Se construyó entre 1638 y 1641 y se incorporó al convento de los Trinitarios
españoles.
Borromini fue un maestro en manipular los espacios pequeños.
La fachada, alta y estrecha, tiene elegantes curvas y sus ventanas cóncavas y convexas le dan un ritmo cambiante. Está dividida en seis compartimentos y un portal.
Cuenta con una cúpula ovalada decorada con hexágonos y octágonos y un