Está en la página 1de 267

El Club de las Excomulgadas

Agradecimientos
Al Staff Excomulgado: Csanch, Dg Kaleigh,
Marijf22, Mdf30y, Nelly Vanessa, Pau Belikov y Rox16
por la Traducción; Pau Belikov por la Corrección de la
Traducción; Bellecar, Desita, Leluli y Mokona por la
Corrección; Laavic por la Diagramación y
Annammussa por la Lectura Final de este Libro para El
Club De Las Excomulgadas…

A las Chicas del Club de Las Excomulgadas, que

Opal Carew - Abandono Total


nos acompañaron en cada capítulo, y a Nuestras
Lectoras que nos acompañaron y nos acompañan
siempre. A Todas….

¡¡¡Gracias!!!

2
El Club de las Excomulgadas

Argumento
Después de su divorcio Sandra renunció a cualquier relación con hombres
durante un año. En el aniversario del divorcio de Sandra, su amiga, Aimee, le
sugiere que haga una lista de cosas sexys que nunca ha hecho, pero que le gustaría
hacer. Después de que Sandra hace unas pocas sugerencias seguras, Aimee la
engatusa hasta que Sandra se abre y saca sus más profundas y más oscuras
fantasías. Así, nace La Lista.

Devlin está enamorado de Sandra, pero sabe que no está lista para una
relación de compromiso todavía, así que él y Aimee urden un plan para conseguir
que Sandra vaya a un refugio aislado para un fin de semana, con dos tíos
magníficos, para hacer realidad La Lista.

Pero Sandra experimenta algo más intoxicante que no está en La Lista...

Opal Carew - Abandono Total


enamorarse.

3
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Uno
—No puedo creer que hayas estado todo un año sin sexo. Y por elección.

Sandra hizo una mueca ante el comentario de su amiga. Ella apretó los
dedos alrededor de su copa de champán. Muchas veces se había arrepentido de
contarle a Aimee su resolución, pero en realidad, su confesión había forjado una
amistad más estrecha entre ellas. Una amistad que la había ayudado en momentos
difíciles durante el año pasado. Sobre todo con la soledad.

Aimee levantó su copa.

—Feliz aniversario —Sonrió—. Por fin este año se ha acabado.

Sandra chocó su copa de champán contra la de Aimee, luego tomó un sorbo


del burbujeante vino. No es que un matrimonio fallido fuese algo para celebrar.

Opal Carew - Abandono Total


Echó un vistazo alrededor del Bar Maelstrom’s, preguntándose cuando
llegaría Devlin para unirse a ellas. Él llamó para decir que llegaría un poco tarde
porque había tenido que asistir a una reunión en las afueras de la ciudad. Eso
significaba que tenía que enfrentarse al tráfico de la hora punta cuando condujera
de regreso al centro para reunirse con ellas. Una vez que llegase aquí, tendría
algunos problemas para encontrar estacionamiento también, ya que el bar estaba en
una zona muy concurrida.

Sandra apartó su pelo largo detrás de su oreja mientras cambiaba de


posición sobre el asiento tapizado. Era viernes por la noche y el bar estaba
llenándose rápidamente, pero ella y Aimee se habían acercado después del trabajo y
agarraron una de las acogedoras cabinas curvas cerca de la ventana.

—Por lo tanto, ¿sigues apegada a la historia de que tu ex no era un perdedor?


Porque soy todo oídos si quieres difamarlo. Eso ayudará a sacarlo de tu sistema.

—No, Eric solo era la persona equivocada para mí.

4
El Club de las Excomulgadas
No es que no le hubiera dolido descubrir que ya no la amaba. O que, en
verdad, nunca la había amado. Habían estado saliendo desde la escuela secundaria,
y durante muchos años, habían confundido estar cómodos con estar enamorados.
Pero ninguno de ellos había querido un matrimonio fallido, admitir que habían
fracasado, por lo que tardaron diez años en darse cuenta finalmente que el divorcio
era la única respuesta. Ellos simplemente no eran felices juntos. Eran buenos
compañeros de habitación, pero su relación se había roto años atrás, si es que
alguna vez la habían tenido.

Aimee frunció sus labios. —Está bien, entonces. Continuando. Dime lo que
buscas en un hombre.

Ella se inclinó hacia Sandra y sus labios se curvaron en una sonrisa torcida.
Sandra podría decir que Aimee había tomado un poco de más. Y ella
probablemente también. El champan tendía a tener ese efecto en ella.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra intentó responder a la pregunta de su amiga, pero cuando trató de
imaginar al hombre de sus sueños, todo lo que se le ocurrió fue un espacio en
blanco.

Aimee parecía entender su dilema. Bebió un sorbo de su sopa, luego se rió.


—Tengo una idea. Vamos a hacer una lista.

Ella abrió su bolso y sacó una pluma, a continuación, agarró una de las
pequeñas servilletas de cóctel cuadradas que la camarera había dejado sobre la
mesa con la bandeja de los aperitivos. Aimee escribió el número uno seguido de un
punto.

—Está bien, quiero que pienses en… —Ella se rió—…ya sabes... hombres...
y lo que te gustaría de verdad.

— ¿Lo que me gustaría? Supongo que me gustaría un tipo que fuera muy
sensible, con un buen sentido del humor y... bueno, sentido de la aventura.

Aimee apuntó hacia ella y le guiñó un ojo. —Eso es de lo que estoy

5
El Club de las Excomulgadas
hablando. Aventura —Tomó un sorbo de su bebida otra vez, luego dejó la copa—.
Olvídate de esa cosa del Sr. Sensible. Piensa en el Sr. Pedazo de Músculos junto con
el Sr. Chico Malo Sexy y en la forma en que él… —Le guiñó un ojo— …o, mejor
aún, los dos podrían hacer que tus sueños se hagan realidad.

Sandra sabía exactamente de lo que estaba hablando Aimee. Había


cometido el error de contarle sobre uno de sus ultra sexys sueños, sueños que
habían sido un fenómeno frecuente en los últimos meses. Fantasías traídas a la vida
con un minucioso detalle erótico en mitad de la noche, dejándola caliente y
frustrada por la mañana.

—Antes de que te establezcas con el Sr. Correcto, necesitas recuperar tu


mojo. Ya sabes, disfrutar de la vida de soltera y ver lo que hay ahí fuera. Ahora…
—señaló a Sandra con su pluma— dime qué tipo de aventuras quieres tener. Tus
más salvajes y más locas fantasías. Vamos a escribirlas.

Opal Carew - Abandono Total


—No veo el punto de hacer una lista —Sandra no quería sus fantasías
escritas en blanco y negro. Eso parecía demasiado... sórdido.

—Ah, vamos. Si puedes soñar con ellas, puedes hablar de ellas.

Las mejillas de Sandra se ruborizaron. —No lo creo.

Aimee palmeó la mano de Sandra. —Cariño, no hay nada malo en tener


fantasías. Y es bueno examinarlas. Ayudará a que sepas lo que realmente te excita.
Lo cual es bueno ya que estás comenzando a citarte de nuevo. Mira, yo comenzaré.
Me contaste sobre esa en la que eras capturada por piratas y te llevaban a su barco,
así que...

Sandra observó mientras Aimee escribía Ser mantenida cautiva al lado del
número uno.

—Ahora tú —dijo Aimee, pluma preparada.

Sandra se encogió de hombros. —No lo sé. No puedo pensar en nada.

6
El Club de las Excomulgadas
— ¿Qué sobre ese libro que estabas leyendo un par de semanas atrás? Era
sobre bondage 1, ¿verdad?

—Um... dominación y sumisión, en realidad.

Aimee sonrió. — ¿Te gustaría probar eso?

Sandra se encogió de hombros otra vez. Aimee se lo golpeó

—Vamos. Sumérgete en el espíritu de esto. Sólo estoy tratando de ayudar.

Sandra tomó un sorbo de champán y miró hacia los profundos ojos azules
de Aimee. Ella quería ayudar. Sandra suspiró.

—Está bien. Bueno, no estoy segura sobre la cosa del bondage y la


dominación. Tendría que conocer al tipo bastante bien.

—Bueno, síp —Aimee mordisqueó una de las alas de pollo, luego recogió la

Opal Carew - Abandono Total


pluma de nuevo—. Bien, dejaremos ésta un poco abierta.

Anotó el punto número dos como Experimentar con bondage.

— ¿Qué más? Piensa en alguna fantasía que realmente te haya intrigado pero
que sabes que nunca intentarías, aunque te gustaría —Ella sonrió—. Y no seas
tímida.

Una fantasía de inmediato vino a la cabeza de Sandra. Había visto parte de


un espectáculo sobre fantasías sexuales y quedo intrigada por la fantasía de una
mujer sobre estar con un desconocido. Para su sorpresa, eso la había excitado
inmensamente. Lo cual era una locura, sobre todo porque el único hombre con el
que alguna vez había estado era su ex marido, Eric.

—Tienes una. Lo puedo ver en tus ojos. Dímela.

1
Bondage es una denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda. Los
atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando generalmente cuerdas, aunque también
se puede ver en muchas ocasiones el uso de cinta, telas, cadenas, esposas, y cualquier otra cosa que pueda servir para
inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la persona se le aplica una mordaza o los ojos vendados. El bondage
puede usarse como práctica estético — erótica, como parte de una relación BDSM, como una variante erótica más o como
elemento en ceremonias de dominación o de sadomasoquismo.

7
El Club de las Excomulgadas
Sandra frunció sus labios. —Bueno...

—Si lo sueltas, yo soltaré.

Sandra asintió con la cabeza. —Es... bueno, estar con un extraño.

— ¿Te refieres a una aventura de una noche?

—No, más bien a hacer el amor con alguien y no saber quién es.

—Así que, digamos, ¿algún tipo sexy haciéndotelo y tú no puedes ver quién
es? Eso es bastante intenso.

Aimee escribió el punto número tres como Hacer el amor con un sexy
desconocido con los ojos vendados.

—Ahora la tuya —dijo Sandra.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee escribió el punto cuatro en la servilleta, luego la giró hacia Sandra
para que pudiera ver.

Tener relaciones sexuales con dos hombres al mismo tiempo (quizás más).

Sandra sintió sus mejillas calentarse. —Eso es algo de la lista que tenemos
allí.

Aimee se echó a reír. —Son sólo cuatro puntos. No hemos terminado


todavía.

—Yo creo que lo hice.

—Bien, entonces. Solo anotaré algunos para tu consideración.

Aimee anotó varios puntos más en la servilleta mientras Sandra miraba.


Finalmente, ella le dio vuelta así ella podía leerla.

8
El Club de las Excomulgadas
1. Ser mantenida cautiva.

2. Experimentar con bondage.

3. Hacer el amor con un sexy desconocido con los ojos vendados.

4. Tener relaciones sexuales con dos hombres al mismo tiempo (quizás más).

5. Ser una esclava.

6. Tener un esclavo.

7. Ser un voyeur.

8. Intentar exhibicionismo.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Quieren algo más?

Sandra casi saltó al oír la voz de la camarera. Quería arrebatarle la lista a


Aimee y esconderla en su bolso, pero la joven ni siquiera le echó un vistazo.

—Sí. ¿Qué tal un par de piñas coladas? —dijo Aimee.

Sandra sonrió y asintió. Le encantaban las piñas coladas.

La camarera recogió la botella de champán vacía de la mesa y la colocó


sobre su bandeja redonda, luego agarró las dos copas vacías y desapareció entre la
multitud.

Sandra recogió un trozo de calabaza de la bandeja de aperitivos y lo mojó en


la salsa, luego le dio un mordisco. La camarera regresó unos minutos más tarde con
sus bebidas. Sandra tomó un sorbo.

—Ya era hora —Aimee echó un vistazo por encima del hombro de Sandra.

Sandra miró a su alrededor para ver a Devlin acercándose a su mesa. Su

9
El Club de las Excomulgadas
brillante mirada conecto con la de ella mientras caminaba con su habitual paso
relajado, una media sonrisa encantadora curvando sus labios.

A pesar de que no podía ver el color de sus ojos en esa luz, sabía que eran
tan azules como el cielo al atardecer, espolvoreados con motas de oro, y rodeados
por un anillo azul medianoche. La áspera sombra en su mandíbula le daba un
definido encanto masculino, y había recogido su pelo castaño largo hasta los
hombros, lo cual era típico en un día de trabajo. Su relajado atuendo informal de
viernes consistía en jeans desgastados y una chaqueta de mezclilla marrón sobre
una camisa a rayas color café.

Sandra se deslizó más allá en la cabina para hacerle espacio, y él se sentó a


su lado.

Su mirada cayó sobre la mesa. — ¿Qué es esto?

Oh, maldita sea. Sandra trató de agarrar la servilleta de papel cuando él la

Opal Carew - Abandono Total


tomó de la mesa, la servilleta con la lista garabateada en ella, pero la quitó de su
alcance y empezó a leer.

Su sonrisa se amplió, revelando sus dientes blancos y fuertes. —Bueno, esto


se parece bastante a un menú. ¿Hay alguna imagen para ilustrar?

—Eres tan malo —La mano de Sandra rozó a través de su amplio pecho
mientras trataba de llegar a la lista, pero la mantuvo lejos de ella. Estiró su brazo
aún más, tratando de agarrar la pequeña servilleta cuadrada, pero sus brazos eran
más largos que los de ella. De repente, se dio cuenta de que estaba prácticamente
encima de él, su pecho contra el suyo, y se volvió muy consciente de su musculoso
brazo debajo de sus dedos, sus senos presionados contra su sólido y rígido pecho, su
rostro demasiado cerca del de ella. Besablemente cerca.

Y besar no era algo que tenía intención de hacer con Devlin. Él era su
amigo.

Se echó hacia atrás y tiró de los costados de su camisa hacia abajo, luego la

10
El Club de las Excomulgadas
alisó sobre sus caderas, sus labios fruncidos.

Ahora vendría la burla.

— ¿Es esta tu lista de cosas para hacer el fin de semana? —preguntó él, cejas
levantadas.

—Bueno, tal vez tu y yo podamos persuadirla para que lo haga —dijo


Aimee, con un guiño—. La he convencido para extender su imaginación un poco.
Ahora tenemos que convencerla de que se vuelva un poco salvaje.

Devlin sonrió, su mirada divertida fijándose en Sandra.

—Especialmente ahora que ha levantado su prohibición contra el sexo —


Aimee descansó su barbilla en su mano—. Todo un año sin él —Aimee sacudió su
cabeza y miró hacia Sandra—. No sé cómo has durado tanto tiempo.

Opal Carew - Abandono Total


*****

Devlin vio las mejillas de Sandra ruborizarse suavemente. No sabía cómo


había durado tanto tiempo. Desde la primera vez que la vio, había estado loco por
ella. Aimee le había dicho que Sandra se había divorciado recientemente y lo difícil
que había sido para ella, así que había decidido ir con cuidado. Él había llegado a
conocerla, convirtiéndose en su amigo, asegurándose de darle un montón de
tiempo, con la esperanza de que cuando estuviese lista, ella estaría de acuerdo en
salir con él. Entonces él le mostraría por qué ellos eran el uno para el otro.

Pero el tiempo lo era todo. La mujer no había estado con nadie desde la
escuela secundaria, y estaba claramente de rebote. Los primeros tipos con los que
saliera no conducirían, o no deberían, a algo permanente. Tenía que esperar un
tiempo más, dejarla saborear la vida de soltera. Luego, una vez que ella estuviese
firmemente instalada en el mundo de las citas, él se entrometería y haría su
movimiento.

*****

11
El Club de las Excomulgadas
Sandra sostuvo uno de los brazos de Devlin y Aimee el otro mientras los tres
salían a la cálida tarde de verano. Sandra respiró hondo y se dio cuenta de que se
sentía más que un poco mareada.

—Mi coche está a la vuelta de la esquina —dijo Devlin mientras la guiaba


hacia la izquierda.

—Me alegro de que te tengamos como nuestro conductor designado —dijo


Aimee—. Es mejor que tomar el autobús a esta hora.

Sandra tomaba el autobús al trabajo y ningún autobús express pasaba a esta


hora, por lo que habría sido un largo viaje. A veces, Aimee llevaba su coche, pero
Devlin no había siquiera preguntado. Aimee y Sandra habían tomado demasiadas
bebidas por lo que él se aseguraría de que ninguna de ellas condujera. A pesar de
que Sandra no necesitaba a un hombre cuidándola, era agradable que él lo hiciera.
Devlin era un buen amigo.

Opal Carew - Abandono Total


Él abrió la puerta del copiloto y Sandra subió dentro. Aimee se metió en el
asiento de atrás, la disposición habitual, ya que él dejaría a Aimee en primer lugar.
Mientras conducía, Sandra se relajó en el asiento delantero, su cabeza contra el
reposacabezas. De repente se dio cuenta de que se habían detenido, debía haberse
quedado dormida, y Aimee estaba saliendo del coche.

—Vuelvo en un minuto —dijo Devlin—. Sólo me aseguraré de que entre


bien.

Sandra observó a Devlin acompañar a Aimee hasta la puerta de su edificio


de apartamentos, preguntándose por qué los dos no eran novios. Devlin era un gran
tipo, y estaba disponible. Aimee realmente se lo estaba perdiendo. Sandra suspiró.
Tal vez debería decirle algo a Devlin.

Unos minutos después, Devlin abrió la puerta del conductor y se deslizó en


el asiento a su lado. Movió el coche en el tráfico de nuevo.

—Así que, el año está finalmente terminado —Él echó un vistazo hacia ella,

12
El Club de las Excomulgadas
luego de vuelta a la carretera—. ¿Tienes ganas de salir de citas otra vez?

Ella se movió en su asiento. —No realmente.

— ¿Alguna razón en particular?

—Bueno, estoy fuera de práctica, por ejemplo —Ella miró hacia él—. Y no
digas que es como andar en bicicleta.

Él se rió entre dientes.

—Creo que estoy preocupada porque no encontraré a nadie que quiera salir
conmigo —Ella jugueteó con sus manos en su regazo—. Y entonces me preocupa
que si me cito con alguien, no saldrá bien... no voy a saber qué decir o hacer. Ese
tipo de cosas.

—Estoy seguro de que no tendrás ningún problema para encontrar a alguien,

Opal Carew - Abandono Total


probablemente un montón, a quien le encantaría salir contigo.

Él miró a través de ella. ¿Era su imaginación, o había un acalorado interés en sus


ojos? Mariposas revolotearon a través de su estómago, pero se dio cuenta de que era
más posiblemente su imaginación. Probablemente el alcohol nublando su juicio.

—Y si quieres ir a una cita de práctica o dos…

— ¿Serías voluntario? Pero eso no sería realmente la misma cosa. Tú y yo


estamos cómodos juntos. No habría ninguna de las incomodidades de estar con un
extraño.

Devlin sonrió, pero sacudió la cabeza. —No, yo iba a decir que podría
organizarte una con alguien. Tal vez presentarte a un par de mis amigos mientras
tomamos unos tragos, para ver si te llevas bien en un ambiente informal.

—Oh —Aunque había protestado, en realidad le había gustado la idea de


que Devlin quisiese hacer algunas citas de prueba con ella. La idea de que él
quisiera venderla a sus amigos la decepcionaba por alguna razón.

13
El Club de las Excomulgadas
Él se detuvo frente a su edificio y estacionó el coche, luego caminó alrededor
y abrió su puerta. Ella salió del coche y, mientras respiraba el aire fresco de la
noche, se sintió un poco mareada. Devlin tomó su brazo.

—Creo que alguien celebró un poco demasiado esta noche —Él tomó su
mano y la apoyó sobre su codo, luego la acompañó hasta la puerta del edificio de
apartamentos.

Ella rara vez tomaba más de una o dos copas de vino con la cena, o un solo
trago en una noche, por lo que el champán y la piña colada se habían ido
definitivamente a su cabeza. Sacó la llave de su bolso, la metió en la cerradura de
puerta y la giró. Devlin abrió la puerta.

—Te acompañaré arriba —dijo él.

Caminó junto a él a través del vestíbulo de entrada climatizado. Él llamó al


ascensor y entraron. Cuando las puertas se cerraron Sandra se dio cuenta de lo

Opal Carew - Abandono Total


pequeño que era el espacio y de lo alto que era Devlin de pie junto a ella. Y cuán
amplios eran sus hombros.

Y cuán segura se sentía a su alrededor.

Su brazo rozó el de ella, y se dio cuenta de que él en realidad no se había


movido hacia ella; ella se había desplazado un poco a la izquierda y ahora se
inclinaba contra él ligeramente. Debería alejarse, pero se sentía cómoda
acercándose a él de esta manera. Su buen amigo. Su compañero.

Su sexy y muy masculino compañero.

El ascensor sonó y las puertas se abrieron. Ella salió al pasillo y se dirigió a


su apartamento, Devlin a su lado. Las luces de la ciudad brillaban por debajo de
ellos mientras caminaba hacia la gran ventana al final del pasillo, donde estaba la
puerta de su apartamento. Devlin tomó la llave de sus dedos y la metió en la
cerradura, luego la giró.

14
El Club de las Excomulgadas
— ¿Quieres entrar? —preguntó Sandra impulsivamente.

Opal Carew - Abandono Total

15
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Dos
El estómago de Sandra se agitó ante la idea, lo cual era loco porque él había
entrado más de una docena de veces antes. Por supuesto, siempre con Aimee. Ellos
eran una especie de trío de amigos. Pero ahora, viendo sus impresionantes ojos
azules, pensó en un trío de otro tipo. Tríos como el que Aimee había sugerido en su
lista. Sexys y eróticos tríos.

Pero justo en este momento, ella estaría bien sin el tercero. Sólo Devlin y
ella.

Trabó miradas con él, y alzó su barbilla hacia arriba.

*****

Devlin miró fijamente a Sandra, que lo miraba con esos cálidos ojos verde

Opal Carew - Abandono Total


oliva, sus labios carnosos viéndose suaves y deseables. Su estómago se anudó, y no
pudo evitarlo. Se inclinó y los capturó. Oh, Dios, eran tan suaves como había
imaginado.

Sus brazos se enroscaron alrededor de su cuello y ella se acercó más a él. Sus
pechos suaves se apretaron contra él. Quería apartar su chaqueta y tirarla con
fuerza contra su pecho, para sentir si sus pezones estaban duros por el deseo, al
igual que su polla latía a la vida ante su proximidad.

Maldita sea, él la deseaba.

Su lengua se deslizó entre sus labios, suavemente explorando, y él gimió,


luego la succionó en su boca. Todo en ella era suave y cálido. Su cuerpo se
endureció aún más. Sintió su resolución debilitarse, su necesidad cada vez mayor.

La mano de ella bajó por su espalda, entonces se envolvió alrededor de su


culo y apretó. Su pene se sacudió totalmente erecto.

Ella nunca había hecho algo así antes. A través de la bruma del deseo, se

16
El Club de las Excomulgadas
acordó de cuántas bebidas había tomado esta noche. Tres desde que él había
aparecido en el bar. No sabía cuántas antes de eso.

No podía aprovecharse de eso. Y eso es lo que estaría haciendo si


continuaba con esto ahora. Con gran fuerza de voluntad, se apartó de ella.

—Vamos adentro.

Sus ojos se iluminaron, y se dio cuenta que había leído mal su comentario.
Sin embargo, él abrió la puerta y la guió hacia adelante, luego cerró la puerta detrás
de ellos.

Cuando se volvió, la vio doblada por la cintura, desatando la correa de su


zapato. Su muy redondo y muy sexy trasero estaba justo delante de él, su corta y
fluida falda apenas cubriendo lo esencial. Quería extender la mano y acariciar su
culo redondo y hermoso. Su polla se estremeció. Lo que realmente quería hacer era
levantar esa falda para revelar las sensuales curvas debajo, acariciar su desnudo

Opal Carew - Abandono Total


trasero, luego arrastrarla en su contra. Su polla dolía de necesidad.

Ella pasó a desabrocharse su otro zapato y se tambaleó un poco hacia un


lado. Él agarró sus caderas para estabilizarla y ella se hizo hacia atrás contra él.

El bulto en sus pantalones situado perfectamente en el calor de su delicioso


trasero. Ella se movió un poco mientras tiraba de su zapato, y él apretó sus manos
alrededor de sus caderas. Ella estaba volviendolo loco de necesidad.

—Lo lamento. La correa está atascada.

—Déjame ayudarte —ofreció.

Se puso de pie y se volvió hacia él. Ella apartó el largo pelo de color negro
brillante detrás de su oreja y empezó a levantar su rodilla, elevando su pie en el aire.
Preocupado de que fuera a caerse, se agachó frente a ella y capturó su pie.
Consciente de sus largas piernas bien formadas delante suyo, desabrochó la correa
del tobillo de su zapato de tacón alto, luego lo quitó de su pie.

17
El Club de las Excomulgadas
Ella sonrió, sus ojos brillaban deliciosamente. —Gracias.

Colocó el pie en el suelo, entonces se alejó de él, con un definido bamboleo


de sus caderas.

— ¿Quieres un café? Acabo de recibir uno nuevo de Hawái mezclado con


descafeinado.

—Eh... no, mejor me voy —Si se quedaba aquí por más tiempo, podría
acabar cediendo a su intenso deseo.

Ella se detuvo y se dio la vuelta. — ¿Está seguro? —Caminó hacia él,


entonces movió sus dedos hacia arriba por sus solapas y lo miró a los ojos—. Pensé
que querrías quedarte y hablar de esa... uh... la lista que Aimee y yo hicimos más
temprano —Ella sonrió mientras tiraba del cuello de su camisa, entonces apoyó las
manos sobre sus hombros—. ¿Crees que debería intentar cualquiera de esas cosas?
Nunca he tenido a un hombre atándome. Creo que podría ser muy sexy.

Opal Carew - Abandono Total


Su respiración se atascó ante la idea de Sandra atada. Desnuda. Tumbada en
su cama.

Sus manos comenzaron a temblar y las hizo un puño para detenerse a sí


mismo de agarrarla y arrojarla sobre su hombro para llevarla al dormitorio.

El delicado aroma de su champú de mango llenaba sus sentidos.


Embriagador. Ella levantó su barbilla, trayendo sus labios más cerca de él,
sosteniéndolos a escasas pulgadas de los suyos. Expectante.

No pudo resistir. Él capturó los labios que ella tan voluntariamente ofreció
de nuevo. Tan suaves. Tan seductoramente dulces. Envolvió sus brazos alrededor de
su cuerpo y deslizó su lengua en su boca aterciopelada. Ella sabía a piña dulce,
coco y ron. Agitó su lengua dentro de su boca y su lengua se unió a la suya, luego
se hundió dentro de su boca. Casi jadea ante la urgente necesidad que lo inundaba.

Él la deseaba. Seriamente.

18
El Club de las Excomulgadas
Ella tiró de su chaqueta y la sacó de sus hombros. Esta cayó al suelo.
Entonces empujó la camisa abierta mientras acariciaba bajo su barbilla con su
nariz. Sus suaves labios acariciando su piel áspera, enviando escalofríos a través de
él. Su camisa cayó al suelo, dejándolo tan sólo con una camiseta, y ella le agarró las
manos y las levantó. Sintió su redondo y firme seno contra su palma, por debajo de
la fina tela de su suave blusa de seda. El pezón volviéndose una dura protuberancia.

Su ingle se inundó de calor mientras la acariciaba.

Oh, hombre, ¿qué estaba haciendo? Se lo había prometido a sí mismo. Si él


seguía adelante con esto ahora, y la llevaba a la cama como sus hormonas
demandaban, echaría todo a perder. Estropearía cualquier oportunidad que tenía de
ganarla a largo plazo.

Y eso era demasiado importante como para tirarlo por una noche de pasión,
no importa cuán dulce fuera la experiencia.

Opal Carew - Abandono Total


Reuniendo toda su fuerza de voluntad, retiró la mano de su amplio seno y
liberó sus labios. Sus ojos, aún cerrados, se estremecieron un poco, luego sus
párpados se abrieron. Ella lo miró fijamente, sus ojos oliva aturdidos.

—Sandra, realmente tengo que irme.

Poco a poco, la comprensión se filtró y Sandra se echó hacia atrás. —Oh.


Um, de acuerdo. Lo lamento.

—Sandra, tú y yo... esto...

—No, lo entiendo —Ella dio un paso atrás, su mejillas ruborizándose.

Él agarró su mano, deteniendo su huida. —No, no creo que lo hagas. Mira,


somos amigos y no me gustaría hacer algo para arruinar eso —Su corazón tronó en
su pecho. Quería decir algo más, ser más tranquilizador, pero tenía que alejarse de
ella antes de que se derrumbara. Le apretó la mano—. ¿Está bien? ¿Estamos bien?

Ella lo miró, su barbilla temblando un poco, pero finalmente asintió.

19
El Club de las Excomulgadas
—Sip. Estamos bien —Ella se puso de puntillas y le besó la mejilla—. Eres
un buen amigo, Devlin. Gracias.

Él asintió con la cabeza y recogió su camisa y su chaqueta. —En cualquier


momento, amiga. ¿Vas a estar bien?

Ella asintió. —Sip. Por supuesto. Gracias por el viaje a casa.

Ella lo siguió hasta la entrada y él abrió la puerta.

—Nos vemos la próxima semana —dijo ella.

—Por supuesto.

Cuando ella cerró la puerta detrás de él, dejándolo abandonado en el pasillo,


se preguntó si había cometido el peor error de su vida.

*****

Opal Carew - Abandono Total


Sandra se apoyó contra la puerta y respiró hondo.

Oh, maldita sea, qué vergüenza. ¿Qué demonios estaba pensando?

Ella se apartó de la puerta y caminó hacia la habitación, sus mejillas


ardiendo.

Devlin era su amigo. Y se había lanzado sobre él. ¿Cómo podría enfrentarlo de
nuevo alguna vez?

Sobre todo después de que él mostrara claramente que no estaba interesado.

Se quitó la ropa y se puso los pantalones de pijama y la camisola de algodón.


Entró en el cuarto de baño y agarró su cepillo para el cabello, luego se miró en el
espejo mientras pasaba el cepillo por su pelo negro largo.

Por un momento creyó que él estaba interesado. Estaba segura de haber visto
más de una chispa de interés en sus ojos. Pero eso evidentemente habían sido las

20
El Club de las Excomulgadas
piñas coladas afectando su cerebro.

Recogió su cepillo de dientes y apretó un poco de pasta sobre las cerdas.


Empezó a cepillarse los dientes con movimientos vigorosos. Qué idiota había sido. Si
él hubiera estado interesado en ella, se lo habría demostrado a estas alturas. Por
supuesto, él sabía que ella había renunciado a las relaciones después de su divorcio,
pero eso nunca detenía a un chico de intentarlo cuando quería a una mujer. Como
su amiga, tal vez Devlin estaba más inclinado a respetar ese límite, ¿pero no habría
hecho alusión de su interés de alguna manera?

Se enjuagó la boca y metió el cepillo de dientes de nuevo en su soporte.

Si él hubiera estado interesado. Lo cual claramente no estaba.

Ella entró en el dormitorio y se metió bajo las mantas. Ahora bien, si tan
sólo pudiera olvidar el aguijón de su vergüenza y quedarse dormida, tal vez mañana
podría olvidar todo el asunto. O, al menos, actuar como si se hubiera olvidado de

Opal Carew - Abandono Total


ello. Devlin, como el tipo dulce que era, no lo traería a colación de nuevo. Él era
esa clase de maravilla.

Recordando los besos que habían compartido, la sensación de su cuerpo


musculoso contra el de ella, sus entrañas se calentaron de nuevo y, ante el recuerdo
de su mano sobre su seno, sus pezones dolían. Oh, Dios. Ella en verdad había
tomado su mano y...

Tiró las mantas sobre su cabeza. ¿Cómo podría alguna vez enfrentarlo de nuevo?

*****

Tan pronto como Devlin subió a su coche y cerró la puerta, tomó su teléfono
celular y marcó el número de teléfono de Aimee.

—Oye, Aimee. No te he despertado, ¿verdad?

— ¿Estás bromeando? Sabes que soy un ave nocturna. Entonces, ¿hiciste un


movimiento con Sandra?

21
El Club de las Excomulgadas
Su corazón dio un vuelco. — ¿Por qué lo preguntas?

—Oh, como si no supiera que sientes algo por ella desde el primer día.

Él no veía ninguna razón para negarlo. Aimee tenía su manera de leer a la


gente.

—Nunca lo has mencionado.

— ¿Por qué habría de hacerlo? Sabías cómo Sandra se sentía acerca de


iniciar una relación y lo respetaba.

— ¿Sabe Sandra que estoy interesado?

—No. Un hombre tendría que mandarle una invitación grabada con sus
intenciones antes de que creyera que él la desea. ¿Así que estás planeando
perseguirla?

Opal Carew - Abandono Total


—Sí, pero todavía no. Quiero formar una verdadera relación con ella. Y ella
no estará lista para eso con el primer chico con el que salga. Después de renunciar a
los hombres por un año, querrá hacer algo... no sé... experimentar antes de
establecerse con un chico —A grandes rasgos, suponía que debería darle unos seis
meses.

— ¿Entonces quieres darle tiempo para sembrar un poco de avena silvestre y


luego la harás flipar?

—No estoy seguro de eso.

—Bueno, no subestimes tu poder para volver loca a una chica. En realidad


es muy romántico.

Romántico. A él le gustaba eso.

—Entonces, ¿cómo puedo ayudar? —preguntó ella—. Es por eso que me


estás llamando, ¿verdad?

22
El Club de las Excomulgadas
Él sonrió. Aimee era realmente sensacional. Si él no estuviera tan mal por
Sandra...

—Bueno, estaba pensando en esa lista que tú y Sandra hicisteis esta noche
—dijo—. Tal vez podríamos llevarla a través de su exploración sexual haciendo las
cosas de la lista por la vía rápida.

—Y te gustaría que yo organice este milagro de alguna manera.

—Bueno, eso estaría bien.

— ¿Y cómo te sentirías sabiendo que Sandra está fuera teniendo un trío con
un par de chicos? ¿No estarás celoso?

—Seguro, pero viviré. Y, digamos, que si puedes organizarlo para que yo


pudiese observar… —Se calló, una sonrisa en su rostro.

Opal Carew - Abandono Total


—Bueno, claro, ¿por qué no? No es que vaya a ser difícil conseguir que siga
la lista en primer lugar. ¿Qué importa una pequeña adición?

Él se rió entre dientes. —Ese es el espíritu.

Después de que terminó la llamada y deslizó su teléfono celular de vuelta en


su bolsillo, se acomodó en el asiento del conductor y miró por el parabrisas. En
lugar de los coches estacionados aparcamiento del edificio de apartamentos, lo que
vio fueron imágenes de Sandra desnuda, entre dos hombres, gritando de placer. Sus
dedos se cerraron alrededor del volante mientras su ingle se apretaba de necesidad.

Miró hacia la ventana de Sandra en el octavo piso. La luz estaba apagada.


Ella estaría en la cama ahora mismo. Probablemente con algún escaso y furtivo
pijama.

Su polla empujó dolorosamente en sus jeans.

Él sólo debería abrir la puerta del coche en estos momentos y caminar hasta
allí. Decirle que la quería y tener su oportunidad. El recuerdo de ella respondiendo

23
El Club de las Excomulgadas
a sus besos, su cuerpo respondiendo a su toque, envió sus hormonas por las nubes.

¿Por qué esperar cuando todos los indicios le decían que ella lo deseaba en este
momento?

Opal Carew - Abandono Total

24
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Tres
Sandra levantó la mirada al hermoso rostro de Devlin.

—Estás aquí.

Él echó hacia atrás las mantas, dejando al descubierto su cuerpo desnudo.


¿Se había deshecho de su pijama después de que se quedó dormida?

La caliente mirada de sus ojos hizo derretirse su interior. Él se sentó en la


cama junto a ella, luego se inclinó y la besó. Sus cálidos labios rozando contra los
suyos le quitaron la respiración. Ella se arqueó hacia adelante y él envolvió sus
brazos a su alrededor, entonces la atrajo hacia sí. Le exploró la boca con su lengua
examinadora, instando a sus labios a separarse, luego deslizándose en su boca. Ella
le acarició la lengua con la suya, entonces suspiró mientras la chupaba
profundamente en su boca.

Opal Carew - Abandono Total


Él se acostó a su lado y acarició sus pechos. Sus pezones se apretaron en
duras protuberancias. Luego probó uno, acariciando su lengua sobre la punta,
volviéndola loca de necesidad. Deslizó sus dedos a lo largo de la parte posterior de
su cabeza, entonces liberó el lazo de cuero que sujetaba su cabello detrás de su
cabeza y pasó sus dedos por los largos mechones. Ella había querido hacer eso
desde hace mucho tiempo.

Se deslizó a su otro pezón y succionó ligeramente. Ella jadeó ante el intenso


placer.

Ella acarició hacia abajo su sólido pecho, entonces hacia la hebilla de su


cinturón. La liberó, a continuación, la bragueta y metió su mano dentro. Su
erección palpitó con vida cuando la rodeó con sus dedos.

Se sentó y miró fijo hacia su maravillosamente larga polla. Ella presionó sus
labios a la punta y lamió, luego tragó su glande entero.

25
El Club de las Excomulgadas
—Sandra, eso es fantástico. Eres fabulosa en eso.

Ella sonrió de oreja a oreja y se lanzó sobre él, tomándolo más profundo en
su garganta sin una sola sensación de náuseas, a pesar de que era grande y gruesa.
Chupó y lamió, luego se balanceó arriba y abajo.

—Oh, Dios, cariño. Eso es increíble. Me voy a... Oh, Dios.

En el ímpetu, caliente líquido inundó su garganta. Tragó y le sonrió. Nunca


había hecho que su ex se corriera tan rápido.

Ella agarró los pantalones de él y los tiró hacia abajo, luego los arrojó fuera
de la cama. Él tiró de su camisa y camiseta sobre su cabeza en un movimiento
rápido. La atrajo a sus brazos y la besó, sus senos desnudos aplastados contra su
pecho sólido como una roca. Sus perlados pezones conduciéndose en su rígida
carne.

Opal Carew - Abandono Total


Presionó sus manos contra su pecho y él se acostó sobre su espalda. Ella
arqueó su pierna por encima de él y envolvió su mano alrededor de su polla recta
como una flecha y la apretó en su húmeda apertura, luego, lentamente, se sentó en
él.

Oh, Dios, había pasado más de un año desde que había tenido a un hombre
dentro suyo. Y ahora Devlin estaba deslizándose en ella. Profundo. Y más
profundo.

Por último, descansó sobre su ingle, su polla incrustada en ella. Él se movió


y ella creyó que volaría sobre el borde justo en ese momento.

Él le acarició los pechos, enviando hormigueos a toda prisa a través de su


cuerpo. Se inclinó hacia delante para que él pudiera tomar uno en su boca. Era tan
dulce ser tocada por un hombre de nuevo. Ella gimió ante la exquisita sensación de
sus calientes labios cubriendo su duro pezón, y su dura polla la llenó tan
completamente que pensó que iba a explotar.

26
El Club de las Excomulgadas
Levantó sus caderas, luego se bajó a sí misma de nuevo. El placer se hinchó
a través suyo. Se deslizó arriba y abajo. Ella contuvo el aliento ante las intensas
sensaciones retorciéndose a través suyo.

—Oh, querido Dios, Devlin, hazme venir.

Él envolvió sus manos alrededor de sus caderas y la levantó, luego la bajó de


nuevo. Subida y bajada, aumentando su ritmo.

El teléfono comenzó a sonar, pero ella lo ignoró. Rebotando arriba y abajo


sobre la gran polla de Devlin. Mirando sus encantadores y moteados ojos azules.

Ring.

El placer estalló a través de ella, barriendo por cada célula.

Ring.

Opal Carew - Abandono Total


Devlin parecía disolverse. El teléfono volvió a sonar. La luz se filtró en sus
ojos. El orgasmo que había parecido tan cercano sólo un segundo atrás también
parecía disolverse. Su vagina se apretó, pero la gran polla de Devlin se había
disuelto también.

Oh, Dios, no. ¡Sólo fue un sueño!

Jadeó, su cuerpo retorciéndose de necesidad. Se acarició entre las piernas y


encontró su clítoris anidado en los pliegues húmedos. Lo acarició, después jadeó y
gimió cuando el orgasmo finalmente se apoderó de ella. Su cuerpo convulsionó, y
se desplomó sobre la cama.

El teléfono dejó de sonar.

Mientras miraba fijo por la ventana de su soleado dormitorio, recuperando el


aliento, se acordó de lo que en verdad había sucedido la noche anterior. Cómo se
había arrojado sobre Devlin y él la había rechazado.

27
El Club de las Excomulgadas
Maldita sea, qué manera de mierda para empezar la mañana.

*****

Cuando Sandra echó un vistazo por la soleada ventana del restaurante, vio a
Aimee caminar hacia la puerta. Un momento después, entró en el restaurante, miró
a su alrededor, y la saludó caminando hacia la mesa.

—Hey, hola —Aimee enganchó la correa de su bolso en el respaldo de la


silla, entonces se sentó—. ¿Ordenaste ya por mí?

—Pastrami con pan de centeno y una cola dietética —Sandra tomó un sorbo
de su propio refresco de cola dietética, un vicio que había recogido de Aimee.
Realmente no tenía necesidad de cafeína.

La camarera llegó a la mesa y colocó los platos cargados con comida delante
de ellas. El sándwich y las papas fritas de Aimee y el pollo rebozado con una

Opal Carew - Abandono Total


ensalada de Sandra.

Aimee recogió una larga y esbelta fritura con sus dedos y le dio un mordisco.
—Mmm. Estas cosas son demasiado buenas. Y muy calientes. Justo de la forma en
que te gustan. ¿Quieres una?

Incapaz de resistir el delicioso aroma, Sandra tomó una fritura y le dio un


mordisco. Cielos. Tragó, luego empujó su tenedor a través de un pedazo de
ensalada. Una papa frita era su límite.

—Entonces, ¿quieres que os recoja a Devlin y a ti para la película esta noche


o quieres ir en coche? —preguntó Aimee.

El pecho de Sandra se contrajo. —Oh, bueno, um... creo que me voy a


quedar en casa esta noche. Vosotros ir sin mi.

La idea de enfrentarse a Devlin después de la última noche la mortificaba.


Sabía que tenía que encontrar una manera de superarlo, pero eso no iba a ser
pronto.

28
El Club de las Excomulgadas
Aimee dejó su sándwich. —Está bien, ¿qué pasa?

Sandra se dio cuenta de que había apuñalado la ensalada con su tenedor


varias veces, recogiendo varios trozos de lechuga en los dientes. Echó un vistazo
hacia Aimee.

— ¿Qué quieres decir?

— ¿Tú y Devlin tuvieron una pelea o algo así?

—No.

—Primero, insistes en que vayamos a comprar zapatos hoy en vez de


unirnos a Devlin en el museo de arte para la nueva exposición de Escher, la cual sé
que querías ver. Ahora quieres que lo evite cuando sabes que ha estado esperando
esa nueva película de suspense durante semanas.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra se encogió de hombros. —Sólo necesito un tiempo a solas.

—Ay, cariño. ¿Es por el divorcio? —Aimee descansó su mano sobre la de


Sandra. Sus profundos ojos azules miraron los de Sandra con simpatía—. ¿El
aniversario trajo malos recuerdos?

Sandra apreciaba el gesto de consuelo de su amiga.

—No, no es eso, yo... —se mordió el labio—. Es sólo que... en cierto modo
hice el ridículo anoche con Devlin.

La ceja bien formada de Aimee se arqueó hacia arriba. — ¿En serio?


¿Cómo?

Las mejillas de Sandra quemaron de vergüenza.

Aimee sonrió. —Hmm. Con las mejillas así de rojas, tengo que saber.
Suéltalo.

—Cuando me dejó ayer por la noche... yo... como que lo besé.

29
El Club de las Excomulgadas
—Muchacha, si no estás segura, estás definitivamente fuera de práctica.

Sandra recogió su cola dietética y la arremolinó alrededor, enviado los


cubitos de hielo a tintinear contra el cristal.

—Aimee, no estás ayudando.

—Está bien, entonces, ¿qué pasó después? ¿Vosotros...? —Los ojos de Aimee
brillaron de diversión.

—No. Él... —Ella se quedó fija hacia su plato—. No podía alejarse de mí lo


suficientemente rápido.

— ¿En serio? Hmm. Encuentro eso difícil de creer —Aimee tomó un bocado
de su sándwich.

—Bueno, créelo.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee masticó durante unos segundos, luego tragó. —Bueno, ¿y ahora qué?
¿Vas a evitarlo para siempre?

Sandra miró hacia Aimee tímidamente. — ¿Puedo?

Aimee se echó a reír melódicamente. —No, yo no te permitiría salirte con la


tuya en eso. Él es un gran tipo. Y vosotros sois amigos —Ella dio unas palmaditas
en la mano de Sandra—. Pero te daré un respiro. Nos saltearemos la película de
esta noche y, para ayudarte aún más, qué tal si tu y yo nos vamos a mi cabaña el
próximo fin de semana. Es un fin de semana largo, y el tiempo se supone estará
fabuloso. Disfrutaremos de tres días de sol, agua y relajación. Eso debería darte un
montón de tiempo para olvidarte de cualquier tontería entre Devlin y tú, y la
semana siguiente todos podemos retomarlo donde lo dejamos. ¿Qué dices?

Un fin de semana en la cabaña de Aimee. Sandra nunca había estado, pero


había oído muchas historias de Aimee sobre los buenos tiempos que ella había
pasado allí. ¿Y qué mejor lugar para pasar un fin de semana largo de glorioso sol
que en una cabaña junto al lago?

30
El Club de las Excomulgadas
*****

El cabello de Sandra se azotaba violentamente por el viento mientras la


pequeña embarcación, con Aimee detrás del volante, corría a toda velocidad a
través del agua iluminada por el sol. Sandra miró hacia las cabañas a lo largo de la
costa arbolada. A la derecha, varios adolescentes disfrutaban en una gran balsa
flotante, algunos tomando sol en la parte superior, mientras otros nadaban
alrededor de los bordes. Gritos resonaron cuando los que estaban en el agua
salpicaron a los demás, entonces varios se lanzaron al lago, probablemente con la
venganza en mente.

—Por allá —Aimee señaló hacia una pequeña isla más allá del final del
canal donde las orillas se ampliaban—. Estamos llegando a Silver Lake, que es la
isla donde está la cabaña.

Aimee compartía la cabaña con su hermana. Había pertenecido a sus

Opal Carew - Abandono Total


padres, pero ellos casi no la usaban y les parecía que no valía la pena el dolor de
cabeza de mantenerla, por lo que se la habían dado a sus dos hijas.

—Una isla toda para ti. Eso está muy bien —dijo Sandra.

—Bueno, es una isla pequeña, y no es exactamente toda para mí. Hay otra
cabaña, pero está en la orilla opuesta, así que es bastante privada.

A Sandra le gustaba eso. Aimee le había dicho que había un montón de


esquí acuático, canoas y otros deportes acuáticos en el lago principal, pero la mayor
parte de la gente no venía demasiado cerca de la isla, debido al peligro de las rocas.
Había mejores lugares para ir en el gran lago, por lo que el tráfico a su alrededor
sería prácticamente inexistente. Sandra disfrutaba de la idea de un fin de semana
tranquilo en el agua sin enjambres de personas alrededor.

— ¿Conoces a la gente que posee la otra cabaña?

—Solía ser propiedad de los Reed, amigos de mis padres, pero ya no venían
tan a menudo, así que la vendieron el año pasado. A un amigo de su hijo. Su

31
El Club de las Excomulgadas
nombre es Craig. De hecho, yo solía salir con él.

—Oh —Sandra frunció los labios. No creía que querría salir con alguien con
quien compartía una isla. Cuando la relación terminara, las cosas podrían ponerse
inciertas.

Cuando el bote se acercó a la isla, Aimee desaceleró. Sandra divisó una boya
de color naranja neón a la izquierda, y otra a la derecha. Aimee se dirigió en línea
recta hacia un muelle de madera. Un elegante bote de color marrón estaba atado a
un lado del muelle.

—Supongo que esto quiere decir que alguien está en la otra cabaña este fin
de semana —dijo Sandra—. Así que salías con el dueño. ¿Esto va a ser difícil?

—Para nada. Craig y yo seguimos siendo buenos amigos. Salimos por un


tiempo el verano pasado, pero no duró mucho después de eso. Puede que no sea
amor, pero nos llevamos muy bien.

Opal Carew - Abandono Total


La cara de Aimee se iluminó con una sonrisa y ondeó su mano. Sandra echó
un vistazo hacia la orilla y vio a dos hombres caminando por el muelle, cada uno
con una botella de cuello alto de cerveza negra en la mano.

—Ese es Craig —dijo Aimee—. Y ese es su amigo James.

Por la forma en que Aimee miró a Craig, Sandra se preguntó qué tan bien se
llevaban. Por supuesto, ella sólo podría estar imaginando el hambre en los ojos de
Aimee, reflejando su propia hambre por un hombre fuerte y sexy.

—Todavía tropezamos el uno con el otro alguna vez durante el verano y


siempre pasamos un buen rato juntos. Te gustará. James, también.

James, también. Las sospechas se alzaron y los ojos de Sandra se ampliaron.

—Tú tramposa. Esto es una encerrona, ¿no es así?

Aimee sonrió. —Bueno, tal vez un poco. Pero supuse que sería una buena

32
El Club de las Excomulgadas
manera de que conozcas a un par de chicos guapos en un ambiente informal. Sin
presión. Y si decides que no deseas pasar tiempo con ellos, sólo lo mantendremos
entre nosotras.

Síp, claro. Sin presión. Ellos estaban en una isla juntos. Ninguna otra persona en
millas.

La mirada de Sandra se trabó en los dos hombres de pie en el muelle cada


vez más cercano. Ambos eran altos, un poco más de uno ochenta, uno con el pelo
arena corto, ligeramente más alto por casi tres centímetros. El de pelo oscuro
llevaba una camisa abierta, revelando su pecho masculino, mientras que el otro no
llevaba camisa en absoluto. Sandra no podía quitar su mirada de sus apretados y
esculpidos abdominales. No sabía cuál era Craig y cuál era James y, francamente,
no importaba. De lo que podía ver, los dos eran guapísimos.

Sólo Sandra, Aimee, y dos hombres excepcionalmente fornidos durante todo

Opal Carew - Abandono Total


el fin de semana. Su pulso comenzó a acelerarse y estremecimientos bailaron a lo
largo de sus terminaciones nerviosas. Este fin de semana iba a ser más de lo que
había previsto.

*****

Cuando Aimee llevó el bote junto al muelle, el hombre sin camisa de cabello
arena castaño le entregó su cerveza al otro hombre y agarró el costado del bote y
tiró de este más cerca del muelle. Luego arrojó un lazo de cuerda sobre el sistema
de fijación en la parte delantera del bote, y lo enganchó atrás, cuidadosamente
atando el barco al muelle. La mirada de Sandra cayó sobre el gran tatuaje de un
tigre, que merodeaba por su brazo derecho y a lo largo de su musculoso hombro.

—Tengo un montón de cosas, veo —Entró en la barca y recogió el enorme


refrigerador, entonces lo levantó sobre el muelle.

—Gracias, Craig. Este es mi amiga Sandra. Sandra, este es Craig —Aimee


sacudió su cabeza hacia el otro hombre—. Y ese es James.

33
El Club de las Excomulgadas
El cabello arena castaño de Craig era corto y recto por encima, las
puntiagudas puntas casi brillando con reflejos dorados, probablemente por pasar
una gran cantidad de tiempo en el sol, a juzgar por su oscuro bronceado. James
estaba de espaldas a ellos mientras colocaba las botellas de cerveza en el otro lado
del muelle, pero Sandra podía ver su pelo negro corto a los lados y largo y ondeado
en la parte superior.

Sandra sonrió. —Hola —Agarró su pequeña maleta con ruedas y la levantó.

James se dio la vuelta y caminó hacia el bote. —Aquí, permíteme —Tomó la


bolsa y la puso sobre el muelle, luego le ofreció su mano para ayudarla a salir de la
embarcación.

Su mirada se trabó con la de él mientras sus dedos se anidaban en los


confines de su fuerte agarre. El conocimiento pasó por ella. De su fuerte cuerpo
masculino, sus brazos y pecho repletos de músculos. De sus brillantes ojos azul

Opal Carew - Abandono Total


grisáceo que despreocupados examinaban su cuerpo. De la atractiva hendidura en
el centro de su barbilla mientras le sonreía.

Sus ojos se ampliaron cuando el reconocimiento golpeó.

— ¿James Connor?

34
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Cuatro
El increíblemente sexy, y perversamente seductor James de la universidad.

Sandra había pasado todo su primer año tratando de ignorar su


enamoramiento salvaje por este hombre. Había sido su compañero de laboratorio
de química, y la química entre ellos había sido chisporroteante. Había sido una
fuente constante de sueños calientes y sudorosos por los que había sentido un sinfín
de culpa porque estaba saliendo con Eric en aquel entonces. Lo había hecho
durante cinco años.

Eric no quería que fuera a una universidad tan lejos de su casa, tan lejos de
él, pero ella le había asegurado que le sería fiel. A pesar de que había mantenido esa
promesa, siempre se había sentido culpable por su intensa atracción por James. Una
atracción que nunca había olvidado.

Opal Carew - Abandono Total


La sonrisa de James se amplió. —Sandra Blair. Ha pasado un largo tiempo.

Por el calor en sus ojos, Sandra podía asegurar que él tampoco la había
olvidado.

— ¿Vosotros os conoceis? —preguntó Aimee.

James todavía no había liberado la mano de Sandra, y el calor hirviendo a


través de ella debido a su toque se estaba volviendo abrumadoramente entretenido.

—Nos conocimos en la universidad.

Aimee sonrió. — ¿Vosotros salisteis?

Él le apretó la mano. —Lo habríamos hecho si hubiera dependido de mi,


pero ella estaba saliendo con un chico de su ciudad.

—Ya veo —Aimee le tendió su morral a Craig, luego tomó su mano


mientras también se subía al muelle—. Así que vosotros tendréis que poneros al día

35
El Club de las Excomulgadas
con un montón de cosas.

—Definitivamente —contestó James.

Finalmente soltó la mano de Sandra, entonces colocó su bolso en la parte


superior de la nevera con ruedas. Craig apiló el bolso de Aimee sobre el de Sandra,
luego agarró la gran manivela y la arrastró a lo largo del muelle. James recuperó las
cervezas y siguió a su amigo.

Aimee y Sandra caminaron detrás de él, lo que le dio a Sandra una excelente
oportunidad para observar el apretado y bien formado culo de James, mientras
caminaba por delante. Cada parte tan preciosa como la recordaba.

Aimee captó su mirada fija y le guiñó un ojo, una gran sonrisa inundando su
cara.

Las ruedas de la nevera se tambalearon por el suelo desigual mientras Craig

Opal Carew - Abandono Total


la arrastraba por un camino de tierra muy gastado que se dirigía a través de los
árboles hacia la derecha. Después de unos momentos, una cabaña apareció a la
vista: rica madera teñida con una terraza alrededor, y una enorme ventana con
vistas al agua. Las escaleras desde la terraza conducían a un patio de piedra con
una mesa de picnic, y más allá había una playa. Una hamaca colgaba entre dos
árboles sobre la izquierda.

Aimee trotó por delante de los hombres y desbloqueó la puerta trasera,


entonces todos se dirigieron al interior. El área de la sala de estar estaba iluminada
y ventilada, con cómodos sillones y un sofá, una cocina completa con vistas a la
sala y a la zona comedor, y todo ello con una gran vista del lago.

James sacó los bolsos de encima de la nevera y los colocó cerca de un pasillo
que probablemente llevaba a los dormitorios, y Craig arrastró la nevera a la cocina.

— ¿Queréis que os ayudemos a desempacar? —preguntó Craig.

—Eso sería genial. Voy a acomodar a Sandra —dijo Aimee—. Vamos. Te

36
El Club de las Excomulgadas
voy a mostrar tu cuarto.

Sandra agarró el asa de su maleta y la arrastró detrás de ella mientras seguía


a Aimee por el pasillo hasta una habitación luminosa, con una cama doble, una
cómoda de pino, mesitas de noche, y ropa de cama color azul cielo. Una silla de
mimbre y un taburete se ubicaban junto a la ventana, donde ella podría relajarse y
leer.

—Esto es realmente acogedor.

—Mi objetivo es complacer —Aimee se sentó en la cama—. Entonces, ¿cuál


es el asunto con James? ¿Cómo es posible que no salieras con tal pedazo?

—Como él dijo, yo ya estaba saliendo con Eric.

— ¿Estabas comprometida en aquel entonces?

Opal Carew - Abandono Total


—No, pero nos prometimos el uno al otro que no saldríamos con nadie más.

— ¿Así que fueron célibes durante toda la universidad?

—No. Vi varias veces a Eric al término de cada semestre. Y en los veranos,


etcétera.

Los ojos de Aimee se abrieron como platos. —Oh, Dios mío. ¿Es Eric el
único hombre con quien has estado?

Sandra asintió. —Así es.

—Wow. Bueno, creo que debemos hacer algo al respecto —Aimee dio unas
palmaditas en la cama junto a ella y Sandra se sentó—. Te sentías atraída por James
en la universidad, ¿no? —preguntó Aimee.

—Um. Síp.

—Quiero decir, por la expresión de tu cara cuando lo reconociste, supongo


que realmente atraída. ¿Cierto?

37
El Club de las Excomulgadas
Sandra se limitó a asentir con la cabeza.

—Está bien, entonces crees que tú y él tal vez... Quiero decir, ¿crees que
haya una posibilidad de iniciar una relación seria?

—Oh, no. Quiero decir, él es un tipo muy especial, pero... es demasiado


pronto. Ni siquiera he comenzado a salir de nuevo después de mi divorcio. Saltar
directamente a algo serio no sería una buena idea.

Aimee asintió. —Sip. Bien. Eso tiene sentido. Por si acaso, quiero decírtelo.
James y yo, también salimos.

— ¿Tú y James?

—Sip. Sólo en caso de que tú y él empezaran a salir, quiero que estés al tanto
de eso de una vez.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra asintió. Aimee había salido con James. Ella probablemente se había
acostado con él. Su estómago se retorció. Por supuesto que ella se había acostado
con él. ¿Qué mujer cuerda no lo haría, teniendo la oportunidad?

Aimee se levantó. —Bueno, ahora voy a dejar que te instales. Iba a invitar a
los chicos a cenar. ¿Eso está bien para ti?

—Síp, por supuesto.

Estaba ansiosa por saber más de James.

Al recordar la sensación de su mano alrededor de la de ella, y los temblores


resultantes que atravesaron su cuerpo, se dio cuenta de que una parte de ella
esperaba que sucediera algo. Después de todo, había pasado mucho tiempo desde
que un hombre la había tocado y... ella había soñado a menudo como sería sentir
los brazos de James a su alrededor. Sentir sus labios contra los suyos.

— ¿Aimee?

38
El Club de las Excomulgadas
Aimee se detuvo en la puerta y miró hacia atrás. — ¿Sí, cariño?

—Yo sólo quería saber... —Ella tomó una profunda respiración—. ¿Cómo
fue con él?

— ¿James? —Ella sonrió maliciosamente—. ¡Fue sensacional!

*****

Sandra terminó de desempacar su bolso, luego se dirigió por el pasillo hacia


la cocina. El aroma de las cebollas y el filete cocinándose le hacía la boca agua.

—Hey, cariño, estamos en la terraza —La voz de Aimee flotó dentro por la
puerta mosquitera junto a la cocina.

Sandra echó un vistazo al exterior para ver a Aimee mirándola. James estaba
parado a su lado.

Opal Carew - Abandono Total


—Toma una cerveza y únete a nosotros —dijo Aimee.

Sandra fue a la nevera y sacó una cerveza de fresa, entonces la vertió en un


vaso. Salió a la noche cálida. El sol colgaba bajo en el horizonte. Craig estaba de pie
ante la barbacoa, volteando los filetes, todavía sin camisa. Su mirada se detuvo en el
tatuaje del tigre que rondaba su grueso bíceps y sobre su ancho hombro. Arrastró su
mirada a James, quien recogió una cuchara de madera y revolvió las cebollas y
champiñones salteándose en una sartén que yacía sobre un quemador lateral de la
elegante barbacoa. Su camisa abierta revelaba sus músculos firmes.

Se lamió los labios, más por la exhibición de deliciosa carne masculina que
por el aroma de la comida. Ella tomó un sorbo de cerveza, luego dejó el vaso sobre
la mesa, que ya estaba puesta, incluyendo una ensalada y una cesta de pan.

James agarró la sartén del quemador y puso las cebollas y los champiñones
en un bol, a continuación, los puso sobre la mesa. Craig colocó los filetes en platos
individuales. Aimee recogió dos y los llevó hacia la mesa, y Sandra tomó los otros
dos. Todos se sentaron a disfrutar de la comida.

39
El Club de las Excomulgadas
—Así que estás divorciada —Craig tomó un trago de su cerveza, luego dejó
la botella.

—Así es —Sandra pinchó un trozo de lechuga de su ensaladera de plástico y


lo puso en su boca.

—Me imagino que debe ser muy duro volver al mundo de las citas después
de eso.

Sandra asintió, luego miró por encima del lago, tan suave como el cristal en
la calma luz del atardecer. Un pato emitió un llanto lastimero en la distancia.

—Sandra decidió esperar un año antes de volver de nuevo al juego de las


citas —Aimee colocó un brazo alrededor de Sandra y la apretó—. Así que es justo
que os advierta a ambos. Celebramos el aniversario de un año la semana pasada,
¡por lo que esta hermosa mujer está disponible!

Opal Carew - Abandono Total


El entusiasmo de Aimee hizo sonreír a Sandra, pero sus mejillas
enrojecieron de calor. Se sentía como si estuviera a punto de ser subastada.

— ¿En qué trabajas, James? —preguntó Sandra, desesperada por cambiar el


tema. En la universidad, habían tomado unas pocas asignaturas optativas juntos,
pero ella no podía recordar la carrera que él hacía.

—Soy ingeniero industrial. Trabajo para una empresa de consultoría y


hacemos un montón de trabajo para las grandes empresas, optimizando sus
operaciones.

—Eso suena interesante.

Él sonrió. — ¿Qué haces tú?

—Oh, bueno, Aimee y yo trabajamos en el departamento de publicidad de


TeleNorth. Trabajamos en su sitio Web.

—Síp, yo hago la parte aburrida de codificación —dijo Aimee—. Sandra

40
El Club de las Excomulgadas
puede hacer eso también, pero ella es también la artística y hace todo el diseño
gráfico.

— ¿Qué hay de ti, Craig? —preguntó Sandra, sin querer dejarlo de lado.

Él sonrió, sus ojos marrones brillando. —Soy trabajador de la construcción.

La mirada de Sandra consideró su amplio pecho y hombros. Podía imaginar


esos músculos abultándose y ondulando mientras balanceaba una enorme maza, su
piel brillando del sudor. Su mirada se desvió a sus manos, envueltas alrededor de la
botella marrón delante de él. Eran grandes y masculinas y no pudo dejar de
preguntarse cómo se sentirían al tocar su cuerpo. Aimee golpeó su brazo y se echó a
reír. —No le hagas caso. Es arquitecto y es dueño de su propia empresa de
construcción.

— ¿Desde cuándo os conocéis Aimee y tú? —preguntó James, su mirada


sobre Sandra.

Opal Carew - Abandono Total


—Alrededor de un año —dijo Sandra—. La conocí justo después de mi
divorcio. Eric y yo vivimos en Toronto durante la mayor parte de nuestro
matrimonio, pero cuando nos separamos, decidí mudarme de nuevo a Ottawa,
donde me crié. Conocí a Aimee en el trabajo —Ella tomó un sorbo de su cerveza—.
Supongo que vosotros dos habéis conocido a Aimee por más tiempo.

—Todos nos conocimos aquí, en realidad. Unos cuatro años atrás —dijo
Craig—. Sammie Reed a menudo solía organizar grandes fiestas y barbacoas en la
otra cabaña cuando sus padres todavía eran los dueños. Invitaba gente de Beneton
Lodge y del campamento circundante. Ya sabes, donde está el puerto deportivo.
Hay una gran cantidad de remolques allí sobre una base estacional. Son un grupo
bastante sociable.

Sandra se preguntó qué pensaba Aimee acerca de esa variedad de personas


invadiendo su isla.

Aimee echó a reír. —Pasamos algunos momentos geniales. Nosotros

41
El Club de las Excomulgadas
deberíamos hacer algo así este verano.

Craig sonrió. —Esa es una gran idea.

— ¿Qué te parece, James? —Preguntó Aimee—. ¿Te apuntas?

—Por supuesto —James le sonrió a Sandra—. Pero no este fin de semana.

Sandra miró fijamente esos hermosos ojos de color azul grisáceo con el
anillo azul marino alrededor de los bordes, y su aliento quedo atrapado en el calor
que le trasmitían.

*****

Sandra se puso su camisola y pantalones cortos sueltos y se metió en la


cama. Una agradable brisa flotaba a través de la mosquitera y el sonido de los
grillos llenaba el aire.

Opal Carew - Abandono Total


La luz de la luna inundaba la cama en un suave resplandor.

Estaba tan cansada que finalmente se había excusado para dirigirse a la


cama ya que Aimee era un ave nocturna y no parecía tener prisa en terminar la
noche.

El sonido de la puerta del patio al abrirse llegó desde el exterior, luego pasos
a lo largo de la terraza.

—Fue realmente genial volver a verte, Aimee.

La profunda voz de Craig llegó claramente a través de su ventana abierta.

—Fue agradable verte, también.

Silencio, seguido de un leve suspiro, hizo que los oídos de Sandra


reaccionaran. Ellos debían estar en el extremo de la terraza, que estaba a sólo un
metro más o menos de su ventana, pero a la vuelta de la esquina. Ellos
probablemente no tenían ni idea de que podía oírlos.

42
El Club de las Excomulgadas
—Te he echado de menos. Mucho —dijo Craig—. ¿Estás segura que no
quieres unirte a mí esta noche?

—Estoy tentada, pero este fin de semana es para ayudar a Sandra. Si tanto tú
como James mostraran interés en ella, eso ayudaría a reconstruir su confianza.
Pensé que la encontrarías atractiva.

—Lo hago. Es una mujer hermosa. ¿Así que no te importa compartirme?

—Oh, ¿te gusta la idea de compartir? —Aimee preguntó burlonamente.

Craig se rió entre dientes. —Si estás hablando de un trío, me apunto.

Los ojos de Sandra se abrieron como platos y sus dedos se tensaron


alrededor de las sábanas. Oh, no. Aimee no lo haría.

—No estoy hablando de mí y… —Las palabras de Aimee fueron

Opal Carew - Abandono Total


interrumpidas por el sonido de la puerta corredera del patio al abrirse.

—Lo siento, no estoy interrumpiendo nada, ¿verdad? —preguntó James.

—No, por supuesto que no —La voz de Aimee se alejó mientras hablaba—.
Los voy a acompañar hasta el camino.

Sandra podía oír los pasos sobre los escalones de madera de la terraza.

—Oh, maldita sea —dijo Aimee.

— ¿Qué sucede? —preguntó James.

—La ventana de Sandra está abierta.

La respiración de Sandra se detuvo. Genial. Ahora Aimee sabría que había


escuchado su conversación.

—Buenas noches, chicos. Gracias por la cena.

43
El Club de las Excomulgadas
La voz de Aimee se acercó a la cabaña.

—No hay problema —dijo Craig—. Nos vemos mañana.

Sandra escuchó la puerta corredera deslizarse hasta cerrarse mientras Aimee


la cerraba con llave. Un momento después, oyó un toque en la puerta de su
dormitorio.

— ¿Estás despierta, Sandra?

Por un segundo pensó en fingir que estaba dormida, pero inmediatamente


descartó la idea.

—Sip. Entra.

La puerta se abrió y la luz del pasillo inundó la habitación. Sandra se sentó y


encendió la lámpara de noche.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Escuchaste?

Sandra asintió.

—Sabes, no quise decir nada con eso. Sé que puedes encontrar chicos por tu
cuenta. Yo... sólo quería ayudarte.

Sandra asintió. —Lo sé.

Aimee entró en la habitación y caminó hacia la cama. — ¿Estás enojada


conmigo? —Ella se sentó al lado de Sandra.

Sandra sonrió. —Por supuesto que no —Ella envolvió sus brazos alrededor
de Aimee en un fuerte abrazo—. Has sido una gran amiga. Has estado ahí para mí
a través de todo mi divorcio. Adoro que quieras ayudarme a salir —Soltó a Aimee y
sonrió tímidamente—. Sólo espero que los chicos no crean que soy una especie de
perdedora patética... —Especialmente James.

— ¿Estás bromeando? Dijiste que nos escuchaste afuera. Craig está

44
El Club de las Excomulgadas
deseando hacer un trío.

Sandra hizo rodar sus ojos hacia un lado y sonrió.

—Síp, bueno. Él es un chico. Eso es evidente.

Aimee sonrió. —Te encuentra atractiva.

—Estoy segura de que sólo dijo eso con la esperanza de convencerte a ti para
tener un trío.

—De ninguna manera. No te vas a escudar con eso. Él te encontró atractiva.


Y sabes que James también

Sandra se encogió de hombros, sin saber cómo aceptar el cumplido.

—Sabes, ya que tú y James están calientes el uno por el otro, él sería perfecto
para que tu... ya sabes... saltes a la acción.

Opal Carew - Abandono Total


Las mejillas de Sandra ardieron. —Um, no lo sé. Yo no me sentiría cómoda
saltando en la cama con un tipo al que no he visto desde hace más de diez años. No
es como si lo hubiéramos hecho antes. De hecho, éramos prácticamente
desconocidos.

—Bueno, tenemos tres días. Vosotros podéis usar ese tiempo para llegar a
conoceros el uno al otro de nuevo.

Sandra sacudió la cabeza. —No va a suceder.

Aimee levantó sus pies sobre la cama y se apoyó contra el cabecero junto a
Sandra. —Sabes, esa idea sobre el trío…

—Fue una broma. Lo sé.

Aimee la miró fijamente durante un momento, sus ojos completamente


serios. —Sabes, todos esos puntos en la lista... Tienes que admitirlo, esas fantasías
son calientes. No puedes decirme que no has pensado en vivir cualquiera de ellas.

45
El Club de las Excomulgadas
—Vamos, Aimee. En realidad, no estás queriendo sugerir que tú, yo y
Craig…

—No, cariño. Me refiero a ti, Craig y James.

Sandra se quedó sin aliento mientras el impacto la golpeaba.

Pero a medida que la sangre tronaba a través de sus venas, tuvo que admitir
que era una idea inspiradora.

El rostro de Aimee se iluminó y se inclinó más cerca de Sandra y le dio un


codazo en el brazo. —Oh, Dios mío. Lo estás considerando.

—No, no lo hago.

—Lo haces. Oh, cariño, sólo piensa en lo sexy que sería. Dos chicos
magníficos, ambos totalmente empeñados en darte placer. Ellos se apuntarían, ya

Opal Carew - Abandono Total


sabes. Estoy segura que lo harían. Y ya que estás tomando la píldora y los chicos
han sido recientemente examinados, ni siquiera tienes que preocuparte acerca de
los molestos condones, así que si deseas disfrutar de algunas actividades
acuáticas…

—Aimee, basta. Yo nunca podría hacer eso.

Claro, ella había vuelto a tomar la píldora de nuevo, pero eso era porque así
estaría lista cuando conociera a alguien. Cuando comenzara a tener citas. No para
tener sexo casual en la cabaña.

Aimee sonrió. —Nunca digas nunca.

—De todos modos, tú y Craig…

—Son viejas noticias.

—No sonaste como viejas noticias ahí afuera cuando te besó.

La boca de Aimee formó una O. — ¿Estabas mirando?

46
El Club de las Excomulgadas
—No, pero a veces el silencio dice mucho. Y ese silencio cuando te dijo que
te había extrañado...

Sandra se encogió de hombros.

—Sandra, realmente pienso que deberías considerar un trío con James y


Craig. Sé que estábamos dejando volar nuestra imaginación cuando escribimos esa
lista, pero si algo de eso te excita, creo que deberías tratar de volverte salvaje por
una vez. Y nosotros cuatro estamos solos en esta isla. Nadie más tendría que
saberlo. Los chicos no se lo dirían a nadie —Ella apretó el brazo de Sandra—. Y
definitivamente no dejes que mi pasada relación con Craig se meta en el camino.

—No puedo sólo tener sexo con dos chicos que son prácticamente
desconocidos. Sería bastante duro con uno…

—Síp, eso sería muy duro.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra ignoró el comentario sugestivo de Aimee, y las imágenes de largas
erecciones duras que temblaron a través de su mente, haciendo que sus hormonas
revolotearan.

—Yo no podría sólo saltar al cuello de alguno de los dos.

—Está bien, lo entiendo. Un trío es un poco abrumador. ¿Qué tal alguna


otra cosa de la lista? Ya que sigues diciendo que son extraños, siempre está el punto
número tres. Podría contarle a los chicos sobre la lista y…

—Oh, Dios, no te atrevas.

—Sabes, ellos lo entenderían completamente. Es una oportunidad perfecta.

—Aimee.

Aimee le tomó la mano. —Está bien, sólo piensa en ello.

Sandra sacudió la cabeza. —Eres una completa chiflada.

47
El Club de las Excomulgadas
Aimee sonrió. —Por eso nos llevamos tan bien.

Opal Carew - Abandono Total

48
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Cinco
Craig miró fijo hacia Sandra sobre la mesa de picnic, sus manos alrededor de
la botella de cerveza delante de él. Grandes manos masculinas. Podía sentir sus
pechos hinchados de la necesidad de sentir esas manos sobre sus pechos.

—Adelante, Sandra. Sabes lo que quieres hacer —Aimee, que se sentaba


junto a Craig, le sonrió con esa linda sonrisa peculiar suya, mostrando los hoyuelos
de sus mejillas.

— ¿Hacer qué? —preguntó Sandra.

— ¡Esto! —Aimee se tambaleó a sus pies y abrió su blusa, dejando al


descubierto redondos, llenos, y muy desnudos pechos.

Sus grandes pezones rosa oscuro se fruncieron cuando agarró la mano de

Opal Carew - Abandono Total


Craig y la colocó en uno de sus pechos. Craig envolvió su otro brazo alrededor de
ella y la besó, su mano todavía acariciando su pecho. James se puso de pie detrás de
Aimee y ella se apartó de Craig cuando las manos de James se enroscaron sobre sus
pechos y los acariciaron, luego los ahuecaron.

Los pechos de Sandra dolían por ser tocados así.

—Adelante, Sandra —Aimee sonrió, luego dejó caer su cabeza contra el


pecho desnudo de James y suspiró—. Se siente tan bien.

Sandra lo deseaba. ¿Por qué no hacerlo?

De alguna manera los hombres estaban desnudos ahora. Aimee se subió


encima del regazo de James, de espaldas a su pecho, sus manos ahuecando sus
pechos. Sus pezones se asomaron entre sus dedos.

El tigre en el brazo y hombro de Craig parecía latir con vida. Quería tocarlo.
La mesa de picnic se desvaneció y ella se acercó a Craig, luego pasó su mano por la
espalda del tigre. A pesar de que estaba tatuado en su piel, se sentía como pelaje

49
El Club de las Excomulgadas
real. El animal hizo un ruido sordo mientras lo acariciaba. Entonces merodeó por
encima del hombro y hacia abajo por el pecho, hacia su pene duro como piedra y
completamente erecto. El animal lamió el pene, a continuación, se enroscó
alrededor como un gato lo haría en la pierna de alguien. Lamió de nuevo, luego se
apartó.

La mirada de Sandra permaneció bloqueada sobre esa enorme polla. Oh,


Dios, quería subirse encima de ésta y montarla hasta que su cuerpo se rompiera en
un orgasmo cataclísmico.

—Hazlo, cariño —Alentó Aimee. Ella se relajó sobre sus pies y envolvió su
mano alrededor de la enorme polla de James, a continuación, la sostuvo mientras
bajaba su cuerpo sobre esta.

Con la sangre hirviendo en su interior, Sandra abrió su vestido y lo dejó caer


al suelo. Ahora estaba de pie completamente desnuda delante de ellos, sus pechos

Opal Carew - Abandono Total


subían y bajaban con su dificultad para respirar. Dio un paso adelante y envolvió su
mano alrededor de la gran polla de Craig. Sólida. Dura como una piedra.
Desesperadamente la quería dentro suyo.

Craig acarició su pelo fuera de su cara, entonces dobló los dedos alrededor
de su cabeza y la atrajo hacia él. Sus labios se encontraron con los suyos
dulcemente, con una ternura maravillosa. Cerró los ojos y se perdió en el beso
íntimo, aceptando su lengua dentro de su boca, acariciándola con su propia lengua.
Sus manos cubrieron sus senos y ella se aferró a sus hombros en busca de apoyo.

Anhelo se disparó a través suyo, abrumando sus sentidos. Presionó sus


manos sobre su pecho. Él se tumbó y ella se subió encima. Envolviendo sus dedos
alrededor de su dura polla, se posicionó sobre él, entonces se bajó a sí misma. Oh,
Dios, se sentía increíble cuando se deslizó en ella, penetrando profundamente. Se
apoyó en la parte superior de él, con las rodillas a ambos lados de las caderas, y se
deleitó con la sensación de su dureza en su interior, estirándola increíblemente.

Sin siquiera moverse, su cuerpo se estremeció, cerca del orgasmo. Ella se

50
El Club de las Excomulgadas
levantó, luego se bajó de nuevo. Él envolvió sus manos alrededor de sus caderas y
rodó sobre ella, luego empujó profundamente. El temblor en su cuerpo aumentó
cuando el placer la invadió. Él se echó hacia atrás y se lanzó hacia delante de
nuevo, llenándola profundamente. Ella jadeó y montó la creciente ola. El orgasmo
estaba tan cerca.

Él se echó hacia atrás y empujó de nuevo. Ella se aferró a él, entonces jadeó
cuando el placer se catapultó a través suyo. Todo su cuerpo temblaba y se
convulsionaba. Mientras el orgasmo la reclamaba, la sensación del cuerpo de Craig
sobre el de ella se desvaneció. Abrió los ojos, todavía temblando de placer, y se dio
cuenta que estaba en la cama sola.

Otro sueño. ¡Un caliente y totalmente increíble sueño!

*****

Un golpe sonó en la puerta de Sandra.

Opal Carew - Abandono Total


—Hey, dormilona. ¿Puedo entrar? —preguntó Aimee a través de la puerta.

Sandra miró alrededor, pero no podía ver ningún reloj en la habitación.

—Por supuesto. ¿Qué hora es? —preguntó Sandra, su voz ronca. Se aclaró la
garganta mientras empujaba la colcha hacia atrás y se sentaba.

—Son las ocho —Aimee abrió la puerta y entró en la habitación, una


brillante sonrisa en su rostro y una taza de café humeante en su mano. El aroma
hizo cosquillas en los sentidos de Sandra. Mmm, eso es lo que necesitaba en estos
momentos. Como si le leyera el pensamiento, Aimee le entregó la taza.

—Pensé que podrías necesitar esto.

—Gracias —Sandra tomó la taza y bebió un sorbo. El café tenía una sutil
acidez equilibrada con los ricos sabores del chocolate con leche y las avellanas.
Definitivamente la mezcla mexicana que había traído como parte de su
contribución a la comida de este fin de semana.

51
El Club de las Excomulgadas
—Pensé que podríamos ir a nadar antes del desayuno. ¿Juegas?

Sandra pensó en tirarse al agua fría del lago tan temprano en la mañana y se
estremeció. Ella prefería nadar en una piscina climatizada. —No lo sé. ¿Cómo está
el agua?

—Vigorizante.

La cara de Sandra se frunció. —Quieres decir fría.

Aimee sonrió con picardía. —Bueno, puedes tomar una ducha en cambio,
pero la única que tenemos está afuera.

Maldita sea. Una manguera de agua estaría aún más fría que el lago. De
hecho, probablemente sería del lago, pero estaba segura que se sentiría más fría. Y
tendría que ponerse su traje de baño, ya que no iba a ducharse afuera desnuda.

Opal Carew - Abandono Total


—Bien, iré a nadar.

Aimee dio unas palmaditas en la pierna de Sandra. —Es un día glorioso. Te


encantará.

—Síp, seguro.

Aimee se rió ante el dudoso tono de Sandra.

Sandra amaba el aire libre, pero no amaba estar fría y mojada por la
mañana. Prefería nadar por la tarde, cuando el sol estaba ardiendo.

Tomó otro sorbo de su café, luego empujó sus pies hacia el suelo.

—Dame diez minutos.

—Te esperaré en la terraza —Aimee salió de la habitación.

Sandra abrió el cajón y revolvió a través del contenido por su bikini favorito
con flores tropicales en rojos, naranjas y verdes. Luego se dirigió al cuarto de baño.

52
El Club de las Excomulgadas
Diez minutos más tarde, Sandra seguía a Aimee por un sendero entre los
árboles.

— ¿Por qué simplemente no vamos a la playa del frente? —Sandra había


supuesto que irían a nadar a la hermosa playa de arena a sólo unos metros de la
parte delantera de la casa.

—Este lugar es más privado. Te gustará.

El sendero las condujo fuera de los árboles hacia otra playa, pero aquí la
orilla se curvaba alrededor, formando una bahía cerrada no visible para el lago
abierto o la otra orilla. La luz del sol se reflejaba en la superficie cristalina del agua
en calma.

— ¿No es hermoso? —Aimee dejó caer su bolso de paja y una toalla sobre la
playa.

Opal Carew - Abandono Total


—Lo es —Sandra colocó su toalla y desató el pareo que llevaba sobre su
traje de baño, luego lo puso en la parte superior de la toalla.

Afuera, en el centro de la bahía había una plataforma de nado con una


escalera en un lado. A ella le encantaría ir allí por la tarde y nadar hasta la
plataforma, luego descansar y trabajar en su bronceado.

Aimee desató el cinturón de su corta bata roja de tela de toalla y dejó caer la
prenda al suelo. Los ojos de Sandra se abrieron al darse cuenta de que Aimee no
llevaba nada debajo de la túnica.

Aimee entró en el agua hasta sus tobillos. — ¿Te vas a unir a mí?

Sandra entró en el agua, también. Estaba fría, pero no tan fría como había
supuesto que estaría. Los largos días calurosos del último par de semanas habían
hecho un buen trabajo calentándola. Ella se metió hasta sus rodillas.

Aimee se echó a reír. —Me refería a por qué no te deshaces del traje de
baño.

53
El Club de las Excomulgadas
Sandra la miró con incertidumbre.

—No es como que haya alguien alrededor, y realmente se siente grandioso


nadar con el agua sobre tu piel desnuda.

Sandra echó un vistazo hacia su mínimo bikini. —No es que no tenga


mucha piel al descubierto ahora.

Aimee descartó sus palabras. —No es lo mismo —Aimee se metió más en el


agua—. Vamos. Dale una oportunidad.

Sandra miró alrededor. Era muy privado. A regañadientes, se desabrochó la


parte de arriba del bikini. Lo retiró rápidamente y lo metió dentro de su pareo, sólo
en caso de que alguien pasara por allí. Como si esa fuera mi principal preocupación.
Metió sus pulgares en la cinturilla de la parte de abajo de su bikini, pero
simplemente no se atrevía a hacerlo. Arrojar su parte superior estando al aire libre
fue bastante difícil.

Opal Carew - Abandono Total


Ella se volvió y corrió hacia el lago, entonces se zambulló, sus pezones se
endurecieron en el agua fría. Nadó hasta que sus pies no tocaban el fondo. Aimee
nadó hacia ella, entonces flotó en el agua a su lado.

—Agradable, ¿eh? Hay una gran roca por aquí en alguna parte en la que
puedes pararte —Ella se alejó nadando, luego anduvo alrededor por un rato—.
Aquí está.

Aimee se paró, mostrando sus pechos desnudos por encima del agua, la cual
acariciaba sus caderas justo debajo de su ombligo.

—Bueno, qué hermoso espectáculo.

Sandra contuvo la respiración ante la voz de Craig. Ella miró hacia la playa.
Tanto Craig como James estaban parados mirando. En lugar de volver a
zambullirse en el agua, Aimee colocó sus manos en las caderas y posó.

—Bueno, gracias.

54
El Club de las Excomulgadas
Sandra quería cubrir sus propios pechos, pero tenía que flotar en el agua. De
todos modos, los chicos realmente no podían verla debajo de la superficie.

— ¿Caballeros por qué no vienen y se unen a nosotras? —preguntó Aimee.

Inmediatamente, Craig tiró de su camiseta y empezó a sacarla por arriba,


pero James lo agarró del brazo.

—Espera —dijo James—. ¿Y tú, Sandra? ¿Quieres que nosotros nos unamos
a ti?

Ella echó un vistazo hacia Aimee y se lamió los labios. No quería arruinar la
diversión de su amiga. —Yo... eh... bueno, estaba a punto de regresar a la cabaña
así que... si me dieran un minuto...

—Por supuesto —James le dio un codazo a Craig—. Date la vuelta.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Eh? —preguntó Craig, su mirada firmemente en los senos de Aimee.

—Dije, date la vuelta por un segundo.

Craig miró hacia Sandra, luego sonrió. —Oh, seguro.

Ambos se dieron la vuelta. Aimee se empujó a si misma desde la roca y


nadó hacia Sandra.

—Escucha —dijo ella, cuando estuvo lo suficientemente cerca para que su


voz no llegara a la orilla— lo lamento si te hice sentir incómoda. Tengo que
admitirlo, y no sé si es por el aire fresco, ver a Craig de nuevo o tal vez esa maldita
lista que hicimos, probablemente lo último, pero en realidad quiero a un hombre
ahora mismo. Y hay dos dispuestos justo aquí. ¿Seguro que no quieres quedarte?
Probablemente necesites esto más que yo.

Sandra pensó en su sueño de anoche. Ella definitivamente necesitaba un


revolcón, pero... no podía... hacerlo.

55
El Club de las Excomulgadas
Sus mejillas se sonrojaron y negó con la cabeza. —No, esto no es para mí,
Aimee. Simplemente regresaré a la cabaña.

—Ay, cariño, no quiero abandonarte de esta manera.

—No te preocupes por eso. En serio.

Aimee nadó un poco más cerca. —Oye, tengo una idea. Puedo entender por
qué tal vez no quieras saltar sobre todo. Pero por qué no... ya sabes, observas.

— ¿Qué?

— ¿Recuerdas el punto siete de la lista? ¿O era el ocho? Voyerismo. De esa


forma puedes hacer algo un poco subido de tono, pero sin alejarte demasiado de tu
zona de confort.

— ¿Podemos darnos la vuelta ya? —gritó Craig desde la orilla.

Opal Carew - Abandono Total


—Me voy —Sandra se volvió y nadó hacia la orilla.

—Está bien, pero piénsalo —dijo Aimee, entonces le gritó a Craig—. Dale
un minuto más.

Los pies de Sandra tocaron el fondo y se cubrió los pechos con las manos
mientras caminaba hacia la orilla, incluso aunque los hombres todavía estaban de
espaldas. Ella tenía que caminar por delante de ellos para llegar a sus cosas y la
verían en su visión periférica.

—Um... ¿chicos podrían girarse un poco más a la izquierda? —preguntó


Sandra.

Craig comenzó a girar hacia ella.

— ¡No! —exclamó—. La otra izquierda.

Inmediatamente, él se volvió hacia el otro lado. Sandra corrió por sus cosas,
tomó su pareo y rápidamente lo envolvió alrededor de su cuerpo y lo ató sobre sus

56
El Club de las Excomulgadas
pechos así formaba un vestido sin tirantes.

—Está bien, pueden darse la vuelta. Me marcho.

Los hombres se giraron y James sonrió hacia Sandra. Craig asintió con la
cabeza en su dirección, luego giró su mirada de regreso a Aimee, que estaba
nadando hacia la roca de nuevo.

—Hey, chicos —Aimee se puso de pie en la roca y saludó hacia ellos, sus
pechos húmedos brillando bajo el sol—. No les importa si Sandra se queda y
observa, ¿verdad?

Craig empujó fuera su camisa. —Eso está bien para mí.

Sandra miró hacia otro lado mientras él se desabrochaba sus pantalones y


los empujaba hacia abajo. Segundos más tarde, oyó pasos chapoteando en el agua,
luego un chapoteo más grande cuando se zambulló.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra se volvió y empezó a alejarse.

—Sandra, espera —dijo James.

57
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Seis
Sandra se detuvo y miró alrededor. James recogió algo de la arena y se lo
ofreció.

Oh, maldita sea. Era la parte de arriba de su bikini. No se había dado cuenta
que cayó a la playa cuando había agarrado su pareo con tanta prisa.

Ella se lo arrebató y lo hizo rodar en su toalla. Sus pezones se hincharon


ante la conciencia de que él sabía que ella estaba casi desnuda debajo de la delgada
tela del pareo.

—Caminare de regreso contigo, si lo deseas, o...

Ante su pausa, ella lo miró a la cara.

Opal Carew - Abandono Total


—Podríamos quedarnos y mirar —continuó.

Ella sacudió su cabeza, sus mejillas ruborizadas. —No, yo... uh...

—Sabes, podría ser una buena manera de facilitar el terreno sexual otra vez.
Observar te permite participar, manteniendo una distancia. No es tan amenazante
como estar implicado personalmente.

Ella se volvió hacia el agua y vio a Aimee y a Craig encerrados en un beso


profundo, sus cuerpos desnudos presionados juntos. Los pechos suaves de Aimee
estaban aplastados contra el pecho musculoso de Craig, sus grandes brazos
envueltos alrededor de ella. El tatuaje del tigre hacia que su abultado bícep
pareciera aún más grande. Su interior dolía. Ella quería ser Aimee. Quería sentir el
duro cuerpo de un hombre contra el suyo. Sentir sus manos acariciar cada parte de
ella.

Trató de apartar su mirada lejos, pero se pegó como una cola.

—Está bien —dijo James. —Realmente no hay nada malo en mirar. Ellos

58
El Club de las Excomulgadas
dijeron que estaba bien y estoy seguro de que aumenta su excitación —James
extendió su toalla en la arena y se sentó, luego dio unas palmaditas a su lado en
invitación.

A pesar de su incertidumbre, Sandra se sentó en la toalla, su mirada clavada


en la pareja sobre la roca en medio del agua.

Craig se había movido detrás de Aimee y sus manos cubrían sus pechos
redondos. Sus pezones asomaban por entre sus dedos mientras él acariciaba y
apretaba. Los propios pechos de Sandra dolían por ser tocados. Quería acariciar sus
pezones. Echó un vistazo hacia James sentado a su lado, mirando también la
acción sobre la roca, y se moría de ganas de alcanzar su mano y colocarla sobre su
seno.

Craig se dejó caer en el agua y giró alrededor de Aimee hasta que la


enfrentó, luego se aferró a su cintura y comenzó a deleitarse con sus pechos. Sandra

Opal Carew - Abandono Total


casi gimió al pensar en la boca de él sobre los suyos.

—Una cosa bastante caliente, ¿eh? —dijo James.

Sandra simplemente asintió. Sus pechos pulsaban de necesidad. Quería


deslizarse hasta pegarse a James, tan cerca como pudiese. Sentir sus muslos duros
junto a los suyos. Subirse en su regazo y…

Él levantó su brazo, invitándola a deslizarse más cerca. Ella sabía


exactamente lo que estaba insinuando y dudó, pero no podía ignorar el ardor en su
cuerpo. Tan pronto como se movió más cerca, la tomó del codo y la guió delante de
él hasta que estuvo sentada entre sus largas piernas, su espalda contra su pecho
sólido, mirando la acción. Podía sentir su abultada erección presionando contra su
trasero. Sus pechos dolían porque los tocara, pero él simplemente deslizó sus manos
alrededor de su cintura y observó a la pareja en el agua.

Craig se subió a la roca y se quedó de pie. Su furiosa erección estaba alta y


orgullosa. Aimee envolvió su mano alrededor de esta y sonrió.

59
El Club de las Excomulgadas
—Estas dolorido por mí, ¿no, cariño? —Aimee acarició esa maravillosa polla
varias veces.

Sandra podía sentir la polla de James moverse en su contra. No podía


soportarlo más. Pasó sus dedos sobre las manos de él, entonces las levantó y las
colocó sobre sus pechos. Sus fuertes dedos se cerraron alrededor de sus montículos
de carne y casi gimió ante el sublime sentimiento. Sus entrañas se fundieron y
sentía la resbaladiza humedad entre sus piernas.

Oh, Dios. Quería rodar hacia atrás, quitarse el bikini, e invitarlo a entrar. Sólo
podía imaginar su polla deslizándose en ella. Profundo. Y tan poderosa en su
interior.

Aimee acarició la larga polla de Craig, varias veces, entonces envolvió sus
labios y bajó su boca sobre él. Sus manos rodearon el prieto trasero de Craig y lo
apretó mientras se balanceaba arriba y abajo.

Opal Carew - Abandono Total


Las manos de James se deslizaron por debajo de la abertura en el frente del
pareo de Sandra y encontró sus firmes y desnudos pezones. Mientras jugaba con
ellos, ella contuvo el aliento ante las exquisitas sensaciones disparándose a través
suyo. Él le sonrió y le acarició el cuello con la nariz. Ella giró la cara y él se apoderó
de su boca, sus labios suaves persuadiendo sobre los de ella. Su lengua golpeteó
entre sus labios, luego se deslizó en el interior, y todo al mismo tiempo que sus
talentosos dedos acariciaban sus pezones hasta que casi jadeó por aliento.

Cuando él liberó su boca, su cabeza cayó hacia atrás contra su pecho y su


mirada se desvió de nuevo hacia Aimee y Craig. Craig estaba parado en la roca
ahora y Aimee flotaba sobre su espalda. Craig guió su gran polla hacia su apertura
y la atrajo hacia él, deslizándose en ella. El interior de Sandra se apretó de
necesidad.

Aimee envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Craig y él empujó una


vez, luego cayó en el agua. Ambos se hundieron, luego irrumpieron a la superficie,
riendo. Nadaron hasta la plataforma de nado a unos veinte metros más allá, a

60
El Club de las Excomulgadas
continuación, Craig le dio la espalda a la escalera y enroscó sus brazos alrededor de
ésta, su cuerpo aún en el agua. Aimee envolvió sus piernas alrededor de él,
capturándolo dentro de ella otra vez, luego enroscó sus brazos alrededor de sus
hombros.

Sandra sólo podía imaginar esa polla larga y dura en su interior. Sus
entrañas quemaron de necesidad. Pasó sus dedos sobre el dorso de la mano de
James, la cual todavía acariciaba su necesitado pecho, y golpeó su mano hacia
abajo. Él entendió la idea y se deslizó por encima de su estómago, luego por debajo
de la banda del tanga de su bikini. Tan pronto como ella sintió sus dedos deslizarse
sobre sus mojados pliegues, gimió, sus ojos cerrándose. Su cabeza colgó hacia atrás
contra él mientras acariciaba sobre su raja, luego deslizó dentro dos gruesos dedos
masculinos.

Ella se arqueó hacia arriba, amando la sensación de tenerlo dentro.


Acariciando. Empujando más profundo.

Opal Carew - Abandono Total


—Oh, eso se siente tan bien —murmuró ella.

Él le acarició el cuello con la nariz mientras se retiraba, acarició su


hendidura, luego encontró el pequeño botón escondido en sus pliegues. Mientras
acariciaba su clítoris, ella gimió, entonces en un súbito estallido de placer jadeó y
gritó de éxtasis.

El orgasmo la arrastró, zumbando a través de su cuerpo en un barrido de


dulce éxtasis. Cuando el placer disminuyó, se encontró tirada en la toalla frente a
él. Su mirada chasqueó hacia la pareja en la plataforma de nado, pero estaban
gimiendo sus propias liberaciones.

—Oh, Dios mío, no quería... —Su mirada se posó sobre el bulto en los
pantalones de James—. Quiero decir, tú no lo hiciste... —Ella se sentó—.
Debería…

Él le acarició su largo cabello hacia atrás. —Está bien.

61
El Club de las Excomulgadas
—Pero tú... —Ella estiró su mano, pero él la atrapó antes de que pudiera
acariciar su entrepierna abultada.

—Sandra, está bien. En serio.

Oh, Dios. No podía creer que se hubiera dejado llevar tanto.

*****

Sandra apoyó su codo sobre la mesa y miró por la gran ventana hacia la luz
del sol brillando sobre el lago. Tres patos nadaban a lo largo de la superficie del
agua calma. Uno sumergió su cabeza bajo el agua, luego se deslizó suavemente por
debajo de la superficie. Uno de los otros sumergió su cabeza en el agua, tomando
un sorbo, y el otro volvió a salir a la superficie a varios metros de distancia.

La puerta se abrió y la mirada de Sandra se dirigió allí. Aimee entró, su pelo


rubio oscuro todavía húmedo de su aventura en el agua.

Opal Carew - Abandono Total


—Hola tú. Desapareciste a toda prisa —Ella echó su bolsa en el suelo, luego
se dejó caer en la silla al lado de Sandra—. Me alegré de ver que decidiste quedarte
y observar —Ella sonrió—. Ahora podemos tachar el número ocho de la lista.

—Siete —corrigió Sandra.

—Está bien. Ese es el espíritu —Puso los pies sobre la silla a su lado—.
Entonces, ¿dónde está la lista de todos modos?

—Tú la pegaste en la nevera esta mañana.

—Oh, síp —Se puso de pie y recuperó la lista, luego la puso sobre la
redonda mesa de cristal del comedor—. Sin duda tienes razón. Es el siete —Agarró
el lápiz que había dejado sobre el crucigrama del periódico en el que había estado
trabajando esa mañana, y tachó el número siete—. Genial. Estoy segura de que
podrás tachar alguno más antes de irnos.

Sandra gimió. — ¿Estás bromeando? No puedo creer que haya hecho uno.

62
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, en realidad, ¿no estabais a la mitad de hacer el número tres? No es
que James sea exactamente un desconocido, y no tenías una venda en los ojos, pero
seré buena contigo y lo contaré como válido si quieres.

Sandra miró el número tres. Hacer el amor con un sexy desconocido con los ojos
vendados.

Sandra dejó caer su cara a sus manos, cubriendo sus mejillas ardientes.

—Oh, cariño. ¿Qué pasa?

—Yo sólo... —Ella levantó la cara y miró a Aimee—. No puedo creer lo que
hice. Casi no conozco a ese hombre y le dejé... Y ni siquiera... hice nada por él,
¿sabes?

—Cariño, no te preocupes por eso. Estoy segura de que toda la situación es


una fantasía hecha realidad para él. Y si quieres corresponder, aún queda todo el fin

Opal Carew - Abandono Total


de semana por delante.

— ¿Corresponder? No creo que siquiera pueda enfrentarlo de nuevo.

Aimee le dio unas palmaditas en el brazo. —Estás inflando esto fuera de


proporción. Ambos se excitaron observándonos a Craig y a mí, y tú quedaste
atrapada en la acción. Como ya he dicho, James probablemente estaba excitado. Él
entiende que todavía estás un poco tímida para involucrarte en el sexo otra vez. No
te preocupes por eso.

—Para ti es fácil decirlo. Obviamente, estás más cómoda con la situación


que yo.

—Escucha, cariño, yo nunca he hecho esto antes, tampoco. Nunca monté un


espectáculo. Pero me siento cómoda a tu alrededor y pensé que te ayudaría a
liberarte un poco.

—No es una gran elección de palabras —se quejó Sandra.

63
El Club de las Excomulgadas
Aimee comenzó a reírse. —No quería decirlo de esa manera, pero está bien.
¿Por qué no te permites convertirte en una mujer libre? Sólo por este fin de semana.
James es fantástico. También Craig. Y hombre, Craig es un amante increíble —Ella
le dio un codazo al brazo de Sandra—. Y James, también. Te lo dije. Tal vez una
vez que abordes a los dos, me darás una oportunidad también. Nunca he estado en
un trío, tampoco.

—No puedo hacer un trío —dijo Sandra, con los labios apretados—. Ni
siquiera puedo tener un dúo.

Aimee echó un vistazo a la lista y golpeó varias veces con el lápiz.

— ¿Sabes qué? Tengo una idea —Señaló el número tres con la punta de su
lápiz—. ¿Por qué no darle al número tres una oportunidad, pero en el sentido más
verdadero?

— ¿Lo qué significa?

Opal Carew - Abandono Total


—Significa que... te abordará un hombre desconocido, no sabrás quién, y él
te iniciará en el sexo. Te llevaré al bosque y te vendaré los ojos. Él vendrá tras de ti
y... entonces lo harás.

— ¿Allí en el bosque?

—Seguro. ¿Por qué no? O en la playa. Donde sea. Lo arreglaré.

—Así que, básicamente, tendrás a James o Craig, detrás de mí…

—Después de esta mañana, no puede ser James. En realidad ya no cuenta


como un desconocido.

— ¿Craig?

—Bien, ahora estás poniéndolo difícil. La idea es que no debes saber quién
es.

64
El Club de las Excomulgadas
—Bien, no es difícil suponer que será Craig o James. Son los únicos en esta
isla.

Aimee sonrió. —Bueno, tal vez pueda cambiar eso.

—No traerás a un total desconocido para que tenga sexo conmigo, sólo para
hacer verdad la fantasía.

—Está bien, te lo prometo. No traeré a un total desconocido. Ahora bien, ¿lo


harás?

Sandra realmente quería tener sexo, y después de experimentar el toque de


un hombre esta mañana quedó aún más hambrienta por sentirlo profundamente en
su interior. Pero lo más difícil era dejarse ir y permitirse estar con un hombre. Tal
vez la idea de Aimee era la mejor. Tenía sentido que le pidiera a James que fuera el
primero, pero claro, podría preguntárselo a Craig en su lugar, sólo para que Sandra
no estuviera segura. Lo único predecible en Aimee era que podía ser totalmente

Opal Carew - Abandono Total


impredecible.

La idea de James robándola, desnudándola, y acariciándola… luego


reclamando su cuerpo por completo, prendió fuego en su interior. Entonces
comenzó a temblar al pensar en el hecho de que ella no sabría si en realidad era
James o Craig quien la estaría tocando.

La negativa colgaba de sus labios, pero las poderosas imágenes quemaban a


través de ella. Sus entrañas se sentían como una olla a presión, hirviendo a fuego
lento. Ella necesitaba desesperadamente tener sexo. ¿Por qué estaba resistiéndose? No
es que Aimee se lo fuera decir a cualquiera, y estaba segura de que los chicos serían
discretos. Aimee elegiría bien.

—Bueno, qué diablos.

*****

Devlin se asomó hacia el claro desde detrás de los arbustos, sosteniendo una

65
El Club de las Excomulgadas
rosa amarilla de tallo largo en la mano. Sabía que era el tipo de flor favorito de
Sandra. Su pene había estado duro desde el momento en que había recibido la
llamada de Aimee esta tarde.

Había lanzado algunas cosas en su pequeña bolsa de lona y conducido de


inmediato, llegando alrededor de las cuatro. James y Craig se habían acercado a la
marina en su bote para recogerlo, luego habían cenado juntos, dándoles algo de
tiempo para reencontrarse. Los había conocido en la cabaña de Aimee unos años
atrás y solía verlos tres o cuatro veces durante el verano.

Craig amablemente lo había invitado a pasar la noche en su cabaña y se


ofreció a llevarlo de regreso a la marina al día siguiente antes de la cena, todo para
mantener la presencia de Devlin oculta para Sandra. Los chicos estaban realmente
centrados en la idea de ayudar a Sandra a hacer realidad los puntos de su lista.
Dado que sabían que Devlin era su cómplice en esta empresa, le habían contado
acerca de los sucesos de esa mañana.

Opal Carew - Abandono Total


La idea de Craig y Aimee teniendo sexo mientras Sandra observaba hacia
doler su ingle. Resulta que Sandra conocía a James de la universidad y, mientras
esperaba allí, estaba agradecido de que Aimee le hubiera pedido que viniera. A
pesar de que quería que Sandra pasara un poco de tiempo viviendo vida de soltera,
supuso que era mejor que él se quedara al alcance de la mano. Lo último que
necesitaba era que ella tomara aprecio por otro tipo antes de que él pudiera hacer su
movimiento.

Mientras miraba, Sandra entró en el claro, luego se volvió y se enfrentó a las


grandes rocas como Aimee le había instruido que hiciera.

Él se había jurado a sí mismo que esperaría por Sandra. Le daría tiempo


para salir en unas pocas citas, tal vez incluso experimentar con el sexo un poco, si
eso es lo que ella necesitaba, antes de que él se involucrara sentimentalmente con
ella, pero la sugerencia de Aimee de que él interpretara la fantasía de sexo con un
desconocido, aceleraba su motor más allá del pensamiento coherente. No tenía
sentido, sin embargo. Él sería el primer hombre con el que tuviera sexo después de

66
El Club de las Excomulgadas
su divorcio, lo que lo atraía totalmente. Y él la estaría ayudando a vivir una de sus
fantasías.

¡Y la suya!

Devlin se aseguró de que su máscara estuviese firme en su lugar. Aunque, si


todo iba según lo previsto, ella en realidad nunca lo vería, no quería correr ningún
riesgo. Incluso había asegurado su cabello bajo un gorro tejido. Si ella veía o sentía
su pelo, que era más largo que el de los otros dos hombres, descubriría quién era de
inmediato.

Él salió de los arbustos y se acercó a ella desde atrás.

Opal Carew - Abandono Total

67
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Siete
Sandra podía oírlo acercándose, pero no se dio la vuelta. La excitación se
deslizó a lo largo de sus terminaciones nerviosas. El brazo de él se enroscó
alrededor de su cintura y la atrajo contra su sólido pecho. Sostuvo una rosa amarilla
frente a ella. Amaba las rosas amarillas. Una nota estaba adjunta, la cual decía: Yo
soy tu desconocido de fantasía. Ella tomó la rosa de su mano y la presionó contra su
nariz. Sus ojos se cerraron mientras respiraba la dulce fragancia.

—Es hermosa.

Sabía que él no diría nada. Eso era parte del acuerdo, para mantener su
identidad en secreto. Él deslizó un trozo de tela negra a través de los ojos de ella,
luego la ató detrás de su cabeza, dejándola en total oscuridad. Luego le tomó la
mano y la condujo lejos. Era extraño caminar por el bosque sin saber a dónde iba.

Opal Carew - Abandono Total


Tener que confiar en este desconocido por completo.

El suelo bajo sus pies cambió. Se volvió más suave. Arena.

Caminaron un poco más lejos, luego se detuvo. Sus brazos la rodearon y él


la atrajo hacia su cuerpo. Sus labios se encontraron con los suyos en un beso dulce
y suave. Su mano acarició su mejilla, luego le tomó la cabeza y profundizó el beso,
moviendo los labios sobre los de ella con más urgencia. Esto era tan totalmente
caliente, tan totalmente salvaje... no saber quién era este hombre aún siendo
sostenida por él, besada por él. Y sabiendo cuánto más iba a pasar entre ellos muy
pronto.

Su lengua empujó entre sus labios y ella la succionó profundamente en su


boca, impulsada por su profunda necesidad de consumir. Él gimió y pasó sus
manos por su espalda mientras devoraba su boca. Ella arqueó su cuerpo,
aplastando sus pechos contra él, conduciendo sus pezones como flechas en su
pecho.

Envalentonada por el anonimato de la venda en sus ojos, agarró el borde de

68
El Club de las Excomulgadas
su camisola y tiró de esta por encima de su cabeza, luego desabrochó el cierre
frontal de su sujetador y lo desechó. No podía ver su expresión, pero podía sentir su
caliente mirada sobre ella. Admirando.

Al menos, eso es lo que ella imaginaba.

Sus manos la ahuecaron y ella suspiró de placer ante la sensación de sus


grandes y cálidas manos cubriendo sus pechos. ¿Eran éstas las manos grandes de Craig?
¿Tocándola como ella había imaginado?

Su boca cubrió un tenso pezón y ella gimió de placer. Ella arrastró la mano
por su vientre tenso hacia el bulto en sus pantalones, luego acarició por encima.
Jugueteó con el botón y logró desabrocharlo. A continuación, sus dedos
encontraron la cabeza del cierre y lo bajó, entonces deslizó su mano dentro de sus
pantalones y encontró el premio. Su gran y gruesa polla. Oh hombre, era enorme.
Envolvió sus dedos alrededor de esta y la extrajo.

Opal Carew - Abandono Total


Pasó la mano por su cuerpo hasta su mejilla, encontró sus labios y lo besó
otra vez. Luego lo acarició con la nariz en el cuello. Liberó los botones de su
camisa con la mano libre, aún aferrando su gran polla en su otra mano, y besó
hacia abajo por su pecho desnudo. Una vez que llegó a su ombligo, metió su lengua
dentro, luego se hundió en sus rodillas y envolvió su otra mano alrededor de su
polla, también.

—Es tan hermosa y grande. Desearía poder verla —Ella sonrió—.


Definitivamente voy a probarla —Se inclinó hacia adelante y encontró la punta de
él con su boca. Besó y exploró la punta de su polla con los labios, luego lo lamió
con su lengua.

—Mmm. Delicioso.

Acercándose, abrió los labios y tomó dentro su glande entero. Este llenó su
boca. Era tan grande. Tan duro. Y ella quería chuparlo hasta que explotase en su
boca.

69
El Club de las Excomulgadas
Las manos de su desconocido se metieron alrededor de su cabeza y le
acariciaron el pelo. Ella arremolinó su lengua bajo la corona mientras sus manos
acariciaban su eje. Chupando sobre su glande, metió una mano debajo de sus bolas
y las acunó en su palma mientras acariciaba su pulgar sobre el punto fuerte detrás
de sus bolas.

Él gimió y se apartó un poco.

Ella liberó su polla. —Quiero hacerte venir. Así. Por favor, no te retengas.

Ella se lo tragó de nuevo, y lo sumergió tan profundo como pudo, tomando


por lo menos la mitad de la longitud de su polla en su boca. Apretó mientras
retrocedía, luego succionó mientras acariciaba ese dulce punto detrás de sus bolas.
Se balanceó arriba y abajo, exprimiendo y chupando, decidida a hacer que se
corriera. Él se puso rígido, luego gimió. Caliente líquido llenó su boca cuando él
entró en erupción.

Opal Carew - Abandono Total


Una vez que él terminó, ella sonrió. La ayudó a incorporarse y la besó, sus
labios moviéndose sobre los de ella con pasión, pero al mismo tiempo podía sentir
una profunda ternura.

Cuando él se retiró, ella se aferró a su camisa en ambos lados y tiró de él


para otro beso, conduciendo su lengua profundamente en su boca. Él la chupó,
tirando de esta aún más profundo. Una vez que la liberó, ambos jadeaban por aire.

Ella se desabrochó los jeans y los empujó al suelo, luego dio un paso fuera
de ellos. Arrastrando sus manos por su cuerpo, sonrió. Ahuecó sus pechos y los
apretó, luego jugó con sus pezones, sintiéndose intensamente perversa aunque
valiente, teniendo en cuenta que no podía verlo en absoluto. Eso le dio una cierta
libertad.

—Quiero que me folles —Oh, las ásperas palabras le hicieron hervir la


sangre.

La arrastró contra su cuerpo y capturó sus labios en un beso impresionante.

70
El Club de las Excomulgadas
Su brazo recogió sus piernas y él la levantó, entonces se sintió descender sobre el
suelo. Algo suave. ¿Un colchón de aire?

Ella yació hacia atrás, su cabeza sobre una almohada. Hombre, él había
pensado en todo. Sus dedos se engancharon en sus bragas y resbalaron lejos. Oyó el
susurro de él quitándose su ropa y esta cayendo al suelo. Un segundo después,
separó sus piernas y su boca jugó a lo largo de sus muslos internos. Entonces él la
cubrió. Su lengua se arrastró a lo largo de su húmeda raja... luego rozó sobre su
clítoris. Ella se arqueó hacia arriba, empujándose a sí misma contra su boca. Él
empujó sus piernas aún más separadas, poniendo sus rodillas sobre sus hombros,
luego comenzó a darse un festín con ella en serio.

Su lengua se sumergió en su interior, seguida de sus dedos. Uno. Luego dos.


Lamió hacia arriba y su lengua encontró su clítoris de nuevo. Mientras sus dedos
acariciaban dentro, le lamió el clítoris, luego empezó a saquearlo. Las sensaciones
duales alimentaron su creciente excitación. El placer inundó sus sentidos,

Opal Carew - Abandono Total


aumentando a medida que continuaba acariciando y burlando.

—Oh, Dios. Eso es... Ah, se siente tan bien —Envolvió sus manos alrededor
de su cabeza, cubierta por una gorra tejida, y lo sostuvo cerca de ella.

Él chupó sobre su clítoris mientras sus dedos trabajaban en su interior. Olas


de placer golpearon a través de ella y…

Ella jadeó, luego gimió cuando cayó de cabeza en un intenso orgasmo. Él


siguió chupando y acariciando mientras subía la ola hasta alturas increíbles... luego,
lentamente, flotó de regreso a la tierra.

Ella se echó hacia atrás, respirando con dificultad.

—Eso fue... oh, tan bueno.

Él se acostó a su lado y la acunó contra su cuerpo.

—Hey, Hombre Desconocido, eso fue bueno, pero definitivamente no

71
El Club de las Excomulgadas
hemos terminado todavía —Ella se movió en la oscuridad hasta que encontró su
polla, que estaba dura como una roca y lista para seguir—. Quiero algo más de
esto.

Él le acarició la mejilla, y ella se detuvo ante la increíble ternura. Él la besó.


Dulcemente. Con amor.

Su toque, su ternura, le hacía doler el corazón. Ella sintió una profunda


conexión con él, algo que no había esperado. Se suponía que iba a ser sólo sobre
sexo. Sexo con un desconocido.

Pero se sentía bien. Y ella lo quería.

—Fóllame —murmuró, necesitando aligerar el estado de ánimo—. Desliza


esa gran polla tuya dentro de mí y dispara algunos fuegos artificiales.

Él acarició con la nariz su oreja, luego cambió de lado. Entonces estaba

Opal Carew - Abandono Total


sobre ella. Algo caliente y duro rozó su muslo, luego se deslizó a lo largo de su raja.

—Eso es, hombre de fantasía. Dame todo lo que tienes.

Con eso, se condujo hacia adelante, su grueso y largo pene, empujando en


su interior. Estirándola. Llenándola hasta lo imposible. Ella se aferró a sus hombros
mientras él se quedaba quieto con su polla totalmente incrustada en ella. Se retorció
y ella gimió. Era increíblemente erótico.

Oh, Dios, no sé ni quién es, pero su pene está dentro de mí y, en cualquier segundo
ahora, me voy a correr. Una vez más.

Él se echó hacia atrás y se empujó de nuevo hacia delante. Ella se aferró a


sus hombros. Cuando se dirigió hacia adelante la siguiente vez, se arqueó a su
encuentro. Su polla se arrastró a lo largo de su pasaje interior, enviando fuertes
sensaciones que estallaban en ella. Lo apretó y él empujó más rápido. Más
profundo. Más duro.

—Eso es tan... oh. Tan bueno.

72
El Club de las Excomulgadas
Él empujó de nuevo, entonces se movió en espiral. Ella jadeó. Profundo.
Volvió a moverse en espiral. Ella se sentía mareada. Sus terminaciones nerviosas
parecían temblar con electricidad. Se condujo más duro. Más rápido. Los temblores
se agolparon en ella. Sus sentidos aumentados explotaron en una oleada de intenso
placer. El gozo se precipitó a través suyo y ella se aferró a él, jadeando en el aire,
entonces gimió cuando un potente orgasmo la reclamó. En cuerpo y alma.

Él estalló, gimiendo mientras se bombeaba dentro de ella, intensificando su


placer.

Finalmente, ambos colapsaron en total y absoluta satisfacción.

Cuando se acurrucó contra él, le acarició la mejilla, abrazándola con fuerza


a su cuerpo con el otro brazo. Luego besó su mejilla suavemente.

No quería que este momento terminara. Sostenida en los brazos de este


desconocido, en el resplandor de su intensa forma de hacer el amor.

Opal Carew - Abandono Total


Quería desesperadamente quitarse la venda de los ojos y descubrir que
hombre era.

Pero no lo haría. Lo había prometido. Y no quería hacer nada para arruinar


el momento.

*****

Sandra bostezó mientras se abría paso por el pasillo hacia la cocina, atando
su bata mientras caminaba.

—Buenos días —Aimee, sentada a la mesa del comedor, sonrió cuando


levantó la vista de su libro—. Hay café hecho.

Sandra se sirvió una taza y se sentó junto a Aimee, preguntándose si su


amiga la interrogaría acerca de su aventura de anoche. Pero Aimee simplemente
tomó un sorbo de café, luego apoyo su libro y se fue al fregadero para enjuagar su
taza.

73
El Club de las Excomulgadas
—Pensé en ir a nadar de nuevo esta mañana. Me imagino que
probablemente querrás saltearte eso hoy.

—Oh, ¿por qué crees eso?

¿Creía Aimee que ella todavía se arrepentía de haber jugado ayer por la mañana?
Después de hacer el amor salvaje y apasionadamente con James o Craig anoche,
ella había perdido totalmente sus reparos sobre la mañana de ayer. Se sentía más
aventurera. Más cómoda con su sexualidad.

Aimee sonrió. —Bueno, no estoy preguntando sobre anoche, pero... —Ella


caminaba a través de la cocina y recogió algo de la encimera.

Una rosa amarilla de tallo largo igual a la que estaba en el florero junto a su
cama ahora mismo, la que le dio su hombre de fantasía.

—Esta estaba esperando fuera de la puerta esta mañana —Aimee le entregó

Opal Carew - Abandono Total


la rosa, que estaba envuelta en papel celofán transparente y atada con una cinta de
raso amarilla. Incluso tenía un pequeño depósito de agua en la parte inferior del
tallo para mantenerla fresca.

—Ohhh. Es hermosa —La cara de Sandra se rompió en una amplia sonrisa


mientras tomaba la flor y olía la encantadora fragancia.

—Hmm. Yo diría que las cosas fueron muy, muy bien anoche —Sonrió
Aimee—. Pero no estoy preguntando.

—Eso es bueno. Porque yo no voy a contártelo.

Aimee se rió de buena gana. —Tienes que estar bromeando. Tú cara lo dice
todo —Ella se volvió y desfiló hacia el pasillo—. Por cierto, no olvides leer la nota.

Sandra no había notado el pequeño sobre de color amarillo pastel unido a la


cinta. Sacó la tarjeta. Blanca con un lujoso corazón pequeño en la esquina superior.

74
El Club de las Excomulgadas
¿Tiempo para el punto ocho? Utiliza la ducha exterior y te admiraré desde lejos.

El Desconocido de Fantasía

Su mirada se lanzó desde la tarjeta a la lista todavía unida a la parte frontal


de la nevera. No podía leer desde aquí, pero podía decir por la forma y la longitud
de las palabras qué era el número ocho. Exhibicionismo. Ese era uno de los que
Aimee había añadido, y ella había hecho un buen trabajo con este por sí misma
ayer.

Aimee regresó con una toalla y se dirigió hacia la puerta. —Me iré por una
hora o algo así.

—Um, ¿Aimee?

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Síp, cariño?

— ¿La ducha de la que me hablaste... la que está afuera?

— ¿Síp?

— ¿Se puede utilizar?

—Por supuesto. Sólo ten cuidado con la temperatura. Mi hermana pone el


calentador de agua al máximo, así que podrías quemarte si no tienes cuidado.

— ¿Caliente? Pensé que solo sería agua de la manguera.

— ¿Estás bromeando? Cuando mis padres construyeron este lugar, sabían


que mi hermana y yo traeríamos arena desde la playa, por lo que mi padre decidió
poner la ducha afuera. Él también sabía que no había forma en que la usáramos si
estuviera fría. Nos encantaba. Podíamos tomar una ducha con nuestros trajes de
baño puestos —Ella sonrió—. Pero no te preocupes, hay una cortina de ducha que
puedes cerrar para tener privacidad.

75
El Club de las Excomulgadas
Qué lástima que Sandra no había preguntado ayer, en lugar de suponer. Por
supuesto, si lo hubiera hecho, se habría perdido su sexy aventura de la mañana en
la playa. La cual había llevado a su aventura totalmente sensacional de anoche.

—Está bien, gracias.

Aimee se dirigió hacia la puerta, entonces se dio la vuelta otra vez. — ¿Tiene
esto algo que ver con la nota que tu hombre de fantasía te ha enviado?

Sandra olfateó su rosa de nuevo. —Umm. Tal vez.

—Bien, entonces —Aimee caminó hacia la mesa y agarró su libro—. Tal vez
me quede fuera un poco más. No quisiera apresurarte —Sonrió ella—. La ducha
está justo por el lado de allá —dijo, y señaló la pared opuesta a la puerta corredera.

Sandra vio a Aimee pasearse hacia la puerta y salir a la terraza.

Opal Carew - Abandono Total


—Nos vemos más tarde —dijo Aimee, un poco en voz alta, mientras cerraba
la puerta, luego desapareció por las escaleras.

Sandra se levantó de un salto y corrió a su habitación, luego se quitó el


pijama y lo arrojó sobre la cama. Miró hacia la cómoda, pensando en su bata de
raso color azul real, pero la había dejado en casa. Todo lo que tenía aquí era su útil,
pero definitivamente no sexy, bata de toalla verde menta.

Podía ponérsela sobre el bikini y… ¿qué? ¿Ducharse en traje de baño al igual que
Aimee cuando era una niña pequeña? ¿O hacer un striptease quitándoselo bajo la ducha?
Bueno, eso podría funcionar, pero conociéndose, se enredaría con los broches y
arruinaría totalmente el estado de ánimo erótico.

Y el pensamiento de ducharse, completamente desnuda, delante de su


Desconocido de Fantasía mientras observaba desde un lugar secreto estaba más allá
de simplemente erótico. Sensaciones salvajes y tumultuosas se apoderaron de su
cuerpo. Sus pechos dolían y sus entrañas se fundieron en una masa pegajosa,
necesidad zumbaba a través suyo. Pensar era todo lo que podía hacer para

76
El Club de las Excomulgadas
contenerse de caer a la cama y liberarse a sí misma justo ahora.

¿Quién sabía que iba a estar tan excitada por la idea de mostrar mi cuerpo a un
hombre?

Entonces pensó en la lista. Bueno, Aimee, por ejemplo. Esa mujer tenía
instintos increíbles.

Sandra tomó su toalla de playa color fucsia floral y la envolvió alrededor de


su cuerpo desnudo, luego empujó sus hombros hacia atrás y se dirigió hacia la
puerta. Segundos más tarde, salió a la brillante luz del sol de la mañana, recibida
por los alegres gorjeos de los pájaros. Bajó los escalones de madera y se dirigió
hacia el lado opuesto de la cabaña.

Tan pronto como dio la vuelta a la segunda esquina, la vio. Una sección de
la pared de la cabaña estaba hecha de pizarra, con una plataforma de cedro a sólo
unos centímetros por encima de la hierba extendiéndose hacia el exterior, un banco

Opal Carew - Abandono Total


de cedro contra la pared, y un cabezal de ducha por encima. Una cortina de ducha
en tonos tierra colgaba de una barra curvada, formando un extenso medio círculo.

*****

Devlin escuchó la puerta corredera abrirse y se puso de pie con su presencia


oscurecida por los arbustos. Aimee le había dicho que Sandra por lo general se
levantaba alrededor de las diez, así que había llegado a las nueve y media, y había
estado leyendo durante una hora aproximadamente. Aimee se había ido hacía unos
momentos, por lo que había dejado a un lado su libro para esperar la llegada de
Sandra.

Vio como Sandra daba la vuelta por la esquina de la cabaña con el sol de la
mañana brillando sobre su largo pelo negro. Llevaba sólo una toalla de playa de
brillantes colores envuelta alrededor de su cuerpo. Ninguna correa sobre sus
hombros. ¿Estaba usando un traje de baño sin tirantes debajo de la toalla o nada en
absoluto? Su ritmo cardíaco se aceleró ante el pensamiento de su cuerpo desnudo
cubierto sólo por la toalla.

77
El Club de las Excomulgadas
Pronto iba a verla desnuda de nuevo. Anoche había sido increíble, hacer el
amor con ella por primera vez. Ver su cuerpo desnudo, tocarla íntimamente. Oírla
gemir con el placer que él le daba. Había ardido de deseo por decirle quién era, que
ella supiera quién le estaba haciendo el amor. Pero eso habría arruinado todo.
Tenía que mantenerse enfocado en el plan, así en última instancia, podría ganar su
corazón. Esto no sólo sería un asunto a corto plazo.

*****

Sandra miró a su alrededor, preguntándose si su Desconocido de Fantasía


ya estaba cerca. ¿Y si no lo estaba? No había manera de que pudiera saberlo. Excepto
por la caliente punzada en su baja espalda. No importaba si se trataba de su
imaginación o de una sensación real por la presencia del hombre. La hacía sentir
sexy y perversa. Porque él sabía por qué estaba ella aquí.

Aferrándose a su toalla, se acercó a la plataforma de madera, luego se

Opal Carew - Abandono Total


detuvo justo antes de pisar sobre ésta. Recordando lo que Aimee había dicho sobre
el agua, alargó la mano hacia el grifo marcado con rojo y lo giró. Sintiendo la
mirada de él en ella, sintió el agua hasta que salió caliente, luego abrió el grifo de
agua fría, ajustándolo hasta que obtuvo la temperatura perfecta.

Le dio la espalda a la cabaña y su mirada se arrastró a lo largo de los densos


arbustos silvestres. El pensamiento de que él estaba allí, mirándola, envió
estremecimientos a través suyo. Ella respiró hondo, entonces con una dramática
barrida de sus brazos abrió la toalla, dejando al descubierto su cuerpo totalmente
desnudo.

Al principio, su piel bailó con piel de gallina. Ella sabía que podía
simplemente entrar en la ducha para calentarse, pero quería quedarse aquí un poco
más.

Para dejar que el la viera.

78
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Ocho
Devlin contuvo el aliento cuando Sandra abrió la toalla. Oh, Dios, ella era
hermosa. Sus pechos completamente redondos se mantenían firmes y orgullosos,
los pezones rosa oscuro frunciéndose en apretadas protuberancias. Arrastró su
mirada abajo hacia su cintura, tan delgada, luego por la suave pendiente de sus
caderas. Sus gruesos rizos púbicos negros habían sido recortados en una adorable
forma de corazón.

Ella no dio un paso bajo el agua de inmediato. En cambio, levantó sus


brazos y los extendió detrás de su cabeza, empujando sus pechos desnudos hacia
adelante. Sus pezones arrugados apuntando directamente hacia él. Pasó sus largos
cabellos sobre sus hombros, luego bajó sus brazos, luciendo excepcionalmente sexy
y femenina. Su mirada se desvió por su cuerpo cuando se dio la vuelta y se subió a
la plataforma de madera. El agua corrió por su pelo y espalda, y su trasero

Opal Carew - Abandono Total


deliciosamente redondo, cristalizando su cuerpo en humedad. Burlándose, ella
arrastró sus dedos a lo largo del borde de la cortina de la ducha, jugando con esta
como si estuviera a punto de cerrarla.

¿Qué haría él? ¿Se burlaría de él con tan sensacional muestra de su cuerpo desnudo,
sólo para esconderse detrás de una cortina mientras se duchaba?

Pero ella soltó la cortina y se dio la vuelta con una sonrisa iluminando su
rostro.

El agua fluyó por su cuerpo, como si la acariciara. Recordó la sensación de


su piel suave cuando él la había acariciado anoche. De sus dedos acariciando sus
pechos, luego dentro de ella. Su lengua deslizándose sobre sus privados pliegues.

Las manos de ella acariciaron sus pechos, trazando círculos. Sus pezones se
asomaron entre sus dedos mientras se acariciaba esos hermosos pechos, entonces
apretó. Tenía ganas de tocarlos, tomar los duros pezones en su boca y burlarlos
hasta que ella gimiera en voz alta.

79
El Club de las Excomulgadas
Se pasó las manos por el vientre, a continuación, sobre las caderas. Su
mirada se desvió hacia el pequeño y negro corazón peludo, pero ella se dio la
vuelta. Su decepción se disipó rápidamente cuando sus manos acariciaron sobre sus
nalgas, luego se dobló por la cintura y tocó el suelo, permitiéndole una grandiosa
vista de su sensacional culo.

Todavía doblada por la cintura, ella separó sus piernas y sus hormonas
saltaron a toda marcha ante la vista de sus pliegues íntimos con el agua cayendo
sobre ellos. Tan húmedos y acogedores. Se estremeció cuando ella arrastró sus
dedos a lo largo de sus pantorrillas, luego continuaron hasta sus muslos internos. Él
tuvo que detenerse a sí mismo de ir a zancadas por detrás de ella, estirarse a su
alrededor y ahuecar sus pechos maravillosamente suaves mientras empujaba su
dura y dolorida polla en su mojada apertura.

Él envolvió su mano alrededor de su eje rígido, queriendo desesperadamente


sentir su calor envolviéndolo.

Opal Carew - Abandono Total


*****

Sandra estaba segura que podía sentir el calor de la mirada de su


Desconocido de Fantasía sobre ella. Tocándose a sí misma de esta forma en frente
de él la hacía sentir perversa. Y sexy.

Poco a poco, se puso de pie, entonces se dio la vuelta, sus hombros hacia
atrás, mostrándose orgullosamente. ¿Estaba excitado observándola? ¿Estaba su gran
polla larga y dura? ¿Estaba tocándose?

Su toque invisible parecía quemar a través de ella. Dolía de necesidad.


Deseando sentir su polla. Queriendo que se deslizara en su interior. Al igual que
ayer por la noche.

Recordando la gloriosa sensación de su enorme polla extendiendo su


mojado pasaje, se pasó la mano sobre el vientre, luego más abajo. Acarició con la
punta de sus dedos a través de la pequeña parcela de húmedos rizos, luego más
abajo. Su otra mano acarició hacia arriba por su cuerpo mojado hacia su pecho.

80
El Club de las Excomulgadas
Ella apretó el tirante pezón, casi jadeando ante la intensa sensación, recordando la
boca de él cubriéndola. Chupado sobre su dura protuberancia.

Las yemas de los dedos de su otra mano acariciaron a lo largo de su raja,


enviando estremecimientos a través suyo. Sobre piernas temblorosas, retrocedió
unas pocas pulgadas y se sentó en el banco de cedro. Queriendo darle una mejor
vista, separó sus rodillas ampliamente mientras acariciaba sus pliegues íntimos. El
calor abriéndose paso por ella.

¿Y si él viene corriendo de su escondite y la arrastra en sus brazos? Su polla estaría


dura, extendiéndose hacia arriba. Podría metérsela de una larga estocada.

A ella le gustaría tanto sentir eso en este momento.

El agua se vertió sobre la parte delantera de su cuerpo en forma de gotas


gruesas mientras se acariciaba más rápido con sus dedos temblando. Luego condujo
un dedo dentro. Su cabeza cayó hacia atrás contra la pizarra mientras el placer

Opal Carew - Abandono Total


surgía a través de ella. Su pulgar encontró el pequeño botón escondido en sus
pliegues y lo burló.

Oh, Dios, se sentía tan bien. Se apretó un pezón. Ante la intensa sensación,
pellizcó más duro, luego se acarició entre las piernas más rápido. Cerró los ojos,
recordando a su Desconocido de Fantasía presionando su polla en su apertura
mientras ella yacía debajo de él, con los ojos vendados. Su polla la había penetrado,
estirándola con su circunferencia.

Ella jadeó cuando placenteras sensaciones se dispararon a través suyo.


Gimió, largo y profundo, cuando el orgasmo estalló en su interior. Caliente.
Rápido. Intenso.

*****

La mirada de Devlin permaneció pegada a Sandra mientras sus dedos


pulsaban en sus pliegues íntimos. Su polla, hinchada, a punto de estallar, llenó su
mano mientras se la acariciaba. Dios, ella era una mujer increíblemente sexy. Él la

81
El Club de las Excomulgadas
quería tanto.

Ella jadeó, luego gimió, su rostro era la imagen del éxtasis cuando el
orgasmo la invadió. Su ingle se apretó y luego gimió en silencio mientras sentía la
liberación, el líquido caliente brotando de él.

*****

Las manos de Sandra se calmaron y contuvo la respiración. Eso había sido


increíblemente sexy. Nunca habría creído que mostrar su cuerpo de esa forma sería
tan tremendamente erótico. Ni siquiera sabía con certeza quién era su Desconocido
de Fantasía, pero saber que la había visto tocarse a sí misma... excitarse a sí
misma... había sido un intenso afrodisíaco.

Se sentía perversa y extremadamente sexy.

¿Estaba el todavía ahí mirando? Su mano se deslizó tranquilamente hacia

Opal Carew - Abandono Total


arriba por su cuerpo, luego ahuecó su pecho. ¿Se había venido cuando ella lo hizo?

Esperaba que así fuera.

Creyó que había escuchado un gemido en los arbustos, pero podría haber
sido su imaginación.

Tomó una profunda respiración. Poco a poco, se puso de pie con sus rodillas
todavía un poco inestables.

Una cosa era segura, este fin de semana había cambiado la forma en que
miraba el sexo.

*****

Sandra estaba sentada en la terraza en bikini, tendida en una tumbona,


mirando por encima del agua, su libro a su lado. Había intentado leer, pero los
deliciosos pensamientos de su sexy desconocido seguían distrayéndola. Al final,
había abandonado el libro para disfrutar del calor del sol sobre su cuerpo y los

82
El Club de las Excomulgadas
preciosos alrededores.

—Oye, te ves muy relajada —Aimee subió por las escaleras, finalmente
regresando de su baño matutino.

Sandra se preguntaba si ese baño había sido con Craig, incluyendo una
repetición de las actividades de ayer por la mañana en la plataforma de nado.

Asumiendo, por supuesto, que Craig no era el Desconocido de Fantasía de


Sandra. El cual ella estaba bastante segura que no lo era. Tenía una fuerte
sensación de que era James.

—Los compañeros sugirieron que fuéramos a su casa a cenar esta noche.


¿Te parece bien?

Sandra sonrió. —Eso sería genial.

Opal Carew - Abandono Total


Ella realmente quería pasar un poco de tiempo con James. Lo había
anhelado durante tanto tiempo. Había sido insoportable cuando había estado en la
universidad. Deseándolo. Deseando que pudieran estar juntos. Y sintiéndose
terriblemente culpable por desearlo.

Ahora estaba soltera, explorando su sexualidad, y tenía la oportunidad de


satisfacer el intenso anhelo que había tenido por él durante tanto tiempo.

Ya podría haber hecho el amor con él como su Desconocido de Fantasía,


pero no estaba segura. Y no importa qué, quería experimentar su forma de hacer el
amor. Sobre todo después de esta mañana. Ella había llegado al orgasmo, pero no
era lo mismo que ser tocada por un hombre. Tener su polla profundamente dentro.

Sus músculos internos se apretaron ante el pensamiento y le dolieron las


entrañas.

— ¿Quieres un trago? —preguntó Aimee.

—Seguro. ¿Qué tal una de esas fuertes limonadas?

83
El Club de las Excomulgadas
—Esa es una gran idea —Aimee deslizó la puerta y entró en la casa, luego
regresó un momento después con dos botellas de líquido color rosa y le entregó una
a Sandra. Aimee se sentó y tomó un sorbo, luego colocó la botella sobre la mesa
entre las sillas, con una peculiar sonrisa en su rostro.

— ¿Qué?—preguntó Sandra.

—Noté otro punto tachado de la lista.

—Síp, bueno —Sandra tomó un sorbo del líquido agrio, sintiendo el ardor
del alcohol mientras tragaba, luego se encogió de hombros ligeramente—. La lista
no fue tan mala idea después de todo.

—Hmm. Entonces, ¿estás preparada para afrontar el cuarto punto?

Un trío

Opal Carew - Abandono Total


—Uh, no. Creo que dos hombres es un poco fuerte para mí ahora mismo,
pero...

— ¿Síp? —la sonrisa de Aimee se amplió—. ¿Qué?

—Tal vez un chico... esta noche... sería... —Piel de gallina se estremeció a lo


largo de sus brazos—. algo grandioso.

—No hay problema. Escoge uno y yo mantendré al otro ocupado.

Sandra se echó a reír. — ¿No te importa cuál?

Aimee sonrió y sacudió la cabeza con su pelo rubio corto en capas


agitándose. —Nop. Los dos son apuestos. Y los dos son… —Ella sostuvo sus
manos separadas a un pie de distancia y sonrió— …grandes.

Los ojos de Sandra se abrieron como platos. — ¿En serio? —Se mordió el
labio inferior mientras jugaba con la etiqueta de su botella—. Así que... ¿cuál es
más grande?

84
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, ese sería Craig.

Sandra recordó la enorme polla de su Desconocido de Fantasía estirándola


mientras se deslizaba en su interior. Ya que probablemente fue James, se
preguntaba cuán grande debía ser la polla de Craig.

¡Hombre, que había estado perdiéndose!

*****

Después de la cena, Sandra y James salieron a la terraza para observar la


puesta de sol. El cielo llameaba en rico oro, naranja y rojo, haciendo que las aguas
tranquilas llamearan con color. Bebieron sus copas de vino mientras observaban los
colores desvanecerse lentamente, dando paso a la oscuridad.

— ¿Dónde vives en estos días? —preguntó ella.

Opal Carew - Abandono Total


James le había preguntado mucho sobre sí misma durante la cena, pero no
había averiguado mucho sobre él. Y quería aprender todo acerca de él.

—Vivo en el extremo este de la ciudad, en esa nueva urbanización en las


afueras junto al río.

—Esa es una zona muy agradable —Y estaba a sólo una hora de su casa.

La luz de la luna brillaba sobre el agua y los grillos cantaban.

—Me encanta aquello. Tengo un gran patio y una hermosa vista del río por
la parte trasera de mi casa. Además, está ese gran parque cerca. Trabajo con los
aviones de radio-control, los cuales diseño y construyo yo mismo, y los fines de
semana a menudo los llevo allí con algunos de mis amigos. Puedo pilotar aviones
de verdad, también. Acabo de recibir mi licencia de piloto el año pasado.

Él había dicho que era ingeniero, así que tenía sentido que le gustaran los
artilugios, pero le sorprendió que pudiera diseñar y volar aviones. Se imaginó en la
cabina con él, mirando hacia el mundo por debajo, mientras viajaban en avión para

85
El Club de las Excomulgadas
una escapada de fin de semana.

Él sonrió. —Tal vez deberías ir y unirte a mí en algún momento. Te


enseñaría cómo volar, los aviones grandes o los pequeños. Cualquiera que sea tú
velocidad.

—Eso sería estupendo.

Tomó otro sorbo de vino y se quedaron mirando por encima del agua
durante un rato. Se sentía un poco incómoda, como si estuviera en una primera
cita, y no había tenido citas desde hacía mucho, mucho tiempo. James parecía muy
a gusto con el silencio, pero a ella la arrastraba más y más.

—Entonces, ¿qué más has estado haciendo desde la universidad? —preguntó


ella finalmente.

— ¿Yo? —Sonrió—. Suspirando por la mujer que se me escapó.

Opal Carew - Abandono Total


Más bien, aprendiendo a ser un increíble seductor. No es que le importara. En
todo caso, estaba disfrutando de la atención. Ella se echó a reír. —Así que, ¿alguna
vez te has casado?

Él se quedó mirando fijamente su copa por unos momentos. —No. Sin


embargo, estuve a punto una vez. Salimos juntos unos cuatro años, incluso
hablamos de matrimonio, —Se reclinó en la silla de la terraza y estiró las piernas
delante de él—. Pero cuando llegó el momento, no podía imaginarme pasando el
resto de mi vida con ella. Teníamos una gran química, y tuvimos muchas cosas en
común, pero simplemente no sentía como si eso fuera suficiente.

— ¿Por qué? —Ella desearía haber sido así de astuta antes de caer en el
matrimonio con su ex.

Él se encogió de hombros. —No lo sé exactamente, pero ella también lo


sintió. Tuvimos una larga conversación al respecto. Seguimos siendo amigos. En
realidad, después de que terminamos, ella conoció a otra persona, y dos años más

86
El Club de las Excomulgadas
tarde se casaron. Supongo que simplemente no estábamos destinados a estar juntos.

—Entonces, ¿crees que hay una combinación perfecta para cada persona?

—No necesariamente una. Tal vez haya más de una persona con quien
podemos hacer una vida, pero creo que cuando conoces a una de esas personas
especiales, encontrarás una conexión más profunda.

Ella se tensó un poco.

Él se rió entre dientes. —No entres en pánico. Sé que no estás buscando una
relación en este momento. Estoy feliz de que esto se mantenga casual. Basta con
encontrar el tiempo para conocernos el uno al otro otra vez.

El calor de su mirada la calentó. Había posibilidades definidas aquí.

Él se levantó y tomó su mano, luego la hizo ponerse de pie y la llevó hasta el

Opal Carew - Abandono Total


borde de la terraza. —Es una noche hermosa. Mira el agua.

Apoyándose contra la barandilla de madera de la terraza, Sandra echó un


vistazo a través del lago, la luz de la luna iluminaba la superficie cristalina. Los
grillos cantaban alegremente en el fondo y las estrellas brillaban más de lo que
nunca había visto en la ciudad. Una suave brisa rozó ligeramente a través de sus
brazos y una dispersión de piel de gallina bailó en su piel, pero esto último fue
debido a la intensa conciencia de James a su lado, su alto y masculino físico, tan
cerca de ella. Bebió un sorbo de vino.

—Es una hermosa vista —dijo ella.

Pero no tan hermosa para ella como James, que era tan sexy. Tan
increíblemente masculino.

Apoyó su copa de vino en la parte superior plana de la baranda y miró hacia


él, su mirada capturando la suya. Sus intensos ojos azul grisáceo brillaron a la luz
de la luna y su corazón dio un vuelco. No sólo era un hombre increíblemente sexy,
sino también era muy comprensivo y un conversador agradable. Muy parecido a

87
El Club de las Excomulgadas
Devlin en ese aspecto.

Pero ella quería más que amistad de James en este momento. Sus entrañas
se estremecieron al imaginarlo besándola. Acariciándola. Haciéndole el amor.

Ella quería que le arrancara la ropa y la devastara. Quería sentirlo en su


interior. Jadear mientras él la penetraba y la conducía hasta el éxtasis.

Como si pudiera leer sus pensamientos, sus ojos se oscurecieron y sus labios
bajaron, rozando los suyos ligeramente al principio, luego sus brazos se envolvieron
alrededor de ella y la atrajo hacia sí. Ella le devolvió el beso, con hambre,
queriendo estar más cerca de lo que posiblemente podría. Presionó su cuerpo
apretado al suyo y metió su lengua en su boca. Él gimió, luego apretó los brazos
alrededor de ella, aplastándola contra su cuerpo. Sus pezones dolían de necesidad
mientras se empujaban en su pecho. Podía sentir un bulto creciendo a través de sus
jeans, presionando en su vientre. Quería tocarlo. Oh Dios, tenía que tocarlo.

Opal Carew - Abandono Total


Sus labios se separaron y sus miradas se trabaron. Él buscó sus ojos,
claramente preocupado de que hubiera ido demasiado lejos. ¿Pero no podía sentir él lo
mucho que ella lo deseaba? Ella rozó sus labios contra los suyos brevemente, luego
agarró su copa y bebió el resto del vino antes de apoyarla de nuevo. El calor barrió
a través de ella, aumentando su coraje.

Descansó su mano sobre uno de sus hombros y corrió sus dedos por su
mejilla, luego hacia abajo por su cuadrada mandíbula. Besó el hoyuelo en su
barbilla, luego mordisqueó la ligeramente áspera textura de su mandíbula. Se
incorporó de puntillas y le acarició el cuello con la nariz, luego presionó sus labios
cerca de su oído.

—Estoy muy excitada. Realmente te deseo.

—Cariño, la sensación es definitivamente mutua —La atrajo hacia sí de


nuevo y capturó sus labios—. ¿Quieres entrar? ¿A mi habitación?

Pensó en volver a la cabaña. Enfrentar a Aimee y Craig, a continuación,

88
El Club de las Excomulgadas
pasar rápidamente hacia la habitación de James. Se sentía caliente y sexy ahora.
Tenía miedo de que la interrupción arruinase eso. Quizás perdiera el coraje. Había
esperado tanto tiempo, y todo era tan perfecto aquí. Ahora mismo.

—No, quiero quedarme aquí.

James sonrió. —Por qué pequeña pícara. Te gusta la idea de que tal vez
seamos pillados.

Ella miró hacia la puerta corredera de cristal. No podía ver a Aimee y a


Craig dentro. Probablemente estaban sentados en el sofá. Probablemente en un
cuerpo a cuerpo.

—No es eso. Solo no quiero arruinar el estado de ánimo — ¿Pero eso era todo
lo que era? Con toda la charla de ver y ser mirado... ¿Qué pasa si Aimee y Craig estaban
mirándolos en este momento? Había una cierta emoción ante el pensamiento de la otra
pareja viéndolos. Observándolos mientras se besaban. Y más.

Opal Carew - Abandono Total


Sobre todo si se había equivocado acerca de James siendo su Desconocido
de Fantasía. Si en verdad fue Craig... el pensamiento de él mirándola con James
tenía un efecto extraño y definitivamente sexy en ella.

Su boca se ensanchó en esa amplia y atractiva sonrisa suya, mostrando


incluso, dientes blancos. —Lo que tú quieras, cariño, lo tienes.

Ella pasó sus manos sobre sus hombros y abajo por su pecho, calor
zumbando a través de ella ante la sensación de sus duros músculos debajo de sus
dedos. —Lo que quiero es… —Se inclinó y le besó la barbilla— tocarte.

—Ven por ello, querida.

Sandra lo presionó hacia atrás hasta que su espalda estuvo contra la pared de
madera de la cabaña. Arrastró sus manos por su pecho, por encima de sus
abdominales. Podía sentir los duros músculos ondearse a través de su fina camisa
de algodón. Pasó su cinturón, luego acarició el impresionante bulto en sus

89
El Club de las Excomulgadas
pantalones. La sensación de su dura erección debajo de su palma la emocionó. Ella
había tocado a su Desconocido de Fantasía así. Sintió su dura polla en su mano.

¿Era James el mismo hombre?

Un deseo compulsivo destrozó su control y lo apretó, luego se dejó caer de


rodillas y bajó su cremallera. Metió la mano en la tela de sarga de algodón y por la
ranura en la parte delantera de su ropa interior hasta que sintió su duro y desnudo
eje.

Oh, Dios, se sentía tan bien. Caliente. Duro como una piedra.

Él la deseaba.

Y ese era un gran impulso para su confianza.

Ella lo liberó de la prisión de algodón y se quedó mirando fijo hacia la

Opal Carew - Abandono Total


amplia cabeza en forma de hongo de su impresionantemente enorme polla. Pasó
sus dedos sobre la punta, luego alrededor de la parte inferior de la corona,
admirándolo. Ella no había visto a su Desconocido de Fantasía. No podía decir si
James lo era o no.

Se inclinó y lamió por debajo del borde, luego hacia arriba con la punta de
su lengua acariciando sobre su glande. Arremolinó alrededor de la pequeña
abertura, luego abrió su boca y tomó su gran glande dentro de su boca.

Sus dedos acariciaron a través de su pelo.

—Oh, maldita sea. Cariño, esto es fabuloso.

Sus palabras de aliento impulsaron su confianza aún más. Ella succionó. Él


gimió.

Oh, Dios, quería hacerlo correrse.

Presionó su lengua contra él, apretándolo contra el techo de su boca, luego

90
El Club de las Excomulgadas
se deslizó hacia abajo. Su ancha cabeza empujándose más profundo en su boca.

—Cariño, eso se siente tan bien —Le acarició el pelo, sus caricias enviando
estremecimientos a través de ella.

Ella levantó la vista hacia él y alcanzó a ver sus ojos, medio cerrados, llenos
de deseo. Succionó sobre él mientras acariciaba arriba y abajo su eje con la mano.
Él echó la cabeza hacia atrás y su polla tembló en su boca. Ella se deslizó hacia
arriba, liberando más de su eje a su mano, luego hacia abajo otra vez.

—Estoy tan cerca. Tal vez debería…

Mirando hacia él, le preguntó — ¿De verdad vas a correrte?

—Si sigues así, sí.

Ella sonrió, luego le apretó la polla dura como una roca con la mano. —

Opal Carew - Abandono Total


Dámelo.

Se tragó su polla de nuevo, luego se movió arriba y abajo, tomándolo un


poco más profundo esta vez, y apretando su dura carne dentro de su boca.

—Oh... Dios...

Él se tensó y de repente sintió una corriente de líquido caliente llenar su


boca. Eufórica, chupó más fuerte. Él pulsó y pulsó. Luego se dejó caer contra la
pared de la cabaña. Ella lo soltó con una gran sonrisa en su rostro.

—Hombre, cariño, eso fue increíble.

Se levantó y se apretó contra él con su sonrisa aun estirando su cara


ampliamente. —Gracias.

Ella capturó sus labios, más caliente que nunca. Él la abrazó y su lengua se
deslizó en su boca y exploró a fondo. Intensa necesidad golpeó a través de ella. Sus
pezones, duros y arrugados, empujaron contra su pecho duro. Cada movimiento

91
El Club de las Excomulgadas
causaba fricción y enviaba a sus hormonas a volar.

Se echó hacia atrás, respirando con dificultad.

—Dios, estoy tan excitada —Le tomó la mano, desesperada por sentir su
toque, y la apretó contra su muy necesitado pecho—. Puedo decirlo.

Ella agarró el dobladillo de su camiseta y tiró su mano por debajo, así habría
menos tela entre ellos.

—Hazme el amor. Ahora.

La besó, luego agarró su mano y tiró de ella con él a lo largo de la terraza,


lejos de las puertas correderas. La llevó alrededor de la cabaña, luego por las
escaleras. Una mesa de picnic de madera estaba colocada en el patio de piedra al
lado de la vivienda. A pesar de que podía ser vista desde la ventana de la cocina, no
era visible desde la sala de estar, donde Aimee y Craig probablemente todavía

Opal Carew - Abandono Total


estaban sentados, concentrados el uno en el otro. Y la luz de la cocina estaba
apagada. Por supuesto, todavía podrían estar mirando, y esa posibilidad en realidad
se sumaba a la excitación de Sandra.

Toda esta idea de la lista había despertado a la dispuesta aventurera de su


interior.

Ella se quitó sus jeans y camiseta y se sentó en la mesa de picnic, con los
pies sobre el banco. Los ojos de James brillaron mientras ella se estiraba detrás y
desabrochaba su sujetador. Se lo quitó, luego lo arrojó sobre la mesa a su lado.

—Eres hermosa —Él se puso de pie delante de ella y alcanzó sus pechos con
reverencia. Sus manos cubrieron sus calientes montículos y sus pezones se
presionaron en sus palmas.

Ella casi gimió de necesidad. Él la acarició por unos momentos, luego se


arrodilló en el banco y lamió la punta de su duro pezón. Intenso placer la recorrió.

—Oh, sí —Ella acarició con sus dedos su oscuro cabello ondulado, y lo

92
El Club de las Excomulgadas
sostuvo cerca.

Él chupó. Estremecimientos bailaron a través de ella, directo hacia su


médula, y gimió. Él se trasladó a su otro pezón y lo chupó, haciendo dar vueltas a
su cabeza, mientras él acariciaba su abandonado y mojado pezón con su mano. Sus
entrañas se estremecieron de necesidad. Sentía la humedad reuniéndose en ella.

Ella le soltó la cabeza y metió sus dedos bajo el elástico de sus bragas y se
retorció mientras las desplazaba hacia abajo, todavía bajo la embestida de su
talentosa boca. Todavía chupando su dura protuberancia en su boca, él acarició por
su vientre y entre sus piernas. Cuando sus dedos se deslizaban a lo largo de su raja,
ella gimió.

Él liberó su pezón y le sonrió. —Tú sí que me deseas.

—Oh, Dios, sí —ella acarició por encima de sus pantalones, luego agarró su
polla—. Justo ahora.

Opal Carew - Abandono Total


Él se movió a sus pies, mientras su mano seguía acariciando su larga polla.

—Bueno, un caballero nunca hace esperar a una dama.

Presionó sus manos sobre su cintura y la sentó a noventa grados. Sus piernas
colgando sobre el borde de la mesa y tiró de sus bragas fuera el resto del camino,
luego dio un paso hacia ella, colocándose entre sus muslos.

Ella respiró hondo. Esto realmente iba a suceder. La primera vez que haría
el amor con un hombre... al menos, cara a cara... en más de un año.

Él le acarició la hendidura, enviando emociones levantándose a través de


ella. Entonces toqueteó su clítoris y ella gimió. Él envolvió su mano alrededor de su
polla y se posicionó en contra de su mojada apertura. Parecía que iba a quedarse
allí para siempre.

—Por favor —gimió—. Hazlo —Lo necesitaba tanto.

93
El Club de las Excomulgadas
La amplia sonrisa en su rostro se volvió tierna y él se recostó hacia adelante.
Su polla se deslizó en ella. Estirándola. Llenándola.

Respiró profundo cuando su polla se empujó más profundamente. Su


necesidad se disparó fuera de control. Ella envolvió sus pantorrillas a su alrededor y
tiró de él con más fuerza contra ella. Largo y duro. Su pasaje interior se adaptó a su
gran polla. Ella apretó los músculos internos, emocionada ante la sensación de su
dura carne dentro suyo.

Olas de vértigo flotaron a través de ella. Envolvió sus brazos alrededor de


sus fuertes hombros. ¿Podía estar tan cerca de llegar al orgasmo ya? Casi podía creer que
incluso el más mínimo movimiento haría…

Él la besó, luego se echó hacia atrás y se deslizó en ella de nuevo. El placer


se hinchó a través suyo. Él retrocedió y empujó de nuevo. Se aferró a él y gimió
mientras intenso deseo se fusionó con poderoso placer. Moviéndose en ella.

Opal Carew - Abandono Total


Llevándola a un lugar especial de intensa conciencia y sensaciones claras como el
cristal. Ella jadeó y sensaciones eléctricas cortaron a través de sus terminaciones
nerviosas cuando cayó en éxtasis.

James siguió penetrándola con su gran polla acariciando su placer una y otra
vez. Caliente líquido estalló dentro de ella y él gimió. Aun empujando.

La intensidad de su placer disminuyó, fluyendo a un sentido de alegría


gozosa. Dejó caer su cabeza contra su pecho y suspiró. Él le acarició el pelo, luego
suavemente la espalda. Entonces solo se limitó a abrazarla. Por un largo momento
se quedaron así, en la calidez de la noche, uno en los brazos del otro.

Finalmente, ella se echó hacia atrás. —Gracias.

—Creo eso me corresponde decirlo a mí —La besó en la frente y sonrió—.


Tú eres algo especial. No creo que jamás conociese a una mujer que sea tan
sensitiva.

Ella sonrió mientras agarraba un puñado de su camisa y tiraba de él hacia

94
El Club de las Excomulgadas
ella para darle un beso. Sus labios se encontraron con los suyos y ella metió su
lengua dentro de su boca, al igual que su polla aún estaba acurrucada en su interior.

Lo qué había sucedido había sido increíble... extasiado... orgásmico. Este


hombre era sensacional. Pero mientras su cuerpo se calmaba de su alto gozo y los
pensamientos coherentes se establecían una vez más, se dio cuenta de algo muy
importante.

James no era su Desconocido de Fantasía.

Opal Carew - Abandono Total

95
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Nueve
Sandra subió los escalones de la terraza mientras James iba a recoger un
poco de leña para la chimenea de la pila guardada al costado de la cabaña. Era una
noche calurosa, pero él había sugerido que el fuego sería acogedor y romántico.

Abrió la puerta corredera y se metió en la cabaña con su mente corriendo


sobre lo que recién había sucedido con James. Si él no era quien había interpretado
a su Desconocido de Fantasía ayer por la noche, debía haber sido Craig. Un
hombre que apenas conocía.

Su ex marido había sido el único hombre con el que alguna vez había hecho
el amor antes de que hubiera comenzado este fin de semana. Sólo había estado con
un hombre. Ahora, en el espacio de veinticuatro horas, había triplicado esa cifra.

Sus mejillas ardieron ante el pensamiento de enfrentarse a Craig, ahora que

Opal Carew - Abandono Total


ella sabía que él fue…

Ante un ruido sordo, su cabeza giró hacia el sofá. Sus mejillas ardieron más
calientes a medida que veía el trasero desnudo y bien esculpido de Craig y a Aimee
en el sofá delante de él, desnuda de la cintura para arriba, sus labios alrededor de la
polla de Craig.

—Oh, Dios mío. Lo lamento —Sandra ahuecó su mano junto a su cara


como una venda, y desvió la mirada.

Aimee se echó a reír. —No te preocupes, cariño. Ya nos viste hacer todo
ayer por la mañana de todos modos.

Era cierto, los recuerdos de verlos acoplándose sobre la plataforma de nado


la atravesaron, pero esto se sentía más íntimo. Los había interrumpido cuando ellos
esperaban privacidad.

¿O no? Podrían haberse ido a la habitación de Craig. Tal vez les gustaba la

96
El Club de las Excomulgadas
idea de ser descubiertos, también. Tal vez incluso habían estado observando a
James y a Sandra, mientras habían hecho el amor fuera.

La idea de ellos observando mientras James había deslizado su polla dentro


de ella envió un escalofrío de excitación a través suyo. Echó un vistazo a la pareja,
Aimee sentada en el sofá, Craig de pie delante de ella, el encantador tigre tatuado
rodeando su brazo al igual que los dedos de Aimee rodeaban su enorme erección.
Aimee sonrió en la dirección de Sandra. La mirada de Sandra se trabó sobre el gran
y duro eje en la mano de Aimee.

A pesar de que Sandra acababa de hacer el amor con James, las hormonas la
inundaron. Al igual que una mujer muerta de hambre ante un festín, se humedeció
los labios. Recordó cómo esa polla se había sentido en su boca. Cómo se había
sentido deslizándose en su interior.

Aimee sonrió ampliamente. —Cariño, ¿por qué no vienes aquí? Esta polla es

Opal Carew - Abandono Total


tan grande y dura. Me vendría bien algo de ayuda.

Sandra se mordió el labio inferior, pero se encontró acercándose hacia el


sofá, con su mirada pegada a la mano de Aimee moviéndose arriba y abajo por el
largo eje de Craig. Cuando Sandra llegó al sofá, se acomodó al lado de Aimee, su
mirada todavía bloqueada en la erección de Craig. Finalmente, arrastró su mirada
libre, entonces le permitió desviarse hacia arriba, a lo largo de sus apretados y duros
abdominales, a lo largo de los esculpidos y abultados músculos de su pecho, a su
cara, sus labios levantándose en estímulo.

Aimee tomó la mano de Sandra y la guió hacia la polla de Craig. Tan pronto
como las puntas de sus dedos tocaron el caliente cuero de piel, acarició
suavemente, luego envolvió sus dedos alrededor de su eje. Aimee sonrió y lamió un
lado de la polla. Sandra no pudo evitarlo. Se inclinó hacia delante y arrastro su
lengua a lo largo de la erección, también.

— ¿Qué está pasando aquí?

Ante la voz de James, Sandra se tambaleó hacia atrás. Su mirada clavada en

97
El Club de las Excomulgadas
la suya, pero él sólo sonrió.

—Eso es muy caliente —Cerró la puerta de la terraza detrás de él, se acercó


a la silla al otro lado del sofá y se sentó—. ¿Puedo mirar?

Aimee le guiñó el ojo a Sandra, entonces se acercó a la base de la polla de


Craig y envolvió su boca alrededor del costado de su eje, luego comenzó a
deslizarse a lo largo de su longitud. Sandra miró a James, a continuación, de nuevo
hacia la dura polla frente a ella, el calor se elevó en espiral a través suyo mientras
miraba la boca de Aimee moverse sobre esta. Sandra se inclinó hacia delante y
envolvió sus labios alrededor del otro lado de la polla de Craig, entonces imitó el
movimiento de Aimee.

Se movieron arriba y abajo, calentando el eje de Craig con sus bocas. Él se


sentía increíblemente duro por debajo de los labios de Sandra. Mientras sus bocas
se movían hacia su glande, ella metió su mano debajo de sus bolas. Aimee siguió el

Opal Carew - Abandono Total


ejemplo y Sandra movió su mano así cada una acunaba un testículo. Cuando
llegaron a su glande, continuaron hacia arriba, Sandra siguió los movimientos de
Aimee, entonces sus labios se encontraron. La mano de Aimee ahuecó la cabeza de
Sandra y la acercó, presionando sus labios contra los de Sandra. Sandra nunca
había sentido los labios de una mujer sobre los de ella antes. Eran tan suaves y
delicados.

La polla de Craig palpitó en su mano. Aimee se rió cuando liberó la boca de


Sandra.

—Esto siempre pone a un hombre. Les encanta observar a las mujeres


besarse.

—Entre otras cosas —respondió Craig, con voz tensa.

—Síp, síp, lo sabemos, cariño —Aimee se tragó el glande de Craig y sus


mejillas se ahuecaron.

Ella guió la mano de Sandra a sus bolas y Sandra las masajeó suavemente

98
El Club de las Excomulgadas
mientras Aimee se deslizaba hacia abajo sobre la polla de Craig, tragándolo entero,
a pesar de su generosa longitud. Fascinada, Sandra observó a Aimee deslizarse
arriba y abajo, tomándolo más profundo en su boca. Mientras Sandra acarició las
tensas bolas de Craig con una mano, la otra acarició por encima de su apretado y
duro culo.

Craig gimió y espasmos se estremecieron a través de su cuerpo. Sus duras


nalgas se apretaron bajo su toque. Finalmente se relajó y Aimee se alejó, liberando
la polla de su boca. Ella sonrió, luego le hizo un guiño a James.

—Sandra, creo que James podría estar listo para algo de acción, pero Craig
necesitará un poco de ayuda —Los dedos de Aimee se enroscaron alrededor de los
brazos de Sandra y la llevó hacia adelante—. ¿Estás dispuesta a animarlo? —Aimee
metió sus dedos debajo del borde del top de Sandra y comenzó a rodarlo hacia
arriba.

Opal Carew - Abandono Total


—Um... no sé —La piel de gallina brilló a través de la piel de Sandra
mientras los dedos de Aimee se deslizaban a lo largo de su desnuda caja torácica,
entonces rozaron por debajo de su pecho.

Aimee empujó el top por encima de los pechos de Sandra y pasó sus manos
sobre ellos. Luego se estiró por detrás de Sandra y liberó los ganchos del sujetador.
Segundos más tarde, Sandra contuvo el aliento ante la sensación de los dedos de
Aimee deslizándose sobre sus arrugados pezones.

El toque de una mujer era tan diferente al de un hombre. Suave y delicado.


Aimee se inclinó hacia delante y rozó sus labios sobre el pezón de Sandra, luego lo
succionó en su boca mientras examinaba con su lengua. Calor se precipitó a través
de Sandra. Ella tiró del top por encima de su cabeza y arrojó el sujetador, luego se
recostó en el sofá. No podía creer que el toque de Aimee pudiera excitarla así, por
no hablar de las miradas calientes de los hombres observándolas con vaporosa
intensidad.

Aimee succionó profundamente y Sandra gritó de deleite. Las manos de

99
El Club de las Excomulgadas
Aimee acariciaron por sus costillas hacia abajo, enviando temblores a través suyo...
más allá de su ombligo... luego hicieron una pausa en la cintura de sus jeans. ¿Ella
realmente iría tan lejos para excitar a los hombres? ¿Sandra se lo permitiría?

Aimee se sentó y le sonrió a Sandra, luego se dejó caer contra el sofá.


Sentada allí con sus pechos desnudos mirando hacia Sandra, Aimee le guiñó un
ojo.

Sandra se quedó mirando hacia los redondos y firmes pechos de Aimee. Ella
sabía exactamente lo que quería Aimee. Que Sandra continuara con el espectáculo.
Echando un vistazo hacia la ahora semirrígida polla de Craig, podía ver que el plan
estaba funcionando a las mil maravillas.

Acarició el pelo rubio en capas largo hasta los hombros de Aimee, detrás de
su oreja, luego dejó que su mano se deslizara por el pecho de Aimee. Deteniéndose
al lado de su seno, Sandra miró hacia el arrugado pezón rosa oscuro, luego pasó su

Opal Carew - Abandono Total


dedo por encima. Aimee tomó aire, entonces arqueó su pecho hacia delante.

¿Cómo se sentiría en su boca? Pasó sus dedos sobre la dura protuberancia, luego
se inclinó hacia adelante y besó la carne blanca alrededor de la aureola. Corrió la
punta de su lengua por la carne tensa, luego alrededor de la dura perla en el centro.
La lamió y chupó un poco. Aimee respiró hondo y su mano se enroscó alrededor
de la cabeza de Sandra, sus dedos bifurcándose a través de su largo pelo. Sandra se
movió al otro pezón de Aimee y lo acarició con su lengua, entonces chupó.

—Maldita sea, vosotras dos sois tan calientes —dijo Craig con su voz
colgando tensa.

Aimee agarró la cara de Sandra y la atrajo hacia la suya. Su boca se cerró


sobre la de Sandra en un beso apasionado. Aimee se incorporó y presionó su lengua
en la boca de Sandra, arremolinándola profundo. Entonces Sandra tiró de Aimee a
sus pies. Aimee se desabrochó los jeans y los empujó hacia abajo. Su tanga los
siguió. Ella estaba totalmente afeitada.

Sandra echó un vistazo hacia Craig con su mano alrededor de su pene

100
El Club de las Excomulgadas
completamente erecto, luego hacia James, también luciendo una gran erección.
Ella sonrió, entonces se quitó sus propios jeans y ropa interior. Aimee se sentó en el
sofá y tiró de Sandra a su lado.

— ¿Qué tal si cambiamos de pareja? —sugirió Aimee, mirando directamente


hacia James.

Sandra miró a Craig y él sonrió ampliamente. Sandra asintió con la cabeza,


deseando sentir esa gran polla dentro suyo otra vez. Craig se dejó caer de rodillas
delante de ella y le acarició los pechos mientras James arrojaba sus ropas y se
dirigía hacia el sofá. Sandra acarició con un dedo a lo largo del sexy tatuaje del
tigre sobre el bíceps de Craig.

—Hermosos —Craig levantó sus pechos en sus manos, luego se inclinó


hacia delante y capturó un pezón en la boca.

Ella aferró la cabeza de él contra su pecho, disfrutando de la sensación de su

Opal Carew - Abandono Total


lengua lamiendo sobre su sensible protuberancia. A su lado, James le dio una
atención similar a los pechos de Aimee. El calor pulsó a través de ella ante la
combinación de la estimulación visual y táctil.

Aimee gritó. Sandra miró al otro lado para ver la cabeza de James
moviéndose sobre su ingle. La boca de Craig se movió hacia abajo, entonces su
lengua lamió su clítoris y ella jadeó. Sus dedos separaron sus mojados pliegues y se
deslizaron en su interior mientras su lengua sondeaba su sensitiva carne. Ella se
aferró a su cabeza, su pelo enrollándose alrededor de sus dedos, mientras el placer
se hinchaba en su interior.

Entonces él se detuvo.

Sus párpados se abrieron y se quedó mirando hacia su cara sonriente.


Entonces sus dedos se movieron dentro de ella otra vez, y su lengua burló su
clítoris. El placer se construyó de nuevo, llevándola cerca del abismo... luego se
detuvo de nuevo.

101
El Club de las Excomulgadas
Apoyada contra el respaldo del sofá, tomando aire, ella anhelaba la
conclusión.

Aimee jadeó, luego agarró la cabeza de James, deteniéndolo. —Espera.

James la miró fijo con una mirada inquisitiva.

—Quiero veros a ti y a Craig, ambos follando a Sandra —Aimee sonrió


hacia James—. Sólo guarda un poco para mí después, ¿de acuerdo?

James sonrió y miró hacia Sandra. Ella volvió su mirada hacia Aimee.

—No sé...

—Mira, no a todo o nada —Aimee le guiñó un ojo—. Si ellos hicieran eso,


James no sería capaz de contenerse.

Sandra miró a Craig, su gran polla apuntando directamente hacia ella, luego

Opal Carew - Abandono Total


a James, su polla, aún más larga, pero no tan gruesa.

Oh, Dios, los dos. Eso sería... sensacional.

Sandra respiró hondo, luego asintió.

Craig sonrió, entonces presionó su polla contra su mojada apertura. Él


arrastró su glande sobre esta, luego empujó hacia adelante. Poco a poco, la corona
se empujó dentro suyo, estirándola. Ella se aferró a sus hombros y él se deslizó todo
el camino dentro. Ella gimió ante la exquisita sensación de su enorme y duro eje en
su interior.

—Oh, muñeca, estás tan caliente a mi alrededor —Craig retrocedió y se


lanzó hacia delante de nuevo.

Sandra se aferró a sus hombros, cuando el placer se hinchó a través de ella.


Él embistió de nuevo y ella se arqueó a su encuentro.

Luego se retiró. Sus ojos se abrieron.

102
El Club de las Excomulgadas
Craig se movió hacia atrás y James se colocó delante de ella. Él le acarició
su húmeda raja con los dedos, luego presionó su polla en su contra. Se lanzó hacia
delante en un inmediato y profundo impulso. Ella levantó sus caderas,
encontrándolo de frente. Él empujó varias veces, luego se retiró. Craig regresó, su
polla conduciéndose profundamente de nuevo.

El placer se construía, luego se aliviaba... se construía, luego se aliviaba...


mientras los dos hombres la compartían. Conduciendo sus pollas en ella una y otra
vez. A su lado, Aimee acariciaba su propio pecho con una mano, y con la otra
empujaba sus dedos dentro de sí misma.

Craig empujó en Sandra de nuevo. Mientras bombeaba su polla en ella, el


placer aumentó en intensidad. Él se retiró y James se apretó contra ella. En su
segundo empuje, ella sabía que no iba a durar mucho más tiempo, no importa lo
que decidieran hacer para retrasarlo. Ella tomó aire mientras intensas sensaciones
llameaban. James se retiró y ella temió correrse en ese punto, sin una dura polla la

Opal Carew - Abandono Total


cual exprimir. Entonces Craig empujó dentro. Ella agarró sus hombros y tiró de él
apretando su cuerpo.

—Fóllame duro —exigió.

Él se rió y empujó más rápido. Cuando aminoró la marcha, envolvió sus


piernas alrededor de él y se arqueó hacia adelante.

—Hazme venir. ¡Ahora!

Él se inclinó y la besó. —Por supuesto.

Empujó. Profundo. Duro.

Rápido.

Ella jadeó cuando el placer aporreó su interior. Se hinchó a un crescendo


cacofónico, luego reventó a través de cada célula de su cuerpo, explotando en puro
éxtasis. Craig gimió, entonces ella lo sintió ponerse rígido y estallar en su interior.

103
El Club de las Excomulgadas
Sandra cayó hacia atrás contra los cojines del sofá, y Craig cayó en sus
brazos. Ella lo abrazó mientras James empujaba en Aimee a su lado. Él empujó y
Aimee gimió. Ambos llegaron a su clímax en unos instantes.

Mientras Sandra estaba desplomada allí con Craig descansando en su


contra, sus brazos alrededor de sus enormes hombros, Aimee y James jadeando
junto a ellos, ella suspiró. Qué increíble experiencia.

El único problema era que, ella aún no sabía con certeza cuál hombre fue su
Desconocido de Fantasía.

Opal Carew - Abandono Total

104
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Diez
Sandra agarró la mano de Craig y él la puso de pie y le dio un sólido abrazo.

Él sonrió ampliamente. —Eso ha sido especial.

Le dio otro beso antes de soltarla. James besó a Aimee, luego tomó a Sandra
entre sus brazos y la besó sonoramente.

Sandra recogió su ropa y la dejó caer sobre el sofá, luego se puso sus bragas
y sus jeans. Se sentó y miró a Craig, que le estaba dando a Aimee un beso
apasionado, después a James.

Uno de estos dos hombres era su Desconocido de Fantasía.

Antes de que hubiera hecho el amor con James sobre la mesa de picnic,

Opal Carew - Abandono Total


había estado segura de que él era el Desconocido de Fantasía. Su toque había sido
dulce y tierno al igual que el de su Desconocido de Fantasía, pero diferente. Por
supuesto que las circunstancias eran diferentes y tal vez él había actuado diferente a
propósito, para que ella no lo descubriera. Pero tampoco creía que fuera tan grande
como su Desconocido de Fantasía. Tal vez con la venda, o debido a su largo
celibato, simplemente se había imaginado al Desconocido de Fantasía ser más
grande de lo que era realmente, pero… no estaba convencida de que James fuera el
desconocido.

Levantó su sostén y empujó los tirantes sobre sus hombros y abrochó los
ganchos, luego ajustó las copas de encaje.

Ahora que también había tenido sexo con Craig, debería estar convencida de
que él era su Desconocido de Fantasía, pero el tamaño de su erección no era
suficiente para confirmarlo. El toque de Craig era incluso más diferente. Y con el
rápido y furioso frenesí de embestidas, de un hombre al otro… Inspiró
profundamente. Simplemente no podía estar segura.

105
El Club de las Excomulgadas
Se puso la camiseta de tirantes y se dio cuenta de que se sentía un poco
entumecida. De algún modo todo a su alrededor se sentía distante.

— ¿Estás lista para irte? —preguntó Aimee.

Sandra asintió.

—Las acompañamos de vuelta —dijo James.

—Eh, ¿saben qué? Estaremos bien. Gracias —Aimee recogió el bolso de


Sandra y se lo tendió a ella, luego la guió hacia la puerta.

—Nos vemos mañana —dijo Craig mientras Aimee abría la puerta


corrediza.

—Seguro —dijo Aimee.

Tan pronto como Sandra salió al claro aire nocturno, el sonido de los grillos

Opal Carew - Abandono Total


trinando en el fondo y la luz de la luna lanzando un suave brillo sobre los árboles y
el pasto, se dio cuenta repentinamente de lo que acababa de hacer.

Aimee cerró la puerta detrás de ellas.

Oh, Dios. ¡Acabo de tener sexo salvaje con dos hombres!

Aimee la llevó por los escalones de la terraza hacia el sendero a través de los
árboles. Caminaron en silencio por algún rato.

—Eso fue bastante excitante, ¿ah? —dijo Aimee lanzándole una mirada de
soslayo a Sandra.

—Síp —Sandra no podía decir más palabras.

—Los chicos realmente lo pasaron bien.

—Ajá —Sandra rezó porque Aimee no le hiciera la pregunta. Que no le


preguntara si…

106
El Club de las Excomulgadas
—Tú te lo pasaste bien, ¿cierto?

—Mm… seguro.

Aimee se detuvo. —Oh, vamos, dulzura. No me digas que no disfrutaste


eso.

Sandra dejó de caminar y se volvió para enfrentar a su amiga, luego su


mirada cayó a sus pies calzados con sandalias y golpeó la superficie de una roca
enterrada en el suelo. Estaría mintiendo si dijera eso.

—No es que no lo haya disfrutado, es sólo que… —Suspiró y miró a Aimee,


luego de vuelta a su pie—. Vamos, Aimee. Acabo de tener sexo con dos tipos al
mismo tiempo. Tipos que apenas conozco.

—Oh, cariño —Aimee agarró la mano de Sandra y la apretó—. ¿Qué es lo


que te preocupa? Yo no se lo voy a contar a nadie. Los chicos no se lo contarán a

Opal Carew - Abandono Total


nadie. Sólo fue buen sexo consentido, compartido por adultos. No hay nada malo
en eso.

Sandra asintió, pero sin convicción.

—Dulzura, mírame.

La mirada de Sandra regresó a Aimee.

—Escucha, ¿piensas mal de mí por lo que acaba de suceder?

Sandra frunció el ceño. Ella consideraba a Aimee una amiga cercana y


pensaba que conocía bastante bien a la mujer, pero Sandra nunca habría
sospechado que Aimee se involucraría en esta clase de sexo salvaje y casual. Aun
así, ¿eso significaba que pensaba mal de ella?

En realidad, admiraba cómo Aimee tomaba las riendas de todo. Ella los
conocía a ambos, Craig y James… había tenido sexo con ambos anteriormente.
Cuando ella y Craig habían hecho el amor sobre la plataforma frente a Sandra y a

107
El Club de las Excomulgadas
James, no se había sentido sucio o equivocado. Se había sentido como si Aimee
estuviera siendo juguetona. Simplemente divirtiéndose. Y con una apertura hacia el
sexo que Sandra deseaba poder compartir. Sandra no creía ni por un momento que
Aimee pudiese agarrar al primer extraño sexy que pasara por su lado y tener sexo
con él en público. Lo que ella había hecho había sido una excitante escapada entre
amigos. Amigos que confiaban y se respetaban entre sí.

—No —Sandra apretó la mano de Aimee—. No pienso mal de ti. Pienso


que eres algo extravagante. Y un poco loca. Pero creo que eres una gran persona
que realmente sabe cómo divertirse.

Aimee sonrió. —Te lo agradezco. Así que si piensas eso de mí, entonces
permítete a ti misma la misma cortesía. Disfrutaste del sexo con dos tipos
increíblemente bien parecidos y sexys. Cualquier mujer amaría estar en tus zapatos.
Así que relájate. ¿Está bien?

Opal Carew - Abandono Total


Sandra asintió. —Está bien.

Siguieron hacia la cabaña, donde Sandra se fue directa a la cama. Mientras


estaba ahí acostada con un brazo sobre su frente, mirando la luz de la luna que
bañaba su colcha, recordó la conversación con Aimee.

Disfrutaste del sexo con dos tipos increíblemente bien parecidos y sexys. Cualquier
mujer amaría estar en tus zapatos.

Puede que eso fuera verdad, pero la mayoría de las mujeres sólo fantaseaban
con eso. Pocas lo harían realmente.

Sandra suspiró con la confusión enroscándose a través de ella.

Lo único que sabía con seguridad era que el recuerdo de esos duros penes
metiéndose en su interior iba a rondar en su memoria, y en sus sueños, durante
mucho tiempo.

*****

108
El Club de las Excomulgadas
A la mañana siguiente, Sandra no despertó hasta las diez y media. Salió de
la cama y se puso su bikini rojo y un pantalón corto. Mientras caminaba hacia la
cocina podía oler el café recién hecho. Aimee debía estar levantada. Miró hacia el
refrigerador y notó que el punto cuatro había sido tachado de la lista.

Ella suspiró, se sirvió una taza de café y miró por la puerta del patio para ver
a Aimee asoleándose en la terraza. Abrió la puerta y salió.

—Buenos días —Sandra se sentó en la silla al lado de Aimee.

—Hola —Aimee cerró la revista que había estado leyendo y la arrojó sobre
la mesa a su lado luego recogió su taza y tomó un trago—. Cuando termine con
esto voy a ir a nadar. ¿Quieres ir conmigo?

¿Ir con ella? Y probablemente encontrarse con Craig. Tal vez con James
también.

Opal Carew - Abandono Total


—No, gracias.

— ¿Estás segura? No es por lo de anoche, ¿cierto? ¿No estás evitando a los


chicos?

Sandra se encogió de hombros. —La pasamos muy bien anoche.


Simplemente dejémoslo ahí.

—Crees que va a ser extraño, ¿cierto?

—Tal vez un poco.

Aimee se terminó su café y se paró. —Está bien, voy a estar fuera por una
hora o algo así. ¿Qué vas a hacer?

—Voy a acostarme al sol y terminar mi libro. Me muero por saber cómo


termina.

Aimee abrió la puerta. —Hmm, desechar dos chicos ardientes por un libro

109
El Club de las Excomulgadas
—Sonrió y se encogió de hombros—. Lo sea que te excite, nena —Fue dentro y
cerró la puerta. Unos minutos después, regresó usando su bikini naranja floreado y
una toalla envuelta alrededor de sus caderas—. Si cambias de parecer, sabes dónde
encontrarnos.

Sandra la miró irse, luego entró y fue a buscar su libro de su mesita de


noche. Volvió a la terraza, se sacó el pantalón corto, y se sentó, mirando con
nostalgia hacia el lugar entre los árboles donde desaparecía el sendero.

Tal vez debiera ir y unírseles. Dos chicos sexys y un momento salvaje la


esperaban. Pero sentimientos de inseguridad acerca de la pasada noche, acerca de
los deseos que sentía ahora, roían sus entrañas.

Aimee había hecho un buen trabajo convenciéndola de que la noche pasada


había estado bien. Un buen rato compartido por adultos consensuados. Después de
más de un año de abstinencia, Sandra merecía soltarse. Hacer realidad una o dos

Opal Carew - Abandono Total


fantasías. Pero volver a salir con Aimee ahora para unirse a ella y a los dos hombres
para otro jugueteo sexual, lo quería tan desesperadamente, que la asustaba un poco.

Se sentía casi como una adicción. Lo quería demasiado.

No, había tenido su diversión anoche. Y el día anterior. Eso era suficiente.
En realidad ya había tachado la mitad de los puntos de la lista.

Hoy volvería a casa. De vuelta a la realidad. Y este tipo de payasadas


sexuales no tenían espacio en su mundo cotidiano.

*****

Aimee volvió alrededor de la una y almorzaron juntas, luego empezaron a


empacar sus cosas. Una vez que la nevera portátil estuvo llena de restos y limpiaron
el refrigerador, llevaron todo hasta la puerta trasera.

—Hola.

Sandra levantó la mirada para ver a Craig sonriéndole a través de la pantalla

110
El Club de las Excomulgadas
de la puerta. James estaba detrás de él.

— ¿Te echamos una mano con eso? —preguntó Craig.

—Mm… seguro. Gracias —Sandra abrió la puerta y Craig agarró la nevera


mientras James levantaba su maleta.

—Genial. Refuerzos —Aimee volvió de su recorrido final alrededor de la


cabaña para asegurarse de que todo estuviera apagado y que todas las puertas y
ventanas estuvieran aseguradas.

Sandra caminó por el sendero siguiendo desde atrás la nevera con ruedas
que Craig tiraba, con James a su lado.

—Te extrañé esta mañana. ¿Terminaste tu libro?

—Oh, mm… no precisamente — ¿Cómo podía? Había estado soñando

Opal Carew - Abandono Total


despierta con nadar desnuda con James… y Craig. Y trepar sobre la plataforma de
nado y luego sentir sus manos sobre su piel desnuda. Sus cuerpos calientes
presionados contra ella. Sus duros penes empujando dentro de ella.

—Qué mal —dijo James.

Llegaron al muelle y Craig levantó la nevera en el bote de Aimee, luego se


subió a bordo. James le tendió la maleta de Sandra y Craig la puso junto a la nevera
en la parte posterior del bote.

Entonces James se giró hacia Sandra y sonrió. —Realmente me gustaría


volver a verte.

El pánico que sintió debió haber destellado en sus ojos porque un pequeño
frunce cruzó los sexys labios de él. Puso su mano bajo la barbilla de ella y la alzó,
luego capturó sus labios. El calor de su boca sobre la de ella quemó a través suyo y
a pesar de su mejor juicio le devolvió el beso. Los brazos de él se envolvieron
alrededor de ella y la acercó más. Sus cuerpos se presionaron con fuerza, y el
corazón de ella golpeó en su pecho.

111
El Club de las Excomulgadas
Oh, Dios, ¿por qué no había ido a la playa con Aimee esta mañana? Ya anhelaba
que el cuerpo caliente y desnudo de James estuviera presionado contra el suyo.
Sentirlo deslizándose dentro de ella llevándola al cielo otra vez.

Él le soltó los labios y sonrió. —Aimee tiene mi número. Llámame en


cualquier momento.

Ella asintió, mareada. Se giró, y quedó cara-a-cara con Craig.

—Eso va por mí también —Craig la acercó y capturó sus labios en un beso


medianamente agresivo y oh tan sexy.

Una vez que le soltó los labios, ella inspiró. Oh Dios, ella quería desnudarse
ahí mismo y rogarles que la follaran.

—Gracias. Yo… eh… mejor me voy ahora —Dio un paso sobre un costado
del bote, poniendo un pie dentro, y se tambaleó un poco mientras el bote se

Opal Carew - Abandono Total


balanceaba en el agua.

Craig la agarró de las caderas para estabilizarla, luego la sujetó con un firme
agarre mientras ella se subía completamente al bote.

—Gracias —Ella le sonrió, luego se sentó en el asiento frontal del pasajero.


El sol caía sobre sus desnudos brazos y hombros mientras miraba a Aimee besar a
James, luego a Craig.

Aimee saltó dentro del bote y se puso tras el timón. — ¿Todo listo para ir a
casa? —preguntó Aimee.

Sandra asintió, pero de hecho, no estaba del todo segura de que lo estuviera.

*****

Sandra apoyó su taza de la mezcla hawaiana de café descafeinado sobre la


mesita lateral y se sentó en el sofá en su sala de estar. El día en el trabajo había sido
insoportable. Su jefa había vuelto con una lista inmensa de cambios que quería en

112
El Club de las Excomulgadas
la propuesta de diseño de Sandra para el nuevo sitio web, la mayoría de ellos
imposibles especialmente desde una perspectiva de mantenimiento, pero eso no era
lo peor. El problema era que ella no podía alejar su mente del fin de semana en la
cabaña.

Recogió su café e inspiró el rico aroma, luego bebió un sorbo.

Un ansia profunda por volver a ver a James y a Craig y tener otra tórrida
aventura sexual mantenía su mente girando y su cuerpo vibrando de necesidad.

Sonó un golpe en la puerta. Ella suspiró y se puso de pie, luego caminó


hacia la puerta y la abrió.

Devlin estaba de pie sonriéndole. —Hola, extraña. ¿Puedo entrar?

Opal Carew - Abandono Total

113
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Once
Sandra sonrió y retrocedió. —Sí, por supuesto.

La vista de su hermoso rostro, la cercanía de su cuerpo mientras él entraba,


hizo que le temblaran las entrañas. Se había sentido atraída por Devlin antes, pero
ahora que su apetito sexual había sido despertado a un nuevo nivel en este fin de
semana pasado, apenas podía pararse a su lado sin querer arrojar sus brazos
alrededor de él y devorar sus labios en un beso apasionado.

Una vez dentro, él se sacó los zapatos. Ella caminó hacia la sala de estar y él
la siguió.

Oh, Dios. Tener aquí a Devlin elevó varios puntos su ansia ya desolada. Aquí
estaba él, un hombre de verdad, al alcance. Un hombre que hacía que le destellaran
las entrañas.

Opal Carew - Abandono Total


Excepto que él ya la había rechazado una vez. Por lo menos la sugerencia de
Aimee de alejarse por el fin de semana había funcionado. Sandra ya no sentía el
agudo pinchazo de vergüenza.

— ¿Te gustaría un café? Ya tengo puesta una cafetera de descafeinado.

—Seguro.

Él la siguió hacia la cocina y ella vertió un poco de café en una taza y se la


tendió a él, luego observó mientras le agregaba azúcar.

—Espero que no te importe que pasara sin llamar.

Sandra se encogió de hombros. —Somos amigos. Puedes hacer eso.

Él asintió. —Esa es la razón por la que vine. Para asegurarme de que nada
se interponga en esa amistad.

114
El Club de las Excomulgadas
Su estómago se encogió. ¿Aimee le había contado lo que había sucedido en la
cabaña? ¿Él había decidido que no podía tener una amiga que se comportara de ese modo?

Oh, Dios, estoy siendo completamente paranoica.

Aimee había dicho que no se lo contaría a nadie y aunque lo hubiera hecho,


a Devlin no le importaría.

*****

Devlin miró fijo hacia sus ojos muy abiertos y supo que ella no estaba
pensando en lo mismo que él.

—Estoy hablando acerca de la noche en que me besaste. Estoy casi


convencido de que me has estado evitando desde entonces, y quería estar seguro de
que estábamos bien. Que lo que ocurrió no le afectará a nuestra amistad.

Opal Carew - Abandono Total


—Oh… no, por supuesto que no. Estuve un poco avergonzada después del
hecho, pero no afecta cómo me siento por ti.

¿Y cómo se sentía ella acerca de él? Ese beso le dijo que ella quería que fueran
más que amigos, y eso era genial. Sólo que no ahora. Se había prometido que
esperaría seis meses.

Pero ahora mismo tenía que hacer control de daños.

—Bien —Él recogió su café y se dirigió hacia la sala de estar—. ¿Entonces


todavía vamos a cenar el sábado?

—Claro. Me toca cocinar esta vez. Voy a intentar una nueva receta de postre
que encontré en internet. Torta de chocolate con relleno de licor de naranja.

Devlin había hecho con ella un curso de cocina gourmet hacía seis meses,
habían invitado a Aimee, pero ella no tenía interés en cocinar, y ahora se
alternaban para cocinar el uno para el otro, una vez al mes, para mantener sus
habilidades afinadas. Sin embargo, a Aimee le gustaba comer, así que ella también

115
El Club de las Excomulgadas
se les unía.

—Suena bien —Siempre esperaba con ansias sus noches de cocina. Le


gustaba compartir sus creaciones con Sandra, y amaba el aire artístico de sus
presentaciones.

Se sentó en el sillón mientras Sandra se acomodaba en el sofá, luego recogía


su café y sorbía.

— ¿Entonces cómo estuvo tu fin de semana?

—Eh… bien.

Él bebió su café, disfrutando de la nueva mezcla que ella había elegido. —


Aimee me contó que James y Craig estaban en la otra cabaña.

Sandra miró fijo dentro de su taza. — ¿Conoces a James y Craig?

Opal Carew - Abandono Total


—Síp, los conocí en la cabaña de Aimee hace algunos años. Aimee me
contó que conocías a James de la universidad.

Sandra asintió, girando el líquido en su taza.

James le había contado un poco a Devlin acerca de su historia con Sandra, y


Devlin tuvo la impresión de que James se había sentido bastante atraído hacia ella,
lo cual ponía a Devlin un poco nervioso. El vínculo pasado entre James y Sandra
había sido una completa sorpresa. Y una perturbadora complicación. Aunque
Aimee le había asegurado a Devlin que no había de qué preocuparse, así que
decidió apegarse al plan.

—Así que tú y Aimee solas en una isla con dos tipos disponibles… —Él
sonrió— ¿Eliminaste algo de tu lista?

Sandra casi se ahogó con su café, luego tosió.

— ¿Qué te contó Aimee?

116
El Club de las Excomulgadas
—Nada —Él alzó las cejas y su sonrisa se ensanchó—. Pero por tu reacción,
asumo que di en el blanco.

Mirando su pálido rostro, se sintió un poco cruel provocándola así, pero


quería que se abriera acerca de eso y no sabía de qué otra manera traer a colación el
tema. Aimee le había dicho que Sandra estaba un poco reticente acerca de sus
experiencias con los hombres, y con su Desconocido de Fantasía, pero Devlin
quería que hablara de ello para poder animarla. Y así llevarlos a otro nivel de
intimidad en su amistad.

—Sandra, si pasó algo… tú sabes que no pensaría mal de ti. De hecho,


completamente lo opuesto. Pensaría que es genial que fueras tras lo que quieres.
Acoger la excitación y la aventura.

Ella alzó la mirada para encontrar la suya. — ¿En serio?

Su voz baja y ojos abiertos, rogando por aprobación, rasgaron su corazón.

Opal Carew - Abandono Total


Se puso de pie y caminó hacia el sofá, luego se sentó a su lado. —Por
supuesto —Puso su brazo alrededor de ella y la atrajo a su lado—. No hay nada
malo en ir tras lo que quieres. ¿Cuál es el chiste de tener un sueño si nunca vas tras
él?

—Bueno, yo no diría que los puntos de esa lista fueran mi sueño.

Él alzó una ceja y sonrió. — ¿En serio? ¿No sueñas despierta con chicos
calientes haciéndote el amor de manera salvaje y apasionada?

Las mejillas de ella ardieron con un increíble tono de rojo, y él se rió.

—Mira, lo que sea que hayas hecho este fin de semana, te felicito. De hecho,
creo que deberías hacer más de lo mismo. Te mereces pasar un buen momento y no
permitas que nadie te juzgue.

Una lenta sonrisa se extendió en su cara y asintió. —Sabes, tienes razón. No


hay nada de malo en ser un poco salvaje de vez en cuando. Quiero decir, Aimee ya

117
El Club de las Excomulgadas
me lo dijo, y pensé que lo había aceptado, pero pensar en hacerlo otra vez…
Pensaba que quizás una vez estaba bien, pero que más que eso significaba… ya
sabes, que yo era…—Se encogió de hombros.

— ¿Pervertida?

Ella sacudió la cabeza.

— ¿Un poco hambrienta de sexo?

—En realidad, más como una maniática sexual.

—Bueno, no hay nada de malo con un poco de sexo maniático de vez en


cuando.

Ella le golpeó el brazo y él se rió.

—No hay nada de malo con tener un apetito sexual sano —dijo él—. Y eso

Opal Carew - Abandono Total


es exactamente lo que tienes. Un saludable apetito sexual.

— ¿Entonces no crees que haya nada de malo con que tenga sexo con dos
chicos?

— ¿Al mismo tiempo?

Los ojos de ella brillaron con desafío. —Sí. Al mismo tiempo.

Él se reclinó y revolvió el café de su taza, arrastrando el tiempo, dejando que


ella pensara que estaba considerando cuidadosamente su respuesta.

—Bueno, sólo tengo una cosa qué decir acerca de eso.

— ¿Qué cosa? —Por mucho que tratara de parecer desafiante, se veía más
como un gatito tratando de mirar a un perro gigante.

Él sonrió. — ¿Puedo mirar la próxima vez?

118
El Club de las Excomulgadas
*****

Mientras Sandra cerraba la puerta tras Devlin, sonrió. Realmente era un tipo
sensacional. Y un amigo tan comprensivo. Él tenía razón. Tener un apetito sexual
saludable estaba perfectamente bien, y puesto de ese modo la hacía sentir mucho
mejor. De hecho, tener la aprobación de Devlin significaba mucho para ella porque
confiaba en su juicio.

Recogió las tazas de la mesa de café y las llevó a la cocina, luego las puso en
el lavavajillas y lo encendió. Bostezó y se estiró. Sería una buena idea acostarse
temprano después del activo fin de semana que había tenido y el hecho de que no
hubiera dormido nada bien la noche anterior, ansiando profundamente aún más
actividad sexual. Vagó hacia el baño, hizo su rutina nocturna, luego se puso su
pijama y se metió a la cama.

Tal vez no se había vuelto una maníaca sexual, sino algo maníaca sexual, tal

Opal Carew - Abandono Total


como lo había llamado Devlin, sería genial ahora mismo. Apagó la luz y con
pensamientos de Devlin en su mente, se quedó dormida.

*****

Sus brazos estaban alrededor de ella y Sandra se reclinó hacia atrás contra su
duro cuerpo. Sus manos le ahuecaron los senos y ella se arqueó hacia adelante. Sus
pezones dolían y su cuerpo ardía de necesidad.

—Te deseo —Retumbó una voz masculina.

Ella se volvió en sus brazos para ver su rostro, pero no pudo percibir sus
rasgos en la tenue luz. No podía ver a su Desconocido de Fantasía.

Se inclinó hacia adelante y lo besó. Los labios de él acariciaron los de ella


con suave persuasión, avivando su necesidad.

—Yo también te deseo —Le acarició la mejilla, luego bajó por su pecho.

Duros músculos ondearon bajo las puntas de sus dedos. Siguió sobre su

119
El Club de las Excomulgadas
ombligo, luego más abajo. Hasta que rozó contra la punta de su pene. Le sonrió,
luego besó su pecho.

Ella envolvió sus dedos alrededor de su grueso pene, tan largo y duro como
lo recordaba, y besó la punta, luego tomó la cabeza en su boca como una piruleta.
Lamió alrededor una y otra vez hasta que lo oyó gruñir. Se deslizó hacia abajo y
fácilmente lo tomó todo dentro, a pesar de su tamaño. Los dedos de él acariciaban
entre su cabello mientras ella alternaba entre chupar y lamer. Él se tensó y gruñó.
Su boca se llenó de líquido caliente.

Ella rodó de espaldas y se estiró al lado de él. Se acarició los senos y jugó
con sus pezones. Él sonrió y se inclinó hacia ella, luego capturó una dura
protuberancia en su boca. Ella suspiró ante el increíble calor de su boca alrededor
suyo. Él acarició su otro pezón mientras su lengua giraba sobre el primero. Suspiró,
luego jadeó mientras él chupaba. Duro y profundo.

Opal Carew - Abandono Total


Luego lo liberó y subió besando por su pecho, entonces le acarició el cuello
con la nariz. Cosquillas bailaron por su piel y escalofríos recorrieron su espalda. Le
acaricio los senos provocando ambos pezones. El calor se expandió en su interior.
Buscó su polla, necesitándola dentro de ella. La acarició. Piel flexible deslizándose
sobre piedra dura.

—Te necesito. Hazme el amor —dijo ella.

Él se rió, luego se arrastró sobre ella, inmovilizándola entre sus rodillas. Se


inclinó hacia abajo y le capturó los labios, girando su lengua dentro de la boca de
ella. Su lengua se unió a la de él y ondularon juntas. Él se sumergió profundo,
dominando la boca de ella con sus caricias audaces y giratorias, luego retrocedió,
dejándola jadeando.

Él le sonrió, luego se puso de rodillas. Su mano se curvó alrededor de su


rígida vara y la acarició. Ella se inclinó hacia adelante y la lamió saboreando la
dura piel bajo su lengua. Él empujó hacia adelante y la boca de ella lo tragó. Pasó
su lengua alrededor de su glande, incapaz de tener suficiente de él.

120
El Club de las Excomulgadas
Él se retiró, acariciándole los senos, luego bajó hacia su vientre y entre sus
piernas. Ella se arqueó contra su mano. Él deslizó su dedo a lo largo de su
humedad. Su glande rozó su muslo, luego la punta presionó contra sus húmedos
pliegues. Ella contuvo el aliento mientras él se deslizaba a lo largo de su húmeda
entrada, luego empujó dentro… sólo un poco. Ella gruñó, queriendo más. Él
empujó hasta que su glande estuvo anidado dentro. Ella alzó las caderas, tratando
de forzarlo a ir más profundo, pero él puso una mano sobre su estómago y la
mantuvo quieta.

Entonces él siguió adelante. Ella gruñó ante la exquisita sensación de su


pene llenándola. Grueso. Duro. Caliente. Marcando sus entrañas con un placer
insoportable. Él retrocedió lentamente, la cresta de su glande arrastrándose a lo
largo de su pasaje, estimulándolo. Luego se volvió a meter. Ella lo apretó, tratando
de tirarlo incluso más profundo. Pero él igual retrocedió, acariciando su interior,
llenándola con un placer alucinante.

Opal Carew - Abandono Total


Se metió una tercera vez, y ella tembló ante el impactante placer. Enterrado
profundamente dentro suyo él se inclinó hacia abajo y le lamió un pezón, luego
chupó. Los dedos de ella se enredaron en su pelo y se curvaron a través de este.
Pelo largo.

Como el de Devlin. Su mirada se disparó hacia el rostro de él. Él estaba


sentado y la luz de la luna entrando por la ventana lanzó luz sobre sus rasgos. Él
sonrió.

Sí era Devlin. El impacto la llenó mientras él retrocedía y se volvía a sumergir


hacia adelante. Y otra vez. Mientras continuaba empujando en ella, abrasando su
interior, su impacto se desvaneció. Devlin le estaba haciendo el amor.

El maravilloso y dulce Devlin.

El placer ardió a través suyo, chamuscando cada terminación nerviosa. Un


orgasmo la estremeció, entonces llameó a través de ella mientras apretaba
estrechamente su polla dentro suyo. El placer se intensificó cuando apretó

121
El Club de las Excomulgadas
alrededor de su gruesa vara. Estrujando. Justo cuando alcanzaba el pináculo, su
duro pene pareció desaparecer. Mientras su cuerpo temblaba al borde del éxtasis,
sus ojos se abrieron.

Estaba sola.

Devlin no había estado ahí para nada, pero el placer que todavía temblaba a
través de ella era vívidamente real. Y quería más. Tanto que le dolía.

*****

Sandra miraba fuera de la ventana del bus mientras este se movía por la
concurrida calle, su teléfono celular contra su oído.

—Escucha, Aimee, ¿crees que podrías faltar la noche del sábado? —Sandra
se movió un poco para hacerle espacio a una señora para que se sentara a su lado.

Opal Carew - Abandono Total


—Pero me encantan las cenas gourmet que cocinas —dijo Aimee.

—Lo sé, pero te prometo que te compensaré. Iré a tu casa y cocinaré la sopa
de langosta que tanto te gusta.

— ¿Y crème brûlée de postre?

—Está bien.

Se acercaba la parada de Sandra, así que se puso de pie y se movió hacia la


puerta.

—Está bien entonces —dijo Aimee—. Tenemos un trato. ¿Pero por qué
quieres cancelar?

—Quiero tener algo de tiempo a solas con Devlin. Para hablar.

—Hmm. Lo imaginé. Justo la semana pasada le estabas evitando


totalmente. Pero pensé que resolverían las cosas cuando él pasó por tu casa el
martes pasado.

122
El Club de las Excomulgadas
Las cejas de Sandra se unieron. — ¿Cómo sabes eso?— Sandra no se lo
había mencionado a Aimee.

El bus se detuvo y Sandra salió hacia los cálidos rayos de sol del exterior.

—Oh, Devlin me contó que estaba preocupado y que había pasado para
hablar contigo. Es un gran tipo, ¿sabes?

El estómago de Sandra se agitó y un profundo anhelo abrasó su alma


mientras pensaba en Devlin. —Síp, lo sé. Es por eso que quiero estar segura de que
todo está bien entre nosotros.

*****

La noche del sábado, Devlin golpeó la puerta de Sandra, con una botella de
vino en la mano. Un momento después, ella abrió la puerta y le sonrió con su cara
brillando. El corazón de él dio una pequeña voltereta ante la vista.

Opal Carew - Abandono Total


—Entra. Espero que estés hambriento.

Su mirada acarició su forma curvilínea mientras ella retrocedía para dejarlo


entrar. Sí que estaba hambriento, pero con un hambre que todavía no satisfaría. Si
tan sólo ella volviera a la cabaña para que él pudiera ser otra vez su Desconocido de
Fantasía y le permitiera satisfacer, por un corto tiempo, el anhelo por ella que ardía
dentro de él constantemente.

Entró y se quitó los zapatos, luego la siguió a la cocina. Sandra levantó la


tapa de una de las humeantes ollas sobre la cocina y metió dentro una cuchara,
luego probó.

—Mmm. Huele delicioso —Devlin dejó la botella sobre la encimera.

—Estoy haciendo pasta de fusilli con alcachofas —midió una cucharada y


media de té con mantequilla y la añadió a la salsa, luego removió—. ¿Pondrías la
pasta en el agua?

123
El Club de las Excomulgadas
Él levantó la tapa de la olla al lado de la salsa agarró la taza grande de
medidas llena de pasta con forma en espiral y la vertió dentro. Sandra programó el
reloj de la cocina.

— ¿Debería abrir ya el vino? —preguntó él.

Ella abrió la alacena y sacó dos copas de vino. —Seguro.

Él pretendía dejarlo respirar, pero tan pronto como sacó el corcho, ella le
tendió su copa. Él vertió un poco en la de ella, luego en la de él. Ella lo olfateó,
luego bebió un poco.

—Mmm. Rico. Siempre traes el mejor vino.

— ¿Dónde está Aimee? —Él bebió de su vino.

Normalmente ella ya estaba ahí cuando él llegaba.

Opal Carew - Abandono Total


—No ha podido venir esta noche.

Él alzó una ceja. — ¿En serio? Ella nunca se pierde nuestras cenas.

—Siempre hay una primera vez para todo.

Una parte de él estaba encantado de estar aquí sólo con Sandra, casi como si
fuera una cita, pero otra parte temblaba de nervios.

Sandra preparó una ensalada, luego la dividió en dos pocillos de madera y


los llevó hacia el comedor. Volvió justo cuando el reloj de la cocina sonaba,
escurrió el agua de la pasta y la echó en dos platos bajos. Devlin echó salsa encima,
luego llevaron sus platos y copas hacia el comedor y se sentaron a comer.

Sonaba música relajante de fondo y las velas iluminaban la mesa con un


suave brillo.

— ¿Cómo va ese proyecto en el que estás involucrado en el trabajo? —


preguntó ella—. Tiene algo que ver con ayudar a las grandes compañías a controlar

124
El Club de las Excomulgadas
su uso de energía, ¿cierto?

—Así es. Mi equipo terminó el software el mes pasado y tenemos un cliente


beta probándolo.

Mientras comían, hablaron sobre su proyecto por un rato, luego discutieron


sobre algunos estrenos de películas que ambos querían ver. Una vez que
terminaron, ella se levantó y reunió los platos, luego fue hacia la cocina. Él terminó
de recoger la mesa mientras ella preparaba algo de café. Pronto un aroma poco
familiar de café llegó desde la pequeña cocina. Una nueva mezcla, sin duda. Sandra
definitivamente sentía pasión por el café.

Él puso sus caras tazas de café sobre la encimera y ella las llenó. Mientras él
añadía azúcar al suyo ella abrió el refrigerador y puso una tarta de queso sobre la
encimera.

—Es de chocolate amaretto —cortó dos trozos y puso cada uno en un plato

Opal Carew - Abandono Total


de postre.

— ¿Oh? ¿Qué pasó con la tarta de chocolate con relleno de licor de naranja?

La cara de ella se tensó. —No preguntes.

Él se rió mientras ella le tendía el plato. Él recogió su taza y la acompañó a


la sala de estar, sentándose en una silla frente al sofá donde ella estaba sentada.
Deslizó el tenedor en el postre, luego probó un bocado. Se derritió en su boca.

—Bueno, esto está absolutamente delicioso.

Ella sonrió. —Te lo agradezco.

Cuando terminó su postre, puso el plato sobre la mesa de café. Una vez que
ella terminó, puso su plato encima del suyo y los alejó. Ella tomó un sorbo de su
café.

—Quería agradecerte por venir la otra noche —lo miró por encima de su

125
El Club de las Excomulgadas
taza—. Tú sabes, para asegurarte de que las cosas estaban bien entre nosotros.

Él sonrió. —Las cosas estaban incómodas y no quería que siguieran de ese


modo. Nuestra amistad es realmente importante para mí.

Ella asintió. —También lo es para mí —Bajó su taza—. Realmente


agradezco tus ánimos de esa noche. Acerca de intentar cosas nuevas y diferentes.
Acerca de no juzgarme a mí misma —Su mirada se cerró en la de él—. Me hiciste
sentir mucho mejor.

—Me alegro.

—De hecho, me hizo reconsiderar otras cosas que he hecho y preguntarme


si me he juzgado con demasiada dureza. Por ejemplo, lo que sucedió entre tú y yo
aquel viernes.

Oh, oh. Él no sabía hacia dónde iba esto, pero sonaron campanas de alarma

Opal Carew - Abandono Total


dentro de su cabeza.

Ella se inclinó hacia adelante. — ¿Te puedo preguntar algo?

—Por supuesto.

— ¿Cuándo me rechazaste esa noche, fue porque yo había bebido


demasiado? ¿O por qué no te sientes atraído por mí?

¡Maldición!

Él se miró fijo las manos mientras frotaba sus palmas. —Habías bebido
varios tragos esa noche. No quería aprovecharme de ti.

—Entonces, ¿qué hubiera pasado si no hubiera estado bebida?

Él se encogió de hombros. —Bueno, entonces no habría sucedido.

— ¿Pero si hubiera pasado?

126
El Club de las Excomulgadas
Él frunció el ceño. —Sandra, realmente me estás poniendo en una situación
difícil.

—Devlin, prácticamente me arrojé sobre ti. Seguro, había bebido unos pocos
tragos, pero nunca haría eso a menos que me sintiera atraída por un hombre.
Seguro que sabes eso.

Él suspiró. Por supuesto que sí, y decirle lo contrario sólo heriría la


autoestima de ella. Asintió.

—Así que mis sentimientos por ti están expuestos. Sólo me gustaría saber si
esos sentimientos son recíprocos.

—Sandra, pienso lo mejor de ti. Yo…

Ella sostuvo su mano en alto. —Alto, lo entiendo. No te sientes atraído por


mí, pero te importo como amiga —Se puso de pie—. Está bien. Lo entiendo.

Opal Carew - Abandono Total


La mirada herida en los ojos de ella rasgó su corazón. Se puso de pie y la
siguió a la cocina.

—Sandra, espera. No es eso.

Ella dejó su taza vacía sobre la encimera y se giró hacia él.

—Devlin, está bien. Soy una chica grande. Yo no te gusto. Lo entiendo. Y


eso está bien. Mientras no te haya asustado, podemos seguir siendo amigos.

Él le tomó la mano, y la sensación de su suave piel casi desarmó su


resolución de no empujarla contra él y consumirla con un beso profundamente
apasionado. Afirmó su control y simplemente le acarició el dorso de la mano con
su pulgar.

—De hecho, sí que te encuentro atractiva.

127
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Doce
El corazón de Sandra golpeaba mientras miraba profundamente en los ojos
azules salpicados con motas doradas de Devlin.

—Muy atractiva —continuó él.

Su corazón golpeaba fuerte en su pecho. Era verdad. Podía verlo brillando


en sus ojos. Oírlo en el leve temblor de su voz.

— ¿Entonces podemos…?

Los dedos de él le cubrieron los labios.

—No. No podemos —Se acercó más y puso sus manos sobre sus hombros
mientras la miraba profundamente a los ojos.

Opal Carew - Abandono Total


El calor de su cuerpo cerca del suyo y la intensidad de su mirada la
desconcertaban.

—No hay nada que me gustaría más que…

Ella contuvo el aliento ante su pausa, esperando las palabras.

La mirada de él titubeó, e inspiró profundamente. —Sandra, créeme. No


hay nada que me gustaría más. Pero tú acabas de terminar un matrimonio muy
largo y has estado soltera por… más o menos primera vez en toda tu vida adulta.
Creo que necesitas salir un poco y encontrarte a ti misma antes de volver a tener
algo serio. De otro modo, estaríamos empezando una nueva relación en suelo muy
inestable, y si no resulta, podríamos arruinar lo que tenemos. Y tu amistad es muy
importante para mí.

Ella no dudaba eso, pero lo que había visto en sus ojos era más que el deseo
de amistad. Seguro, podía entender la necesidad de luchar contra una leve atracción
que podría acabar después de algunos meses, para cuidar una amistad a largo

128
El Club de las Excomulgadas
plazo, pero lo que había visto en los ojos de él era… pasión. La intensidad de su
deseo había brillado con fuerza.

Ella se acercó y aplanó su mano en el pecho de él y disfrutó la sensación de


músculos fuertes y duros debajo de su palma.

Con una voz baja y seductora, dijo. — ¿Y si no saltamos todavía a una


relación a tiempo completo? Podríamos ser amigos con beneficios.

Estaba segura de que podía sentir el acelerado latido de su corazón debajo


de su palma. Él puso su palma sobre la de ella como si fuera a quitarla de su pecho,
pero dudó.

—No. No resultaría. Si estamos destinados a estar juntos, unos pocos meses


más no nos van a hacer daño.

Ella subió su otra mano por su pecho y a lo largo del costado de su cuello,

Opal Carew - Abandono Total


luego a través de su mandíbula rasposa. Besó la punta de su barbilla.

— ¿Pero por qué esperar? ¿Por qué posponer lo inevitable? —insistió ella,
queriendo desesperadamente sentir los brazos de él alrededor suyo. Rozó levemente
sus labios con los de ella.

*****

Devlin se encontró hechizado por su toque, amando la sensación de sus


manos sobre su pecho, sus labios en su piel. Entonces su boca rozó la de él y el
pánico apareció. En cualquier momento sus hormonas se harían cargo y la tendría
desnuda sobre el suelo, metiéndose dentro de ella con toda la pasión que lo
abrasaba.

Tenía que hacer algo para detenerla. Y rápido.

El primer pensamiento que pasó por su cerebro fue asustarla. Ser algo que
ella tuviera miedo de abordar.

129
El Club de las Excomulgadas
Le agarró las muñecas y las presionó detrás de ella, lo cual empujó sus senos
atractivamente hacia adelante. Trató de ignorar el calor que llameó en su
entrepierna mientras la atraía hacia adelante y capturaba sus labios. Su lengua se
metió en la boca de ella y saboreó su dulzura. Retiró su lengua y ella jadeó mientras
él le chupaba la lengua con su boca, trayéndola profundamente. La hizo retroceder
hasta la pared y le alzó las muñecas hasta sujetarlas a los costados de su cabeza.
Volvió a meter la lengua en su boca y exploró.

Sus senos subían contra su pecho mientras él la consumía con su beso.


Luego le soltó la boca y presionó sus labios contra su cuello, besó el hueco, y
mordisqueó por el costado. Luego chupó profundamente. Cuando se retiró había
dejado una marca roja y oscura coloreando su piel.

Si esto resultaba, su mayor problema sería cómo girar las cosas una vez que
el momento fuera el correcto para realmente iniciar una relación con ella. Pero
resolvería eso después. Ahora mismo, necesitaba detenerla en ese preciso instante

Opal Carew - Abandono Total


de tratar de empujarlo hacia una relación íntima.

Su mirada se cerró en la de ella. El impacto brillaba en sus ojos verde oliva.

Una fiera sonrisa curvó sus labios. —Ves, mis gustos van un poco por el lado
salvaje. Me gustan las mujeres dispuestas a someterse —Su sonrisa se amplió—.
Totalmente.

No había modo en que a una mujer independiente como Sandra le gustaran


ese tipo de cosas.

— ¿En serio? —Con los ojos muy abiertos, ella inspiró profundamente y
entonces para su total sorpresa sonrió—. ¡Qué excitante!

*****

Sandra se puso el pijama y se desplomó sobre la cama. El recuerdo de las


fuertes manos de Devlin sujetándola presionada contra la pared, su boca abrasando
la de ella con el calor de su pasión, junto con su lengua metiéndose en su boca,

130
El Club de las Excomulgadas
dominándola, llenándola con un ansia incansable. Oh, Dios, había sido tan
excitante.

Se revolvió y dio vueltas toda la noche, cambiando entre episodios sin


dormir de anhelo por sus manos sobre su cuerpo y sueños de estar desnuda y atada
mientras él le hacía el amor apasionadamente.

Durante el almuerzo al día siguiente, se sentó con Aimee en un restaurante


que dominaba el canal. Ambas ordenaron el especial de sopa y ensalada.

Tan pronto como la camarera se fue, Sandra se inclinó hacia Aimee.

— ¿Qué piensas acerca de que Devlin y yo nos involucremos? —preguntó


Sandra.

Aimee puso su servilleta sobre su regazo y la alisó con la mano.

Opal Carew - Abandono Total


Normalmente Aimee tenía una opinión acerca de este tipo de cosas y era
feliz de expresarla. El hecho de que no estuviera saltando a hacerlo significaba que
probablemente ella y Devlin ya habían hablado acerca de eso.

Sandra alzó una ceja. —Tú sabes algo. ¿Has hablado con Devlin acerca de
esto?

—Devlin y yo somos amigos —dijo Aimee—. Hablamos sobre un montón


de cosas.

Sandra se inclinó hacia adelante. —Nosotras también somos amigas.

—Lo sé, dulzura, pero no sería justo para Devlin.

—Mira, realmente me gusta Devlin y creo que estaríamos bien juntos. Y


estoy segura de que él también se siente atraído por mí. Pero es como si él luchara
contra eso y no sé por qué.

— ¿Has hablado con él acerca de esto? —preguntó Aimee.

131
El Club de las Excomulgadas
—Síp. Anoche. Cuando cenamos, le pregunté directamente si estaba atraído
por mí.

Los ojos azul oscuro de Aimee se abrieron mucho. — ¿Qué dijo?

—Dijo que sí.

— ¿En serio?

—Pero entonces cuando sugerí que nos moviéramos al siguiente nivel…

— ¿Quieres decir salir?

—Está bien, el nivel después de eso. De cualquier modo, se lanzó en una


tonta excusa sobre el hecho de que podría arruinar nuestra amistad. Que yo
necesitaba algo de tiempo para salir antes de que siquiera pudiéramos considerar
estar juntos.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee le palmeó la mano. —No es tonto, dulzura. Si tienes una relación
íntima con él y luego rompéis… las cosas se pondrían incómodas.

Sandra se mordisqueó el labio inferior. Por supuesto, ese argumento tenía


sentido. —No creo que eso nos pase a nosotros.

—Todos creen eso al principio.

—Está bien, tal vez, pero cuando lo presioné un poco más, volvió a cambiar
la historia. Esta vez me dijo que le gustaba… algo más pervertido.

Los labios de Aimee se curvaron en una sonrisa. —Oh, sip. ¿Cómo qué?

—Como dominación. Requiriendo que la mujer sea totalmente sumisa.


Entonces me empujó contra la pared y me besó. Casi sentí como si estuviera
tratando de… —Golpeteó los dedos contra la mesa— No lo sé. Asustarme o algo
así.

— ¿Y lo logró?

132
El Club de las Excomulgadas
— ¿Estás bromeando? Fue totalmente excitante —Agarró una barra de pan
de la canasta y mordisqueó el extremo.

Aimee se rió. —Pobre Devlin. Asumo que le dijiste eso.

—Absolutamente. Quería desesperadamente arrastrarlo a la cama en ese


mismo momento. Pero él barbotó algo acerca de que yo no estaba entendiendo
realmente, lo cual era una total tontería, entonces prácticamente voló del
departamento —Miró a Aimee—. Estoy muy confundida. Si puedes arrojar
cualquier luz en esto, por favor hazlo.

—Bueno, Devlin siempre ha sido directo. Si dice que se siente atraído por ti,
pero se resiste a actuar de acuerdo a eso, eso es todo.

— ¿Pero por qué cambiaría la historia? ¿Crees que no quiere tener sexo
conmigo, pero teme herir mis sentimientos?

Opal Carew - Abandono Total


Aimee jugaba con su cuchara. —No, no creo que ese sea el caso.

Un sentimiento inquietante hizo que Sandra frunciera el ceño. —Mierda,


¿eso quiere decir que realmente no le gusta la dominación?

No podía creer lo excitada que la hacía sentir la idea de ser dominada por
Devlin. Nunca había siquiera considerado la idea antes; ahora casi parecía
obsesionada con eso.

Aimee se rió. —Bueno, eso no lo sé.

Sandra bebió agua. —Sabes, desde el fin de semana en tu cabaña, sigo


teniendo sueños realmente calientes.

— ¿Sobre James y Craig?

—Bueno, en realidad sobre el Desconocido de Fantasía —Sandra se encogió


de hombros—. Pero uno de ellos es el Desconocido de Fantasía, ¿cierto?

133
El Club de las Excomulgadas
Aimee acarició el costado de su vaso de agua con la punta de un dedo,
siguiendo una gota de condensación. —Esa es información clasificada.

Sandra entrecerró los ojos. ¿Por qué parecía que Aimee de pronto estaba siendo
reservada? Casi como si el Desconocido de Fantasía fuera alguien completamente
diferente. El calor llameó a través de ella ante el pensamiento. ¿Podría ser que
realmente hubiera estado con tres hombres diferentes en la cabaña aquel fin de semana? ¿Su
Desconocido de Fantasía había sido realmente alguien totalmente extraño que nunca había
conocido siquiera?

Oh. Dios. ¿En realidad debería encontrar ese pensamiento tan increíblemente erótico?

Aimee la volvió a mirar. —Tal vez sea tiempo de volver a ir a la cabaña.


Estoy bastante segura de que podría arreglarlo para este fin de semana. ¿Qué dices?

— ¿Con Craig y James?

Opal Carew - Abandono Total


Aimee asintió mientras ella mascaba su lechuga, luego tragó. —Y podrías
experimentar algo del punto dos.

Bondage.

Sandra señaló a su amiga con su barra de pan. —Parece que tienes esa lista
memorizada.

Aimee sonrió. — ¿Y tú no?

Sandra se rió. —Supongo que sí — ¿Cómo podría no hacerlo? Pensamientos de


hacer esas cosas con sus nuevos amantes, y con Devlin, ocupaban su mente, y sus
sueños, constantemente.

Sus entrañas dolían de necesidad. Sólo había una cosa que ocupaba más su
mente.

Se lamió los labios.

134
El Club de las Excomulgadas
— ¿Y tú crees que tal vez… podrías volver a arreglar una visita de mi
Desconocido de Fantasía?

Aimee se rió. —Por supuesto.

*****

Devlin alcanzó el teléfono celular que vibraba en su bolsillo. —Hola.

—Estás volviendo loca a la mujer.

Devlin sonrió. Aimee. — ¿Alguna mujer en particular?

Dejó su libro sobre la mesa al lado de la taza de café, estiró las piernas, y se
desplomó sobre la silla tapizada en la acogedora cafetería al lado del río.

—Sabes exactamente qué mujer. Estás volviendo loca a Sandra.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Por qué dices eso?

—Nos reunimos hoy para el almuerzo y me contó acerca de anoche. Por


cierto, ¿una mujer que debía someterse totalmente a ti?

Él se rió mientras recordaba cómo se habían abierto los ojos de Sandra,


luego sus pupilas se habían dilatado con excitación sexual. O así le había parecido
por sus siguientes comentarios. Por supuesto, él no lo había encontrado del todo
divertido la noche pasada. De hecho, había huido de ahí tan rápido como pudo. Si
no lo hubiera hecho, habría despertado en la cama de ella esta mañana, con su plan
totalmente arrojado por la ventana.

—Pensé que eso la asustaría —le dio un sorbo a su café.

— ¿Qué? ¿Calentarla con tu dominante masculinidad?

—Tenía que pensar en algo —No tenía idea que tendría ese efecto en ella.
¿Quién imaginaría que amenazar con dominar a una mujer como Sandra actuaría como un
afrodisíaco?

135
El Club de las Excomulgadas
—Buen movimiento.

Él sonrió. — ¿Entonces es así como me ves?

— ¿Qué quieres decir?

— ¿Me ves como dominante y masculino?

—Noo. Pero Sandra claramente sí. De hecho, ahora mismo parece que eso
es todo en lo que puede pensar.

El pensar que Sandra estuviera pensando en él de ese modo, fuerte y sexy,


dominándola en el dormitorio, hizo que le doliera la entrepierna.

— ¿Entonces por qué te contó acerca de eso? —preguntó él.

—Porque no entiende por qué no actúas de acuerdo a tu atracción por ella.

Opal Carew - Abandono Total


Él golpeó el asa de su taza con la punta de un dedo. —Pero le dije la verdad.

—Seguida por una loca excusa. Todo lo que hiciste fue confundirla.

Él gruñó.

—No, está bien. Todo está bien. Sólo que no creo que debieras esperar
mucho tiempo.

— ¿Debido a su historia con James? ¿Crees que eso lleve a una relación seria
después de todo?

—Creo que facilitaría que ella se involucrara sexualmente —dijo Aimee—,


pero me dijo que todavía no quiere quedar atrapada en nada serio.

El alivio lo inundó.

—Pero… no sé —continuó Aimee—. Sandra me parece el tipo de mujer que


quiere estar en una relación. Tener sexo con Craig y James ciertamente la

136
El Club de las Excomulgadas
mantendrá distraída por un rato, pero en algún punto ella va a querer asentarse en
una relación. Con su lujuria no correspondida en el pasado, James tiene una
ventaja. Ya que ella quiere estar contigo ahora, ¿por qué no…?

—Aimee, tengo que apegarme al plan. No quiero ser parte de una multitud.
Cuando esté conmigo, quiero que sea especial.

—Cariño, si vosotros dos sois el uno para el otro, entonces estar juntos va a
ser especial sin importar quién más esté alrededor, o lo que hagáis juntos. De eso se
trata el amor.

Él miró por la ventana a los patos que nadaban a lo largo del brillante río,
dejando que las palabras se asentaran.

Creía absolutamente que eso era cierto. Y sabía que amaba a Sandra.

Pero… ¿y si ella no lo amaba?

Opal Carew - Abandono Total


—Devlin, sé que quieres una oportunidad para siempre con ella, pero sabes,
nadie puede garantizar eso al inicio de ninguna relación. A veces simplemente
tienes que arriesgarte.

¿Arriesgarse? Ya se había movido demasiado rápido antes. Había sido


demasiado confiado. Y había perdido a la chica. Esta vez no.

—El plan funcionará —tenía que creer eso—. Será bueno para Sandra
disfrutar más aventuras eróticas.

—Está bien. Hay por lo menos cuatro cosas más en la lista.

Él podía oír la sonrisa en la voz de ella.

— ¿Puedes apartar el sábado para otra actuación como su Desconocido de


Fantasía?

—Por supuesto —Recuerdos de Sandra acostada en el colchón inflable

137
El Club de las Excomulgadas
debajo de él con su rostro contorsionado en éxtasis hicieron que le latiera la polla.

Su papel como el Desconocido de Fantasía lo mantenía como parte de las


aventuras eróticas de Sandra. Y le daba la oportunidad de competir con James.
Puede que Sandra no supiera que el Desconocido de Fantasía era Devlin, pero sus
sentimientos por ella trabajaban a su favor, porque estaba seguro de que ella podía
sentir el amor en su toque.

*****

La noche del miércoles, Sandra se fue a dormir frustrada y ansiosa porque


llegara el viernes. A la mañana siguiente se despertó todavía temblando con placer
extático. Apretó los muslos, cabalgando el final del orgasmo, pero sin la dureza de
un hombre dentro de ella se desvaneció rápidamente. Suspiró y yació tumbada
sobre la cama, las sábanas empapadas y enredadas alrededor de sus piernas y su top
subido, dejando desnudos sus senos.

Opal Carew - Abandono Total


Oh, Dios, quería un hombre real. No estos sueños caóticos y confusos. Siempre
representando su Desconocido de Fantasía. Esta vez cuando él salió de las
sombras, tenía el rostro de James. Lo cual no tenía sentido, porque estaba bastante
segura de que el desconocido era Craig.

Pero no totalmente segura. Tal vez se equivocó cuando descartó a James.


Había pasado tanto tiempo desde que había estado con un hombre. Ya no sabía qué
pensar.

Ahora mismo, todo lo que sabía con seguridad era que se estaba muriendo
por ir otra vez a la cabaña. Estar con los dos hombres. Sentirlos haciéndole el amor.
Sus duros penes dándole placer. Incluso el pensamiento enviaba cosquillas
recorriendo su columna, y hacía que sus entrañas tuvieran espasmos de necesidad.

Miró el reloj. Siete treinta y cinco. Alejó la sábana de una patada y salió de
la cama, luego corrió al baño a ducharse. Quince minutos más tarde, fue a la
cocina, su nariz crispándose por el aroma terroso de la mezcla asiática que había
preparado en la cafetera la noche anterior. Puso algo de pan en la tostadora, luego

138
El Club de las Excomulgadas
se sirvió una taza y bebió un sorbo, apreciando el cuerpo poderoso y grande
realzado por sus matices de hierbas y el suave sabor a canela. No había empacado
ésta para la cabaña porque sabía que a Aimee no le importaría.

Una vez que la tostada estuvo lista, le echó mantequilla, luego se la comió
junto a la encimera, pensando en el trabajo que tenía que tener hecho para el final
de la semana. En el bus, volvió a revisar el informe que detallaba los requerimientos
para el complejo formulario Web que tenía que desarrollar. Esa era la tarea más
grande que tenía que completar para el viernes. Llegó al trabajo alrededor de diez
minutos antes, terminó algunas de las tareas más pequeñas, luego se puso a trabajar
en el formulario.

Después de casi dos horas, echó un vistazo al código HTML frente a ella,
preguntándose por qué la página Web no hacía lo que quería. Golpeteó el escritorio
con el lápiz mientras trataba de comprender qué estaba mal con el código.

Opal Carew - Abandono Total


—Oye, ¿qué pasa? —Aimee se sentó en la silla color azul real para invitados
de Sandra.

—Tengo problemas para poner a trabajar apropiadamente este formulario de


entrada.

Aimee se paró y miró por sobre el hombro de Sandra. Aimee se inclinó y


señaló la pantalla. —No has cerrado tu tabla de columnas.

Sandra se quedó mirando el código donde señalaba Aimee. —Maldición,


tienes razón. He estado mirando esto durante quince minutos. ¿Por qué infiernos
no lo vi?

—Bueno, puedo pensar en dos razones realmente buenas.

Por la diversión que curvaba los labios de Aimee, Sandra supo que se refería
a James y Craig. Y estaba absolutamente en lo cierto.

Aimee se volvió a sentar. —Y acerca de eso. Odio decirte esto, pero no

139
El Club de las Excomulgadas
puedo ir el viernes.

Opal Carew - Abandono Total

140
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Trece
Sandra sintió que el color escapaba de su rostro.

— ¿Quieres decir que no iremos este fin de semana?

Aimee se rió. —No te haría eso.

Se estiró y arrancó el lápiz de los dedos de Sandra, quien se dio cuenta que
lo había estado agarrando con tanta fuerza que le sorprendió no haberlo partido en
dos.

—Si tienes que esperar otra semana —continuó Aimee— serás un caso
perdido. No puedo ir el viernes, pero puedo llegar el sábado.

—Entonces sólo nos estamos atrasando un día —Oh, gracias a Dios.

Opal Carew - Abandono Total


—No. Quiero decir que yo me atrasaré, pero no veo ninguna razón para que
tú no puedas irte el viernes. Los chicos estarán ahí.

— ¿Cómo llegaré a la isla? No sé cómo llevar un bote. Y no estoy segura de


poder encontrar la isla —Afuera en el agua, toda la arbolada línea de la costa se
veía igual para ella, y había varias islas en el lago.

—No es problema. Puedes reunirte con los chicos en el puerto y ellos te


llevarán en su bote. ¿Eso está bien, no?

Toda la noche del viernes en la isla, sólo ella y los dos hombres
increíblemente sexys… Sus entrañas se sacudieron.

—Oh, síp. Eso estará bien.

*****

Todo el viernes, durante el trabajo, Sandra apenas pudo concentrarse en lo


que estaba haciendo. Los pensamientos de ver a James y Craig mantenían sus

141
El Club de las Excomulgadas
entrañas hirviendo a fuego lento. De algún modo terminó el formulario Web y se lo
envió a su jefa para que lo comentara. Cualquier cambio sería manejado la semana
siguiente.

Finalmente, llegaron las cinco. Reunió sus cosas y se detuvo en el escritorio


de Aimee.

— ¿Vas de camino? —preguntó Aimee.

—Síp. ¿Todavía tienes trabajo? —preguntó Sandra.

—Bueno, sabes, estaba pensando en eso. Quizá podría terminar esto en las
próximas dos horas o algo así, y podríamos comer una cena tardía y estar en la
cabaña a las once más o menos.

El estómago de Sandra se retorció. —Oh, uh… síp seguro.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee se rió y ondeó su mano atrás y adelante. —No te preocupes. Sólo
estoy bromeando. No te haría eso. Por un lado, creo que estallarías si tienes que
esperar otra hora, no digamos cuatro. Y… —Le hizo un guiño— Asumo que
esperas con ansias pasar un tiempo a solas con los chicos.

Sandra suspiró. —Tú sabes que no es que no te quiera ahí, es sólo…

Aimee se volvió a reír. — ¡Sólo vete!

Sandra sonrió y se volvió, luego se apuró hacia el ascensor. Alguien sostuvo


la puerta para ella y se metió, luego presionó P2. Había llegado en coche hoy para
poder salir directamente. Su maleta y una nevera con provisiones ya estaban
guardadas en el maletero.

Saltó al auto y manejó por el estacionamiento subterráneo, luego salió hacia


la brillante luz del sol. Hizo su camino entre el espeso tráfico del centro en la hora
punta, sonriendo todo el camino. Alrededor de una hora después, condujo dentro
del pequeño puerto y aparcó el coche.

142
El Club de las Excomulgadas
Abrió el maletero y sacó la nevera con ruedas que Aimee le había prestado.
Era del tipo que decía que mantenía el hielo congelado por más de cinco días, lo
cual era genial ya que había tenido que dejarla en el auto todo el día. Había
guardado suficiente comida para ella y Aimee para el fin de semana. Sacó su
pequeña maleta y la puso encima de la nevera, luego aseguró el auto. Tirando la
nevera detrás de ella, se dirigió al muelle que albergaba el bote de Aimee. Ella le
había dicho que el bote de Craig estaba cinco lugares más allá.

—Hola, preciosa. Aquí estás —Craig la saludó con la mano a lo lejos en el


muelle.

El verlo de pie ahí sin camisa, el tatuaje del tigre arrastrándose por su brazo
y sus músculos extremadamente bien definidos y abultados, se le cortó la
respiración.

Dios mío, ¿qué hacía ese hombre para ejercitarse?.

Opal Carew - Abandono Total


Oh, señor, quería pasar sus manos por todo él. Sentir la dureza de ese cuerpo
arrebatador extremadamente masculino. Sentir esos fuertes brazos alrededor suyo y
derretirse totalmente contra él. Ser consumida por sus besos eróticamente agresivos.

Ella alejó su mirada, moviéndose hacia James, que estaba de pie en el bote.
Sonreía. Usaba una camisa ligera de algodón, el frente abierto revelando sus
músculos rígidos y bien esculpidos. No tan corpulento como el de Craig, aunque no
menos excepcional.

Craig caminó hacia ella, luego le quitó la manilla de la nevera y la llevó


hacia el bote. Levantó la nevera, con maleta y todo, y se la tendió a James que la
alzó hasta el suelo del bote al lado de su nevera. James la tomó de la mano y la
ayudó a subir al bote que se mecía. La calidez de sus dedos envolviendo los de ella
le puso la piel de gallina.

Sandra miró alrededor, un poco nerviosa de que los chicos mostraran alguna
expresión de afecto.

143
El Club de las Excomulgadas
Si uno de ellos la abrazara ahora mismo, con sus hormonas alzándose,
puede que se dejara llevar.

— ¿Tuviste un buen viaje desde la ciudad? —preguntó James.

Ella asintió y conversó un poco acerca del tráfico y su semana de trabajo,


sentada en uno de los asientos que miraban a la parte posterior del bote. Craig
estaba sentado en el asiento del conductor, lo cual la dejaba espalda con espalda
con él. Podía sentir el calor de su cuerpo a sólo centímetros detrás de ella.

James soltó las amarras del muelle, luego se sentó al frente en el asiento del
pasajero. El motor aceleró y el bote se alejó del muelle. En pocos momentos,
estaban en mar abierto y el bote avanzaba mientras agarraba velocidad. Su corazón
golpeaba con anticipación mientras el pequeño navío chocaba arriba y abajo sobre
el agua, luego se asentó en un tranquilo viaje.

Estarían muy pronto en la isla. El aire le azotaba el cabello alrededor

Opal Carew - Abandono Total


mientras observaba las blancas crestas de la estela detrás de ellos. Miró a lo largo de
la costa y notó varias humaredas de barbacoas mientras los cocineros puertas afuera
preparaban la comida de la noche. Bastantes familias, o grupos de amigos, ya
estaban sentados alrededor de mesas de picnic, comiendo.

El estómago de Sandra se quejó, pero ahora mismo el hambre de comida no


era su principal prioridad.

El bote bajó la velocidad y ella miró alrededor para ver que se estaban
dirigiendo hacia la costa. Reconoció las familiares boyas de neón naranjas dispersas
alrededor para marcar las rocas. Craig se ubicó junto al muelle de madera y el bote
chocó ligeramente contra este. James se puso de pie y bajó al muelle, agarró las
cuerdas unidas a la madera, y sujetó los extremos alrededor de los amarres del bote.

Le ofreció la mano a Sandra y ella la tomó para estabilizarse mientras bajaba


al muelle. Luego la tiró hacia adelante y envolvió sus brazos alrededor de ella. Sus
labios capturaron los suyos, su lengua ahondando en su boca. Ella pasó las manos
por sus hombros, luego alrededor de su cuello, mientras enredaba su lengua con la

144
El Club de las Excomulgadas
de él. Craig se acercó por detrás de ella, entonces su mano le acarició su nalga
derecha y apretó.

James soltó sus labios y Craig la giró.

—Oh, nena, he estado esperando por esto —Los brazos de Craig la rodearon
y sus labios devoraron los suyos. Su lengua abrasó el interior de su boca.

Las manos de James se curvaron alrededor de sus caderas, luego se


deslizaron hacia arriba por sus costados, deteniéndose justo debajo de sus senos. La
atrajo hacia atrás, alejando un poco su cuerpo del de Craig, entonces las manos de
James se deslizaron sobre sus senos envolviéndolos en sus cálidas palmas. Craig le
acarició el culo y empujó su pelvis apretándola contra la suya. Un gran bulto la
saludó, enviando calor a través de ella y provocando un tremendo dolor en su
entrepierna. James se arqueó hacia adelante, presionando su impresionante bulto
contra su trasero.

Opal Carew - Abandono Total


Oh, Dios, apenas podía respirar. Con todo el calor que la atravesaba, le
sorprendía que no saliera vapor de sus oídos. Arrastró las manos por el pecho de
Craig, amando la sensación de músculos duramente esculpidos bajo las puntas de
sus dedos. Él le soltó los labios y ella jadeó en busca de aire. Bajó acariciándolo
hasta el vientre luego sobre su bulto, ya más grande y más duro de lo que había
estado hacía unos momentos. Bajó el cierre y se deslizó dentro, ansiosa por sentirlo
en su mano. Envolvió sus dedos alrededor de su caliente carne y apretó, luego lo
acarició arriba y abajo.

Una de las manos de James se deslizó por su vientre, pasando su ombligo.


Ella contuvo el aliento mientras sus dedos empujaban debajo de la pretina de su
pantalón corto y atravesaba el elástico de sus bragas. Entonces se deslizó por debajo
y hacia abajo.

Ella apretó la gran polla de Craig mientras la mano de James se deslizaba


sobre sus rizos, luego a lo largo de su muy mojada hendidura. Jadeó cuando él
empujó dos dedos dentro de ella. Su otra mano se deslizó por sus caderas y la atrajo

145
El Club de las Excomulgadas
apretadamente contra él, la longitud de su erección ubicándose entre sus nalgas.
Tan duro y largo.

Ella siguió acariciando la gran polla de Craig mientras él le acariciaba el


cuello con la nariz, luego encontró el borde de su camiseta de tirantes. Sus grandes
manos se deslizaron por debajo y encontraron sus senos y los ahuecó. Los dedos de
James arremolinaron dentro de ella. Craig le levantó la camiseta y miró con
admiración sus senos cubiertos de encaje, luego empujó una copa hacia abajo y se
inclinó hacia adelante para tomar un pezón en su boca. Los dedos de ella soltaron
su dura vara.

Las sensaciones de su caliente boca sobre su sensible protuberancia y de los


dedos de James dentro de su mojada abertura acariciándola, la abrumaron de
placer. Entonces Craig chupó y James encontró su clítoris. Ella contuvo el aliento y
se aferró al hombro de Craig, luego jadeó mientras un orgasmo la bañaba. Cayó
hacia atrás contra James y gimió de placer.

Opal Carew - Abandono Total


Mientras flotaba de vuelta a la tierra, todavía colapsada contra James, los
chicos se rieron. Craig la besó.

—Creo que nos has extrañado —dijo Craig.

Todavía recuperando el aliento, ella lo miró con los ojos muy abiertos. —
Por supuesto que sí.

Ella tiró de su camiseta de tirantes por sobre su cabeza y la arrojó al bote,


después caminó hacia la costa. Se sacó las sandalias a patadas, luego se sacó el
pantalón corto mientras caminaba hacia los arbustos que conducían al bosque,
entonces se movió hacia una gran roca que tenía la altura justa para sentarse. O
acostarse. Se giró y desabrochó su sujetador, luego lo dejó caer al suelo. Ambos
hombres la observaban hambrientamente mientras metía los pulgares bajo el
elástico de sus bragas y las empujaba hacia abajo, luego las pateó a un lado.

Se alzó delante de ellos totalmente desnuda, sus pezones duros y


distendidos. Se los acarició, luego ahuecó sus manos debajo de sus senos y los alzó.

146
El Club de las Excomulgadas
— ¿Veis algo que os guste? —Se sentía perversa y lasciva.

Ambos hombres avanzaron y cada uno tomó un pezón en su boca.


Hundiéndose en la fría roca, ella se deleitó en el placer de sus bocas calientes
chupándola. Craig le acarició el estómago, luego deslizó las puntas de sus dedos
sobre su húmeda hendidura. Cuando separó más sus piernas, él deslizó los dedos
dentro de ella.

Ella acarició con su mano la cabeza de James, deslizando sus dedos entre
sus ondas castaño oscuro, y él alzó la cabeza y sonrió, luego la besó en los labios.
Ella alcanzó la hebilla de su cinturón y tiró de él hacia adelante luego le bajó el
cierre y buscó dentro por su polla. La sacó, entonces amorosamente deslizó los
dedos sobre ésta.

—Mmm —Se inclinó hacia adelante y lamió su bulboso glande, luego giró
su lengua alrededor de la punta.

Opal Carew - Abandono Total


Craig se arrodilló frente a ella y lamió su hendidura. Ella echó la cabeza
hacia atrás y murmuró un suave sonido de aprobación mientras apretaba el eje de
James. Acarició el corto cabello castaño arena de Craig, luego tiró un poco hasta
que él alzó la cabeza.

—Quiero tu pene —dijo ella.

Él sonrió y se puso de pie. —No puedo discutir con eso —se bajó la
cremallera y sacó su enorme erección.

Ella la agarró con su otra mano y la besó. Ahora miró fijo hacia las dos
grandes pollas, una en cada mano. Lamió a Craig, después a James otra vez.
Envolviendo sus labios alrededor del glande de James, apretó y chupó, luego lo
soltó y capturó el aún más grande de Craig en su boca. Lamió el extremo con su
lengua, luego la giró alrededor de la punta.

Lo soltó, entonces presionó los dos penes juntos y lamió ambos. De la base a
la punta, una y otra vez, girando su lengua ida y vuelta mientras la arrastraba hacia

147
El Club de las Excomulgadas
arriba. Los atrajo hacia ella y miró fijo los glandes, los apretó juntos, luego lamió
las puntas. Capturó a Craig con su boca, luego abrió más amplio y apretujó dentro
a James también.

Ambos glandes en su boca. Chupó y ambos hombres gruñeron. Envolvió


una mano alrededor de cada uno de ellos y acarició arriba y abajo. Chupando.
Acariciando. Les ahuecó las bolas, y las acarició, luego volvió a acariciar sus varas.
Los tomó un poco más profundamente, llenando su boca imposiblemente llena,
luego volvió a chupar. Más fuerte.

La mano de Craig le ahuecó la cabeza. —Oh, síp, muñeca. Eso es genial.

Ella encontró sus bolas otra vez y las acarició mientras su lengua giraba
sobre sus puntas. Luego acarició detrás de sus bolas, y chupó largo y fuerte.

James explotó primero, Craig justo después que él. Llenaron su boca con
líquido caliente.

Opal Carew - Abandono Total


Ella los acarició, luego los liberó y sonrió.

James sonrió. — ¿Es momento para ir a sacar las cosas del bote?

Ella apretó las manos alrededor de sus pollas. —Ni lo sueñes.

Se puso de pie y agarró a Craig alrededor de la cintura, luego lo ubicó frente


a la roca. Desabrochó su cinturón y empujó hacia abajo su pantalón. Él se sacó sus
jeans a patadas, luego sus bóxer verde bosque. Ella presionó la mano sobre su
pecho hasta que él se sentó, entonces se subió a su regazo, sus pantorrillas metidas
a los costados de sus muslos. Tanto como quería que la follara, su pene lánguido no
le haría ningún bien ahora, así que movió su cuerpo contra el de él, arrastrando sus
senos por su pecho sólidamente esculpido. Sus duros pezones presionados contra él
mientras lo abrazaba con fuerza, cerrando los labios sobre los de él y empujando su
lengua dentro de su boca. La lengua de él onduló contra la de ella, luego se hundió
en su boca, encendiendo sus sentidos.

148
El Club de las Excomulgadas
Ella sintió su polla alzándose entre ambos. Envolvió su mano alrededor de
ésta y apretó, luego presionó la cabeza de su eje semi erecto contra su abertura que
goteaba. Lo pasó a lo largo de su hendidura, atrás y adelante. Pronto su pene estaba
tan sólido como una roca.

Lo centró contra su abertura, luego se hundió lentamente sobre él. Contuvo


el aliento mientras su inmensa erección empujaba profundamente dentro,
estirándola. Sus brazos se envolvieron alrededor de sus hombros musculosos y se
acurrucó contra él, disfrutando de la sensación de ser empalada por su
impresionante pene.

James se rió. — ¿Os gustaría estar solos?

Sandra sonrió. —No hay manera de que desperdicie un segundo hombre.

Presionó su mano sobre el pecho de Craig y lo echó hacia atrás. Una vez que
él estuvo acostado, ella se empujó hacia arriba con sus rodillas, disfrutando la

Opal Carew - Abandono Total


sensación de su glande acariciando su vagina mientras ella alzaba su cuerpo. Él se
soltó y ella se inclinó hacia adelante, presentándole a James su parte posterior en
invitación. La mano de él le acarició el culo, entonces ella sintió su dura carne
presionando contra su hendidura. Él se deslizó dentro de su vagina, empujando
profundamente. Él rebotó dentro y fuera un par de veces, luego se salió. Ella agarró
la polla de Craig y se volvió hundir sobre esta.

El caliente y resbaloso glande de James presionó contra su abertura trasera y


se deslizó lentamente hacia adelante. Pronto su glande estuvo completamente
inmerso en ella. Se detuvo, dándole tiempo para relajarse. Ella respiró
profundamente mientras él empezaba a avanzar otra vez. Después de unos
momentos largos y eróticos, toda su vara estuvo dentro de ella.

Oh, Dios, se sentía tan llena. Dos grandes pollas dentro de ella. Apretó sus
músculos.

—Muñeca, estoy tan cerca —dijo Craig.

149
El Club de las Excomulgadas
—Señor, yo también —James le acarició el culo.

Ella apoyó sus manos sobre la roca, luego meció su pelvis hacia adelante. El
dedo de Craig encontró su clítoris. Un placer agudo la abrasó. Se meció atrás y
adelante. Los hombres empezaron a moverse, empujando dentro de ella, luego
atrás, luego profundo otra vez. James le ahuecó los senos y los apretó suavemente
mientras la volvía a penetrar. El placer aumentó, entonces estalló a través suyo
mientras un orgasmo explotaba a través de cada célula de su cuerpo. Ella gimió
ante las increíbles sensaciones que pulsaban a través de ella y explotó en éxtasis.

Jadeó en busca de aire, ambos hombres sujetándola apretada entre ellos.


Entonces suspiró.

—Eso ha sido… —Se sacó el largo pelo negro de la cara—. Oh, Señor,
vosotros chicos sois… —Sacudió la cabeza—. Quiero decir… ¡sólo wow!

James se rió mientras se salía. Craig se puso de pie, alzándola con él, luego

Opal Carew - Abandono Total


la besó.

—Creo que podrías descansar después de esto —Craig la alzó y la arrojó


sobre su hombro, luego la agarró de los muslos y empezó a caminar hacia el
sendero. El suelo se balanceaba debajo de ella mientras estaba echada sobre su
hombro, disfrutando del paseo. La mano libre de él le acariciaba el culo desnudo, e
incluso en su estado saciado, pudo sentir eróticos estímulos de nuevo.

¡Iba a ser un fin de semana largo e increíblemente excitante!

*****

— ¿Qué son todas estas cosas? —Sandra miró la bolsa de compras de tela
roja que Aimee había dejado sobre la cama frente a ella.

—Lo traje para que lo uses esta noche —dijo Aimee.

Sandra levantó una de las correas de cuero, una gruesa banda negra unida a
un anillo de metal.

150
El Club de las Excomulgadas
—Eso es para tu muñeca. Hay otra más, también —Aimee recogió una
delgada correa de cuero. Mientras la alzaba, Sandra notó que tenía otras correas
unidas a esta—. Este es el arnés corporal que usarás.

Sandra alzó una ceja. — ¿En serio?

—Querías intentar algo de bondage, ¿no?

— ¿Eso no significa simplemente que los chicos me aten o me pongan


esposas o algo así?

—Claro, puedes hacer eso, ¿pero por qué no probar un completo?

Sandra arrancó el arnés de los dedos de Aimee y lo miró fijo. —Ni siquiera
estoy segura de cómo ponérmelo.

—No te preocupes por eso. Te ayudaré.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra frunció los labios mientras se sacaba la ropa. Una vez que estuvo de
pie sólo con sujetador y bragas miró a Aimee.

—Sigue —le dijo.

Sandra bajó la mirada a su sujetador y bragas azul pastel. No era


exactamente lo que elegiría para usar con cuero negro. Buscó en la bolsa para ver si
Aimee había traído algo apropiado, pero no pudo encontrar ningún sujetador o
bragas, de cuero o algo más en la bolsa.

—No traje un sujetador negro —Aunque sí tenía unas bragas negras.

—No es necesario. Usa sólo esto. Nada más. Nada. ¿Entiendes?

—Oh.

Sandra se estiró y desabrochó su sujetador, luego dejó caer sus bragas al


suelo y se salió de ellas.

151
El Club de las Excomulgadas
—Aquí, pasa esto por la cabeza.

Sandra metió la cabeza por debajo de la correa de cuero que sostenía Aimee
y ella acomodó el arnés sobre los senos de Sandra, las correas formando un
triángulo alrededor de cada uno. Aimee caminó detrás de Sandra y pasó una correa
alrededor de su cintura, luego abrochó la pequeña hebilla. Todavía colgaban sueltas
un par de correas en el frente.

—Está bien, tengo que poner las otras correas entre tus piernas y abrocharlas
aquí atrás —dijo Aimee.

Sintiéndose un poco extraña, Sandra abrió sus piernas. Ella y Aimee se


habían cambiado juntas muchas veces, pero esto era… diferente.

Aimee buscó entre los muslos de Sandra para agarrar las correas, luego las
abrochó a la de la cintura. Se puso de pie y giró a Sandra para que enfrentara el
espejo.

Opal Carew - Abandono Total


—Mira. Te ves preciosa. Los chicos estarán fascinados.

Sandra miró al espejo y sonrió. El arnés era realmente bastante atractivo.


Los ángulos de las correas que rodeaban sus senos enfatizaban su forma suave y
redondeada. El diamante formado por las correas estiradas hacia afuera a cada lado
por la correa de la cintura, luego hacia abajo entre sus piernas enfatizaba su
estómago plano y atraía la atención hacia su… oh, coño.

—Ese pequeño corazón es realmente lindo —Aimee sonrió.

—Tal vez debiera hacer eso con mi vello púbico —Ella frunció los labios. —
Pero primero tendría que dejar que creciera y eso duele.

—Estoy segura que lo que tienes ahora está… bien —Sandra no estaba
acostumbrada a conversar acerca del recorte del vello púbico con Aimee, pero
entonces, la naturaleza de su relación parecía estar cambiando.

—Ahora sólo pondremos las correas en tus tobillos y muñecas.

152
El Club de las Excomulgadas
— ¿Los tobillos también? —preguntó Sandra. Aimee se rió.

—Síp. ¿De qué otro modo podrán ponerte como águila extendida?

El pensamiento envió calor inundando el sistema de Sandra. Por primera


vez desde que Aimee se había presentado con la bolsa roja con cositas, Sandra
empezó a pensar en el hecho de que los chicos la verían con este atuendo que no
cubría nada, y le harían cosas como… bueno, cosas de bondage.

Aimee se puso de pie y empezó a sacarse la ropa. —No te importa


ayudarme con el mío, ¿no?

—Oh, uh… claro.

Aimee la miró. — ¿No te importa que participe esta noche, verdad?

—No, por supuesto que no. Ya te lo dije.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee le había preguntado hacía un par de días si podía participar en la
sesión de bondage y Sandra había aceptado. ¡Después de todo, no parecía justo que
Sandra acaparara a todos los chicos! Especialmente después que Aimee proveía no sólo
los chicos, sino también la isla.

—Lo sé, pero te ves como que te lo estás pensando mejor.

Sandra sacudió su cabeza. Había visto a Craig y Aimee teniendo sexo en la


plataforma de nado la primera mañana que habían estado en la isla, luego habían
hecho un cuarteto al día siguiente. No había razón para que fuera tímida acerca de
Aimee uniéndose a ellos esa noche.

—Estoy bien con ello. Ahora vamos a prepararte para que podamos
empezar a tener algo de diversión.

Aimee se rió. —Está bien entonces.

Diez minutos después, Aimee se alzó delante de Sandra usando un arnés

153
El Club de las Excomulgadas
similar. Ambas se pusieron batas de satén y sandalias, luego salieron hacia la otra
cabaña.

Caminaban a través del bosque siguiendo el sucio sendero. Sandra oyó un


chasquido entre los árboles a su izquierda, como si alguien, o algo estuviera
caminando por ahí.

— ¿Aimee, hay osos en la isla?

— ¿Osos? No, ¿por qué lo…?

El sonido del crujido de un arbusto detuvo las palabras de Aimee. Sandra se


apuró, Aimee siguiéndola cerca desde atrás.

Repentinamente, Aimee chilló.

Opal Carew - Abandono Total

154
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Catorce
Antes de que Sandra pudiera echar un vistazo detrás de ella, algo la agarró.
Ella contuvo el aliento cuando un gran brazo se deslizaba alrededor de su cintura y
tiraba de ella hacia atrás... contra un cuerpo sólido.

Una mejilla rasposa se frotó contra la de ella y notó el tatuaje de un tigre en


el brazo que la rodeaba.

—Hola —murmuró la voz de Craig en su oído.

Ella exhaló, dejándose caer contra él. La hizo girar, luego la apoyó contra
un árbol. Sosteniendo sus brazos inmóviles por encima de su cabeza, su sólido
cuerpo presionándola con fuerza contra la corteza, su boca engranándose con la de
ella y su lengua empujó en su boca. La devoró con un hambriento y apasionado
beso, dejándola sin aliento.

Opal Carew - Abandono Total


Ella empujó contra el fuerte agarre de sus manos, la adrenalina corriendo a
través suyo. Él se rió y le rozó el cuello con sus labios, luego lamió intensamente
ese punto sensible en la base, justo sobre el hombro.

Hormigueos recorrieron su espalda y ella quiso derretirse contra él. En


cambio, arqueó su cuerpo como si tratara de escapar.

Él presionó aún más su cuerpo contra ella, inmovilizándola contra el


estrecho tronco del árbol, sus pechos aplastados contra su sólido pecho. Él deslizó
sus manos por su cadera. Sus grandes manos ahuecaron su culo a través de la seda
y tiró con fuerza de ella contra su pelvis. Un bulto muy grande la presionó. Se
retorció contra él, repentinamente ansiosa por ver esa gran polla suya. Sostenerla.
Acariciarla. Sentirla deslizándose dentro.

Oh, Dios, su interior estaba dolorido por él.

Él alejó su boca y su mirada intensa la atravesó. —No trates de escapar.

155
El Club de las Excomulgadas
Tenía que concentrarse en respirar. La excitación estremeció todo su cuerpo.
Este hombre musculoso, grande y masculino, la sostenía inmovilizada contra un
árbol, su cuerpo aplastando el de ella, y le decía que era su prisionera. Insinuándole
que tenía la intención de dominarla. Ella respiró hondo. Dominarla. Ella exhaló.

Salirse con la suya con ella.

— ¿Qué…? —Su voz salió como un graznido, por lo que carraspeó y volvió
a empezar—. ¿Qué vas a hacer conmigo?

Él rió entre dientes, con un brillo diabólico en los ojos. Presionó sus labios
contra su oído y murmuró: —Sabes exactamente lo que haré —Sonrió e hizo un
gesto con su cabeza hacia James, que sujetaba un collar de cuero alrededor del
cuello de Aimee—. Y mi compañero, también. Ambos disfrutaremos de nuestro
tiempo contigo y tu amiga.

Él se retiró y ella casi se tambaleó hacia delante. La estabilizó, luego le dio la

Opal Carew - Abandono Total


vuelta y le agarró ambos brazos. Los colocó detrás de ella y sostuvo sus muñecas
juntas con una mano. Lo sintió hurgar en su bolsillo, luego escuchó el sonido de
metal contra metal.

Le soltó las muñecas, pero no pudo tirar de estas hacia delante. Echó un
vistazo a Aimee y James que estaban a su derecha y se dio cuenta de que James
había unido las muñecas de Aimee juntas fijándolas a un mosquetón con un anillo
en cada puño, como si fueran esposas.

Craig dio un paso delante de ella, sacó un collar negro de cuero del bolsillo
de su cadera, lo deslizó alrededor de su cuello, y lo abrochó. Junto a ellos, James
abrochó una correa de cuero al anillo en el collar de Aimee, mientras que Craig
sacaba una tela negra de su bolsillo, la deslizaba sobre los ojos de Sandra, y la ataba
detrás de su cabeza.

Era extraño estar de pie en el bosque con sus ojos cubiertos. En la oscuridad
total.

156
El Club de las Excomulgadas
Como la noche con su Desconocido de Fantasía.

¿Era Craig su Desconocido de Fantasía? ¿Volvería a vivir esa maravillosa experiencia


de nuevo con él?

Pero esta vez tenía la intención de dominarla. Tomarla por la fuerza. Oh,
Dios, ¡qué excitante!

No sería igual que la otra noche. Esa vez había sido intenso, pero sobretodo
tierno y amoroso. Esa noche también prometía ser intensa, pero de una forma
turbulenta e impresionante.

Casi tenía miedo de descubrir que Craig era su Desconocido de Fantasía. O


incluso James, debido a que eso lo cambiaría para siempre.

Tal vez su perfecto recuerdo de esa noche era sólo una manifestación de su
largo año sin ningún hombre, de ella creando el recuerdo de lo que sería hacer el

Opal Carew - Abandono Total


amor con un hombre. Quien fuera el que había protagonizado esa parte le había
dado algo tan perfecto, tan precioso, que tenía miedo de arruinarlo para siempre.

Sintió el dedo de Craig deslizarse sobre la parte delantera de su collar,


después deslizarlo a través del anillo. Tiró de ella hacia delante. Caminó cerca de
ella, tan cerca, que sus muslos se rozaban entre ellos a medida que avanzaban.

—Sube —dijo Craig.

Ella tanteó con la punta de su pie hacia adelante y sintió una superficie
vertical. Arrastró su pie hacia arriba. Recto. Un escalón. Levantó su pie hasta que
sintió un tope. La parte superior del escalón. Colocó su pie sobre éste, luego con
cuidado, movió su otro pie sobre el escalón siguiente. Craig la guió por otros dos
escalones más. Sobre la terraza de su cabaña.

Oyó una puerta deslizándose abierta y la instó a seguir adelante. Un


momento después, la puerta se cerró. Ellos continuaron caminando, luego giraron.

¿Hacia un dormitorio?

157
El Club de las Excomulgadas
Craig la hizo caminar hacia adelante, luego sostuvo sus hombros firmes,
manteniéndola en su lugar.

Sandra escuchó un tintineo, a continuación, James dijo: —Quítate la bata.

Oyó el susurro de tela. Él debía haber liberado las manos de Aimee.

Uno de los hombres lanzó un silbido. —Bueno, bueno... Esa es una vista
muy sexy —Oyó decir a James.

Hubo silencio por unos momentos y ella no supo lo que estaba pasando,
entonces oyó el suave gemido de Aimee y eso le dio una idea aproximada.

—Ahora, quítale la bata.

Un segundo más tarde, Sandra sintió un toque suave contra sus muñecas, a
continuación, la tensión entre ellas se aflojó. Dejó caer las manos a sus costados.

Opal Carew - Abandono Total


Alguien tiró del cinturón de Sandra, tironeando un poco, luego se soltó. Unos
dedos suaves rozaron a lo largo de su cuello, entonces debajo del cuello de su bata.
Abajo por la solapa. Separando la tela.

Lentamente.

Ella contuvo el aliento cuando el aire frío barrió a través de su pecho. Sus
pezones se arrugaron mientras la bata lentamente era bajada por sus hombros,
luego sus brazos. Finalmente cayó al suelo y la piel de gallina bailó a través de su
piel.

—Campanas del infierno, ese es un par de tetas sensacional —dijo Craig.

Sus mejillas se ruborizaron y se volvió intensamente consciente de su


respiración, especialmente de cómo cada aliento que tomaba elevaba sus pechos.
Ambos hombres estarían mirándolos fijamente, observando sus distendidos
pezones endurecerse. —Tócalos —ordenó James.

Sandra no sabía si le estaba hablando a ella o a Aimee, pero las manos

158
El Club de las Excomulgadas
suaves de Aimee cubrieron los senos de Sandra. Los masajeó un poco, luego los
acarició en la parte inferior.

—Me gustaría ver esos pezones un poco más duros —dijo James.

Aimee acarició el pezón de Sandra con suavidad. Zumbó y se endureció aún


más. Entonces una boca suave y cálida cubrió su otro pezón. La lengua de Aimee
jugó ligeramente sobre la protuberancia de Sandra. Burlándose. Luego lo chupó
suavemente, lo que provocó un hormigueo intenso a través de su seno. La vagina
de Sandra dolió con necesidad.

—Muy agradable —dijo James—. Ahora bésala.

Las manos de Aimee ahuecaron las mejillas de Sandra, luego suaves labios
acariciaron los de Sandra. La lengua de Aimee se sumergió dentro de la boca de
Sandra. Fue tan suave y dulce el toque, que Sandra se encontró a sí misma
respondiendo.

Opal Carew - Abandono Total


—Oh, síp, nena —Rió por lo bajo Craig—. Eso es lo que me gusta ver.

Aimee profundizó el beso, deslizando sus brazos en torno a Sandra y


atrayéndola contra su cuerpo. Sus pechos se aplastaron unos contra otros como
calientes cojines eróticos. Los pezones duros de Aimee se presionaron contra
Sandra, haciendo que sus propios pezones se endurecieran aún más.

—Está bien, eso es suficiente —La voz de James sonó ronca.

Sandra podía imaginar que su gran polla estaba presionando tan duro contra
sus pantalones que debía ser doloroso. Ella casi se rió cuando los labios de Aimee
liberaron los suyos. Dos fuertes muñecas agarraron sus brazos y los levantaron,
separándolos ampliamente, entonces oyó el sonido ahora familiar de metal sobre
metal, mientras unían sus muñecas a algo por encima de su cabeza.

Un momento después, sintió sus brazos ser tironeados hacia arriba.

Pronto se encontró parada sobre los dedos de sus pies. Entonces la presión

159
El Club de las Excomulgadas
se tensó contra sus muñecas mientras sus dedos de los pies dejaban el suelo. Sus
piernas colgaron libres debajo de ella.

Sin ver. Sin suelo estable bajo sus pies. Ella se sentía tan... vulnerable.

Oyó un ruido metálico de cadena y se dio cuenta que ella ya no se movería


más. Los hombres agarraron sus muslos y los levantaron. Sintió que algo se
deslizaba debajo de cada muslo, el sonido de cadenas tintineando. Cuando los
hombres le soltaron las piernas, éstas quedaron suspendidas, una especie de correa
ancha sosteniéndolas elevadas.

Ahora colgaba en el aire, sus muñecas, por encima de su cabeza, bien


separadas, sus piernas suspendidas en frente de ella, también muy separadas.

Sus brazos abiertos... sus piernas abiertas... su cuerpo básicamente desnudo.


Todo estaba abierto a ellos.

Opal Carew - Abandono Total


No podía cubrirse o defenderse de estos falsos captores de ninguna manera.
Se sentía increíblemente sexy.

Unos dedos se movieron a lo largo de la parte posterior de su cabeza, luego


su venda se soltó. Aimee, estaba parada frente a ella, la desnudez de su cuerpo
enfatizada por las correas negras de su arnés. James estaba a su lado, la venda en su
mano. La arrojó a un costado. Ella echó un vistazo hacia arriba y vio que sus
muñecas estaban unidas a cada extremo de una barra de metal y sus piernas eran
sostenidas por unos cabestrillos de cuero negro que colgaban de cadenas también
adjuntadas a la barra.

Craig desenganchó una cadena de la pared, y Sandra vio el tatuaje del tigre
en su brazo mientras se sentía a sí misma descender. Cuando su cadera estuvo a la
altura de la cintura, el movimiento se detuvo y Craig volvió a recolocar la cadena.
James se puso detrás de Aimee y la posicionó directamente delante de Sandra. Las
manos de él ahuecaron la parte inferior de los senos de Aimee y los levantó.

—Son tan hermosos. Me gustaría que los lamieras.

160
El Club de las Excomulgadas
James movió a Aimee hacia delante, sosteniendo un seno hacia Sandra.

El pezón de color rosa oscuro se alzaba firme y orgulloso. Sandra extendió


su lengua y lamió a través de la superficie rugosa de la aureola, luego sobre el duro
brote. Ella arremolinó su lengua sobre el pezón varias veces. Los ojos de Aimee se
cerraron y murmuró un sonido apreciativo. James le ofreció el otro pezón a Sandra
y ella lo lamió.

—Ahora tómalo en tu boca y chúpalo —La instruyó James.

Sandra abrió su boca y lo tomó dentro. Arremolinó su lengua sobre este otra
vez, entonces succionó ligeramente.

Craig, que ahora estaba de pie detrás de Aimee, acarició su desnudo trasero
mientras miraba a Sandra.

—Con más fuerza ahora —Los ojos azules grisáceos de James brillaron.

Opal Carew - Abandono Total


Ella chupó más duro y Aimee gimió. James lamió el otro pezón, luego lo
pellizcó. Mientras ellos dos chupaban, los gemidos de Aimee se hicieron más
fuertes.

Finalmente, James se apartó. —Suficiente.

Sandra liberó el duro pezón, deseando que alguien le hiciera algo a sus
doloridos pezones.

Ella consiguió su deseo cuando Craig se inclinó y comenzó a chuparle uno.


James guió a Aimee hacia la pared y enganchó su correa a un gancho, luego
regresó para chupar el otro pezón de Sandra.

El placer vibró a través suyo ante la sensación de las bocas calientes de dos
hombres sobre ella. La mano de James acarició arriba y abajo por su muslo,
acercándose, pero no lo suficiente, a su dolorida vagina. La mano de Craig acarició
su otro muslo, ligeramente, en pequeños círculos. Cada vez que se movía hacia
arriba por su muslo, se acercaba a su hendidura. Podía sentir el calor fundido

161
El Club de las Excomulgadas
llenando su apertura. El dedo de James acarició sobre una de las correas del arnés
entre sus piernas, luego delineó el pequeño corazón formado por sus rizos
recortados.

Los dedos de Craig encontraron sus pliegues. Se deslizaron a lo largo de


ellos, luego se sumergieron entre éstos, acariciando suavemente su apertura. Ella
contuvo el aliento.

—Muy húmeda —Craig sonrió—. A ella le gusta esto.

—Bueno, a lo mejor le gustará esto, también —James desabrochó sus jeans y


los dejó caer al suelo, luego dio un paso detrás de ella.

Él ajustó las cadenas que sostenían arriba sus muñecas para que sus
hombros bajaran hasta que su espalda estuvo horizontal. Dejó caer sus bóxers al
suelo y su dura polla se balanceó hacia delante. Se acercó más y presionó su glande
contra su mejilla. Ella giró y abrió su boca, ansiosa de sentir esa polla maravillosa

Opal Carew - Abandono Total


en su boca. Él la empujó contra sus labios y ella lo lamió, luego empujó más hondo,
hasta que llenó su boca.

Los dedos de Craig, que habían dejado de moverse mientras observaba a


James, acariciaron a lo largo de su húmeda hendidura de nuevo. Entonces un dedo
se deslizó dentro. James empujó su polla más profundamente en su boca. Craig
acarició en su interior, luego deslizó otro dedo. Mientras Craig la acariciaba, el
calor ardió a través suyo. Ella chupó la gruesa y dura polla de James. Los dedos de
Craig desaparecieron, luego sintió sus labios en la cara interna de su muslo. Ella
tembló mientras su boca se movía sobre sus pliegues. Él lamió su hendidura y ella
respiró hondo, luego chupó más duro sobre James. James gimió cuando la lengua
de Craig encontró su clítoris. Él lamió y acarició el sensible nudo, enviando misiles
a través de sus entrañas.

James empujó profundamente y Sandra relajó su garganta y se abrió para


acomodarlo. Él se retiró y ella lo soltó, entonces lamió su eje. Él se acercó y ella
lamió sus firmes y afeitadas bolas.

162
El Club de las Excomulgadas
Craig chupó su clítoris y ella jadeó.

—Vas a hacer que se corra —dijo James.

Inmediatamente, Craig se detuvo. —No quisiera que eso sucediera tan


pronto…

Craig se puso de pie y dejó caer sus pantalones cortos al suelo, luego arrojó
lejos sus bóxers. Envolvió su mano alrededor de su enorme polla y se acercó a su
cara, del lado opuesto a James. Le ofreció su polla y ella la lamió, luego la tomó en
su boca y acarició el glande con su lengua. Después de un momento, él empujó más
adentro, entonces se impulsó dentro y fuera mientras ella lo apretaba en su boca.

Él se soltó y ella giró su cabeza de nuevo hacia James. Él se deslizó en su


boca, luego se impulsó. Ella chupó y apretó. James se salió, entonces se colocó
entre sus piernas y le lamió la hendidura. Ella gimió luego se tragó a Craig otra vez,
chupándolo con fuerza mientras James la lamía. Él encontró su clítoris y jugueteó

Opal Carew - Abandono Total


con éste sin piedad. Ella succionó duro sobre la polla de Craig, luego la soltó y
gimió ante las intensas sensaciones hinchándose a través suyo.

Oleadas de placer se elevaron en ella y supo que, en cualquier momento,


llegaría su primer orgasmo.

Entonces James se apartó. —Esta cautiva está un poco demasiado dispuesta.


Me gustaría un poco de resistencia.

Sus entrañas se apretaron cuando diminutos espasmos estallaron. ¡Tan


condenadamente cerca!

Craig sonrió. —Tienes razón.

Craig caminó hacia Aimee y liberó su correa de la pared. Unió sus muñecas
juntas detrás de ella otra vez, luego la llevó al otro lado de la habitación.

James ajustó las cadenas en las muñecas de Sandra, tirando de ella hacia
arriba hasta que quedó en una posición sentada. Luego se acercó al armario y

163
El Club de las Excomulgadas
agarró otra barra como de la que Sandra estaba suspendida. La colocó en el suelo al
lado de Aimee y ató uno de los tobillos de Aimee a un extremo mientras que Craig
unía el otro tobillo al otro extremo. En esencia, esto forzaba a las piernas de Aimee
a abrirse ampliamente.

James se puso de pie, se movió detrás de ella y ahuecó sus pechos. Ella se
retorció como si tratara de resistirse. Craig acarició su cadera, luego se arrodilló y
lamió su ombligo. Luego fue más abajo. Con sus piernas sostenidas abiertas, Aimee
no se podía resistir.

Sandra miraba con fascinación como la lengua de Craig rodaba sobre su


hendidura, entonces encontró su clítoris. Su propio clítoris dolía por más atención.

James apretó y acarició los pechos de Aimee mientras Craig se daba un


festín con su clítoris.

Aimee jadeó y él se apartó. Se puso de pie y apretó su polla contra su

Opal Carew - Abandono Total


apertura. Entonces su larga y rígida polla se deslizó dentro de ella. La vagina de
Sandra se apretó, la necesidad ardiendo a través suyo. Aimee gimió suavemente
mientras esa enorme polla la llenaba hasta la empuñadura. Luego se retiró. Su eje
brillaba con la humedad de Aimee.

James se movió alrededor y él la presionó contra la pared, luego ubicó su


dura polla en su apertura y empujó en su interior.

Sandra observó la polla de James hundirse en Aimee.

Oh, Dios, ella quería sentir eso ahora mismo.

James se deslizó dentro y fuera varias veces, luego se hizo a un lado. Craig
tomó su lugar y empujó su polla dentro de ella, embistiéndola lentamente un par de
veces. Entonces James otra vez. Cuando él se retiró, Craig sonrió y miró a James.

—Me siento con ganas de un sándwich. ¿Qué tal tú? —preguntó Craig.

—Definitivamente.

164
El Club de las Excomulgadas
Craig agarró los hombros de Aimee y la atrajo hacia delante. Ella cojeó
hacia él, tratando de mantener su equilibrio con sus piernas separadas por la barra.
Cuando llegaron a la cómoda, Craig se detuvo, luego la agarró por las caderas y se
empaló a sí mismo en su interior. Luego se apoyó en la cómoda mientras James se
adelantaba.

Sandra se lamió los labios mientras James, todavía mojado de la humedad


de Aimee, presionó contra su apertura trasera y se movió hacia delante. Poco a
poco, su larga polla desapareció en su culo. La respiración de Sandra se incrementó
mientras veía a su amiga de pie allí con dos pollas grandes en su interior. Las
mejillas de Aimee estaban muy sonrojadas y su respiración era ruidosa y errática.

Los hombres comenzaron a moverse y Aimee gimió.

El deseo vibró a través de Sandra ante el espectáculo.

Los hombres aumentaron la velocidad de sus embestidas, golpeando en

Opal Carew - Abandono Total


Aimee mientras sus gemidos se incrementaba.

—Oh, Dios... oh, ¡sí! —Aimee gimió, luego aulló cuando un orgasmo la
reclamó.

Los hombres embistieron, más y más rápido. Craig gimió. Entonces lo hizo
James. Ambos se derrumbaron contra ella, intercalándola entre sus cuerpos duros.

Sandra quería llorar por la desesperación.

Finalmente, los hombres se retiraron de Aimee. Craig liberó sus tobillos y


James desabrochó sus muñecas. Ella se acercó a la butaca junto a la cama y se dejó
caer en ésta, acurrucándose como un gato frente al fuego, una sonrisa de
satisfacción en su rostro.

La mirada de Sandra cayó a la polla flácida de Craig, y luego a la de James.

Maldita sea, ella los deseaba ahora, pero los necesitaba erectos. Recordando
que querían resistencia, ella arqueó su cuerpo.

165
El Club de las Excomulgadas
—Liberadme —Levantó su cadera, luego la bajó, entonces lo hizo con sus
pechos, ondularon hacia arriba y abajo como si ella tratara de liberarse de las
cadenas.

La observaron, sonriendo. La polla de Craig se sacudió un poco.

—Aimee, tienes que ayudarme.

Aimee sonrió. —Oh, cariño, no sabes lo que te pierdes. Esas grandes pollas
llenaron mi interior. Follándome tan duro —Ella echó un vistazo hacia los
hombres—. Pero esas pollas no van a hacerte mucho bien en su estado actual —Les
guiñó un ojo—. Así que, por supuesto, te ayudaré.

Aimee se puso de pie y caminó hacia Sandra. Ella acarició a lo largo de la


cintura de Sandra, luego, sobre sus pechos. Sandra tomó aire ante la dulce
sensación.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee siguió acariciando su cuerpo, arriba y abajo. Sobre sus pechos, por su
vientre, sobre su cadera. Se movió entre sus piernas y la acarició por debajo de su
ombligo, luego... más abajo. Cuando los delicados dedos acariciaron sobre su
húmeda carne, Sandra gimió, luego respiró hondo cuando la lengua recorrió a lo
largo de su hendidura. Sus dedos se deslizaron en su interior y Sandra se apretó a su
alrededor.

—Oh, cariño. Realmente necesitas que estos hombres te follen —Ella


sonrió—. Y por como veo las cosas, muy pronto estarán listos.

Sandra miró a su alrededor para ver a los dos hombres acariciando sus pollas
semi-erectas.

Aimee lamió a lo largo de la hendidura de Sandra de nuevo, luego encontró


su clítoris. Sandra lanzó un grito de placer.

—Whoa allí —Craig agarró los hombros de Aimee y la apartó—. Ahora es


nuestro turno.

166
El Club de las Excomulgadas
Las manos de James ahuecaron sus pechos y la atrajo con fuerza contra él.
Ella se arqueó contra sus manos, sus pezones clavándose en sus palmas calientes.
Él le acarició el cuello con la nariz, enviando estremecimientos que bailaron a
través suyo. Craig se paró frente a ella, le agarró las rodillas y las separó
ampliamente. Escalofríos se extendieron por sus terminaciones nerviosas ante su
brusquedad. Dio un paso adelante y presionó su polla dura como el hierro contra su
humedad.

James aumentó la presión sobre sus pechos, luego los acarició. Craig empujó
hacia delante. Ella jadeó cuando la empaló, su enorme polla estirándola. Él meneó
su cadera, haciendo que su pene se moviera en espiral dentro de ella. Ella gimió
ante las sensaciones exquisitas. Continuó y siguió, mareándola de placer.

James soltó sus pechos, luego se trasladó frente a ella. Craig se retiró.
Lentamente. Su grueso glande acariciando su pasaje. Cuando él se salió finalmente,
ella quiso llorar de desilusión. Entonces James se adelantó. Su polla se condujo

Opal Carew - Abandono Total


hacia delante, penetrándola profundamente.

Ella lo apretó con fuerza, deseando tirar de él tan profundamente como


pudiera. Él inclinó la pelvis hacia delante y atrás en un movimiento oscilante,
enviando ondas de sensación floreciendo dentro de ella mientras su polla
masajeaba su pasaje.

Él se retiró, luego se puso detrás de ella otra vez. Ella sintió su resbaladizo
glande presionando contra su apertura trasera, entonces la presión. Su apertura se
extendió mientras él empujaba hacia delante, ampliándose alrededor de la corona.
Una vez que su glande estuvo dentro, se detuvo.

Craig presionó su polla en su hendidura y se alivió hacia delante, llenándola


lentamente. Antes de que estuviera dentro todo el camino, James se movió de
nuevo hacia delante, también. Ambos presionando en ella al mismo tiempo. Dos
largos ejes duros. Empujando más profundo. Contuvo el aliento ante las intensas
sensaciones.

167
El Club de las Excomulgadas
Luego se detuvieron, ambos sumergidos totalmente. Ninguno se movió.
Simplemente la sostuvieron encerrada entre ellos. Ambos hombres apretados con
fuerza contra ella, al frente y a su espalda. Pechos duros y musculosos. Grandes y
anchos hombros. Largos ejes duros en su interior.

Finalmente, ella exhaló e inhaló aliento. Comenzó a retorcerse, necesitando


más.

Craig se rió entre dientes y comenzó a retroceder. Luego se movió de nuevo


hacia delante. Entonces, ambos hombres comenzaron a moverse. Empujando en
ella. Retirándose. Adelante de nuevo. Ellos encontraron un ritmo que incendió sus
sentidos. Se impulsaron profundamente. Embistiendo. Estirándola. Sus entrañas
estaban doloridas por el placer que inundaba cada célula, el cual aumentaba con
cada repentina embestida. Sus manos se hicieron puños. Ella quería aferrarse a los
anchos hombros de Craig, pero sus muñecas estaban suspendidas por encima de
ella.

Opal Carew - Abandono Total


Ella respiró cada vez más rápido a medida que ellos aceleraban el ritmo, sus
pollas sumergidas en ella.

El placer ardió por todo su cuerpo, catapultándola a una explosión de pura


dicha. Ella dejó escapar un gemido conmovedor, luego se convirtió en un grito
estridente, mientras ellos continuaban golpeando en su interior, lanzándola hacia el
éxtasis.

James gruñó, seguido inmediatamente por Craig. Sintió el calor en su


interior mientras ambos llegaban a su clímax.

Ellos dejaron de moverse, colapsando en su contra. James la acarició con la


nariz detrás de la oreja y Craig ahuecó la parte posterior de su cabeza y la besó. Un
dulce y suave beso.

Evocando a su Desconocido de Fantasía. Su mirada fue hasta su rostro. ¿Era


Craig su Desconocido de Fantasía?

168
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Quince
Sandra estaba sentada en el césped delante de James, los brazos de él
alrededor de su cintura mientras ella se reclinaba hacia atrás contra él. Su mejilla
descansaba contra su cabello. Después de la sensacional sesión de bondage, los
cuatro se habían acurrucado por un rato en la cama, luego los chicos habían
cocinado algo de carne en la barbacoa. Después de la cena, todos se sentaron en el
césped bajo las estrellas con una botella de vino y miraban hacia el agua brillante
mientras conversaban.

Sandra sorbió su vino, luego suspiró, disfrutando de estar justo ahí, justo
entonces. Una suave brisa levantó un rizo de su cabello y bailó contra su rostro.
James lo puso tras su oreja.

— ¿Tienes frío? —preguntó él—. Podría traer una manta del interior.

Opal Carew - Abandono Total


Aunque el pensamiento de acurrucarse bajo una manta con James tenía un
claro atractivo, Sandra sonrió y sacudió la cabeza. —No, estoy bien, gracias.

No quería moverse del sitio.

Ella miró hacia Aimee, que se veía bastante cómoda contra el costado de
Craig, los brazos de él alrededor de su cadera. La mirada de Sandra vagó hacia el
tatuaje del tigre arrastrándose por su brazo y sobre su hombro.

—Realmente me gusta ese tatuaje tuyo, Craig —dijo Sandra—. ¿El tigre
tiene algún significado?

Craig sonrió y rotó el hombro, flexionando los músculos de su brazo. —En


la mitología oriental, un tigre representa poder. De hecho, está a la par con el
dragón. Aunque un montón de gente se hace tatuajes de dragones. Yo quise hacer
algo un poco diferente.

Aimee se rió. — ¿Síp? Eso no fue lo que me contó tu hermana.

169
El Club de las Excomulgadas
Los ojos de Craig se entrecerraron. — ¿Cindy te contó acerca de mi tatuaje?

—Así es, grandulón. ¿Quieres contarnos toda la historia, o debería escupirla


yo?

Él se rió. —Está bien. Yo soy quince años mayor que Cindy, y cuando ella
tenía unos cuatro, yo tenía una camiseta preferida, con rayas, la cual me gustaba
usar. Una vez cuando la estaba usando, Cindy dijo que yo era rayado igual que un
tigre. Gruñí y jugamos un rato. Después de eso ella empezó a llamarme “Tigre”. El
sobrenombre quedó y cuando ella era adolescente, me retó a que fuera a hacerme el
tatuaje de un tigre.

— ¿Entonces fue ahí cuando fuiste y te lo hiciste? —preguntó Sandra,


imaginando a un rudo Craig con una pequeña de cuatro años. Qué imagen más
adorable.

—No exactamente. Si hiciera todo lo que me retaba a hacer, estaría cubierto

Opal Carew - Abandono Total


de tatuajes y piercings, con el pelo verde, viviendo en Bora Bora. O Alaska —Él
acarició el cabello de Aimee—. Cuando ella estaba en su último año de secundaria,
ella luchaba con sus notas y le dije que si lograba el diploma de honor, me haría el
tatuaje —Miró alrededor hacia los ojos observadores de ellos—. Oye, no creí que
realmente lo lograra, pero esa chica estudió por venganza.

Aimee lo codeó en el pecho. —Síp, y me contó que la ayudaste a cada paso


del camino —Aimee miró a Sandra—. Sólo es un gran blando.

— ¿Blando? —Craig apretó sus brazos alrededor de la cintura de Aimee y la


tiró contra él—. Puede que sea grande, pero no blando.

Los ojos de Aimee se ampliaron y sus labios se alzaron en una gran sonrisa.
—Oh, tienes razón —Se giró hacia él y acarició su mejilla con un dedo, luego se
inclinó y lo besó. Él la puso sobre su regazo, luego su boca volvió a encajar con la
de ella y le dio un beso largo y duradero. Cuando la soltó, ella lo miró con ojos
brillantes, sus mejillas ruborizadas y su respiración acelerada.

170
El Club de las Excomulgadas
James acarició con la nariz la parte posterior del cuello de Sandra y
estremecimientos bailaron por su columna. Su mano subió acariciando, luego
cubrió su seno. La acarició mientras observaban a Craig besar a Aimee de nuevo.

¿Sugeriría James entrar a la cabaña y darles algo de privacidad a Craig y Aimee? ¿O


simplemente empezaría algo ahí mismo en el césped?

Sonrió ante el pensamiento. Esa era la belleza de esta pequeña isla. Podían
ser libres y abiertos, sin preocuparse porque la gente de las cabañas de los
alrededores pasaran por ahí. Tenían total privacidad.

Le gustaba la idea de estar fuera al aire libre, las estrellas por encima de sus
cabezas, los árboles rodeándolos. Hacer el amor a la luz de la luna. Tan romántico.
Y sexy.

Y sin preocuparse por Craig y Aimee justo al lado de ellos. De hecho,


esperando que se les unieran. Más temprano había sido estimulante, ser tocada por

Opal Carew - Abandono Total


Aimee. Tocar a Aimee. Sabiendo cuánto excitaba a los hombres. Recordando
cuánto la había excitado a ella.

La mano de Craig se deslizó debajo de la bata de Aimee y Sandra podía ver


su mano moviéndose debajo de la tela, acariciando el seno. El pezón del otro seno
se marcó, el tenso contorno visible a través de la sedosa tela.

Los propios pezones de Sandra empujaron hacia adelante. James ahuecó su


otro seno y acarició los dos.

El calor hirvió a fuego lento dentro de ella. Lo quería otra vez. Su pene
grande y duro. También el pene grande y duro de Craig. Quería que ambos
hombres se acostaran en el suelo, sus desnudas erecciones enfrentando las estrellas
mientras Aimee y Sandra los lamían como altas piruletas, luego subir a bordo y
cabalgarlos hasta el cielo.

—Mmm… —Aimee miró su reloj.

171
El Club de las Excomulgadas
Aimee se sentó erguida y la tela de su bata se empujó hacia los costados
debido a la mano de Craig por debajo revelando el costado de su seno desnudo.

—Sandra, deberíamos irnos.

Sandra ladeó la cabeza con sorpresa. — ¿En serio? Pero todavía es temprano
—Sandra no tenía idea de qué hora era. Sólo sabía que no quería que la noche
terminara todavía.

Craig alejó sus manos de los senos de Aimee. Un poco de su oscuro pezón
se asomó antes de que ella se cerrara la bata.

James se puso de pie, ayudando a Sandra a pararse también. —Os


acompañaremos de vuelta.

Las cejas de Sandra se fruncieron. —Está bien.

Opal Carew - Abandono Total


No era propio de Aimee interrumpir una velada de este modo, pero tal vez
estuviera realmente cansada. Ella tuvo que trabajar hasta tarde anoche y
probablemente había salido temprano esta mañana para venir hasta aquí.

James sostuvo la mano de Sandra mientras caminaban a lo largo del sendero


a través del bosque.

Una vez que llegaron a la cabaña, Aimee se detuvo.

—Sabes, es una hermosa noche. Es una pena entrar… —Aimee sonrió hacia
Sandra—. Creo que deberías dormir afuera.

Sandra frunció el ceño. — ¿Estás loca?

Aimee se rió. —No realmente. La hamaca es muy cómoda, y el aire


nocturno es… excitante.

— ¿En serio?

Claramente, Aimee tenía algo en mente. Y a juzgar por las salvajes

172
El Club de las Excomulgadas
experiencias que Sandra había disfrutado desde que seguía los consejos de Aimee,
Sandra supo que sería inteligente seguirle la corriente.

—Síp. Y no tienes que preocuparte por ningún desconocido en el bosque.


Estarás perfectamente a salvo.

Un escalofrío bailó por la columna de Sandra. Su Desconocido de Fantasía.


Eso era lo que Aimee estaba dando a entender.

—Está bien. Dormiré en la hamaca —Dormiría en el suelo si eso es lo que


Aimee le decía que hiciera para estar con su Desconocido de Fantasía.

Sandra caminó hacia la hamaca tejida que colgaba entre dos árboles
robustos.

—Espera —Aimee caminó hacia ella—. No puedes dormir con tu bata.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿No puedo?

Aimee sacudió la cabeza. Sandra desató el cinturón y echó un vistazo hacia


los hombres, observándola. Ah bien, ambos la habían visto desnuda así que ser
tímida ahora no tenía sentido. Abrió la bata y la dejó caer al suelo. Habiéndose
sacado el arnés antes de la cena, ahora estaba de pie totalmente desnuda ante ellos,
disfrutando del calor de las miradas de los hombres.

La hamaca había sido colgada bastante alto, pero vio un banco con
escalones a su lado, así que subió y se sentó en la hamaca.

—Creo que deberías acostarte de lado —sugirió Aimee.

La hamaca era bastante ancha. Sandra se acostó tal como Aimee había
sugerido, con los árboles a cada lado de ella.

—Está bastante iluminado, con la luz de la luna y todo, así que aquí tienes
una máscara de noche para bloquear la luz —Aimee sacó una máscara de satén
negro del gran bolsillo de su bata y se la tendió a Sandra. Sandra se la puso sobre

173
El Club de las Excomulgadas
los ojos y tiró de las correas elásticas alrededor de su cabeza. La máscara quedó
cómodamente en su lugar.

—Oh, y sólo para que no te caigas durante la noche te vamos a atar a la


hamaca.

Ella sintió que ataban sus muñecas con correas, luego unas manos atrajeron
sus brazos a cada lado de ella y los ataron a la hamaca.

—Buenas noches —dijo Aimee.

Sandra oyó pasos en los escalones de la terraza, luego los sonidos de la


puerta corrediza abriéndose y cerrándose. Se quedó acostada al aire libre, con los
grillos cantando preguntándose si realmente quería quedarse sola aquí afuera por
mucho tiempo. Pero seguramente su Desconocido de Fantasía vendría pronto. De
hecho, cualquiera que fuera el hombre probablemente se había quedado afuera
mientras que el otro había acompañado a Aimee al interior. O posiblemente el otro

Opal Carew - Abandono Total


hombre se había quedado afuera para mirar.

Pero mientras estaba ahí acostada, la calidez del vino todavía calentando sus
entrañas, el suave susurro de las hojas altas encima de ella, se encontró relajándose.
El cansancio la bañó y se durmió.

Lentamente, emergió a la consciencia mientras sentía algo suave como un


pétalo rozando contra su mejilla, luego su nariz. El dulce olor de una rosa llenó sus
fosas nasales.

Luego unos labios rozaron el costado de su cuello. Se le puso la piel de


gallina. Las manos de él rozaron sobre sus senos, acariciando suavemente. Sus
pezones se marcaron, anhelando su toque. Se arqueó contra él, suspirando
suavemente. Su mano se alejó.

Un momento después, él le acarició las pantorrillas, luego los muslos. Ella se


abrió, queriendo sentir su toque contra sus resbalosos pliegues, pero él le agarró los
tobillos y se sintió siendo arrastrada por la hamaca hasta que sus piernas colgaban

174
El Club de las Excomulgadas
por el borde, sus rodillas sostenidas por la tela. La hamaca se ladeó, dejándola en
una posición sentada.

Él le separó más las piernas y ella sintió sus piernas musculosas entre sus
muslos. Luego sus manos le ahuecaron la cara. Sus labios se unieron y la lengua de
él giró dentro de su boca. Ella suspiró, aceptándolo. Tan dulce. Tan tierno. Sus
brazos la rodearon y la atrajeron contra él. Sus senos se presionaron contra su
pecho duro y desnudo. Tan sólido y firme. Podía sentir su larga polla presionando
contra su estómago. Dura y lista para ella.

—Oh, te deseo —No podía envolver sus brazos alrededor de él porque


estaban estirados sobre su cabeza, todavía atados a la hamaca.

Él se alejó de ella, entonces sus labios encontraron su pezón y ella suspiró.


Su otra mano le acarició el otro pezón. Ella se arqueó mientras él le lamía la dura
protuberancia. Luego chupó y ella gimió.

Opal Carew - Abandono Total


—Sí, tócame. Quiero sentir tus manos sobre mí —No podía verlo u oírlo,
excepto por su respiración, así que quiso romper el silencio entre ellos.

Él le acarició los senos, provocando un pezón con sus dedos mientras


chupaba el otro, volviéndola salvaje.

—Oh, sí. Eso es tan bueno…

Él besó hacia abajo por su estómago, luego sobre los rizos. Su lengua trazó
un sendero alrededor del corazón que formaban. Sus dedos acariciaron sobre sus
pliegues, luego se deslizaron dentro. Ella se apretó alrededor de él. Lista y ansiosa.
Desesperada por sentirlo en ella.

*****

El pene de Devlin estaba tan duro que pensaba que estallaría. Había llegado
a la cabaña a las ocho, tal como planeó con Aimee, y esperó entre los arbustos
hasta que Aimee había traído a Sandra y los otros de vuelta a la cabaña. Pensar en

175
El Club de las Excomulgadas
volver a hacerle el amor le tenía la polla hinchada, especialmente sabiendo lo que
Aimee había planeado para Sandra más temprano esa noche; Sandra atada y
suspendida, usada como el juguete de los hombres. Cuando había visto a los cuatro
saliendo del bosque, los celos lo habían inundado, pero habían volado al ver el
cuerpo desnudo de Sandra una vez que ella dejó caer la bata al suelo. Después
encontró excitante ver a los hombres observándola con hambre en sus ojos.

Ahora ella yacía en la hamaca delante de él, sus piernas extendidas sobre el
borde, bien separadas, lista para él. Ella quería que la tocara. Su caliente pasaje
interior le apretaba los dedos. Estaba empapada y lista para él.

Sacó los dedos de su calor, luego le acarició el clítoris. Se inclinó hacia


adelante y lo lamió, luego presionó la punta de su lengua contra el botón. Ella se
retorció, luego gimió suavemente mientras él lamía más fuerte. Luego la chupó y
sus gemidos aumentaron.

Opal Carew - Abandono Total


Estaba tan caliente y mojada… Su polla palpitaba de necesidad.

—Te quiero dentro de mí —Sus palabras ahogadas lo volvieron salvaje.

Se puso de pie y presionó su glande contra la resbaladiza abertura. Oh, Señor,


estaba tan caliente y mojada. Empujó hacia adelante, permitiendo que su glande se
deslizara dentro.

*****

Sandra apretó el gran glande dentro de ella. Él arremolinó un poco, pero no


le dio nada más. Quería esa gran polla todo el camino hasta dentro.

—Por favor, fóllame —jadeó cuando él se metió dentro de ella con una
profunda embestida.

Él la sostuvo apretada contra su pelvis. Ella envolvió sus piernas alrededor


de él, conteniendo el aliento ante la sensación intensamente plena. Entonces él
retrocedió y volvió a meterse profundamente. Ella ya estaba tan cerca… Sus

176
El Club de las Excomulgadas
embestidas incrementándose mecieron la hamaca.

Mágicas sensaciones se agitaron a través suyo, luego rebotaron a lo largo de


sus terminales nerviosas. Su gran pene se volvió a hundir en ella una y otra vez. El
placer golpeó a través de su cuerpo, luego la dicha estalló dentro de ella mientras se
disparaba hacia un glorioso orgasmo.

Él bombeó un par de veces más, entonces se puso rígido contra ella mientras
la llenaba de calor.

Ella suspiró y colapsó contra la hamaca. Él se retiró, luego lo sintió ajustar la


hamaca debajo de sus piernas otra vez. Le soltó una de las manos, luego la atrajo
hacia su otra mano y las ató juntas. Un momento después, se subió a la hamaca
detrás de ella y se acurrucó en posición de cucharita. Ella se quedó dormida en la
calidez de sus brazos, los labios de él acariciando su cuello con increíble ternura.

*****

Opal Carew - Abandono Total


Sandra despertó a la mañana siguiente con el sol brillando sobre su rostro y
una suave manta encima. Se apartó el pelo de la cara y se dio cuenta de que sus
muñecas ya no estaban atadas a la hamaca.

Se quitó la máscara y miró detrás de ella, pero ya sabía que su Desconocido


de Fantasía se había ido. Lo supo en el momento en que despertó.

Estar en sus brazos la noche anterior había sido sensacional. Su ternura… la


manera amorosa en que la tocaba… el modo en que su corazón palpitaba cuando él
estaba cerca… Todas estas cosas la hacían sincronizar con él extraordinariamente.
Mucho más allá de lo que sentía con James y Craig. Aunque su Desconocido de
Fantasía fuera uno de ellos.

Era como si hubiera una verdad más profunda que compartían cuando
estaban juntos. Como si al vendarle los ojos, él pudiera mostrar su verdadero yo.
Mostrar lo mucho que sentía por ella. Y presentía que él tenía sentimientos muy
profundos por ella. Tal vez incluso… amor.

177
El Club de las Excomulgadas
Pero eso era ridículo. No quería que ningún hombre se enamorara de ella
ahora mismo. Y seguro que no quería enamorarse. No todavía. Eric había sido el
único hombre con el que había estado antes de venir a la cabaña con Aimee. Devlin
tenía razón. Necesitaba aprovechar este tiempo para experimentar con distintos
hombres. Para ser un poco salvaje.

Para ser libre.

Rodó de espaldas y se quedó mirando los árboles mientras las aves trinaban
en las ramas. Sus entrañas se agitaron con anhelo por estar otra vez con su
Desconocido de Fantasía.

Ah, maldición. Tal vez si pudiera averiguar de una vez por todas si era James
o Craig… pero no. Eso no ayudaría. Probablemente saber lo haría todavía más
difícil. Por lo menos ahora, cuando estaba con ellos sin la pretensión del
Desconocido de Fantasía, todos pasaban un buen rato aunque sin apego

Opal Carew - Abandono Total


emocional. Si supiera cual era, podría quitar el equilibrio y complicarlo todo.

*****

—Oye, dormilona —Aimee caminó hacia la hamaca llevando una gran


toalla de playa azul—. Te traigo una toalla. Vayamos a nadar.

Sandra empujó sus pies por el borde de la hamaca y se puso de pie. Aimee le
tendió la toalla y Sandra la envolvió alrededor de su cuerpo, luego siguió a Aimee,
similarmente vestida con sólo una toalla de playa, hacia el sendero.

—A propósito, taché los puntos uno y dos de la lista. Ser mantenida cautiva
y bondage —Aimee sonrió.

—Eso significa que sólo quedan dos.

178
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Dieciséis
Sandra se rió. —Qué mal que no tengamos más tiempo aquí, para que
podamos terminar con ellos.

No podía creer que realmente había hecho la mayor parte de las cosas de su
lista. Durante el transcurso de dos cortas semanas, se había convertido en una
mujer salvaje. ¡Y le encantaba!

—No te preocupes. Todavía quedan muchos fines de semana este verano.

Minutos después, estaban en la playa en donde habían ido a nadar desnudas


esa primera mañana en la isla. Craig las saludó desde la plataforma, en donde
estaba de pie completamente desnudo, luego se echó un clavado en el agua.

James descansaba sobre su espalda sobre la plataforma, también desnudo.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee se rió y se despojó de la toalla, luego corrió al agua. Sandra arrojó su
toalla a un lado y la siguió. Nadó directamente hacia la plataforma y se subió,
luego se paró enfrente de James, bloqueando el sol.

Él abrió sus ojos y le sonrió.

—Buenos días.

—Lo son —acordó ella, luego se arrodilló sobre sus muslos y envolvió su
polla con sus manos. Había estado yaciendo quieta sobre sus piernas, pero ante su
toque, cobró vida. Ella la acarició, la hizo crecer y endurecer en su mano. Una cosa
asombrosa, de verdad.

Con su mano libre, acarició su seno, los pezones ya duros por el agua fría. Él
cubrió su otro pecho con su mano caliente y lo acarició. Ella lo quería. Ahora. Se
pellizcó el pezón, luego acarició hacia abajo por su estómago hasta su apertura,
entonces se acarició a sí misma, sintiendo su humedad. Presionó la polla de él
contra su hendidura y se deslizó a sí misma sobre él.

179
El Club de las Excomulgadas
—Oh Dios, se siente tan bien —dijo él—. Supongo que me echabas de
menos.

—Oh, síp —Ella lo apretó dentro suyo, luego se levantó y se deslizó hacia
abajo de nuevo.

Lo cabalgó arriba y abajo, llenando su pasaje con su dura vara, llevando


placer a través suyo. Este brotó y la atravesó mientras gemía su liberación.

Él gimió y la llenó con líquido caliente.

Ella rodó sobre su espalda y miró alrededor.

Craig y Aimee estaban sentados en un lado de la plataforma mirándola,


Craig acariciando su propia polla enorme. Su mirada se movió al tatuaje del tigre
sobre su bíceps. Tan sexy.

Opal Carew - Abandono Total


Abrió los brazos hacia él. —Craig. ¿Qué opinas?

Craig miró a Aimee, y ella sonrió y asintió. Él se arrastró sobre ella y


presionó su enorme polla en su entrada. Jadeó mientras se introducía directo en
ella. Envolvió sus brazos alrededor de sus grandes y anchos hombros.

—Fóllame. Duro.

Él sonrió y besó su nariz. Luego retrocedió y volvió a hundirse en ella. Y


otra vez. Machacó en ella, catapultándola a otro orgasmo. Ella se aferró a sus
hombros mientras gemía, olas de placer barriendo a través suyo. Él se tensó y
gruñó.

Craig la rodó sobre su costado y se acostó junto a ella. Mientras su


respiración regresaba a la normalidad, oyó un gemido y miró alrededor. La polla de
James empujaba dentro y fuera de Aimee al otro lado de la plataforma.

No sintió nada de celos observando a James follarse a Aimee.

180
El Club de las Excomulgadas
Pero si supiera que él era su Desconocido de Fantasía. ¿Se sentiría celosa entonces? ¿Y
qué si supiera que era Craig? ¿Y qué si Aimee sugiriese ponerse una máscara para estar con el
Desconocido de Fantasía de Sandra? La sola idea la llenaba de celos.

*****

Sandra miraba la orilla azotando la costa mientras el barco surcaba a toda


velocidad a través del agua.

— ¿Me estás pidiendo que te diga quién es tu Desconocido de Fantasía? —


preguntó Aimee.

Sandra apretó los labios. —No, no es eso. Yo sólo... no entiendo porque me


siento de este modo. Si se quién es, ¿dejaré de obsesionarme con él? ¿O sólo lo hará
peor?

— ¿Y si los sentimientos que tienes por el Desconocido de Fantasía son

Opal Carew - Abandono Total


reales?

—Pero eso no tiene sentido. Si fueran reales, ¿por qué no los siento cuando
estoy con el hombre sin la máscara?

Aimee se encogió de hombros. —No lo sé. Quizás el Desconocido de


Fantasía no sea ni James ni Craig.

Sandra levantó una ceja. — ¿Me estás diciendo que has traído a un tercer
hombre a la isla?

—Bueno, ¿por qué no? —Sonrió Aimee—. Te gustaron los dos que viste.
¿Habría estado mal que hubiera tenido a uno de repuesto reservado para una
ocasión especial?

—Sí, hubiera estado mal —Sandra se recostó sobre su asiento.

Aimee la miró. — ¿Por qué?

181
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, porque no le conozco.

Aimee giró el bote en una curva ancha, y Sandra vio el puerto deportivo
delante.

—No conocías a Craig de antes y pensaba que no conocías a James.

—Pero los conocí antes de tener sexo con ellos.

—Bueno, ese es exactamente el punto, cariño —Aimee ralentizó el barco


mientras se acercaba al muelle—. Ya los habías conocido. Ninguno de ellos se
ajustaba al papel de sexo con un desconocido.

— ¿Estás diciendo que el Desconocido de Fantasía no es ni James ni Craig?

—En realidad no estoy diciendo nada. Tú me dijiste que no querías saber


quién era. Sólo debes confiar en mí en esto.

Opal Carew - Abandono Total


Aimee puso el barco en la rampa de embarque y apagó el motor, luego saltó
al muelle y lanzó una cuerda para amarrarlo a la abrazadera. Sandra se puso de pie
y le pasó el equipaje.

Sandra no estaba segura si Aimee sólo estaba jugando con ella o en serio le
estaba tratando de decir que el Desconocido de Fantasía era un tercer hombre.

Sin embargo, en realidad no creía eso, porque él se sentía muy... familiar.


Incluso la primera vez, había sido como si su cuerpo lo conociera, a pesar de que
era la primera vez que ella había hecho el amor en un año, sus sentidos
tambaleantes habían estado en una condición muy tumultuosa para saber realmente
qué era real y qué era imaginario.

Salió del barco y siguió a Aimee mientras arrastraba la nevera portátil, con
el equipaje encima, hacia el coche.

Pero esa familiaridad, esa sensación de conocerlo, la había convencido casi


por completo de que era James, a pesar de que cuando él era su Desconocido de

182
El Club de las Excomulgadas
Fantasía, su polla parecía más grande. Más como la de Craig. Pero eso realmente
podría haber sido su imaginación.

*****

Sandra daba vueltas esa noche, pensamientos de su Desconocido de


Fantasía llenaban su mente.

Todo el fantástico sexo que había tenido con James y Craig, haber sido
capturada por Craig, dominada por él, estar encajonada entre ambos hombres,
debería haberle dado suficientes fantasías para llenar su mente de deseo.

Pero sus pensamientos seguían vagando hacia estar de nuevo entre los
brazos de su Desconocido de Fantasía. Extrañaba sentir la ternura de su toque de
nuevo. Sentir sus labios rozando contra su cuello. Sentir sus brazos alrededor de
ella, sosteniéndola apretada contra su sólido cuerpo.

Opal Carew - Abandono Total


Ardía por él.

Finalmente, se quedó dormida, y soñó con él.

Calientes... húmedos... e intensos sueños. Él la tocaba con una tierna pasión


que derretía su alma. Su cuerpo se unía al suyo, llenándola con intenso deseo. La
hacía sentir apreciada y… amada.

Mientras se movía dentro suyo, el calor se construía en ella... para luego


explotar en exultantes olas de felicidad.

Se despertó en los últimos temblores de un orgasmo poderoso que recorrió


su cuerpo mientras se estremecía en éxtasis.

Mientras descansaba gimiendo en su cama, los recuerdos de su cuerpo


presionando firmemente contra el de ella todavía temblaban a través de su cerebro,
se dio cuenta de que tenía que superar esa fantasía.

Necesitaba aferrarse a la realidad. Todo el problema con su matrimonio

183
El Club de las Excomulgadas
había sido que ella se había perdido en fantasías de amor y finales felices de cuentos
de hadas.

No es que ella no creyera en esas cosas, pero tenían que estar basadas en
hechos. En sentimientos reales, por un hombre real.

Y su Desconocido de Fantasía no era real. Esos fuertes sentimientos que


había tenido eran probablemente sólo el resultado de la máscara aumentando sus
otros sentidos, haciendo que las cosas se sintieran más íntimas. Los sentimientos
que había tenido por el Desconocido de Fantasía no eran más reales que el amor
que ella pensó que había sentido por su ex marido.

Mientras mantuviera eso en perspectiva, todo estaría bien.

Y la mejor manera de hacer eso sería concentrarse en un hombre real.

*****

Opal Carew - Abandono Total


Sandra miró a Aimee por encima de su sándwich.

— ¿Recuerdas nuestra conversación sobre Devlin la semana pasada? ¿De


cómo se resiste a empezar algo conmigo?

—Quieres decir, ¿de cómo se resiste a tus artimañas femeninas y de cómo


realmente quieres someterte a él? —Aimee sonrió—. Síp, me acuerdo.

—Ok, bueno... ¿Crees que sería realmente una mala persona si... tu sabes,
como que hago algo para convencerlo de que lo haga?

La mirada de Aimee se trabó en la de ella y sonrió abiertamente. —Para


nada. Creo que sería brillante.

— ¿Incluso a pesar de que me dijo que no quería hacer peligrar nuestra


amistad?

Aimee se encogió de hombros. —Mira, tú tienes una opinión sobre esto, él

184
El Club de las Excomulgadas
tiene otra. No hay nada de malo en tratar de convencer a una persona para que
cambie de opinión, ¿verdad?

Sandra sonrió. —Eso era lo que estaba pensando —Le dio un trago a su
bebida—. Voy a necesitar tu ayuda.

—Cuenta conmigo. ¿Qué tienes en mente?

—Bueno, primero… ¿tienes la llave del apartamento de Devlin, no?

*****

En la tarde del viernes, mientras el sol poniente proyectaba sobre las nubes
una luz profunda de color naranja contra el telón de fondo del cielo azul brillante,
Devlin caminaba hacia la puerta frontal de su edificio de apartamentos. Sonó su
móvil y lo sacó del bolsillo.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Hola?

—Hola, soy Aimee.

—Hey. ¿Qué pasa?

— ¿Estás de camino a casa?

Dio vuelta a la llave en la cerradura y empujó la puerta frontal, luego se


apartó del aire cálido del exterior al aire acondicionado del vestíbulo.

—Sip, acabo de entrar. ¿Por qué? —Caminó hacia el ascensor y presionó el


botón de llamada. El ascensor de la derecha se abrió inmediatamente y él entró
dentro.

—Bueno, dejé una sorpresa en tu apartamento. Quería asegurarme de que lo


encontraras.

Él y Aimee habían intercambiado llaves hacía algún tiempo, para


emergencias y para cuidar la casa del otro cuando uno de ellos estuviera de

185
El Club de las Excomulgadas
vacaciones o en viajes de negocios. Plantas, correo, ese tipo de cosas.

— ¿Una sorpresa? Pero no es mi cumpleaños. ¿Qué pasa?

Salió del ascensor y se dirigió hacia su apartamento.

—Ya verás. Sólo asegúrate de ir directo arriba, ¿está bien?

—Claro. ¿Quieres que te llame después de descubrir lo que es? —Se paró
afuera de su puerta y buscó en su bolsillo las llaves.

Aimee se rió. —Um… no, está bien. Más tarde estará bien —Entonces ella
colgó.

Devlin no tenía idea de que iba todo esto.

Curioso, abrió la puerta y miró alrededor. No veía nada en la sala de estar o


en el comedor. Fue hacia la cocina, pero no había ninguna sorpresa allí. Entonces

Opal Carew - Abandono Total


vio una nota en la nevera pegada con un imán redondo de color azul.

Mira en el dormitorio.

Devlin caminó por el pasillo y se detuvo fuera de su habitación. La puerta


estaba cerrada. No la había dejado de esta forma. Dio vuelta a la perilla y empujó la
puerta abierta, luego miró dentro.

Su mirada se dirigió inmediatamente a la cama

Sandra.

Su corazón se aceleró.

Desnuda.

Tomó una bocanada de aire.

Y atada.

186
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Diecisiete
Devlin se agarró al marco de la puerta y se concentró en respirar, su mirada
clavada en la visión sumamente erótica de Sandra con sus brazos abiertos de par en
par por encima de su cabeza, sus muñecas atadas a la cabecera de la cama, y sus
piernas extendidas abiertas y ligadas al estribo. Un collar de cuero estaba alrededor
de su cuello.

—Sé que soy tu prisionera —dijo ella—. Puedes hacer conmigo lo que
quieras y no podré detenerte. No tiene ningún sentido resistirme.

Su polla se agitó en sus pantalones, completamente hinchada.

¿Resistir? Pero él tenía que resistir. No podía hacer el amor con ella. No
importa lo mucho que quisiera. No importa lo mucho que ella lo quisiera a él.

Opal Carew - Abandono Total


Su mirada se deslizó sobre sus pechos llenos y perfectamente formados, sus
pezones apretados empujando hacia arriba, luego más abajo a su coño con la forma
de corazón esmeradamente recortada, y sus hormonas rebotaron a través de él. El
intenso calor se instaló en su ingle y su polla le dolía desesperadamente.

Toda resistencia cayó de él. No tenía otra opción. Tenía que tenerla.

Agarró el nudo de su corbata y tiró de este hacia abajo mientras daba un


paso hacia ella, luego se la sacó por encima de la cabeza y la arrojó a un lado. Se
desabrochó el par superior de botones de su camisa, haciendo más fácil respirar,
luego se quitó la camisa y la dejó caer al suelo.

Cuando se desató el cinturón, vaciló. ¿Y si lo reconocía como su Desconocido de


Fantasía? Su polla dentro de ella. La forma en que la tocaba. Seguramente ella lo
sabría.

Ella arqueó su cuerpo desnudo en un repentino movimiento lento contra las


ataduras. Su polla se tensó con más fuerza contra la tela que la atrapaba. Él abrió su

187
El Club de las Excomulgadas
cinturón, bajó la cremallera de sus pantalones y los dejó caer al suelo.

Actuaría de forma diferente. No le dejaría saber que era el mismo hombre.


Como su Desconocido de Fantasía había sido amable y cariñoso. Un amante
tierno. Ahora ella deseaba un captor. Alguien que la devastara. Jugaría su fantasía
hasta el final.

Empujó sus bóxers grises hasta el suelo y se quitó los calcetines, luego
caminó al lado de ella.

Sus ojos se ensancharon cuando su mirada se fijó en su erección.

—Oh, Dios mío. Es tan grande.

Su polla se agitó ante la admiración en su voz.

—La mejor para joderte, querida mía —Presionó su glande a su boca y ella

Opal Carew - Abandono Total


lamió la punta. Entonces empujó entre sus labios. La sensación de su boca caliente
y húmeda rodeándolo lo hizo gemir. Envolvió su mano alrededor de su cabeza y
enredó sus dedos en su largo pelo negro, luego tiró de ella acercándola, llenándola
con su polla. Ella tuvo algo de náuseas y él retrocedió, luego se deslizó hacia
adelante despacio. Ella se relajó y él empujó la mitad de su eje en su boca, luego se
detuvo. Ella lo apretó y gimió.

Todavía ahuecando su cabeza, retrocedió un poco.

—Ahora succiónalo.

Ella obedeció y el calor se apoderó de él. Tuvo que detenerse a sí mismo de


empujar profundamente, sentir su calor a su alrededor. Sus pelotas se apretaron
mientras ella chupaba, la excitación apresurándose a través de cada célula.
Entonces eyaculó en ella, un intenso placer rompiendo a través de su cuerpo.

Retrocedió, su pene desinflado cayendo de su boca. Ella se pasó la lengua


por los labios y lo miró, con el hambre en sus ojos.

188
El Club de las Excomulgadas
Oh, Dios, cuanto la deseaba.

Quería zambullirse encima de ella ahora mismo, sabiendo que su polla se


levantaría a su altura plena ante el primer toque de su cuerpo contra el suyo.
Incluso ahora, estaba hinchándose.

Pero sería demasiado rápido. Quería más.

—Eres muy complaciente, y me gusta un poco de lucha en mis mujeres —


Soltó la cuerda que ataba sus muñequeras a la cabecera de la cama, luego se
trasladó a los pies de la cama y soltó los tobillos del estribo. Enganchó su dedo a
través del anillo de su collar y la atrajo hacia adelante. Tal vez un poco de castigo
avivará tu espíritu.

La llevó a la cocina, después la inclinó sobre la mesa de madera. Colocó sus


brazos sobre el otro lado de la mesa y usó la cuerda para atar sus muñecas a las
patas de la mesa, sosteniéndola en su lugar. Caminando alrededor y colocándose

Opal Carew - Abandono Total


detrás de ella, miró fijamente hacia su delicioso culo colocado delante de él. Se
inclinó hacia abajo y extendió sus piernas separadas, luego las ató a la mesa,
también.

Se levantó y su sangre inundó su ingle ante la vista de sus piernas


ampliamente abiertas, su redondo y firme culo separado ligeramente para revelar
sus húmedos pliegues. Quería pasar sus dedos sobre ellos, luego empujar dentro de
su sedosa apertura. Luego quería presionar su polla en ella y penetrarla…
directamente al cielo.

Pero se contuvo.

Colocó sus manos en la parte inferior de su espalda, luego las dirigió hasta
sus omóplatos y alrededor hasta que rozó los costados de sus pechos. Las empujó
debajo de ella, entre la suave carne de sus montículos y la madera fría de la mesa,
encontrando sus pezones. Estaban duros e hinchados.

—Te gusta la mesa fría y dura contra tus pechos, ¿verdad?

189
El Club de las Excomulgadas
Cuando no contestó, suavemente agarró su pelo y lo enrolló en su mano,
luego tiró de su cabeza hacia atrás un poco. Besó su cuello arqueado.

—Te gusta la mesa contra tus pechos, ¿verdad? —repitió.

—Sí —murmuró ella.

Con su mano libre, acarició debajo de su pecho, luego lo tomó y lo apretó.

—Te gusta que toque tu pecho… apretándolo. ¿No es cierto?

—Sí —Su palabra salió profunda y ronca.

Acarició alrededor de sus caderas y sobre su culo redondo.

— ¿Te gusta que te toque aquí? —preguntó.

—Sí.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Y aquí? —Acarició entre sus nalgas y sobre su raja. Resbaladiza
humedad cubrió las yemas de sus dedos.

—Oh, Dios, sí.

Él apartó su mano, luego azotó ligeramente a través de su nalga. Ella jadeó.

— ¿Te gusta eso?

—Um… yo…

Azotó de nuevo, un poco más fuerte esta vez. Luego acarició su nalga
sonrosada, luego azotó la otra nalga.

—Creo que te gusta.

Sus dedos se arrastraron sobre su raja de nuevo, y ella gimió.

Él azotó su trasero otra vez, luego acarició. Azotó, acarició.

190
El Club de las Excomulgadas
— ¿Te gusta esto? —Deslizó sus dedos dentro de su raja.

—Sí.

Empujó más profundo.

—Oh, sí.

Sacó sus dedos, luego agarró una silla, y se sentó. Se inclinó hacia adelante y
apartó sus nalgas más, luego lamió a lo largo de su raja. Ella gimió.

—Oh, por favor, fóllame.

Él se levantó y azotó su culo, un poco más fuerte esta vez. El sonrosado se


volvió un rosa más profundo.

—Nada de demandas. Eres mi prisionera, ¿recuerdas?

Opal Carew - Abandono Total


Se puso de pie y salió de la habitación.

*****

Sandra gimió cuando lo escuchó salir. Su hambre exigía ser satisfecha, pero
no podía hacer nada con sus brazos y piernas atadas. Si pudiera lo habría
perseguido, exigiendo que la satisficiera. O lo haría por sí misma. Pero no podía
hacer ninguna de las dos cosas. El dolor ardía dentro de ella.

Unos momentos más tarde, lo oyó entrar en la habitación de nuevo. Su


mano se deslizó sobre su culo en una caricia suave, tan diferente a las firmes
bofetadas que le había administrado anteriormente. Las sensaciones habían sido
agudas, punzantes, e… increíblemente eróticas.

Consideró incitarlo a azotar su culo de nuevo, pero la idea de dejarle


controlar la situación ganó.

Se puso delante de ella, su enorme polla en su mano. La llevó a sus labios y


ella los abrió para él. Su glande se deslizó dentro y lo tomó.

191
El Club de las Excomulgadas
—Chupa —ordenó.

Ella obedeció, apretando la carne en forma de hongo en el interior de su


boca, luego succionando fuerte. Después de un momento, él se liberó de ella.

—Bien —Caminó detrás de ella, entonces su mano acarició su culo de


nuevo.

Luego azotó. Su nalga quemó y el calor fluyó a través de ella. Arqueó su


culo hacia él. Azotó de nuevo y ella gimió. Sus dedos acariciaron su raja, luego se
deslizaron dentro de ella. Se inclinó y la lamió otra vez mientras su dedo
encontraba su clítoris y lo acariciaba ligeramente.

—Oh, sí —Se sentía erótico e intenso.

Los dedos salieron libres, luego se deslizaron entre sus nalgas hacia su
apertura trasera. Empujó una yema de su dedo resbaladiza en ella. Despacio.

Opal Carew - Abandono Total


Luego una segunda. Después de un momento, él arremolinó sus dedos alrededor,
luego empujó más profundo. Los apartó, entonces algo más grande se apretó contra
ella. Más grueso que un dedo, y duro. Pero no tan grueso como su polla. Empujó
dentro un poco, luego se detuvo. Después empujó un poco más profundo.

—Relájate —indicó.

Ella tomó una profunda respiración y dejó que la tensión se liberara de ella.
Lo que sea fue empujado dentro más profundo, luego se detuvo. Él lo arremolinó
alrededor de su culo. Se sentía sexy y perverso. E increíblemente bien.

Sus dedos acariciaron sobre su raja y se hundieron en ella. La combinación


de sensaciones la inundó con deseo salvaje. Su respiración aumentó mientras el
placer se incrementaba. Cuando gimió, sus dedos salieron fuera. Ella gimió de
frustración.

Él dejó la habitación de nuevo, dejando la cosa todavía introducida en su


culo.

192
El Club de las Excomulgadas
*****

Devlin esperó en el otro cuarto lo que le pareció una eternidad, pero su reloj
mostró cinco minutos. Entró en la cocina de nuevo, su mirada descansando sobre
su curvado culo, el círculo morado intenso apoyado plano entre sus nalgas era la
única evidencia del plug anal dentro de ella. Al pensar en ese cono de silicona en su
apretada entrada, su polla se agitó nerviosamente.

Se acercó por detrás de ella y se sentó en la silla, su culo separado delante de


él. Agarró la base del plug anal y lo giró en una espiral. Ella gimió. Se inclinó
adelante y lamió su raja, probando su néctar dulce y resbaladizo. Dios, adoraba
sentirla bajo su lengua. Adoraba los gemidos de placer que hacía.

Se inclinó atrás y acarició su raja, luego arrastró sus empapados dedos sobre
su polla, recubriéndola con su humedad. No la tocó en absoluto, sólo la contempló.
Se retorcía, claramente sintiendo su ardiente mirada fija clavada en ella.

Opal Carew - Abandono Total


Acarició su culo redondeado, luego azotó varias veces, disfrutando el rubor
rosado de su piel. Incapaz de soportar la intensa quemazón dentro de sí por más
tiempo, se puso de pie y presionó su polla en su apertura, luego se dirigió hacia
adelante. Su polla se hundió en ella, profundo y duro. Ella jadeó y gimió. Le agarró
las caderas, luego retrocedió y empujó de nuevo. Su pasaje masajeó su dolorosa
polla cuando se lanzó hacia adelante. Ella se apretó a su alrededor y él gimió.

Sus pelotas se tensaron y supo que era el momento. Comenzó a empujar


constantemente. Profundo. Rápido. Fuerte.

Ella jadeó, luego lloriqueó. Cuando se arqueó contra él, lanzando un grito
de éxtasis, explotó dentro de ella en una intensa liberación, que hizo volar su
mente, el placer subiendo más allá de cualquiera que hubiera experimentado alguna
vez.

Después de unos momentos, una vez que ambos recobraron el aliento, le


soltó las muñecas de las cuerdas atadas alrededor de las patas de la mesa, luego sus
tobillos. La ayudó a levantarse, luego ella entró entre sus brazos y la besó. Mientras

193
El Club de las Excomulgadas
su cuerpo desnudo se presionaba contra el suyo, sintió que su ingle se animaba otra
vez. Dios, incluso aunque ella acababa de satisfacerlo totalmente, la deseaba otra
vez. Y sabía que nunca dejaría de desearla.

Sus labios se separaron y lo miró fijamente, sus ojos verde oliva brillando.

— ¿No estás enfadado conmigo? —preguntó.

— ¿Enfadado? —La pregunta lo confundió.

—Bueno, te habías estado resistiendo a dar este paso y en cierto sentido te


forcé.

Él sonrió. —Sí. Lo hiciste, ¿verdad? —Sus manos acariciaron su culo y tiró


de ella con fuerza contra su pelvis, su polla semi-rígida presionó contra ella—. Tal
vez sólo tenga que castigarte de nuevo.

Opal Carew - Abandono Total


Él azotó su culo. Ella envolvió su mano alrededor de su polla y se la
bombeó, provocando una distracción cuando su sangre corrió hacia su toque.

—Dámelo —lo desafió.

Tiró de ella con fuerza contra él mientras la apoyaba contra la pared. Apretó
su polla ahora totalmente erecta a su apertura y se metió en su caliente y acogedora
raja. Se sumergió profundamente, apretándola contra la pared. Ella jadeó, los ojos
oscurecidos por el hambre.

La penetró, una y otra vez, mirando su rostro. Sus mejillas enrojecidas y sus
ojos brillando tenuemente. Ella se aferró a sus hombros, luego echó su cabeza hacia
atrás y jadeó. Cuando gemía su orgasmo, él también gimió, eufórico por su
capacidad de llevarla a tal placer.

Después de un momento, ella sonrió, y le acarició la mejilla. —Oye,


semental. Eres bastante increíble.

Él la besó, luego sonrió. —Es Amo Semental para ti.

194
El Club de las Excomulgadas
Ella se rió, él tomó su mano y la llevó al dormitorio. Se acurrucaron en su
cama y la atrajo apretada contra su cuerpo. Ella le acarició la mejilla, luego soltó su
pelo de su atadura y pasó sus dedos a través mientras se acurrucaba contra su
hombro.

Dios, amaba a esa mujer. Desesperadamente quería que ella fuera una parte
permanente de su vida.

De alguna manera tenía que convencerla de que él era el hombre adecuado


para ella.

*****

Devlin abrió los ojos a la luz de la mañana, totalmente consciente de la


mujer dormida apretada contra su cuerpo. Su polla respondió de la manera más
natural, hinchándose ante la profundidad del deseo en él. Volvió la cabeza hacia
ella. Los ojos de Sandra estaban cerrados y su respiración tranquila. Su corazón se

Opal Carew - Abandono Total


aceleró ante la vista de ella. Parecía una diosa dormida. Quería acariciar su suave
mejilla, luego capturar sus labios ligeramente separados y besarla hasta despertarla.

Anoche, había hecho todo lo posible para comportarse de manera diferente


a cuando él interpretó su Desconocido de Fantasía, no queriendo que ella
descubriera que él y el Desconocido de Fantasía eran la misma persona. No quería
arruinar las cosas ahora. Por mucho que quisiera despertarla con un beso y hacer el
amor lenta y apasionadamente toda la mañana, no quería arriesgarse a arruinar su
plan.

Por supuesto, ahora mismo su plan parecía estar totalmente fuera del
camino, pero podía volver al sendero. En este momento, eso significaba seguir
desempeñando el papel que había diseñado para sí mismo.

195
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Dieciocho
Lentamente, Devlin sacó su brazo de debajo de Sandra. Ella murmuró,
luego suspiró y rodó lejos. Él se sentó y empujó su pelo detrás de la oreja, luego
recogió el elástico que había sobre la mesilla de noche.

Se duchó y afeitó, luego se sentó en el sillón tapizado de su dormitorio con


el informe impreso que había llevado a casa del trabajo y comenzó a leerlo.

—Hey, hola.

La voz somnolienta de Sandra llamó su atención. Echó un vistazo hacia la


cama. Su corazón se apretó en su pecho ante la vista de su rostro angelical, sus ojos
abiertos sólo parcialmente, una suave sonrisa en sus labios. Ella parecía brillar a la
luz del amanecer.

Opal Carew - Abandono Total


Se apartó los mechones del largo pelo negro que cruzaban sobre su cara,
luego palmeó el colchón a su lado.

— ¿Por qué no vuelves a la cama?

Todo dentro de él le exigía saltar y volar a la cama con ella de nuevo. Sentir
su cálido cuerpo contra él. Devorar la dulzura de sus labios.

Él sonrió. —Lo haría, pero tengo algo de trabajo que hacer —no era una
mentira. Tenía que leer el informe, pero no hasta el miércoles. Sin embargo, si
subiera de nuevo a la cama con ella… si se permitiera pasar mucho tiempo con
ella… temía que ella vería su necesidad de ella. Su amor.

Y eso lo arruinaría todo.

Con la sábana apretada contra su pecho, ella se puso de rodillas y sonrió. La


curva de sus labios volviéndose traviesa. Luego dejó caer la sábana. Su mirada cayó
a sus pechos desnudos. Sus pezones rosa oscuro señalaban directamente hacia él
como tentándolo a volver a ellos. Tomar cada uno a su vez en su boca para sentir

196
El Club de las Excomulgadas
su textura como guijarros. Probar el salado dulzor de las puntas.

Su mirada se deslizó más abajo, fijándose en sus rizos en forma de corazón,


luego más abajo aún, al lugar en el que su polla ahora dura como una roca tan
desesperadamente quería estar.

Pero se mantuvo firme.

Imperturbable, ella se movió sobre sus rodillas, luego salió de la cama y


caminó hacia él con un atractivo balaceo que aceleró sus hormonas. Curvó sus
dedos alrededor de su informe, y lo apartó de sus dedos. Se sentó en su regazo,
deslizando sus brazos alrededor de su cuello.

— ¿Estás seguro que no puedes cambiar de opinión? —Ella presionó sus


labios contra los suyos, y su lengua presionó en su boca.

De alguna manera él mantuvo su respiración regular, a pesar del hecho de

Opal Carew - Abandono Total


que estaba a un pelo de tirarla al suelo y moler en ella hasta que la tuviera gritando
de éxtasis.

Él movió su lengua contra la de ella, luego retiró su boca.

—Muy tentador, pero sí necesito leer esto.

En el instante que las palabras estuvieron fuera de su boca, se dio cuenta de


que había ido demasiado lejos. La mirada de dolor en sus ojos lo confirmó. Esta era
la primera vez, al menos como él mismo, que había hecho el amor con Sandra. La
había rechazado dos veces antes de eso, y ella finalmente había tenido que
seducirlo. No quería que ella creyera que él realmente no la deseaba.

—Te diré qué. Si estás dispuesta a ser una buena esclava sumisa y hacer
exactamente lo que te digo, entonces tal vez podamos pasar el día juntos.

Ella pareció temblar un poco y sus labios se unieron a los suyos en un beso
rápido e impresionante. Una amplia sonrisa reclamó sus labios. —Sí, Amo
Semental.

197
El Club de las Excomulgadas
Su polla se agitó ante la palabra Amo. Maldita sea, le gustaba como sonaba.
Tal vez demasiado.

—Uh… bien. Olvidemos lo de… Semental —Había estado a punto de decir


Amo, pero no se atrevía a dejarlo.

—Sí, Amo.

Su polla se endureció aún más.

Oh, Dios. Este iba a ser un día muy largo, y excitante.

*****

Devlin estaba sentado en su ordenador, leyendo sus emails. Le había


ordenado a Sandra que fuera a hacer café, luego el desayuno. Podía oler ya el café
haciéndose.

Opal Carew - Abandono Total


Un golpe sonó en la puerta abierta.

—Entra —dijo.

Por el rabillo del ojo, podía verla moverse por la habitación, pero se resistió
a alzar la vista, conservando una imperiosa distancia.

—Le traje un poco de café —hizo una pausa, entonces continuó con—,
Amo.

Un estremecimiento corrió a través de él. Sandra. Su propia esclava sexual.


Oh, Señor, ¿cómo podía estar simplemente sentado aquí, ignorándola? Pero si no lo hacía,
¿cómo podría esconder sus sentimientos?

Tenía que mirarla.

Su mirada se giró hacia ella y su respiración se congeló. Estaba de pie a su


lado llevando sólo un delantal. Sus pechos desnudos, los pezones plenamente
erguidos. Sus rizos negros vagamente visibles a través de la fina tela blanca del

198
El Club de las Excomulgadas
delantal de encaje que tenía en su casa para sus noches de cocina.

Ella dejó el café sobre el escritorio junto a él, luego se cayó la cuchara al
suelo. Con un poco de ayuda, al parecer. Se dio la vuelta, colocando su delicioso
culo redondo delante de él, luego se inclinó para recoger la cuchara. Su polla se
hinchó. La atractiva curva de su delicioso culo se mostraba frente a él, su mirada se
clavó en sus pliegues íntimos enmarcados entre esas nalgas. Quería inclinarse hacia
adelante y lamer esa carne íntima.

Ella se puso de pie y se dio la vuelta hacia él de nuevo, sosteniendo la


cuchara hacia delante.

—Mira lo que has hecho —dijo él mientras tomaba el mango de acero


inoxidable de sus dedos—. Ahora está sucia —Arrastró la cuchara sobre su pecho,
luego a través de su duro pezón—. Justo como tú.

—Lo lamento, Amo. Debería ser castigada —Se dio la vuelta y se inclinó

Opal Carew - Abandono Total


ofreciendo su dulce culo para el castigo.

Él tiró la cuchara a un lado, luego acarició sus redondas nalgas. Azotó una,
luego la otra, pero la vista de sus labios hinchados y la carne reluciente entre ellos
fue demasiado para resistirse. La azotó una vez más, disfrutando del rubor rosado
en su suave piel, luego arrastró su dedo a lo largo de sus empapados pliegues. Ante
la sensación resbaladiza de ella, su polla se agitó. Deslizó un dedo dentro de ella,
luego otro. Oh, Dios, ella se sentía tan bien.

—Date la vuelta —le dijo mientras deslizaba sus dedos libres.

Ella lo miró de nuevo. La humedad relucía en sus dedos. Su aroma


femenino flotaba a sus fosas nasales y las excitaba. Su mirada se desvió hacia su
pecho y él deslizó sus dedos húmedos sobre su pezón duro y tenso.

La atrajo hacia él y presionó su boca a su resbaladizo pezón, a continuación,


arremolinó la lengua sobre este. Ante el sabor de su dulce feminidad, empezó a
chupar. Ella jadeó. Sus dedos se apretaron en su pelo. Su pezón se hinchó dentro de

199
El Club de las Excomulgadas
su boca mientras lo succionaba profundamente. Tiró de su cabeza más apretada
contra ella.

Él soltó su pezón y de inmediato se sujetó con fuerza sobre el otro. La


aureola se endureció contra su lengua mientras chupaba duro. Empujó hacia
adentro la bandeja del teclado mientras la giraba para apoyarla contra el escritorio.
Ella se sentó en el borde de la superficie de madera mientras sus dedos se
enredaban en su pelo. Él se echó hacia atrás y soltó su cabello del elástico, sabiendo
que a ella le gustaba que lo llevara suelto, luego su mirada se posó en sus rizos en
forma de corazón.

—Tengo hambre.

—Sí, Amo.

No se ofreció a traerle el desayuno. Chica lista.

Opal Carew - Abandono Total


Él se estiró alrededor de la espalda de ella y desató el delantal, luego agarró
sus rodillas y las levantó, poniendo sus pies en los apoyabrazos de su silla. Después
se inclinó hacia delante y acarició su corazón peludo. El aroma almizcleño de ella
llenó sus fosas nasales, enviando sus hormonas por las nubes. Pasó un dedo sobre
sus rizos, luego colocó un pulgar a cada lado de sus pliegues y los separó. Un
pequeño nudo de carne asomó de nuevo hacia él. Se inclinó hacia adelante y pasó
la lengua sobre su clítoris y ella gimió. Lo lamió y ella se estremeció debajo de él.

Él apenas podía soportarlo. Saber el efecto que tenía sobre ella. Cómo podía
simplemente tocarla allí y hacerla llegar al clímax. Lamió otra vez, luego succionó.
Ella gimió y se arqueó atrás. Su monitor cayó hacia atrás. Él la agarró,
deteniéndola de caerse también, luego colocó el monitor derecho otra vez.

Por mucho que quería volver a darle placer, eso no parecía que fuera a
funcionar. Ella se puso de pie y empujó su silla atrás, luego se arrodilló delante de
él.

—Amo, he sido mala otra vez y lo distraje de su trabajo —Ella pasó su

200
El Club de las Excomulgadas
mano sobre su impresionante bulto—. Por favor, permítame arreglar las cosas.

Él sonrió abiertamente. —Por supuesto.

Ella desabrochó el botón de sus jeans, luego bajó la cremallera. Un segundo


más tarde, su dura polla estaba erguida a su plena altura delante de ella.

—Amo, su polla es tan grande… —Ella envolvió sus manos alrededor de


ésta, una encima de la otra, luego apretó y acarició.

Se inclinó hacia adelante y su lengua bailó sobre la punta. Su lengua se


deslizó por todo su glande, luego se arremolinó debajo de la cresta de su corona.
Todo mientras sus manos apretaban su eje duro.

Sus respiraciones se hicieron rápidas cuando el calor hirvió a través de su


ingle. Ella le sonrió, luego capturó todo su glande en la boca. Succionó y él gimió
ante la exquisita sensación. Luego lo apretó en su boca.

Opal Carew - Abandono Total


No podía aguantar por más tiempo. Su polla tenía que estar profundamente
dentro de ella. Agarró sus hombros y la arrastró fuera de su agitado miembro, luego
se puso de pie y la apoyó contra la pared. Su polla encontró su apertura, él agarró
su miembro y lo dirigió mientras la penetraba.

Dios, ¿por qué seguía tomándola contra la pared?

*****

Sandra jadeó cuando su gran polla empujó en ella, su interior doliendo de


necesidad. Él agarró sus muñecas y se las empujó por encima de su cabeza, luego la
penetró de nuevo, y gimió.

Esta mañana, cuando había parecido distante, casi como si hubiera querido
deshacerse de ella, se había preocupado de que esto hubiera sido un gran error.
Ahora ella entendía su preocupación por que una relación causaría problemas con
su amistad, porque si la hubiera rechazado, no estaba segura de que hubiera sido
capaz de superar los sentimientos de rechazo que le habría dejado dentro.

201
El Club de las Excomulgadas
Ahora, viendo la mirada de intenso deseo en su cara, sabía que no había
sido un error. De hecho, había sido probablemente una de las mejores decisiones de
su vida.

Él retrocedió y empujó de nuevo. Gimió ante la sensación de su enorme eje


conduciéndose en ella, estirándola. Se empujó contra el asimiento de sus manos
sobre sus muñecas, adorando la sensación de vulnerabilidad que daba ser dominada
por su fuerza.

Él le acarició el cuello con la nariz, enviando estremecimientos bailando a lo


largo de su espalda. Ella se estremeció, luego gimió cuando él empujó otra vez. El
placer se hinchó a través suyo como las ondas del océano incrementándose en una
fuerte tormenta. Subiendo. Levantándose. Hasta que finalmente estallaron a través
de ella en una poderosa oleada de éxtasis, cegadora en su intensidad.

Él atrajo sus manos hacia sus hombros mientras empujaba y ella se aferró a

Opal Carew - Abandono Total


él, cabalgando el torrente mientras la dicha llenaba todo su ser. Él gimió y un
chorro de calor la llenó, alzando su placer de nuevo como un cohete.

Finalmente, se desplomó contra la pared y suspiró. Su boca capturó sus


labios y la besó con tanta pasión que se llevó su aliento. Ella dejó caer la cabeza
sobre su hombro y suspiró de nuevo.

Eso fue lo más cercano al cielo que se había sentido alguna vez en los brazos
de un hombre.

Incluso más cerca de lo que se había sentido con su Desconocido de


Fantasía.

*****

Devlin estaba sentado a la mesa comiendo la deliciosa tortilla de hierbas que


Sandra había hecho, junto con pan tostado y miel. Era difícil concentrarse en la
comida con Sandra sentada frente a él desnuda, bajo la luz del sol del verano
acariciando sus redondeados pechos. Deseaba extender la mano y acariciar sus

202
El Club de las Excomulgadas
montículos suaves.

Finalmente, terminó el último bocado y dejó su tenedor y cuchillo. Sandra


se levantó y recogió su plato, luego apiló los otros platos de la mesa encima y los
llevó a la cocina. Observó su culo desnudo balancearse mientras dejaba el cuarto.
Un momento después, reapareció.

—Sé que tienes que leer tu informe —dijo—. Si quieres hacer eso en tu
dormitorio, podría sólo acostarme a tu lado mientras lees.

Él se rió entre dientes. — ¿Te desperté demasiado temprano?

Ella sonrió. —No me importaría algo de tiempo de inactividad.

Él asintió con la cabeza. —Está bien, vamos.

Ella lo siguió al dormitorio y él recogió el informe de la mesa junto al sillón

Opal Carew - Abandono Total


donde ella lo había colocado antes. Mientras caminaba hacia la cama, ella movió la
almohada un pie o así hacia abajo. Él la miró inquisitivamente.

Ella sonrió y caminó hacia él. —Creo que estarás más cómodo con menos
ropa.

Empujó la camisa desabrochada de sus hombros, luego tiró su camiseta


sobre su cabeza. Su mano acarició su pecho, luego hacia abajo por su estómago,
enviando calor hacia su ingle. Ella soltó su cinturón, luego el botón de sus jeans, y
abrió la cremallera. Cayeron al suelo. Su pene se agitó cuando ella deslizó sus
dedos bajo el elástico de sus bóxers, luego tiró de ellos hacia abajo, liberando su
polla semi-erecta.

—Ya está. Ahora puedes relajarte.

¿Estaba bromeando?

Él se tumbó y descansó su cabeza en la almohada. Tuvo que doblar sus


rodillas para que sus pies no colgaran sobre el borde.

203
El Club de las Excomulgadas
— ¿Por qué no te tumbas de lado? —sugirió ella.

No era mala idea. De esa manera su polla no sería un asta de bandera


señalando su deseo por ella.

Se dio la vuelta y enroscó sus piernas. Ella se sentó en la cama, luego se


acostó, pero no de la manera que él había esperado. En lugar de tumbarse frente a
él, yacía con sus piernas hacia la parte superior de la cama, inclinada como él.
Colocando su delicioso coño con el corazón de pelo justo frente a él. Y su polla
directamente frente a la cara de ella.

Sus delicados dedos trazaron la longitud de su pene.

—Si sigues tocándome, no conseguiré leer nada.

— ¿Me está diciendo que no quiere que lo toque, Amo?

Opal Carew - Abandono Total


Amo. Nunca se cansaría de oírla llamarle así. Por lo tanto, debería actuar
dominantemente.

—Así es. No me toques —No podía creer que acabara de decir eso.

—Sí, Amo —Ella apartó las manos de su polla y respiró hondo—. ¿Amo?

— ¿Sí? —Ya estaba lamentando esa decisión y preguntándose cómo


conseguir que ella lo tocara de nuevo.

—Quiso decir con mis manos, ¿verdad?

204
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Diecinueve
La polla de Devlin tembló.

—Eh... sí, así es. No me toques con las manos.

—De acuerdo. —Sandra suspiró de nuevo y unió sus manos detrás de su


espalda como si las atara.

Él sostuvo el informe en frente de su rostro, tratando de concentrarse en las


palabras, lo que parecía imposible con esta intensa ansia surgiendo a través suyo.
Ella parecía comportarse muy bien ahora. Finalmente, él se calmó lo suficiente
para que las palabras delante de él comenzaran a cobrar sentido. Comenzó a leer.
Después de varios párrafos, se movió un poco. Leyó un poco más.

Se detuvo ante la sensación de algo cálido y húmedo tocando la punta de su

Opal Carew - Abandono Total


polla. La lengua de ella. Lo lamió, luego acarició su rostro contra él. Su ahora
furiosa erección se retorció. Ella la acarició otra vez, su suave mejilla rozando su
polla mientras sus labios provocaban sus bolas.

Siguió intentando leer. Su lengua se sacudió sobre sus bolas. Él bajó el


informe, viendo su peludo corazoncito enfrente de él. Podía simplemente inclinarse
hacia adelante y...

No, él iba a leer. Ahora era un desafío.

Ella lamió su eje, sólo un delicado roce de su lengua. Él inhaló, después lo


soltó lentamente.

—Estoy un poco somnolienta —dijo ella—. Creo que tomaré una siesta.

—De acuerdo —dijo él.

Pero su lengua regresó a su polla, entonces su boca cubrió su glande. Su


corazón retumbó en su pecho.

205
El Club de las Excomulgadas
—Pensé que ibas a irte a dormir.

Ella asintió con la cabeza, lo que provocó que su boca se deslizara sobre su
glande, volviéndole loco. Ella lo liberó.

—Uh—huh. Simplemente es que encuentro tranquilizante tener algo en mi


boca.

Ella lo tomó de nuevo, todo su glande cálido y cómodo dentro de su boca.


Lamió un poco, luego succionó suavemente. Todo dentro de él quería empujar
hacia delante, llenar su garganta con su eje. Se mantuvo quieto con un gran
esfuerzo.

Dejó de chupar, pero su boca todavía lo envolvía. Después de unos


momentos de tranquilidad, miró hacia abajo. Sus ojos estaban cerrados y ella
parecía estar dormida. Su erección sobresalía de su boca.

Opal Carew - Abandono Total


Levantó el informe e intentó leer. Lo que era totalmente imposible con su
polla tan cálida y cómoda.

Ella chupó de nuevo, luego se detuvo. Él miró hacia abajo pero sus ojos
permanecían cerrados.

Ah, ella definitivamente lo estaba fingiendo.

Bajó el informe y miró fijo hacia su adorable coño. Si ella podía jugar, el
también podía. Se estiró hacia delante y delineó el invertido corazón con la punta
de sus dedos, luego se inclinó y acarició el vello con su nariz. Pasó la lengua por los
rizos, que habían sido recortados. Retrocedió, luego acarició los rizos con su dedo
otra vez, luego más arriba, hacia sus muslos. Se deslizó sobre su abertura, luego se
sumergió en su interior. Oh, hombre, estaba tan húmeda.

Eso es todo. La inclinó sobre su espalda y se arrastró sobre ella. Su polla


cayó libre de su boca.

—Ahora puedes usar tus manos —dijo él.

206
El Club de las Excomulgadas
Ella soltó una risita. Sus suaves manos se envolvieron alrededor de él
mientras él empujaba su lengua en sus suaves pliegues.

*****

Sandra jadeó cuando su lengua encontró su clítoris. Ella acarició su dura


polla, luego la tragó tan profundo como pudo y comenzó a chupar. Él la lamió y
provocó su clítoris. Sus dedos se deslizaron dentro suyo mientras ella lo chupaba.
Él succionó sobre ella y le acarició el interior. Ella lo bombeó.

El orgasmo se propagó a través suyo rápido y furioso, enviando escalofríos


por todo su cuerpo, temblando de pies a cabeza. Ella se reclinó hacia atrás,
jadeando. Pero había liberado su polla. La agarró, lista para tomarla en su boca de
nuevo, pero él rodó sobre su espalda.

—Ponte encima de mí —ordenó.

Opal Carew - Abandono Total


Ella se puso de rodillas, pero cuando empezó a girarse hacia él, le agarró el
brazo y la instó en la otra dirección.

—No, mira hacia allá.

Se subió sobre él, luego se acomodó sobre sus rodillas mirando hacia los pies
de la cama. Su polla se deslizó en ella, llenándola completamente, y en un ángulo
diferente.

—Haz que me corra —ordenó.

—Sí, Amo.

Se izó a sí misma y se bajó de nuevo. Las manos de él se deslizaron


alrededor suyo y acarició sus senos. Sus pezones alcanzaron el máximo y
agradables sensaciones estremecieron su cuerpo. Se elevó y cayó otra vez, su polla
acariciando su pasaje interior.

—Oh, síp, cariño. Esto es increíble.

207
El Club de las Excomulgadas
Lo montó más rápido, conduciendo a su enorme polla más hondo dentro de
ella, propulsándola más cerca del nirvana una vez más. Su áspera respiración le
decía que él estaba cerca. El calor bañó su cuerpo mientras su polla se incrementaba
en ella una y otra vez. Entonces, ella tomó aire y gimió mientras otro orgasmo la
inundaba. Él gimió, luego liberó calor en su interior. Lo apretó, tirando de él más
hondo. Él giró, enviándola más arriba, en un estado de abandono total. Ella gimió
de puro éxtasis.

Finalmente, se desplomó sobre la cama. Él se enroscó alrededor y se


acurrucó detrás suyo. Ella se adormiló en la calidez de su abrazo.

*****

Cuando ella se despertó una hora más tarde, él estaba en el sillón de nuevo.
Decidió que realmente debería dejarlo terminar su trabajo sin distracciones. Se
duchó y vistió, luego hizo unos emparedados para el almuerzo.

Opal Carew - Abandono Total


Miró a través de la mesa de la cocina y sonrió, totalmente convencida de que
él estaba tan feliz como ella con respecto a este cambio en su relación.

Dio un último sorbo a su café, luego juntó los platos y los llevó al fregadero.

—Bueno, me voy a ir a casa.

Él caminó a su lado y tiró de ella hacia sus brazos.

— ¿Ya te hartaste de mí?

—Por supuesto que no —Lo besó, amando la sensación de sus masculinos


labios sobre los de ella—. Simplemente me siento culpable por apartarte de tu
trabajo. Si no me voy ahora, mi Amo tendrá que castigarme por ser muy, muy mala
—Sonrió, luego enroscó su mano alrededor de su cuello y lo besó otra vez.

Él acarició su trasero y tiró con fuerza de ella hacia él. Luego, azotó su
trasero.

208
El Club de las Excomulgadas
—Pero tú adoras los castigos.

—Bueno, tienen sus momentos —Sonrió y acarició su cuello con la nariz—.


Tal vez tengas que mostrarme las ventajas de nuevo. ¿Qué tal el miércoles?

—Desafortunadamente, estaré trabajando hasta tarde la mayor parte de la


semana, mejor el viernes.

—Es una cita.

Él la besó de nuevo. Ella pasó sus dedos a lo largo de su firme pecho y


suspiró, luego se alejó de mala gana. Él la acompañó hasta la puerta. Ella recogió
su bolso y abrió la puerta. Él la agarró y tiró de ella hacia sus brazos otra vez,
besándola tan apasionadamente que casi suelta el bolso y lo arrastra a la cama de
nuevo.

Pero no lo hizo.

Opal Carew - Abandono Total


—Adiós —murmuró ella una vez que él liberó sus labios.

—El viernes.

Ella sonrió y asintió. Caminó por el callejón, luego lo saludó justo antes de
doblar la esquina. Él le devolvió el saludo. Ella continuó caminado, preguntándose
cómo sería posible que sobreviviera cinco días completos sin verlo.

*****

El cálido resplandor de la mañana con Devlin acompañó a Sandra a través


del resto del día mientras realizaba recados, veía una película con Aimee, luego
regresaba a casa. Cuando se metió en la cama, miró fijo hacia el techo,
preguntándose qué estaría haciendo Devlin en ese momento. ¿Estaba también en la
cama? ¿Estaba pensando en ella?

Deseaba que él estuviera allí, sujetándola entre sus brazos. Amándola.

209
El Club de las Excomulgadas
El asombro se disparó a través suyo ante el pensamiento. ¿Amándola? ¿Quería
más de Devlin que sexo?

Ah, maldita sea, ¿qué esperaba? Devlin y ella eran más que conocidos
ocasionales, o incluso nuevos amantes. Ella conocía a Devlin desde hacía casi un
año. Pasaban mucho tiempo juntos... como amigos, por supuesto, pero siempre
supo que él era más para ella que sólo un amigo. Se sentía atraída por él, pero
también sentía una profunda conexión con él.

Tenía que ser muy cuidadosa de no engancharse otra vez. Por primera vez
en su vida, estaba siguiendo su corazón y viviendo sin miedo. En cuanto al
compromiso, ya había estado allí, lo hizo. Ella había pensado que la haría feliz,
pero le había hecho justo lo contrario.

La conclusión era que tanto su ex, Eric, como ella habían tenido miedo de
estar solos. Los padres de él habían pasado por un divorcio y su madre nunca se

Opal Carew - Abandono Total


había casado de nuevo. La madre de Sandra había sido madre soltera desde el
comienzo. Sandra no quería pasar la vida sola. Había estado emocionada cuando
Eric había querido prometerse y hacer un compromiso de por vida.

Pensó que nunca estaría sola.

Pero entonces había encontrado que el vacío de un matrimonio sin amor era
peor que estar sola.

Se dio la vuelta y palmeó su almohada. Sus dedos se aferraron a las sábanas


mientras miraba por la ventana hacía el despejado cielo nocturno. Ahora estaba
cometiendo el mismo error otra vez, convenciéndose a sí misma de que estaba
enamorada de Devlin. Su amistad había cambiado hacia una relación íntima. Eso
era todo. Eso no significaba amor.

Y su deseo por él ahora era sencillamente eso. Un deseo. Por sexo. Si James
o Craig estuvieran aquí, podría aliviar esa necesidad estando con ellos.

Estar con Devlin no era diferente de estar con James o Craig. Era la mezcla

210
El Club de las Excomulgadas
de amistad e intimidad lo que la confundía.

Necesitaba mantener las cosas en perspectiva. No se estaba enamorando de


Devlin.

*****

—Aimee me ha invitado a la cabaña otra vez este fin de semana —


Sujetando el teléfono en su oreja, Sandra golpeó el bolígrafo sobre la encimera de la
cocina.

—Está bien —replicó Devlin—. Entonces, supongo que podemos cambiar


nuestros planes al próximo fin de semana.

— ¿Así que estás conforme con que vaya? ¿Aunque Craig y James estén allí?

—Por supuesto, ¿por qué no lo estaría?

Opal Carew - Abandono Total


Estaba agradecida de que no estuviera siendo posesivo, pero al mismo
tiempo, una parte de ella se sentía un poco decepcionada.

—Bien, de acuerdo —Garabateó pequeños círculos en el bloc de notas


situado en la encimera—. De hecho, le pregunté a Aimee si podías venir también.
¿Qué te parece?

Él vaciló.

— ¿Están los otros chicos de acuerdo con que yo vaya?

—Aimee dice que está segura que no tendrán problema con ello. De todas
formas ya os conocéis unos a otros, ¿no?

—Cierto, pero no hemos... eh... estado en este tipo de situación antes.

Ella apoyó el bolígrafo y se reclinó hacia atrás en el taburete.

— ¿Estarías incómodo?

211
El Club de las Excomulgadas
—No, por supuesto que no. ¿Y tú? ¿Estarás incómoda con todos nosotros...
mezclados?

Ella sonrió.

— ¿Tres hombres y yo? ¿Estás bromeando? Eso es un sueño hecho realidad.

—De acuerdo entonces. Cuenta conmigo.

*****

Tan pronto como Devlin colgó el teléfono, respiró hondo. Le dolía el


corazón. Por mucho que creía en su plan, ahora habían compartido
apasionadamente momentos íntimos, había esperado que ella pensara en él como
algo especial. Sin embargo, invitarlo a la cabaña mientras los otros dos hombres
estaban allí, mostraba claramente que ella simplemente pensaba en él como uno
más entre la multitud.

Opal Carew - Abandono Total


*****

Devlin observó aproximarse la costa mientras Aimee franqueaba el barco


pasando las boyas de color naranja chillón, entonces se situó en un lateral del
muelle. Ella saltó desde el barco al muelle, agarró la cuerda y la enroscó al listón en
el frente del casco. El barco se balanceó contra el lateral y Devlin agarró las caderas
de Sandra para sujetarla, luego la ayudó a salir del barco. Él agarró la nevera y la
subió de costado hacia el muelle, a continuación, rescató cada uno de los bolsos y
los puso junto a ésta.

Miró alrededor ante el retumbar de otro motor de un barco aproximándose


al muelle.

—Hey, chicos —gritó Craig por detrás del timón, con James junto a él.

El barco de ellos se situó al otro lado del muelle y Devlin enganchó una
línea en su barco. Los chicos saltaron fuera y la primera cosa que hizo Craig fue
agarrar la mano de Sandra y tirar de ella en un profundo abrazo, sus labios

212
El Club de las Excomulgadas
reclamaron los de ella. James agarró a Aimee y la echó hacia atrás en un gracioso
aunque apasionado beso.

Una vez que soltaron a las mujeres, Craig sonrió hacia Devlin y le tendió la
mano.

—Lo siento, amigo. Todo lo que obtienes es un apretón de manos.

—Oh, ¿en serio? —Sonrió Aimee—. Realmente podría conseguir que los tres
se mezclaran un poco —Guiñó el ojo y pasó su brazo alrededor de los hombros de
Sandra—. Si Sandra y yo nos besamos, ¿lo haríais dos de vosotros?

—De acuerdo, los nativos están definitivamente volviéndose inquietos —


Craig tiró de Aimee hacia sus brazos y la besó—. Simplemente quieres causar
problemas.

—Oh, te daré problemas entonces —Ella acarició sobre su entrepierna.

Opal Carew - Abandono Total

213
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Veinte
La ingle de Devlin se apretó ante la vista. Sabía que los cuatro habían estado
involucrados en algo de sexo aventurero en la isla, pero no se había percatado de lo
libres y abiertos que se habían vuelto. Le tomaría un poco de tiempo
acostumbrarse.

Echó un vistazo hacia Sandra y se dio cuenta de que James la estaba


besando ahora. El pecho de Devlin se oprimió, conociendo la historia entre ellos.
Maldita sea, tal vez no debería haber venido este fin de semana. Una cosa era saber
lo que Sandra estaba haciendo con estos tipos; otra muy distinta era verlo justo
enfrente suyo.

James soltó a Sandra y su mirada se desvió hacia Devlin. Él miró hacia el


barco de los chicos, así ella no vería los celos en sus ojos.

Opal Carew - Abandono Total


—Dejadme echaros una mano con el equipo —Subió a bordo del barco y, en
unos instantes, los tres tenían los bolsos y la nevera sobre el muelle al lado de las
otras.

— ¿Por qué las damas no se adelantan y nosotros llevamos las cosas? —


sugirió James.

Aimee sonrió.

—Me parece bien. Iremos encendiendo la barbacoa.

—Gran idea —Sonrió Craig—. Ya nos has encendido a nosotros.

Sandra miró hacia Devlin. Él sonrió y asintió. Ella se giró y acompañó a


Aimee por el camino hacia su cabaña.

Craig abrió la nevera y sacó una botella de cerveza, la abrió, y se la entregó a


Devlin, luego tomó otra para James y también para él. Todos tomaron un trago.

214
El Club de las Excomulgadas
— ¿Estarás bien con esto? —le preguntó James a Devlin.

—Síp, claro. ¿Por qué no?

—Porque todos sabemos que estás enamorado de Sandra. Debe ser extraño
verla besando a otros hombres, no digamos... lo que estaremos haciendo después.

Así que los hombres habían presionado adrede sus botones.

—Síp. Ningún problema.

—De acuerdo. Mira —dijo James—, si estás preocupado por Sandra y por
mí, por nuestra historia, no lo estés. Aimee nos informa, y está bastante claro que
yo no tengo ninguna oportunidad. Y para mí está bien —Palmeó el hombro de
Devlin—. No tienes nada de qué preocuparte. Para Sandra, Craig y yo sólo somos
una distracción.

Opal Carew - Abandono Total


Devlin asintió, agradecido por el ánimo. Tomó otro trago de su cerveza
mientras James amontonaba los bolsos en lo alto de la nevera con ruedas. Devlin
recogió el bolso solitario que no encajó y lo llevó mientras los otros dos hombres
tiraban de las neveras por el muelle y el sendero.

*****

Sandra estiró sus piernas sobre el diván mientras miraba hacia el agua, la
cual estaba tan tranquila como cristalina. Tomó un sorbo de su fuerte limonada.

Después de terminar la cena, salieron para sentarse en la terraza y relajarse,


disfrutando la fascinante llamada de los patos a través del tranquilo lago.

Aimee se puso de pie y se reclinó contra la barandilla de la terraza.

—Sandra, ven aquí un momento.

Sandra dejó su botella y se levantó, luego fue al lado de Aimee.

—Me pareció ver algo en tu camiseta. —Aimee miró de cerca la blusa de

215
El Club de las Excomulgadas
algodón de Sandra, luego pasó su mano por la parte superior del seno de Sandra.

Sandra sabía que no había nada en su limpia blusa blanca. Era la forma en
que Aimee ponía en marcha las cosas. Aimee acarició otra vez, luego acunó el seno
de Sandra.

—Creo que deberías quitártela.

—Tienes razón.

Sandra sonrió mientras echaba un vistazo hacia los rostros de los tres
hombres ansiosos observando. Incluso Devlin. Sabía que había estado tenso por
venir aquí, pero la cena y unas pocas cervezas parecían haberlo relajado. Estaba
agradecida por eso.

—Te ayudaré. —Aimee le guiñó un ojo socarronamente, luego liberó los


botones de la blusa de Sandra.

Opal Carew - Abandono Total


Mientras su blusa se abría, revelando su sujetador de encaje color rosa, el
calor de las miradas masculinas sobre ella se intensifico. Finalmente, su blusa se
abrió y ella se la sacudió de los hombros.

—Oh, cariño, lo que fuera que tuvieras en tu blusa se traspasó. —Aimee se


estiró alrededor del cuerpo de Sandra y liberó el cierre del sujetador, luego bajó los
tirantes de los hombros.

Sandra deslizó los brazos por los tirantes, pero mantuvo las copas en su sitio
un rato, de repente sintiéndose tímida por estar medio desnuda delante de los tres
hombres. Era la primera vez que Devlin la vería en este tipo de situación, con los
otros hombres viendo su cuerpo desnudo, tocándola, en frente de él. Estaba un
poco nerviosa al respecto. Pero contuvo el aliento, manteniendo su mirada en
cualquier sitio menos en Devlin, y dejó caer la prenda de encaje al suelo.

Aimee acarició los senos de Sandra y sus pezones se pusieron puntiagudos.


Se estaba relajando más con su cuerpo respondiendo a Aimee. Era divertido y

216
El Club de las Excomulgadas
excitante compartir con una amiga así.

—Tienes unos hermosos pechos. —dijo Aimee mientras los acariciaba. Ella
ahuecó la mejilla de Sandra, luego la besó.

La suave lengua de Aimee se deslizó dentro de su boca y Sandra se abrió


para recibirla, entonces acarició la lengua de Aimee con la suya. Tan suave y
delicada. A continuación, Aimee se echó hacia atrás y se inclinó hacia el pecho de
Sandra. Cuando Aimee tomó un pezón de Sandra en su boca, ésta respiró hondo
ante la cálida sensación.

—Sabes, es una tarde cálida y agradable, creo que todos deberíamos tener el
torso al aire. —Sandra miró a los hombres. La mirada de Devlin estaba centrada en
la mano de Aimee, que todavía estaba acariciando el seno de Sandra.

Craig tiró de su camiseta por encima de su cabeza y la arrojó a un lado,


revelando su tatuaje del tigre. James y Devlin siguieron su ejemplo

Opal Carew - Abandono Total


inmediatamente. Luego todos miraron a Aimee.

Ella se echó a reír.

—De acuerdo.

Se agarró el borde de su camiseta de tirantes y tiró de ésta por encima de su


cabeza. Después liberó el broche frontal de su sujetador rojo y se lo quitó,
revelando sus enormes y redondos senos con los oscuros pezones ya duros y
preparados.

Sandra extendió la mano y acarició uno de los redondos pechos de Aimee,


deslizando los dedos por la fruncida aureola, luego acarició las puntas como perlas
de sus pezones entre su pulgar e índice. Tiró de Aimee contra su cuerpo, sus pechos
aplastándose juntos, después lamió los labios de Aimee. La lengua de Aimee se
asomó y las puntas de sus lenguas danzaron juntas, visibles para los hombres.

Sandra retrocedió y miró a su público.

217
El Club de las Excomulgadas
—Caramba, los hombres se ven como si sus pantalones estuvieran
demasiado ceñidos.

—Fue una gran cena —dijo Aimee.

—Tal vez debería desabrochárselos —sugirió Sandra.

—O quitárselos por completo —sonrió Aimee.

—Nosotros lo haremos, si vosotras lo hacéis —La amplia sonrisa de Craig


brilló.

Aimee sonrió hacia Sandra y alcanzó el botón de sus pantalones cortos.


Sandra desabrochó sus propios jeans cortos y ambas los dejaron caer sobre la
terraza. Ahora, ambas llevaban solo sus tangas, la de Sandra de encaje negro y la de
Aimee de satén rojo.

Opal Carew - Abandono Total


Tres ruidos sordos sonaron cuando los hombres dejaron caer sus jeans y
salieron de ellos. Ahora estaban de pie delante de Aimee y Sandra con sólo sus
calzoncillos.

—Sabes, creo que estaré justo allí si necesitas algo de ayuda, cariño —Aimee
cruzó hacia el diván y se tendió, indicando claramente que esta era la fiesta de
Sandra.

—Todos lucen tan sexys —La mirada de Sandra fue hacia los tres sólidos y
musculosos pechos frente a ella, luego se deslizó hacia los bóxers.

La polla de Craig se extendía fuera por la parte delantera de sus calzoncillos.


James acarició la suya, todavía dentro de la suave prenda. Devlin hizo lo mismo.
Ella caminó hacia Craig y lo besó, su mano acariciando los firmes músculos desde
su abdomen hasta la cinturilla de los calzoncillos, pero no más abajo. Luego besó a
James, acariciando sus prietos abdominales también.

Cuando besó a Devlin, él apretó su sujeción sobre ella y ahuecó su mano


alrededor de su cabeza, sus dedos pinchando a través de su cabello y la besó

218
El Club de las Excomulgadas
intensamente.

*****

Devlin no quería ser el tercer hombre al que Sandra besara. Quería ser el
único hombre. Pero no podía echarse atrás ahora. Por un lado, estaba demasiado
malditamente excitado. También, necesitaba demostrarle a ella que podía darle esta
libertad.

Y una parte de él quería ver a los otros hombres tocarla.

La única forma en que podría aceptar sus dos deseos opuestos, mantenerla
para él y compartirla, era estar en control total.

—Recuerdas que te dije que una mujer debía someterse completamente a mí


—le murmuró tranquilamente al oído.

Opal Carew - Abandono Total


Ella miró hacia arriba a él con los ojos abiertos.

—Sí.

—Eso también va para este momento.

219
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Veintiuno
Sandra miró fijamente a Devlin, sus ojos azules brillaban con autoridad.

—Sí, Amo.

Los otros hombres sonrieron ante sus palabras.

—Caballeros, esta mujer es mi amante esclava, y estoy dispuesto a


compartirla con vosotros esta noche.

—Eso me parece bien —dijo James.

Craig sonrió expectantemente.

—Ve hacia la barandilla —ordenó Devlin.

Opal Carew - Abandono Total


Sandra caminó hacia la barandilla de madera y se enfrentó a los hombres.

—Ahora agárrate a la barandilla.

Ella se estiró por detrás y agarró la parte de arriba de la barandilla, lo que


causó que sus pechos se empujaran hacia adelante. Los hombres miraron fijamente
sus pezones puntiagudos.

—Quédate justo así hasta que regrese.

Devlin desapareció dentro de la casa, luego regresó un momento después


con un bolso con cierre. Sacó dos esposas y las colocó alrededor de sus muñecas.
Sujetó un broche mosquetón al anillo en cada esposa, luego sacó algo de cuerda, la
cual pasó a través del broche en una muñequera, la enrolló a través de las barras
verticales de la barandilla y después la pasó a través del broche de la otra
muñequera. Tiró de la cuerda, tirando sus muñecas ajustadas detrás suyo, luego la
ató.

—Muy bien —Se paró enfrente de ella y acarició sus pechos delicadamente,

220
El Club de las Excomulgadas
luego bajó por su estómago. Cuando llegó a su tanga negra, deslizó sus dedos por
debajo del dobladillo, hundiéndose lo suficiente para acariciar la parte de arriba del
corazón, luego se deslizó hacia los costados a su cadera. A continuación deslizó un
dedo por debajo del dobladillo de cada lado y bajó el tanga por sus piernas, luego
fuera.

Ahora estaba de pie enfrente de los hombres, con sus manos atadas por
detrás, totalmente desnuda.

—Abre tus piernas —ordenó Devlin.

Sandra movió sus pies apartándolos, exponiendo su abertura, el corazón


latiéndole con fuerza.

*****

Devlin miró fijamente hacia ella. ¿Realmente podía continuar con esto?

Opal Carew - Abandono Total


¿Compartirla con los otros hombres?

Aimee se puso de pie, dejó caer sus bragas al suelo, y se paró junto a Sandra,
luego puso sus manos en la barandilla detrás de ella, empujando sus pechos hacia
adelante.

—Yo puedo ser un poco sumisa, también.

Devlin nunca había pensado en Aimee de manera sexual, pero era una
hermosa mujer, y con ella de pie allí, con sus pechos inclinados hacia adelante y su
coño totalmente depilado expuesto, sus hormonas corrieron por él aún más rápido.
¿Si Sandra podía disfrutar de otros hombres delante de él, porque no iba a ser indulgente
consigo mismo también?

— ¿Puedes ahora? —Acarició sobre sus pechos suaves.


Su polla se hinchó más dura. La atrajo hacia sus brazos y reclamó su boca, luego
empujó su lengua dentro. Ella jadeó, entonces se derritió contra él.

La soltó y echó un vistazo hacia Sandra. Ella sonrió, sus ojos verde oliva se

221
El Club de las Excomulgadas
oscurecieron con interés. Era tiempo de darle un espectáculo.

Condujo a Aimee a través de la terraza con él hasta que estuvo parado junto
a una de las tumbonas. Se quitó sus bóxers. La mirada de Aimee se trabó en su
polla y sus ojos se abrieron. Él sonrió y envolvió su mano alrededor de ésta.

—Muy bien, esclava, muéstrame lo que puedes hacer con esto.

Aimee se sentó en el borde de la silla y alcanzó su polla. Su boca se envolvió


alrededor de su glande y lo lamió. Luego se deslizó hacia adelante y… Oh, Dios, lo
tomó más profundo de lo que ninguna vez había estado dentro de la boca de una
mujer. Luego se deslizó hacia atrás y lo volvió a tomar profundamente de nuevo.
Entonces retrocedió y lo chupó y lamió.

Él miró a Sandra, quien observaba a Aimee succionarlo. Las mejillas de


Sandra estaban enrojecidas. No podía decir si estaba excitada por ver a Aimee o
celosa.

Opal Carew - Abandono Total


—Suficiente. —Maldición, con algo más de eso, se vendría, y no quería
hacerlo tan pronto.

Aimee lo soltó y él se sentó en la silla.

—Siéntate enfrente de mí —le ordenó.

Ella se sentó de cara a Sandra y la atrajo hacia atrás contra él, su erección
anidada contra su trasero.

—James y Craig, vayan y toquen los pechos de Sandra.

*****

Sandra observó mientras los dos hombres, quienes también se habían


despojado de sus bóxers, caminaron hacia ella, sus pollas bamboleándose arriba y
abajo.

222
El Club de las Excomulgadas
James le acarició un pecho mientras Craig apretaba el otro. James deslizó las
puntas de sus dedos por encima de su pezón endurecido. Craig tomó su otro pezón
entre las puntas de sus dedos y apretó. Fuerte.

—Oh. —La aguda sensación la pinchó.

James se inclinó hacia abajo y lamió su pezón, luego lo succionó en su boca.


Craig lo imitó, y ella tuvo a dos hombres tirando de sus pezones con sus caliente
bocas. Sensaciones salvajes la inundaron.

Ella echó un vistazo hacia Devlin y él tenía una mano en cada uno de los
pechos de Aimee, acariciándolos.

—Quiero que uno de vosotros lama su coño —dijo Devlin.

Craig cayó de rodillas enfrente de ella y acarició sus caderas, luego ahuecó
su trasero y la atrajo hacia él. Cuando ella sintió su lengua acariciar sobre sus

Opal Carew - Abandono Total


pliegues, tomó una profunda respiración.

—Bien. Ahora deja que James le dé una lamida.

Craig se movió a un lado y James se deslizó entre sus piernas. Su lengua


acarició sobre sus pliegues y ella murmuró suavemente.

—Encuentra su clítoris y lámelo.

James encontró el botón de carne y empujó la punta de su lengua contra


éste, luego giró la lengua. Ella aspiró aire. Él succionó su clítoris y ella jadeó.

—Ahora Craig.

James se movió a un lado y Craig se deslizó en posición. Presionó sus


pulgares en cada lado de sus pliegues y los apartó, luego la lamió. Su lengua
encontró su clítoris y jugó con éste con una suave presión, entonces chupó. Ella
gimió y jadeó mientras un orgasmo la recorría.

223
El Club de las Excomulgadas
—Ahora acaricien sus pechos.

Los hombres se pusieron de pie y cada uno acunó uno de sus pechos en sus
manos cálidas.

—Aimee, ponte de pie —dijo Devlin.

Aimee se paró y la mirada de Sandra se fijó en la enorme y erecta polla de


Devlin.

— ¿Qué te gustaría hacer ahora, Aimee? —preguntó Devlin.

Aimee miró a Sandra, mordisqueando su labio inferior con sus dientes.


Sandra sabía exactamente lo que quería hacer Aimee ahora mismo; lo mismo que
ella querría hacer si la gran polla de Devlin estuviera empujando contra ella.
Claramente, Aimee quería la aprobación de Sandra. ¿Y por qué no habría de dársela?
La persistente sensación de celos no tenía sentido, dada la situación. Ella sonrió y

Opal Carew - Abandono Total


dio un ligero asentimiento a su amiga.

—Me gustaría disfrutar de esa enorme polla tuya.

*****

Devlin sonrió. Su polla palpitó con necesidad. Ver a Sandra llegar al


orgasmo mientras Craig succionaba su clítoris casi lo había enviado por el borde del
abismo.

—Bueno, disfruta cuanto quieras.

Aimee se arrodilló junto a él y tomó su polla en su boca, luego lamió


alrededor de la corona. Él se retorció en su boca. Ella succionó un poco, luego lo
liberó, se puso de pie de nuevo, y dejó caer sus bragas al suelo. Ella arqueó una
pierna sobre él y posicionó su polla contra su húmeda entrada, luego se bajó a sí
misma sobre él. Su polla se deslizó a lo largo de su resbaladizo pasaje, llenándola.
Ella se levantó a sí misma y volvió a deslizarse sobre él de nuevo. Él acarició sus
pechos, luego se deslizó por su estómago hacia su coño. Cuando ella levantó su

224
El Club de las Excomulgadas
cuerpo de nuevo, él encontró su clítoris y lo acarició. Ella se dejó caer de nuevo,
tomando una bocanada de aire.

Lo cabalgó arriba y abajo, acariciando su polla palpitante con su calor


húmedo. Él jugó con su clítoris. Su respiración acelerándose, junto con la velocidad
de ella saltando sobre él. Agarró sus caderas y la guió arriba y abajo, sintiendo la
tensión incrementarse en su entrepierna. Un suave gemido escapó de los labios de
Aimee, luego ella echó su cabeza hacia atrás y jadeó. El calor lo atravesó y se unió
a su orgasmo.

*****

Sandra miró como Aimee y Devlin llegaban al clímax juntos, y su interior


dolía por un hombre. Se arqueó contra las manos en sus pechos, apenas consciente
de que los otros dos hombres también estaban mirando a Devlin y a Aimee.

Finalmente, Aimee colapsó sobre Devlin y suspiró en sus brazos. Ese era el

Opal Carew - Abandono Total


lugar en donde Sandra quería estar en ese momento. En los brazos de Devlin, con
su polla dentro de ella.

Pero la quería dura. Lista para follarla.

Aimee se puso de pie y la polla lánguida de Devlin cayó sobre su estómago.


El interior de Sandra se estremeció. De alguna manera, había creído que él podría
reponerse y la tomaría en ese momento.

— Oh, Dios, Amo, necesito ser follada —dijo ella.

Su mirada se trabó en ella y él sonrió.

—James y Craig. Habéis oído a la esclava. Folladla.

James dio un paso delante de Sandra y presionó su polla contra su entrada,


luego la hundió profundo en ella.

—Ohhhh, sí.

225
El Club de las Excomulgadas
Él la sacó y Craig enterró su polla más grande dentro de ella.

Ella gimió.

James la penetró dos veces, luego Craig hizo lo mismo. Las pollas se sentían
gloriosas dentro de ella deslizándose en sus profundidades, pero la pausa entre las
penetraciones, no era suficiente.

Su mirada recayó en Devlin. Su polla había crecido a su longitud máxima.


Ella quería sentirla dentro. Él sonrió, luego se puso de pie. ¿Iría a empujar dentro de
ella? ¿Sentiría su gran polla deslizándose en ella?

La polla de Craig empujó dentro, penetrándola dos veces, luego se retiró.

—Esperen, chicos. —Devlin la alcanzó por detrás y le liberó una muñeca,


luego la otra.

Opal Carew - Abandono Total


—Date la vuelta —la instruyó.

Ella se volvió y enfrentó el lago. Devlin la guió hacia delante hasta que
estuvo inclinada sobre la barandilla, luego le volvió a atar las muñecas.

Un glande se presionó contra su entrada, luego empujó dentro. Grande. ¿Era


Devlin?

Éste se deslizó dentro de ella varias veces, luego se retiró. Una polla se
presionó contra su entrada trasera, luego se deslizó dentro. Ese era James. Empujó
profundamente, penetrándola algunas veces, luego se retiró. Otra polla se deslizó
en su vagina. Una más grande. Penetrando profundo. Luego se fue.

James se hundió en su trasero otra vez y empujó.

El placer se construía en ella. Manos agarraban su cadera y pollas la


penetraban, alternando entre sus dos aberturas.

—Oh, por favor... hagan que me corra —pidió ella.

226
El Club de las Excomulgadas
Finalmente una polla la penetró con fuerza, entonces comenzó a empujar.
Profundamente. Llenándola y duro.

—Oh, sí. Oh, por favor sigue follándome.

Embistió en ella una y otra vez. La atravesó una espiral de placer y gimió
mientras el éxtasis de su orgasmo bañaba todo su cuerpo. Se inclinó contra la
barandilla, jadeando por aire.

¿Había sido Craig o Devlin quien la había follado hasta el orgasmo?

Unas manos se estiraron alrededor de ella y liberaron sus muñecas. Alguien


le dio la vuelta y se encontró a sí misma de frente a Devlin. Atrás de él, vio como
Craig follaba a Aimee contra el muro de la cabaña.

Devlin la atrajo hacia sus brazos y la besó, luego la hizo retroceder a lo largo
de la terraza hacia la esquina. Sintió como unas manos la tomaban de la cadera

Opal Carew - Abandono Total


desde atrás y una polla se presionó en su entrada. James. Detrás suyo. Su polla se
deslizó dentro de su trasero mientras sus manos acariciaban sus pechos.

Devlin dio un paso hacia adelante y presionó su polla en su raja, y ella gimió
cuando se condujo dentro profundamente, empujándola fuerte contra el cuerpo
sólido de James que estaba detrás suyo. Las manos de Devlin se enrollaron
alrededor de su cabello, él tiró de su cabeza hacia atrás y chupó su cuello. Después
acarició su oreja con su nariz.

— ¿Te gusta que dos pollas estén dentro de ti, verdad?

Ella asintió, queriendo sentir esas pollas moviéndose, llevándola a lo más


alto del placer.

Él capturó sus labios y metió su lengua hondo.

Los dos hombres empezaron a moverse, sus pollas entrando profundamente


en ella, acariciando su interior.

227
El Club de las Excomulgadas
Aimee gemía en un orgasmo detrás de Devlin. Craig gruñó.

Sensaciones salvajes hacían espirales a través de Sandra mientras las duras


varas embestían dentro de ella. Chispas danzaron a lo largo de sus terminaciones
nerviosas cuando James apretó sus pechos. La polla de Devlin se retorció dentro de
ella. Ella gimió. Un intenso placer la atravesó, entonces la catapultó a un lugar de
pura dicha. Devlin la penetró profundamente otra vez y ella se aferró a sus hombros
mientras gemía en puro éxtasis. Él gruñó y la llenó con calor líquido.
James gruñó detrás de ella, jalándola hacia él apretadamente.

Ella se desplomó entre los dos, rendida. James le besó el cuello y dio un
paso hacia atrás. Devlin capturó sus labios de nuevo y su polla latió dentro de ella.
Su vagina se contrajo a su alrededor automáticamente. Él acunó su trasero y la jaló
hacia él otra vez.

— ¿Quieres más? —murmuró contra su oído.

Opal Carew - Abandono Total


—Oh, sí.

Él giró hacia adelante, conduciéndose profundo de nuevo. Se hizo hacia


atrás, entonces la condujo hacia la barandilla, la inclinó contra ésta, y embistió
duro. Se sumergió en ella varias veces y ella se sentó, luego el placer explotó a
través suyo otra vez. Su cuerpo parecía hacerse añicos, explotando dentro del
cosmos. Se estremeció en un completo éxtasis.

Se dejó caer contra él, su cabeza descansando en su hombro.

Devlin era tan especial. Y ella se sentía especial en sus brazos. Y por mucho
que adorara estar con James y Craig, ella sentía más con Devlin. Y su corazón
sabía que estar con Devlin significaba mucho más para ella que solo el sensacional
sexo.

Ella envolvió sus brazos alrededor de su cintura y lo abrazó con fuerza, a


pesar del miedo intenso que corría por ella ante ese pensamiento.

228
El Club de las Excomulgadas
*****

Sandra se despertó con una mano acariciando su pecho y una dura erección
entre sus muslos desde detrás. Abrió sus ojos para ver pelo rubio enfrente de ella.
Aimee. Los pechos de Sandra empujaban contra la espalda de Aimee, pero había
una mano masculina entre ellas que jugueteaba con su pezón. Atisbó por encima
del hombro de Aimee para ver que James la estaba mirando. Él le guiñó un ojo y
apretó su pezón otra vez, luego besó el cuello de Aimee.

Sandra notó el tatuaje del tigre en el brazo alrededor suyo y miró por encima
de su hombro para ver a Craig atrás de ella. Era suya la gran erección deslizándose
entre sus muslos. Ella se estiró hacia abajo y le acarició el glande mientras éste
empujaba hacia adelante.

¿Pero dónde estaba Devlin?

Aimee rodó hasta estar encima de James, empujándolo sobre su espalda. La

Opal Carew - Abandono Total


mano de James se apartó del pecho de Sandra. Aimee tomó la polla de James y se
la deslizó dentro, luego se movió encima de él. Craig tiró del hombro de Sandra
hasta que ella rodó hacia él. Ella miró alrededor y vio a Devlin sentado en el sillón
cerca de la ventana.

Devlin sonrió.

—Buenos días.

Craig la situó encima de él y su gran polla se le deslizó dentro. Ella ya estaba


mojada y lista para él, pero tomó una bocanada de aire cuando él la penetró
profundamente.

Devlin se puso de pie y se acercó a la cama.

— ¿Te gusta que esa gran polla de Craig esté profundamente dentro tuyo?

Craig empujó un poco más profundo para enfatizar y ella jadeó, luego
asintió, su mirada puesta en la de Devlin.

229
El Club de las Excomulgadas
Devlin se paró junto a la cama y alcanzó el lubricante de la mesilla de
noche. Puso algo de gel sobre sus dedos, luego acarició su polla erecta, lubricándola
hasta que brillaba.

—Voy a follarte al mismo tiempo que Craig.

Ella respiró profundamente ante la idea. Tanto Craig como Devlin eran
grandes. Muy grandes. Ella miró atentamente la polla reluciente de Devlin. De
hecho, la de Devlin era unos centímetros más larga y más ancha.

—No sé si pueda. Quiero decir, tomarte... allí atrás.

—Puedes, y lo harás. Recuerda. Sumisión total.

—Sí, Amo.

Devlin subió a la cama detrás de ella, de rodillas a horcajadas sobre las de

Opal Carew - Abandono Total


Craig pero entre las de ella, forzándola a separar más las piernas, y ahuecó sus
pechos. Craig tiró de ella hasta que se recostó encima de él, sus pechos se
aplastaron contra su abultado y musculoso pecho. Ella sintió la mano de Devlin
acariciar entre sus nalgas, luego sus dedos encontraron su entrada trasera. Un dedo
se deslizó dentro, seguido por otro. Retorció sus dedos, suavemente, estirándola y
abriéndola. Luego los sacó, y su glande presionó contra ella.

Ella tomó una respiración cuando se empujó hacia adelante. Se estiró


alrededor de él, más y más.

—Relájate —murmuró contra su oído.

Los gemidos de Aimee se incrementaban detrás de ella y Sandra apretó a


Craig dentro suyo. Ella inspiró profundamente y se concentró en relajarse. Devlin
se presionó hacia adelante, abriéndola aún más. Ella respiró profundamente,
dejando que su polla empujara dentro hasta que, finalmente, todo su glande estuvo
dentro de ella.

Craig empujó un poco, luego se salió, mandando chispas de sensaciones a

230
El Club de las Excomulgadas
través de su cuerpo. Devlin se deslizó más profundo, luego Craig pulso en ella. Se
aferró a sus hombros. Finalmente, Devlin estuvo profundamente dentro, y Craig
también.

A su lado la respiración de Aimee sonaba entrecortada y la cama se mecía


con las embestidas de James. Devlin retrocedió un poco, enviando
estremecimientos a través de Sandra. Aimee gimió en un orgasmo y Devlin se
empujó otra vez.

—Oh, Dios, sí. ¡Sí! —Aimee gimió de nuevo, y James gruñó.

Craig y Devlin comenzaron a moverse dentro de Sandra, y no podía creer lo


completamente llena que estaba. Las pollas se salieron un poco, luego empujaron
dentro profundamente. Ellos se movieron a ritmo, estirando, luego retrocediendo.
Llenándola, luego retirándose. Sus enormes glandes deslizándose a lo largo de sus
entrañas, y ella se sintió mareada ante la intensidad de las sensaciones. Un placer

Opal Carew - Abandono Total


potente la atravesó y se aferró a los hombros de Craig, cabalgando las incesantes
olas de placer. Tomó aire, luego gimió mientras el pensamiento consciente la
abandonaba. Sólo sentía el movimiento. Y el placer. Increíbles temblores de
excitación mientras los duros ejes la llenaban, entonces salían, luego la llenaban de
nuevo.

Sus ojos se cerraron y sus entrañas se contrajeron mientras los


estremecimientos atravesaban su cuerpo. Tomó aire, entonces gimoteó cuando el
éxtasis abarcó todo su cuerpo, explotando a través de todo su ser en un devastador
orgasmo. Gimió de nuevo, luego la oscuridad la rodeó.

231
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Veintidós
Devlin nunca había visto a una mujer desmayarse durante un orgasmo
antes. Y justo cuando él y Craig gemían con sus propias liberaciones.

Devlin sacó su pene de su estrecha abertura. Craig la rodó sobre su costado,


su polla aún dentro de ella.

Sandra abrió los ojos aturdida.

—Oh, hombre —Miró por encima del hombro de Craig hacia Devlin—. Eso
ha sido increíble. Gracias.

—De nada —dijo Devlin, al mismo tiempo que Craig. ¿Qué diablos? Había
sido un esfuerzo de equipo.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿Qué tal si James y yo hacemos el desayuno mientras vosotros tres
descansáis? —Sugirió Aimee. Ella sonrió mientras saltaba fuera de la cama y
tomaba la mano de James, luego lo condujo fuera de la habitación.

Devlin se subió a la cama detrás de Sandra. Ella besó a Craig, luego se dio la
vuelta y besó a Devlin. Se acurrucó en sus brazos y se durmió de nuevo. Él la
sostuvo cerca, deseando poder hacer esto cada noche de su vida.

*****

Después del desayuno, Sandra ayudó a Devlin y a Craig a limpiar los platos,
puesto que Aimee y James habían cocinado. Después de eso, ella y Aimee se
pusieron los bikinis y todos se dirigieron a la tranquila bahía con la plataforma de
nado. Devlin extendió una manta sobre la arena y se dejó caer, luego palmeó el
espacio a su lado.

Sandra se sentó junto a él y observaron a los demás correr hacia el agua y


nadar hasta la roca.

232
El Club de las Excomulgadas
— ¿Estás disfrutando del fin de semana? —preguntó Sandra, queriendo
saber qué pensaba Devlin de todo ahora que estaba aquí.

— ¿Estás bromeando? Es increíble —La atrajo hacia su regazo de frente a él,


luego la besó—. Es increíble verte con los otros chicos —Acarició su pelo negro
detrás de la oreja, enviando escalofríos a través suyo ante el ligero toque—.
Disfrutando de ti misma. —Su mirada descansó en su cara, y sonrió—. Eres tan
sexy cuando estás con ellos. Cuando te están tocando.

Él le acarició la mejilla, luego la besó de nuevo.

Ella envolvió su mano alrededor de su cabeza y movió su lengua dentro de


su boca.

Aimee se rió en el fondo, entonces un coro de salpicaduras estalló.

Devlin se echó hacia atrás y tiró de Sandra encima de su cuerpo. Su bulto se

Opal Carew - Abandono Total


presionó en ella. Él envolvió sus brazos alrededor suyo, entonces la rodó sobre su
costado y la abrazó. Ella podía oír a Aimee y los chicos en el agua, pero en lo único
que podía pensar era en Devlin y la fuerza sólida de su cuerpo apretado contra el
suyo.

—Aimee parece estar teniendo un montón de diversión. ¿Quieres unirte a


ella?

—No. Estoy feliz donde estoy —Ella acurrucó su mejilla contra su pecho
desnudo.

El sonido de salpicaduras disminuyó y se preguntó si Aimee y los chicos


estaban volviéndose hacia actividades más eróticas. Se sentía tan extraña aquí
tumbada con Devlin y sabiendo que si levantaba la vista, podría ver a Aimee
teniendo sexo con dos hombres justo frente a ellos... y eso no asustaría a Sandra en
lo más mínimo. Tampoco a Devlin.

Ella pasó su mano por su sólido pecho.

233
El Club de las Excomulgadas
—Devlin, ¿alguna vez hiciste este tipo de cosas antes?

— ¿Compartir una mujer con otro hombre? ¿U hombres? —Él le acarició el


pelo—. No, esta es la primera vez para mí.

— ¿Qué sobre dos mujeres compartiéndote? Esa es la fantasía de todo


hombre, ¿no?

Él se echó a reír.

—Supongo que eso es cierto. Pero es bastante difícil encontrar una mujer
especial con la que estar, ni hablar de dos.

Ella levantó la vista hacia él.

—Claro, pero no tienen que ser especiales, como en un compromiso a largo


plazo. Dirías que está bien tener sexo casual —Pero el placer se coló en ella porque

Opal Carew - Abandono Total


él la consideraba especial.

—Eso es verdad por un tiempo. Pero se llega a un punto donde el sexo


casual ya no satisface.

La calidez en sus ojos mientras la miraba envió olas de excitación


deslizándose a través de ella.

—Devlin, eres un gran tipo. ¿Por qué no tienes una relación seria ya?

—Yo la tenía, por lo menos, traté de tenerla, casi un año antes de conocerte.

— ¿Qué pasó? — ¿Tenía Devlin el corazón roto?

Él acarició su espalda.

—Ella y yo nos conocíamos casualmente hacía mucho tiempo. Trabajamos


juntos y eso pudo ser un problema también, incluso a pesar de que estábamos
atraídos el uno por el otro, no actuamos en consecuencia. Entonces, ella dejó la
empresa para iniciar un nuevo trabajo. Un grupo la invitamos a tomar algo para

234
El Club de las Excomulgadas
decirle adiós y… —Se encogió de hombros— la invité a salir.

Él la miró y ella asintió alentándolo.

—Debido a que nos conocíamos bastante bien, habiendo pasado mucho


tiempo juntos en el trabajo —continuó él— seguimos adelante con la relación a un
ritmo más rápido, demasiado rápido, como se vio después. Después de cuatro
meses, me encontré pidiéndole que viviera conmigo.

— ¿Y ella lo hizo?

Él suspiró.

—No. Ella me dio una mirada de ciervo ante los faros de un auto y me dijo
que tenía que pensar en ello. Después de eso, estaba demasiado “ocupada”, —dijo
la palabra haciendo comillas con los dedos—. Nos vimos un par de veces más,
entonces rompió conmigo.

Opal Carew - Abandono Total


Ella asintió con simpatía, preguntándose si a él todavía le dolería el corazón
por la mujer.

Él se encogió de hombros.

—Fue una experiencia de aprendizaje. Ahora sé que debo tomar las cosas
con calma —Le sonrió—. Si es una mujer con la que vale la pena estar, vale la pena
esperar por ella.

La risa de Aimee sonó de fondo, luego corrió hacia la manta y se dejó caer
detrás de Sandra.

—Hey, Devlin. Estás acaparando a Sandra.

Sandra sintió dedos suaves en su espalda, luego sintió la parte de arriba de


su bikini soltándose. Aimee tiró del hombro de Sandra hasta que Devlin la soltó y
ella rodó sobre su espalda. Aimee tiró de la tela hasta que se apartó de los pechos de
Sandra. Sus pezones saltaron hacia el cielo.

235
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, ese es un bonito cuadro —sonrió Devlin.

Aimee acarició el estómago de Sandra, después tiró de su parte de abajo.

—Hey, ¿por qué siempre me desnudo primero? —se quejó Sandra.

Aimee soltó la parte inferior del bikini de Sandra.

—Está bien —Se dio la vuelta, poniendo su espalda hacia Sandra.

Sandra desabrochó la empapada parte superior de Aimee. Cuando esta cayó


a la manta, Aimee se levantó. Lo mismo hizo Sandra. Ella tiró de la parte de abajo
de Aimee por sus caderas y luego al suelo. Aimee salió de ésta, ahora desnuda.

—Aquí, déjame ayudarte a acelerar esto. —Devlin agarró la parte de debajo


de Sandra y la guió hacia debajo por sus piernas.

— ¿Por qué no vais las dos y le quitáis los trajes de baño a los chicos? —

Opal Carew - Abandono Total


sugirió Devlin.

Sandra se movió hacia James y sonrió mientras tiraba hacia abajo de su traje
de baño mojado, revelando su frío y encogido pene. Ella pasó la mano sobre este.

—Sandra, creo que vamos a necesitar calentar sus fríos miembros.

Sandra envolvió sus manos alrededor de James y lo acarició. Aimee


inmediatamente tomó a Craig en su boca.

Craig sonrió ampliamente.

—Oh, nena, eso es muy caliente.

Sandra se agachó y tomó a James en su boca, y él inmediatamente comenzó


a hincharse. Pronto llenó su boca y ella le lamió el glande.

— ¿Por qué no agarráis esas pollas —dijo Devlin— y las guiais por este
camino? —Él recogió las bolsas que habían traído con ellos a la playa.

236
El Club de las Excomulgadas
Sandra se puso de pie, una mano envuelta alrededor de la dura erección de
James, y siguió a Devlin a través del bosque. Él los condujo hacia la otra cabaña,
entonces en torno al otro lado del edificio. Colgando de un gran árbol había dos
columpios de madera. Devlin dejó caer las bolsas al lado de los columpios, luego
abrió la suya y sacó unas correas negras. Le lanzó dos a Sandra.

—Fija esas alrededor de las muñecas y tobillos de Aimee.

Sandra tomó las correas de suave cuero y siguió sus instrucciones.

—Coloca a Aimee sobre uno de los columpios, después sujeta sus muñecas a
sus tobillos con estas. —Devlin le entregó a Sandra dos fuertes clips metálicos.
También le entregó una toalla—. Es posible que desees poner esto sobre el
columpio primero.

Aimee se acercó al columpio y, una vez que Sandra puso la toalla doblada
sobre la áspera madera del columpio, se inclinó. Sandra abrochó los anillos en las

Opal Carew - Abandono Total


correas de las muñecas a los anillos de los tobillos de Aimee, esencialmente
sosteniéndola doblada sobre el columpio, su parte trasera totalmente expuesta.

Craig silbó.

—Eso sí que es un espectáculo encantador.

—Sandra, sus senos se ven fríos. ¿Por qué no se los calientas? —sugirió
Devlin.

Sandra se agachó y metió su cabeza por debajo del columpio, su propia


parte trasera desnuda sobresaliendo en el aire, y sonrió a la cara de Aimee al revés,
luego acarició los pechos de Aimee. Se inclinó hacia uno y lo lamió. Después, le
chupó el otro pezón.

Ella sintió una mano masculina acariciar sobre su trasero, luego se deslizó a
lo largo de ambos lados de sus pliegues expuestos. Después sobre su raja. Sus ojos
se cerraron y chupó más duro a Aimee, provocándole un gemido.

237
El Club de las Excomulgadas
—Vuelve aquí —la instruyó Devlin.

La mano se deslizó lejos y Sandra se retiró de debajo del columpio.

—Creo que Aimee ha sido una chica muy mala este fin de semana, trayendo
todos estos hombres aquí y estando de juerga con ellos. Necesitas castigarla.

Sandra se quedó mirando fijamente hacia el expuesto trasero de Aimee. Ella


deslizó su mano sobre la carne curva, luego azotó el trasero de Aimee.

—Tendrás que hacerlo más duro que eso.

Sandra golpeó de nuevo un poco más duro.

—Una vez más. —dijo Devlin.

Ella golpeó de nuevo.

Opal Carew - Abandono Total


—Más duro. —insistió Devlin.

Ella azotó más duro esta vez. La carne suave y pálida de Aimee se volvió de
color de rosa.

—Ahora la otra. —Sólo Devlin hablaba. Los otros hombres sólo miraban
con fascinación.

Sandra golpeó la otra nalga de Aimee. Ésta se volvió rosa, también.

—Ahora... bésala mejor.

Sandra se agachó y besó la nalga caliente de Aimee. La besó y acarició con


la nariz, luego la mordisqueó con sus labios, sabiendo que estaba distrayendo a los
hombres.

—Quiero ver a James y Craig follarla. Primero, ponla lista para ellos —
instruyó Devlin.

238
El Club de las Excomulgadas
Los pezones de Sandra se estremecieron ante sus palabras y las imágenes
que suscitaron. Ella pasó sus dedos a lo largo de la ranura de Aimee. Los pliegues
ya estaban resbaladizos. Pero esto era tanto para los hombres como para Aimee.
Sandra lamió a lo largo de la rendija de Aimee, luego se apartó y arrastró sus dedos
a lo largo de la abertura. Deslizó sus dedos en el interior. En su visión periférica,
vio que Craig tenía su pene en la mano y lo bombeaba.

—Amo, ella está lista para un pene duro.

—Déjame ver —Devlin dio un paso al lado de ella y pasó sus dedos a lo
largo del coño de Aimee—. Tienes razón —Se agachó y le lamió la raja.

Aimee gimió.

Devlin se puso de pie y dio un paso a un lado.

Le hizo un gesto a James para que se adelantara. James, sosteniendo su

Opal Carew - Abandono Total


propio pene duro, caminó hacia delante, su mirada fija sobre el trasero expuesto de
Aimee.

—Sandra, toma la polla de James y deslízala en Aimee.

Sandra envolvió su mano alrededor del pene duro de James, lo acarició,


luego lo guió hacia la apertura de Aimee. Ella empujó el glande de él dentro. James
se deslizó hacia adelante y Sandra observó su polla desaparecer dentro de Aimee.

—Acaricia las bolas de James mientras empuja en Aimee.

Sandra se movió detrás de James, deslizó su mano entre sus muslos y


ahuecó sus bolas. Él se movió hacia adelante y atrás, conduciéndose en Aimee.
Craig se acercó.

—Agarra la polla de Craig y acaríciala también.

Craig se movió junto a James y se volvió hacia Sandra. Ella agarró su gran
pene y acarició mientras James seguía empujando en Aimee. Su mano todavía

239
El Club de las Excomulgadas
ahuecaba sus bolas. Sus embestidas se aceleraron y sus pelotas se pusieron firmes.
Los sonidos de placer de Aimee se incrementaron. De repente, James gimió y se
empujó profundamente en ella. Ella gimió en voz alta.

Sandra continuó acariciando la polla de Craig. Devlin se puso detrás de


Sandra y tomó sus pechos, luego la apartó de James, hacia el otro columpio. La
puso sobre éste, su estómago descansando contra la madera. Craig se movió detrás
de ella y Devlin agarró el pene de Craig y lo empujó contra la hendidura goteando
de Sandra. Craig se impulsó hacia delante, empalándola.

La sensación de la larga y dura polla conduciéndose en ella la hizo jadear.


Devlin se puso delante de ella y apretó su polla en sus labios. Ella los envolvió
alrededor de su glande. Craig se retiró, luego se dirigió de nuevo hacia delante,
empujando el columpio y conduciéndola más profundo sobre la polla de Devlin.
Ella envolvió su mano alrededor del pene de Devlin y chupó. Su boca se deslizó
arriba y abajo sobre el gran pene mientras Craig se introducía en ella una y otra vez.

Opal Carew - Abandono Total


El placer se hinchó dentro y gimió, luego jadeó cuando un orgasmo se desplomó a
través suyo. La polla de Craig se soltó.

Devlin se apartó, y caminó detrás de ella. Su polla se presionó contra su


abertura y se empujó en el interior. Su pene la llenó aún más que el de Craig. Ella
lo apretó en bienvenida a su erótica presencia. Él se echó hacia atrás y empujó en
ella de nuevo. Durante su siguiente empuje, le azotó su trasero. Ella jadeó, luego
gimió cuando otro orgasmo se disparó por su cuerpo. Él se condujo hacia delante
una y otra vez, abofeteando su trasero un par de veces, enviando su orgasmo a una
explosión cataclísmica de sensaciones. Él la agarró por las caderas y la penetró
profundamente, luego gimió cuando se vació en su interior.

—Oh, Dios. Eres tan jodidamente sexy —murmuró él.

Luego la sacó del columpio y se sentó. La levantó y empujó su pene en su


trasero. La bajó sobre él, lentamente empalando su trasero con su enorme polla.
Ella se estiró a su alrededor. Una vez que él estuvo completamente dentro, metió
los pies dentro de los de ella y abrió sus piernas. James se arrodilló delante de ella y

240
El Club de las Excomulgadas
presionó su polla hacia su vagina, luego se movió hacia delante. Su pecho sólido
presionó contra los suyos, intercalándola entre los dos hombres.

James se retiró y se dirigió de nuevo hacia delante. Comenzó a follarla, cada


impulso hacia adelante empujándola duro contra Devlin, lo cual empujaba su gran
polla más profundamente en su trasero.

En unos momentos, ella gemía en un éxtasis intenso, entonces gritó con


toda la fuerza de sus pulmones. El placer desgarró a través suyo en un orgasmo
explosivo. Cuando James finalmente dejó de conducirse en ella, se desplomó contra
Devlin, preguntándose cómo podría sobrevivir a tal potente placer mucho más
tiempo.

Y se preguntó si una vez que regresara a la ciudad después de este fin de


semana tendría una oportunidad así de nuevo.

*****

Opal Carew - Abandono Total


Sandra se dejó caer en su propia cama esa noche. Después de un día de sexo
caliente, todos habían decidido que necesitaban estirarse y dormir un poco. Era
extraño estar sola después de ser tocada, besada y follada tanto hoy.

Estar sola así es a lo que regresaría después del fin de semana. Aunque
todavía quedaban unos pocos fines de semana de verano, una vez que Aimee
cerrara la cabaña por la temporada, Sandra extrañaría el ambiente despreocupado
que había encontrado aquí. El haberse permitido ser salvaje y libre. Disfrutar del
sexo con varios hombres. Tener libertad erótica total.

¿Vería a James y a Craig de nuevo? Sería raro verlos fuera de este entorno.
Invitarlos a su apartamento. O ir a sus casas.

Pero aún tendría a Devlin.

Suspiró.

Además del placer de ser follada por tres hombres, lo más importante que

241
El Club de las Excomulgadas
había aprendido este fin de semana era lo especial que era Devlin para ella. Su
amor y su alentadora naturaleza la habían ayudado a aceptar este lado salvaje de sí
misma desde el principio. Él era un gran amigo. Un amante sensacional.

¿Podría ser algo más para ella?

¿Quería que lo fuera?

Sus pensamientos la mantuvieron despierta durante bastante tiempo


mientras miraba por la ventana hacia el cielo nocturno, lleno de titilantes estrellas,
pero finalmente se quedó dormida.

Un rato más tarde, fue consciente de que alguien estaba detrás suyo. Un
cálido y sólido cuerpo estaba en cuchara con ella.

Estaba segura de que era su Desconocido de Fantasía.

Opal Carew - Abandono Total

242
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Veintitrés
El calor atravesó a Sandra, reuniéndose en su ingle. Sintió una polla
revolverse entre sus muslos.

Dios, se sentía bien.

—Quiero que me folles —dijo ella.

Él le acarició el cuello con la nariz mientras su pene se deslizaba hacia atrás,


luego empujaba contra su vagina. Poco a poco, se deslizó en el interior.

Él se empujó hacia adelante, empalándola. Ella jadeó ante la intensidad de


la sensación. Tensando los músculos internos, lo apretó, luego giró sus caderas
adelante y atrás, conduciendo su polla profundamente en ella cada vez.

Opal Carew - Abandono Total


Él agarró sus caderas y empujó aún más profundo. Más duro. Ella sintió su
polla hincharse y la apretó de nuevo. Sus manos se deslizaron hacia sus pechos y él
se los tomó con fuerza. Sus pezones dolían. Olas de intenso placer la invadieron,
elevándose hacia un tumultuoso torrente de felicidad. Podía sentirlo. Tan cerca.

Ella jadeó cuando un orgasmo la sacudió, luego la catapultó hasta el borde


del paraíso. Su mano soltó su pecho y se deslizó hacia abajo por su vientre hacia su
clítoris, luego lo acarició. Su placer se intensificó y gimió mientras el éxtasis
explotaba a través de ella.

Finalmente, se desplomó sobre el pecho sólido detrás de ella, jadeando en


busca de aire. La rápida respiración de él pasó más allá de su cuello, levantando
mechones de su cabello, haciéndole cosquillas ligeramente.

Una parte de ella se sentía culpable de estar aquí con su Desconocido de


Fantasía, pero no con Devlin.

Devlin sabía de su Desconocido de Fantasía, por supuesto, pero se sentía tan


íntimo estar tendida en sus brazos. Tan cerca. Tan maravilloso.

243
El Club de las Excomulgadas
Ella sintió que su corazón se hinchaba. Su Desconocido de Fantasía siempre
la tocaba con tanta ternura. Siempre se sentía amada en sus brazos. Sabía que era
James o Craig, aunque yacer aquí con él no se parecía en nada a cuando ellos la
sostenían en sus brazos.

Eso demostraba totalmente el poder de la mente humana. Y de las fantasías.


El Desconocido de Fantasía encarnaba su idea del amor.

Y podía deleitarse en ésta sin sentir que podría irse por el camino
equivocado, como lo había hecho con Eric. Porque el Desconocido de Fantasía no
era real.

Ella respiró hondo y apoyó su mano encima de la de él mientras ahuecaba


su pecho.

—Me encanta la forma en que me tocas. La forma en que me haces sentir.

Opal Carew - Abandono Total


Él se inclinó hacia adelante y le acarició el cuello con la nariz tiernamente.

— ¿Me amas? —murmuró él suavemente, su voz ronca.

—Sí. —La palabra se deslizó de sus labios antes de que pudiera detenerla.
No había querido admitir eso.

Él nunca le había hablado antes como el Desconocido de Fantasía. Él había


hablado en voz tan baja, que ella no pudo decir de quién era la voz.

Su polla se deslizó fuera de ella y la tumbó sobre su espalda. Al ver la


sombreada figura por encima de ella en la oscuridad, se dio cuenta de que no tenía
los ojos vendados. Él se arrastró sobre ella y empujó su polla contra ella.

—Te amo, también.

Era la voz de Devlin. Ella jadeó cuando él se deslizó dentro de ella.

Quería irse lejos y escapar, pero su gran pene la penetró de nuevo,

244
El Club de las Excomulgadas
renovando el placer que aún se arremolinaba a través de ella de su orgasmo
anterior. Su polla la llenó profundamente de nuevo. Ella apretó, luego se aferró a
sus hombros mientras gemía ante el intenso placer... creciendo... llenando todo su
ser. Entonces, sensaciones placenteras fueron en cascada a través suyo y voló en
éxtasis, temblando en sus brazos.

Su pene estalló dentro de ella.

Finalmente contuvo la respiración. Era demasiado consciente de su pecho


sólido contra su mejilla, de sus brazos alrededor de su cuerpo... de su polla todavía
incrustada en su interior.

Oh, Dios, era Devlin.

Devlin era su Desconocido de Fantasía.

*****

Opal Carew - Abandono Total


Sandra se retorció fuera de sus brazos y se levantó.

—Sandra, ¿a dónde vas?

Ella tomó su bata de la silla mientras salía corriendo de la habitación,


desesperada por escapar de él. Tenía que pensar. Oyó sus pasos detrás suyo
mientras abría la puerta de la terraza y corría hacia la oscuridad del exterior. Se
apresuró a bajar las escaleras de la terraza, con la esperanza de que él no la siguiera.

—Sandra. Espera. ¿Qué sucede?

Ella oyó sus pasos en la terraza.

Deteniéndose en la playa en frente de la cabaña, ella miró fijamente a través


del agua reluciente. No huiría en la oscuridad del bosque.

Con las manos en sus caderas, se volvió hacia él.

— ¿Eres el Desconocido de Fantasía?

245
El Club de las Excomulgadas
—Así es.

—Me mentiste —acusó.

—Yo no mentí.

Ella lo miró.

—No dijiste la verdad.

—Si hubieras sabido quién era el Desconocido de Fantasía, se habría


arruinado —dio un paso hacia ella—. Sandra, no creo que sea por eso que estás
enojada. De hecho, no pienso que estés enojada en absoluto.

Ella lo miró fijamente, la sangre golpeaba a través de sus sienes, su


respiración difícil y errática. ¿Por qué estaba enojada? ¿Porque él había interpretado un
papel? ¿Por qué no se lo había dicho? ¿O porque lo había hecho tan bien?

Opal Carew - Abandono Total


—Creo que estás utilizando la ira para distraerte —dijo él.

Ella se tragó su pregunta “¿De qué?” porque ella no quería oír su respuesta.

Él dio un paso hacia adelante. Ella dio un paso atrás.

—Dijiste que me amabas —dijo él.

—Estaba en el momento. Sólo salió. No lo dije en serio.

—Ahora creo que estás mintiendo.

—No importa —Ella apretó los dientes—. La persona a la que se lo dije no


es real.

—Él es real. Yo soy real.

Su pecho se apretó dolorosamente. Ella sacudió la cabeza, queriendo


escapar desesperadamente.

246
El Club de las Excomulgadas
—Sandra, ¿por qué supiste que era el Desconocido de Fantasía? No te vendé
los ojos. No te traje una rosa amarilla.

—Yo... bueno, fue... es decir, la forma en que me tocaste...

Él sostuvo sus manos abiertas a los costados.

—Pero estaba simplemente siendo yo mismo.

Ella dio otro paso hacia atrás.

—Devlin, no te amo.

Él dio un paso hacia adelante y agarró sus hombros.

— ¿Estás segura?

Ella lo miró fijamente, deseando alejarse mientras su rostro se acercaba.

Opal Carew - Abandono Total


Pero no movió ni un músculo para escapar cuando sus labios encontraron los suyos
y la besaba. Dulcemente. Con ternura.

El mundo se balanceó a su alrededor.

—Yo no puedo amarte, Devlin.

— ¿Por qué no?

Lágrimas brotaron de sus ojos.

—Porque... —Ella ahogó el nudo en su garganta—. La única vez que creí


estar enamorada, me equivoqué.

Él sonrió, sus ojos brillaron a la luz de la luna.

— ¿Pero qué si, esta vez, tienes razón?

Ella contuvo la respiración y se quedó mirando sus ojos, perdida en las


profundidades azules brillantes, su cabeza sacudiéndose.

247
El Club de las Excomulgadas
Él le tomó la cara entre las manos.

—Sandra, ¿a qué le tienes miedo?

— ¿Qué pasaría si...? —Ella tomó aire y volvió a empezar—. ¿Qué pasa si
tengo razón y...?

— ¿Y qué? —Él la urgió.

Se quedó mirando las ardientes profundidades de sus ojos y el calor se


apoderó de ella, haciéndola sentirse deseada. Necesitada. Amada.

Y le dio miedo porque recordó cuando Eric la había mirado de esa manera y
cuánto le había dolido cuando que ese calor se había desvanecido.

Ella se estremeció.

— ¿Y... si te pierdo?

Opal Carew - Abandono Total


La abrazó con fuerza contra él, acariciándole el pelo suavemente.

—Oh, Dios, Sandra. Nunca me vas a perder.

—No puedes saber eso. Tus sentimientos podrían cambiar.

—No lo harán. Te lo prometo —La echó hacia atrás y la miró a los ojos de
nuevo, sus ojos azul intenso—. Pero incluso si no crees eso, aún deberías
aprovechar la oportunidad.

— ¿Por qué?

—Porque tenerle miedo al amor no es forma de vivir.

Su corazón palpitó con fuerza. Había estado tan orgullosa de sí misma


cuando había reconocido que lo que sentía por el Desconocido de Fantasía no era
amor verdadero. Porque el Desconocido de Fantasía no era real. Pero ahora que
sabía que el Desconocido de Fantasía era Devlin, se daba cuenta que esos

248
El Club de las Excomulgadas
sentimientos eran reales. Y eran un reflejo de lo que Devlin sentía por ella.

Había conocido a Devlin en un momento en que se había prometido a sí


misma que no se involucraría sentimentalmente con un hombre, por lo que se
habían hecho amigos, pero siempre se había sentido atraída por él. Y desde que se
había involucrado sexualmente con él, había sentido la diferencia cuando estaba
con él y cuando estaba con los otros hombres, incluso con James, por quien había
tenido una fuerte atracción en el pasado. No era lo mismo. Lo que sentía por
Devlin era más profundo. Más fuerte.

¿Podría estar enamorada de Devlin de verdad?

—Además, —dijo Devlin— todas estas experiencias deben haberte


convencido de que no tienes ningún problema para atraer a los hombres. Como
amigos. Como amantes. Incluso si no estás en una relación comprometida, no
tienes que estar sola.

Opal Carew - Abandono Total


Devlin le sonrió y su corazón se hinchó. El dulce y alentador Devlin.
Parecía conocerla mejor que ella misma.

Ardía por inclinarse hacia delante y besarlo de nuevo. Sentir sus brazos
sosteniéndola con fuerza.

— ¿De verdad me amas? —preguntó ella.

Sus ojos azules brillaron intensamente.

— ¿Estás bromeando? Estoy loco por ti. —Un dolor profundo vibró a través
suyo, y su corazón latió de alegría porque ahora sabía que lo que sentía por Devlin
era verdadero amor.

Devlin le acarició la mejilla.

—Lo veo en tus ojos, pero tengo que escucharlo. Dímelo.

Ella parpadeó para contener las lágrimas de alegría, y su boca se amplió en

249
El Club de las Excomulgadas
una sonrisa irresistible. Ella le acarició la áspera mejilla.

—Te amo, Devlin.

Él se rió y la levantó, luego la giró alrededor. Sus bocas se encontraron y él


la besó hasta dejarla sin aliento.

Cuando por fin la soltó, ella le sonrió.

—Qué suerte la mía. Finalmente caigo perdidamente enamorada de un


hombre justo cuando descubro que todo lo que tengo que hacer es una lista de
fantasías y todas se harán realidad. La vida recién se estaba poniendo interesante.

Él se rió entre dientes.

—No crees que voy a detenerte de disfrutar de tus fantasías, ¿verdad?

Sus cejas se arquearon.

Opal Carew - Abandono Total


— ¿En serio? ¿Incluso con James y Craig?

—Siempre y cuando pueda interpretar un papel protagonista.

Ella se rió y lo abrazó firmemente.

—Siempre.

Él le acarició el pelo hacia atrás y la besó. Ante la caricia de sus labios, su


corazón se llenó de amor.

Mientras esa sensación se extendía por ella, se dio cuenta de que esto era
totalmente diferente a lo que había sentido por Eric. Este amor se asentaba
profundamente en su corazón y surcaba cada parte de ella, llenando los más
profundos, más oscuros y más solitarios lugares en ella.

Ella suspiró mientras miraba en los brillantes ojos de Devlin.

250
El Club de las Excomulgadas
El amor de Devlin la completaba. Y en el fondo de su alma sabía que estaba
total y completamente enamorada de él.

Opal Carew - Abandono Total

251
El Club de las Excomulgadas

Capítulo Veinticuatro
Devlin se despertó con suaves labios acariciando su cuello, debajo de la
barbilla. Apretó sus brazos alrededor de Sandra y la atrajo más cerca. Ella se
acurrucó contra su pecho, luego se empujó sobre su hombro hasta que rodó sobre
su espalda. Entonces, ella se subió encima de él, sentada sobre su estómago.

—Buenos días —Sonrió hacia él.

—Buenos días —Sonrió y su mirada se desvió hacia sus pechos desnudos.


Pasó sus manos hacia abajo por los costados de ella, a continuación, sobre sus
caderas, amando la sensación de sus curvas.

No podía dejar de sonreír. Anoche Sandra había admitido que lo amaba.

Como si hubiera leído sus pensamientos, dijo:

Opal Carew - Abandono Total


—Entonces me amas, ¿verdad?

Su sonrisa se ensanchó.

—Sí, lo hago.

— ¿Y honras mi deseo de seguir haciendo realidad mis fantasías?

Él levantó una ceja ante su rara redacción, pero dijo:

—Por supuesto.

Ella sonrió con picardía.

—Grandioso. ¿También estás de acuerdo en obedecerme?

Él rió por lo bajo.

—Lo hago.

252
El Club de las Excomulgadas
Ella saltó fuera de él y se sentó en el costado de la cama, luego abrió el cajón
de la mesilla de noche. Revolvió en el interior, entonces sacó algunas bandas de
cuero negro y las dejó caer sobre el costado de la cama. Envolvió una alrededor de
una de sus muñecas y la sujetó, sus delicados dedos rozando suavemente la piel
sensible en el interior de su muñeca mientras sujetaba las hebillas. Él levantó su
otra muñeca para ella y ella sujetó una allí, también. Luego levantó un collar de
cuero.

Él se sentó erguido para que ella pudiera sujetarlo a su cuello. Ella se puso
de pie y arrastró la sábana, la cual había caído en un montón alrededor de su
estómago por sus caderas, entonces le pasó la mano sobre su pecho y por sus
abdominales. La sensación de su suave toque sobre su cuerpo envió calor
zumbando a través suyo, sobre todo mientras acariciaba más abajo.

Ella sonrió.

Opal Carew - Abandono Total


—Te ves sexy —Caminó hasta el tocador y volvió con un cepillo, entonces
le cepilló el pelo largo hasta los hombros minuciosamente.

—Bien. Ahora de pie —dijo.

Él empujo hacia atrás las mantas y se levantó. Ella arrastró su mirada sobre
su cuerpo, permaneciendo en su ingle, observando su polla comenzando a
hincharse, a continuación, abrió el cajón de la mesilla de noche otra vez y sacó una
correa de cuero. Una vez que la sujetó al anillo en su collar, tiró de esta.

—Sígueme —Caminó hacia la puerta—. Oh, espera —Le entregó el asa de


la correa y corrió hacia la cómoda.

Abrió un cajón, entonces sacó una camiseta blanca y se la puso. Ésta


vagamente cubrió su cuerpo, colgando a mitad de camino a sus rodillas. Se acercó a
la mesita de noche de nuevo y regresó con un broche mosquetón y sujetó sus
muñecas juntas por delante de él, luego tomó la correa de nuevo y tiró.

253
El Club de las Excomulgadas
Lo condujo por el pasillo y dentro de la sala de estar. Aimee estaba tendida
sobre el sofá, leyendo un libro, una taza de café sobre la mesa a su lado, sus pies en
el regazo de James. James gentilmente sostenía el pie descalzo de Aimee entre sus
grandes manos, acariciándolo. Ella llevaba un bikini rosa y James usaba sus bóxers.
Craig estaba sentado en el sillón bebiendo café, mirando fuera hacia el agua. Él,
también, llevaba sólo sus calzoncillos. Sandra sonrió al ver el sexy tatuaje del tigre
en su brazo.

Aimee echó un vistazo hacia Devlin, su mirada deslizándose por la longitud


de él. Su polla se movió ante su lectura.

— ¿Lo llevas a dar un paseo? —preguntó.

—No, pero lo voy sacar a jugar. Seré el Ama Sandra. ¿Quieres unirte a
nosotros?

Aimee sonrió.

Opal Carew - Abandono Total


—Absolutamente.

Sandra se estiró hacia la taza de café de Aimee, y ésta se la entregó.

— ¿Te importa? —preguntó Sandra.

—Ningún problema.

Sandra tomó un sorbo, luego llevó la taza a la boca de Devlin. Él tomó un


sorbo del líquido caliente. Tenía azúcar y crema y, por lo general tomaba su café
negro, pero dio la bienvenida a la dosis de cafeína.

Sandra dejó la taza y tiró de la correa, entonces lo llevó a la cocina. Recogió


un lápiz de una taza sobre la encimera y se dirigió hacia la nevera. Allí, sostenida
por un imán con forma de piña, estaba la servilleta de papel con la lista que Sandra
y Aimee habían hecho. Seis puntos estaban tachados.

1. Ser mantenida cautiva.

254
El Club de las Excomulgadas
2. Experimentar con bondage.

3. Hacer el amor con un sexy desconocido con los ojos vendados.

4. Tener relaciones sexuales con dos hombres al mismo tiempo (quizás más).

5. Ser una esclava.

6. Tener un esclavo.

7. Ser una voyeur.

8. Intentar exhibicionismo.

Sandra tachó el número cinco. Claramente, estaba a punto de cumplir con el

Opal Carew - Abandono Total


número seis.

Ella sonrió a Devlin y tiró de la correa de nuevo, entonces lo llevó hacia la


puerta y la abrió. Salieron al cálido sol brillante. Los pájaros piaban en los árboles y
una suave brisa levantó zarcillos de su cabello y los arremolinó a través de su cara.

Él la siguió alrededor de la casa hasta la ducha al aire libre, los otros dos
hombres y Aimee a la zaga. Sandra abrió el agua y la probó con su mano, luego
desabrocho las correas de cuero de sus muñecas y cuello, y las arrojó a un lado,
sobre la hierba.

—Está bien, entra en el agua.

—Sí, Ama Sandra —dio un paso bajo el agua tibia y ésta se derramó a través
de su cuerpo.

Sandra tomó una pastilla de jabón y comenzó a frotarla sobre su cuerpo. A


medida que el agua fluía sobre ella, su camiseta blanca se aferró a su cuerpo,
volviéndose transparente. Sus pechos aparecieron claramente a través de la tela, los

255
El Club de las Excomulgadas
pezones empujando hacia afuera.

La sensación de sus manos sobre él, la visión del agua caliente fluyendo por
su cuerpo casi desnudo, y el pensamiento de ella ordenándole hacer cosas eróticas a
su sexy cuerpo envió sus hormonas flotando a través de él.

—Aimee, ven a echarme una mano.

Aimee dio un paso bajo el agua también, y comenzó a acariciar su


enjabonado cuerpo. Ambas manos se envolvieron alrededor de su polla creciente y
acariciaron. Aimee se agachó y tomó su glande en su boca y él tomó aire. Sandra le
besó el pecho, luego succionó uno de sus pezones en su boca. Calor llameó a través
de él y su boca se secó.

Sandra acarició por encima de su culo y arremolinó su enjabonada mano


sobre él. Él quería pasar sus manos sobre sus pechos, sentir los apretados pezones
bajo las yemas de sus dedos, pero dejó sus manos colgando obedientemente a sus

Opal Carew - Abandono Total


costados.

Aimee tomó su polla profundamente en su boca mientras acariciaba su culo,


también. Sandra besó por su estómago y lamió su polla cuando Aimee arrastró su
boca libre. Sus manos se hicieron puños mientras las dos mujeres lamían su polla
con sus cálidas lenguas, arriba y abajo.

James y Craig observaban desde más allá de la ducha de agua, sus manos
dentro de sus bóxers.

Sandra se puso de pie y Aimee siguió su ejemplo.

Sandra miró arriba y abajo por su cuerpo.

—Está bien, te ves agradable y limpio —Se volvió hacia los otros hombres—
. Craig y James, traed el sillón desde la terraza. Aimee, ve a traer algunas toallas
y... —Sandra susurró en el oído de Aimee, y ésta asintió.

La mano de Sandra se enroscó alrededor de su erección y ella acarició

256
El Club de las Excomulgadas
mientras esperaban a que los otros regresaran. Su toque era el cielo.

Un momento después, los hombres estuvieron a la vista de nuevo cargando


un sillón de madera de teca desde la terraza, completo con los almohadones. Lo
colocaron sobre el pasto de frente a la ducha. Aimee dejó caer una canasta de
toallas junto a este, luego llevó una hacia la ducha. Sandra condujo a Devlin fuera
del agua.

—Continúa y sécalo —le dijo Sandra a Aimee.

Aimee secó su cuerpo con golpecitos, prestando especial atención al área de


su ingle, lo que causó que su erección se engrosara aún más. Sandra sujetó el collar
alrededor de su cuello de nuevo, y las bandas a las muñecas, pero no sujetó sus
muñecas juntas de nuevo. Ella tiró de la correa y lo llevó al sillón.

—Siéntate.

Opal Carew - Abandono Total


Una vez que Devlin se sentó, ella enrolló la correa alrededor de la parte de
atrás del sillón. Metió la mano en la cesta de las toallas y sacó una botella de
plástico. Le entregó la botella a Aimee, quien sonrió y escurrió líquido transparente
en sus manos, luego se arrodilló frente a Devlin y empezó a acariciar su polla muy
minuciosamente, cubriéndola totalmente. Pensó que se volvería loco con la erótica
estimulación de sus cálidas manos resbaladizas.

—Ahora no toques nada —dijo Sandra.

Moría por tocarla. O, mejor aún, por tener a Sandra tocándolo, pero ella
volvió de regreso a la ducha y se paró bajo el agua. Aimee se despojó de su bikini y
se unió a Sandra. Aimee arrastró hacia arriba la húmeda camiseta de Sandra y tiró
de ésta sobre su cabeza. La polla de Devlin se movió ante la vista de sus pechos
desnudos y mojados.

Aimee frotó la barra de jabón entre sus manos y se la entregó a Sandra,


luego comenzó a acariciar los pechos de Sandra. Sandra enjabonó sus manos y dejó
la barra de jabón, entonces acarició sobre los pechos de Aimee.

257
El Club de las Excomulgadas
—Hey, chicos —Sandra les gritó a James y Craig— venid y uníos a
nosotras.

Los dos hombres se despojaron de sus bóxers y volaron debajo del agua.
Pronto, los cuatro estaban enjabonándose unos a otros, acariciando sus mojados
cuerpos. Manos masculinas acariciaban sobre los pechos de las mujeres. Manos
femeninas acariciaban grandes pollas duras. A excepción de la de Devlin. Él estaba
erecto y listo, pero totalmente solo, deseando ser tocado.

Finalmente, Sandra salió del agua, su cuerpo mojado brillando bajo el sol.

—Vosotros tres seguid jugando. Devlin y yo observaremos —Caminó hacia


Devlin, luego agarró una toalla de la canasta y se secó, suavemente arrastrando la
suave y esponjosa toalla sobre su piel desnuda, volviendo loco a Devlin con el
deseo de tocarla. Su polla dolía, queriendo deslizarse en su interior.

Una vez que estuvo seca, se puso de pie delante de él y, apoyando las manos

Opal Carew - Abandono Total


en los apoyabrazos de madera del sillón, se inclinó hacia él, sus pechos justo en
frente de su cara. Por mucho que quería inclinarse hacia adelante y succionar una
dura aureola aguijarrada en su boca, y a continuación, correr su lengua por todas
partes, no hizo nada más que mirar hacia los fruncidos pezones rosados.

— ¿No quieres hacer algo?

—Sí, Ama Sandra.

— ¿Qué quieres hacer?

—Quiero besar tus pechos.

Ella sonrió.

— ¿Algo más?

—Quiero chupar tus pezones.

258
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, hazlo.

Excitación se deslizó a través de él mientras inclinaba su cabeza hacia


delante y besaba su pecho izquierdo, luego pasó la lengua sobre el pezón. Abrió sus
labios e introdujo la dura protuberancia en su boca, luego chupó.

—Oh, sí. Me gusta eso. Ahora el otro.

Él soltó su dura yema y movió su cabeza, entonces tomó su otro pezón en su


boca y chupó. Quería acariciarle los pechos y tirar su cuerpo apretado al suyo, pero
no tenía el permiso de su Ama.

Ella se apartó.

—Eso es muy bonito. Ahora creo que me sentaré y miraré el espectáculo.

Se apartó de él, entonces su mano se enroscó alrededor de su pene y se

Opal Carew - Abandono Total


deslizó hacia abajo, presionando su glande a su apertura trasera. Él gimió cuando
ella se bajó a si misma más. Poco a poco, su glande presionado en su calor.
Continuó sentándose, empujando su eje en ella, hasta que finalmente lo tenía
totalmente sumergido, su polla apretada por su pasaje deliciosamente estrecho.

Ella se recostó contra él, apoyando la cabeza sobre su hombro. Bajo la


ducha, Craig y James acariciaban el húmedo cuerpo desnudo de Aimee.

*****

Sandra apenas podía mantener sus párpados abiertos, deseando sumergirse


en el maravilloso placer de la polla de Devlin en su interior. Estirándola. Haciendo
que sus entrañas dolieran por más. Pero observó a Aimee y a los dos hombres bajo
el chorro de agua en frente de ellos.

Aimee envolvió sus manos alrededor de cada una de sus pollas, luego se
agachó en la ducha y se llevó una a su boca, se balanceó arriba y abajo un par de
veces, luego la liberó y tomó la otra en su boca e hizo lo mismo. Sandra observó,
sus entrañas doliendo, mientras Aimee alternó entre las pollas. Aimee giró a los

259
El Club de las Excomulgadas
hombres para que Sandra y Devlin pudieran ver desde el costado y tomó el gran
glande de Craig en su boca. Entonces, tomó la polla de James y la empujó contra su
boca, también, y la guió dentro. Su boca estaba estirada ampliamente, pero tenía
ambos glandes en su interior.

Ella los soltó y, a continuación, se puso de pie. Craig presionó su glande en


la vagina de ella y empujó dentro. Mientras Sandra observaba esa larga polla
empalar a Aimee, el calor se disparó a través de ella. Por mucho que le gustaba la
gran polla de Devlin en su interior, quería otra polla dentro en ella, también. Craig
atrapó a Aimee por debajo de las rodillas y la levantó. El agua regó sobre el tatuaje
del tigre en su abultado brazo. James se puso detrás de ella y presionó su glande
entre sus nalgas, luego se alivió en su interior. Aimee gimió.

—Acaricia mis pechos —murmuró Sandra.

Devlin obedeció de inmediato, sus grandes manos cubriendo sus pechos y

Opal Carew - Abandono Total


apretando suavemente, luego acariciando. Oh, se sentía tan bien.

Los dos hombres empezaron a moverse dentro de Aimee. Dentro y fuera.


Aimee gimiendo y aferrando a Craig.

—Oh, Dios, sí. Vuestras pollas son tan grandes —jadeó Aimee.

—Devlin, toca mi cuerpo. Más abajo —Sandra arqueó su cadera, entonces


gimió cuando la polla de él se movió dentro suyo.

Una de sus manos se deslizó hacia abajo y le acarició su hendidura. Él


encontró su clítoris y se burló. Muy a la ligera. Apenas un toque en absoluto. Ella
observó a los hombres empujar en Aimee. Oh, Dios, era tan sexy ver a sus amigos
disfrutando de sus cuerpos entre sí mientras montaban un espectáculo para ella y
Devlin.

Aimee gimió y, a continuación, sollozó en orgasmo. James gimió y, unos


segundos más tarde, Craig gruñó. Los párpados de Sandra cayeron cerrados y se
arqueó contra la mano de Devlin, lo que causó que su polla acariciara dentro suyo

260
El Club de las Excomulgadas
y ella gimió.

— ¿Quiere un poco de ayuda por allí, Ama Sandra? —preguntó Aimee.

Sandra respiró profundamente.

—Sí, eso sería genial.

Aimee enjabonó las marchitas pollas de los hombres, luego las enjuagó
minuciosamente. Cuando los hombres salieron de la ducha, sus pollas estaban
semierectas. Aimee se secó a sí misma y caminó hacia Sandra, luego se arrodilló
delante de ella y le acarició el estómago. Se inclinó hacia delante y sacó los dedos
de Devlin del clítoris de Sandra, entonces lamió el pequeño botón. Devlin acarició
ambos pechos de Sandra. Las sensaciones zumbando a través de su cuerpo
aceleraron su ritmo cardíaco.

Aimee se puso de pie y presionó su pecho en la boca de Sandra. Sandra

Opal Carew - Abandono Total


capturó el duro pezón. Aimee presionó su otro pecho en la boca de Devlin y él
chupó profundamente. Craig y James se pusieron uno a cada lado del sillón y
alejaron las manos de Devlin de los pechos de Sandra, luego comenzaron a chupar
sus pezones. Sandra jadeó ante las intensas sensaciones.

—Estoy justo al lado —Aimee retrocedió, acariciando sus propios pechos,


entonces agarró una toalla y se sentó en la hierba, observándolos.

— ¿Quiere que nosotros la follemos, Ama Sandra? —preguntó Craig.

—Oh, síp —respondió Sandra, casi en un gemido.

James presionó su polla en la raja de Sandra, luego se deslizó en el interior.


Oleadas de placer la invadieron. El empujó tres veces, luego se deslizó libre. Craig
apretó su polla más grande en su raja y se deslizó dentro, extendiéndola
ampliamente. Él golpeó un par de veces. Ella gimió cuando él se salió, pero James
tomó su lugar otra vez.

La respiración de Sandra se aceleró mientras los dos hombres la compartían.

261
El Club de las Excomulgadas
Ida y vuelta, conduciéndose en su interior, aumentando la sensación de la enorme
polla de Devlin dentro de su culo. Pequeñas ráfagas de placer estallaron a través de
ella. Cuando Craig la penetró otra vez, ella agarró sus hombros.

—Fóllame hasta que me corra —exigió.

Craig sonrió y empujo profundamente de nuevo. Devlin le acarició el cuello


con su nariz cuando un salvaje placer quemó todas las terminaciones nerviosas.
Craig empujó una y otra vez. La polla de Devlin se movió dentro de ella,
acariciando su pasaje trasero.

Calor abrasador se catapultó a través suyo y ella jadeó cuando un


intoxicante placer estalló por su cuerpo. Las grandes pollas continuaron golpeando
su interior y gimió cuando el éxtasis floreció en su interior. Ambos hombres
rugieron mientras se unían a ella en el orgasmo. Ella montó la intensa ola de
felicidad.

Opal Carew - Abandono Total


Poco a poco, sus sentidos regresaron al mundo real, y a la increíble
sensación de estar emparedada entre estos dos hombres corpulentos. Craig la besó
en los labios, luego se retiró.

En la toalla, James se deslizaba en Aimee, empujando rápido y duro. Él


gimió de nuevo un orgasmo, se tensó, y gimió su liberación.

Sandra se tomó un momento para recobrar el aliento. No podía creer que


hubiera encontrado a tres amigos tan cariñosos para ayudarla a hacer realidad sus
fantasías sexuales y un hombre como Devlin que la amaba y estaba dispuesto a
participar en estas aventuras eróticas.

La vida era buena.

Craig le ofreció su mano y la ayudó a levantarse. La polla de Devlin cayó


libre y ella la extraño de inmediato.

—Todos habéis sido muy buenos esclavos —Sandra se dio la vuelta y le

262
El Club de las Excomulgadas
sonrió a Devlin—. Sobre todo tú. Como recompensa, te dejo en libertad.

Devlin sonrió, luego se puso de pie. Se desprendió las bandas de alrededor


de su cuello y muñecas y las arrojó a un lado, entonces agarró a Sandra y la tomó
entre sus brazos. Ella se derritió contra él mientras su boca devastaba la suya, su
lengua sumergiéndose en su boca y saqueándola. De pronto él se inclinó hacia
delante y la cargó sobre su hombro.

Él le acarició el culo, enviando hormigueos por todo su cuerpo, mientras la


llevaba hacia la ducha. El agua caliente chorreó por encima de ella cuando él la
dejó en el suelo. Observó hambrientamente mientras él se enjabona la polla,
acariciándola hasta que estuvo dura como una piedra de nuevo. Luego la arrastró
contra su duro cuerpo y la besó apasionadamente. Con sus manos sobre los
hombros de ella, la guió hacia atrás hasta que sintió la pared de pizarra contra su
espalda.

Opal Carew - Abandono Total


Jadeó cuando su gran polla se condujo en ella.

Su polla llenándola como ninguna otra. Él empujó en ella una y otra vez. Se
aferró a sus hombros y gimió cuando un orgasmo empezó y siguió adelante
mientras la llenaba una y otra vez con su polla gigante.

Finalmente, cuando estuvo a punto de desmayarse de placer, él se movió en


espiral dentro suyo y entró en erupción. Ella se aferró a él, gimiendo ante la
sensación de tenerlo llenándola con su calor.

Él le acarició el cuello con la nariz, luego la besó.

Ella lo miró fijo con los ojos muy abiertos.

—Wow.

Él sonrió.

—Sólo para recordarte quién es tu hombre principal.

263
El Club de las Excomulgadas
—Oh, no te preocupes. No hay dudas en mi mente —Le acarició la mejilla y
sonrió—. Y te amaré, honrare y obedeceré a ti. Porque te amo, Devlin.

—Y yo te amo a ti.

Sandra podía ver la alegría en sus ojos cuando la apretó fuertemente entre
sus brazos. Ella sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que él le pidiera que se
casara con él. Especialmente con sus indirectas no-tan-sutiles.

Ella también sabía que iba a decir que sí.

Fin

Opal Carew - Abandono Total

264
El Club de las Excomulgadas

Próximamente

Opal Carew

Opal Carew - Abandono Total

Arma Secreta

265
El Club de las Excomulgadas

Opal Carew - Abandono Total

266
El Club de las Excomulgadas

Si deseas saber más de Nuestros Proyectos o


Ayudarnos a Realizarlos

¡¡¡Visítanos!!!

Opal Carew - Abandono Total

http://informativoexcomulgado.blogspot.com/

267

También podría gustarte