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RESPIROMETRO

Instrumento que nos permite medir la capacidad pulmonar, que es la capacidad de aire que
pueden almacenar los pulmones

En la respiración introducimos oxígeno al inspirar y expulsamos dióxido de carbono al exhalar. Este


oxigeno se utiliza en las células para transformar la glucosa de los alimentos, y descomponerlas en
moléculas de ATP, agua y dióxido de carbono. El ATP es la molécula energética que el organismo
utiliza para realizar todas sus actividades. Cuando realizamos trabajos muy intensos inspiramos
grandes cantidades de aire para obtener más oxígeno y producir más energía, al tiempo que
exhalamos más CO2.

¿Qué les sucede a mis pulmones cuando hago ejercicio?

Cuando hacemos ejercicio entran en acción dos órganos importantes del cuerpo: el corazón y los
pulmones. Los pulmones llevan oxígeno al cuerpo para proporcionar energía y el corazón bombea
el oxígeno hasta los músculos que están realizando el ejercicio.

Con el ejercicio los músculos trabajan más intensamente, el cuerpo consume más oxígeno y
produce más dióxido de carbono. Para hacer frente a esta demanda adicional la respiración tiene
que aumentar de 15 veces por minuto (12 litros de aire) cuando se está en reposo a unas 40-60
veces por minuto (100 litros de aire) durante el ejercicio.

Cuando los pulmones están sanos se mantiene una reserva grande de aire para la respiración y
puede sentirse “sin aliento “después de hacer ejercicio pero no tendrá “dificultad de respirar”.

Cuando se tiene una función pulmonar reducida se usa una gran parte de la reserva para la
respiración, esto provoca quedarse sin “sin aliento”, lo cual puede ser una sensación
desagradable, pero que no suele ser peligrosa.

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