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JUZGADO DE 1ª INSTANCIA Nº 08 DE MADRID

Calle del Poeta Joan Maragall, 66 , Planta 2 - 28020


Tfno: 914932707,914933139
Fax: 914932709
42011308

NIG: 28.079.00.2-2018/0068155
Procedimiento: Proced. Ordinario (Dcho al honor, intimidad, imagen y cualquier otro
derecho fundamental - 249.1.2) 446/2018
Materia: Contratos en general

Demandante: D./Dña. MANUELA SAEZ MARTINEZ


PROCURADOR D./Dña. MARIA JESUS MARTIN LOPEZ
Demandado: D./Dña. JAVIER GARCIA NEGRE
PROCURADOR D./Dña. LUIS DE VILLANUEVA FERRER
D./Dña. JUAN CARLOS DELGADO
UNIDAD EDITORIAL INFORMACION GENERAL SLU ( DIARIO EL MUNDO )

D./Dña. PALOMA GRANELL GUYATT LETRADO/A DE LA ADMÓN. DE


JUSTICIA del JUZGADO DE 1ª INSTANCIA Nº 08 DE MADRID, DOY FE Y
TESTIMONIO de que en el Proced. Ordinario (Dcho al honor, intimidad, imagen y
cualquier otro derecho fundamental - 249.1.2) 446/2018, que se tramita en este
Juzgado a instancias de D./Dña. MANUELA SAEZ MARTINEZ, frente a D./Dña.
JAVIER GARCIA NEGRE, D./Dña. JUAN CARLOS DELGADO y UNIDAD
EDITORIAL INFORMACION GENERAL SLU ( DIARIO EL MUNDO ), sobre
Contratos en general, se ha dictado con esta fecha resolución del tenor literal
siguiente:

SENTENCIA nº 19/2019

En Madrid, a veinticinco de enero de dos mil diecinueve.

Vistos por mí, MÓNICA ARÉVALO ARÉVALO, Magistrada Titular del Juzgado de
Primera Instancia número 8 de Madrid, los presentes autos de Juicio Ordinario seguidos en
este Juzgado bajo el número 446/18, a instancia de Dª MANUELA SAEZ MARTINEZ,
representada por la Procuradora Dª Mª Jesús Martín López y asistida técnicamente por el
Letrado D. Oskar Zein Sánchez, contra D. JUAN CARLOS DELGADO, D. JAVIER
GARCÍA NEGRE y la entidad “UNIDAD EDITORIAL INFORMACION GENERAL,
S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), representados por el Procurador D. Luis de Villanueva
Ferrer y asistidos técnicamente por la Letrada Dª Cristina Peña Carles, siendo parte también
el Ministerio Fiscal,
ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Por la representación de la parte actora se ha formulado demanda con arreglo


a las prescripciones legales en la cual se solicita, previa alegación de los hechos y
fundamentos de derecho, que se dicte sentencia en la que se condene a la parte demandada
conforme al suplico de la misma.

SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda y emplazados los demandados para que en el


término legal comparecieran en autos asistida de Abogado y Procurador, y contestaran a la
demanda, así lo han verificado en tiempo y forma mediante escrito de contestación en el
que suplican que se declare no haber lugar a las pretensiones deducidas por la demandante,
imponiéndole las costas del procedimiento.

TERCERO.- Convocadas las partes a la celebración de la audiencia previa, a ésta


asistieron ambas y en ella suplicaron que se dictara sentencia de acuerdo con sus
pretensiones.

CUARTO.- Habiéndose aportado únicamente prueba documental, no siendo necesaria la


celebración de juicio, de conformidad con el artículo 429.8 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, quedaron los autos pendientes para dictar sentencia.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Por la parte actora se ejercita acción contra los periodistas del diario El
Mundo, D. Juan Carlos Delgado y D. Javier García Negre, y contra la mercantil “UNIDAD
EDITORIAL INFORMACION GENERAL, S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), pretendiendo
se declare que el contenido publicado por los demandados el 23 de mayo de 2017 en la
página web de la demandada centrado en el asesinato del hijo de la demandante, D.
Francisco Javier Martín Sáez, titulado “La pista búlgara en el asesinato del alunicero Niño
Sáez”, constituye una intromisión ilegítima en el derecho al honor del fallecido, y se les
condene a publicar la sentencia a su costa en los mismos medios utilizados para divulgar
los artículos ofensivos, a retirar de la página web y del caché el artículo, y a abonar a la
actora en concepto de indemnización por daños y perjuicios, incluido el daño moral, la
cantidad de 5.000 euros.
Alega, en síntesis, la demandante como fundamento de su pretensión que es la madre de D.
Francisco Javier Martín Sáez, asesinado por arma de fuego en Madrid el pasado 14 de
mayo de 2017; que el 23 de mayo de 2017 los demandados publicaron un artículo
periodístico en la página web de la demandada, centrado en el asesinato del hijo de la
demandante, D. Francisco Javier Martín Sáez, titulado “La pista búlgara en el asesinato del
alunicero Niño Sáez”; que en el citado artículo se injuria gravemente a su hijo, siendo
numerosas las expresiones injuriosas y calumniosas vertidas en él; que el artículo se
encuentra en formato papel y en formato digital; que los demandados, con el fin de
desprestigiar y lesionar la imagen de su hijo, redactaron el artículo con afirmaciones
sumamente perjudiciales para el honor y buena estima de su hijo; que en el referido artículo
se imputa a su hijo un delito tan grave como fue el cometido en la joyería, a pesar de no
haber sido nunca imputado ni detenido por ese hecho; que igualmente, sin prueba alguna, se
asigna a su hijo la comisión de delito continuado de blanqueo de capitales; que, además, se
asocia a su hijo con personas ligadas al mundo delincuencial con las cuales no ha sido
jamás condenado mediante sentencia judicial firme; y que se le califica de haber sido un
delincuente dedicado al blanqueo de capitales y se le acusa, sin ningún tipo de pruebas, de
poseer múltiples inmuebles tanto en España como en Marruecos.
Frente a dicha pretensión la parte demandada, periodistas redactores y sociedad editora de
la publicación en cuestión, contesta manifestando que fue precisamente el asesinato con
arma de fuego del hijo de la demandante el que dio lugar a numerosas informaciones
periodísticas sobre este hecho, dadas las notorias actividades delictivas del fallecido,
considerado como personaje público y de máxima relevancia pública; que el reportaje
publicado no puede ser calificado de calumnioso o injurioso ya que ya sido precedido de
numerosas informaciones públicas por medios de comunicaciones; que se trata de un
reportaje debidamente investigado, con una veracidad informativa incuestionable, en
cuanto a su contrastación, antes de su publicación; que los hechos relativos al asesinato del
conocido como “Niño Sáez” y sus andanzas, en términos semejantes o más duros, fueron
publicados con anterioridad a éste por el Diario El País, El Confidencial , el Diario La
Razón, el Diario ABC, todos ellos anteriores al de El Mundo; que todos ellos ponen de
manifiesto todas las actividades del “Niño Sáez”, relatando prácticamente sus mismas
acciones delictivas por las que obtuvo una inmensa fortuna que le permitió ser propietario,
cuanto menos, de varios inmuebles en Madrid y Marruecos; que la información cuestionada
es veraz, sobre un personaje público; que de adverso solo se transcriben los párrafos de la
información publicada por el Diario El Mundo, en su sección Crónica del 23 de mayo de
2017; que, según informaciones policiales el “Niño Sáez” fue detenido en más de veinte
ocasiones; que se encuentra más que acreditado que éste era un personaje público que
operaba en el mundo del hampa y cuya conducta delictual no tiene lugar a dudas; que en
ningún momento de la información se hace referencia alguna al blanqueo de capitales; y
que ni existe daño alguno ni su cuantía está justificada.
SEGUNDO.- Nos encontramos ante el problema que se plantea a partir de la colisión de
dos derechos fundamentales como son el derecho al honor invocado por la demandante y la
libertad de expresión y a comunicar libremente información veraz pretendida por los
demandados. Desde un punto de vista teórico el planteamiento de dicho problema nos
permite arrancar de la jurisprudencia dada por el propio Tribunal Supremo junto con la
doctrina aportada por el Tribunal Constitucional, subrayando el primero el hecho de que
todo derecho, por muy importante que sea, no puede devenir en un derecho absoluto e
ilimitado, y marcando ambos tribunales una serie de directrices a seguir cuando surge una
colisión de derechos como la que se plantea, directrices como son, por un lado, que la
delimitación de tales derechos ha de hacerse caso por caso y sin fijar apriorísticamente los
límites entre ellos y, por otro, que la tarea de ponderación ha de llevarse a cabo teniendo en
cuenta la posición prevalente, que no jerárquica, que sobre los denominados derechos de la
personalidad del artículo 18 de la Constitución Española ostenta el derecho a la libertad de
expresión y de información. Además es preciso, según sostiene el Tribunal Supremo, que
para resolver la posible colisión el honor se estime en un doble aspecto: interno, de íntima
convicción, y externo, de valoración social; y respecto a la información transmitida, que
ésta sea veraz y esté referida a asuntos de relevancia pública que sean de interés general por
la materia a que se refieren y por las personas que en ellas intervienen.
El contenido del derecho al honor que la Constitución Española garantiza como derecho
fundamental en su artículo 18.1 es, sin duda, dependiente de las normas, valores e ideas
sociales vigentes en cada momento, y tal dependencia se manifiesta tanto con relación a su
contenido más estricto, protegido por regla general con normas penales, como a su ámbito
más extenso, cuya protección es de naturaleza civil. Por otra parte es un derecho respecto
del cual las circunstancias concretas en que se producen los hechos y las ideas dominantes
que la sociedad tiene sobre la valoración de aquel son especialmente significativas para
determinar si se ha producido o no lesión.
Para apreciar si existe o no intromisión ilegítima en el derecho al honor ha de establecerse
si las expresiones o hechos divulgados tienen ese carácter difamatorio o vejatorio para la
persona a quien afectan, que la hagan desmerecer en el público aprecio, debiendo
sobrepasar así del límite de lo tolerable, considerándose expresiones insultantes, insinuosas,
insidiosas y vejatorias innecesarias que sólo pueden entenderse como insultos o
descalificaciones cuando se vierten “con malicia calificada por un ánimo vejatorio o la
enemistad pura y simple”, debiendo ser, en todo caso, interpretadas en su conjunto y
totalidad y no aisladamente.
Para supuestos como el de autos en el que la supuesta intromisión ilegítima en el derecho al
honor del hijo fallecido de la demandante tiene lugar en el marco de una publicación como
es el diario El Mundo, en relación con la artículo periodístico publicado el día 23 de mayo
de 2017, en la sección “Crónica” de su página web, bajo el titular: “La pista búlgara en el
asesinato del alunicero Niño Sáez”, manifiesta el Tribunal Constitucional, en sentencias
como la del 25 de febrero de 2002, que siendo requisito básico en el ejercicio del derecho
fundamental a informar libremente la veracidad de la información, este requisito no supone
la exigencia de una rigurosa y total exactitud en el contenido de la información, de modo
que no puedan quedar exentas de toda protección o garantía constitucional las
informaciones erróneas o no probadas, sino que se debe privar de esa protección o garantía
a quienes, defraudando el derecho de todos a recibir información veraz, actúen con
menosprecio de la veracidad o falsedad de lo comunicado, comportándose de manera
negligente o irresponsable al transmitir como hechos verdaderos simples rumores carentes
de todas contrastación o meras invenciones o insinuaciones; por tanto, lo que el citado
requisito viene a suponer es que el informador, si quiere situarse bajo la protección del
artículo 20.1.d) de la Constitución Española, tiene un especial deber de comprobar la
veracidad de los hechos que expone mediante las oportunas averiguaciones y empleando la
diligencia exigible a un profesional, y que cabe que, pese a ello, la información resulte
inexacta o errónea, lo que no puede excluirse totalmente, pero la información rectamente
obtenida y difundida es digna de protección aunque su total exactitud sea controvertida o se
incurra en errores circunstanciales que no afecten a la esencia de lo informado.
Así las cosas, es deber realizar un juicio ponderativo de las circunstancias concurrentes en
el caso concreto con el fin de determinar si la conducta de los demandados, redactores y
editora de la publicación, se podría enmarcar dentro del ámbito de las libertades de
expresión e información, ocupando la posición preferente que se le reconoce o, por el
contrario, se excedieron de los límites marcados para tales derechos.

TERCERO.- El marco en que se encuadra la información objeto de litigio no es otra que el


asesinato por arma de fuego del hijo de la demandante, Francisco Javier Martín Sáez,
conocido como el “Niño Sáez”, identificando la demanda como hechos injuriosos y
calumniosos del reportaje, por un lado, el hecho de imputar al hijo de la actora el delito
cometido en una distribuidora de relojes de alta gama ubicada en la calle López de Hoyos,
“a pesar de nunca haber sido imputado ni detenido por estos hechos”, y por otro lado, el
hecho de atribuirle la comisión de un delito de blanqueo de capitales sin que haya prueba
alguna de ello.
Respecto del primero de los hechos supuestamente injuriosos transcribe la demanda la
siguiente parte del artículo cuestionado: “Corría el 2 de diciembre de 2013. El Niño Sáez y
su grupo criminal deciden aliarse con unos mafiosos búlgaros para asestar un golpe maestro
en Diarsa, una gran distribuidora de relojes de alta gama ubicada en la calle López de
Hoyos y regentada por un amante de los coches de época. Su almacén era un búnker
acorazado repleto de cámaras y sensores, teóricamente inexpugnable para los malhechores.
Pero para el Niño Sáez, experto en el uso de la lanza térmica para abrir cajas fuertes y en el
arte del butrón (robos mediante agujeros), aquello fue un juego de niños. Un golpe sencillo
que cometió en compañía de 13 personas y con la colaboración de un vigilante de seguridad
de la empresa que les llegó a facilitar los planos de dónde estaban los productos más
valiosos y los horarios de sus compañeros de seguridad. Los ladrones lo tenían todo
planeado y sabían que ese domingo los vigilantes acudían a las 16:00 horas y que volvían a
haber ronda sobre las 20:30 horas. Lo habían estudiado al milímetro y comenzaron su
acción a las 17:00 horas.
En apenas tres horas se llevaron hasta 1710 cronómetros, algunos valorados en 200.000
euros porque tenían diamantes en su esfera. Había marcas como Hublot, Locman, Ulysse
Nardin, Boucheron, Parmigiani, Eberhard o Cuervo y Sobrino. La Policía Nacional cifró el
golpe inicialmente en 12 millones de euros, aunque fuentes cercanas a la empresa
asegurada que alcanzó los 23 millones. Los agentes lograron detener al Troll, conocido así
por no ser agraciado físicamente a pesas de haberse sometido a una cirugía estética. Al
Niño Sáez los agentes nunca consiguieron imputarle este delito a pesar de que fue el
cerebro del mismo”.
Y respecto del segundo de los hechos transcribe la demanda la siguiente parte del artículo:
“Había amasado una fortuna, que cifraban en 50 millones de euros y que le permitía vivir
de sus inversiones en bolsa y en el mercado inmobiliario. A través de testaferros tenia pisos
en La Latina, apartamentos de lujo en Ibiza frente a la discoteca Pachá, e incluso un edificio
entero en Tánger (Marruecos)”.
Así las cosas, mientras la demandante considera que con la información vertida en esta
publicación se ha producido una intromisión ilegítima en el honor de su hijo por el hecho
de haberle vinculado con hechos delictivos por los que nunca estuvo imputado ni detenido,
ni existe prueba de que él los cometiera, calificando de sumamente perjudicial para su
honor y fama la reiteración de noticias relacionadas con este asunto, su publicación
destacada en la sección de “crónica” del medio, la inclusión de una fotografía de gran
tamaño de su hijo, ocupando una hoja, siendo una de las noticias más leídas, comentada y
enviada, los demandados sostienen que se trata de una publicación precedida de
numerosísimas informaciones publicadas por distintos medios de comunicación, así como
por la Dirección General de la Policía y la Jefatura de la Policía de Madrid y Guardia Civil,
y que estamos ante un reportaje de relevancia pública innegable, debidamente investigado,
con una veracidad informativa incuestionable en cuanto a su contrastación antes de su
publicación.

CUARTO.- En primer lugar, se constata a partir de la documentación aportada por los


demandados, consistente en las distintas y numerosas publicaciones referidas a la muerte
del hijo de la demandante (el Diario El País, El Confidencial, el Diario La Razón, el Diario
ABC), que estamos ante un personaje de relevancia pública por su actividad delictiva, la
cual resultaba de interés general. “El interés público o general de la noticia se considera
implícito en cualquier información que afecte a hechos o sucesos de relevancia penal” (STS
de 20 de julio de 2011). De ahí que “la reiteración de noticias relacionadas con este
asunto”, “su publicación destacada” y “la inclusión de una fotografía” suya constituyan
actuaciones propias del derecho a la información que asiste a los demandados, lo cual
confirma la propia afirmación de la demanda de que fue la más leída, la más comentada y la
más enviada aquellos días.
El hecho de la muerte a tiros de un conocido delincuente (dados los antecedentes policiales
resultantes de los oficios recibidos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil) resulta de
interés público y de suficiente entidad como para justificar la prevalencia del derecho a la
información sobre el derecho al honor.
En segundo lugar, con respecto a veracidad de la información cuestionada por la
demandante, la misma no resulta sin más por el hecho de existir numerosas informaciones y
reportajes en distintos medios semejantes al denunciado, ni por el hecho de que estos fueran
de fecha anterior. Por otro lado, pese a afirmar los demandados que se trata de información
veraz “debidamente contrastada en fuentes policiales”, ninguna explicación más se da de tal
afirmación, desconociéndose, pues ninguna prueba se acompaña, qué información policial
se contrasta, y sin referencia alguna a información judicial relacionada con los hechos que
se narran. La contestación a la demanda afirma que “la contrastación por parte de los
periodistas autores del reportaje está más que acreditada tanto en informaciones
periodísticas como en las investigaciones correspondientes de los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado”. Cierto es, por quedar acreditado con los oficios recibidos tanto de la
Policía Nacional como de la Guardia Civil, que “según informaciones policiales fue
detenido en más de veinte ocasiones” y que está catalogado policialmente como integrante
de la misma organización criminal especializada en robos con fuerza de entidad a
establecimientos comerciales que Ismael Arriero Valcárcel. Sin embargo, afirmar en la
publicación que el Niño Sáez fue el cerebro del asalto al almacén de relojes y que decidió
asociarse con unos mafiosos búlgaros para el asalto son meras alegaciones sin explicación
ni soporte probatorio alguno, no habiéndose identificado fuente policial o judicial, ni
aportado documento o informe policial o judicial en que tal afirmación se base, pues la
misma no es posible deducirla como hacen los demandados de los oficios recibidos, ello a
pesar de que hubiera sido detenido y estuviera implicado en otros robos con fuerza.
Precisamente reconoce el artículo que “los agentes nunca consiguieron imputarle este
delito” y, curiosamente, a renglón seguido afirma que “fue el cerebro del mismo”. Con ello
no se respeta la presunción de inocencia del hijo de la demandante.
Y respecto de la veracidad del segundo hecho cuestionado por la demandante, según la cual
los demandados imputan a su hijo un delito continuado de blanqueo de capitales, es cierto
que la noticia habla de testaferros de los que éste se valía para adquirir propiedades y dicha
figura guarda estrecha relación con el delito de blanqueo de capitales si el negocio en
cuestión es ilícito y, en el presente caso, de la información policial facilitada a las
actuaciones queda probado que el hijo de la demandante había sido detenido en varias
ocasiones por este delito, aunque ninguna prueba existe de que fuera acusado y condenado
en alguna ocasión por ello.
Por todo lo anterior cabe hablar de una falta de diligencia razonable por parte de los
demandados para contrastar la información que iba a contener su reportaje, con carácter
previo a la emisión, pero sobre todo, reconociendo en el propio reportaje que el “Niño
Sáez” no había sido imputado por la policía por el asalto a la joyería, una imprudencia
incluir los hechos relativos a la implicación de aquél en ese delito con tanto detalle cuando
no hay fuente de información alguna en qué basarlos. Queda así probado que la actuación
de los demandados al redactar la noticia objeto de litigio del modo que lo han hecho, en los
extremos cuestionados, fue negligente e irresponsable en el momento en que faltaron a la
verdad con afirmaciones tales como que el Niño Sáez fue el cerebro del asalto y que
decidió aliarse con unos mafiosos búlgaros para asestar el golpe, siendo probablemente
simples rumores carentes de toda fundamentación o contrastación de hechos que
probablemente continúan siendo investigados judicialmente. Téngase en cuenta que el
artículo no transcribe manifestaciones de tercero, ni identifica fuente informativa alguna,
motivo por el cual no es información digna de protección.
No obstante quedar acreditada la lesión, para valorar su entidad ha de tenerse en cuenta las
circunstancias personales concretas del hijo de la demandante, pues no sería igual el
perjuicio causado al imputar un delito sin fundamento a una persona ajena al mundo de la
delincuencia que hacerlo a una persona como el “Niño Sáez”, delincuente reconocido como
tal por la propia policía, según resulta de sus antecedentes policiales y de las
manifestaciones recogidas en el propio oficio recibido de la Policía Nacional, la cual le
cataloga policialmente como integrante de organización criminal especializada en robos
con fuerza de entidad a establecimientos comerciales.

QUINTO.- Constatada la intromisión ilegítima en el honor del hijo de la demandada, D.


Francisco Javier Martín Sáez, procede determinar la cuantía indemnizatoria partiendo de la
presunción legal del perjuicio derivado de la referida ilegitimidad de la intromisión, según
dispone el artículo 9.3 de la LO 1/82, perjuicio éste que también se extiende al daño moral.
Así las cosas, teniendo en cuenta los criterios que para su valoración establece el Tribunal
Supremo, las circunstancias concretas del caso, la entidad (escasa) de la lesión
efectivamente producida, tal y como ha sido explicada anteriormente, la difusión o
audiencia del medio a través del cual se ha producido aquella, no así el beneficio obtenido
por la demandada, por no resultar acreditada, considerando que la difusión de la noticia se
hizo a través de dos medios, el Diario “El Mundo”, uno digital, la página web de “El
Mundo”, considero ajustado a derecho fijar como indemnización por el daño moral sufrido
por el hijo de la actora la cantidad de 2.000 euros.

SEXTO.- Finalmente interesa la demanda la publicación de la sentencia en los mismos


medios utilizados para divulgar el artículo ofensivo, así como retirar de estos el referido
artículo, lo cual resulta del todo procedente de conformidad con lo dispuesto en el artículo
9.2 de la LO 1/82, según el cual la tutela judicial que se invoca puede alcanzar a cualquier
medida necesaria para poner fin a la intromisión ilegítima de que se trate y para restablecer
al perjudicado en el pleno disfrute de sus derechos, así como para prevenir o impedir
intromisiones ulteriores.

SEPTIMO.- En consecuencia con todo lo dicho anteriormente, procede estimar en parte la


demanda interpuesta por Dª MANUELA SAEZ MARTINEZ, declarando que por los
demandados, D. JUAN CARLOS DELGADO, D. JAVIER GARCÍA NEGRE y la entidad
“UNIDAD EDITORIAL INFORMACION GENERAL, S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), a
través del diario El Mundo, tanto en su versión escrita como digital, se ha cometido una
intromisión ilegítima en el derecho al honor del hijo de la actora, D. Francisco Javier
Martín Sáez, con la edición y difusión el día 23 de mayo de 2017 del reportaje titulado “La
pista búlgara en el asesinato del alunicero Niño Sáez”, y condenando a los demandados a
indemnizar a la demandante en la cantidad de 2.000 euros, por los daños y perjuicios
causados, más el interés legal, así como a la publicación del encabezamiento y fallo de la
sentencia en el diario El Mundo de edición impresa y digital, en un lugar visible y de
relevancia similar a donde se publicó el reportaje litigioso, y a retirar de estos el referido
reportaje.

SEPTIMO.- De conformidad con el artículo 394.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil cada


parte abonará las costas causadas a su instancia, siendo las comunes por mitad.

Vistos los preceptos legales y demás de general y pertinente aplicación,

FALLO

Que estimando en parte la demanda interpuesta por la Procuradora, Mª Jesús Martín López,
en nombre y representación de Dª MANUELA SAEZ MARTINEZ, contra D. JUAN
CARLOS DELGADO, D. JAVIER GARCÍA NEGRE y la entidad “UNIDAD
EDITORIAL INFORMACION GENERAL, S.L.U.” (DIARIO EL MUNDO), debo
declarar y declaro que por los demandados, a través del diario El Mundo, tanto en su
versión escrita como digital, se ha cometido una intromisión ilegítima en el derecho al
honor del hijo de la actora, D. Francisco Javier Martín Sáez, con la edición y difusión el día
23 de mayo de 2017 del reportaje titulado “La pista búlgara en el asesinato del alunicero
Niño Sáez”, y debo condenar y condeno a los demandados a indemnizar a la demandante en
la cantidad de 2.000 euros, por los daños y perjuicios causados, más el interés legal, así
como a la publicación del encabezamiento y fallo de la sentencia en el diario El Mundo de
edición impresa y digital, en un lugar visible y de relevancia similar a donde se publicó el
reportaje litigioso, y a retirar de estos el referido reportaje, sin expresa imposición de las
costas procesales.

Notifíquese la presente resolución a las partes haciéndoles saber que la misma no es firme y
contra ella cabe interponer recurso de apelación dentro de los veinte días siguientes a su
notificación.

Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando en esta instancia, lo pronuncio, mando
y firmo.

Si las cantidades van a ser ingresadas por transferencia bancaria, deberá ingresarlas en la
cuenta número IBAN ES55 0049 3569 9200 0500 1274, indicando en el campo beneficiario
Juzgado de 1ª Instancia nº 08 de Madrid, y en el campo observaciones o concepto se
consignarán los siguientes dígitos 2436-0000-04-0446-18

No se admitirá a trámite ningún recurso cuyo depósito no esté constituido (L.O. 1/2009
Disposición Adicional 15).

NOTA: De conformidad con el Reglamento (UE) 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de

Lo anteriormente inserto concuerda bien y fielmente con el original al que me


remito y, para que conste, libro el presente, En Madrid, a veinticinco de enero de dos
mil diecinueve.

Firma del/de la Letrado/a de la Admón. de Justicia

NOTA: De conformidad con el Reglamento (UE) 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de
abril de 2016, se informa que la difusión del texto de esta resolución a partes no interesadas en el proceso en
el que ha sido dictada sólo podrá llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los
mismos contuvieran y con pleno respeto al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que
requieran un especial deber de tutela o a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando
proceda.
Los datos personales incluidos en esta resolución no podrán ser cedidos, ni comunicados con fines contrarios
a las leyes.

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