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NIG: 28.079.00.2-2018/0068155
Procedimiento: Proced. Ordinario (Dcho al honor, intimidad, imagen y cualquier otro
derecho fundamental - 249.1.2) 446/2018
Materia: Contratos en general
SENTENCIA nº 19/2019
Vistos por mí, MÓNICA ARÉVALO ARÉVALO, Magistrada Titular del Juzgado de
Primera Instancia número 8 de Madrid, los presentes autos de Juicio Ordinario seguidos en
este Juzgado bajo el número 446/18, a instancia de Dª MANUELA SAEZ MARTINEZ,
representada por la Procuradora Dª Mª Jesús Martín López y asistida técnicamente por el
Letrado D. Oskar Zein Sánchez, contra D. JUAN CARLOS DELGADO, D. JAVIER
GARCÍA NEGRE y la entidad “UNIDAD EDITORIAL INFORMACION GENERAL,
S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), representados por el Procurador D. Luis de Villanueva
Ferrer y asistidos técnicamente por la Letrada Dª Cristina Peña Carles, siendo parte también
el Ministerio Fiscal,
ANTECEDENTES DE HECHO
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Por la parte actora se ejercita acción contra los periodistas del diario El
Mundo, D. Juan Carlos Delgado y D. Javier García Negre, y contra la mercantil “UNIDAD
EDITORIAL INFORMACION GENERAL, S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), pretendiendo
se declare que el contenido publicado por los demandados el 23 de mayo de 2017 en la
página web de la demandada centrado en el asesinato del hijo de la demandante, D.
Francisco Javier Martín Sáez, titulado “La pista búlgara en el asesinato del alunicero Niño
Sáez”, constituye una intromisión ilegítima en el derecho al honor del fallecido, y se les
condene a publicar la sentencia a su costa en los mismos medios utilizados para divulgar
los artículos ofensivos, a retirar de la página web y del caché el artículo, y a abonar a la
actora en concepto de indemnización por daños y perjuicios, incluido el daño moral, la
cantidad de 5.000 euros.
Alega, en síntesis, la demandante como fundamento de su pretensión que es la madre de D.
Francisco Javier Martín Sáez, asesinado por arma de fuego en Madrid el pasado 14 de
mayo de 2017; que el 23 de mayo de 2017 los demandados publicaron un artículo
periodístico en la página web de la demandada, centrado en el asesinato del hijo de la
demandante, D. Francisco Javier Martín Sáez, titulado “La pista búlgara en el asesinato del
alunicero Niño Sáez”; que en el citado artículo se injuria gravemente a su hijo, siendo
numerosas las expresiones injuriosas y calumniosas vertidas en él; que el artículo se
encuentra en formato papel y en formato digital; que los demandados, con el fin de
desprestigiar y lesionar la imagen de su hijo, redactaron el artículo con afirmaciones
sumamente perjudiciales para el honor y buena estima de su hijo; que en el referido artículo
se imputa a su hijo un delito tan grave como fue el cometido en la joyería, a pesar de no
haber sido nunca imputado ni detenido por ese hecho; que igualmente, sin prueba alguna, se
asigna a su hijo la comisión de delito continuado de blanqueo de capitales; que, además, se
asocia a su hijo con personas ligadas al mundo delincuencial con las cuales no ha sido
jamás condenado mediante sentencia judicial firme; y que se le califica de haber sido un
delincuente dedicado al blanqueo de capitales y se le acusa, sin ningún tipo de pruebas, de
poseer múltiples inmuebles tanto en España como en Marruecos.
Frente a dicha pretensión la parte demandada, periodistas redactores y sociedad editora de
la publicación en cuestión, contesta manifestando que fue precisamente el asesinato con
arma de fuego del hijo de la demandante el que dio lugar a numerosas informaciones
periodísticas sobre este hecho, dadas las notorias actividades delictivas del fallecido,
considerado como personaje público y de máxima relevancia pública; que el reportaje
publicado no puede ser calificado de calumnioso o injurioso ya que ya sido precedido de
numerosas informaciones públicas por medios de comunicaciones; que se trata de un
reportaje debidamente investigado, con una veracidad informativa incuestionable, en
cuanto a su contrastación, antes de su publicación; que los hechos relativos al asesinato del
conocido como “Niño Sáez” y sus andanzas, en términos semejantes o más duros, fueron
publicados con anterioridad a éste por el Diario El País, El Confidencial , el Diario La
Razón, el Diario ABC, todos ellos anteriores al de El Mundo; que todos ellos ponen de
manifiesto todas las actividades del “Niño Sáez”, relatando prácticamente sus mismas
acciones delictivas por las que obtuvo una inmensa fortuna que le permitió ser propietario,
cuanto menos, de varios inmuebles en Madrid y Marruecos; que la información cuestionada
es veraz, sobre un personaje público; que de adverso solo se transcriben los párrafos de la
información publicada por el Diario El Mundo, en su sección Crónica del 23 de mayo de
2017; que, según informaciones policiales el “Niño Sáez” fue detenido en más de veinte
ocasiones; que se encuentra más que acreditado que éste era un personaje público que
operaba en el mundo del hampa y cuya conducta delictual no tiene lugar a dudas; que en
ningún momento de la información se hace referencia alguna al blanqueo de capitales; y
que ni existe daño alguno ni su cuantía está justificada.
SEGUNDO.- Nos encontramos ante el problema que se plantea a partir de la colisión de
dos derechos fundamentales como son el derecho al honor invocado por la demandante y la
libertad de expresión y a comunicar libremente información veraz pretendida por los
demandados. Desde un punto de vista teórico el planteamiento de dicho problema nos
permite arrancar de la jurisprudencia dada por el propio Tribunal Supremo junto con la
doctrina aportada por el Tribunal Constitucional, subrayando el primero el hecho de que
todo derecho, por muy importante que sea, no puede devenir en un derecho absoluto e
ilimitado, y marcando ambos tribunales una serie de directrices a seguir cuando surge una
colisión de derechos como la que se plantea, directrices como son, por un lado, que la
delimitación de tales derechos ha de hacerse caso por caso y sin fijar apriorísticamente los
límites entre ellos y, por otro, que la tarea de ponderación ha de llevarse a cabo teniendo en
cuenta la posición prevalente, que no jerárquica, que sobre los denominados derechos de la
personalidad del artículo 18 de la Constitución Española ostenta el derecho a la libertad de
expresión y de información. Además es preciso, según sostiene el Tribunal Supremo, que
para resolver la posible colisión el honor se estime en un doble aspecto: interno, de íntima
convicción, y externo, de valoración social; y respecto a la información transmitida, que
ésta sea veraz y esté referida a asuntos de relevancia pública que sean de interés general por
la materia a que se refieren y por las personas que en ellas intervienen.
El contenido del derecho al honor que la Constitución Española garantiza como derecho
fundamental en su artículo 18.1 es, sin duda, dependiente de las normas, valores e ideas
sociales vigentes en cada momento, y tal dependencia se manifiesta tanto con relación a su
contenido más estricto, protegido por regla general con normas penales, como a su ámbito
más extenso, cuya protección es de naturaleza civil. Por otra parte es un derecho respecto
del cual las circunstancias concretas en que se producen los hechos y las ideas dominantes
que la sociedad tiene sobre la valoración de aquel son especialmente significativas para
determinar si se ha producido o no lesión.
Para apreciar si existe o no intromisión ilegítima en el derecho al honor ha de establecerse
si las expresiones o hechos divulgados tienen ese carácter difamatorio o vejatorio para la
persona a quien afectan, que la hagan desmerecer en el público aprecio, debiendo
sobrepasar así del límite de lo tolerable, considerándose expresiones insultantes, insinuosas,
insidiosas y vejatorias innecesarias que sólo pueden entenderse como insultos o
descalificaciones cuando se vierten “con malicia calificada por un ánimo vejatorio o la
enemistad pura y simple”, debiendo ser, en todo caso, interpretadas en su conjunto y
totalidad y no aisladamente.
Para supuestos como el de autos en el que la supuesta intromisión ilegítima en el derecho al
honor del hijo fallecido de la demandante tiene lugar en el marco de una publicación como
es el diario El Mundo, en relación con la artículo periodístico publicado el día 23 de mayo
de 2017, en la sección “Crónica” de su página web, bajo el titular: “La pista búlgara en el
asesinato del alunicero Niño Sáez”, manifiesta el Tribunal Constitucional, en sentencias
como la del 25 de febrero de 2002, que siendo requisito básico en el ejercicio del derecho
fundamental a informar libremente la veracidad de la información, este requisito no supone
la exigencia de una rigurosa y total exactitud en el contenido de la información, de modo
que no puedan quedar exentas de toda protección o garantía constitucional las
informaciones erróneas o no probadas, sino que se debe privar de esa protección o garantía
a quienes, defraudando el derecho de todos a recibir información veraz, actúen con
menosprecio de la veracidad o falsedad de lo comunicado, comportándose de manera
negligente o irresponsable al transmitir como hechos verdaderos simples rumores carentes
de todas contrastación o meras invenciones o insinuaciones; por tanto, lo que el citado
requisito viene a suponer es que el informador, si quiere situarse bajo la protección del
artículo 20.1.d) de la Constitución Española, tiene un especial deber de comprobar la
veracidad de los hechos que expone mediante las oportunas averiguaciones y empleando la
diligencia exigible a un profesional, y que cabe que, pese a ello, la información resulte
inexacta o errónea, lo que no puede excluirse totalmente, pero la información rectamente
obtenida y difundida es digna de protección aunque su total exactitud sea controvertida o se
incurra en errores circunstanciales que no afecten a la esencia de lo informado.
Así las cosas, es deber realizar un juicio ponderativo de las circunstancias concurrentes en
el caso concreto con el fin de determinar si la conducta de los demandados, redactores y
editora de la publicación, se podría enmarcar dentro del ámbito de las libertades de
expresión e información, ocupando la posición preferente que se le reconoce o, por el
contrario, se excedieron de los límites marcados para tales derechos.
FALLO
Que estimando en parte la demanda interpuesta por la Procuradora, Mª Jesús Martín López,
en nombre y representación de Dª MANUELA SAEZ MARTINEZ, contra D. JUAN
CARLOS DELGADO, D. JAVIER GARCÍA NEGRE y la entidad “UNIDAD
EDITORIAL INFORMACION GENERAL, S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), debo
declarar y declaro que por los demandados, a través del diario El Mundo, tanto en su
versión escrita como digital, se ha cometido una intromisión ilegítima en el derecho al
honor del hijo de la actora, D. Francisco Javier Martín Sáez, con la edición y difusión el día
23 de mayo de 2017 del reportaje titulado “La pista búlgara en el asesinato del alunicero
Niño Sáez”, y debo condenar y condeno a los demandados a indemnizar a la demandante en
la cantidad de 2.000 euros, por los daños y perjuicios causados, más el interés legal, así
como a la publicación del encabezamiento y fallo de la sentencia en el diario El Mundo de
edición impresa y digital, en un lugar visible y de relevancia similar a donde se publicó el
reportaje litigioso, y a retirar de estos el referido reportaje, sin expresa imposición de las
costas procesales.
Notifíquese la presente resolución a las partes haciéndoles saber que la misma no es firme y
contra ella cabe interponer recurso de apelación dentro de los veinte días siguientes a su
notificación.
Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando en esta instancia, lo pronuncio, mando
y firmo.
Si las cantidades van a ser ingresadas por transferencia bancaria, deberá ingresarlas en la
cuenta número IBAN ES55 0049 3569 9200 0500 1274, indicando en el campo beneficiario
Juzgado de 1ª Instancia nº 08 de Madrid, y en el campo observaciones o concepto se
consignarán los siguientes dígitos 2436-0000-04-0446-18
No se admitirá a trámite ningún recurso cuyo depósito no esté constituido (L.O. 1/2009
Disposición Adicional 15).
NOTA: De conformidad con el Reglamento (UE) 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de
NOTA: De conformidad con el Reglamento (UE) 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de
abril de 2016, se informa que la difusión del texto de esta resolución a partes no interesadas en el proceso en
el que ha sido dictada sólo podrá llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los
mismos contuvieran y con pleno respeto al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que
requieran un especial deber de tutela o a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando
proceda.
Los datos personales incluidos en esta resolución no podrán ser cedidos, ni comunicados con fines contrarios
a las leyes.