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El Renacimiento era un movimiento cultural ocurrido entre los años 1300 y 1600.

El estudio
medievalista empezó en el 1520 creando un consenso al respecto. Coincidió con la primera
revolución burguesa en el área castellana y una herejía que se transformaba en una nueva
religiosidad establecida por Lutero.

El periodo renacentista se parecía más al mundo medieval que al moderno, aunque muchos
elementos se entrelazan ya que tienen características de una y de otra época.

El concepto de Renacimiento es una noción que tiene una carga mítica/legendaria. En este
sentido hubo personas como Voltaire o Burckhardt que plantearon una visión renacentista
como una concepción moderna opuesta a lo medieval y que ha perdurado mucho tiempo.
Retomando una separación que vieron los mismos humanistas del Renacimiento que se
pensaban diferentes respecto a sus antecesores escolásticos, cargando el concepto de unos
contenidos que se correspondieron defectuosos en relación al concepto real de Renacimiento.
Esto se debía a que tanto en el plano de las letras como en el de las artes plásticas, era un
periodo de absolutos innovadores, de creadores originales, donde brillaban individualidades
que hasta ese momento no habían existido o también cargando el concepto de que la idea
equivocada era un periodo antirreligioso y donde se replanteaban elementos de la cultura
secular.

La idea global sobre el Renacimiento era la idea que se redescubría la antigüedad que hasta
ese momento se había desconocido totalmente, es decir, de ahí venía su nombre. También se
relaciona su nombre con los humanistas que lo toman, en torno al renacer después de la
oscuridad. El concepto se asocia al renacimiento luego de la época oscura medieval. Esto ya se
veía en 1314 con Petrarca en sus obras, en relación al momento de las invasiones bárbaras
significó entrar en la época de las tinieblas y él se consideraba de los que renacían de esa
etapa.

De acá surgían dos conceptos, por un lado, la Edad Media era considerada como la época
oscura, donde su nombre surge del hecho de estar en el medio de dos épocas de esplendor. La
segunda concepción tiene que ver con el Renacimiento como la revitalización de la cultura
antigua durante el período, aunque no fue a partir del 1300, sino que el redescubrimiento fue
anterior con las escuelas de traductores de Toledo donde se ponían en contacto árabes y
cristianos. Ahí se introdujo a occidente una nueva cultura y diversas obras de autores, entre
ellos una nueva obra de Aristóteles que alimentó el pensamiento de la escolástica.

El Renacimiento se relaciona con la idea de descubrimiento. Se reduce la novedad que trae el


período 1300-1600, aunque no al punto de anularlo. Esta idea es la que pregonaba Le Goff,
negando cualquier originalidad a dicha época histórica. Para él, el verdadero Renacimiento fue
el del siglo XII, restableciendo los problemas centrales de la filosofía griega antigua, por tanto
según él, luego no se conoció nada nuevo. Es un planteo llevado al extremo, inadmisible
porque niega cualquier originalidad al período renacentista. Según Astarita, Le Goff se
equivocó porque dicha época hizo su contribución en relación al desarrollo de la nuestra
cultura y del desarrollo disciplinar de la Historia. Astarita intenta ser lo más justo posible en
centrar cual es la verdadera contribución del periodo, eludiendo dos planteos opuestos, uno el
de Voltaire donde en el Renacimiento aparecía de la nada las bases de la cultura moderna y en
el otro lado, la postura de Le Goff y otros autores donde planteaban que no había ocurrido
nada importante.

Situación básica respecto al Renacimiento donde era un periodo culturalmente bifronte en el


cual hay dos grandes campos a los que hay que prestarle atención:

1. Artes Plásticas

2. Humanidades

El campo de humanidades

Planteo de Astarita  Humanidades (en plural) ≠ humanismo (concepto)  Aun cuando se


hable del humanismo y los humanistas, no hay que referirse a una corriente filosófica global
sino más bien en sentido del estudio de las humanidades (literatura, historia, etc.)  porque a
partir de este sentido surgió el humanismo y se difundió posteriormente. Es un término que
apareció en las jergas estudiantiles en el siglo XVI y se refería por lo que hoy se entiende por el
estudio de las humanidades, es decir, ahí nació el estudio concreto de esas disciplinas y que
era el elemento que señalaba este periodo.

Apareció un concepto del Renacimiento durante los siglos XIII, XIV y XV, en torno a la
problemática de la organización social, que en Aristóteles no aparecía. Para él, la sociedad por
si misma encontraba su forma de organización y su sociabilidad y no tenía que ser objeto de un
análisis especifico problematizado. En este periodo apareció la idea de que hay una cuestión
peculiar en la organización social que se cristalizó con hacia 1520 (XVI) en el surgimiento de la
ciencia política a partir de Macchiavello, el cual sistematizó una serie de situaciones empíricas,
no hablaba de lo que debería ser si no de lo que experimentaba en la vida cotidiana y
estructuraba en sus tratados.

El periodo del Renacimiento se relacionaba con el estudio por ejemplo de la historia en el


sentido tradicional como hechos que había que explicar fielmente como habían sucedido, que
la incorporación real de la historia, de las ciencias sociales a la historia. La historia como ciencia
social se incorporó lentamente y de forma más reciente. El periodo descubrió un continente
nuevo que es el estudio de la historia pero tampoco es algo novedoso porque se asentó en
estudios del siglo XII, donde había un análisis de problemas en forma de narración a partir de
los cronistas en la antigüedad pero no solo contándolos hechos sino a partir de atribuciones
propias. Por ende excedían las interpretaciones lineales como mero narrador, intentando
contar solo lo que pasaba.

Lo que si se introduce en la época renacentista es el análisis filológico al estudio de la historia,


inscribiéndose en el interés del humanista por la rama del estudio crítico de los textos. Por
ejemplo Lutero y los humanistas.

En este sentido era importante la obra de Valla  hace un análisis filológico para la exegesis
de las críticas de la Donación de Constantino. Descubrió que el documento era falso de la Alta
Edad Media y había sido realizado por la iglesia debido a que este documento el emperador
Constantino le posibilitaba la donación de los Estados Pontificios al Papa Silvestre. Además la
falsificación de la iglesia que el papado había presentado como una justificación de las
posiciones terrenales de manera constante. El autor somete ese texto al análisis crítico a
través de los términos usados en aquella época, es decir, para llegar a decir que el estudio
permitió descubrir palabras anacrónicas como por ejemplo sátrapa que no se usaba en la
época del emperador. Este estudio permitió identificar a la Iglesia como falsificadora de
documentos. Este análisis perduró mucho tiempo.

Esta situación llevó a que el análisis crítico de los documentos fuese parte del oficio de los
historiadores. El estudio comparativo filológico era un elemento central de su profesión, el
poder identificar si un documento era falso o no, aunque dejaba en un segundo plano el
análisis sociológico.

Los renacentistas tenían dos grande preocupaciones: por un lado, el análisis de la historia
como una rama de la literatura y en segundo lugar, la historia vinculada como un análisis
crítico, filológico del texto. La historia debe estar bien escrita.

La preocupación de los humanistas en relación al análisis filológico los lleva a revalorizar textos
de los padres de la iglesia, distanciándose de la visión de Voltaire entre otros, que el
humanismo era antirreligioso. No es así, de hecho ese estudio filológico esa vuelta hacia esos
padres a través de los textos originarios, era lo que llevó a, por ejemplo en Lutero, traducir la
Biblia basándose en ese sentido de cultura general.

Otra preocupación de los humanistas tenía que ver con la retórica, el buen decir. Remarcaban
la importancia de los Sofistas en la historia clásica sobre el arte retórico, vinculado con el
ejercicio de los debates en las asambleas en las polis. También se vinculaban con los nuevos
sectores sociales derivados del comercio y de las artesanías que buscaban, una buena
educación a través de los Sofistas porque querían intervenir en las asambleas. A pesar del
desprestigio que realizó Platón, ellos hicieron un desarrollo cultural importante en torno a la
formación de individuos relacionados con el gobierno de la polis.

La retorica también era importante para los romanos que actuaban en el Senado sobre todo a
partir del fin de la República. En este sentido, en las Catilinarias de Cicerón aparecía el tema de
la retórica, donde sus discursos devienen como modelo para los humanistas del periodo
renacentista. Éste devenía por la participación de Cicerón en pulir los problemas de la retorica.
Además alteraba las normas del discurso y de la retorica que estaban admitidas. Cicerón no
solo iba a ser un modelo para los humanistas sobre cómo uno se expresaba sino porque él iba
a exhibir un equilibrio entre su preocupación discursiva y un conocimiento filosófico general
que no llegaba a ser erudito o exhaustivo como tenían los escolásticos.

Los humanistas planteaban cómo expresar formalmente bien las cosas, el cómo decir las cosas,
qué formas utilizaban para exponer una determinada cuestión. Habían desarrollado diferentes
tipos de discursos: fúnebres, universitario inaugural, panegírico, recepción de embajadores,
para el ayuntamiento y/o concejos urbanos, etc. La preocupación por el discurso tenía relación
con la cultura urbana, con el ámbito parlamentario ya que lo primordial era la persuasión, el
convencimiento, sin importar si el contenido del discurso era verídico.
A su vez, había una preocupación por buscar o recopilar los textos antiguos conservados, por
un lado, a través de los árabes en Toledo y por otro, en los diferentes monasterios, relacionado
con la tarea penitencial. En la época carolingia se habían conservado variados textos viejos y
los humanistas se confundieron pensando que los textos copiados del siglo IX habían sido
producidos en la antigüedad clásica. Además en Bizancio se conservaron otros tantos textos,
más de índole científicos en torno a las ciencias exactas y filosóficas, cuyo corpus se introdujo
en el occidente durante el periodo renacentista (1300-1600). Eran textos de Cicerón,
Aristóteles, Platón, Séneca y Tácito, entre otros. Se produjo a la vez, un mayor conocimiento
del griego y de la cultura antigua de oriente, lo que permitió descifrar dicho corpus.

La traducción en el siglo XII se hacía palabra por palabra (transliteración) es decir, era una
traducción fiel pero con escaso conocimiento de la cultura griega que permitiese encontrar un
significado más oportuno de los conceptos, luego se modificó al ampliarse el corpus y la
disposición que tenían los diferentes textos y que han perdurado por siglos. De esta manera
hay que hacer una valoración positiva del Renacentismo.

Otra cuestión que planteaban Voltaire, Burckhardt, etc. además de la antirreligiosidad de los
humanistas que hay que dejar de lado; por otro lado aparecía la idea recurrente que los
humanistas renacentistas hacían una negación y una crítica total y absoluta de los escolásticos
creyéndose los opuestos a ellos. En realidad, los humanistas estaban en otra cosa, no les
preocupaban los temas que trataban los escolásticos (su filosofía), porque les interesaba más
la forma de comunicación, la poesía, la retórica, el elemento del discurso, entre otras cosas. No
tienen una gran preocupación filosófica a pesar de la influencia del platonismo.

El legado aristotélico se vio beneficiado por el auge renacentista a través de la ola de


traducciones, donde la idea medieval está íntimamente relacionada con el desarrollo de la
teoría de la política sustentada por el aristotelismo en los siglos XII y XIII. En ese momento
había dos formas básicas para introducir dicha corriente filosófica. Por un lado, Santo Tomás
establecía una postura donde la razón era sierva o esclava de la fe. Por tanto la razón se pone
al servicio de la fe, la ilumina. La otra cuestión, más peligrosa, es la del Averroísmo Latino. La
cual planteaba que había dos verdades, una la de la fe y otra la de la razono la científica.
Aunque en última instancia la verdad era la fe. Era peligrosa para la iglesia porque la verdad
científica podía desarrollarse sin límites tanto como quiera y podía orientarse contra el credo.
Otro peligro era el averroísmo político, el cual permitía pensar que desde la misma manera
que en el plano cognitivo se podía hablar de dos verdades, en el plano político se podía hablar
de dos esferas separadas sin intervención de una hacia la otra. De esta manera se
establecerían dos poderes simultáneos, el temporal y el espiritual.

Esto llevaba a cuestionar las concepciones gregorianas. En este sentido el Papa Gregorio VII,
estableció la primacía del poder espiritual sobre el temporal, llevando a la disputa de la
Querella de la Investiduras, que luego derivó en la pelea con el rey Enrique IV de Inglaterra.

Esta disputa entre lo temporal y el espiritual reapareció con Bonifacio VIII, reivindicando el
poder espiritual sobre el secular en el XIV, llevando acciones contra la monarquía, generando
la convocatoria de los Estado Generales. Guillermo de Occam y Masilio de Padua eran dos
referentes del averroísmo político en la Europa occidental defendiendo la división de poderes.
La concepción averroísta derivaba de la experimentación política real que se hizo respecto a
las revoluciones comunales y a los poderes laicos trataban de organizarse en oposición a los
obispos por ejemplo. Se promovía el desarrollo de ideas y concepciones que fortaleciesen la
independencia de poderes, como es el espiritual.

El desarrollo del análisis político culmina con Macchiavello, llega a su cenit ya que él reflexiona
a partir de las experimentaciones reales, partiendo de lo que ha sucedido y analizando en base
a su propia experiencia. Este y otros tantos autores condensaron sus escritos en torno a la
acción política que se ve en las luchas comunales.

Otro aspecto ligado a los renacentistas o humanistas era las funciones ligadas al poder político
o gubernamental. La renovación no venía desde las universidades como cuando fue el triunfo
del aristotelismo para su desarrollo. Hubo cambios en el XV ya que proliferaron las
universidades nacionales, o había por lo menos una en las ciudades más grandes, por ejemplo
se crearon 13 en Italia, cuando antes se encontraba solo Bologna. La universidad se puso al
servicio del poder político, un caso es París donde la pérdida del autonomismo afectaba el
desarrollo del conocimiento. Los universitarios se aristocratizaron, elevaron su status,
transformándose en una casta. Los cargos empezaron a heredarse reproduciéndose al igual
que en el ámbito artesanal.

El poder político defiende a los humanistas y los protege frente a la avanzada eclesiástica,
debido a que cumplían las funciones que habían tendido anteriormente las universidades. Esa
protección, ese pensamiento, era inherente al fraccionamiento político en esa época de la
Edad Media. De esta manera, el intelectual quedaba al servicio de ellos, por ende era un
pensamiento servil y justificador del poder secular que los terminaba subordinando. Es decir, a
pesar de que el conocimiento tuviese un cierto grado de neutralidad, el problema era su uso
político. Justificaba y exaltaba al poder político. Lo que debe suceder siempre es que los demás
tenían que utilizar las concepciones que estudiaron los intelectuales, no éstos subordinarse.

El campo de las artes plásticas

Se construyó de la misma manera, antes y después del Renacimiento, que el campo de las
humanidades. Es difícil establecer que surgió antes y después del periodo.

Tenía importancia pensar la cuestión de las artes plásticas (escultura y pintura) a través de
determinadas representaciones espaciales. Era fundamental retomar las ideas de los autores,
respecto a la representación del espacio a partir de determinadas formas conceptuales han
dado diversas interpretaciones de la historia del arte pero no para recrear solamente una
situación técnico descriptiva, sino también para salir de las inscripciones impresionistas que
había en los tratados de arte.

La arquitectura románica desde el siglo XI en adelante, iba a estar relacionada con la


arquitectura eclesiástica vinculada a la construcción de las iglesias, en un contexto de
expansión feudal. A partir del XI, sus características estribaban en su tendencia cúbica, con
paredes gruesas, típicas de los monasterios del año 1000, respondiendo a una concepción
espacial determinada. El objetivo del monje que iba al monasterio, relacionado con dicha
arquitectura, era aislarse del mundo que lo rodeaba, era la antesala del cielo y se preparaba en
su vida para acceder al paraíso. La idea del apartamiento estaba relacionada con esa
arquitectura que separaba su vida del mundo terrenal. De la misma manera que el estilo gótico
que se desarrolló desde el románico (XIII) en Florencia respondía a una concepción diversa del
románico y también a una situación social diferente de la que se vivía en el monasterio. Un
ejemplo del gótico es la iglesia de Saint Denis, la cual tiene otra concepción con determinadas
características técnicas como la arbotante y el arco de medio punto, que permitieron construir
paredes más delgadas, alternando con vidrierías y una pared que se eleva mucho más hacia las
alturas.

En el gótico se despliega una determinada concepción espacial vinculada con el misticismo


medieval, relacionado a la figura de San Dionisio o pseudo Dionisio, un monje del año 500 que
se inscribía en el neo-platonismo, el cual marca el origen de dicho misticismo. En los siglos XIV
y XV, se produjeron varias manifestaciones intelectuales, incluso las mujeres begardas también
se consagraron en esa concepción.

La influencia de la concepción mística en el gótico se dio por medio de la participación del


hombre en la esencia de Dios y al llegar a él coparticipa de su sustancia divina, ya que Dios es
luz y se irradia en una pirámide escalonada y jerarquizada que iba desde los ángeles hasta el
hombre. Es decir, el hombre podía ascender y llegar a Dios sin necesidad de algún
intermediario. El gótico responde a esta cuestión, la luz entra en la iglesia, ilumina los
diferentes espacios de la iglesia. Su tesoro máximo es la reliquia y ya no se esconde en la
oscuridad el monasterio reservada para el culto de unos pocos sino que se mostraba junto al
altar para todos los fieles. Además, esto respondía a una situación diferente en cuanto a la
implantación social de una y otra iglesia ya que la iglesia se enclavaba en lugares alejados de la
población como templos de clausura, era el lugar del aislamiento, en cambio las catedrales
góticas se creaban en las ciudades. Esto está vinculado con la masa urbana que había
interiorizado y subjetivado a Dios (distinto de Yahavé del Antiguo Testamento)

El gótico respondía a una nueva concepción espacial más allá de lo técnico que permitía su
implementación, además la mirada podía ser diferente porque mientras en la construcción
cúbica y maciza del románico era fácil abarcarla con una mirada, en el gótico con los espacios
que daban los lugares laterales y los altares secundarios, era un espacio más complejo, difícil
mirarlo de una sola vez y que había que recorrerlo el espacio, presuponiendo una posición
activa del que estaba mirando.

Se presuponía en ese dinamismo complejo una situación barroca que exigía las obras de arte,
visualizándose en las esculturas de dicho período. Se materializó en esculturas que tendieron a
mostrar las escenas del inferno con el objetivo de educar a los fieles. En la representación
plástica medieval, un elemento que predominaba eran los fondos de oro, un telón que cortaba
la idea de profundidad. En este sentido la representación de las figuras se diseñaba de acuerdo
a las jerarquías. De esta manera, las figuras humanas se debían realizar de una determinada
manera de acuerdo a su rango o status (por ejemplo un caballero, las monjas de otra), es decir
había una representación tipológica de las personas.

Por otro lado, en el gótico tardío tendía a aparecer situaciones expresionistas de la misma
manera que aparecía paralelamente en algunos autores el subjetivismo poético reflexionando
sobre las posiciones y situaciones particulares.
El concepto de espacio es un punto de inflexión dentro de la problemática de quiebre que dio
el Renacimiento y servía para comprenderlo. En la nueva representación espacial, al contrario
de lo que sería el fondo de oro, se buscaba una idea de profundidad a partir de la perspectiva,
a partir de un punto de fuga y representar la idea de masa o volumen. Ejemplo de esto eran las
puertas del baptisterio en Florencia y la cúpula de Santa María del Fiore. Se estructuró una
forma del espacio pictórico que estaba dada por esa idea de profundidad, masa y volumen y a
su vez era una representación del espacio tan convencional como cualquier otra (por ejemplo
La Gioconda está hecha de muchas convenciones por eso la consideramos realista aunque no
lo sea más que el resto de las pinturas). La renacentista luego en la época moderna se
transformó en la base de la representación del espacio, aunque con variantes se siguió
haciendo el espacio renacentista, la perspectiva, el punto de fuga, la idea de volumen; a pesar
de que hubo cambios con el impresionismo donde la pintura aparecía como un recorte de
elementos de la realidad, se mantuvo la idea del espacio renacentista. Esta nueva forma va a
cambiar con el post impresionismo donde el color en las pinturas va a empezar a tener un
valor especial rompiendo la perspectiva donde el negro se aleja y el amarillo se nos viene
encima (Van Gogh rompe con esa idea de perspectiva), el color en sí mismo empezó a tener
una dimensión y valor espacial de profundidad rompiendo la perspectiva. Gauguin rompía la
perspectiva con otro tipo de representación a partir de las figuras planas. Cézanne también
rompió con la perspectiva, no solo en los paisajes rebatiendo el espacio en la representación,
sino en obras clásicas donde la figura está sujeta a una deformación. Con dicha ruptura se
buscaba que el espacio pueda relativizarse viéndose en los “jugadores de cartas” y donde se
consuma es en el “Señoritas de Avignon” de Picasso. Durante el siglo XX se dio una
representación totalmente distinta.

Esta cuestión central que pervivió muchos años, de una representación del espacio que
inauguró el Renacimiento, nos hace interpretar como una representación real del espacio. La
visión que se tiene de una foto no es real, porque la foto es una imagen monocular, en cambio
nuestra visión es esférica y es móvil de forma permanente, no fija. Por eso si represento el
espacio con una foto estoy recortando la realidad, llegando a un elemento convencional que
no es la visión de un determinado momento de un espacio porque además intervienen la
imaginación de recuerdos, sentimientos, emociones, visiones subjetivas. El problema
fundamental es su larga permanencia temporal y se ha asimilado como una representación
realista pero que en realidad es producto de esta educación y de esa permanencia de la
concepción espacial que se inauguró del siglo XIV en adelante.

El foco de la pintura renacentista era Italia  centro y norte  Florencia  lugar clave de la
renovación renacentista.

La segunda cuestión se refería a la pintura renacentista, donde el pintor renacentista trabajaba


en un taller pequeño (bottega) similar al taller de paño, el maestro realizaba las detalles más
importantes del cuadro y las partes principales del cuadro, los oficiales se encargaban de los
fondos especializándose que hacían elementos menores como por ejemplo los fondos y los
aprendices preparaban todo lo previo a la obra. De esta manera había una organización y una
cultura ligada a la cultura del artesano y del taller. Las técnicas específicas de una determinada
casa de arte o escuela estaban ligadas a un artista en particular. Esto se relaciona con que
había una serie de pinturas y dibujos que estaban listos para enseñarse a los nuevos oficiales
(ejemplo: Rafael).

Una gran cantidad de pintores (en Italia la mitad aproximadamente en esa época), al igual que
los artesanos, eran hijos de pintores, se heredaba el trabajo por lo que los que no pertenecían
a este ambiente eran escasos. Podrían ser algunos campesinos, artesanos o directamente de
los sectores medios de la sociedad. En este sentido el pintor no era valorado socialmente
porque había una influencia de la antigüedad además del la herencia que hacía de éste un
trabajo conservador.

Los pintores trabajaban de tres formas y respondían a las pautas de la Edad Media:

1. Al igual que el pañero, una persona le pedía un cuadro determinado, o sea que era un
pedido particular donde se arreglaba un contrato de antemano, satisfaciendo el gusto
del comprador. Por ende se limitaba la creatividad del artista ya que no tenía la
libertad para hacer la obra a su gusto. La iglesia fue un gran cliente de estos pintores.
2. Otra forma era cuando el pintor era contratado por un gran señor (los Medici
contrataron a Leonardo y éste se alojó en la Casa de los Sforza en Milán). En general
sus trabajos remitían al pensamiento o intelecto propio, no eran meros ejecutores
técnicos. Que fuesen contratado por un mecenas los elevaba en su status social
porque en general el pintor no era valorado socialmente.
3. La tercera vía era los menos ya que las obras se hacían sin esperar que alguien se las
pidiera, la llevaban a un lugar y las vendían. Lo que predominaba en aquella época era
el trabajo por la demanda. Recién esta forma progresa en el siglo XVI. Es lo que
predomina hoy en día.

El pedido de una obra de arte en esos tiempos no era igual que ahora debido a que no se
daban por motivos estéticos o como forma de ahorro. En esa época los criterios era diferentes,
como se veía en el caso en que los gremios pedían que le realizaran una obra de arte. Podía
haber consumidores particulares de obras, por ejemplo la representación de una virgen en una
determinada casa para establecer en ésta un lugar de culto, por ende no era solo un adorno
sino para la protección del hogar de las enfermedades.

También podía tener una función educadora y pedagógica ya que la obra podía tener una
virgen con el niño para que en la pieza de las niñas se persuadan y concienticen de la crianza
de los hijos.

Por otra parte, la obra de arte tenía una función política, como es el caso del David de Miguel
Ángel, ya que representaba a la cuidad de Florencia luchando contra Goliat (Milán). En este
periodo apreció la propaganda política, concretamente los grafitis en la BEM, en plazas y
mercados con el fin de defender las medidas del gobierno.

Otro elemento fue la aparición de un nuevo fenómeno donde confluyó el desarrollo de los
elementos de las relaciones capitalistas con esa nueva devoción popular en relación la
interiorización religiosa. Dios estaba subjetivizado por el sector urbano, no solo del
campesinado. Esto se relacionaba con el aumento de la cantidad de gente que encargaba
obras de arte, proliferando altares personales y entrega de donaciones de los gremios de parte
de iglesias. También aparecían las representaciones sacras masivas, como por ejemplo la
semana santa, la pasión de Cristo, lo cual estaba relacionado con la subjetividad religiosa.
Además apareció en relación al surgimiento del capitalismo en el arte, la producción de obras
de arte en serie, favorecido por medio del grabado que favorecía la producción de las obras en
serie. De la misma manera se hacían péquelas estatuas las cuales podían ser
autotransportadas. En síntesis, la introducción del capitalismo benefició las producciones en
serie de las obras, porque el capitalista hace las obras a través del grabado o por reproducción.

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