Los ligamentos son bandas cortas de resistentes fibras que conectan a los
tejidos que unen a los huesos en las articulaciones. Su función mecánica es
guiar el movimiento normal de la articulación y restringir los movimientos anormales. Estas funciones son asistidas por una congruente geometría de la superficie de la rodilla y la acción músculo-tendinosa. Los ligamentos pueden estar sometidos a tensiones extremas cuando se producen sobrecargas o movimientos inadecuados que pueden dañar el sistema natural de regulación de la articulación. Un excesivo estiramiento puede dar como resultado en una inestabilidad que altera la cinemática de la rodilla y la distribución de cargas. Esto incrementa la vulnerabilidad de lesión de otros ligamentos y tejidos músculoesqueléticos.
Los ligamentos permiten el movimiento casi sin esfuerzo de la articulación en
las direcciones anatómicas naturales y de igual forma restringe los movimientos anormales. La libertad de la movilidad es alcanzada por la acción de lubricación del cartílago que cubre las superficies de los huesos de la rodilla. Los ligamentos y tendones son tejidos suaves de colágeno. Los ligamentos interconectan hueso con hueso y tienen un rol muy significativo en la estructura músculo esquelético. Colageno tipo XII