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Las inspecciones boroscópicas son inspecciones visuales en lugares inaccesibles para el ojo humano con la
ayuda de un equipo óptico, el boroscopio. Se desarrolló en el área industrial a raíz del éxito de las
endoscopias en humanos y animales.
Fig 1 Las dos versiones del instrumento: boroscopio con visualización de imágenes en pantalla y boroscopio
óptico
La imagen resultante puede verse en la lente principal del aparato, en un monitor, o ser registrada en un
videograbador para su análisis posterior.
El boroscopio es sin duda una de las herramientas imprescindibles para acometer trabajos de inspección en
las partes internas de la turbina sin realizar grandes desmontajes. Además, se utiliza para la inspección de
otros equipos como motores alternativos de combustión interna, calderas, ciclo agua-vapor y turbinas de
vapor.
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Se usa no sólo en tareas de mantenimiento predictivo rutinario, sino también en auditorias técnicas, para
determinar el estado interno del equipo ante una operación de compra, de evaluación del trabajo que está
llevando a cabo una empresa contratista o del estado de una instalación para acometer una ampliación o
Menú equipos.
renovar
Entre las ventajas de este tipo de inspecciones están la facilidad para llevarla a cabo sin apenas tener que
desmontar nada y la posibilidad de guardar las imágenes, para su consulta posterior. Entre sus limitaciones,
están las relacionadas con el diseño de la turbina y la dificultad para introducir la lente, las propias
características y limitaciones técnicas del aparato y destreza y conocimientos del inspector encargado de
llevarla a cabo.
El boroscopio
Consiste en un instrumento óptico equipado con una lente, un prolongador, una mirilla y en algunos casos,
una pantalla y/o registrador de imágenes. Está dotado además de una luz en su extremo. Dispone de
multiples accesorios, que le permiten examinar diferentes partes remotas. El inspector tiene que determinar
el diámetro y longitud del prolongador que utilizará teniendo en cuenta por dónde debe introducirlo y hasta
donde debe llegar. Existen boroscopios rígidos, o flexibles de fibra óptica. Estos últimos son sin duda los que
más aplicación tienen en las inspecciones a realizar en una turbina de gas. Están disponibles en diámetros
que van desde los 0,3 mm hasta los 13 mm, y en longitudes desde 250 mm hasta más de 6 metros. En
éstos el extremo es articulado, pudiéndose la dirección de la lente moverse en cuatro direcciones (arriba,
abajo, derecha e izquierda) con gran facilidad, lo que permite observar lo que sucede en 360º alrededor del
extremo del boroscopio.
Sobre la fuente de luz del extremo, es conveniente elegir cuidadosamente el tipo e intensidad de la
iluminación. Así, para una simple inspección visual una luz de 150 watios puede ser suficiente, mientras que
para aplicaciones de video es recomendable que tenga al menos 300 watios.
Sobre el diámetro, el hueco de entrada del boroscopio determina el diámetro máximo que se puede utilizar.
Lo ideal es utilizar el máximo diámetro que permita el hueco de introducción, para obtener la imagen más
clara y brillante posible. La longitud del boroscopio también es un dato a tener en cuenta a la hora de la
selección, ya que el tamaño de la turbina y la distancia al objeto que se desea observar son los parámetros
a tener en cuenta. Para aplicaciones relacionadas con turbinas de gas, el empleo de boroscopios flexibles
en vez de los rígidos se hace imprescindible, por la posibilidad de observar los objetos desde cualquier
ángulo.
• El campo de visión, (FOV, Field of view), que puede ser estrecho (10-40º), normal (45º), o gran angular
(50-80º de visión)
• La profundidad de campo, (DOF, Deep of field) o distancia mínima y máxima en la que la lente está
enfocada, que es función de la propia lente y del campo de visión. Existen además lentes con enfoque
ajustable.
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Defectos que se pueden observar mediante inspección boroscópica
Mediante inspección boroscópica es posible observar los siguientes defectos sin necesidad de realizar
importantes
Menú desmontajes de la turbina (se indica en algunos casos el nombre del defecto en inglés utilizado
en los informes de inspección):
• Erosión (erosion)
• Corrosión (corrosion)
• Pérdida de material cerámico en álabes o en placas aislantes (TBC spallation)
• Roces entre álabes fijos y móviles (rubbing)
• Decoloraciones en álabes del compresor, por alta temperatura
• Pérdidas de material de los álabes del compresor que se depositan en los álabes de turbina o en la
cámara
• Deformaciones
• Piezas sueltas o mal fijadas, sobre todo de material aislante
• Fracturas y agrietamientos en álabes, sobre todo en la parte inferior que los fija al rotor (cracks)
• Marcas de sobretemperatura en álabes (overfiring)
• Obstrucción de orificios de refrigeración
• Daños por impactos provocados por objetos extraños (FOD, Foreign object damages)
• Daños por impactos provocados por desprendimiento de partes internas de la turbina (DOF, Domestic
object damages)
• Daños diversos en quemadores y boquillas, sobre todo provocadas por sobretemperatura
El inspector debe ser capaz de distinguir entre defectos observados que pueden ocasionar un grave
problema en el equipo y los defectos que son simples anormalidades insignificantes. En muchas ocasiones
los defectos encontrados (llamados habitualmente ‘hallazgos’) puede ser usada para confirmar o descartar
problemas potenciales observados utilizando otras técnicas, como el análisis de vibraciones, las pruebas de
prestaciones o las auditorias energéticas.
Las partes que se investigan por inspección boroscópica son el compresor, la cámara de combustión y la
turbina de expansión. Las inspecciones boroscópicas se realizan tanto de forma periódica como tras
detectar un problema por alguna otra técnica que requiere ser observado.
Antes de realizar la inspección es necesario que la turbina esté fría y haya estado girando en modo virador
durante al menos unas horas. Es conveniente tener en cuenta que durante la inspección la turbina debe
continuar en modo virador, aunque el inspector debe tener control sobre este movimiento. Hay que tener en
cuenta que en ocasiones tendrá que atravesar el boroscopio entre varias filas de álabes del compresor o de
la turbina, y que el movimiento puede dañar tanto el boroscopio como los álabes.
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