¿En qué momento de la historia de la música surgió la improvisación?
A lo largo de la historia de la música se ha utilizado la improvisación como
parte de la creación y la interpretación. Antes de la existencia de la escritura musical las canciones se transmitían de unos a otros memorizándolas. En este proceso de transmisión se producían modificaciones. Con la aparición de la notación, las primeras partituras servían únicamente de guía para el músico y no fue hasta la aparición del pentagrama y de las grafías que conocemos actualmente cuando la partitura empezó a reflejar exactamente las ideas del compositor, pudiendo así, conservarse durante siglos. Aún así, hay épocas como el barroco donde la improvisación tenía un peso importante dentro de la práctica instrumental. Un ejemplo sería la ejecución del bajo continuo, donde el ejecutante tenía que hacer un acompañamiento contrapuntístico según los acordes marcados en la partitura. El barroco también se caracteriza por la ornamentación de sus melodías, que en numerosas ocasiones no estaba reflejada en la partitura. En la segunda mitad del siglo XVIII, con la aparición del concierto virtuoso, los compositores crean una de las fórmulas más importantes de la improvisación: la cadenza. Se trata de un momento dentro del concierto en el que la orquesta deja paso al solista y este muestra todas sus capacidades interpretativas y habilidades técnicas.
Un estilo de improvisación a medio camino entre la voz hablada y la voz