El conflicto se define como la situación debido a la cual las personas o partes difieren en sus
sentimientos, pensamientos o acciones. Collins (1995) afirma que el conflicto es un "serio
desacuerdo y discusión sobre algo importante" y también como "una diferencia seria entre dos
o más creencias, ideas o intereses". En general, se cree que los conflictos son la causa
subyacente de las discusiones. En otras palabras, una disputa es una manifestación del conflicto
profundamente arraigado. Una discusión se define como una clase o tipo de conflicto, en que
se manifiesta cuestiones distintas y justificables. Implica desacuerdo sobre temas que pueden
resolverse mediante negociación, mediación o adjudicación por parte de terceros.
Entonces, se dice que un conflicto puede existir sin una discusión pero que una discusión no
puede existir sin un conflicto. Muchos autores han resaltado la inevitabilidad de los conflictos,
por otra parte, se dice que las discusiones se pueden prevenir o al menos se pueden minimizar
mediante una gestión adecuada. Los conflictos son omnipresentes cuando hay un gran número
de personas involucradas, es decir, donde proliferan las relaciones humanas. Las personas son
el principal recurso para cualquier proyecto, trabajo, toma de decisiones, etcétera, en la
actualidad. Los diferentes gerentes de proyecto, integrantes de grupo, compañeros de trabajo
que pertenecen a diferentes organizaciones y tienen diferentes necesidades, objetivos y cada
uno de ellos busca maximizar sus beneficios se reúnen para formar un equipo. Debido a estas
diferencias en los individuos, los conflictos y las discusiones se vuelven inevitables en un
proyecto o trabajo que incluya más de una sola parte. Los conflictos generalmente se perciben
como un término negativo, pero tienen aspectos positivos y negativos. Los conflictos positivos
pueden ser útiles para generar nuevas ideas, hacer innovaciones, ayudar a las personas a ser
reales y creativas. Pero este conflicto debe mantenerse para que no se salga de control y
produzca consecuencias disfuncionales.
Cada persona es un mundo, y cada quien marca su camino y sus acciones de acuerdo a lo que
dicta su razón, nuestra mente puede tener excelentes ideas para resolver conflictos en beneficio
propio, pero así también, estas ideas pueden resultar en consecuencias nefastas para los demás.
La idea de lograr lo que queremos a toda costa nos impide ser libres y ver la realidad sin juicios,
es decir, ver las cosas tal y como son. Incrementa las posibilidades de entrar en conflicto con
nuestro entorno, cuando se cuestiona nuestro punto de vista o cuando discrepamos respecto al
criterio de otros. Debemos analizar nuestro yo interno con sus reales necesidades para
determinar si el origen del conflicto es lo suficientemente importante para que se generen
discusiones con los demás. Pensemos en esto y veremos cómo no será necesario entrar en un
proceso de resolución de conflictos, porque el conflicto nunca llegó a presentarse.
BIBLIOGRAFÍA
Moreira, D. Medios Alternativos de Resolución de Conflictos Guía Didáctica. Departamento de
Ciencias Jurídicas Sección Nuevas Tendencias del Derecho de la Universidad Técnica Particular
de Loja.