Está en la página 1de 63
LUIS VILLORO El pensamiento moderno Filosofia del Renacimiento EL COLEGIO NACIONAL FONDO DE CULTURA ECONOMICA omental som areas RTL Se peu ls godin alo parc de esa te ISBN 968-16.3591-5 Introducci6én* Uno de Jos temas en discusion en las dltimas décadas ha sido el del posible fin de [a imagen moderna del mundo. Tal vez estemos entrando en una forma nueva de ver ol mundo y de razonar sobre é, que empezaria a dejar attis el peasamienio llamado "moderno”, Pero la discusion resulta, estén, o superficial al menos, si no precisamos justamente Jo que podemos entender por “pensamiento modemo” estamos realmente en las postrimerias de una nueva ma- nera cle ver y de pensar el mundo, que dimos en lamar “modem”, 0 vivimos sélo una transformacién parcial, més 9 menos pasajera, una Varante en suma, cel mismo pens miento modemo? Cualquier respuesta exige caracterizar Jo que entendemos por "pensamiento modern”. "Modernidad” tiene muchos sentidos, En todes los, tiempos se ha usado para distinguir la novedad, que irrumpe en la sociedad establecicla y anuncia un cambio, cde la reiteraciOn de las formas de vida que contindaa el pa- sido. En ese sentido, las “vanguardias”, las propuestas nuevas de pensumiento, la adhesin a fas innovaciones aunque sean pasajeras, suelen calificarse de “moderna”, * fsa enaayo roceyeKleas expos en vaio cuss em Fan de Posen 9 etre bs UNAM Una veeacn peoinar fie expe €® ih ‘co de confereneas de H Coleg Nactal wpunidas en Cole le Hevico,enjunis yi de 198 ‘cuitluiens jue sea su conteniclo, Pero, en otto uso del tess mind, por “modem” entenclemos tanto una Epon de la historia de Occidente que sucede a fa Edad Media, como fu forma de vida y de pensamiento propios de esa epoca Es este significado «lel término el que aqui nos inter Lx época “moderna” comprende un lapso may amplio, eno de vicisitudes, transformaciones, contmadiec ternas. Como catacterizarks? Podemos partir de un Fegulativa, pura descubrie un camino, Por variables y contiarias que sean las ereencias, actitudes, valoraciones, Progaainas de vida de tina époct, podemos buscar ciertas ‘eas bisieas, supuestas en todas ellas, que permanezcan y determinen fas otras manifestaciones como propias de (6s Gpoca, Las demuis ereencias v actitucles, por distintas que sean, lis aceptan como un trasfondo ineuestionable. Si contradicciones hay, se levantan sobre el supitesto conwin de aqiuellas ideas bisicas. Antes que una doctrina, formun ada en enunciados precisos, esas ideas expresin una hnxinent dle pensar lis telaeiones del hombre con ef mundo, luna preferencia por ciertos valores y an estilo general de Fuzonar, implicitos en varias doctsinas, No se trata de un sistema de pensamiento sino de una mentatidacl. Narural- mente que esta manera de pensar coexiste, durante toda |i €pocs, con la antigua, ala cual a menucio se enfrenta, Incl 0, al principio es ain Ia antigua vision del mando la que da curdcter a lt sociedad y slo en unos ewantos espititus se expresa el muevo pensamiento, Pero ¢ este ultimo el que sti prefiado de fituro, es él el que termina dando su espe- cificidad a la nueva época, que caracterizan una época semalan neta como ef mundo entero se configusa ante ef hon bre. Condensan, por Jo tunto, to que podrfamos Hamar tuna “figura del mundo”. Una figura cel ainda empieza roar, lentamente, en el seno de la anterior. Primero es 8 9 Medioevo, de to que h: Neto, deo hab de ers ingen ect Demo en alin moment al conde se macs no ya Panels por un grupo. que enpicean a marear un sl Ue fensat emnin Exo steeds on os stony Ora acherenti. La eva figura del mando no reat plaza abrpeaente 3 Ta ag La nayora de fs gente Sige pensindo en teninos del Medio. Evapenss oa znupo rei dle hurts, de tis de howe de Tueme oposton cel penser aug, _Timpoco ten todo el penvinicte porate de es poet el elo de ls nveerida, Bast perma nombies come Sivonol, titer, Thomas Mite © Tumse de Loyola pa eompeender que no todo el persons del silo ses renaentsa, Etat Toeleh, por empl pete $6 que Reforma Contarefonia Fucton moimtos Pertenece al nb dey elt eel y cnt puestos a as tendencasciraceseas de To que la mos “Renacimiento”,! evel sls a9 yi sqrt deb fost eracenst,Pocae épocas han contado con esudios tan Hoos com st yo 1 puedo tener a pretension de atalt nds subrancal bra ya eisicas, como las de Burckhardt Gentle, Cas rer, Salta, Kristel, Garin Barony algunes ton El to deste ensayo es ditnto los crigencs In eas el Pensamiento mevderno, Basado en gran mesldd el * De Bedvtng es : i es Protsantimus fr dee Bsn sor mod Set, 908 «Ca. por | Hzingn en BY concapte eke Bt, Poole De Cs Berman, Mie, Hp na 10 nada det Renacimiento, dirigida por una idea circular: a partir de fa situaci6n sictual det pensamiento comprender el de aquetlt época, a partir del Renacimiemto precise Lt sitwacin del pensamiento moderno, Habremos cle partir, asi de una idea previa de lo que tenemos que busca, ¥ Gsta slo puede provenir de la conciencia de nuestra epoca, ‘A partir de la ctisis de la modernidad buscaremos los int ‘cios de ese pensamiento cn ctisis. Por ello solo destac ems algunos rasgos clistintivos de los siglos pasados, ent los que podamos reconocer los primeros esbozos de lo, que nosoxcos llamamios pensamiento modemo, y éa ser’ quizis Ia mejor manera de precisarlo. En efecto, zqué mejor para comprender nuestra época y las transforma~ iones que anuncia, que verla en sus origenes? Qué mejor para descubrir las ideas supuestas en nuestra imagen del mundo que perseguirla alli donde era germea, anuncio? Ver, en suri, el hombre modemo en la frescura de sus inicios, en el entusiasmo de su primer descubrimiento, No perderemas pues de vista, en ningin momento, la perspectiva actual, buscaremos en el pas:ido lo que pueda ituminar ef presente, De alli que destaquemos en el Rena~ cimiento lo que resulte mis vivo para nosottos y dejemos, ‘en cambio, en la sombra otras facetas que en esa époea pu cdieron ser avis importantes para quienes ls vivieron. Quizais algunos se sorprenderin de ver alli ideas que creian de ‘altima hora, de recanocer una imagen familiar del hom- bre y del mundo, aunque dibujada con tazos y matices distintos. Porque lo que para nosotros esta tendo de des- encanto, velado por un templado escepticisino, alli era ‘entusiasio, alborozo cle un mundo en sus comienzos. Nues- {ro viaje tratard de precisar las ideas centrales que engen- ddraron ese mundo. Por contraste con esas ideas, esperamos que se dibuje con mayor nitdez e! pel de nuestro pensa miento actual y del que podrfa sucederle en el futuro, n 1d primctos siete capitulos verin el Renacimiento a la luz del pensamiento moderno, los tiktimos tres reflexio- furan sobre el pensamiento moderna a la luz del Reni cimiento, 1 La pérdida del centro 1a figuca renacentista del munclo no podria entenderse sit tuna referencia Ia imagen que la precedi6. Antes del Rena- cimiento el cosmos y f2 sociedad humana se presentaban, bajo la figura de un orden finito, en donde cad cosa tent su sitio determinado segin relaciones claramente fijadas en referencia a un centro. Pensemos primero en fa fibres del mundo fisico. Fl universo medieval estaba constituido, por dos niveles de ser completamente distintos, sujetos, cada uno a leyes propia. EI mundo sublunar, es decic, lt “Tiesra, obedecia a ciertas leyes fisicas expuestas por AristO- teles y continuadas en lo esencial por Ia fisica medieval. El ‘mundo sublunar estaba rocleado por siete esferas. En cada ‘una, una pasticula de materia constituia un cuerpo celeste, Pero tenemos que inniginirnosias come si fueran eascaras ccerradas, Estaban constituidas por un material sul y trans- parente; giraban todas ellas con movimiento regular. Estas siete cdscaras, concéntricas las unas respecto de las otras, correspondian a las Grbitas que describian en toma de kt Tierra, segin la astronomia ptotematea, los cinco planeta, conocido entonces, fa Luna y el So ‘Ms alli de la séptina, estab la line esfera, Era la esfera de las estrellas fijas en li cual podianies encontrar to«as Jas lurminarias celestes. 2Y nuts al? Mis alls, slo la presen cia de Dios, El mundo fisico tiene pues un limite preciso, 8 Es como una cuit, como una de estas miinecas rusas 0 polteas en las cuales, al abrir ceda uns, se encuentra ote exuctamente igual, al abrir ésta, otra mis y asf sucesiva- mente hasta llegra una muy pequeda que es, por ast de- Cirlo, el centm 0 nitclea cle toca tk muufieca. Asf en el mundo fisico, Podemos imaginimoslo como si estuviera consti- filo por una wltinu eslera perfectamente limitaca y cerra- ca, fuera de la cual ya no hay absolutamente mala y dents dle li eual se encuentran circunseritas otras tantas esferas hasta llegar al ndcieo de todos fa Tierra, FI mundo es linitado y tiene un centro, Dentro ele esta arquitectura cada cosa tiene asignado un sitio. Hay érde~ nes en el ser, cach ente tiende 2 Ocupar su lugar natural. En cl mundo sublunar rigen leyes diferentes 3 las del mundo celeste, pues en el cielo habitan cuerpos de una inteligen- cia sutil que, por otta parte, duran en sus revoluciones ctemiclad. Por lo contrario, en ef munda sublunar rige la ge- neraci6n y fa comupeidn; en 61 nada es etemo, todo clara lapso finito. Cada ente obedece a sa naturaleza, a cual est regida por leyes que no puede rebasar. Pues bien, a imagen de esta fibrica césmica, ef hombre medieval considera la arquitectura humana, También el mundo concreto del hombre es un mundo finito en el que todo oeupa un fugar preciso en relacién con un centro y con una perifesia, La Tierra es vista como una superficie lim tada, en ef centro de la cual existe ua lugar privilegiado, algunos lo colocan en Jerusalén, por ser allf donde el Dios hecho hombre redimié a ty humaaidacl: otros lo sitdan en cambio en Roma, por ser el centro de la eristiandad y del mperio; Sea Roma o Jerusalén, todos ios mapas medieva- les muestran un centro preciso. 2¥ en la petiferia qué hay? Nada, los abismos insondables, nadie puede asomarse a los bordes de la Tierra porque cierfa en el vacio. Si cada ‘cose esta en el lugar del espacio que le coresponde, igual uM sucede en el tiempo. Al igual que ef espacio humano tiene un ceatro y una periferia determinados, asi tambien el transcurso de la historia tiene un comicnzo preciso: el momento en que Dios cre a la primera pareja en el Eden ‘Toda la historia tiene un centro: el instante en que Jest cristo salvo a la humanidad, y tendet un fin preciso: el dia glorioso en que el hijo ck! hombre regrese a la Tierra a fa iestra del Padre, para juzgar 2 la humanidad. ‘Todo se en- ‘cuenta entre estos hitos perfectamente determinudos, La sociedad humana, de modo semejante. Es ura socie~ dad jerarquizada en donde cada estamento ocupa so. ugar. Hay una relacién clara entre los siervos y los sefio- res, fox sefores y suis superiores feudales, éstos y el rey, el rey y ef emperador. La mejor imagen de esa sociedad seria seguramente la que aparece en esos autos saeramentales de la Edad Media, que pusaron después al Renacimiento ¥ Inego a la literatura barroca. Uno de ellos se recoge en kt ‘obra de Calderon de fa Barca, £ gran teatro del mundo, Encontramos en ella una vasiante de un tema propio de Jos autos sacramentales medievales, La vida humana, la sociedad, son representadas como und farsa. Fl autor de fa trama otorgé a cada quien su papel en la comedia. Ese es Dios, saturalmente, Hay un apuntador eneargado de repetir a los actores el papel que deben desempeniar: es fa conciencia, ¥ cada quien, af entrar en escena, se viste del traje que le corresponcle sein el tugar que le esti asige nado, Entra en escena, tiene que desempetiar brevemente su papel y hace muti. Es buen actor y sera premiado por quien repartié los papeles, aquel que desempetie exacta- mente la funcién que fe correspond, Quien tiene el papel de labrador debe ser durante toda lt representacion el mejor labrador posible, sin tratar de ser otra cosa, qui ha recibido el papel de rey debe representarlo fo mejor porible, sin dejar nunca de ser rey, quien tiene asignado 15 el papel de mencligo debe de ser buen mendigo toda la Fepresentacidn, La comedia es [a vida, y Dios premians a iqqtel mendigo que fue buen mendigo, a aquel labrador Que fue cl labrador adecuaclo y a aquel rey que cumplio cle miners Gptima su representaci6n, Cada quien debe plir el papel que te hut sido dado en fa farsa, Gada Run i6n social tiene sus propias vitudes. Seria inconveniente udecuado que el labrador quisiera imitar las vietuctes del sefior, el senor las vintudes del eclestistico y asi suce- sivamente, Desde que nace sabe cust es Ja funcién que le corresponde en la sociedad, y ef pedazo de tierra donde reposind despuds de su muerte, La sovieckil es un edilicio, donde cack persona, al ocupar su lugar, esta a salvo de la hovedad radical pero tambien de la angustia, Et hombre est situado, seguro, sabe donde esti, su morada lo acon ata desde el nacimiento hasta la muerte Igual que el mundo celeste, igual que el mundo geoget- fico, ln sociedad se ordlena respecto dle tun centro politico Y uno espinitual la doble potestad de la corona y de la tia Pues bien, en ef Renacimiento asistimos ala niptura de ese mundo ordenado segon un centro y wna periferia Pensemos primero en la transformacién del mundo fisico. Desde mediados del siglo xv, Nicolis de Cusa sostiene lt idea de que In separacién entre el mundo sublunar y el celeste es ficticia. No hay ninguna razén para suponer que el cambio y la cormupeién s6lo se den en la Tierra es ‘vis rzonable pensar que una sola ley sige en ambos mun- dos, de modo que las mismas propiedades de la Tierra las, comparte Ia estera de tas estrellas fijas, El universo es, para él, una “explicacisn” (explicatio) de Dios, aunque imperfecta e inadecuada, porque desarrolia en tina multi= pliciclac cle formas fo que en Dios se encuentra ea una uni dad inclisoluble (compltcatio). La imagen del universo crit la de una esfera dle tadio infinito, Pero en una esferat concéatri t son otros tantos clerpos que vagant ch el vacio en torno a la hoguera central. Copémico cree que la esfera de las, estrellas fijas no esté limitada, sino se extiende indefinida- mente hacia lo alto, No estd claro, sin embargo, si piensa ‘que el anunddo es fnito 0 infinito. Pero su dliseépulo, Thomas, Digges, lege a la idea dle un mundo abierto at infinite: las ‘estrellas fijas se extenderian en todas direcciones sin que podamos seftalar su limite? 'A finales del siglo x1, Giordano Bruno deseribe con siasmo la figura de ta mundo infinito, sin centro ni can pesiferia. Nila Tiers ni aingéin oteo munclo esti en el centro. Esto cs verdadero para todos los demas cuerpos. Desde puntos ide vista diferentes, todos pueden ser vistos como centros © ‘comio puntos de I ercunterencia, como polos 0 como zenits Siguiendo esa linea dle pensamiento, asalta a Bano wna idea del todo extrata pura la epoca: Por que no pensir + eda tron, ae, Ban Se, 3987, Lb ec OER een nant km Fners infer, Peas Crier, rate D 7 que aquellos puntos que se suponian fijos en una esfera no fucan otros tantos soles vagando en el espacio vacto, acompunados tal vez de su corte de planetas? “De manera que no hay un solo mundo, una solt tierra, un solo sol no tantos mundos cuantas estrellas Luminosas vemos en tomo nuestzo."3 A la concepcidn antigua del cosmos empieza a rem- plizarla, desde el siglo xv, Ii figura de un mundo abierto, espacio que se extiende al infinito, uniforme y homo, ‘neo, sin linites ni centto, Y en ese océano inkinito se cespla- zan unos cuerpos mindsculos, flotando en el vacio; en luno de ellos nes encontramos nosotos. Frente a la imagen tcogedora de un mundo cerrado, en el cual el hombre se encuentra inmovil, en el centro, nos encontramos ahora con el pensamiento de un espacio ineonmensurable, on el cual navegamos en una pequesa particula, sin saber a donde vamos. Lo que en Nicolis de Cusa y en Giordano Bruno era entusiasmo por la infinita grandeza del unive 9, unos aios después en Kepler sexi motivo de espanto: Exe pensamiento la iafinitud del universol Heva consigo 'no sé que horror secreto; en efecto, nos encontramos erran do en ests inmensidad a la que se le niega todo limite, todo centro, y por ende todo higar dererminados No en vano exclamara Pas espacios infinitos me aterra En un universo infinito, puesto que cualquier parte pue= de ser centro y cualqniera periferia, todo hugat es relativo, aleatorio, no hay drclenes mi puestos exclusivos en el co: mos, todo queda fijzdo por las relaciones que unos cuer- os guardan con olfos; eso es lo importante, Lo que inte UI mus tarde: "El silencio de los ® Gioulano Bromo, ‘De Maint univers mond en Le Chere fae, fd: Paola de Lgaede, Conga, I fp 360, Cit pork. Rea op ci 18 resa conocer no es ya el lugar natural que corresponde a 1 cuerpo, sino las fekiciones que tiene con orto% clones en que se encuentra el movimiento de wn cuerpo zespecto a los moviinientos de los otros. ¥ hemos dio, ‘me parece, con la palabra clave: funeidn, Si en ka Edad Me~ dia una noci6n ceatral era el lugar, el sitio natural de cada ‘cosa y de cada persona, en la nueva imagen del mundo, una palabra importante empieza a ser la funci6n, las relacione aque Figen entre las cosas y entre los hombres. Esta imagen del cosmos corresponde a un cambio se- mejante en kn geografia, En el Renacimiento, la Tierra deja de tener un centro geogrifico. Se inicia la era ce los gean= des descubrimientos, en que las cabelas recorren largas distancias y los navegantes hacen la experiencia de que lt superficie terest es una esfert en lx que cualquier punter podria ser su centro, Es la época del descubrimiento de las costas meridionales de Aftica, de la aparicién de un nue= vo mundo, América. La primera cizcunnavegacion del glo- bo precede veinte anos a la publicacion de la obra de Co- pérnico; ambas transformaciones de la imagen del globo son paratelas, No solo los lugares que cada quien ocupa en la super- ficie tereestre se relativizan, también las culturas. Nicokis, de Cusa, Bruno, Montaigne, Charron se explayarin sobre In relatividadl de las ercencias humanas, Si en otras tierras Jos hombres creen en cosas tan diferentes a las que nos otros damos por seguras, si hemos descubierto que las jones de los hombres a valores son tan diversas, zeomo aferramos a la idea de que nuestra cultura es la nica vilick? ;Por qué no aceptar, axis racionalmente, que x nuestra es una entre muchas posibilidades de cultura? De alll basta un paso pant sostener que nuesta eivilizicion cctistiana es una de lis civilizaciones posibles y no el cen tio de la historit humana. Giordano Bruno di este paso, 1» essa a pensar que todas las celigiones son wilidas como caminos a Dios y todas tienen semejantes dere considerirse ordenadas por E1 Al mismo tiempo que se relativiza la geografia humana, empieza resquebrajurse la arquitectura estamentaria de 41 sociedad, Se consolida Ia burguesia que en siglos ante ores se habia ido formando en los burgos de! Medioevo, fos nuevos descubrimientos propician un gran auge del comercio, que tiene por principales centros las ciudades ritimas del norte de Italia (Venecia, Génova, Pisa y, por Su intermedi, Florencia), de los Patses Bajos (Amber Brujas, Amsterdam), de Portugal (Lisboa). En 1501 llegan Lisboa los primeros cargumentos de especies de la India, Los wenecianos se apresuran a competi con los portusuc- 8¢8 ¥ pronto dominan, en el Meditervdneo, el comercio de especies y sedas, Por su parte, Amberes y su rival, Brujas, rosperin gracias al desarrollo de empresas comerciales ¥ bancanias Keadas a las ciudades teutonas. Los conwreiantes cempiezan a congregarse en ligas. Aparece, por primera vez, la grin banca, Banqueros y comerciantes constituyen un nuevo poder que ya no estd ligudo al nacimiento ni al puesto ocupado en Ja jerarquia social sino a su propia cidad de empresa, Ejemplos notables podtian ser los Fugger (o Fiicar), bangueros alemanes de cuyos présta mos dependlit Caslos V para todas sus empresas guerre. fis, ola famosa familia de los Medici, en Vlorencia, su poder tiene por base su riqueza, como comerciantes primero, conto banqueros despues; gracias a ese poder por muchos ‘afios controlan el papaco y propfcian el desarrollo indus, trial y artistico de Florencia Al lado de comerciantes y banqueros, surgen los a vos graides productores de mereanefas, En Ploreneia se stala la libertad gremial e industrial En otras ciudades, desde Amsterdam hasta Venecia, se rompen muchas de 20 és esarrollo industrial las trabas giemiales que impedian el de ‘se oforgan fucilidsides a toca clase de obras, parece asf ua. nuevo tipo ck hombre cuyo pode 0 4 es y rungos de la sociedad at lest sujeto «tas regutaciones y ringe ‘i " gua sino que depende de Ia ftncién que. de hecho, cin P fd, Alfred von Martin cesuune ast situacion. ple en la soet en Florencia en ee ttpsnert el et ye fener ata Cau a eco foc, per wend epee a ee el bungues 9 acy Pedant, Aegina eal de aque vida cheno que, en keminos generals, e orden antigno pe nance incamado ene cannpo,perb en bs cds em pice ais dane fr a nt oe! sca Meta, augue is pests de ascens sol son 2m waa, as edad personas son apace acer pra un nie, de afin" ned dora Cayetano de i, nas eb 1469. it p> tly nob condiion socal que mnpora en esoses0s Por lnutada que sea atin ly postal de #scenso so- cial, Tos Indviduos que Io fogrn causinadmiracion. Sur ge un seal desconocido has enonces. el que ener fee gue Maguivelo Tana “homes nuevos. Son hombres fue no sienten devermnado st destino por el hugs ave rep, inp que estan empenados en abrarselo medkante sanction tos grandes Hivos faelnan al Renac 4. son Mantn, Soon det Ronacimieat, Fondo de Cuts Eeond- nich Mone, 16 p22 ano ase PTR Hate, ba Fare def Renney, 40-1500 Sig NS scat 1990 pT? Asem Mai, oP 24 Imicnto, Surgen por todus partes, Los osados comerciantes, ue fletin embareaciones para ic a buscar a tierras lejanas fas tolas, las joys y especias que venderin en las ciudades curopeas, dispuestos a arnuinarse «le un momento a otto, er en [a cicel y rehacer su fortuna ce nuevo. Son perso” zs que no tienen apego a un pecazo dle tierra ni menos atin un cistillo, que carecen de un lugar sefakzdo en la socie= dad, su lugar es resultado de su empresa. En algunas Cuclades estos hombres nuevos dominan el poder politico. Es el easo de la Reptblica de Venecia, y también de Géno- va y de Florencia. En otras ciudackes, no legin a domi- nnarla pero huchan con vatiadk fortuna por obtener fueros ¥ puestos, frente a los senores feudales, En Talia, ot géne- 10 de estos hombres nuevos son los condatieri, soldados de fortuna, aventureros, que armando pequefias bundas con tomo suyo, venden el servicio de su fuerza a las ciudades y llegan en muchos casos a ampararse de los principados. Los Sforza, los Borgia, poderosas familias italianas, no tienen otro origen. Frente 3 los principes que recibian por hereneia la corona, aparece este aventurero, a veces salido, dle los estratos bajos de la sociedad, que logra eneumbrarse Por su propio esfuerzo a los als altos. Oras inclividualicl des que labran su destino mediante su esfuerzo personal son, en la Peninsula Ibética, los conquistadores. Qué ma- vor ejemplo de un hombre que, salido de los estatos a ve ces inferiores cle la sociedad, ogra forjarse wn lugar en lo mis alo ¢ incluso aciena a clowarse a sf mismo de tierras nuc- ? ¢Qué mejor ejemplo de ese *hombse nuevo"? Los conquistadores son la version espaiiola de los condotiert italianos. en el Renaciniento empieza a agnietarse tanto 4 arquitectura fisica del mundo como su filbtica social. La del hombre yxt no esti marcack de antemano por el stator de Ta farsa quien tiene que eseribisla mientras 2 2B Il. La idea del hombre Br ol prinpio de a conespsn modems dl hombre se encuenta pardofenmente una imagen ongnada oe Pensarinto exec tinal y onsen ena ad fon hermetic each hombre es un pequeno mud, Ue microcosmos" Ast como | macroconos esi formade po dstnos Genes es erg del ser del alr a Eindaen el hombre et conto por dsunos neice de ser que rte, em pequen, os el urveso El ho bre reproduce eltado, evens mismoun pequeno toe ‘Antes in doe elcs, este lena Se cde rater en atigssnatologi Kang hs pout ve ena ina fon del inlrocosinos tn stquetpe ongarie, eons mds atarasy ser simbo de la oon tt inion conn seid pect. ara Niclas de Casa due podttumos conde el primero de los ttaotes tenacity el heme es part dl td, hone &s un todo, (Porque Pore tee om ela pend de Megara ser ctr cond Pr Be Coreen ere ne nestor dt poten de la humic tos as gosh pede at's ma rd eB elhonbve no tenctao, cod ents eabiaad de ar 4 E] hombre puede ser semejante a una piedra, como lo es de hecho en los momentos del suciho profundo; semejin- te a tin vegetal, ¢no tlene acaso en todas las tendencias, Jas funciones que animan a la vida vegetative? Puede ser tan bestial como una fiera, pero también semejarse a un dine gel ¥ —ipor qué no’— a un dios. I hombre es pues un pequefio mundo que contiene todos los Grdenes del uni- verso, Pero esta comespondencia sélo se realiza porque el hombre puede ser aquello que de algin modo eligi, mien- tras que las demis cosis no pueden ser aids que aquello que ya son. En dos florentinos posteriores a Nicolis de Cusa, la misma idea se desarrolla con fonos éticos, acompaiiads de Un gran esteo literario. Uno de ellos es Matsilio Ficino, el pensador neoplaténico que marco con su sello una epoca. Traductor del Hermes Trismegisto, toma de él la idea del microcosmos. E] hombre, puesta bajo la égida de su propia libertad, puede pasar de un orden de ser a otto por ello no tiene un lugar fijo en el macrocosmes, sino, que se enfrenta a él reproduciéndolo. La idea clel micro- cosmos llega a ser coméin. Para la alquimia, el hombre calea el mundo entero, y grandes alquimistas como Para~ celso y Weigel se enredan en curiosas especulaciones para mostrar cémo cada uno ce Los elementos del univer- paralelo en uno de los component Pero es en un joven consentido de la sociedad floren- tina, que legé a ser el prototipo de una juventud lograda y truncada premanuramente, donde ests idea adquiere su. expresién mis profunda, Me refiera a Giovanat Pico della, Mirundola. Pico fue autor de un famoso disewrso tatitu- lado De fa dignidad def hombre. Habta sido precedito por li obra de otro humanista, Gianozzo Manetti. Manet se habia alarmado por un escrito del papa Inocencio Hit que, con ideas tradicionaes, rataba De mibseria bromanee leita (De la miserta de la vida humane). La respuesta de Munetti exhibe ttle voluntariamente provoeador. Frente al umento por la miseria del hombre caido, él hablard De digutiate et excelfentia hominis (De la dignidad y exce- Jencta del bombre). Dos ideas dle! hombre se oponian. Al dliscusso tradicional sobre las limiaciones del hombre que hace en pecido, necesitado de la gracia divina para ser redimido, Manenti enfrentaba na imagen optimista del hombre, part el cust pretendia cescatar su plena dignidad. Fl signo de la grandeza del hombre esté en Ia actividad creadora que desempena en este mundo, su dignidad se hnwwestra en el trabajo desplegado en la construccisn de la cludud tervena Pues bien, Pico della Mirandola sigue la traza de Ma- nett, pero Iteva sus ideas a.una dimensi6n mas profunda, la Oratio de hominis dignitate empieza con una fibula: El Creadlor ha distribuido todas las cosas, toclo se encuents en ef lugar apropiado. Conforme lo narra el Timeo de Piatén, la mano divina ha creado todos los entes, sigitiendio Jos arquetipos que contempla en ef mundo celeste. Pero, ante este mundo ya pleao, Dios se detiene y queda per plejo. Dice el Discurso? No quedaba arquetipo alguno para moldear una nueva reatusa, ni habia tesoro alguno para dar en herencta 2 un ‘nuevo ho, ni habia en todo el mundo lugar alguno en que asentar a este contemplador del universo. [Hfemos adwinado. ue esta nueva creatura es el hombrel. Todos estaban ya ocupaelos ~prosigue el texto—, todos habian sido distribu dos, en a cimia, en el medio, en los énlimos lugares. psec lari vit Tanoet de Mangcts.. de Dignitate ct rani Babdow. paul Catan, 132, Pico lla Miandola, De Boon digetate, Vallee 2p. 108 Asi el mundo ereadlo por Dios, antes de aparecer el hom= bre, em ua nnindo pleno, compucto; kx naturaleza estaba acabadla, nada le faltaba. Las leyes naturales huabtan sido ispuestis, los astros giraban y seguian los cauces instituidos por el Creador, cackt cosa obedecia a su propia aturaleza, hho habia ningtin lugar de sobra pari este “contemplador del universo”. Donde eolocarlo? “El Optimo artifice esta~ bleci6 Finalmente que todo lo que habit asignado singular- mente a fs cemus, fra comin de aquel a quien no habia podido dar nada en propio.” Aqui escuchaos de nuevo Ia idea del microcasmns, Asi como un pequefio mundo no es una parte colocada dentro det grin mundo, que ocupe um lugar preciso ent él, sino que refleja todo lo que hay en el universo, asi el hombre no tenddfa nada en propio, de manera de poder asignirsete todo lo que fuera comtn a las demiss enticlades. coins Po, Ds pose oie cone Uns rade natura Indefinda,¥ poniendslo ene corn Gel mud fe hab ast -No tee ado Alin aga dete thin tm apes prope, na preeoeat TH, para (que cbuengan conserves el gael aspect yf pero treque tu deies, seg tu propo yt conse Mientras tas dems coms denen uns maturleza did, cstattida por leyes precisas, el hombre tiene una narurale= za indefinida, es decie, no hay leyes que mjan su condicions *indefinida” no por inacabady, sino porque no tiene UN lugar ni un sitio en el orden de las dems cosas, sino que tone el gary dso que ls proponga obtener F108 Ci owsbee ex a posted de se un gir Coma Disco La naturaleza limitada de las dems cosas esti contend dentio de leyes por mi preserites, (0 ea cambio determinaris 2 | naturaleza sin estar constrenide por barrera alguna, si _gusendo tu arbitio, en cuya potestad te he consignado” Te hhe puesto em el centro cel miindo para que desde al eljas _nejor todo lo que est en el mundo; no te he hecho ni celes te ni terrena, mi mortal ni ipmomal, para que ti te plasmases ¥ te eseulpieses aif mismo en la forma que hubieses elegido, ‘casi cual libre y soberino anifice, Podris degenerat ef las cosas inferiores que son los bruias, podris, al grado de tu voluntad, regenerate en las cosas que son divin, Ya Pico de exctamar estas palabras: “Oh, suprema libe- ralidacl de Dios Padre, oh suprema y admirable felicidad dle ser hombre, al cual le ha sido concedide obtener lo que desce, ser lo que quiera En esta frase, “ser fo que quiera”, podeia estar la clave de todo ef discurso de Pico della Mirandola, Las cosas no humanas son aquello que sus leyes les determinan ser Segiin fa vieja fisica aristotélica cada cosa tiene su propia onsta, su propia esencia, y cada una sigue kas finalidadles que le son determinadas por su enteleguta, Ninguna cosa puede dasse una naturaleza. El ser del hombre, en cam- Dio, consiste en ser fo que el hombre quiera, porque esti puesto bajo el cuidado de su libre arbitrio, Naturalmente ue esta eleccion del ser propio no debe entenderse en el sentido fisico, Es obvio que no sostiene Pico que cada quien pueda carse Ia complexi6n fisiea que quiera, pueda ser, Por ejemplo, mils alto 0 bajo, o nts fomida o menos enfer- mo. La eleccién de que habla es la eleccion de vida, Se le abren af hombre posibilicades para ocupar el lugar en la historia y en Ia sociedad que él determine, Al elegir mi empresa me determino. La naturaleza del hombre seria posterior a su hacer, a su eleccién libre, y no anterior. ¥ €ésta seria tna caractertstica exclusiva del hombre. E] hom bre no sigue cauices marcados inevitabiemente por sus pulsiones instintivas, como el animal; tampovo sigue lo 28 aque su intetigencia con claridad fe presenta, como el n+ gel. el hombre es un intermedio ene el anintaly el ngel fla ver naturaleza impala por fas Runcionesinsivay @ inteligencia uminada por la razon. st es la digniad ‘sega Pico della Mirandola, exclusiva del hombre, Lo mas uno en el hombre no sera la mente, como en los Angeles porque It mente pura esta condenads a-no participar en fste mundo eaido. La dignidad del hombre que da italo a In Orario consiste en gjereet la hbertad dentro de un cuer- po muturl. Et homie es el inico ene de fa natoraleza que fo est Imitaco por ella, porque puede dase sf mismo su serhistrico, ¥ dice Pico: cen verdad es, en cierto modo, el hombre un dias, no s6lo porque taco lo comprende con el intelecto, sino porque en si mismo une y recoge tods Ia perfeccién de las sustancias de las cosas. Asi en el hombre todas las naturalezas del mundo con- fluyen y se unen, y s6lo a él le cabe construircon ess tutus ralezas lo que desee ser. te fema no esta restringido a Pico della Mirandola, es comitn a muchos autores del Renacimiento ftalinno; se encuentra, por ejemplo, en Jean Battista Gell, florentino también. Jean Battista Gelli nos presenta un didlogo en el cual todas las eriaturas actdan en obediencia « sus leyes el hombre, en cambio, puede romperlas y pasar de un, orden a otro, justamente por ser libre. ajo el poder del hombre se Ina puesto poderse elegir de! modo en que le plazea vivir, y cual un auevo Proteo, trans oomarse en todo lo que quiera, tomando a modo de un ¢ miler el color de todas las cosas 2 tas que se aparente por el atecto, traslalarse en sum al estado a que plazca la eleceidn, Ww hibre albedo, 2» Luis Vives, ef humanists espaaol, inventa una pardbala donde estas ideas se afirman y clesarrollan, Recordaba en el capitulo anterior el tema comin a varios autos sacra mentales; el del "gran teatro det mundo", En él se presen- taba la vida humana a modo de una representacion Teateal: cacka personaje tenfa que atenerse al papel que le habia sido usignado por el autor de la comedia, Dios. Ser lun buen actor consists en representar a la petfeccion el Papel que le habia sido asignado, sin salirse de él. En la vida, igual que en la representa ida hombre debi ocupar cl fuger que le estaba fijado; fa virtud consistia en ccumplir plenamente con la tarea que correspondia a ese lugar, sin pretender rebasatt A esta representacion teatral Vives opone otea, en una ‘obrita intinulada La fabula del hombres Los dioses se en- cucntzan reurtidos én un teatro, decididos a gozar de wna Tepresentucion. Presiden naturalmente JGpiter y su esposa Jung; todos los actores van :rpareciendo en escena, repre- sentan as distintas partes de la creaci6n, en sus maliples niveles de ser, exponen, actuindolo, e! orden entero del cosmos. Pero de pronto, sin que nadie fo hubiera llamado escens, sin estar anuneiado en el programa, sin saber nadie por dénde se col6, aparece tn mimo genial. Le cedo ta palabra a Vives He aqui como ét, JGpiter, quien es el mayor de los dioses con st vittud y abarea todo y fo es ado, verla con los restan tes dinses, que ese mimo los tmtaba a todos, y de tal manera e transformaba que mostedbase bajo una figura de planta ewando una vida sin ninguna clase de sentido, ¥ luego, tas hhaberse tetrado un momento volvia a 12 escena transfigu= radio cn tna apariencia de bestia, diiérase que era furioxo eG airado, lobo rapaz vorae, embravectdo jaball, zorrs lad SL Vives "Tabula det wore pp 589 540 re" en Obrae Completa, slat, Mae 30 nna, pucrca barrosi y defietuosa, temerosa liebre, envidioso can, asno estipio, y luego de haber representado toda est Fauna fiera, quitandase un rato de la vista de los especta- dlores, alzado el velo, tomaba a parecer ahora ya prudente, justo, sociable, humano, benigno, cortés, hombre al fin: teatabase con fos otros ciudacdanos, mandaba y obedecta& st ver, culdaba con los eteos en todo acto, se referia las wostunn bores y utilidades publicas, y en todo se mostraba eludadano turban y compaitero leal. No esperaban ya los dioses que se Fiera a mostrar bajo nuevas formas, curio héte aqui que se presenta ante los ojes de las dieses refermado ¥ con ha mis- ima aparioncaa divina que ellos, on ingenio mis que ttumano, ‘apoyada todo él cn una mente saprentisima. ;Qué espec- theulo fue éste para ellos! Primeramente marivllsbanse de que también a ellos se les hubiera hecho salir a escena, Figurados en aquel admirable comico que muchos afemaban set el fabulose y multiforme Proteo, hijo del océano; des- pues, tras tna ovacién frenética, ya Ao dejaban continuar La representacion a acuel hisirién genial, sino que pedian a Juno que, descarada la mascara, Fuese admitido en los ‘escaftos con los dioses restantes, y que mas que actor fuese cespectador. Ya ella tba gozosamente a impetrarfo de su ma rido cuando en aque preciso instante sale ef hombre [Vives revela al in quién era este "mimo genial, sale el hombre representando al mismo Jipiter Gptimo, maximo, repro~ duciendo con admirables @ inenarrables gestos la eligie del pdr, pujando su cabeza por encima de ls de los atros dioses fenores, penetrando en aquella alma, regitin luciente £0 ddeada de tnieblas que habsa Jipster, rey de los reves y dios Ue los dioses. Asi que los dtoses le vieron, creyeron, en su ‘miomentinea turbacion y sorpresa, que su senor ¥ padre hn Da descendido a la escena, El desentace de la fibubt es que fos dioses, adntiraclos el genial comeclitnte, le Hevan 2 su paleo y le hacen come partir ix isa vida diving. 31 encoos aq unt vs ce vida opuesta ab el “gen no el mundo" bn ete ccd ten dein desempensr Su papel sin sire ced shoe el hombre es un pebonaie al que nae a otordo um papel, To nico que hice es lamatialez defy otis costs, por eso, porgue pu algerie el mismo no est sukto 1 uns nataratera panicular, por ello y sblo pore, puede ser ort plant sin sentido 0 animal digi por sus instintos ora dudacino, on dos; pore al gual eu el dhs, no iene urs mor if cifece de una naturales pro- pia en lt cual cobs lua quel dios, debe hacer tao por sf nismo, debe Faguarse pr stu propio set, st idea pos shen comprension del hombre de- susit et Tos sglosameriores. Con unusinsmo ya fs vez on clvta angst, el Hombre renacentisa Ld nunca Podifumns resume esta concepelon en unos cuanto: fn price gas, habe ya no ene um onstaoesen- cin determnada, es visto funarnetalmonte come accion axe seta sf mismo una evencia, Su naturlez, alguna lay en el homie, ne ce bajo ta categoria dl haber, sino bya fa eategora de hace ellie es To que se hace, Por lo tam furdamentalenete libertad. En este sentido ta earactrstca ms importante del hombre, pars es onesie peste anne, wen Inkl, dela atures, por una pate, dle sf mismo, por Chea HI home esti ees mune para lege sty teansonmarse a miso, undo Hagar, ala naturale del hombre conse en hacerse y en trnsformar la naturale, anwes que tenet tao cual propredsd, la condicidn humana cores Donde mil eampo de In posbidid que al campo det realidad, Lo que caricteria al hombre ene los dems tote es el estar abirto a un conjunto determing de 2 | | | posibilidades, que puede justamente representar, como el mimo de kt fibula de Vives. Lo propio det hombre es pues lt apertura de ess posibilidades. EI hombre anticipa tun fururo. Se hace a si mismo perdliéndose a si mismo en el futuro, EI Renacimiento cescubrici entonces que el ente ten toxal se divide en dos grandes reinos: el reino de lo que es como es, como ha sido fiiado por las leyes divinas, como puede describirse conforme a propiedades esen= iales, y el reino de lo que es como proyecta ser. Sélo en cl caso del hombre, un ente puede ser como proyecta, por- que sdlo la existencia humana tiene la posibilidad de voluntad libre. El reino de lo que es conforme se proyec- ta, ya no es del dominio de lo natural, tasciencde lo natural: el mundo propio del hombre sexia Ia posibilidad. Pero el mundo de Ia posibilidad que puede ef hombre realizar con su propio hacer es el mundo de fa cultura ‘Tercer rasgo: Si el hombre es posibilidad, si correspan- de 4 un ¢eino distinto al de Ia naturaleza, levantado sobre ella, se encuentca sin saber claramente a qué atenerse ‘Tener una naturaleza fija es estar seguro, conlar con cauces para la accion que Se va a realizar. Las cosss naturales tie- nen un desarrollo marcado por un derrotero fjo, el hombre no. Al perder el centro, al dejar de tener un sitio dentzo de un orden establecido, ¢l hombre es lo que, con su virtud, foria de si mismo, entonces esti sujeto constantemente 2 riesgo, ala inseguridad de la libertad, El individuo enfrentado a su libertad tended una gran tentacion: dotarse de nuevo de una condicién fija y, en. lugar de pretender en cada momento proyectar su propia vida, cobijaese en un orden estableviclo; ef individuo tenders a ampararse en la Fimilia, en los prejuicios, en ta sociedad, en el orden estatuido, para vivir al cubierto de tuna morada donde ocupe un lugar seguro. Los humanistas de! Renacimiento descubsen que ef 33 hombre es capacidad cle disrupeion. Al iguat que el Adin lel Disciuro de Pico, inrumpe en la plenitud del orclen ya establecido, asi como el histri6n genial de Vives asata l escent y rompe la tam, ast cualquier hombre puede rea Izarse, Sin seguir as sendas mareadas, “haciendo camino al indar”. El ideal del nuevo hombre es el del individuo que, cen vez de atenerse a moldes fijos, pretende elegir para s luna realidad propia; es el ideal que Goethe mis tarde acu faria con el lema "Lega a ser tit mismo". Pero esa frase ya ido anticipada por Nicolas de Cusa, cuatro siglos antes, cuando atribuye a Dios las siguientes palabras dirigi- das al hombre: “Sé ti tuyo y Yo seré tuyo”, Es decir: si quie- res que Yo, Dios, habite en tf, t0 tienes que ser primero t y nadie mis, tienes que elegie para ti tu propio destino, tu auténtico rostro y no pretender heredar algdn lugar que te hubiera sido acordado, Hemos descubierto, creo, una primera iclea del pensit- miento modemo: la separacion entre dos seinos del ser; el ‘mundo natural, objeto de contemplacion y teansformacksn por el hombre, y el humano, que consiste en un conjunto de libertades individuales, ciestinadas a constauir, con su acci6n, su propio munclo. Bsa iclea entrafa lt idea del hom- bre como individuo irremplazable, Uno de los rasgos del Pensamiento modetno sets, desde entonces, ese indivie dualism, La idea del hombre que acabamos cle esbovar nos eonduce ‘@ ofo tema, Puesto que el hombre es actividad transforma dora, elecciGn de posibilidaces que proyecta, es entonces trascendencia. No entendemios por “trascendencia” el ace ceso a un nivel de ser diferente al del mundo creado, el Renacimiento descubre otro tipo de trascendencia: el paso. det orden de tas naturalezas fijas al mundo de la posibi- liad; tascenclencia de la naturaleza a la cultura. Este es el tema que abordaremos en el siguiente capitulo, 34 El problema con que terminé el capitulo anterior podria resumise asi Como es posible que el hombre sea a la vez luna ereatura, un cate de este mundo y algo sin una natura Teza fija, de modo que carezca de un cauce capa de deter- minarlo en el orden de los entes naturales? Podriamos formular la misma pregunta con otras palabras: En qué cconsiste la teascendencia del hombre que, sin dejar de for- mar parte de este mundo, rebasa fas naturalezas limitackas de los otros entes? Un intento de respuesta nos obligardé a abordar, en sencos capitulos, tres temas ligados entre si {a cultura, la historia, ef alma a trascendencia del hombre que ahora nos ocupa, no fa considera el renacentista dirigida a un mundo sobrena- tural, a un mis alld distinto de la creacion. Ademas de su isin sobrenatural, el hombre posee una capacidad de trascendencia denuo de este mundo creado, En verdad, esti condenado 4 crear una segunda naturaleza, sobtepuesta a fh primera, en la que encontrara su sito. EI hombre es, ante todo, posibilidad formadora de un mundo nuevo. Para Nicokis de Cust e] hombre se ayemefa a Dios por que crea para sus propios fines. Lemos en el De Conjec- tunis 1 activa creacién del hombre no tiene otto fin que & mis- 3 ‘mo. De hecho, al explayarse con su ercacion retoma a st ‘mismo y, con todo, da Luz algo que antes no era.! El hombre se realizat a sf mismo, como Dios, ereando, No puede menos de hacerlo, pues de lo contrario, no seria él mismo. Sin embargo, en el acto de realizarse & si mismo, tengendra un mundo nuevo: EY mundo de la cultura, sobre puesto a la naturaleza En los primeros humanistas italianos se desarrolla esta ide. A mediados del siglo xv, Poggio Bracciolint presenta luna concepeion del hombre que influird en otros autores, El hombre, nos dice, nace opuesto a 1a naturaleza; inerme al principio, crea sus propios instrumentos para proteger- se de las inclemencias naturales, se opone al entorno hostil ylucha con ¢l hasta vencerlo, para adecuarlo a sus necesi- diades, Con virtus y stadium vence a la nataraleza, Stedium ls conocimicnto ricional de las leyes naturales para poder clominar sus efectos, vértus no tiene el sentido de virtud moral, guarca el significado originario de la palabra latina que, segiin fos contextos, podria traducitse por “capacidad creadora’, “esfuerzo’, “valor”, “denuedo”, En castellano, a veces la palabra *virtud” conserva ese sentido, cuando nos referimos, por efemplo, a ls virud de una pécima para curar 9 a las virtudes adormecedoras de un discurso. En estos Lusos, “virud” significa algo asf como fuerza o cualidad trans- formadora. El hombre se opone pues, segtin Poggio, con su virtud y su estudio, a la natwraleza y logea recrearla. El esfuerzo denodado y el conocimiento racional le permiten, superar su debilidad natural y dominac la naturaleza, Contemporineo de Poggio, awor del discurso sobre Ja dignidad y excelencia def hombre, que ya hablamos encontrado en paginas anteriores, Gianozzo Manetti pre- senta una optimista reivindicacién del trabajo humano. Se "De Conjecurisem Cpr Omi, 4. Opmacnta ed P. Wiper. 1959, 36 trata quizis de la primera aparieion de la idea de un mundo del espiritu, propio del hombre. Lo que diferencia cel munclo material del munclo del espirity es que este tti- mo ¢s producto del trabajo. Toda la naturaleza, dice Manet, fue creada para el hombre, como senala et Genests, EI ka molded, la usa come materia prima para formar sus pro pias obtas, E] mundo propio clel hombre no es lt natura~ leva, aparece ya al crear el lenguaje; luego, desde que aprende a hacer fuego hasta que invents la magia y el arte, transforma el entorno a su imagen. Porque la creacion del hombre no se afude 2 ly naturatezt como un ropaje que la cubriera, sino que la ordena de nuevo bajo otras formas. [Asi como Dios efe6 all hombre a su propia semejanza, a el hombre, pequefo dios, crea a su imagen, con su traba jo, este segundo mundo. En Leonardo ca Vinci, que no s6lo fue pintor sino teeni- co, pensador, arquitecto, prototipo de la indiviclualtdad completa a que aspir6 el Renacimiento, encontramos una nueva idea acerca de la acci6n transformadora del hombre, Simboliza esta accién en dos érganos. el ojo, simbolo de la contemplaci6n intelectual, y [x mano, instrumento det twabajo. El tema del ojo, como simbolo del conacimiento hi mano, estaba ya en Ficino. Uamaba al hombre, “ojo del mundo’, “espejo del universo", “que contempla en cada ‘cosa a todas las demxis existentes y en verdad! ve en sf milse imo a todas las cosas y en todas ellas se contempln"2 Pero, en Leonardo cobra una iniportancia especial Alay algo que no se haya hecho por [el ojo? —Pregunta cen et Tratadlo de la pintiera, Bt mucye a los hombres de Oriente 4 accidente, para ello ha iaventado Ia navegacién y super kt naturaleza en esc [os elementos naturales son 2 Gh. por E. Carin, fa reresucion cntural det Reacimio, Cia, rjato rceons, il pp 158185 a7 Jinitos y las obras que el ojo ordena a las manos som i nis, como demuesa el pastor en las Ricciones de aniovales yhiesbas, plantas y lugares, El oo es uns alegoria de la capacidad cognosctiva; pero por sf misino no tiene poder trinsfommidor, tiene que or dlenar 2 ote capacidad humana, Ia mano, La mano es el simbolo del poder activo del hombre, de su prictica trans formadora, B] ojo orden a mano cambiar el mundo que € contempla. Asi, el conocimiento esti ligad a la prctica, ¥ est carece de sentido si no esti guiada por el conoei” mniento, Guiles son las maneras en que el ojo ordena a las na- ‘nos transformar ef mundo? Son dos; ambas estin ligadas como caras de una moneda el arte y la ciencia. La visibn extética y la imteleccidn cientifiea responden al mismo en eho, El arte ya no responde a la idea antigua, de origen platénico: no es s6lo una imitacibn de la naturaleza, Para Leonardo, es también recreacién. Basandose en la natura leza, et ojo ordena a fa mano transformada. Por el arte, forjamos espacios nuevos. Para ello, inventarnos las reglas de la perspectiva, que no son eyes naturale, sino las que figen 2 los objetos tal como sélo el ojo Tos contempla. La pesspectiva y el clarascuro engendran espacios imagina- Fios. La arquitectura esti destinada a crear una nueva morada al hombre que reflejc Ia esteactuea que ha inven tado para su vida social. Leonardo dlisefia una “ciudad ideal", perfectamente planificada conforme a la razon, cuya taza corresponde a kis relaciones de clase yt los habitos de una repailica ordenada Bl arte es unit erea- on de un Embito hora que no coincide con eles io nanaral Trad ae la pita, cok Aust, Espasa Calpe, Buenos Aes, 107 iets ps Cape, By wr SCE Lani, ep eit pp Tidy s 38 la cieneia que en el arte, también en la cienci esti fntimamente ligada a la prietica. Se trata de dos pasos sucesivas de una misma operacién. "Estudia primero {8 ciencia y sigue después la prdctica, macida de la cieneta Y asi como en la pintura, el ojo contempla primero el mun= do para luego ordeniar 3 fas manos la obra de arte, ast en la ciencia el conocimiento tebrieo precede y ordena su. utilizacion prictica, “La ciencia es el capitin y la prictica los solduclos."* Este paralclo entre arte y ciencia responde a una preocupacion honda de la Gpoca. Nos permite tentencler por qué el Renacimiento asiste a un nuevo arte, ‘que vuelve sus ojos al hombre de came y hueso y al pai- 'stie human y, al misino tiempo, es ef momento en que se empiezan a descubrir las Jeyes de la mecinica y a apli- carlas a nuevas invenciones y fibricas. Porque ambos ‘empenos son el resultado de la misma lucha de la virtus y el studium por recrear la natutaleza. ‘Si en na obra estos temas aleanzan su nls fina expre- sion es ef algunos poemas flosbficos de Tommaso Cam panella, Para Campanella la condicion del hombre alberga tuna paradoja; es, entre los entes naturales, el mas débil, rninguno nace con la fragiidacy desamparo del retono de a especie humans, "Hombre se Ilana el que del fango na ce, sin industria, sujeto, inerme, desnuda”, mientras los otros animales nacen provistos de escamas, cuenos, gatas, de inmediato saben caminar y socorrerse, lenos dle fuer za, Sin embargo, el hombre es el mis poderoso: “dios segundo, milagro del primero, ordena a la tiera, sin alas se eleva al cielo, cuenta sus movimientos y medi loula sus naturalezas", dominst el viento y los mares, recorre la tiers entera, doma los animales, “todo ardid, fiero y toda astucia abate, eon ellos se adoma y combate, + Aforismos, Col. Ausra, Espasa Calpe, Buenos Attes, INS, p82. y Tran db pinta el chp 12.p 39 se arma y corre, ciudades, tomes, geandes ciudades cons- ttuye, e ampone leyes, impone leyes como un dios”. (Qué animal, fuerte, saga, puede hacer lo que el hombre, ine me, desnuco y débil? Pero Heidegger no fue tan acertado en situar en Des- cartes el inicio de esa manera de pensar. El cogito carte- sianto supuso un cambio anterior en el punto de vista de lu relacién del hombre con el mundo que aparece ya en el Renacimiento. sc por. taboamas, BY dltcure fiasfien de ks madrid, aun, saci, BSS ol VI. La idea de ta naturaleza 1 pérdida del centro, el resquebrajamicnto de Ia magni- fica estructura cosmica y social que otorgaba su sitio al hom- bre, provocé, como hemos visto, un cambjo radical en la imagen del munclo humano; este cambio corresponde tuna transformacion paralela en la imagen de la naturaleza, La Giencia natural modema ocupa un lugar fan central cen nuestra civilzacion oceidental, és tan familiar a nuestra vision det mundo, que dificimente se nos ocurre pensar que su desarrollo requirié de una concepcin peculiar sobre la naturaleza, que desafiaba tanto el sentido comin como las concepeiones de los antiguos. La ciencia moder: ‘na empieza a sentar sus principios en el siglo xv. Kepler, ulleo, Descartes, Pascal y, nxis tarde, Huygens, Malpighi, Newton, son algunos de los nombres ligados a esta em: presi. Pero su obra cientifica supuso una condicton: la rupture de una figura de Ja naturaleza que habia perducado siglos, y su remplazo por una nueva. Este cambio aparece primero en el campo de la especulucion y empieza en el Renacimiento, La ciencia moderna presupuso una con: pcida metafisica; tan lejes esti de ser un conocimiento sin supuestos, Intearemos resumir la nueva idea de la naturaleza que se abe paso en los sighs xv y XV: Tres podfan ser sus notas Fundamentales, 62 1) Al contemplar la abigarrada diversidad del mundo cen tomo, el sentido comin se inelina a comprenderlo des; ribiendo fa naturaleza propia de cada cosa, establecien- y diferencias en la manera de ser de Jos miembros de cada una, de modo que nuestros con- ceptos hagan justicia a l1 enorme diversidad que perci- bimos en e] mundo. Destie Platon y Arist6teles, la imagen, del munclo antiguo sigue, en realidad, esta inelinacién na ‘ural Para plat6nicos y aristotélicos, el mundo natural es iltiple y variado, los drdenes de ser son diferentes, n0 pueden reducitse ef uno al otro, cada cosa obedece a su. ropia naturileza y persigue su propia entelequis. Frente 2 Ia multiplicidad de las substancias, ta flosofia det Rena~ clmiento recupera, en cambio, una idea presoeritica: ta tunidad y homogeneicad de todos los entes. Cada ente se explicard, antes que por su pasticular naturaleza, por prin cipios simples, comunes a foclos los entes 2) La naturaleza estd sbjeta, en todas pares y niveles de ser, 2 las mismas reglas, obedece a leyes generales inma- nentes, que lo mismo cleberian cxplicar la comapcion de una hoja que la traslacion de un astro en el firmamento. Todo ‘esti vinculado con todo, porque todo deriva de los mismos principios; éstos no subsisten fuera del todo de los entes, Je son intrinsecos. 3) La naturaleza est hecha de una sola materia, homo- génea, Pero esa materia no es un recepticulo pasiva de formas que le vinieran dle fuera, La materia efsmica es din mica, contiene en si misma los actos en que se explicita, esti constituida por fuerzas que la impelen al cambio. ‘Materia universal en perpetuo desarrollo, prefiada de las fuerzas que la obligan a un constante movimiento y transformaci6n, las cuales obedecen 2 principios intrin- sccos a la materia misma: esta imagen de la naturaleza, 68 que nos es familiar al cabo de cuateo siglos, precede a ht iencit de lenguaje matenyitico Ta nueva figura de la naturaleza empieza a abrirse ammo en varios autores, de manera independiente entre cellos, tanto en Italia como en las ciudades alemanas. Las ‘ideas son al principio primitivas y esti ligadas a la pric- tica de la magia y de la astrologia, luego se ietin precisan- do. Veamos brevemente algunos hitas en este proceso, La idea det mundo como un arganismo puede parecer- hos areaica, es empero ta primers expresin del condiciona- iniento reeiproco de todhs las partes del universo y de la aurarquia de las reglas naturales. La idea de que la natura- Jexa esti animada por un “alma det mundo" proviene del neoplatonismo; en el Renacimiento se considera la mejor manera dle explicar como todas las partes del universo, por algjadas que se encuentren, estin vinculadas entre sf, como entre todas ells existe una “simpatia universal”. La idea de organismo animado pretende, en realidad, dar azn de una manera de ver el mundo como estructura y no como agregado, porque la apreciacion mis inmediata que tenemos de una estructura es la orginica; ésta precede histGricamente a la mecinica. De hecho, para poder expre- sar li imagen de un mundo en que cada elemento esta conectado con los denis en Ia unidad de un todo, s6lo ccabjan dos analogias: la del organismo vivo y la del meca- nismo. La primera precede a la segunda, pero responde a la misma necesidad teorica. Agrippa de Netesheim, por ejemplo, ve ena idea del alma universal la manera de ex- plicar que cualquier accién repercute en el todo, Asi como en el cuerpo humano «f movimiento de un rniem bbro provoca el de oo, y come al pulsar una cuerda de lad vibran las demas, ast ambién cualquier movimiento de una parte del universo es percibido ¢ imitado por hs otras. 64 Esta concepcion lleva a Ja idea de la aurarquia de las leyes naturales. Tguat que los procesos de un organismo, pueden explicarse por sus propias disposiciones, cual quier movimiento del cosmos est4 condicionado por reglas inherentes a fa naturaleza misma, no por interferen- cias externas a ela EI conocimiento de la dependencia de las cosas en su ssucesion es el fundamento de tados fos efectos milagrasos, ¥ seria erréneo penstr que rebast l1 naturalezat y se opone a lla lo que solo puede llegar a producirse can arreglo a ella y ‘como efecto de sus eausas™? La idea de 1a animacion universal acompafia 4 Ia de cl6n reciproca entre todos los elementos del universo; sirve asi de fundamento a la magia a la astrologéa, en sus primeras tenrativas de descubcit las leyes intrinsecas al ‘comportamiento de fa naturaleza. Los mejores ingenios de la €poca, Patrizai, Ficino, Leonardo, Campanella, compar tenesa idea, Un segundo paso en la misma direcci6n, hacia una ma- yor abstraccién, se encuentra en Ia idea cle que todo movimiento natural es obra de ciertos principios simples. Algunos pensadores regresin, de la teoria aristotélica de a multiplicidad de fas formas, a fa unidad de principios de Jos presocriticos, que responderia mejor a la idea de una sis como un todo unitario. Los principios postulados son distintos segiin los autores. En Jeronimo Cardano, por ejemplo, es la materia prima misma, pero considerada como un principio animado, no ineste. En Bernardino, Telesio, son dos principios en contraposicién, que llama “frio" y *calor’. El primero es fundamento de a inercia, * De occulta Poienepbi, is V2, cap. ma 5. (CA. pot Caste, Dae xkontntspraem. ep 208) 65 el seposo y de ka resistencia de los cuerpos, el segundo, de la actividad, vida y movimiento, De la’ lucha entre ambos principios surge todo; ambos, por su parte, son manifestuciones de un susteato comda: [a materia uni versal, principio ultimo de todo. En Paracelso, kt evolu ion de fa naruraleza se explica por el desarrollo de sus propias fuerzas, El azuffe, el mercusio y la sal soa los ele- mentos primigenios a pari de los cutles trata de compren- der las transformaciones de todos los dems, Pero esos elementos se derivan a st ver de una fuerza viva que Los conforma, ka que recibe un nombre remtiniseente de os pre- soeriticas: Anions. ‘Otro paso fwérico importante es la critica renovada de In fisica aristotélica. Como es sabido, ésta se basaba en el uso de dos pares de conceptos fundamentales: materia forma y acto-potencia. El Renacimiento no inicia esta eri fica, puede apelar a varios antecedentes en la Edlad Media: Avicebron, David de Dinant, por un lado, Guillermo de ‘Occam, Nicolis de Autrecourt, por el ott, Pero en Bernatrci- no Telesio y en Giordano Bruno se liga a una concepcics nueva de ls naturaleza, Para Bemardino Telesio, el concepto aristotélico de ma- teria, considerada como inerte ¥ pasiva, no puede expli- car el movimiento, porque si ella no contiene el acto, ade donde puede provenir éste? De ahi la necesidad de ad- mitir que Lt potencia lleva en si misma la capacidad de realizarse, pero entonces las formas deben concebirse como interiores a 1a materia. Para expresar esta idea acu- dea un nuevo concepto: la pareja potencia-acto se substi- tuye Lt nocidn de "fuerza" Gi). El concepto cle fuerza proviene de algunos fisicos de la escuela occamista de Paris. Para explicar el movimiento de translacion acudian a Ta nocidn ce un “tmperns imypressus”en el cuerpo, com icado por el motor iniciak; ese “impetw” es una potencia 66, de movimiento, pero es activo porque impele al cuerpo a ‘seguir cierta trayectoria, Lt nocién de “fuerza” expres ly idea, paradéjica para un aristatélico, de una poten activ. Pues bien, para Telesio, la naturaleza es resultado de la accion de fuerzas 4 pani de principias materiales que contignen todo el proceso ulterior. Bustaria conocer esos principios para anticipar los estados fururos. Si el acto esti implicito en la potencia, conocer las fuerzas permite pre- ver, prever hace posible dominar. El dominio de la astu- raleza secs posible al legar a comprenderla ‘juxta propia prineipia” (por sus propios principios).? S ideas aleanzan su axis completa sistematizacion en La obra de Giordano Bruno, Bruno recoge | corrientes, precisa los conceptos y los comprende en un modelo teérico sobre tx naturaleza, opuesto al aristore- lico, Al mismo tiempo aropa su propuesta teérica en un ardiente misticismo, dirigido a fa naturaleza como unidad del todo. Parte de un primer concepto de miteria como puesta 2 fa forma. El alma del mundo es la forma univer- sal que comprende todas las formas particulares. Todo. esti animado, todo ente est en conexi6n con tod, Pero el dualismo inicial, de kx materia y lt forma univer- sales anilisis, Bruno lo supera en la critica de fa teoria ambi, Lo permanente en el cam bio es siempre la materia, las formas son simples acciden- tes en la substancia comin, la materia, En efecto, si s guitan los aceidentes no queda ninguna forms; ésta no puede distinguirse del conjunto de fos accidentes Si preguntais en qué consiste la forma substancial de una ‘cosa inanimada, conto ser la forma subseancal de la madera, Jos mis suitles supondein que la “Irgneidad”, Ahora bien, rescind de la materia comin al hier, 2 fa madera ya la GFP. Bientin, ormanline Flaine Monn, Hoven, 172 o piedra y preguntad qué queda como forma substancial de la madera, Jamas os dirsn otra cosa que accidentes. Estos aceidentes cuentan entre los principios de individuacién y confieren la individualidad, porque la materia no puede con- trserse a ser panicularidad sino a favor de alguna forma, y porque esta forma viene a ser principio constitutivo de una substancia, quieren ellos que sea substancial, pero no podran demosteara sing come accidental en la realidad.» Reducidas las formas a conjuntos de accidentes, se suprime el concepto de una mukiplicidad de substancias En todo cambio, solo permanece la materia homogénea de cuyo seno surgen y a cuyo seno retoman todos los acci- dentes pasajeros, ell es pues la tnica substancia, Vemos que trtas las formas naturales se desprenden de la ‘materia y euelven a la materia, por lo que en realidad parece que salvo la materia, ninguna cosa es constante, durable, ctema y digna de ser tenida por principio, Aparte de que las foumas no tienen el ser sin Ia materia, en ésta se engendzan corronipen, surgen del seno de ésta ¥ en él Se acogen; por 1o, ‘cual la materia, que permanece siempre Fecunda y fa misma, debe de tener la prerrogativa capital de ser reconoeida come el Gnico principio substancial, como aquello que es y per manece siendo; y a las formas no hay que concebirlas sino como diversas disposiciones de la materia, que van y vienen,, ddecaen ¥ se renuevan, por lo que ninguna puede ser rep ada principio. Por eso ha habido quienes, luego de haber ‘examinado bien la esencia de las formas naturales, segin pudieron concebirla Aristotcles y otros que se le asemejan, han concluido finalmente que aquéllas no son sino acc) ddentes y cireunstincias de la materia; y por To tanto que ha de ser referida a 1a materia la prerrogativa de ser acto y peifeccién, y no a las cosas de kis que podemos decir en 6 amo, Bek asa princpoy uno, Loads, Buenos Aes, 1941, p97 68 verdad que ne son ni substancit nt miguraleza, sino cosas pertenecientes a la substancia y a la naturaleza, que dicen Sef la materia, a cual segtin ellos ¢s un principio necesito, etemo y divino, como para aquel moro Avicebrn, que 1a llama “Dios en todas las cosas’ * La critica de la distincién entre materia y formas subs- tanciales conduce inevitablemente a la exitica de la oposi« clon entre potencia y acto, En [a materia universal no puede subsistir esta distincidn. En efecto, ella posee todo lo que puede ser, en cualquier momento es todo en forma indeterminada, no se identifica con ningtin ente 0 estado singulares, luego, en cuanto totalidad esti en acto su po- tencia toda, La materia es igual a potencia suma, pero en, el sentido de potestad, poder de realizar actos. La materia, por ser actualmente todo lo que puede ser, posee todas las medidas, todas las especies de formas y ‘dimensiones; y porque las posce todas no tlene ningun, pu lo que es tantas cosas diversas es preciso que no sea ning fa de ellas en particular, Conviene a la esencia de Io que es todo excluir todo ser pasticulas. —Afirmds por tanto que la rmatetin es acto? ;Queréis que la materia en las cosas incor pPéreas coincida con el acto?— Ni mis ni menos que el poder Ser coincide con el ser. —:No difere por tango la materia de la forma?— En nada dilieren ta absoluta potencia y el acto absoluto..5 Lega asf Bruno a un segundo concepto de materia, que ya no se opone al de forma. Es, mis bien, una sintesis de las dos nociones anteriores, La materia es principio de kis formas, las formas no advienen desde fuers a la mater sino estin contenidas en ella {ibutpp 9899, Shp 122 133 0. De suere que no sélo segiin ruestios principios, sino tam bién conforme a los prineipios de ajenas maneras de filo: sofa, queréis venir a decir que fa materia no es ese prope nihil esa pura y desnuda potencia sin acto, poder ai per Feccion. —Asi es. La declaro paivada de las formas y sin ellas, rho a la manera en ue el hielo carece de calor y la oscuridad std privada de luz, sino al modo en que la encinta est sin prole, que saca y obtiene de si misma, y como la Therra en teste hemnisienio yace sin luz en la noche, que es poderosa a recobraral volwerse Todas las formas proceden del interior de la materia Lia materia no ¢s el susteato indeterminado det cual se hacen las cosas, sino aquello que produce toda cosa. Laego, el desarrollo de 1a naturaleza se concibe como un despliegue cle los actos implicitos em materia nies, Comresponde por tanto decir que la materia comtiene las formas y las explica, antes de pensar que esté vacia de ellas y las excluya. La materia, por Io tanto, que explicit lo que te- re implicado, ha de Ser llamada cosa divina y excelente Progenitors, generatez y madre de las cosas naturales, © mejor, en suma, la Naturaleza toda El dualismo inicial queda superado dialécticamente. La materia implica las formas, la potencia, los actos. Ea el Principio del universo no pueden establecerse esas distin- ciones, es “indistintamente material y formal, absoluta potencia y acto”. 7 HI principio es fa “esencia de la materia", en él la poten- cia pura iguala al acto puro. Este principio es la Nacura- leza, Sila Naturateza contiene en su interior toda forma y todo acto, no existe un “acto puro” que la tascienda, Aun- que Bruno se defiende de ientificar Dios y Naturaleza, muchas de sus expresiones [0 traicionan, “Si no es (Dios) fa naturaleza misma, por cierto es la naturaleza de sarusaleza,"™ Li Naturaleza es la “uniforme substaneia” de todo. Y todo es Uno. Pero hay una gran diferencia con Parmiénides, FI principio de todo no es inmovil, esti en perpelo desirrollo, cimbio, progres; este proceso st expres con los téminos complicatto-explicatto, Todo es luno en complicatto y se “explica” incesantemente en lo awiiple. El mundo es un desarrollo infinito, en que la snaruraleza saca cle si misma todas sus transformaciones, contorme a su propio, insito, intclecto, Naturaleza es la semplterna ¢ indvisa esencta.. que act sein su sabidurta intrinseca... Que progresa de lo imper: fecto a lo perfecto y, al hacer el mundo, se hace en cierto ‘modo a sianisma, infatigable... Que explica necesariameate ‘determinadas formas por determinadas razones semninales Es ef jntelecto universal la causa eficiente que acti ‘explicando” Io implicado en las simientes, pero actia “des: de el interior” de fa materia. Asi la materia misima entraa clorden y el desarrollo cacionates. Por eso llama Bruno all imtelecto *antfice interno” y “causa intrinseca’. Ese inte lecto abarca tado y todo lo somete a sus leyes necesaias. Esta filosofia de la naturaleza acaba doblindose de wna metafisiea de corte neoplat6nico. El principio altino es Uno. Bs en todo, es todo. No es nackt en partiewiar, tas ciende todo ente. Luego, silo se le conoce por negacion de Jo paaicutar. Lo Uno es toda eos en complicatio, el mundo, cen su divers, es l“explicitieion” de lo Uno, La union con, s Sspaceio se fa bestia tronone", on Le Opere alan, Pale de Iau, Gein. 188, 0 p38. "Pefeo de Mich de 185 Cu poe Ueburweg. Grund der Gosche der stn eet aes Soh, Bet, UL 3p. 589)

También podría gustarte