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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

MAESTRÍA EN CIENCIAS SOCIALES


CON ÉNFASIS EN ESTUDIOS REGIONALES
POBLACIÓN Y TERRITORIO
DR. ROBERTO CARLOS LÓPEZ LÓPEZ

Control de lectura 3-2. La identidad cultural del territorio como base de una estrategia
de desarrollo sostenible

Francisco Javier Vázquez Tostado

El texto trata el tema sobre cómo es visto el desarrollo local a partir de la identidad cultural
del territorio. Flores (2007) hace un recorrido multidisciplinar sobre el territorio con el
objetivo de relacionarlo con las implicaciones hacia la identidad cultural, haciendo un pasaje
por tanto por las estrategias o acciones para el desarrollo como la sostenibilidad hasta llegar
al reconocimiento del valor de los productos de ciertos territorios.

En primer lugar, Flores (2007) toma el referente que todos los académicos hasta hoy
al iniciar los estudios o producciones acerca de la diferencia de territorio y espacio para lo
cual retoma el planteamiento de Raffestin (1993) en el cual el territorio “se incorpora la
apropiación del espacio por la acción social de diferentes actores, y se agrega el “juego de
poder” entre los actores que actúan en un espacio” (citado en Flores, 2007, p. 36). Y con esa
idea de la acción que se ejerce en un espacio por parte de los actores, se puede decir que es
un proceso de construcción social.

Pecqueur (2000, citado en Flores, 2007) clasifica al territorio en dos tipos, el territorio
dado y el territorio construido; el primero se refiriere a esa idea que se tiene de forma general
del territorio, es decir, el territorio visto desde la perspectiva político-administrativa para el
establecimiento de estrategias para el desarrollo de esas delimitaciones políticas; y el segundo
se orienta al espacio donde se dan las relaciones entre los actores locales, logrando con esto
la construcción de una identidad propia a través del compartir códigos o simbolismos
comunes.

Para Albagli (2004, citada en Flores, 2007) es imposible construir territorialidades a


través de fuerzas externas a lo local –‘instrumentales’ como les llama– debido a que esa
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territorialidad es vista con la única intención de obtener la mayor acumulación de recursos
económicos posibles por medio de la explotación desmedida de sus recursos así como la
destrucción del capital y del medio ambiente. Desde otro punto de vista de esta autora, las
redes sociales con base en la territorialidad, se dan a través de la valorización la cooperación
y solidaridad del capital social a la hora de la creación de productos locales; esto a la vez crea
un puente entre lo moderno y lo tradicional, es decir, entre lo global y lo local.

Flores señala que Pecqueur (2000, citado en Flores, 2007) los territorios están dotados
de dos tipos de recursos; los primeros, los genéricos, se refieren a aquellos recursos que no
tienen diferenciación alguna de territorio en territorio al ponerlos en el mercado con la
finalidad de producir ganancias, esto es, no se conciben como una cualidad identitaria que
caracterice a lo local. Por otro lado, están los segundos que son los recursos específicos,
aquellos que su capacidad está representada por su valor de uso, dicho de otra manera, son
aquellos que tienen un gran valor por ser parte de la identidad de aquellos individuos locales,
a los que no se les puede establecer un valor económico y a su vez son intransferibles hacia
individuos de otros territorios (2004, citado en Flores, 2007).

Al hablar de sostenibilidad, lo primero que se viene a la cabeza es que es un término


que representa la modernidad y cómo esta ha influido para que la explotación de ciertos
recursos sea vista desde el capitalismo con otros ojos, tal es el caso de venir adjunto, con
esta, el concepto de capitalismo ecológico que para Flores (2007, p. 42) es aquel “donde se
busca la introducción de nuevos patrones tecnológicos que reduzcan los efectos negativos
sobre el medio ambiente, causados por las acciones productivas, sin que se promuevan
alteraciones en la lógica capitalista de acumulación” logrando con esto el menor impacto
posible ante el ambiente por la producción de algunos bienes de consumo.

Flores (2007) retoma la discusión que se da entre el capitalismo ecológico y la


tendencia de la ecología radical, y trata de establecer una brecha con base en los tres puntos
de la teoría del uso de los recursos comunes (p. 43):

a. el hombre es parte del ecosistema, rompiendo con la dicotomía entre la sociedad y


la naturaleza; b. La formación de una nueva ética, donde exista un compromiso sobre
las decisiones de hoy tome en cuenta el futuro a largo plazo del uso del patrimonio
socio-cultural y natural; y c. Una praxis con acciones orientadas a procesos de

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desarrollo que favorezcan la equidad social y que sean ecológicamente prudentes.

Según Flores (2007) la construcción de territorios así como los procesos de desarrollo
social sostenible, se encuentran en conflicto en la mayoría de los casos, por estar
determinados por una serie de factores tales como el poder y la riqueza, el papel de la
institucionalidad y la cooperación.

Al final, Flores (2007) propone que la intervención por parte del Estado sea un tanto
limitada y no se convierta en el asistencialismo sino que tanto los programas como las
políticas públicas ayuden al verdadero desarrollo local a través de esas redes
interrelacionadas de los actores en lo local de forma que construyan los procesos que lleven
a tal desarrollo. Todo esto será posible con la idea de la sostenibilidad local por medio del
capital social.

Referencias

Flores, Murilo (2007). La identidad cultural del territorio como base de una estrategia de
desarrollo sostenible. Revista Opera (7). Universidad Externado de Colombia. 35-54.

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