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en estudiantes del grado 6-4 de la Institución Educativa Luis Eduardo Mora Osejo, Sede central”
EXPRESIÓN CORPORAL
CAPÍTULO I: DEL ORIGEN DE LA EXPRESIÓN CORPORAL
Fig.1. Egipto: Acróbata; y bailarinas del Banquete de la fiesta del valle (h.1400-1350 a.C.)
Por otra parte, este hecho artístico corporal en su historia tiene un declive cuando desde
la filosofía y en si desde el pensamiento platónico, se empieza a poner en duelo al alma y
el cuerpo, es entonces donde el cuerpo es relegado y se lo considera como algo sucio
que contamina la divinidad, el espíritu y así termina por separarse lo uno de lo otro. No
obstante este pensamiento se extiende a la época del Cristianismo de tal modo que en las
consecuencias de sus actos a condenado al cuerpo a ser maldito e impuro en relación a
la conciencia, pudiendo pensar que es ahí donde el hilo de la expresión corporal tuvo un
corte que desconecto al pasado con el presente, Vázquez (1989, 36): “Esta doctrina
platónica, al recibir el refuerzo del cristianismo, claro y decisivo del apóstol Pablo,
consolida un itinerario que ha llegado hasta nuestros días y ha tenido una enorme
influencia en la Filosofía, en los demás saberes, en la cultura en general y en la vida
misma de occidente” (Zamorano, La Expresión Corporal en las Primeras Civilizaciones ,
2010, págs. 7,8). Cabe tener en cuenta que en nuestras antiguas civilizaciones fue donde
la expresión corporal se construyó y permitió permear sus prácticas a nuestro presente y
que, por la misma época, y en desarrollo de otras corrientes de pensamiento también
llevo a desconectar ese pasado. En esta época se data que existió Pílades quien, según
Berthold (Ibíd., 182), “consiguió desde el 22 a. C. un acompañamiento orquestal polifónico
para el mimo. Creó una escuela de danza y pantomimas y es muy posible que haya
redactado las leyes de su arte en un escrito teórico del que nada se ha conservado”
(Zamorano, La Expresión Corporal en las Primeras Civilizaciones , 2010, pág. 18). Por lo
tanto, aunque muy posiblemente éste no haya sido el primer profesor de Expresión
Corporal de la historia, por lo menos es del primero que tenemos noticia fehaciente”, en si
esta época es donde la expresión corporal se hace evidente y nos da los contenidos
comprobatorios que este arte ha existido desde entonces hasta hoy, aun con la religión
Cristiana en contra, como lo evidencia el siguiente párrafo “Pero de todas estas
actividades, fue el teatro en general y el mimo en particular, por ser visto como una
escuela de indecencia, con diferencia, el más denostado y perseguido, llegándose a dictar
leyes represivas en contra de él, excomulgando a los actores y clausurando los teatros
(Dieterich, 1974)” (Zamorano, La Expresión Corporal en las Primeras Civilizaciones ,
2010, pág. 20). Es así como este arte del cuerpo se consolida como el guerrero de lo
vulgar y lo divino y aun con su derroche de energía en sus batallas ha permitido que
prevalezca, aunque su apogeo en las sociedades del hoy no sea de gran magnitud.
Relaciones Interpersonales
Capítulo I. Las Relaciones Interpersonales en la Vida
Cuando se piensa en relaciones interpersonales, en una primera imagen mental
tenemos a dos o más personas compartiendo un mismo espacio e interviniendo
sobre este en una susodicha acción. Para Mounier “No es: tú amarás al hombre (o
incluso a los hombres, o ni siquiera al prójimo) como a ti mismo, sino: tú amarás a
tu prójimo como a ti mismo, dándote a él, como a la realización de tu persona: sin
medida.” (Marugán, Fundamentos antropológicos en las relaciones interpersonales
y de reciprocidad en el pensamiento Emmanuel Mounier, Octubre 2013, pág. 96 ),
con esto podemos atribuir que la presencia de cada individuo en la tierra es
producto de una relación, y que las relaciones, de nosotros para con los demás se
hacen al inicio con la etapa de enamoramiento o de procreación por parte de
nuestros progenitores, que en su compartir y convivir, terminan por concebir vida,
vida que luego nos pone en el desarrollo de esta y en contacto con los otros y lo
otro, para así generar nuestra propia experiencia vital.
La vida es un hecho que nos cobija a todos los seres vivos de esta tierra, pero no
podemos determinar qué factores terminaran por construir nuestra personalidad,
por lo cual estar prestos a una experiencia primitiva, en igualdad de condiciones
con el espacio y nuestros semejantes nos permite forjar nuestras relaciones
interpersonales. Según Mounier, sugiere que hay cinco actos originales del amor
en orden progresivos que hacen las relaciones comunitarias. (Marugán,
Fundamentos antropológicos en las relaciones interpersonales y de reciprocidad
en el pensamiento Emmanuel Mounier, Octubre 2013, pág. 103 a 109)
a) Salir de sí
Es desprenderse de los atributos del yo como prioridad, y poner disponibilidad a
estar y ser parte del otro como igual, en conciencia de que ese mismo espacio que
lo acoge al yo, es compartido.
b) Comprender
c) Tomar sobre sí
Es ser partícipe de observar y escuchar las experiencias que el otro experimenta,
sabiendo que todos estamos expuestos a vivir situaciones similares hasta en una
posibilidad de experimentarlas igual, pero no podemos sentir con la misma
intensidad dichas experiencias. De modo que ser conocedores de estos hechos
nos permite reflexionar y tener conciencia de los sucesos que puede vivir el yo y
en un reflejo los que puedan estar viviendo los otros, para ser más dóciles y
activos en la formación de la vida.” De esta manera, será menos dificultoso acoger
(no realizar), incluso prevenir, los gustos y deseos del otro, que es el modo más
bello de despertar la alteridad.” (Marugán, Fundamentos antropológicos en las
relaciones interpersonales y de reciprocidad en el pensamiento Emmanuel
Mounier, Octubre 2013, pág. 108).
d) Dar
e) Ser fiel
Escapar a las relaciones interpersonales es algo poco viable, por tanto, tener en
cuenta quienes somos y que hay otros en espectro de identidad similar o ajena a
la nuestra, nos pone en la amplitud de abordar la diversidad sin calificarla o
determinarla, sino en enaltecer las experiencias y forjar encuentros de
reciprocidad y transformación del buen vivir. Las relaciones interpersonales en la
vida son un acto cíclico ya que como individuo único tenemos vida y como
individuo único sucumbimos, pero no obstante en la llegada como en el deceso
estamos prestos a una relación interpersonal ya sea a nivel de vinculo intimo o
vinculo externo, a todo esto, se considera que las relaciones interpersonales
determinan nuestro desarrollo, formación y comportamiento en la vida ya sea por
los vínculos íntimos, culturales, religiosos, sociales o ideologías. “Percibir no es
entonces un proceso pasivo. Es un proceso muy activo que está determinado por
las necesidades, valores sociales y aprendizajes de las personas”. (Psicología,
s.f., pág. 11). En si las relaciones personales se encausan a traves de nuestros
sentidos que a su vez nos permiten dar un punto perceptivo de las relaciones que
se nos propician en nuestros entornos, para asi definir los espacios a donde
queremos pertenecer y hacernos presentes a estos.