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MUJER ¿ÁNGEL O DEMONIO?

Mayerly Marín Giraldo

Colegio Bethlemitas

Lengua Castellana

Medellín, Colombia

2015
Cuarto hijo de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas; Miguel de Cervantes

Saavedra nació el 29 de Septiembre de 1547, fue un escritor español, el cual es reconocido

mundialmente por dar vida a la primera novela moderna, la cual tiene por nombre: El ingenioso

hidalgo don quijote de la mancha, que consta de dos partes: la primera aparece en 1605 y la otra,

diez años después en 1615; es el segundo libro más traducido después de la biblia, por tanto se

ha convirtiendo en uno de los libros más editados del mundo.

La vida de este extraordinario autor, desde una temprana edad estuvo marcada por diversos

infortunios familiares. En comparación con otros escritores de la época, no se vio bendecido por

la riqueza ni por un envidiable estatus social sino por la pobreza e indigencia, lo que conllevo a

que en su familia se dieran algunas crisis a falta de ésta; y posiblemente, influyo en la toma de

decisiones de cada integrante de la familia Saavedra. Sus hermanas, Andrea, Luisa y Magdalena,

influenciadas por su tía abuela, no adoptaron el sacramento del matrimonio y mantuvieron una

estabilidad económica a costa de los hombres; por su parte, Cervantes a la edad de treinta y siete

años conoce a su esposa Catalina de Salazar, con la cual tuvo no tuvo hijos; y al igual que sus

hermanas ésta fue educada y dominaba el arte de la lectura, lo que para la época era poco

habitual. Catalina fue independiente, incondicional y un gran apoyo para su esposo, tanto que fue

ella la encargada de la publicación de la segunda parte de su más famoso libro.

Este escritor plasma algunas características, brindadas por las mujeres que conformaron parte de

entorno social, como la libertad de éstas sobre la voluntad masculina; dentro de su obra Don

Quijote de la Mancha, que se ven reflejadas en gran medida en el comportamiento de algunas

mujeres; donde se puede ver un lenguaje más claro y natural comparándolo con algunos escritos

de mayor antigüedad, como el cantar del mío cid, el cual denotaba un orden más complejo en la

estructura de las palabras; también era menos extenso y se empleaba el poema, es decir, los
versos como medio para trasmitir la información, situación que Cervantes cambia drásticamente

al no implementarla y dividir su texto por capítulos. Los personajes en el Quijote, hacen denotar

el escrupuloso y elaborado proceso realizado para lograr su compleja personalidad, puesto que

cada uno según su psicología, estatus social y experiencias de vida, producen acciones que son

consecuentes con a ésta.

Muchas de las cualidades y acciones con las que el manco de Lepanto, doto a la figura de las

mujeres de sus historias podrían considerarse contrarias a las creencias y doctrinas atribuidas

para éstas en la época del renacimiento. Algunos pensamientos como la igualdad , libertad de

expresión, autonomía y voluntad propia para el género femenino, podrían llegar a verse como

sacrilegios si se los pusiese en contraste con lo establecido por la Iglesia , ya que las mujeres en

teoría podían ser concebidas desde dos puntos de vista diferentes, en primer lugar se encontraban

las de clase noble, que eran damas estudiadas y cultas, pero relegadas a la opinión y voluntad del

hombre; luego estaban las demás, aquellas trabajadoras, que para sobrevivir en la dura sociedad

que las menospreciaba por su condición y naturaleza; se veían en la tarea de dedicarse a las

labores del hogar. Pero algo que todas las féminas, por el dictamen eclesiástico, se encontraban

en iguales condiciones era que su vida y obra debían estar a la disposición del sexo masculino,

para amarlos y respetarlos, hasta el final. Una identidad que se toma por el acontecimiento

bíblico, en el cual Eva es creada de la costilla de Adán y propicia la expulsión de los seres

humanos del paraíso, lo que para la Iglesia es una señal concisa de que para controlarlas es

necesario tener un control firme sobre éstas.

De una forma irónica y contradictoria, la mujer era elevada e idealizada en varios textos como

una encarnación de la virgen María, la cual era un símbolo de pureza, castidad, honestidad y

buena voluntad; y por consiguiente en las jóvenes de este tiempo se constataba ciertos criterios
como la virginidad, la abstinencia y los deberes matrimoniales, lo que a su vez prescribía un

acompañamiento de unas actitudes y formas de vestir ante toda la comunidad. Mientras los

hombres contaban con la posibilidad de ser un príncipe, militar, artesano, humanista, mercader o

clérigo; las mujeres solo podían cumplir papeles como: madres, hijas, viudas, vírgenes o

prostitutas, santas o brujas; derivaciones de su estatus social y del universo masculino, el cual se

encargaba de justificar su existencia.

En la literatura renacentista, los poetas se encargan de configurar ciertos estereotipos de la mujer

ideal, donde se destacan: la cabellera rubia, tez blanca, mejillas y labios rosas, ojos brillantes;

que simbolizan el eco de la belleza interna, y por tanto mostraban como la belleza externa era

reflejo de lo más profundo.

La idea de la mujer según Cervantes es revolucionaria, plantea su independencia y libertad; idea

que en contraste con otros autores como Lope de Vega, Tirso de Molina, Quevedo, por

mencionar algunos, que suponen a una mujer cavernícola regida por el machismo; es totalmente

opuesta. Dentro de la obra, la mayoría de las protagonistas son ilustradas y en su defecto, viven

dignamente acorde con su estrato; no están atadas a los convencionalismos sociales y culturales,

tomando papeles no secundarios, sino principales dentro de sus historias.

Gracias a la evocación de Aldonza Lorenzo, mejor conocida como Dulcinea del Toboso; en el

primer capítulo, Alonso Quijada obtiene a la persona a quien irían dirigidos todos sus triunfos y

con esto lograr ser un verdadero caballero andante. Debido a este suceso, aparentemente

insignificante, Don Quijote de la Mancha emprende su largo viaje, que lo conducirá por caminos

diferentes llenos de líos y embrollos que afrontara con su fiel escudero y amigo Sancho Panza.
Dulcinea, según la información que el caballero de la triste figura proporciona al lector, es una

princesa española, proveniente de una familia con un linaje real de gran antigüedad, hermosa,

humilde y cortes; pero en la realidad, este personaje es producto de la imaginación del Quijote,

inspirado en una labradora cuyo nombre es Aldonza.

Tras su primera salida, en los capítulos dos y tres, se narra como el protagonista llega a una

venta, donde se encuentra con el ventero y dos mujeres, a quienes son llamadas doñas y se burlan

de la particular forma en que su huésped se dirige a ellas; más tarde el Quijote realiza todo el

protocolo para lograr ser un verdadero caballero, sin embargo en la realidad no lo logra más en

su mente ya lo es.

Cuando el personaje principal regresa por primera vez a su hogar, del capítulo seis al siete, su

sobrina y ama de llaves conspiran junto con el cura y el barbero, para quemar los libros de

caballería, los cuales eran los causantes de su trastorno. Cuando paso el suceso ambas confabulan

y le comentan que la desaparición de los libros se debe a un mago que realizo una serie de

encantamientos; el Quijote por su parte cree fielmente en esto, y para su segunda salida convence

a Sancho Panza, de hacerlo con él.

Tiempo después, el presunto caballero se ve cara a cara con la típica historia de las “princesas

raptadas”, ya que a lo lejos ve a unos frailes que acompañaban a una dama vizcaína; dentro de su

soñadora mente, el mensaje es claro y con gran valentía emprende la valerosa misión de salvarla

de los crueles autores que la mantienen cautiva; no obstante tras este acontecimiento, narrado en

los capítulos ocho y nueve; en el cual se puede dice que fue victorioso sigue su camino hacia

nuevas aventuras.
En uno de sus viajes, relatado desde el capítulo doce hasta el quince, el Quijote escucha la

historia de una cruel mujer quien cautiva a todos los hombres debido a su extraordinaria belleza,

mas ella a pesar de esto nunca había caído en las riendas del amor; pero fue el motivo que

condujo a un pastor llamado Crisóstomo a su perdición.

El caballero de la triste figura emprende un viaje al entierro de este desafortunado personaje,

cuando llega al lugar donde se realizaría las exequias, se encuentra con Marcela la cual es

repudiada por ser la causante de la muerte de Crisóstomo, quien en su desconsuelo había acabado

con su propia vida; para defenderse de la atrocidades por las cuales es juzgada, ésta afirma que

el amor es libre, voluntario y no forzoso, por consiguiente trae consigo felicidad, mas no

calamidades y por tanto el fallecimiento de este hombre no se debía a ella, sino a él mismo.

Una noche, los protagonistas de la obra llegaron a una venta para dormir, más para los ojos de

don Quijote era un espléndido castillo en el cual se encontraba una hermosa dama quien se había

hecho cargo de organizarle su aposento. Mas adentrada la noche Maritornes, quien era una

criada, se dirige hacia una cita acordada con otro huésped pero el Quijote al verla, se crea la falsa

ilusión de que aquella visita es para él. Este encuentro, detallado en el capítulo diez y seis, desata

una cómica pelea entre los habitantes del “majestuoso castillo”, cuyo resultado queda plasmado

en los moretones de los protagonistas.

Mientras seguían su camino, en el capítulo veinte, Sancho Panza y Don Quijote de la mancha

escuchan unos sonidos peculiares de un proceder desconocido, el caballero de la triste figura con

mucho coraje y osadía le dice a su fiel escudero que ira a investigar qué es lo que los atormenta,

y que si le llegase a ocurrir algo que fuera donde su amada Dulcinea y le contara de sus grandes

hazañas. Su compañero en medio de la desesperación y con la intensión de que su señor se


quedase, le cuenta la historia de un cabreo llamado Lope Ruiz quien estaba enamorado de una

pastora llamada Torralba, pero por motivos de la vida, éste termina aborreciéndola, tanto que

busca la manera de alejarse lo más que pueda de ella.

Como se puede ver en las historias de Cervantes, las mujeres toman un papel de mayor libertad y

autonomía, donde la voluntad del hombre en diversas ocasiones queda opacada por la del sexo

femenino, lo que conlleva a observar durante el trascurso y el desarrollo de la obra una gran

variedad de personalidades correspondientes a todo tipo de estratos sociales y económicos.

Pocos libros muestran la capacidad de la mujer para mover la voluntad del hombre, y de cierta

forma, la capacidad de éstas para impulsarlos a realizar cosas que de no ser de otro modo jamás

ejecutarían, atribuyéndoles así, el título de impulsoras de las aventuras de los protagonistas, ya sé

que tenga como resultado la felicidad por el contario la amargura. En el caso del Ingenioso

Hidalgo Don Quijote de la Mancha, las féminas guían a los personajes hacia caminos remotos,

lugares desconocidos, y aventuras cuyo desarrollo está lleno de drama, desgracias, peleas, amor,

comedia y más andanzas.

Es habitual encontrar en las obras renacentistas, la presencia femenina como un símbolo de

pureza, divinidad y santidad al igual que como un reflejo de la tentación y el deseo. Dos caras de

una misma moneda, concentrando de algún modo, en ella todo lo bueno y lo malo de este

mundo. Una concepción tan intrincada no puede ser apartada de la literatura y por tal motivo se

ve como los personajes masculinos caen en una red de amor de la cual pocos escapan, y los que

lo hacen viven en el desasosiego causado por el gran amor perdido, haciendo ver al género

femenino como ángeles celestiales que bajan del cielo con una daga mortal que acribilla los
corazones de los valerosos hombres que se atreven a hacerles frente, por tanto pasan a

transformarse en una criatura maligna disfrazada para sembrar el caos y la destrucción.

Dentro de la obra de Cervantes, se pueden encontrar varios tipos de narradores que permiten que

la historia sea más comprensible, como lo son el ficticio, haciendo énfasis en Cide Hamete

Benengeli, supuesto historiador musulmán quien participa en la elaboración de la historia;

también se encuentran los propios personajes que se toman la voz para expresar una anécdota

suya u otra que presencio. Sin embargo en la mayoría del texto se puede extraer que la narración

es realizada en tercera persona con un narrador omnisciente, el cual posee un conocimiento total

acerca de los personajes, hechos, sentimientos, planes, intenciones, entre otras cosa que rodean

todo el contexto de los mismos; gracias a este tipo de narración el lector puede crear diferentes

caminos por los cuales los personajes podrían dirigirse en base a sus decisiones.

Asimismo, dentro de los personajes que componen el elenco de esta magnifican obra se destacan

inicialmente dos: Alonso Quijano, que debido a la cantidad de libros caballerescos leídos pierde

su lucidez, llevándolo con la edad de cincuenta años a perseguir el sueño de ser un verdadero

caballero andante , conduciéndolo a diversas aventuras frustrada junto con su fiel escudero

Sancho Panza, el cual es un campesino, labrador de la tierra; que sale de su pueblo natal en busca

de una tierra prometida por su señor.

También durante el recorrido de las aventuras de estos personajes, aparecen otros personajes

como Dulcinea de Toboso, la cual siempre está presente en los pensamientos de Don Quijote y

motiva sus acciones; sin embargo en la realidad es una humilde campesina llamada Aldonza

Lorenzo. Tanto la ama como la sobrina del personaje protagónico son ignorantes y atrevidas, que
junto con el cura y el barbero llamado Nicolás, de una forma poco convencional intentan que

vuelva la cordura a Alonzo.

Con respecto al espacio en donde se desarrolla la obra es muy variado, ya que los personajes se

encuentran constantemente desplazándose de un lugar a otro. Los principales acontecimientos

suceden en la Mancha, Castilla, Cataluña, entre otros lugares; y los lugares más frecuentados son

las ventas y los caminos. Mientras que el tiempo en el que se desarrolla esta historia es en el

Renacimiento, que comprende los siglos XV y XVI; más sin embargo, la época que intenta

imitar el Quijote es la Edad Media, ya que en ésta se dieron los caballeros andantes.

Muchas de las aventuras que el caballero de la triste figura se embarca, se ven entrelazadas con

la vida de algunas mujeres. Los personajes femeninos, aparecen dentro de la obra de Cervantes

en pequeños fragmentos o partes del capítulo, y pocas veces se toma uno por completo.

Aproximadamente cuarenta y seis párrafos escritos en prosa del capítulo uno al capítulo veinte,

relatan algún suceso, acontecimiento u anécdota, en la que alguna mujer participa, sin embargo

en el capítulo catorce, donde se relata la historia de Marcela y Crisóstomo, se da por primera vez

la alusión de una sección completa dedica a historia de un amor trágico entre los personajes,

donde la protagonista defiende su posición con argumentos tan sólido e irrefutables, que logra

convencer al Quijote de unírsele a su causa.

Alonzo Quijada, se presenta desde el primer momento al lector como un personaje que no se

encuentra muy consciente de la realidad en la que se encuentra, debido a que ya en su avanzada

edad, se ve en la laboriosa tarea de perseguir el oficio de caballero andante, idea que toma de los

miles de libros de caballería que tenía en su posesión. Para esta tarea desempolva las armaduras

de sus antecesores, escoge a un rocín desgarbado, el cual nombra Rocinante y nombra a una
humilde campesina, con el nombre de Dulcinea del Toboso como la dueña de todos sus triunfos;

y cambia su nombre a Don Quijote de la Mancha.

Tras la primera salida que realiza de su pueblo finaliza en una venta, la cual en su cabeza es un

castillo; donde realiza todos los rituales que son menester para lograr ser un verdadero hidalgo,

con la ilusión de que su nombre cobraría fama como ningún otro y sus hazañas serian relatas por

todos. Sin embargo, todo lo realizado en este lugar no fue más que un engaño hecho por los

dueños y empleados que a causa del estado en que se encontraba su invitado, deciden seguirle el

juego.

Cuando parte de la venta, con la idea de que finalmente es un caballero listo para servir, defender

la justicia y la paz, se dirige a buscar a aquellas personas que necesiten de su asistencia. De este

modo conoce a un señor y a un joven niño, Don Quijote con la intención de liberar al joven de la

situación en la que se encontraba le exige a su señor su libertad; pero cuando cree haber

solucionado el problema y parte, no se percata de que nada de lo que promulgo se cumplió.

Siguiendo con su recorrido, debido a un pequeño enfrentamiento que lo dejo malherido, es

recogido y amparado por su vecino, quien lo lleva de nuevo a su pueblo. Durante los días que

permaneció en su casa, el barbero, el cura, la ama y la sobrina, toman la oportunidad y queman

los libros que lo habían vuelto loco.

Para su segunda salida, el protagonista se encuentra acompañado de su escudero Sancho Panza,

junto a él vive muchas aventuras y de igual forma desaventuras, donde cabe resaltar la batalla

con los molinos de viento (gigantes), el enfrentamiento con el vizcaíno, la tragedia de

Crisóstomo a causa de la pastora Marcela, la cómica pelea que tuvo lugar en un venta a causa de

un malentendido por parte de Don Quijote, entre otras.


A lo largo del desarrollo de esta primera parte que abarca hasta el capítulo veinte, se puede ver

como Don Quijote, presenta cualidades de soñador, idealista y un apasionado, que al ir en busca

de una idea saca de una colección de libros, trasforma toda su vida en una fantasía, arrastrando a

Sancho, junto con él, a su locura; Sancho por su parte, es de un carácter realista, paciente, leal y

con sentido común, que en vista de la necesidad de trabajo lo acompaña, y con esta elección

emprenden un largo viaje que en su mayoría terminan en desdichas o en el mejor de los casos, en

nada.

En un principio se ve que la reacción de estos comienza de una forma clara y simple, un

“caballero” y su respectivo escudero, pero con el transcurso del tiempo que ellos pasan juntos, se

va viendo trastornada esta reacción, ya que lo que en un comienzo se dio por una casualidad, se

convierte en una gran amistad. Gracias al dialogo ambos personajes son capaces de intercambiar

no solo palabras sino también sentimientos que lentamente son absorbidos por el otro.

De una forma implícita se podría extraer que Don Quijote recibe un gran regalo o una bendición

con el acompañamiento de Sancho, ya que de alguna forma, es mejor vivir las experiencias que

trae la vida de a dos que de a uno, sobre todo cuando éstas no son del todo placenteras ; y para

Sancho la invitación de Don Quijote implica salir del territorio conocido a lo incierto, donde todo

puede pasar y a la vez nada, pero es un riesgo que le permite a este personaje experimentar y

vivir tanto las cosas buenas como las malas de la vida.

Para la escritura de esta importante obra, se pone en escena la aparición de diversos recursos

literarios para embellecerla y mejorar la calidad de su contenido; uno de esos medios es el texto

poético el cual se manifiesta durante el desarrollo de la obra. Cervantes al implementar los

poemas en su obra, permite mostrar con mayor euforia los sentimientos, esto se da gracias a la
importancia y relevancia que se le da a la estética de las palabras, especialmente cuando se

organizan en verso.

Los primeros textos fueron escritos para ser cantados, esta idea se ve presente en la canción que

el pastor Crisóstomo le compone a su amada mortal, donde le muestra el profundo amor que

siente por ella y a su vez el gran martirio y suplicio que vive a razón de la misma. También se

puede ver la presencia de los poemas en las primeras páginas que Cervantes expone en su libro,

en las cuales finge que les escribe a diferentes autores, en especial a personajes de libros

caballerescos, como otro ejemplo se podría mencionar el dialogo entre Rocinante y Babieca.

En la época del renacimiento, la literatura cambia drásticamente y la anonimia se pierde, algo

que en la época medieval era muy común y los autores al sentirse orgullosos de su obra, firman

sus escritos. Una muestra de esto, es la obra de Cervantes quien en su más famosa novela plasma

un lenguaje acorde a la época, es decir, escribe con un estilo renacentista, donde a pesar de que

se realiza una renovación del lenguaje continúa usando algunos arcaísmos como: fermosura,

della, alfojar.

Los arcaísmos usados por Cervantes, se ven implementados en su máximo esplendor cuando el

personaje de su obra Don Quijote de la Mancha, entablaba alguna conversación o dialogo con

una mujer, debido a que realizaba un juego con las palabras, lo que embellecía el lenguaje y

exaltaba a la mujer; esto lo realizaba sin importar su posición social, ya que ante los ojos de éste

todas eran damas de alta clase.

Cuando Don Quijote platicaba con su fiel amigo Sancho utilizaba un lenguaje más coloquial,

sencillo e informa; sin embargo cuando hablaba consigo mismo, haciéndose la idea de ser un
hidalgo medieval, implementaba expresiones caballerescas que hacían idealizar la figura de

caballero andante.

En la historia de la pastora Marcela, Cervantes implementa una narración en forma de una novela

pastoril, que gracias a la utilización de las figuras literarias, se embellece el texto, dando una

mejor expresión a sus palabras.

Las figuras literarias son usadas por los escritores para dar mayor vida a las palabras, expresiones

de sus sentimientos y emociones íntimas, que permiten indagar un poco en el interior del ser;

algunas figuras encontradas en la obra son: la prosopografía, la cual consiste en la descripción

física de una persona o animal; en la novela Don Quijote la implementa cuando realiza la

descripción de Maritornes; también se puede hallar el Símil, al hacer uso de la expresión

“Quedo la estancia como boca de lobo”; se dan las ironías como “Vuelva en sí (a don Quijote) y

coja las riendas de Rocinante, avive el seso y despierte”; y asimismo aparecen eufemismos como

“ Hueles y no precisamente a ámbar ( Don Quijote a Sancho Panza)”.

La forma en que Cervantes se expresa en el texto es haciendo uso de la narración, donde el autor

elige una voz para contar los hechos y cuenta la historia desde un punto de vista; predominando

el narrador externo omnisciente; también se dan los narradores internos (testigo y protagonista);

hay personajes a quienes le ocurren los hechos que el narrador cuenta y posee acción, que son los

sucesos que se cuentan en la historia.

La narración posee un marco, generalmente mencionado al inicio; y una trama, que es el

conjunto de situaciones que les ocurre a los personajes; quienes pueden ser protagonistas, como

Don Quijote y Sancho Panza; secundarios, como la sobrina y antagónicos como el ventero.

Asimismo, Cervantes intercala las descripciones y diálogos su escrito.


Aunque la primea intención con la que Miguel de Cervantes Saavedra, escribe el Ingenioso

hidalgo Don Quijote de la Mancha es con la intención de mostrar a los lectores las locuras de las

novelas caballerescas y ridiculizarlas; relatando las desventuras que acompañan a este personaje

y su incondicional amigo. Se puede afirmar que éste marco un periodo de gran importancia para

la historia, mostrando dentro de cada una de sus páginas la cara de la sociedad española durante

la época de renacimiento, que aunque en ésta se vio un gran progreso en distintos campos como

en la ciencia y la literatura; no se puedo progresar en el trato igualitario de los sexos.

Las mujeres eran regidas por marcos impuestos por hombres, siendo dejadas a un lado,

poniéndolas en un concepto de un personaje que es bello en apariencia, pero para otras

actividades no se consideraba que tuviera ni las actitudes ni aptitudes necesarias para ejecutarlas.

Aunque en la literatura se las exaltaba en otros campos como en el teatro, no eran ni siquiera

suficientes para interpretar su propia naturaleza, viéndose los papeles femeninos interpretados

por hombre.

Cervantes con un pensamiento diferente a otros escritores e influenciado por las mujeres con las

que se relacionaba; dio personalidades fuertes y variadas a las mujeres que participaban en su

obra; no mostrándolas solo como amas de casa, esposas, santas o puras sino también como

figuras importantes y valiosas, que complementan la historia y le dan valor tanto que sin una

mujer en particular de la historia, Don Quijote de la Mancha no habría completado los requisitos

para considerarse un caballero andante y zarpar a la aventura.


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