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Texto Berlín LRM

El texto es una transcripción de una entrevista por parte de Bryan Magee al filosofo Isaiah
Berlin.
Entre los objetivos se encuentran, que es la filosofía y porque a alguien debería interesarle
esta.
Berlin responde que es cuando se le obliga a alguien a analizar en que se fundan sus creencias.
A esto la gente es arisca pues a los hombres no les gusta que se les analice en demasía pues
pueden terminar por irritarse o desanimarse con las preguntas de la filosofía al cuestionarse
sus creencias.
Platón citando a Sócrates nos señala que este ultimo decía “una vida sin examen no merece
ser vivida”
La filosofía supone poner en tela de juicio los presupuestos. Pero lo mas importante aquí es
quienes formulan las preguntas inquietantes, estas personas son los filósofos.

Luego comienza a cuestionarse el concepto de derecho. Pone como ejemplo que si le


preguntamos a un civil en la calle no sabría que responder o definir.
Es importante reconocer que los derechos no tienen un carácter estático, sino que, por el
contrario, nuestra concepción de estos a variado fuertemente desde los años (ej antes los reyes
tenían un “derecho divino” otorgados a ellos por Dios).

Magee argumenta que mucha gente podría pensar que involucrarse en esas preguntas no es
necesario, si no que es mas feliz uno sin hacerlo, Berlin no discrepa, pero argumenta que es
propio de la naturaleza humana esta actividad, el humano en muchos casos siente el deseo
natural de saber porque vive, como debería estar viviendo y porque debería hacerlo así.
Descarta la afirmación de que las palabras solo sean palabras pues estas expresan la
experiencia e ideas, incluso transformándolas.

Magee le pide un ejemplo de una pregunta filosófica que sea moral y no política (antes puso
de ejemplo que son los derechos = pregunta política): Pone el ejemplo del soldado traidor
alemán, si le miente el británico y le dice que vivirá podrá salvar inocentes. Es un problema
ético. Un pragmático consideran la cantidad de vidas que podría salvar mentiría. Pero otros
argumentarían que no mentirían fundándose en reglas universales absolutas. Acá tenemos
dos filosofías contrapuestas para un mismo caso.
En este caso no es el trabajo de un filosofo el decir cual vía tomar, pero si explicarle los
valores y cuestiones en juego, examinar y juzgar los argumentos a favor y en contra de las
cuestiones.
La elección del hombre será racional si advierte a raíz de que principios elije y será libre si
pudo haber elegido otra opción.

Magee le señala a Berlin, que inclusive de sus ejemplos se desprende que la discusión
filosófica, por lo general, tiende a ser de palabras, acerca del lenguaje. Contrario a lo que a
veces se cree, que puede parecer banal el hecho de que los filósofos se preocupan por el
lenguaje, Berlin nos señala que estos se preocupan del lenguaje porque creen que pensamos
con palabras. Por lo que, el examen de las palabras es el examen del pensamiento.
Ejemplo de la importancia de esto seria los nazis, al justificar sus matanzas contra seres
inferiores, es a través de ese epíteto que se excusaban en sus razones. También la noción de
“subhombre”. Un “missconception” de lo que significaba para ellos el termino “humano” es
lo que genera esta disociación.

Existen distintos tipos de preguntas, las directamente verificables por los sentidos se les
llaman preguntas empíricas. (¿El cisne es negro? ¿Hay agua en el rio?)

Luego tenemos las preguntas que realizan los matemáticos o los lógicos; tenemos que
entenderlas simplemente como reglas. En el ajedrez el rey solo se mueve un espacio, se puede
mover más, pero estaría quebrantando la regla. Las reglas no son ni obedecen a las empíricas,
sino que son formales.
El estatus de las reglas corresponde a otro tipo de problema.

Las preguntas empíricas lo seguirán siendo aun cuando no se conozca la respuesta. Berlin
nos pone el ejemplo de “¿Cuánto vivió Cesar?” Si bien puedo desconocer la respuesta
conozco los métodos para encontrarla.

Aun así, existen preguntas que pueden no tener respuesta ni formalista ni empírica, como,
por ejemplo, las preguntas filosóficas.
 Una de las características centrales de las preguntas filosóficas seria que uno no sabe
donde buscar respuesta.

Recapitulemos.

Los seres humanos se realizan dos tipos de preguntas que sabemos tratar con éxito.

1. Empíricas: Las que responden a la experiencia, se responden mirando el mundo.


2. Formales o Abstractas: No podemos responderlas mirando al mundo, implican una
relación de una cosa con otra mirando un sistema formal, analizando la coherencia
interna de este sistema.

o Los temas filosóficos no caben dentro de estas 2.

Entonces, ¿Que hacemos con las preguntas que no sabemos responder?

Berlin destaca que algunos pensadores son capaces de replantearlas para que si puedan ser
respondidas.
Estas preguntas no son menos importantes, pues en gran medida se preocupan de valores
supremos.
Existen casos que se replantean y caben dentro de los dos grupos antes descrito, como lo es
el caso de la astronomía, pues en el pasado era filosófica y perdió ese carácter.
Aun así, la filosofía sigue estando presente en las distintas áreas, un nadador si llega a pensar
en como nada se paralizan. O incluso, un científico, que en un momento diga “pero bueno
¿Qué es la luz?” independiente del contexto estaría realizando una pregunta filosófica.
Los niños que no quedan completamente condicionados para reprimir las preguntas se
transforman en filósofos, pues nunca dejan de preguntar el “Por qué”, el ejemplo del que nos
habla Berlin es porque no puedo conocer a Napoleón, y seguido de una serie de preguntas
correlativas nos termina cuestionando la naturaleza misma del tiempo, esto nos lleva a
preguntarnos ¿Qué es el tiempo?

Lo anterior explicaría porque muchas preguntas de los filósofos, o preguntas filosóficas son
aparentemente simples, como en los Diálogos de Sócrates.

La tarea del filosofo no es predicar sino solo iluminar, es la forma que tiene de ayudar. Lo
mejor que podría hacer, por ejemplo, frente a problemas morales (como salvarle la vida a un
gran científico o a un niño) es aclarar lo que mas pueda lo que esta en juego.
Se puede objetar que los filósofos y los grandes pensadores suelen hacer lo contrario, señalar
el bien y el mal, distinguir entre lo correcto y lo errado, identificar conductas “correctas” del
ser humano.
Esto contradeciría la tesis que afirma Berlin, la tarea de los filósofos es: evaluar las razones
en favor y en contra, junto con aclarar las implicancias de las distintas líneas de acción. Nunca
indicar “lo correcto”.

Tenemos dos tipos de preguntas acerca de la vida.


> ¿Cuál es el significado de la vida?
Esta pregunta era fácilmente respondida en la antigüedad el sentido de la vida es
adorar y servir a dios.

> ¿Cuál es el propósito de la vida?


Existen distintas corrientes, algunos dicen (Spinoza) que las cosas tienen propósitos
si se les impone uno.
Existe la pregunta filosófica si todo tiene o no un propósito.
Nosotros entendemos lo que significa tener un propósito porque también entendemos
lo que significa carecer de el.

Magee nos indica que la filosofía que contendría la respuesta todas las interrogantes
posiblemente discutidas es el marxismo. Berlin no esta de acuerdo con esto, nos señala que
el marxismo lo que pretende verdaderamente es abolir la filosofía en el sentido antiguo, el
marxismo se autodenomina como una teoría estrictamente científica. La producción
dominaría todo lo demás, la distribución entera del poder esta regida por este concepto. Es
así que la filosofía se diluiría en una “sociología científica de las ideas”.

Berlin vuelve a afirmar que las personas muchas veces prefieren mantener el status quo.

Los marxistas nos señalan que la filosofía debe ser analizada desde distintas perspectivas, así
la filosofía del pasado, para ellos se debe transformar en una ideología, y que como
característica propia de esta se diluyen y desaparecen en las condiciones sociales que la
generaron. La idea de los marxistas es que la filosofía deje de ocuparse de los problemas
filosóficos y que pase a ocuparse de los problemas de la practica.
Los marxistas afirman haber descubierto soluciones científicas para la practica social y
política. Este es el punto que menos convence a Berlin.

Magee recuerda que una de las tareas de los filósofos (no la única) es elucidar conceptos. Los
conceptos son las unidades estructurales de nuestro pensamiento.

Muchas personas que se consideran así mismos sencillos, terrenales y prácticos rechacen el
examen critico de los modelos (modelos = conjunto de conceptos, forma de concebir las
cosas) considerando esta actividad como no practica.

La tesis de que las ideas filosóficas están desconectadas de la vida real es absolutamente
equivoca, estas pueden explicar grandes procesos históricos tales como La guerra de la
independencia de USA, la revolución francesa y la revolución francesa.

Berlin dice que parte del problema puede darse porque algunos filósofos se dan color al
hablar lo que hace que no se les entienda. Para Berlin los grandes filósofos siempre han
hablado de manera tal que cualquiera pueda entenderlos

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