Teoría de Keynes

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PRESENTACIÓN

La economía keynesiana recibe su nombre, teorías y principios del


economista británico John Maynard Keynes (1883–1946), considerado como el
fundador de la macroeconomía moderna. Su obra más famosa, La teoría general
del empleo, el interés y el dinero, fue publicada en 1936. Pero su precursora de
1930, el Tratado sobre el dinero, es a menudo considerada como más importante
para el pensamiento económico. En su Tratado, Keynes creó un enfoque dinámico
que convirtió la ciencia económica en un estudio del flujo de ingresos y gastos, y
abrió nuevas perspectivas para el análisis económico.

En las consecuencias económicas de la paz, de 1919, Keynes predijo que


las duras condiciones impuestas a Alemania en el tratado de paz de Versalles
para poner fin a la Primera Guerra Mundial desembocarían en otra guerra
europea.

Recordó las lecciones de Versalles y de la Gran Depresión, cuando


encabezó la delegación británica en la conferencia celebrada en Bretton Woods en
1944, que estableció las reglas para garantizar la estabilidad del sistema
financiero internacional y facilitó la reconstrucción de las naciones devastadas por
la Segunda Guerra Mundial. Junto con el funcionario del tesoro estadounidense
Harry Dexter White, Keynes es considerado como el fundador intelectual del
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, ambos creados en Bretton
Woods.

Durante la Gran Depresión de los años treinta, la teoría económica del


momento no pudo explicar las causas del grave derrumbe económico mundial ni
tampoco brindar una solución adecuada de políticas públicas para reactivar la
producción y el empleo.

El economista británico John Maynard Keynes encabezó una revolución del


pensamiento económico que descalificó la idea entonces vigente de que el libre
mercado automáticamente generaría pleno empleo, es decir, que toda persona

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que buscara trabajo lo obtendría en tanto y en cuanto los trabajadores
flexibilizaran sus demandas salariales. El principal postulado de la teoría de
Keynes es que la demanda agregada —la sumatoria del gasto de los hogares, las
empresas y el gobierno— es el motor más importante de una economía. Keynes
sostenía asimismo que el libre mercado carece de mecanismos de auto-equilibrio
que lleven al pleno empleo. Los economistas keynesianos justifican la intervención
del Estado mediante políticas públicas orientadas a lograr el pleno empleo y la
estabilidad de precios.

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INTRODUCCIÓN

John Maynard Keynes (1883-1946), economista británico, sostenía ya en


1913 que el liberalismo económico de corte clásico necesitaba adecuarse a las
circunstancias económicas y sociales del nuevo siglo.

Esa afirmación la sistematizaría en su obra “Teoría general sobre el empleo, el


interés y el dinero”, publicada en 1936. En ella analizaba las causas de la depresión
mundial y proponía una serie de recetas para solventarla. Aseguraba que el motor de
la economía habría de sustentarse en la adecuada relación entre la oferta y
el consumo, pues de ella dependían los beneficios empresariales y la inversión.

Según Keynes la crisis de 1929 había retraído la demanda y era necesario


estimularla de alguna manera, generando una demanda adicional que tirase de la
producción. Las medidas no intervencionistas de los estados capitalistas no habían
logrado tal objetivo. Abogaba por tanto por una activa intervención del Estado que
restableciera el equilibrio entre oferta y demanda.

Como veremos a continuación en el presente trabajo, Keynes proponía lo


siguiente:

 Desarrollar una política de inversiones estatales en obras


públicas (carreteras, pantanos, etc.) que sirviese de estímulo a la iniciativa
privada a través de la demanda de cemento, hierro, componentes
industriales, etc. La mano de obra empleada en estas actividades
aminoraría el desempleo, incrementaría la masa de consumidores y
estimularía la actividad económica.

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 Poner en circulación abundante dinero con el fin de estimular una
moderada inflación. El peligro de una alta tasa de inflación sería inexistente
en tanto el paro fuese elevado.

 Incrementar los salarios. La reducción de los salarios como medida para


mantener el empleo (defendida por los economistas clásicos) fue refutada
por Keynes quien aseguraba que el empleo no dependía de los salarios
sino del consumo y la inversión. Una disminución de los sueldos de los
trabajadores provocaría un retraimiento que deprimiría el consumo y en
consecuencia, la producción.

 Intervenir en todos los sectores económicos, regulando la fijación


de precios, salarios, mercado laboral, concediendo subvenciones a las
empresas, etc.

Keynes abogó por el abandono de la ortodoxia del "laissez-faire" que había


guiado el capitalismo del siglo XIX y propuso un mayor protagonismo
del Estado en la vida social y económica. Fue precisamente lo que mediante
el New Deal puso en práctica en Estados Unidos el presidente F. D. Roosevelt a
partir de 1933

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JOHN MAYNARD KEYNES

John Maynard Keynes nació en la ciudad de Cambridge, en una familia


acomodada de reputado nivel cultural. Sus padres eran John Neville Keynes,
profesor de economía y filosofía en la Universidad de Cambridge y Florence Ada
Brown, una de las primeras mujeres que logró estudiar en las universidades
británicas, era una autora y precursora de la asistencia social que llegó a ser
alcaldesa de Cambridge en 1932. Su hermana Margaret (1885–1974) contrajo
matrimonio con el premio Nobel en fisiología Archibald Hill y su hermano menor
Geoffrey Keynes (1887–1982) fue cirujano y gran bibliófilo.

En 1897 obtuvo una beca para estudiar en Colegio Eton y en 1902, ingresó
en el King`s College en la Universidad de Cambridge donde estudió matemáticas y
teoría de probabilidades para finalmente optar por los estudios de Economía,
recibiendo clases de Alfred Marshall.

Durante su estancia como estudiante universitario en Cambridge, frecuentó


el grupo de los llamados Apóstoles y de ahí pasó al denominado Círculo de
Bloomsbury, grupo intelectual y artístico, que proponía un nuevo orden social,
contrario a los principios morales victorianos, del que formaban parte entre otros el
escritor Lytton Strachey, Leonard y Virginia Woolf o el pintor Duncan Grant.
Trabajo un breve período en el servicio administrativo británico para la India donde
acumuló un profundo conocimiento del sistema financiero indio, producto de su
estancia en este departamento escribió en 1913 “Moneda y finanzas en la India”.
Después de considerar decepcionante su trabajo en esta oficina, renunció a su
puesto en junio de 1908, para trabajar en la Universidad de Cambridge en teoría
de probabilidades, en 1909 entró como profesor en el King’s College de
Cambridge, donde enseñaría economía hasta su muerte. Fue un hombre de vasta
cultura, un humanista erudito y de prosa exquisita, gran orador, contertulio y
mecenas de intelectuales y artistas; pero también fue un hombre de mundo

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interesado por los asuntos políticos y por la economía práctica, dedicando parte de
su tiempo a negocios ajenos y propios con los que llegaría a hacerse millonario.

A partir de 1916 comenzó a trabajar como consejero del Ministerio de


Hacienda británico , entre sus responsabilidades se encontraba el diseño de los
contratos crediticios entre Gran Bretaña y sus aliados continentales durante la
guerra, y los sistemas de adquisiciones exteriores. En 1919, tras finalizar la
Primera guerra mundial formó parte de la delegación británica en la Conferencia
de Paz de París, puesto del que dimitió ese mismo año por estar disconforme con
el régimen abusivo de indemnizaciones y reparaciones que se imponían a
Alemania. Sobre este tema escribió, en 1919, el libro “Las consecuencias
económicas de la paz”, en el que anunciaba las implicaciones y consecuencias de
las condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles.

En 1919, regresó a la Universidad de Cambridge, fue miembro de varios


consejos de administración de empresas financieras y aseguradoras, dirigía el
semanario Nation and Athenaeum y Econoic Journal y participaba en el Consejo
asesor económico del primer ministro británico. Keynes también fue un inversor de
éxito logrando hacerse con una gran fortuna (después de afianzarse como
economista ya que en su juventud sufrió grandes pérdidas que debieron ser
cubiertas por su padre). Durante el Crack del 29 casi queda en bancarrota, pero
pudo recuperarse en poco tiempo. Se le considera un gran bibliófilo, en especial
por lo que respecta a las ediciones originales de las obras de Isaac Newton.
Estaba interesado en la literatura en general y el drama en particular; se constituyó
en empresario del Teatro de Artes de Cambridge, labor en la que puso gran
entusiasmo (cierto día que el portero estaba ausente se le pudo ver a él mismo
cortando las entradas en el hall). Gracias a esto, la institución se convirtió durante
un tiempo en el más importante escenario británico fuera de Londres. En 1925
contrajo matrimonio con la bailarina rusa Lydia Lopokova.

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Bertrand Russell decía de Keynes que era la persona más inteligente que
había conocido, señalando que «cada vez que hablaba con Keynes, sentía que mi
vida estaba en sus manos, y rara vez no me hacía sentir un poco tonto».

John Maynard Keynes

Gordon Square London, residencia de Keynes

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Keynes murió de un infarto. Sus problemas cardíacos fueron agravados por
la presión de su trabajo en los problemas financieros internacionales de la
posguerra. Su padre, John Neville Keynes (1852–1949), vivió tres años más.

Vida y Obras Literarias

Todos sus escritos económicos fueron respuesta a problemas acuciantes


de la economía de su tiempo. Así, como fruto de su trabajo en la Administración
colonial, escribió “La moneda india y las finanzas” (1913). Las consecuencias
económicas de la paz (1919) fue resultado de su participación como representante
del Tesoro en la delegación británica enviada a negociar el Tratado de Versalles
después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1914-18);
Keynes dimitió de aquel cargo para mostrar su desacuerdo con las duras
condiciones impuestas a los vencidos y escribió este libro para argumentar que
tales condiciones, fruto de un espíritu de venganza, serían imposibles de cumplir y
conducirían a la ruina económica de Alemania, con graves consecuencias para el
resto del mundo.

Desgraciadamente, el tiempo demostró que sus previsiones eran acertadas,


y Keynes volvió sobre el tema en “Una revisión del tratado” (1922). Las cuestiones
monetarias siguieron atrayendo su atención en el” Tratado sobre la reforma
monetaria “(1923) y el “Tratado sobre el dinero” (1930), en donde criticó
respectivamente la adhesión al patrón oro y la teoría cuantitativa de la moneda.

Pero su obra decisiva fue la “Teoría general de la ocupación, el interés y el


dinero” (1936), con la que dio una respuesta definitiva a la grave depresión
económica desencadenada en todo el mundo a partir del crash de la Bolsa de
Nueva York de 1929. Retomando intuiciones olvidadas de los teóricos del
subconsumo (como Malthus), Keynes indicó que la causa de la crisis era
la insuficiencia de la demanda, debida a la creciente propensión marginal al ahorro
de las sociedades desarrolladas (esto es: que a medida que aumenta la renta, es

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mayor la parte de ésta que se destina al ahorro y menor la que se dedica al
consumo, con lo que una parte de la producción no encuentra comprador).

En su opinión, el desempleo así originado no podía remediarse únicamente


con medidas monetarias. La debilidad del consumo privado sólo podía remediarse
incrementando el gasto público en períodos de recesión, haciendo que el Estado
incurriera en un déficit para crear demanda adicional. La importancia de los puntos
de vista contenidos en aquel libro fue tal que fundó toda una rama de la teoría
económica moderna, la macroeconomía, dedicada a explorar las relaciones entre
los grandes agregados de la renta nacional.

Tras vencer las resistencias conservadoras de la ortodoxia liberal, la


«revolución keynesiana» fue penetrando en el mundo académico y en las políticas
económicas de los países: influyó quizá sobre el New Deal de Franklin D.
Roosevelt, pero fue sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial (1939-45)
cuando se extendió como una nueva ortodoxia, determinando las políticas
económicas de todo el mundo occidental durante más de tres décadas de
crecimiento sostenido. Los partidos conservadores y liberales se sumaron a esta
política capaz de devolver la estabilidad al sistema capitalista después de los
sobresaltos del periodo de Entreguerras; e incluso los socialdemócratas la
aceptaron con entusiasmo, en la medida en que justificaba la intervención del
Estado en la economía y el crecimiento del sector público.

El prestigio alcanzado por Keynes fue tal que el rey Jorge VI lo nombró
barón en 1942, ingresando en la Cámara de los Lores. Al final de su vida ejerció
una influencia directa sobre la política económica de su país como director del
Banco de Inglaterra y asesor del ministro del Tesoro. En 1944 presidió la
delegación británica en la Conferencia de Bretton Woods, donde contribuyó a dar
forma al Fondo Monetario Internacional.

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KEYNESIANISMO

Escuela de pensamiento creada por J. M. Keynes (1883-1946) y


desarrollada por sus seguidores, que ha supuesto una ruptura con el pensamiento
económico anterior y ha influido de forma decisiva en las políticas económicas
seguidas por los países occidentales después de la Segunda Guerra Mundial. Los
principales elementos de esta corriente de pensamiento se hallan contenidos en la
obra de J. M. Keynes “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero,
publicada en 1936”. Una de sus principales aportaciones la constituye el análisis
de la demanda efectiva y su incidencia en las variaciones del nivel de producción y
empleo, en contra de lo sostenido hasta entonces por la doctrina oficial y la
denominada ley de los mercados o “ley de Say”, según la cual es la oferta la que
crea su propia demanda. Para regular las fluctuaciones de la demanda efectiva o
demanda agregada y, en definitiva, de la actividad económica, la política
monetaria ha de ser complementada con otros instrumentos de política
económica, como la política fiscal, debido a las limitaciones de la primera.

Influido por los angustiosos problemas de paro creados por la Gran


Depresión de 1929 (que se produjo desde 1929 hasta 1933, en Estados Unidos,
en donde ” la mano invisible del libre mercado asestó un terrible golpe a la
prosperidad”) Keynes comienza por atacar despiadadamente a sus predecesores
y a sus colegas de Cambridge, por medio de su obra maestra “Teoría general de
la ocupación, el interés y el dinero”, donde destroza los puntos de vista del Tesoro
y presenta un ” nuevo marco de referencia para el análisis macroeconómico”.
Centró su atención en el análisis de los problemas económicos a corto plazo, y
señaló que «A largo plazo todos muertos».

Los clásicos sostenían:

 “Siempre que los consumidores incrementan el ahorro y reducen el


consumo, esto inducirá a los empresarios a aumentar sus inversiones”.

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Las familias gastan parte de su ingreso y ahorran el resto. Si los consumidores
ahorran, la demanda de bienes y servicios disminuye, pero esta disminución se
compensa porque los empresarios sencillamente intervienen más. Ya que la gente
deposita sus ahorros en los bancos, y así éstos prestan dinero a las empresas. Si
la gente lleva más dinero al banco, bajará la tasa de interés y las empresas
solicitarán más préstamos.

 ” Los salarios y precios flexibles refuerzan la Ley de Say”.


Suponiendo que los empresarios sean cojos, y que éstos no puedan llegar antes
que los consumidores cuando quieren incrementar sus ahorros. Por tanto, los
empresarios no pueden invertir con la suficiente rapidez necesaria para
compensar el descenso del consumo. Esto traerá una leve recesión. Los salarios y
los precios bajarían, y como consecuencia las empresas volverían a tomar a los
trabajadores despedidos. Y a medida que los precios bajan, la mercadería
sobrante se vendería. Trayendo así, el fin de la recesión en corto tiempo.

Keynes lanzó un ataque a dos puntos contra la escuela clásica. Primero,


negó el vínculo automático entre el ahorro y la inversión ( las familias y los
empresarios invierten y ahorran por razones completamente distintas). Segundo,
Keynes se burlaba de los precios fluidos y flexibles. Durante la recesión, los
salarios reales deberán caer, según la teoría clásica. Pero los trabajadores
generalmente se niega a aceptar salarios nominales más bajos, pensaba
Keynes.

Ruptura con el dogma clásico


La solución keynesiana

Para Keynes: “Las Depresiones Ocurren Cuando La Demanda Total De Bienes Y


Servicios Es Menor Que El Ingreso Total”.

A través de este análisis, Keynes nos pone en guardia contra la inadecuada


demanda de bienes y servicios por parte de las familias los empresarios. Si las

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familias no compran lo suficiente, los empresarios despedirán a los trabajadores y
reducirán drásticamente la producción.

Para Keynes los hogares son los que compran más productos,
componiendo el elemento más importantes de la demanda total. La cantidad de lo
que gastan los hogares, para Keynes, está determinado por el “ingreso”. Más
ingreso = Más compra, y viceversa. Keynes llama a la parte gastada del ingreso
“Propensión marginal a consumir”. Y el ingreso que se ahorra se llama
“Propensión marginal a ahorrar”.

Las empresas al invertir en equipos y stocks, constituyen la otra parte


sustancial de la demanda global. Para Keynes el monto de la inversión depende
de muchos factores.

Para una economía sana, con pleno empleo, los hogares deben consumir lo
suficiente y las empresas deben invertir lo suficiente para que las ventas de bienes
igualen a la cantidad de bienes producida.

Mientras que en el pasado los críticos del capitalismo señalaban con dedo
acusador a los industriales y a los usureros, Keynes dice que los ahorristas bien
intencionados hacen más daño que cualquier perverso industrial.

Sin embargo, el “daño”, se remedia por sí mismo. Se trata del


multiplicador keynesiano. El punto esencial del multiplicador es que
cualquier cambio en el gasto efectuado por una persona pone en movimiento una
“bola de nieve”, y el cambio final en el gasto nacional sobrepasa de lejos el cambio
inicial.

Keynes propone una sencilla fórmula para calcular el multiplicador. Dado


que exalta el consumo, no es de extrañar que la clave sea la propensión marginal
a consumir:

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Multiplicador=1/(1-PMC) o 1/PMA
Cuanto más alto es el consumo, más alto será el multiplicador. La reacción en
cadena se mueve más rápidamente si la gente gasta más dinero. Una vez más, el
ahorro retarda el proceso.

Para Keynes, si una deficiente demanda estimula la recesión, el


antídoto debe ser el aumento del consumo. Si conocemos el multiplicador;
“nosotros” podemos inyectar consumo a la economía. “Nosotros”, es el gobierno.
Para Keynes el gobierno nacional puede reducir los impuestos, o bien gastar
dinero directamente para salvar el “barco”. Él tendría que hacer frente a
una oposición filosófica, después de todo, más intervención gubernamental
significa menos “libertad”, la teoría macroeconómica keynesiana es claramente
intervencionista, en contra de lo sostenido por la doctrina del laissez faire.

Keynes refutaba. de esta manera, la teoría clásica de acuerdo a la cual la


economía, regulada por sí sola, tiende automáticamente al pleno uso de los
factores productivos o medios de producción (incluyendo el capital y trabajo).
Keynes postuló que el equilibrio al que teóricamente tiende el libre mercado,
depende de otros factores y no conlleva necesariamente al pleno empleo de los
medios de producción, es decir, que los postulados básicos de Smith, Ricardo, etc,
dependen de una premisa que no es necesariamente correcta o “general”.

Así Keynes postuló que la posición de Smith, Say o Ricardo, sobre el


equilibrio de la oferta y la demanda, sería correspondiente a un caso “especial” o
excepcional, en tanto que la teoría debería referirse al proceso “general” y a los
factores que determinan la tasa de empleo en la realidad.

Además Keynes especula inteligentemente que el mejor camino para hacer


dinero en el mercado de valores no es ser el mejor analista de las corporaciones,
sino el que mejor conjetura lo que otros piensan que es bueno hacer

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BIOGRAFÍA DE MILTON FRIEDMAN

(Nueva York, 1912 – San Francisco, 2006)

Descendiente de una familia de origen austro-húngaro, Milton Friedman


inició sus estudios de licenciatura en la Universidad de Rutgers, en la que adquirió
conocimientos tanto de Matemáticas como de Economía. De esta institución se
trasladó a la Universidad de Chicago, donde descubrió el intenso ambiente
intelectual que se movía en torno al departamento de Economía.

Tras una breve estancia en Columbia, donde mejoró su formación


matemática, Friedman regresó a Chicago para colaborar como investigador con
Henry Schultz en mediciones de la demanda. En 1935 empezó a trabajar para la
Asociación Económica del Comité de Recursos Naturales y en 1937 dejó el puesto
para incorporarse a la Oficina Nacional de Investigación Económica, en la que
estudió las estructuras de ingresos de profesionales liberales.

En 1941, con la entrada estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, fue


destinado al departamento del Tesoro, donde se encargó de la política fiscal
durante el periodo de guerra. En 1943 fue nombrado director de la Asociación

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Estadística de la Universidad de Columbia, en la que se ocupó de problemas
relacionados con la producción militar.

En 1945 se trasladó como docente a la Universidad de Minnesota y un año


más tarde, con la guerra terminada, accedió a la plaza de profesor de Teoría
Económica en la Universidad de Chicago. La docencia en esta institución le sirvió
para investigar sobre aspectos monetarios, a los que sumó sus observaciones de
los ciclos de negocio en colaboración con la Oficina Nacional de Investigación
Económica.

Durante los años cincuenta, Friedman viajó a Europa como asesor del Plan
Marshall, para el que investigó sobre los tipos de cambio, y en 1953 obtuvo una
beca Fullbright, que le permitió una estancia en la Universidad de Cambridge,
donde existía entonces un amplio debate en torno a las ideas keynesianas.

A lo largo de los años sesenta continuó con su labor docente en Chicago y


con sus investigaciones sobre aspectos monetarios, y además sumó la asesoría
económica para candidatos del Partido Republicano como Richard Nixon. En 1976
inició su colaboración como profesor para el Instituto Hoover de la Universidad de
Stanford (California) y en 1977 se retiró de la cátedra en la Universidad de
Chicago. De cualquier forma, continuó vinculado a ambas instituciones, a las que
apoyó con su valía intelectual.

Fue consejero no oficial del que fuera presidente estadounidense, Richard


Nixon y tanto el también presidente Reagan como la primera ministra británica
Margaret Thatcher fueron receptores de sus posiciones teóricas. Sin embargo, en
los primeros años de la década de los ochenta, Friedman se mostró muy crítico
tanto con el gobierno británico como con el estadounidense. Al primero lo
responsabilizó de haber “logrado” tres millones de parados y al segundo de
practicar una política monetaria “zigzagueante”.

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En 1976 la Academia sueca le concedió el Premio Nobel de Economía por
sus estudios en las esferas del análisis del consumo, de la historia y la teoría
monetaria, así como de la política de estabilización económica. En 1988 recibió la
Medalla de la Libertad, la más alta condecoración civil de Estados Unidos, de
manos de Ronald Reagan.

Junto a Henry Simons y F. A. Von Hayek, es el principal representante de la


llamada Escuela de Chicago, grupo de economistas que considera que los
mercados competitivos libres de la intervención del Estado contribuyen a que el
funcionamiento de la economía sea más eficiente.

Falleció a causa de un ataque cardiaco el 16 de noviembre de 2006, a los


94 años de edad, en un hospital próximo a la ciudad de San Francisco, donde
residía desde finales de la década de los años 70. Fue sobrevivido por su esposa
Rose y por su dos hijos: Janet (coautora de algunos de sus libros) y David,
reputado profesor. Debido a su longevidad, en el momento de su fallecimiento,
tenía cuatro nietos y tres bisnietos. Tras su muerte su familia pidió que, en lugar
de recibir flores o regalos, todas las aportaciones deseadas se destinaran a la
Milton and Rose D. Friedman Foundation.

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MONETARISMO VERSUS KEYNESIANISMO

Para Keynes el gobierno debía manejar Para el monetarismo: 1) los gobiernos


el automóvil (la economía nacional) son generalmente pésimos
hábil y cuidadosamente, y así lograr el conductores, y 2) el acelerador y el
crecimiento económico y precios freno de la economía tienen poco que
estables. Para Keynes, el acelerador ver con la política fiscal. Para ellos, el
representa “gastos gubernamentales acelerador representa “la oferta
más altos/impuestos más bajos”, y el monetaria más alta” y el freno “la oferta
freno “gastos gubernamentales más monetaria más baja”.
bajos/ impuestos más altos”.

Según los keynesianos, el conductor es En cambio, para los monetaristas el


el Congreso que autoriza los gastos y conductor es la Junta de la Reserva
los impuestos. Federal que supervisa el sistema
bancario.

Los keynesianos creen que la velocidad Los monetaristas creen que la


del dinero es inestable. Ellos exaltan la velocidad del dinero es estable. No es
política fiscal y un rígido grupo de de extrañar que consideren que la
keynesianos piensan que la política oferta monetaria es el pedal más
monetaria no es más importante para el poderoso del coche del gobierno.
motor de coche que el Los gastos gubernamentales no
limpiaparabrisas. influyen en los precios o en la
Los gastos gubernamentales influyes producción a menos que también se

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en los precios y en la producción. modifique la oferta monetaria. Sólo el
Intervención del Gobierno en la dinero importa. Friedman consideraba
estabilización de la Economía. que, al igual que una política monetaria
expansiva puede crear crisis
económicas, una política restrictiva
también puede ser perjudicial, mediante
una deflación de precios.
Keynes menospreciaba la influencia a Friedman sostenía que la demanda del
largo plazo. dinero es estable porque depende de
factores de largo plazo.

Keynes propone el multiplicador Friedman dice que el multiplicador


keynesiano. El punto esencial del keynesiano esquiva la principal
multiplicador es que cualquier cambio cuestión: ¿de dónde proviene el dinero
en el gesto efectuado por una persona para el gasto fiscal?
pone en movimiento una “bola de
nieve”, y el cambio final en el gasto
nacional sobrepasa de lejos el cambio
inicial.
El sencillo modelo keynesiano daba por Friedman enfocó el problema desde
sentado que así como el ingreso común una perspectiva más amplia. Después
aumentaba y disminuía, lo mismo de todo el hombre que recibe un
sucedía con el consumo. cheque el viernes no se muere de
hambre durante toda la semana y sólo
come opíparamente el fin de semana.
Por el contrario mantiene un flujo de
consumo uniforme debido a sus
expectativas de ingresos a largo plazo.
Desde la década de 1950 hasta la de 1970 se liberó una titánica lucha entre
keynesianos y monetaristas. Los monetaristas dirigidos por Friedman y los
keynesianistas dirigidos por Keynes. Pero a medida que los monetaristas fueron
generando estudios convincentes y profesionales idóneos, desgastaron la
oposición keynesiana.

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CONCLUSIÓN

La teoría keynesiana nació en el contexto de la gran depresión, en que


Estados Unidos y Europa están hundidas en una gran crisis y las teorías
económicas clásicas no lograban dar respuestas a un sistema económico
capitalista que intentaba recuperarse exclusivamente por sus propios mecanismos
internos.

Es en este contexto donde aparece en la escena de la teoría


keynesiana. Keynes fue un economista inglés que impuso una nueva forma de
pensar la economía capitalista instaurando un marco teórico que traería
aparejadas renovadas políticas. Realmente nació un paradigma diferente que
dominó la escena político-económica desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y
hasta principios de los 70, período que algunos llaman “la edad de oro del
capitalismo”, pues la economía global experimentó un crecimiento sin precedentes
en la historia.

Según Keynes, la economía se podía encontrar en Equilibrio, pero con un


alto nivel de Desempleo. Para él, la Desocupación existente en Inglaterra, lejos de
ser puntual, era estructural. Frente a esto, la autoridad debía hacer un enérgico
uso de la Política Fiscal (Impuestos y Gastos gubernamentales) para “desatascar”
la economía. En el Fondo, lo que proponía era que el Estado complementara el
mecanismo de Mercado del sector privado, que no conseguía resolver por sí
mismo el problema de la ocupación.

El planteamiento general que hizo Keynes en materia económica es que se


debía incrementar el Gasto público en los períodos de Recesión -haciendo que
el Estado incurriera en un Déficit– para generar Demanda adicional que estimulara
la Inversión y disminuyera el Desempleo. De esta forma, Keynes confiaba en que

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el gobierno podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos interviniendo en
la economía.

La importancia de la Teoría general de la ocupación, el Interés y


el Dinero fue tal que, para muchos, funda la Macroeconomía, una de las ramas de
la teoría económica moderna, dedicada a explorar las relaciones entre los grandes
agregados de la Renta nacional.

Otro aspecto fundamental en la economía keynesiana es el papel que


juegan las Expectativas sobre el Ciclo Económico. El autor consideraba que éstas
-las cuales dependen exclusivamente de factores psicológicos- tienen efectos
importantísimos sobre la Inversión y, por tanto, sobre la economía en general. Sin
embargo, las decisiones de Ahorro las toman los individuos en Función de
sus Ingresos, mientras que las decisiones de inversión las toman los empresarios
en Función de sus expectativas. De este modo, no hay ninguna razón para que
el Ahorro y la Inversión coincidan, como lo había señalado la mayor parte de los
economistas clásicos.

La principal innovación de Keynes consistió en afirmar que el desempleo


puede deberse a una insuficiencia de la demanda y no a un desequilibrio en el
mercado de trabajo. Según Keynes, cuando la demanda agregada es insuficiente,
las ventas disminuyen y se pierden puestos de trabajo, cuando la demanda
agregada es alta y crece, la economía prospera. De este modelo se desprendían
como medidas para la disminución del paro permanente involuntario, la adopción
de una serie de políticas económicas intervencionistas: aumento de la creación de
dinero, lo que redundaría en un descenso del tipo de interés; aumento del gasto
público, especialmente en inversión en infraestructuras, con el fin de potenciar la
demanda efectiva; una activa redistribución de la renta y, por último, una política
comercial proteccionista, para defender los empleos de las industrias nacionales.
Así, cuando las expectativas de los empresarios son favorables, éstos están más
dispuestos a realizar proyectos de Inversión, lo que provoca una fase expansiva y

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un gran Crecimiento a la economía. Por el contrario, cuando las Expectativas son
desfavorables, la contracción de la Demanda puede provocar una depresión. Y es
precisamente ante esto que el Estado puede impedir la caída de
la Demanda aumentando sus propios Gastos.

En cualquier caso, lo que Keynes quiso transmitir es que el futuro era


desconocido y “desconocible” -en el sentido de que no puede inferirse
racionalmente-, debido a que está fuertemente marcado por variables
psicológicas. Al hacer esta observación puso una enorme interrogante a la
capacidad de realizar pronósticos útiles en la economía.

Hacia principios de la década del 70 el mundo experimentó una nueva crisis


conocida como estanflación, es decir estancamiento del producto conjuntamente
con inflación de precios, que puso en tela de juicio e hizo caer en descreimiento al
paradigma de la teoría keynesiana. Las ideas de política del gran economista del
30 resultaban en un embrollo frente al gran problema económico mundial, llegando
muchos a culpar de tal crisis a las políticas inspiradas en las propuestas
formuladas por Keynes.

Esto dio lugar, por un lado, al surgimiento a nuevas teorías que atacaban
los postulados keynesianos y, por otro, a principios de los años 80 una nueva
generación de economistas hiciera una revisión de las ideas keynesianas
originarias, sobre todo en el Instituto Tecnológico de Masachusset (MIT) y en la
universidad de Harvard, los que pasaron a denominarse neo-keynesianos.

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FUENTES DE INFORMACIÓN

https://es.khanacademy.org/economics-finance-domain/old-macroeconomics/income-and-
expenditure-topic-old/keynesian-articles/a/the-building-blocks-of-keynesian-analysis-
cnx?utm_account=Grant&utm_campaignname=Grant_MX&PERU_DSA&gclid=Cj0KCQjwwIPrBRC
JARIsAFlVT887ts1sSAMFGyNW60thI9WEzRX6sG8Oeaq_oNv0Wbp09S5_gDdwOlEaAswaEALw_
wcB

https://nocionesdeeconomiayempresa.wordpress.com/2012/10/29/237/

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