No.
2-9
JAVIER FAYAD:
LOS RETOS IMPLÍCITOS EN EL PASO DE INSTITUTO A FACULTAD
BONDADES Y DESENCANTOS DE LA FORMA “INSTITUTO”
Para Javier Fayad, el paso de la antigua Facultad, conformada
por los departamentos de Psicología y Currículo, a Instituto de Edu-
cación y Pedagogía, con la subsiguiente formación del Instituto de
Psicología, fue un evento necesario y afortunado. La atmósfera del
momento era positiva, y el proyecto tenía el impulso que, entre va-
rias situaciones, le daba la propuesta de la Misión de Sabios de crear
institutos superiores de pedagogía en los ámbitos nacional y regio-
nal. La nación y la Universidad parecían comprometidas en otorgar a
los nuevos institutos las garantías administrativas y académicas que
requerían para su desarrollo. Sin embargo, en lo local, la crisis eco-
nómica de 1998 de la Universidad del Valle, y en lo nacional, el inicio
de los periodos presidenciales de Uribe Vélez, con la profundización
de las políticas neoliberales en la educación colombiana, llevaron al
traste los objetivos con que se había concebido el Instituto de Edu-
cación y Pedagogía.
Javier Fayad sostiene que hubo un descuido en las direcciones
del IEP en presentar y hacer aprobar en el Consejo Académico las
propuestas acordadas en varios claustros de profesores. De espe-
cial importancia era la propuesta de modificación de la estructura
de gestión y representatividad de las llamadas áreas, que no tienen
reconocimiento normativo en la universidad, para que pasaran a
convertirse en escuelas y departamentos, que sí son entes recono-
cidos. Estas negaciones en concluir los pasos de reforma acordados
crearon cierto “déficit” en la imagen del IEP en el Consejo Acadé-
mico y en diferentes sectores de la Universidad. Estos nunca com-
prendieron la idea de Instituto. Se generó una visión de incapacidad
de decisión en el IEP sobre las formas concretas de implementar los
modelos de Universidad y de unidad académica propiamente dichas.
Si bien, en ningún momento el profesor Fayad sugiere un replan-
teamiento de la decisión tomada, el paso de Instituto a Facultad,
sí reflexiona sobre las bondades que permitía la figura de instituto.
“
El instituto tenía la magia que trataba, así fuera que no
lo lograra, pero por nombre […], por objeto nominal, por
concepto, romper esas barreras [estructuras disciplinares], y
fluíamos […] en opciones diferentes. En lo particular, en el tema
de la educación rural, educación indígena, educación afro, proce-
sos sociales con la educación, etc., es decir, el modelo de instituto
promovía unas potencias. Es muy interesante como la figura de
instituto te permitía fluir, porque no tenías ese amarre al modelo
clásico de facultad y de departamentalización. Cuando tú llega-
bas a un sitio no pensaban que el Instituto fuera simplemente una
El disenso es y debe seguir siendo una opción dentro de las insti-
tuciones democráticas. Así mismo, los consensos iniciales tampoco
deben traslapar posiciones críticas, pues son estas las que dinami-
zan y amplían la comprensión del contexto, visibilizan situaciones
de entrada desapercibidas, mantienen la conversación y definen
los criterios para tomar decisiones. En el primer número de este re-
novado Boletín dábamos espacio a dos voces que, en cierta forma,
recogían posiciones opuestas entre sí frente al actual tránsito de
instituto a facultad. Para esta segunda edición traemos las consi-
deraciones del profesor Javier Fayad, a propósito de este proceso.
entidad de formación de docentes en licenciaturas…preguntaban
por qué cosas diferentes podemos hacer en investigación, publica-
ciones, innovación (…), entonces no te pensaban como facultad”.
Pero una autocrítica a esa realidad de Instituto tiene que ver con
que el peso de la figura de facultad se trasladó a la nueva configu-
ración institucional, volviendo así al principio de disciplinamiento y
a la estructura departamentalizada de grupos o áreas aisladas cada
una en sus oficios.
“
Obviamente, se logró que a los institutos se les reconociera
en el Consejo Académico y que el director del IEP tuviera el
mismo estatuto de un decano, pero de todas maneras hay cierto
imaginario que fue alimentado en los intereses locales y regiona-
les con respecto a financiación de proyectos, cuando en decisiones
de asignación o convocatoria de recursos desde el departamento
y el municipio se decía que ciertos proyectos no iban a la Univer-
sidad del Valle porque no tenía facultad de educación, y que se lo
entregaban a universidades privadas. Todas esas visiones en tér-
minos de políticas, de influencias desde lo exterior hacia lo inte-
rior, afectaron prácticas, conductas e intereses”.
Para Javier Fayad, dos cuestiones impactaron el desarrollo del
Instituto como fue planeado: el modelo de licenciatura como mode-
lo académico disciplinante, y el modelo de investigación del Colcien-
cias como modelo convencional de investigación. Ambos resultaron
ser poderosas influencias externas a los desarrollos que se querían
realizar desde el Instituto. También, el modelo de extensión y pro-
yección social se vio afectado. Este quedó atrapado en las discusio-
nes con Ascofade y Empresarios por la Educación, y, además, sugiere
Fayad, hasta qué punto su rol se concentró en ser un ente operador
de las políticas del ministerio y las secretarías departamental y mu-
nicipal de educación.
“ Pero cuando uno conversa, hace programas, proyectos,
convenios con ministerios y secretarías está muy deter-
minado por derechos básicos de aprendizaje, estándares, compe-
tencias y un concepto de calidad que en este IEP siempre hemos
estado en una posición diferente. No contraria, diferente. Hemos
pensado que la calidad tiene otros argumentos, otros autores y
otras prácticas. Pero siempre que contratamos con ministerios,
secretarías tenemos que hacer lo que ellos decidan y cómo ellos
decidan”.
Para Fayad, el desgaste final del Instituto fue político y adminis-
trativo, pero no teórico o académico. Según él, es cierto que, entre
1
 Sección Boletín IEP
otros asuntos, no se logró constituir una revista importante y posicio-
nada donde se expresaran todos los desarrollos académicos pedagó-
gicos, sin embargo, es necesario reconocer y valorar que existen unas
líneas de pensamiento vitales. Por ejemplo, toda la conceptualización
alrededor de la práctica, los postgrados, los procesos académicos e
investigativos y la consolidación de los grupos de investigación dan
cuenta de ello. Lastimosamente, para el profesor, en la Universidad
desde finales del siglo XX la palabra instituto se volvió un problema
ideologizante, productora de diferencias negativas en algunas men-
talidades.
REFLEXIONES HACIA FUTURO
Según Javier Fayad, algo que no se ha reflexionado con propiedad
en este proceso de transición a facultad son los valores diferenciales
de las formas de instituto y facultad. “El valor de una facultad tiene
problemas en términos de la concepción disciplinar y de la capaci-
dad de que esa disciplina afecte campos del conocimiento que están
por fuera de lo convencional”. Para Fayad, la cuestión central de todo
este debate acerca de la transición se resume en que el real proble-
ma es “qué tanto nos fortalecemos y qué tanto somos capaces de
crear un espacio formativo, de investigación y aplicación de lo que
hacemos que nos amplíe el campo de la educación y la pedagogía,
como instituto o facultad, en general, y como unidades académicas,
en particular”.
Uno de los grandes problemas de este proceso es que hay varia-
bles que se trasladaron de la antigua facultad al Instituto y que, en úl-
timas, llevaron a la imposibilidad de su consolidación. Se debe preve-
nir que esta misma situación vuelva a ocurrir, para que realmente se
pueda crear una nueva facultad. Para Javier Fayad, la idea no es volver
a ser la facultad de antes, ni simplemente remplazar un nombre de
instituto por el de facultad. Surge entonces la pregunta de cómo ha-
cer consciente y práctico el asunto de esas “variables”, para que no
pesen negativamente en el actual proceso. En este sentido, emerge
la cuestión de la disciplinariedad y la obligación del modelo de licen-
ciatura como talanquera de los procesos que buscan la construcción
y la relación hacia nuevas oportunidades en docencia, investigación y
proyección social.
“ Obviamente hay grupos que vienen hablando, vienen con-
versando, vienen intentando y con seguridad tienen pro-
puestas, pero es que ese proceso de construcciones y relaciones
para ir hacia la interdisciplinariedad realmente tiene que ver con
un equilibrio entre productos y procesos de realidades y proyectos.
En este momento se requiere mostrar a la Universidad propuestas
de productos concretos, comprendiendo que los procesos de nue-
vas acomodaciones, cambios en una nueva Facultad son a más
largo plazo (cinco, diez años). Entonces, en lo inmediato, para
justificar académicamente los cambios que proponemos, es nece-
sario demostrar y poner en evidencia los productos que tenemos,
que se han construido con los procesos ya realizados como Insti-
tuto (1994-2019). Sobre esos productos, especialmente los más
recientes, en forma de logros, es que la gente puede hablar hoy de
interdisciplinariedad para argumentar la construcción de sus uni-
dades académicas. Es decir, plantear formas de interdisciplina en
lo real”.
En esta necesidad de poner en crisis el modelo convencional de
las licenciaturas como supuesto central para crear posibles nuevas
unidades académicas, y proponer ejercicios de interdisciplinariedad
y transdisciplinariedad en la formación de maestros, Javier Fayad
hace una propuesta sobre los problemas principales de los que se
debería ocupar una formación de maestros hoy en día. Centrarse en
2
problemas rompe con la relación ciencia-disciplina-área. Entre los
problemas sobre los cuales deberían circular la formación de maes-
tros están la crisis del planeta producida por el cambio climático, las
nuevas oportunidades formativas desde las tecnologías, el reconoci-
miento de las expresiones de las corporalidades y de las estéticas, la
promoción de las expresiones de las subjetividades y narratividades,
el posicionamiento de la cuestión ético-política de la ciudadanía y la
diferencia.
“ Eso no significa que el conocimiento se vaya a disminuir, el
conocimiento científico, el de la educación matemática, el
de la educación física, el de las ciencias naturales, porque de lo que
se trata es de hacer una modificación de relaciones que permitan
ampliar el conocimiento con nuevos actores y expresiones”.
Como conclusión, Javier sentencia que lo óptimo sería devolverse
a la idea de dos escuelas como grandes unidades, y allí, dentro, otras
unidades, pero todas basadas en interdisciplinariedades, como se ex-
presa en las conclusiones de la “Comisión Gulbenkian”. Para el caso
de las ciencias sociales en las universidades, ojalá cada profesor tenga
un pie en una unidad y el otro en otra unidad. Sin embargo, dada la
coyuntura del Claustro, Javier Fayad optó por la constitución de la
futura facultad con cinco escuelas. En su grupo apuestan por un “de-
partamento de pedagogía y estudios curriculares” que promueva un
proceso interdisciplinar con profesores de las diferentes unidades de
la nueva Facultad y de las otras facultades donde hay licenciaturas.
“
Yo lo que quiero decir es que hay un elemento de decisión
política que no está claro, porque de alguna manera, his-
tóricamente, en las unidades académicas se resuelven las cosas
desde perspectivas más individualizadas, bajo la figura de cierta
representatividad de las unidades en el Consejo de dirección del
IEP. Una cosa es lo óptimo de una Facultad, donde sus diferentes
unidades se puedan perfilar en sus modos de actuar, más como
tipo de redes, diversas, de intercambios, que materialicen los
acuerdos y relaciones entre las unidades académicas. Donde todos
podamos tener como profesores y unidades académicas un mismo
valor, que permita administrativamente la existencia del rigor y
las oportunidades de gestión entre las escuelas, departamentos y
la dirección de la Facultad y la Universidad. Eso es como lo óptimo
que yo veo, una movilidad académica y una equidad e identidad
administrativa. […] Ante posibles salidas futuristas de construc-
ción de esa interdisciplinariedad es donde insistimos en que las
propuestas de las unidades se piensen la relación producto-proce-
so, a futuro. Entonces en eso estamos”.
Si bien se reconocen las dificultades concernientes a la organiza-
ción interna de la nueva facultad, y con el ánimo de ir hacia adelante,
a pesar de las críticas que argumenta Javier Fayad, él piensa que uno
de los elementos claves para la organización es dar el valor que mere-
ce el centro de prácticas.
“
Entonces, se trata de un proyecto de relaciones y construc-
ciones a partir de un centro de práctica, ligado directamen-
te con los proyectos de docencia que tenemos en todas las unida-
des y con los proyectos de investigación que pueden permitir unas
formas de actuar alrededor de esos tres elementos (prácticas, do-
cencia, investigación), que ayudarían mucho en definir intercam-
bios reales entre las unidades, sean escuelas o departamentos, que
afecten la realidad del modelo administrativo de esta Facultad.
Porque el modelo de representatividad administrativa en la direc-
ción de la Facultad o del actual Instituto no es realmente el mejor
lugar para construir la vida académica que pretendemos”.
 INICIO DEL
CAFÉ
PEDAGÓGICO
Profesor David Benitez
Con la presencia de profesores y estudiantes, principalmente,
se realizó la primera sesión del Café Pedagógico. El Café es una ini-
ciativa de un grupo de profesores del Instituto de Educación y Peda-
gogía, y tiene como objetivo instalar un espacio de información, re-
flexión y discusión alrededor de temas concretos relacionados con
el paro nacional, que inició el pasado 21 de noviembre. El profesor
David Benítez presentó la jornada y leyó el comunicado que estable-
ce el Café como iniciativa colectiva.
Para el 5 de diciembre, el invitado especial de la jornada fue
Henry Mosquera Abadía, presidente de Aspuv (Asociación Sindical
de Profesores Universitarios), quien entregó un panorama parcial
de varios de los asuntos comprometidos en el paro. Para tal propó-
sito, Mosquera ubicó el paro actual dentro del contexto de crisis del
neoliberalismo, donde el caso de Chile sería el ejemplo paradigmá-
tico. El neoliberalismo interviene negativamente en algunas insti-
tuciones reguladoras del mercado que existían en el país, y profun-
diza la disminución de la calidad de vida de los trabajadores. Otro
elemento que contextualiza la actual movilización es la experiencia
del paro nacional de estudiantes de las universidades públicas, del
año pasado. De este último, Mosquera señala que hoy los rectores
son ambiguos en el respaldo al movimiento estudiantil. Fueron
ellos mismos los que alertaron hace un año sobre la situación de
desfinanciamiento de las universidades públicas, pero en el presen-
te aceptan sin crítica la parcial respuesta del gobierno. Cantidad
que apenas logra salvar las emergencias cercanas.
Según Mosquera, entre las motivaciones principales del actual
paro están a) la necesidad de paz, el rechazo a un regreso del conflic-
to armado; b) reforma laboral, detener la precarización del empleo
por cumplir los indicadores de las entidades internacionales como
el Banco Mundial, la OCDE, y el FMI; c) reforma pensional, defen-
der Colpensiones y evitar el fortalecimiento de los fondos privados;
d) holding financiero, centralización de instituciones financieras en
las que el Estado tiene participación y su posible desaparición; e)
reforma tributaria, subsidios para los poderosos e incremento en
impuestos para las clases medias, y f) la corrupción, desangre de las
arcas públicas.
Detuvo su exposición en el punto que vinculaba la pregunta
que disparaba la reflexión del Café: ¿Cuál es el panorama de los
acuerdos firmados entre el gobierno nacional y los estamentos pro-
fesoral y estudiantil de las universidades colombianas? Reiteró su
cuestionamiento al respaldo de los rectores al gobierno, con rela-
ción al cumplimiento de los acuerdos. Según Mosquera, el gobierno
ha cumplido parcialmente. Por ejemplo, de los recursos de regalías
solo se han ejecutado el 14%, o la promesa de recursos para becas
de doctorado para profesores contratistas quedó en la feria de las
becas Bicentenario de Colciencias. Otro punto de incumplimiento
fue el no traslado de los anunciados 300.000 millones de pesos.
También, recalcó los constantes incumplimientos del gobierno en
asuntos como medio ambiente, impuestos y, de vital importancia,
la desprotección de los reinsertados y líderes sociales.
En el Café también intervinieron los profesores Carlos Wladi-
mir Gómez, Edwin García, Javier Fayad y Arcadio Guzmán. Gómez
precisó varias cuestiones con relación a la movilización, y, en par-
ticular, con los incumplimientos del gobierno con el movimiento
estudiantil y profesoral. Mediante reforma tributaria se apropiaron
recursos del CREE destinados al Sistema Universitario Estatal para
la financiación de programas como Ser Pilo Paga. Otro aspecto es
la reforma de los artículos 86 y 87 de la Ley 30, aún pendiente. Esta
reforma permitirá aumentar los recursos del SUE en cuatro puntos
porcentuales. Otro elemento en discusión está relacionado con el
Icetex. La duplicación de su presupuesto se ha puesto al servicio de
la demanda y no de la oferta, casos Ser Pilo Paga y Generación E. La
última cuestión está relacionada con el aseguramiento de la calidad
contemplado en el artículo 1330. Según Gómez, en el 1330 hay va-
rias cuestiones a revisar. Las nociones de resultados de aprendizaje
y competencias pueden poner el foco de la evaluación de la calidad
educativa en las necesidades y exigencias del mercado.
Edwin García se manifestó críticamente contra las reacciones
suscitadas por los malos resultados nacionales arrojados por las
Pruebas Pisa de 2019. Según él, estas pruebas no constituyen una
justa evaluación, y, por el contrario, son diseñadas para establecer
controles de tipo neoliberal que arremeten contra la educación
pública. En un sentido similar, el profesor Arcadio Guzmán contex-
tualizó el actual paro dentro de toda la profunda problemática del
neoliberalismo. Enfatizó en cómo el neoliberalismo ha incidido en
las valoraciones que tenemos de la vida, el Estado, los derechos, la
economía y el trabajo, convirtiéndose en algo así como “el sentido
común” de la época. El profesor Javier Fayad contribuyó a concretar
el tema del segundo Café Pedagógico que se realizará este jueves 12
de diciembre: La educación y el Posacuerdo.
Profesor Henry Mosquera (Presidente ASPUV)
3
 A la memoria de
Jaime Humberto Leyva
Pasado más de dos meses, la ausencia de Jai-
me Humberto Leiva DeAntonio apenas empieza
a sentirse en toda su magnitud. Su vinculación
con la Universidad del Valle de más de veinte
años, su prestancia académica, su suavidad de
trato, y la exquisitez de sus maneras fueron re-
cordadas por familiares y amigos, el día de sus
exequias. De esas palabras, de otras, y de mis
escasas, pero recordadas, conversaciones con
Jaime, elaboro está breve semblanza.

Físicamente era distinguible a distancia, del-

gado, ágil, con un candado prolijo que impreg-
naba a su rostro una nostalgia oriental. Y sí. La
experiencia rusa marcó definitivamente al en-
tonces joven Jaime hasta el inesperado final de
sus días. Allí, en el Instituto Central de Cultura
Física de Moscú, Jaime hizo sus estudios de doc-
torado, pero más que eso, absorbió las riquezas
de esta milenaria cultura. Como recordaba el
profesor de teatro de la Facultad de Artes Inte-
gradas, Alejandro González, Jaime fue el más
ruso de los bogotanos. Como también me lo co-
mentó él mismo Jaime alguna vez, era un fanáti-
co de las películas rusas y, según Misael Rivera,
podría pasar tardes viéndolas, una y otra vez.
Su gusto por el arte también se alimentaba del
teatro, la literatura y la imagen.

Como sus hijos expresaron, el amor de Jaime por la fotografía era orgánico, tanto que los tres, a pesar de
las distancias, heredaron el mismo gusto. Tanto, que la única vez que en nuestra Semana Maestra nos atrevi-
mos a hacer algo diferente a las conferencias y charlas de los perennes temas del hacer educativo, fue con una
exposición fotográfica de Jaime: “Rusia: una mirada al pasado en el presente”. No muchos tuvieron la oportu-
nidad de conocer las dotes de Jaime como arquitecto, y pocos arquitectos pueden ostentar haber diseñado tres
diferentes casas, apuntó con acierto Alejandro González. Estas tres “misteriosas” casas fueron realizadas de
acuerdo a la concepción de vida buena de Jaime. Los elementos adecuados para el mobiliario, los ingredientes
precisos para las comidas, y los más recomendados vodkas para conversar con los amigos. Cuando conocemos
los gustos y obsesiones privadas de Jaime, entendemos porqué la formación de deportistas de alto rendimien-
to fue su campo de interés e investigación.

Se fue Jaime cuando muchos apenas empezá-

bamos a conocerlo. El Instituto, la futura Facultad,
pierden un profesor con grandísima experiencia y
potencial, pero, en especial, perdemos un atento y
amable amigo y compañero.

Gracias, Jaime.

“Esperanza” Fotografía de Jaime Humberto

Universidad del Valle Portal: http://iep.univalle.edu.co

Instituto de Educación y Pedagogía
Oficina de Comunicaciones
Teléfono: 315 1800
Correo Electrónico:
4 comunicaciones.iep@correounivalle.edu.co
Coordinación Editorial: César Eslava
Diagramación: Angye Muñoz
Santiago de Cali, 13 de diciembre
2019