El auditor tiene varias responsabilidades al término de la auditoría que aplican a
todos los ciclos, además de revisar los eventos posteriores. La acumulación final de la evidencia está compuesta por:
1. desarrollo de procedimientos analíticos finales
2. evaluación del supuesto de negocio en marcha 3. obtener la carta de representación dela administración 4. considerar la información que acompaña a los estados financieros 5. lectura de otra información en los informes anuales. Cada uno de éstos se realiza en las etapas tardías del compromiso
La teoría de la evaluación de la evidencia, es definida como la valoración final,
realizada mediante un razonamiento deductivo, de la evidencia obtenida y de la impresión del auditor, considerando el principio de importancia relativa y el riesgo general de auditoría, con objeto de obtener una opinión sobre la razonabilidad con que las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la empresa.
En el proceso de decisión inherente a la evaluación de la evidencia el auditor debe
concluir si dicha evidencia es suficiente y adecuada para emitir una opinión o si, por el contrario, debe abstenerse de emitir una opinión profesional. En caso positivo, es decir, de concluir que la evidencia obtenida le permite la emisión de su opinión, el auditor habrá de tener presente el enfoque del riesgo que haya adoptado y la importancia relativa en conjunto de las incorrecciones, omisiones u otras circunstancias que tienen efecto en la opinión de auditoría.