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Todo lo que existe en la naturaleza utiliza las sucesiones de Fibonacci para su evolución porque
es una forma natural que utiliza la matemática universal.
Matemática que solo puede funcionar en los espacios-tiempos. Ya que no pueden existir otros
espacios en el universo en donde pueda evolucionar algo.
Actualmente en nuestro Sistema Solar solo evoluciona la vida, ya que el resto de existencias
como por ejemplo los minerales llegaron a su límite evolutivo después de evolucionar hasta
donde les permitió su evolución y ahora lo que experimentan es un desgaste evolutivo lento, o
sea una involución lenta, una suma a la inversa mediante el método de sucesiones de Fibonacci.
Suma a la inversa que no significa exactamente que sea una suma a la inversa ni una resta sino
una suma que en vez de ser evolutiva es involutiva, o sea una suma de desgastes de las
existencias.
En este ejemplo los unos representarán a las existencias individuales o a grupos de existencias.
Como veréis en este ejemplo cada suma representa una evolución superior de las existencias
individuales o grupos de existencias, evolución producida mediante la suma que utiliza la
sucesión de Fibonacci.
0+1= 1 0+1= 1
1+1= 2 1+1= 11
Y así sucesivamente.
(En apartados sucesivos de este libro terminaré de explicar cómo se produce la sucesión de
Fibonacci en la existencia y en el orden viviente, en la que verán que una suma de una suma de
existencias produce una suma equivalente a un proceso evolutivo superior).
Como podrán comprobar en este ejemplo la matemática universal de las existencias funciona
mediante la sucesión de Fibonacci en la que cada suma superior representa una evolución
superior porque evolucionar es sumar. Matemática que se produce por sí sola gracias a que las
existencias se suman al ritmo impuesto por el tiempo y la expansión universal, ya sean como
existencias individuales o como grupos de existencias.
El proceso evolutivo de los minerales fue muy parecido al proceso evolutivo viviente, la
diferencia está que la evolución viviente evoluciona sin fin a través de renovaciones evolutivas
de la materia viviente y los minerales no pueden evolucionar sin fin.
Los pétalos de una rosa y las hojas de los árboles así como cualquier existencia viviente
evolucionan mediante las sumas de las existencias, ya explicadas en el ejemplo matemático, a
través de la sucesiones de Fibonacci.
Las estrellas y galaxias pertenecen al espacio-tiempo por eso también se mueven al ritmo del
tiempo y de la expansión universal, por tanto también experimentarán un proceso evolutivo de
evolución y de involución o desgastes materiales mediante sumas de las existencias a través de
la sucesiones de Fibonacci.
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Nombre contacto: Salvador Sánchez Melgar
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