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Introducción al modelo cognitivo en psicoterapia. Caro Gabalda.

. Contexto socio-cultural del modelo cognitivo.


Al modelo cognitivo dentro de un con-texto socio-cultural que pretendía hacer válido el proyecto modernista. Las
terapias cognitivas, al igual, que los principales modelos terapéuticos, como el psicoanálisis y la terapia de conducta
surgen en el marco de una epistemología de corte modernista. Características:
1.Asumir el mito del conocimiento válido como aquel que representa correcta y fiablemente la realidad.2. Asumir el
mito de que existen objetos, constituyentes del mundo.3. El mito de la realidad como una entidad independiente de
noso-tros.4. El mito de la verdad como criterio decisorio. Todo ello tiene su representación más notable en un último
aspecto,5. La defensa de una epistemología justificacionista que hace inseparables verdad de conocimiento.
Lo que se plantea desde esta perspectiva es que los seres humanos somos seres racionales que podemos procesar
adecuada-mente los “datos” (la información) que recibimos del mundo exterior que aparece “al margen” de nosotros y
a la cual accedemos cuando ponemos en marcha nuestros procesos de conocimiento. Como un sujeto racional, el ser
humano tiene la capacidad de conocer de forma precisa, ajustada y correcta, es decir, de representar adecuadamente,
e lmundo de los hechos. De manera que este tipo de conocimiento será válido y verdadero cuando represente
adecuadamente a la realidad. Todo el proceso terapéutico de las terapias cognitivas más clásicas, como Beck o Ellis está
basado sobre esta idea. Esto es, los pacientes ponen en marcha procesos erróneos, distorsionados, de pensamiento,
que los llevan a un conocimiento no válido (en forma de pensamientos automáticos negativos disfuncionales). Terapeuta
y paciente trabajan activamente para encontrar dichas representaciones equivocadas de la realidad de manera que con
las técnicas terapéuticas el paciente logre hacer pensamientos mejores/más válidos, más ajustados a la realidad,
mejorando sus procesos de conocimiento.
Esta epistemología modernista se ha visto contrapuesta por otra de tipo postmoderno. Se introduce esta idea porque
nos va a servir para entender el surgimiento de las terapias cognitivas.
Beck, seria un buen ejemplo de un modelo cognitivo de tipo modernista, mientras que otros, protagonistas de la
evolución de las terapias cognitivas, serían un ejemplo de cambios en el propio modelo cognitivo que suponen formas
diferentes de entender al ser humano, sus problemas y su tratamiento.
Esta distinción modernidad vs. postmodernidad nos va a permitir entender la evolución y las fases dela terapia cognitiva
como luego plantearemos.
2. Sobre definiciones Una cuestión importante que cabe resaltar es la dificultad de ofrecer una definición “perfecta” del
modelo cognitivo, sobre todo por las distintas maneras que existen de entender la terapia cognitiva. Arnkoffy Glass
(1982) plantearon 5 aspectos básicos que debía cumplir una buena teoría cognitiva. Estos son:1. Una teoría adecuada
debe prestar más atención a cómo funcionan los fenómenos cognitivos que a su contenido en sí.2. Debe explicar la
relación entre cogniciones y otros aspectos del funcionamiento humano. Es decir, una buena teoría sobre las estructuras
y los procesos clínico-cognitivos, debe preocuparse por las relaciones que hay y la integración que podemos establecer
entre conductas observables, pensamientos y afecto reconocidos, y procesos cognitivos y afecto inferidos.3. Cualquier
teoría debe preocuparse de los vínculos entre cognición y afecto.4. Una teoría adecuada de los fenómenos cognitivos-
clínicos debe explicar el cambio (mejora o empeoramiento) en estos fenómenos.5. Sobre la base de la necesidad de
explicar este proceso de cambio, una teoría clínica adecuada debe centrarse en los procedimientos para producir un
cambio.
En la actualidad, la terapia cognitiva se caracterizaría por los siguientes rasgos:1. Diversidad.2. Variedad y amplio rango
de aplicación.3. Eficacia.
Cuando estamos hablando de terapia cognitiva debemos partir de los siguientes supuestos: 1. Ser = conocer.2. Los
problemas de los seres humanos se entienden como problemas de conocimiento y significado.3. Los terapeutas
cognitivos trabajan con los supuestos, premisas y actitudes de los seres humanos y con la repercusión de este “mundo
cognitivo” en nuestro bienestar.4. Las terapias cognitivas darán diversas respuestas al problema del significado y a los
mecanismos necesarios de cambio. Por ejemplo, y de forma muy esquemática, mientras que para unos (por ejemplo,
Ellis) la meta está en desarrollar una filosofía más racional de vida, para otros (por ejemplo, Beck) la meta estará en

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cambiar el procesamiento distorsionado de la información. Finalmente, para modelos constructivistas (como el de
Guidano) la meta está en producir un cambio en la dinámica del sí mismo.
3. Origen de las terapias cognitivas.
Tanto un autor como el otro BECK Y ELLIS, parte de un marco psicodinámico. Ambos, aunque con metas diferentes, se
plantearon sus respectivos modelos cognitivos como un intento de superación del psicoanálisis.
3.1. Origen de los principales modelos cognitivos.
Según Beck y Weishaar (1989) serían tres las fuentes principales desde las que podemos trazar el origen del modelo
cognitivo. Por una parte, tenemos el enfoque “fenomenológico” en un sentido general y donde estos autores destacan
la filosofía estoica para la cual el punto de vista que mantenemos sobre el sí mismo y el mundo determina nuestra
conducta.
La famosa frase de Epicteto, en el Enquiridion “Los hombres no se trastornan por las cosas que pasan, sino por las
opiniones sobre las cosas”.
La segunda influencia radica en la teoría estructural y en la psicología profunda, por ejemplo, a través de la
conceptualización freudina de la organización jerárquica de la cognición en procesos primarios y secundarios .La tercera
influencia se encuentra en la psicología cognitiva, como el trabajo de Kelly (1955) sobre “constructos personales” o el
de Richard Lazarus sobre la primacía dada al papel de la cognición en el cambio emocional y conductual (Beck &
Weishaar).Revisando diversos trabajos vemos que ambos modelos comparten un origen común en antecedentes como
los de la filosofía estoica.
La terapia cognitiva se desarrolló desde el psicoanálisis y desde la terapia de conducta, utilizando elementos de ellas o
criticándolas. Así se pronuncia Freeman (1983) que plantea que los primeros terapeutas cognitivos tomaron del modelo
conductual su interés por el método científico, el foco en el cambio conductual y diversas técnicas conductuales. Por
otra parte, tomaron del modelo psicodinámico la importancia de comprender el proceso y el diálogo interno.
(el interés por la investigación, junto a la aplicación y desarrollo del modelo en el caso de Beck, y un interés más centrado
en el desarrollo y la aplicación, y no en la fundamentación empírica por parte de Ellis).
Relaciones entre la psicoterapia cognitiva y la psicología cognitiva.
Las relaciones entre terapia cognitiva y psicología cognitiva son escasas, a pesar de notables esfuerzos por dotar de una
base cognitiva, experimental, a la terapia cognitiva.
A pesar de la variedad de enfoques disponibles, es difícil conectar la clínica cognitiva con la psicología cognitiva en toda
su extensión. Poco de la psicología cognitiva, aparece en la terapia cognitiva. Es cierto, que los terapeutas cognitivos,
sobre todo Beck, asumen la terminología del procesamiento de la información, como por ejemplo el concepto de
esquema, sesgos cognitivos, etc., pero lo hacen más desde una vertiente “light”, que desde un profundo asentamiento
teórico. De hecho, muy poco de lo cognitivo aparece en Beck, y desde luego en Ellis.
Lo cognitivo, en el sentido que aquí proponemos, aparece en Beck y Ellis de forma terminológica, pero no guía el trabajo
terapéutico; en estas terapias existe una brecha entre la teoría y la práctica. Sin embargo, en la actualidad, y no en el
momento de su surgimiento, existen importantes intentos por dotar de una base teórica cognitiva a la terapia cognitiva
(por ejemplo, Segal, 1988). El intento más reciente y paradigmático es el texto de Beck, Clark y Alford (1999) en donde
se ponen a prueba, experimental y clínicamente, las hipótesis descriptivas o sobre la vulnerabilidad cognitiva en los
pacientes depresivos.
Lo que podemos asumir es que las terapias cognitivas, parecen ser una evolución, lógica podríamos decir, para dar
cabida a procesos huma-nos que no entraban en algunos modelos imperantes de la época (el conductismo, por ejemplo),
o para dotar de validez a otros, por ejemplo, el psicoanálisis. Lo que ocurrió fue que la terapia cognitiva, dada su
intención experimentalista y justificacionista, encontró en el paradigma cognitivo de hace 30 años una propuesta
metodológica que convenía a sus propósitos para la terapia, es decir, encontró un marco empirista, justificacionista y
de búsqueda del ideal nomotético. Marco que, además, compartía con la terapia de conducta.

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Principales modelos cognitivos.
Una de las primeras clasificaciones se la debemos a Mahoney yArnkoff (1978) que establecieron tres tipos principales:
los modelos de reestructuración cognitiva, los modelos de habilidades de afrontamiento y, finalmente, las terapias de
solución de problemas. Para Dobson y Block (1988) dispondríamos de cuatro tipos básicos de hacer terapia cognitiva: 1)
las habilidades de afrontamiento, donde se incluiría, por ejemplo, el entrenamiento en inoculación de estrés de
Meichenbaum; 2) los enfoques de solución de problemas, donde se incluiría, por ejemplo, la terapia de Nezu y colabora-
dores (véase, capítulo 5); 3) los modelos de reestructuración cognitiva, por ejemplo, los de Ellis.
Desarrollos recientes en terapia cognitiva se centran menos en los enfoques de habilidades de afrontamiento y más en
los de solución de problemas o de reestructuración cognitiva. En su reciente revisión, Dobson y Dozois (2001) ofrecen
nombres concretos y tan dispares de las principales terapias cognitivas, como: 1. La terapia racional emotivo conductual
de A. Ellis.2. La terapia cognitiva de A. Beck.3. El entrenamiento autoinstruccional de D. Meichenbaum.4. La
reestructuración racional sistemática de M. Goldfried.5. El entrenamiento en el manejo de la ansiedad de R. Suinn y
F.Richardson. 6. El entrenamiento en inoculación de estrés de D. Meichenbaum.7. La terapia de solución de problemas
de T. D’Zurilla, M. Goldfriedy A. Nezu.8. La terapia de autocontrol de L. Rehm.9. Los modelos
estructurales/constructivistas, por ejemplo, de V. Guidano y G. Liotti.
Por otro lado, y para Gonçalves (1993), habría cinco paradigmas principales: 1) condicionamiento encubierto; 2)
autocontrol; 3) habilidades de afrontamiento; 4) reestructuración cognitiva y 5) el paradigma constructivista-evolutivo.
los principales modelos cognitivos quedan perfectamente recogidos en tres bloques, que a niveles epistemológicos se
reducirían a dos y que son:1. Modelos de reestructuración cognitiva: que incluirían, entre otras, las terapias de Beck y
de Ellis.2. Modelos cognitivo-comportamentales: que incluirían, entre otras, por ejemplo, el entrenamiento en
inoculación de estrés de Meichenbaum, o la terapia de solución de problemas de Nezu y colaboradores.3. Modelos
construccionistas/constructivistas: que incluirían, por ejemplo, la psicoterapia cognitivo-narrativa de Gonçalves
(1994;1997).
Las terapias de reestructuración cognitiva se desarrollaron por teóricos con entrenamiento psicodinámico, y ante todo
destacaban el papel del significado. Se caracterizan por defender que lo que una persona piensa (o dice) no es tan
importante como lo que cree. Su tarea consiste en desarrollar estrategias para examinar la racionalidad o validez de las
creencias disponibles. En terapia cognitiva descrito por Rush, Beck,Kovacs y Hollon (1977) y sintetizado por Clark (1995)
entiende a la terapia cognitiva como siendo “una psicoterapia estructurada, con limite de tiempo orientada hacia el
problema y dirigida a modificar las actividades defectuosas del procesamiento de la información evidentes en trastornos
psicológicos como la depresión.
El terapeuta y el paciente colaboran para identificar las cogniciones distorsionadas, derivadas de los supuestos o las
creencias desadaptativas. Estas cogniciones y creencias están sujetas al análisis lógico y la comprobación empírica de
hipótesis lo que conduce a los individuos a ajustar su pensamiento con la realidad” .Es decir, la meta de la terapia
cognitiva está en corregir el procesa-miento distorsionado de la información, así como las creencias y supuestos
desadaptativos que mantienen nuestras conductas y emociones. Estas terapias utilizan como marco conceptual
explicativo la metáfora del procesamiento de la información. Por su parte, las terapias cognitivo-comportamentales,
desarrolla-das por teóricos con entrenamiento conductual, conceptualizan el pensamiento de forma más concreta, es
decir, como un conjunto de autoenunciados encubiertos (conductas privadas) que puede verse influido por las mismas
leyes del condicionamiento que influyen en otras conductas manifiestas. Su tarea consiste en desarrollar estrategias
para enseñar habilidades cognitivas específicas. Siguiendo el trabajo de Meichenbaum (1995) asociaríamos dicho
modelo con la metáfora del condicionamiento.
Una gran cercanía entre estos dos modelos. La terapia de conducta y la terapia cognitiva comparten, pues, las siguientes
características: 1) Una relación de colaboración entre terapeuta y cliente. 2) El supuesto de que los trastornos
emocionales y la conducta son, en parte, una función de los trastornos en los procesos cognitivos. 3) El foco está en
cambiar cogniciones para producir los cambios deseados en el afecto y la conducta. 4) Son formas de tratamiento,
generalmente, de tiempo limitado y educativas que se centran en problemas-meta específicos.

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Las diferencias entre un modelo de reestructuración y otro de tipo cognitivo-comportamental. Newell y Dryden (1991)
se pronuncian claramente diferenciándolos. Mientras que los primeros destacan ante todo el papel de la cognición, los
segundos destacan el papel de otros sistemas de respuesta (como el fisiológico, por ejemplo) y la interacción recíproca
entre estos sistemas de respuesta y el ambiente, utilizando fundamentalmente el principio del “determinismo
recíproco” de Bandura (1978). Las metas de la terapia cognitivo-comportamental están unidas a este importan-te
concepto y suponen que el cliente se dé cuenta de la interacción entre las cogniciones disfuncionales y las conductas (y
la posibilidad de cambiar esta interacción) a través de una combinación de intervenciones cognitivas, conductuales y
fisiológicas.
Una tercera metáfora la de la narrativa constructiva (Meichenbaum,1995), EL constructivismo acoge a una familia de
teorías o de terapias que desencadenan los sgtes principios: 1. Los seres humanos son participantes proactivos (en su
propia experiencia, es decir, en toda su percepción, memoria y conocimiento. El conocimiento humano es interpersonal,
evolutivo y proactivo .2. El constructivismo recupera el papel de procesos no conscientes, tácitos, (por ejemplo, a través
del núcleo metafísico central) que están fuera de la conciencia, que dirigen, pero no marcan, el contenido de la
experiencia consciente.3. gran importancia al sí mismo y a todos los procesos que contribuyen a nuestra identidad
personal. Lo que plantean los autores constructivistas es la tendencia a mantener y preservar nuestra identidad personal
(autoorganización) de manera que cuando tenemos experiencias que no podemos integrar en nuestro sí mismo,
podemos desarrollar problemas de tipo psicológico. 4. Estos modelos asumen parte de los presupuestos del
construccionismo social y sobre todo aquel en el que se afirma la constitución social de los sistemas de creencias y de lo
que podemos llamar nuestras “realidades”. El conocimiento no es un acto individual, sino consecuencia de un proceso
de negociación social.
5. Uno de los presupuestos básicos mantiene que no podemos afirmar la validez del conocimiento, sino su viabilidad.
Una construcción es viable en función de las consecuencias que tiene para el individuo o el grupo que la mantiene en
un momento determinado, al igual que está en función de su grado decoherencia respecto al sistema personal o social
en el que se incluye. optan por el concepto de viabilidad que permite a un terapeuta entrar a discutir con su paciente
sus creencias y modificarlas, no en función de su ajuste objetivo al mundo de los hechos, sino en función de sus
consecuencias para el paciente.
5. Fases de evolución.
1ª fase: La terapia cognitiva está en el aire (mediados de los años 50-1980) Esta fase comienza a mediados de los años
50 con los primeros trabajos de Ellis y los primeros de Beck a comienzos de los 60, incluye el primer gran estudio en
eficacia del grupo de Beck y termina, en nuestra opinión, con las primeras críticas hacia el modelo cognitivo. En el centro
de estas críticas estaba el inicio de los modelos constructivistas que criticaban a los que hoy podemos considerar
“modelos clásicos” como siendo modelos raciona-listas que no tenían en cuenta procesos importantes como el papel
del afecto y la emoción, o procesos de tipo no consciente o “inconsciente”.
2ª fase: El establecimiento cognitivo (1981-1991) Esta fase comienza en 1981 y es donde se establece, de forma
definitiva, la terapia cognitiva, puesto que los modelos de reestructuracióny los cognitivo-comportamentales aumentan
su relevancia y grado de aplicación. Es la década de ampliación y popularización ya que en ella se aplica la terapia
cognitiva a prácticamente cada tipo de trastorno yl a profusión de manuales y de libros de autoayuda, la terapia centrada
en esquemas de Young o el modelo de tratamiento para el pánico.
3ª fase: Un mundo cognitivo feliz (1992-hasta la fecha) En principio esta fase va desde 1992 hasta la fecha actual. En
estafase vemos una mayor contribución al campo cognitivo de los modelos constructivistas, lingüísticos y narrativos y
un aumento de las características de las fases anteriores: amplio rango de aplicación, reconocimiento y popularidad,
etc. De todas maneras, lo más importante es la convivencia de dos paradigmas de trabajo cognitivo: el clásico o
racionalista y el rupturista o evolutivo que corresponderían, respectivamente, a los que consideramos como modelos
modernistas y modelos postmodernistas en terapia cognitiva.
Actualmente algunas de las características de la terapia cognitiva son bastante postmodernas, mientras que en otras se
sigue apreciando una actitud modernista. De forma epistemológica a los modelos de reestructuración cognitiva1y los
cognitivo-comportamentales con una epistemología modernista, y a los construccionistas con una epistemología de tipo

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postmoderno facilita entender las diferencias y la evolución entre los modelos cognitivos. Por ejemplo, son más
constructivistas que los modelos clásicos (por ejemplo, la terapia lingüística de evaluación), dan una mayor importancia
al papel del afecto (por ejemplo, la terapia de valoración cognitiva) o son de formato aplicado más ecléctico (por
ejemplo, la terapia centrada en esquemas).
6. ¿Terapia cognitiva o terapia cognitivo-comportamental?
Las primeras terapias cognitivas, o lo que es lo mismo, los enfoques de Ellis y de Beck, surgieron del psicoanálisis,
mientras que la terapia cognitivo-comportamental parte de la terapia de conducta. Aunque hoy en día se señala que no
existen práctica-mente diferencias entre ellas esto no deja de ser curioso puesto que sí que existen diferencias
conceptuales.
Creemos que tiene más sentido que cuando hablamos de terapias cognitivas asumamos los tres modelos básicos ya
planteados. Estas tres formas han sido definidas y diferenciadas en diversos trabajos como ya hemos visto y además, ,
es factible entenderlas dentro de un paradigma cognitivo. En esta cuestión del paradigma radica, como ya hemos
planteado, el criterio principal que nos lleva a decantarnos por la etiqueta de terapia cognitiva y no de terapia cognitivo-
comporta-mental.
En un sentido kuhniano, cuando hablamos del paradigma cognitivo nos referimos a un complejo total de métodos,
conceptos y teorías; técnicas y aparatos de laboratorio; procesos sociales y estructuras institucionales, que determinan
cuáles son los problemas legítimos y las soluciones en el campo de la investigación científica.
Consideramos que la etiqueta cognitivo-conductual puede reflejar dos cosas: 1. La mejora del modelo conductual al
integrarse con el cognitivo, y así es como creemos que la usan los autores conductuales que quieren mejorar el modelo
conductual.2. Un eclecticismo en su uso, es decir, una práctica clínica ecléctica. El modelo cognitivo usa técnicas
conductuales (como ayuda para el cambio cognitivo) dentro de un modelo cognitivo, pero asume una teoría cognitiva
sobre los trastornos y el cambio psicológico. Y así es usado, inferimos, por la mayoría de autores cognitivos.
Consideramos que la terapia cognitiva, como modelo teórico diferencial de otros, se ve representada mejora través de
la etiqueta “terapia cognitiva” y no de “terapia cognitivo-conductual”, y que cuando usamos la etiqueta cognitivo-
comporta-mental como “etiqueta principal” estamos refiriéndonos a su uso, a su aplicación y no a un paradigma. O, en
todo caso, nos estamos refiriendo a un enfoque dentro de un paradigma principal y que ejemplifica nuestra propia
clasificación.
7. La eficacia de las terapias cognitivas: En el momento de escribir estas líneas, hace unos 50 años que surgieron las
terapias cognitivas. La terapia cognitiva ha demostrado su eficacia en diversos trastornos y para diversos enfoques :1.
La terapia cognitiva es muy eficaz para el tratamiento de la depresión .2. El modelo mejor evaluado (con ensayos clínicos
controlados) es el modelo de Beck .3. Se está comenzando a disponer de ensayos clínicos controlados en otros trastornos
que no sean la depresión como, por ejemplo el trastorno de pánico, o el trastorno obsesivo-compulsivo. 4. los modelos
de reestructuración cognitiva y los cognitivo-comportamentalesa portan los principales estudios en eficacia, mientras
que los modelos construccionistas (cercanos a una óptica postmoderna)por motivos epistemológicos sobre la visión de
la ciencia que les lleva a estar todavía preocupados o no decantados por el tipo de Método a seguir, no se han
preocupado tanto de estas cuestiones.
8. Ventajas y limitaciones de la terapia cognitiva.
1: Modelo eficaz de tratamiento. las investigaciones de resultado que tan buen “resultado” han dado a la terapia
cognitiva para que se establezca como modelo, deben ser complementadas y abiertas a estudios de tipo procesual
donde no sólo se explique si la terapia es eficaz o no, sino mediante qué mecanismos, qué operaciones ponen en marcha
pacientes y terapeutas que den cuenta de esos niveles de eficacia. Creemos que responder al qué, sin complementar
con el cómo. 2: Papel de la mente. El modelo cognitivo, a diferencia del modelo freudiano, planteó el papel de la mente
no inconsciente, como un rasgo importante para explicar el funcionamiento del ser humano. 3: Teoría comprensiva
sobre el ser humano. La terapia cognitiva no se define por su grupo de técnicas, sino por su especial y particular
conceptualización de los problemas que aquejan a los seres humanos, tal y como ya señaló Beck (1970a) en sus inicios.
No obstante, uno de los aspectos que cabe criticar a las terapias cognitivas, es su comprensión individualista del ser

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humano. De ahí que los desarrollos en terapia cognitiva quieran acercarla a teorías como la del construccionismo social
que plantea que todos nuestros sistemas de creencias están constituidos socialmente.
4: Modelo claro, estructurado y organizado. Esta característica de los modelos cognitivos propicia, en primer lugar, un
tipo de relación terapéutica basada en la metáfora del ser humano como un científico y en la que el terapeuta adopta
el papel de guía activo del paciente para que este desarrolle formas alternativas, más válidas de pensar. En segundo
lugar, los modelos clásicos cercanos a una epistemología modernista son modelos de tipo teleológico, finalistas, donde
se prescriben las líneas a seguir desde un principio (obvia-mente, atendiendo a las necesidades de los pacientes), lo cual
se ve facilitado por ese alto nivel de estructuración que poseen. Su meta será entonces poner en marcha técnicas que
controlen, corrijan y dirijan al paciente hacia una meta especificada. Por su parte, los modelos construccionistas, más
cercanos a una epistemología postmoderna abogan por un tipo de relación terapéutica más propia de un modelo
humanista, una relación de tú a tú, don-de el terapeuta no guía, sino que acompaña al paciente en su proceso de
descubrimiento, de desarrollo de formas viables, más funcionales de conocer, en un proceso de tipo teleonómico.

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