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Descripción y elaboración
2.1. Definición
2.2. La hoja
2.3. El cabo
2.4. Proceso de elaboración del cabo
2.5. La vaina
2.6. La venta del cuchillo canario
2.1. Definición compartimos, sin embargo, participamos de la defi-
nición de A.E. Hartinken su “Enciclopedia de cuchillos
En este capítulo abordaremos el estudio de la descrip- y navajas” donde se encontrará la diferenciación clara
de uno u otro concepto (Hartink, 2003).
ción formal del cuchillo canario del siglo XIX y principios
del XX basándonos en los ejemplares localizados y La definición de puñal es la de un cuchillo de hoja
catalogados. Partiendo del primer concepto básico corta, con dos filos y la punta en línea con el eje de
según el Diccionario de Lengua Española, le atribuye la hoja. Y se denomina a daga al arma de hoja fija o
a “cuchillo” el siguiente significado: “Cuchillo. (Del lat. plegable con dos filos y punta cuyo eje central de la
Cultellus) m. Instrumento formado por una hoja de hoja y el mango coinciden. Tanto las dagas como los
hierro acerado y de un corte solo, con mango de puñales, tienen “arrial” o “gavilán”, que es una pieza
metal, madera u otra cosa. Hácese de varios tamaños, metálica, a modo de defensa, que separa la hoja de
según los usos que se destina” (DLE. 1970:391). la empuñadura, siendo ésta, indispensable para que
la mano no se deslice hacia los filos de la hoja y pro-
En este sentido partiendo de esta definición, el cuchi- duzca daño en aquel que la empuñe.
llo canario entra dentro de ella. Algunos autores han
empleado la denominación de daga o puñal para El cuchillo canario del siglo XIX y principios del XX,
definir al objeto de nuestro estudio, hecho que no fue creado para cumplir una función básica que siem-
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Partes del cabo.
pre ha tenido, la de cortar (herramienta inherente al muchos casos de otros artesanos como los plateros
ser humano en su evolución tecnológica). Por ello que se introdujeron en el mundo de la cuchillería ela-
debe estar confeccionado para tal menester, borando la parte más artística del cuchillo canario,
siguiendo un proceso determinado adecuado a unos es decir, el cabo, adquiriendo las hojas ya elaboradas
materiales concretos que ya analizaremos más ade- a maestros herreros.
lante en el proceso de elaboración.
Aquí hablaremos, por tanto, de “cuchilleros”, para
El cuchillo canario pertenece a un grupo tipológico referirnos a los que elaboraban tanto la hoja como
concreto, determinado por las características pecu- el cabo, y a “caberos” o “encabadores” (normal-
liares de sus tres elementos fundamentales: la hoja, mente orfebres y/o joyeros), que confeccionaban sólo
el cabo y la vaina. En los siguientes párrafos, nos los cabos que montaban sobre hojas adquiridas.
detendremos a analizar pormenorizadamente las
características morfológicas de los cuchillos canarios Macarena Murcia Suárez, en su libro sobre herreros
objeto de nuestro estudio, acentuando aquellas par- y latoneros, nos habla de que antiguamente, todos
ticularidades presentes en la mayoría de ellos. Hay los cuchilleros eran herreros, pero no todos los herre-
que tener en cuenta que son piezas de manufactura ros eran cuchilleros. Nosotros matizaríamos aún más,
artesanal, donde la creatividad y materiales de cada que no todos los herreros tenían las cualidades téc-
momento, así como el gusto del realizador o propie- nicas de destreza para elaborar cabos con incrusta-
tario, pueden incidir en pequeñas modificaciones que ciones y como hemos visto también existieron plate-
en algunos ejemplares hemos encontrado. ros que elaboraron cabos.
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cuchillo, donde todas las fuerzas que actúan tanto, cuchillos del siglo XIX solían ser hojas más gruesas
sobre la hoja en sí, como sobre el cabo, tienen como que las actuales, con buena tenacidad, pero algo más
resulta una serie de tensiones que se dirigen hacia rígidas debido al grosor. Ésta característica también
los flancos de dicha parte del cuchillo. va en función del tamaño del cuchillo, pues mientras
más grande y larga sea la hoja, más grueso debe ser
Además, y mucho más representativo aún, es el lugar el cuerpo de la misma. También es imprescindible
donde el artesano cuchillero deja su impronta, fir- tener en cuenta que los cuchillos canarios eran con-
mando el mismo a través de una serie de muescas feccionados para el uso, y dependiendo del que se
lineales y cruciformes. Ésta firma, ha sido el legado de le fuera a dar, debía tener unas características u otras,
un taller o herrería, así como de una familia o artesano en dimensiones, temple, etc.
en sí. Por norma general, es la firma del herrero o
cuchillero que confeccionó enteramente el cuchillo, y La calidad de las hojas dependía de los aceros que se
en otros casos, del herrero que realizó la hoja para que empleaban, que durante el siglo XIX no eran en
un joyero u orfebre lo encabara con laborioso esmero. abundantes. Claramente eran aceros al carbono, ya
que no existían los aceros inoxidables, los cuales
Es el “colchón”, como apuntáramos anteriormente, comenzaron sus andaduras a finales del siglo XIX,
es el tope metálico donde se asienta el cabo a través pero que no es hasta los albores de la I Guerra Mun-
del “casquillo delantero”, y es la parte diferenciadora dial, cuando se empiezan a comercializar en Europa.
de la hoja y el cabo. Bajo el mismo, hacia el filo, nos
encontramos con otras de las características más dife- Los aceros son aleaciones con bases de hierro donde
renciadoras del cuchillo canario, dos perfiles de la se les añade cantidades pequeñas y controladas de
hoja con forma, cóncava y convexa, que le dan una carbono (hasta un máximo del 1,8%) para que le
vista y distinción (parecida a otras variedades de proporcione a la aleación metálica, unas cualidades
cuchillos como el cuchillo criollo), nos referimos a la de dureza y tenacidad, sin las cuales la debilidad de
parte llamadas “garganta”, a la parte cóncava, y las hojas y sobre todo, la retención del filo, no exis-
“barbilla” o “barriga”, a la parte convexa, localizadas tirían para considerar un objeto cortante en una
en la parte trasera de la hoja. herramienta eficaz.
En sus inicios tenía una función más estética que fun- Otra peculiaridad de las hojas, es que son por el estilo
cional, no tan marcada como los ejemplares de finales de las cuchillas, delgadas, son ningún tipo de vaciado,
del siglo XIX, pero que con el paso de los años se fue y como se comentó con anterioridad, con el filo en
acomodando a albergar la flexión del dedo índice del “V”. En realidad, no se aprecia la marca del afilado,
portador a modo de protección de los dedos al filo, a el cambio de grados en la hoja, sino que, desde el
modo de “gavilán” o “cruceta”. Los nombres están lomo superior, el pete, hay una sola inclinación que
puestos por la similitud a la silueta de perfil de un cuello muere a cero en el mismo filo, y a su vez, hacia la
y cara humanos, pues parece la misma “S” que forman punta de la misma.
la garganta y la barbilla de una persona. El acabado de
La dureza de la hoja, depende de dos factores pri-
estas partes, también es un rasgo que caracterizaba a
mordiales, por un lado, el acero empleado que en
cada fabricante, por lo que es objeto, también, de estu-
aquella época escaseaba y los herreros tenían desco-
dio para conocer quién lo manufacturó.
nocimientos sobre los mismos, y en segundo lugar,
Los cuchillos canarios carecen de cruceta o gavilán y el factor más primordial, el tratamiento térmico que
tanto la garganta, como la barbilla, hacen esta fun- se le aplicaba a dicho acero. Los buenos herreros eran
ción, impidiendo que la mano se deslice del cabo capaces de sacar buenas cualidades mecánicas a ace-
hacia el filo y se produzcan accidentes. Por dicha ros no muy buenos, frente a otros que, con buenos
razón también, coincide con esta parte de la hoja, aceros, no sabían sacarle partido al mismo. Estos tra-
donde más gruesa debe ser, para recibir y acomodar tamientos térmicos, aún a día de hoy, son una ciencia
el dedo índice. en sí, al alcance de muy pocos en conocer todos sus
entresijos que conlleva el dominio de las temperatu-
Siguiendo con las características de las hojas, no ras, colores, etc.
deben ser muy gruesas, acabando siempre en el filo
en “V”. A diferencia de los cuchillos más actuales y
en base a la calidad de los aceros de antaño, los
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cuchillo que presenta grabada en la hoja entre dos 2.2.2. Las hojas grabadas de Toledo
motivos florales formando un arco, el nombre de
Matías Crocier, y en la base de este arco aparece el Existen referencias bibliográficas y aún se conservan
nombre de Telde, en vertical en la misma cara de la ejemplares de esta época con hojas grabadas al ácido
hoja, paralelo al colchón aparece grabado el año procedentes de Toledo, e incluso, contamos con un
1869. Matías Croicier fue un destacado cuchillero,
magnífico ejemplar, que se puede apreciar en el tríp-
mencionado en la exposición de 1862 por la calidad
tico de la Exposición de cuchillos canarios, realizada
de sus cuchillos del cual hablaremos más adelante.
en el año 1995, comisariada y organizada por Sebas-
Por el momento es el único caso donde aparece gra-
tián Sosa Álamo, en el Casino del Hotel Santa Cata-
bado el nombre del autor del cuchillo. Puede que se
trate de un regalo del artesano a otra persona. Estos lina, donde aparece un precioso ejemplar datado de
argumentos expuestos convierten a este “cuchillo 1875, donde se puede leer en la hoja, “Fábrica de
del país” en una pieza excepcional de gran valor en Toledo, año 1875”.
la historia del cuchillo canario. Otra de las variedades de hojas importadas desde
dicha cuidad castellano manchega, eran hojas con
CUCHILLOS CANARIOS CON FECHAS unos acabados minuciosos y excelentes pulidos que,
los herreros y cuchilleros canarios, no eran capaces
– “Enº 19 de 67” (19 de enero de 1867) Código de alcanzar por la falta de herramientas y maquina-
OA002XIX rias específicas y/o formación técnica necesaria para
– “disiembre 17 de 1868” Código AN003XIX su elaboración.
– “mayo 20 de 1880” Código MB001XIX
– “Agosto 6 de 1880” Código FD005XIX A este propósito tenemos que especificar que eran
– “Fábrica de Toledo 1875” Código SA001XIX ejemplares no muy comunes y destinados a cuchillos
– “Diciebre 2 de 1886” Código MS001XIX de gama alta, confeccionados con materiales primo-
– “Febrero 11 de 1889” Código IN031XIX rosos y de elevados precios, al alcance de muy pocos
– “Enero 13 de 1891” Código FR002XIX bolsillos.
– “Octubre 25 de 1891” Código TC002XIX
– ”1892” Código SR001XIX Como ya veremos en un posterior capítulo como el
– ”1893” Código FR005XIX expositor Pedro Bautista presenta en la Exposición
– ”1893” Código JJ005XIX Fiesta de Las Flores en 1892 un cuchillo de José
– ”1894” Código FR008XIX Batista González que tenía la hoja de Toledo, “Otro
– “(ilegible) de 1895” Código JM005XIX cuchillo con hoja de la fábrica de Toledo”. Tras el
– “3/6 T 1896” (Telde 6 de marzo de 1896, estudio pormenorizado de las fotografías de dicha
escrito en el reverso de la lengüeta de la vaina) Exposición, se aprecia dicho cuchillo con una hoja
Código JJ002XIX pulida a espejo, con ausencia de grabados. Resaltar
– “Junio 18 de 1896” Código BC001XIX el brillo de la misma en comparación con los otros
– “Setiebre 9 de 1896” Código BC003XIX cuatro cuchillos con hojas de herreros canarios.
– “Abril 22 de 1897” Código TC001XIX
– “Nobre de 1897” Código IN025XIX
– “Abri 14 de 1899” Código BC005XIX 2.2.3. Elaboración de la hoja
– “1900” Código FR004XIX
– “Marzo 12 de 1900” Código FR001XIX Desde los albores del cuchillo canario, las hojas se
– “Octubre 30 de 1901” Código JJ004XX han fabricado a partir de una sola pieza de acero,
– “Octubre 22 de 1902” Código IN010XX donde se le daba forma a base del caldeo a fragua
– “julio 22 de 1902” Código JQ001XX y posterior moldeado a base de martillo y yunque.
– “Telde1903” Código IN003XX
– “Agosto 2 de 1906 Telde” Código FD004XX Los procesos de elaboración poco han cambiado
– “1922” Código JG003XX desde sus inicios. Se han sustituidos algunas herra-
mientas manuales por otras eléctricas que facilitan y
Reproducción de las fechas y lugares que aparecen en aceleran el trabajo, pero básicamente el proceso es
los cuchillos canarios estudiados. Elaboración propia. muy similar.
No todos los tipos de acero que se emplean en cuchi- Los diferentes procesos de forjado a los que había
llería son idóneos para todas las variedades de estas que aplicar sobre el acero para convertirlo en una
armas blancas. Para los cuchillos canarios, la cantidad hoja de cuchillos son: “recocido”, “mecanizado”,
más idónea ronda entre el 0,45 y el 0,90% de car- “normalizado”, “templado”, y “revenido”.
bono, pues si la cantidad de acero fuera menor, sería
un cuchillo muy blando que no cogería mucho tem- Como se explicó con anterioridad, cada maestro
ple, y por lo tanto tendría poca tenacidad, no recu- herrero empleaba las técnicas que conocía y especí-
perando la forma tras ejercer tracción lateral sobre ficamente aquellas con las que mejores resultados
la hoja. Y por el contrario, si tuviera un alto contenido obtenía. En muchos talleres de cuchillería y herrerías,
en carbono, la hoja estaría muy rígida y , por consi- existía la figura del maestro forjador, aquel que dis-
guiente, excesivamente frágil. ponía de una capacidad y conocimientos superiores
a los demás en el arte de los procesos térmicos del
Los antiguos maestros herreros tenían que hacerles acero, sobre todo, en el temple y el revenido.
pruebas a los trozos de metal que en su herrería
entraban, para saber el uso que se le podía dar, ya Una vez elegido el acero idóneo para la pieza que se
que el metal escaseaba en las islas. Éstos adquirían o procedía a fabricar, había que darle un proceso de
reutilizaban cualquier tipo de acero que en sus manos recocido al acero. Éste proceso no lo realizaban todos
cayera, trozos de vagonetas y sus railes, muy emple- los herreros, ni era imprescindibles para todos los ace-
ados en las grandes construcciones y galerías de ros. Sólo se aplicaba a aquellos aceros que ya venían
extracción de aguas, herramientas desgastadas, etc. con un temple dado con anterioridad o con excesiva
dureza.
“De los raíles sacaban el metal, la parte alta de los
raíles era la que más acero tenía y la usaban para las Este proceso consiste en devolver al acero su estado
hojas de los cuchillos y la parte baja para hacer joces. más dulce o blando, en el alineamiento original de
Esos railes estaban antiguamente en las tierras para las moléculas de carbono y hierro, aliviando así, ten-
hacer los bancales, con un trozo hacían 10 ó 15 siones internas. Para ello hay que aplicar al acero una
hojas. Por último, pego a llegar el acero estríao que alta cantidad de calor a la pieza y dejarlo enfriar poco
se usaba en la construcción” a poco. Existen muchas técnicas, pero una de ellas
[D. Eustaquio Marrero Díaz ,77 años. es dejar la pieza al rojo junto a la fragua el resto de
San Felipe, Moya, 2016] la jornada, para que vaya enfriándose poco a poco.
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primigenia espiga, se le va dando un biselado redon-
do, que coincidirá con el grosor del colchón. Finalizado
este proceso de marcar la espiga, se hace hincapié en
el desarrollo de la hoja propiamente dicha.
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diendo, como hemos mencionado con anterioridad, entre los cuchilleros y propietarios de los ejemplares.
al color que vaya tomando la hoja sobre el fuego de El afilado técnico y el afilado clásico.
la fragua.
Antiguos herreros, llegaron a confesarnos que, en 2.2.4.1. Afilado técnico
algunas de sus múltiples sesiones de machaqueo y
mordida del acero, al acercarse sobre las brasas de Lo denominamos así pues, era el empleado por los
la fragua para ver el color que adquiría la hoja, lle- maestros cuchilleros, donde se le daba el primer afi-
garon a chamuscarse las pestañas, literalmente. lado, y donde su experiencia diaria, le eran capaz,
junto a los materiales y herramientas especializadas,
Tras sacar la hoja, con el color del acero, y hasta sacar un filo que afeitaba. Es un afilado preciso con
donde quería el cuchillero, se deja enfriar para recocer técnicas más sofisticadas. Para ello empleaban piedras
el metal, bajando la dureza varios puntos. En cuchi- de afilar, utilizadas desde tiempos pretéritos hasta
llería, la dureza que alcanza el acero se mide en la bien acabado el siglo XX. Eran piedras con forma de
escala Rockwell (55HRC,60HRC...). rueda, montadas sobre un eje y accionadas con
manivela o pedales, metidas en recipientes de agua
Con estos importantísimos tratamientos térmicos,
hasta 1/3 de su total, que al girar se empapaban de
pretendemos obtener un acero con unas cualidades
agua, lo que hacía que el metal no se calentara con
idóneas de tenacidad y retención de filo. Ya la hoja
la fricción con la piedra. Tenían un granulado muy
está prácticamente acabada, a falta de algunos reto-
fino (existían de granos diferentes, de más grueso a
ques finales, como el lijado más fino para darle brillo,
más finos).
y como no, el “afilado”. Ya una vez se le da el “reco-
cido”, para evitar que se recosa más y con ello pierda Sobre la superficie de estas piedras, se colocaba el
más temple, se evita que la hoja coja temperatura en filo (por regla general, eran piedras anchas donde se
estos procesos de lijado y afilado. podía asentar casi todo el filo del cuchillo). La hoja
debía estar tumbada lo máximo posible, entre 15-
2.2.4. Afilado 25º. Aquí dependiendo del cuchillero, se afilaba por
una sola cara o por ambas. Después de estas piedras,
El afilado de un cuchillo es y debería ser, el proceso se le asentaba el filo, que no era otra cosa que darle
más cuidadoso y minucioso de todos, ya que para el un mejor filo, más fino, con una piedra de mano, de
corte para lo que se emplea cualquier cuchillo. Aun- grano mucho más delgado, con suaves pasadas del
que los usos que le damos a los cuchillos actuales cuchillo o con cintas de cuero.”Tenían una piedra a
son bien diferentes (exposición, complemento a la pedales que afilaba y pulía la hoja” (D. Eustaquio
indumentaria típica...) no debemos de dejar de pres- Marrero Díaz ,77 años. San Felipe, 2016). “…y des-
tar atención a este proceso. Existen diferentes técni- pués le daba con la piedra de agua” (D. Antonio
cas y procesos de afilado de los cuchillos, todo depen- Jiménez Pérez,84 años, Bañaderos, 2015).
diendo de la forma de la hoja y del tipo de filo que
le queramos dar, y sobre todo, de la mano experta 2.2.4.2 Afilado clásico
del cuchillero.
Sabemos que, el cuchillo canario dispone de una hoja Esta definición la emplearemos para denominar al
muy delgada, con acentuada tenacidad y donde el afilado que hacían los portadores de los cuchillos,
cuerpo de la misma va, en el eje longitudinal, desde que necesitaban mantener sus cuchillos afilados o
el grosor del pete, 2 mm junto al colchón hasta 0 en bien devolverles el filo después de un uso intensivo
la punta. Y en el eje transversal, desde el grosor del del mismo. Lo llevaban a cabo labradores y ganade-
pete, también a 0 en el filo. Algunos cuchilleros deja- ros, mayoritariamente, y una vez notaban que sus
ban el cuerpo algo más grueso, siendo necesario un cuchillos necesitaban un afilado, empleaban lo que
ángulo de filo más acentuado para obtener el mismo. más a mano tenían en aquel momento, pues no
Lo genérico, es un ángulo de ente 15-25º respecto podían esperar a llevarlo al herrero para que les devol-
a la piedra de afilar. viera el filo, ni disponían de materiales específicos
para tal menester. Este era un afilado más rudimen-
Para el presente trabajo, se ha tenido en cuenta los tario y tosco, muchas veces con resultados muy satis-
dos tipos de afilados más comúnmente extendidos factorios, por el conocimiento y delicadeza del pro-
Nombre con el que insularmente se denomina a la El cabo está montado o unido a la hoja a través de
empuñadura o mango. Tiene una forma muy parti- la “espiga”, que funciona como eje central donde
cular y es lo que llama más la atención del cuchillo se insertan cada una de las piezas que lo conforman.
canario. Es una empuñadura cilíndrica fusiforme, es Si tomamos la espiga como eje central de referencia,
decir, con forma de barril con la parte central más todo el cabo debe presentar una simetría perfecta,
gruesa y los extremos más delgados. A esta forma en número, tamaño, diseño de cada una de las pie-
se la denomina “ahusado”, con forma de huso, y zas y casquillos. Puntualizar que existen excepciones,
era bien pronunciado en los cuchillos de aquella como ya veremos. Esta simetría también tiene que
época, y forma una línea de inclinación continua que ser patente, no solo en el eje longitudinal, sino tam-
arranca desde los casquillos hasta la pieza central. bién en el transversal.
Con esto se pretende dar a conocer que el cabo no La proporcionalidad del cabo respecto a la hoja viene
tiene resaltes o cambios bruscos de gradación en la dada por la longitud de las hojas. Siguiendo esta pre-
inclinación de las curvaturas. “Los cabos, por el con- misa, tenemos que el cabo es de una longitud de ½
trario tienen un hermoso aspecto, llenos completa- del largo de la hoja, y equivale a 1/3 de la longitud
mente de embutidos de gusto árabe, de metales total del cuchillo. Estos cabos del XIX eran por lo
sobre cuerno de vaca y carnero en blanco y en negro. general cortos y robustos.
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2.3.1. Los casquillos
Para confeccionarlos, se empleaban láminas de metal “Yo aprendí hacer la hoja los casquillos que eran de
de grosores en torno a 1 mm, a las que se les daba níquel y plata, se hacían con los reales de 25 céntimos
forma de cono y se les soldaba en su unión. Están que tenían un agujero en el centro”
rellenados de madera para ajustarlos a la espiga. Pero [D. Laureano Marrero Guerra,71años,
la particularidad más llamativa y diferenciadora de Bañaderos, 2014]
este tipo de cuchillos, era el engalanamiento que los
artesanos de la época procedían a aplicar en dichos Por regla general, estos grabados se hacían en líneas
casquillos, las decoraciones con trenzados, flores y a ambos extremos del cono, es decir, dos líneas de
acordonados en tres dimensiones, que le proporcio- cordones en cada casquillo. Hay variedad de estas
nan una ornamentación y empaque, muy vistoso. decoraciones, pero el trenzado acompañado en
A este tipo de casquillos algunos autores los han También observamos que, muchos de los cuchillos
denominado, como “casquillos de joyero” o “cas- de la época que hemos podido estudiar, no tienen
quillos en dedal”, pero nosotros no coincidimos con un trabajo de embutido tan cuidadoso como el acor-
tales denominaciones por los siguientes motivos: donado de los casquillos, lo que nos llega a plantear
la hipótesis de que, varios de los artífices de la cuchi-
La denominación de trabajo de joyero, viene dada llería canaria del siglo XIX y principios del XX, adqui-
porque a finales del siglo XIX, la mayoría de los pre- rían los casquillos ya elaborados bien a plateros o
mios en las ferias de artesanía eran obtenidos por bien a latoneros, pues eran estos últimos los que dis-
joyeros u orfebres que construían cuchillos canarios ponían de este tipo de maquinaria manual para
de gran belleza, además, se creía que muchos de los esculpir los casquillos.
herreros de la época, no podían hacer un trabajo tan
fino en sus casquillos, pensando, que al igual que en En este sentido, también existió la opción de realizar
otras piezas de orfebrería, era un delicado trabajo de los acordonados en los casquillos mediante tornos
burilado o cincelado. Nada más lejos de la verdad, manuales de la época, accionados a pedal y emple-
en realidad, eran confeccionados con herramientas ando moletas en negativo para modelar y decorar
especializadas. Ya con anterioridad a la entrada de los casquillos.
los plateros, joyeros u orfebres al mundo de la cuchi-
Los casquillos acordonados son un rasgo caracterís-
llería canaria, ya existían ejemplares con casquillos
tico de los cuchillos canarios del siglo XIX, aunque
trabajados refinadamente con estas técnicas.
no podemos dar por sentado que es el único tipo de
Mucho se ha indagado y especulado sobre este tipo casquillos. A parte de estos, que serían los más lla-
de maquinaria. Son herramientas de sobremesa deno- mativos y laboriosos, y por lo tanto de una cuantía
minadas “rebordeadora”, “bordonadora” o “biselado- superior, serían los elaborados para las familias
ra”, propias de los latoneros para su trabajo diario. pudientes y sobre todo para el turismo que, por la
capital de la isla, arribaban desde el continente euro-
El otro término empleado es el de casquillos en dedal, peo, sobre todo el turismo británico.
no nos parece tampoco acertado pues, hay pocas
similitudes con dichos objetos de costura. Pensamos También existen ejemplares de casquillos con mues-
que los términos más acertados son los de “casquillos cas y grabados mucho más sencillos, sobre todo
bordonados” o “acordonados”, pues hacen referen- muescas decorativas lineales, como hoy día, realiza-
cia a la máquina que los confecciona y sobre todo, das a segueta o limas, al igual que lo tienen los cuchi-
a la decoración que presenta mediante “cordones llos y puñales albaceteños de tipo I y II, heredados de
de bolas” o “trenzados”, mayoritariamente. A partir ellos. En otras ocasiones, es un trabajo decorativo
confeccionado a buril, normalmente con grabados
en zigzag, esta última técnica ya mucho más exten-
didos en los cuchillos de alta gama del siglo XX.
A-Acordonados:
Presentan cadenas o trenzas en sus extremos, reali-
zados con la bordonadora.
11. Trenzado lineal.
12. Trenzado oblicuo.
13. Cordón de bolas sencillo.
14. Cordón de bolas doble o triple.
15. Cordón de flores.
Bordeneadora. 16. Cordón dibujos geométricos.
Descripción y elaboración 51
B-Moleteados: E-Combinaciones:
Las muescas con ondulaciones son realizadas a torno Son las más complejas y las más extendidas dentro
mediante moletas. Más comunes en los trabajos de de la cuchillería del siglo XIX en Canarias.
comienzos del siglo XX. 11. Trenzado lineal con cordón de bolas.
17. Moleteado a torno. 12. Trenzado oblicuo con cordón de bolas.
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mental del resultado final. Aquí se determinan los como Plata alemana. Existen tres calidades diferentes,
materiales a emplear. en función de las proporciones de sus componentes,
siendo la de primera calidad, la de más brillo y color
Los pasos para la elaboración del cabo son: más blanco (mayor contenido en níquel y zinc y
Elaboración de los casquillos. menos en cobre) y la de tercera calidad la de color
Preparación de las piezas. más amarillento debido a su mayor concentración
Primer montaje o montaje inicial. en cobre y menor en los metales blancos.
Ahusado del cabo.
El latón también es una aleación de dos metales, el
Desencabado y proceso de embutido.
cobre y el zinc. Es un metal fácil de moldear tanto en
Montaje final y cerrado.
frío como en caliente. Muy extendido en la cuchillería
Lijado y pulido.
española de los siglos XVIII y XIX, por su color y brillo,
Analicemos cada uno de estos pasos detenidamente. similar al oro, pero con mejores propiedades ante el
desgaste, y como no, con un menor gasto econó-
2.4.1. Elaboración de los casquillos mico en la producción.
2.4.1.1. Materiales empleados Técnica más rústica donde se hacían los conos metá-
licos a través del fundido del metal a emplear, para
Los materiales pueden ser diversos, siempre metales posteriormente verter el metal líquido incandescente
no férricos. Mayoritariamente, se empleaban metales en un molde de arcilla o barro. Se empleaba más mate-
provenientes de las monedas de la época y en oca- rial, los casquillos eran más robustos y pesados, con
siones, piezas de cuberterías reutilizadas de metales ello más resistentes y normalmente eran de bronce.
semipreciosos, tales como alpaca, plata y oro. En el
caso del oro, sólo hay constancia documental de un Se parte de virutas o pequeños trozos del metal a
cuchillo elaborado con este precioso metal, y fue una fundir y se introduce en un crisol, el cual se llevará a
creación del platero D. José Batista González, patriar- altas temperaturas para producir la fundición del
ca de la estirpe de magníficos cuchilleros, Los Batista mismo. Una vez hecho líquido el metal, se vertía en
de Guía. En otras ocasiones, se empleaban baños de moldes de arcilla o hierro.
oro en casquillos de alpaca.
2.4.1.3. Técnica del laminado
Estos metales estaban aleados con otros para pro-
porcionar cierta dureza a la pieza y evitar así, un des-
gaste prematuro. Los colores para estos casquillos El proceso de elaboración es bien diferente al expues-
eran principalmente dos, el blanco o plateado, donde to anteriormente, empleando para ello, mucho me-
se empleaban plata, alpaca y níquel; y el amarillo o nos material. Técnica imprescindible para cuando se
dorado, para ello se empleaba latón y bronce (tam- iban a emplear metales más preciados, como la alpa-
bién oro). De todos ellos, los metales más empleados ca o la plata. Para ello se empleaban piezas de cuber-
en los ejemplares que hemos podido estudiar, han terías inservibles y/o monedas de la época (la variedad
sido los elaborados en alpaca y en latón. de monedas españolas de la época fue variada en fun-
ción de los reinados y gobiernos que se sucedieron).
La alpaca es una aleación de tres metales, cobre zinc
y níquel. Fue creado en Francia a comienzos del siglo Se utilizaban, principalmente, monedas españolas
XIX con el fin de imitar a la plata, para ser empleada como los reales (1/4 de real, 1/2...) y escudos de plata,
en cubertería y servicios de mesa. Tiene un color y monedas inglesas como chelines, florines o coronas,
brillo similar a la plata y de ahí también se le conoce y también monedas sudamericanas como las onzas
Descripción y elaboración 55
fante (Elephantidae), en gran parte procedente de tariamente relucían los dibujos incrustados de metal.
bolas de billar de la época material con el que se Se empleaban cuerno de macho y cabra, así como
hacían hasta que a finales del siglo XIX luego se cuerno de vaca-toro o cuerno de carnero negro, que
empezaron a introducir materiales obtenidos sinté- posee un tono azabache que otros cuernos no llegan
ticamente a partir de fibras vegetales, como el celu- a alcanzar. En ocasiones, también empleaban cuernos
loide. Otro marfil empleado era de los dientes cacha- claros, el rubio o amarillo en todas sus tonalidades,
lote (Phyceter macrocecefalus). Los materiales desde el pajizo claro hasta el rojo oscuro. Se sacaban
sintéticos también fueron usados para adornar los principalmente de carnero, aunque en las vacas o
cabos de los cuchillos canarios, alcanzando con ellos toros también se encontraba y en algunas reses de
una estética que con los materiales naturales no se ganado caprino albino.
podían obtener.
Lo más demandado y buscado era el cuerno blanco,
A partir de la extensión del cultivo del plátano, hubo que suele corresponder a la capa externa y en oca-
una transición en la tipología del cuchillo canario, siones interna, de la cornamenta de toro o vaca. Se
sufriendo una transformación en esta centuria tanto podían extraer arandelas de amplios grosores, cosa
en el cabo como en las hojas, adaptándose a las nue- que hoy día, es casi imposible, por un lado, por la
vas necesidades y usos, esta nueva estéticaha pervivido desaparición casi de la raza, y por otro, por la extir-
hasta nuestros días, pero este nuevo cambio es otro pación temprana de las cornamentas del ganado
tema de una etapa diferente a la estudiada en esta para evitar heridas y accidentes entre ellas y una ade-
obra que se debe tratar en un futuro y de esta manera cuada manipulación por parte del ganadero. En este
poder tener una visión completa sobre este elemento. sentido tienen estas piezas de cuerno blanco, emple-
adas para separar las figuras geométricas y darle al
cabo un toque llamativo y luminoso.
Por esta época, el hueso animal, también se empleó,
pero en menor medida, debido a su dureza y com-
plejidad en su manipulación, este material posee un
mal envejecimiento, y sobre todo, por su porosidad
en la que se incrustaban impurezas que daban un
resultado estético menos agraciado. Se empleaban
y aún a día de hoy se sigue utilizando la tibia de la
vaca, porque es donde más grosor y anchura de
hueso se encuentra. También se empleaban cualquier
otro tipo de hueso animal. No todo el hueso sirve,
hay que elegir las diáfisis (parte central del hueso
Materias primas. largo) del hueso y descartar las epífisis (extremos de
los huesos donde se sitúan las articulaciones). La
Retomando de nuevo el argumento que nos ocupa, razón se debe al componente óseo de cada uno de
la mayoría de los cuchillos canarios que han perdu- ellos, siendo la diáfisis de un compuesto óseo más
rado hasta nuestros días 4, son los cuchillos elabora- compacto y por lo tanto, menos poroso.
dos con piezas de cuerno animal, ganado bovino, Se seleccionaban los cuernos que se iban a emplear
caprino y ovino. Por otro lado, a diferencia de los que atendiendo a su calidad y tonalidad, luego se cortaban
muchos creen, fue el cuerno de vaca de la tierra el varias ruedas de cada uno y se separaban, mediante
más empleado, estos cuernos densos, con capas de sierra, en trozos cuadrados de unos milímetros más
diversos tonos, blanco, negro, rubio, rojizo…en fun- gruesos que el grosor final del cabo que se quería
ción de la capa del animal, la edad y longitud del hacer. Éstas láminas no eran planas, por lo que había
cuerno. Era el tipo de cuerno muy apreciado por sus que aplicar calor al cuerno. Para tal proceso, se emple-
diferentes tonos blancos y claros aba la misma fragua o se procedía a hervirlos en agua,
El cuerno negro, era el principal, el que se empleaba
para las piezas que se fueran a incrustar con metal, 4. Teniendo en cuenta que nos referimos a los cuchillos que
dado, que por su oscuro fondo, era donde mayori- hemos estudiado y catalogado para esta obra.
Descripción y elaboración 57
Se tomaban cada una de las piezas, colocándolas en
el tornillo de banco. Con una sierra de mano (hay
testimonios que aseguran que se empleaban crin de
caballo a modo de sierra) se hacían incisiones en la
pieza, donde el metal va a ir incrustado. El grosor de
las hojas de la sierra siempre sería unas micras más
delgadas que el metal a embutir, de tal manera que
esta incrustación quedaba bien sujeta y presionada,
para que no se salga con posterioridad. Se emplea-
ban en ocasiones, pegamentos naturales, tales como
resinas o barnices.
Las incisiones serían de unos 3 mm de profundidad
y las láminas de metal a embutir de un grosor(nor-
malmente entre 0,1-0,4 mm) y un ancho de más de
3 mm (entre 3,2-3,5mm). Se introducían en las ranu-
ras previamente realizadas con la ayuda de un
pequeño martillo, y el metal sobrante, se cortará
mediante fricción (diversos dobleces).
Este proceso sería repetido con cada uno de las líneas
Antiguas arandelas de metal y cuerno. que se iban a realizar (rectos oblicuos...), así hasta
completar toda la superficie de la pieza y teniendo
sano, formando unos llamativos dibujos. Éste pro- en cuenta la simetría de los mismos. Había que mar-
ceso, no siempre era necesario, pues si el hacedor car las piezas para colocarlas en la misma posición
del cuchillo quería simplemente formar un cabo con luego. Cada una de las piezas ya incrustadas y las
diversas arandelas o roldanas de cuernos, únicamente que no llevan este trabajo, deben ser nuevamente
calibradas perfectamente pareadas con su pareja.
le bastaba con separar cada una de las roldanas con
finas láminas de metal. También existía el caso,
menormente extendido, de colocar simplemente una 2.4.6. Montaje final y cerrado
sucesión de roldanas de cuernos sin ninguna sepa-
ración entre ellas. Acabado el proceso de decoración y embutido se
procedía al montaje final del cabo sobre la hoja, se
Para realizar el procedimiento de incrustar cada pieza, colocaba de nuevo la hoja en el tornillo de banco,
era necesario que las piezas estuvieran fuera de la con la espiga hacia arriba, se comenzaba, nueva-
espiga. Para ello se volvía a desencabar todas las rol- mente a montar todo el cabo empezando por el cas-
danas colocadas de cuerno, normalmente colocán- quillo delantero o de arranque y colocando cada
dolas en un alambre o superficie en el mismo orden pieza e intercalando, entre cada una de ellas, si pro-
que tenía finalmente. cedía unas finas láminas de metal con una superficie
mayor a la de las piezas, donde el metal sobrante se
Así mismo, Se cogerían aquellas piezas que iban a
recortaba con posterioridad. Siempre atendiendo al
recibir las incrustaciones metálicas, pues no todas las
orden estricto de las piezas.
piezas las llevarían. Para este trabajo de incrustación
o embutido, se empleaban diversos metales y/o Cuando se colocaban todas y cada una de las piezas,
materiales naturales. Lo más común era alpaca, sólo a falta de colocar el casquillo trasero o de apriete,
níquel, latón, bronce, plata llegando a incluso oro; y se procedía a hacer el rebaje en el extremo distal de
como materiales naturales, hueso, marfil o cuerno la espiga, destinado para albergar la perilla y poder
(normalmente blanco). Hay que explicar que este pro- cerrar el cabo. Recordamos que la espiga tiene sec-
ceso consiste en meter en el cuerno, finas láminas o ción cuadrada, y la perilla debe tenerla circular. Éste
geométricas formas de material, a base de hacer inci- proceso se hará a lima, siempre el rebaje más largo
siones en el cuerno y/o vaciados, que se reemplaza- que lo que va a ocupar la perilla, esta tendrá una lon-
rán con aquellos metales que queremos apreciar en gitud entre 5-8 mm aproximadamente, por lo que el
la cara visible de cada pieza de cuerno. rebaje, sería superior a esta medida.
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pequeñas dimensiones, originario y tradicional de nicos en el caso de que estos se colaran en su interior.
Finlandia), los “Facones argentinos” y “cuchillos crio- Si este agujero no existiera, la parte interna de la
llos”, sucede lo mismo con el cuchillo canario objeto vaina se mantendría mucho más tiempo húmeda y
de nuestro estudio. Por ello, y dado que tradicional- sucia, perjudicando gravemente al estado de conser-
mente el cuchillo canario siempre estuvo confiscado vación de la misma, y sobre todo, al estado de con-
dentro de su vaina, al cinto o fajín de sus portadores, servación de la hoja, aumentando así el grado de
sería injusto analizar este elemento objeto de nuestro corrosión de la misma.
estudio, independientemente de su vaina, pues hay
En otras ocasiones, y puesto que fueron muchos tala-
características diferenciadoras en estas últimas de las
barteros los que trabajaron esta herramienta indis-
de otras partes del mundo. pensable para albergar y cuidar al cuchillo canario,
Todas ellas compartían su forma triangular del cuerpo cada uno le aportó las características y peculiaridades
de la misma, confeccionada con una sola pieza de propias que la hacían más bellas y llamativas a sus
cuero vacuno, grueso, rígido y resistente, que podía ojos. Unos suprimían las camisas y lengüetas, otros
o no llevar decoraciones mediante repujados, troque- alargaban el cuerpo para que, al estilo de los cuchillos
lados, incisiones o carbonizado. En su boca, tenían criollos, sobresaliera por la parte alta de la boca un
ala de cuero, tal y como describe Olivia Stone en su
una camisa, que era otra pieza de cuero, algo más
libro “Tenerife y sus siete satélites”. Esto le confiere
delgada que la anterior y normalmente de diferente
una salvaguarda para evitar rozaduras del cabo con
color, con más decoraciones, muchas veces, florales
la piel, puesto que normalmente se portaba en la cin-
y trasfondos de diversos colores, donde sobresalía la
tura, bien en la parte delantera, a un lado del ombli-
lengüeta. Ésta lengua, también de cuero, era la parte
go, y otras veces, en la espalda.
de la vaina destinada a hacer de tope para que la
misma no se introdujera totalmente dentro del fajín La inmensa mayoría de las que se conservan, lo cual
o calzón, sino que ejercía de tope y agarre de la vaina no quiere decir que hayan sido los únicos estilos, pre-
a dichas piezas de vestimenta canaria. Muchos de sentan estas características, todas con sus diferentes
los adornos que poseían, también consistían en ojales peculiaridades, pero todas igualmente efectivas para
esféricos y metálicos, que repartidos estéticamente el menester que fueron creadas.
y armónicamente por la camisa y lengüeta, propor-
cionaban una llamativa imagen. 2.5.1. La Elaboración
Como se reseñó con anterioridad, estas vainas esta-
ban confeccionadas con una sola pieza de cuero, Este proceso era realizado en Gran canaria por los
cosidas (la mayoría de estas vainas analizadas pre- zapateros de la época, que en ocasiones recibían el
sentan un cocido a máquina) en la cara no visible de nombre de vaineros6 como hemos podido documen-
la vaina, es decir, en la cara opuesta a la lengüeta y tar por tradición oral en la ciudad de Telde. Algunas
que corresponde con la parte trasera, donde al por- de estas vainas fueron confeccionadas con un primor
tarla al cinto o fajín, quedaba pegada a la ropa y no exquisito, adornadas con calados y costuras, así como
se apreciaba la costura. La boca, con el hueco justo con repujados armoniosos. Algunas de estas tipolo-
para que entrara la hoja y parte del cabo, caracterís- gías desaparecen en el siglo siguiente. Normalmente
siguen la regla siguiente a un cabo de mayor elabo-
tica ésta, esencial de las vainas de aquella época, pues
ración aparece una vaina de mayor elegancia.
en torno a casi un tercio del cabo, también se intro-
ducía en la vaina, dejando sobresalir sólo una Para confeccionar el cuerpo, que es la envoltura de
pequeña porción del mismo. Para tal menester, la cuero donde va a estar insertado la hoja del cuchillo,
boca de la vaina tenía una abertura por su parte tra- se empleaba cuero animal, a ser posible, con un gro-
sera, a modo que la costura no llegaba hasta el sor y niveles de dureza y rigidez lo suficientemente
extremo de la boca, que permitía que el cuchillo se satisfactorio para albergar una hoja afilada, que
pudiera introducir y extraer con facilidad. soportara en el continuo ajetreo de entrada y salida
de la vaina, no produjera cortes y roturas.
Como norma general, y que a día de hoy aún se con-
tinúa haciendo, es poner un ojal metálico cerca de
la punta o puntera, lo cual facilitaba la aireación del 6. Según el DRAE (1970). Vainero es el oficial que hace vainas
interior de la vaina y la salida del agua y restos orgá- para todo género de armas.
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Otro recurso utilizado para la venta de cuchillos cana- El precio de los cuchillos canarios al igual que hoy en
rios, al menos a principios del siglo XX, era anuncián- día estaría en relación con la complejidad del cabo y
dose en medios escritos. “San Andrés. Cuchillos y los materiales usados. Sobre el valor de venta de los
navajas (fábrica de) Bartolomé Marrero y Laureano cuchillos canarios tenemos algunos datos que nos
Marrero” (ACIMD. 1908, p. 2043). “Telde…Cuchillos proporcionaron las fuentes escritas que nos permite
del país: Rafael Falcón Santana” (Diario Falange, tener una valoración acertada en relación precio y
1939: 3). salario. El primero de ellos aparece publicado en la
obra ya mencionada obra de Grau Bassas, “Usos y
En otras artesanías como la cerámica o loza tradicio- costumbres de la población campesina de Gran
nal se empleaba el sistema de trueque (Zamora y Canaria (1885-1888)”.
Jiménez, 2008, p. 183), pero por el momento no
existen evidencias que demuestren que este colectivo
“Hay cuchillos grandes para vaqueros que tienen
lo llegara a practicar. 0,30 metros de largo por 0,08 de ancho, pero los
ordinarios tienen más cortas dimensiones…pueden
“La loza la vendíamos. Si era por aquí la cambiába- alcanzar un precio elevado cuando los adornos son
mos por papas o por comida, cuantas veces fuimos de metales preciosos… Y sus precios varían entre 4
a Barranco Hondo de Arriba y Barranco Hondo de y 75 pesetas, que son los más lujosos”.
Abajo a venderlas por papas y venir con el saco lleno
[Grau Bassas, 1980, p. 37]
de papas, y cuando íbamos a la ciudad la cambiába-
mos por dinero…”.
“Resultan de una elegancia sorprendente y pueden
[Dª. Inés Suárez Suárez, 80 años, alcanzar un precio elevado cuando los adornos son
Hoya de Pineda, 1-VII-2005] de metales preciosos”.
[Grau Bassas, 1980, p. 37]
También a mediados del siglo XX sabemos por la
información oral que se llegaron a desplazar personas
La segunda fuente nos la proporciona la segunda fac-
de Gran Canaria a Tenerife a vender cuchillos canarios
tura manuscrita nominal, ya estudiada en un capítulo
en esta isla, no sabemos si en la centuria anterior se
anterior, sobre los objetos que se presentaron para la
llegó a realizar esta práctica. Exposición “fiesta de las Flores” de 1892, por D. Pedro
González y González, al Delegado de la misma D.
“Yo jovencito año 1962 llevaba cuchillos canarios Pedro Bautista y Hernández. Aparece la venta de uno
hechos por el padre de Laureano a Tenerife unas de los dos cuchillos elaborados con cabos de cuerno
veces me llevaba siete una vez llevé unos treinta y casquillos e incrustaciones de plata que presentó en
cuchillos y los vendía en la Recova de La Laguna, los
esta exposición, se vendió por 65 pesetas. “En otras
compraba a seiscientas pesetas cada uno y luego los
como Telde, se fabrican los mangos o cabos con una
vendía más caros, en Tenerife no se veían los cuchillos
canarios me los compraban todos”.
facilidad y elegancia extremadas en relación a su exi-
guo precio” (Grau Bassas, 1980, p. 37).
[D. Francisco Cairós Pérez, 70 años, Arucas 2015]
Estas palabras de Grau Bassas en relación a los pre-
cios de los cuchillos canarios, pone de manifiesto el
Los lugares importantes en la venta de cuchillos cana-
hecho que las artesanías populares estaban adapta-
rios, coinciden con los de su elaboración, Grau Bassa
das a las necesidades demandadas (funcionalidad)
ya los cita en 1888, estos fueron Telde, Cuesta de
por la sociedad, así como a las condiciones econó-
Silva (Guía) y Teror (Bassa, 1980, p. 37). Las Palmas
micas donde se desarrollaban. Este siglo decimonó-
de Gran Canaria tuvo que ser un lugar importante
nico estuvo marcado por crisis casi continuas.
en la venta, zona comercial por excelencia, adqui-
riendo mayor importancia después de 1884 después Así mismo consultamos diferentes medios escritos
de la inauguración del Muelle de La Luz. Así mismo de la época sobre el salario para estos años compro-
Telde tuvo que ser un lugar especial de venta, como bamos que en 1861 un criado ganaba 315 reales
así lo atestiguan algunas fuentes escritas. También unas 79 pesetas mensuales, una criada 240 reales
tenemos que referir que algunos de los cuchillos estu- unas 60 pesetas mensuales, una lavandera ganaba
diados presentan en un lado de la hoja grabado el unos 300 reales unas 75 pesetas mensuales, un cate-
nombre de Telde. drático ganaba unos 10.000 reales anuales unas 210
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