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Intenciones del médico para el mejoramiento de la calidad de vida del paciente:

Dimensión subjetiva cognitiva-emocional: Los esquemas cognitivo-emocionales


(conjunto de creencias, conceptos e “imágenes mentales” que, mediante su
manera de relacionarse entre sí, crean un sistema que da forma a nuestra manera
de interpretar la realidad y nos vuelve más propensos a actuar de un modo que de
otro) que creamos y mantenemos generan eventos que inciden en nuestra
bioquímica más interna, que determinan el curso de procesos biológicos a nivel
molecular; pues facilitan o inhiben la expresión de disposiciones genéticas
capacitantes o incapacitantes.

Green y Green (1979) expresan: “Cada cambio en el estado fisiológico es


acompañado por un cambio apropiado en el estado mental —emocional,
consciente o inconsciente; e inversamente, cada cambio en el estado mental—
emocional, consciente o inconsciente, es acompañado por un cambio apropiado
en el estado fisiológico”.

 Reconstrucción cognitiva: los procesos mentales, si bien tienen una cierta


estabilidad (de no ser así no podríamos hablar de personalidad ni de esquemas
cognitivos), también es muy cambiante y maleable. La reestructuración cognitiva
se aprovecha de esta dualidad para ofrecer una estrategia de intervención
psicológica útil para las terapias cognitivo-conductuales.
En concreto, lo que se plantea es que, a través de la reestructuración cognitiva,
seamos capaces de modificar nuestra manera de pensar y de interpretar las cosas
a favor del objetivo que se establece en la terapia. Muchas veces, buena parte de
los problemas que tienen los pacientes en las consultas de psicoterapia tienen que
ver con la imposibilidad de buscar explicaciones alternativas sobre lo que ocurre, a
la vez que las ideas desde las que se parte llevan a un callejón sin salida causante
de ansiedad, tristeza, etc.
Así pues, la reestructuración cognitiva puede ser definida como una estrategia
utilizada para mejorar las posibilidades de que los pacientes de
psicoterapia modifiquen sus esquemas cognitivos (conjunto de creencias,
conceptos e “imágenes mentales” que, mediante su manera de relacionarse entre
sí, crean un sistema que da forma a nuestra manera de interpretar la realidad y
nos vuelve más propensos a actuar de un modo que de otro) del modo más
adaptativo posible. Es decir, que nos ayuda a que no seamos simples receptores
de las influencias del entorno, sino que seamos capaces de moldear nuestra
mentalidad y nuestros hábitos de un modo que nos haga felices y nos permita vivir
mejor.

El enfoque cognitivo focaliza la necesidad de controlar y desactivar ciertos


esquema de pensamientos para restaurar funciones adaptativas (función de las
emociones que prepara al organismo para actuar). El individuo puede ver la
situación desde una mejor perspectiva, cuestionar sus reacciones, reconocer sus
sobrerreacciones, poner a prueba sus conclusiones, adoptar un punto de vista
más amplio, y así, considerar sus problemas de una forma más realista.

¿Cómo se lograría una reconstrucción cognitiva que ayude a un paciente a


obtener una mejor calidad de vida?

Clarificar y definir el problema: Esclarecer qué es lo que pasa, qué


pensamientos, sentimientos e impulsos están asociados con la situación
problema.

Incrementar la objetividad: La persona tiene que examinar sus pensamientos,


motivaciones y su conducta de una forma desinteresada. Tomar distancia de las
propias reacciones y mirar sus experiencias como fenómenos, sin dejarse
absorber por éstas. (Cambiar temporalmente de contexto físico puede ser
conveniente; relajarse.).

Dimensión social:

 Relaciones interpersonales: El aprendizaje de habilidades interpersonales


es fundamental para desarrollar la inteligencia intrapersonal (autoconocimiento,
claridad de metas, valores, etc.) e interpersonal (percepción de señales,
interpretación de códigos sociales, intenciones, etc.).

Un componente fundamental de la calidad de vida de las personas, es la


capacidad de mantener relaciones positivas con los demás, el desarrollo de
fuertes sentimientos de empatía y afecto por otros seres humanos y lograr un
sentimiento de intimidad, así como dar orientación y guía a otros (Ryff y Singer,
1996).

 Asertividad: La asertividad es una habilidad social y comunicativa que


consiste en conocer los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás;
tiene como premisa fundamental que toda persona posee derechos básicos o
derechos asertivos.

El comportamiento asertivo está en relación con las conductas manifestadas por


una persona en un contexto interpersonal, las cuales expresan sentimientos,
actitudes, deseos, opiniones o derechos de esa persona, en forma directa, firme,
honesta, respetando al mismo tiempo los de otra(s) persona(s).

Alberti y Emmons (1999) indican los componentes clave de un comportamiento


asertivo:

Contacto visual: mirar directamente a la persona al hablarle. Esto aumenta la


firmeza, la precisión y la sinceridad del mensaje.
Postura corporal: orientada hacia el interlocutor. La posición erguida, activa y de
frente, otorga más fuerza y asertividad al mensaje.

Distancia y contacto físico: a menor distancia, mayor intimidad; excepto que se


esté entre una multitud o el espacio sea muy reducido.

Ademanes: la expresión corporal puede agregar énfasis, calor, al mensaje verbal.

Expresión facial: el rostro debe comunicar lo mismo que las palabras.

Tono de voz, inflexión y volumen: una voz bien modulada y serena puede
convencer sin intimidar; el tono puede ser áspero, lastimero, seductor, etc.; la
inflexión puede ser monótona o tener una tonada; se puede hablar muy bajo o
muy alto, etcétera.

Fluidez: es muy importante para la eficacia del mensaje.

El momento ideal: aunque haya pasado el tiempo, es recomendable expresar los


sentimientos.

Saber escuchar: manifestar un interés activo por la otra persona; sintonizarnos con
elotro; poner atención al mensaje y mantener contacto visual, de ser posible;
intentar activamente comprender el mensaje antes de responder.

Pensamientos asertivos; mantener una actitud positiva hacia sí mismo, no


exagerar los problemas, evitar las visiones egocéntricas de los sucesos de la vida,
alentar pensamientos de control. Detener el pensamiento negativo, obsesivo,
sustituyéndolo por otro positivo. Evitar pensamientos catastrófistas.

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