La mujer tiende a ser más comunicativas, socializan mejor,
comentan sus sentimientos sin recato entre sí y verbalizan sus problemas. El cerebro de ellas a diferencia del hombre se encuentra conectado de forma compleja, por ello les cuesta ser concretas e ir al grano. A las mujeres le encanta iniciar el tema de conversación por ello cuando un hombre se limita a solo contestar se interpreta como cortante y agresivo. Ellas recuerdan con más detalle que los hombres y tienen una necesidad de contextualizar cualquier situación. Las mujeres reflejan afecto a través de la palabra y son emotivas.