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Luis Vásquez
Los inquisidores insisten en que revele sus cómplices y este menciona quizás una
de sus mas celebres bases refiriéndose a el libro “Mandevilla” que lo ha
trastornado íntimamente, en este se encuentra con particularidades y diferencias
religiosas como el rechazo a la confesión puesto que dios es quien en realidad nos
confiesa, tropieza así mismo con la supuesta crucifixión de cristo puesto que ello
no es justicia divina, la corrupción de la cristiandad y el punto imperante que fue el
conocimiento de tierras remotas y con ellas distintos modos de pensar pero con su
razón unida a la fe. En su segundo proceso expone el resultado de la lectura del
texto asumiendo un radicalismo que se nutre en la tolerancia religiosa.
El texto “Trinitatis erroribus” pudo influir en sus ideas al concebir a dios como todo
lo que se observa (panteísmo), la forma en que lee procrea un código y un sólido
estrato de cultura oral asumiendo la correspondencia del hombre con el mundo
pero negando la supervivencia individual; para Menocchio el nuevo mundo es una
realidad humana que se aleja de la creación mercantil del paraíso hacia una
sociedad en construcción que reconozca al prójimo al igual que a dios, un modo
de vida que se transforma al mítico pasado en donde la iglesia era armónica y no
una santa mafia.
Al término de sus interrogatorios envía una carta a sus jueces pidiendo perdón y
diciendo que su actual situación carcelaria proviene de dios para que reconozca
sus pecados, mas su sentencia fue larga debido al revuelo de sus expresiones y
como resultado de la brecha diferencial entre la cultura de Menocchio y sus
inquisidores, por lo cual debe pasar el resto de su vida en la cárcel, dependiendo
de sus hijos y aceptar públicamente su pensamiento como errado.
En 1.586 manda una carta a sus inquisidores pera pedir perdón tanto a dios como
al santo tribunal, la humildad de la carta evoca consejos dictados por un abogado,
mas junto a testimonios de cambio fue “liberado”, le imponen condiciones como no
reincidir en sus actos, llevar siempre una cruz en su ropa como símbolo de su
error y tener un fiador que pagara si reitera en sus pensamientos. Menocchio
ocupa nuevamente el mismo lugar en su comunidad y se confirma el prestigio
intacto del molinero, dicho hombre en le trascurrir de su “liberación” sostiene
conversaciones en las que encubre su fidelidad obstinada hacia sus ideas, aun así
tiene muy presente que debido a su curiosidad por la fe terminara muerto.
En 1.599 lo arrestan de nuevo y esta vez sumiso pero con orgullo enfrenta todo
su proceso, en su última fase el miedo intercede en él y pide clemencia pues su
situación tanto económica como familiar no es igual a la de antes, ahora lo único
que desea es creer en la santa iglesia y obrar como le mandan; la sentencia lo
encuentra como reincidente de un pecado e inclusive en ese momento le insisten
en nombrar a sus cómplices, así muere en el silencio de la hoguera.