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Johnny Orejuela
Universidad EAFIT
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Floralba Cano
Escritos
2013
Floralba Cano. Escritos
Floralba Cano. Escritos / Editor Johnny Javier Orejuela Gómez.-Cali : Editorial Bona-
venturiana, 2013
384 p.
ISBN: 978-958-8785-19-6
152.8
E74e
ISBN: 978-958-8785-19-6
Tiraje: 300 ejemplares
Cumplido el depósito legal (Ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000).
2013
DEDICADO
A Floralba Cano,
por ser una mujer pionera de la psicología en Colombia
y por toda una vida dedicada a la enseñanza.
Preámbulo
Pienso que por pereza; porque nunca he sentido como importante lo que escribo.
Entonces, una vez que lo escribo ya resolví el problema.
Agradecimientos
Tabla de contenido
Apertura.
33 Es absolutamente imposible ser psicólogo
sin ser en esencia un clínico.
Johnny Javier Orejuela Gómez conversa con Floralba Cano
PARTE I. PSICOMETRÍA
APÉNDICE
383 Bibliografía
13
Prólogo
Pero aun así, lo que permite entrever la urdimbre son los “núcleos conceptuales”
que evidencian el “atractor1 personal”(en la imagen) de quien los crea. Es decir
“su sello”, “su huella”, porque el tiempo de la creación no es lineal, aunque la
visión del mundo de la autora esté relacionada sincrónicamente con el espíritu
del tiempo en un lugar específico de la Tierra.
El “primer núcleo conceptual” de este atractor tiene que ver con la construc-
ción de instrumentos de medición psicológica de los que el psicólogo no puede
prescindir, ya que su práctica profesional no se salva de la “estandarización” del
mundo –que impone con fuerza la globalización de la economía–, el aumento
de la población –al cual debemos dar respuestas–, la potencia de la tecnología
y la interconexión global.
Por ello, es importante observar que en todas las secuencias textuales que ha-
blan de construcción de instrumentos objetivos, de cómo usarlos en la práctica
profesional y de su sentido, la autora nos hace reflexionar sobre algunos “mitos”
que giran a su alrededor y se mantienen en el tiempo. Estas creencias implícitas
El primer “mito” tiene que ver con lo que se entiende por medida. Medir es
cuantificar y en este sentido se opone a cualificar. Esto ha llevado al abuso de
los instrumentos de medición, porque sólo la cuantificación nos salva de los
elementos subjetivos de quien mide, a saber, el profesional; en consecuencia,
se le asigna al test un valor absoluto. Su supuesta objetividad implica, necesa-
riamente, decisiones objetivas e imparciales tomadas sin que medien procesos
de interacción social.
Otro “núcleo conceptual”, que se entrelaza con el anterior, tiene que ver con
el estatuto epistemológico tanto de la observación como de la entrevista, ya
sea esta clínica o no.
En lo que atañe a la entrevista como técnica, la autora remarca que esta es, por
excelencia, el intrumento que permite al psicólogo "averiguar la realidad del
otro en su significado más profundo", pues implica un acercamiento en primera
y segunda persona; es la interacción social el medio para significar la realidad del
otro. Sin embargo, para diferenciarla de una conversación común y corriente la
entrevista debe ser efectuada por el psicólogo, quien debe conocer sus objetivos
y propósitos y tener claridad acerca de su papel: quién controla la situación. En
palabras de Piaget, el psicólogo debe saber observar y al mismo tiempo buscar
algo preciso...tener en todo instante una hipótesis de trabajo, una teoría...
miento clínico). Por otro lado, señala cómo el acercamiento en tercera persona:
él (acercamiento técnico), no respeta el hecho de que “se es sujeto siempre y
en todo caso” y en consecuencia, plantea un problema espistemológico porque
asumir él “como si fuera un sujeto” no es lo mismo que asumirlo como lo que es.
Los dos párrafos anteriores cobran sentido cuando Cano nos revela –pero no
completamente– “cómo” es ese objeto de la psicología: es subjetivo; se percata
que se percata; es sujeto psicológico; es simbólico... es sujeto (estado de concien-
cia alterada en el que los objetos que nos rodean toman un significado único y
por unos instantes el tiempo se detiene). Es el sí mismo, “entendido” como una
construcción del sentido para el camino de la vida que está en función del “allá
afuera", del otro (tú), de lo otro, en el que uno se mira y es mirado; que permea
siempre y en todo momento nuestra vida y es en sí mismo un símbolo; “aquello
que solo está presentido, pero aún no está claramente sabido”.3 Afirma, además,
que existe una "realidad psíquica" (el campo de estudio de la psicología) y por
añadidura, “iliteralizable”, según mi punto de vista.
El último (¿?) “núcleo conceptual” se entrevé en los textos creados por Floralba
en los últimos años. En ellos se evidencia una marcada inspiración en las ideas
de Jung, Hillman y algunos autores postjunguianos, quienes marcan un camino
en su búsqueda personal, como ella misma lo afirma. Sobre sus ideas adelanta
la discusión acerca del símbolo y de la realidad simbólica, de la que es también
una “expresión” el sonido psi de psicología, porque anticipamos lo intangible y
resbaladizo de su objeto. Pero además, el sonido psi en su representación visual (la
letra psi griega, en azul y rojo en sus dos versiones) evidencia la interdependencia
de lo femenino y lo masculino, como arquetipos implicados en las cuatro fun-
ciones orientadoras de la mente que forman parte de toda conciencia humana.
Para concluir este cuadro, me parece que este libro insiste –sin hacerlo explícito
y a través de todos sus “núcleos”–, en el hecho de que es tarea del psicólogo (y
llegar hacerlo puede llevar toda una vida) volverse “guardián de las diversidades
psíquicas” porque solo así honorará psique. Y ser “guardián de las diversidades
psíquicas” significa, sobre todo, contribuir a desencadenar procesos de resilien-
cia global... para “salvarse” y “salvar” a los otros de las consecuencias que trae
consigo una globalización de la economía que busca solo ganancias monetarias:
la “estandarización” del mundo en todas sus dimensiones, la negación de las
realidades locales, la subvaloración de las realidades psíquicas y el colapso de
este modo de vivir que podría eventualmente arriesgar la vida sobre el planeta
Tierra. Ojalá que lo consigamos y que sea así por el bien de todos y del Todo.
Natalia Becerra Cano
Augusta, Italia
Noviembre de 2013
19
Presentación
De antemano presento excusas por el estilo íntimo que puede cobrar por mo-
mentos esta presentación. Sé que no es usual en el campo académico escribir
en primera persona y aludir frecuentemente a las anécdotas y al ámbito de los
afectos, pero debo confesar que han sido precisamente estos últimos los que me
ligan a la profesora Floralba y me han impulsado y sostenido en esta empresa
editorial. Apelo a su amable comprensión.
Alguna vez le pregunté a Floralba que por qué no escribía un libro (me refería
a un libro de psicometría) en el que se condensara todo su saber alrededor de
un tema que había sido objeto de una cátedra suya a la que asistí como alumno
regular en 1994, materia que por lo demás fue reconocida ampliamente y se
mantuvo con el énfasis y el espíritu que ella le imprimiera (la elaboración de
instrumentos de medida) durante muchos años en la Universidad del Valle,
en la Universidad Nacional y en muchas otras universidades del país. Sin
embargo, en mi percepción, esta cátedra ha ido perdiéndose con el tiempo y
desplazándose a una formación de postgrado sin considerar las implicaciones
que tiene para la formación del psicólogo, esto es, reconocer la importancia de
conocer y comprender los fundamentos teóricos y técnicos de la construcción de
pruebas psicológicas, un instrumento de frecuente uso en los distintos campos
del ejercicio profesional, sobre todo –y para muchos– en los primeros años de
vida de ejercicio de la psicología. Es posible que ninguno de nosotros saliera
20 Floralba Cano. Escritos
Este libro nace, entonces, con una clara intención: rendirle un tributo a Floralba
Cano por su legado como maestra y como profesora e investigadora de excelencia
en el campo de la psicología en Colombia, un reconocimiento que estamos en
mora de hacerle, incluso mediante el otorgamiento de un doctorado honoris
causa. No obstante, mantengo la esperanza de que alguna universidad caiga en
la cuenta de esta deuda simbólica y con diligencia haga algo a este respecto.
Creo que no queda duda alguna de que la profesora Floralba tiene un lugar en
la historia de la psicología en el país con sólo echarle un vistazo a su currícu-
lum vítae (incluido también aquí). De su lectura se desprende que fue una de
las primeras psicólogas, investigadoras y autoras en psicología en Colombia,
como lo registran los anales de psicología colombiana en los que se muestran
Apertura 21
Decía que a lo largo de este libro se podrá apreciar el estilo singular de Floralba,
aquel que en muchas ocasiones empieza por aclarar lo que es aparentemente
obvio, pero sobre lo cual ella sabe que existe demasiado malentendido que
hay que advertir y superar. No son lo mismo individuo, sujeto y persona; no es lo
mismo clínico que terapéutico; tampoco lo es el análisis de caso y el estudio de caso.
La entrevista puede ser un instrumento de indagación o de intervención y un término
y un concepto se diferencian claramente; lo mismo un concepto de un constructo, el
aprendizaje no es un proceso cognitivo aunque involucre varios de ellos. Y así por
delante, como se verá. Su estilo, en la mayoría de los casos, inicia con el rastreo
de las definiciones etimológicas de los términos implicados en la discusión para
posteriormente derivar –y comprender– el sentido de los conceptos en juego y su
constelación con otros. Para esto el diccionario etimológico de Joan Corominas
ha sido su amigo inseparable, amigo que no cesa de recomendarnos.
se toparán con ellos. También aborda con original elocuencia contenidos que
muchos consideran “ladrilludos” y a los que se les tienen resistencia dada su
complejidad, como son la metodología de la investigación o la epistemología,
pero la calidad, la profundidad y la claridad con que los aborda hacen de ellos
una referencia en el campo psicológico nacional e internacional. Escribió
sobre lo que investigó o simplemente sobre lo que fue objeto de su quehacer
profesional así como de lo que hizo parte de su trayectoria docente y lo hizo en
un nivel de calidad y originalidad tan indiscutible que la hacen pionera en la
investigación psicológica en Colombia, todo ello sin necesidad de haber cursado
un doctorado lo que particular y paradójicamente no le ha impedido asesorar
a muchas personas que hacen sus estudios a este nivel. Ella, como nos lo dice
en la entrevista, no encontró uno en su momento que le fuera suficientemente
atractivo y viable, lo cual no me impide considerar que Floralba tiene sin duda
alguna, el nivel de un doctorado (y más que eso), y por ello concederle un doc-
torado honoris causa es un deuda con ella que lo tiene más que merecido. Ya
quisiéramos muchos de los que ostentamos el título de doctores tener el nivel
de erudición y sabiduría de nuestra estimada Floralba.
Aunque a decir verdad (y esto lo supe tiempo después) Floralba sí escribió antes
no un libro, sino dos. El primero, Manual de evaluación de programas académicos,
lo escribió en compañía de su colega Victoria Kairuz Márquez en 1979 cuan-
do trabaja para el Icfes. El segundo, Factores asociados al logro cognitivo de los
estudiantes: grados 5˚. y 3˚. (1993-1994) es el resultado de una investigación
publicada por el Ministerio de Educación Nacional en 1997 de la que también
existe un resumen a manera de capítulo titulado Factores de logro cognitivo en la
escuela primaría colombiana. Estudio realizado sobre una muestra de planteles, grados
3˚. y 5˚. (1993-1994) y da apertura a un libro de F. Javier Murillo Torrecilla
intitulado Eficacia educativa en Iberoamérica: 15 buenas investigaciones. En este
Floralba es coautora pero aparece de primera y sabemos que en la organización
de un libro eso no es arbitrario.
Pero deseaba un libro de Floralba sobre los múltiples asuntos en los que de-
mostraba su erudición de la cual yo era testigo privilegiado como su pupilo.
Comprensiones interesantes que ella misma “entiende más allá de lo que nor-
mativamente se entiende” y muy valiosas para la disciplina psicológica. Siempre
juzgué que lo que ella sabía en un nivel epistémico merecía ser publicado y que
no nos lo podíamos perder. Le insistí en el 2009 y ella me dio aquella respuesta
que reseñé atrás; sin embargo, mi demanda había cambiado. Ya no era un libro
de psicometría, ahora quería un libro sobre todo lo que ella sabía. De hecho,
uno en el que se apreciara todo lo que había escrito a lo largo de su trayectoria,
incluidos algunos textos que yo conocía y que ella me había regalado en la época
26 Floralba Cano. Escritos
de mi monitoría, pero que otros colegas ni sabían que existían. Algunos de ellos
hasta ahora inéditos, están aquí hoy por primera vez publicados.
Los escritos que pude conseguir junto con los que ya tenía, los tomó mi mo-
nitora Alejandra Melo (a quien agradezco inmensamente su dedicación) y los
transcribió en su totalidad en formato electrónico para facilitar su edición,
pues muchos son de la época en la que no estaba popularizado el computador;
de hecho, varios de ellos están escritos con puño y letra de la misma Floralba.
Durante esa pesquisa me fui a la Universidad del Valle y cual ratón de biblioteca
me sumergí en la búsqueda de otros documentos de los que Floralba había sido
–por naturaleza– coautora: tesis de grado que había dirigido (veinticuatro en
total) y con la información recabada elaboré la tabla que aparece al final de este
libro. Con ella quiero mostrar la amplitud de visión de Floralba, pues guió tesis
en múltiples campos de la psicología, y de paso hacer un reconocimiento a sus
alumnos. Espero me disculpen si por error no incluí algunos de los psicólogos
que se sienten igual que yo, orgullosos de haber sido orientados por la profesora
Floralba. De las tesis por ella tuteladas en la Universidad Nacional lamenta-
blemente solo pude acceder a tres, entre las cuales está la de su hija Natalia
Becerra Cano, quien prologa este texto, las cuales relaciono en la tabla al final.
Apertura 27
Quizás podría parecer que hubo un giro en las reflexiones de Floralba desde
Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento a Psi –de psico-
logía– una realidad simbólica, pues habría pasado del campo de la psicometría al
de la psicología profunda en clave jungiana. Pero quizás este cambio solo sea
aparente, pues como ella misma nos lo revela en la entrevista aquí presentada, la
psicometría fue en principio un arte cercano a la psicología profunda en cuanto
se trataba de inferir y describir la esencia de una persona y lo que era ella en
profundidad a partir de sus objetos de pertenencia. Floralba nunca le ha quitado
28 Floralba Cano. Escritos
Sostengo que es imposible olvidar a la Chatica. Primero, porque dejó una im-
pronta imborrable en la mente de varias generaciones de psicólogos del país,
muchos de ellos hoy también académicos; segundo, porque tenía un apelativo
singular y cariñoso para nosotros sus alumnos: “chatico”, con el cual disculpa-
ba el no recordar nuestros nombres. Apelativo por el que en sentido inverso
comenzó a ser reconocida en el concierto nacional: la Chatica. De esa manera
configuraba una relación de profundo aprecio y respeto “sin que pasara por el
ámbito de la amistad” como ella misma decía. Y eso es contundetemente cierto.
Algunos de sus alumnos que aún mantenemos contacto con ella sabemos que
no es nuestra amiga pero que sigue siendo nuestra maestra, a quien nos liga un
profundo lazo de admiración, respeto, reciprocidad y gratitud.
Apertura 29
El lazo profundo de aprecio que me liga a Floralba como mi maestra también une
a muchos de sus alumnos y colegas con los que comparto hoy la vida académica
y en muchas de nuestras conversaciones Floralba suele ser evocada con respeto
y admiración. Carlos Calle, a quien agradezco su sugerencias para mejorar este
libro, Carmen Elena Urrea quien apoyó desde un principio esta edición, Érico
Rentería, Ulises Cuéllar, Juan Diego Duque, Gloria Milena Londoño, Dulfay
González, Patricia Lasso, Nelly Astudillo y Óscar Ordóñez (por nombrar solo
algunos de los más cercanos que vienen a mi mente en este momento; los demás
sabrán disculpar que me traicione la memoria) son conocedores de cómo el
aprecio y la gratitud fueron la fuerza que impulsó la organización de esta obra
y de mi obsesión por un libro de Floralba, empeño en el que me sumergí hasta
lograrlo. Nunca imagine que sería yo el que hiciera con ella el libro que le pedí
un día de cuclillas al lado de su escritorio. He aquí el efecto de una demanda
no atendida y de la fuerza de la insistencia de un deseo. Floralba, por su parte,
tiene el libro, evidencia de un tributo más que merecido por todo lo que ha
legado a la psicología en el país, que refrenda el lugar especial que ella ocupa en
la historia intelectual de Colombia. Este libro es signo de gratitud y un tributo a
la maestra de maestras y sin duda una contribución a las nuevas generaciones
de psicólogos que quizás no hayan sido sus alumnos pero que también podrán
tenerla como su maestra a través de sus escritos sobre temas de psicología.
Estos escritos fungen como una fuerte estrategia de defensa contra el implacable
paso del tiempo que tiende a condenarlo todo al olvido. Yo por mi parte no podré
olvidar a mi maestra Floralba y espero estar contribuyendo con el presente a
que su enseñanza trascienda a las nuevas generaciones de psicólogos los cua-
les, intuyo, tampoco podrán olvidarla. El presente es, sin duda, un ejercicio de
recuperación y mantenimiento de la memoria. Para no olvidar a una mujer que
contribuyó hasta el cansancio a escribir la historia de la psicología en Colombia.
Johnny Javier Orejuela
Editor académico
Cali, 2013
33
Es absolutamente imposible
ser psicólogo sin ser en esencia
un clínico*
Johnny Orejuela conversa con Floralba Cano
Cali, 2009
Johnny Orejuela: Profesora Floralba. Para empezar, nos gustaría que nos contara
un poco acerca de su vida personal, su familia de origen y la relación que hay entre su
historia y su decisión de estudiar psicología. ¿Cómo llega usted a volverse psicóloga?
* Tomado de: Orejuela (2009). "Entrevista a la profesora Floralba Cano". Revista Guillermo de
Ockham, vol 6, pp. 129-142.
34 Floralba Cano. Escritos
Ya no me acuerdo, pero tenía algo que ver con la política y esa la razón por la cual
no me acuerdo. Fue una gran oportunidad de estudiar, de tener una comisión
o de hacer estudios profesionales y para ello había que hacer algunos ajustes o
aceptar irme por menos tiempo a hacer una especialización en el exterior. Con
seis hijos esa opción quedaba descartada y la que quedaba era hacer estudios en
Colombia con ciertas adecuaciones porque la beca era para dos años y para ese
tiempo los estudios profesionales eran de cuatro años. Como no había hecho
el bachillerato –que después se llamó clásico– sino un grado como maestra,
no podía optar ni por ingeniería ni por arquitectura, que eran mis opciones de
vida. Lo que podía hacer con un título de normalista eran especializaciones en
educación, pedagogía o psicología y también enfermería. Esta última me llamó
la atención pues yo inicialmente había comenzado la carrera de enfermería pero
en mi casa no permitían despegar. De todas maneras la enfermería no entraba
dentro de las expectativas que se abrían para la Secretaría de Educación. Total,
mi olfato estaba más bien centrado en el prestigio –el prestigio es importante
para cualquiera– que mis estudios trajeran a la educación y en ese prestigio la
psicología juega un papel importante. Entonces, fíjate, fue algo absolutamente
36 Floralba Cano. Escritos
Floralba Cano: Porque mis relaciones con mi madre fueron pésimas. Mamá
tenía pautas de crianza tremendamente adustas y dolorosas que no hicieron en
mi construcción de vida una relación feliz con ella. Con mi papá la relación
era racional; con mi mamá las relaciones eran absolutamente irracionales.
Pero, mirá, cómo es la cosa, una irracionalidad que algo tenía que ver con la
psicología. Si tú ves que mi primera opción en la enseñanza en la universidad
fue la psicometría y el vocablo psicometría se aplica por primera vez en su sen-
tido primigenio, es para referirse a la capacidad, al don o la vocación de ciertas
personas para predecir o anticipar cosas acerca de las personas a través de los
objetos personales sintiendo esos objetos, algo que hoy llamarían en las series
de televisión “los psíquicos”. Entonces, la psicometría en su fuente original sig-
nificaba eso, la capacidad de adivinación, de dónde está, quién es, qué le pasa,
cuál es su futuro, cuál su pasado, a través de la información que pueda dar; es
decir, de alguna manera ligada al arte de la adivinación intermediada por un
objeto. Con mi madre éramos dobles irracionales y con ella, obviamente, no iba
mi manera de ver el mundo. Pero presente simultáneamente con una lógica de
ingeniero como la de mi padre y creo que de las dos lógicas soy fruto.
Johnny Orejuela: ¿Cuál creería usted que fue la marca que dejó en su subjetividad
la relación con sus padres?
Johnny Orejuela: Bien. Y ahora pasando a otra parte de su familia, sus hijos, ¿cómo
ha sido su relación con ellos?
se acostumbraron a eso y respetan ese límite que he puesto. Cuando los estaba
criando y a la vez trabajaba, eran tantas las exigencias de trabajo, tantas las
tareas para sobrevivir que copaban por completo el día. Mis hijos continúan en
la línea familiar de tener como primer valor el trabajo y pienso que son buenos
trabajadores; como diría mi abuela, a Dios gracias. No con todos mis hijos la
relación es la misma. Obviamente con la mayor, María Lourdes, y con Natalia
que está en Italia y es psicóloga también, guardamos una estrecha relación
basada en lo científico, en lo académico, en los libros que leemos; hay una
buena línea de libros que circulan por toda la familia. A veces, cuando un libro
es interesante, suelo comprar tres, cuatro o cinco para regalárselos a cada una
de mis otras hijas; no menciono a Juancho porque murió. Con Juan compartía
más que una vida intelectual una bien vida afectiva y era el recipiente de sus
cuitas. Con mis otras hijas, sobre todo con Margarita –que está en Estados
Unidos– comparto temas, no líneas disciplinarias; comparto algo de arte, de su
interés por los mitos y por las pinturas vernáculas.
Con la “banquera”, Carolina, no hay tema que me una, porque a ella le interesa
el dinero y eso a mí no me importa. Desde que pueda sobrevivir para mí es su-
ficiente el dinero. Pero con ella comparto el interés por los gatos, el cuidado de
las flores y el jardín y en un tiempo –y con mucha exigencia de parte de ella– la
elaboración de vestidos; ya no, ¡afortunadamente! Pero son más cosas las que
comparto con ella; son cosas de la vida común. Con mi otra hija, Adelaida,
comparto lo relacionado con el cuidado de las matas, de la naturaleza y el interés
por los tejidos y los bordados.
Creo que cada quien tiene su vida propia. Yo cultivé por formación –y creo
que un poco exageradamente– el ejercicio de la autonomía, ser autosuficiente
y esforzarse en conseguir por medios propios la solución a un problema. Mi
tendencia es a abastecerme a mí misma y eso a lo mejor me hace parecer como
distanciada de otras personas que miran con otros valores la relación madre-hija.
Johnny Orejuela: Usted alguna vez me contó que les dijo a todos sus hijos que a los
veintiún años tenían que marcharse de casa…
terminaran se les acababa el “hotel mama”. Sabían que bajo de ese nido no
podían seguir; debían crearse y vivir su propia vida… y lo respetaron.
Floralba Cano: Federichi tiene para mí una cercanía inmediata porque fue
profesor de lógica matemática. Por aquel entonces se enseñaba en los medios
escolares lo que se llamaba la teoría de conjuntos y sorprendentemente mientras
yo era estudiante de Federichi de lógica matemática, dos de mis hijas también
eran sus alumnas en la Pedagógica, la una en quinto y la otra en primero. Y
eso me facilitaba mucho la guía y orientación de sus tareas, además de que se
ufanaban de compartir el mismo docente conmigo.
Johnny Orejuela: ¿Y qué más recuerda de su paso por la Nacional? Usted se gradúa
allí y después queda como profesora. Cuéntenos cómo fue ese tránsito.
Johnny Orejuela: ¿Y cómo pasa al Icfes? ¿Cómo es esa historia con el Icfes?
Floralba Cano: En uno de esos famosos bochinches que hacía “la plaga” –así se
llamaba el grupo de estudiantes que lideraba revolucionariamente el movimien-
to estudiantil– me di cuenta de que trabajar en la Universidad Nacional sería
difícil. Además, me había atrevido a hacer unas denuncias ante la Contraloría
y la Procuraduría por los malos manejos del personal de cafetería y ello devino
en una serie de amenazas lo que me obligó a pedir protección al DAS.
Todo decía que no podía volver a la universidad. Fue entonces cuando el joven
Ministro de Educación Luis Carlos Galán me dio una audiencia y me preguntó:
“¿Para dónde quiere ir?” En vista de mi silencio me volvió a preguntar: ¿Qué
quiere hacer?” Creo que él interpretó bastante bien mi cara de sorpresa y lo
único que atiné a decirle fue: “¿Dónde le firmo?” Ante eso me dijo: “Bueno,
déjeme que yo resuelvo las cosas”. Poco después me llamaron para decirme que
el doctor José Rodríguez Valderrama había solicitado que me pasaran para el
Icfes y fue así como fui a parar a la división de pruebas del Icfes donde trabajé
once años. Y en la Nacional quince años larguitos, solo que dos de ellos como
docente de Estadística I, II y Psicometría por hora cátedra.
Johnny Orejuela: Ya que menciona el año de 1980, usted obtiene en ese entonces
el Premio Nacional de Psicología…
Floralba Cano: Sí, aquí en Cali que me lo dieron. El recinto... –no sé por qué
visualizo el recinto pero no recuerdo nada–…¿Cómo se llamaba ese edificio?
A ver, a ver… ¡La FES!
Apertura 41
Johnny Orejuela: ¿Y por qué le dieron el premio? Usted participó en una convoca-
toria... Cuéntenos un poco la historia.
Floralba Cano: Yo creo que eso fue como el reconocimiento que me hicieron
hace poco, más bien como expresión de afecto de mis estudiantes. No siento que
hubiera salido del seno de la entonces Federación Colombiana de Psicología.
Fueron mis estudiantes los que insistieron, creo que por mi actividad en ese año
antes de venir a Cali como presidenta de la Federación.
Era un premio que daba el cuerpo directivo de la Federación, pero por los ru-
mores de pasillo pienso que se debió a la presión de mis estudiantes. Con ellos
guardaba lazos muy profundos de afecto pero no de amistad. Fue una modali-
dad que encontré aquí, en el Valle, que era extraña para mí. Uno puede tener
lazos muy profundos de relación sin amistad. Pero el reconocimiento fue a mi
docencia; creo que más vieja es mi hoja de vida; creo que soy un ventarrón,
porque no había razón. Para mí fue sorprendente. La otra cosa que pienso es
que era un reconocimiento después del adiós al ejercicio de la psicología en
Bogotá. Realmente no veo la decisión muy racional sino más bien afectiva. Lo
mismo que el premio reciente, aquí, en el Valle...
Floralba Cano: Sí, me lo dio la Universidad Nacional. Y ese sí que fue una
sorpresa mayor porque fui anunciada después de que acababa de recibir la sor-
presa de Cali. Unos días después entendí la razón de una encuesta del Colegio
de Psicólogos que yo había contestado para renovar mi tarjeta profesional.
En esa encuesta nos pedían que dijéramos cuáles de nuestros profesores recor-
dábamos y la respuesta se daba por correo electrónico. Total, un día me llamó
Olga Rodríguez, que había sido funcionaria de Icfes y colega mía en una de
las asesorías al Ministerio de Educación, para decirme que si podía enviar a
un miembro de mi familia o señalar a uno de mis amigos psicólogos para que
recibiera el premio que me habían dado en reconocimiento a mi docencia en
la Nacional. Creo que fue por votación de los que fueron mis alumnos que se
enteraron que podían votar electrónicamente. Los que no se enteraron me
escribieron cartas muy sentidas. En fin, yo les dije que iría pues era el premio
de mi alma mater donde pasé muchos años; es decir, un lugar ligado a historias
de construcción de vida, a vicisitudes, al cuerpo, a los lugares imposibles de
olvidar; entonces me pareció imposible no ir. El acto resultó sumamente serio
y conmovedor y lo recuerdo con especial valor. Me conmovieron los discursos
de la decana de humanidades y ciencias sociales y del rector, que a pesar de
ser ingeniero químico supo situar el significado de la creación de la psicología
alrededor de la psicometría, campo de mis afectos.
Johnny Orejuela: Floralba, si bien usted lo ha dicho entre líneas ¿cómo caracterizaría
su relación con los que fueron sus estudiantes, sus alumnos? ¿Me podría aclarar de
dónde sale la expresión “chato”?
Apertura 43
Floralba Cano: ¡Ah, sí! Es un recurso a mi pésima memoria para retener los
nombres. No puedo retener los nombres pero sí son inolvidables las acciones
de las personas, sus realizaciones. Puedo recuperar las personas a través de
sus realizaciones, pero si lo hago por el nombre es imposible. “Chato” es una
palabra bogotana paralela al “chino”, pero ese “chino” tiene doble valencia: es
despectivo, pero además coloquial y afectivo; entonces, el que queda como en
un terreno neutro es “chato”. El “chato” es el joven querido, el niño querido y
si es “chatico” es doblemente querido y eso obviaba el tener que decir fulano,
sultano o perencejo. Y como odiaba llamar a lista pues menos posibilidad tenía
de recordar los nombres. Lo que hacían mis estudiantes, cómo se relacionaban,
cuáles eran sus dificultades, dónde se sentaban en los salones, cuáles eran sus
grupos de amigos, las tensiones que habían entre los grupos de amigos; eso fácil-
mente se recupera en la memoria. Yo diría que formalmente solo me preocupaban
en cuanto pudieran dar cuenta de la cháchara de la clase; pero en esencia, me
preocupaban más como personas y cuando me preocupaban mucho me parecía
imprudente dar un consejo que no se me había pedido. Si había una razón formal
para regañarlos, tomaba como excusa el campo del desarrollo personal. Yo no
sé si consciente o inconscientemente, pero yo me las ingeniaba…
Johnny Orejuela: Floralba, usted tiene un recorrido importante y una serie de escritos
dispersos en diferentes publicaciones, pero no hay un libro suyo en particular. ¿Por
qué no escribió un libro?
Floralba Cano: Pienso que por pereza; porque nunca he sentido como impor-
tante lo que escribo. Entonces, una vez que lo escribo ya resolví el problema.
44 Floralba Cano. Escritos
Floralba Cano: ¡Ay, no! Creo que hubo circunstancias prácticas. Todo el tiempo
se iba en preparar conscientemente las asignaturas, en responder por ellas y
cuando tenía la capacidad física para hacerlo estaba el impedimento de la crianza
de mis hijos. Ya después, la manera de hacerlo era lograr una admisión en una
universidad y pedir una beca (lo llaman solicitar la comisión). Si yo hubiera
estado en la Universidad Nacional ten la seguridad de que lo hubiera hecho,
porque allá con solo cumplir los requisitos tiene uno el “sí” asegurado. Debes
saber que una de las tareas de la Universidad Nacional ha sido la de formar
personas para que se dediquen a la docencia o tengan una docencia con más
autoridad. Pero pensar en hacerlo en la Universidad del Valle era muy compli-
cado. No tenía cómo competir, creo que aún desconozco la cultura subterránea
que se teje alrededor de eso y que se manifiesta en las pugnas de los docentes
cuando están consiguiendo una comisión.
El problema de todas las ciencias –para unas más que para otras– es que la
construcción del objeto está mediada por el instrumento. La física cuántica
nos dio en este sentido un apoyo. Pero para el psicólogo el problema es la
psique y yo me pregunto cómo una psique puede ser objetivada, cómo es que
un comportamiento puede objetivarse, qué expresiones del psiquismo pueden
objetivarse. Pero, ¿qué es lo que estamos diciendo con “objetivarse”? Quiere
decir mediado por el instrumento que le dio la información. Con el correr del
tiempo caí en la cuenta de por qué completé la línea en epistemología y por
qué la había iniciado, sin ser consciente de haberla iniciado en psicometría.
Yo creo que ese concepto es muy parecido a lo que Jung toma como el “sí mismo”,
aún cuando el sí mismo para Jung es el centro de la psique, como la totalidad de
la vida psíquica del sujeto. Pero pienso yo que eso depende, como dice Hillman,
de las fantasías teóricas que uno construye; entonces, en la fantasía teórica de
Jung el objeto de la psicología es la psique.
46 Floralba Cano. Escritos
Johnny Orejuela: Bueno, Floralba, Usted viene hablando de Jung, pero en lo que nos
ha contado ha hecho un recorrido de su trayectoria y nos ha mostrado insistentemente
la presencia de la psicometría. ¿Cómo se da ese giro hacia Jung en esta última etapa?
Floralba Cano: Jung era un nombre, no más, sin significar y obviamente que
lo tuve en las clases de psicoanálisis. Creo que mi propia problemática personal
por aquel entonces me hacía vivir la corriente psicoanalítica como algo lejano e
incómodo. Recuerdo que huía porque no tenía escapatoria. Una cosa significaba
eso y también lo contrario y eso en un pensamiento lineal como el mío resultaba
incompatible con el psicoanálisis en ese momento.
Fue con la lectura de El universo o el cosmos creativo –o algo así– que encontré
una referencia de Jung y como padre de una idea que me pareció absolutamente
iluminadora. Esto fue lo que me llamó la atención y me enganchó. Y así como el
rechazo a las corrientes psicoanalíticas correspondió a un momento de la vida, a
una instancia de de mi desarrollo como persona, el encuentro con Jung obedeció
esta vez a otro momento. Y allí encontré un libro en especial: La naturaleza de
la psique y me sorprendió que en ese texto se testimoniara el rigor por el cual
Jung había pasado en la llamada psicología experimental, de los conceptos de
estadística; y cómo había llegado a ver la naturaleza de la psique desde el pun-
to de vista estrictamente clínico y subjetivo para terminar en la propuesta de
construcción del eje de la sincronicidad como un cuarto en la construcción del
cuerpo de las ciencias: tiempo, espacio, causalidad y sincronicidad.
Floralba Cano: En este momento todo lo que sea texto jungiano; pero son como
siete jungianos no más. Tampoco leo todo lo jungiano.
Eso hace falta para completar la formación de una visión psicológica porque
igual que los sueños y los arquetipos son expresiones matriciales de la psique
que hoy tienen en nosotros una expresión aparentemente diferente; bueno, yo
diría que es la misma pero expresada en otras palabras. Entender lo psíquico es
como entrar en el Olimpo griego… Eso lo aprendí de Hillman, quien tomado
ciertos conceptos jungianos no los ha trascendido porque no los cambia; los
toma pero los desarrolla para el mundo de hoy. Me parece que Hillman tiene
una palabra tremendamente importante en la construcción de la psicología.
Yo pienso que por avanzar y por tener un espacio más reposado en la formación
de la base psicológica se derivó en ello, a espaldas de la historia de la psicolo-
gía y del espíritu del tiempo en el cual surgió como fue la construcción de la
psicología en Grecia. ¿Quién puede entender el significado de la psicología?
¿Qué le queda? Ya pasó el tiempo de la formación básica y cuando no nos re-
partimos en los famosos enfoques, damos las teorías psicológicas existentes en
relación con ciertas posturas, dijéramos, teóricas de la psicología, como ¿qué
es la personalidad?, o las etapas del desarrollo, de la psique o de la persona.
Entonces allí se legitima diciendo que esas materias tienen usos prácticos, es
decir, van derecho a la aplicabilidad. ¿Por qué? Porque ya pasamos la base. Por
eso tenía sentido la propuesta que muy pocas universidades llevaron (la que la
está llevando a cabo en Colombia es la Nacional) cual es tejer el hilo curricular
a través de problemas importantes que ellos llaman laboratorio, por núcleos de
problemas. Porque amarra, por lo menos, a través de problemas y lo práctico
de las aplicaciones tienen su referente teórico construido no como referente
sino como la acción del estudiante al tener que resolver los subproblemas que
hacen un gran problema.
La papita del mes. ¡No hay derecho¡ Hablo crudamente, pero eso es ahora mi
imaginario de lo que fue vivir mi docencia.
Floralba Cano: Yo estoy muy alejada de eso. Tengo apenas el pálpito, porque
a veces como que irrumpe sobre las problemáticas enormes de esas juventudes
sin posibilidad de enlace; haciendo una carrera sobre el absoluto presentimiento
de que quizás no sirva para nada (de esa manera tienen bastante para que “mis
papás me sigan alimentando”); con un profundo desprecio hacia sus docentes
a quienes ven como un sirviente (sobre todo en la universidad privada) y no
como un servidor. Es muy duro hacer seductora la universidad frente a los otros
focos de seducción que hay por fuera; y no solamente por fuera de los muros,
sino en la universidad. Creo que una de las formas es planteando las cátedras a
través de problemas reales, que es lo que traza la metodología de la formación
por competencias. Así sean los problemas que al profesor le parezcan que son
importantes y que logra que sean compartidos por sus estudiantes; sin eso no
se puede. Esos problemas deben implicar un esfuerzo en su solución por parte
del estudiante y disciplina en el profesor para que el estudiante sienta que es
responsable de eso y que tiene toda la ayuda. Pero si él no ara no va a tener
cómo sembrar. Pero eso es cambiar completamente la relación alumno-profesor.
Otra de las cosas es dar la asignatura trayendo contenidos de otras disciplinas que
puedan ser tratadas por la psicología para que ellos vean el enlace. Ellos dicen:
“Lo único que necesito es el título, después puedo hacer con él lo que quiera;
o, mejor dicho, me sirve para conseguir empleo”. Me sorprende su facilismo;
tienen algo para resolver y lo primero que hacen es coger el teléfono para saber
de qué manera otra persona puede darles o indicarles cómo hacer trampa, cómo
lograr eso sin esfuerzo. Entonces es lo primerito que piensan. Creo que si hay
una manera de seducirlos es seguir esos campos de placer y hacer propuestas
que les fueran atractivas. Hay docentes que lo están haciendo en la primaria y
en la secundaria. Uno de mis nietos está en Bogotá en un colegio así.
Johnny Orejuela: Para terminar, usted fue asesora del Ministerio de Educación y
del Icfes. ¿Qué opinión tiene sobre el proceso que se adelanta actualmente con los
exámenes Ecaes?
Floralba Cano: Creo –por los rumores de pasillo– que los Ecaes entraron en
crisis. La crisis se aligeró porque esa estrategia de regalar preguntas después de
que les había costado tanto trabajo a los profesores hacerlas llegó a su límite.
Por otro lado, lo festejaron, creo que muy inconscientemente, sin saber qué
50 Floralba Cano. Escritos
significaba eso sin saber qué era la pérdida del banco de preguntas tan pronto
pasaba el examen. Para cada edición de los Ecaes se habían pedido solamente
dos estructuras de prueba completa; o sea, en el primer año ya se quedaron con
uno solo examen. Y eso cuesta mucho. Eso obedecía a ciertas imaginaciones
que decían que eso era muy fácil y que de esas preguntas nadie se acordaría
después y lo único que teníamos que hacer en ese afán era engordar un poco las
preguntas en su enunciado y hacerlas por disciplinas para constituir un banco.
Esa sí era una verdadera fantasía burocrática y política. Ahí quedaban ésas
preguntas y ya después ni necesitamos los profesores de cada carrera porque
una pregunta de biología es de biología, independientemente de que esté en
el currículo del psicólogo o no, y lo mismo para el ingeniero. Entonces, entre
todas las preguntas es muy fácil armar a voluntad cualquier examen sacando
solamente por especificación el tema como de debajo de la manga, solamente
porque el hilo conductor son las competencias interpretativa, argumentativa y
propositiva. Esa fue la fantasía fatal.
El proceso debe ser democrático, pero es que costelar –como diría Jung– es
muy difícil. Entonces, la crisis comenzó por allí, porque obviamente no había
más dinero para pagar a los grupos y las universidades. Era falso que los Ecaes
costaran lo correspondiente a la cifra que daba el Icfes para la construcción de
cada edición de Ecaes al grupo que se ganaba la convocatoria, porque había que
sumar todo lo que le costaba a cada universidad la liberación de sus profesores
en tiempo para asistir a talleres para los procesos de construcción: los viajes a
Bogotá, los viáticos de los profesores, etc. Parecería que eso no le costó a nadie,
y les costó a las universidades, al aparato educativo, y no siempre fue usufruc-
tuado ese costo porque muchas personas iban a esos talleres por los viáticos y
se estaban dos o tres horas y no regresaban y lo que después enviaban era una
cosa que no servía. Muchas de estas de propuestas de preguntas se quemaron
por ese origen.
Apertura 51
Yo pienso que el único mérito de los Ecaes proviene del juicio social acerca de
su importancia. Evidentemente, si esto es una cosa hecha por el gobierno tiene
más credibilidad que el mismo título que da cada universidad. Esto tiene sus
más y sus menos, porque su lado perverso es utilizado según la interpretación
de cada quien desde el punto de vista del puesto que a cada universidad o a
cada disciplina le da el Ecaes.
Me parece que es como si se repitieran los ciclos, claro, con otras formas de
expresión. Es posible que a los Ecaes les caiga por necesidad la seriedad. La
seriedad desde el punto de vista del uso de la disciplina psicométrica, no desde
otro punto de vista. Pero, ¿quién sabe? Porque al Icfes le pasó lo mismo que al
Sena. La cosa se cae completamente cuando pasa de los técnicos a los políticos,
cuando lo que importa es el puesto y no el dominio técnico.
Johnny Orejuela: Bueno, Floralba, yo creo que hemos terminado ¿Quiere agregar
algo más?
Floralba Cano: No. No se me ocurre. Acuérdate que yo hago las cosas ha pedido.
Creo que fue resuelto muy coloquialmente, pero también con toda sinceridad.
Floralba Cano: Con todo gusto, Johnny; tú sabes que ha sido con todo gusto.
55
Una vez que el examen objetivo se haya aplicado por primera vez, se tendrán
indicios objetivos sobre cómo se entendieron o interpretaron las preguntas, cuá-
les fueron contestadas por la mayoría, cuáles por ninguna persona, cuáles por la
minoría de los mejores, cuáles por los peores y cuáles por los mejores solamente.
4. Con las sumas verticales se obtendrá el número de veces que ha sido co-
rrectamente contestada cada pregunta. Observando toda la matiz, se tendrá
información acerca de si las preguntas tienden a ser bien contestadas por
los alumnos que obtuvieron altos puntajes, por los de bajos puntajes, por
casi todos o por muy pocos.
Gráfico 1
Matriz de respuestas correctas
Preguntas PB
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1 / / / / / / / / / 9
Alto
2 / / / / / / / / 8
3 / / / / / / / / 8
4 / / / / / / / 7
5 / / / / / / / 7
6 / / / / / / / 7
7 / / / / / 5
8 / / / / / 5
Individuos
9 / / / / / 5
10 / / / / / 5
11 / / / / 4
12 / / / / 4
13 / / / / 4
14 / / / 3
Bajo
15 / / 2
14 7 10 1 11 8 10 11 1 10 83
b. Aquellas que han sido contestadas por menos del 10 % del grupo total, a
menos que se desee hacer exámenes muy difíciles. Es bueno recordar que
exámenes de dificultades extremas disminuyen las probabilidades de ser
contestados correctamente porque aumentan las respuestas por adivinación.
c. Aquellas que han sido contestadas en igual proporción por individuos
del grupo alto y del bajo; por ejemplo, las preguntas 1 y 3 de la matriz.
Este fenómeno se define todavía más y tiene mayor significación cuando
se trata de grupos numerosos.
d. Las contestadas por mas individuos del grupo bajo que del alto. Ejemplo,
pregunta 9 de la matriz.
60 Floralba Cano. Escritos
Las preguntas que tienen las anteriores características no son deseables porque
no permiten distinguir los alumnos de alto rendimiento de los de bajo rendi-
miento, puesto que han sido contestadas por todos, por ninguno o por igual
número de altos que de bajos.
10. Para futuras aplicaciones se acumulan las preguntas buenas, las que puedan
mejorarse o las que se desee ensayar nuevamente. Se conserva también
información acerca de su comportamiento en diferentes exámenes y en
diferentes grupos, por lo cual es necesario asegurarse la estricta seguri-
dad de los exámenes para evitar su conocimiento previo por parte de los
estudiantes. De esta forma se construye un banco de preguntas que en lo
sucesivo proveerá material para elaborar exámenes confiables que sirvan a
los propósitos que se tengan en mente y con las características deseables.
Gráfico 2
Matriz de respuestas correctas (reordenada)
Preguntas PB
1 5 8 7 10 3 6 2 4 9
1 / / / / / / / / / 9
Alto
2 / / / / / / / / 8
3 / / / / / / / / 8
4 / / / / / / 7
5 / / / / / / / 7
6 / / / / / / / 7
Individuos
7 / / / / / 5
8 / / / / / 5
9 / / / / / 5
10 / / / / / 5
11 / / / / 4
12 / / / / / 4
13 / / / / 4
Bajo
14 / / / 3
15 / / 2
14 11 11 10 10 10 8 7 1 1 83
X V ? V V X V V X X
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 61
Se entiende que los pasos aquí esbozados están dirigidos a profesores sin co-
nocimientos de psicometría y que no desean o no encuentran razonable dedi-
carle demasiados cálculos a la tarea de evaluar, sobre la base de que solo se ha
enfocado la bondad de la pregunta desde el punto de vista de la elección de la
alternativa correcta en preguntas de selección múltiple y para el caso de que el
comportamiento de las respuestas en las alternativas no correctas, sea el deseado.
alumnos menos buenos del grupo alto y los peores del grupo bajo. En un
nivel práctico, son pocas las probabilidades de equivocarse al considerar
que quienes tuvieron puntajes bajos tienen un nivel de aprovechamiento
bajo. Se deberá pensar (y más de dos veces) la decisión de aproximar, por
ejemplo, a puntajes superiores las calificaciones iguales o inferiores a 12,
para el ejemplo que se describe.
5. El umbral de decisión para la categoría “pasaron” puede establecerse en 18
puntos, en 15 puntos o en 13 puntos.
Gráfico 3
Distribución de puntajes para un examen objetivo
8
B A
6
4
2
0 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Puntajes brutos
Tabla 1
Transformaciones de un mismo puntaje bruto
(Se conserva la escala y se varía el procedimiento)
P.B. (1) (2) (3) (4) (5) (6)
19 9.5 15 13 15 13.5 12
18 9 14 12 13.5 12 12
17 8.5 13 11 13.5 12 12
16 8 12 10 12 10.5 9
15 7.5 11 9 10.5 10.5 9
14 7 10 8 9 9 9
13 6.5 9 7 7.5 9 9
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 63
El profesor no tiene ninguna razón objetiva para considerar que todo lo que
pregunta debe ser correctamente contestado. Si realmente estuviera seguro de
ello, entonces, ¿para qué hacer el examen y por qué pensar que deben ser treinta
y no cuarenta o veinte preguntas? Si hace un examen es porque considera que
habrá alumnos que no manejan ciertos conocimientos y desea saber si está en lo
cierto, o por lo menos cuáles tópicos son del dominio del estudiante y cuáles no.
Por lo tanto, “lo que debe saberse, según el criterio del profesor” no es la única
referencia para dar una nota apreciativa de lo que el alumno sabe, a menos que
esté seguro de que no hay interferencia alguna en el proceso de aprendizaje, lo
cual es muy arriesgado asegurar.
Para un puntaje bruto de 19, se tiene que está a cuatro puntos del promedio del
grupo que es de 15; 4 se divide por 2.97 que es la desviación estándar (s) para
obtener 1.32; 1.32 se multiplica por 3 que es la desviación estándar arbitraria
fijada y este producto se suma a 9, el promedio arbitrario fijado para la escala
de calificaciones lo cual da, aproximando, una calificación de 13, que es la nota
correspondiente a un P.B. de 19 en la escala de calificaciones cuya cabeza de
columna es (3). Esta forma de calificar se conoce con el nombre de puntajes
estándar derivados. Estándar, porque cada P.B. se transforma en función de la
desviación estándar de la distribución de puntajes, y derivada porque se “deriva”
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 65
a otra escala con parámetros arbitrarios que tiene en cuenta el tamaño del grupo
que ha abordado el examen, la escala sobre la cual se desea calificar, el sitio
que determinara la dicotomía “aprobados frente a reprobados”. Para este caso
se tomó como umbral de decisión 9, que es la mediana de la escala tradicional
de 0 a 5 de una nota aprobatoria de 3; por eso, el promedio arbitrario que se ha
tomado es 9. Se tomó una desviación estándar arbitraria de 3, porque se espera
que para una distribución con un N=50, el rango total de dispersión sea de
aproximadamente 4 desviaciones y por lo tanto los límites del rango total de la
escala de calificaciones (0 a 15), se pueden obtener restando y sumando a 9 el
producto de multiplicar 3. La desviación estándar arbitraria, por 2, el número de
desviaciones por encima o por debajo del promedio que se espera teóricamente
para una distribución de N=50.
Gráfico 4
Dos escalas en una misma recta numérica - para N=50
Escala PB 9 10.2 11.4 12.6 13.8 15 16.2 17.4 18.6
Intervalos E D C B A
Intervalos E D C B A
Si se deseara hacer solamente cuatro intervalos, cada uno tendría una amplitud
de una desviación estándar; como no se desea hacer cuatro intervalos sino cinco,
se dividirá la amplitud total (cuatro), por cinco (los intervalos deseados), lo cual
da 0.8 unidades de desviación. La desviación estándar de la distribución es de
2.97 que se aproxima a 3 para facilitar los cálculos; de tal manera que el valor de
cada intervalo expresado en unidades de desviación estándar es de 0.8 x 3 = 2.4.
Como se desea hacer coincidir el punto medio del intervalo central con el ren-
dimiento promedio del grupo que es de 15, se toma 15 como la coordenada de la
grafica central. Las dos primeras gráficas laterales y centrales, respecto de la gráfica
central, se obtendrá sumando y restando a 15 la mitad del valor del intervalo 2.4
y se tienen las graficas 13.8 y 16.2 en la escala de puntajes brutos. La gráfica que
separa el primer intervalo tendrá como primera coordenada 18.6 (16.2 + 2.4) y
la coordenada de la gráfica que separa el último intervalo, será 11.4 (13.8 - 2.4);
la gráfica que cierra el último intervalo tendrá como coordenada 9, (11.4 - 2.4); el
primer intervalo se deja abierto. Así, se han obtenido hasta ahora cinco puntos en
la escala de puntajes brutos que pueden hacerse coincidir con otras tantas coor-
denadas en la escala de calificaciones. Es posible determinar puntos medios en los
intervalos y así se obtendrán cuatro gráficas más, de tal manera que se obtiene un
total de nueve categorías para calificar. Esta escala tiene en cuenta el rendimiento
promedio del grupo y el máximo rendimiento; sin embargo, se observa que hay
calificaciones demasiado extremas. Los alumnos de alto rendimiento fueron mejo-
rados en gran medida y los de bajo rendimiento quedaron desmejorados también
en gran medida. La distribución así obtenida jala por los extremos y en cuanto al
grupo en total no se ha obtenido mejoría; sigue aprobando aproximadamente el
50 % del grupo. Los mejores del grupo bajo no se han tenido en cuenta.1*
La sexta columna (5), corresponde a una escala que guarda los mismos princi-
pios de construcción de la anterior, solo que se ha corregido la influencia que
el tamaño del grupo tiene sobre la calificación. El argumento es: si en lugar de
haber examinado 45 alumnos se hubieran examinado 500, ¿qué características
hubiera tenido la superposición de las dos escalas, a saber, la de puntajes brutos
y la de calificaciones? ¿Se pueden obtener mayores beneficios si se aíslan los
efectos del sesgo? En otras palabras, si la escala se calificaciones se levanta para
un N de 500 se tiene mayor fiabilidad de la medida porque los valores de la
variable (lo que pretende medir el examen) se presentan en forma más continua,
se eliminan los descensos y ascensos bruscos y muy posiblemente la distribución
no sea bimodal sino unimodal, además de que se conserva la asimetría negativa
si todos los 500 estudiantes en conjunto, mantienen las características de los
45 examinados y las circunstancias de aplicación se conservan.
Gráfico 5
Dos escalas en una misma recta numérica - para N=500
Intervalos E D C B A
Intervalos E D C B A
Gráfico 6
Distribución de respuestas casuales
N= 36 N= 29
M= 9.02 M= 8.5
10 S= 2.6 S= 2.3
Frecuencia
8
6
4
2
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Puntajes brutos
Nota: A la izquierda aparecen las estadísticas del grupo total, en la segunda aplicación y a la
derecha, descontadas las personas que algo sabían.
Se puede apreciar una distribución con una tendencia hacia la asimetría nega-
tiva y también que una vez eliminados los datos correspondientes a las personas
que conocían algo del contenido que se desea observar para el promedio y la
desviación estándar, se acercan a los esperados teóricamente. Se ha verificado
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 71
que en las escalas (5) (6) de la tabla 1, el nivel mínimo de conocimientos marcó
el umbral de decisión para la categoría “aprobados”, lo que no significa que en
otras circunstancias el umbral de decisión puede correrse hacia arriba en la
escala; no deberá nunca correrse por debajo del nivel mismo.
Para elaborar la escala se escriben los puntajes brutos posibles de obtener y para
facilitar la conversión de puntajes brutos a valores en la escala de calificaciones,
se pone al frente del umbral de la categoría aprobados en la escala de P.B., la
calificación aprobatoria y hacia arriba y hacia abajo incrementos o decrementos
iguales a .25, tal como lo muestra la tabla 2.
72 Floralba Cano. Escritos
Tabla 2
Escala de conversión de puntajes brutos a calificaciones en una escala de 0 a 15
P.B. Calificación P.B. Calificación P.B. Calificación
52 15 39 11.75 26 8.50
51 14.75 38 11.50 25 8.25
50 14.50 37 11.25 24 8
49 14.25 36 11 23 7.75
48 14 35 10.75 22 7.50
47 13.75 34 10.50 21 7.25
46 13.50 33 10.25 20 7
45 13.25 32 10 19 6.75
44 13 31 9.75 18 6.50
43 12.75 30 9.50 17 6.25
42 12.50 29 9.25 16 6
41 12.25 28 9 15 5.75
40 12 27 8.75 14 5.50
M - Mazar (Ecuación 4)
t=
ES
donde
s
ES =
(Ecuación 5)
√n
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 73
Para las tres situaciones se toman como contantes Mazar puesto que se trata del
mismo examen; la hipótesis de nulidad (Ho), puesto que se desea verificar el
mismo fenómeno en las tres situaciones; y el nivel de significación (NS) porque
el riesgo de decisión está determinado para el mismo instrumento. En la tabla
3 se resumen las estadísticas para cada una de las situaciones.
Tabla 3
Resumen de estadísticas para las condiciones A, B y C, necesarias
para verificar la hipótesis de nulidad M = Mazar
Estadísticas variables A B C
N 45 36 29
M 15 9.02 8.5
s 2.97 2.6 2.3
ES 0.44 0.43 0.43
gi 44 35 28
t 16.93 (1) 3.5 (1) 2.32 (2)
Umbral de decisión 2.69 2.7 2.76
Estadísticas constantes A B C
Maz 7.5 7.5 7.5
NS 1% 1% 1%
El rendimiento promedio
Ho está determinado por el azar,
por lo tanto M = Maz
(2) No
Notas (1) significativa
significativa
Tabla 4
Resumen de estadísticas para calcular el intervalo de confianza para Mʼ
en las condiciones A, B y C
Estadísticas A B C
M 15 9.02 8.5
UDt 2.69 2.7 2.76
ES 0.44 0.43 0.43
Límite superior del
16.19 10.18 9.69
intervalo de confianza
Límite inferior del
13.81 7.86 7.31
intervalo de confianza
Mazar 7.5 7.5 7.5
El intervalo de El intervalo de
Sí lo
Decisión confianza para Mʼ confianza para Mʼ no
incluye
no incluye Mazar incluye Mazar
Parte I. Psicometría • Elementos de estadística al servicio de la evaluación del rendimiento 75
Con estas reflexiones sobre la evaluación he querido demostrar que toma poco
tiempo preocuparse seriamente por ella y que los exámenes objetivos –si están
bien construidos– brindan indicios más confiables.
Qué es medir
El significado más usual de medir conduce a la idea de cuantificación como lo
que le es sustancial; sin embargo, esta no es sino una de las formas de expresar
el producto de la medición: si el nivel más “elemental” de la medición se ha
identificado como nominal, el siguiente es la cualificación.
Aunque se usen números para identificar las distintas categorías de una escala
nominal, estos no cumplen la función de “verdaderos números”, pues no ope-
ran ni como ordinales, ni como cardinales, ni como racionales: son numerales,
códigos numéricos que indican características o cualidades o condiciones de
esas distintas categorías. Los números usados en las escalas nominales no son
de la misma clase que los de las otras escalas y no expresan cantidad ni grado
de una magnitud. Así las cosas, si no se puede expresar la cualificación en la
cuantificación no es esta la sustancia de la medición y se devela como tal la di-
ferenciación, la cual es inherente tanto al uso de códigos numéricos (numerales)
como al de valores numéricos (“verdaderos” números). Para medir se cualifica
o se cuantifica y con la una o con la otra se diferencia.
Es evidente que las diferencias individuales han sigo una problemática álgida
para los científicos sociales. Para alguna moda intelectual, el asumirlas como
reales (¿como válidas?) ha resultado ser una postura ideológica insostenible y
comprometedora y por lo tanto, se ha preferido optar por considerarlas inexis-
tentes, pero la evidencia cotidiana de las diferencias individuales se constituye
en testimonio que obliga a replantear su problemática. Pienso que lo ideológico
se determina como antinomia cuando se adjudica a tales diferencias uno u otro
origen: lo heredado o lo adquirido. Para lo primero, las diferencias individuales
serían connaturales a los seres humanos como organismos biológicos y por tanto
inmodificables o estructurales. Para lo segundo, las diferencias individuales
serían susceptibles de igualación por cuanto pueden troquelarse socialmente
en el ser humano como sujeto-objeto social y por lo tanto modificables. Cada
polo de la antinomia explicaría de manera distinta las diferencias individuales
y su legitimación de manera opuesta.
Parte I. Psicometría • Los test psicológicos y su valor ante la ley 79
En estricto sentido, una prueba solamente mide una muestra de posibles con-
ductas, lo cual indica que pruebas que dicen medir el mismo rasgo pueden medir
aspectos bien diferentes de él e incluso medir rasgos en verdad diferentes según
la muestra de conducta representada en cada uno de ellos. Insisto: no importa
que tengan el mismo nombre.
Examinando todo lo anterior, el valor relativo que puedan tener las pruebas
psicológicas para propósitos prácticos no solo depende del conocimiento del
proceso de construcción de una prueba, sino (y en mayor medida) del cono-
cimiento de la situación en la que se desea tomar decisiones, del efecto de la
inconfiabilidad de la medida, de los determinantes de su validez, de la manera
como se interprete la información que provee, del efecto que sobre la persona
tienen las decisiones que se toman, del conocimiento de las personas afianzado
en otra fuentes de información, de la manera como se informen los resultados de
las pruebas y de la significación social que la persona “medida” y los interesados
en ella den a tales resultados.
los perjuicios que se pudieran ocasionar a quienes, por fallar en tales exámenes,
no son admitidos para proseguir sus estudios superiores. Estos perjuicios se
ocasionan porque no es usual en nuestro medio determinar la validez de tales
instrumentos para predecir el éxito en los estudios. Ello se ha dejado a las ofi-
cinas de admisión universitarias y se puede asegurar que menos de un 2 % de
ellas se preocupan por verificar qué tan bien están funcionando como criterios
de selección. Se contentan con haber resuelto el problema de selección (¿o de
exclusión?) sin detenerse en cómo se ha resuelto.
Por otro lado, si bien en su intención los instrumentos no han sido utilizados para
impedir el acceso de ciertos estratos socioeconómicos a determinados niveles de
la organización gubernamental, es fácil verificar que sus efectos sí lo son, entre
otras cosas porque es muy difícil lograr que las diferencias de acceso a diferentes
niveles de instrucción no marquen el éxito en las pruebas y en nuestro medio
no podemos decir precisamente que todos los estratos socioeconómicos tienen
igualdad de acceso a todos los niveles de instrucción. Hasta ahora, ninguno
de los instrumentos utilizados para la selección de personal ha sido construido
de tal manera que la distribución de puntajes tenga el mismo patrón cuando
se administra a grupos diferenciados por variables relevantes en los diferentes
desempeños laborales, ni para diferentes estratos socioeconómicos. De esta ma-
nera, la “igualdad de oportunidades” para clasificar en la carrera administrativa
debe entenderse en un sentido muy particular.
82 Floralba Cano. Escritos
Al igual que en las pruebas utilizadas en el sector educativo para fines de selec-
ción de estudiantes, las utilizadas en el sector laboral carecen de la identificación
de su validez predictiva de éxito en el desempeño.
Las pruebas más utilizadas para rendir conceptos psiquiátricos son las de per-
sonalidad e inteligencia. Precisamente, pruebas que se refieren a rasgos com-
plejos: constructos que, más que conductas aisladas se conciben como factores
estructurales que, para el caso de la personalidad, lo son de la manera de ser
del sujeto. Es precisamente por su complejidad, que el valor de la información
obtenida a partir de ellas es mucho más relativo porque, en mayor medida su
valor depende del conocimiento profesional que de ella se tenga y asimismo,
del conocimiento integral del sujeto a quien se aplica. En este último caso, la
Parte I. Psicometría • Los test psicológicos y su valor ante la ley 83
Referencias
– BROWN, F. (1971). Principles of educational and psychological testing. Illinois:
The Dryden Press Inc. Hinsdale.
85
Manual de construcción
de pruebas de conocimientos*
Cali, 1996
Conceptos nucleares
La medición es una clase de información
La información que proviene de una medición de rasgos psicológicos se sustenta
en las diferencias individuales porque medir tiene por objetivo diferenciar. Su
utilidad se sustenta en la conjetura de que si se obtiene hoy la medida de un
comportamiento, un desempeño, un rendimiento o un conocimiento, con ese
dato se pueden hacer predicciones hacia el futuro bajo ciertas condiciones.
Cuadro 1
Evaluación de conocimientos o del rendimiento académico
En qué aspectos Cómo
Escogiendo ítems de un universo previamente definido.
Contenido Administrando todos los ítems a todos los individuos.
En las mismas condiciones.
Dando instrucciones para la aplicación de la prueba,
resolver los interrogantes que tiene el examinado y forma
Administración de registrar las respuestas.
Fijando tiempo de aplicación y ayudas permitidas.
Determinando previamente la respuesta correcta a cada
Puntuación pregunta, el valor de cada respuesta correcta y la escala
de medición para interpretar el resultado.
Procedimiento sistemático
¿Con qué objetivo? Para minimizar la influencia de variables irrelevantes (de
carácter personal, ambiental o del proceso de construcción del instrumento)
en el propósito de medida.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 87
Si una prueba constituye una muestra de los posibles ítems que en ella se pue-
den incluir se debe asegurar la representatividad de estos respecto del universo
de posibles ítems lo cual se relaciona con la validez de contenido de la prueba.
Se debe determinar si con una prueba dada una misma persona puede obtener
el mismo puntaje (la misma medida) y si responde a diferentes muestras de
ítems obtenidos del mismo universo. Esto se relaciona con la confiabilidad de
la medida (confiabilidad mediante un coeficiente de equivalencia).
Medir
Tiene como objetivo diferenciar. Es el proceso de asignar valores cuantitativos
o cualitativos a objetos o a sucesos de acuerdo con ciertas reglas. En general, la
construcción de un instrumento de medida sigue cuatro pasos :
– Definir el rasgo que se desea medir.
– Identificar las operaciones de medida.
– Especificar las condiciones en que se mide.
– Construir una escala para expresar la medida; en lo posible isomórfica con
la naturaleza del rasgo que se va a medir.
Definir el propósito
Propósito es un término técnico cuyos elementos orientan sobre su operaciona-
lización. Al definir el propósito se debe hacer explícito lo siguiente:
Se debe hacer una lista de los temas y subtemas que incluiría la prueba y recibir
opiniones autorizadas sobre el listado. Hay que ajustar el contenido de acuerdo
con la opinión del grupo constructor de la prueba y controlar la decisión final
verificando si el contenido describe o se corresponde con los requerimientos de
conocimientos según el nivel de formación (básico, profesional) o con el perfil
profesional que anticipa el plan de estudios.
3. Si está seguro de los “quiénes” ajuste el contenido y evite temas que nadie
contestaría bien o todos lo harían. Recuerde que se desea diferenciar a los
estudiantes por lo que saben o son capaces de hacer o si están preparados
para desempeñarse profesionalmente.
¿Es más apropiado hacer una prueba con preguntas de una sola respuesta o sería
aconsejable hacerla con preguntas con respuestas de valor diferente según su
grado de cercanía a la mejor respuesta? ¿Cuál de estas dos formas de constituir
las opciones de respuesta es más acorde con el nivel de estudios o tendría mayor
poder discriminativo?
Hay que decidir cuáles objetivos educativos son importantes de evaluar en cada
bloque de contenido según la taxonomía de Bloom y el número total de preguntas
que tendrá la prueba según el tiempo total de aplicación, los niveles de formación
y las categorías de contenido con base en su importancia o extensión medida en
créditos o en horas clase y de acuerdo con las categorías de objetivos educativos
y los tipos de pregunta (hay algunos análisis de suficiencia de información que
fatigan; por ello no debe abusarse de esta forma o tipo de pregunta).
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 91
Cuadro 2
Estructura de la prueba de conocimientos para el examen de fin de carrera
Objetivos Categorías de contenido
educativos 1 …. 4
1 n1,1 n…1 n4.1 n
2 n1,2 n…2 n4.2 n
3 n1,3 n…3 n4.3 n
N n ….. N N
Elaboración de ítems: revisión y ensamblaje de formas experimentales.
El ítem objetivo
El ítem es la unidad mínima de medida y al igual que la prueba tiene una estruc-
tura. Hablar de ítem es lo mismo que hablar de operación de medida, entendida
como todo aquello que se idea para elicitar una respuesta observable sobre el
rasgo definido en el propósito. Pueden ser operaciones de medida las preguntas,
los problemas que deben resolverse y los errores que se cometen al resolver algo
y que se observan en una ejecución por quien administra la operación de medida
en situaciones controladas.
92 Floralba Cano. Escritos
¿? Enunciado
Un error común
Un absurdo
Cada una de las tres partes del ítem tiene su función. El enunciado inicia el
proceso y ofrece la información necesaria; los distractores distraen a quien no
posee el rasgo (a quien no tiene el conocimiento en el caso que nos ocupa) y
movilizan el proceso de solución hacia posibles salidas. Finalmente la clave cierra
el proceso y ofrece la solución a quien puede reconocerla o hallarla.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 93
2. De apareamiento:
Enunciados Campo de respuesta
2 A
3 B
4 C
5 Enunciados
A
C Campo de respuesta
D Clave
E
Afirmación Razón
Porque
Enunciado
Campo de respuesta
Conteste:
A: Si la afirmación y la razón son verdaderas y además si la razón explica la
afirmación.
B: Si la afirmación y la razón son verdaderas pero la razón NO explica la afir-
mación.
C: Si la afirmación es verdadera, pero la razón es falsa.
D: Si la afirmación es falsa y la razón es verdadera.
E: Si tanto la afirmación como la razón son falsas.
En resumen
A: V V, razón explica afirmación
B: V V, razón NO explica afirmación
C: V F
D: F V
E: F F
De clasificación
Enunciados
8
10
11
12
A
Opciones
B
Campo de respuesta
Note que hay cierto tipo de correspondencia entre las preguntas de campo de
respuesta visible y el campo de respuesta construible:
El análisis de un ítem tiene dos momentos: el que ocurre una vez se han termi-
nado de redactar los ítems de una prueba y el que se realiza después de haber
aplicado la prueba piloto o de ensayo. Cada uno de estos momentos tiene un
objetivo particular.
Código
pregunta Clave/juez Observaciones Decisión
1 ... 4 5 A R
Tener en cuenta:
– En clave/juez cada uno de los expertos que revisa las preguntas anota en la
columnilla correspondiente la respuesta que ha dado a cada pregunta. En
la columnilla 5 se anota la respuesta que da el autor.
Se rechaza toda pregunta en la que no haya acuerdo unánime entre los jueces
respecto de la clave.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 99
– Dificultad (p o Δ )
– Poder discriminativo (di o si) del ítem
– Validez (rit)
Condiciones:
– Haber aplicado la prueba piloto en una población normativa de las mismas
características significativas definidas en el “quiénes” al operacionalizar el
“propósito” de la prueba. Es aceptable un grupo normativo de cien personas
para que pueda evidenciarse la tendencia de las respuestas.
– Haber probado por lo menos 2n veces la estructura de prueba; esto es, haber
aplicado dos pruebas de ensayo.
– Haber levantado el flujo de respuestas en la población o grupo normativo.
– Entender los conceptos elementales de la estadística descriptiva.
– Si tenía un N impar de HR, elimine una hoja al azar antes de ordenar las
HR en forma descendente.
– Establezca el flujo de respuestas para cada grupo alto y bajo de manera in-
dependiente y en el mismo formato especialmente preparado (ver formato
para el análisis cuantitativo en la página siguiente).
100 Floralba Cano. Escritos
(*) N A o B =
Código
(4) Deci-
Pgta No Grupo Índices
opciones sión
(1) O(5)
A (6).
1
B (7).
A
2
B
A
3
:
B
4. Opciones: se reserva una columna para cada una de las opciones de respues-
tas. El óvalo que abarca las líneas A y B en cada pregunta indica la clave.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 101
Índices:
6. pA: proporción de respuestas correctas en el Grupo A.
7. pB: proporción de respuestas correctas en el grupo B.
8. Dificultad _ del _ítem : pi =
Total _ de _respuestas _correctas
NA +NB
Cuadro 3
Clarificación de la dificultad de las preguntas según el rango pi
Δ pi Dificultad
0,96 - 0,65 Fácil con tendencia a muy fácil
0,64 - 0,45 Medianamente fácil
0,44 - 0,15 Difícil con tendencia a demasiado difícil
Note que los rangos de dificultad no contemplan por encima de 0,95 (en extremo
fácil) ni por debajo de 0,15 (en extremo difícil).
11. ru=Validez_ítem
– Si piA< piB , la correlación del ítem será negativa y por lo tanto el ítem es
inválido: no mide lo mismo que todos los demás incluidos en la prueba.
– Si piA = piB la correlación es nula; esto es, debida a factores de azar. El com-
portamiento del ítem es inconsistente, asistemático y tampoco se considera
válido sino incierto.
Ítems
X
1 2 3
15 + + –
12 – + –
A 11 + – –
10 + – +
9 + + –
8 – – +
7 + – –
B 6 – + +
5 – – +
4 – + +
Observe el comportamiento de los más y los menos en relación con los puntajes
totales en el test (X).
¿Cómo espera que sea la correlación de cada ítem?
Ítem 1: positiva (hay más respuestas correctas en el grupo A).
Ítem 2: nula (contestan bien los A y los B).
Ítem 3: negativa (hay más respuestas correctas en el grupo B).
Los siguientes serían los tableros de contingencia para los ítems de la tabla
anterior:
En la hoja de trabajo (página siguiente) se dan las fórmulas de cada uno de los
términos de rit
X+= promedio en el test de quienes contestan bien (+) el ítem. Ejemplo para
el ítem 1: (11 + 8 + 8 + 5) ÷ 4 = 8.
St = 42, 5 10 = 4, 25 =2.0615
Si = p i q i
i1 (+) (-)
t ad bc
Phi =
+ – A.B.C.D
+
+ +
N = número de personas.
+ –
–
– –
i (+) (-)
t
+ a b D
– c d C
A B N
i (+) (–)
Phi =
(3 5) (1 1) = 14
t
4 6 6 4 576
+ 3 1 4
+ 1 5 6 Phi =0,58
4 6 10
En las cabezas de hilera aparecen las estadísticas necesarias para todo el análisis
de ítems y en las cabezas de columna a continuación de los números que iden-
tifican los ítems, están los estadísticos de prueba, para calcular Xt y St
– Tomar los ítems que tienen correlaciones ítem-test mayores o iguales a 0,25.
– De los anteriores tomar aquellos que permitan una distribución por nivel
de dificultad (pi) cercana a una distribución normal: 68 % de los ítems con
pi entre 0,45 y 0,64; 16 % de los ítems con pi entre 0,65 y 0,95; 16 % de los
ítems con pi entre 0,15 y 0,44, a menos que la prueba tenga 100 preguntas
o más, no utilice preguntas con pi mayores que 0,95 y menores que 0,15.
– Hacer una revisión del enunciado de los distractores nulos (aquellos que
en el cuadro de flujo de respuestas muestran igual número de personas en
los grupos A y B que los escogieron como respuesta. Ejemplo : 0/0, 1/1; 2/2;
....10/10. No importa el tamaño de la igualdad, siempre serán distractores
nulos.
– Cambiar por completo los distractores que funcionaron como clave; esto es, que
distrajeron más personas en el grupo A que en el B. A menos que desee
conservar la dificultad que arroja el ítem, cambie los distractores que fun-
cionan como clave.
– Revisar y hacer los cambios de posición necesarios para que las claves de
los ítems escogidos se distribuyan al azar en toda la prueba.
b. La relación entre los puntajes en la prueba (Xt) y los obtenidos en alguna otra
medida que es externa a la prueba, llamada también variable criterio (Xc)
(variable que se toma como criterio de validación de la prueba que estamos
construyendo). En el caso que nos ocupa, sería el desempeño durante la
carrera representado, por ejemplo, con el promedio de notas de todas las
asignaturas.
Empírica Se sustenta
Validez de contenido
Guarda relación con los índices rit. de las preguntas incluidas en la prueba.
Cuanto mayor es la correlación ítem-test promedio ( rit ), mayor será la validez
de contenido. Pruebas heterogéneas en contenido son menos válidas y pruebas
de amplia temática tipo sondeo son igualmente menos válidas que las que tienen
contenidos específicos y homogéneos.
Si una prueba está constituida por preguntas que pueden situarse correctamente
en la estructura prevista y esta describe y representa correctamente el universo
que la definición del rasgo establece, la prueba tiene validez de contenido.
Si una prueba parece a los ojos de profanos lo mismo (o guarda semejanza) con
lo que al “experto” le parece, esa prueba tiene validez de fachada. Por ejemplo,
si al ebanista no le parece que una prueba contiene preguntas sobre ebaniste-
ría, aunque el constructor de la prueba lo defienda esa prueba tiene dudosa o
incierta validez de contenido.
Validez empírica
Se obtiene utilizando un criterio externo a la prueba. Es importante en las
pruebas utilizadas en selección de personal y calidad de la formación profesional
La siguiente es la forma que toman los datos básicos para calcular una correlación
test-criterio y describir la validez predictiva de una prueba de conocimentos.
Variables
Ss X Y
Validez=rxy
A X Y
: : :
: : :
N Xn Yn
Donde:
rxy = Correlación de Pearson para variables continuas. Puede utilizarse phi (f)
con la condición de que se dicotomicen las variables X y Y.
donde:
Validez teórica
Rara vez se obtiene en pruebas de conocimientos. Se usa en test comerciales
útiles en diagnóstico clínico o en investigaciones psicosociales. Se obtiene por:
S una prueba tiene un rtt igual a 0,90 ello indica que el 90 % de la variabilidad
obtenida se debe a diferencias entre los puntajes verdaderos4 y el 10 % a errores
en la medida.
4. Puntaje verdadero (Xv): aquel que representa la cantidad real de rasgo que posee una per-
sona.
112 Floralba Cano. Escritos
Estabilidad
Responde a la pregunta: ¿Tienen las personas el mismo puntaje en la misma
prueba administrada en dos ocasiones diferentes cuando ha transcurrido un
tiempo óptimo entre las dos aplicaciones? Se entiende tiempo óptimo aquel
intervalo para el que puede sustentarse teóricamente o empíricamente, que el
rasgo no cambia en las personas debido a factores que pueden afectarlo durante
el lapso transcurrido entre el test y el retest de la misma prueba.
Equivalencia
La equivalencia responde a la pregunta: ¿tienen las personas el mismo puntaje en
dos pruebas que se han construido equivalentes a partir de la misma estructura
y que se administran mediando entre ellas un tiempo corto?
Estabilidad–equivalencia
Responde a la pregunta: ¿tienen las personas el mismo puntaje en dos pruebas
equivalentes que se han administrado mediando un tiempo largo entre las dos
aplicaciones? Este coeficiente suele tener menor valor absoluto (guardadas
circunstancias semejantes) que cada uno de los coeficientes anteriores, pero
las inferencias que de él se sacan suelen ser más reales y útiles.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 113
Mitad/mitad
Responde a la pregunta: ¿tienen las personas el mismo puntaje en dos pruebas
constituidas, cada una de ellas, por una mitad de la prueba total? Este coeficien-
te necesita una corrección, pues la correlación entre las mitades de la prueba
indica una confiabilidad correspondiente a una prueba que tiene la mitad de
los ítems de la prueba que estamos construyendo. Así, una confiabilidad por el
procedimiento mitad-mitad es:
rtt=(2rhh/1+rhh)
donde rhh es la correlación entre los puntajes obtenidos por las personas en las
dos mitades de la prueba. Note que rtt es igual a dos veces la correlación entre
las dos mitades dividida por uno más la correlación entre las mitades.
Recuerde: pruebas largas tienden a ser más confiables que pruebas cortas, a
condición de que aquellas no sean demasiado largas porque los factores como
la fatiga y la desmotivación pueden incidir como fuente de error.
Este coeficiente supone el test dividido en tantas partes como ítems tiene. Puede
calcularse con las estadísticas de ítems obtenidos en la hoja de trabajo. Cuanto
más alto sea el coeficiente más homogénea será la prueba, lo cual permite es-
perar cierta estabilidad en los puntajes si la situación de medida no cambia (por
ejemplo, si los conocimientos de la persona no cambian). Por supuesto que el
114 Floralba Cano. Escritos
n S 2t piqi
KR # 20 = 2
n 1 S t
donde:
KR# = por homogeneidad o consistencia interna
n = # de ítemes en la prueba
S2t = Varianza de la prueba
∑piqi= Suma de la varianza de todas las preguntas
5. También el grado en el cual los puntajes obtenidos por las personas representan la medida
verdadera dependiente del parecido de los ítems entre sí.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de pruebas de conocimientos 115
Notas:
Para obtener ∑piqi, sume la hilera cuya cabeza es S2i, indicada en la hoja de
trabajo. Recuerde que S2i (varianza de un ítem) = pi x qi.
Condiciones previas:
Xt = 65
St = 2,06
Escalas de desempeño
Utilice el promedio y la desviación para construir intervalos de desempeño y
póngale nombre a cada intervalo.
Intervalos Desempeño
> - 0,95 Muy superior
7,6 - 9,5 Superior
5,5 - 7,5 Regular o medio
5,4 - 3,5 Inferior
< - 3,5 Muy inferior
116 Floralba Cano. Escritos
Escalas estándar
Constituyen una transformación de cada puntaje obtenido a una escala de
parámetros arbitrarios escogidos según si se desea mayor o menor discrimina-
ción de la escala o norma. La más utilizada en Colombia es la escala T, cuyos
parámetros son:
M = 50 (promedio en la población)
σ = 10 (desviación en la población)
T = (z . σ ) + M ,
donde:
σ = desviación parámetro = 10
M = promedio parámetro =50
Para un puntaje de 6:
6 6,5
T6 = 10 +50
2,06
T6 =( 0,24 10 ) +50 (redondeado)
T6 = 2,4 +50 =48 (redondeado)
X x z z.10 (z.10)+50 = T
15 8,5 4,126 41,26 91
14 7,5 3,641 36,41 86
13 6,5 3,155 31,55 82
12 5,5 2,669 26,69 77
11* 4,5 2,184* 21,84 72*
10 3,5 1,699 16,99 67
9 2,5 1,213 12,13 62
8 1,5 0,728 7,28 57
7 0,5 0,243 2,43 52
6 -0,5 -0,243 -2,43 48
5 -1,5 -0,728 -7,28 43
4 -2,5 -1,213 -12,13 38
3 -3,5 -1,699 -16,99 33
2* -4,5 _2,184* -21,84 28*
1 -5,5 -2,669 -26,69 23
Nota:
– Promedio del grupo en el test: Xt= 6,5
– Desviación en el test: St = 2,06 (ver recuadros pie de la hoja de trabajo.
– Las z son las mismas arriba y abajo del punto en el que se localiza el
puntaje que corresponde al promedio de la distribución, solo que las de abajo
tienen signo negativo. Note que los valores de z son simétricos a partir del
promedio.
número de personas por debajo del promedio del grupo que por encima (seis
frente a cuatro) la persona de menor puntaje está más cerca del puntaje promedio
del grupo que la de mayor puntaje, lo cual en términos del poder discriminativo
de la prueba favorece al de más alto puntaje.
Para informar las normas se construye una tabla utilizando las dos columnas
extremas (derecha e izquierda: X y T) y dar a pie de tabla la información com-
plementaria sobre los índices técnicos de la prueba para que las normas tengan
cabal interpretación. Para el caso del ejemplo:
X T
15 91
14 86
13 82
12 77
11 72
10 67
9 62
8 57
7 52
6 48
5 43
4 38
3 33
2 28
1 23
n=15
N=10
Xt=6,5
St=2,06
Note que los índices técnicos no corresponden a una prueba construida con
los mejores ítems, pues se han calculado sobre una prueba piloto. Tal vez esto
convenza de lo importante que es tomar decisiones a partir de instrumentos
construidos de manera sistemática y técnica. Nótese que la prueba del ejemplo
arroja puntajes que se deben en un 68 % a fuentes de error y que por lo tanto
los puntajes observados solo reflejan en un 32 % el puntaje verdadero. Ade-
120 Floralba Cano. Escritos
más, se observa que la máxima validez teórica que se puede obtener con un
coeficiente de correlación es de 0,56. Para obtener un juicio sobre esta última
consideración técnica, recuerde que la correlación perfecta teóricamente ha-
blando es de ± 1.00.
Referencias
– ADKINS, P. (1968). Elaboración de test. Desarrollo e interpretación de los test
de aprovechamiento. México, F. Trillas, 1968.
Anexo 1
Especificaciones del propósito
Análisis lógico
para identificar
Determinación Definición Criterio.
del contenido del rasgo Componentes que
determinaan el buen
rendimiento en el test.
Elaboración de ítems
Revisión
Tipicación de:
Administración
Instrucciones
Tiempo
Puntuación
Fuente: Brown,1964.
123
Manual de construcción
de preguntas objetivas
por competencias
Ecaes Psicología 2005-2006*
Cali, 2004
Presentación
Este manual no es, estrictamente hablando, procedimental. Lo clasificamos como
discursivo porque intenta “poner en situación”, despertar el espíritu y lograr el
tono afectivo adecuado, además de un nivel de involucramiento alto de la razón
para desarrollar una tarea que no es fácil. Pretende acercarnos a la teoría de
la construcción de instrumentos objetivos conocida como teoría psicométrica
–para algunos de nosotros no muy conocida– y, desde allí atrapar el alcance de
lo que vamos a hacer en el contexto de especificaciones –convenio Ascofapsi-
Icfes– que preceden el Taller de Construcción de Preguntas Ecaes 2005-2006.
* Documento inédito elaborado por orden del convenio Ascofapsi-Icfes, noviembre 6 de 2004.
124 Floralba Cano. Escritos
Este manual hace parte del documento básico Ecaes Psicología 2005-2006 el
cual también es de forzosa consulta antes y durante el trabajo de escritura de
las preguntas y su perfeccionamiento.
Cuadro 1
Resumen del control de variables irrelevantes
En nuestro sentir algo falta. Si nos asumimos como psicólogos sabemos que tal
expresión define una conducta adaptada. Por la indefinición que nos plantea
y por el nivel educativo en que se sitúa la prueba, nos sentimos impelidos a
completar la definición como “saber hacer en contextos laborales.”
Sabemos que se nos exige un instrumento para dar información sobre futuros
novatos profesionales que se preparan en la academia sectorizada de la disciplina
psicológica, para actuar en una realidad que exige verla en su total integridad.
Somos conscientes de que nuestro deseo es saber si la universidad los prepara
como personas que tienen la suficiente dosis de un sujeto pragmático situado
en la realidad e inserto como actor; y también del hombre de ciencia asentado
ante la realidad y no directamente interesado en la acción, pero sí en el papel de
un observador inteligente y perspicaz cuya motivación es lograr conocimiento
nuevo en un afán incierto por conocer una realidad de la cual es autor.
Por ahora, tendremos como reflexión la intuición que depara la diagonal en-
tre conocimientos/competencias asumiéndola como símbolo de algo que aún
no sabemos cómo se gesta y emerge para habilitarse como puente entre dos
conceptos, cada uno con su propio carácter y uno solo a la vez en la sabiduría
oculta del idioma.
Cuadro 2
Raíces latinas y acepciones de competencia
Competencia
Competer Competir
Competere
Pedir
Apetecer
Despedir
Repetir
Desde el siglo XV Desde el siglo XV
Competer Competir
(“Pugnar con”, rivalizar con”)
Competencia, competente
(”apto”, “adecuado”)
Segunda parte
Construcción de ítems objetivos
Hay dos orientaciones claves para no perder de vista al idear y escribir las
preguntas, los problemas, los reactivos, las situaciones, los casos o los ítems
que nuestra creatividad sugiera y nuestra pericia consolide: E, de Ecaes, nos
indica examen como función de la medida, y evaluación como finalidad de la
medición. En este contexto examinaremos a continuación sus implicaciones.
Examen (vocablo, término), es tomado del latín examen (fiel de la balanza, acción
de pesar, averiguación) cuyo derivado examinar es tomado de examinare (pesar,
examinar) y confluye en la misma idea que acusa, en lenguaje técnico, análisis
clínico. A examen se ligan palabras como exangüe, exánime, exasperación, que
nos acercan al tono emotivo y tensional del examinado y también a aquello que
nos interesa como redactores de preguntas para un examen: provocar el discer-
nimiento que mantiene y separa la realidad puesta a nuestro examen. Esta es la
razón de ofrecer en cada pregunta y a todos los examinados el mismo campo de
posibilidades de respuesta y el papel que juegan en él los distractores al suscitar
duda en quien no tiene el conocimiento. La duda es un proceso subyacente en el
discernimiento y es lo que desaparece al tomar la decisión que creemos correcta
(el correlato neurofisiológico de la duda es el núcleo dorsal lateral del tálamo).
Quien esto escribe no sabe si la primera sílaba de análisis es un elemento de
origen griego como lo es su segunda sílaba lyo (yo suelto); sin embargo, para
soltar es necesario hacer un alto y detenerse. En todo caso, ana como prefijo de
origen griego significa oposición, retroceso, repetición, recorrido; quizá de allí
se derive el uso de análisis para indicar un examen hecho con detenimiento. Si
examen se refiere a fiel de la balanza el ana de análisis –una de las acepciones
de examen– suministra el sentido de oposición que permite completar la balanza
con los platillos para que el fiel realmente lo sea.
De acuerdo con lo anterior, una pregunta para el Ecaes requiere algo más que su
correcta formulación. Debe ofrecer información sobre los saberes y operaciones
cognitivas implícitas en su solución que permitan evidenciar la competencia
puesta en juego al resolver el problema planteado por la pregunta. Esto sería
lo que se espera contenga el aparte llamado “justificación de la clave” que el
redactor de la pregunta encontrará en los formatos previstos para escribirla. La
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de preguntas objetivas por competencias... 135
justificación debe hacer emerger la clave como el sitio de llegada válido, en con-
traste con los callejones inciertos a los que conducen los distractores cuando se
ponen en marcha estrategias, tareas y operaciones cognitivas. Este es el sentido
del “saber hacer sabiendo”, como estado de perfeccionamiento de una ejecución
competente. Este aparte –justificación de la clave– no es simplemente el lugar
al que acudimos para contestar una tutela; es indispensable para convertir en
juicio de valor el resultado de la medida.
Situar el nivel de los conocimientos que la pregunta requiera para ser contes-
tada correctamente es la otra información que debe ofrecer. Se lo llama nivel
de competencia, asimilado recientemente por recomendación del Icfes, como
nivel de dificultad. A nuestro juicio una decisión poco conveniente y apresurada,
aunque en los procesos estadísticos de análisis de ítems se igualen –normali-
zándolas– las curvas de distribución de dificultad y complejidad. La dificultad
expresa el porcentaje de examinados que la contestan bien; la complejidad es
el criterio de pasaje –anclaje–, el salto que ha de darse de un estado de menor
conocimiento a estados diferenciados de conocimiento avanzado o profundo,
tal como subyacen en el instrumento, los cuales pueden asociarse a sendos ni-
veles de ejercicio competente: desde incompetente, pasando por novato, hasta
“experto” o “calificado”. Pero este apareamiento –nivel de complejidad y nivel
de ejercicio competente– exige validación ex post facto empírica del Ecaes y se
deriva de su carácter de indicador de conducta.
Además de los anteriores, hay otros dos criterios como referentes en la evaluación
para tomar decisiones no tan directamente relacionados con las preguntas. Son
los documentos titulados: Elementos relevantes para pensar un estado del arte de la
psicología académica en Colombia, de Rebeca Puche Navarro y La formación del
psicólogo en una perspectiva internacional: una breve selección documental compara-
da, de José Antonio Sánchez González, ambos en Ascofapsi-Icfes: Memorias del
proyecto Ecaes de psicología 2003. No sobra decir que el alcance de las decisiones
de cambio es discrecional.
las condiciones dentro de las cuales han de buscarse los indicios del problema
para que sus resultados sean observables, registrables, verificables y repetibles.
Los ítems tienen cada uno su ámbito propio o pueden compartir uno común a
un grupo de ellos, como ocurre con los ítems de una subprueba de comprensión
de lectura de una prueba verbal de aptitud académica. Cada ítem u operación
de medida conduce a un puntaje uno o cero, respectivamente si es contestado
bien o mal.
Cada una de las partes del ítem –enunciado y opciones de respuesta– tiene su
propia función y elementos constitutivos:
– El enunciado determina la situación de medida ofreciendo algo y pidiendo
algo.
– El campo de respuesta delimita el alcance de la situación de medida y es a
su vez una estructura compuesta de opciones de respuesta. Hay un cierto
número de estas opciones que son incorrectas llamadas distractores, porque
su función es distraer a quien no despliega la competencia que el ítem busca
evidenciar. Según el tipo de formato de pregunta, la opción correcta o clave
puede estar constituida por una sola opción correcta o por una combinación
de opciones correctas.
Tipos de ítems
Los diferentes formatos de preguntas de opción múltiple sirven para tipificar
situaciones de indagación en las que puede demostrarse que se sabe o se posee
un conocimiento o que puede ponerse en marcha o no una u otra competencia.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de preguntas objetivas por competencias... 137
Cuadro 3
Ecaes de Psicología 2005-2006
Establecidas las anteriores reflexiones a los Ecaes para los cuales es forzoso pensar
en competencias desplegables en el ejercicio profesional y ante la imposibilidad
de acudir al terreno de la actuación profesional como el único espacio en el
cual podemos observar la utilización de la actividad cognitiva del psicólogo
en su cotidianidad laboral, queda la opción de recrear situaciones, contextos,
problemas y espacios del ejercicio profesional que pongan en escena procesos,
estrategias y operaciones cognitivas acordes con una u otra de las competencias
(lingüísticas) académicas, básicas (¿?), de las prescritas que se van a evaluar,
de tal manera que en tales procesos esté implícito, concernido y listo para la
acción el dominio de un saber psicológico, lo cual ha de tenerse en cuenta al
concebir y concretar cada problema que constituya el enunciado de un ítem.
Competencia interpretativa
Definición conceptual: acciones que realiza una persona con el propósito de
comprender una situación.
Pero también podría exigir que pueda identificar, distinguir, comparar y usar
diferentes aspectos y posibles soluciones de un problema partiendo de una
matriz descriptiva de contingencias. Puede también requerir el desciframiento
o dilucidación de indicadores asilados o la concurrencia de algunos de los que
se ofrecen como información para decidir qué y cómo hacerlo respecto de un
plan, programa o acción de intervención.
Competencia argumentativa
Definición conceptual: acciones que realiza una persona con el propósito de
fundamentar o sustentar un planteamiento, una decisión o un evento.
Una competencia argumentativa puede pedir que dado un problema definido por
sus condiciones, se seleccione la consecuencia más probable o la menos probable;
o que se identifique entre las razones expuestas aquella que es más relevante o
la que es indispensable o la más conveniente al propósito de la acción. Puede
pedirse identificar el criterio o los criterios para seleccionar un curso de acción
evaluarlo con el fin de alcanzar determinado objetivo.
Competencia propositiva
Definición conceptual: acciones que realiza una persona con el propósito de
plantear alternativas de decisión o de acción y establecer nuevas relaciones o
vínculos entre eventos o perspectivas teóricas.
Una competencia propositiva se ve como una finalidad que subyace en una red
de acciones que se despliegan de manera conexa para resolver un problema
con el mayor grado de pertinencia. Requiere visualizar, discernir, proyectar
y concretar la mejor propuesta porque es la más válida o porque es necesaria
para la realización de la intención. Pero puede también ponerse en marcha en
situaciones problema en las cuales es necesario discernir para identificar lo que
debe excluirse por inconveniente o contrario a la intención.
Cuadro 4
La raíz latina de plica en conceptos de uso común de la academia
Aplicar
Applicare
(“Poner una cosa sobre otra o en contacto con otra”)
Aplaudir plica
Golpear (”doblar”, pegar”)
Implicar Explicar
(“Envolver en pliegues”, (“Desdoblar”,
“enredar”, “incluir”) Algo “desenredar”)
(opuesto de “obstar”)
Definimos aplicar como hacer uso de principios o generalizaciones apropiadas para:
Dilucidar
Determinar
Justificar
Reformular
Nota: se dilucida y determina al interpretar; se justifica al argumentar;
se reformula y determina al proponer... algo
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de preguntas objetivas por competencias... 143
– Pensar no sobre lo que cada uno enseña, sino en relación con lo que enseña,
qué es lo que se atañe al “saber hacer” en contextos cotidianos del ejercicio
profesional que puedan tipificarse.
Tercera parte
Aprendiendo del error
Veamos algunos ítems que han sido rechazados durante sesiones de puesta en
común. Presentamos, en primer lugar, cada ítem en su totalidad y a continuación
las observaciones más pertinentes o solamente aquellas que se refieran a un
error grave. Al texto del ítem acotamos los datos que permiten definirlo como
unidad de medida y el eje temático al que corresponde.
Ejemplo 1
Tema/subtema: cognición social-esquemas y prototipos.
Competencia: interpretativa tipo SMUR.
Nivel de complejidad: bajo. Clave C.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no.
Enunciado:
Unidades estructuradas de conocimiento general sobre un objeto o concepto. Su arti-
culación es un proceso de todo o nada y unidades independientes son características
propias de
Opciones de respuesta:
A. La inferencia social.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de preguntas objetivas por competencias... 149
B. El esquema mental.
C. La percepción mental.
D. La percepción social.
Observaciones:
No es un ítem que pueda incluirse en un test orientado a evidenciar compe-
tencias porque indaga sobre el conocimiento “acerca de” y no sobre el uso del
concepto “percepción” para identificar una situación que puede explicarse
mediante tal concepto. Por ejemplo, hubiera podido plantearse un caso en el
que “una persona enfrentada al reconocimiento de un amigo no tiene éxito si
se le muestra un retrato de él en traje de baño, pero sí puede hacerlo cuando
lo ve en persona o cuando en el retrato aparece en traje casual, que es como
lo ha visto toda la vida”.
– Observemos que ahora salta a la vista que el proceso cognitivo que se pone
en juego para resolver un problema de tipo conceptual –no del ejercicio
150 Floralba Cano. Escritos
– En cuanto a las opciones, los conceptos que están jugando son inferencia,
esquema y percepción, lo cual obliga a repetir uno de ellos. Obtenemos,
además, que para suavizar la pista que se ofrece al repetir percepción se
acude a la combinación de términos; este, el oficio de social y mental en el
campo de respuesta que el ítem en consideración ha ofrecido.
Ejemplo 2
Tema/subtema: cognición social-inferencia social.
Competencia: argumentativa. Tipo: SMMR.
Nivel de complejidad: bajo. Clave: C.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no se registró.
Enunciado:
La tendencia a equivocarnos cuando inferimos de las personas o situaciones es un
aspecto muy importante en la cognición social, ya que las equivocaciones pueden ser
consideradas como causa y consecuencia de los conflictos interpersonales y de la de-
sadaptación de las personas. Desde la perspectiva de la Psicología Social este aspecto
puede ser explicado porque:
Opciones de respuesta:
1. El ser humano es un procesador lógico de información.
2. El proceso cognitivo del individuo es subjetivo.
3. El hombre aunque pensante es de naturaleza conflictiva
4. El ser humano no es un procesador lógico de información.
Justificación de la clave: los ítems 2 y 4 señalan las razones por las cuales los
seres humanos cometen errores o equivocaciones en el proceso de inferencia.
Observaciones:
neuronales? Pero esto hubiera llevado el ítem a otro eje temático: bases biológicas
del comportamiento.
En síntesis:
– La manera como están constituidas las opciones hacen el “porque” con el
que termina el enunciado del ítem no lícito para clasificarlo como medidor
de la competencia argumentativa.
– La justificación de la clave es tautológica.
– La sustentación del ítem dice por qué el tema de la pregunta es importante
pero no sustenta el hecho de que implica una argumentación en su solución.
– El ítem atiende a la forma de una pregunta de selección múltiple con múltiple
respuesta.
Ejemplo 3
Tema/subtema: cognición social-inferencia social.
Competencia: argumentativa. Tipo: SMMR.
Nivel de complejidad: bajo. Clave: C.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no se registró.
Enunciado:
Una vez que el individuo ha seleccionado y organizado la información que considera
relevante, tiene que combinar esa información y hacer conclusiones. Durante ese
proceso los seres humanos tendemos a cometer errores. Si la persona toma en consi-
deración la información pertinente al objeto de su inferencia, esta dificultad puede ser
superada. La persona logra superar la dificultad porque procura:
Opciones de respuesta:
1. Una gran cantidad de información.
2. Información válida.
3. Información suficiente.
4. Datos que son representativos.
Observaciones:
Notemos que la opción 4 no es homogénea respecto de las otras tres, las cuales
se refieren a “información”. El uso del término “datos” puede enfocar la atención
del examinado en la diferencia técnica que algunos metodólogos hacen entre
“información” y “dato”; este último como “significación de la información en el
marco de cómo se utiliza y cómo se interpreta la información recolectada dentro
del propósito de una investigación. Por ejemplo, la información “madre bioló-
gica de dos hijos” recogida en una encuesta, se vuelve “dato” cuando significa
“mujer que ha tenido relaciones sexuales, ha sido fértil, es multípara...”. Así que,
la opción 4 puede llevar a contestar D a quien pueda hacer la fina distinción
entre “información” y “datos” y a descartar como opción probable la 2 porque
“algo” es válido de “acuerdo con...”. La validez es relativa a un propósito; no
es concepto absoluto.
“(...) [...] evalúa si los psicólogos cuentan con los conocimientos y habilidades
analíticas e investigativas en el área de los llamados procesos psicológicos bási-
cos del individuo, tales como las de sensopercepción, aprendizaje, motivación,
emoción, memoria, pensamiento y lenguaje. En particular, se espera que puedan
identificar los principales problemas que se han investigado respecto de tales
154 Floralba Cano. Escritos
Ejemplo 4
Tema/subtema: motivación, emoción. Motivación intrínseca–extrínseca.
Competencia: interpretativa. Tipo: SMMR.
Nivel de complejidad: medio. Clave: C.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no.
Enunciado:
“La motivación puede originarse en fuentes ambientales referidas a los incentivos
(cantidad, calidad y distancia temporal) que motivan la conducta. También están las
fuentes internas representadas en la historia genética (por la selección natural se han
mantenido motivos básicos relacionados con la supervivencia), la historia personal
(bagaje de eventos que motivan, resultantes de la experiencia acumulada desde el
nacimiento) y las variables psicológicas (especificidades individuales para sentirse
motivado a ciertos estímulos). Pero generalmente actuamos relacionando fuentes
ambientales e internas como en los siguientes casos:
Opciones de respuesta:
1. La motivación básica de la sed originada en la falta de agua de los tejidos
de un organismo.
2. La conducta de evitación activa de alejamiento de algunos animales como
la serpiente.
3. La regulación homeostática de la temperatura por un incremento durante
el sueño profundo.
Observaciones:
– Notemos que la última frase del texto incorpora las opciones de respuesta
como ejemplos ilustrativos de lo anteriormente expuesto. Esto impide al
examinado identificar exactamente lo que se está preguntando.
– Los incisos entre paréntesis y el uso de punto seguido para dar tránsito al
segundo orden de ideas que podrían constituir el segundo párrafo del texto,
hacen tortuosa la búsqueda de información necesaria; por ejemplo, para
verificar la pertinencia del contenido de cada opción al cotejar su veracidad
para decidir la combinación de opciones que es correcta. Pensamos que esta
característica del enunciado llevó al grupo a rechazarlo por redacción.
– La número 1 contiene una cierta idea capciosa al denominar “la sed” mo-
tivación básica. La número 2 se distingue de las demás porque es la única
que usa la denominación de “conducta” para la acción que describe, dando
así indicios al repetir términos técnicos que están en el enunciado.
Ejemplo 5
Tema/subtema: lenguaje-lenguaje animal.
Competencia: argumentativa. Tipo: SMMR.
Nivel de complejidad: medio. Clave: A.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no.
Enunciado:
“Actualmente continúa el debate acerca de si los primates no humanos pueden adquirir
un lenguaje como el humano. La solución a este problema se basa en las evidencias
156 Floralba Cano. Escritos
acumuladas durante las últimas décadas. Se ha observado que los primates (chim-
pancés, bonobos, [...]:
Opciones de respuesta:
1. Pueden llegar a adquirir el lenguaje de un niño de dos años.
2. Pueden comunicarse con símbolos convencionales humanos.
3. Pueden usar, incluso combinados, más de 150 signos.
4. Pueden producir frases semánticamente creativas.
Observaciones:
El motivo de rechazo de este ítem es correcto; sin embargo, observemos que las
tres primeras opciones asumidas como correctas implican:
¿Lo anterior muestra que las opciones fueron muy bien pensadas? Posiblemente.
Plantean dudas para verificar que el debate continúa.
Pensamos que el acierto del ítem está en que plantea un problema interesante.
Sus opciones ofrecen retos al discernimiento y permite construir una pregunta
de competencia argumentativa si modificamos la estrategia, así:
Para terminar, sería necesario hacer algunos ajustes a la expresión formal de las
opciones porque es poco probable que permanezcan intactas habiendo hecho
ajustes al enunciado. Esta tarea debería ser abordada y solucionada grupalmente
por especialistas dada su complejidad.
[...] se evalúa si los psicólogos tienen los conocimientos y habilidades que les
permitan identificar y analizar el desarrollo psicológico humanos y su ciclo de
vida a través de sus distintas etapas y dimensiones. Igualmente, deben contar
con las adecuadas habilidades para el desarrollo, aplicación e interpretación
de instrumentos que evalúen los niveles y procesos de desarrollo a lo largo del
ciclo de vida y sus trastornos.
Ejemplo 6
La presentación del ejemplo 6 se acompaña de un texto referente común a
varios otros ítems que no son motivo de análisis; de ahí las instrucciones que
obligadamente lo anteceden.
Opciones de respuesta:
1. Método longitudinal.
2. Método transversal.
3. Diseño de intervalo temporal.
4. Método clínico.
Observaciones:
El texto para las preguntas 6 a (...) presenta una cierta ligereza de trata-
miento al usar los términos “metodología”, “método”, y “diseño”. Esto afecta
específicamente la presentación de las opciones de respuesta de este ítem:
salta a la vista la opción C como diferente de las demás. No sabemos si el uso
laxo de los términos aludidos soporta la intención de hacer un ítem sobre este
particular. A propósito, nos parece conveniente recordar lo que aconseja la
doctora Castañeda en su manual Evaluando competencias: “Se espera que al usar
la estrategia de presentar varios reactivos dependientes del contexto, (se) use
una batería de reactivos que midan en lo individual una sola idea pero que en
su conjunto permitan la evaluación de aprendizajes complejos”. En este caso,
el ítem integrador podría indagar sobre la base metodológica que diferencia los
cuatro abordajes.
Parte I. Psicometría • Manual de construcción de preguntas objetivas por competencias... 159
Ejemplo 7
Tema/subtema: procesos de desarrollo a lo largo del ciclo de vida. Desarrollo
físico y psicomotor.
Competencia: argumentativa. Tipo: SMMR.
Nivel de complejidad: medio. Clave: A.
Dependiente de caso o texto común a otros ítems: no.
Enunciado:
Para resaltar la afirmación “envejecemos y de todas formas moriremos” desde las
teorías del envejecimiento biológico, es correcto afirmar que:
Opciones de respuesta:
1. Las células están programadas para morir.
160 Floralba Cano. Escritos
Observaciones:
Independientemente de que la pregunta esté bien o mal planteada desde el
punto de vista de su forma, si releemos la definición del eje temático que esta
pregunta representa notamos que no podría ser descrita o contenida por tal
definición, cuestión que se pone en evidencia en la forma como se sustenta la
pertinencia del ítem.
Referencias
– LEBOYER, C. (1996). Gestión de las competencias. Madrid: Gestión Editorial.
– NADER, T. (1995). Human physiology. Expression of veda and the vedic liter-
ature. Maharishi Vedic University, Vlodrop, The Netherlands.
Justo es reconocer que ninguna otra acción emprendida por el Ministerio de Edu-
cación Nacional para evaluar la calidad de la educación superior en Colombia ha
tenido el impacto de los Ecaes en el seno de la comunidad académica, impacto
que ha trascendido los aspectos burocráticos de la acreditación de instituciones y
programas de formación y hasta el mismo proceso de evaluación de estudiantes.
Más que preocuparnos por la imagen de nuestra institución y nuestro programa
a la luz de los resultados de la evaluación Ecaes, nos debemos preguntar si una
vez analizado el concepto de competencia y traducido al campo conceptual de
la pedagogía, es posible proponer diseños curriculares y estrategias didácticas
innovadoras que incidan en el mejoramiento de los procesos de calidad de la
educación superior.
* Texto inédito.
164 Floralba Cano. Escritos
Cuadro 1
Etimología y operacionalización de comprensión
Comprensión Traducción
Extrapolar
Extraer del punto extremo
Cuadro 2
Ciencia, conocimiento, conciencia: un mismo origen
Ciencia
Del latín scientia conocimiento (1220-1250)
Consciencia (1300)
Consciente Conscius (1884)
Conscire
Conocimiento culposo
Tener conocimiento interior Ser consciente de algo
Cuadro 3
Términos constitutivos del conocimiento
Unión de los constituyentes
Surgir
Erguir
Gesto
Sujeto (1490)
Proviene de subjectus, -a, -um (sometido), participio de subjicere (poner debajo).
Sujeto junto con sus derivados sujeción (1438), sujetar (1611), subjetivo y sub-
jetivismo nos permite definirlo como lo que por su condición de sometimiento
está atado al sentido, las significaciones, los valores y las creencias; sin embar-
go, al acotar sentidos para sujeto utilizando las palabras del halo semántico de
sujeción –como sugerencia y sugerir (llevar por debajo) y por extensión gesto
y surgir– activamos hacia arriba lo que ha sido “puesto debajo”. Pero también
podemos atar llevando el significado en dirección opuesta por medio de la su-
gerencia y la sugestión para llegar a los compuestos del pronombre sí: consigo,
ensimismarse, suicidio, aseidad (de por sí). Así, dinamizando lo que yace debajo
y atado personificamos sujeto como un observador que sugiere y asumiéndose en
sí es suscitador. Igual que su inicial s es sinuoso y se niega a concretarse en “cosa”.
Objeto (1438)
Este sí la “cosa”, proviene del latín objectum, -a, um, participio de objicere (poner
por delante de algo), oponer, proponer. Tanto objeto como objeción (1490),
Parte I. Psicometría • Comprendiendo las competencias 167
objetar (1611), óbice (siglo XVII), objetivo (1726) y oblación, oblea (con la
idea de cosas ofrecidas), están en el halo semántico de óbito y en consecuencia
conectan con la idea de fallecer en el sentido de irse. Por lo anterior, podemos
decir que objeto es lo que pone objeción a la mirada del observador. El objeto en
la ofrenda permanece él mismo en la literalidad, pero cambia de forma y signi-
ficado al proyectar (de projicere, echar adelante) cada sujeto su singular visión.
¿Será por esto que cada definición del objeto tanto devela como oculta de él?
Proceso de conocer
Esta expresión invita a ver el “conocer” como algo que procede, que progresa,
que consta de etapas sucesivas que apuntan para llegar a algo: la “cosa”. Con-
ocer (1055) proviene del latín noscere del cual derivan conocimiento (1250) y
cognoscible (1495). Al ser gnosco la raíz latina de palabras como género, genético
y engendrar, podemos hablar del proceso de conocer como de un proceso ges-
tante que conlleva el significado de “ser capaz de”, sentido que confirmamos en
las voces alemanas kennen y könnnen (en Withmont, E., El retorno de la diosa);
además, gnosis (gr.) significa conocimiento, sabiduría. Dado lo anterior, el pro-
ceso de conocer incluye tanto el saber teórico (conocer acerca de) como el de
la experiencia vivida (conocer de manera directa o conocer de).
Este proceso de conocer tiene, entonces, dos caras: puede considerarse como
método científico o manera formal de producir conocimiento objetivo (depurado
de la influencia subjetiva) o puede verse como modo subjetivo de acercarse al ob-
jeto o conocimiento subjetivo del común (de la persona corriente no científica).
El papel que el sujeto desempeña hoy escapa del análisis acabado de conocer
“como si el sujeto se hubiera retirado de la escena después de haberla montado
al modo de un autor, en lugar de permanecer presente a la manera de un actor,
mientras este papel se impone con evidencia en el curso de los periodos de
formación” J. Piaget, Tratado de lógica y conocimiento científico.
168 Floralba Cano. Escritos
Cuadro 4
Unidad del conocimiento
Samhita
Conocimiento objetivo
Verdadero (¿?)
Científico
Formal
Objeto
Chhandas
Lo observado
Lo conocido
Proyección
Sujeto
Rishi Método científico
El observador
Proceso de conocer
El conocedor
Devata
Modos de accesión,
operaciones cognitivas
Conocimiento subjetivo
No verdadero (¿?)
Del común
Ingenuo
sujeto, será diferente su forma de situarse ante la realidad y en ella (por eso se
reconoce hoy la ecuación personal de cada teórico y científico importante; de
manera total signa el perfil de su teoría).
En otros tiempos, para culturas signadas por las artes y oficios ese valor fue la
destreza o hacer con la diestra (como debe ser) persiguiendo el acabado perfecto.
Por extensión, después lo fue la habilidad, cuando además de tierras cultivamos
bienes. Hábil significó primero hacer con facilidad bienes, ser manejable, que
se puede tener fácilmente, bien adaptado, apto. Esa facilidad la contiene hoy
el término técnico de habilidad para describir comportamientos humanos (o
animales) que pueden perfeccionarse con entrenamiento para lograr algo sin
error o en menor tiempo y con eficiencia. Por esto las pruebas (exámenes) de
habilidad están constituidas por problemas fáciles de resolver y lo que discrimina
entre los sujetos es el tiempo de resolución o de ejecución sin errores.
vista de la medición, aptitud indica que el más apto puede aprender con más
facilidad que otro si a ambos se les ofrece la misma oportunidad de aprender.
Las aptitudes académicas como atributos medibles se derivaron de pruebas de
inteligencia y mediante análisis factorial se constituyeron en los factores que
demostraron ser los mejores predictores del éxito académico.
Cuadro 5
Determinantes de la competencia como vínculo
La sentencia de Esquilo “No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe
cosas útiles”, tarjeta de presentación del análisis de los significados hacedores
del término “competencia” en español –autoridad, capacitación, cualificación,
incumbencia; competición y suficiencia– del profesor J. M. Prieto en el prólogo
al libro de Levy–Leboyer ya citado, nos lleva a preguntar sobre el destino de
la utilidad de los saberes. ¿Para la vida? ¿Para el trabajo? ¿Útiles ya o para no
sabemos cuándo?
Cual panacea se toman hoy las competencias. Sería bueno recordar que al abrir
el cofre Pandora dejó escapar los males y ya no fuimos dioses sino mortales,
guardianes de la esperanza que aún está encofrada esperando nuestros méritos.
174 Floralba Cano. Escritos
Quisiera, entonces, que pudiéramos llegar ahora a otro principio sepultado hoy
en nuestro conocer del conocer y compartir una leyenda vaupense que trata de
un árbol mítico de tiempos míticos, recogida por Milciades Wanana Borrero y
Marleny Pérez Correa en su presentación de mari jiti kiti (“esto es lo nuestro”
en lengua wanana) en Vaupés. Mito y realidad.
Aceptando que el árbol es símbolo del conocimiento en casi todas las culturas
ancestrales, transcribo la leyenda para que su deseo establezca las relaciones entre
la enseñanza que en ella se intuye y la tarea de educar sabiendo hacer en la vida.
Hasta que llegó un momento en que cansados de soñar en lo que podría ser su vida
si tuvieran lo que ese árbol de siempre, legendario y mágico poseía en su eterna
quietud, hablaron y decidieron ir a tumbarlo; se fueron armados cada uno con su
herramienta, su decisión y su fuerza.
Ocurrió lo mismo por varios días, hasta que un atardecer uno de los hombres se
llevó una astilla para hacer algo en que sentarse. A la mañana siguiente, como
siempre, el árbol estaba entero de nuevo, pero el espacio de la astilla estaba ahí y por
Parte I. Psicometría • Comprendiendo las competencias 175
Cada tribu de las que participaron cogió lo que pudo, por eso ahora cada etnia es
maestra en elaborar un objeto determinado.
El gran árbol al caer con su enorme peso rompió la línea del río Apaporis, formando
el majestuoso raudal Jirijjirimo.
Esa serranía que formaron las astillas va desde Jirijirimo hasta Circasia, está entre
los ríos Paraná y Cananarí. De estos cerros naces los cayos Tatú y Piedra, que son
afluentes del Pirá, y caño Manteca que desemboca en el Cananarí.
– En el interior del sujeto hay pensamiento, que es el acto por el cual el interior
mira al interior; y no encuentra nada, a no ser que se ponga algo.
– La ciencia tiene método porque cree que hay objeto. Así, el método es el
camino entre el sujeto y objeto en el acto de conocer.
Una de las tareas del psicólogo es comprender las diferencias individuales, por
lo cual termina interesándose tanto en lo que las pueda originar como en los
factores que determinan tales diferencias ante una misma situación. Por ejemplo,
durante un proceso de verificación del desempeño algunas personas mejoran su
rendimiento y otras parecen menos hábiles; algunas muestran productividad por
rachas y otras desempeños erráticos. El propósito general de la medida de rasgos
psicológicos es evidenciar las diferencias individuales, que no por insignificantes
dejan de ser reales y no pocas veces de magnitud apreciable.
* Texto inédito, producto de una reflexión a posteriori de la profesora Floralba Cano al proceso
de sustentación de tesis de su nieta, la también psicóloga, Liliana Mendoza, en la Universidad
Javeriana, Cali.
178 Floralba Cano. Escritos
La confiabilidad indica qué tan precisa esa medida o qué tanto del puntaje
observado es verdadero; en consecuencia, el índice de confiabilidad refleja si
el procedimiento seguido para construir el instrumento permite controlar la
aparición de variables irrelevantes al propósito de medida. Estas pueden provenir
del sujeto mismo, del grado de representatividad de las operaciones de medida
180 Floralba Cano. Escritos
Puede disminuirse el tiempo entre las dos aplicaciones usando test paralelos
en contenido y con índices estadísticos de las operaciones de medida o ítems
(promedio, varianza, correlación ítem-test) semejantes o sin diferencias signi-
ficativas entre ellos y según convenga a la naturaleza del rasgo o de la escala
utilizada para expresar la medida, sea esta categórica, ordinal o de intervalo. Se
obtiene así el coeficiente de equivalencia del cual el coeficiente mitad-mitad
÷ corrección por longitud y par impar + corrección de longitud son variantes.
La validez indica qué tan bien el instrumento hace su trabajo; en otras palabras,
indica el grado o manera como cumple el propósito para el cual fue construido,
sobre la base de que el término propósito alude a qué mide, cómo lo mide, quién
lo mide y para qué lo mide. Puesto que el propósito así definido constituye un
término técnico y no una simple intención final, sus determinantes funcionan
integralmente y las variaciones en cualquiera de ellos afectan la validez del
instrumento. Este efecto es, por ejemplo, el que sentiría un alumno de último
semestre de carrera si se le ordena presentar sin previo aviso un examen ob-
jetivo de opción múltiple de una asignatura ya aprobada en primer semestre
cuya calificación no se registró en su historia académica. Se ha mantenido el
qué, el cómo y el para qué y solo ha cambiado el quién. Obsérvese que el quién
no alude al sujeto empírico sino al individuo que tiene las características del
grupo de referencia del examen para primer semestre. Lo anterior aclaración
lleva a precisar que un grupo normativo alcanza su carácter de tal al ser des-
crito en función de variables relevantes al para qué y no solamente mediante
variables sociodemográficas de las que se acostumbra echar mano sin analizar
su pertinencia. Grupo normativo de un instrumento tiene el mismo sentido
que muestra (o sujetos) como constituyente del marco de referencia en una
investigación teórica o aplicada.
como predictores que en las que cabría utilizar como criterio. Al campo de la
construcción teórica le es sustantivo acceder a constructos bien definidos y en
lo posible medibles con test.
titativo y se entiende por qué se trata, para este particular, con instrumentos
heterogéneos en los que subyace un rasgo complejo que no emerge de una
teorización solitaria sino fuertemente interconectada con otras características
del comportamiento individual que cambia correlativamente al cambiar las
situaciones experimentales o naturales bajo las cuales pueden observarse y que
además subyace explicito o implícito en la teoría.
Ahora bien, puesto que los modos de investigación pueden combinarse para
complementarse, podría postularse que el abordaje de un problema de investi-
gación obliga a construir un camino personal de indagación y de verificación (si
así no fuera, ¿cómo se innovarían los modos?); pero, ¿desde qué punto de vista
tomarlo como una opción personal? Mi respuesta es que es esa opción personal
requeriría de un control externo al investigador y no excusa la verificación de
su validez; no es por declaración que se asegura su cientificidad.
Sobre el abordaje del hecho psicológico, Gillieron (1988) avanza en esta antolo-
gía sobre el análisis ya iniciado por Greco (artículo antes mencionado) y da como
no concluido el debate sobre “cómo abordar objetivamente la subjetividad”.
Equivale –como ella lo puntualiza– a insistir en la especificidad del objeto de
la psicología: la subjetividad6.
Una intelección cabal del aporte de Gillieron (1988) se facilita si se relee el ar-
tículo de Greco y los aportes de la lingüística en la persona de Emile Benveniste
(1, pp. 161-187). Los temas tratados por él en los capítulos señalados en la nota
a pie de página 7 son la prueba más contundente para respaldar la necesidad de
abordar las “tres” personas (tres entre comillas porque hay una que no lo sería)
y dar respuesta al problema que pone sobre la mesa la pregunta de Gillieron:
“La validez en psicología: ¿primera, segunda o tercera persona?”.
[…] Otra característica es que “yo” y “tú” son inversibles; aquel que “yo” define
como “tú”, se piensa y puede invertirse a “yo”, y “yo” se vuelve un “tú”. Ninguna
relación parecida es posible entre una de estas dos personas y “él”, puesto que “él”
designa específicamente nada y nadie.
Por último, hay que adquirir cabal conciencia de esta particularidad: que la “tercera
persona” es la única por la que una cosa es predicada verbalmente.
Así que no hay que representar la tercera persona como una persona apta para
despersonalizarse. No hay eféresis de la persona, sino exactamente la no-persona,
poseedora como marca de la ausencia de lo que califica específicamente al “yo” y
al “tú”. Por no implicar persona alguna, puede adoptar no importa qué sujeto, o no
tener ninguno, y este sujeto expresado a no, no es jamás planteado como persona.
Este sujeto no hace sino agregar en aposición una precisión juzgada necesaria
por la inteligencia del contenido, no para la determinación de la forma (p. 166).
[…] “él” tiene como característica y por función constantes representar, al respecto
de la forma misma un invariante no-personal, nada sino es… (p. 167).
Por otro lado, la investigación-acción toma una situación hasta cierto punto
“natural” en la que: a) el cambio que se va a producir se identifica intersubjetiva-
194 Floralba Cano. Escritos
10. ¿De esta grieta nacería la exigencia metodológica de una significación intersubjetiva de la
información en el caso de la investigación-acción?
11. Una comparación sucinta de epistemología y lógica, lo sustenta:
Epistemología:
– Estudia los principios materiales del conocimiento: el pensamiento con referencia al objeto.
– Investiga por la verdad del pensamiento, su concordancia con el objeto.
– Teoría del pensamiento verdadero
– Problemas: posibilidad del conocimiento, su origen o fundamento; su esencia o trascen-
dencia; el criterio de verdad. (Diccionario VOX. Ed. Plaza y Janes, 1983).
Lógica:
– Estudia los principios formales del conocimiento: formas y leyes generales del pensamien-
to considerándolo en sí mismo.
– Investiga la corrección formal del pensamiento, su concordancia consigo mismo.
– Teoría del pensamiento correcto.
– Problemas: doctrina sobre el concepto, el juicio, el silogismo y el método (de razonamiento).
198 Floralba Cano. Escritos
Si una persona fija su atención en algo dice: “yo observo”. Si hace preguntas
o participa en una interlocución no dice tan naturalmente “yo encuesto”, “yo
cuestiono”, “yo entrevisto”. Cuestionar, encuestar, entrevistar se refieren a un
contexto técnico; indican que quien habla es un especialista o una persona
Parte II. Metodología • La subjetividad como objeto de la psicología y los modos de investigación 199
Lo anterior nos lleva, entonces, a distinguir entre observación como acto (el
resultado de fijar la atención visualmente) y como técnica o método (¿?) en el
sentido de “una tecnología operativa estructurada”13 o sea, como un medio de
acceso a lo real, entonces, modo (¿?). Alusiones a actividades del investigador
como “recoge o efectúa observaciones” (5, pp. 72-76) dan a la observación el
estatuto de técnica.
Broussais, citado por Greco (4, p. 18) sitúa la observación como método de la
psicología positivista al lado de la experimentación fisiológica, de la patología
comparada y del método genético directo. De esta manera, la observación
acompaña tempranamente la constitución de la psicología y está asociada
tempranamente a la experimentación.
14. Para Gillieron introspección es “auto-observación” (3, en esta antología). Para Greco… “la
forma más modesta del pensamiento especulativo de un mismo” /4. p. 16).
Parte II. Metodología • La subjetividad como objeto de la psicología y los modos de investigación 201
Del esquema R= f (S↔P)15 de Fraise, citado por Greco (4, p. 42), se infiere
que en el sujeto de experimentación se incluye la relación –interacción– del
sujeto observado con la situación experimental. Cuando uno se percata de
que se está ante una totalidad, entiende que no es suficiente dedicar mucho
rigor a la descripción de la intervención misma sino que no puede dejar de
lado precisiones sobre la situación como texto de intelección de la conducta
del sujeto. Privilegiar solamente la descripción de la intervención, equivale a
considerar que lo único que interesa es cómo el investigador elicita la conducta
del sujeto, porque esta solo dependería de la forma como se elicita. Equivale
a desconocer la intervención que el propio sujeto –al fin y al cabo la razón de
la investigación– tiene sobre su conducta; equivale a negarlo como sujeto de
experiencia. Ello sería así, porque malentenderíamos “situación experimental”
como lo exterior al sujeto –campo de acción–, pero no como elemento consti-
tutivo de la experiencia del sujeto.
Inferencia objetiva
Inferencia subjetiva
Las anteriores notas sobre la observación como técnica nos ayudarán a tener
presente que la determinación conceptual de lo observado y de la observación
como medio de conocimiento, lo mismo que el establecimiento del control
sobre el proceso, la situación y el registro de observación, plantean obstáculos
diferentes que el diseño debe resolver con el fin de conseguir resultados válidos.
Espero haber movido a la reflexión para conseguir que los modos y técnicas
de investigación se supediten al problema de estudio, puesto que su uso ha
venido deformándose en lo contrario: supeditar el problema al modo, cuando
no encontrar un problema de investigación para un pensar y crear opciones
metodológicas a partir del abordaje de problemas de investigación. No haga-
mos más metodología ni “practiquemos” diseño por fuera y a espaldas de los
problemas de estudio previamente definidos.
Referencias
– BENEVISTE, E. (1985). Problemas de lingüística general. 12ª edición. México:
Siglo XXI.
Organización de un servicio
de aconsejamiento psicológico
a nivel universitario*
Bogotá, 1968
Introducción
Se ha escogido la expresión “aconsejamiento psicológico” para nominar un
servicio asistencial y personal que se ha venido definiendo como “consejería”
por dos razones principalmente: primera, la imagen mental de aconsejamiento
sugiere una acción que se realiza y en ninguna forma algo estático. Si la palabra
“aconsejamiento” sugiere algo dinámico, consejería evoca más bien un sitio que
un acto. Segunda, el verbo que indica la acción de dar consejo es aconsejar y
no consejar, ya en desuso.
* Este texto corresponde a la tesis de grado de la profesora Floralba Cano como psicóloga de
la Universidad Nacional de Colombia. Fue publicada en coautoría con su colega Guillermo
Quiroga Cardona en la Revista colombiana de psicología Vol. 13 Nos. 1-2. Por cuestiones de
extensión y para facilitar el acceso a la versión original, se ha publicado solo la primera parte
como un tributo al primer escrito en psicología de la profesora Cano y que marca el inicio
de su carrera como autora. El texto completo está disponible en: http://www.revistas.unal.
edu.co/index.php/psicologia/issue/view/3261
208 Floralba Cano. Escritos
Es de esperar que los primeros en hallar la bondad del término sean los psicólogos
y que a través de ellos su uso se haga cada vez más frecuente. Se cree que una
buena costumbre en este sentido se podrá iniciar en los centros docentes que
actualmente forman psicólogos en Colombia.
Con este trabajo se busca precisar las condiciones y principios básicos necesarios
en la organización técnica de un servicio de aconsejamiento psicológico en
las universidades y circunscrito solamente a este estadio de la educación, no
porque se desconozca la necesidad de organizarlo a otros niveles, sino porque
se quiere aportar al mejoramiento del problema de la retención universitaria
y porque se estima que un servicio de aconsejamiento psicológico aliviaría los
problemas a través de los cuales se expresa la desadaptación que caracteriza la
población universitaria (especialmente la adolescente) y porque el servicio por
su naturaleza, podría desarrollar actividades de higiene mental.
Por otra parte e íntimamente relacionada con la falta de desarrollo social, está la
circunstancia de que hasta hace pocos años nuestras incipientes universidades
eran organismos carentes de vitalidad y recintos cerrados y aislados tanto por el
reducido número de personas que asistían a ellas como por su desconexión de
la sociedad, razón por la cual se mantenían estancadas. Esta situación a pesar
de que ha cambiado notoriamente aún no es la ideal, pues el cambio ha traído
otros problemas que requieren planteamientos nuevos y soluciones audaces que
por alguna razón no se han implantado.
Es posible que después de haber leído el presente trabajo haya quienes se pre-
gunten por qué no se incluyó como forma de organización aquella que apro-
vecha estudiantes de psicología en forma análoga a como se aprovechan los
estudiantes de medicina para prácticas en centros hospitalarios, las cuales tienen
el doble fin de entrenar y enseñar a un futuro profesional y dar un servicio a la
comunidad. Si no se sugirió esta es porque se considera poco prudente ya que
la práctica profesional del aconsejamiento exige personas especializadas y de
conducta madura y no da lugar a ensayos experimentales con personas que no
han completado el primer estadio de su formación profesional.
Las diferentes clasificaciones que se exponen no tienen como objeto fijar o de-
terminar una línea de acción diagnóstica, sino brindar referencias que podrían
utilizarse para organizar el material de consulta (en un futuro) de investigación.
Por otro lado, la técnica del cuestionario para hacer un censo de los problemas
existentes en el universitario presentó limitaciones (expuestas en el aparte
correspondiente de este capítulo) por lo que se prefirió utilizar el concepto de
personas vinculadas a la labor de aconsejamiento.
Necesidad de un servicio
de aconsejamiento psicológico
El continuo y rápido cambio de la sociedad actual es una de las características
más sobresalientes de nuestra época. Este incesante cambio, que se evidencia en
una carrera desenfrenada y sin límites por la “superación”, está en desarmonía
con el bienestar individual y social que marchan a la zaga del adelanto técnico
Parte III. Docencia • Organización de un servicio de aconsejamiento psicológico a nivel universitario 213
[…] con el tiempo, el “homo sapiens” perecerá igual que le ha sucedido al dino-
saurio y por las mismas causas. Es cierto que poseemos algunas ventajas sobre
el dinosaurio, porque nosotros hemos aprendido a descubrir algunas de las leyes
del cambio evolutivo, a reconocer este cambio en la cualidad de la aptitud de la
conducta humana y, por consiguiente, sabe ajustar nuestra conducta suponiendo
que también poseemos la voluntad para ello. Las causas eficientes de este desorden
que ahora amenaza nuestra seguridad se encuentran no en lo que nos rodea, sino
en nosotros mismos. En nuestras condiciones actuales de organización social, la
aptitud para sobrevivir no depende de la fuerza bruta ni de la mera acumulación
de información científica o de cualquier otra especie (p. 22).
Este conducirse está dirigido por el aculturamiento recibido, que tiene como
finalidad preparar desde niño al individuo a quien posteriormente se exigirá
una conducta semejante a la de los demás miembros de su grupo social. El
grupo castiga y asila a los individuos que se alejan demasiado de los esquemas
aprobados. Por esta razón, en el acatamiento de las pautas sociales los individuos
Parte III. Docencia • Organización de un servicio de aconsejamiento psicológico a nivel universitario 215
no se alzan muy por encima del nivel del grupo ni caen muy por debajo de él,
como regla general.
Hay algunas pautas que tienen cierta universalidad pero están matizadas por
las características de cada cultura; otras, dentro de la misma sociedad, tienen
una flexibilidad o variabilidad correspondientes a los diferentes estratos sociales.
El conjunto de pautas de cada sociedad constituyen su sistema de valor. Este
se define:
[…] Como la estimulación generalmente aceptada de las pautas para las rela-
ciones interpersonales (verbigracia, honradez); las realizaciones (heroísmo); los
objetivos (salvación, éxito); los tipos aceptados de satisfacción (estéticos, de orden,
sistematización, eficacia); lo que concierne a los ideales sociales (respetabilidad,
status, fuerza, habilidad).
[…] Todos los sistemas de valor son orientaciones conscientes y, por implica-
ción, incluyen las evasiones. También incluyen todas aspiraciones, los ideales y
la moralidad sancionada públicamente. Los sistemas de valor de una cultura
están comprendidos entre sus aspectos más notables; las incompatibilidades más
violentas entre los individuos y los grupos surgen de los conflictos en los sistemas
de valor. Todos los sistemas de valor son conscientes; son los resultados finales de
un complejo de constelaciones profundamente arraigadas en factores inconscientes
(Kardiner, 1965, p. 271).
juega un papel tan importante ante el cual es difícil tomar una posición ade-
cuada, tiene que utilizar sus capacidades adaptativas para evitar el fracaso. Esto
representa un gran esfuerzo que para muchos llega a ser insalvable, especialmente
cuando llegan a la universidad con un deficiente grado de instrucción o sin la
madurez y estabilidad emocional necesarias. En estos casos las adaptaciones
precarias son frecuentes, al igual que el surgimiento e incremento de problemas
que no pueden resolverse sin ayuda oportuna y adecuada. Todo esto se traduce
en una disminución del índice de retención universitaria y en cierto sentido en
un aumento del índice de desempleo.
– La primera (una relativa minoría) está constituida por los estudiantes que
logran adaptarse a la vida universitaria sin mayores complicaciones y con
un manejo eficiente de su medio ambiente interno y externo.
Cuadro 1
Retención de estudiantes universitarios, años 1959-1964
Año Curso Matrícula Porcentaje
1959 1º 7.432 100.00
1960 2º 4.903 66.00
1961 3º 4.243 57.00
1962 4º 3.437 46.20
1963 5º 2.846 38.30
1964 6º 1.033 13.90
Fuente: Estadísticas para las universidades que integran la Asociación Colombiana de Universi-
dades (ACU). Estadísticas de la educación superior de los años de 1959 a 1964.
4. Falta de aptitudes para realizar estudios universitarios. Es bien sabido que no todo
aquel que termina el nivel de educación media puede terminar el de educación
superior, tal como está programada en nuestro medio. Quizá el incremento de
institutos de enseñanza técnica ligados más a la enseñanza secundaria que a la
universitaria, resuelva el problema de quienes habiendo terminado el bachi-
llerato no poseen las aptitudes suficientes para terminar estudios profesionales
superiores.
Por otra parte, no todas las universidades del país tienen sistemas confiables
y objetivos de selección, una necesidad que apenas comienza a preocupar a
los directivos universitarios. Es posible que fallas en los sistemas de selección
para admisión a la universidad expliquen la liberación de cupos por falta de
capacidades para terminar estudios superiores. A estas fallas se suma la inci-
piente organización y desarrollo de la orientación profesional, etapa previa a la
admisión en la universidad.
al estudiante podría mejorar las condiciones específicas para lograr una buena
adaptación y un buen rendimiento.
Si por una parte existe una fuerte tendencia a aumentar las posibilidades de
educación superior con el fin de que cada año sea mayor el número de univer-
sitarios, es por lo menos razonable que paralelamente se aumenten los esfuerzos
por controlar la deserción estudiantil.
Cuadro 2
Costo de la deserción estudiantil entre los años de 1963-1966
Matricula por curso
Presupuesto Matrícula Costo/ Deser- Costo de la
Año (1) Total (2) 1º 2º 3º 4º alumno ción deserción
1963 98.689.042 19.004 6.624 5.123.06
1964 127.976.639 21.091 4.478 6.067.83 2.146 11.144.306.76
1965 170.959.208 24.205 3.870 7.062.97 608 3.6893240.64
1966 219.518.358 26.146 3.317 8.395.86 553 3.905.822.41
Notas: 1) ACU: Plan básico de la educación superior en Colombia. 2) ACU: Estudios para el
planeamiento de la educación superior, 1963, 1964,1965.
Cuadro 3
Costo total de la deserción estudiantil entre el primero y el segundo año1963-1966
Matrícula por curso
Año Costo total de la
(1) 1º 2º 1º 2º 1º 2º Deserción deserción
1963 6.624
1964 4.478 7.826 2.146 11.144.306.76
1965 5.304 8.993 2.522 15.303.067.26
1966 5.705 3.288 23.223.045.36
Notas: (1) ACU: Plan básico de la Educación Superior en Colombia. 2) ACU: Estudios para el
planeamiento de la educación superior, 1963, 1964,1965.
Williamson y Foley (1942): “… como una relación cara a cara en la cual, por
razón de su entretenimiento y habilidad o porque inspira confianza, una persona
ayuda a otra a ver, percibir, aclarar y solucionar sus problemas de adaptación”
(p. 141).
Hanh y McLean (1942): “… un proceso que ocurre en una relación uno a uno
entre un individuo preocupado por problemas que no puede resolver solo y un
profesional con experiencia y preparación suficientes para ayudar a otros en la
solución de problemas personales” (p. 159).
Referencias
– ARBUCKLE, D. S. (1942). Counseling: an introduction. Boston: Hougton
Miffling.
228 Floralba Cano. Escritos
– PIERSON, G. A. y GRANT, C. (1942). The road ahead for the school coun-
selor. Boston: Hougton Miffling.
cualquier tipo de pregunta por pertinente que ella sea a su propósito; la usa
con el objetivo de escarbar, buscar en lo profundo. Esto se consigue con el uso
de sondas de diferente nivel de profundidad –sondas de paso único, sondas de
dos pasos– (Swan, 1992).
Dado lo anterior, es obvio que se acepte que una prueba de respuesta cerrada
(tipo test) sea llamada “objetiva” y que una prueba de respuesta abierta (tipo
ensayo) sea incorrectamente llamada “subjetiva” cuando en realidad también
puede hacérsela objetiva en el sentido restringido. Por extensión, en el caso de
pruebas de conocimientos hay poca dificultad en aceptar que pueda objetivar-
se una prueba tipo ensayo, lo cual no sucede en diagnósticos de personalidad
mediante procedimientos flexiblemente estandarizados. Baste la digresión sobre
el problema de calificación objetiva de los resultados en instrumentos de uso
corriente para ilustrar que todo procedimiento es susceptible de calificarse como
objetivo o subjetivo. Para llevar el análisis a un nivel más profundo, permítaseme
citar a Fritjof Capra (1982):
Cabe aclarar que no se trata de hacer una defensa de la entrevista para verificar
información ni de la entrevista clínica como instrumentos útiles y apropiados
en procesos de admisión a postgrados, sino de una opinión profesional. Es claro
–por lo evidente– que el uso de la entrevista como instrumento de selección
de estudiantes es una cuestión polémica en la Universidad del Valle: baste
invocar como apoyo a la anterior afirmación el artículo cuarto del proyecto de
acuerdo16 que “mo'ca la reglamentación aplicable a los estudiantes regulares de
los postgrados”. En resumen, el citado proyecto establece:
– La entrevista no goza de acuerdo unánime respecto de la conveniente de
su uso.
– Debe practicarse mediante guía aprobada por el cuerpo colegiado corres-
pondiente en cada programa y debe adelantarse por docentes debidamente
capacitados para tal fin.
– El entrevistador debe ser alguien que “no tenga familiaridad con el estu-
diante”. (¿Se referirá a “no ser familiar del entrevistado o no tener lazos de
consanguinidad con él?)
Todo lo anterior muy racionalizado y juicioso, pero llama la atención que para los
otros seis posibles instrumentos que se enlistan no se haya explicitado requisito
alguno, aunque hay entre ellos dos cuya información puede dar lugar a problemas
de dimensionamiento en una escala única para decidir la admisión, tal como
parece sugerirlo a este último respecto la pregunta hecha por el comité sobre la
ponderación (porcentaje del puntaje total) que valdría la entrevista. Esos dos
instrumentos son “Experiencia profesional” y “Experiencia investigativa en el
caso de un doctorado”.
– ¿De qué tipos de aptitud se habla? ¿De aptitud general que incluye la ver-
bal, la numérica y el razonamiento abstracto? ¿De razonamiento mecánico,
espacial y creativo? ¿De procesos de pensamiento lógico, no lógico o de
pensamiento lateral en los términos de De Bono, E.? (1986) ¿De procesos
de pensamiento o de solución de problemas no matemáticos?
236 Floralba Cano. Escritos
Si bien la educación no crea las clases sociales, pues su asiento se encuentra en las
relaciones de propiedad, si contribuye a la internalización de los valores dominantes
de clase y a acentuar o “limar” las diferencias dentro de la sociedad. En la misma
forma cumple funciones diferentes para cada una de ellas: para los estratos bajos
aparece como la vía más segura de lograr el ascenso social, y para los sectores
medios y altos como el mecanismo más efectivo de retener la posición social en la
cual se nace y respaldar su prestigio (p. 78).
Referencias
– BALEGNO L. (1997). Psicosis y cognicion: del nacimiento de la significacion
a la construccion del símbol. Cali: Ed. Rafue.
Así como no es posible avanzar sobre la modificación curricular del ciclo básico
sin lograr una conceptualización atinada sobre la formación integral, es también
incierto retomar los puntos de llegada en el trabajo curricular adelantado para el
ciclo profesional sin discurrir sobre la formación profesional, tarea esta asumida
por la universidad para responder a las necesidades surgidas de la modificación
del trabajo industrializado y de la libre competencia del mercado laboral.
Oficio: Ocupación que exige una destreza. De suyo, en sus orígenes alimenta la
cotidianidad y conviene dedicación natural opuesta al ejercicio de artes liberales.
En relación con una destreza, significa “atado por las manos” en oposición a
“liberado por el pensamiento”. El oficio no hace distinguible a quien ejerce en
el sentido de distinguido; a la distinción se llega por el ejercicio del intelecto. El
oficio convoca la ocupación de siervo venido a más, la ocupación práctica pero
servil. Incluso hoy, hablamos de personas “del oficio” para referirnos a sujetos
Ejercer oficiosamente significa olvidarse de sí, sin usar el carácter que tiene
quien actúa. Ser profesional oficioso significa ser hacendoso, solícito, compla-
cerse en ser útil. Intervenir de oficio significa mediar sin ir en pro o en contra
de quienes se media; quien oficia no se nota. Tal sentido de oficio precedió
a la preparación formal para el trabajo y se dio diferente de las profesiones
liberales como consecuencia de la división social del trabajo, mucho antes de
que apareciera la universidad como refrendadora de licencias para enseñar o
practicar profesiones. Podría pensarse que el oficio como ocupación de menor
valoración social no se da en nuestros días porque los oficios se han dignificado
en el empleo. ¿Y porqué, entonces, distinguimos entre trabajadores oficiales y
empleados públicos?
profesión es generosidad por ser, ante todo servicio. Es parte de la cultura social
(p. 54).
La desprofesionalización como meta (¿?), objetivo (¿?), propósito (¿?), fin (¿?),
principio de (¿?) (no es claro si de la universidad o del currículo de los profe-
sionales) ha tenido diversas interpretaciones:
Creo que las decisiones sobre el currículo del ciclo profesional se beneficiarían
si parten del análisis del perfil profesional en las tres facetas, a saber, operativa,
científica y humana distinguidas en el documento ya citado de la Ascun, y si
se conviene un sentido para la profesionalización o desprofesionalización, se
puede decidir a la vez sobre el equilibrio la dominancia de las facetas del perfil.
Juzgar la fortaleza de una profesión requerida por la “habilidad técnica real que
produzca resultados demostrables y que puede enseñarse” es, según Collins
(1989), poner el énfasis en la faceta operativa del perfil solamente y conside-
rar que la dicha “requerida habilidad debe ser lo suficientemente difícil para
requerir capacitación y lo bastante confiable para producir resultados; pero no
debiendo ser tan confiable que los extraños puedan juzgarla por sus resultados”,
es vulnerar la identidad profesional.
La identidad profesional
La indiscriminada profesionalización de oficios, ocupaciones, puestos de traba-
jo, actividades y empleos cuyo efecto se mide por el fenómeno de desfoliación
de las profesiones, afecta sus identidades porque no les permite con el mismo
grado de certidumbre, diferenciar su objeto de conocimiento ni deslindar sus
campos de acción.
246 Floralba Cano. Escritos
El punto de vista lógico define la identidad por una clase de relación que permite
establecer una acción reflexiva sobre sí, lo cual implica establecer lo idéntico
(algo más que igual). No por nada mi profesor Fredericci utilizaba en sus clases
de lógica matemática el símbolo y siempre escribía encima “ser”. En la grafía se
impone algo más a la igual. Creo que no es irrelevante utilizar un trigrama, una
“trinidad” de segmentos iguales y paralelos para la identidad.
El punto de vista ontológico define la identidad como condición del ser y con-
dición de existencia que implica conciencia de permanencia igual a sí mismo
en el tiempo y el espacio. Aunque no tengo un profesor de filosofía grato a mi
sentimiento, sí tengo uno de antropología filosófica, Mateo Mankeliunas, psicó-
logo, que me “apachurraba” con su noción de la inmanencia e intrascendencia
del ser. Aún hoy me preocupan y no tengo trigrama para la conciencia ni para
la subjetividad. Pero en síntesis, la identidad es la posibilidad de mantener el
sí mismo substancialmente a pesar de las contingencias que acompañan la
existencia.
Parte III. Docencia • Apuntes para la toma de decisiones sobre el ciclo profesional 247
Referencias
– ASCUN (1989). Las profesiones hoy y sus relaciones con el trabajo y el empleo.
Bogotá: Editorial ASCUN.
Introducción
La democratización de la calidad se ha considerado como el mayor desafío del
sistema educativo. La preocupación por la calidad de la educación está estre-
chamente relacionada con las políticas y los programas de mejoramiento, por
ello ha sido notoria en los últimos años la abundancia de estudios y proyectos en
este sentido, pero también es evidente que los conocimientos y la información
sobre el tema son limitados.
* Este texto corresponde a la primera parte del libro Factores asociados al logro cognitivo de los
estudiantes: grados 5to y 3ro (1993-1994) publicado por el Ministerio de Educación Nacional
(ver referencia completa al final) como resultado de una investigación del mismo nombre y
llevada a cabo por el Instituto SER de investigación el cual fue contratado para tal fin. Para
ello, el instituto contó con los resultados depurados de logro en el lenguaje y matemática
suministrados por el Servicio Nacional de Pruebas del Icfes.
17. Ministerio de Educación Nacional. Sistema Nacional de Evaluación (SABER). Primeros
resultados: matemáticas y lenguaje en la básica primaria. Colección Documentos del saber.
No. 1 Bogotá, 1993.
250 Floralba Cano. Escritos
En las áreas de lenguaje y matemáticas de los grados 3º, 5º, 7º y 9º, el propó-
sito fundamental que guía las pruebas aplicadas es aproximarse a qué tanto
han aprendido los alumnos, o mejor, qué han logrado frente a los niveles que
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 251
Para cada área se dará cuenta del enfoque de la evaluación, qué evalúan las
pruebas y cómo se presentan los resultados. De esta manera se pretende prepa-
rar al lector para la interpretación de los resultados que se presentan para un
análisis nacional y regional.
Estas “pruebas con referencia a criterio” se diseñan dentro de una evaluación que
da significado al nivel obtenido por cada estudiante en relación con lo aprendido,
aprovechado y logrado en su experiencia educativa, en nuestro caso en las áreas
de matemáticas y lenguaje. Por el contrario, en las pruebas conocidas como de
referencia a la “norma”, utilizadas fundamentalmente con fines de selección
como sucede en el examen de Estado para ingreso a la educación superior, los
resultados de cada estudiante al compararse con los de otros estudiantes, se
interpretan o expresan en función del rendimiento promedio del grupo y de las
diferencias individuales.
Presentar los hallazgos sobre los factores de “logro cognitivo” sin referencia al
propósito que los orienta, equivale a entregar información empírica con algún
orden exterior al propósito que los valida, perdiendo así su principal sentido.
Por esto, se presentan en este apartado los tópicos conceptuales que permiten
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 253
Para ello es necesario evaluarla ya sea con propósitos diagnósticos para tomar
decisiones o para controlar el proceso y evitar desviaciones de los fines y objetivos
trazados. Dado que la vida misma se construye como un proceso educativo es
importante ofrecer una educación de calidad.
Una explicación siempre es una proposición que reformula o recrea las observa-
ciones de un fenómeno o un sistema de conocimientos aceptables para un grupo
de personas que comparten un criterio de validación. La magia, por ejemplo, es
tan explicativa para los que la aceptan como la ciencia para los que la aceptan.
La diferencia específica entre la explicación mágica y la científica está en el modo
como se genera un sistema explicativo científico, el cual constituye de hecho su
criterio de validación (Maturana y Varela, 1990).
Para la racionalidad científica antes (en el principio) no había alguien18 sino algo
(cosa tocable) y ley (causalidad). Si la naturaleza es algo (cosa) ese algo no puede
ocultarse y permite ser iluminado por la razón, que al hacerlo conoce.
La ciencia tiene método, porque cree que hay objeto. En este sentido el método
es el camino entre el sujeto y el objeto en el acto de conocer (Pérez Soto, 1996).
18. Para la fe y la universalidad del mito lo real era Dios. Si no hubiera habido Dios, no hubiera
habido personas. Así que, lo más importante de la realidad está en la realidad no conocible
(Pérez S., Carlos).
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 255
Si bien quienes aceptan la tesis durkheimniana han sostenido como cierto que
el hombre que desea formar la educación es un producto de la sociedad y no
de la naturaleza, Piaget ha demostrado que “la naturaleza no se somete a la
sociedad sino en ciertas condiciones y que al conocerse estas condiciones, se
aclara en vez de contrarrestar a elección de los objetos sociales”.
19. Objetivo por oposición a subjetivo; objetivo, como aquello que ocurre y se acepta como
cierto con independencia del sujeto.
256 Floralba Cano. Escritos
al alumno como persona. Ilustrando esta somera distinción con una reflexión
diríamos que después de una apreciación de la actividad del alumno podremos
decir que ha aprendido mucho porque hizo todo lo que se le enseñó a hacer
(rendimiento) o que ha aprendido bien cumpliendo con su papel de estudiante
(desempeño) o que ya elabora “porqués”, y “cómos” y que cada vez que hace
algo establece una circularidad entre acción y experiencia en un esfuerzo cons-
ciente de ser-hacer-conocer (“logro cognitivo”). Diremos, entonces, que “logro
cognitivo” es la acción20del sujeto, acción que es eficaz para conocer.
De hecho, aquello que retienen implícito (pero efectivo) los sistemas educativos
actuales, tanto los idealmente propuestos como heteroestructurantes como los
idealmente propuestos como autoestructurantes, es precisamente la interestruc-
turación de facto entre el sujeto que busca conocer y los objetos de su universo
natural y cultural que se le proponen y él se propone a su conocimiento y son
pertinentes. El sujeto está en relación no solo con el mundo de objetos en
estado bruto, portadores de estructuras naturales y también con objetos que
el sujeto puede estructurar intelectualmente, sino también con un medio que
consta de obras y de instituciones portadoras de estructuras y de significaciones.
Diríamos, entonces, que el proceso de interestructuración sujeto-objeto cuenta
con estructuras en el sujeto (determinantes del conocimiento), en el objeto
(desencadenantes del conocimiento) y con formas de estructuración pertene-
cientes o dadas en la relación sujeto-objeto (recordemos que los términos de
esta relación son tres; el tercero es el saber) lo que permitirá la transformación
del conocimiento, su avance o su desarrollo.
Una prueba de desempeño concierne a los aspectos cualitativos del ejercicio estu-
diantil y es lo que tradicionalmente aparece en los informes de calificaciones bajo
el encabezamiento “observaciones sobre el alumno”. Las escalas de desempeño
tuvieron su origen en el sector laboral y por vulgarización fueron llevadas a la
esfera educativa como sinónimas de calificaciones de rendimiento escolar. Lo
mismo está pasando ahora con el concepto de logro (cognitivo); parece que
según el sentido común, evaluar logro es lo mismo que evaluar rendimiento o
desempeño. Sucede otro tanto en la panorámica de la moda de la calidad total.
Dentro del sector empresarial se alude hoy a los logros empresariales, salvo que
se trata de logros de otra índole en el camino de la excelencia (empresarial) y
ligados a la calidad de los servicios y productos que se ofrecen al cliente.
misma o lo que la prueba representa, para dar por sobreentendido que se trata
de una prueba opuesta a aquellas que lo hacen con referencia a un estándar
externo a la prueba: el grupo o el estándar del grupo o el rendimiento prome-
dio del grupo que se constituye en patrón de medida. Esa característica tácita
de las pruebas con referencia a “criterio” ha hecho una errada diferenciación
entre las pruebas de rendimiento y las de logro como que las primeras miden
con referencia a la norma y las segundas sin. Si tal distinción fuera correcta, las
pruebas de rendimiento no estandarizadas o pruebas de aula que describimos
en el aparte precedente podrían constituir pruebas de logro.
Las pruebas de rendimiento miden cuanto “se sabe”. Las pruebas de logro, cómo-se-
va-conociendo. La preocupación presente en una prueba de logro es qué tan vá-
lidamente representa los estados de acceso del sujeto al objeto de conocimiento
los cuales son de constitución subjetiva del objeto. O sea, qué tan válidamente
representa el papel y las acciones del sujeto en la ruta del conocer.
niveles inferiores y no viceversa. Como cada nivel superior está constituido por
cualidades definitorias y propias, no se puede explicar (en el sentido de poner
de manifiesto) en términos de nivel inferior. Esta característica de los niveles
exige la definición de criterios para decidir en qué condiciones se alcanza o se
supera cada nivel y que una vez obtenidos los niveles estos puedan ordenarse
de modo consistente y jerárquico según referentes teóricos.
Hemos dicho que el “logro cognitivo” es la acción por la cual el sujeto accede
al conocimiento. Añadiríamos a lo ya citado de Carlos Pérez Soto que el cono-
cimiento es una representación del objeto que hace el sujeto “cognoscente o
conocedor” en términos de re-producción –caso corriente en la vida cotidiana y
escolar– o en términos de producción original –caso de la ciencia– o en términos
de retroacción, conocimiento reflexivo, estructurante y autocorrectivo que no
atañe exclusivamente a la ciencia. En otras palabras, podemos decir que el
conocimiento del objeto es una abstracción que tiene una relación con las
propiedades del objeto y con las acciones aplicables a este de parte del sujeto.
Por ello, solo adquiere su valor cuando las usa en situaciones de las cuales deriva
su significado.
– Las estructuras del mundo objetivo no solo conciernen a lo material (físico) sino
a lo elaborado (individual o colectivamente) en representaciones verbales,
gráficas, plásticas (de signos y símbolos, de significaciones). En este sentido,
las estructuras del objeto son formas dadas en un objeto o construidas en su
exterior que el sujeto aplica para comprenderlo y ponerlo de manifiesto. Las
formas dadas en el objeto pueden ser aparentes y percibirse, pero pueden no
serlo y entonces es necesario inferirlas. Toda información de tipo verbal es
encarnación de su estructura y puede concretizarse en grafía. También las
estructuras lógico-matemáticas de la geometría euclidiana son el reflejo de
las estructuras materiales, pero las de la geometría no euclidiana prefiguran
formas lógicamente posibles pero no necesariamente encarnan algo correcto.
– Para referirnos a las estructuras mentales del sujeto debemos recordar en pri-
mera instancia que estructura es un conjunto de elementos dependientes
entre sí y dependientes del conjunto, tal como se hallan subordinados a las
leyes de composición que confieren al todo propiedades distintas a las de
los elementos. Así, un elemento no permanece idéntico a-lo-que-es en una
estructura cuando pasa a otra ni la estructura permanece la misma cuando
uno de los elementos sale. Las estructuras mentales son estructuras de ac-
ciones interiorizadas en pensamiento o exteriorizadas en movimiento. Las
segundas son observables; las primeras no, pero las inferimos y definimos
funcionalmente mediante las acciones que determinan.
– De retroacción21: que devuelve a su fuente (el sujeto) una parte de los efectos
de la acción, como ocurre en el conocimiento reflex.
21. Como caso particular de la retroalimentación, esta permite explicar los procesos de
autorregulación y es importante en las actividades lingüísticas.
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 265
El método
Método en ciencia es el camino que recorre el sujeto en el proceso de acceso al
objeto de conocimiento. En este caso específico, el investigador y los colombia-
nos que desean saber sobre la calidad de la educación y que él representa son el
sujeto; y el objeto estaría constituido por los factores de esa calidad representada
en el “logro cognitivo” de los estudiantes en lenguaje y matemáticas.
Los instrumentos
Los correspondientes a factores de logro fueron diseñados por el instituto SER
a manera de cuestionarios de diligenciamiento personal, con preguntas de res-
puestas cerradas a partir de las cuales se establecieron las variables. Estas son
dicotómicas en su mayoría y el resto con más de dos valores y rango de variación
restringido; pocas se establecieron como de naturaleza continua.
266 Floralba Cano. Escritos
Además de los datos personales del alumno tales como la edad y ubicación (ur-
bana/rural) de su residencia habitual, se buscó información sobre sus actividades
durante el tiempo no escolar y tiempo de dedicación a los deberes escolares o
en relación con ellos; historia escolar en términos de preescolaridad, movili-
dad y repitencia; acceso a materiales educativos de “uso personal”; actitudes y
percepciones hacia el lenguaje y las matemáticas, la escuela, sus docentes, sus
padres, sus compañeros y frente a sí mismos. Complementariamente, se obtuvo
información sobre tipo de hogar, condiciones de vida relativas a la vivienda,
nivel educativo del núcleo familiar, alfabetismo de los padres y condiciones de
su trabajo y ayudas del hogar para el niño.
La muestra
El contexto y su caracterización
Se hace necesaria una caracterización general del contexto dentro del cual se
estudian los factores de logro, con el fin de proveer un marco de referencia que
facilite los juicios de evaluación posteriores acerca de las acciones orientadas a
mejorar la calidad de la educación y las políticas que la implican.
Por su importancia como descriptor de una línea de base del contexto educativo,
el Cuadro 1 lo resume. Esperamos con ello facilitar su visualización y consulta,
aunque reconocemos que no presentan homogeneidad en el registro de los
indicadores dada la naturaleza de las escalas usadas para informar acerca de
las características exploradas o por la información de la cual se disponía para
elaborar los cuadros. Se presenta el contexto caracterizado separadamente por
calendarios, pues en el caso del calendario B no se obtuvo descripción relativa
a los estudiantes. Esta constituye una información valiosa por lo que pueda
indicar de lo que sienten y perciben de su realización educativa como alumnos
y como hijos, los estudiantes de tercero y quinto.
Los resultados22
Saber sobre la eficacia de la escuela es comprender en qué medida se tiene fuerza
para actuar como educadora de los infantes y jóvenes confiados por la sociedad
para su formación. El juicio que extendemos sobre la obra de la escuela depen-
de de lo que esperamos de la educación. A juzgar por las investigaciones y las
decisiones que toman los gobiernos en todo el mundo, se espera que la escuela
resuelva los problemas que genera el saber como producto y los saberes posibles
que se involucran en una sociedad: lengua, tradiciones, creencias, ciencia, téc-
nica, arte, religión. De estos se destaca siempre el conocimiento acuñado por
la ciencia y dentro de este el lenguaje y las matemáticas como piso educativo
para cualquier individuo y lo mínimo necesario para construir su adaptación al
mundo de la cultura escolarizada.
22. La redacción de los resultados de esta investigación para efectos de optimización del espacio
en este volumen, corresponden a la forma como estos fueron presentados sintéticamente
por la profesora Floralba Cano en el capítulo intitulado Factores de logro cognitivo en la
escuela primaria colombiana. Estudio realizado sobre una muestra de planteles, grados 3° y 5°
(1993-1994) con el cual participó como coautora en el libro organizado por Francisco Javier
Murillo Torrecillas (2006) Estudios sobre eficacia escolar en Iberoamérica: 15 buenas investi-
gaciones. Este texto y el capítulo en mención están disponibles para su revisión en Google
libros (ver datos editoriales completos al final en referencias).
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 269
otros de sus elementos (por ejemplo, los enunciados en la Ley General de Edu-
cación –Ley 115 de 1994– el Ministerio de Educación Nacional ha obtenido
información sobre los estudiantes y sus hogares, los docentes y sus prácticas
pedagógicas y administrativas, los establecimientos educativos y los medios
y recursos para la docencia. Los resultados sobre estas indagaciones han sido
publicados por el Ministerio en la colección Documentos del saber y en la serie
Publicaciones para maestros.
Sobre la base del valor cultural del que gozan los conocimientos como meta de
la educación, la investigación tomó el “logro cognitivo” como termómetro de
la eficacia de otros componentes de la calidad educativa bajo el supuesto de
que lo más adecuado para evaluarla de manera global es asumir que los hechos
que la afectan se dan prioritariamente en el contexto escolar, pero también en
el comunitario y cultural y median o determinan los logros académicos de los
estudiantes. El propósito del estudio fue identificar los determinantes del logro
cognitivo de los estudiantes en lenguaje y matemáticas sobre la base de tomar
el proceso educativo como un sistema social que gira en torno a tres ejes: el
alumno, el docente y el establecimiento, a su vez influenciados por el contexto
externo de la escuela y dentro de este por la familia. Visto así el propósito,
obligó a un análisis estadístico de tipo correlacional que tomó el “logro cogni-
tivo” como variable por explicar y las del “proceso escolar y su contexto” como
variables explicativas.
***
manera explícita y aislada), pero cuyos efectos se dejan sentir y cuyo significa-
do puede a veces desentrañarse con alguna otra información disponible. Es el
caso de variables como “aula espaciosa”, “el aula tiene tablero”, “silla para el
profesor”, “ser profesor del grado 3º solamente.
– Pocos fueron los factores generales del “logro promedio” (en el nivel del
curso), entendiendo por ello que funcionaron para ambas áreas, los tres
sectores y los dos grados.
internacional y muy conocido, mientras que no hay nada con carácter especial
para responder a las necesidades específicas de la docencia y de la población
estudiantil urbana.
La naturaleza nada sutil del efecto de la “actitud del docente hacia sus alumnos,
su desempeño o sus habilidades”, ha sido destacada reiteradamente en espacios
no académicos. No obstante, ese efecto ha sido considerado equivocadamente
como una realidad no abordable en los programas de capacitación y desarrollo
docente. Este factor actitudinal parece contrastar con la confianza que a priori
se suele atribuir a los “manejos técnicos” de los materiales de apoyo didáctico.
Valdría la pena considerar si lo que afecta el logro es el manejo en sí de los
materiales, la significación cultural que se les atribuye, los procesos cognitivos
que ponen en juego o la oportunidad de uso, pues es este último el sentido que
alcanzan si se les tiene a mano en el salón de clase para cuando la necesidad
cognitiva del niño así lo señale.
de clase. Esto indica que la mera intuición docente no basta, que los énfasis no
están a elección caprichosa ni tampoco son el resultado de lo que el docente
“más sabe”. ¿Cómo llega el docente a decidir acertadamente qué contenidos
debe enfatizar, cuándo y cómo? Es una pregunta por responder mediante inves-
tigaciones de contexto cerrado.
Una muy buena parte de los factores de logro individual se refieren a descriptores
de procesos actitudinales, emotivos o afectivos del estudiante. De hecho, es
cuando lo subjetivo está presente cuando los factores de logro funcionan de
manera “general”: en ambas áreas, los tres sectores y los dos grados. A partir del
comportamiento de los factores de “logro individual” de naturaleza subjetiva
se puede comprender que la génesis del logro cognitivo sea la realidad interior
subjetiva y que la realidad exterior objetiva es, por su efecto, apenas mediadora.
El logro cognitivo es una construcción del sujeto y ello recuerda a Piaget: “el
niño aprende a pesar de la escuela”.
Sobre la base del valor de los coeficientes de regresión, los factores de efecto
negativo más marcado están en el sector urbano:
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 275
1. Los estudiantes de la escuela oficial urbana están en más alto riesgo de tener
bajos logros en matemáticas cuando “faltan a clase por cuidar hermanos”
que cuando “se perciben con dificultades para aprender”.
Para finalizar, otras interpretaciones para los datos suministrados deben surgir
del educador interesado y concernido plenamente en su tarea. Solo quisiera
subrayar el que para mí fuera el mayor hallazgo de este estudio: es del sujeto
que aprende del que surgen los factores de logro cognitivo de más amplio al-
cance. Esto señala que si deseamos lograr una mayor eficacia para la escuela,
el docente además de tener el más alto nivel educativo e independientemente
del ciclo educativo en el que enseñe, ha de saber despertar la autoconfianza y
la autoestima en sus estudiantes, así como interesarse genuinamente por dar a
cada uno de ellos el apoyo que tiene en cuenta su singularidad como persona,
como escolar y como miembro de una familia también singular. Para Colombia,
en la perspectiva de educar integralmente, el educador ha de tener en cuenta y
aprovechar pedagógicamente las actividades no escolares que los niños hacen
en casa, pues involucran entre un 30 % y un 60 % de la población escolar.
La experiencia que derivan los niños del cuidado de sus hermanos menores, de
ejecutar oficios domésticos diariamente y de trabajar para ayudar a su sustento
y el de su familia, afianza el sentido de pertenencia, el aprendizaje de los valores
familiares y el manejo de conflictos, así como al desarrollo de procesos lógicos
que tienen que ver con el uso del tiempo, la planeación y secuenciación de
actividades orientadas a fines inmediatos y a la concreción y proyección del
plan de vida para desarrollar su personalidad sobre bases de autoconfianza y
valor personal; principalmente la escuela no los compadece; por el contrario,
los ayuda a valorar y significar tales actividades.
276 Floralba Cano. Escritos
Cuadro 1
Factores del plantel, del docente, el alumno y el hogar asociados al logro individual.
Calendarios A y B
Sector urbano oficial
Lenguaje Matemáticas
Calendario A Calendario B Calendario A Calendario B
Aceptación de los Hay salón de músi- El aula tiene ventila- Se hace planeación
compañeros ca en el plantel ción adecuada estratégica
Tiene facilidad para Tiempo que dedica Ofrece servicios de Tiene facilidad para
aprender a ver T.V salud aprender
5º Uso metodología
Evaluación del Otro trabajo del
personalizada en el
desempeño (-) docente (-)
plantel (-)
Repitente en el Evaluación del
mismo plantel desempeño (-)
Aceptación de los Disponibilidad de El docente enseña solo en
Énfasis en algoritmos
compañeros juegos para clase tercer grado
Tiene facilidad para Uso de metodolo- Ofrece preescolar a Hay biblioteca en el
aprender gía activa nivel 5 plantel
3º Ausentismo por cui- Promedio alumnos Las matemáticas son
No hubo clases (-)*
dar hermanos (-)* por curso (-) difíciles
Experiencia docente
Infraestructura de Ausentismo por El docente reside lejos de
promedio de mayor
salones (-) trabajar la comunidad
de diez años (-)
Sector oficial rural
Lenguaje Matemáticas
Calendario A Calendario B Calendario A Calendario B
Aceptación de los El docente como Ofrece básica pri- Hábito de lectura en la
compañeros taller de biblioteca maria casa (gr. 0)
Movilidad escolar (gr. 0).
Tiene facilidad para En la casa vigilan Aceptación de los Tiempo de demora del
aprender que estudie compañeros profesor a la escuela.
Énfasis en arreglos (gr. 1)
5º Ausentismo por Tiene dificultad Tiene dificultad para Las matemáticas son
trabajar (-)* para aprender (-)* aprender (-)* difíciles (gr. 0) (-)
En la casa le hacen las
tareas (gr. 0)
El docente discrimi- Se trata con otra Otro trabajo del Ausentismo por trabajar
na aprendizaje (-) metodología (-) director (-) (gr. 0) (-)*
Realiza oficios domésticos
(gr. 1) (-)
Disponibilidad otros Reciben buen tra- Ofrece preescolar a El material lo compra el
materiales to de los padres nivel 5 plantel
Aceptación de los Premia con mención El material lo compra el
No es repitente
compañeros de honor docente
3º
Ausentismo por Ausentismo por Tiene dificultad para Ausentismo por cuidar
desmotivación cuidar hermanos aprender (-)* hermanos (-)*
Tiempo demora en ir Ausentismo por cui-
Antigüedad en el plantel
a la escuela dar hermanos (-)*
Parte III. Docencia • Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes: grados 3º y 5º... 277
*En cada celdilla las dos variables –positivas y negativas– más importantes.
Referencias
– PIAGET, J. (1979). “Los métodos en la epistemología”. En: Tratado de lógica
y conocimiento científico. Vol. 1.
– CANO, F. (1997). Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes, grados
5° y 3° (1993-1997). Bogotá: Ministerio de Educación Nacional.
– NOT, L. (1994). Las pedagogías del conocimiento. México: Fondo de Cultura
Económica.
– MATURANA, H. y VARELA, F. (1990). El árbol del conocimiento. Madrid:
Debates, SA.
– MURILLO, F. J. (2006). Estudios sobre la eficacia escolar en Iberoamérica: 15
buenas investigaciones. Bogotá: Convenio Andrés Bello.
– PÉREZ SOTO (1996). Seminario sobre epistemología de la ciencia, Cali.
– PIAGET, J. (1973). Psicología y educación. Madrid: Ed. Morata.
279
Entrevista a la profesora
Floralba Cano*
Cali, 2010
Profesora Floralba, para comenzar, ¿por qué no nos cuenta sobre su historia profesional
académica en el mundo universitario?
* Tomado de: Mondragón, H. (2010). Docencia apasionada. Bogotá: Sello Editorial Javeriano.
280 Floralba Cano. Escritos
Siento contradecirla; no veo que haya cambiado. Algo que fue nuevo para mí
cuando me jubilé fue sentirme por fuera de la obligación de estar mirando el
tiempo para llegar a tiempo y estar prendida de aquellos textos de los que la
universidad no me permitía desprenderme porque era sobre ello que yo debía
estar actualizada ya que correspondía a las asignaturas que me habían dado.
También lo fue el tener una absoluta libertad para pensar, para ensayar, para
probar, sobre lo cual me sentía muy constreñida en la universidad; tengo una
expresión para eso: muy acartonada, casi fosilizada. Los debates académicos
que se dan generalmente no toman cuerpo en la realidad porque se enfrentan
con intereses personales como el sueldo: tantas horas de clase, tanto sueldo.
De manera que cuando tengo unas clases observo que hay algo para cambiar,
Parte III. Docencia • Entrevista a la profesora Floralba Cano 281
algo para movilizar y se moviliza una serie de presiones que hacen imposible
que cosas que han estado durante mucho tiempo forjadas racionalmente como
convenientes no se logren; creo que por un lado va el currículo y por otro lo que
el docente realmente puede hacer en clase. ¿Por qué? Porque lo que él puede
hacer depende de quienes tiene delante, entonces de lo que está programado
se extrae lo que el profesor logra entender y de lo que el profesor logra decir
lo que los muchachos logran captar, aquello que dejaron como simple nota o
recordatorio o algo para memorizar o repetir y después lo que aparece como
producto al otro lado de ese cernidero; es poco, pero es aprobado.
Bueno, después de que me jubilé me contacté con la universidad a otro nivel –el
de los docentes– en función de hacer cursillos de formación por competencias; o
más que formación por competencias evaluación por competencias. Y encontré
que lo más valioso de una pregunta de evaluación por competencias es que el
profesor pueda decir, desde el punto de vista de los procesos cognitivos, qué
debe ponerse en marcha, cuáles preguntas registra como convenientes para
que el problema que presenta pueda ser resuelto correctamente. Y resulta que
el profesor universitario raso, común, sin preparación, ve solo la superficie y
no procesos cognitivos, entre otras cosas porque se le dificulta entrar en su
mundo interior y pensar en qué fue lo que hizo. Si versa sobre matemáticas
surge como proceso sustentador el uso de una fórmula o un principio, pero no
la forma cognitiva del proceso que el sujeto pone en marcha y que lo obliga a
pensar cómo es que lo resolvió. Es decir, de eso que tiene escrito como proble-
ma, qué corresponde a conceptos familiares, qué a conceptos técnicos, cuál es
su introducción y qué tipo de relaciones debe hacer. Cuando se pregunta eso y
comienza a describir ese proceso interior, lo que ve son acciones. Y las acciones
¿cómo las representamos en el lenguaje? Pues con miserables verbos. Entonces,
para responder a un problema se entrega un prototipo o un referente de lo que el
estudiante debe hacer; sin embargo, puede que él tenga otro proceso que lo lleve
también al resultado, pero se le da uno como referente y eso creo que ninguna
pregunta Ecaes lo tiene resuelto. La sustentación de la solución correcta es que
el muchacho debe “a”, “b”, “c”, “d”, o utilizar “a”, “b”, “c”, “d” o haberse fijado
en “a”, “b”, “c”, “d”, “e”; pero todo exterior, no el proceso interno del proceso
cognitivo. ¿Por qué?, me pregunto.
Eso es tan interesante que nos daría para varias entrevistas. Hay algo que usted ha
venido nombrando y que nos interesa mucho. Usted ha sido reconocida como una
docente no solo buena, sino de excelencia y eso es algo que interesa al grupo llamado
Movimiento Pedagógico. ¿Cuáles son las razones para que la valoren en tan alto grado?
Para mí eso es como mágico porque yo no hago nada especial. De lo único que
soy consciente es que exijo y corrijo, no más; y tal vez sí me preocupo por la
282 Floralba Cano. Escritos
claridad de lo que digo. Para que algo sea comprendido pongo ejemplos no dentro
de la teoría, sino de la vida diaria, ejemplos que correspondan a cosas vividas
por el estudiante o que puede vivir todo el mundo y les muestro cómo allí está
el concepto o el proceso que tenemos en ese momento en discusión. Por otro
lado, siempre expongo en qué aspectos de la vida diaria puede encontrarse el
valor de alguna información que se está negando; es decir, rompo el muro. No
doy una instrucción o un contenido vacío, sino uno relacionado con la forma
como se puede utilizar, con el valor que tiene, los problemas que acarrea. Ade-
más, descubrí que no hay nada solo bueno, sino que toda cosa integra un bien
y mal y en ese sentido planteo problemas no para que identifiquen los aciertos,
sino los errores; o sea, ofrezco otra cara que obligue a mirar la vida y la realidad
desde diferentes perspectivas. Concibo que la razón por la que se me recuerda
estriba en que cuando veo dificultades no pienso si lo que voy a decir va a pro-
ducir molestia o irritación, sino que hay que decirlo y lo digo en el momento.
Creo que es por eso que recuerdan tanto.
¿Ello tiene que ver, de pronto, con la referencia que hacía sobre la búsqueda de la
transformación interna? Al buscar o al señalar el error, ¿se está promoviendo una
sacudida interna para que la persona reaccione?
Profesora, aunque ya se han dado algunas pautas siempre queda mucho por decir a
un profesor nuevo, a un novato. ¿Qué le aconsejaría?
desesperados de la vida. Por eso el problema serio al que están abocadas hoy las
universidades para balancear sus saberes, sus rentas, su dinero, sus recursos
económicos es el enganche de profesores por horas, pues existe una gran pro-
porción de profesores de cátedra que en algunas universidades llega hasta el 90 %.
He sabido de colegas que para poder vivir tienen, óigame bien, ¡diecisiete cursos
semestrales regados en varias universidades! ¿Qué puede dar un profesor taxista
que llega, hace su clase y sale corriendo para llegar a la otra? ¿Qué tipo de re-
lación puede tejer con los estudiantes? ¿Qué tipo de compromiso adquiere con
el desarrollo de un currículo? Hay profesionales que en el día tienen su trabajo
o su ocupación y aceptan una cátedra por la tarde o una en la mañana o una
cátedra en las noches y eso es completamente diferente porque ligan su prácti-
ca a la docencia y no como hacen los docentes-taxistas, y en eso es que caen,
lamentablemente, los profesores nuevos. Hay también otra clase de profesores
nuevos que son los dan lugar, en mi sentir, a la práctica incestuosa. A los mejores
estudiantes de una promoción generalmente la universidad les dice: “quédense
como docentes”, pero resulta que esos profesores nuevos se creen de verdad que
la realidad es la que está en los libros. Ellos no han visto la realidad real, les ha
faltado contextualizar, les ha faltado vivir para qué sirve lo que aprendieron;
vivir qué es ver el mundo con la lente que le dio su disciplina. Y fuera de eso
son hijos de la propia matriz. Tal vez si viniesen de otra universidad pichoncitos
sería otra cosa, pues para esa otra visión ya hay algo nuevo.
Yo les aconsejo uno escrito por el psicólogo James Hillman llamado Tipos de poder
en el cual muestra cómo toda acción que hoy se mueve es por los negocios. Y
la educación es un negocio, uno de tantos que está en una organización y que
aspirar a ser rentable por su eficiencia y eficacia y crecimiento, pero también a
servir y mantener el servicio de calidad que ofrece. Ese es un libro para cual-
quier docente.
La consciencia: ¿condición
o manifestación del ser?*
Cali, 1999
Buenos días en este día que dista solamente tres del sexto plenilunio del año
de 1999, al anochecer de este milenio. Quizás este saludo nos recuerde llevar
al anochecer, nuestra mirada al cielo por encima del nivel del cemento para
recuperar por unos instantes nuestra conexión con el universo y acceder al
sentimiento de ser uno con él.
Debo confesarles que cuando acepté el compromiso de estar hoy con ustedes no
tenía una perspectiva de cómo hacerlo y mucho menos cuando propuse el título.
Este corresponde a la pregunta que me hacía en ese momento, así que les pido
el favor de tomar mi aceptación como una excusa para compartir la huella bo-
rrosa de reflexiones nacidas de libros que han sido esclarecedores interrogantes
muy personales: La ciencia del ser y el arte de vivir, de Maharishi Mahesh Yogi;
La Interpretación de la naturaleza y la psique, psicología y alquimia, El Hombre y
sus símbolos, Simbología del espíritu, Psicología y religión, de C.G. Jung y de otros
consultados con el propósito que anima este seminario: Human physiology -
Expression of Veda and the Vedic Literature, de Tony Nader); The Physiology of
* Cyrulnik, B., et. al., (1999). La conciencia: raíces biológicas y organización psicológica. Cali,
Ceic Rafué.
288 Floralba Cano. Escritos
Ayer y anteayer fueron días de pánico, pues sentí que mi interpretación del
sentido del seminario estaría lejos del que subyace en lo abordado por los auto-
rizados conferencistas que me han precedido. Ya, ante lo inevitable, he debido
llegar a la conclusión de que mi aproximación a la visión de la conciencia es otra
cara de la misma moneda. Me he apaciguado un poco ¡pero no lo suficiente!
sus manos y que lo hiciéramos sus alumnas y… ¡el aire se manifestó en forma
de viento! Su silenciosa presencia se hizo evidente no solo al tacto sino a la
vista, pues las motitas de polvo que danzaban en los rayos de sol filtradas en la
escena, fueron perturbadas. Como el aire, es la consciencia: callada, silenciosa,
con toda la potencialidad para manifestarse como percatación, pero no bien
se manifiesta vuelve a su silencio. En aquella clase no vivenciamos el sonido
de una sola mano al aplaudir como en las prácticas Zen y no tratamos de
aprehender lo inasible. Aunque la experiencia fue simple, dejó –como todo lo
ingenuo– indeleble vivencia. Es tan vivo el recuerdo que puedo evocar todos
los detalles del salón de clase, entre ellos una jardinera tras el ventanal llena
de razos que se agitaban –¡ya lo sabía!– con el aire en forma de viento que por
entre ellas circulaba. Como nos faltaba información sobre las flores, preciso que
el razo es una flor de tersos pétalos anaranjados que se acomodan en el cáliz a la
manera de una copa que se abre para ser escanciada. No he visto razos en Cali,
quizá porque son de la familia de las amapolas y a estas se las ha declarado “flor
maldita”. Con el propósito de darles una noticia de su color, he traído esta otra
de mi jardín para agradecer al doctor Cyrulnik el compartir sus conocimientos
con nosotros. Esta florecita también viene bien gracias a su nombre popular;
y no solo por ello, sino también para representar la consciencia. La forma de
su cáliz no invita al brindis porque sus pétalos, de un deslumbrante dorado
naranja, emergen de un cáliz tubular (solo en su interior de un profundo azul
morado) para quebrarse abruptamente en ángulo de noventa grados y formar
un ondulante borde de cinco festones. La llaman “la suegra”. ¿Por qué? ¡Porque
se mete en todas partes! Asimismo es la consciencia. Además, su dorado color
alude a la luz interior que presentimos cuando nuestra consciencia se observa a
sí misma y en una vivencia suprasensible conocemos eso que somos. Así como
esta dorada florecita destella aquí y allí en el jardín, en nuestro interior lo hace
la consciencia como estrella siempre presente, como referente de nuestro mundo
interno, igual que la estrella Polar en el mundo externo.
Darse cuenta del aire y sentirlo como algo existente empíricamente, requirió un
agitar de palmas. Hay que hacer un movimiento para que emerja sensiblemente
el aire, pero sé que debo agitar mi interior con turbulencia o imperceptiblemente
para dar cuenta a otro, además de mí, de mi existencia. ¿Qué clase de palmas
debemos batir para tener la vivencia de la consciencia de sí? Pienso que son las
palmas del conocer. La acción suprema del conocimiento hace que la consciencia
se manifieste y dada su silenciosa presencia, es necesario asirla en el bucle del
acto autorreferente.
Total, me charlé a la tía Sofía quien me hizo el menú y a ruego, aceptó darme
su receta del postre de frutas. Mientras avanzaba en ella entendí por qué en
casa solo se había comido en ocasiones especialísimas y siempre en el mes de
mayo. Por aquel entonces, así como jugo de fruta al comienzo, dulce de fruta
“de platico” para finalizar. Hay que decirlo así, “de platico”, para distinguirlo
del dulce procesado industrialmente que es lo común actualmente. Si no tengo
éxito en despertar alguna forma de reflexión sobre el orden eterno del universo
que se manifiesta en el orden histórico humano y en la mismidad consciente
de cada uno de nosotros, por lo menos se llevarán una receta de familia celo-
samente guardada.
Primero debe hacerse una masa de hojaldre para hornear, que es más exigente
que la de freír. Dudo que, excepto Carmenza Mejía presente en este recinto,
otra persona sepa lo que obtenerla cuesta. Daré, pues, la receta del hojaldre
prolijamente. A cien gramos de harina de trigo se añaden cuatrocientos gra-
mos de mantequilla (nunca margarina) y se amasa ligeramente para formar un
primer panecillo cuadrilongo. Separadamente, a trescientos gramos de harina
se le añaden algo de agua y una pizca de sal y se amasa hasta lograr una pasta
de consistencia blanda con la cual se hace un segundo panecillo cuadrilongo.
Ambos se dejan reposar en la nevera por veinte minutos. Luego, con el rodillo
se estira el segundo panecillo hasta formar una rotonda oblonga, algo fina de
grosor, que tenga más de tres veces el ancho y tres veces el largo de nuestro
primer panecillo. Este se coloca en el medio de la rotonda para envolverlo como
un regalo, doblando sobre él un lado de la rotonda y luego el otro lado. Para
completar, se estiran con el rodillo las partes de la masa que sobran a los costados
del envoltorio y se dobla, respectivamente, el del costado derecho por encima y
el del costado izquierdo por debajo (para hacer el envoltorio se sigue la misma
técnica que usan nuestros campesinos para empacar una cuajada en una hoja de
plátano o de biao). Se finaliza presionando los bordes para “fundirlos” sin fisura
(como en las empanadas) y de esta manera emparedar en superficie continua
nuestro cuadrilongo primer panecillo para formar el corazón del envoltorio. Se
deja a reposar a la nevera por treinta minutos.
Segundo doblez en cuatro. Estirar la masa por el lado en que se advierten sus ca-
pas; siempre hacia delante y hacia atrás lo más derecho posible dándole siempre
forma de tira. Se dobla en cuatro haciendo coincidir los bordes de los cuartos
externos con la línea media divisoria de los cuartos centrales. Se dobla nueva-
mente sobre sí, en el mismo sentido para obtener cuatro capas (no se presiona
para aplastar; se dobla tan suavemente como una tira de seda pesada). Se lleva
a la nevera por treinta minutos.
Cuarto doblez en tres. Estirar y doblar con el mismo procedimiento del primer
doblez. Se lleva a la nevera por una hora. Se debe estirar la masa por el lado
en que se advierten las capas, siempre hacia delante y hacia atrás lo más recto
posible; la mesa de amasar debe espolvorearse lo menos posible y cuando la
masa se lleve a la nevera, debe cubrirse con un papel impermeable. Si al estirar
la masa por primera vez se advierten globitos de aire, se pinchan con un alfiler.
En su fase final, se deja reposar la masa fuera de la nevera por quince minutos.
En la mesa de amasado previamente espolvoreada con azúcar en polvo, se co-
loca la masa que también se espolvorea con azúcar en polvo. Se la estira con el
rodillo, ahora sí, en todas las direcciones dejándola algo delgada, hasta obtener
un rectángulo de aproximadamente 50 x 30 centímetros. Se cortan cuatro tiras
de unos 12 x 30 centímetros y se ponen espaciadas en una lata de hornear y allí
mismo, cada tira se corta a lo ancho cada seis centímetros para obtener cinco
porciones de cada una y veinte en total. Se lleva a horno caliente hasta dorar.
nacimiento y nos habla del tributo pagado por la humanidad para ganar el ac-
ceso al conocimiento. El “desenvolvimiento” de la masa durante la etapa de los
cuatro dobleces, nos recuerda que el despertar de la consciencia y el desarrollo
de su correlato neurofisiológico han necesitado un proceso largo y laborioso
para alcanzar su estado actual. De la consciencia “primitiva” –dependiente por
completo de las circunstancias y atada a la realidad física– pasamos a la del
“estado civilizado”, la consciencia, que le permite al hombre presentarse ante la
naturaleza como diferente. Este proceso lleva ya 6.000 años (arbitrariamente se
data su despertar en el 4.000 a. de J.C.) y según autores como Jung, está lejos de
haber culminado. Así que el proceso de los cuatro dobleces representa el trabajo
colectivo de la humanidad en el desarrollo y diferenciación de la consciencia.
Pero, una vez que de dos panecillos el amasar ha hecho uno, ¿quién distingue
la consciencia que nos ha sido dada para desarrollar nuestra individualidad de
aquella que late en el seno de nuestra familia, de nuestro grupo cultural y de
la colectividad humana?
Es poco el dulce que se hace de cada fruta: unas diez onzas. Escuetamente
hablando, el dulce es fruta cocida en almíbar. Los químicos definen el almíbar
como agua azucarada que se deja evaporar al calor, pero hacer un almíbar es
asunto de pericia pues ha de obtenerse el punto preciso de viscosidad. Cuando
el agua está hirviendo se echa la fruta recién cortada y después el azúcar y no
al contrario porque la fruta se endurece y esta ha de quedar “popita” (tierna).
Se deja hervir a fuego lento sin revolver, pero haciendo pequeñas pruebas de
punto a medida que las burbujas cambian de tamaño para hacerse cada vez más
grandes. El punto ha de ser “hilo flojo”. Me explico: se toma entre los dedos un
poquito de almíbar y al separarlos se forma un hilito que se corta; o también,
cuando al inclinar un plato frío sobre el cual se ha dejado caer un chorrito de
almíbar este no se desliza de inmediato sino que se mueve perezosamente como
una gota de mercurio sobre una superficie de mármol. Se necesita discernimien-
to –otra cualidad de la consciencia– para trasladar las anteriores descripciones
del “punto” a la consistencia real y conveniente del almíbar y tomar la decisión
de retirarlo del fuego justo a tiempo. Cada fruta ha de cortarse de manera di-
ferente: la piña, a partir de rodajas transversales y descorazonadas y en finos
trozos radiales (como en finas cuñas); el durazno criollo ya descortezado, en
“cuartos de luna menguante”; la manzana roja pintona, en cubitos de un cen-
tímetro cúbico y la pera en sazón, en cortes completos transversales –como en
aldabones planos– habiéndole quitado previamente el corazón y la corteza. Al
partir la pera y la manzana, tanto el cuchillo como las manos han de frotarse
con una rodaja de limón.
Debo hacer una pausa para dar el secreto de la familia; en realidad una chispa
de humor bogotano de la tía Sofía y su aporte personal a la tradicional receta.
Aquí y acullá –entre una y otra capa– se ponen por cada porción dos cerezas
frescas, enteras y sin almíbar, con piel y semilla, cuidando de que no en todas
las porciones queden entre el mismo par de capas. Las cerezas deben estar en
sazón, justo en su punto de madurez, por lo que es necesario reconocerlo po-
niendo a funcionar la cualidad de discriminación de la consciencia. Las mirlas
sabaneras que por mayo visitan los cerezos ofreciéndoles su cosecha, lo saben
bien. Pienso que por haber sido mayo el mes de este seminario, la intuición puso
espontáneamente el recuerdo de este postre a partir de un fragmento oculto
en mi consciencia. Cada tránsito de “la obra” necesita de todos los sentidos de
quien es su constructor. Igual lo requiere la consciencia en cada tránsito de su
desarrollo en pos de lo que da sentido a cada vida humana, a saber, el logro de
su singularidad.
actuante manera de ser, es el resultado del doloroso esfuerzo por lograr nuestra
mismidad diferenciadora de nuestra consciencia individual en el concierto de
la consciencia del colectivo humano.
Sigamos con el postre a ver si por fin lo terminamos. Se prepara una caspiroleta
(especie de crema pastelera) consistente cuya elaboración requiere mezclar muy
bien en un tazón refractario una yema de huevo, cuatro cucharadas de azúcar
molido y una de harina, con una taza de leche al clima. Se lleva a fuego medio
batiendo enérgica y continuamente para que no se corte hasta conseguir una
crema algo espesa que fluya con lentitud. Exprimir e incorporarle unas cuantas
gotas del purpúreo almíbar (natural) de una tuna madurita y recién abierta,
viene bien para darle a la caspiroleta un sugerente color cardenalicio. Una vez
reposada pero no completamente fría, cubrimos con ella nuestra quinta capa
de mantecada dejándola que escurra a su capricho por las paredes del postre.
La tuna es la pequeña fruta del nopal (llena de espinas) que una vez madura se
la advierte como una pequeña y achatada esfera rojo magenta sobre el “lomo”
de las paletas que constituyen los tallos de este cactus que crece en lugares
muy secos y áridos. Estas frutillas nutren, a la vez que dispensan el líquido
necesario a los pájaros que las comen de manera ávida y despiadada. Gracias
a que su almíbar no tiene ni pizca de ácido la usamos como colorante natural
para la caspiroleta. Ustedes encontrarán el nopal en el no muy bien cuidado
aeropuerto de Cali y de vez en cuando se los ve fructificar (me pregunto si por
ello “correr una tuna” significa llevar una vida holgazana, libre y vagabunda).
Sobre la capa purpurina no resta ya sino acicalar la obra con medallones que
retengan el alma de cada porción individual (uno por cada una y dispuesto en
el mismo sentido que la porción de hojaldre en su base).
Como veremos, esta capa tiene para nosotros en el espíritu de esta mañana una
significación profunda. Cada medallón se elabora con higo maduro que, una vez
pelado, se corta longitudinalmente en tajadas de más o menos un centímetro
de grosor. Sobre cada tajada, ya colocada en su sitio, se deja caer un chorrito
de crema chantilly para luego aposentar allí mismo y delicadamente una ciruela
pasa deshuesada, fresca, rellena con crema chantilly y salpicada de virutas de
coco. Se remata cada medallón con un pequeñísimo suspiro… ¡de merengue!
El del hálito de vida lo da uno, pues el cuerpo nos obliga a pensar en él después
de veinticuatro horas de mantener consciencia de vigilia de manera continua;
pero, ¿qué son veinticuatro horas si se las mide con el arduo esfuerzo de cada
consciencia individual a lo largo de una vida humana que intenta contestarse
quién se es y qué se es? Esa búsqueda integradora de la mismidad, además de
dolorosa, es difícil de soportar por lo que no está de más el suspiro. Como a los
frutos maduros del brevo se los llama higos, debo aclarar que el higo del postre
es el fruto del domeñal, otra especie de cactus que crece en forma de candelabro
296 Floralba Cano. Escritos
gigante de pata corta, en el que cada “cirio” de cinco o seis aristas espinosas
alcanza entre tres y cinco metros de altura. Sobre las aristas salpica una que otra
flor parecida a la de la pitahaya, que al fructificar nos ofrece un gigante ovoide
de nueve centímetros de diámetro mayor y seis de menor, saturado de espinas.
Este higo es más carnoso que jugoso y de sabor menos dulce y aromatizado que
el de la tuna. Es de un intenso color mandarina opaco y al cortarlo reverberan
los bordes terracota de sus pequeñas semillas. Hace, pues, un mágico contraste
sobre el rojo magenta, el blanco de la crema, el café obscuro y brillante de la
ciruela pasa y nuevamente, blanco crema que se desliza hacia el blanco dorado
del merenguito.
El numinoso color púrpura base de –esta sí– última capa, nos recuerda el pre-
sentimiento de nuestro encuentro con lo secreto, con lo indescriptible, con eso
que subyace a toda explicación imposible para la cual el intelecto no abastece
y que tan difícil es llevar a la consciencia y por eso lo soñamos. También, sim-
bólicamente, nos acerca al valor del sentimiento natural y místico con el que
significamos la cualidad intuible, pensable y quizá perceptible de la consciencia
en cada estadio del desarrollo de la humanidad, eso que llamamos el espíritu
de cada época.
Hemos terminado el postre. Solo me hace falta hacer evidente por qué las ce-
rezas frescas, enteras, no dulces ni ácidas, limpias y perfectas, juegan un papel
esencial además de permitirme subrayar el sentido de la consciencia en nuestra
vida cotidiana. Hay un toque de malicia en aquel secreto culinario: dado que el
punto justo de acidez-dulzor de la cereza no hace evidente al gusto de manera
inmediata que hay algo no cocido entre lo cocido, nada hay que alerte contra
el encuentro del corocito que “saltará” fácilmente no bien la cereza alcance
nuestros molares. La pequeña pepita de no más de siete milímetros de diámetro
pero suficientemente dura como para tener que ser triturada, rodará de un lado
a otro en nuestra boca siguiendo el juego de la masticación y puede llegar a
trabarse entre las muelas ¡sin mucho escándalo! En ese momento no hay más
remedio que hacer un alto en la “inconsciencia de masticar por masticar” y
pasar a ser sensible a la transición de sabores; en otras palabras, asumirse como
ser sentiente además de destrabar la pepita y deshacerse del embrollo con los
mejores modales. El secreto era más una estrategia de la tía para educar en el arte
de la buena mesa a invitados glotones que comen sin degustar ¡hasta el postre!;
a todas luces para ella, un pecado mortal. De alguna manera la estrategia, que
por lo demás –creo yo– no era consciente para la tía pues nunca me explicitó
esta intención, surtía la magia de hacer entrar al “tragón” en el silencio y viven-
ciar el presente consciente por lo menos a nivel fisiológico; ese que es tal que
compartimos con todos los seres vivos dotados de sistema nervioso central. Ese
presente consciente ha sido definido por N. Humphrey en Una historia de la mente
como el “inmediato resplandor postrero de los estímulos que acaban de pasar
en la actividad del desvanecimiento de los circuitos sensoriales reverberantes”.
referirse al justo inasible ser y no-ser donde cada transformación tiene lugar.
Este valor es explicado haciendo notar que “[…] en sánscrito, las dos primeras
palabras del libro dedicado al tálamo pueden –arreglarse– de dos maneras:
traducidas literalmente se explicitarían como consciencia –no, materia frente
a consciencia, no– materia y que, luego, implicadas conjuntamente en un solo
significado ambas confirman y niegan consciencia y materia, teniendo también,
prioridad simultánea”. Lo anterior arroja luz sobre la esencia de la función talá-
mica en el mantenimiento del equilibrio justo entre lo abstracto y lo concreto,
entre consciencia y mundo físico. El problema de nuestro invitado glotón está
en que su lámpara alumbra más el exterior que el interior.
El panorama que nos brinda la función talámica (que se ampliará más adelante)
y el concepto de “fisiología de la consciencia” documentado en Wallace, sugiere
que a nivel molecular el dintel de la puerta entre los mundos interno y externo
es como un vacío creador que opera simultáneamente y se sitúa (¿?) a diferentes
niveles de nuestra fisiología: en las sinapsis, en la célula con el sistema de relevo
de los neurotransmisores, en la estructura y fisiología del ADN, vacío creador
en donde algo es y deja de serlo para ser otro que es. Asocio este vacío creador
con el axis mundi
[…] presente en casi todas las cosmologías, centro de la Tierra, el lugar donde
la tierra se junta con el cielo. El Paraíso o el más allá. Es el lugar entre dos mun-
300 Floralba Cano. Escritos
dos, fuente de fertilidad, abundancia y vida. Punto radial desde el cual se han
determinado todas las direcciones, lo cual también se aplica al tiempo, pues como
todas las direcciones parten de ese punto, todos los tiempos se dan en el centro a
la vez (M. Godwin, 1994: El Santo grial. Origen, significado y revelaciones
de una leyenda).
Recordemos que se simboliza lo no conocido y que tanto las leyendas como los
mitos y los dogmas religiosos que el hombre crea para responder a lo que no tiene
respuesta, son símbolos colectivos que viven en la rueda del tiempo, en el arco iris
o KosrØmpØtØ, si hablamos en guambiano. ¿Es, entonces, el símbolo la puerta
de vaivén en los pasadizos de los procesos psicológicos de la consciencia? Asumo
la consciencia recibida en nuestra carta natal como el inconsciente colectivo
investigado y verificado por Jung y dentro de esta misma perspectiva junguiana,
el inconsciente personal como un nivel menos profundo que lo anterior; el más
superficial, como el nivel de la consciencia ordinaria, consciencia de vigilia,
dominio de la experiencia del yo, pues los dos niveles más profundos son solo
potencialmente del dominio del yo. Asumo que el inconsciente personal y la
consciencia personal son construcciones del sujeto psicológico en su búsqueda
de la consciencia de sí. Ello implica alcanzar la mismidad, una totalidad que
como tal reúne en sí dos opuestos que se complementan o compensan; si no
hay opuestos no hay cualidad y lo que no tiene cualidad no es susceptible de
ser conocido y por lo tanto de ser integrado en el conocimiento de sí mismo.
El darse cuenta (percatarse) constituye un contenido psíquico que pertenece
al campo directamente consciente. La incertidumbre que se desencadena en
el darse cuenta de ser consciente –el ser consciente de serlo– transciende el
hecho objetivo: ningún otro diferente de mí puede verificar que soy consciente
porque constituye un acto de autorreferencia; sujeto que conoce (observa),
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • La consciencia: ¿condición o manifestación del ser? 301
– Los “sistemas innatos e invisibles que dan a los procesos biológicos una
estructura y alistan a la vida”, reconocidos y demostrados por Adolf Port-
mann como operadores ocultos. En palabras de Jaffé, para Portmann “[...]
formación y nueva formación en el reino de los organismos vivos, no es
un producto del orden a partir del caos desordenado sino el producto del
302 Floralba Cano. Escritos
Esto último es lo que hace difícil aceptar al poseedor de una visión materialista
del mundo, el principio de sincronicidad como explicación de sucesos sin causa,
aunque existan y debamos considerarlos como actos creadores. En palabras de
Jung, el cuarto criterio da posibilidades a los fenómenos sincronísticos “como
una clase especial de fenómenos naturales que abarca lo contingente por una
parte, como algo común y existente desde todos los tiempos y, por otra, como la
suma de incontables actos de creación individual que acontecen en el tiempo”
(ídem. p. 124). Se entiende que criterios de comportamiento del cuerpo son
extensibles al comportamiento de la materia. A mi juicio, si aceptamos que la
significación es inherente al principio de sincronicidad, comprendemos que
sea el símbolo el que establezca la correspondencia y salve la distancia entre lo
conocido y lo no conocido.
W. Pauli como físico y Jung como psiquiatra (ambos científicos notables) pro-
ponen un cuaternio como campo de tensión en el cual tejer la explicación del
mundo que, en palabras de Jung, “satisface los postulados de la física y los de
la psicología”: en un eje polar propone Pauli la oposición conservación de la
energía frente a continuo espacio-tiempo y en el otro que cruza el anterior, Jung
propone la oposición conexión constante por efecto (causalidad) contra cone-
xión inconstante por contingencia, equivalencia o significado (sincronicidad).
Jung reconoce la necesidad de ampliar su concepto de sincronicidad a todos
los actos de creación, a todos los factores a priori; por ejemplo, a las propieda-
des de los números naturales y a los discontinuos de la física. Para él, el cuarto
criterio tiene la ventaja de posibilitar una concepción completa del mundo que
“incluya al factor psicoide, a saber, un significado a priori, o una equivalencia
respectivamente, en nuestra descripción y comprensión de la naturaleza” (ídem.
p. 116). Pienso que el estudio a fondo de la propuesta de Jung en La Interpre-
tación de la naturaleza y la psique, especialmente en sus dos últimos capítulos,
prepara para comprender la pertinencia de una ciencia unificada subyacente
en la producción científica de casi todas las ramas de la ciencia derivadas de
la física subatómica o contingentes a ella. Digo de sus últimos capítulos para
animar a aquellos que con sonrisa giocondesca dejan a un lado el libro cuando
se topan en sus primeros capítulos con el experimento astrológico e informes
de experiencias de percepción extrasensorial.
mundo. Es notorio que no solo los físicos de la nueva física, sino los místicos y los
grupos que representan tradiciones dedicadas al cultivo y desarrollo del espíritu,
reclamen una ciencia unificada y el abandono de la pretensión de encontrar
el todo a partir de las partes o sumándolas. Bruce Greyson, investigador de la
experiencias de casi muerte (citado por Sogyal Rimponché en el Libro tibetano de
la vida y de la muerte) dice: “...Creo que la experiencia de casi muerte es uno de
los enigmas que acaso acaben obligando a los científicos a desarrollar un nuevo
método científico; un método que incluya todas las fuentes del conocimiento,
no solo la deducción lógica del intelecto y la observación empírica de lo físico,
sino también la experiencia directa de lo místico”.
Para asir la posición del monismo energético diría que la substancia energía-
consciencia puede muy bien representarse al construir una cinta de Moebio:
si cortamos la tira engomada de un sobre de carta y en su cara no engomada
trazamos una línea continua en toda su longitud y en su extremo final escribimos
una C para representar con ella la consciencia, luego trazamos otra línea pero
discontinua esta vez sobre la superficie engomada y en su comienzo escribimos
una E para denotar con ella la energía y finalmente, previo un pequeño giro
de la cinta sobre sí juntamos los extremos de la tira sobreponiendo la C a la
E para cerrarla, tenemos además de la cinta de Moebio, la integración de la
energía y la consciencia. Vemos que podemos repasar las dos líneas como una
sola sin solución de continuidad, pero que mirando la cinta “de filo” podremos
constatar que las líneas pueden verse paralelas. Creo que esta representación
también vale para las expresiones de la relación mente-cuerpo. En este mo-
mento no puedo pasar por alto lo dicho por Jung a propósito de su hipótesis de
un mundo trascendental unitario: “No sabemos si lo que en el plano empírico
consideramos físico no es, en lo desconocido más allá de nuestra experiencia,
idéntico a lo que, de este lado de la frontera, distinguimos de lo físico como
psíquico” (citado por A. Jaffé en De la vida y obra de C. G. Jung, p.167). Las
reflexiones más importantes de Jung acerca de un fondo unitario de naturaleza
psicoide o neutro se encuentran en su último trabajo importante, Mysterium
coniunctonis, según Jaffé. También, según ella, “la identidad de lo físico y lo
psíquico en esa realidad trascendente sigue siendo un postulado, puesto que
el hombre no está en posición de realizar declaraciones definitivas de ningún
tipo acerca de la naturaleza del ser en su totalidad” (ídem.). Woodhouse llega
a la misma posición al explicitar que la gran cadena del ser está estructurada
en seis niveles coextensivos que abarcan desde la materia densa (el nivel más
bajo) hasta el nivel que trasciende toda dualidad entre sujeto y objeto (el más
alto) y que elementos de diferente nivel pueden ocupar el mismo espacio; así
que la mente puede ocupar un cuerpo, igual que las fuerzas gravitacionales y
electromagnéticas ocupan el mismo espacio. Para Woodhouse existe una sola
matriz de energía-consciencia universal y multidimensional que se expresa a
través de un número ilimitado de personas, objetos y procesos.
Bueno, así tenemos que esa consciencia con la que se topa la consciencia
reflexiva en su movimiento autorreferente, aparece una y otra vez como una
búsqueda de la comprensión unitaria de la realidad y del sitio del hombre en el
“gran proceso del ser” (según Jung) o en la gran cadena del ser (para autores
de la filosofía perenne como Woodhouse).
Si hacemos un alto para luego proseguir, se puede afirmar que la vida que
existe es la manifestación de la consciencia primigenia y condición del ser. La
identidad de lo psíquico y no psíquico en el nivel de la realidad trascendente y
transpersonal puede intuirse con el apoyo de la ciencia objetiva si construimos un
mapa con criterio abierto y a “nuestra manera” con el principio de incertidumbre
de W. Heisenberg, el orden implicado de D. Bohm, la organización autopoiética
como organización distintiva de los sistemas vivos de H. Maturana y F. Várela,
el paradigma holográfico de K. Pribram y D. Bohm, los campos mórficos de R.
Sheldrake, las estructuras disipativas de Ilya Prigogine, y otros que seguramen-
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • La consciencia: ¿condición o manifestación del ser? 309
Quisiera significar este giro con la imagen de una práctica materna guambia-
na. Cuando la madre ha de coger camino con su bebé, lo hace cargándolo a
la espalda de tal manera que la cara del niño mire hacia atrás (ella no lo hace
como la mamá canguro). Los dos hacen una unidad que actualiza el futuro en el
presente –como en algunos hechos sincronísticos– pues la mirada de la madre se
dirige hacia el punto al cual se desplaza al tiempo que actualiza el pasado en el
presente, pues la mirada del niño recoge lo que va quedando atrás. Esta unidad
es como una a minúscula de imprenta y acostada de barriga horizontalmente:
una de sus asas recoge y cubre el “antes” y la otra recoge y abre el “después”.
Las dos asas parten del cierre del círculo que podemos concebir como símbolo
del tiempo y por supuesto el ideograma de la consciencia autorreferente.
Pasemos al libro de Tonny Nader Human physiology - Expression of veda and the
vedic literature y vemos cómo en esta holarquía el campo unificado constituye
el primer nivel como “única fuente universal de todo el orden de la naturaleza”
(es el título del cuadro) y la representación de cómo surge de él –secuencial-
mente– todo lo existente. Inicia en los niveles mecánico-cuánticos del funcio-
namiento de la naturaleza, pasa por los niveles microscópicos de la célula y la
Cuando sabemos que cada estado de consciencia tiene su propia fisiología, entonces
sabemos que el estado fisiológico de la consciencia i de vigilia tiene en su base una
cualidad de inteligencia t que es diferente de la cualidad de inteligencia del soñar,
del dormir o de otros estados de consciencia. [...] Eso significa que fisiológicamente,
mentalmente, intelectualmente y espiritualmente la vida es diferente en diferentes
estados de consciencia. [...] La fisiología a nivel individual está siendo regulada
mediante la inteligencia interior propia e íntima, por la cual cada individuo es único
y diferente de cada otro (Nader, op.cit.).
Proceso de observar (método): representado por todas las funciones que procesan,
transforman, metabolizan en el cuerpo a todos los niveles.
A riesgo de dar una visión de sobra incompleta, transcribo a vuelo de pájaro las
cualidades que de la consciencia representan cada una de estas seis estructuras
fisiológicas, cuyos textos “se conocen en la filosofía india como los upanga y
corresponden a seis sistemas filosóficos de ganar conocimiento, dos dedicados al
camino y estructura del conocimiento, dos a las cualidades y dinámica interna
de la constitución de los objetos y dos al entendimiento pleno y experiencia del
conocedor” (en La ciencia del ser y el arte de vivir, de Maharishi Mahesh Yogi).
El carácter cognitivo de los upanga los relaciona con la lógica, el razonamiento
y con altos niveles de la experiencia y el entendimiento. Veamos la cualidad de
la consciencia que representa cada uno:
5. Doce zonas específicas del SNC: análisis que genera un actor y una acción en
silencio. Representa el análisis total de toda la acción y percepción vistas
dentro de la totalidad.
1 2 3
6 5 4
3. Dorsolateral. Tiene que ver con la incertidumbre, con la duda, con el inte-
rrogante que surge de la comparación entre las diferentes percepciones que
318 Floralba Cano. Escritos
4. Ventral lateral. Dadas sus interconexiones, es responsable del control del orden,
de la planeación y la ejecución de estrategias complejas, lo que presupone el
mantenimiento de una meta u objetivo constante en la consciencia. Una acción
compleja cuyos pasos se mantengan enlazados es una acción alimentada por el
propósito. Sin un propósito la acción suelta es errática y no puede hacer parte
de un plan realizable. “La psiquis requiere de una función que indique de dónde
viene y a dónde va; necesita de la intuición” (Jung).
6. Geniculado medial. Este núcleo conecta áreas que son responsables de la audi-
ción. Su significado se asocia con el conocimiento adquirido por tradición oral
que es ley o “principio establecido”. En la tradición védica todos los principios
establecidos –todo conocimiento– están contenidos en los sonidos del Veda
que es la ley natural que se expresa a sí misma en forma verbal. En todas las
tradiciones, dice Nader, “…la Ley o los principios establecidos usualmente han
sido transmitidos oralmente generación tras generación”. El “principio” es valor
supremo que orienta nuestra vida y es referente para distinguir lo correcto y lo
incorrecto y decidir sin error. En la actualidad no tenemos una tradición oral
fuerte, pero aún respondemos al sonido de la identidad de grupo, pues cada país,
provincia, comunidad, congregación, colegio o club, tiene su himno. Incluso
nuestros latidos cardíacos y el ritmo de nuestra respiración se modifican con
los sonidos de la naturaleza. Respondemos más a entonaciones de la voz que al
contenido formal de un mensaje; aún lo que es oído tiene valor para nosotros.
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • La consciencia: ¿condición o manifestación del ser? 319
13. De la línea media. Este núcleo reúne cinco núcleos menores, cada uno
con una función diferenciada y representan un subaspecto de la cualidad
asociada al núcleo mayor. Representa las falacias, respectivamente, no con-
cluyente, contradictoria, equivalente a la pregunta, desprevenida y tardía.
Las interconexiones de estos núcleos permiten intuir el carácter emocional,
difuso y no aportante de la falacia; el argumento que convence limpiamente.
Un estudio de los sofismas nos permite una descripción de cómo opera cada
una de ellas.
14. Dorsal medial. No solo por sus interconexiones con áreas asociadas a la
emocionalidad, la imaginación, la previsión para el futuro y el pronóstico, sino
por cuanto soporta una función intuitiva y especulativa, este núcleo ofrece el
contexto de la equivocación cuando las cosas son ambiguas o de doble signifi-
cación. El dorsal medial está conformado por tres agrupaciones de neuronas que
soportan modalidades específicas de equivocación: verbal, (por) generalización
y (de carácter) figurativo. El primero de estos núcleos –que es en sí un meca-
nismo de retroalimentación de la corteza prefrontal asociada con la expresión
verbal–, es considerado en sí mismo como el área general de la equivocación y
en específico de la equivocación verbal. Si tenemos en cuenta este contexto,
podemos entender el que haya personas que se golpean la frente cuando se
equivocan o se “pescan” en un olvido y que el saber popular registre este aspecto
de la consciencia de sí con expresiones como “por la boca muere el pez” o “en
boca cerrada no entran moscas”. El segundo núcleo del dorsal medial es una
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • La consciencia: ¿condición o manifestación del ser? 321
Para redondear esta presentación del tálamo como “lámpara en el dintel y hogar
de la justicia”, quiero comentar el cuadro que despliega y resume su función.
es tal, que de igual manera que se experiencia siendo, experiencia “lo que es
otro”; así logra hallar “la diferencia que importa”. Esta identifica lo que es, vis à
vis, con otro que es, o sea, “lo que es, frente a lo que es, sin relación”. Después,
debe encontrar “lo que es por su relación con otra cosa que es”, o sea, encontrar
lo que se opone. Pero la identidad no se logra si no se identifica “el algo que es
otro de sí mismo”, o sea, ser relación y entonces dice: “soy como ese, pero no soy
ese”. Igual proceso se sigue para construir el mundo de los objetos. La cadena
de sinónimos del halo conceptual de distinguir –discriminar, separar, hendir,
cortar, partir, penetrar, perforar, atravesar– muestra la clase de intervenciones
llevadas a cabo por el sujeto para hacer hablar a la realidad y es lo que hace que
el mundo relativo, es decir, el que nace en la oposición, sea visto como compuesto
de partes; sin ello no hay consciencia de lo otro ni de sí mismo. El significado
de todo este proceso se esconde en el “darse cuenta”; ofrecerse como cuenta
es asumirse como individuo primero para después lograr la individualidad. Así,
vemos que distinción sin acción no es posible en el conocer. ¿Qué esconde la
noción de válido? El sentido de lo que sirve a un propósito. Dentro del contexto
anterior es usar los recursos pertinentes para comprobar que “hay algo”.
Del análisis de las funciones específicas de los núcleos talámicos se puede extraer
el verdadero papel del pensamiento como la función que permite verificaciones
virtuales y económicas en todo sentido. También permite recabar en su diferen-
cia respecto de los “procesos de razonamiento”. Se “ve” (se sabe) que además
de los “principios establecidos” dados como ley para ordenar la vida personal
y social, cada disciplina del conocimiento tiene los propios. También se cae en
la cuenta del valor de las “cualidades opuestas” en el concierto que ejecuta el
observador; significamos por qué aparecen la falacia, la argucia, la equivocación
y finalmente el “no entiendo”. Esta es también la manera de pausar el ritmo del
conocer, de abrirse paso dentro del atropellamiento de los pensamientos y de
alejarnos de la información visual que nos sofoca.
El tálamo
Lámpara en la puerta de la casa y hogar de justicia
Tálamo
–Distingue y decide–
Significación Fuente principal
del proceso de la que Sitio mayor
subyacente de Funciones proviene la al que llega la
Núcleos la conciencia fisiológicas información información
Integración de
información
sensorial. Coliculo
Medios del Atención y superior: lóbulos Lóbulos temporal,
conocimiento consciencia de temporal, parietal y
1. Pulvinar: válido: alerta: parietal y occipital:
Pars inferior Percepción occipital:
Integración Áreas 17, 18, 19
Pars lateralis Inferencia visual de alto Colículo superior Áreas 17, 18 y
Pars oralis orden Colículo superior lóbulo temporal
Comparación
Medial de Visión, memoria + corteza Parietal
Testimonio y lenguaje temporal
pulvinar verbal Giro temporal
Integración Corteza parietal superior
sensorial Corteza temporal
polimodal
Lenguaje y habla
Células
Objeto del ganglioare
2. Geniculado Corteza visual
conocimiento Visión retinales a través
lateral (área 17)
válido de nervio y
tracto ópticos
326 Floralba Cano. Escritos
13. De la línea
media:
Falacia:
Paraventricular
Concluyente
Complejo nuclear Form. Reticular Complejo
Contradictoria Límbica-
central e hipotálamo amigdaloide-
Equivalente a emociones. complejo Giro cinculado,
Nucleus reunens Función difusa
la pregunta amigdaloide hipotálamo
Pequeño grupo
Desprevenida
nuclear 1
Tardía
Pequeño grupo
nuclear 2
Complejo
nuclear
amigdaloide, Corteza
14. Dorsal olfatorio, prefrontal:
Límbica:
medial: hipotalamo: Corteza frontal
Equivocación: Habla, lenguaje
Porción Corteza frontal Amígdala, corteza
motor
parvicelular Verbal Amígdala, temporal, corteza
Sentimientos,
Porción Generalización corteza temporal, órbito-frontal
emociones,
magnocelular Figurativa corteza órbito- Área 8 (campo
memoria
Porción frontal frontal/ojo), pars
Visión
paralaminar Área 8 (campo reticulata de
frontal/ojo), pars sustancia nigra
reticulata de
sustancia nigra
Sensación
Vía lemisal
somática Corteza
15. Posterolateral Argumento de la columna
corporal, incluído somatosensorial
ventral fútil dorsomedial- vías
tacto, dolor, lóbulo parietal
espinotalámicas
temperatura
Áreas
Desacuerdo Información
16. Intermedial “No entendido” somatosensoriales
sobre principios que llega no se
ventural o no entender de la corteza
básicos entiende
(IISS)
Fuente: Tony Nade, MD, PhDH (1995): Human Physology-Expression of Veda an the vedic
literature. Maharishi Vedic University, Vlodrop, The Netherlands.
328 Floralba Cano. Escritos
Totalidad - ser
Fuente: Tony Nade, MD, PhDH (1995): Human Physology-Expression of Veda an the vedic
literature. Maharishi Vedic University, Vlodrop, The Netherlands.
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • La consciencia: ¿condición o manifestación del ser? 329
Cada uno de nosotros ve lo que puede ver del mundo a partir de su mismidad.
Por ello no es de extrañar que las definiciones de consciencia –y no solo de
consciencia– varíen en cada autor y de autor en autor. No he hecho el ejercicio
total, pero estoy segura de poder encontrar definiciones que contienen una a
una las cuarenta cualidades que acabamos de ver sin mucho detenimiento. No
incluyo las ya dadas durante la exposición. Aquí va la muestra. Algunas de ellas
las encontré ya extractadas en el citado texto de N. Humphrey.
– K. Jay Gould. En todos los contextos en los cuales tiendan a ser presentados
los términos “consciente” y afines, son para los efectos científicos tan inútiles
como innecesarios.
magia soñar siquiera que terminaría siendo desbancada por el mito. Y los dioses
y diosas míticos ni remotamente pudieron imaginar que la razón terminaría
relegándolos al olvido. Y aquí estamos nosotros, con nuestra presuntuosa vi-
sión racional del mundo, creyendo que nada superior podrá caer de los cielos,
conmover nuestros cimientos y barrer nuestras sólidas percepciones” (en Breve
historia de todas las cosas). “Quien tiene percatación –dice Ch’uang Tse– usa su
ojo interno, su oído interno para penetrar las cosas y no tiene necesidad de un
conocimiento intelectual” (citado por Jung en Interpretación de la naturaleza
de la psique). “Eso es –dice Jung– notoriamente una alusión al saber absoluto
de lo inconsciente y a la presencia de acontecimientos macrocósmicos en el
macrocosmos”.
Para terminar, transcribo las versiones del capítulo XI del Tao Te Ching de Lao
Tse. La primera es de Jung (traducción de traducción). La segunda, de Integral
Editores. Dejo a ustedes la interpretación de por qué. Así termino.
Buenas tardes. A ustedes les voy a pedir el favor de que excusen mi irreverencia.
Voy a presentar a las personas solamente por su nombre y su disciplina, en razón
de que aquí hemos dicho que para la resiliencia hay que dar a todos la palabra
y a ninguno de manera completa, de acuerdo con el doctor Cyrulnik y porque
creo profundamente que somos quienes somos independientemente del sexo,
de lo que hacemos y de lo que pensamos, aun cuando eso nos marca.
Rápidamente voy a hacer una imagen de dos preguntas que lo recogen todo.
Pero primero les voy a contar lo que me sucedió con las preguntas que me hacía
después de cada conferencia. Resulta que la siguiente conferencia me borraba
la pregunta y entonces me hacía otra, pero la siguiente me borrada esta y así
sucesivamente. Total, el pánico. A mi confidente William Betancourt, quien
estaba al lado, le comenté: “Me quedé sin nada”, a l que me contestó: “No pierda
las preguntas, ¡hágalas!, porque uno nunca recibe las respuestas”; es decir, una
pregunta nunca se contesta completamente. Pero yo creo que me quedé con
* Cyrulnik, B., et. al., (2002). La resiliencia: desvictimizar la víctima. Cali, Ceic. Rafué.
334 Floralba Cano. Escritos
dos, una de ellas es la imagen del tutor. En este simposio– y acabo de recordar
que no he dicho el título, Desvictimizar: nueva perspectiva en las representaciones
sociales y culturales sobre el sujeto–, hablar de un tutor de la cultura me remitió
al tutor que uno les pone a las plantas cuando cultiva el campo. Ese para mí es
el verdadero tutor; entonces, en un campo en el que cultivamos lo humano es
un concepto que aprehendo.
Lo que me quedó de ese concepto es que hay varias clases de tutores. Primero,
tenemos aquel que tutorea las plantas una a una del cual hay distintos tipos:
la varita que se acostumbra poner o una que vi en los campos de cultivos de
habichuela en la sabana cundiboyacense que consiste en lo siguiente. Están las
eras protegidas por una cerca que resguarda la habichuela del viento sobre la
mitad de la era, y luego de una cerca a la otra se tiende una línea de nylon (en
mi infancia era cabuya, pero ahora estamos sumamente actualizados y ponemos
nylon). Entonces, justo perpendicular al hoyito de las semillas se cuelga un hilo
que no llega hasta la tierra sino a una distancia máxima de una cuarta y sobre
esa misma cuerda están amarradas –tutoreadas– varias maticas de habichuela.
Cuando se mira la era se tiene todo el grupo amarrado. Yo creo que esa es la
imagen de los tutores en red, los “mompas”, los iguales; o las familias y los grupos.
Pero vámonos hacia otro polo, el del derecho, que nos recuerda la construcción
hecha por la humanidad para organizarse (esa es mi visión del derecho). Cuando
observo un abogado veo cómo trae consigo la norma, pero al ser consciente de
que a veces se le van las luces nos trae la balanza de la justicia.
A manera de conclusión
Para concluir este seminario sobre quiero ofrecer un grano de arena no esperado
ni solicitado. Oí la palabra “resiliencia” al doctor Cyrulnik en el contexto del
seminario internacional La consciencia: raíces biológicas y organización psicológica”.
Nos dijo que era un término usado por un grupo de marinos –con quienes estaba
haciendo un trabajo especial– para señalar una estructura física que permanece
estable no obstante los golpes que reciba del medio. Entonces, se le ocurrió la
idea de utilizarlo como metáfora para significar el milagro que algunos niños
logran al sobrevivir y convertirse en humanos al superar situaciones inhumanas
y muy extremas de adversidad que por lógica los hubiesen destruido. Pasado
algún tiempo de trabajar el concepto le sorprendió encontrar su uso común en
la lengua inglesa con la noción de “resorte”, lo cual indicaría que recibido un
golpe uno está obligado a rebotar.
336 Floralba Cano. Escritos
(…) las mitologías–incluidas las de carácter religioso– están conectadas como una
comunidad funcional más esencial, con los productos que surgen en todas las formas
de comunicación interhumana: en las actividades intelectuales, en la producción
Parte IV. Subjetividad y psicología analítica • Desvictimizar: nueva perspectiva en las representaciones... 337
No soy filosofa ni antropóloga pero quizá el camino para encontrar la salida del
atajo en que me encuentro es ser sensible al mito. Con ello en mente, la revisión
de mitos colombianos y sudamericanos no me trajo la respuesta y la disponi-
bilidad bibliográfica a la mano constituía una mera clasificación de mitos sin
detenerse en su análisis. Advertí más un afán de referenciarlos que de penetrar
su sentido. Solo cabía esperar un acontecimiento que llegó en las páginas de un
libro que adquirí para aguzar mi ingenua visión sobre las religiones: La religión
antigua de Karl Lerényi y en él, como llamándome estaba el mito del areté, uno
de los conceptos cruciales de la antigua Grecia.
Por mito entendemos hoy desde mentira o afirmación infundada hasta “cuento”.
Según Malinovski, citado por Kenényi “(…) para los indígenas el mito no es
mera historia narrativa, sino realidad vivida; es manifestación de una realidad
más originada, más grande y más importante que determina la vida actual de la
humanidad, su destino y su actividad”. Posee el mito un carácter simbólico que
hace comprensible la experiencia más allá de la empiria e intenta trascender en
la palabra la contingencia de la experiencia personal.
Para Kenényi, en el mundo antiguo la vox –lo que sonaba– era algo venerable
que no distinguía “palabra” de “ser”. Así, “mithos” significa para el “contenido”
“la cosa en la palabra” y prosigue: “El mito correspondía al hecho verdadero y
su verdad estaba expuesta a la duda. La verdad del mito era la verdad de una
voz espontanea probablemente cantada. Solo el poeta en razón de su saber, sabe
decir el mito, porque solo él va a los dioses”.
La areté de los griegos es una realidad difícil de traducir con precisión a otras
lenguas. Según Kerényi era una realidad cotidiana que se convirtió en problema
para la filosofía griega. La areté estaba por doquier a disposición de los dioses
y de los seres humanos y estos perdían la mitad de su areté cuando caían en la
esclavitud. La poseían partes individuales del cuerpo –ojos y pies– y también
los caballos cuando corrían. Transcribo a Kerényi:
Desde la descripción de la areté por Tirteo como actitud pura se sigue hasta la
definición de Aristóteles, quien se preocupo por pensar en forma correcta la
areté que era “una actitud selectiva encaminada hacia el recto medio”.
Hermias fue tomado prisionero y sometido a tortura para que develara lo que él
y el rey Filipino de Macedonia habían planeado contra los persas, pero a pesar
de la tortura no satisfizo el pedido de sus captores. Impresionado, el rey persa
interrumpió el castigo a fin de que expresara su último deseo, a lo cual manifestó
“Comunicad a mis amigos y compañeros que no he hecho nada feo ni indigno
de la filosofía”, en alusión al Himno a la Areté…
Cierto es que para halagar a los dioses, obtener sus favores o redimir nuestras
faltas, ofrecíamos sacrificios y hasta nos inmolábamos. Corría la sangre de la
víctima como condición ¡robada! y festejábamos consumiendo en el altar del
festín la ofrenda cuya vitalidad había consumido –a su vez– el fuego. Pero cierto
es, también según Kerényi, que
(…) los actos primigenios en que se basaba el festín –el encender el fuego y matar–
son terribles para el hombre antiguo, son irrupciones en una estructura divina que
significa separar, cortar, despedazar lo que ha “crecido” –incluso el fuego natural
que crece– y precisamente por eso son, en el fondo, sacrilegios (…). Sin embargo,
encender el fuego y matar dentro de una ceremonia con sentido, configura el
sacrificio sagrado que se limpia de su carácter violento mediante una especie de
comunión de pan y vino, de los cuales el griego empieza a extraer santificación
del festín (…).
Psi de psicología.
Una realidad simbólica*
Cali, 2008
Más que producto de la mente, sentimos la realidad simbólica como idea que
nos llega por los caminos de la asociación y la analogía, como idea que capta
ecos y dimensiones no aprehensibles y que en la ambigüedad nos conecta con
una tremenda carga afectiva que conmueve el sentimiento, nos anima en la
palabra y se hace realidad guía.
El psi, nuestro psi, es significativo para nosotros los psicólogos porque restituye la
escritura desde siempre conocida de nuestra disciplina de estudio y de ejercicio
profesional, respeta la escritura de su étimo y nos reconocemos en ella escrita
con “ps” y no en el sicología con “s”, proveniente del poder del purismo de la
lengua; quizá reclamemos el poder del purismo de la idea que alimenta.
Podemos reconocer nuestra fisis corporal, gusanil y tubular con dos orificios
opuestos que señalan el “delante” y el “atrás” y también la estructura reptiliana
de nuestra columna vertebral, otra herencia de nuestra madre natura. Así, la
diferencia que reclamamos de “si” a “psi” radica en que –como humanos– no
solo nos damos cuenta de la dirección que tomamos al movernos y de lo que
hay para tomar y aprovechar, sino que “nos damos cuenta de darnos cuenta”,
de si nos satisfizo o no, de si resultó según nuestra anticipación y deseo. La di-
ferencia de “si” a “psi” nos dice que no solo podemos experienciar y acumular
la experiencia para aprovecharla o transformarla, sino hacer partícipes a otros
–como nosotros– de “eso” que pasa en la vivencia y es nuestra más cercana
certidumbre interior.
* Texto inédito.
342 Floralba Cano. Escritos
Psi es realidad simbólica en cuanto su sonido preside y anuncia algo del objeto
intangible –además de huidizo– de nuestra disciplina. Para algunas de las lentes
con la que se la mira su realidad, psique es igual a mente; para otras el producto
de la química cerebral. Para la lente junguiana, psique es objeto y sujeto de la
psicología que como disciplina entre las ciencias, es ciencia “aparte” porque la
frontera de su formalización, según Hillman (1975) es la persona subjetiva de
cuyo desarrollo depende. Tomemos cuenta de que en la historia de las ciencias
la psicología ha sido calificada de no ciencia, ciencia blanda, disciplina para-
digmática y en la cultura de oriente próximo ciencia sacra, es decir aparte, en
el mismo sentido que a un místico se le llama santo porque asciende sin ayudas
externas a otras dimensiones de la consciencia. También ha sido calificada de
humana a la vez que natural y social. Recordemos que el mapa no es el terri-
torio. En la búsqueda quedamos de llegar –alguna vez (¿?) – a asir en la teoría
la realidad en sí de psique.
Procesos afectivos
Sensación Kinesia
(percepción) Volición
Pensamiento
344 Floralba Cano. Escritos
La línea sinuosa para indicar la frontera entre los mundos exterior e inferior de
la persona es añadido mío. En clase fue fácil distinguirlos por la expresión gestual
del profesor, quien era bastante serio y de expresión congelada del rostro y solo
se ruborizaba cuando algo le molestaba o le parecía impertinente. No puedo
decir en qué década Historia de la Problemática y Metodología Psicológica –la
famosa HPMP– reemplazó como cimiento de la formación a Psicología General,
por supuesto complementada con subsiguientes cátedras cada una representada
por la “función tipo” de cada tranco del cuerpo teórico de la psicología que
coincidían –más o menos– con la clasificación del profesor Mankeliumas.
Cada uno de los “puntos” en la siguiente ayuda del discurso, indican otros tantos
nodos en la trama de las ideas que me fui apropiando.
Los otros nodos corresponden a mis encuentros con el placer de leer los escritos
de Jung y a los junguianos y mi incursión en un camino que me ha permitido
contestar preguntas importantes en la búsqueda de mí misma.
Por su complejidad, psique sigue siendo una realidad inasible por los sentidos,
pero una realidad axial. No me extraña que su referencia fuera soslayada y no
explícita en los cimientos de mi formación y creo que también en la de ustedes,
bien en Psicología General –ya obsoleta (¿?)– o en Historia de la Problemática
y Metodología Psicológica, porque como realidad axial fluye en los objetos de
las psicologías académicas profesionales y personales de nosotros los psicólogos.
Hasta hoy, la diáspora de su realidad sigue siendo imparable. ¿Le rendimos tributo
escribiéndola con la “s” sibilante o la preferimos sonada, implosiva y susurrante
con el “psi”? ¿Sentimos así más su profundidad?
Juicio
Sentimiento
Funciones racionales
Información Actitud
In
Fu tuic ión
nc i v ers o
ion ón tro nd
Pensamiento
es In l mu
irr Se n e
ac ns ón co
ion ac rsi
ale ión
rov
e ión
s t e lac
Ex R
Extraversión Conciente
Intuición Pensamiento
Sentimiento
Introversión
25. Los colores originales son rojo (masculino) y azul (femenimo), como se puede apreciar en el
símbolo de la letra griega psi de la carátula.
348 Floralba Cano. Escritos
Pensamiento
Sensación Intuición Sensación Sentimiento
Irracional
Sentimiento
Intuición
Racional
opuestos dentro del cual tratamos de desarrollar lo que somos, nuestro sí mismo
como centro que es de nuestra psique.
Consideremos ∀ como totalidad o todo y ∃ como algo o parte del todo. El punto
y coma separa cada tránsito de transformación de la conciencia hacia el logro
de la asunción y expresión íntegra del sí-mismo.
La última línea “somos como los demás, como algunos otros y como ningún otro”
fue dicha por una psicóloga piagetiana al presentar en un simposio internacional
en Cali sus estudios transculturales respecto del desarrollo cognitivo de niños
de la primera infancia y sintetiza cómo subsisten sincrónicamente la presencia
repetitiva de esos esfuerzos autoconscientes e intencionales para avanzar en el
desarrollo del alma. Algo similar he encontrado en lo que Boff (1996) llama
las lógicas no lineales del nuevo paradigma (el de la complejidad): identidad,
diferencia, dialéctica, complementaria/reciprocidad y dialógica o pericorética.
Una cosa es ser psicólogo de título y otra ser psicólogo, logro que como el proceso
de sí mismo, es cuestión de toda la vida.
Referencias
– BOFF, L. (1996). Principio. Tierra: el retorno a la tierra como patria común.
Bogotá: Colección Iglesia Nueva.
– COROMINAS, J. (1964). Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana.
Madrid: Editorial Francke.
– GILLERON, Ch. (1988). “La validez en psicología: ¿primera, segunda o
tercera persona?”. En: Cuadernos de Psicología, Volumen 9, Número 1.
350 Floralba Cano. Escritos
¿Estimulación adecuada
o comprensión del desarrollo?*
Cali, 1987
El problema de la educación nos atañe sea cual fuere el papel que desempeña-
mos en ella. Nos involucra especialmente como miembros de la sociedad que
construimos y en la que erigimos nuestras relaciones con el mundo. Para la
temprana edad, nos involucra primero como padres y después como profesores.
Nos concierne como teorizantes de una práctica escolar, pero también en cuanto
somos poseedores y ejecutores de la experiencia.
* Texto tomado de la revista Anuario científico. Vol. 6 de 1987. Este artículo es resultado de
una ponencia preparada especialmente para el Cuarto Congreso Nacional de Educación
Preescolar, junio 30 a julio 3 de 1987 (Ver referencia completa al final).
354 Floralba Cano. Escritos
[…] de este modo, es la sociedad quien tiene que preocuparse por la salud, la
educación, y la estimulación del niño a la edad preescolar, tomando a cargo las
tareas antiguamente reservadas a la familia amplia y que la familia no puede
asumir […] (p. 66).
Para ilustrar la fina discriminación entre estos dos sentidos de “estímulo” y que
frecuentemente usamos indiscriminadamente en nuestro lenguaje cotidiano,
cito los dos sentidos utilizados en el mismo párrafo, en la pauta de la Unesco
(1981) para orientar a los padres y educadores en su trato en niños de tres a
cuatro años: “Estimularlo a correr, a saltar, a trepar… Felicitarlo cuando lo
logra… pedirle que se lave, que se vista, ayudarlo, estimularlo…”.
26. Necesidades básicas físicas: alimentación, abrigo, sueño, descanso; y psicológicas: afecto,
expansión y juego, maduración y crecimiento, compañía, seguridad, defensa y agresión, afir-
mación de sí, valoración y reconocimiento, conocimiento y cumplimiento de imperativos
de orden moral (según Telma Reca, citada por Wernicke).
356 Floralba Cano. Escritos
los dos se tienen en cuenta el programa será exitoso. Creo que podemos partir
de la validez de esa advertencia, pero el contenido dual del uso cotidiano del
concepto “estímulo” lleva a enfatizar lo que puede hacerse desde afuera, porque
el que está fuera de… puede aplicar a… y ello parecería autorizar a considerar
el estimular como una práctica profesional, como una técnica, como algo que
requiere de “bien-saber-el-procedimiento”.
Sin embargo reconoce que un ambiente de calidad es más fácil de describir que
de crear. Este artículo enfatiza las necesidades de focalizar la intervención no
solo en el niño sino en la madre y aun más en la familia, y aclara las cualidades
personales que se requerirían para una propicia interacción con el niño: flexi-
bilidad, sensibilidad y percepción.
¿Diríamos que las condiciones que se han verificado como efectivas para niños
de alto riesgo pueden obviarse cuando se trata de niños en escuelas normales?
Creo que no si cedemos a la tentación de aplicar el programa de estimulación
como rutina, como contenido en sí de la actividad pedagógica y de asumir el
incremento de conductas deseadas como aprendizaje y a este como desarrollo.
[…] Se espera que el hecho de no poner demasiado énfasis en dar a… (los padres,
educadores) indicaciones con la sola finalidad de aumentar las frecuencias de con-
ductas especificas,… sea lo que a la postre determine el éxito de la intervención…
el programa de intervención debe subrayar la importancia de iniciar y mantener
la participación del niño en un nivel en consonancia con el ambiente físico y social
que lo rodea,… más aun, el modelo recalca la importancia del rol activo del niño
en la interacción de permitir que se produzca “un cambio en el niño mismo” y
comprender los elementos que entran en juego en ese “cambio”[…] (p. 46).
Siguiendo en la vía del análisis del papel que cumple la “estimulación” del
desarrollo (¿?) como práctica, técnica o contenido curricular de la educación
temprana para prevenir anomalías en el desarrollo, me permito presentar dos
posiciones, ambas de 1986. La primera es de Heese (1986) que sintetiza en los
siguientes puntos:
27. Nótese que la “estimulación” se concibe como supuesto del trabajo de intervención y que la
característica de plasticidad está entre comillas.
360 Floralba Cano. Escritos
– Más que pasos para estimulación o para la intervención, propone una ac-
ción ecológica previa a cualquier estrategia secuencial de prevención de los
efectos del riesgo, la cual debe dirigirse a proporcionar a la familia atención
sanitaria, alimentación, vivienda y empleo adecuados.
– Aunque estas dos posiciones son más contrastables que comparables, algún
grado de convergencia en ellas nos permite concluir lo siguiente:
¿Las siluetas de los niños habrían transmitido la misma idea si se las hubiera
organizado como una agrupación? ¿Los brazos extendidos indican interacción
y no adiestramiento? ¿Comunicación o reiteración del conocimiento que se
constituye socialmente? ¿La alternancia niño-niña es la idea de coeducación
como valor social aceptado sin reserva para el preescolar? ¿Revela la no exclu-
sión de alguno de los sexos en las oportunidades educativas o indica el valor del
preescolar en la transmisión de los papeles asignados a los sexos? ¿Simplemente
registra la composición de los grupos en cualquier jardín?
Finalmente, si las siluetas guardan un espacio entre sí, ¿fue ello el producto
de la destreza de quien compuso el “arte” del emblema o la intención de sus
ordenadores para subrayar la aceptación de la individualidad que se construye
en la interacción con otras individualidades?
niño actúa con los objetos y con las personas y el conocimiento que derivamos
de nuestra interacción con el niño, con sus padres y con nuestros colegas, nos
permite asumir el “desarrollo” como objeto de (nuestro) conocimiento.
Kamii y otros (1993) examinan las bases teóricas de un programa propuesto por
ellos a partir de una concepción constructivista del conocimiento que se opone
claramente a una empirista. Afirman además, que la distinción entres estas dos
concepciones proviene de aplicaciones incorrectas de la teoría de Piaget “[…]
y ayuda a los educadores a examinar postulados empiristas que apoyan en la
mayoría de sus prácticas” (p. 15). En referencia a esto, diría que la estimulación
temprana es una de ellas, aunque no necesariamente una práctica pedagógica.
¿Qué suponen una y otra concepción? El punto de vista empirista supone que el
niño conoce gracias a la información sensorial proveniente de la manipulación
de los objetos que llega al sujeto a través de los sentidos: “[…] los objetos y
los hechos se conciben como estímulos que llaman la atención del individuo
desde fuera” (p. 17).
Cuanto más elaborado sea el conocimiento más exacta y valida será la lectura
que el niño hace de la realidad, por ello un mismo objeto no supone la misma
acción siempre.
Pero nos interesa la comprensión del desarrollo y parece que hemos precisado
que se trata del desarrollo del conocimiento, tomado este en su sentido amplio
y no como mera acumulación de información o de hechos del mundo en que
vivimos. Así que, para proseguir hace falta preguntar qué es desarrollo.
Creo que nuestro énfasis en la perfección de una tarea antes que en el proceso
que ella implica y que descripciones como “todavía no maneja tiempos verba-
les”, “no puede continuar en la misma actividad por más de quince minutos”,
“no distingue figura-fondo”, “no abstrae conceptos” (juicios y prácticas peda-
gógicas que parten de lo que el niño no hace o de la conducta deseada que
no está presente) se originan en un juicio sobre el desarrollo del niño sobre la
base de considerar al adulto como modelo. “[…] el enseñante a menudo entra
en interacción con el niño completamente por encima de él o desde su propio
punto de vista” (Kamii et al., 1983, p.80).
Podemos afirmar, entonces, que todo lo que un niño sabe antes de llegar a la
escuela y bastante más de lo que admitimos lo aprende a pesar de la escuela y del
adulto y lo aprende jugando. Tradicionalmente hemos venido dando importancia
al juego por su naturaleza lúdica pero no lo hemos valorado suficientemente
como actividad cognitiva por excelencia.
Posiblemente nos animemos cada vez más a organizar nuestra tarea en la pers-
pectiva de tener el juego como actividad cognitiva y no se nos ocurra postularla
como forma de trabajo didáctico. Debemos privilegiar cada vez más la iniciativa
y los trabajos de cooperación.
Conclusiones y preguntas
Podemos estar de acuerdo sin mucha reflexión previa que los trastornos gripales
son bastantes frecuentes en la primera infancia y que los niños mal nutridos,
susceptibles y expuestos a repentinos cambios de temperatura tienen mayor
riesgo de adquirirla. Podemos describirla –basándonos en que la hemos pade-
cido– como caracterizada por desaliento, irritación de las vías respiratorias,
congestión nasal, fiebre y dolor de cabeza.
Guardadas las proporciones, ¿se nos ocurriría entrenar un niño contra el es-
tornudo dándole a oler pimienta para enseñarle conductas apropiadas o para
enseñarle qué es estornudar?
Ante un estornudo indicamos volver la cara a otro lado y taparse boca y nariz.
¿Hacemos ver que con ello evitamos que nuestra saliva y secreciones nasales
lleguen a la cara de otros miembros del grupo porque ello puede incomodarlos?
¿Dejamos que un niño encuentre por su experiencia que tocarse la nariz obstruye
el estornudo? ¿Esperamos que la reacción de los demás miembros del grupo le
haga saber su incomodidad y desagrado? Aprender a taparse la boca y la nariz
ante un estornudo ¿es un conocimiento valioso en la prevención de afecciones
gripales? ¿El aprendizaje de evitación de un estornudo corresponde a un cono-
cimiento físico o a un conocimiento social?
Referencias
– De LORENZO, H. (1984). “Reflexiones sobre programas de intervención
temprana en América Latina”. En: Red de Revistas Científicas de América
Latina, el Caribe, España y Portugal. Disponible en: http://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=180414030002
Prólogo al libro
Incertidumbre laboral*
Cali, 2009
Desde la lógica del mundo académico el autor presenta como anclaje y punto
de partida una juiciosa revisión bibliográfica –con las precisiones necesarias al
sentido de la problemática vuelta propósito de indagación– y hace un robusto
encuadre teórico en comparación con las mesuradas y sensatas conclusiones
del punto de llegada. Posiblemente tales conclusiones no pudieron ser otras, si
he de verlo como persona seria y tozuda en sus empeños. El alcance del estudio
que se valora (también por marcar un inicio) pudo verse limitado por la paralela
circunstancia laboral del autor y por la técnica de investigación utilizada acorde
con la forzosa opción descriptiva seguida. A lo anterior se suma la necesidad de
abordar fuentes personales directas de información de quienes por su ubicación
y responsabilidades dentro de la empresa no son dueños de su tiempo y por ello
están limitadamente dispuestos a ser entrevistados en profundidad.
Currículum vítae
Estudios universitarios
Psicología. 1962-1966.
Título profesional: Psicóloga. 1968.
Universidad Nacional de Colombia.
Distinciones recibidas
– Beca de especialización en el exterior otorgada por la Secretaría de Educa-
ción del Distrito Especial de Bogotá (cambiada por Comisión de Estudios
en la Universidad Nacional).
– Representante del magisterio al Consejo Técnico de Educación del Distrito
Especial de Bogotá.
– Matrícula de honor durante los estudios de Psicología en la Universidad
Nacional.
– Beca de mejor alumno de la promoción de 1965 de la Facultad de Ciencias
Humanas.
– Premio Nacional de Psicología, 1984.
– Mención de Profesora Distinguida, otorgada por la Universidad del Valle,
noviembre de 1994.
– Distinción a la labor académica como docente de Psicología de la Univer-
sidad del Valle, 2007.
– Reconocimiento a la contribución al área de la docencia en Psicología.
Universidad Nacional de Colombia, 2007.
374 Floralba Cano. Escritos
Experiencia profesional
– Psicóloga, Instituto de Especialización para el Magisterio, 1966.
– Psicóloga, División de Admisiones, Universidad Nacional. 1966-1967
– Directora (e), División de Admisiones, Universidad Nacional. 1967-1968.
– Directora, Dirección de Estudiantes, Universidad Nacional, 1971.
– Técnico de Educación Superior, Coordinadora del Grupo de Investigaciones
y desarrollo de pruebas del SNP - Icfes, 1971-1974.
– Jefe de Personal Técnico, División de Servicios Especiales, Icfes, 1971-1978.
– Profesional Especializado, sección de evaluación académica, Icfes, 1978-
1979.
– Cofundadora y Presidente de Cleps (Centro Latinoamericano de Estudios
de Psicología y Sociedad), 1982-1985.
– Cofundadora de CEIC (Centro Internacional de Investigación Clínico-
Psicológica). Vocal de su junta directiva.
– Presidente de la Federación Nacional de Psicología, 1978-1980.
– Vicepresidente de la Seccional Vallecaucana de la Federación Colombiana
de Psicología, 1981-1983.
– Asesorías a Comfamiliar-Andi, 1985-1986.
– Asesoría al Colegio Colombo Británico, Cali, 1987.
– Asesoría a NCR en elaboración de instrumentos para evaluación del me-
joramiento continuo, Bogotá, 1996.
– Asesoría al Ministerio de Educación Nacional, División de Organización
escolar. Programa de Evaluación de la Calidad de la Educación. 1997-1999
– Informe final sobre factores asociados al logro cognitivo. 1992-1993. Publi-
cación para maestros, Ministerio de Educación Nacional. 1997
– Consultoría al Ministerio de Educación Nacional, División de Organización
escolar, Programa de Evaluación del desempeño docente. 1999-2000.
– Evaluación de desempeño docente. Volumen I. Marco teórico del proceso
de evaluación del desempeño. Asesoría para la elaboración de los protocolos
de evaluación del desempeño para docentes directivos, rectores y coordi-
nadores, docentes y consejeros psicológicos.
– Asesorías varias a Icfes relativas al nuevo examen de Estado. 1999-2000
– Asesoría al Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) para la
innovación del proceso e instrumentos de evaluación del desempeño. Julio-
septiembre del 2000.
Apéndice. Currículum vitae 375
Experiencia docente
– Profesora Asistente, Departamento de Psicología, Universidad Nacional,
1969-1979.
– Profesora Asistente, Departamento de Psicología, Universidad de los Andes,
1977-1978.
– Cursos varios sobre construcción de pruebas o sobre evaluación de progra-
mas, dictados a profesores del Ministerio de Educación Nacional; profesores
de programas de educación tecnológica; profesionales del Sena.
– Directora del Plan de Estudios de Psicología de la Universidad del Valle,
1980-1983/1992-1994
– Jefe del Departamento de Psicología, Universidad del Valle, 1983-1985.
– Profesora, Escuela de Psicología, Universidad del Valle, 1980-1997.
– Profesora catedrática Facultad de Psicología Universidad de San Buena-
ventura Cali, 2009.
Trabajos e investigaciones
– Programa de Evaluación del Rendimiento Escolar. Ponencia presentada a
la Federación Colombiana de Psicología, 1966. Revista de Psicología. Uni-
versidad Nacional.
Apéndice. Currículum vitae 377
Johnny Javier
Caracterización del manejo del con- Orejuela Gómez, Psicología
23 1997
flicto según los estilos de dirección* Olga Lucía organizacional
Lenis Barragán,
Ulises Cuéllar
Habilidades sociales en la situación de Bermúdez,
Psicología
24 1997 atención al cliente en una institución Olga Lucía
organizacional
de salud de la ciudad de Cali* Oviedo, Patricia
Vargas Espitia
Bibliografía*
– _______ (1983). “Los test psicológicos y su valor ante la ley”. En: Cuadernos
de Psicología. No. 5, pp. 15-24. Departamento de Psicología, Universidad
del Valle.
* Advertimos que a pesar de que se trata de toda la escritura de la profesora Floralba Cano
y que ella conserva los derechos morales de autor, nos aseguramos de referenciar todos los
textos, publicados e inéditos, para respetar los derechos de autor que conservan las editoria-
les en las que algunos textos han sido previamente publicados. Se quiere con esto franquear
el autoplagio e indicar de dónde han sido tomados los textos por si alguien quiere ir a las
fuentes originales
384 Floralba Cano. Escritos