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Tomasinos
La gota que reboza la copa (ya que siempre dejamos que una gota rebase la
paciencia para demandar) ha sido el despido masivo de docentes de la facultad
de sociología, y la degradación laborar de algunos otros al rebajar su contrato a
medio tiempo, o simplemente a hora clase, (aunque existen rumores que en
otras facultades también se esta presentando la misma situación me limito a lo
que conozco). Estas maniobras burocráticas son institucionalmente posibles e
irrefutables en términos legales, en el sentido que la institución tiene la libertad
de renovar, o no los contratos de los docentes, y de según la evaluación interna
de cada facultad, modificar el tipo de contrato de los docentes que siguen
vinculados a dicha institución. Pero para mi lo legal en este caso no es lo que
interesa, lo que me interesa abordar es lo ético, ¿tiene un decano mediocre en
su gestión, la autoridad para decir qué docente es bueno y qué docente es
malo? En éste punto específico me quiero centrar para hacer una reflexión
personal (pero estoy seguro que no solitaria) sobre dicha situación entre otras.
1. Quisiera saber en primera instancia ¿bajo qué parámetros un decano de
facultad hace una evaluación acerca de la pertinencia de que un docente
presente una asignatura dentro de dicha institución?, y mas aún, ¿qué
parámetros se están utilizando dentro de la institución para la escogencia y
permanencia de decanos?, donde por ejemplo, no es un secreto que la gestión
del señor Rondón ha sido un “fiasco” y ha dejado mucho que desear, pero que
aun así ha estado en su cargo por más del periodo permitido.
Por ultimo y dejando muchas cosas en el aire, les informo que marzo del
próximo año es un mes de vital importancia, pues existe la posibilidad de un
cambio en la figura de decano de la facultad, desde la opinión de este
estudiante inconforme, creo que es claro el papel que todos debemos jugar en
la construcción de academia y de facultad, compañer@s, esta bien todo lo que
hemos logrado desde nuestra gestión como estudiantes (pues los procesos
que siguen en pie dentro de la facultad son sostenidos únicamente por la labor
de los estudiantes y de algunos docentes comprometidos con la Sociología),
sin embargo también el sociólog@ tiene que abrir espacios de debate
propositivo donde por medio de evaluaciones objetivas respecto a resultados
obtenidos, se deben revisar si alguien merece seguir en cabeza de un
proyecto, o si por el contrario es incompetente para seguir realizándolo, y por
ende, qué propuestas como estudiantes tenemos para el mejoramiento de las
problemáticas aquí planteadas.