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Todos los cristianos que han vivido han testificado acerca del valor de la oración. El predicador Jorge
Whitefield se levantaba a las cuatro de la mañana para orar, Juan Wesley, estaba convencido de que “Dios no
hace nada sino como respuesta a la oración”, y se pasaba dos horas diarias buscando la bendición de Dios
para su trabajo. Martín Lutero, pionero de la reforma dependía de la oración para encontrar dirección a su
vida; “si descuido el pasar al menos dos horas en oración cada mañana, el diablo obtiene la victoria durante
ese día. Tengo muchos deberes y no puedo arreglármelas sin pasar tres horas diarias en oración”.
1- Es conversar con Dios: es el diálogo que mantenemos con nuestro padre celestial.
2- Es tener comunión con Dios: sólo sentirá realmente la presencia de Dios en su vida mediante la
oración. Sería imposible para los cristianos a lo largo de la historia, enfrentar tribunales, las
hogueras, las prisiones, el hambre, la persecución y otros tantos males sino fuera por la seguridad de
que no estaban solos, sentían una mano que los llevaba y una voz suave que les decía “tengan valor,
mis amigos, pues estoy aquí para concederles la victoria, y dentro de poco estarán conmigo”.
3- No es rezar: la oración es un proceso que fluye normal y espontáneamente. El Espíritu Santo nos
inspira en cada oración que hacemos de acuerdo a nuestras necesidades. Los discípulos pidieron a
Jesús que les enseñara a orar (Mateo 6.9-13). Esta es la única oración enseñada por Jesús como
modelo. Lo que a Dios le agrada es que dejemos las vanas repeticiones.
1- De rodillas: Efesios 3.14. Cierto pastor enfrentaba grandes luchas en su iglesia, y no sabía como
vencerlas. En cierta ocasión, estando en una plaza, le pidió a un lustrabotas que le limpiara sus
zapatos. El joven, de inmediato, se arrodilló y comenzó su tarea. El pastor sintiendo pena por él, le
preguntó por que no se sentaba en el cajón. A lo que el joven le respondió: “¡De rodillas es mejor!”.
El pastor comenzó a llorar y le agradeció a Dios por el mensaje recibido. Puso a su iglesia en oración
de rodillas y alcanzó la victoria que tanto anhelaba. Muchos consideran que esta es la mejor manera
de conversar con Dios pues es una demostración de sumisión, reverencia y humildad.
2- De pie: 2da. Crónicas 20.5-6. En este texto vemos a Josafat que de pie oró a Dios y recibió la
victoria.
3- Acostado: 2da. Reyes 20.2-3. Este pasaje registra la enfermedad de Ezequías. Estando en cama
recibió la visita del profeta de Dios que le traía un mensaje terrible (2da. Reyes 20.1). Acostado
Ezequías volvió su rostro a la pared y oró. El señor lo oyó y le concedió quince años más de vida.
5)- Orar en secreto es la mejor manera de estar a solas con Dios para contarle todo. - V -
Preguntas