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GUÍA DE ÉTICA

GRADO SEXTO
EL PERDÓN COMO VALOR

El perdón se suele considerar un valor humano. El perdón puede servir por un lado, al ofensor para
liberarse de la culpa y por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos de
rencor. El perdón no siempre implica que el ofensor no tenga que compensar de algún otro modo su
error. Se suele valorar el hecho de saber perdonar, aunque también el saber pedir perdón, porque
implica de algún modo, reconocer la culpa y el daño cometido a la otra persona. En Psicología,
ambas acciones se consideran capacidades del ser humano, que también suelen tener efectos
terapéuticos positivos.

Muchas religiones tratan en su doctrina elementos como el perdón, el arrepentimiento y el sacrificio.


Se habla del perdón en los libros sagrados, oraciones y plegarias. El perdón se suele representar a
través de distintos rituales. En el Cristianismo, por ejemplo, el Sacramento de la Reconciliación o
Penitencia también se conoce como el Sacramento del Perdón. En el Judaísmo, el Yom Kipur es el
Día del Arrepentimiento o el día del Perdón.

Pedir perdón es equivalente a disculparse. Es un concepto genérico ya que se puede aplicar a


diferentes contextos. Se puede pedir perdón a una persona, a un grupo o institución o a una
divinidad. Pedir perdón se suele asociar a la humildad por reconocer que se ha cometido un error y
también suele mostrar que la persona muestra intención de rectificar o compensar, de algún modo
ese error. Algunas expresiones sencillas utilizadas para pedir perdón son: 'lo siento', 'disculpa', 'te
pido perdón', 'perdona', 'perdóname' o simplemente, 'perdón'.

LECTURAS SOBRE EL PERDÓN

A. “Perdonar es el valor de los valientes, solamente aquel que es bastante fuerte para
perdonar una ofensa, sabe amar”. Gandhi

B. "Todos conocían acerca del señor Mandela, y de cómo había perdonado a quienes le habían
encarcelado. Le arrebataron años de su vida simplemente porque deseaba justicia… Pero
cuando por fin salió de la prisión en aquel día abrasador y luminoso, no dijo nada acerca de
venganza o siquiera castigo. Dijo que había cosas más importantes que hacer como para
quejarse por algo ya pasado, y con el tiempo demostró que de verdad sentía así, a través de
cientos de actos de amabilidad hacia aquellos que tanto le maltrataron. Ese es el verdadero
modo de ser africano, la tradición más cercana al corazón de África. Todos somos hijos de
África, y ninguno de nosotros es mejor o más importante que otro. Esto es lo que África puede
decir al mundo: le puede recordar en qué consiste ser humano."

C. ...Perdonad y seréis perdonados... Lucas 6:37. Dios no nos perdona si nosotros no


perdonamos.

D. LAS DOS JUSTICIAS


Caminaba un filósofo griego pensando en sus cosas, cuando vio a lo lejos dos mujeres altísimas, del
tamaño de varios hombres puestos uno encima del otro. El filósofo, tan sabio como miedoso, corrió a
esconderse tras unos matorrales, con la intención de escuchar su conversación. Las enormes
mujeres se sentaron allí cerca, pero antes de que empezaran a hablar, apareció el más joven de los
hijos del rey. Sangraba por una oreja y gritaba suplicante hacia las mujeres:
- ¡Justicia! ¡Quiero justicia! ¡Ese villano me ha cortado la oreja!
Y señaló a otro joven, su hermano menor, que llegó empuñando una espada ensangrentada.
- Estaremos encantadas de proporcionarte justicia, joven príncipe- respondieron las dos mujeres-
Para eso somos las diosas de la justicia. Sólo tienes que elegir quién de nosotras dos prefieres
que te ayude.
- ¿Y qué diferencia hay? -preguntó el ofendido- ¿Qué haríais vosotras?
- Yo, -dijo una de las diosas, la que tenía un aspecto más débil y delicado- preguntaré a tu hermano
cuál fue la causa de su acción, y escucharé sus explicaciones. Luego le obligaré a guardar con su
vida tu otra oreja, a fabricarte el más bello de los cascos para cubrir tu cicatriz y a ser tus oídos
cuando los necesites.
- Yo, por mi parte- dijo la otra diosa- no dejaré que salga indemne de su acción. Lo castigaré con
cien latigazos y un año de encierro, y deberá compensar tu dolor con mil monedas de oro. Y a ti te
daré la espada para que elijas si puede conservar la oreja, o si por el contrario deseas que ambas
orejas se unan en el suelo. Y bien, ¿Cuál es tu decisión? ¿Quién quieres que aplique justicia por tu
ofensa?
El príncipe miró a ambas diosas. Luego se llevó la mano a la herida, y al tocarse apareció en su
cara un gesto de indudable dolor, que terminó con una mirada de rabia y cariño hacia su hermano. Y
con voz firme respondió, dirigiéndose a la segunda de las diosas.
- Prefiero que seas tú quien me ayude. Lo quiero mucho, pero sería injusto que mi hermano no
recibiera su castigo.
Y así, desde su escondite entre los matorrales, el filósofo pudo ver cómo el culpable cumplía toda
su pena, y cómo el hermano mayor se contentaba con hacer una pequeña herida en la oreja de su
hermano, sin llegar a dañarla seriamente.
Hacía un rato que los príncipes se habían marchado, uno sin oreja y el otro ajusticiado, y estaba el
filósofo aún escondido cuando sucedió lo que menos esperaba. Ante sus ojos, la segunda de las
diosas cambió sus vestidos para tomar su verdadera forma. No se trataba de ninguna diosa, sino del
poderoso Ares, el dios de la guerra. Este se despidió de su compañera con una sonrisa burlona:
- He vuelto a hacerlo, querida Temis. Tus amigos los hombres apenas saben diferenciar tu
justicia de mi venganza. Ja, ja, ja. Voy a preparar mis armas; se avecina una nueva guerra entre
hermanos...ja,ja,ja, ja.
Cuando Ares se marchó de allí y el filósofo trataba de desaparecer sigilosamente, la diosa
habló en voz alta:
-Dime, buen filósofo ¿hubieras sabido elegir correctamente? ¿Supiste distinguir entre el pasado y el
futuro?
Con aquel extraño saludo, comenzaron muchas largas y amistosas charlas. Y así fue cómo, de la
mano de la misma diosa de la justicia, el filósofo aprendió que la verdadera justicia trata de mejorar el
futuro alejándose del mal pasado, mientras que la falsa justicia y la venganza no pueden
perdonar y olvidar el mal pasado, pues se fijan en él para decidir sobre el futuro, que acaba
resultando siempre igual de malo.
CUESTIONARIO SOBRE LAS LECTURAS
Pauta: Desarrollar en clase y responder cada uno y con sus propias palabras en el cuaderno
1. Teniendo en cuenta la primera de la lecturas (A) y la información previa, ¿porque crees que
Gandhi dice que sólo el que perdona sabe amar?
2. Frente a la lectura B ¿Porque crees que Mandela afirma que África le recuerda al mundo en
que consiste ser “ser humano”?
3. La lectura C ofrece una visión religiosa del perdón, frente al perdonar y ser perdonados,
reflexiona y responde ¿Estarías dispuesto a pedir perdón? ¿cuando cometes alguna ofensa y
pides perdón te perdonan? ¿Estarías dispuesto tú a perdonar a quién te ofendió?
4. De acuerdo a la lectura D, responde lo siguiente:
a. ¿Que tipo de justicia eliges tu, la verdadera que repara simbólicamente o la falsa que crea
más guerras?
b. ¿Crees que la vida del hermano que fue agredido y consiguió justicia fue feliz después de
agredir a su hermano y entrar en guerra con él?
c. ¿Consideras que es importante perdonar?
d. ¿Porque crees que a algunos seres humanos les cueste perdonar y pedir perdón?
e. ¿Que consecuencias ha tenido el odio y la falta de pedir y otorgar perdón en Colombia?
f. En Sudáfrica, Ruanda, Irlanda y España se ha realizado procesos de paz que han
buscado una línea de reconciliación entre los bandos armados y la sociedad. ¿Por qué en
Colombia sería bueno que se pida perdón por los errores del pasado, se perdone a los que
han cometido faltas y se comience a reconciliar la sociedad?
TRABAJO EN CASA
1. Investiga quién era Nelson Mandela y porque es importante para la paz y la reconciliación
2. Investiga sobre el proceso de paz en Ruanda, cuales fueron las causas del conflicto armado y
como se ha empezado a perdonar y a reconciliar la sociedad.

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