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SECCIÓN ESPECIAL
Aportes a la medición del desarrollo humano
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Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
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El algoritmo del desarrollo humano
Presentación
Esta sección tiene que ver con una ambición para todos los entendimientos, pero responder
permanente de los Informes de Desarrollo a dimensiones complejas. Debe ser rigurosa y
Humano globales y nacionales: ir perfeccionan- asequible, a la vez, simple y compleja.
do la aproximación empírica respecto a la am- En lo que sigue, se discute dos trabajos que
plitud del concepto de desarrollo humano. están en el camino del mejoramiento de la me-
Este es un tema bastante más vasto de lo dición del desarrollo humano. El primero es la
que se pudiera imaginar. No solamente por el presentación de un nuevo indicador y el segun-
hecho que la medición implica, para cualquier do es la extensión o profundización del IDH-
objetivo, una sustentación, una coherencia me- que calcula una estimación indirecta para los
todológica, una posibilidad de ser compartida todos los distritos del país.
—salvo temas muy especializados— y una po- El primer intento que se propone es un in-
sibilidad de replicación. La amplitud del reto dicador al que se ha denominado “algoritmo
deriva, en especial si se trata de un tema com- del desarrollo humano” (ADH). Este indicador
plejo, de la reducción que implica llevar un con- se inscribe en el género de los indicadores de
cepto de variada trascendencia hacia una ex- impacto o de resultados, con lo cual comparte
presión numérica simple, generalmente con un la intencionalidad del conocido IDH. Se ha tra-
rango de valores limitado. tado que sea de cálculo accesible, y a la vez sig-
Un caso muy concreto es el del índice de nifique un avance hacia el concepto del desa-
desarrollo humano (IDH). Como es conocido, rrollo humano
se trata de un indicador de desarrollo del El ADH es una exposición de resultados de
PNUD elaborado a partir del promedio de la lo que puede definirse como satisfactores del
esperanza de vida al nacimiento, el logro edu- desarrollo humano, bajo una argumentación
cativo (una combinación de una parte de alfa- inteligible, un cálculo simple y versátil y un
betismo y dos de matriculación) y el producto tratamiento económico. Como economía del in-
interno bruto per cápita, el cual es utilizado en dicador, se entiende la posibilidad de poder de-
la comparación del desarrollo de los países. rivarse siempre de la estadística regular o de
Mientras que el concepto de desarrollo, en este equivalentes locales fáciles de administrar, ser
caso inscrito en el paradigma del desarrollo entendidos y replicarse para facilitar el segui-
humano, implica una variedad de dimensiones, miento.
si no todas, se espera que un indicador resu- Desde luego, este catálogo de virtudes es
men, apenas un número con límites teóricos en todavía un deseo y queda a la comunidad inte-
el rango entre 0 y 1, pueda expresarlo. La ma- resada en el progreso económico y social igno-
yoría de críticas al IDH parte de señalar la am- rar, adaptar o adoptar la propuesta aquí pre-
plitud de esta distancia. Pero el acortamiento sentada. La exposición de sus características,
de la misma es a la vez una invitación a la com- es más extensa por su propia condición nove-
plejidad, la heterogeneidad e inclusive el des- dosa, que ha llevado a una discusión más am-
orden. Sumar dimensiones que no tienen un plia, sobre todo de sus fundamentos teóricos.
común denominador está más cerca de una En cambio, en el cálculo de una estimación
complicación que de una real aproximación. indirecta del IDH a escala distrital, no hay nece-
Esta complicación ha sido el camino más reco- sidad de volver a la sustentación, pues es un in-
rrido cuando se intenta generar índices. dicador con trayectoria ya extensa en el terre-
La medición estadística enfrenta este reto no de la medición social, con críticas y réplicas
permanente. en las ciencias sociales Ser llana, variadas, la mayor parte de las cuales pueden
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hallarse en el portal del Informe de Desarrollo los últimos censos, con controles departamen-
Humano (HDR) de las Naciones Unidas. tales o provinciales si es posible. Pero a la vez,
Lo que en esta sección se presenta es, ante se ha tratado de dotar a la sociedad de orienta-
todo, una respuesta a una solicitud muy diver- ción para el ordenamiento de políticas a partir
sa e insistente de los usuarios del Informe de de un indicador de alcances y utilidad ya esta-
Desarrollo Humano Perú 2002. En aquella oca- blecidos. Todo ello en un panorama de incerti-
sión, se hizo el cálculo de un IDH provincial dumbre respecto a la posibilidad de tener in-
que nos obligaba a redefiniciones y estimacio- dicadores distritales del desarrollo dada la
nes indirectas e igualmente mucho trabajo pre- errática suerte de la disponibilidad de infor-
vio de generación de datos longitudinales y mación del sistema estadístico del país, espe-
ajustes transversales para asegurar coherencia cialmente respecto a las posibilidades de un
en los resultados. Esta vez se ha llevado este censo nacional.
método hasta extremos distritales, que tienen La tarea estadística va mucho más allá de
controles provinciales y departamentales en las la elaboración de datos, que es su lado opera-
ocasiones en que es esto posible. tivo, y tiene sus propias exigencias técnicas e
La aventura de la estimación indirecta de incluso científicas. Su curso se debate entre las
los indicadores integrantes del IDH (esperan- dos riberas que aquí se presentan: tratar de
za de vida, matriculación, alfabetismo, ingre- aproximarse cada vez mejor a conceptos
sos) en la escala distrital, es un riesgo aun a usualmente difíciles de reducir, y cuando se
pesar de los controles. No se tiene ahora ni si- tiene ya un indicador reconocido, tratar de
quiera confianza en las estimaciones oficiales ampliar sus alcances, a las circunstancias im-
del volumen de la población en los distritos, puestas por la realidad y con la mayor trans-
ante la ausencia de los censos nacionales co- parencia posible.
rrespondientes al 2000, lo cual reduce la esta- Esta Sección Especial es un intento, una al-
bilidad del conjunto de cálculos, en especial si ternativa, que pretende sobre todo ser útil. Y
se trata de distritos pequeños. Respecto al con- dentro de este terreno de la utilidad, basta que
junto de indicadores que integran el IDH, lo sea una incitación, una provocación, no sola-
que se ha hecho es recoger las tendencias de mente a su uso sino también a su debate.
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El algoritmo del desarrollo humano
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Desde la perspectiva de Amartya Sen, las capacidades (capabilities) pueden ser interpretadas como habilidades y potencia-
lidades que tienen las personas y los derechos (entitlements) en el sentido de derechos de uso o dominio que tienen las
personas sobre canastas de mercancías (Jürgen Schuldt, 1996).
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el IDH es un indicador de impacto o de resul- acuerdo a sus aptitudes, entre los 18 y 25 años.
tados, a través de los niveles alcanzados en En dicha edad, las personas comienzan a va-
cada una de estas variables, las cuales inciden lerse por sí mismas y deben tener un empleo,
en dimensiones diferentes y complementarias. que se constituye en un medio y un fin para el
En el caso del ADH, el objetivo es captar el desarrollo humano y que dura hasta la edad
cumplimiento social en la dotación de los sa- de la jubilación. A partir de ese momento las
tisfactores más importantes a lo largo del ciclo personas debieran dejar de trabajar, no sola-
vital. Para tener una estrategia de desarrollo mente porque se hacen menos productivas,
humano, las sociedades deben cumplir con sino porque tienen derecho a una vejez sin pre-
ofrecer una base material mínima y accesible ocupaciones, con un bienestar asegurado.
que es la plataforma para la igualdad de las Sin embargo, deben seguir disfrutando de su
oportunidades. Es decir, debe permitir para experiencia y transmitiendo su sabiduría a las
todos la disponibilidad adecuada de una can- siguientes generaciones.
tidad más amplia de satisfactores: alimenta- Es cierto que esta división es metodológi-
ción, salud, educación, ingresos y otros medios ca, pues muchos de los problemas están inte-
más que sostengan la equidad y la libertad de rrelacionados. Por ejemplo, la educación no ter-
elección. Medir el avance en la consecución de mina el día que la persona sale del colegio o
esta plataforma es la idea base del algoritmo universidad y comienza a trabajar. La verdad
de desarrollo humano. es que en el trabajo se aprende haciendo y en
la medida que se progresa laboralmente se re-
quiere de mayor capacitación y conocimientos
LOS COMPONENTES DEL ALGORITMO mayores. Por ello, independientemente de la
DEL DESARROLLO HUMANO (ADH) 2 variedad de modalidades y fuentes, se puede
tener hasta tres etapas educativas. La educa-
Una propuesta de desarrollo humano debe in- ción predominantemente familiar, que los ni-
corporar el conjunto de objetivos, acciones y ños reciben durante su crianza; la educación
organizaciones que permiten a una sociedad regular, escolarizada, que los prepara para su
generar un proceso de desarrollo humano sos- desempeño económico, y la educación que se
tenible. Este algoritmo permite ordenar las ac- adquiere a través del trabajo y la interacción
ciones, las políticas, la organización económi- social, inclusive una vez jubilada la persona.
ca y las iniciativas que apuntan a proporcionar En realidad la esencia del desarrollo humano
los satisfactores3 que permiten lograr el desa- pasa por el aprendizaje y el conocimiento per-
rrollo humano, partiendo de realidades loca- manente.
les, regionales y nacionales distintas. También la salud va asociada con la educa-
El algoritmo debe tratar de resolver los pro- ción y la vivienda. Es evidente que las personas
blemas esenciales de la vida humana en socie- con bajos niveles educativos tendrán más difi-
dad: alimentación, vestido, salud, vivienda, cultades para conocer y entender mejor los pro-
empleo, jubilación. Para ello es necesario enten- cesos alimenticios, los mecanismos de salud pre-
der cuál es su secuencia, la duración de cada ventiva y curativa. Viceversa, las personas con
problema, los satisfactores, es decir, los medios buena salud podrán estudiar y educarse mejor.
para alcanzar los fines del desarrollo humano y De la misma manera viviendas con buenos sis-
la organización socioeconómica más adecuada. tema de servicios instalados en ellas, mejorarán
Durante toda la vida es necesario tener ali- las posibilidades de tener una buena salud.
mentación, salud y vivienda. A partir de la ni- La seguridad social, cualquiera que sea su
ñez comienza el proceso educativo que no de- estructura pública, privada, formal o informal,
bería detenerse prácticamente hasta que las es muy importante que exista y se perfeccione.
personas se jubilan o mueren. Lo ideal es tam- El riesgo y la incertidumbre de no tener conti-
bién que las personas dispongan de un empleo, nuidad en la satisfacción mínima de las nece-
una vez concluida su formación regular, de sidades son propios de las sociedades en desa-
2
Según la primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española, el algoritmo es un “conjunto ordenado y finito de
operaciones que permite hallar la solución de un problema” y según la segunda acepción es un “método y notación en las
distintas formas del cálculo”. El sentido en que se utiliza el término en este Informe debería cubrir tanto una visión social
institucional como una fórmula o índice de medición del desarrollo humano.
3
Se entiende por satisfactores no solo los bienes y servicios que permiten cubrir necesidades materiales y espirituales, sino
sobre todo aquellas formas de organización económica, política y social que contribuyen a la satisfacción de necesidades
humanas. Para una más compleja definición, ver Max-Neff (1993).
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El algoritmo del desarrollo humano
rrollo. Frente a ello son necesarios mecanismos, mite el desarrollo personal del individuo, uti-
o mejor, sistemas integrales de protección so- lizando sus capacidades y dándole un sentido
cial contra los riesgos de enfermedad, acciden- social y humano a su vida. Por ello, el empleo
tes, desastres naturales, desempleo, desampa- adecuadamente remunerado y protegido, es
ro. Tal es la razón de la presencia de la decir, el empleo decente, es un factor impres-
seguridad social dentro del algoritmo de cindible para el desarrollo humano. Aparte de
desarrollo humano. generar ingresos para el individuo, el trabajo
Pero no todas las personas logran iguales es la piedra angular de la libertad, no solo por-
niveles de desarrollo humano. Tómese dos que permite acceder a los satisfactores sobre la
ejemplos. Aquellos que tienen una vida incom- base del esfuerzo propio, sino también porque
pleta —que son los que han tenido mala ali- permite la realización del individuo como
mentación, bajos niveles educativos y poca se- miembro útil y activo de una sociedad. Obvia-
guridad social— solo logran un nivel de mente, siempre que el trabajo no sea una im-
desarrollo humano bajo y a menudo viven posición de las circunstancias económicas o
menos. Los que tienen una vida completa tie- políticas.
nen acceso a una mejor calidad y cantidad de El ciclo vital determina los elementos que
satisfactores, en consecuencia, logran vivir más las personas necesitan en cada momento. El de-
tiempo y llegan a tener un desarrollo humano sarrollo humano sigue este ciclo, es decir, tie-
mayor4 . ne una fase expansiva hasta un punto de ma-
La meta del desarrollo humano es que cada yor realización, a partir del cual comienza a
persona que está en niveles bajos pase a nive- declinar. La ubicación de los pueblos en el pro-
les altos. Pero, como es conocido, es fundamen- ceso de transición demográfica, y por consi-
tal que las personas cubran completamente sus guiente las pirámides de edad de sus poblacio-
necesidades en los primeros años de la vida, nes, tiene a su vez sus propios ciclos que alteran
pues su calidad futura depende mucho del gra- la demanda de servicios sociales esenciales. La
do de desarrollo físico, intelectual y afectivo demanda de vivienda y alimentación se inten-
en esos años. Esto significa ciertamente que el sifica en los momentos altos de crecimiento
desarrollo humano es acumulativo. Aquellos natural. La demanda educativa es mayor en las
que tienen vidas incompletas tienen más bajos poblaciones jóvenes que a su vez exigen ma-
niveles de desarrollo humano, no han comple- yor atención materno-infantil. En los periodos
tado su educación, no accedieron a un empleo intermedios, como el que corresponde al Perú,
que los provea de suficientes recursos para la concentración de población en edades me-
ellos y sus familias. Aquel que tiene una vida dias acentúa la necesidad de puestos de traba-
completa, en cambio, y muere de viejo, alcan- jo, en especial si la capitalización y acumula-
za un nivel más alto de desarrollo humano, en ción internas son lentas. Y en poblaciones
especial si el sistema social le ha permitido el adultas, con peso importante de la tercera edad,
ahorro y el acceso a servicios que le brinden el requerimiento de un sistema de pensiones
una vejez decente. adecuado y el propio perfil de las enfermeda-
Cada una de las etapas y metas se logran des se altera obligando a una nueva configura-
con distintos medios y satisfactores, que deben ción del sistema de atención de la salud.
estar al alcance de las personas. La igualdad Para una buena administración de recursos
de oportunidades, condición esencial del de- es esencial conocer la pirámide de edad y la
sarrollo humano, solo es posible si todas las distribución por género a nivel regional y lo-
personas logran satisfacer sus necesidades cal, pues el perfil correspondiente al agregado
materiales y espirituales (alimentación, salud, nacional puede ser absolutamente inadecuado
vestido, vivienda, educación, empleo, seguri- para las poblaciones rurales y centros pobla-
dad), según la edad que tengan. El trabajo es, dos pequeños que se encuentran en las fases
sin embargo, la actividad clave del desarrollo iniciales de la transición demográfica.
humano, pues por un lado, permite acceder a Desde esta perspectiva, para que el proce-
los satisfactores y tener las “condiciones bási- so de desarrollo humano tenga lugar se requie-
cas del desarrollo humano”, pero por otro, per- re que las sociedades locales, regionales y na-
4
Vivir, dice Iguíñiz citando al padre Gustavo Gutiérrez, es hacerlo hasta el final. Y añade“ la vida es concebida como multi-
dimensional, pero esa característica hace más importante aún el hecho de que se recorte. Después de todo, es esa complejidad
la que se acaba antes de tiempo” (Iguíñiz Echeverría, 2003, pág 31).
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cionales estén organizadas para resolver cua- dad de cobertura de las demandas de atención
tro problemas esenciales: más urgentes de las personas como base del de-
• El acceso a los satisfactores (alimentación, sarrollo humano.
vivienda, vestido, salud, educación). El ADH sería entonces un indicador de im-
• Desarrollar la base material para la produc- pacto, de comprobación de los avances en el
ción y provisión de satisfactores. camino hacia el desarrollo humano. La idea es
• Generar el entorno institucional y legal para que si tenemos indicadores apropiados para
que las personas interactúen libremente. cada una de los satisfactores esenciales de la
• Fomentar la cultura del desarrollo huma- vida, y esos indicadores reflejan metas conci-
no, como medio y fin de la organización sas y sus cumplimientos, integrándolos de
social. manera correcta se dispondría de un indicador
conceptualmente robusto en términos de su
A su vez, existen tres vías para acceder a teoría, metodología y utilidad.
los satisfactores: A la vez, la propuesta insiste en la flexibili-
• A través de ingresos generados en los mer- dad para la selección de indicadores. Para una
cados. misma variable, se supone, pueden haber di-
• A través de la provisión de bienes y servi- versos indicadores de importancia, y pueden
cios que efectúa el Estado. darse alternativas sin que por ello se pierda la
• A través de la acción colectiva o comuni- fidelidad a los objetivos. Esta es una ambiva-
taria. lencia implícita de la recomendación del PNUD
de utilizar el concepto IDH en las aplicaciones
La premisa esencial en una estrategia de subnacionales pero no necesariamente sus in-
desarrollo humano es que el acceso a los satis- dicadores exactos, dadas las condiciones que
factores sea integral y universal. Es decir, es pueden ser impuestas por las fuentes o las cir-
necesario organizar la sociedad local o regio- cunstancias locales.
nal para que sea capaz de suministrar alimen- Aceptemos como propuesta un ADH en el
tación, salud, vestido, vivienda, educación y que se utilicen los siguientes indicadores y
seguridad social a toda su población. Es nece- poblaciones base para los respectivos compo-
sario aclarar que la sociedad en su conjunto, nentes 5:
no solo el Estado, debe organizarse para sumi- • Vivienda: paredes de material noble y po-
nistrarlos. Obviamente, en muchas localidades blación total.
y regiones es el Estado el que lidera y organiza • Salud: atención por profesionales de salud
a la sociedad; no obstante ello, no debe enten- de la última enfermedad o accidente y po-
derse que el Estado es el que suministra todos blación total.
los satisfactores. El desarrollo humano es el re- • Alimentación: ingreso familiar mayor que
sultado de una buena organización de la so- la canasta alimentaria y población total.
ciedad, liderazgos claros y democráticos, am- • Educación: estar asistiendo a estudiar o ha-
plia participación de la gente para la solución ber culminado estudios superiores y pobla-
de sus problemas y persistencia en los objeti- ción de 5 a 64 años.
vos de largo plazo. • Empleo: proporción de la población con
empleo adecuado (en horas e ingresos) y po-
blación de 25 a 64 años.
EL ADH POR DENTRO: • Jubilación: filiación a un sistema de pensio-
ESTRUCTURA, VENTAJAS Y nes (como aportante o jubilado) y población
APLICACIONES de 65 y más años.
5
Un mayor detalle de las condiciones de procesamiento impuesta a cada indicador parcial para la aplicación que se hace un
poco más adelante, se halla en el Anexo Metodológico.
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edad para el cual son aplicables los indicado- objetivo, c) calcular un ADH ponderado
res. Se puede optar por criterios diversos cuan- por los costos unitarios aproximados del
do se enfrenta circunstancias diferentes (¿qué avance hacia el objetivo máximo, la cober-
es material noble en la selva tropical?). Más tura 100, d) apreciar el conjunto, los tres
aún, dentro de un componente dado, por ejem- indicadores ADH 7.
plo, la vivienda adecuada, puede haber enfo- • También hay que ser rígidos en mantener
ques diferentes respecto a la inclusión o no de la simplicidad y facilidad de comprensión.
la propiedad o de las variables que definen lo Hay muchas tentaciones de convertir los in-
adecuado (por ejemplo, servicios básicos); las dicadores de impacto en combinaciones
definiciones de empleo adecuado son muy di- complejas, inmanejables y con resultados
ferentes entre países de manera que lo único difíciles de explicar y menos de servir de
que pueden estar guardando en común es la orientación y objetivo. En nuestra opinión,
denominación; algo parecido sucede con los lo deseable es un indicador simple para
regímenes de jubilación. En fin, es casi iluso cada componente.
establecer normas precisas para la elección de
los indicadores o para las definiciones operati-
vas de cada uno de ellos. Las ventajas de la formulación propuesta
Lo importante es tener un ADH claramen-
te definido, en las mejores circunstancias de Dadas las condiciones impuestas al indicador,
coherencia, disponibilidad y simplicidad que el proceso de formulación ha tenido vigente el
puedan determinarse en cada país. Esta diver- propósito de cumplir con los requerimientos
sidad debe darse como un hecho aceptado so- que se considera debiera tener todo indicador.
bre todo porque tal flexibilidad es de hecho una El ADH, pues, cumple con las obligaciones de
ventaja y una necesidad para ir generalizando los buenos indicadores en el área social. Se ha
su aplicación en los diversos países. considerado las siguientes:
Pero no todo es flexible, de otra parte. Hay • Sustento teórico. El ADH no obedece a una
puntos esenciales que deben ser conservados: selección arbitraria, sino que tiene una ex-
• En primer lugar, los componentes. Ellos son plicación común a todos los indicadores
los que corresponden al ciclo vital y los sa- y está directamente asociado al paradigma
tisfactores básicos del desarrollo humano. del desarrollo humano.
En el mundo de la investigación social hay • Aplicabilidad práctica. El algoritmo cum-
muchas variables e indicadores, y muchas ple con establecer una correspondencia en-
de ellas tienen connotaciones positivas aso- tre la concepción teórica y el establecimien-
ciadas al bienestar. Pero interesan las esen- to de políticas. Eso es así porque responde
ciales para el desenvolvimiento de la vida a una necesidad específica, el seguimiento
en términos del desarrollo humano. del desarrollo humano, y porque se relacio-
• En segundo lugar, la estructura aritmética na con “sectores”de la política social que tie-
inicial. Lo que se mide es la cobertura (en nen instituciones propias y responsabilida-
porcentaje) dentro de los rangos de edad des establecidas.
definidos. Si son todos porcentajes, los lí- • Simplicidad. Si bien pueden crearse indi-
mites teóricos estarían entre 0 y 100, y el cadores complejos, recurriendo inclusive a
promedio es el ADH, que también tendría sofisticaciones estadísticas, para fines del
límites teóricos entre 0 y 100 6. Calculadas seguimiento del bienestar, un indicador de
las coberturas en cada uno de los indica- fácil comprensión y cálculo es más recomen-
dores, puede optarse por a) obtener el dable8. En el algoritmo, el concepto que lo
ADH como un promedio simple, b) obte- sustenta no tiene dificultades para ser ex-
ner un ADH ponderado para la población plicado, se trata de la cobertura de las ne-
6
El rango de 0 a 100 del ADH es solamente teórico, no real, según se discutirá más adelante.
7
En el Anexo Metodológico se desarrolla con más detalle las ponderaciones de los indicadores.
8
Esta es una observación pertinente. Las aplicaciones complejas para la generación de un indicador resumen suelen igual-
mente responder a los casos de modelos explicativos, cuando son la variable dependiente. O bien, puede tratarse de situacio-
nes sumamente exigentes en precisión sobre un número finito de variables como en las aplicaciones clínicas, biológicas o de
las ciencias físicas. La complejidad en las ciencias sociales no mejora el “espacio” explicativo por la infinidad de variables en
el campo social, sus diferentes niveles de relación, su variabilidad en el tiempo. Ello, además de la poco sutil diferencia
determinada por el hecho que las “unidades experimentales” de la sociedad toman decisiones por su cuenta, limita la predi-
citibilidad.
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cesidades básicas del ciclo vital, y todos sus ponente de la educación) y el ingreso per
componentes, así como su resumen, el pro- cápita (el componente del acceso a los bie-
pio ADH, varían entre 0 y 100. Solamente a nes). El riesgo crítico del IDH, de carácter
partir de este esquema pueden darse las endógeno, es que la esperanza de vida y las
variaciones9. variables de logro educativo tienden con el
• Flexibilidad. Manteniendo los grandes tiempo a concentrarse, a converger, mien-
componentes, pueden definirse convenien- tras que permanece alta la dispersión del in-
temente los indicadores en función de las greso. El ingreso per cápita, derivado del
fuentes disponibles, siempre y cuando se PIB, tiene a su vez problemas de compara-
tenga una buena relación entre los indica- bilidad, y no está disponible para niveles
dores y los objetivos. El ADH, como el IDH, locales. Sin embargo, el IDH tiene todavía
está abierto a las disponibilidades de infor- suficiente vigencia, y cumple además con
mación, desde luego, sin abandonar una co- ser un instrumento fundamental en el se-
herencia elemental. guimiento de la realidad internacional. El
• Disponibilidad. Las encuestas de hogares ADH, por su parte, es una buena opción
casi siempre pueden proporcionar un ADH. para el seguimiento de las políticas inter-
Pero si se incorpora en los censos, o se re- nas de los países, que a su vez se reflejarán
fuerzan éstos con estadísticas administrati- a futuro en los IDH nacionales.
vas, es posible que se obtenga ADHs para • Posibilidad de usos adicionales. Aun si se
las desagregaciones amplias o aplicaciones mantiene los componentes y variables, pue-
particulares a nivel de las poblaciones pe- de utilizarse otros indicadores derivados
queñas. (que no sean porcentajes) funcionales a nue-
• Permanencia. Es poco sensible a variacio- vos objetivos, como la aplicación que se hace
nes erráticas, pero sí recoge las tendencias más adelante a la desigualdad de género.
de las inversiones sociales y las políticas
favorables al desarrollo humano, especial-
mente en espacios regionales y locales. Este Restricciones y alcances
equilibrio entre lo coyuntural y lo estructu-
ral, le da buenas posibilidades como instru- Como contrapartida a sus ventajas para la eva-
mento de seguimiento. luación y seguimiento de poblaciones, el ADH
• Inmunidad a los problemas monetarios. La no es un indicador para individuos que pueda cal-
variable ingreso está insumida en los cál- cularse para cada persona edad, sexo o índice
culos de canastas familiares, y éstas se de sus fortalezas corporales. Las variables que
construyen sobre situaciones y valores co- se corresponden y son pertinentes para los in-
rrientes. dividuos tienen la ventaja práctica que pueden
• Funcionalidad al diseño de políticas. El ser cruzadas con cualquier otra característica
ADH, como resumen, es un ordenador je- de las personas, pero igualmente pierden po-
rárquico. Al ser “desplegado” permite eva- tencia para el análisis de los grupos sociales, a
luar y diferenciar políticas en áreas esen- los que es más forzado adjudicar característi-
ciales, así como los actores responsables de cas de personas, como edad, sexo, habilidades
aplicarlas: ministerios, agencias multinacio- u opiniones10.
nales, concejalías, organizaciones privadas. Los indicadores asociados al ciclo vital,
• Complementariedad con el IDH. Como sa- como el de este caso, no pueden ser de indivi-
bemos, el IDH es el indicador de desarrollo duos, por el hecho obvio que nadie puede es-
más utilizado de los que ha formulado las tar en varios grupos de edad a la vez. Son apro-
Naciones Unidas. Se trata de una combina- piados para colectivos, pero en esta
ción de la esperanza de vida al nacimiento característica reside también su aplicabilidad
(el componente es la extensión de la vida), política. La política se hace para grupos huma-
el alfabetismo y la matriculación (el com- nos, generalmente localizados territorialmen-
9
Nótese que podría mantenerse la lógica de coberturas y la estructura porcentual y también intentar tener varios indicadores
al interior de cada componente, pero ya se abandonaría la simplicidad y se terminaría arribando a una especie de inventario
de indicadores.
10
El ADH también podría ser calculado en términos de cualquier clasificación útil para las familias, pero seguramente con el
costo de mayor complejidad, sin mayores ganancias analíticas. Si se intentara el cálculo de un ADH familiar, tendría que
corresponder al promedio de cobertura de las variables pertinentes de cada miembro de la familia, pero cuya utilidad habría
que estudiar con mayor detenimiento, en la medida que no es común que se definan políticas sociales de corte familiar.
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Se sigue observando, pues, que los departamentos desfavorecidos están en la Sierra (especialmente del sur) y Selva, mien-
tras que los resultados relativamente positivos se concentran en el litoral y especialmente en Lima o en departamentos coste-
ros pequeños con centros de trabajo importantes, como Moquegua y Tacna.
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el ADH los mismos objetivos del IDH, es decir do más prolongado de la existencia teórica de
el desarrollo humano, pero en una versión que la vida. Pero la capacidad del entorno social y
permite una identificación más clara de las económico se traduce a su vez en la disponibi-
prioridades en el gasto para asegurar mejores lidad de recursos materiales para las familias.
políticas internas en el gasto social. Con vida más prolongada, mayor producción
Nuestros indicadores tienen dos elementos y políticas públicas que permitan que el creci-
comunes y decisivos: la extensión de la vida y miento se traduzca en mejoras para todos se
la disponibilidad de recursos materiales. Am- tendrá una cobertura más amplia de los reque-
bos son explícitos en el caso del índice de de- rimientos vitales: con más IDH se tendrá más
sarrollo humano, mientras que están implíci- ADH.
tos para el algoritmo, que los traduce en Es importante entender además que los sa-
términos de necesidades en el ciclo vital. En tisfactores no aumentan por acción exclusiva
efecto, la principal ausencia es la ausencia de de la beneficencia, los subsidios o la acción
vida. Mientras ésta no se extinga y se prolon- implícita del Estado, sino por una combinación
gue, más posibilidades tiene la sociedad en su de las acciones de las personas —empresarios
conjunto de resolver problemas sociales. y trabajadores— y de los gobiernos. Es el es-
La “masa vital” se potencia interactuando fuerzo conjunto de los actores lo que determi-
en la pugna por obtener el bienestar, y las máxi- na el progreso social, y si no se da de manera
mas capacidades se dan en la adultez, el perio- simultánea, no será eficaz. Mejorar la salud, la
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vivienda, la alimentación o cualquier otra ne- mentos que tienen una cobertura de menos de
cesidad básica de cualquier población, depen- 10%: Cajamarca (3,1%), Ayacucho (3,8%), Huá-
de del esfuerzo en el trabajo de su población nuco (4,3%), Amazonas y Ancash (5,1%), Tum-
laboral, de la adopción de riesgos por parte de bes (5,3%),San Martín (5,5%), Puno (5,8%) y
sus empresarios, de la adecuación de políticas Huancavelica(6,4%). Esto significa que en dichos
expresas de sus dirigentes políticos. La obser- departamentos, desde luego coincidentes con el
vación de las coberturas, por tanto, no es una menor desarrollo humano y mayor pobreza, más
exigencia al Estado, sino la compulsación del del 90% de ancianos se hallan desprotegidos en
funcionamiento idóneo de la sociedad12. la edad en que se considera deberían dejar de
trabajar. A nivel de todo el país, podría decisrse
de modo más simple que tres de cada cuatro per-
Los riesgos sociales, ¿cuáles son más graves?, sonas en edad provecta no tienen protección de
¿cuáles indican mayor desigualdad la seguridad social. En las zonas rurales, los cen-
geográfica? tros poblados más pequeños y dispersos, la des-
protección puede ser casi total, del orden del
Se comenzará por ver, en términos generales, 95%, mientras en las ciudades se acerca al 60%.
cuáles son los riesgos sociales más cubiertos y Hay causas concurrentes para esta situación.
cuáles menos, sin dejar de tener en cuenta las En principio, está la baja tasa de asalariados a
particularidades de la medición. Como punto nivel nacional. Institucionalmente, la seguridad
de partida, se muestra de inmediato las coor- social en materia de pensiones fue establecida y
denadas con ejes del IDH, que es esencialmen- desarrollada bajo el supuesto de una presencia
te una medición de su extensión, tomando la extendida de relaciones salariales y con el mo-
media nacional y de otra parte, para la disper- delo bismarckiano original —como en su for-
sión, la variabilidad, medida entre los depar- mulación política a través del Informe Beverid-
tamentos. ge en la Inglaterra de la posguerra— de la
La apreciación de estos datos muestra un coparticipación estatal, laboral y empresarial,
orden de urgencias —desde la baja cobertura con principios universales y solidarios. La se-
con mucha desigualdad hasta su contrario— guridad social fue concebida bajo el supuesto
que se descubrirá de manera algo más deteni- de una amplia dominación de las relaciones sa-
da, como llamado de atención a los enfoques lariales, propia del desarrollo industrial euro-
usuales que determinan las políticas sociales. peo en los siglos XIX y XX. La frustración del
modelo industrial, así como la supervivencia e
La situación apremiante de la jubilación incluso desarrollo creciente del trabajo infor-
mal, al margen de la estructura productiva
La menor cobertura, la variabilidad más alta 13 moderna en el sentido de la generación de eco-
y seguramente la necesidad social más apre- nomías de escala, está en la base de la baja co-
miante en el futuro, es la jubilación. En otros bertura de las pensiones.
términos, para la atención de pensiones, defi- A esta incompetencia estructural se ha su-
nida como la pertenencia activa a un sistema mado la transición demográfica. En el caso de
de pensiones o la recepción de una pensión las pensiones, su demanda estuvo poco presio-
para las personas de 65 o más años, las cober- nada en tanto que la esperanza de vida era baja
turas son más bajas que en el resto de indica- y pocas personas llegaban a la edad de jubila-
dores, y además, son también más elevadas las ción. La ampliación de la duración de la vida,
diferencias entre los departamentos. sin embargo, ha creado una demanda no aten-
La jubilación es, pues, la necesidad social dida de pensiones de jubilación dado que la
fundamental menos atendida. La tasa nacional población de 65 y más años es creciente y lo
es solamente 23,8%, pero hay nueve departa- seguirá siendo todavía por varias décadas.
12
Por tal motivo, cuando se evalúan dichas coberturas en el ADH, no se hace en función de la oferta del Estado, sino del
conjunto de disponibilidades públicas y privadas. Incluso en los costos se tiene en cuenta la disponibilidad más amplia de
educación y salud, por ejemplo. Ver en el anexo estadístico la descripción de indicadores del ADH.
13
La variabilidad está medida con el coeficiente de variación (CV), medida relativa (la desviación estándar respecto del
promedio de los datos) que permite una lectura uniforme de la dispersión de los datos. Aunque es una apreciación con dosis
subjetiva, como regla práctica se considera como bajo un CV porcentual menor a 25-30%, medio hasta el 50-60% y alto por
encima de ese valor. Aplicado a las variables en los departamentos, los CV obtenidos fueron 77,8% para la jubilación, 73,9%
en vivienda, 38% en alimentación, 31,6% en empleo, 18,5% en salud y 7,4% en educación. Los CV según el tamaño de los
centros poblados son ligeramente menores, pero se mantiene el mismo ordenamiento.
193
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
194
El algoritmo del desarrollo humano
En el censo de 1972, habitaban el Perú 13,5 Ambas presiones, la del subdesarrollo que
millones de personas y de ellas algo más de 520 limita las relaciones laborales asalariadas y la
mil, el 3,9%, tenía 65 o más años. Treinta años de la transformación de la pirámide de edades
después solamente, en el 2002, había más del que amplía las demandas jubilatorias, actúan
doble de jubilados (1millón 310 mil, que signi- ya y lo seguirán haciendo, en el mediano pla-
ficaban el 4,9% de una población total de 26,7 zo al menos, en contra de la cobertura de aten-
millones). Para el 2020 falta menos de tres lus- ción de las edades mayores. Ambas razones son
tros, y habrá casi 2,5 millones de personas de estructurales e independientes del sistema de
65 o más años (el 7% de una población de 34 financiamiento y de la administración14. Se pa-
millones), es decir, que casi se habrá duplica- sará de una mayor proporción de asalariados
do respecto a este momento. Y si llevamos las y una menor proporción de ancianos a la si-
proyecciones al 2050, se verá que nuevamente tuación inversa, y ésta se complicará casi inexo-
la demanda se agudiza: se requerirán pensio- rablemente.
nes para 6,7 millones de personas, el 16% de La primera o más inmediata opción es in-
una población de 43 millones. dividual y consiste en la prolongación de la
14
Téngase muy en cuenta esta afirmación. El problema de pensiones no se limita a su desfinanciamiento, sea en el sistema de
reparto con administración estatal o de capitalización individual con administración privada, ambos con sus respectivos
argumentos favorables y también pasibles de críticas muy serias y experiencias desalentadoras. Tampoco se debe directa-
mente a la fuerte caída de los salarios, que limitan o eliminan el ahorro, o a la falta de ética en el manejo de los fondos de
pensiones. Estas variables actúan de manera más directa en el sentido de limitar el monto de las pensiones —que no deja de
ser grave— pero no tanto en la cobertura del sistema, que es el problema de mayor envergadura y el menos atendido.
195
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
actividad laboral más allá de las edades nor- El empleo y la influencia social de la demografía
madas para la jubilación. De hecho, es un fe-
nómeno observado de manera creciente en Para tener mejor criterio en los aspectos demo-
áreas urbanas, puesto que en el área rural ha gráficos relativos a las demandas sociales, es
sido secular. Tanto la ocupación como el dese- útil recordar la evolución de la ola demográfi-
mpleo no solamente se van incrementando ca nacional. Se entiende por ola demográfica
para estas edades, sino que se hacen más in- al desplazamiento en el tiempo de un volumen
tensos, incrementando la oferta laboral y ac- extraordinariamente alto de población, cuyo
tuando en contra de los niveles salariales. Tam- centro es la cúspide de las tasas de natalidad
bién se debe tener en cuenta que a pesar de las en los mediados de la década de 1960.
ventajas de la experiencia laboral, las personas Esta ola presionó primeramente la atención
de edad mayor son discriminadas en el empleo materno infantil y el sistema escolar, con re-
puesto que los empleadores tienen preferencia sultados conocidos: en la atención de salud,
por las edades intermedias o adultas. tasas de mortalidad sumamente elevadas en
Otras alternativas para resolver el proble- llas décadas de 1960 y 1970, y en la educación,
ma de la gran masa desprotegida de personas un deterioro de calidad asociado a la reducción
de la tercera edad son escasas y poco debati- de las horas lectivas y de inversión en la edu-
das. Tradicionalmente, la atención de estas cación pública —desde la década de 1970 has-
personas estuvo a cargo de la familia o de la ta la actualidad— para poder acoger en dobles
comunidad y los pocos ensayos realizados para turnos a las crecientes masas de población en
resolver este tema, sobre todo en áreas rurales, edad escolar. Nótese, por ejemplo, que esta ola
inciden especialmente en sistemas comunales ha llegado a la educación superior en las déca-
y de compromiso familiar15. En la medida que das de 1980 y 1990, con el resultado de una ex-
la desarticulación familiar y comunal sean pansión —comercial, barata y de mala cali-
mayores, las posibilidades de siquiera plantear dad— de la cantidad de población involucrada
una red efectiva de protección a la tercera edad, en este nivel de estudios.
especialmente en las áreas más pobres y retra- También desde la década de 1980 también,
sadas, serán menores. y hasta la actualidad, la presión demográfica
Puede interpretarse que la razón de fondo se instala en las edades activas. La cúspide de
de la baja cobertura de la jubilación es la mala nacimientos de mediados de la década de 1960,
calidad del empleo. Es precisamente el empleo, tiene en el periodo 2000-2005, entre 35 y 40
además, la segunda necesidad social elemen- años. Es decir, que la demanda creciente se ubi-
tal desatendida, en términos de la proporción ca en el centro de las edades activas (15-65
de empleo adecuado que se brinda en el país16. años). Nunca como en la actualidad, el Perú es-
El empleo es el segundo “delator” de las tuvo en el deber de ofrecer tanto empleo y las
ausencias sociales en el Perú. Cerca de tres de tasas de crecimiento del volumen e intensidad
cada cuatro empleos, en términos de las medi- de la población económicamente activa son las
ciones oficiales, no son satisfactorios en tiem- máximas, y comenzarán a decrecer recién a
po y sobre todo en ingresos, para la población partir de los siguientes lustros 17.
entre 25 y 64 años. Bien podría decirse que las Es obvio que el país no ha podido sopor-
causas estructurales son las mismas que expli- tar esta presión y que la secuela de subempleo,
can el déficit de pensiones, tanto por la influen- informalidad y bajos ingresos tiene una fuen-
cia demográfica como por la propia estructura te explicativa en el ámbito demográfico. Pero,
del subdesarrollo nacional. como en el caso de las pensiones, también en
15
Ver información amplia al respecto a través del programa Infocus sobre Seguridad Socioeconómica (SES) de la Oficina
Internacional del Trabajo y en Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS).
16
La definición de subempleo que se utiliza en este ADH acumula el desempleo por horas (trabajo involuntario de menos de
35 horas semanales) y el desempleo por ingresos (según la redefinición de 1996, ingreso involuntario por debajo de la mitad
de una canasta de consumo exógenamente determinada por INEI, lo que da un nivel de alrededor de US$ 120/180 mensuales
de ingreso, según las áreas y departamentos). Posteriormente, en el 2003, el INEI han omitió la medición de subempleo por
ingresos y sus cifras de subempleo se refieren solamente a la fracción de subempleo por horas, que es alrededor de un tercio
del total. El MTPE, en cambio, mantiene ambas mediciones.
17
Lo propio puede decirse de la cantidad de jubilados. El conjunto de los sistemas suma ahora alrededor de 500 mil personas,
pero esta cifra era un tercio inferior hace diez años y dos tercios menos (150 mil) al comenzar la década de 1980. Nótese
también —en la figura ADH3— que las demandas “de toda la vida” (vivienda, salud y alimentación) se incrementan de
manera uniforme
196
El algoritmo del desarrollo humano
197
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
Recuadro ADH 1
18
Sobre este punto es muy explícito el Objetivo 8 de las Metas del Milenio adoptadas por las Naciones Unidas (cf. PNUD
2003).
198
El algoritmo del desarrollo humano
19
En el cuadro del ADH departamental puede notarse cómo se incorporan al grupo de bajas coberturas, cuando se trata del
empleo, ya no solamente los departamentos altamente rurales de la Sierra, sino también departamentos con altas proporcio-
nes urbanas como La Libertad, Piura y Ancash, además de extenderse los déficits hacia el resto del interior del país. También
es notoria la disminución de las diferencias entre jubilación y empleo, entre centros poblados mayores y menores.
199
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
no progrese. Hay más posibilidades de que ocu- clima puede relativizar la importancia del ce-
rra lo primero, no solamente porque el desarro- mento, el fierro y el ladrillo, no puede susti-
llo puede ser lento pero es más probable que tuir la evolución hacia estos materiales como
una involución que afecte la estructura prome- símbolo de progreso familiar y social, reempla-
dio de las viviendas, sino porque también la ten- zando otros materiales.
dencia es creciente, especialmente, porque los La alimentación, por su parte, es posible-
costos reales de la construcción con material mente la variable del ADH que más fácilmente
noble son decrecientes. puede ser asociada al criterio de pobreza, en la
Una consideración adicional: la vivienda, medida que el indicador utilizado es en la prác-
complementada seguramente con el mobilia- tica un indicador de ingresos. El valor obteni-
rio, los aparatos domésticos y el confort, es el do de cobertura (quienes superen con el ingre-
símbolo del estatus social por excelencia, y des- so familiar una canasta alimentaria básica) de
de luego tiene una escala básica, desde los 58,9%, es intermedio entre la proporción de no
materiales desechables hasta el material noble pobres extremos (45,5%) y la de pobres del INEI
en todos los lugares y climas. Así, aunque el (77%) para el año 2002, debido a diferencias de
Recuadro ADH 2
Carbón y diamante
Fuentes: Portal de UNESCO, Lima, Perú. Diarios El Comercio (15 de marzo del 2004) y PERÚ21 (17 de marzo del 2004).
200
El algoritmo del desarrollo humano
20
Ver al respecto INEI 2004a. En los cálculos del INEI para estimar la pobreza, el ingreso considera subsidios y la línea de
pobreza no es alimentaria sino de consumo total. Si se hicieran los ajustes, los resultados serían coincidentes.
201
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
pecialmente las neoplasias, no solamente son lucran con la amplia demanda de formación de
insuficientes sino también caros y aíslan a los cantidades crecientes de jóvenes cuyo único
pobres, tanto por el expediente de la selección medio de progreso social se restringe a la posi-
por el costo como por el de la atención selecti- bilidad de culminar una carrera profesional.
va de los casos que se considera con mayores
posibilidades de curación. Un tercer resultado, Ampliando las lecturas del ADH
igualmente adverso, es el aprovechamiento
mercantil de la atención de salud, cada vez más Esta revisión de resultados de los componen-
extendido e intenso. tes en el ADH, tiene también una posibilidad
En el caso de la educación, el contraste en- de lectura horizontal. Es decir, respecto al per-
tre la atención extendida y la ausencia de cali- fil de las carencias que determinan políticas
dad es bastante más conocido. La educación alternativas. Para ello debe considerarse sola-
pública, que atiende a cuatro quintas partes de mente como punto de partida el ADH que pro-
todos los escolares, se ha deteriorado intensa- viene del promedio simple, por el hecho de que
mente, afectando seriamente los resultados implícitamente adjudica la misma ponderación
educativos. El nivel de inversión por educan- a cualquiera de los riesgos fundamentales, lo
do es ínfimo y lo delata cualquier indicador. cual podría ser —no necesariamente— un cri-
Puede tratarse de la ínfima cantidad de horas terio arbitrario. Y se dice no necesariamente
lectivas anuales, como de la escasez de infra- porque, siguiendo el razonamiento del ADH,
estructura o el bajísimo nivel de las remunera- las variables de incidencia vital, fundamental,
ciones del magisterio nacional, que a su vez no deberían requerir que se les pondere para
repercute muy seriamente en su calidad profe- ser combinadas.
sional. En conjunto, la calidad del sistema ha Sin embargo, se ha calculado alternativa-
colapsado, al punto de haber sido declarado mente, primero, una ponderación en función
oficialmente en emergencia, lo cual es más un de la población afectada, es decir, del denomi-
reconocimiento que una medida con efectos nador de cada indicador, y luego, una ponde-
prácticos. ración en función al costo unitario de la cober-
La situación educativa tiene, por supuesto, tura de cada necesidad en términos
como en el caso de la salud, efectos adiciona- individuales (que son los del cálculo). Nótese
les sensibles. A primera vista, debe reconocer- que el ADH ponderado por costos incluye el
se el denodado esfuerzo de maestros de esca- ponderado por la población, pero tiene már-
sos salarios e inclusive insuficiente formación genes más amplios de subjetividad (en la asig-
intelectual, para compensar mediante su voca- nación de costos medios, que es lo que se ha
ción de servicio las deficiencias del sistema y hecho en este caso) o de complicación (en la
preocuparse, especialmente en los niveles bá- asignación de costos por departamentos y sus
sicos, por brindar una atención adecuada. En áreas, si se siguiera este camino)21.
la educación, como en la salud, se viene dando En los resultados —ver el cuadro al inicio
también el encarecimiento del sistema públi- de este capítulo— se observa que el ADH pon-
co, cada vez menos gratuito, al punto que se derado por la población afectada otorga ma-
mantienen tasas elevadas de deserción escolar yor incidencia a las variables de vivienda, sa-
que filtran a los pobres deteniendo sus posibi- lud y alimentación (que son de toda la vida),
lidades de ascenso social a través de la forma- luego a la educación y al empleo, y en menor
ción. Igualmente, el sistema educativo se vie- grado, a la jubilación.
ne mercantilizando y perdiendo sentido social, El ADH ponderado por los costos de aten-
especialmente en los niveles medios y superio- ción, por su parte, da una prioridad mayor a la
res, donde han proliferado instituciones que alimentación, una importancia intermedia a la
21
Otro ejercicio ejecutado ha sido considerar también un ADH de menor exigencia, en el sentido de reducir la calidad del
material de la vivienda para incluir paredes de adobe, tapia o madera; en salud, la atención por personas con conocimiento
empírico (hueseros, curanderos, yerberos) y limitar la educación a personas entre 5 y 24 años. El resultado lógico es que los
índices se elevan en este indicador más “complaciente”, pero con intensidad muy variada, alterando el ordenamiento origi-
nal de manera significativa. Hay mejoras altas del rango para el caso de Tumbes (12 lugares), San Martín (8), Loreto y Piura
(7), por evidente efecto de la variable vivienda, en un contexto en el que los otros indicadores están alrededor del promedio
nacional. Descienden, en cambio, Apurímac (8 lugares), Cajamarca, Cusco y Huancavelica (6), todos departamentos pobres
en los que la “ganancia” por el material de la vivienda no es tan importante como en el resto de los departamentos. Las otras
variables tienen efecto, es decir, contribuyen a un índice ADH más alto, pero en menor medida y, además, de manera más
homogénea.
202
El algoritmo del desarrollo humano
vivienda, jubilación y empleo, y una de menor mercado, como fuentes de política para el de-
orden a la salud y educación. sarrollo humano. El ADH, con mayor razón si
Con diferentes intensidades, los departa- se afina su estimación tanto en los niveles de
mentos más pobres son lógicamente deficitarios aplicación (desagregándolos) como en el afi-
en todos los ámbitos de la política social. Tal es namiento del cálculo (por ejemplo con mejo-
el caso de Amazonas, Cajamarca, Huánuco, Lo- res estimaciones de costo, diferenciadas), tie-
reto, Piura, Puno y San Martín. Pero resulta lla- ne posibilidades importantes de ser un
mativo que departamentos reconocidos como orientador permanente de política.
pobres superen a la media nacional en las co-
bertura de salud y educación, que como se ha
venido insistiendo, tienen deficiente calidad de El ADH y la desigualdad de género
atención pero ésta se halla extendida. Así, su-
peran a la media en educación Cuzsco, Ucayali La desigualdad de género es una de las inequi-
y Pasco, en salud, Huancavelica y Ancash; y en dades que más obstaculiza el desarrollo huma-
ambas variables, Apurímac y Ayacucho. Una no y que se ejerce en todos los planos de la vida,
primera conclusión es, entonces, la necesidad de como también a lolargo del ciclo vital22. La uti-
dar calidad, contenido real, a las políticas fun- lidad del ADH como evaluador de la atención
damentales de salud y educación, como para social debería entonces brindar la posibilidad de
que pueda decirse que están actuando de ma- aproximarse con mejores elementos a las carac-
nera definitiva —no solamente “estadística”— terísticas de estas desigualdades, al conocimien-
en la superación de la pobreza. Para esto se re- to de sus dimensiones, a la propuesta de políti-
quiere además de cobertura, intensidad y efi- cas y al ensayo metodológico.
ciencia. Hasta ahora el Estado ha optado mu- En el cuadro siguiente se intenta una eva-
cho más por la “presencia”que por un efecto luación básica de estos objetivos. Para lograrlo
profundo y persistente. se han calculado primero los ADH para hom-
También se puede afirmar que si bien los bres y mujeres y a continuación el cociente en-
departamentos de mayores carencias son casos tre ambos. En la medida que este cociente se
de necesidades extendidas, ello no significa que aproxime a uno estaría indicando equidad en
se deje de exigir prioridades. Fundamentalmen- los logros. Cuando se aleja por encima de uno,
te, en la jubilación, el empleo y la vivienda, que señala la intensidad de las ventajas masculinas,
son los componentes de menores valores al in- y en cuanto desciende de la unidad, la de las
terior del ADH, con lugares intermedios en el ventajas femeninas en el logro de los satisfac-
costo y con elevado impacto sobre el conjunto, tores sociales. Tal medida ponderada por po-
tanto en la generación de los recursos (empleo), blación tiende a la igualdad dado que concede
como en lo social (vivienda y jubilación). Si se más peso a las variables universales (vivienda,
tiene que optar por una determinación de prio- salud y alimentación) en las que la tendencia
ridades, pasado el piso de la salud y la educa- hacia la equiparidad es marcada, ya que hom-
ción, seguramente las políticas acertadas están bres y mujeres, en familia, tienden a tener co-
en dar mayor productividad al empleo, atacan- berturas semejantes. En cambio, la ponderación
do el conjunto de factores. por costos, al dar mayor importancia a la edu-
El caso de los departamentos con mejores cación, pero sobre todo al empleo y la jubila-
ADH no es totalmente diferente, en la medida ción, muestra mejor las diferencias. El ADH cal-
que los niveles generales del indicador no son culado como promedio simple de los
satisfactorios y que todo apunta hacia el eje del componentes es, nuevamente, solo referencial.
empleo como prioridad. Pero al tener mejores
indicadores en salud y educación, las preocu- ¿En qué departamentos es mayor la inequidad de
paciones se trasladan hacia la seguridad de la género? ¿Dónde es menor?
vivienda y a la previsión social, traducida como
la necesidad de ampliación de la cobertura de De manera muy directa, esto debería ser res-
la jubilación. pondido por el cociente de los ADH pondera-
Existen, en lo social, políticas alternativas dos por costos. ëstos indican que los valores
y diversos grados de incidencia de Estado y más altos están en Pasco (1,61), Lambayeque
22
Ver en PNUD-Perú 2002, el capítulo “Las desigualdades de género en el Perú constataciones y desafíos”.
203
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
204
El algoritmo del desarrollo humano
(1,59), Puno (1,58), Huancavelica (1,57), Callao La jubilación es la variable que señala de
(1,53), y Moquegua (1,50). También que los de- manera más notoria la desigualdad de género,
partamentos con valores menores son los de entre las que componen el ADH. La posibili-
San Martín (1,21), Tumbes (1,22), Loreto (1,25), dad de tener una pensión depende del hecho
Tacna (1,34) y Ancash (1,34). de haber aportado durante el tiempo de traba-
No hay ninguna revelación especial en es- jo a un fondo de jubilación, y esto significa tam-
tos datos para quienes han venido estudiando bién haber trabajado, pero principalmente ha-
el tema de la inequidad social por género. Ésta ber establecido una relación laboral en el sector
se da en departamentos ricos y pobres, serra- asalariado, privado o público24. La presencia de
nos, costeños o selváticos, atrasados o con ma- la jubilación, por ello, patentiza la discrimina-
yor progreso. También sucede así con la “me- ción que se ejerce en el mercado laboral y que
nor” inequidad, que en realidad es menos alta. evita una realización más amplia de las muje-
Las relaciones entre inequidad y pobreza, o res. En el mercado, las mujeres deben vencer
áreas geográficas, son bajas, pues el fenómeno barreras para su acceso, dada su mayor carga
tiene fundamentos estructurales profundos que de labores domésticas y de crianza en la cultu-
afectan al conjunto nacional. ra tradicional, y para acceder al empleo formal
Otro dato, aun más contundente, es que los un tiempo suficiente como para hacerse acree-
valores de este indicador (ADH hombres/ADH doras a una pensión de jubilación.
mujeres) son altamente parecidos entre sí, in- La menor tasa de jubilación, de otra parte,
clusive cuando se comparan los centros pobla- denota las dificultades de las mujeres en un pe-
dos de muy diversos tamaños23. La disparidad riodo temporal medio que ubicada alrededor de
de género es alta —por ejemplo 1,41 en el pro- una o dos generaciones antes. Puede decirse que
medio nacional para el indicador que se utili- es un reflejo del pasado, o más propiamente, del
za— y además generalizada de manera bastan- atraso en el pasado, o de diferencias muy mar-
te uniforme, para lo que se observa usualmente cadas de empleo en el presente. Esta observa-
en los estudios sociales. Está presente en la ca- ción se hace más patente cuando se ve cuáles
pital del país, que se parece al promedio, está son los departamentos que poseen las desigual-
en las áreas rurales y en las áreas urbanas, está dades más altas en las proporciones de jubila-
en las comunidades y en las metrópolis. Pero ción: Moquegua, Apurímac y Pasco tienen pro-
se puede avanzar más aún en el ADH, buscan- porciones de 10 a 1, Junín y Amazonas alrededor
do cuáles de los componentes muestran mayor de 10. También son muy altos Huancavelica, An-
diferenciación. cash y Puno. Excepto los casos de Pasco y Mo-
quegua, en los que puede decirse que se siente
Las grandes explicaciones están en la dinámica el impacto del empleo minero dominante en la
económica región y típicamente masculino, todos los otros
casos son los mismos departamentos pobres de
Salta fácilmente a la vista que las diferencias siempre: hay allí menos empleo formal y me-
de valores se deben a las variables jubilación y nos jubilaciones, pero mucho menos jubilacio-
empleo, es decir, que son éstas las que patenti- nes de mujeres, posiblemente, en su mayoría,
zan más la desigualdad entre hombres y muje- del sector público en educación y salud.
res. Que las variables económicas estructura- Los valores menos altos de las despropor-
les, de funcionamiento, no son solamente la ciones entre la jubilación masculina y femeni-
causa del atraso como país, sino también una na, son los de San Martín, Loreto y Ayacucho,
causa fundamental de la inequidad de género, y en segundo plano con valores entre 2 y 3,
es una vieja hipótesis. Lo que estos resultados Ayacucho, Arequipa, Huánuco y Lima. Es di-
hacen es simplemente afirmarla, mostrar sus fícil arriesgar interpretaciones en estos casos,
dimensiones y apreciar cómo se distribuyen en dada la diversidad de realidades. Uno podría
el espacio. inclinrse a pensar que lo dominante es la pre-
23
Los coeficientes de variación porcentuales son para los cocientes de los ADH simples, ponderados por población y ponde-
rados por costos: 6,6, 4,7, y 7,6%, respectivamente en el caso de los departamentos. Y de 2,2.,1,8, y 5,7 %, en el caso de los
poblados clasificados por tamaño. En todos, los casos se consideran valores bajos, que indican poca dispersión.
24
Existen además pensiones de viudez e invalidez que afectarían a las personas de 65 años, y podrían distorsionar, a favor de
las mujeres (debido a que tienen mayor esperanza de vida y hay más viudas que viudos) esta comparación, pero el efecto es
marginal.
205
Informe sobre Desarrollo Humano / Perú 2005
sencia casi única del sector público como em- contra la mujer, que es la demostración más
pleador formal y provisor de pensiones, excep- patética de la incultura y del abuso —transver-
to en Lima, donde sí existen desde hace buen sal también a todos los estratos sociales y a to-
tiempo empresas formales modernas que dan dos los tamaños de localidades— no está con-
empleo a mujeres. tenida en el ADH, porque la estructura de este
La segunda fuente de diferencias de géne- indicador está restringida a los aspectos esen-
ro es el empleo. Es pertinente recordar aquí que ciales del ciclo vital. Puede aducirse que sí lo
se trata de la proporción de empleo adecuado están las variables de su fundamento estructu-
respecto a todas las personas de 25 a 64 años, ral, que en buena proporción son la llave para
es decir, omitiendo la población juvenil. En la cambiar la situación.
población juvenil —como se muestra en el In- La desigualdad en el acceso al empleo ade-
forme sobre Desarrollo Humano 2002 del cuado es una causa básica del abuso masculi-
Perú— las diferencias de los niveles de empleo no, al facilitar la sujeción de las mujeres al po-
entre hombres y mujeres son leves, y por lo der económico de sus parejas, en nombre de
tanto estos cocientes de ADH muestran las eda- su propia seguridad vital y de la de sus hijos.
des en las que las diferencias ya son notorias. Esta desigualdad de oportunidades sí es direc-
Hay más hombres en el mercado laboral, tamente proporcional al subdesarrollo o a la fal-
especialmente entre los trabajadores ocupados, ta de desarrollo humano. Es por ello muy salu-
por las ya mencionadas barreras progresivas. dable que dicha desigualdad sea menor en las
Primero, en la distribución de tareas en el ho- regiones de mayor progreso, y también —como
gar, luego, asociada a lo anterior en el grado y se mostró en el INDH 2002— entre las nuevas
calidad de la educación alcanzada, también en generaciones, lo que permite esperar su des-
el acceso a los empleos más estables, con sufi- aparición en el futuro próximo.
cientes horas de trabajo y remuneraciones. Este La igualdad en el empleo es un gran paso
conjunto termina reflejado en el indicador de en la lucha por la equidad de género, pero la
empleo que utiliza el ADH. progresiva eliminación de sus fuentes y de la
En menor dimensión, también la educación discriminación expresa que todavía persista, no
muestra disparidades a favor de los hombres, resolverá en su totalidad el abuso, presente en
pero leves, con la excepción particular de todos los estratos sociales.
Huancavelica, donde la proporción entre la co- La superación de las versiones violentas de
bertura masculina y la femenina es de 1,25. En este abuso reclama un cambio cultural sustan-
la práctica, puede afirmarse que en el terreno cial que ha venido ya dando en todo el mun-
de la educación —para las edades entre 5 y 64 do. El cambio cultural suele ser más difícil que
años— la batalla por la igualdad está casi ga- el de las políticas sociales y económicas, pues
nada25. tiene raíces ancestrales y se transmite de gene-
Los indicadores que se ha denominado uni- ración en generación. En cada familia debe pro-
versales —vivienda, salud y alimentación— en ducirse el quiebre de las posiciones machistas
el sentido de estar calculados para todas las en la formación de los niños, en la asignación
edades, no indican diferencias de género. Hom- de roles en la actividad hogareña cotidiana, en
bres y mujeres viven en las mismas casas, bajo la adopción de valores universales de solidari-
el mismo techo y comen con el mismo presu- dad, equidad y paz que se pongan en acción.
puesto familiar, siendo casi igualmente pobres La gran mayoría de gobiernos ha venido
desde este punto de vista26, y se atienden casi reconociendo este esfuerzo y afirmándolo ins-
con la misma frecuencia por personal médico titucionalmente. Pero es claro que resta mu-
cuando se enferman, con cierta ventaja para las cho por andar aún. Lo propio puede decirse
mujeres, posiblemente por efecto de la atención de la comunidad internacional, y en especial
de la maternidad. de las Naciones Unidas, que han promovido
Las dimensiones de la inequidad, por su- la equidad de manera amplia y decidida, como
puesto, son mucho más amplias. La violencia lo confirma, en su mayor nivel, la Cumbre de
25
Debe notarse que al limitarse la edad hasta los 64 años se eliminan las diferencias creadas por el analfabetismo en la tercera
edad, que es casi totalmente femenino.
26
Si bien hay una leve diferencia a favor de los hombres (el promedio nacional es 1,02), ésta podría ser simplemente un efecto
de los errores muestrales, y lo propio podría decirse para la vivienda ( promedio 0,95). Pero a la vez —insistimos que a través
de este indicador— los resultados proponen revisar el discurso sobre la feminización de la pobreza, que es más una acusación
contra las mujeres que una demostración de su abandono.
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El algoritmo del desarrollo humano
Anexo ADH
Descripción de Indicadores
Alimentación Ingreso familiar mayor a la canasta alimentaria Todas 26 513 547 1,5 dólares diarios por persona durante 70 años 37 800
Salud Atención por personal profesional médico de la Todas 26 513 547 70 años de seguro de salud de 200 dólares anuales 14 000
última enfermedad
Vivienda Paredes de material noble Todas 26 513 547 Aporte para vivienda de material noble urbanizada 20 000
Educación Estudia o ha concluido estudios superiores 5 a 64 22 177 443 Seis años de estudios secundarios o superiores 9 000
Empleo Empleo adecuado por horas e ingresos 25 a 64 10 685 282 100 dólares mensuales adicionales durante 40 años 48 000
Jubilación Aporta a un sistema de pensiones o recibe 65 o más 1 636 446 Aporte a la pensión de 200 dólares durante 180 36 000
pensión meses
Nota: Los criterios y precios que se utilizan en la definición de los indicadores y en las ponderaciones son arbitrarios, y solamente se utilizan para ejemplificar
esta propuesta.
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