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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO PUNO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA TOPOGRADICA
Y AGRIMENSURA

CONTAMINACION DE LAS ORRILLAS DEL LAGO


TITI CACA
INFORME: NUMERO 2
DOCENTE: M. S. c. SERGIUO ISIDRO QUISPE
PROPIO: WASHINGTON GONZALES VALDES
CURSO: MEDIO AMBINETE Y DESARROLLO
SOSTENIBLE
GRUPO: B
CÓDIGO: 186082
SEMESTRE: SEGUNDO
FECHA: 08/07/19
PUNO 2019
MISION
Formar profesionales competitivos e innovadores, capaces de
aplicar conocimientos en las ciencias de la ingeniería Topográfica
y Agrimensura en gestión, Administración y ejecución con
valores éticos y culturales para la investigación y desarrollo
nacional, regional.

VISION
Ser una escuela profesional con excelencia académica acreditada,
líder en la formación de profesionales calificados competitivos en
el campo de la ciencia de la Ingeniería Topográfica, Geomática y
Transporte, mediante el conocimiento y la investigación, con
capacidad de generar cambios relevantes para el desarrollo
sostenido de la Región y el País.
PRACTICA NUMERO 2
CONTAMINACION DE LAS ORRILLAS DEL LAGO
TITI CACA
1. EXPEDICION REALIZADA POR LAS ORILLAS DEL
LAGO TITI CACA.
En una breve caminata realizada, el día lunes, junto con el
docente del curso de medio ambiente y desarrollo sostenible,
podemos observar el grave problema que está pasando y cada
se crónica con forme pasando el tiempo, en el recorrido
podemos identificar cual es el factor contaminante más directo
y podemos concluir que el ser humano, el que afecta
directamente a la naturaleza en este caso las orillas el lago titi
caca.

EVIDENCIAS.
2. ¿Y LAS AUTORIDADES QUE ESTAN HACIENDO AL
RESPECTO?
Al respecto, el actual presidente peruano, Pedro Pablo
Kuczynski, anunció en enero de este año que su Gobierno
invertirá 437 millones de dólares en la construcción de diez
Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Sin
embargo, no hay ningún avance hasta el momento. Durante su
gestión, Ollanta Humala (2011-2016) también prometió mucho
pero hizo poco. Del lado boliviano, el presidente Evo Morales
ha prometido 85 millones de dólares de inversión, pero los
afectados aún siguen esperando.

Para la docente de Periodismo Medioambiental de la


Universidad Católica del Perú, Hildegard Willer, es difícil
entender que hasta ahora no se haya hecho nada al respecto, a
pesar de que el problema es de hace casi 20 años: "El problema
no es el dinero, porque hay incluso empresas internacionales
que han donado millones, sino que todo es por la
descoordinación entre las distintas autoridades y la corrupción”.
Además, indica Willer, cuando se intenta construir una planta
en un lugar determinado se originan protestas de sus
pobladores. De este modo, es muy difícil identificar y definir
dónde se puede construir una planta.

Los afectados, como la campesina y hoy activista Inquilla,


reclaman que las autoridades de Lima llegan a Puno para
reunirse solamente con las autoridades locales y con "falsos”
representantes de algunas organizaciones: "A los afectados ni
siquiera nos reciben y los falsos representantes en defensa del
lago que tenemos ni conocen siquiera el lugar donde vivimos”,
dice Inquilla.
3. NO APTO PARA EL CONSUMO HUMANO.

Una investigación de la Universidad de Barcelona de 2014,


realizada por el ecotoxicólogo Mario Monroy, encontró
mercurio, zinc, cadmio y cobre en cuatro especies de peces
del Titicaca, cuyos niveles están por encima del permitido
para el consumo humano, pero que son parte de la dieta de
los lugareños. Además, según determinó el estudio, el agua
del lago contiene un alto nivel de plomo que tampoco es apto
para el consumo humano. Las consecuencias por consumir
residuos de metales pesados son enfermedades como anemia,
problemas intestinales, osteoporosis, problemas mentales y
más.

Beber de esta agua puede ser mortal. Tampoco la pueden usar


para asearse, pues provocaría granos en la piel y
enrojecimiento de los ojos, como ya se ve en muchos niños.
Algo que saben pero prefieren ignorar los médicos locales.
"A los médicos no les gusta que digamos en público que un
niño murió por diarrea, por la contaminación del agua que
consumimos. Nos dicen que nunca más nos van a atender si
denunciamos, que no debemos alarmar, que los productos
que exportamos van a bajar”, refiere Inquilla.

La dimensión del problema está llegando más allá y las


autoridades no lo están tomando en cuenta, explica la
alemana Willer: "Puno es una zona ganadera y lechera, y el
queso de esa zona se vende en toda la región e incluso en
Lima. Las propias autoridades regionales me confesaron que
no pueden decir esas cifras en público, si no el impacto
económico sería grande”.
4. EL ORIGEN DE LA CONTAMINACION.

La mayor parte de la contaminación del lado boliviano, y que


incluye metales pesados como el plomo o el arsénico, se
origina en El Alto, una ciudad de rápido crecimiento que hoy
tiene un millón de habitantes, así como de pueblos aledaños.

El 60% de las 130 fábricas de El Alto operan ilegalmente y


sus niveles de contaminación no se encuentran regulados,
dice Ministerio de Medio Ambiente de Bolivia. La actividad
minera agrava las cosas.

Un informe ambiental emitido el año pasado por la Autoridad


Binacional del Lago Titicaca (ALT), dijo que "la
contaminación está en un nivel alarmante" en algunas partes
del lago, pero esa agencia creada por Bolivia y Perú carece de
recursos para emitir advertencias y emprender planes de
remediación.

El presidente de ese organismo, Alfredo Mamani, culpa de la


contaminación a las aguas residuales sin tratamiento que
destilan hacia el lago un cóctel mortal de sulfuro de
hidrógeno que está matando la flora y fauna de la costa.

Todavía "la contaminación afecta sólo al 1% del cuerpo de


agua...pero es hora de tomar medidas urgentes y
coordinadas", dijo.

Estudios de la ALT encontraron niveles elevados de hierro,


plomo, arsénico, bario y zinc en esta bahía de aguas poco
profundas a donde llegan los residuos de la ciudad de El Alto
de un millón de habitantes.

En Perú, entre tanto, una gruesa capa de algas crece como plaga
en la bahía de Puno y los ríos Ramis y Coata que arrastran
residuos desde la ciudad de Juliaca. También las aguas
ribereñas en esas ciudades tienen alto contenido de metales
pesados.
Más de la mitad de los habitantes de poblaciones ribereñas
carecen de alcantarillado y las pocas plantas de tratamiento de
aguas servidas están colapsadas, según la ALT.
Hasta ahora la única remediación han sido esporádicas
limpiezas de algas y basura acumulada en las orillas, indica
Mamani. "Es como limpiar una herida purulenta sin atacar la
causa".

5. LOS EFECTOS EN LA AGRICULTURA.

La agricultura familiar domina el 76% de la actividad


económica seguida del comercio y turismo (15, pero la mayoría
de la población ribereña está en el nivel de pobreza extrema en
ambos países y son más vulnerables a la contaminación, según
expertos.

"Antes la papa daba grande y pescábamos en la orilla para


vender en las ferias de los pueblos. Ahora ya no da para vivir, la
papa que cosecho es menuda, sólo es para el consumo", dice el
agricultor Juan Quispe de 78 años.

Las papas de Quispe del tamaño de una canica congelaban para


convertirse en chuño (papa deshidratada) a orillas del lago cerca
de la basura y de un pato muerto un domingo de junio.

Quispe cree que las aguas del lago que inundan vastos campos
en época de lluvias, al retirarse depositan contaminantes que
están esterilizando la tierra. Ahora es agricultor de medio
tiempo y debió migrar a la ciudad para trabajar.
El escurrimiento de aguas servidas de ciudades de Bolivia y
Perú no es la única culpable. Más de la mitad de los habitantes
que viven a lo largo de la orilla carecen de alcantarillado y
descargan al lago, según la ALT.

El secretario del Pueblo, Guillermo Vallejos, dice que cuando


hay problemas, "los funcionarios vienen, toman fotos y se van".
"Rara vez regresan", concluyó.

Fuente: AP.

6. EL PRECIO DEL SILENCIO.

Por exponer el tema en los pocos medios locales que la


escuchan, Inquilla recibe constantes amenazas de las mineras
de oro y empresas de agua. Ella y su familia ya han sido
víctimas de agresiones físicas, además de robos en su casa y
su chacra.

“Para dejar de hacer las denuncias, ofrecen trabajo para mí y


para mi familia, auto y mucho dinero. Me dicen que me estoy
sacrificando por nada, porque nunca me van a hacer caso.
Que no me preocupe de otra gente, solo de mí. Pero siempre
he rechazado todo y las consecuencias son las amenazas.
Parece que estamos sentenciados a morir asesinados por los
contaminadores”, cuenta la activista peruana.

De la majestuosidad en las orillas del lago más importante del


imperio incaico, donde nació y creció Maruja Inquilla, solo
queda el recuerdo que cada vez se hace más lejano: “esto era
un paraíso. Yo les cuento a los niños que allí antes había
peces más grandes como el carachi, pero me miran
incrédulos. Por eso me duele y no es normal que nos
quedemos callados”

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