Como se clasifican
Los cultivos forrajeros pueden clasificarse como temporales o permanentes. Los primeros se
cultivan y cosechan como cualquier otro. Los cultivos forrajeros permanentes corresponden a
tierra utilizada de manera continuada (durante cinco años o más) a plantas forrajeras herbáceas,
cultivadas o de crecimiento espontáneo (es decir, praderas silvestres o pastizales) y pueden estar
incluidas algunas partes de tierras forestales si se utilizan para el pastoreo.
Los cultivos temporales de carácter intensivo con cortes múltiples al año comprenden tres grupos
principales de forraje: gramíneas, incluidos los cereales que se cosechan verdes; leguminosas,
incluidas las legumbres que se cosechan verdes; y cultivos de raíces que se destinan a forraje. Los
tres tipos se administran a los animales, en forma de forraje verde, heno (es decir, cultivos
cosechados secos o secados después de la recolección) o como productos de ensilaje. El ensilaje o
ensilado es el forraje verde conservado sin secar mediante fermentación que retrasa la
putrefacción. Algunos cultivos forrajeros forman parte de los piensos compuestos.
Las gramíneas contienen fibra bruta, proteína bruta y algunos minerales. Las leguminosas son
particularmente ricas en proteínas y minerales. Las raíces cultivadas tienen un contenido elevado
de almidón y azúcar y bajo de fibra, por lo que son fáciles de digerir.
Importancia ; Las gramíneas son una de las más abundantes e importantes plantas que existen
en nuestro planeta. Los cereales son uno de los productos más valiosos que se obtienen de las
gramíneas. Los cereales son ampliamente utilizados tanto por el hombre como por las aves.
Hay muchísimos usos que se les da a las gramíneas.
Las gramíneas son grandemente abundantes, existen casi en todas partes del mundo, se pueden
encontrar en lugares donde casi no hay agua, así como en lugares abundantes de agua.
Todos los pastos y céspedes poseen rizomas que sostienen fuertemente a las pequeñas plantas.
Casi todas las especies comunes de gramíneas mueren cada año, aunque poseen potentes raíces y
tallos que les permite sobrevivir a los más destructores inviernos.
Cubre un área de 26 600 km2 y se extiende desde el nivel del mar hasta 600 msnm. Tiene
una precipitación irregular entre 500 y 1 000 mm anuales, con un período seco entre
noviembre y mayo. En la época de lluvia se siembran maíz, mijo y sorgo y en las áreas
con riego se siembran en pequeña escala maíz, yuca y varias hortalizas.
ZAE 2. Bosque seco tropical
Es la zona más importante del país por su extensión (342 000 km2), por su adaptabilidad
para la agricultura, especialmente con riego, por la producción pecuaria y por los
bosques. Se encuentra entre el nivel del mar y los 1 000 msnm. El promedio anual de
temperatura se encuentra entre 22° y 29°C y el promedio anual de precipitación entre
1 000 y 1 800 mm. Presenta un fuerte período de sequía entre diciembre y abril y un
exceso de agua en los meses restantes. La mayor parte de esta zona se encuentra limitada
por la Cordillera de los Andes al norte y el Río Orinoco al sur. Los terrenos en algunas
partes son inclinados pero la mayor parte de la formación está sobre terrenos planos.
Los suelos son en buena parte oxisoles y ultisoles muy lavados, típicos de sabana
tropical. Comprende los estados de Anzoátegui, Apure, Barinas, Carabobo, Cojedes,
Guárico, Falcón, Miranda y Portuguesa. La mayor parte de la producción agrícola
del país, incluyendo maíz, arroz, caraota (frijol) y hortalizas y casi toda la actividad
ganadera del país se encuentra localizada en esta ZAE.
ZAE 3. Bosque húmedo tropical
arroz y en las zonas más altas se siembran maíz y arroz de secano en pequeña escala.
Cultivo de arroz
ZAE 4. Bosque seco premontano
Tiene una extensión de 12 000 km2 y se extiende por algunos valles y laderas andinas
en elevaciones entre 500 y 1 500 msnm. Presenta lluvias entre 550 y 1 100 mm anuales
y los meses secos están entre diciembre y abril. La temperatura media oscila entre 18°
y 24°C. Comprende los estados de Falcón y Lara, partes de la Cordillera del Norte
y la Isla Margarita. En las partes más húmedas crecen sin riego el maíz y las caraotas
(frijoles) pero en general las explotaciones agrícolas requieren riego suplementario para
cultivos hortícolas intensivos.
Es una zona muy importante y está ampliamente distribuida en el país. Tiene una
extensión de 50 000 km2 y es adecuada para un gran número de cultivos. Tiene una
temperatura media anual de 24 °C y la precipitación está comprendida entre 1 100 y
2 200 mm anuales con el período lluvioso entre abril y diciembre. Se extiende desde
los 550 hasta los 1 500 msnm. Comprende una gran variedad de suelos y topografías,
desde suelos aluviales de alta fertilidad hasta suelos de ladera muy erosionados. Está
distribuida en la mayor parte del país. Es frecuente el cultivo del maíz, de varios
cultivos de susbsistencia y hortalizas bajo riego en la estación seca.
ZAE 5. Bosque húmedo premontano
Es una zona muy importante y está ampliamente distribuida en el país. Tiene una
extensión de 50 000 km2 y es adecuada para un gran número de cultivos. Tiene una
temperatura media anual de 24 °C y la precipitación está comprendida entre 1 100 y
2 200 mm anuales con el período lluvioso entre abril y diciembre. Se extiende desde
los 550 hasta los 1 500 msnm. Comprende una gran variedad de suelos y topografías,
desde suelos aluviales de alta fertilidad hasta suelos de ladera muy erosionados. Está
distribuida en la mayor parte del país. Es frecuente el cultivo del maíz, de varios
cultivos de susbsistencia y hortalizas bajo riego en la estación seca.
ZAE 6. Formaciones andinas
Comprenden varias formaciones de extensión reducida pero de gran importancia
agrícola. Se encuentran en las vertientes y partes altas de las montañas. Tienen
como límites climáticos un promedio anual de precipitación entre 500 y 1 000 mm
y una temperatura media de 18 °C. Se extienden entre los 1 500 y 2 600 msnm. Las
formaciones son el bosque seco montano bajo, el bosque húmedo montano bajo y el
bosque húmedo montano cuya combinación de condiciones permite varios cultivos en
las zonas aluviales, entre otros, hortalizas bajo riego, en zonas más altas papa, hortalizas
y maíz de altura. Está distribuida en gran parte del país.
Cultivo de Lechuga
La importancia de los pastos y forrajes recae en que estos vienen a ser la fuente
más económica de alimentación de los animales de granja, con un
manejo adecuado pueden proporcionar los nutrientes para desarrollar las
funciones de mantenimiento, crecimiento, reproducción y producción.
Las especies forrajeras protegen el suelo contra la erosión, y en ocasiones pueden
emplearse para la recuperación de áreas erosionadas. Para obtener
altos rendimientos de forrajes y de productos animales los pastos deben
manejarse como un cultivo permanente y así considerar otros factores inherentes
al suelo, al clima, a las especies forrajeras y a las prácticas culturales. La forma
más económica de alimentar al ganado es el pasto directo o consumo inmediato
de productos en verde.
Las leguminosas forman parte básica de la alimentación a nivel mundial. Son una
excelente fuente de proteína y fomentan la seguridad alimentaria. Por otro lado, son
plantas que benefician al suelo, ya que los nódulos en las raíces fijan nitrógeno y
alimentan a la planta y suelo. Desde hace cientos de años, las leguminosas han
formado parte importante de la rotación de cultivos. Por ejemplo, la milpa está
conformada por tres principales cultivos; maíz, frijol (leguminosa) y calabaza. Esta
combinación de plantas, junto con otras hortalizas forman un equilibrio perfecto para
la regeneración del suelo y alimentación completa.
La necesidad de satisfacer la demanda creciente de proteína animal sea carne o leche, para el
consumo humano, nos lleva a ser eficientes en la producción animal. Entre los factores que influyen
en esta eficiencia tenemos la nutrición animal.
En nuestro medio se ha determinado que la alimentación para la producción bovina más económica
es la proveniente de los pastizales, sin embargo esta no es suficiente para llenar los requerimientos
productivos ya sea por las limitantes de proteína que aportan, la digestibilidad de los nutrientes, la
calidad de los suelos en que se desarrolla el pastizal o la estacionalidad de las lluvias que limitan la
oferta forrajera en ciertos periodos del año.
Una alternativa viable y económica es el aprovechamiento de las leguminosas tanto naturales como
cultivadas para mejorar la calidad de la dieta y la oferta forrajera para la producción bovina en
épocas deficitarias de pastos.
Las leguminosas almacenan un alto contenido de nitrógeno a lo largo de su estructura, sean hojas,
flores, frutos y tallos, que pueden ser aprovechados por la naturaleza digestiva de los rumiantes.
Igualmente provee un mejoramiento en la fertilidad del suelo que aumenta la sostenibilidad del
sistema productivo.
A continuación se intenta recopilar los aspectos más resaltantes de las leguminosas forrajeras para
ser valoradas en su alto potencial como fuente alterna de proteína en la alimentación apropiada y
eficiente para la producción animal.