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Jurisdicción Voluntaria

Se ha discutido si el término de jurisdicción voluntaria es el más adecuado para los


asuntos que conocen el notario que por su propia naturaleza no tienen contención.
Es una función esencialmente administrativa, o sea la administración pública de derecho
privado, ejercida por órganos judiciales. Muñoz, (2001)

La jurisdicción voluntaria comprende todos los actos en que por disposición de la ley o por
solicitud de los interesados, se requiere la intervención del juez, sin que esté promovida ni
se promueva cuestión alguna entre partes determinadas. Código Procesal Civil y Mercantil
de Guatemala, (1964).

Es importante señalar que el no existir cuestión o controversia alguna entre las partes no
necesariamente debemos acudir a un juez.
El notario es el profesional del derecho encargado de una función pública, facultado para
autorizar actos y contratos, así como hacer constar hechos que presencie y circunstancias
que le consten. Además, está facultado para conocer, tramitar y resolver algunos asuntos
no contenciosos. Muñoz, (2001).

Se ha denominado jurisdicción voluntaria a los procedimientos judiciales seguidos sin


oposición de partes, y en los cuales la decisión que el Juez profiere no causa perjuicio a
persona conocida. Algunas definiciones legales fijan este contenido, pero añaden que son
procedimientos de jurisdicción voluntaria aquellos en que sea necesaria o solicite la
intervención del Juez. La contradicción entre la denominación y el contenido aparecía desde
la propia definición de la ley.

Acontece, así que en la actualidad, la denominada jurisdicción voluntaria no es jurisdicción


ni es voluntaria. Su índole no es jurisdiccional; y no es voluntaria porque en muchos casos,
la intervención de los jueces se halla impuesta por la ley bajo pena de sanciones pecuniarias,
o privación del fin esperado.
El acto judicial no jurisdiccional no tiene partes en sentido estricto. Le falta pues, el primer
elemento de forma de la jurisdicción. En él, el peticionante o pretensor no pide nada contra
nadie. Le falta, pues, un adversario. El no es parte en sentido técnico, porque no es
contraparte nadie.

Tampoco tiene controversia. Si ésta aparece, si a la pretensión del peticionante se opusiese


alguien que se considera lesionado por ella, el acto judicial no jurisdiccional se transforma
en contencioso, y por lo tanto, en jurisdiccional.
Todo acto no contencioso lleva contienda en potencia, ya sea de parte interesada, ya sea
de parte de los órganos de la Procuraduría General de la Nación, a quienes se da
normalmente ingerencia en estos procedimientos. Couture, (1997).
Antecedentes.

Se debe al Derecho Romano la inserción del notario en los actos de Jurisdicción


Voluntaria; en efecto, como producto de las confesiones prestadas por los demandados y
para descargar el trabajo de los magistrados, nació el instrumento llamado guarentigium o
con cláusula guarentigia, y de esa manera el Juez vino a erigirse en un ludice chartulari.
Mas tarde, la práctica de los procesos simulados –in jure- ante juez, pasó a la función del
notario a quien se le atribuyó capacidad para la constitución de instrumentos con cláusula
de garantía. De esa manera, la jurisdicción estrictamente judicial por virtud de un proceso
de semántica jurídica, pasó a ser compartida por el derecho notarial, pero en un plano de
sustentación distinta, pues, aún muchos actos de jurisdicción voluntaria que deben ser de
lógica competencia notarial, siguen confiados a los jueces. Muñoz, (2001).
Jurisdicción Voluntaria es la que el juez ejerce sin mayores solemnidades, sin estar
empañada ni promoverse cuestión alguna entre las partes, es decir, que la idea sigue
ajustándose al principio romano, en cuanto no exige que la cuestión se resuelva por una
sentencia en sentido estricto, sino por un mero reconocimiento de derecho.
Por esta naturaleza el Estado atribuye, mediante ley, una cierta jurisdicción a los Notarios
dado que por su función de dar fe pueden imprimir su ministerio a aquellos actos en los que
se precisa sólo de certificar la existencia de derechos sin contención. Pallarés,(1997).

Antecedentes en Guatemala.

En Guatemala, los primeros asuntos de jurisdicción voluntaria ante notario en vía


notarial, fueron la declaración de la unión de hecho ante notario y el matrimonio notarial,
y en estos dos casos se modifica el estado civil, con lo cual los legisladores ponían en mano
de notario, declarar sobre el estado civil de las personas, cuando éstas voluntariamente se
lo solicitaban.

En l963 con el Código Civil se siguió regulando sobre el matrimonio, unión de hecho e
identificación de persona y con el Código Procesal Civil y Mercantil, se amplió el campo de
acción del notario en asuntos de Jurisdicción Voluntaria, regulando el Proceso Sucesorio,
Intestado, y testamentario, la identificación de tercero y la notoriedad así como las subastas
voluntarias.

Lo que caracteriza a la Jurisdicción voluntaria es la ausencia de discusión de partes, y la


actuación de los órganos del Estado, se concreta a una función certificante de la
autenticidad del acto. Muñoz, (2001).
En el Primer Congreso de la Unión Internacional del Notariado Latino, que se celebró en
Buenos Aires del 1 al 15 de octubre de l948, se resolvió que es aspiración que todos los
actos de jurisdicción voluntaria, en el sentido dado a esta expresión en los países de habla
castellana, sean atribuidos, exclusivamente, a la competencia notarial. Aguirre, (1999).
La jurisdicción Voluntaria Notarial, abarca un contenido amplísimo en nuestra patria, cuyos
orígenes se remotan al Derecho Romano, que acogido por España, se traslada a América, y
de ese modo a Guatemala, en donde el derecho Español se conserva hasta 1,877.

En Guatemala los principales antecedentes de la Jurisdicción Voluntaria notarial, los


encontramos contenidos en los siguientes documentos que plasman el deseo de la Unión
de Notarios latinos, por implementar o ampliar el ámbito de competencia de los notarios
dentro de la fase normal del Derecho.

a). II Ingreso Internacional del Notariado Latino. Madrid España l950.


b). Congreso internacional del Notariado latino. Río de Janeiro, Brasil, l956.
c). VII Congreso Internacional del Notariado latino, Buenos Aires, Argentina, l973.
d). XVI Congreso Internacional del Notariado Latino, Lima Perú, l982
e). XX Congreso Internacional del Notariado Latino, Cartagena de Indias, Colombia, l992.
f). X Jornada Notarial Argentina, San Salvador Juy, l964.
g). IV Encuentro del Notariado Americano, Bogotá, Colombia, l968
h). III Congreso Notarial Brasileño, l974.
i). XI Congreso Notarial del Colegio de Escribanos de la Capital Federal, Buenos Aires,
Argentina, l982.

Pero es hasta con la puesta en vigencia del Decreto 54-77 del Congreso de la República, que
contiene la Ley Reguladora de la Tramitación Notarial, de los Asuntos de Jurisdicción
voluntaria, en que se marcó la historia notarial, con los asuntos que se pueden conocer,
tramitar y resolver en sede notarial. De León, (2000).

Características:

a). Se desarrolla entre partes que están de acuerdo,


b). Su procedimiento carece de uniformidad y repetición, se acomoda a la naturaleza de los
actos que la provocan.
c). La prueba que se rinde no se recibirá con citación de la parte contraria.
d). Necesidad de ir a la Procuraduría General de la Nación cuando pudieran resultar
afectados intereses públicos o se haga relación a personas incapaces o ausentes
e). La resolución final no puede impugnarse mediante casación.
f). Las resoluciones no pasan en autoridad de cosa juzgada, lo que abre la posibilidad de su
revisión en la vía contenciosa.

Principios:

Es la fuente, fundamento o base que ha servido de origen de algo.

Los principios propios del derecho notarial que se aplican a la jurisdicción voluntaria, se
citan los siguientes.
a). De la forma:
Se debe seguir siempre una forma determinada al redactar actas notariales y resoluciones
notariales, con fundamento en los artículos 61 del decreto 314 y artículo 2 de decreto 54-
77 , ambos del congreso de la República.

b) De Inmediación:
El notario debe estar en contacto directo con los requirentes o solicitantes, con los hechos
y actos que se producen dando fe de ello.

c) De rogación:
Si no hay rogación no hay intervención notarial, el notario no actúa de oficio.

d) De consentimiento:
Si no existe éste no debe haber actuación notarial y debe estar libre de vicios. La ratificación
y aceptación, queda plasmada mediante la firma en el documento, siendo esta la forma de
plasmar el consentimiento.

e) Seguridad Jurídica:
Por la fe pública que tiene el notario, los actos que legaliza se tienen por ciertos, existe
certeza. Los documentos autorizados por notario producen fe y hacen plena prueba, salvo
derecho de las parte de redargüirlos de nulidad o de falsedad. Muñoz (2001).
Con la intervención del Notarios se obtiene claridad en las circunstancias y garantiza la
existencia de lo ocurrido ante su fe pública, constituyendo una prueba con pleno valor y
fuerza ejecutiva, evitándose las nulidades pues son redactados por especialistas en
derecho, orienta a las partes en forma imparcial alejados de intereses o negocios
particulares o de otras instituciones públicas.

La especial función del Notario, ilustra, asesora y aconseja a las partes sobre la solución
jurídica más viable para sus problemas, la gran mayoría de las veces antes del surgimiento
de un litigio, y que culmina con la redacción, lectura, explicación, autorización y registro de
un instrumento notarial, cuidadosamente encuadrado dentro de las normas de derecho
vigente y de la más estrecha vigilancia en el cumplimiento de sus implicaciones fiscales y
administrativas, adecuada a una realidad actual donde la conciencia de servicio y el
constante estudio deben crear una forma de vida, una forma de ser de cada Notario, lo que
constituye el compromiso más fuerte de la institución, esto es, seguir preparando hacia el
futuro, Notarios capaces, honestos y útiles para la sociedad, escrupulosamente
seleccionados a través de exámenes diáfanos y complejos que garanticen la calidad y la
capacidad de quienes obtengan el triunfo, para que la institución del Notariado Latino, lejos
de llegar a ser considerada anacrónica o rebasada por el tiempo, siga siendo como hasta
ahora piedra angular de la seguridad jurídica y un factor de economía procesal dentro de
las sociedades que por antonomasia han utilizado el sistema de derecho escrito, no
consuetudinario, donde la forma de los actos jurídicos constituye una prevención al
surgimiento de conflictos entre las partes. 1

f) Autenticación:
Con la firma y sello registrados en la Corte Suprema de Justicia, Archivo General de
Protocolos y Colegio de Abogados y Notarios, el notario da autenticación a los actos que
documenta.

g) Fe pública:
Se necesita forzosamente para que la instrumentación pública sea respetada y tenida por
cierta.

h) Publicidad:
Los actos que autoriza el notario son públicos, por medio de la autorización notarial se hace
pública la voluntad de la persona. Muñoz, (2001)

Principios Generales o disposiciones Comunes de la Jurisdicción Voluntaria.

El Código Procesal civil y Mercantil tiene regulados principios y les denomina disposiciones
comunes partiendo de los actos de jurisdicción voluntaria. La jurisdicción comprende todos
los actos en que por disposición de la ley o por solicitud de los interesados, se requiere la
intervención del juez, sin que esté promovida ni se promueva cuestión alguna entre partes
determinadas. Articulo 401.

Las informaciones que las leyes exigen para la realización de ciertos actos, como el
otorgamiento de autorizaciones judiciales, rectificación de partidas, etcétera, y todos los
que no estuvieren especialmente reglamentados, se sujetarán a lo dispuesto en este titulo,
aplicándose, además, lo que particularmente establezcan como requisito esencial las leyes
respectivas. Articulo 402.Código Procesal Civil y Mercantil, (1964).

Principios Fundamentales regulados en el Decreto 54-77 del Congreso de la


Republica.

a. Consentimiento unánime:
Para que cualquier asunto de los contemplados en esta ley pueda ser tramitado ante
notario, se requiere el consentimiento unánime de todos los interesados. Si algunas de las
partes, en cualquier momento de la tramitación manifestaren oposición, el notario se
abstendrá de seguir conociendo y remitirá lo actuado al tribunal correspondiente.
Aguirre,(1999). Este es el principio más importante, en virtud de que sin la presencia de
este, de nada sirve que estén presentes los demás, pues sin el consentimiento unánime no
tendría sentido hablar de Jurisdicción Voluntaria.

1
www.apliweb.com.mx/hist.htm/segurida
b. Actuaciones y Resoluciones.
Todas las actuaciones se harán constar en acta notarial, salvo resoluciones que serán de
redacción discrecional pero debiendo contener: La dirección de la oficina del notario, la
fecha, el lugar, la disposición que se dicte, la firma del notario, los avisos y publicaciones
deberán llevar la dirección de la oficina del notario.

c. Colaboración de las autoridades.


Los notarios por medio de oficio podrán requerir de las autoridades la colaboración que sea
necesaria, y en caso de negativa, para la tramitación de los expedientes, cuando no le fueren
proporcionados después de tres requerimientos, pueden acudir al Juez de Primera Instancia
de su jurisdicción para que apremie al requerido.

d. Audiencia a la Procuraduría General de la Nación.


En los casos que la ley disponga, será obligatoria la audiencia a la Procuraduría General de
la Nación, evacuándola en el término de tres días, antes de dictar cualquier resolución, bajo
pena de nulidad de lo actuado.

El notario podrá recabar opinión de la Procuraduría General de la Nación en los casos de


duda o cuando lo estime necesario.

e. Ámbito de Aplicación de la Ley y opción al trámite.


Los interesados tienen opción de escoger el trámite notarial o judicial, según les convenga,
por lo que deben observarse los requisitos regulados en el Código Procesal Civil y Mercantil,
para la recepción de los medios de publicación.
Si el notario dejare de conocer, cualquier asunto de Jurisdicción Voluntaria, enviara el
expediente al juez competente, y requerirá el pago de sus honorarios profesionales.

f. Inscripción en los Registros.


Para la inscripción de cualquier resolución en los registros públicos de documentos y actos
jurídicos, será suficiente la certificación notarial de resolución, o fotocopia o fotostática
autentica de la misma. Tal certificación o reproducción será enviada en duplicado, por el
notario, con aviso, a fin de que el original se devuelva debidamente razonado.
Al dictar la resolución final en cualquier asunto de jurisdicción Voluntaria el Notario debe
expedir certificación, salvo que la ley le mande otro documento. Lo común es que sea de
resoluciones finales, aunque la ley regula que puede ser de cualquier resolución.
Estas certificaciones van a los registros públicos, y se elaboran en duplicado con el objeto
de que este quede en los archivos de los registros y el original se devuelva razonado por el
Registro haciendo constar la operación efectuado en los libros.

g. Remisión al Archivo General de Protocolos.


Una vez concluido cualquier expediente, el notario deberá enviarlo al Archivo General de
Protocolos, institución que dispondrá la forma en que se archiven.
El Archivo General de Protocolos lleva el control de los notarios, y a esta dependencia deben
ser remitidos todos los expedientes fenecidos ante Notario.

Leyes relacionadas con la Jurisdicción Voluntaria.

El tramite ante Notario de Asuntos de Jurisdicción Voluntaria, se puede encontrar en las


leyes siguientes:
a. Código Procesal Civil y Mercantil, emitido por el Jefe de Gobierno el 14 de septiembre de
1963 y entró en vigencia el 1º. De julio de 1964 que regula la Jurisdicción Voluntaria libro
cuarto, en los títulos I y II, comprendidos de los articulos 401 al 515.
b. Decreto 54-77 del Congreso de la Republica Ley Reguladora de la Tramitación Notarial de
Asuntos de Jurisdicción Voluntaria, emitida por el Congreso de la Republica el 3 de
noviembre de l977, publicada el 9 de noviembre de 1977, entro en vigencia el dia siguiente
de su publicación.

Diferencia entre Jurisdicción Voluntaria y Jurisdicción Contenciosa.

La diferencia esencial es la ausencia de litis entre la Jurisdicción Voluntaria, esta inexistencia


de conflictos entre personas hace que los asuntos no los tenga que conocer un juez y lo
pueda hacer un notario.

Una primera distinción entre una y otra puede encontrarse en que la jurisdicción
contenciosa se ejerce in invitos, esto es, entre aquellos que, por estar en desacuerdo, tienen
que someter sus diferencias al juez.
Pudiera ocurrir que todas las partes accedan a someterse al juez, pero aún en ese caso,
existe el poder de exigir tal sometimiento a la que se niegue a ello, y el de obligarla a cumplir
lo resuelto. A diferencia de lo anterior, la jurisdicción voluntaria se ejerce inter volentes, es
decir, a solicitud de una o más partes concurrentes que coinciden y concuerdan en todos
los extremos de la misma.

La Jurisdicción Voluntaria puede transformarse en contenciosa, al surgir la disparidad de


voluntades de las partes.

Una segunda distinción entre ambas jurisdicciones radica en el carácter contencioso del
proceso, que es propio de la jurisdicción contenciosa. Pero contra esto puede argüirse que
es posible la existencia de procesos sin contienda, como ocurre en los juicios en rebeldía y
en aquellos en que hay allanamiento de la parte demandada, esta diferencia estaría mejor
expresada diciendo: que los actos de jurisdicción contenciosa suponen la actuación de un
derecho, que corresponde a un sujeto jurídico frente a otro. En cambio en la Jurisdicción
Voluntaria no se actúa un derecho en contra de otro sujeto, puesto que no hay partes
contendientes.

Una tercera distinción entre una y otra categoría de jurisdicciones consiste en el carácter
irrevocable de las sentencias que ponen término a los procedimientos de la contenciosa,
que gozan de la autoridad de la cosa juzgada. En contraste con esto, las resoluciones dictas
en los de jurisdicción voluntaria, nunca son definitivas, sino que pueden revocarse en
cualquier momento por el mismo órgano que las dictó si el interesado prueba que es errada,
o por reclamación (no recurso propiamente dicho) a la autoridad superior, para lo cual no
hay término alguno pues la ausencia de tal reclamación no hace definitiva la resolución de
la autoridad inferior.

La cuarta distinción, estriba en el carácter coactivo de las sentencias dictadas en los


procedimientos contenciosos, derivados del carácter de cosa juzgada que se atribuye a los
pronunciamientos que contiene; mientras que siempre es posible desconocer,
impugnándolos, los hechos en resoluciones dictadas en los procedimientos de la
Jurisdicción Voluntaria.

Una quinta distinción se fija en que la jurisdicción contenciosa actúa cuando el orden
jurídico es violado, por lo cual es represiva. Por el contrario la voluntaria actúa en la fase
normal del derecho, fijando hechos y relaciones jurídicas y por ello su labor es preventiva.

Una sexta distinción, es que la voluntaria tiene siempre un fin constitutivo, tiende a la
constitución de estados jurídicos nuevos y el desarrollo de los existentes. La contenciosa,
sin embargo, tiene un fin de actuación o ejercicio en relaciones que ya existían antes del
inicio del proceso.

Una séptima y última diferencia, se fija en la calidad del conocimiento de los hechos por el
juez en una y otra jurisdicciones. En la contenciosa procede con conocimiento legítimo y
personal, es decir, aplica ciertas normas legales para evaluar las pruebas presentadas por
las partes y declarar qué fue lo que verdaderamente ocurrió a su juicio. En la voluntaria
actúa con conocimiento informativo, esto es, se atiende a lo manifestado por los
interesados y el pronunciamiento que dicte tendrá por objeto únicamente dar autenticidad
a un acto, o certificar el cumplimiento de algún requisito de forma en relación a los hechos
que aquellos le muestran. Salas (1973).

Ventajas de la Jurisdicción Voluntaria Notarial.

Las ventajas que se encuentran en los asuntos que se tramitan ante notario son:
a) La seguridad Jurídica que ofrece a los interesados;
b) El descongestionamiento de la actividad jurisdiccional de los órganos jurisdiccionales;
c) La agilización en el conocimiento, diligenciamiento, tramitación, y fenecimiento de los
asuntos sometidos a la competencia del notario;
d) Celeridad, economía, servicio social que se presta a los requirentes, rapidez, entre otras.

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