Bueno, ¿qué es lo maravilloso de Dios?

Creo que una cosa que hace a Dios maravilloso es que nos ha dado un universo
adaptado o ajustado finamente para la vida.

Voy a explicar lo que quiero decir con esto.

No quiero decir que vivimos en un planeta con suerte que resulta que está a la
distancia correcta del Sol.

Más bien quiero decir que si miras a los valores numéricos fundamentales de la
naturaleza, miras el átomo de hidrógeno, la masa del protón es 1.836 veces la masa
del electrón.

Si miras la fuerza gravitacional, las fuerzas electromagnéticas, la fuerza nuclear

fuerte, si miras las diferentes constantes de la naturaleza...

Un físico, Lee Smolin, dice que es casi como si Dios esté sentado en una mesa con
un montón de diales enfrente suyo.

¿Qué ocurre - se pregunta la ciencia moderna - si el científico se cuela en la

habitación, y siendo que cada dial refleja un cierto valor numérico de la
naturaleza, qué pasaría si jugaras con los diales?

Cambiándolos un poco.

Este tema, por cierto, es tratado por Stephen Hawking en su libro Breve historia
del tiempo.

Y Hawking señala que si tú tocas uno de los diales, habla sobre la velocidad de
expansión del universo, y lo mueves, no un 10% o un 1%, sino en una centésima de
milésima de millonésima de millonésima, tú no tendrías universo.

No tendrías vida.

¿Qué significa esto?

Lo que significa es que no sólo nuestro planeta, sino el universo entero tiene que
ser tan grande como es y tan viejo como es y tener precisamente los valores
numéricos que tiene porque si no los tuviera, no estaríamos aquí.

El universo parece ser una especie de conspiración gigante para producir... bueno,
a nosotros.

Y pienso que le debemos un pequeño agradecimiento a Dios por ello.