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Luis D.

Rivero

HARAKIRIS (y otras formas de mirar bajo la piel)


Palabras clave:
arte contemporáneo, cuerpo en el arte, violencia, obsceno, harakiri
Keywords
contemporary art, body in art, violence, obscene, harakiri

Resumen
Empeñado en conceptos como lo abyecto y obsceno, el arte contemporáneo más trangresor ha tratado de abrir
las vías de acceso al interior del cuerpo. De este modo el sexo, la enfermedad, la violencia y la muerte se han
representado una y otra vez con el objetivo de reflexionar sobre su existencia imprescindible, a pesar de tratarse
como tabúes sociales. Sin embargo todo quedó en un simulacro escenificado. ¿No será entonces el harakiri la
apoteosis de la acción artística?
Abstract
Contemporary art has been determined to reflect on abjection and obscenity. Trying to open the paths to the inner
body, art has shown sex, illness, violence and death with the aim of reflecting on its indispensable existence,
in spite of being taboo in society. However everything was finally a just pretending scene. Won’t be harakiri the
apotheosis of artistic action?

harakiri. (Voz japonesa). 1. m. Forma de suicidio ritual, practicado en el Japón por razones de honor o por
orden superior, consistente en abrirse el vientre.

SOBRE ESA NECESIDAD DE AHONDAR es el despertar de la inquietud, la superación


EN LO HUMANO. del miedo a lo desconocido, el entendimiento
de lo hasta entonces incomprensible.
La mayor necesidad del hombre a lo largo
de la historia es la de su autocomprensión, a Y la piel es la frontera número uno, la más
todos los niveles. El misterio de lo oculto y/o cercana e importante, la frontera vivida por
desconocido ha sido y será uno de los mayo- cada ser en primera persona toda su vida. La
res resortes del avance científicio y del pensa- frontera que marca la imagen con la que vivi-
miento. Consciente de la existencia de puntos mos, el exterior al que nos enfrentamos y el
límites, de fronteras, de opacidades tras las que interior que sentimos y no alcanzamos a ver.
no se atisba lo que hay detrás, el hombre ha
De una manera literal o simbólica el hom-
tratado de ir expandiendo éstas en su desarro-
bre ha ido trazando pasos con los que ac-
llo cultural, en su desarrollo del conocimiento
ceder a ese interior, a ese abismo que nos
ético, estético, teórico y científico.
permite vivir y nos castiga a morir, que nos
No existe posibilidad de obviar el secreto, recuerda su presencia desde el goce y el su-
parece que el único objetivo de su existencia frimiento. Con timidez o sutileza, ingenuidad

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o violencia, el hombre se ha decidido a cido, por imposiciones teológicas o por
explorarse, a abrirse en canal para tratar arrojado humanismo, el cuerpo siempre
de comprenderse con mayor plenitud. fue considerado ente sacro, único, bajo
en comparación al alma, pero constituido
Una vez más el arte ha sido su más
como unidad indivisible, materia opaca,
fiel compañero en este empeño. Capaz
impenetrable. Tan sólo la circunstancia
de presentar, representar, copiar, cons-
extrema de la enfermedad hacía atisbar
truir, crear, investigar, simular... el arte
el dinamismo de su interior, el fluir de sus
ha tomado el cuerpo como la base física
humores. Aún más negativamente, sólo
y estética desde la que se desarrolla la
en el caso de la llegada de la muerte,
vida, nuestra herramienta de acción, tar-
fue poco a poco considerado como ob-
jeta de presentación, objeto de estudio,
jeto de estudio, ya extinguida la vida. Y
sujeto investigador.
las lecciones aprendidas fueron pocas
Y si la piel es la frontera, la imagen que pero provechosas, como lo debió ser la
reflectamos, el contenedor que aglutina impartida por el Dr. Tulp según la lectura
nuestro interior, la bolsa que lo recoge de Rembrandt.
y le da forma, no quedará más remedio
La anatomía precisaba del arte. El arte
que rasgarla para acceder a la oscuridad,
en su empeño en la búsqueda de las di-
viscosidad, humedad e informidad de los
mensiones perfectas, del canon, se había
mecanismos que nos permiten vivir.
convertido desde hacía tiempo en el per-
Más allá de cristianismos y cartesia- fecto aliado de la ciencia médica, de la
nismos, separaciones de lo matérico e comprensión de lo acontecido en y sobre
intangible, existe en el hombre una nece- el cuerpo.
sidad psicológica, mental, casi sentimen-
Pero son el siglo XX y lo que va de
tal, de meter el dedo en la llaga, imaginar
XXI los que se han encargado, gracias
lo etéreo del alma, cuestionarse sobre el
al enorme desarrollo de la tecnología, de
fluir de la sangre, preguntarse por la ma-
darnos muy diversas visiones y puntos
teria que nos da el peso, la forma, y la in-
de vista de lo que hay debajo de nuestra
formación que transita en nuestro apara-
piel. Los rayos X, la ecografía y demás
to nervioso, los conceptos que se hacen
técnicas consiguen convertir por prime-
eco en nuestro cerebro.
ra vez en la historia lo invisible en visible,
UNA MIRADA CIENTÍFICA: ANATO- acercándonos al conocimiento definitivo
MÍA, MICROSCOPÍA Y RAYOS X. de aquello de que estamos constituidos.
El cuerpo se ha convertido así en algo
El arte a lo largo de la historia huma-
tendente a la transparencia1, dejando la
na ha ilustrado filosofía y ciencia, casi sin
medicina de ir a remolque de la represen-
distinción. Así Miguel Ángel del mismo
tación artística para abrirse campo con
modo retrató el espíritu del hombre en
técnicas meramente científicas que han
los rotundos músculos de sus escultu-
modificado enormemente la concepción
ras que dejando a sus personajes sin el
humana sobre el cuerpo.
arropo de la piel, como es el caso de su
San Bartolomé deshollado en la Capilla 1 Hasta llegar a la desnudez del hueso como avisa el título del libro
Sixtina. Por simple miedo a lo descono- de KEVLES, Betyam, Naked to the bone: medical imaging in the
twentieth century. Reading, Mass.: Addison Wesley, 1998.

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La microscopía nos ha hecho enten- ofrecernos en un mesa perfectamente
der que no estamos formados sino por preparada para un banquete (Deep throat,
pequeñas unidades llamadas células. El 1996) el dudoso espectáculo de la explo-
desarrollo de la ingeniería genética ha ración endoscópica como plato, sin duda
llegado más allá, reduciendo el misterio de mal gusto. Todo ello para advertirnos
humano a la lectura de códigos matemá- del poder de penetración de la ciencia y
ticos, lenguajes inscritos en cadenas de los medios sobre lo más íntimo que aún
ADN que terminan por determinar hasta guardábamos, el interior de nuestro cuer-
el más mínimo detalle de nuestro orga- po. El viaje entre las oquedades forma-
nismo. das por órganos, tejidos y jugos no deja
de ser una muestra de aquello que nos
Si hubo un tiempo (y fue mucho) en
forma por un lado de forma fría: al modo
que los estudios artísticos determinaron
médico de la asepsia y el distanciamien-
la visión de nuestros tejidos, hoy es la
to; por otro sensacional, al estilo del es-
ciencia pura, la que a la vanguardia nos
pectáculo televisivo del morbo en que no
ha suministrado un arsenal de imágenes
hay frontera que separe lo que se pue-
a diferentes niveles y con diversos có-
de mostrar al público y lo que queda al
digos visuales para alimentar el conoci-
resguardo de nuestra intimidad. Hatoum
miento de nuestro interior.
es sutil y directa de un modo paradójico:
Algunos artistas han tomado nota de consumimos nuestra propias bajezas en
éstos. Así, Andrés Serrano, en paralelo al el espectáculo diario que supone asistir
neobarroquismo de sus retratos de muer- a un informativo a la hora de la comida.
tos en la serie La morgue, descendientes Curiosamente, la cámara en nuestro inte-
directos de la lección de Tulp rembrand- rior no parece sino mostrarnos “paisajes”
tiana, parece emular las fórmulas visua- más cercanos a la ciencia ficción que al
les del microscopio para acercarnos un hogar, produciendo el extrañamiento.
punto de vista casi abstracto sobre los
Pero de vuelta al barroquismo con-
fluidos que forman el cuerpo en su serie
temporáneo al final siempre quedará la
Fluids (1989-1990), bien sean éstos san-
muerte, y con ella la autopsia y la mor-
gre, semen, leche u orina.
gue. A ella acude Andrés Serrano para
Otra técnica, la radiografía, ha ahon- ahondar en el esteticismo inquietante
dado en la concepción de que no seamos del cuerpo ya inerte, sea por la causa
más que piel y huesos, haciéndonos a que sea. El cuerpo ausente de vida es
día de hoy nada sorprendente la visión paradójico: moral, científica y psicológi-
del esquema óseo que nos mantiene en camente aporta la facilidad de la ausen-
pie. Ana Mendieta, rememorando el có- cia del riesgo, de la imposibilidad de ir “a
digo radiográfico, recuerda el memento peor” que siempre angustia en la mesa
mori barroco proyectando sobre su cuer- de operaciones. Sin embargo, y por otro
po la figura de un esqueleto. No es esto lado, ese cuerpo no hace sino nutrirnos
más que un recordatorio contemporáneo de preguntas que ahondan en el misterio,
de lo fugaz de nuestra existencia, de lo el de la vida humana y el lugar de su au-
reducido de nuestra materia más básica. sencia. La inquietud es innegable: quién
fue el personaje anónimo que sucumbió a
Mona Hatoum será la más radical al

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su llegada. ¿Qué vida se escondería tras en la inocuidad de lo extremadamente
él? Cada muerte nos rememora la impor- limpio e inodoro, la ciencia se desmarca
tancia de la intrahistoria unamuniana, la de la vida ofreciendo imágenes prefa-
del humilde personaje que sin embargo bricadas que nunca darán luz a los más
parece ganar notoriedad tras su ausen- profundos misterios del hombre a pesar
cia. Todo esto quizás sea provocado por de abrir su piel. Y el arte vuelve a hacer-
la proyección de nuestro miedo a lo des- nos ver la contradicción: Wim Delvoye
conocido, quizás no sea más que la mera plasma en Lick (2001) un (suponemos)
curiosidad del saber ante quién estamos, apasionado beso reducido al esquema
quizás no más que esa inquietante ener- visual del rayo X. Nunca podremos cali-
gía de la presencia de la ausencia, la no- brar científicamente el deseo.
toriedad que adquieren esos 21 gramos
PENETRAR ES SOMETER
que hay quien dice que se pierden en un
último suspiro. Penetrar (en) el cuerpo es someterlo.
El cuerpo se convierte así en una cues-
Otro fotógrafo, Joel-Peter Witkin, será
tión de poder (con lo que tendremos que
otro esteta de la muerte, otro creador de
tener en mente las teorías del biopoder
composiciones neobarrocas, “freaks”,
de Foucault); el campo de batalla (como
del recuerdo del mar al que van a parar
diría Barbara Kruger) que sufre las rela-
los ríos. Pero convencido de que el final
ciones de clase, las relaciones políticas,
“no es lo oscuro”, Witkin será capaz de
ideológicas, sociales, económicas, labo-
obsequiarnos con la ironía egocéntrica
rales...; el cuerpo se convierte en la inelu-
y onanista de Le Baiser (1982)2, en que
dible “topía”, el aquí y ahora desde el que
hasta en el más allá habremos de reco-
habitamos el mundo, la propiedad más
nocer que a quien más queremos es a
preciada que defender.
nosotros mismos.
Acceder al interior del cuerpo se trans-
El profesor Von Hagens, a medio ca-
forma así en una cuestión de control, de
mino entre la ciencia y la barraca de fe-
conocimiento de los mecanismos huma-
ria, lleva ofreciendo desde hace años, y
nos a través de los cuales se produzca
con gran éxito de público, su exposición
una mayor eficiencia en su uso. El avance
Body worlds (1995-) por todo el mundo.
médico-científico estaría destinado a una
Entre el sensacionalismo y la rigurosidad
mayor perdurabilidad del cuerpo como
médica consiguió crear un tipo de “em-
herramienta del sistema, como eslabón
balsamamiento” capaz de hacer perdurar
en la cadena de producción y consumo
los tejidos que forman el cuerpo. Con-
que mueve la rueda capitalista.
vertidos éstos en plástico, el método de
la plastinación nos aleja de la verdad del Así, la prostitución, el trabajo, la re-
cuerpo en descomposición, del cuerpo presión física planteada por ejércitos y
viscoso, corruptible y oloroso que real- métodos policiales, son los modos en
mente llega a su máxima expresión con la que el poder hace visible su control sobre
muerte. Y es que obstinada en la asepsia, los cuerpos, su utilización como medios
productivos, como productos que crean
2 En Le baiser Joel-Peter Witkin utiliza una cabeza diseccionada plusvalías y son violados, golpeados, re-
justo a la mitad de forma vertical juntando los labios de cada parte
para simular un beso. ducidos, penetrados...

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Hacer uso, controlar, conocer, el inte- muy interesantes: declarado tabú, a nivel
rior del cuerpo genera diferencias socia- social nos permite acceder al ámbito de
les y genera beneficios. Por ello las inves- lo privado, de lo reprimido moralmente
tigaciones científicas tendentes al descu- (desde una perspectiva cristiana sobre
brimiento del más interno y oculto de los todo); a lo abyecto (a lo sucio que hay
códigos de funcionamiento del cuerpo en él: el intercambio de fluidos, etc); y a
humano: el ADN, el genoma humano; dan lo obsceno, aquello que ha sido elegido
pie al escepticismo y la oscuridad de un como elemento fuera de lo visible; y, sin
futuro más tendente a lo distópico que lo embargo, y a pesar de todo ello, estric-
utópico. tamente necesario para la supervivencia
de la especie.
El sexo se nos aparece por otro lado
como el método cotidiano de penetración El arte ha sido una de las pocas vías
en el cuerpo. Cargado de simbolismo cul- culturales en que el sexo ha conseguido
tural, el sexo conlleva la aceptación de la salir a la luz, no sin sus convenientes po-
entrada de un ente extraño en el organis- lémicas asociadas. Courbet ya en 1866
mo. Pero aún más, la negación de esta no tuvo reparos en afirmar (y mostrar) de
inmersión en nuestra intimidad puede ser modo explícito la vagina como El origen
“violada” por el ejercicio indiscriminado del mundo.
de la fuerza. El sexo dejará de convertirse
Marcel Duchamp, mucho más tar-
así en fuente de placer para pasar a ser
de, atendió a la vertiente voyeurística
muestra de dominación y sometimiento
que tanta atracción suscita, para hacer
del otro. La denuncia de la agresión so-
al espectador partícipe y convertirlo en
bre el débil será una de las vías político-
testigo de una escena ambigua donde
sociales más pretendidas por body art y
sexo y violencia parecen compartir prota-
arte de acción desde los años 60. El fe-
gonismo. Étant donnés (1946-66) supone
minismo y otros grupos de defensa de la
investigar en la curiosidad que mueve al
minoría social discriminada denunciarán
espectador, obligado a explorar, a utilizar
los abusos del patriarcado blanco, como
la mirilla, el hueco en la puerta, para ac-
explicitará Ana Mendieta en su acción
ceder a la privacidad del “otro”.
Rape scene (1973)3.
Jenny Saville retomará esta corriente
El sexo
en sus pinturas, aunque añadiendo nue-
“Someone wants to cut a hole in you vos contenidos y elementos que harán
and fuck you through it, buddy” hincapié en las relaciones entre los cáno-
nes de belleza habitualmente mostrados
Jenny Holzer4
a lo largo de la historia y combatiéndolos
Pero va a ser el sexo una de las vías a través de la deformación de sus figu-
más utilizadas por el arte a la hora de ras, distorsionadas, extrañas, llegando a
analizar la entrada al interior del cuerpo. la hibridación sexual del hermafrodita en
El sexo ofrece una serie de aspectos algunos casos.

Sobre el acto de penetración y la re-


3 En ella Ana Mendieta, semidesnuda y cubierta de sangre, simuló memoración psicológica de la vuelta al
haber sufrido una violación en su propio apartamento.
4 Jenny Holzer, The living series, 1980-82. útero materno, a la primera casa de que

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disponemos en nuestra vida, a la seguri- en que se invitaba al espectador a mirar
dad del cobijo, reflexionará Niki de Saint su órgano sexual a través de una lente
Phalle en la instalación HON de 1966 amplificadora en una tentativa “científica”
(donde una gran vagina sirve de puerta a de constatar su falta de dientes.
un interior habitable). Algo parecido nos
El porno aparecerá en la obra de Jeff
mostrará Almodóvar en El amante men-
Koons que, en su serie Made in heaven
guante, un corto inserto en su película
(1990), utilizará sus habituales códigos
Hable con ella (2002) que rinde homenaje
para adscribirlos al ámbito artístico, en
al clásico de ciencia ficción El increíble
un modo de provocación y reivindicación
hombre menguante (Jack Arnold, 1957).
de una belleza relegada a la comerciali-
En él el sueño de acceder por completo al
dad de las revistas y el cine. Ampliamente
sexo de la amante llegará a consumarse.
expandido pero socialmente denostado,
Pero si los estudios psicoanalíticos Koons reivindicará el género mostrando
han profundizado en el miedo provoca- escenas de sexo junto a su pareja (la co-
do por el sexo femenino ha sido a tra- nocida actriz porno Cicciolina).
vés del mito de la “vagina dentata”, a la
Martin Creed, por su parte buscará la
castración imaginaria que tiene lugar en
formalización artística del acto sexual de
el acto sexual. Toda una serie de artis-
un modo bien distinto. Jugando con la
tas feministas han tratado de desmontar
escala (trayéndolo a un primer plano) y la
este mito desde finales de los años 60:
descontextualización, el zoom sobre tan
Valie Export con su intimidante Genital
privado momento lo convertirá en monu-
Panic (1969); otras mostrando sin tapu-
mentalmente estético, en un asepticismo
jos lo que durante tanto tiempo se trató
que huye de la realidad del sudor y los
de ocultar: Judy Chicago con Red Flag
fluidos. De este modo Creed reflexiona
(1971); Carolee Schneemann con Interior
sobre la capacidad del medio artístico de
scroll (1975); o Hannah Wilke con What
generar imágenes de valor propio, formas
does it represent? What do you repre-
compositivas a través de la luz y el color,
sent? (1978-84). La puesta en primer pla-
sea cual sea su objeto de representación.
no del sexo femenino se hará de modo
directo, en este caso en forma de vídeo, INTERFACES. COMUNICACIONES
en Multiple orgasm de Barbara Hammer CON EL INTERIOR
(1976), reivindicando el placer femenino
“The mouth is interesting because it’s
para hacerlo monstruoso, en un modo
one of those places where the dry outside
de subversión de los tópicos asociados
moves toward the slippery inside”
al sexo.
Jenny Holzer5
Visibilizar lo oculto y acabar con el
mito de la vagina devoradora será el pro- El interior, aquello no visible, supone
pósito, quizás de un modo más irónico y el misterio: del alma, del espíritu, de la
humorístico, de Annie Sprinkle, antigua oquedad, de los órganos, de las células,
actriz porno decidida a llevar su labor a del ADN...; en todos esos lugares aspira-
un terreno artístico-didáctico. Para ello mos a encontrar las respuestas que nos
mostrará en tour su sexo en Post-porn
modernist (1989-1996), una performance 5 Jenny Holzer The living series, 1980-82.

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den las claves de la compresión del fun-
vías para acceder al interior del cuerpo:
cionamiento del hombre a todos los nive-
Frida Kahlo en el sentimiento de dolor
les, para encontrar, quizás, en todo ello,
provocado por un accidente que fracturó
de una manera u otra, su sentido más
su columna; Hans Bellmer en la ensoña-
profundo, su razón de existencia.
ción de una niña que, abierta en canal,
Si la piel es la frontera debemos en- explora inquieta el mundo que contiene
contrar las vías de acceso hacia el interior (Rose ou Vert la nuit, 1966); Salvador Dalí
tras ella. El cuerpo nos ofrecerá orificios y Luis Buñuel en la paranoia obsesiva del
para ello, lugares fronterizos, aduanas hormiguero que surge en una mano (Un
donde se produce la fusión entre esos perro andaluz, 1929); o Álex Francés ima-
dos mundos separados: boca, nariz, oí- ginando una piel penetrable como barro
dos, ano, vagina. La fascinación llegará aún húmedo en sus fotografías (Funda de
aquí, pues habrá grutas que explorar, a cuero; y Cuero penetrable, 2001).
las que asomarse y percibir la oscura
Otros no querrán imaginar y sí actuar
inmensidad que nos espera. El primer
sobre la piel como materia penetrable y
plano, la inmensidad descontextualizada
moldeable. Stelarc no dudará en some-
que supone la Boca (1929) retratada por
terse a “suspensiones” que pondrán a
Jacques-André Boiffard, nos acerca a
prueba la resistencia de su piel perfora-
ese misterio, alimentado por los códigos
da por ganchos. En la cotidianidad, los
fotográficos. Bill Viola, aprovechando en
piercings y el bodybuilding llevarán esta
este caso los medios del vídeo, parecerá
reflexión a nuestro día a día a través de
coger carrerilla (a modo de alocado trave-
la aplicación de prótesis que perforan y
lling) para adentrarse en el espacio entre
deforman el contorno normal del cuerpo,
los dientes (The space between the teeth,
demostrando no conformase con la ca-
1976). De nuevo gracias al uso del pri-
pacidad de la ropa que vestimos de ac-
merísimo primer plano y su consecuente
tuar como “segunda piel”.
creación de extrañamiento, de una incó-
moda monumentalidad, Janine Antoni re- Las teorías posthumanistas, capaces
tratará la extraña comunicación (de aire de afirmar sin tapujos la obsolescencia
sexual quizás) establecida entre lengua y de lo orgánico en una sociedad plena-
ojo en Mortar and pestle (1999). mente tecnológica, serán las que más
decididamente van a investigar sobre la
Más allá de la utilización de los orifi-
creación de interfaces que permitan la
cios naturales donde adivinamos ya la
comunicación fluida entre los mecanis-
humedad interior, la piel también podrá
mos de comunicación corporales y los
ser perforada, estudiando sus límites,
producidos por la ciencia y la informá-
su capacidad de resistencia antes de la
tica. El objetivo para ello será fundir de
ruptura. Vito Acconci así lo hará en su ac-
modo eficiente la carne con el metal y
ción Trademarks (1970) en que la some-
los nuevos materiales, ampliando las ca-
terá a los mordiscos producidos por sus
pacidades y habilidades del hombre. La
propios dientes, que dejarán sus marcas
pantalla y el ratón del ordenador ya no
sobre la piel.
serán suficientes, por lo que la tendencia
Algunos artistas encontrarán otras llevará a la creación de “entradas” que
conecten directamente cuerpo y tecno-

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logía. El posthumanismo, además de su la descarga y desarrollo del lado inmate-
fuerte contenido filosófico ha permitido rial del hombre (la información contenida
la creación de toda una estética de gran en su sistema nervioso) en soportes in-
presencia visual que ha impregnado li- formáticos, convirtiéndolo de este modo
teratura, cine y arte. En el séptimo arte, en pura energía no sometida a los límites
David Cronenberg será el director que de lo físico.
más ha contribuido a esta estética, en
FLUIDOS
películas donde la carne se funde con los
nuevos materiales tecnológicos en una El desarrollo del arte a lo largo de la
suerte de evolución de carácter vampíri- contemporaneidad ha llevado a la “ane-
co y sexual (Crash, 1996); tendente a la mia” de lo plástico, incapaces pintura
paranoia psicotrópica y la enfermedad y escultura de competir ante la presen-
mental (Videodrome, 1983); o bien a la fu- tación (que ya no representación) de la
sión con realidades virtuales paralelas de carne y los fluidos del cuerpo. Body art y
difícil distinción con la realdiad (Existenz, demás movimientos de arte de acción se
1999). El ordenador y el videojuego han encargaron de romper los tabúes y abrir
colaborado para la inmersión en estas la nueva vía. Lo obsceno, aquello hasta
realidades binarias que bucean en mitos el momento fuera de la escena, accedió
filosóficos antiguos (la caverna platónica) así al arte, relacionándose directamente
para advertirnos de los peligros de una con la reivindicación de la materia, su
fantasía, que en su conseguida aparien- corruptibilidad y caducabilidad, así como
cia sensorial (y gráfica) podría abocar al defendiendo la fusión indisoluble de arte
sometimiento del cuerpo real, en un esta- y vida. La superficialidad de la imagen
do de hibernación paulatino (Matrix, Andy poco tendría que hacer frente a la angus-
y Larry Wachowski, 1999). tiosa presencia física de la materia que
nos da forma y de la experiencia vital a
Artistas como Stelarc o Marcel.lí An-
ella asociada.
túnez profundizarán en estas cuestiones,
el primero tratando de desarrollar una Existía no obstante, el precedente de
ampliación de los miembros y capaci- una pintura desgarrada, capaz de hacer
dades del hombre a través de su Third latir al lienzo a partir de una utilización
hand (1980-1998) o Ear on arm (2006). agresiva de la pintura como material ca-
El segundo investigando en la búsqueda paz de alcanzar la tercera dimensión, de
de una ampliación sensorial a través de rememorar la sensación visceral del ma-
nuevas drogas así como en el desarrollo tadero y la carne aún húmeda. Si Rem-
de exoesqueletos que permitirían una brandt (El buey deshollado, 1655) se
vida artificial (o, al menos, movimiento) considera el iniciador de este camino, el
más allá de la muerte (siendo Réquiem siglo XX aún sacará provecho al método
(1999) la perfomance definitiva sobre este desgarrando el lienzo (Manolo Millares
hecho). sería un ejemplo cercano) o la piel de los
retratados (Francis Bacon).
Todavía más allá, el transhumanismo
se alzaría como teoría aún más radical en Otros optarían por incluir los fluidos
este sentido, defendiendo el abandono corporales como material susceptible de
total del cuerpo y todo organicismo, para ser utilizado de modo pictórico: Marcel

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Duchamp en su Paysage Fautif (1946) mito de los protagonistas que aparecen
así lo hizo con semen. El objetivo era la ante la cámara. Sin embargo la paradó-
reivindicación del valor de los desechos jica utilización de esta acción como ele-
derivados de las funciones del cuerpo. Si mento artístico-estético se acentúa en el
el giro conceptual del arte contemporá- aséptico decorado en el que lo realizan:
neo abría la posibilidad de la utilización un espacio desprovisto de toda clase
de cualquier objeto como arte, una vez de elementos añadidos, sorprendente-
descontextualizado y recontextualizado, mente limpio y totalmente blanco. ¿Una
Piero Manzoni no dudó en utilizar la iro- referencia quizás a la tentativa de alejar
nía para que su Mierda (1961) adquirie- lo repugnante de la realidad del funcio-
ra precio de oro gracias a su enlatado y namiento corporal? ¿Una crítica a lo que
firma como obra original del artista. Si el parece objetivo prioritario, por inútil que
arte actúa como memoria de la presencia sea, del hospital y, aún más, del museo?
en nuestro mundo de “genios”, Manzo- La huída hacia la pulcritud parece impo-
ni decidió que el desecho corporal era la sible para Creed, aún en la tentativa de
mejor manera de corroborar su paso vital la limpieza exhaustiva y extrema.
(y la digestión y excreción es una función
La abyección así ha ido ganando te-
fundamental para la vida) por el mundo.
rreno como concepto sobre el que re-
Shigeko Kubota decidió simular la flexionar, sobre todo a partir de su trata-
utilización del flujo vaginal en Vagina miento teórico por parte de Julia Kristeva.
painting (1965), una reivindicación de la La excrecencia se alza desde entonces
capacidad de la mujer frente al habitual como síntoma de vitalidad, aceptación
dominio patriarcal, tanto a nivel artístico, de la realidad que nos mueve día a día,
social y sexual. Ahora que el sexo y los a pesar del desprecio a que fue sometida
fluidos se hacían eco, la mujer defendía históricamente por la victoria de la moral
de esta manera su territorio. cristiana y el rechazo del cuerpo frente a
la limpieza del alma. Platón fue un corre-
Pero los fluidos corporales tradicio-
dor de larga distancia, y su apología de
nalmente remitieron al miedo a la enfer-
lo intangible tan sólo pudo ser frenada en
medad y la muerte, a la alteración del
parte a la llegada de Nietszche, el gran
mecanismo de nuestros órganos, a un
pensador de lo dionisíaco y del sí a la
posible “error del sistema” que provoca-
vida.
ría la salida a la luz de aquello que debie-
ra permanecer oculto. El fallo digestivo Lo que tantos años fue apartado
conllevaría así al desagradable vómito de la visión del arte se convierte así en
(tanto para el que lo sufre en primera tabú que explorar y mostrar, modo de
persona como para el que asiste a él). La enfrentar al espectador con sus miedos
provocación procurada por el arte más y generar su reacción, aunque ésta sea
revolucionario había tendido además a el rechazo y/o la náusea. La provocación
la búsqueda de la reacción del público, se convierte así en la manera de activar
aunque ello llevara a su repulsa y a la los instintos y desencadenar sensaciones
náusea. Martin Creed parece reflexionar durante mucho tiempo atrofiadas por los
sobre todos estos temas en Sick Film códigos del buen gusto.
(2006). En su película asistimos al vó-

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LA CARNE una vuelta de tuerca al tema de la vanitas
barroca haciéndonos explícito que no
Frente al asepticismo de la medicina
somos más que eso, carne, por mucha
y la hipérbole de los medios de comuni-
vestimenta y sostificación que queramos
cación, el arte trata de volver a hacernos
aportar a la misma. Así, Vanitas (1987) re-
sensibles a la fragilidad del cuerpo, a la
visa estas ideas de la mano de un diseño
putrefacción de la carne, a la viscosidad
de moda fabricado en carne.
de los fluidos, a su olor. El acceso al inte-
rior del cuerpo nos lleva a la contundente La conjunción de arte y carne llegó a
presencia de la carne. Con ella el cuerpo una de sus mayores expresiones gracias
se hace definitivamente tangible, aprecia- a Orlan, artista francesa indispensable a
mos aquello que la superficie de la piel la hora de reflexionar sobre la abyección.
tan sólo trata de ocultar, quizás debido a Todo ello además con una fundamenta-
su informidad, a la difícil coexistencia con ción concreta en forma de manifiesto6.
el sublime orden que suponemos reina en La utilización de las posibilidades de la
nuestro organismo. Pero, ¿qué es lo más ciencia médica, en este caso en forma
real, la piel, superficie que se deja ver, o la de cirugía plástica, llevarían a Orlan a la
víscera que oculta? posibilidad de la “re-encarnación” en una
nueva fisonomía decidida por ella misma,
La celebración de la carne supone la
a modo de escultura en primera persona.
vuelta a lo dionisíaco y animal, a nues-
tra aceptación como seres primarios, la La cirugía trata así de dejar atrás la
aceptación definitiva de que antes que pesadilla frankensteiniana del fracaso en
nada somos materia, cosa, substan- la tentativa de control de la vida. Marcel.
cia (aunque sea pensante al modo de la lí Antúnez recupera de modo sui generis
res cogitans cartesiana; pensante, pero el mito para crear un JoAn, l’homme de
cosa). carn (1992) que en su mostruosidad nos
recuerda la inocencia del ser creado, por
La afirmación de la carne ha llevado a
horrible que pueda ser su apariencia, y la
algunos artistas a su disfrute colectivo y
imposible ocultación de las cicatrices de
festivo. Así lo hizo Carolee Schneemann
sus heridas. La reacción de JoAn ante el
en su performance Meat Joy (1964).
público (a través de sensores de sonido)
Otros han preferido cargar a sus presen-
no es sino otra manera de recordar la di-
taciones de un misticismo mágico-reli-
fícil aceptación social de un ser primitivo
gioso, más dramático y ampuloso, teatral
y grotesco, objeto de burla y rechazo, a
y simbólico, para dar la vuelta a la mone-
pesar de tratar de nacer de la imitación
da y, de algún modo, volver a forzar lo ex-
del prototipo humano.
puesto hacia la representación. Hermann
Nitsch lo ha llevado a cabo a través del La fabricación de un “cuerpo sin órga-
desarrollo de su “Teatro de los misterios”. nos” (concepto de origen artaudiano) su-
pondría la generación de otra utopía, en
Lo carnal tiene muchos modos de
este caso la de la “ausencia de víctimas”.
aparición, aunque siempre recordando
la podredumbre, la violencia, la acepta-
ción del corto período de vida de lo or- 6 Para consultar las ideas básicas del arte carnal podemos visitar la
propia página web de la artista: http://www.orlan.net/bibliography/
gánico. Jana Sterbak en este sentido dio carnal-art/ (consultado el 25 de mayo de 2012)

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Esta idea conllevaría la tranquilidad ética cepticismo sufrido por Cristo en Wound
consecuencia de que ya no sería nece- (1996)7. El propio Collishaw juega con
sario “matar para comer”, supondría la la ampliación fotográfica para descon-
liberación de la incomodidad que produ- textualizar y magnificar la herida hasta
ce la necesidad de una muerte previa a la el extremo en Bullet Hole (1988-1993),
cesión de órganos que salvarán nuestra que termina por convertirse en un extra-
vida si estamos enfermos. Sin embargo ño abismo que multiplica la inquietud en
todo esto será también puesto en entre- el espectador, incapaz de ver nada más
dicho por las investigaciones científico- que oscuridad a pesar de la posibilidad
artísticas de Oron Catts e Iona Zurr. Ellos, del zoom.
utilizando los métodos de fabricación de
Pero es la necesidad de experimentar
tejidos a partir de células-madre, reflexio-
en primera persona el hecho violento, en
narán sobre este hecho. La generación
contraposición a un dolor imaginado a
de “organismos semivivos”, órganos sin
partir de acciones vistas pero no vividas,
cuerpo, nos lleva a pensar en los (falli-
el que llevará a Chris Burden a plantear
dos) sueños prometeicos de creación, el
las acciones Shoot (1971) y Transfixed
sueño del demiurgo capaz de manejar los
(1974). La primera siendo disparado en
cauces de la vida. Quién decide cuándo
el brazo por un amigo; la segunda cla-
y cómo comienza una vida, qué respon-
vándose literalmente a un coche en una
sabilidad se tiene sobre lo fabricado. Un
forma que de nuevo remite a iconología
limbo abyecto y obsceno parece generar-
cristiana.
se a través de elementos a la espera de
encontrar el cuerpo del que formar parte, El arte a lo largo de la historia, había
piezas que en su independencia carecen basado su método en la copia de referen-
de sentido. Generación de vísceras sin el te reales, un hecho que lo rebajaba on-
amparo de la cavidad que las define. tológicamente a experiencia de segundo
rango. Sin embargo, el arte de acción, a
SENTIR ES CREER. La violencia-la
través de la vivencia directa que propo-
herida
nía, acababa con cualquier posibilidad
La necesidad de experimentación de simulación, de engaño, a raíz de la
física llevará al hombre a meter el dedo re-presentación. La imagen siempre con-
en la llaga, pues la incredulidad (como llevó a reflexionar sobre acciones nunca
la sufrida por Santo Tomás) sólo parecerá ocurridas, o, si bien ocurridas, sometidas
resuelta con ello, con la obstinada nece- a la lejanía de lo visto y no experimenta-
sidad no sólo de ver para creer (pues la do, a la limitación de los propios códigos
imagen engaña), sino de sentir para creer. del medio utilizado o a la dudosa credi-
Pero, ¿no es acaso el tacto otro sentido bilidad de la rememoración subjetiva del
expuesto a la poco fiable subjetividad? artista.

La herida, resultado de una previa ac- Sin embargo, no todas las experien-
ción violenta sobre el cuerpo, supone el cias del arte más radical de acción o el
camino más corto y radical de la expe-
7 Fotografía en que deja ver una herida en las costillas semejante a
rimentación de la carne, y del fluir de la
la de la iconografía cristiana, una iconografía de la que podríamos
sangre. Matt Collishaw rememora el es- poner ejemplos célebres como el de La incredulidad de Santo
Tomás de Caravaggio (1602).

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body art llevarán a la presentación del he- la denuncia de la violencia. Este hecho
cho violento y muchas quedarán también ha llevado a una serie de acciones de
relegadas a una simulación más o me- un reivindicativo masoquismo que tra-
nos simbólica del mismo. El accionismo ta de devolver la primacía del cuerpo
vienés así lo hizo en muchas ocasiones, como “topía” y “propiedad” desde las
controlando más la imagen producida por que establecemos nuestra existencia.
sus planteamientos que la búsqueda de Ana Mendieta así lo hizo en gran par-
una experienca vital real. Así, si Rudolf te de su carrera. Gina Pane materializó
Schwarzkogler en Acción 2 (1965) simula esa lucha en las lesiones autoprovoca-
la amputación de pene; Günter Brus es- das en su piel en intervenciones como
cenificará el corte de su cuerpo en Au- Acción sentimental (1973). Este tipo
topintura (1964-1965), retratándose junto de obras se han ido sucediendo en los
a objetos cortantes (hachas, cuchillos...) años: Marina Abramovic con Labios de
que llevarían a pensar en una mutilación Thomas (1975); Valie Export: Eros/ion
nunca llevada a cabo, aunque sí experi- (1971); o Kira O’Reilly: Succour (2002);
mentada mentalmente. Otto Mühl realiza- entre otras. La gratuidad de la violencia
ría también acciones de tinte similar. es puesta sobre la mesa por Abramovic
en acciones como Rythm 10 (1973). Aún
Escenificada o no, el arte buscaba de
más, la artista balcánica ofrecerá a los
este modo la catarsis, la purificación del
asistentes de Rythm 0 (1974) la posibili-
miedo a la violencia, el dolor y la muer-
dad de actuar sobre su cuerpo de forma
te. La liberación artística fomentada por
libre quedando ella en actitud obligato-
estas acciones sería llevada a escena
riamente pasiva. En esta última acción el
por Mike Parr en Cathartic action (1977)
público no dejará pasar la oportunidad
sometiéndose a la perturbadora expe-
de ejercer el poder sobre el otro, abu-
riencia de amputarse el brazo con un
sando de su posición de fuerza, para ha-
martillo. La capacidad de evocación de
cernos caer en la tendencia humana ha-
la acción se hace más realista y contun-
cia el ejercicio desproporcionado de la
dente por el hecho de haberse recons-
misma y la actitud de sumisión en caso
truido previamente el brazo izquierdo del
de encontrarse en una posición desfa-
que el artista carecía de nacimiento.
vorable.
La recuperación del control sobre el
Otros artistas trataron de liberar en la
cuerpo está en la base de la automuti-
autolesión el dolor provocado por la en-
lación, pues en la posibilidad de elegir
fermedad física: Bob Flanagan en obras
el momento, el lugar y el modo de la
como Autoerotic sm (1989); o mental:
acción violenta sobre el mismo se pro-
David Nebreda. Todo esto como lucha
duce la confrontación con la alienación
directa frente a la alienación provocada
sufrida en el día a día por la represión de
por el sometimiento a las reglas socia-
las instituciones y el consumo obligado.
les, tendentes a fomentar la enajenación
El feminismo, modo de lucha contra el
mental, la esquizofrenia, la personalidad
patriarcado capitalista y blanco, ha uti-
múltiple y la desposesión de lo más ínti-
lizado pues el “cuerpo como campo de
mo y preciado, una identidad y un cuer-
batalla” (Barbara Kruger), lugar sobre el
po con el que desarrollarla. Ron Athey
que escenificar la lucha por la libertad y

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explora también el dolor de la anulación presentación simulada, en cierto modo
de la persona como consecuencia del fraudulenta, representación que finge. Se
trauma en acciones como Self oblite- alza de esta manera como acción física,
rations (2007-2010). En oposición a la estética, artística, política y violenta; pa-
huida de la droga y la medicina, estos radójicamente simbólica y real; recupera-
artistas buscan la confrontación con un ción del poder sobre el cuerpo al mismo
destino doloroso. tiempo que sacrificio público. Lucha y
abandono. Decisión personal y expiación
LA APOTEOSIS DE LA CARNE, LA
social. Experimentación del dolor extre-
ACCIÓN ARTÍSTICA Y LA MUERTE: EL
mo y aceptación de la muerte. El harakiri
HARAKIRI
condensa ese deseo primitivo de obser-
Pero si, como hemos ido constatando, var nuestro interior del modo más directo.
el arte contemporáneo más radical lanza
Si vivimos en el mundo del simulacro,
puentes hacia la violencia y la muerte
parece claro que entendamos la ironía
como experiencias extremas, ¿por qué
de Daniel Joseph Martínez en Selportrait
todas ellas son “estéticamente acepta-
#9, Fifth attempt to clone mental disorder
bles” mientras no alcancen su objetivo
or How one philosophizes with a ham-
final? ¿Por qué la consecución de la li-
mer. After Gustave Moreau, Prometheus,
beración en la muerte sólo es artística
1868; David Cronenberg, Videodrome,
mientras sea metafórica? ¿Por qué el si-
1982 (2000), donde sujeta sus vísceras
mulado salto al vacío de Klein es genial y
con la tranquilidad del “efecto especial”;
no lo son los realizados por Ana Mendie-
y quedemos desubicados frente a la te-
ta y Rudolf Schwarzkogler, que pusieron
rrible decisión de Yukio Mishima de cul-
realmente el punto y final a sus vidas?
minar el harakiri. En el más terrible de los
La crítica de arte quizás tenga miedo a
nihilismos, asistimos escépticos, entre
convertirse en la narración y análisis de
la admiración y la burla, a la defensa de
“sucesos”, o bien las páginas de sucesos
unos supuestos ideales que puedan con-
de los periódicos no quieren dar el salto
llevar a tan alto sacrificio.
a la estética.
-Bibliografía:
¿Fue Van Gogh el pionero de la au-
tomutilación como arte? ¿El primero en VIRILIO, Paul. Discurso sobre el horror
experimentar el carácter transgresor de en el arte. Madrid: Casimiro, 2010.
la violencia?
VERGINE, Lea. Body art and perfor-
El harakiri se nos presenta en toda mance: the body as language. Milano:
esta marabunta como peculiar respuesta: Skira, 2000.
la apoteosis que lleva a la consecución
KUPPERS, Petra. The scar of visibility:
de aquello que el arte sólo había tratado
medical performances and contemporary
de simular, bien por representarlo, o bien
art. Minneapolis: University of Minnesota
por abortarlo aún en proceso. El harakiri
Press, 2007.
hace literal la metáfora del body art, su
amago, su querer y no poder, lo lleva a O’BRYAN, C. Jill. Carnal art. Orlan’s
su trágico y terrible extremo, quedando refacing. Minneapolis: University of Min-
retratado éste como anécdota de re- nesota Press, 2005.

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The body within: art, medicine and
visualization / edited by Renée van de
Vall, Robert Zwijnenberg. Leiden [Nether-
lands]; Boston: Brill, 2009.

WARR, Tracey (ed.). The artist’s body.


London: Phaidon, 2000.

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Créditos
DIRECTOR DE LA REVISTA COMITÉ ASESOR
Jesús Rubio Lapaz Ignacio Henares Cuéllar (Universidad de Granada)
Julio Flores (IUNA de Buenos Aires)
SECRETARIOS Marisa Sobrino (Universidad de Santiago de Compostela)
Luis D. Rivero Moreno Ascensión Hernandez (Universidad de Zaragoza)
Ximena Hidalgo Julia Portela (ISA de la Habana)

EDITA I.S.S.N 1695-8284.


Grupo de investigación de la Universidad de Granada I.S.S.N. Edición electrónica: 2254-5646
HUM736. Tradición y modernidad Depósito legal: GR 300/03
en la cultura artística contemporánea. Junio 2012 nº 15
“El Arte contra el Arte. Creación desde la destrucción”
Coordinadores del nº 15:
Lidia Mateo Leivas y Luis D. Rivero Moreno www.hum736-papelesdeculturacontemporanea.es

DISEÑO Y MAQUETACIÓN Este número se edita como Actas del Congreso “El
Esther Rivero Moreno Arte contra el Arte. Creación desde la Destrucción”
(maleenies@gmail.com) celebrado entre el 12 y el 15 de marzo de 2012 en
Foto de portada: Luis D. Rivero la sala de conferencias del Complejo Administrativo El
Triunfo de la Universidad de Granada.
CONSEJO DE REDACCIÓN
Jesús Rubio Lapaz (Director)
Luis D. Rivero Moreno (Secretario)
Ximena Hidalgo (Secretaria)
Dara Cabrera
Manuel Jesús González Manrique

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