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Esquema corporal.

Es la representación que tenemos de nuestro propio


cuerpo, de las partes que lo componen, de las posibilidades de movimiento y
acción, así como de sus diferentes limitaciones.
La representación del esquema corporal y la manera en que el cuerpo comienza
a relacionarse con el medio ambiente se va construyendo poco a poco mediante
un proceso de ensayo y error, en el que un niño a través de ese vehículo que es
su propio cuerpo va a experimentar una serie de vivencias y experiencias a
consecuencia de la maduración y del aprendizaje de su vida cotidiana.

Una vez que se tiene conciencia del esquema corporal los niños serán capaces
de ajustar sus acciones a sus propósitos y deseos, como por ejemplo: la fuerza
necesaria para patear una pelota o la distancia en la que necesitan alargar su
brazo para coger un juguete.

Para la construcción de este esquema corporal es necesario el contacto social,


las vivencias, los estímulos que un bebé recibe de su medio ambiente, ya que es
en esta medida que el infante podrá llegar a conocer y diferenciar su cuerpo y del
cuerpo del otro, especialmente el de la madre, ya que ésta es la primera persona
con la que tiene un mayor contacto social y afectivo. Besos, abrazos, caricias,
estímulos diversos como colores, texturas, sabores; son fundamentales para un
niño en la construcción de su esquema corporal.

Los componentes que influyen en la construcción de dicho esquema son: la


percepción, los movimientos, el desarrollo cognitivo y el lenguaje. Este
desarrollo, se da entre los 2 y los 6 años de edad, período en el que se
experimentan diversas situaciones que llevan al niño al conocimiento de su
cuerpo, de sus alcances y de sus limitaciones en el espacio

Componentes del esquema corporal:

 Control de músculos
 Control de la respiración
 Control de la postura
 Lateralidad
 Estructuración del espacio-tiempo
 Coordinación

Etapas Según
de los 2-5 años: global. Vayer
Conocimiento y utilización del cuerpo cada vez más precisa.
De 5 a 7 años: transición.
Diferenciación y análisis del cuerpo. Independencia de los brazos.
Conocimiento derecha-izquierda.
Cuerpo vivido (hasta los 3 años). Le Boulch
Todo comportamiento global. Conquista del esqueleto de su Yo, a través
de la experiencia global y de la relación con el adulto.
Discriminación perceptiva (de 3 a 7 año).
Desarrollo progresivo de la orientación del esquema corporal. Al final el
niño es capaz de dirigir su atención sobre la totalidad de su cuerpo y sobre
cada uno de los elementos corporales.
Nivel del cuerpo vivenciado (hasta los 3 años). No existe diferencia Ajuriaguerra
entre lo afectivo y cognitivo. Se dan dos procesos fundamentales para la
maduración del niño: la marcha y el lenguaje.
Nivel de discriminación perceptiva (de 3 a 7 años):
 Perfeccionamiento de la motricidad global.
 Evolución de la percepción del propio cuerpo.
 Acceso al espacio orientado.

La imagen corporal.

Todo ser humano tiene una imagen de sí mismo, de su cuerpo, de su cuerpo en movimiento.
La imagen corporal es la manera como se ve y se imagina a sí mismo una persona. Tener
una imagen corporal positiva hace que uno se sienta cómodo en su cuerpo, que se sienta
bien con su apariencia, y, que se sea consciente de las propias posibilidades.

Este aprendizaje se inicia desde la infancia, en el momento en que los pequeños advierten
las capacidades para el movimiento en su cuerpo y las interacciones de éste con el
ambiente. Este conocimiento previo, hará posible la posterior interiorización para facilitar
la mejora de la funcionalidad y, por tanto, lograr una óptima eficacia motriz, desarrollando
todas las capacidades básicas de movimiento

Las actividades que se proponen a continuación, están orientadas a conseguir los


siguientes objetivos:
– Conocer las dimensiones de su cuerpo y de sus partes, mediante comparaciones o
visualizaciones.
– Conocer las formas del cuerpo y de las partes del mismo.
– Conocer diferentes características de las partes del cuerpo.
– Localizar partes del cuerpo.
– Nombrar partes del cuerpo.
Las partes del cuerpo a conocer pueden ser variadas, aunque es recomendable comenzar
con las más funcionales y visibles. Un posible orden podría ser el siguiente:
Cabeza, cara, brazos, manos, piernas, pies, culo, sexo, dedos, cuello, barriga, nariz, boca,
orejas, dientes, ojos, mejillas, pelo, uñas, labios, barbilla, rodilla, codo, lengua, etc….
Hacia los 5-6 años, el niño debe ser capaz de reconocer entre 30 y 40 partes del cuerpo.
Hay que trabajar también las características diferenciales de las partes del cuerpo, como:
la altura, el grosor, la forma, el color, etc.
En cuanto a las formas de las partes, es recomendable trabajar:
– las partes duras y blandas,
– las móviles y las inmóviles,
– las redondeadas y las puntiagudas,
– las pareadas y las únicas
ACTIVIDADES INFANTILES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN CORPORAL.

Actividad nº 1: Dibujo de uno mismo (5-6 años)


Para llevarla a cabo se necesita papel de embalar y lápices.
Previamente estirado el papel sobre el suelo, los niños se van estirando por turnos uno al
lado de otro, y un compañero va siguiendo y dibujando su contorno. De esta manera van
dibujándose todos los niños en el mismo papel. Una vez acabados todos los contornos, han
de escribir el nombre en la parte inferior y colgar el papel en una pared del aula para que
puedan observarse durante un tiempo.
Actividad nº2: ¡Tenemos manos y pies! (2 a 6 años).
El material necesario es papel de embalar y pinturas de colores.
En el papel de embalar, los niños han de marcar las diferentes huellas de pies y manos,
que previamente se habrán embadurnado de pinturas de diferentes colores. A continuación
escriben su nombre al lado de las huellas, para identificarlas.
Actividad nº3:¡ Que alto soy! (3 a 6)
Se debe reservar una zona en la clase (siempre que sea posible) para marcar, a principio
de curso, la altura de cada alumno. Se vuelven a realizar varias mediciones durante el
segundo y tercer trimestre, y al final de curso también. De esta manera ellos pueden
observar directamente su progresivo crecimiento y la variación de la talla que han tenido
durante el cuso escolar.
Actividad nº4: Corriente a la vista (juego, de 4 a 6 años).
Los alumnos se sientan en el suelo formando dos círculos. Una vez colocados, se elige un
alumno que será el que inicie la actividad. Entonces, el profesor dice en voz alta una parte
del cuerpo. El niño elegido toca al compañero de al lado en la parte del cuerpo que nombra
el profesor, y va pasando de uno a otro hasta que vuelve a llegar al primero.
El hecho de usar dos grupos, es para motivar la velocidad de ejecución de tocar la parte
determinada. También puede hacerse con un solo grupo.
Actividad nº 5: Juego del dormido .
Se realiza por parejas. Uno de los dos componentes se hace el dormido, totalmente
relajado. El otro lo manipula un rato libremente, siguiendo las consignas del profesor (toca
los huesos que puedas, que forma tiene cada parte, ¿se puede mover la parte que tocas?,
etc.). El niño irá diciendo las partes del cuerpo que va tocando. Cuando acaba, se cambian
los roles, y vuelta a empezar.
Actividad nº: 5 ¡Soy un mago! (juego , de 3 a 6 años)
También se realiza por parejas. En este caso, uno de los niños hará de mago, para lo cual
deberá tenderse en el suelo, y tapar sus ojos. El otro compañero le tapa con un pañuelo,
una parte del cuerpo “haciendo que desaparezca”. El que está estirado ha de decir “Mago,
devuelveme mi ……… (y nombrar la parte que se tapa). En el caso de que la adivine, los
papeles se invierten.
Actividad n:6 Tocar la mancha y parar (de 4 a 6 años).
El grupo de alumnos está disperso en un lugar donde haya espacio para correr. Sólo uno
de ellos para, los demás corretean libremente por el espacio. El profesor dice alto y claro:
Toca la mancha en …..(la cabeza). Todos corren y el que para, intenta tocar a alguno de
los compañeros en la zona donde el profesor ha dicho que está en la mancha (cabeza), ya
que es la única parte del cuerpo en la que son vulnerables de ser cogidos.
Cuando el que para, toca a alguien en la zona (cabeza), el primero queda salvado y el
tocado “para” con la mano en la cabeza. Entonces el profesor dice otra zona (brazo) donde
estará esta vez la mancha. Y asi sucesivamente!!
Actividad nº7 Los autoschoques! (actividad recomendada para niños entre 5 y 6
años).
En este juego cada niño se imagina que va dentro de un auto de choque. El profesor pone
música, y, mientras esta suena, los niños van de aquí para allá libremente por el aula.
Mientras se mueven todos van esquivando a los demás, desplazándose por el espacio,
hasta que el profesor nombra una parte del cuerpo, y la música se para. En este momento
todos han de intentar chocar con los demás en esa zona del cuerpo. A continuación, la
música vuelve y ellos vuelven a seguir esquivándose.

Esta es una pequeña muestra de las actividades infantiles que se pueden llevar a cabo para
trabajar de manera adecuada una construcción positiva de la propia imagen corporal.
Además no hemos de olvidar el uso de canciones con danzas que impliquen conocimiento
corporal.

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