐹𝑔 )
𝑚 𝑚 𝑚
(𝐹𝑖 )𝑝
= = = = 𝑐𝑡𝑡𝑒 …(5.26)
(𝐹𝑝 ) (𝐹𝜇 ) (𝐹𝑔 )
𝑝 𝑝 𝑝

Éstas son reordenadas como sigue


(𝐹𝑖 )𝑚 (𝐹𝑖 )𝑝 (𝐹𝑖 )𝑚 (𝐹𝑖 )𝑝 (𝐹𝑖 )𝑚 (𝐹𝑖 )𝑝
= = = …(5.27)
(𝐹𝑝 ) (𝐹𝑝 ) (𝐹𝜇 ) (𝐹𝜇 ) (𝐹𝑔 ) (𝐹𝑔 )
𝑚 𝑝 𝑚 𝑝 𝑚 𝑝

o lo que es igual a
Eum=Eup Rem=Rep Frm=Frp …(5.28)
Si las fuerzas anteriores fueran las únicas presentes, se escribe
𝐹𝑖 = 𝑓(𝐹𝑝 , 𝐹𝜇 , 𝐹𝑔 ) …(5.29)

Reconociendo que sólo hay una dimensión básica presente, la fuerza (sistema
FLTθ), el análisis dimensional permite escribir la ecuación anterior en función de
relaciones de fuerzas como
𝐸𝑢 = 𝑓(𝑅𝑒, 𝐹𝑟) …(5.30)

Por consiguiente se puede concluir que si el número de Reynolds y el número


Froude son los mismos en el modelo y prototipo, el número de Euler también debe ser
el mismo. Por lo tanto, la similitud dinámica entre el modelo y prototipo queda
garantizada igualando el número de Reynolds y el número de Froude modelo con los
del prototipo, respectivamente.

Si se mide la potencia suministrada a un modelo y se desea predecir el


requerimiento de potencia del prototipo, entonces como la potencia es fuerza por
velocidad y considerando similitud completa se escribe

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167

𝑊̇𝑚 (𝐹𝑖 )𝑚 𝑉𝑚 2 𝑙2 𝑉
𝜌𝑚 𝑉𝑚 𝑚 𝑚
= = …(5.31)
𝑊̇𝑝 (𝐹𝑖 )𝑝 𝑉𝑝 𝜌𝑝 𝑉𝑝2 𝑙𝑝
2𝑉
𝑝

Por lo tanto, se puede predecir una cantidad prototipo si se selecciona el fluido


𝜌𝑚 𝑙
modelo (dada ⁄𝜌𝑝 ), la relación de escala (dada 𝑚⁄𝑙 ), y el número sin dimensiones
𝑝

𝑉𝑚
de la tabla 5.2 (dada ⁄𝑉 ).
𝑝

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CAPÍTULO 6
REDES SENCILLAS DE TUBERÍAS

En la práctica es común encontrar el flujo de fluidos en tuberías o conductos de


cualquier tipo de sección, como circular (sistemas de acueductos y sistemas contra
incendio, entre otros) o rectangular (sistemas de acondicionamiento de ambientes); en
tuberías de distintos materiales (cobre, hierro, acero y PVC, entre otros) y diámetros.

El flujo de fluidos se clasifica como externo e interno, ya que depende si el


fluido se fuerza a fluir sobre una superficie (por ejemplo: canales) o dentro de un
conducto, el cual va a ser el centro de atención de este capítulo y donde el conducto
está totalmente lleno con el fluido y el flujo se impulsa generalmente con sistemas de
bombeo. Obviamente para mover el fluido de un punto a otro, como en el caso de los
condominios residenciales es necesario que el sistema cuente con equipos o
dispositivos como: tanques, válvulas, tuberías, bombas, codos y reducciones, entre
otros; lo cuales interactúan en forma conjunta.

El capítulo empieza con una descripción física general del flujo interno y la capa
límite de velocidad. Continúa con la descripción del número adimensional de Reynolds
y su significado físico. Luego se comentan las características del flujo adentro de
tuberías y se introducen las correlaciones de caída de presión relacionadas con él, tanto
para flujo laminar como para turbulento. Posteriormente se aplican balances de masa y
energía a sistemas de tuberías acopladas en serie y en paralelo. Después se presenta la
forma de cómo evaluar las pérdidas de carga en accesorios y en válvulas, según lo
señalado en la Gaceta Oficial 4.044. Finalmente, se detalla la metodología a seguir para
determinar las necesidades del sistema en cuanto a caudal y disponibilidad que debe
suplir el sistema de bombeo.

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168

6.1 FLUJO LAMINAR Y TURBULENTO.


Una evaluación al flujo de un fluido en una tubería revela que el flujo de fluidos
es de líneas de corriente aproximadamente paralelas a bajas velocidades, pero se vuelve
caótico conforme la velocidad aumenta sobre un valor crítico, como se muestra en la
figura 6.1. Se dice que el régimen de flujo en el primer caso es laminar, y se caracteriza
por líneas de corrientes suaves y movimiento sumamente ordenado; mientras que en el
segundo caso es turbulento, y se caracteriza por fluctuaciones de velocidad y
movimiento también desordenado. La transición de flujo laminar a turbulento no ocurre
repentinamente; más bien, sucede sobre cierta región en la que el flujo fluctúa entre
flujos laminar y turbulento antes de volverse totalmente turbulento. La mayoría de los
flujos que se encuentran en la práctica son turbulentos. El flujo laminar se encuentra
cuando los fluidos son muy viscosos, como los aceites, cuando fluyen a bajas
velocidades.

(a) (b)
Figura 6.1. Comportamiento de un flujo en una tubería;
a) laminar; b) turbulento. [2]

Es posible determinar la existencia de dichos regímenes de flujo laminar, transi-


torio y turbulento cuando se inyectan algunas líneas de colorante en el flujo en una
tubería de vidrio, ver figura 6.1, como hizo el ingeniero británico Osborne Reynolds
(1842-1912) hace más de un siglo. Él observó que las líneas de colorante formaban una
línea recta y suave a bajas velocidades cuando el flujo era laminar, tenían estallidos de

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169

fluctuaciones en el régimen transicional y zigzagueaban rápida y aleatoriamente cuando


el flujo se volvía totalmente turbulento. Dichos zigzagueos y la dispersión del colorante
son indicadores de las fluctuaciones en el flujo principal y la rápida mezcla de las
partículas de fluido de capas adyacentes.

6.2 NÚMERO DE REYNOLDS.


La transición de flujo laminar a turbulento depende de la geometría, la rugosidad
de la superficie, la velocidad del flujo, la temperatura de la superficie y el tipo de
fluido, entre otros factores. Después de experimentos exhaustivos en los años de 1880,
Osborne Reynolds descubrió que el régimen de flujo depende principalmente de la
razón de fuerzas inerciales a fuerzas viscosas en el fluido, como se introdujo en el
capítulo anterior. Esta razón se define como el número de Reynolds y se expresa para
flujo interno en una tubería circular como
ρVD
Re = …(6.1)
μ

donde V es la velocidad de flujo promedio (m/s), D es longitud característica de la


geometría (diámetro en este caso, en m), ρ es la densidad del fluido (m3/kg) y μ se
refiere a la viscosidad dinámica del fluido (Pa.s). El número de Reynolds es una
cantidad adimensional (capítulo 5).

A números grandes de Reynolds, las fuerzas inerciales, que son proporcionales a


la densidad del fluido y al cuadrado de la velocidad del fluido, son grandes en relación
con las fuerzas viscosas y por lo tanto las fuerzas viscosas no pueden evitar las
aleatorias y rápidas fluctuaciones del fluido. Sin embargo, a números de Reynolds
pequeños o moderados, las fuerzas viscosas son lo suficientemente grandes como para
suprimir dichas fluctuaciones y mantener al fluido en línea. Por lo tanto el flujo es
turbulento en el primer caso y laminar en el segundo.

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170

El número de Reynolds Re en donde el flujo se vuelve turbulento se define como


número de Reynolds crítico, ReCr ; El valor del número de Reynolds crítico es diferente
para geometrías y condiciones de flujo distintas. Para flujo interno en una tubería
circular, el valor generalmente aceptado del número de Reynolds crítico está alrededor
de 2300.

Para flujo a través de tuberías no circulares, ver figura 6.2, el número de


Reynolds se basa en el diámetro hidráulico Dh que se define como:
4𝐴𝐶
𝐷ℎ = …(6.2)
𝑃

(a) (b) (c)


Figura 6.2. Definición del diámetro hidráulico para algunas secciones comunes. [2]

En la práctica no es posible tener valores precisos de números de Reynolds para


flujos laminar, transicional y turbulento. Es evidente que la transición de flujo laminar a
turbulento también depende del grado de perturbación del flujo por la rugosidad de la
superficie, las vibraciones de la tubería y las fluctuaciones en el flujo. Sin embargo, en
la mayoría de las condiciones prácticas, el flujo en una tubería circular se define como:
 Re ≤ 2300 → flujo laminar.
 2300 < Re ≤ 4000 → flujo transicional.
 Re > 4000 → flujo turbulento.

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171

6.3 LA REGIÓN DE ENTRADA.


Considere un fluido que entra en una tubería circular a una velocidad uniforme.
Debido a la condición de no-deslizamiento, las partículas del fluido en la capa en
contacto con la superficie de la tubería se detienen por completo. Esta capa también
provoca que las partículas del fluido en las capas adyacentes frenen gradualmente como
resultado de la fricción. Para configurarse esta reducción de velocidad, la velocidad del
fluido en la sección media de la tubería tiene que aumentar para mantener constante la
razón de flujo de masa a través de la tubería. Como resultado, a lo largo de la tubería se
crea un gradiente de velocidad.

La región del flujo en la que se sienten los efectos de los esfuerzos cortantes
viscosos provocados por la viscosidad del fluido se llama capa límite de velocidad o
sólo capa límite. La hipotética superficie de la capa límite divide el flujo en una tubería
en dos regiones: la región de la capa límite, en la que los efectos viscosos y los cambios
de velocidad son considerables; y la región de flujo (central) irrotacional, en la que los
efectos de fricción son despreciables y la velocidad permanece esencialmente constante
en la dirección radial.

El grosor de esta capa límite aumenta en la dirección del flujo hasta que la capa
límite alcanza el centro de la tubería y por lo tanto llena toda la tubería, como se
muestra en la figura 6.3. La región desde la entrada a la tubería hasta el punto en el que
la capa límite emerge en la línea central se llama región de entrada hidrodinámica, y la
longitud de esta región se llama longitud de entrada hidrodinámica Lh. El flujo en la
región de entrada se llama flujo en desarrollo hidrodinámico porque ésta es la región
donde se crea el perfil de velocidad. La zona más allá de la región de entrada en la que
el perfil de velocidad está totalmente desarrollado y permanece invariable se llama
región hidrodinámicamente desarrollada totalmente. Se dice que el flujo está totalmente
desarrollado, o totalmente desarrollado térmicamente, cuando el perfil de temperatura
normalizada permanece invariable también. El flujo hidrodinámicamente desarrollado
equivale al flujo totalmente desarrollado cuando el fluido en la tubería no se calienta o

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172

enfría, porque en este caso la temperatura del fluido permanece esencialmente constante
a todo lo largo. El perfil de velocidad en la región totalmente desarrollada es parabólico
en el flujo laminar y un poco más plano (o más lleno) en el flujo turbulento debido al
movimiento de vórtices y a una mezcla más vigorosa en la dirección radial. El perfil de
velocidad promediado en el tiempo permanece invariable cuando el flujo está
totalmente desarrollado y por lo tanto:
𝜕𝑢(𝑟,𝑥)
= 0 → 𝑢 = 𝑢(𝑟) …(6.3)
𝜕𝑥

Figura 6.3. Desarrollo de la capa límite de velocidad en una tubería. [2]

El esfuerzo de corte en la pared de la tubería τw se relaciona con la pendiente del


perfil de velocidad en la superficie. Cuando se observa que el perfil de velocidad
permanece invariable en la región hidrodinámicamente desarrollada por completo, el
esfuerzo de corte de pared también permanece constante en dicha región, ver figura 6.4

Considere flujo de fluidos en la región de entrada hidrodinámica de una tubería.


El esfuerzo de corte de pared es el más alto a la entrada de la tubería donde el grosor de
la capa límite es más pequeño, y disminuye gradualmente hasta el valor correspondiente
al flujo totalmente desarrollado, como se muestra en la figura 6.5. Por lo tanto, la caída
de presión es más alta en las regiones de entrada de una tubería, y el efecto de la región

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173

de entrada siempre es aumentar el factor de fricción promedio para toda la tubería. Este
aumento puede ser importante para tuberías cortas, pero es despreciable para las largas.

Figura 6.4. En la región de flujo totalmente desarrollado de una tubería, el perfil de


velocidad permanece inalterado aguas abajo y, por tanto, el esfuerzo cortante en la
pared también. [2]

Figura 6.5. Variación del esfuerzo de corte de pared en la dirección del flujo. [2]

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174

6.3.1 LONGITUDES DE ENTRADA.


La longitud de entrada hidrodinámica usualmente se toma como la distancia
desde la entrada de la tubería hasta donde el esfuerzo de corte de pared (y por tanto el
factor de fricción) alcanza dentro de aproximadamente 2 por ciento el valor
correspondiente al flujo totalmente desarrollado. En flujo laminar, la longitud de
entrada hidrodinámica está dada aproximadamente como:
𝐿ℎ,𝑙𝑎𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟 ≅ 0,05𝑅𝑒 𝐷 …(6.4)

En flujo turbulento, la intensa mezcla durante las fluctuaciones aleatorias


usualmente ensombrece los efectos de la difusión molecular. La longitud de entrada
hidrodinámica para flujo turbulento se puede aproximar como:
1/4
𝐿ℎ,𝑡𝑢𝑟𝑏𝑢𝑙𝑒𝑛𝑡𝑜 ≅ 1,359𝐷 𝑅𝑒 …(6.5)

La longitud de entrada es mucho más corta en el flujo turbulento y su


dependencia del número de Reynolds es débil. En numerosos flujos de tubería de interés
práctico en ingeniería, los efectos de entrada se vuelven insignificantes más allá de una
longitud de tubería de 10 diámetros, y la longitud de entrada hidrodinámica se aproxima
como:
𝐿ℎ,𝑇𝑢𝑟𝑏𝑢𝑙𝑒𝑛𝑡𝑜 ≅ 10𝐷 …(6.6)

6.4 FLUJO LAMINAR.


En esta sección se investiga el flujo laminar desarrollado, incompresible, continuo
en un tubo, entre placas paralelas y entre cilindros rotatorios.

6.4.1 FLUJO LAMINAR EN UN TUBO.


En esta sección se investiga el flujo laminar desarrollado, incompresible,
continuo en un tubo, como se ilustra en la figura 6.6. En dicha figura se muestra un
volumen elemental de fluido. Este volumen puede ser considerado un volumen de
control infinitesimal hacia el cual y desde el cual fluye fluido, o se considera una masa

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175

de fluido infinitesimal en el que actúan fuerzas. Si se considera un volumen de control,


se aplicará la ecuación de cantidad de movimiento; si es una masa de fluido, se aplicará
la segunda ley de Newton. Puesto que el perfil de velocidad no cambia en la dirección x,
el flujo de cantidad de movimiento de entrada es igual al flujo de cantidad de
movimiento de salida y la fuerza resultante es cero; ya que no hay aceleración del
elemento de masa, la resultante también debe ser cero. Por lo cual, un balance de
fuerzas en la dirección x resulta en

Figura 6.6. Flujo desarrollado en un tubo circular. [7]

𝑝𝜋𝑟 2 − (𝑝 + 𝑑𝑝)𝜋𝑟 2 − 𝜏 2 𝜋𝑟𝑑𝑥 + 𝛾𝜋𝑟 2 𝑑𝑥𝑠𝑒𝑛𝜃 = 0 …(6.7)

la cual puede ser simplificada como sigue


𝑟 𝑑
𝜏 = − 2 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) …(6.8)

donde se utilizó 𝑠𝑒𝑛 𝜃 = − 𝑑ℎ⁄𝑑𝑥, h denota la dirección vertical. Observe que la


ecuación 6.8 puede ser aplicada indistintamente al flujo laminar o turbulento. El
esfuerzo cortante en el flujo laminar está relacionado con el gradiente de velocidad y la
viscosidad, y da
𝑑𝑢 𝑟 𝑑
−𝜇 𝑑𝑟 = − 2 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) …(6.9)

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176

Ya que u = u(r) para este flujo desarrollado, por lo anterior se puede concluir que
d/dx(p+γh) es a lo sumo una constante; no depende de x, y de acuerdo con la estática de
fluidos (p + γh) no depende de x puesto que no hay aceleración en la dirección radial.
En tal caso la ecuación 6.9 puede ser integrada para obtener la distribución de la
velocidad,
𝑟2 𝑑
𝑢(𝑟) = 4𝜇 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) + 𝐴 …(6.10)

donde A es una constante de integración. Con u = 0 cuando r = r0, se evalúa A y la


distribución de velocidad es de perfil parabólico
𝑟 2 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝑢(𝑟) = 4𝜇 (𝑟 2 − 𝑟02 ) …(6.11)
𝑑𝑥

Comúnmente se hace referencia a éste flujo como flujo de Poiseuille, nombrado


así en honor de Jean L. Poiseuille (1799-1869).

6.4.2.1 CANTIDADES DE FLUJO EN UN TUBO.


Para un flujo desarrollado, continuo, laminar en un tubo circular, se ha
demostrado que la velocidad promedio es
𝑟
∫0 0 𝑢(𝑟)2𝜋𝑟𝑑𝑟
𝑉= …(6.12)
𝜋𝑟02

Sustituyendo la ecuación 6.11 correspondiente al perfil de velocidad en la


expresión anterior y simplificando, se obtiene que:
𝑟 2 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
0
𝑉 = − 8𝜇 …(6.13)
𝑑𝑥

Sí la caída de presión Δp se expresa en función de la velocidad promedio, para


un flujo en un tubo horizontal, de la expresión anterior se tiene:
8𝜇𝑉𝐿
∆𝑝 = …(6.14)
𝑟02

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177

donde se utilizó Δp/L = - dp/dx pues dp/dx es una constante para flujo desarrollado.
Observe que la caída de presión es una cantidad positiva, mientras que el gradiente de
presión es negativo. Cuando se trate de un tubo sobre un plano inclinado, simplemente
se reemplaza en la ecuación 6.14 p con p+γh.

La velocidad máxima con r = 0 según la ecuación 6.11 es


𝑟 2 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
0
𝑢𝑚á𝑥 = − 4𝜇 …(6.15)
𝑑𝑥

Comparando las ecuaciones 6.13 y 6.15 resulta


1
𝑉 = 2 𝑢𝑚á𝑥 …(6.16)

El esfuerzo cortante τ = - μ du/dr es


𝑟 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝜏 = −2 …(6.17)
𝑑𝑥

Con τ = τ0 cuando r = r0 se obtiene la caída de presión Δp a lo largo de la


longitud L de un tramo horizontal de tubo es
2𝜏0 𝐿
∆𝑝 = …(6.18)
𝑟0

donde nuevamente se utilizó dp/dx = - Δp/L.

Si se introduce el factor de fricción f, una cantidad de gran interés para el flujo


en un tubo, es el esfuerzo adimensional, definido por
𝜏0
𝑓=1 …(6.19)
𝜌𝑉 2
8

Se determina que:
∆𝑝 𝐿 𝑉2
= ℎ𝑓 = 𝑓 𝐷 2𝑔 …(6.20)
𝛾

donde hf es la pérdida de carga hidrostática con dimensiones de columna de fluido. La


ecuación 6.20 se conoce como la ecuación de Darcy-Weisbach, nombrada así en honor

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178

de Henri P.G. Darcy (1803-1858) y Julius Weisbach (1806-1871). Más adelante se


demostrará que esta ecuación tiene validez tanto para el flujo laminar como para el
turbulento. Si se combinan las ecuaciones 6.14 y 6.20, se obtiene:
64
𝑓=𝑅 …(6.21)
𝑒

Si se sustituye de nuevo en la ecuación 6.20 se llega a:


32𝜇𝐿𝑉
ℎ𝑓 = …(6.22)
𝛾𝐷 2

La pérdida de carga hidrostática es directamente proporcional a la velocidad


promedio a la primera potencia, un resultado que en general se aplica a flujos laminares,
desarrollados en tuberías.

En la Tabla 6.1 se proporcionan relaciones del factor de fricción f para flujo


laminar totalmente desarrollado en tuberías de varias secciones transversales. El número
de Reynolds para flujo en estas tuberías se basa en el diámetro hidráulico Dh = 4Ac/p,
donde Ac es el área de sección transversal de la tubería y p es su perímetro húmedo.

6.4.2.2 FLUJO LAMINAR ENTRE PLACAS PARALELAS.

Considere un volumen elemental de profundidad unitaria en la dirección z, como


se muestra en la figura 6.7. Si se suman las fuerzas en la dirección x, se escribe
𝑝𝑑𝑦 − (𝑝 + 𝑑𝑝)𝑑𝑦 − 𝜏𝑑𝑥 + (𝜏 + 𝑑𝜏)𝑑𝑥 + 𝛾𝑑𝑥𝑑𝑦 𝑠𝑒𝑛𝜃 = 0 …(6.23)

Puesto que no hay aceleración. Se considera que la aceleración depende


únicamente de x; también que la variación con y es insignificante puesto que la
dimensión a es bastante pequeña en la mayoría de las aplicaciones. Después de dividir
entre dx dy, la ecuación anterior se simplifica como

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179

Tabla 6.1. Factor de fricción para flujo laminar totalmente desarrollado en tuberías de varias
secciones transversales.

Fuente: Cengel, Yunus. [2]

Figura 6.7. Flujo desarrollado laminar entre placas paralelas. [7]

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180

𝑑𝜏 𝑑𝑝
= 𝑑𝑥 – 𝛾𝑠𝑒𝑛 𝜃 …(6.24)
𝑑𝑦

Como es un flujo unidimensional, el esfuerzo cortante τ = μ du/dy y el sen θ = -


dh/dx, se obtiene:
𝑑2 𝑢 𝑑𝑝 𝑑ℎ 𝑑
𝜇 𝑑𝑦 2 = 𝑑𝑥 + 𝛾 𝑑𝑥 = 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) …(6.25)

Como u = u(y) para este flujo desarrollado, el lado izquierdo es sólo una función
de y; porque el lado derecho es una función de x se concluye que debe ser una
constante. Por consiguiente, puede ser integrada dos veces para obtener (primero,
dividida entre μ)
𝑦2 𝑑
𝑢(𝑦) = 2𝜇 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) + 𝐴𝑦 + 𝐵 …(6.26)

donde A y B son constantes de integración. Si se requiere u = 0 con y = 0 y u= U con y


= a, se tiene
𝑈 𝑎 𝑑
𝐴= − 2𝜇 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ) 𝐵 = 0 …(6.27)
𝑎

Por lo tanto la distribución de velocidad es la parábola descrita por la expresión


siguiente:
1 𝑑 𝑈
𝑢(𝑦) = 2𝜇 𝑑𝑥 (𝑝 + 𝛾ℎ)(𝑦 2 − 𝑎𝑦) + 𝑎 𝑦 …(6.28)

Si el movimiento se debe al movimiento de la placa únicamente (un perfil


lineal), el flujo se llama flujo de Couette, si el movimiento se debe sólo al gradiente de
presión, es decir, U = 0, se llama flujo de Poiseuille.

6.4.1 SITUACIÓN DE FLUJO SIMPLIFICADO.


Con los resultados antes derivados, la expresión para la distribución de
velocidad entre placas fijas se escribe (U = 0) como:

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181

1 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝑢(𝑦) = 2𝜇 (𝑦 2 − 𝑎𝑦) …(6.29)
𝑑𝑥

Con esta distribución de velocidad, el flujo volumétrico por ancho unitario es


𝑎 1 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝑄 = ∫0 (𝑦 2 − 𝑎𝑦) (1 𝑑𝑦) …(6.30)
2𝜇 𝑑𝑥

Desarrollando la expresión anterior y simplificando, resulta:


𝑎3 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝑄 = − 12𝜇 …(6.31)
𝑑𝑥

La velocidad promedio V es
𝑎2 𝑑(𝑝+𝛾ℎ)
𝑉 = − 12𝜇 …(6.32)
𝑑𝑥

Ésta puede ser expresada como la caída d presión en función del promedio de
velocidad; para un canal horizontal se tiene:
12𝜇𝑉𝐿
∆𝑝 = …(6.33)
𝑎2

donde se utilizó Δp/L = - dp/dx puesto que dp/dx es constante para el flujo desarrollado.
Para placas sobre un plano inclinado, basta con reemplazar p con p + γh.

De la ecuación 6.29 se puede determinar que la máxima velocidad ocurre


cuando y = a/2 la cual es
𝑎2 𝑑𝑝
𝑢𝑚á𝑥 = − 8𝜇 𝑑𝑥 …(6.34)

Por lo tanto la velocidad promedio está relacionada con la velocidad máxima


mediante
2
𝑉 = 3 𝑢𝑚á𝑥 …(6.35)

El esfuerzo cortante es

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182

1 𝑑𝑝
𝜏 = 2 𝑑𝑥 (2𝑦 − 𝑎) …(6.36)

En la pared, donde y = 0, se obtiene:


𝑎 𝑑𝑝
𝜏0 = − 2 𝑑𝑥 …(6.37)

La caída de presión Δp a lo largo de una longitud L de canal horizontal es


2𝜏0
∆𝑝 = 𝐿 …(6.38)
𝑎

reconociendo que dp/dx = - Δp/L. Ésta se expresa en una forma más convenientemente
como
∆𝑝 𝐿 𝑉2
= 𝑓 2𝑎 2𝑔 …(6.39)
𝛾

Si se introduce el factor de fricción f, definido por la ecuación 6.19, se obtiene:


𝐿 𝑉2
ℎ𝑓 = 𝑓 2𝑎 2𝑔 …(6.40)

Si se combinan las ecuaciones 6.33, 6.37 y 6.19, se obtiene:


48𝜇 48
𝑓 = 𝜌𝑎𝑉 = 𝑅 …(6.41)
𝑒

Si se sustituye la ecuación anterior en la ecuación de Darcy-Weisbach, resulta


para este caso que:
12𝜇𝐿𝑉
ℎ𝑓 = …(6.42)
𝛾𝑎2

La pérdida de carga hidrostática es directamente proporcional a la velocidad


promedio, una conclusión que es cierta para flujos laminares, en general.

Se calculó la mayoría de las cantidades de interés para flujo laminar,


incompresible, continuo entre placas paralelas. Esto, desde luego, es una aproximación

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183

aceptable para un canal ancho, en el cual el ancho excede la altura al menos por un
factor de 8. Para canales con relaciones de aspecto más pequeñas los efectos de borde
llegan a ser significativos y deben ser tomados en cuenta sumando un esfuerzo cortante
adicional a los lados del elemento en la figura 6.7.

6.4.3 FLUJO LAMINAR ENTRE CÍLINDROS ROTATORIOS.


Un flujo totalmente desarrollado, continuo entre cilindros rotatorios concéntricos
como se muestra en la figura 6.8, es otro flujo que tiene una solución relativamente
simple. Se aplica particularmente en el campo de la lubricación, donde el fluido puede
ser aceite y el cilindro interno una flecha rotatoria. La solución para flujo laminar será
valida hasta un número de Reynolds de 1700, siempre que la velocidad angular del
cilindro externo w2=0, como a menudo es el caso. Por encima de Re = 1700 puede
desarrollarse un flujo laminar secundario (un flujo con una distribución de velocidad
diferente) y con el tiempo un flujo turbulento. De hecho, se han observado numerosos
flujos laminares (todos diferentes) con Re > 1700.

(a) (b)
Figura 6.8 Flujo entre dos cilindros concéntricos; a)variables de flujo básicas; b)
elemento de entre cilindros. [7]

En este análisis se considerará que los cilindros se encuentran en posición


vertical. Como la presión no varía con θ, se utiliza un elemento cuya forma es la de un
delgado casco cilíndrico como se muestra en la figura 6.8b. El momento de torsión

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184

resultante que actúa en este elemento es cero porque no tiene aceleración angular; esto
se expresa como:
𝜏2𝜋𝑟𝐿 × 𝑟 − (𝜏 + 𝑑𝜏)2𝜋(𝑟 + 𝑑𝑟)𝐿 × (𝑟 + 𝑑𝑟) = 0 …(6.43)
donde la longitud de los cilindros, debe ser grande con respecto al ancho de la sección
anular para evitar los efectos de extremo tridimensionales. La ecuación 6.43 se reduce,
ignorando los tres términos de mayor grado que tienden a cero conforme dr → 0,
𝑑𝜏
2𝜏 + 𝑟 𝑑𝑟 = 0 …(6.44)

Sabiendo que τ = - τrθ, da el esfuerzo cortante:


𝑑 𝑣
𝜏 = −𝜇𝑟 𝑑𝑟 ( 𝑟𝜃 ) …(6.45)

de ésta resulta
𝑑 𝑣 𝑑 𝑑 𝑣
−2𝜇𝑟 𝑑𝑟 ( 𝑟𝜃 ) − 𝑟𝜇 𝑑𝑟 [𝑟 𝑑𝑟 ( 𝑟𝜃 )] = 0 …(6.46)

Divida entre μr, multiplique por dr, e integre para encontrar


𝑣𝜃 𝑑 𝑣
2 + 𝑟 𝑑𝑟 ( 𝑟𝜃 ) = 𝐴 …(6.47)
𝑟

𝑑 𝑣 1 𝑑𝑣𝜃
Ésta puede ser reordenada como [realizando la diferenciación: ( 𝜃) = 𝑟 −
𝑑𝑟 𝑟 𝑑𝑟
𝑣𝜃
]
𝑟2

𝑑𝑣𝜃 𝑣𝜃
+ =𝐴
𝑑𝑟 𝑟
o …(6.48)
1𝑑
(𝑟𝑣𝜃 ) = 𝐴
𝑟 𝑑𝑟

Multiplique por r dr e integre de nuevo para encontrar que:


𝐴 𝐵
𝑣𝜃 (𝑟) = 2 𝑟 + 𝑟 …(6.49)

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185

Las condiciones límite son vθ = r1 w1 con r = r1 y vθ = r2 w2 con r = r2. Estas


condiciones permiten evaluar las constantes como
𝑤2 𝑟22 −𝑤1 𝑟12 𝑟22 𝑟12 (𝑤1 −𝑤2 )
𝐴=2 𝐵= …(6.50)
𝑟22 −𝑟12 𝑟22 −𝑟12

6.4.3.1 FLUJO CON EL CILINDRO EXTERNO FIJO.


En varias situaciones tales como un eje que gira en un cojinete el cilindro
externo permanece fijo. Con w2 = 0, la distribución de velocidad es
𝑟2𝑤 𝑟2
𝑣𝜃 = 𝑟 21−𝑟12 ( 𝑟2 − 𝑟) …(6.51)
2 1

El esfuerzo cortante τ1 en el cilindro interno es


𝑑 𝑣
𝜏1 = − [𝜇𝑟 𝑑𝑟 ( 𝑟𝜃 )] …(6.52)
𝑟=𝑟1

Sustituyendo en la ecuación anterior, resulta


2𝜇𝑟22 𝑤1
𝜏1 = ….(6.53)
𝑟22 −𝑟12

El momento de torsión T necesario para hacer girar el cilindro interno de


longitud L es
𝑇 = 𝜏1 𝐴1 𝑟1 …(6.54)

Sustituyendo en la ecuación anterior, el momento de torsión queda


4𝜋𝜇𝑟12 𝑟22 𝐿𝑤1
𝑇= …(6.55)
𝑟22 −𝑟12

La potencia W necesaria para hacer girar al eje se encuentra multiplicando al


momento de torsión por la velocidad de rotación w1.

Se requiere esta potencia para vencer la resistencia de la viscosidad; como


resultado se incrementa la energía interna y por lo tanto, la temperatura del fluido. La

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186

transformación de ésta energía del fluido requiere con frecuencia el uso de


intercambiadores de calor.

6.5 FLUJO TURBULENTO EN UN TUBO.


El estudio de flujo turbulento desarrollado en un tubo circular es de interés
sustancial en flujos reales puesto que la mayoría de los flujos encontrados en
aplicaciones prácticas son flujos turbulentos. Aún cuando en condiciones de laboratorio
cuidadosamente controladas, se han observado flujos laminares con números de
Reynolds hasta de 40000 en flujos turbulentos desarrollados en tubos, se considera que
los flujos turbulentos ocurren en tubos en condiciones de operación siempre que el
número de Reynolds, ecuación 6.1, exceda de 4000; entre 2000 y 4000 se considera
que el flujo oscila aleatoriamente entre laminar y turbulento. Considere, por ejemplo,
agua a 20 °C fluyendo un tubo de 5 mm de diámetro; se requiere sólo una velocidad
promedio de 0,8 m/s para que el flujo sea turbulento. Ésta es la situación que se bebe
agua de un bebedero. Con tubos de mayor diámetro la velocidad promedio es
suficientemente grande así que en la mayoría de las situaciones de ingeniería se produce
flujo turbulento.

En un flujo turbulento las tres componentes de la velocidad son no cero. Si las tres
componentes se miden como una función del tiempo, resultarán gráficas similares a las
mostradas en la figura 6.9 para flujo en un tubo donde u, v y w actúan en las direcciones
x, r y θ, respectivamente. Rara vez existe interés en los detalles de las componentes de
velocidad de fluctuación aleatoria.

6.5.1 PERFIL DE VELOCIDAD.


El perfil de velocidad promediado con respecto al tiempo en un tubo es sensible
a la magnitud de la altura promedio ε de las asperezas de la pared, como se ilustra en la
figura 6.10. Todos los materiales son rugosos cuando son examinados con suficiente
amplificación, aunque se considera que el vidrio y el plástico lisos con ε = 0. El

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187

esfuerzo cortante laminar es significativo sólo cerca de la pared en capa viscosa de la


pared con espesor δ. Si el espesor es suficientemente grande, cubre los elementos
rugosos de la pared de modo que no tienen un efecto significativo en el flujo; es como si
la pared estuviera lisa. Tal condición a menudo se menciona como hidráulicamente lisa.

(a) (b) (c)


Figura 6.9. Componentes de la velocidad en flujo turbulento por un tubo;
a) componente x de la velocidad; b) componente r de la velocidad; c) componente θ de
la velocidad.[7]

Si la capa viscosa en la pared es relativamente delgada, los elementos rugosos


sobresalen de esta capa y la pared es rugosa. Se puede usar la aspereza relativa ε/D y el
número de Reynolds para determinar si un tubo es liso o rugoso. Esto se observa con
base en los datos de factor de fricción presentados en la sección siguiente.

Figura 6.10. Ilustración de: a) pared lisa y b) pared rugosa. [7]

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188

En un flujo turbulento desarrollado la distribución de velocidad no puede ser


resuelta analíticamente, como en el caso del flujo laminar. Por lo tanto, se presen tan
datos empíricos para u(y) de una manera directa. Las dos expresiones más comunes para
flujo turbulento se presentan a continuación.

El primer método para expresar empíricamente la distribución de velocidad


implica flujos con paredes lisas y flujos con paredes rugosas. Si el flujo tiene una pared
lisa, como en la figura 6.10a, se identifican dos regiones del flujo, la región de pared
lisa y la región externa. En la región de la pared la velocidad y longitud características
son la velocidad del cortante uτ, definida por 𝑢𝜏 = √𝜏0 /𝜌, y la longitud viscosa v/uτ. La
distribución de velocidad sin dimensiones en la región de la pared en un tubo liso, es
𝑢 𝑢𝜏 𝑦 𝑢𝜏 𝑦
= (𝑐𝑎𝑝𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑜𝑠𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑑) 0 ≤ ≤ 5 …(6.56)
𝑢𝜏 𝑣 𝑣

𝑢 𝑢𝜏 𝑦 𝑢𝜏 𝑦 𝑦
= 2,44 𝑙𝑛 ( ) + 4,9 (𝑟𝑒𝑔𝑖ó𝑛 𝑡𝑢𝑟𝑏𝑢𝑙𝑒𝑛𝑡𝑎) 30 < , 𝑟 < 0,15 …(6.57)
𝑢𝜏 𝑣 𝑣 0

En el intervalo 5 < uτy/v < 30, la zona de amortiguación, los datos


experimentales no se ajustan a una u otra de las curvas anteriores sino que fusionan a las
dos curvas corno se muestra en la figura 6.11a. El espesor de la capa viscosa en la pared
es δv y es en esta capa viscosa donde se piensa que comienza la turbulencia; esta capa
posee una distribución de velocidad lineal, promediada con respecto al tiempo, pero
instantáneamente la capa depende mucho del tiempo. El borde externo de la región en la
pared depende en gran medida del número de Reynolds, como se muestra; con Re bajo
se localiza cerca de uτy/v = 3000.

En tubos rugosos la capa viscosa en la pared no desempeña un rol importante


puesto que la turbulencia se inicia en los elementos salientes de la pared, así que sólo se
requiere un perfil logarítmico en la región de la pared. La longitud característica es la
altura promedio ε de las rugosidades; el perfil de velocidad sin dimensiones para el tubo
rugoso es

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189

𝑢 𝑦 𝑦
= 2,44 𝑙𝑛 ( 𝜖 ) + 8,5 < 0,15 (𝑟𝑒𝑔𝑖ó𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑑) …(6.58)
𝑢𝜏 𝑟0

donde las constantes 8,5 y 2,44 permiten un buen ajuste con los datos experimentales.

(a)

(b)
Figura 6.11. Relaciones empíricas para flujo turbulento en un tubo liso: a) región de la
pared; b) región externa. [7]

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190

En la región externa, ilustrada en la figura 6.11b, la longitud característica es r0;


la diferencia de velocidad (umáx – u) se normaliza con uτ, y la relación empírica, tanto
para tubos lisos como rugosos, es
𝑢𝑚á𝑥 −𝑢 𝑟 𝑦
= 2,44 𝑙𝑛 ( 𝑦0 ) + 0,8 ≤ 0,15 (𝑟𝑒𝑔𝑖ó𝑛 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎) …(6.59)
𝑢𝜏 𝑟0

Se requiere una ecuación empírica adicional para completar el perfil en el


intervalo 0,15 < y/r0 ≤ 1. La región en la pared y la región externa se traslapan como
se muestra en figura 6.11a. En esta región de traslape se pueden combinar las
ecuaciones anteriores para obtener una expresión para la velocidad máxima; para tubo
liso es
𝑢𝑚á𝑥 𝑢𝜏 𝑟0
= 2,44 𝑙𝑛 ( ) + 5,7 …(6.60)
𝑢𝜏 𝑣

y para un tubo rugoso se encuentra que


𝑢𝑚á𝑥 𝑟
= 2,44 𝑙𝑛 ( 𝜖0 ) + 9,3 …(6.61)
𝑢𝜏

Aunque con frecuencia no se desea obtener la velocidad promedio en una


posición radial específica en un tubo, las distribuciones anteriores son de uso
ocasional y se presentan para completar el análisis. Observe, sin embargo, para
calcular umáx se debe conocer τ0. Para encontrar τ0 se utiliza el gradiente de presión,
𝑟0 𝑑𝑝
𝜏0 = − …(6.62)
2 𝑑𝑥

o el factor de fricción con la ecuación 6.19 Si ni dp/dx ni f se conocen, se puede usar


la forma de la ley de potencia del perfil, descrita en el párrafo siguiente, para obtener
un valor aproximado de f.

Una forma alternativa más simple, que describe apropiadamente la distribución


de velocidad de flujo turbulento en un tubo es el perfil de la ley de potencia, es decir:

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191

1⁄
𝑢 𝑦 𝑛
= (𝑟 ) …(6.63)
𝑢𝑚á𝑥 0

donde y se mide a partir de la pared y n es un entero entre 5 y 10. Si se utiliza esta


distribución la velocidad promedio es
2𝑛2
𝑉 = (𝑛+1)(2𝑛+1) 𝑢𝑚á𝑥 …(6.64)

Esta distribución se compara con el perfil laminar de la figura 6.12. El valor de


n en el exponente está relacionado con el factor de fricción f mediante la expresión
empírica:
1
𝑛= …(6.65)
√𝑓

Figura 6.12. Perfil de velocidad turbulento. [7]

La constante n varía de 5 a 10 según el número de Reynolds y la rugosidad de


la pared del tubo ε/D. Para tubos lisos el exponente n está relacionado con el número
de Reynolds como se muestra en la tabla 6.2.

No se puede utilizar el perfil de la ley de potencia para obtener la pendiente en


la pared puesto que siempre dará du/dypared = ∞ con todos los valores de n. Por lo
tanto no es utilizada para predecir el esfuerzo cortante en la pared. El esfuerzo
cortante en la pared se encuentra combinando las ecuaciones 6.65 y 6.19. Además, da

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192

una pendiente positiva du/dy en la línea media o central del tubo, donde la pendiente
debe ser cero, así que no es válida cerca de la línea media.

Tabla 6.2. Exponente n para tubos lisos.

Re 4x103 105 106 >2x106

n 6 7 9 10

Fuente: Potter, Merle.[7]

Es de notar que el factor de corrección por energía cinética α en tubos es 1,11,


1,06 y 1,03 con n = 5, 7 y 10, respectivamente. Porque con n > 7 se aproxima a la
unidad, con frecuencia se considera igual a la unidad en la ecuación de energía
cuando se resuelven problemas que implican flujo turbulento.

6.5.2 PÉRDIDAS DE CARGA EN FLUJOS DESARROLLADOS EN TUBO.


Tal vez la cantidad más calculada en flujos desarrollados en tubos es la pérdida
de carga hidrostática. Si se conoce la pérdida de carga hidrostática en un flujo
desarrollado, se puede calcular el cambio de presión; para flujo desarrollado en un
tubo la ecuación de energía resulta
∆(𝑝+𝛾ℎ)
ℎ𝑓 = …(6.66)
𝛾

La pérdida de carga hidrostática resultado del esfuerzo cortante en la pared en


un flujo desarrollado está relacionada con el factor de fricción mediante la ecuación
de Darcy- Weisbach, ecuación 6.20.

Por consiguiente, si se conoce el factor de fricción f, se puede hallar la pérdida


de carga hidrostática y luego la caída de presión. El factor de fricción f depende de
varias cantidades que afectan el flujo, escrita como

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193

𝑓 = 𝑓(𝜌, 𝜇, 𝐿, 𝑉, 𝐷, 𝜀) …(6.67)
donde la altura promedio ε de las rugosidades de la pared tiene en cuenta la influencia
de los elementos rugosos de la pared. Un análisis dimensional que siga los pasos del
análisis dimensional resulta en
𝜌𝑉𝐷 𝜀
𝑓 = 𝑓( , 𝐷) …(6.68)
𝜇

donde ε/D es la rugosidad relativa.

Se han obtenido datos experimentales que relacionan el factor de fricción con el


número de Reynolds para flujo totalmente desarrollado en tubos con una amplia
variedad de espesores de pared. En la figura 6.13 se presentan estos datos, el que
comúnmente se conoce como diagrama de Moody, nombrado en honor de Lewis F.
Moody (1880-1953). Existen varias características sobresalientes del diagrama de
Moody que hay que resaltar:

 Para una rugosidad de pared dada, medida por la aspereza relativa ε/D, existe un
valor suficientemente grande de Re por encima del cual el factor de fricción es
constante, lo que define el régimen totalmente turbulento. La altura del
elemento rugoso promedio ε es sustancialmente mayor que el espesor de la capa
viscosa en la pared δ de modo que los efectos viscosos no son significativos; la
resistencia al flujo es producida principalmente por el retardo de los elementos
rugosos que sobresalen en el flujo.
 Con valores de aspereza ε/D relativa más pequeña se observa que, conforme Re
disminuye, el factor de fricción se incrementa en la zona de transición y con el
tiempo llega a ser igual a aquél de un tubo liso. Los elementos rugosos quedan
sumergidos en la capa viscosa de modo que producen poco efecto en el flujo
principal.
 Para números de Reynolds menores que 2000, se muestra el factor de fricción
de flujo laminar. La zona critica acopla el flujo turbulento con el flujo laminar

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194

y puede representar un flujo oscilatorio que existe alternadamente entre flujo


turbulento y laminar.

 Los valores de ε en este diagrama son para tubos nuevos. Con el tiempo un
tubo se corroe y ensucia, lo que hace que cambie tanto la rugosidad como el
diámetro interno del tubo, lo que a la vez incrementa el factor de fricción.
Tales factores deben ser incluidos en las consideraciones de diseño; aquí no
serán revisados.

Las siguientes ecuaciones empíricas representan el diagrama de Moody para Re


> 4000:
 Flujo en un tubo liso:
1
= 0,86 ln 𝑅𝑒 √𝑓 − 0,8 …(6.69)
√𝑓

 Zona completamente turbulenta:


1 𝜖⁄
= −0,86 𝑙𝑛 3,7𝐷 …(6.70)
√𝑓

 Zona de transición:
1 𝜖⁄ 2,51
= −0,86 𝑙𝑛 ( 3,7𝐷 + ) …(6.71)
√𝑓 𝑅𝑒 √𝑓

La ecuación 6.71, valida para la zona de transición, que acopla la ecuación para
tubo liso con la ecuación para régimen totalmente turbulento se conoce como ecuación
de Colebrook. Observe que la ecuación 6.69 es la ecuación de Colebrook con ε = 0, y
la ecuación 6.70 es la ecuación de Colebrook con Re = ∞.

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195

Figura 6.13. Diagrama de Moody con rugosidades para algunas tuberías. [7]

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196

6.6 CASOS TÍPICOS DE FLUJOS DE FLUIDOS EN TUBERÍAS.


En el diseño y análisis de sistemas de tubería que implican utilizar el diagrama
de Moody (o la ecuación de Colebrook), usualmente surgen tres tipos de problemas; se
considera que, en todos los casos, se especifican el fluido y la rugosidad de la tubería.
Dichos problemas se pueden resumir en lo siguiente:
 Determinación de la caída de presión (o pérdida de carga) cuando la longitud y
el diámetro de la tubería se proporcionan para un caudal volumétrico (o
velocidad promedio) especificado.
 Determinación del caudal volumétrico cuando la longitud y el diámetro de la
tubería se proporcionan para una caída de presión (o pérdida de carga)
específica.
 Determinación del diámetro de la tubería cuando la longitud de la tubería y la
razón de flujo se proporcionan para una caída de presión (o pérdida de carga)
específica.

Los problemas del primer tipo son directos y se pueden resolver por medio del
diagrama de Moody. Los problemas del segundo tipo y del tercer tipo usualmente se
presentan en el diseño de ingeniería (en la selección del diámetro de la tubería, por
ejemplo, que minimice la suma de los costos de construcción y bombeo), pero el uso del
diagrama de Moody con estos problemas implica un método iterativo a menos que se
use un paquete de solución de las ecuaciones. A continuación se describe la forma
común de resolución de los problemas planteados.

6.6.1 CÁLCULO DE LA PÉRDIDAS DE CARGA.


En este tipo de problema suele seguirse la metodología siguiente:
 Calcular el número de Reynolds Re y la rugosidad relativa ε/D.
 Calcular el factor de fricción f , según la magnitud del número de
Reynolds, a través de la ecuación de Hagen o la ecuación de Colebrook.
 Aplicar la ecuación de Darcy para el cálculo de la pérdida de carga.

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197

6.6.2 CÁLCULO DEL CAUDAL VOLUMETRICO.


En los problemas del segundo tipo el diámetro está dado, pero se desconoce el
caudal volumétrico. Una primera forma es considerar el factor de fricción que se
obtiene a partir de la región de flujo totalmente turbulento para la rugosidad dada. Esto
es cierto para números de Reynolds grandes, que con frecuencia es el caso en la
práctica. Después con el uso de la ecuación de Darcy se obtiene el caudal volumétrico y
se evalúa el número de Reynolds para corregir el factor de fricción con el diagrama de
Moody o la ecuación de Colebrook, y el proceso se repite hasta que la solución
converja.

Una segunda forma consiste en:


 Aplicar la ecuación (válida para Re > 2000):
0,5 𝜖⁄ 0,5
𝑔𝐷 5 ℎ𝑓 3,17𝑣 2 𝐿
𝑄 = −0,965 ( ) 𝑙𝑛 [ 3,7𝐷 + ( 𝑔𝐷3 ℎ ) ] …(6.72)
𝐿 𝑓

 Calcular el número de Reynolds.


 Calcular el factor de fricción con el número de Reynolds y la rugosidad
relativa de la tubería.
 Calcular, nuevamente, el caudal volumétrico aplicando la ecuación de
Darcy.
 Verificar los caudales volumétricos hasta que la solución converja a un
valor predeterminado.

Una tercera forma consiste en:


 Definir el número adimensional R f  Re f , según la ecuación de Darcy

y la definición del número de Reynolds es equivalente a:


1
   D  h f  2 g  D  2
R f     …(6.73)
   L 
 Calcular el coeficiente de fricción, utilizando la ecuación de Colebrook:

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198

2
   / D 2,51 
f   2 log   …(6.74)
 
  3,7 R f 

 Calcular el caudal volumétrico, utilizando la ecuación de Darcy, como:

h f  2g  A2  D
Q …(6.75)
f L
 Verificar que el régimen sea turbulento.

Las tres formas son válidas. Sin embargo, las dos primeras requieren de un
proceso iterativo hasta que el valor del caudal volumétrico converja a un valor
predeterminado. La tercera forma no requiere de un proceso de iteración; pero se
considera inicialmente que el flujo no es laminar.

6.6.3 CÁLCULO DEL DIAMETRO DE LA TUBERÍA.


En los problemas del tercer tipo, el diámetro no se conoce y por lo tanto no se
pueden calcular el número de Reynolds y la rugosidad relativa. En consecuencia, los
cálculos se comienzan con la consideración de un diámetro de tubería. Entonces, el
problema se vuelve equivalente a especificado en el aparte 6.6.1 con el fin de comparar
la caída de presión calculada para el diámetro considerado con la caída de presión
especificada, y los cálculos se repiten con otro diámetro de tubería en forma iterativa
hasta la convergencia.

Para la estimación inicial del diámetro interno se puede recurrir a la expresión


siguiente (con mayor precisión para 10-6 < ε/D < 10-2 y 5000 < Re < 3x108) :
2 4,75 5,2 0,04
1,25 𝐿𝑄 9,4 𝐿
𝐷= 0,66 [𝜀 (𝑔ℎ ) + 𝑣𝑄 (𝑔ℎ ) ] …(6.76)
𝑓 𝑓

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199

6.7 RELACIÓN FUNCIONAL ENTRE LAS PÉRDIDAS DE CARGA Y EL


CAUDAL VOLUMETRICO EN UNA TUBERÍA.
Si se utiliza la ecuación de Darcy-Weisbach en conjunto con la ecuación de
Hagen o Colebrook es posible conseguir la relación funcional entre las pérdidas de
carga y el caudal volumétrico del flujo de un fluido que circula por una tubería. Este
comportamiento funcional dependerá del régimen del flujo.

6.7.1 REGIMEN LAMINAR.


Para valores de Re < 2300, el factor de fricción puede evaluarse mediante la
ecuación 6.21. De esta manera la ecuación de Darcy adquiere la forma:
32𝑣𝐿
ℎ𝑓 = 𝐷2 𝑔𝐴 𝑄 …(6.77)

Si se define:
32𝑣𝐿
𝐾𝐿 = 𝐷2 𝑔𝐴 …(6.78)

donde KL se le conoce como constante laminar.

Entonces el modelo funcional para las pérdidas de carga en una tubería, en este
régimen, queda:
ℎ𝑓 = 𝐾𝐿 𝑄 …(6.79)
el cual representa una línea recta, en un plano hf vs Q, cuya pendiente es KL.

6.7.2 REGIMEN COMPLETAMENTE TURBULENTO.


En esta zona el factor de fricción es función solamente de la rugosidad relativa
de la tubería, es decir, 𝑓 = 𝑓(𝜀⁄𝐷) la ecuación de Darcy resulta en:
𝑓𝐶𝑇 𝐿 2
ℎ𝑓 = 2𝑔𝐷𝐴 2𝑄
…(6.80)

Definiendo:
𝑓
𝐶𝑇 𝐿
𝐾𝐶𝑇 = 2𝑔𝐷𝐴 2
…(6.81)

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200

donde KCT es el coeficiente de resistencia de la tubería para un régimen de fluido


completamente turbulento.

6.7.3 REGIMEN TURBULENTO.


En la zona turbulenta se cumple que 𝑓 = 𝑓(𝑅𝑒 , 𝜀⁄𝐷). La ecuación para el
cálculo de las pérdidas de carga resulta:
ℎ𝑓 = 𝐾𝑇 𝑓𝑇 𝑄 2 …(6.82)

El coeficiente de resistencia para la zona turbulenta KT queda definido como:


𝐿
𝐾𝑇 = 2𝑔𝐴2 𝐷 …(6.83)

6.8 ARREGLO SENCILLOS DE TUBERÍAS.


Una vez que se saben hacer los cálculos de una tubería, se saben hacer los de
todas; pero cuando los sistemas tienen varias, hay que tener en cuenta los principios de
masa y energía para facilitar los cálculos. La Figura 6.14 muestra dos ejemplos de
sistemas de tuberías.

Figura 6.14. Ejemplo de sistemas con varias tuberías; a) arreglo de tuberías en serie;
b) arreglo de tuberías en paralelo.[9]

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201

Los arreglos sencillos de tuberías se clasifican en:


 Arreglos de tuberías en serie.
 Arreglos de tuberías en paralelo.

Normalmente en este tipo de problemas las redes se encuentran en


funcionamiento y se conocen las características de la tuberías, las propiedades del fluido
que circula y la diferencia de disponibilidad en los puntos de partida y llegada del flujo
del fluido, ver figura 6.15; entonces, el objetivo es determinar el caudal volumétrico que
circula por cada uno de los tramos que componen la red.

Figura 6.15 Esquema de una red de flujo en funcionamiento.

La metodología a aplicar consiste en tomar los n tramos acoplados en la red y


reducirlos a un tramo ficticio o equivalente con la característica que posea el mismo
comportamiento hidráulico (pérdida de carga vs caudal) que la red original, ver figura
6.16. Con lo anterior el problema se reduce a uno en donde se conoce la pérdida de
carga y se desea obtener el caudal volumétrico. Para realizar lo anterior se procede a
aplicar balances de masa y energía a los tramos en consideración. Para efectos del curso,
la problemática se simplificará considerando que en todos los tramos de la red el

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202

régimen del flujo será laminar o en todos los tramos el régimen será completamente
turbulento.

Figura 6.16. Tramo equivalente hidráulicamente a la red original.

6.8.1 ARREGLOS EN PARALELO.


En la figura 6.17a se visualizan dos tramos acoplados en paralelo, a saber, los
tramos 2-3a y 2-3b y se pretenden reducir a un único tramo, el tramo equivalente 2-3,
figura 6.17b.

6.8.1 (b)
Figura 6.17. Esquema de red de flujo; a) original; b) tramo equivalente.

Para este tipo de arreglo el balance de masa verifica que:


𝑄𝑒𝑞2−3 = 𝑄23𝑎 + 𝑄23𝑏 …(6.84)

y el balance de energía permite obtener:


ℎ𝑒𝑞2−3 = ℎ2−3𝑎 = ℎ2−3𝑏 …(6.85)

Los balances anteriores son independientes del régimen del flujo; por tanto, se
pueden utilizar para cualquier situación de flujo. A continuación se analizan los casos
particulares de régimen laminar y régimen completamente turbulento.

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203

6.8.1.1 REGIMEN LAMINAR.


En el caso del régimen laminar las pérdidas de carga y el caudal volumétrico
están relacionados a través de la ecuación 6.79. Por tanto, del balance de energía se
puede obtener que:
𝐾𝐿2−3𝑎 𝑄2−3𝑎 = 𝐾𝐿2−3𝑏 𝑄2−3𝑏 = 𝐾𝐿𝑒𝑞2−3 𝑄𝑒𝑞2−3 …(6.86)

En este tipo de aplicaciones, generalmente, se conoce el coeficiente de


resistencia de los tramos instalados KLi. De la ecuación anterior se pueden obtener las
siguientes relaciones:
𝐾𝐿𝑒𝑞2−3
𝑄2−3𝑎 = 𝑄𝑒𝑞2−3 …(6.87)
𝐾𝐿2−3𝑎
𝐾𝐿𝑒𝑞2−3
𝑄2−3𝑏 = 𝑄𝑒𝑞2−3 …(6.88)
𝐾𝐿2−3𝑏

Si se sustituyen las relaciones 6.87 y 6.88 en la ecuación 6.84, simplificando y


reordenando, se obtiene:
1
𝐾𝐿𝑒𝑞2−3 = 1 1 …(6.89)
+
𝐾𝐿2−3𝑎 𝐾𝐿2−3𝑏

En general, para n tramos acoplados en paralelo, el coeficiente de resistencia del


tramo equivalente puede ser determinado como:
1
𝐾𝐿𝑒𝑞 = 1 …(6.90)
∑𝑛
𝑖=1𝐾
𝐿𝑖

6.8.1.2 REGIMEN COMPLETAMENTE TURBULENTO.


La diferencia con respecto al caso del régimen laminar radica en que las pérdidas
de carga y el caudal volumétrico están relacionados a través de la ecuación 6.80.
Siguiendo la metodología anterior, se obtiene que el coeficiente de resistencia de la
tubería equivalente para régimen completamente turbulento es:
1
𝐾𝐶𝑇𝑒𝑞 = 1
2 …(6.91)
(∑𝑛
𝑖=1 )
√𝐾𝐶𝑇𝑖

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204

6.8.2 ARREGLOS EN SERIE.


En la figura 6.18a se visualizan tres tramos acoplados en serie, a saber, los
tramos 1-2, eq2-3 y 3-4 y se pretenden reducir a un único tramo, el tramo equivalente 1-
4, figura 6.17b.

(a) (b)
Figura 6.18. Esquema de redes de tuberías; a) tres tramos acoplados en serie; b) tramo
equivalente.

El balance de masa para este arreglo verifica que:


𝑄𝑒𝑞1−4 = 𝑄1−2 = 𝑄𝑒𝑞2−3 = 𝑄34 …(6.92)

y del balance de energía se obtiene:


ℎ𝑒𝑞1−4 = ℎ1−2 + ℎ𝑒𝑞2−3 + ℎ3−4 …(6.93)

Al igual que el caso de tramos acoplados en paralelo, los balances anteriores son
independientes del régimen del flujo; por tanto, se pueden utilizar para cualquier
situación de flujo. A continuación se analizan los casos particulares de régimen laminar
y régimen completamente turbulento.

6.8.2.1 REGIMEN LAMINAR.


En el caso del régimen laminar las pérdidas de carga y el caudal volumétrico
están relacionados a través de la ecuación 6.79. Por tanto, del balance de energía se
puede obtener que:
𝐾𝐿1−2 𝑄1−2 + 𝐾𝐿𝑒𝑞2−3 𝑄𝑒𝑞2−3 + 𝐾𝐿3−4 𝑄3−4 = 𝐾𝐿𝑒𝑞1−4 𝑄𝑒𝑞1−4 …(6.94)

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205

Simplificando los caudales volumétricos de la ecuación anterior, según ecuación


6.92, resulta:
𝐾𝐿𝑒𝑞1−4 = 𝐾𝐿1−2 + 𝐾𝐿𝑒𝑞2−3 + 𝐾𝐿3−4 …(6.95)

En general, para n tubos acoplados en serie se obtiene que:


𝐾𝐿𝑒𝑞 = ∑𝑛𝑖=1 𝐾𝐿𝑖 …(6.96)

6.8.2.2 REGIMEN COMPLETAMENTE TURBULENTO.


Siguiendo la metodología anterior, pero considerando ahora la relación ℎ𝑓 =
𝐾𝐶𝑇 𝑄 2, se obtiene que el coeficiente de resistencia de la tubería equivalente para
régimen completamente turbulento es:
𝐾𝐶𝑇𝑒𝑞 = ∑𝑛𝑖=1 𝐾𝐿𝑖 …(6.97)

6.9 PÉRDIDA DE CARGA EN VÁLVULAS Y ACCESORIOS.


Hasta el momento se sabe cómo calcular las pérdidas provocadas por un flujo
desarrollado en un tubo. Las redes de flujo no sólo incluyen tuberías, sino que también
incluyen válvulas, codos, ensanchamientos, contracciones, entradas, salidas, curvas y
otras piezas de conexión que provocan pérdidas de carga adicionales, conocidas como
pérdidas menores, aún cuando tales pérdidas pueden exceder a las pérdidas por fricción
de la ecuación de Darcy-Weisbach.

La pérdida de carga en válvulas y accesorios se debe principalmente a los factores


siguientes:
 Fricción.
 Cambio de dirección del flujo.
 Obstrucciones en el paso del flujo.
 Cambio en el área de flujo.

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206

La pérdida de carga en válvulas y accesorios hL se obtienen generalmente en


bancos de ensayo; la aplicación de un balance de energía, en un tramo horizontal de
diámetro constante, ver figura 6.19, resulta en:
∆𝑝
ℎ𝐿 = …(6.98)
𝛾

Figura 6.19. Tramo de tubería, horizontal y diámetro constante, con


una válvula. [2]

Experimentalmente se ha conseguido que ℎ𝐿 ∝ 𝑉 𝑛 , estando n comprendido entre


1,8 y 2,1. Si se representa la caída de presión a través del accesorio en función de la
velocidad del fluido en un papel con escalas logarítmicas, ver figura 6.20, se obtiene
una línea recta para casi todos los accesorios. La excepción la constituye la válvula de
retención, para la cual la referida tendencia se manifiesta a partir de cierto valor de
velocidad conocido como velocidad mínima Vmin.

En la práctica, la pérdida de carga producida por los accesorios hL se evalúa


mediante la relación:
𝑉2
ℎ𝐿 = 𝐾 2𝑔 …(6.99)

donde K es el coeficiente de resistencia de la válvula o accesorio.

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207

Figura 6.20. Representación de la caída de presión en válvulas y accesorios como


función de la velocidad promedio del flujo.

En general, K es constante si el número de Reynolds del flujo evaluado en la


tubería es mayor a 1000, ver figura 6.21. Para valores de Reynolds menores el
coeficiente K tiende a aumentar.

Figura 6.21. Comportamiento del coeficiente de resistencia en función del número de


Reynolds.

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208

Los valores de K han sido determinados experimentalmente, usando las


ecuaciones 6.98 y 6.99, con las diversas piezas de conexión y cambios de geometría de
interés en redes de flujo. Una excepción es la repentina expansión del área A1 al área
A2, para la cual se puede calcular la pérdida de carga analíticamente, donde se encuentra
que
𝐴 2 𝑉2
ℎ𝐿 = (1 − 𝐴1 ) 1
…(6.100)
2 2𝑔

Una pieza de conexión de tubo que tiene un coeficiente de pérdida relativamente


grande sin cambio de área de sección transversal es el codo. Esto es producto
principalmente del flujo secundario provocado por el fluido que fluye desde la región
de alta presión a la región de baja presión, como se muestra en la figura 6.22; este flujo
secundario con el tiempo se disipa después que el fluido abandona el codo. Además, se
produce una región separada en la curva cerrada de un codo estándar. Se requiere
energía para mantener un flujo secundario y el flujo en la región separada. Esta energía
desperdiciada se mide en función del coeficiente de pérdida.

Figura 6.22. Flujo a través de un codo. [7]

Existe una gran variedad de diseños de válvulas para uso comercial. La Figura
6.23 muestra cinco diseños típicos: (a) la de compuerta, con un vástago que se desliza
hacia abajo y obstruye la sección; (b) la de globo, que cierra un orificio en un tabique

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209

interno; (c) la de ángulo, similar a la de globo pero en un codo de 90°; (d) la válvula de
retención o anti-retorno, que sólo permite el flujo en un sentido; (e) la de disco, que
cierra la sección con una compuerta circular. La válvula de globo, con un flujo muy
tortuoso, tiene las pérdidas más elevadas cuando está abierta.

Figura 6.23. Geometrías típicas de válvulas comerciales. [9]

La Tabla 6.3 muestra los coeficientes de pérdida de carga K para cuatro tipos
comunes de válvulas, tres codos y una tee. Los elementos pueden estar roscados o
acoplados, de ahí las dos listas. Se ve que K disminuye generalmente al aumentar el
tamaño de la tubería, lo cual es consistente con el aumento del número de Reynolds y la
disminución de la rugosidad relativa. Es conveniente mencionar que los valores de la
Tabla 6.2 son coeficientes promediados entre distintos fabricantes, por lo que los errores
pueden ser de hasta un 50 por 100.

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210

Tabla 6.3. Coeficientes de resistencia para válvulas abiertas, codos y tees.

Fuente: White, Frank[7]

La válvula de mariposa de la Figura 6.24a consta de un disco montado sobre un


eje que, al cerrarse, se apoya en un anillo circular cerca de la superficie del conducto,
sellando el mismo. Un simple giro de 90° abre por completo la válvula, por lo que este
diseño es perfecto para válvulas de control de cierre y apertura rápidos, como ocurre en
sistemas de protección contra incendios y en la industria de la energía eléctrica. Sin
embargo, se necesita aplicar momentos importantes para cerrar las válvulas, y las
pérdidas son muy elevadas cuando la válvula está casi cerrada.

La Figura 6.24b muestra coeficientes de pérdida para una válvula de mariposa


en función del ángulo de apertura θ para flujo en condiciones turbulentas (θ = 0º indica
válvula cerrada). Las pérdidas son inmensas cuando la apertura es pequeña, pero el K
decae casi exponencialmente con el ángulo de apertura. Los valores de los distintos
fabricantes difieren hasta en un factor de 2. Téngase en cuenta que, como de costumbre,
en la Figura 6.24b K está basado en la velocidad media del conducto V = Q/A, no en la
elevada velocidad del flujo al pasar por el estrecho orificio de la válvula.

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211

Figura 6.24. Válvula mariposa; a) geometría típica; b) coeficiente de resistencia de


pérdidas de tres fabricantes.[7]

Experimentalmente se ha encontrado que la variación de K con el tamaño


del accesorio, sigue la misma tendencia que la variación del factor de fricción con
el diámetro de la tubería de acero comercial (cédula 40), en la zona completamente
turbulenta. Por lo tanto, el coeficiente K puede expresarse como:
𝐾 = 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 ∗ 𝑓𝐶𝑇 …(6.101)

El valor de la constante depende del accesorio considerado. El fCT representa el


factor de fricción de la tubería de acero comercial en la zona completamente turbulenta,
evaluado para un diámetro que corresponda con el tamaño del accesorio.

Las pérdidas menores también se expresan en términos de la longitud


equivalente Leq, que se define algebraicamente como:
𝑉2 𝐿𝑒𝑞 𝑉 2
ℎ𝐿 = 𝐾𝐿 2𝑔 = 𝑓𝐶𝑇 …(6.102)
𝐷 2𝑔

por tanto,
𝐷
𝐿𝑒𝑞 = 𝐾𝐿 𝑓 …(6.103)
𝐶𝑇

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212

donde el fCT es el factor de fricción para tubería de acero comercial, cédula 40, régimen
completamente turbulento; D es el diámetro de la tubería que contiene el accesorio. La
pérdida de carga que provoca el accesorio equivale a la pérdida de carga causada por un
tramo de tubería cuya longitud es Leq, ver figura 6.25.

Figura 6.25. Ilustración del método de longitud equivalente. [2]

La magnitud de la longitud equivalente para las válvulas y accesorios puede


determinarse del nomograma mostrado en la figura 6.26.

Cuando ya estén disponibles todos los coeficientes de resistencia o las


longitudes equivalentes para los accesorios y válvulas; aunado al coeficiente de
resistencia de la tubería, la pérdida de carga total en un tramo de flujo se determina
como:
ℎ𝑇𝑟𝑎𝑚𝑜 = ∑ ℎ𝑓 + ∑ ℎ𝐿 …(6.104)

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213

Figura 6.26. Nomograma para la determinación de la longitud equivalente de válvulas y


accesorios.[4]

6.10 DIÁMETRO ECONÓMICO DE UNA TUBERÍA.


Muchas veces, se presenta en la práctica el problema de fijar la pérdida carga
total htotal, por consideraciones económicas. En efecto, si se aumenta el diámetro D
de la tubería la pérdida de carga htotal disminuye. Económicamente hablando, un
aumento de D implica un aumento de gasto de instalación; pero al mismo tiempo una

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214

disminución de las pérdidas de carga por tanto una disminución de gastos de


funcionamiento.

El diámetro más económico será aquel que reduzca a un mínimo la suma del
costo de la tubería y el valor monetario de la carga pérdida por rozamiento ambas
reducidas a un año.

Para una misma presión el espesor de la pared de la tubería aumenta con


diámetro, si el esfuerzo de trabajo de la tubería debe permanecer constante. Por lo cual
el peso es proporcional al cuadrado del diámetro, y el costo también. Por tanto el costo
por año de la tubería puede expresarse por α D2, en que α depende de la longitud de la
tubería, del costo unitario, tipo de construcción, tanto por ciento de interés fijado y
depreciación, entre otros.

De la ecuación de Darcy se deduce que la pérdida de carga y por tanto el valor


reducido al año de la pérdida de potencia por fricción se puede representar por β/D5 en
que β depende de la longitud de la tubería, del valor reducido al año de la potencia
pérdida, del caudal, de la densidad del fluido y del factor de fricción f que como se sabe
depende también del diámetro.

El costo total anual de la tubería se podrá expresar así:


𝛽
𝐶 = 𝛼𝐷2 + 𝐷5 …(6.105)

donde α y β son constantes en una primera aproximación.

El diámetro que hace el costo total anual mínimo se obtendrá derivando la


ecuación anterior con relación al diámetro, igualándola a cero y despejando el diámetro:
1⁄
5𝛽 5
𝐷 = (2𝛼) …(6.106)

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215

La figura 6.27 muestra el procedimiento gráfico para hallar el diámetro más


económico. Con los datos que se pueda disponer se traza la curva a del costo anua1 de
la potencia perdida, y la b del costo anual de la tubería. Luego sumando ordenadas se
traza la curva c del costo anual total. Al punto A corresponde el total anual mínimo y el
diámetro más económico.

Figura 6.27. Obtención del diámetro más económico de una tubería. [4]

Una de las aplicaciones del estudio anterior más interesantes es la selección del
diámetro de la tubería forzada en una instalación hidroeléctrica, cuya longitud es a
veces de varios kilómetros, cuya presión puede llegar a veces en algún tramo de
algunas centrales a superar los 10 MPa, y cuyo costo por consiguiente es muy elevado.
La selección de este diámetro, en que además del factor económico intervienen otros
problemas, como golpe de ariete, constituye un ejemplo interesante de evaluación
técnico-económica característica de un ingeniero.

Para estimar el diámetro óptimo de una tubería debe recurrirse a literatura


especializada en la aplicación. Como referencia se pueden mencionar métodos como:

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ecuaciones de Peters para flujo turbulento y viscoso, método de velocidades promedios


recomendadas y limitación de pérdida de carga por unidad de longitud de tubería, entre
otros.

6.11 CAMINO CRÍTICO.


En ciertas aplicaciones de proyecto, la bomba debe seleccionarse de tal forma
que puede satisfacer requerimientos de una red de flujo en cuanto a caudal volumétrico
que debe descargar y carga o altura de máquina que debe comunicarle al flujo del
fluido para que ese caudal pueda circular por la red. Por ejemplo, cuando se proyecta la
distribución de flujo de agua a una planta industrial contentiva de equipos tales como
calderas, máquinas electro-punto e intercambiadores de calor, entre otros; se debe
establecer cual es el camino crítico o trayectoria más exigente en cuanto a
disponibilidad que debe vencer el sistema de bombeo. Si el sistema es capaza de
vencer la máxima exigencia (camino crítico) podrá vencer la resistencia de cualquier
otro camino o trayectoria.

Para efectuar el análisis de camino crítico, considérese la red de flujo ilustrada


en la figura 6.28, donde Q12 y Q13 son caudales conocidos (por especificaciones de los
equipos, por gaceta oficial o por balances de energía) que deben ser entregados a
cabalidad.

Aplicando un balance de masa en el nodo 1, se obtiene:


QB = Q01 = Q12 + Q13 …(6.107)

En el caso práctico de diseño de una red, para seleccionar el equipo de bombeo


adecuado, deben conocerse las características geométricas de las tuberías (ε,D,L) y las
propiedades del fluido (ρ,μ). Por tanto, las pérdidas de carga de los tramos (h01, h12 y
h13) pueden determinarse. También deben conocerse los requerimientos de carga o
disponibilidad en los puntos de suministro y partida (H0, H2 y H3).

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Figura 6.28. Esquema de una red de flujo.

Un balance de energía aplicados a los tramos 1-2 y 1-3, resultaría en:


H1 = H2 + h12; H1 (1-2) …(6.108)
H1 = H3 + h13; H1 (1-3) …(6.109)

Físicamente H1 (1-2) representa la disponibilidad requerida por el tramo 1-2, en el


nodo 1, para hacer fluir Q12; de igual forma, H1 (1-3) representa la disponibilidad
requerida por el tramo 1-3, en el nodo 1, para hacer fluir Q13. En el diseño de una red es
común que estos valores de disponibilidad resulten distintos; por ejemplo:
H1 (1-2) > H1 (1-3).

De estos dos posibles valores se selecciona el H1 más exigente para el proyecto,


en este caso H1 = H1 (1-2). Al realizar esta selección, la bomba podrá vencer las
resistencia hidráulica de lo tramos involucrados; sin embargo, por el camino no crítico
(tramo 1-3) se creará un desbalance de caudales pues se estará colocando en el nodo
común una disponibilidad mayor a la requerida por dicho tramo. Por tanto, si se no se
balancea el sistema, por el tramo 1-3 (camino no crítico) circulará un caudal mayor al
requerido y determinado en el proyecto.

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Para balancear el sistema, se debe disipar el exceso de disponibilidad que se está


colocando en los tramos no críticos con resistencias hidráulicas adicionales. La
magnitud de las pérdidas de carga adicionales se calculan como:

ℎ13 = 𝐻1 − 𝐻1(1−3) …(6.110)

Luego de balancear, el sistema se puede determinar la carga de máquina


requerida como:
HB = H1 – H0 + h01 …(6.111)

Efectuados los balances de masa y energía a la red se definen los requerimientos


de caudal y disponibilidad que debe satisfacer el equipo de bombeo, los cuales son:
Caudal volumétrico → QB
Disponibilidad → HB

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. BOLINAGA, Juan. MECÁNICA ELEMENTAL DE LOS FLUIDOS.


UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRES BELLO. 2002.
2. CENGEL, Yunus & CIMBALA, John. MECÁNICA DE FLUIDOS.
FUNDAMENTOS Y APLICACIONES. Mc GRAW HILL. 2006.
3. FRANZINI, Joseph & FINNEMORE, E. MECÁNICA DE FLUIDOS CON
APLICACIONES EN INGENIERÍA. Mc GRAW HILL. 9na EDICIÓN. 1999.
4. MATAIX, Claudio. MECÁNICA DE FLUIDOS Y MÁQUINAS
HIDRAULICAS. ALFAOMEGA. 2da EDICIÓN. 1982.
5. MOTT, Robert. MECÁNICA DE FLUIDOS APLICADA. PRENTICE HALL.
4ta EDICIÓN. 1996.
6. MUNSON, Bruce & otros. FUNDAMENTOS DE MECÁNICA DE FLUIDOS.
LIMUSA. 2002.
7. POTTER, Merle & WIGGERT, David. MECÁNICA DE FLUIDOS.
THOMSON. 3era EDICIÓN. 2002.
8. STREETER, Victor. MECÁNICA DE FLUIDOS. Mc GRAW HILL. 9na
EDICIÓN. 2000.
9. WHITE, Frank. MECÁNICA DE FLUIDOS. Mc GRAW HILL. 5ta EDICIÓN.
2004.

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