«La Mision,
elcamino <‘
de mi vocacion»
P. Valentin Gai
cla, mec}
sus testimonios con
La animacion misionera, tarea especifica dentro dela asombrosas anécdotas,
evangelizacion y expresion de la identidad comboniana, se bachrtoad que mas nos
encarga de avivar el fuego misionero en nuestros hermanos Mucho influys
y hermanas de la Iglesia local. A este quehacer ha dedicado también en mi decisién,
lamayor parte de su vida religiosa el padre Valentin Garcia, el ambiente religioso que
infatigable animador de las revistas Aguiluchos y Mision sin se vivia en la Fspatia de
Ja década de los aiios 60:
se respiraba un clima de
mucha fe en la familia, en
Comeneé mis comboniano y eso fue seminario pasaban laIglesia y en la escuela.
estudios en el colegi lo que influyaquese _misioneros de la antigua __Mi familia siempre me
San Francisco Javier, forjaraen milafutura rama alemana y que apoyé en la decisién que
en Palencia (Espafia). _—_vocacién misionera. venian de Sudafrica y __tomé de pasar al noviciado
Los misioneros quelo También contribuyé Peri, Ellos nos contaban al terminar|a secundaria,
dirigian, eran buenos muchoenmivocacin _comolleshabiaidoen _sobre todo, mi padre.
conocedores del espiritu. el hecho que por ese estos paisesy adornaban los 27 affos Ilegué
Fronteras.
atal Pert, para trabajar en
la actividad pastoral de
la prelatura de Tarma.
Allli pasé cinco aftos,
asistiendo a los pueblos,
de esa zona de la sierra
central. Fueron afios
que llenaron mi vida de
mucha energia misionel
ya que trabajaba
principalmente con la
gente humilde de los
pueblos.
En la comunidad
comboniana éramos
cuatro sacerdotes de
diferentes nacionalidades.
Alli vivi plenamente la
misin ad gentes; es deci
la misién fuera de mi pais
de origen y en un lugar
tan necesitado como
era aquella zona rural
de Junin. Recuerdo que,
en cierta ocasién, una
mujer de uno de aquellos
pueblos apartados de
‘Tarma me pregunté por
qué habia dejado mi
pais para estar en otro,
supuestamente mas
atrasado... Yo traté de
explicarle que no habia
venido al Perit para
ganar dinero, sino para
ayudar a la gente como
misionero, Creo que, en
su sencillez, comprendié
mi razonamiento.
En 1979 comenzaron
suandadura en Pert las
revistas Aguiluchos y
Misién sin Fronteras. Y al
afio siguiente, en marzo
de 1980, fui trasladado
a Lima, para trabajar en
el Centro de Animacién
Misionera como director y
animador de Aguiluchos,
cargo que tuve hasta abril
El padre Valentin habla de la mision @un grupo de nifias,
de 1988. Ese afio regresé a
Espaiia, para trabajar en el
Centro Mundo Negro que
Jos Combonianos tenemos
en Madrid, Alli permaneci
yla difusién de nuestras
revistas combonianas.
Mi siguiente etapa
isionera fue Chile,
donde permaneci casi
once afios al frente
de nuestra presencia
comboniana en aquel pais
En las dos comunidades
que alli teniamos, se
respiraba un ambiente
internacional y muy
misionero. En esos afios
se ordenaron la mayoria
de los combonianos
chilenos, cuya promocién
vocacional corrié a cargo
principalmente del padre
Andrés Thorwarth, el
Hino. José Diaz y el padre
Juan Vedovato, que
‘me precedieron en esa
misién.
Posterior a Chile, fui
enviado por segunda
vvez.a Espafia, esta vez a
Moncada, en Valencia.
Este periodo fue de seis,
ajios, trabajando en la
Animacién Misionera
en colaboracién con
Jas Obras Misionales
Pontificias de Valencia
yon el SCAM (Servicio
Conjunto de Animacién
Misionera), un organismo
de la Comisién Episcopal
de Misiones de la
Conferencia Episcopal
Espaiiola, que promueve
Ja animacién misionera en
todas las didcesis del pais.
Por nuestro carisma,
Jos combonianos solemos
intercambiar nuestros
periodlos de trabajo
misionero entre el pais de
origen y aquellos donde la
Congregacién desarrolla
su actividad. Actualmente,
formo parte del Centro
de Animacién Misionera,
en Lima, donde apoyo en
Ja difusion y redaccién
de nuestras revistas
misioneras Aguiluchos y
Mision sin Fronteras. Esta
labor me ha permitido
conocer cémo funciona la
formacion educativa, ast
como las necesidades ¢
inquietudes de los nifios
de hoy.
En este largo tiempo
de actividad misionera,
he comprendido bien
el mensaje de nuestro
fundador, san Daniel
Comboni,y el significado
de lo que es la misién
ad gentes al estilo
comboniano. Para ser
misionero hoy, en primer
lugar hay que estar
convencido e identificado
con la vocacién misionera
Los jévenes que quieran
seguir este modo de vida,
deben tener a certeza de
que Dios los llama y perder
Jos miedos que puedan
surgira lo largo del camino
vocacional. w