Está en la página 1de 8

Características sociales y culturales del

Paraguay

Lic. Paola Dalles


paoladalles@yahoo.com

El Paraguay posee una riqueza cultural innegable, fruto de la mezcla de guaraníes y españoles; hay
mucho por lo cual reconocer a nuestro país. Debemos valorar lo nuestro y no avergonzarnos de ser
paraguayos/as, pues somos una nación luchadora, con garra, gente que no se deja vencer por las
circunstancias y eso se ve en haber sobrevivido a dos grandes guerras, cuyo objetivo era eliminar al
Paraguay, pero gracias a Dios eso no fue así. El 14 y 15 de Mayo festejaremos con orgullo 200 años de
nuestra Independencia. ¡Viva la República del Paraguay!

¿QUÉ ES CULTURA?

Cultura es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico,


científico, industrial, en una época, grupo social, etcétera.

En las ciencias sociales, el sentido de la palabra cultura es más amplio, la cultura abarca el conjunto de
las producciones materiales (objetos) y no materiales de una sociedad (significados, regularidades,
normativas, creencias y valores).

CULTURA DEL PARAGUAY PREHISTÓRICO

El tipo de cultura paleolítico

Los paleolíticos vivían en la Región Occidental del Paraguay. Esta cultura es la más antigua del país por
los hallazgos arqueológicos y por las tribus sobrevivientes. El Paleolítico se caracteriza por el
nomadismo de cazadores y recolectores; ellos aprovechaban los recursos naturales sin ninguna
productividad humana, iban de un lugar a otro en busca de recursos para la caza, pesca o recolección.

Los pueblos de cultura neolítica

Los pueblos neolíticos se hallaban en su mayoría en la Región Oriental del Paraguay. Ellos también se
dedicaron a la caza, pero además cultivaron la tierra, lo que produjo una revolución cultural frente a los
paleolíticos puramente cazadores, pescadores y recolectores. Pues al cultivar la tierra, se debían
quedar en dichos lugares creando grandes casas comunales, lo que permitió una base para la
organización social y un mayor desarrollo de la manufactura y la cerámica.

UNIÓN DE DOS CULTURAS

La población paraguaya actual es el resultado del mestizaje de dos grupos étnicos diferentes: uno
americano (guaraníes) y otro europeo (españoles). En nuestro país, desde el comienzo de la Conquista
y colonización se produjo una intensa mestización por el reducido número de hombres españoles en
medio de una gran población indígena, lo que indujo a practicar la poligamia en donde un español
tomaba como esposas o concubinas a varias indígenas guaraníes.

La actual cultura paraguaya es consecuencia de la mezcla de estos dos tipos étnicos. De los españoles
heredamos la organización política, social y económica; la religión; la vestimenta y la vivienda; los
instrumentos de metal y las técnicas de producción; el arado y la carreta. De la cultura indígena se
conservan algunas costumbres y utensilios: el uso de la yerba mate y otros productos agrícolas; valores
como la solidaridad y la cooperación; y lo más sorprendente, la lengua guaraní hablada por casi toda la
población.

Poseemos una cultura propiamente paraguaya que nos caracteriza y nos hace diferentes en muchos
aspectos respecto a los países vecinos. Tenemos ricas tradiciones que son propias de nuestro país
como la guarania, las danzas, las comidas típicas, costumbres y valores; de los que participamos todos.

Tarea:

1- ¿Qué significa cultura?

2- Cita los tipos de cultura del Paraguay prehistórico.

3- ¿A qué se dedicaban los pueblos de cultura neolítica?

4- ¿De la unión de quiénes se produjo la cultura paraguaya?

5- Cita lo que heredamos de la cultura española.

6- Cita lo que conservamos de la cultura indígena.

7- Cita algunas tradiciones paraguayas.


Breve reseña de la Antropología en el Paraguay

Antropóloga Marilin Rehnfeldt


Directora de la Maestría en Antropología,
Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, Paraguay.

En septiembre de 1965, hace ya un poco más de 50 años, bajo el liderazgo del


entonces presidente de la Junta Directiva del Centro de Estudios
Antropológicos del Ateneo Paraguayo el antropólogo jesuita Prof. Dr. Ramón
Juste S. J, se publica por primera vez el Suplemento Antropológico del Ateneo
Paraguayo (1), que luego de cinco volúmenes, pasaría a denominarse
Suplemento Antropológico del Centro de Estudios Antropológicos de la
Universidad Católica (CEADUC). En la Información para autores, se destaca
que el Suplemento estará dedicado a la publicación de artículos que
representen contribuciones al fondo del conocimiento científico y que, “…
aunque se espera que los artículos traten principalmente de la antropología
paraguaya y regiones vecinas, serán bienvenidos trabajos sobre cualquier
asunto antropológico”.

Creemos necesario rememorar la publicación de este primer volumen del


Suplemento, para recordar y festejar que, a lo largo de estos años de
publicación ininterrumpida, el mismo se ha convertido en el principal referente
de la antropología paraguaya, no sólo en los ámbitos científico y académico,
sino también en el de un compromiso social con la causa indígena. Recordamos
y valoramos el papel fundamental que desempeñó el Suplemento durante la
larga dictadura militar (1954-1989), cuando, a pesar de los tiempos oscuros,
se mantuvieron las publicaciones de dos volúmenes por año, que jugaron un
papel preponderante en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
Basta recordar las publicaciones referentes al genocidio de los Ache, la
tragedia de los Maskoy en Puerto Casado, el etnocidio de los Ava Guarani de la
Región Oriental y de los Ayoreo en el Chaco por citar algunos. Las
publicaciones sobre el genocidio Ache en la década de 1970, realizadas por el
lingüista Bartomeu Meliá S.J., por Miguel Chase Sardi y por el antropólogo
alemán Mark Munzel sirvieron de base para llevar al Paraguay ante el Tribunal
Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre
Crímenes de Guerra, que acusó al país de cometer genocidio contra el pueblo
Ache, lo que significó la principal derrota política en el ámbito internacional que
tuvo el régimen de Stroessner en la época.

Ya en el primer número se configuraban las dos líneas que el Suplemento


seguiría a lo largo de estos cincuenta años: por un lado, un énfasis en la
publicación de una producción etnográfica de la mejor calidad; y por otro, y no
menos importante, su compromiso con el destino de las poblaciones indígenas
del Paraguay. Destacamos en ese sentido la publicación, en este número que
comentamos, de un artículo etnográfico de León Cadogan y una propuesta de
Ramón Bejarano para atender la problemática de pueblos indígenas del
Paraguay.

El artículo escrito por Cadogan es un clásico de la etnografía Guarani: “En


torno al BAI ETE-RI-VA y el concepto guarani de Nombre”, en el mismo
este gran etnógrafo paraguayo se refiere a la importancia del nombre para los
guarani y su relación estrecha con la persona y su alma “…es un pedazo del
alma de su poseedor…y forma con la persona un todo inseparable”. El nombre,
dice Cadogan, es otorgado por los dioses al guarani y éste lo llevará durante
toda la vida, es parte integrante de la naturaleza del hombre y la mujer. Me
atrevo a decir que no existe actualmente producción etnográfica alguna sobre
el guaraní, que no haga referencia a los trabajos de León Cadogan y este que
reseñamos, en mi opinión, es uno de los artículos fundamentales de su gran
obra científica.

El segundo artículo que reseñaremos: “El Problema Indígena en el


Paraguay y su posible solución”, fue escrito por Ramón Bejarano, quien
fuera también por largos años presidente de la Asociación Indigenista del
Paraguay (AIP). Ambas entidades, la AIP y el CEADUC, han mantenido un
estrecho relacionamiento por casi medio siglo, vínculos basados en la
cooperación y articulación de sus miembros en el apoyo a la causa indígena.
Estas dos entidades, junto con el Museo Etnográfico Andrés Barbero, otro pilar
de la antropología paraguaya, auspician el Premio Branislava Susnik, destinado
a galardonar anualmente trabajos de investigación antropológica.

Bejarano hace una breve reseña de la situación de los indígenas en los años
sesenta y expone los principales problemas que enfrentan estos pueblos, como
la necesidad de recuperar los territorios tradicionales y la protección de sus
derechos. Existen indígenas, dice el autor “… que son agredidos en diversas
formas y no tienen posibilidades de recurrir a una oficina a solicitar
Justicia…otros son expulsados de las tierras que ocuparon sus mayores por
siglos, para ir a ocupar otras, de donde vuelven a ser
expulsados…convirtiéndose en verdaderos parias”. Han pasado 50 años y la
situación no ha cambiado en absoluto, al contrario, podemos decir con toda
certeza que ha empeorado, sobre todo luego de la construcción de las dos
grandes represas hidroeléctricas de Yacyreta e Itaipú construidas en conjunto
la primera con Argentina y la segunda con el Brasil.

La posible solución a los problemas que enfrentaban los indígenas, según


Bejarano, era la aculturación y asimilación de estos pueblos a la sociedad
paraguaya, éste era el paradigma de la época, bajo la influencia del Instituto
Indigenista Interamericano, con sede en Méjico, que por años tuvo una fuerte
injerencia en la política indigenista de nuestros países de América Latina. El
pensamiento indigenista de la AIP y del CEADUC fue cambiando radicalmente
con el tiempo, hacia la concepción de un país pluriétnico y plurilingüe, donde el
respeto a la diferencia y el acceso a una vida digna para todos los pueblos, sea
el norte a seguir y donde los pueblos indígenas sean los protagonistas de su
propio destino. Un papel fundamental en este cambio de dirección ha sido el
“Simposio sobre la fricción interétnica en América del Sur”, realizado en
Barbados en 1971, luego del cual sus participantes dieron a conocer la
“Declaración de Barbados para la liberación del indígena”. Este Simposio
congregó a renombrados antropólogos de América Latina, entre ellos Miguel
Chase Sardi, coordinador del Suplemento Antropológico, por Paraguay y el
recordado Profesor Silvio Coelho Dos Santos, por el Brasil, quien por años
mantuvo un estrecho relacionamiento con los antropólogos y antropólogas del
Paraguay.

El cuarto ensayo de este Suplemento: “La etnobotánica y el Estudio de la


Ecología Cultural”,pertenece a Frederick Hicks, antropólogo norteamericano
que estuvo en nuestro país durante dos años, con el Programa Fullbright. Hicks
también estudió el sistema de parentesco de los Nivakle, pueblo chaqueño en
Paraguay publicando, junto con Miguel Chase Sardi, un artículo sobre el tema
en el Suplemento Antropológico. El Profesor Hicks enseñó en la catedra de
Antropología en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción
y fue además miembro del Consejo de Redacción del Suplemento
Antropológico.

Una constante a lo largo de estos años, fue la estrecha colaboración entre el


CEADUC y antropólogos de otros países que realizaron estudios en el
Paraguay; en cada número del Suplemento, se anunciaban sus investigaciones
o conferencias. Una conferencia dictada por el entrañable profesor brasileño
Egon Shaden sobre “Los problemas de la antropología brasileña”, en el Ateneo
Paraguayo, se anuncia con gran destaque en este primer volumen del
Suplemento. Shaden fue uno de los más distinguidos conocedores de la cultura
guarani y gran amigo del Paraguay donde trabajó, junto con el estudioso
paraguayo León Cadogan, en investigaciones sobre las culturas Mbya y Chiripa.
En la misma época, el antropólogo francés Pierre Clastres dictaba cursos en el
Ateneo Paraguayo sobre Metodología de trabajo de campo y estudiaba la
cultura de los pueblos Ache y Mbya en la Región Oriental del Paraguay.

La presencia de antropólogas que trabajaron en el país, aunque fue reducida


en número, tuvo una influencia muy significativa en la antropología paraguaya,
aquí debemos recordar principalmente a la antropóloga de origen esloveno y
de nacionalidad paraguaya Dra. Branka Susnik quien llegó a Asunción en 1951,
invitada por el filántropo paraguayo Dr. Andrés Barbero para dirigir el Museo
Etnográfico que hasta ese entonces estaba a cargo del antropólogo Alemán
Max Schmidl. En sus 45 años en Paraguay, Susnik publicó ochenta y un
trabajos entre libros y artículos escritos en castellano, esloveno, francés e
inglés (2). Su obra fue un aporte fundamental para la antropología paraguaya
y sus trabajos dieron cimiento a los estudios etnológicos y etnohistóricos en el
Paraguay. Fue también pionera en el estudio de la Etnohistoria del pueblo
Guarani en el área platina (3).

Por 24 años, desde 1961, Susnik fue encargada de la Cátedra de Arqueología y


Etnología Americana en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de
Asunción. Esta catedra fue el fundamento y cimiento de la enseñanza de la
antropología en el Paraguay. Recién en el año 2008 se abre en la Universidad
Católica la primera Maestría en Antropología en el Paraguay que tengo el
privilegio de dirigir, antes de esta fecha, los antropólogos y antropólogas
paraguayos tuvimos que formarnos en el extranjero. Esta Maestría se sostiene
también gracias a la colaboración científica entre antropólogos y antropólogas
nacionales y extranjeros. Aquí quiero citar a algunos queridos colegas del
exterior que nos apoyaron en esta difícil tarea: Ana María Gorosito y Guillermo
Wilde de Argentina, Miguel Bartolomé y Alicia Barabas de Méjico, Jorge
Eremintes y Marta Azevedo de Brasil, Richard Reed de los Estados Unidos y
John Renshaw de Inglaterra. En el año 2016, iniciamos la formación de la
primera Asociación de Profesionales de Antropología del Paraguay que
esperamos se formalice este año 2017, se puede decir que aunque con
dificultades, estamos llegando a la mayoría de edad.

Como dije al inicio, esta breve reseña es una ocasión muy propicia para
celebrar las publicaciones del Suplemento antropológico y su contribución a lo
largo de cincuenta años a la compresión de un Paraguay culturalmente diverso,
así como al combate frontal al racismo y la discriminación. Sirve también
aunque en forma muy limitada e imperfecta, para recordar, como comunidad
académica, a algunos de los numerosos colegas que hicieron posible la
construcción del campo de la antropología en Paraguay.
Referencias bibliográficas

Suplemento Antropológico, Vol. I, No. 1. Asunción, Ateneo Paraguayo.


Pusineri. Adelina. 1997. Dra. Branka Susnik, vida y obra. Asunción. Conferencia

realizada en Eslovenia en Octubre de 1997. (No publicado)

Eremites, Jorge de Oliveira. 2003, Los primeros pasos en dirección de una

arqueología pantanera: de Max Schmidt y Branka Susnik hacia otras

interpretaciones sobre los pueblos indígenas de las tierras bajas del Pantanal.

Suplemento Antropológico, Vol. XXXVIII, No. 2. Asunción, CEADUC

También podría gustarte