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UNIDAD 4.

PREPARACIÓN DEL TRATAMIENTO RADIOISOTOPICO


FUNDAMENTOS DE LA TERAPIA METABÓLICA. TIPOS. INDICACIONES. RADIOFÁRMACOS
UTILIZADOS. PREPARACION DEL RADIOFARMACO. NORMAS PARA UNA ADMINISTRACIÓN
SEGURA. REQUISITOS ASISTENCIALES.

Fundamentos de la terapia metabólica

La terapia metabólica utiliza radionúclidos que se acumulan selectivamente en el órgano o


lesión que deseamos tratar.

Se utilizan radionúclidos emisores de Beta negativa con poder ionizante suficiente para actuar
contra la lesión, aunque con pobre penetración, lo que limite su radio de acción a varios
milímetros. En algunos casos concretos, los radionúclidos empleados poseen emisión alfa.

Tipos e indicaciones de la terapia metabólica

En relación al método de administración, podremos encontrar:

- Local: el radiofármaco será depositado en el área que vayamos a tratar, o lo más cerca
posible. Por ejemplo, la radiosinoviortesis.
- Sistémica: el radiofármaco se administra vía oral o endovenosa, se distribuye por el
organismo, pero queda fijado en las dianas predeterminadas. Por ej: el tratamiento del
dolor metastásico óseo o la eliminación de restos tiroideos en el cáncer de tiroides.

Si atendemos al mecanismo de acción de los radiofármacos, encontramos:

- Metabólica: El radiofármaco forma parte del mecanismo fisiopatológico de la


enfermedad, por ejemplo, la terapia con I131 en las enfermedades tiroideas.
- Por contigüidad: El radiofármaco actúa por proximidad a las células dianas, por
ejemplo, el tratamiento de tumores hepáticos con microesferas radiactivas.

Según las indicaciones de la terapia, podrá ser:

- Curativa: se busca el fin de la enfermedad, como en el caso del hipertiroidismo.


- Paliativa: El objetivo es mejorar la sintomatología, en el caso del tratamiento del dolor
metastásico óseo.

Requisitos para el tratamiento

Una terapia metabólica debe estar consensuada con el médico clínico responsable del
paciente, así como con el médico nuclear que se encargará de adecuar la dosis al paciente.

Existen determinadas normas para su uso, así como condiciones administrativas especiales o
espacios diseñados para la administración de estos radiofármacos o la hospitalización de
algunos de estos pacientes.
EL TRATAMIENTO RADIOISOTÓPICO DEL DOLOR ÓSEO METASTÁSICO

Radiofarmacos más utilizados. Procedimiento terapéutico. Control y normas generales de


radioprotección.

Radiofármacos empleados

Condiciones para un radiofármaco idóneo:

- Ser emisor de partículas Beta negativa (o alfa en el caso del Ra233)


- Incorporación selectiva y retención prolongada en la metástasis ósea en comparación
con la captación y retención en hueso sano. Actúan sobre las terminales nerviosas de
los nervios periféricos inhibiendo la liberación de agentes moduladores del dolor.

a) Fósforo-32 (p32): El primer radioisótopo empleado, se usa en forma de ortofosfato,


especialmente en las lesiones óseas de cáncer de próstata. Sin embargo, su alta
mielotoxicidad y la posibilidad de producir aplasia medular han limitado su aplicación.

b) Estroncio-89 (Sr89): Emisor de beta negativa puro con una vida media de algo más de 50
días. Via endovenosa lenta, y no requiere ingreso hospitalario. La remisión del dolor (total
o parcial) ocurre en el 80% de los casos aproximadamente.

c) Samario-153 (Sm153): Se emplea unido a un tetrafosfonato bajo el nombre comercial de


Quadramet. El lexidronam posee una elevada afinidad por el tejido óseo, concentrándose
en las lesiones metástasicas cinco veces más que en el hueso sano. Es un emisor beta
negativo y gamma, por lo que gracias a esta es posible la comprobación de la fijación del
fármaco en las lesiones mediante la imagen.

d) Renio-186 y estaño-117m: Ninguno de los dos se comercializa en España.

e) Lutecio-177 y radio-223: En ensayos clínicos.

Consideraciones

El tratamiento estará indicado cuando exista una evidencia de metástasis ósea, cuando fallen
otras alternativas para el dolor metastásico óseo, con una esperanza de vida mayor de 4
meses, siendo un criterio de exclusión la insuficiencia renal.

Las complicaciones son escasas, siendo la más frecuente nauseas, vómitos, y algunas veces
exacerbación transitoria del dolor.
LA SINOVIORTESIS RADIOISOTÓPICA

Indicaciones. Radiofármacos más utilizados. Procedimiento terapéutico. Control y normas


generales de radioprotección.

El tratamiento local para la inflamación articular crónica. Es una alternativa a la sinovectomía


quirúrgica.

Los radiofármacos empleados son partículas coloidales unidas a radionúclidos emisores de


beta negativo, por lo que tiene poca penetración, afectando a la membrana sinovial, pero
respetando los tejidos de alrededor.

Las indicaciones más frecuentes incluyen artritis reumatoide, derrame articular persistente,
artritis hemofílica y artropatías por depósito de cristales, entre otras.

El tratamiento está contraindicado en las infecciones articulares y fracturas articulares, así


como en mujeres embarazadas y lactantes.

Radiofármacos empleados

Deben tener pequeño tamaño, vida media al menos igual al tiempo de desintegración del
radionúclido, distribución homogénea y ser biodegradable en la membrana sinovial.

Los radionúclidos empleados son emisores de beta negativo y elegiremos su energía en


función del grosor de la membrana sinovial y del tamaño de la articulación.

a) Itrio-90 (90Y)

Es emisor β- puro, con una penetración terapéutica de 3,6 mm. Es el más utilizado y se suele
emplear en grandes articulaciones, sobre todo en rodillas.

b) Renio-186 (186Re)

Además de emisor β- posee una pequeña emisión ϒ. Tiene menor penetración terapéutica que
el anterior (1 mm), por lo que se suele utilizar para articulaciones medianas como muñeca,
codo, hombro, cadera y tobillo. Para cada una de estas articulaciones se establece una dosis a
administrar.

c) Erbio-169 (169Er)

Es emisor β- puro y tiene el menor poder de penetración terapéutico, 0,3 mm. Se emplea para
las articulaciones más pequeñas, las interdigitales.

Consideraciones

En las articulaciones de menor tamaño, es adecuado el uso de una ecografía para guiar la
punción.

La punción de la rodilla se hace con la extremidad extendida, la del codo con la articulación
flexionada 90º y la del tobillo con el pie en flexión plantar.
Interesante la realización de una gammagrafía de control de la administración.

EL TRATAMIENTO RADIOISOTÓPICO DEL HIPERTIROIDISMO. TRATAMIENTO DE LA


ENFERMEDAD DE GRAVES-BASEDOW, DE NÓDULOS AUTÓNOMOS Y DEL NÓDULO TÓXICO
SOLITARIO ENTRE OTROS.

Tratamiento del hipertiroidismo

El hipertiroidismo se caracteriza por la existencia de unos niveles elevados de hormonas


tiroideas (T3 y T4) en sangre; pueden ocasionar palpitaciones, sudoración, nerviosismo y
pérdida de peso.

Las dos causas más frecuentes de hipertiroidismo son la enfermedad de Graves (enfermedad
autoinmune causada por un exceso de anticuerpos contra el receptor de la TSH) y la existencia
de uno o más nódulos tiroideos hiperfuncionantes.

Para el control del hipertiroidismo existen varias opciones: tratamiento médico con fármacos
antitiroideos, tratamiento quirúrgico (tiroidectomía subtotal) y tratamiento con radioyodo.
Tanto la cirugía como el radioyodo son tratamientos definitivos, pues destruyen de forma
parcial el tejido tiroideo.

Radiofármaco empleado

El radiofármaco empleado en el tratamiento del hipertiroidismo es el 131I, emisor β- y ϒ, que


se incorpora a la célula tiroidea como el yodo.

Así, los tejidos de alrededor del tiroides quedan protegidos de los efectos tóxicos de la
radiacion β-. Su biodistribución incluye glándulas salivares, estómago y tracto urinario,
recibiendo dichos órganos radiación a consecuencia de la terapia metabólica. La vía de
administración más frecuente es la oral, aunque se puede administrar por vía endovenosa.

El tratamiento metabólico del hipertiroidismo podemos conseguirlo de dos formas:

- Dosis fija: administrando 7,5 mCi en la enfermedad de Graves y de 15 a 25 mCi en


bocio nodular tóxico.
- Dosis individualizada: para calcular la dosis adecuada es necesario conocer el volumen
glandular y el grado de captación del yodo por parte de la glándula.
El tamaño de la glándula se puede estimar por técnicas de imagen.

La dosis individualizada pretende minimizar la aparición de hipotiroidismo como efecto


secundario del tratamiento.

Consideraciones

Las complicaciones no suele ser frecuentes, aunque el hipotiroidismo de aparición tardía es la


más frecuente. En ocasiones, se puede presentar la tormenta tiroidea, una crisis tirotóxica por
la liberación masiva de hormonas tiroideas a la sangre. También puede aparecer tiroiditis
postirradiación.

Contraindicada en pacientes embarazadas y lactantes.


Tratamiento del carcinoma diferenciado de tiroides

La utilización de radioyodo en el carcinoma diferenciado de tiroides (CDT) tiene como objetivo


eliminar restos tiroideos que pudieran quedar después de una tiroidectomía total (se extirpa),
así como el tratamiento de recidivas (que vuelve a aparecer el cáncer) locales, metástasis
ganglionares o a distancia (las más frecuentes, pulmonares y óseas).

Es importante para la eficacia de la terapia metabólica con 131I que la TSH se encuentre
elevada. En situación de hipotiroidismo, la captación del yodo radiactivo por las células
tiroideas normales o metastásicas es óptima.

Además es necesario realizar una dieta pobre en yodo para que no exista competencia entre el
yodo fisiológico y el radiactivo.

Radiofármaco

Para la terapia metabólica del CDT se utiliza 131I, emisor β- y ϒ para poner de manifiesto la
existencia de posibles metástasis no destacadas previamente. La administración del
tratamiento es por vía oral.

Se puede administrar una dosis alta, mientras el paciente permanece ingresado, o se pueden
administrar dosis bajas repetidas sin tener que permanecer ingresado el paciente, si bien las
dosis bajas repetidas pueden no ser completamente efectivas.

Cuando el objetivo de la terapia metabólica es la eliminación de metástasis, las dosis


empleadas son mayores, y muchas veces repetidas.

Consideraciones

Contraindicada de forma absoluta en el embarazo y de forma relativa en la lactancia.

Pueden aparecer algunos efectos secundarios: los relacionados con los órganos de
biodistribución del yodo como tiroiditis postirradiación, sialodenitis, gastritis, náuseas y
vómitos.

OTROS TRATAMIENTOS RADIOISOTÓPICOS

Tratamiento de la policitemia vera

Es una enfermedad mieloproliferativa, caracterizada por un aumento de hematíes, leucocitos y


plaquetas. El objetivo del tratamiento es eliminar el riesgo de trombosis y la proliferación
medular, pudiendo utilizar fósforo radiactivo (32P).

Este radiofármaco se incorpora a las células proliferativas y a la hidroxiapatita, exponiendo a la


médula ósea a la mayor cantidad de radiación.

Tratamiento de los linfomas no Hodgkin de bajo grado con Zevalin®.

La radioinmunoterapia con 90Y-ibritumomabtiuxetan (Zevalin®) presenta una combinación de


una actividad antitumoral (por el anticuerpo) unida a una radioterapia local por el
radionúclido.
Este tratamiento resulta muy útil en aquellos linfomas que presentan masas a cuyo interior el
anticuerpo tiene dificultad de entrar, pero también en el tratamiento de la enfermedad
mínima residual. Esta terapia se suele emplear combinada con el uso de quimioterapia.

Otros tratamientos

Existen otros tratamientos que están en desarrollo, dirigidos a otras enfermedades.

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