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Y LA HERMANDAD DE LA
BANDERA NEGRA
* Teniente 1° LT.
escritor del libro titulado: “El tesoro de Dice la historia que Castro al ver que
los piratas de Guayacán”; han intentado la nave abandonaba la bahía, optó por
en vano dar con este botín pirata, pero al hacer suyo el tesoro y siguió buscán-
menos han logrado documentar algunos dolo, con la ayuda de su hermana, por
hechos que nos llevan a sospechar de más de cuatro años, vendiendo todas
su existencia. En la mayoría de éstas se sus posesiones para poder financiar su
habla que el 26 de mayo de 1926 entró aventura, llegando a una pobreza casi
a la bahía de La Herradura un buque a extrema.
vela de nombre desconocido, cuya tripu- El año 1930 comenzó a cambiar su
lación excedía en número a lo habitual suerte al descubrir, en una de sus exca-
para una embarcación de ese arqueo. vaciones, una vasija de greda que con-
Una vez anclados se arriaron botes y se tenía una plancha de cobre en la cual
dirigieron hacia el sector de Playa Blanca se encontraban escritos unos símbolos
(actualmente ocupado por la pesquera que no podía descifrar. Dado lo anterior
San José), desembarcando a numeroso resolvió solicitar ayuda, enviando un
personal a tierra, el cual se mantuvo calco de la plancha a un estudioso en
efectuando, por casi un mes, excava- Buenos Aires. Mientras tanto continuó
ciones en el sector, para luego retornar sus excavaciones encontrando variados
a bordo de la nave y zarpar con rumbo objetos, entre los que se cuentan una
desconocido. virgen de oro de 30 cm de alto, vasijas
conteniendo pequeñas pieles usadas
como pergaminos, placas de oro, armas
diversas y figuras de plomo.
Una vez arribada la respuesta desde
Argentina se enteró que la plancha de
cobre decía: “Aquí hay un tesoro, a la
distancia de 90 metros. Dejo esto por
haber perdido mi galeón. Año 1640.
Deul”. Esto animó más aún a Castro,
el cual prosiguió con las excavaciones.
Lamentablemente al verse sin dinero y
por confiar en gente equivocada perdió
Bahía de La Herradura en Coquimbo. la mayoría de las piezas halladas. Según
Se indica que entre los numerosos lo indicado en el libro “El tesoro de los
curiosos que llegaron al sector a presen- piratas de Guayacán”, el señor Castro
ciar tan inusual maniobra, se encontraba halló una caverna de 2 metros de ancho
un chileno de nombre Manuel Castro, por 20 de profundidad, en la cual, des-
el cual con el objeto de acercarse a ellos pués de efectuar una excavación, halló
se ofreció para aprovisionarlos de leña y numerosos esqueletos humanos decapi-
agua. Según lo que indicó Castro, una vez tados, por lo que presa del pánico, deci-
ganada la confianza de un español, que dió, junto con su hermana, no volver a
venía en la dotación compuesta de mari- buscar nunca más el tesoro.
nos alemanes, daneses, ingleses, norte- Dentro de las otras piezas, enviadas
americanos y holandeses, el propósito de a traducir posteriormente, se encuentran
la expedición era el de encontrar un tesoro referencias a un segundo tesoro y de la
en La Herradura y una mina de oro en la existencia en el año 1600 de la Herman-
región. Veinticuatro días más tarde apa- dad de la Bandera Negra, constituida por
rece nuevamente la nave, dando por ter- piratas que operaban en el Pacífico y que
minada la fallida expedición. habían establecido su guarida en la lati-
tud 30° Sur, específicamente en La Herra- las bondades y seguridad brindadas por
dura. El mismo libro relata las aventuras la bahía de La Herradura de Guayacán,
de su autor, el señor Ricardo E. Latcham, usó este refugio como base de opera-
el cual continuó buscando el tesoro, con ciones por más de 40 años, afectando
la ayuda del Sr. Castro hasta 1931, año el comercio de la corona española al
en el cual pierde todo contacto con este sur del continente y logrando crear esta
individuo, dando por finalizada su bús- nube de misticismo alrededor de estos
queda y dejando una gran interrogante parajes. En cuanto al tesoro y a la mina
para los aventureros buscadores de de oro, no hay certeza de su existencia,
tesoros al fallecer en el año 1943. sólo queda dejar volar la imaginación
y continuar transmitiendo de genera-
- Conclusiones. ción en generación el mito del tesoro
Los antecedentes recopilados, dan de los piratas de Guayacán y, de vez
pie para poder afirmar con certeza que en cuando, al recalar a esa privilegiada
el puerto de Coquimbo, fue realmente, bahía, echar un vistazo al sector cono-
tierra habitada por piratas y refugio de cido antiguamente como Playa Blanca,
los integrantes de la Hermandad de la con la esperanza de encontrar alguna
Bandera Negra, la cual aprovechando señal de su existencia.
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BIBLIOGRAFÍA