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II

Descripción y elaboración
2.1. Definición
2.2. La hoja
2.3. El cabo
2.4. Proceso de elaboración del cabo
2.5. La vaina
2.6. La venta del cuchillo canario
2.1. Definición compartimos, sin embargo, participamos de la defi-
nición de A.E. Hartinken su “Enciclopedia de cuchillos
En este capítulo abordaremos el estudio de la descrip- y navajas” donde se encontrará la diferenciación clara
de uno u otro concepto (Hartink, 2003).
ción formal del cuchillo canario del siglo XIX y principios
del XX basándonos en los ejemplares localizados y La definición de puñal es la de un cuchillo de hoja
catalogados. Partiendo del primer concepto básico corta, con dos filos y la punta en línea con el eje de
según el Diccionario de Lengua Española, le atribuye la hoja. Y se denomina a daga al arma de hoja fija o
a “cuchillo” el siguiente significado: “Cuchillo. (Del lat. plegable con dos filos y punta cuyo eje central de la
Cultellus) m. Instrumento formado por una hoja de hoja y el mango coinciden. Tanto las dagas como los
hierro acerado y de un corte solo, con mango de puñales, tienen “arrial” o “gavilán”, que es una pieza
metal, madera u otra cosa. Hácese de varios tamaños, metálica, a modo de defensa, que separa la hoja de
según los usos que se destina” (DLE. 1970:391). la empuñadura, siendo ésta, indispensable para que
la mano no se deslice hacia los filos de la hoja y pro-
En este sentido partiendo de esta definición, el cuchi- duzca daño en aquel que la empuñe.
llo canario entra dentro de ella. Algunos autores han
empleado la denominación de daga o puñal para El cuchillo canario del siglo XIX y principios del XX,
definir al objeto de nuestro estudio, hecho que no fue creado para cumplir una función básica que siem-

Diferentes partes del cuchillo canario. Elaboración Propia.

Descripción y elaboración 39
Partes del cabo.

pre ha tenido, la de cortar (herramienta inherente al muchos casos de otros artesanos como los plateros
ser humano en su evolución tecnológica). Por ello que se introdujeron en el mundo de la cuchillería ela-
debe estar confeccionado para tal menester, borando la parte más artística del cuchillo canario,
siguiendo un proceso determinado adecuado a unos es decir, el cabo, adquiriendo las hojas ya elaboradas
materiales concretos que ya analizaremos más ade- a maestros herreros.
lante en el proceso de elaboración.
Aquí hablaremos, por tanto, de “cuchilleros”, para
El cuchillo canario pertenece a un grupo tipológico referirnos a los que elaboraban tanto la hoja como
concreto, determinado por las características pecu- el cabo, y a “caberos” o “encabadores” (normal-
liares de sus tres elementos fundamentales: la hoja, mente orfebres y/o joyeros), que confeccionaban sólo
el cabo y la vaina. En los siguientes párrafos, nos los cabos que montaban sobre hojas adquiridas.
detendremos a analizar pormenorizadamente las
características morfológicas de los cuchillos canarios Macarena Murcia Suárez, en su libro sobre herreros
objeto de nuestro estudio, acentuando aquellas par- y latoneros, nos habla de que antiguamente, todos
ticularidades presentes en la mayoría de ellos. Hay los cuchilleros eran herreros, pero no todos los herre-
que tener en cuenta que son piezas de manufactura ros eran cuchilleros. Nosotros matizaríamos aún más,
artesanal, donde la creatividad y materiales de cada que no todos los herreros tenían las cualidades téc-
momento, así como el gusto del realizador o propie- nicas de destreza para elaborar cabos con incrusta-
tario, pueden incidir en pequeñas modificaciones que ciones y como hemos visto también existieron plate-
en algunos ejemplares hemos encontrado. ros que elaboraron cabos.

El proceso de elaboración del cuchillo canario, tuvo 2.2. La hoja


tres fases claramente diferenciadas. Por un lado, tene-
mos la confección de la hoja, por otro, el cabo y por
último, la vaina. Trataremos estas fases por separado, Es la parte plana y cortante, confeccionada en acero,
pues sus procedimientos son bien diferenciados y en el eje fundamental de todo cuchillo. Tenemos que
muchas de las ocasiones, eran realizados por perso- destacar las primeras descripciones que aparecen
nas diferentes: herreros para las hojas o herreros, sobre las hojas elaboradas en Gran Canaria en el siglo
orfebres o joyeros para los cabos, y vaineros (zapa- XIX, en este sentido en la Memoria de la Exposición
teros) para las vainas. Provincial de 1862 (MHEP), se recoge la calidad de
algunas hojas de los cuchillos canarios: “Además en
Por regla general, tanto la hoja como el cabo fueron la clase de metales comunes se han presentado bue-
confeccionados por la misma persona, en general nas hojas de cuchillo a uso del país,…” (MHEP. 1864,
herreros de profesión, aunque también se dieron p. 121).

40 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


Así mismo, el Dr. Grau Bassas, en su obra “Usos y la categoría de “cuchillo de espiga”. Esto es así por-
costumbres de la población campesina de Gran que, a parte de esa porción metálica cortante que se
Canaria (1885-1888)”, apuntaba más datos sobre la aprecia en el cuchillo (la hoja), hay otra fracción que
calidad y dimensiones de la hoja, al respecto nos dice: no se observa, que está dentro del cabo y es donde
se asienta el mismo, que se llama “espiga”. Ésta es
“…el Cuchillo Canario es un instrumento de la fábri- una prolongación de la “hoja”, en forma cuadran-
ca del país. La Hoja de buen acero termina en punta gular y en disminución hacia su extremo distal, a
aguda y no baja de 0.20 metros de largo ni sube de modo de pirámide truncada.
0.30 y de ancho entre 0,04 y 0.08”
Asimismo ésta “espiga” es el eje central donde se
[Bassas, 1885-1888, p.]
asentarán cada una de las piezas que confeccionan
el cabo, y para ello, es condición imprescindible que
Al respecto Vicente Blanco Pérez, en la “Enciclopedia la misma tenga sección cuadrangular y con un pro-
de la Cultura de Canaria”, decía: “el Cuchillo Canario gresivo rebaje de sus dimensiones hacia la parte tra-
consta de una hoja de acero recambiable”. sera. La razón no es otra sino la de facilitar la adhe-
sión de las piezas a la misma, ya que el cabo no lleva
Rafael Ocete Rubio, en su indispensable obra sobre
cuchillería española titulada “Armas Blancas en ningún tipo de pegue que lo una a la hoja, sino que
España” recoge: “Es el tipo de Cuchillo Canario, cada una de las piezas de cuernos y/o madera que
construido con una hoja triangular de un solo filo conforman el cabo, están embutidas a presión a tra-
que presenta una escotadura redondeada en su parte vés de esta espiga, y al tener sección cuadrangular,
superior”. se evita que estas piezas puedan girar y, conserven
así, el diseño original, así como la estabilidad nece-
Con referencia de estas acepciones personales y saria para manejar el cuchillo. Al final de esta espiga,
tomando como base, los ejemplares que hemos encontramos el rebaje para la perilla que a modo de
podido estudiar de la época que estudiamos, proce- único remache, mantenga el cabo unido a la hoja.
deremos a describir la tipología básica de las hojas Éste rebaje, se realiza transformando la cuadratura
de los cuchillos canarios decimonónicos. de la espiga en cilíndrica. El cuchillo salía todo com-
pleto de mi casa, mi padre sacaba de una pieza sola
Por consiguiente, podemos afirmar que se trata de
la espiga y la hoja no como hoy que sueldan la espiga
una hoja de forma triangular, con punta acentuada
a la hoja (D: Prudencio Falcón Castellano, 72 años,
y cuerpo muy delgado, de un solo filo continuo en
Telde. 2017).
uno de sus extremos y en el otro, de un “falso filo”
o “contrafilo”, en su flanco derecho, desde la mitad La espiga está unida a la parte cortante por medio
o el último tercio, hasta la punta. de un engrosamiento del acero, denominado “col-
chón” 3 (también se puede escuchar el término
Éste falso filo no presenta arista afilada, de ahí su
“escorchón”, siendo este último concepto la deno-
nombre, sino que es romo. La parte superior es line-
almente recta, a la que se le denomina “pete”. Nace minación en el argot de los herreros de la isla de Gran
en la unión con el cabo, bautizada con el nombre Canaria).
de “colchón” o “escorchón”2, con unos 2-3 mm de La denominación de “colchón” viene dada por la
espesor y muere a cero en la punta (ver figura 6), similitud con el cotidiano mobiliario, donde descansa
mientras que el cuerpo, a su vez, también va dismi- el cabo sobra la hoja. Es una parte esencial, caracte-
nuyendo su grosor hasta cero en el filo. rística, funcional y diferenciadora del cuchillo canario,
El “filo” también es recto. El “falso filo”, es otra carac- dado que es el punto crítico de reforzamiento del
terística heredada de sus antecesores, “los cuchillos
españoles”, los denominados tipo B, según Rafael
2. La degradación del lenguaje oral, medio de transmisión
Ocete Rubio en su libro antes mencionado. Esta carac- único entre los antiguos herreros y/o cuchilleros, ha variado
terística, también es frecuente apreciarlo en otros la voz “colchón” en “escorchón”. El término hace referencia
cuchillos mediterráneos de los siglos XVIII y XIX. al lugar donde se asienta o descansa el cabo, un símil con la
necesaria superficie donde descansar y dormir.
Existen diferentes tipos de hojas que se emplean en 3. En otras variedades de cuchillos de espiga, también aparece
la cuchillería mundial, y el nuestro entraría dentro de esta parte, normalmente denominada “botón”.

Descripción y elaboración 41
cuchillo, donde todas las fuerzas que actúan tanto, cuchillos del siglo XIX solían ser hojas más gruesas
sobre la hoja en sí, como sobre el cabo, tienen como que las actuales, con buena tenacidad, pero algo más
resulta una serie de tensiones que se dirigen hacia rígidas debido al grosor. Ésta característica también
los flancos de dicha parte del cuchillo. va en función del tamaño del cuchillo, pues mientras
más grande y larga sea la hoja, más grueso debe ser
Además, y mucho más representativo aún, es el lugar el cuerpo de la misma. También es imprescindible
donde el artesano cuchillero deja su impronta, fir- tener en cuenta que los cuchillos canarios eran con-
mando el mismo a través de una serie de muescas feccionados para el uso, y dependiendo del que se
lineales y cruciformes. Ésta firma, ha sido el legado de le fuera a dar, debía tener unas características u otras,
un taller o herrería, así como de una familia o artesano en dimensiones, temple, etc.
en sí. Por norma general, es la firma del herrero o
cuchillero que confeccionó enteramente el cuchillo, y La calidad de las hojas dependía de los aceros que se
en otros casos, del herrero que realizó la hoja para que empleaban, que durante el siglo XIX no eran en
un joyero u orfebre lo encabara con laborioso esmero. abundantes. Claramente eran aceros al carbono, ya
que no existían los aceros inoxidables, los cuales
Es el “colchón”, como apuntáramos anteriormente, comenzaron sus andaduras a finales del siglo XIX,
es el tope metálico donde se asienta el cabo a través pero que no es hasta los albores de la I Guerra Mun-
del “casquillo delantero”, y es la parte diferenciadora dial, cuando se empiezan a comercializar en Europa.
de la hoja y el cabo. Bajo el mismo, hacia el filo, nos
encontramos con otras de las características más dife- Los aceros son aleaciones con bases de hierro donde
renciadoras del cuchillo canario, dos perfiles de la se les añade cantidades pequeñas y controladas de
hoja con forma, cóncava y convexa, que le dan una carbono (hasta un máximo del 1,8%) para que le
vista y distinción (parecida a otras variedades de proporcione a la aleación metálica, unas cualidades
cuchillos como el cuchillo criollo), nos referimos a la de dureza y tenacidad, sin las cuales la debilidad de
parte llamadas “garganta”, a la parte cóncava, y las hojas y sobre todo, la retención del filo, no exis-
“barbilla” o “barriga”, a la parte convexa, localizadas tirían para considerar un objeto cortante en una
en la parte trasera de la hoja. herramienta eficaz.

En sus inicios tenía una función más estética que fun- Otra peculiaridad de las hojas, es que son por el estilo
cional, no tan marcada como los ejemplares de finales de las cuchillas, delgadas, son ningún tipo de vaciado,
del siglo XIX, pero que con el paso de los años se fue y como se comentó con anterioridad, con el filo en
acomodando a albergar la flexión del dedo índice del “V”. En realidad, no se aprecia la marca del afilado,
portador a modo de protección de los dedos al filo, a el cambio de grados en la hoja, sino que, desde el
modo de “gavilán” o “cruceta”. Los nombres están lomo superior, el pete, hay una sola inclinación que
puestos por la similitud a la silueta de perfil de un cuello muere a cero en el mismo filo, y a su vez, hacia la
y cara humanos, pues parece la misma “S” que forman punta de la misma.
la garganta y la barbilla de una persona. El acabado de
La dureza de la hoja, depende de dos factores pri-
estas partes, también es un rasgo que caracterizaba a
mordiales, por un lado, el acero empleado que en
cada fabricante, por lo que es objeto, también, de estu-
aquella época escaseaba y los herreros tenían desco-
dio para conocer quién lo manufacturó.
nocimientos sobre los mismos, y en segundo lugar,
Los cuchillos canarios carecen de cruceta o gavilán y el factor más primordial, el tratamiento térmico que
tanto la garganta, como la barbilla, hacen esta fun- se le aplicaba a dicho acero. Los buenos herreros eran
ción, impidiendo que la mano se deslice del cabo capaces de sacar buenas cualidades mecánicas a ace-
hacia el filo y se produzcan accidentes. Por dicha ros no muy buenos, frente a otros que, con buenos
razón también, coincide con esta parte de la hoja, aceros, no sabían sacarle partido al mismo. Estos tra-
donde más gruesa debe ser, para recibir y acomodar tamientos térmicos, aún a día de hoy, son una ciencia
el dedo índice. en sí, al alcance de muy pocos en conocer todos sus
entresijos que conlleva el dominio de las temperatu-
Siguiendo con las características de las hojas, no ras, colores, etc.
deben ser muy gruesas, acabando siempre en el filo
en “V”. A diferencia de los cuchillos más actuales y
en base a la calidad de los aceros de antaño, los

42 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


“Mi padre por último hacía las hojas en bruto nada
más que las hojas y mis hermanos hacía los cabos
cuando murió mi padre ellos siguieron haciendo las
hojas también. Venía a comprarnos las hojas que las
sacaban de las hojas de muelle de los camiones de
aquella época los cortaban en trozos de 15 cm. por
2 o por 3 al ancho que tiene la ballesta después iban
estirando, estirando hasta que lo sacaban”
[D. Prudencio Falcón Castellano, 72 años,
Telde. 2017]

Cuanto más fuerte es el temple, más duro es el acero


y, por lo tanto, mejor retención de filo se obtiene,
pero por el contrario es más débil, ya que se puede
quebrar o mellar con mayor facilidad, y más compli-
cado es sacar un buen filo. Y mientras más débil sea
el temple, más blando queda la hoja, y aunque es
mucho más fácil obtener el filo, éste se pierde con
facilidad y podemos caer en el error de que la hoja
carezca de tenacidad. Esto produciría que, tras una
torsión de la hoja, ésta no recupere su forma inicial
y perdamos la linealidad del filo.

El ancho de la hoja, también es proporcional al largo


de la misma. No hay una norma fija establecida, pero
eso sí, no debe ser demasiado ancha como para fre-
nar el proceso de corte al tener presión transversal,
ni demasiado estrecha para producir tensiones inade-
Dibujo de algunos ejemplos de representaciones florales,
cuadas y flexiones longitudinales que intercedan en lineales y onduladas, de las hojas, con la técnica de pun-
el proceso de corte. Lo más común, es un 1/6-1/7 del teado. Elaboración propia.
total del largo de la hoja, en su parte más gruesa,
que es donde está la garganta y barbilla. En el flanco izquierdo de la hoja de algunos cuchillos,
se decoraba con la fecha de la elaboración o encargo-
2.2.1. Las hojas grabadas del país venta del mismo. Al respecto debemos resaltar que
las fechas se ponían siempre indicando, en primer
Las hojas grabadas responden a una estrategia de lugar, el mes, seguido del día y posteriormente, el
estos herreros y orfebres que competían entre sí, al año. La fecha. Otros ejemplares en menor medidas
igual que sucedía en el resto de las artesanías en un aparecen no solo con la fecha sino también con el
probable lugar de origen, Telde. Tenemos que matizar
intento de acaparar las ventas o simplemente, ofrecer
que de los cuchillos que presentan esta particularidad
algo mejor o más vistoso con lo que enaltecer su
es habitual que presenten faltas de ortografía y una
manufactura. Para ello procedían a decorar las hojas
caligrafía, a su vez no muy bien definida. Tras estudio
a través de representaciones florales, lineales y ondu-
minucioso, podemos llegar a la conclusión de que
ladas, con la técnica de punteado, siempre en el
estos grabados últimos presentan una técnica de
flanco derecho del cuerpo de la hoja, realizado a tra-
punteado, inferior en calidad que las cenefas florales,
vés de punteros. Operación que se acometía antes
cuestión esta que nos hace dudar sobre la autoría de
de darles el temple a la hoja. Esto es herencia clara
estas fechas.
de los cuchillos peninsulares de los siglos XVIII-XIX.
Esta decoración se aprecia en más del 50% de los Llegados a este punto debemos mencionar la exis-
ejemplares que hemos podido estudiar. tencia de un documento excepcional se trata de un

Descripción y elaboración 43
cuchillo que presenta grabada en la hoja entre dos 2.2.2. Las hojas grabadas de Toledo
motivos florales formando un arco, el nombre de
Matías Crocier, y en la base de este arco aparece el Existen referencias bibliográficas y aún se conservan
nombre de Telde, en vertical en la misma cara de la ejemplares de esta época con hojas grabadas al ácido
hoja, paralelo al colchón aparece grabado el año procedentes de Toledo, e incluso, contamos con un
1869. Matías Croicier fue un destacado cuchillero,
magnífico ejemplar, que se puede apreciar en el tríp-
mencionado en la exposición de 1862 por la calidad
tico de la Exposición de cuchillos canarios, realizada
de sus cuchillos del cual hablaremos más adelante.
en el año 1995, comisariada y organizada por Sebas-
Por el momento es el único caso donde aparece gra-
tián Sosa Álamo, en el Casino del Hotel Santa Cata-
bado el nombre del autor del cuchillo. Puede que se
trate de un regalo del artesano a otra persona. Estos lina, donde aparece un precioso ejemplar datado de
argumentos expuestos convierten a este “cuchillo 1875, donde se puede leer en la hoja, “Fábrica de
del país” en una pieza excepcional de gran valor en Toledo, año 1875”.
la historia del cuchillo canario. Otra de las variedades de hojas importadas desde
dicha cuidad castellano manchega, eran hojas con
CUCHILLOS CANARIOS CON FECHAS unos acabados minuciosos y excelentes pulidos que,
los herreros y cuchilleros canarios, no eran capaces
– “Enº 19 de 67” (19 de enero de 1867) Código de alcanzar por la falta de herramientas y maquina-
OA002XIX rias específicas y/o formación técnica necesaria para
– “disiembre 17 de 1868” Código AN003XIX su elaboración.
– “mayo 20 de 1880” Código MB001XIX
– “Agosto 6 de 1880” Código FD005XIX A este propósito tenemos que especificar que eran
– “Fábrica de Toledo 1875” Código SA001XIX ejemplares no muy comunes y destinados a cuchillos
– “Diciebre 2 de 1886” Código MS001XIX de gama alta, confeccionados con materiales primo-
– “Febrero 11 de 1889” Código IN031XIX rosos y de elevados precios, al alcance de muy pocos
– “Enero 13 de 1891” Código FR002XIX bolsillos.
– “Octubre 25 de 1891” Código TC002XIX
– ”1892” Código SR001XIX Como ya veremos en un posterior capítulo como el
– ”1893” Código FR005XIX expositor Pedro Bautista presenta en la Exposición
– ”1893” Código JJ005XIX Fiesta de Las Flores en 1892 un cuchillo de José
– ”1894” Código FR008XIX Batista González que tenía la hoja de Toledo, “Otro
– “(ilegible) de 1895” Código JM005XIX cuchillo con hoja de la fábrica de Toledo”. Tras el
– “3/6 T 1896” (Telde 6 de marzo de 1896, estudio pormenorizado de las fotografías de dicha
escrito en el reverso de la lengüeta de la vaina) Exposición, se aprecia dicho cuchillo con una hoja
Código JJ002XIX pulida a espejo, con ausencia de grabados. Resaltar
– “Junio 18 de 1896” Código BC001XIX el brillo de la misma en comparación con los otros
– “Setiebre 9 de 1896” Código BC003XIX cuatro cuchillos con hojas de herreros canarios.
– “Abril 22 de 1897” Código TC001XIX
– “Nobre de 1897” Código IN025XIX
– “Abri 14 de 1899” Código BC005XIX 2.2.3. Elaboración de la hoja
– “1900” Código FR004XIX
– “Marzo 12 de 1900” Código FR001XIX Desde los albores del cuchillo canario, las hojas se
– “Octubre 30 de 1901” Código JJ004XX han fabricado a partir de una sola pieza de acero,
– “Octubre 22 de 1902” Código IN010XX donde se le daba forma a base del caldeo a fragua
– “julio 22 de 1902” Código JQ001XX y posterior moldeado a base de martillo y yunque.
– “Telde1903” Código IN003XX
– “Agosto 2 de 1906 Telde” Código FD004XX Los procesos de elaboración poco han cambiado
– “1922” Código JG003XX desde sus inicios. Se han sustituidos algunas herra-
mientas manuales por otras eléctricas que facilitan y
Reproducción de las fechas y lugares que aparecen en aceleran el trabajo, pero básicamente el proceso es
los cuchillos canarios estudiados. Elaboración propia. muy similar.

44 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


Antiguamente, las fraguas eran accionadas con fuelles Para tal tarea, los herreros y cuchilleros inspecciona-
de madera y cuero a través de una palanca manual o ban las cualidades físicas del trozo de acero dándole
pedal. Partimos de la necesidad de disponer de una caldeo a fragua y posteriormente golpeándolo y cur-
fragua y un yunque para moldear el acero. vándolo sobre el borde del yunque, observando las
respuesta que este daba tras el machaqueo con mar-
Como comienzo, hablaremos de la materia prima, el
tillo, la resistencia que presentaba, las chispas que
acero. Debemos partir de una pletina o trozo de
soltaba. De igual manera, también se procedía a
acero, que el maestro herrero ha comprobado con
esmerilar el trozo de acero, previo a cualquier trabajo
anterioridad su contenido en carbono. Hoy en día
este proceso es mucho más fácil porque se adquie- con el, en la piedra esmeril y observando la cantidad,
ren, en centros especializados, los aceros con deno- grosor y color de las chispas que soltaba. Otra de las
minaciones y especificidades propias para cada tipo pruebas consistía en darle un temple fuerte y ver
de cuchillo, e incluso viene especificado la tempera- como se comportaba al pasarle la lima y ver si ésta
tura exacta para hacerle el temple y el revenido. comía material o no y en qué proporción. Como es
frecuente en todos los oficios, cada maestro tenía su
Los aceros para la cuchillería, deben cumplir un requi- proceder, y no todos seguían el mismo camino.
sito indispensable, como es: tener una cantidad idó-
nea de carbono, lo cual va a determinar la templa- Es un arte muy difícil de alcanzar para cualquier herre-
bilidad, resistencia al desgaste así como la buena ro, y de ello, la elección de un buen acero, dependía
tenacidad (capacidad de flexionar la hoja y que ésta el resultado del cuchillo, no sólo un llamativo y traba-
recupere el estado original, tras aplicar una fuerza o jado cabo, sino la calidad de las hojas, pues, al fin y al
tensión, sin romperse). cabo, un cuchillo es para la acción de cortar.

No todos los tipos de acero que se emplean en cuchi- Los diferentes procesos de forjado a los que había
llería son idóneos para todas las variedades de estas que aplicar sobre el acero para convertirlo en una
armas blancas. Para los cuchillos canarios, la cantidad hoja de cuchillos son: “recocido”, “mecanizado”,
más idónea ronda entre el 0,45 y el 0,90% de car- “normalizado”, “templado”, y “revenido”.
bono, pues si la cantidad de acero fuera menor, sería
un cuchillo muy blando que no cogería mucho tem- Como se explicó con anterioridad, cada maestro
ple, y por lo tanto tendría poca tenacidad, no recu- herrero empleaba las técnicas que conocía y especí-
perando la forma tras ejercer tracción lateral sobre ficamente aquellas con las que mejores resultados
la hoja. Y por el contrario, si tuviera un alto contenido obtenía. En muchos talleres de cuchillería y herrerías,
en carbono, la hoja estaría muy rígida y , por consi- existía la figura del maestro forjador, aquel que dis-
guiente, excesivamente frágil. ponía de una capacidad y conocimientos superiores
a los demás en el arte de los procesos térmicos del
Los antiguos maestros herreros tenían que hacerles acero, sobre todo, en el temple y el revenido.
pruebas a los trozos de metal que en su herrería
entraban, para saber el uso que se le podía dar, ya Una vez elegido el acero idóneo para la pieza que se
que el metal escaseaba en las islas. Éstos adquirían o procedía a fabricar, había que darle un proceso de
reutilizaban cualquier tipo de acero que en sus manos recocido al acero. Éste proceso no lo realizaban todos
cayera, trozos de vagonetas y sus railes, muy emple- los herreros, ni era imprescindibles para todos los ace-
ados en las grandes construcciones y galerías de ros. Sólo se aplicaba a aquellos aceros que ya venían
extracción de aguas, herramientas desgastadas, etc. con un temple dado con anterioridad o con excesiva
dureza.
“De los raíles sacaban el metal, la parte alta de los
raíles era la que más acero tenía y la usaban para las Este proceso consiste en devolver al acero su estado
hojas de los cuchillos y la parte baja para hacer joces. más dulce o blando, en el alineamiento original de
Esos railes estaban antiguamente en las tierras para las moléculas de carbono y hierro, aliviando así, ten-
hacer los bancales, con un trozo hacían 10 ó 15 siones internas. Para ello hay que aplicar al acero una
hojas. Por último, pego a llegar el acero estríao que alta cantidad de calor a la pieza y dejarlo enfriar poco
se usaba en la construcción” a poco. Existen muchas técnicas, pero una de ellas
[D. Eustaquio Marrero Díaz ,77 años. es dejar la pieza al rojo junto a la fragua el resto de
San Felipe, Moya, 2016] la jornada, para que vaya enfriándose poco a poco.

Descripción y elaboración 45
primigenia espiga, se le va dando un biselado redon-
do, que coincidirá con el grosor del colchón. Finalizado
este proceso de marcar la espiga, se hace hincapié en
el desarrollo de la hoja propiamente dicha.

Ahora se procede a agarrar esta primitiva espiga con


otra tenaza, normalmente la denominada de cañón
o boca, por la forma de sus mandíbulas. Ya en este
proceso, si la barra de acero es muy larga, se corta
el acero sobrante y se deja el necesario para ir esti-
rándolo hasta formar la hoja, formando primera-
mente la forma triangular y puntiaguda de la misma.

Se comienza entonces a ir estirando este acero para


adquirir el grosor deseado, desde la parte del colchón
hasta la punta y desde el pete hasta el filo, así como
retrocediendo el acero, sito bajo el colchón, para for-
Diferentes fases de la elaboración de la hoja.
mar la característica barbilla. Se estira todo el metal
dejando la hoja lo más parecida posible al resultado
Una vez se tiene el acero recocido, se procede a tra-
final, pero algo más gruesa para ser rectificada pos-
bajar mejor con él, sin tanta dureza. Se introduce
teriormente.
nuevamente en la fragua y se caldea nuevamente
para trabajar la forma de la hoja. A éste proceso se Una vez este la hoja formada, se vuelve a trabajar la
le denomina mecanizado. No es un proceso térmico espiga que se había quedado gruesa y corta. Para
en sí, pero es imprescindible realizar continuos calen- ello, hay que darle la forma cuadrangular y más del-
tamientos de la pieza para trabajarlos a yunque y gada. Sin tocar la parte del colchón, se va cuadran-
martillo para obtener la forma específica de la hoja gulando y estirando la espiga, golpeando, a martillo,
del cuchillo canario. las caras alternativamente. Hay que tener en cuenta
El mecanizado consiste en moldear el acero sin rom- que esta debe ser piramidal, es decir, más gruesa
per su estructura, cosa que sucedería si lo hiciéramos cerca del colchón y más delgada en la zona de la peri-
en frío (siempre hablando del acero idóneo para lla. Aquí también se deja mucho más larga de la
cuchillería, pues con otros aceros y para otros usos, necesaria para albergar el cabo y la perilla.
si se puede hacer en frío). Para ello se calienta la pieza
Tras el visto bueno del artesano al acabado de la hoja
a una temperatura superior a la de recristalización,
a martillo, hay que darle un pequeño “normalizado”
que permita deformarlo sin romper su estructura
a golpe de calor. Este segundo proceso térmico con-
interna y por lo tanto, evitando así, fracturas. Y a una
temperatura inferior a la de fusión, que quemaría la siste en aplicar nuevamente calor a la hoja, pero esta
estructura interna del acero, convirtiéndolo en inser- vez, aumentando la temperatura de forma suave, de
vible. Por regla general (es diferente para cada tipo modo que vaya subiendo poco a poco, para luego
de acero), entre 800-1100º (entre naranja y amarillo). dejar enfriar nuevamente al aire. Con este paso, se
consigue que las moléculas internas del acero, se nor-
Agarrando normalmente la barra con la misma mano malicen en su disposición, consiguiendo una estruc-
o con unas tenazas (si es un trozo pequeño) se tura más fina, eliminando así posibles tensiones inter-
comienza con el tajado de la hoja, es decir, marcar la nas en el acero.
espiga haciendo hincapié en formar una espiga gruesa
y redondeada y dejando el rebaje para la garganta y Tras el golpeo y mecanizado a martillo, las moléculas
barbilla. Para llevar a cabo dicho proceso, con el acero de la estructura interna del acero, no están alineadas
caldeado, se coloca la parte destinada a la espiga y si procediéramos al posterior templado, con lo que
sobre el yunque, en un extremo, y el resto fuera del ello representa (un cambio brusco de temperatura),
mismo. Tras el machaqueo con martillo, se va perfi- supondría mayor tensión en la estructura y posible-
lando una robusta espiga y se aprecia el rebaje desti- mente, la inservibilidad de la hoja. Éste proceso tér-
nado para la garganta y barbilla. Esta corta, gruesa y mico de normalizado, no siempre se realizaba.

46 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


Con esta primera fase construida, se pasa al trabajo
de lima, para darle ya casi la forma definitiva a la hoja.
Con el acero aún dulce, ya que no está templado, se
le va limando los desconchados y desperfectos que
el martillo no ha podido solventar, alisando así la
superficie de toda la hoja, moldeando la punta y el
contrafilo, el pete y sobre todo, marcar con claridad
el colchón, la garganta y la barbilla, así como dejar
perfectamente piramidal la espiga.
Cuando el artesano revisa su hoja y la considera lista,
hace las muescas en el colchón para dejar la impronta
de su hechura, así como el punteado en bajorelieve
de cada uno de los flancos del cuerpo de la hoja. En
el lado derecho la cenefa floral, y en el izquierdo, si
procede, la fecha, siempre indicando primero el mes
con letras, seguido del día en número para concluir Antiguo yunque de Manuel Marrero Roque (familia
con el año, también en forma numérica. Marrero).

Y casi para concluir, el proceso más específico y com-


plicado de todos, el “templado”, este es un proceso El templado no es diferencial, es decir, que se templa
que va en función de cada tipo de acero y sobre toda la hoja de una sola vez y no hay diferentes tipos
todo, de la mano y ojo maestros del cuchillero o el de temples en las diferentes partes de la hoja. Se deja
herrero, que hará que la calidad de la misma, sea más enfriar el acero en el agua (si se utiliza aceite, el
o menos adecuada. enfriamiento es más gradual), y se saca del mismo,
para, tras algunos pequeños golpeteos en el yunque,
Por regla general, en la mayoría de los aceros, se pro- corregir alineamientos del filo que por las diferencias
cede el caldeo de la hoja y espiga hasta el rojo (aquí de temperatura pudieran causar tensiones.
entra la experiencia y formación del cuchillero, pues
los colores del acero al calentarlos para el temple van La técnica del temple, proporciona al metal una rigi-
desde el rojo amarronado hasta el amarillo naranja, dez extrema y con ello una inestabilidad por fragili-
con diferentes tonos, sangre, cereza...), para luego dad. Para solventar este problema, se procede a llevar
enfriarlo en diferentes medios (agua, aceite, arcilla…) a cabo el último y no menos importante proceso en
en función del tiempo de enfriamiento que se precise. la elaboración de una hoja de cuchillo canario de cali-
dad, y es el “revenido”.
“Mi padre hacía la hoja de un acero sueco, era un El revenido no es un proceso muy complejo de llevar
acero especial, lo fundía con hierro, la hoja se hacía a cabo, pero sí entraña mucha maestría para des-
de dos componentes, para que no se partiera al tem- arrollarlo con eficacia y dar el resultado al final del
plarla, el envolvía el acero con una pletina de hierro
proceso, pues de ello depende la calidad de cada
luego en la fragua le dábamos calor al máximo luego
acero. Para ello hay que aplicar, nuevamente, calor
lo metíamos en un cacharro teníamos teja canaria
molida finita eso era lo que pegaba se quedaba en al acero, pero esta vez, en menor proporción. En esta
un cuerpo sólo luego se empezaba a dar martillazos ocasión hay que observar los diferentes colores que
calentando y dando hasta hacer la hoja, una vez ter- adquiere el acero a medida que la temperatura
minado se templaba” aumenta, y dependiendo del acero que se emplee,
[D. Laureano Marrero Guerra, 71años,
necesitará de una temperatura u otra idónea para
Bañaderos, Arucas, 2014] dejar el acero final con unas cualidades dinámicas y
mecánicas ideales para el empleo del cuchillo en los
menesteres propios.
Se saca de la fragua el acero al rojo, se alinea la hoja
sobre el yunque nuevamente para corregir posibles Los colores van desde el blanco amarillento hasta el
torsiones del caldeo y se sumerge en el material ele- azul grisáceo. Cada artesano, en función de su expe-
gido, lo más extendido y fácil de conseguir, el agua. riencia, elegirá su punto exacto de temperatura, aten-

Descripción y elaboración 47
diendo, como hemos mencionado con anterioridad, entre los cuchilleros y propietarios de los ejemplares.
al color que vaya tomando la hoja sobre el fuego de El afilado técnico y el afilado clásico.
la fragua.
Antiguos herreros, llegaron a confesarnos que, en 2.2.4.1. Afilado técnico
algunas de sus múltiples sesiones de machaqueo y
mordida del acero, al acercarse sobre las brasas de Lo denominamos así pues, era el empleado por los
la fragua para ver el color que adquiría la hoja, lle- maestros cuchilleros, donde se le daba el primer afi-
garon a chamuscarse las pestañas, literalmente. lado, y donde su experiencia diaria, le eran capaz,
junto a los materiales y herramientas especializadas,
Tras sacar la hoja, con el color del acero, y hasta sacar un filo que afeitaba. Es un afilado preciso con
donde quería el cuchillero, se deja enfriar para recocer técnicas más sofisticadas. Para ello empleaban piedras
el metal, bajando la dureza varios puntos. En cuchi- de afilar, utilizadas desde tiempos pretéritos hasta
llería, la dureza que alcanza el acero se mide en la bien acabado el siglo XX. Eran piedras con forma de
escala Rockwell (55HRC,60HRC...). rueda, montadas sobre un eje y accionadas con
manivela o pedales, metidas en recipientes de agua
Con estos importantísimos tratamientos térmicos,
hasta 1/3 de su total, que al girar se empapaban de
pretendemos obtener un acero con unas cualidades
agua, lo que hacía que el metal no se calentara con
idóneas de tenacidad y retención de filo. Ya la hoja
la fricción con la piedra. Tenían un granulado muy
está prácticamente acabada, a falta de algunos reto-
fino (existían de granos diferentes, de más grueso a
ques finales, como el lijado más fino para darle brillo,
más finos).
y como no, el “afilado”. Ya una vez se le da el “reco-
cido”, para evitar que se recosa más y con ello pierda Sobre la superficie de estas piedras, se colocaba el
más temple, se evita que la hoja coja temperatura en filo (por regla general, eran piedras anchas donde se
estos procesos de lijado y afilado. podía asentar casi todo el filo del cuchillo). La hoja
debía estar tumbada lo máximo posible, entre 15-
2.2.4. Afilado 25º. Aquí dependiendo del cuchillero, se afilaba por
una sola cara o por ambas. Después de estas piedras,
El afilado de un cuchillo es y debería ser, el proceso se le asentaba el filo, que no era otra cosa que darle
más cuidadoso y minucioso de todos, ya que para el un mejor filo, más fino, con una piedra de mano, de
corte para lo que se emplea cualquier cuchillo. Aun- grano mucho más delgado, con suaves pasadas del
que los usos que le damos a los cuchillos actuales cuchillo o con cintas de cuero.”Tenían una piedra a
son bien diferentes (exposición, complemento a la pedales que afilaba y pulía la hoja” (D. Eustaquio
indumentaria típica...) no debemos de dejar de pres- Marrero Díaz ,77 años. San Felipe, 2016). “…y des-
tar atención a este proceso. Existen diferentes técni- pués le daba con la piedra de agua” (D. Antonio
cas y procesos de afilado de los cuchillos, todo depen- Jiménez Pérez,84 años, Bañaderos, 2015).
diendo de la forma de la hoja y del tipo de filo que
le queramos dar, y sobre todo, de la mano experta 2.2.4.2 Afilado clásico
del cuchillero.
Sabemos que, el cuchillo canario dispone de una hoja Esta definición la emplearemos para denominar al
muy delgada, con acentuada tenacidad y donde el afilado que hacían los portadores de los cuchillos,
cuerpo de la misma va, en el eje longitudinal, desde que necesitaban mantener sus cuchillos afilados o
el grosor del pete, 2 mm junto al colchón hasta 0 en bien devolverles el filo después de un uso intensivo
la punta. Y en el eje transversal, desde el grosor del del mismo. Lo llevaban a cabo labradores y ganade-
pete, también a 0 en el filo. Algunos cuchilleros deja- ros, mayoritariamente, y una vez notaban que sus
ban el cuerpo algo más grueso, siendo necesario un cuchillos necesitaban un afilado, empleaban lo que
ángulo de filo más acentuado para obtener el mismo. más a mano tenían en aquel momento, pues no
Lo genérico, es un ángulo de ente 15-25º respecto podían esperar a llevarlo al herrero para que les devol-
a la piedra de afilar. viera el filo, ni disponían de materiales específicos
para tal menester. Este era un afilado más rudimen-
Para el presente trabajo, se ha tenido en cuenta los tario y tosco, muchas veces con resultados muy satis-
dos tipos de afilados más comúnmente extendidos factorios, por el conocimiento y delicadeza del pro-

48 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


pietario que, con mimo, se esmeraba en hacer el Resultan de una elegancia sorprendente…” (Grau
mejor de los afilados. Bassas, 1980: 37).
Empleaban materiales naturales de los que disponía Sobre las dimensiones y el aspecto de los cabos de
en aquel momento, piedras de barranco o marea los cuchillos canarios de nuevo Grau Bassas nos
(“callaos”), piedras vivas, tejas, encalados, pesebres, informa:“El cabo es redondo y de 10 centímetros de
etc. Que no siendo idóneos muchas veces, sacaban largo” (Grau Bassas, 1980: 21).
de un apuro al que en ese momento precisaba de un
objeto bien cortante que emplear. Estos materiales Algunos de los viajeros que visitaron Gran Canaria
presentaban unas superficies mucho más rugosas, en el siglo XIX mostraron algún interés en esta herra-
lo que llegaba a producir un mayor desgaste en la mienta como son los casos del francés, René Verneau
hoja y el filo no será tan bueno. Conocemos lugares y la británica Olivia Stone. Verneau, en su obra
donde aparecen piedras con huellas de uso que pre- “CINCO AÑOS DE ESTANCIA EN LAS ISLAS CANA-
sentan un desgate considerable utilizadas antigua- RIAS” (1891), cuando habla de la industria de Gran
mente para el afilado de cuchillos. Canaria, nos dice sobre los cuchillos:

En horas de trabajo, no se podía perder tiempo en ir


“Estos últimos son, quizá, los objetos más interesan-
a buscar una buena piedra o teja para sacarle filo al tes. El mango se compone de una serie de arandelas
cuchillo, sino que había que proceder a emplear lo de latón que se alternan con otras de cuerno incrus-
que a primera mano se tuviera. Lo normal era tumbar tadas finamente de metal. El conjunto está apretado
bastante el cuchillo, dejando la hoja lo más plana fuertemente en la lámina por medio de una tuerca“
posible, con una ligera y leve inclinación de 15-25º.
[Verneau ,1891:199]
Se harán movimientos hacia adelante con todo el filo
apoyado y describiendo parábolas. Algunos hacían
este movimiento por ambos lados de la hoja en un Podemos diferenciar tres partes bien especificas en el
número similar de veces y otros, solamente por uno cabo, por un lado los extremos metálicos llamados
de los flancos y rematando dos o tres oscilaciones casquillos (denominados “virolas” en el argot de la
por el otro lado para asentar y rematar el filo. Lo ideal cuchillería española), por otro el cuerpo formado por
es hacer este procedimiento sin generar calor con la diversas piezas, y por último, la “perilla” o “remache”.
fricción del metal con la superficie afiladora, y
muchos lo sabía, con lo que solían verter agua sobre El cabo comienza en el colchón, de ahí su nombre, ya
la superficie. que el cabo descansa en esta parte de la hoja, lejos del
filo. Este comienza con el “casquillo delantero” y ter-
mina con el “casquillo trasero” o de apriete, para ser
2.3. El cabo rematado, finalmente, por el “remache” o “perilla”.

Nombre con el que insularmente se denomina a la El cabo está montado o unido a la hoja a través de
empuñadura o mango. Tiene una forma muy parti- la “espiga”, que funciona como eje central donde
cular y es lo que llama más la atención del cuchillo se insertan cada una de las piezas que lo conforman.
canario. Es una empuñadura cilíndrica fusiforme, es Si tomamos la espiga como eje central de referencia,
decir, con forma de barril con la parte central más todo el cabo debe presentar una simetría perfecta,
gruesa y los extremos más delgados. A esta forma en número, tamaño, diseño de cada una de las pie-
se la denomina “ahusado”, con forma de huso, y zas y casquillos. Puntualizar que existen excepciones,
era bien pronunciado en los cuchillos de aquella como ya veremos. Esta simetría también tiene que
época, y forma una línea de inclinación continua que ser patente, no solo en el eje longitudinal, sino tam-
arranca desde los casquillos hasta la pieza central. bién en el transversal.

Con esto se pretende dar a conocer que el cabo no La proporcionalidad del cabo respecto a la hoja viene
tiene resaltes o cambios bruscos de gradación en la dada por la longitud de las hojas. Siguiendo esta pre-
inclinación de las curvaturas. “Los cabos, por el con- misa, tenemos que el cabo es de una longitud de ½
trario tienen un hermoso aspecto, llenos completa- del largo de la hoja, y equivale a 1/3 de la longitud
mente de embutidos de gusto árabe, de metales total del cuchillo. Estos cabos del XIX eran por lo
sobre cuerno de vaca y carnero en blanco y en negro. general cortos y robustos.

Descripción y elaboración 49
2.3.1. Los casquillos

Los “casquillos”, aparte de proporcionarle una deco-


ración estética, tienen la función principal de reforzar
los extremos del cabo. Se confeccionaban con meta-
les no férricos, principalmente bronce, latón, alpaca,
plata y níquel.

También hay referencias escritas de algunos con


materiales como el oro, tal y como se recoge en la
factura de los objetos que presenta D. José Acedo y
Martinón el 18 de abril de 1892 para la Fiesta de las Moletas.
Flores celebrada ese mismo año, firmada por el Dele-
gado de la cuidad de Guía, D. Pedro Bautista y Her- “La madera que usaban los antiguos cuchilleros de
nández. En ella se especifica, entre otros objetos: “… San Felipe, dentro los casquillos era de Almacigo (Bur-
sera simaruba) es una madera dura es como un risco
otro cuchillo con hoja de la Fábrica de Toledo, con
yo también la usé en mis cuchillos”
cabo de cuerno y marfil con casquillos de oro e
incrustaciones de oro y plata, trabajado igualmente [D. Francisco Montesdeoca Roque, 77 años,
San Felipe, Guía, 2016]
en esta ciudad por D. José Batista y González”.

Para confeccionarlos, se empleaban láminas de metal “Yo aprendí hacer la hoja los casquillos que eran de
de grosores en torno a 1 mm, a las que se les daba níquel y plata, se hacían con los reales de 25 céntimos
forma de cono y se les soldaba en su unión. Están que tenían un agujero en el centro”
rellenados de madera para ajustarlos a la espiga. Pero [D. Laureano Marrero Guerra,71años,
la particularidad más llamativa y diferenciadora de Bañaderos, 2014]
este tipo de cuchillos, era el engalanamiento que los
artesanos de la época procedían a aplicar en dichos Por regla general, estos grabados se hacían en líneas
casquillos, las decoraciones con trenzados, flores y a ambos extremos del cono, es decir, dos líneas de
acordonados en tres dimensiones, que le proporcio- cordones en cada casquillo. Hay variedad de estas
nan una ornamentación y empaque, muy vistoso. decoraciones, pero el trenzado acompañado en

50 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


ambos flancos por el acordonado de bolas, es el más de este punto, emplearemos el término “casquillos
común y extendido. acordonados”.

A este tipo de casquillos algunos autores los han También observamos que, muchos de los cuchillos
denominado, como “casquillos de joyero” o “cas- de la época que hemos podido estudiar, no tienen
quillos en dedal”, pero nosotros no coincidimos con un trabajo de embutido tan cuidadoso como el acor-
tales denominaciones por los siguientes motivos: donado de los casquillos, lo que nos llega a plantear
la hipótesis de que, varios de los artífices de la cuchi-
La denominación de trabajo de joyero, viene dada llería canaria del siglo XIX y principios del XX, adqui-
porque a finales del siglo XIX, la mayoría de los pre- rían los casquillos ya elaborados bien a plateros o
mios en las ferias de artesanía eran obtenidos por bien a latoneros, pues eran estos últimos los que dis-
joyeros u orfebres que construían cuchillos canarios ponían de este tipo de maquinaria manual para
de gran belleza, además, se creía que muchos de los esculpir los casquillos.
herreros de la época, no podían hacer un trabajo tan
fino en sus casquillos, pensando, que al igual que en En este sentido, también existió la opción de realizar
otras piezas de orfebrería, era un delicado trabajo de los acordonados en los casquillos mediante tornos
burilado o cincelado. Nada más lejos de la verdad, manuales de la época, accionados a pedal y emple-
en realidad, eran confeccionados con herramientas ando moletas en negativo para modelar y decorar
especializadas. Ya con anterioridad a la entrada de los casquillos.
los plateros, joyeros u orfebres al mundo de la cuchi-
Los casquillos acordonados son un rasgo caracterís-
llería canaria, ya existían ejemplares con casquillos
tico de los cuchillos canarios del siglo XIX, aunque
trabajados refinadamente con estas técnicas.
no podemos dar por sentado que es el único tipo de
Mucho se ha indagado y especulado sobre este tipo casquillos. A parte de estos, que serían los más lla-
de maquinaria. Son herramientas de sobremesa deno- mativos y laboriosos, y por lo tanto de una cuantía
minadas “rebordeadora”, “bordonadora” o “biselado- superior, serían los elaborados para las familias
ra”, propias de los latoneros para su trabajo diario. pudientes y sobre todo para el turismo que, por la
capital de la isla, arribaban desde el continente euro-
El otro término empleado es el de casquillos en dedal, peo, sobre todo el turismo británico.
no nos parece tampoco acertado pues, hay pocas
similitudes con dichos objetos de costura. Pensamos También existen ejemplares de casquillos con mues-
que los términos más acertados son los de “casquillos cas y grabados mucho más sencillos, sobre todo
bordonados” o “acordonados”, pues hacen referen- muescas decorativas lineales, como hoy día, realiza-
cia a la máquina que los confecciona y sobre todo, das a segueta o limas, al igual que lo tienen los cuchi-
a la decoración que presenta mediante “cordones llos y puñales albaceteños de tipo I y II, heredados de
de bolas” o “trenzados”, mayoritariamente. A partir ellos. En otras ocasiones, es un trabajo decorativo
confeccionado a buril, normalmente con grabados
en zigzag, esta última técnica ya mucho más exten-
didos en los cuchillos de alta gama del siglo XX.

2.3.2. Clasificación de los casquillos estudiados

A-Acordonados:
Presentan cadenas o trenzas en sus extremos, reali-
zados con la bordonadora.
11. Trenzado lineal.
12. Trenzado oblicuo.
13. Cordón de bolas sencillo.
14. Cordón de bolas doble o triple.
15. Cordón de flores.
Bordeneadora. 16. Cordón dibujos geométricos.

Descripción y elaboración 51
B-Moleteados: E-Combinaciones:

Las muescas con ondulaciones son realizadas a torno Son las más complejas y las más extendidas dentro
mediante moletas. Más comunes en los trabajos de de la cuchillería del siglo XIX en Canarias.
comienzos del siglo XX. 11. Trenzado lineal con cordón de bolas.
17. Moleteado a torno. 12. Trenzado oblicuo con cordón de bolas.

C-Segueteados: 2.3.3. Piezas o arandelas de cuerno


Realización de líneas rectas realizadas manualmente
a sierra o segueta. Éstas variedad es la de menor El resto del cuerpo del cabo, está confeccionado pri-
complejidad de realización y la más extendida desde mordialmente, por una sucesión de arandelas de
bien entrado el siglo XX hasta la actualidad. cuerno animal.
18. Segueteado.
La capa exterior de un cuerno, la visible, está com-
19. Segueteado malla.
puesta por tejido conjuntivo, queratina. La queratina
D-Burilados: es una proteína estructural, que se encuentra con
mayor frecuencia en las uñas, pero también es un
Presentan muescas realizadas con buril, haciendo sur- componente básico del pelo, las plumas y los cascos
cos en forma de zigzag. de caballos. Por lo tanto, es un material, abundante
10. Burilado común. en la época, vistoso por su naturalidad de tonos y
calidez al tacto, que resiste relativa-
1 2 3
mente el paso del tiempo muy bien y
es idóneo para embutir en el mismo,
finas láminas de metal.
Este material queratinoso procedía del
ganado con cornamenta existentes en
la isla, el bovino, el caprino (Capra hir-
4 5 6 cus) y el ovino (Ovis aries), aunque, prin-
cipalmente para esta época se emple-
aba el de ganado bovino. En canarias
existen dos variedades autóctonas de
ganado bovino. Una de ellas, es la
“vaca canaria” (Bos taurus), o popular-
mente denominada, “vaca de la tierra”.
7 8 9 Es característica esencial de su corna-
menta, firme, densa y con tonalidades
claras en la mayoría de los casos, resal-
tando relevantemente, la parte del
cuerno formada de queratina blanca,
tono que otros animales de la isla, no
podían presentar en sus cuernos. De
10 11 12 ella se pueden extraer diversidad de
tonos y grosores.
Un mismo cuerno, puede presentar
varios tonos al unísono, normalmente
son negro, gris, beige o crema, negro,
bermejo (rojo) y blanco, y todas las
combinaciones posibles entre ellas. En
Dibujo de las diferentes tipologías de los casquillos la inmensa mayoría de los cuchillos
del siglo XIX y principios del XX. Elaboración propia. canarios del siglo XIX conservados en la

52 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


actualidad, tienen como característica fundamental, adornos, lámparas o simplemente, por el laminado
la conjugación de piezas blancas y negras, reservando de monedas de la época.
las negras con un grosor más grande para incrustarlas
con láminas metálicas, las más delgadas como sepa- 2.3.4. Perilla o remache
radoras de estas con las de cuerno blanco, para dar
mayor atractivo y luminosidad al cabo. En el extremo más distal del cabo, es decir, lejos de
Así mismo este tipo de cuerno de toro o vaca, también la hoja, éste se termina y cierra con una pieza metá-
daba la posibilidad de utilizar las puntas de los mismos lica, del mismo metal que el empleado para los cas-
a modo de grandes piezas que, aprovechando su quillos, con una “perilla” o “remache”, que hace la
forma cónica, se emplearan para oponerlas por sus función de apretar todas y cada una de las piezas
extremos más amplios y formar así el cabo. que conforman el cabo, incluidos los casquillos. Para
ello no se emplea ningún tipo de pegue, sino que se
inserta en la espiga, en el rebaje hecho con anterio-
“También para los cabos cogía la canilla del toro y los
ridad en el extremo de la espiga. Esta perilla, se
cuernos de carnero que cogían unos colores muy
encaja con cierta presión, pero lo que le confiere
bonitos según el color del cuerno del animal el tra-
bajaba los cabos todo con hueso, iba al matadero de
mayor firmeza y poder de apriete, que es remachada
Arucas, cuando se mataba en Arucas”. con la espiga, es decir, la espiga se percute a martillo,
para que esta abrace la perilla proporcionándole la
[Antonio Jiménez Pérez,84 años,10-2015] suficiente presión para que el cabo se mantenga
compacto y prieto.
En otras ocasiones, también se empleaban arandelas
Como hemos mencionado con anterioridad, una de
de cuerno rubio que, sin incrustarlas, daban una
las singularidades de nuestro cuchillo canario, como
transparencia al cabo (debido a que este tipo de
rasgo diferenciador con otras variedades de cuchillos,
cuerno dejaba pasar la luz) que permitía, al trasluz,
es la posibilidad de intercambiar las hojas cuando
divisar la silueta de la espiga.
dejan de ser útiles, siendo la perilla la que funda-
También era utilizado el cuerno del ganado caprino, menta dicha cualidad, por un lado, posibilita que el
normalmente con tonalidades negras, muy emplea- cabo no esté sujeto a la hoja (espiga) mediante, nin-
das en piezas anchas para incrustar y la cornamenta gún tipo de pegue, sino por presión, y en segundo
del ganado ovino, muy apreciado por su densidad y término, porque esta “perilla” sería la única pieza
por su transparencia al trasluz, con una tonalidad que se sustituiría del cabo, al poner (“echar”, en el
rubia muy característica. Como curiosidad, en oca- argot cuchillería canaria) una hoja nueva.
siones también se empleaban pezuñas de baifo Éstas son las peculiaridades más comunes en el cuchi-
(cabrito) o cabra que, también siendo un tejido que- llo canario decimonónico, pero a ellas hay que
ratinoso similar al de los cuernos, se empleaban por sumarla la impronta que cada artesano dejó como
su delgado espesor, muy demandado para las aran- fruto de su tradición heredada de su experiencia e
delas que custodian a las piezas que llevan trabajo inventiva personal en su visión del cuchillo canario.
de embutido. Cada artesano aportaba un ahusado característico,
mas lleno, más delgado, siempre continuando la línea
Como decíamos anteriormente las piezas (“roldanas
dada por los casquillos, un decorado a los casquillos
o “arandelas de cuerno”) se alineaban, de manera
a su deseo, y sobre todo, una combinación de piezas
calibrada, armoniosa y simétrica, jugando con las dis-
de cuernos e incrustaciones, que le proporcionarían
tintas tonalidades de estos cuernos. Normalmente
al cuchillo, un estilo propio.
se empleaban piezas impares, reservando una dife-
rente que correspondía con la pieza central, y a partir
de las cuales, se secuenciaba una serie de roldanas 2.4. Proceso de elaboración del cabo
de cuerno simétricamente, hasta los casquillos. Todas
estas piezas venían separadas por láminas finas, de El proceso más laborioso y complicado del cuchillo
grosores entre 0,1-0,3mm de metales no férricos, canario y el que va a determinar el valor final de esta
tales como latón, cobre, bronce, níquel, alpaca, plata, herramienta, es la elaboración del cabo. Se comienza
sacados de reciclados de materiales como cuberterías, en la mente del cuchillero, donde tiene la imagen

Descripción y elaboración 53
mental del resultado final. Aquí se determinan los como Plata alemana. Existen tres calidades diferentes,
materiales a emplear. en función de las proporciones de sus componentes,
siendo la de primera calidad, la de más brillo y color
Los pasos para la elaboración del cabo son: más blanco (mayor contenido en níquel y zinc y
 Elaboración de los casquillos. menos en cobre) y la de tercera calidad la de color
 Preparación de las piezas. más amarillento debido a su mayor concentración
 Primer montaje o montaje inicial. en cobre y menor en los metales blancos.
 Ahusado del cabo.
El latón también es una aleación de dos metales, el
 Desencabado y proceso de embutido.
cobre y el zinc. Es un metal fácil de moldear tanto en
 Montaje final y cerrado.
frío como en caliente. Muy extendido en la cuchillería
 Lijado y pulido.
española de los siglos XVIII y XIX, por su color y brillo,
Analicemos cada uno de estos pasos detenidamente. similar al oro, pero con mejores propiedades ante el
desgaste, y como no, con un menor gasto econó-
2.4.1. Elaboración de los casquillos mico en la producción.

Para la confección de los casquillos, se empleaba bási-


Es una parte primordial e imprescindible de un cabo camente dos técnicas, la técnica del fundido o
de cuchillo canario, dándole fuerza a la empuñadura colado, y la técnica del laminado. Analicemos cada
a la par de estabilidad que le proporciona la espiga de una de ellas detenidamente:
la hoja. Además, le aporta, en la mayoría de las oca-
siones, la diferenciación de los cuchillos posteriores. 2.4.1.2. Técnica del fundido o colado

2.4.1.1. Materiales empleados Técnica más rústica donde se hacían los conos metá-
licos a través del fundido del metal a emplear, para
Los materiales pueden ser diversos, siempre metales posteriormente verter el metal líquido incandescente
no férricos. Mayoritariamente, se empleaban metales en un molde de arcilla o barro. Se empleaba más mate-
provenientes de las monedas de la época y en oca- rial, los casquillos eran más robustos y pesados, con
siones, piezas de cuberterías reutilizadas de metales ello más resistentes y normalmente eran de bronce.
semipreciosos, tales como alpaca, plata y oro. En el
caso del oro, sólo hay constancia documental de un Se parte de virutas o pequeños trozos del metal a
cuchillo elaborado con este precioso metal, y fue una fundir y se introduce en un crisol, el cual se llevará a
creación del platero D. José Batista González, patriar- altas temperaturas para producir la fundición del
ca de la estirpe de magníficos cuchilleros, Los Batista mismo. Una vez hecho líquido el metal, se vertía en
de Guía. En otras ocasiones, se empleaban baños de moldes de arcilla o hierro.
oro en casquillos de alpaca.
2.4.1.3. Técnica del laminado
Estos metales estaban aleados con otros para pro-
porcionar cierta dureza a la pieza y evitar así, un des-
gaste prematuro. Los colores para estos casquillos El proceso de elaboración es bien diferente al expues-
eran principalmente dos, el blanco o plateado, donde to anteriormente, empleando para ello, mucho me-
se empleaban plata, alpaca y níquel; y el amarillo o nos material. Técnica imprescindible para cuando se
dorado, para ello se empleaba latón y bronce (tam- iban a emplear metales más preciados, como la alpa-
bién oro). De todos ellos, los metales más empleados ca o la plata. Para ello se empleaban piezas de cuber-
en los ejemplares que hemos podido estudiar, han terías inservibles y/o monedas de la época (la variedad
sido los elaborados en alpaca y en latón. de monedas españolas de la época fue variada en fun-
ción de los reinados y gobiernos que se sucedieron).
La alpaca es una aleación de tres metales, cobre zinc
y níquel. Fue creado en Francia a comienzos del siglo Se utilizaban, principalmente, monedas españolas
XIX con el fin de imitar a la plata, para ser empleada como los reales (1/4 de real, 1/2...) y escudos de plata,
en cubertería y servicios de mesa. Tiene un color y monedas inglesas como chelines, florines o coronas,
brillo similar a la plata y de ahí también se le conoce y también monedas sudamericanas como las onzas

54 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


y los pesos. Dichas monedas, principalmente en plata, con anterioridad a este procedimiento, del moleteado
también se acuñaban en oro. o bordoneado.
Cuando se utilizaban monedas, debían pasar el pro- El “moleteado o bordoneado” es uno de los factores
ceso de laminado. Este proceso consiste en reducir característico de los cuchillos del siglo XIX, que aun-
de grosor y estirar el metal para producir láminas o que no se hacían en todos los que en aquellas fechas
alambres para la fabricación en joyería, que en nues- se elaboraban, son los que a día de hoy, mayoritaria-
tro caso también se emplea, tanto para estirar las mente se han conservado.
monedas o lingotes del metal en láminas gruesas
para la confección de los casquillos y también para Se empleaba una herramienta manual llamada “bor-
estirar las láminas aún más delgadas para proceder donadora”, “biseladora”, o “rebordeadora”. Estas
a la técnica del incrustado. máquinas consisten en herramientas propias de los
latoneros, una profesión muy extendida en aquella
Para la realización de este trabajo, se empleaba y época por la necesidad de utensilios de latón o cobre,
emplea laminadores, que son máquinas con dos rodi- para los menesteres cotidianos del hogar. Disponen
llos superpuestos que mediante la acción mecánica de dos ejes que giran simultáneamente en sentidos
de piñones y manivela, giran uno sobre el otro en diferentes, accionados por medio de una palanca
sentido contrario, aplastando y estirando el metal (y manual. En sus extremos, se colocan moletas (ruedas
se le proporciona más densidad) con el grosor que moldeadoras) intercambiables de diferentes graba-
se elija previamente. En otras ocasiones, los que no dos, según el diseño que se desee, en donde se intro-
disponían de esta herramienta de joyería, se procedía duce el casquillo ya soldado (pero antes de rellenarlo
al estiramiento y laminado manual, a través del gol- de madera) en uno de los ejes, el inferior que está
peteo constante de martillo sobre el yunque, previo fijo. Seguidamente, el eje superior se ajusta por
recocido y calentamiento. medio de mariposas, para que se asiente sobre el cas-
El grosor que se le dejaba a la lámina rondaba 1mm, quillo y lo marque. Una vez se acciona la palanca, la
algo más o menos, pero teniendo en cuenta que, moleta del eje superior va marcando con trenzados
posteriormente había que moletear los mismos, con y acordonados (también con dibujos florales, muy
lo que un excesivo grosor impediría el correcto tra- poco vistos) los casquillos. La operación se repite en
bajo y un insuficiente grosor, podría hacer que el cas- el otro extremo del casquillo.
quillo fuese demasiado débil.
Ésta técnica, como hemos comentado con anteriori-
Esta plancha se marca con una plantilla o vitola para dad, era muy común en el siglo XIX, y comienzos del
formar un cono truncado. Una vez marcado, se XX, pero ya en las primeras décadas del siglo pasado,
recorta el metal con una cizalla o tijeras para metal se comenzó a extinguir esta variedad de laboriosos
y posteriormente se moldea a martillo y molde para casquillos, para dejar paso a casquillos mucho más
pasar de dos a tres dimensiones y dejar formado los sencillo con decoraciones en dos dimensiones.
dos troncocónicos, a falta de unir los extremos me-
Con los casquillos acabados, ya sean lisos o trenza-
diante soldadura.
dos, hay que rellenarlos de madera, como se anotó
Una vez formados los dos conos truncados, hay que anteriormente. El inicio y el final del cabo, ya están
reforzarlos mediante soldadura. Para ello se empleaba listo, por lo que se procederá a la preparación de las
estaño, plata o el mismo metal que mediante alta tem- piezas que formarán el cuerpo del cabo.
peratura, se adhiere al metal produciendo una resis-
tente soldadura. Aún no está acabado. Los que van a 2.4.2. Preparación de las piezas o arandelas de
decorar los casquillos con líneas o rebajes, pasarían al cuerno
siguiente paso, que es rellenar el interior de los cas-
quillos con madera para darles dureza, evitar que se
Para este paso, se emplearán materiales naturales
deformen y mantenerlos apretados a la espiga. Se
empleaban maderas de pocas vetas, de gran dureza existentes en la isla, principalmente como ya hemos
y lo más resistentes al agua posible, muy importante. mencionado, cuernos de ganados caprino, ovino y
bovino. Cada uno de ellos, con características dife-
Aquellos casquillos que van a llevar el trabajo en tres renciadas. También tenemos constancia de otros
dimensiones, con trenzados y cordones, precisaría materiales nobles como el marfil de colmillos de ele-

Descripción y elaboración 55
fante (Elephantidae), en gran parte procedente de tariamente relucían los dibujos incrustados de metal.
bolas de billar de la época material con el que se Se empleaban cuerno de macho y cabra, así como
hacían hasta que a finales del siglo XIX luego se cuerno de vaca-toro o cuerno de carnero negro, que
empezaron a introducir materiales obtenidos sinté- posee un tono azabache que otros cuernos no llegan
ticamente a partir de fibras vegetales, como el celu- a alcanzar. En ocasiones, también empleaban cuernos
loide. Otro marfil empleado era de los dientes cacha- claros, el rubio o amarillo en todas sus tonalidades,
lote (Phyceter macrocecefalus). Los materiales desde el pajizo claro hasta el rojo oscuro. Se sacaban
sintéticos también fueron usados para adornar los principalmente de carnero, aunque en las vacas o
cabos de los cuchillos canarios, alcanzando con ellos toros también se encontraba y en algunas reses de
una estética que con los materiales naturales no se ganado caprino albino.
podían obtener.
Lo más demandado y buscado era el cuerno blanco,
A partir de la extensión del cultivo del plátano, hubo que suele corresponder a la capa externa y en oca-
una transición en la tipología del cuchillo canario, siones interna, de la cornamenta de toro o vaca. Se
sufriendo una transformación en esta centuria tanto podían extraer arandelas de amplios grosores, cosa
en el cabo como en las hojas, adaptándose a las nue- que hoy día, es casi imposible, por un lado, por la
vas necesidades y usos, esta nueva estéticaha pervivido desaparición casi de la raza, y por otro, por la extir-
hasta nuestros días, pero este nuevo cambio es otro pación temprana de las cornamentas del ganado
tema de una etapa diferente a la estudiada en esta para evitar heridas y accidentes entre ellas y una ade-
obra que se debe tratar en un futuro y de esta manera cuada manipulación por parte del ganadero. En este
poder tener una visión completa sobre este elemento. sentido tienen estas piezas de cuerno blanco, emple-
adas para separar las figuras geométricas y darle al
cabo un toque llamativo y luminoso.
Por esta época, el hueso animal, también se empleó,
pero en menor medida, debido a su dureza y com-
plejidad en su manipulación, este material posee un
mal envejecimiento, y sobre todo, por su porosidad
en la que se incrustaban impurezas que daban un
resultado estético menos agraciado. Se empleaban
y aún a día de hoy se sigue utilizando la tibia de la
vaca, porque es donde más grosor y anchura de
hueso se encuentra. También se empleaban cualquier
otro tipo de hueso animal. No todo el hueso sirve,
hay que elegir las diáfisis (parte central del hueso
Materias primas. largo) del hueso y descartar las epífisis (extremos de
los huesos donde se sitúan las articulaciones). La
Retomando de nuevo el argumento que nos ocupa, razón se debe al componente óseo de cada uno de
la mayoría de los cuchillos canarios que han perdu- ellos, siendo la diáfisis de un compuesto óseo más
rado hasta nuestros días 4, son los cuchillos elabora- compacto y por lo tanto, menos poroso.
dos con piezas de cuerno animal, ganado bovino, Se seleccionaban los cuernos que se iban a emplear
caprino y ovino. Por otro lado, a diferencia de los que atendiendo a su calidad y tonalidad, luego se cortaban
muchos creen, fue el cuerno de vaca de la tierra el varias ruedas de cada uno y se separaban, mediante
más empleado, estos cuernos densos, con capas de sierra, en trozos cuadrados de unos milímetros más
diversos tonos, blanco, negro, rubio, rojizo…en fun- gruesos que el grosor final del cabo que se quería
ción de la capa del animal, la edad y longitud del hacer. Éstas láminas no eran planas, por lo que había
cuerno. Era el tipo de cuerno muy apreciado por sus que aplicar calor al cuerno. Para tal proceso, se emple-
diferentes tonos blancos y claros aba la misma fragua o se procedía a hervirlos en agua,
El cuerno negro, era el principal, el que se empleaba
para las piezas que se fueran a incrustar con metal, 4. Teniendo en cuenta que nos referimos a los cuchillos que
dado, que por su oscuro fondo, era donde mayori- hemos estudiado y catalogado para esta obra.

56 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


en este sentido había que tener especial cuidado en 2.4.3. Montaje inicial
aplicar el calor justo, pues si se pasaba se bizcochaba
el cuerno, resquebrajándose, y si se le aplicaba poco, Es hora de hacer el primer montaje o montaje inicial
no se podría aplanar con posterioridad. del cuchillo. Se toma la hoja por su cuerpo y se sujeta,
con la espiga hacia arriba, en el tornillo de banco. Se
Cada una de estas piezas calentadas había que ende-
comienza a instalar el casquillo delantero, seguido
rezarlas metiéndolas entre dos piezas metálicas planas
de las piezas de cuerno en el estricto orden que tení-
(pletinas), luego se colocaban en el tornillo de banco,
amos establecidos hasta llegar al casquillo posterior
donde se aplicaba presión consiguiendo un aplana-
o casquillo de apriete. Como se comentó anterior-
miento uniforme en toda la pieza. Este proceso se
mente, se hicieron agujeros en el centro de estas pie-
repetía con todas y cada una de las piezas de cuerno
zas, para proceder a este paso de introducirlo en la
que el cabo vaya a llevar (en el caso de llevar hueso
espiga. Como no se utilizaba ningún tipo de pegue,
o marfil, el procedimiento es otro bien diferente).
estas piezas deben estar bien adheridas a la espiga
Una vez aplanadas cada una de las porciones de mediante presión.
cuerno, se taladraban en el centro con broca o bien
Se anotó con anterioridad, que la espiga tenía forma
mediante la perforación con una espiga incandes-
piramidal para que las arandelas de cuerno entraran
cente (se empleaba otra espiga a modo de plantilla
a presión en la misma. Para ello, se procedía con una
para no destemplar la hoja a emplear en ese cuchillo).
lima cuadrada de fino espesor, se cuadrangulaba el
Cada una de estas piezas deben estar debidamente
agujero central del cuerno y se iba ajustando hasta
calibradas en sus grosores para determinar el aspecto que la pieza entrara suave y sin esfuerzo hasta 3-5
mm anterior a su posición final, los cuales recorrerá
mediante ajustado y apriete mediante el golpeo de
un martillo sobre la superficie plana de unos alicates.

2.4.4 Ahusado del cabo

Ya con la hoja montada con los casquillos y todas las


piezas de cuernos, había que proceder a ahusado del
cabo, es decir, darle la forma de barrilete característica
del cuchillo canario. Para ello se debía de tener en
cuenta el grosor que se quería dar, el cual venía dado
por el grado de apertura de los casquillos, ya que la
línea que arrancan en el perímetro de los casquillos,
Fase en la elaboración del cabo.
es la que había que seguir (sin ningún sobresalto ni
hendiduras) hasta la pieza central, siguiendo una
y proporcionalidad, de los que dependerá el resultado línea arqueada para la forma ahusada. Éste proceso
final del cabo. Mediante escofinas y limas gruesas, se hacía a escofina o lima gruesa, quitando todo el
se limaban ambas caras de estas porciones de cuer- material innecesario hasta que se daba con la forma
nos (con el hueso y marfil se actuaría igualmente), exacta de huso, percibiendo siempre que la simetría
liberándolas de las capas externas carbonizadas por no se pierda en ninguno de sus ejes. Aquí no se le
el calentamiento anterior del cuerno en el fuego. El daba el grosor final, siempre se dejaba un radio
grosor debería ser el mismo en toda la pieza. Una aumentado de 1mm o 2 para una vez hecha las
vez calibradas cada una de las piezas y los casquillos incrustaciones, se corregía los posibles errores.
formados y rellenados, se procedía a ordenarlos en
un alambre, como si de la espiga se tratara. Aquí se
comprueba la simetría y tonalidades de las piezas, a 2.4.5. Desencabado y proceso de embutido
un lado y el otro de la pieza central hasta los casqui-
llos, prestando atención en el equilibrio y proporcio- El cabo tiene su forma característica de barril, pero
nalidad de cada uno de los elementos para finalizar aún había que decorarlo con las líneas metálicas que,
en una simetría armónica. armoniosa y exquisitamente se distribuían por el arte-

Descripción y elaboración 57
Se tomaban cada una de las piezas, colocándolas en
el tornillo de banco. Con una sierra de mano (hay
testimonios que aseguran que se empleaban crin de
caballo a modo de sierra) se hacían incisiones en la
pieza, donde el metal va a ir incrustado. El grosor de
las hojas de la sierra siempre sería unas micras más
delgadas que el metal a embutir, de tal manera que
esta incrustación quedaba bien sujeta y presionada,
para que no se salga con posterioridad. Se emplea-
ban en ocasiones, pegamentos naturales, tales como
resinas o barnices.
Las incisiones serían de unos 3 mm de profundidad
y las láminas de metal a embutir de un grosor(nor-
malmente entre 0,1-0,4 mm) y un ancho de más de
3 mm (entre 3,2-3,5mm). Se introducían en las ranu-
ras previamente realizadas con la ayuda de un
pequeño martillo, y el metal sobrante, se cortará
mediante fricción (diversos dobleces).
Este proceso sería repetido con cada uno de las líneas
Antiguas arandelas de metal y cuerno. que se iban a realizar (rectos oblicuos...), así hasta
completar toda la superficie de la pieza y teniendo
sano, formando unos llamativos dibujos. Éste pro- en cuenta la simetría de los mismos. Había que mar-
ceso, no siempre era necesario, pues si el hacedor car las piezas para colocarlas en la misma posición
del cuchillo quería simplemente formar un cabo con luego. Cada una de las piezas ya incrustadas y las
diversas arandelas o roldanas de cuernos, únicamente que no llevan este trabajo, deben ser nuevamente
calibradas perfectamente pareadas con su pareja.
le bastaba con separar cada una de las roldanas con
finas láminas de metal. También existía el caso,
menormente extendido, de colocar simplemente una 2.4.6. Montaje final y cerrado
sucesión de roldanas de cuernos sin ninguna sepa-
ración entre ellas. Acabado el proceso de decoración y embutido se
procedía al montaje final del cabo sobre la hoja, se
Para realizar el procedimiento de incrustar cada pieza, colocaba de nuevo la hoja en el tornillo de banco,
era necesario que las piezas estuvieran fuera de la con la espiga hacia arriba, se comenzaba, nueva-
espiga. Para ello se volvía a desencabar todas las rol- mente a montar todo el cabo empezando por el cas-
danas colocadas de cuerno, normalmente colocán- quillo delantero o de arranque y colocando cada
dolas en un alambre o superficie en el mismo orden pieza e intercalando, entre cada una de ellas, si pro-
que tenía finalmente. cedía unas finas láminas de metal con una superficie
mayor a la de las piezas, donde el metal sobrante se
Así mismo, Se cogerían aquellas piezas que iban a
recortaba con posterioridad. Siempre atendiendo al
recibir las incrustaciones metálicas, pues no todas las
orden estricto de las piezas.
piezas las llevarían. Para este trabajo de incrustación
o embutido, se empleaban diversos metales y/o Cuando se colocaban todas y cada una de las piezas,
materiales naturales. Lo más común era alpaca, sólo a falta de colocar el casquillo trasero o de apriete,
níquel, latón, bronce, plata llegando a incluso oro; y se procedía a hacer el rebaje en el extremo distal de
como materiales naturales, hueso, marfil o cuerno la espiga, destinado para albergar la perilla y poder
(normalmente blanco). Hay que explicar que este pro- cerrar el cabo. Recordamos que la espiga tiene sec-
ceso consiste en meter en el cuerno, finas láminas o ción cuadrada, y la perilla debe tenerla circular. Éste
geométricas formas de material, a base de hacer inci- proceso se hará a lima, siempre el rebaje más largo
siones en el cuerno y/o vaciados, que se reemplaza- que lo que va a ocupar la perilla, esta tendrá una lon-
rán con aquellos metales que queremos apreciar en gitud entre 5-8 mm aproximadamente, por lo que el
la cara visible de cada pieza de cuerno. rebaje, sería superior a esta medida.

58 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


Se monta el casquillo de apriete, comprobando el La perilla también se retocaba en este proceso, se le
equilibrado y apretando todas las piezas hacia el col- daba la forma final que cada artesano le quería apli-
chón, a modo de que queden bien prietas. Caracte- car. Por regla general, se le daba forma de cono inver-
rística singular era que las piezas pegadas a ambos tido. El acabado aún es tosco, por lo que se somete
casquillos, nunca iban incrustadas. a todo el cabo a un proceso de progresivos lijados
con granos de más grueso a más fino. Para ello
El último paso será cerrar el cabo mediante la perilla, empleaban cueros animales que hacían la función
pero antes debemos colocar una lámina gruesa para de papeles de lija. También diferentes tejidos como
taponar la boca estrecha del casquillo posterior, a tela de saco o arpillera, así como tejidos de lana para
modo de que no se vea la madera del mismo y apre- los acabados finales. A estos últimos pulidos, se les
tar, uniformemente, toda la superficie. aplicaba cebo animal o aceites a los cabos, para
Ésta tapa sería una lámina de 1 mm de espesor, que nutrirlos y permitir el deslizamiento de las lanas por
se colocaba transversalmente al eje de la espiga, el cabo y obteniendo así, un pulido excepcional.
mediante un orificio en su parte central y debía ser
del mismo metal que con el que se confeccionaron 2.5. La vaina
los casquillos, de igual manera que la perilla, también
será del mismo metal. Por otro lado de esta forma Una característica fundamental de cualquier cuchillo,
se fundían estas tres piezas en una sola, formando
es la de la portabilidad, para esta función, se preci-
un cierre del cuchillo homogéneo. Sin embargo, este
saba de un envoltorio donde guardar y protegerse
proceso no era una regla general y hay casos de gus-
de sus afilados flancos, conocido como vaina5 para
tos estéticos en los artífices de estos cuchillos, donde
emplearlo allí donde hiciera falta, a fin de conseguir
empleaban otros metales, con diferentes tonalidades
alimento o defenderse del medio. Esta funda está
para hacer las perillas.
presente en las diferentes variedades de cuchillos más
El paso final, colocar la perilla, que podía ser soldada característicos y representativos en diferentes regiones
a partir de una lámina plana, formando un cilindro y lugares del mundo, en la mayoría de las ocasiones,
o bien introduciendo en la espiga de forma perpen- unido a alguna prenda o parte del cuerpo.
dicular al eje de la misma, varias láminas previamente
El cuchillo canario decimonónico, era un cuchillo por-
agujereadas hasta alcanzar la longitud de la perilla
table, y para ello precisaba de un envoltorio o funda
deseada, para luego remachar la parte sobrante de
donde albergarlo cuya principal función era la segu-
la espiga sobre la perilla. Para ello, dejando nueva-
ridad del portador en su carga en las diferentes tareas
mente la hoja montada sobre el tornillo de banco,
agropecuarias. Para su elaboración se empleaban el
haciendo tope con el colchón, se golpeaba la termi-
cuero animal. Las denominadas vainas. Estas vainas,
nación posterior de la espiga con el martillo por los
se confeccionaban con las materias primas existentes
bordes de la misma, a modo de que esta se expanda
en la época, como era de esperar, y su confección
y abra y las rebabas aprieten y se ciñan a toda la
poco ha diferido a las que actualmente seguimos uti-
superficie de la perilla. De esta manera, el cuchillo
lizando, pero sí se diferencian, radicalmente, en sus
quedaba cerrado y bien sujeto.
diseños y tipologías.

2.4.7. Lijado y pulido Para su estudio, en muchos de los libros especializa-


dos en el tema y entre constructores y aficionados,
se le da especial y única relevancia al cuchillo en sí, y
Se agarraba el cuchillo con una mano por la hoja
se deja a la funda en un segundo plano a modo de
(que estaría debidamente protegida para evitar cortes
complemento del primero. Sin embargo, hay ciertas
y heridas con el manejo del mismo) y con la otra
variedades de cuchillos que no serían lo mismo sin
mano se portaba una lima, luego se procedía a limar
su vaina o funda, tales como los Puuko (cuchillo de
todo el cabo con pasadas suaves, para quitar los
excesos de metales y cuerno para darle ya la forma
final, siempre mirando la simetría del cabo, tanto en 5. Según el DRAE (1970). Se denomina vaina a la funda de
el eje longitudinal (con la forma de huso y barril), cuero u otra materia, en que se encierran y guardan algunas
como en el eje transversal (circulo concéntrico con el armas, como espadas, puñales, etc.; o instrumentos de hierro
eje de la espiga). u otro metal, como tijeras, punzones, etc.

Descripción y elaboración 59
pequeñas dimensiones, originario y tradicional de nicos en el caso de que estos se colaran en su interior.
Finlandia), los “Facones argentinos” y “cuchillos crio- Si este agujero no existiera, la parte interna de la
llos”, sucede lo mismo con el cuchillo canario objeto vaina se mantendría mucho más tiempo húmeda y
de nuestro estudio. Por ello, y dado que tradicional- sucia, perjudicando gravemente al estado de conser-
mente el cuchillo canario siempre estuvo confiscado vación de la misma, y sobre todo, al estado de con-
dentro de su vaina, al cinto o fajín de sus portadores, servación de la hoja, aumentando así el grado de
sería injusto analizar este elemento objeto de nuestro corrosión de la misma.
estudio, independientemente de su vaina, pues hay
En otras ocasiones, y puesto que fueron muchos tala-
características diferenciadoras en estas últimas de las
barteros los que trabajaron esta herramienta indis-
de otras partes del mundo. pensable para albergar y cuidar al cuchillo canario,
Todas ellas compartían su forma triangular del cuerpo cada uno le aportó las características y peculiaridades
de la misma, confeccionada con una sola pieza de propias que la hacían más bellas y llamativas a sus
cuero vacuno, grueso, rígido y resistente, que podía ojos. Unos suprimían las camisas y lengüetas, otros
o no llevar decoraciones mediante repujados, troque- alargaban el cuerpo para que, al estilo de los cuchillos
lados, incisiones o carbonizado. En su boca, tenían criollos, sobresaliera por la parte alta de la boca un
ala de cuero, tal y como describe Olivia Stone en su
una camisa, que era otra pieza de cuero, algo más
libro “Tenerife y sus siete satélites”. Esto le confiere
delgada que la anterior y normalmente de diferente
una salvaguarda para evitar rozaduras del cabo con
color, con más decoraciones, muchas veces, florales
la piel, puesto que normalmente se portaba en la cin-
y trasfondos de diversos colores, donde sobresalía la
tura, bien en la parte delantera, a un lado del ombli-
lengüeta. Ésta lengua, también de cuero, era la parte
go, y otras veces, en la espalda.
de la vaina destinada a hacer de tope para que la
misma no se introdujera totalmente dentro del fajín La inmensa mayoría de las que se conservan, lo cual
o calzón, sino que ejercía de tope y agarre de la vaina no quiere decir que hayan sido los únicos estilos, pre-
a dichas piezas de vestimenta canaria. Muchos de sentan estas características, todas con sus diferentes
los adornos que poseían, también consistían en ojales peculiaridades, pero todas igualmente efectivas para
esféricos y metálicos, que repartidos estéticamente el menester que fueron creadas.
y armónicamente por la camisa y lengüeta, propor-
cionaban una llamativa imagen. 2.5.1. La Elaboración
Como se reseñó con anterioridad, estas vainas esta-
ban confeccionadas con una sola pieza de cuero, Este proceso era realizado en Gran canaria por los
cosidas (la mayoría de estas vainas analizadas pre- zapateros de la época, que en ocasiones recibían el
sentan un cocido a máquina) en la cara no visible de nombre de vaineros6 como hemos podido documen-
la vaina, es decir, en la cara opuesta a la lengüeta y tar por tradición oral en la ciudad de Telde. Algunas
que corresponde con la parte trasera, donde al por- de estas vainas fueron confeccionadas con un primor
tarla al cinto o fajín, quedaba pegada a la ropa y no exquisito, adornadas con calados y costuras, así como
se apreciaba la costura. La boca, con el hueco justo con repujados armoniosos. Algunas de estas tipolo-
para que entrara la hoja y parte del cabo, caracterís- gías desaparecen en el siglo siguiente. Normalmente
siguen la regla siguiente a un cabo de mayor elabo-
tica ésta, esencial de las vainas de aquella época, pues
ración aparece una vaina de mayor elegancia.
en torno a casi un tercio del cabo, también se intro-
ducía en la vaina, dejando sobresalir sólo una Para confeccionar el cuerpo, que es la envoltura de
pequeña porción del mismo. Para tal menester, la cuero donde va a estar insertado la hoja del cuchillo,
boca de la vaina tenía una abertura por su parte tra- se empleaba cuero animal, a ser posible, con un gro-
sera, a modo que la costura no llegaba hasta el sor y niveles de dureza y rigidez lo suficientemente
extremo de la boca, que permitía que el cuchillo se satisfactorio para albergar una hoja afilada, que
pudiera introducir y extraer con facilidad. soportara en el continuo ajetreo de entrada y salida
de la vaina, no produjera cortes y roturas.
Como norma general, y que a día de hoy aún se con-
tinúa haciendo, es poner un ojal metálico cerca de
la punta o puntera, lo cual facilitaba la aireación del 6. Según el DRAE (1970). Vainero es el oficial que hace vainas
interior de la vaina y la salida del agua y restos orgá- para todo género de armas.

60 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


Para elaborarla, se tomaba una pieza de cuero vacuno, A. Sin lengüetas.
que es la más gruesa (normalmente la piel del cuello) B. Con lengüetas.
e ideal, y se cortaba con una plantilla en función de C. Con motivos florales.
la longitud de la hoja. La forma inicial de esta pieza D. De oreja o criollo.
es en forma de “U” alargada7. Se unen los extremos
laterales y se cose con fibras animales o vegetales de
gran resistencia. Este cuerpo debe tomar la forma 2.6. La venta del cuchillo canario
específica para acoger el cuchillo, y para ello se hume-
dece el rígido y poco maleable cuero, para que se Según las fuentes orales y escritas consultadas, la
pueda moldear y dar la forma deseada, donde una venta se realizaba de diferentes maneras, bien de
vez mojado en agua, se colocaba en el interior una forma directa en la propia herrería o taller (en el caso
plantilla rígida deforma lanceolada para darle la forma de los plateros), o bien por encargos que realizaban
a eta plantilla se le denominaba “vainero”, estos se
los clientes. Otra forma de venta importante que
fabricaban de madera, luego la vaina se colocaba bajo
hemos documentado era el aprovechamiento de los
dos superficies planas para que la prensen (tornillo de
banco o bien con sobrepeso encima). mercadillos locales y tiendas. La venta la realizaban
tanto los propios artesanos, como también por inter-
Se deja la costura para una de las caras, de tal mediarios.
manera que quedará una cara visible, limpia sin cos-
turas y la otra con el cosido. La parte de la costura
coincidirá con la parte trasera de la vaina. Una vez “Bartolomé Marrero… y su padre se dedican a la
que el cuero pierda su humedad, mantendrá esa industria de cuchillos del país, tenían un puesto de
cuchillos en la feria de San Juan, que en dicho pueblo
forma de por vida.
se celebra” (El Progreso, 1911, p. 2). “Mi tío llevaba
En el extremo de la punta, se hace un orificio con un a la plaza de Arucas a vender los cuchillos un fardito
sacabocados para que el interior de la vaina respire en el suelo o se los daba a otro para que los vendiera.
y en caso de que entre agua en la misma, tenga un Toda esa gente murió joven mis primos Domingo y
orificio de salida pues, como sabemos, el agua es el Juan no llegaron a los cuarenta años y mi tía la her-
peor enemigo del acero. mana de pancho murió con 103 años”.
En algunos de los ejemplares nos hemos encontrado [D. Antonio Jiménez Pérez, 84 años,
que las vainas disponían únicamente de cuerpo, sin Bañaderos, Arucas, 2015]
ningún otro complemento. Pero en la mayoría de
ellas, tenían una pieza de cuero adicional, para que, Los encargos de cuchillos realizados a los herreros
al portar la vaina al fajín, cinto o borde del pantalón,
con incrustaciones de materiales valiosos, eran los
esta no se resbalara y cayera en el interior de la ropa
clientes quienes proporcionaban a los artesanos el
o se perdiera. Éste complemento es la lengüeta, con-
siste en una pieza pequeña de cuero que, unida a la oro, esto no sucedía en el caso de los plateros, que
boca de la vaina, hacía de tope y sujeción de la vaina si dispondrían de estos materiales.
a la indumentaria del portador. Se unía también
mediante costura y/o remache metálico. “Una vez le hizo a D. Bruno Naranjo un señor adine-
rado un cabo con racimos de plátanos en oro, mi
Con estos procedimientos tenemos la vaina confec-
padre fundía el oro que el cliente previamente le
cionada, ya luego, cada vainero, decoraba sus vainas
había traído, mi padre compraba el marfil. El tardaba
a su antojo, mediante bordados, costuras, adornos,
una semana en hacer un cabo elaborado”.
repujados, carbonizados, entre otras técnicas deco-
rativas, con ojales metálicos, brocales y punta metá- [D. Laureano Marrero Guerra, 71años,
licas en ocasiones de plata. Bañaderos, 2014]

2.5.2. Tipologías de las vainas


7. Según información oral facilitada por D. Félix zapatero y vai-
nero de ochenta años de edad, sus plantillas al igual que las
Para estos años hemos visto diferentes modelos de de su padre eran de diferentes medidas: 11, 13, 15, 17, 19,
vainas que las hemos clasificado según su morfología 21, 23 y 25. Según la zona de elaboración del cuchillo eran
y sus motivos decorativos en los siguientes grupos: las medidas.

Descripción y elaboración 61
Otro recurso utilizado para la venta de cuchillos cana- El precio de los cuchillos canarios al igual que hoy en
rios, al menos a principios del siglo XX, era anuncián- día estaría en relación con la complejidad del cabo y
dose en medios escritos. “San Andrés. Cuchillos y los materiales usados. Sobre el valor de venta de los
navajas (fábrica de) Bartolomé Marrero y Laureano cuchillos canarios tenemos algunos datos que nos
Marrero” (ACIMD. 1908, p. 2043). “Telde…Cuchillos proporcionaron las fuentes escritas que nos permite
del país: Rafael Falcón Santana” (Diario Falange, tener una valoración acertada en relación precio y
1939: 3). salario. El primero de ellos aparece publicado en la
obra ya mencionada obra de Grau Bassas, “Usos y
En otras artesanías como la cerámica o loza tradicio- costumbres de la población campesina de Gran
nal se empleaba el sistema de trueque (Zamora y Canaria (1885-1888)”.
Jiménez, 2008, p. 183), pero por el momento no
existen evidencias que demuestren que este colectivo
“Hay cuchillos grandes para vaqueros que tienen
lo llegara a practicar. 0,30 metros de largo por 0,08 de ancho, pero los
ordinarios tienen más cortas dimensiones…pueden
“La loza la vendíamos. Si era por aquí la cambiába- alcanzar un precio elevado cuando los adornos son
mos por papas o por comida, cuantas veces fuimos de metales preciosos… Y sus precios varían entre 4
a Barranco Hondo de Arriba y Barranco Hondo de y 75 pesetas, que son los más lujosos”.
Abajo a venderlas por papas y venir con el saco lleno
[Grau Bassas, 1980, p. 37]
de papas, y cuando íbamos a la ciudad la cambiába-
mos por dinero…”.
“Resultan de una elegancia sorprendente y pueden
[Dª. Inés Suárez Suárez, 80 años, alcanzar un precio elevado cuando los adornos son
Hoya de Pineda, 1-VII-2005] de metales preciosos”.
[Grau Bassas, 1980, p. 37]
También a mediados del siglo XX sabemos por la
información oral que se llegaron a desplazar personas
La segunda fuente nos la proporciona la segunda fac-
de Gran Canaria a Tenerife a vender cuchillos canarios
tura manuscrita nominal, ya estudiada en un capítulo
en esta isla, no sabemos si en la centuria anterior se
anterior, sobre los objetos que se presentaron para la
llegó a realizar esta práctica. Exposición “fiesta de las Flores” de 1892, por D. Pedro
González y González, al Delegado de la misma D.
“Yo jovencito año 1962 llevaba cuchillos canarios Pedro Bautista y Hernández. Aparece la venta de uno
hechos por el padre de Laureano a Tenerife unas de los dos cuchillos elaborados con cabos de cuerno
veces me llevaba siete una vez llevé unos treinta y casquillos e incrustaciones de plata que presentó en
cuchillos y los vendía en la Recova de La Laguna, los
esta exposición, se vendió por 65 pesetas. “En otras
compraba a seiscientas pesetas cada uno y luego los
como Telde, se fabrican los mangos o cabos con una
vendía más caros, en Tenerife no se veían los cuchillos
canarios me los compraban todos”.
facilidad y elegancia extremadas en relación a su exi-
guo precio” (Grau Bassas, 1980, p. 37).
[D. Francisco Cairós Pérez, 70 años, Arucas 2015]
Estas palabras de Grau Bassas en relación a los pre-
cios de los cuchillos canarios, pone de manifiesto el
Los lugares importantes en la venta de cuchillos cana-
hecho que las artesanías populares estaban adapta-
rios, coinciden con los de su elaboración, Grau Bassa
das a las necesidades demandadas (funcionalidad)
ya los cita en 1888, estos fueron Telde, Cuesta de
por la sociedad, así como a las condiciones econó-
Silva (Guía) y Teror (Bassa, 1980, p. 37). Las Palmas
micas donde se desarrollaban. Este siglo decimonó-
de Gran Canaria tuvo que ser un lugar importante
nico estuvo marcado por crisis casi continuas.
en la venta, zona comercial por excelencia, adqui-
riendo mayor importancia después de 1884 después Así mismo consultamos diferentes medios escritos
de la inauguración del Muelle de La Luz. Así mismo de la época sobre el salario para estos años compro-
Telde tuvo que ser un lugar especial de venta, como bamos que en 1861 un criado ganaba 315 reales
así lo atestiguan algunas fuentes escritas. También unas 79 pesetas mensuales, una criada 240 reales
tenemos que referir que algunos de los cuchillos estu- unas 60 pesetas mensuales, una lavandera ganaba
diados presentan en un lado de la hoja grabado el unos 300 reales unas 75 pesetas mensuales, un cate-
nombre de Telde. drático ganaba unos 10.000 reales anuales unas 210

62 Los cuchillos canarios del siglo XIX y principios del siglo XX


pesetas mensuales un médico cirujano ganaba una liar, 1890, p. 2), un cocinero en un hotel ganaba unas
media de 4.500 reales anuales unas 95 pesetas men- 100 pesetas mensuales (Diario Tenerife, 1892, p. 3).
suales a esta cifra había que sumarle una serie de En el bienio 1896-1897 en poblaciones hasta 6.000
complementos (BOPC, 1861, pp. 2-4). En 1890 un habitantes el jornal estaba entorno 1.30 pesetas dia-
maestro ganaba unas 69 pesetas mensuales (El Auxi- rias (Hernández, 1987, p. 14).

Descripción y elaboración 63

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