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REVISTA DE OBRAS PUBLICAS. Mayo 1960. Pégs. 415 a 428. Numerosas aplicaciones de un teorema olvidado de geometria” Por MIGUEL ANGEL HACAR BENITEZ Dr. Ingeniero de Caminos, C. y P. Sugerido por la lectura de un teorema de Holditch, referente a la curva descrita por un punto de un segmento de longitud fija que se mueve dos. lizandose'sus extremos a lo largo de una linea cerrada, el autor utiliza las propiedades de dich jas curvas (que denomina curvas holditchianas o de Holditch, 0 simplemente C. de H.) en diversas cuestiones rela vas a la re- gularizacién de curvas planas (acuerdos 0 transiciones); divisién de su. perficies en partes iguales 0 proporcionales a cantidades dadas; revesth. mientos de secciones; trayect torias descritas por los puntos de un vehicu- 10; guiado de su circulacion curva, etc., indicando otras posibilidades de aplicacién incluso a la interpretacién de algunas formas de crecimiento celular. 1. ALGUNOS EJEMPLOS ELEMENTALES El lugar de los puntos medios H de las cuer- das AB de longitud dada 2/ de una circunferencia de radio R es evidentemente otra circunferencia concéntrica con ella y de radio r= VR —? (fig. 1) Si se trata de un punto cualquiera H de dicha cuerda, tal que HA==h, HB segiin sea inte: rior 0 exterior al segmento A, el lugat es también una circunferencia de radio r= VA! —hil 0 r= VAP isle respectivamente (Figs. 2-A y 2-8) Es curioso comprobar que ef érea de la corona circular resultant es independiente del radio R de la circunferencia primitiva, valiendo x /* en el caso de estar H en el punto medio de la cuerda y x/; en el caso de no estarlo. Figura 1. (*) Se admiten comentarios sobre el presente articulo, que pueden remitirse @ la Redaccién de esta Revista, hasta 21 31 de julio de 1980, MAYO 1980 Figura 2A. Figura 2-8, aS NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA Otro caso. Desde hace més de quince siglos se sabia (fig. 3) que el lugar descrito por el punto me- dio de una cuerda A B de Jongitud 2! que se desliza apoyandose en dos rectas O x, O Y perpendiculares es una circunferencia de radio /. Y también que el lugar es una elipse si H no es el punto medio de AB. Dicha elipse es de centro 0 y semiejes hh y |» En el primer caso el drea de la circunferencia es z/*y en el segundo el de la elipse es x Is I: (fi- gura 4) Pero es muy interesante comprobar también que aunque los ejes O X, OY no sean perpendicu- lares (figs. 5 y 6), sino que formen un angulo cual- quiera 2a el lugar de H es también una elipse; y lo curioso es que su érea es también xh: ly inde- pendiente del Angulo 2 a (1) (teoremas de Schooten y de Steiner) (figs. 5 y 6) Figura 3. Figura 4. 416 Figura 5, Figura 6. 2, TEOREMA DE HOLDITCH Otros muchos ejemplos pudiéramos citar, pero preferimos enunciar el siguiente teorema, debido a Holditch, que los engloba a todos. Dice asi (Fig. 7): «Si a lo largo de un contorno cerrado y con- vexo {C) se desliza apoyandose en sus extremos una cuerda AB de longitud constante un punto cualquiera H de la misma, tal que AH =h y HB= describe una curva (H) tal que el area com- prendida entre ellas, (C) y (H), vale x h [2 cualquiera que sea la curva dada (C)» (2.) A pesar de su extraordinaria utilidad no suele figurar en los tratados ordinarios de Geometria. Incluimos su demostracién al final de este es- crito (3). Encontré el enunciado de este teorema en el tomo 2 de la obra que citamos de H. Brocard y T. Lemoyne, pero no figura su demostracién. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA Figura 7, 3. APLICACION A LINEAS ABIERTAS (fig. 8). En el caso de tratarse de una linea como la Ti Ts (puede ser curva continua, poligonal, mixta, etc., que por ahora la supondremos convexa) podemos extender facilmente el teorema de Holditch del modo siguiente: Sean T,T', y Tz T's semirrectas, prolongacién de la linea T\T. por sus extremos Ma Tt Figura 8. MAYO 1980 Si; Ts es una curva dichas semirrectas pueden ser las tangentes en sus extremos. Pero no es preciso: basta por ahora que dichas semirrectas sean tales que la linea T’, T; T. T's sea convexa. Si sobre ella deslizamos la cuerda de longitud ht -+ Is desde su posicién A: 8: hasta la A: B: obten- dremos la curva de Holditch Hy H Hs. El area com- Prendida entre dicha curva y la primitiva (C) (que va de T, a Ts, y sus prolongaciones en los segmen- tos rectilineos T) Hy y Ts Hs vale — 2 Angulo (exterior, medido en radianes) de las indi- cadas rectas T. 1’, y Ts hs iendo ¢ el En el caso de ser paralelas y del mismo sentido las ramas de una curva (por ejemplo, parabolas de grado par) el espacio que quedaria entre la misma y su curva de Holditch tendra de érea — h ls 2 En los ejemplos que siguen veremos la utilidad de esta especie de generalizacién que hemos hecho del teorema de Holditch, que no hemos encontrado en los tratados de Geometria que hemos consul- tado 4. DIVERSOS TIPOS DE C. DE H. (fig. 9). Seguin que el punto sea interior o exterior al seg- mento AB diremos que (H) es interior o exterior de (C). Si H es el punto medio del seqmento AB, 0 sea, si /) = /, se dice que holditchiana es normal W ordinaria. Es de la que mas vamos a ocuparnos. Seguin la posicién relativa deh, y /: la (H) es de orientacién directa o inversa con respecto a (C). (H) viene a ser.una variacién de la misma, defor. mandola en uno u otro sentido (giro a izquierda o a derecha) 5. C. DE H. DE ORDENES SUCESIVOS (fig. 10). Obtenida a partir de (C), y con una cuerda I; + ls una primera curva (H], que ahora llamaremos (Hi), podemos a su vez, de ésta (con una cuerda igual 0 diferente I’; +1',) obtener otra curva (H) que lla- maremos (H); y de esta otra, (Hs), y asi sucesiva- mente Asi queda definida la holditchiana (H,,) de orden n de una linea (C), utilizando cuerdas sucesivas, h + ls iguales, o diferentes: hth Mate tie: WOO 4 pln Ya veremos la utilidad de estas curvas sucesi- vas (H:) (H:) ... para lograr, por ejemplo, la regu- a7 NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA Figura 9. sont - hil Figura 10. " farizacién progresiva de una linea dada (C). Y tam- bién para dividir un recinto en areas iguales 0 pro- porcionales a cantidades dadas, etc. 18 (0) Curva. prinitiva. (Ha) ¢.de H. ordinaria, vaterior, de AP ovden., (Hh) 0 w 4 de 2 (Ws) 6 4 de 5% (Wedel eiterior, de 4 orden, Y = WY) ) MF wean) 2 wi, FOG g)=0 Figura 11, 6. OBTENCION DE LA C. DE H. DE UNA CURVA DADA (C) Supongamos que (C) puede expresarse median- te una funcién y que ésta viene dada en coorde- nadas cartesianas rectangulares por F(x, y)=0 0 en coordenadas polares por p = ¢ (w), En el primer caso (fig. 11) es evidente que basta eliminar: x: ys Xz yz entre las cinco ecuaciones: F (x1 ys) = 0; F (Xe ya) = 0; (x1 —~ X0)* + (ys — yo)? = hax th xe lyst hyo =(h+h}) x=——_, y= —_—— h+h h+h REVISTA DE OBRAS PUBLICAS NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA , Figura 12. En el segundo caso (fig. 12), o-sea, si viene (C) dada en coordenadas polares, basta eliminar wi y ws entre: (h + fe) cos w (hob 1p (ws) 008 we + Is p (wi) cos Wy 2) sen w= 1 9 (ws) sen we ++ Ie p (ws) sen W, Figura 13, lepebh hd he El rea entre ambas, o sea, entre (C) y (H), seré cuddruplo de {a diferencia de integrales: 7, EJEMPLOS DE C. DE H. 7A. Elipse de semiejes a y b (tig. 13). Su ecuaci PPC + tow) —dw= y la de Holditeh (para fy = ls | es : 2 f bi at tg?w a? tgw are sl ) 2 Be lo que nos comprueba que dicha area es x como fa habiamos previsto Con el paso a coordenadas polaresx=pcosw; , y= senw nos queda como ecuacién de la elip se (C) 7.2. Hipérbola (fig. 14). Lo mismo que en la elipse, cambiando b* por — Be. El espacio comprendido entre (C) y (H) y entre w=0 y w=w es, por tanto, tambiéh: 1 7 P atgw Soaieeeteeentnns! seta (S") tattgiw bt al tgtw 2 e MAYO 1980 419 NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA prea rayon rel? (28 cae Figure 14 b Luego entre w=0 y la asintota tg w—— re- r a a sulta: —— arc tg —. 2 b Considerando las dos ramas de la hipétbola y las de la hipérbola complementaria 0 conjugada, © sea, la superficie total rayada en la figura, queda como valor de su érea 1 a 1 — Fare tg — ++ 4— 2 b 2 qué es otra comprobacién. 7.3. Parabola. Su ecuacién es: y? = 2px (fig. 15). Seguin 10 expuesto, basta eliminar xi ys x: entre: xt yt ye ——— y= 2pm xt “amen RayaDa 4 Figura 18. Ox = xs)? + fyi *, obteniéndose: pr C. de H.... (H) ... x ——_—. at +p) Para hallar el area entre (C) y (H) integremos por franjas horizontales, resultando: | wr —ndy=af Jo Jo are tg x pr ——_———dy= 20° +p) como ya habiamos indicado al final del apartado 3. 7.4, Poligono convexo (fig. 16). Si sus lados son suficientemente largos, se compone su C. de H. de elementos de arcos de elipse (de centros en los vértices; todas las elipses de la misma érea x/*) y de segmentos rectilineos en la parte central de cada lado. Figura 16. "Todas Tas cipsey Lewes Io mmisma seta Tel que es "ual a la Suma de las 4 7.5. Arco de circulo. De radio R y angulo 8 = x—2a y sus tangen- tes en los extremos (fig. 17). Consideremos también lo indicado en el apar- tado 3 y en la figura 8. Si el arco de circulo es su: ficientemente grande, la C. de H. se compondré de una parte central circular H' H" de radio VA®—F REVISTA DE OBRAS PUBLICAS NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA , Figura 17, S(H'CD)= 2R Re rR B som =——(p——— e0RvA HAH! 7 7 | eee sama tg 2 1, M) = —tg —— AREA e(fcrcr natn WE 2 7 2 : S(FRG)= ; v7 Re 8 I _ S(FH'K)= (--# sen — a Mi eae 2 2 R Nez wear ; Pr | y angulo 24 = §—2are sen — y de dos trozos SV HCH) = — ( tee R de curva H’ Hi y H” Hh que hacen como de «acuer- do» en sus extremos con las tangentes de entrada y salida T',T, y Ts Del trozo Hi H! referido a los ejes XO Y indi- | cados, hemos obtenido como ecuacién: x=l+2 VyR—y— \ valida desde el punto Hi [x =0;y =0] hasta el H res aya Comprobemos directamente el valor del area H\8:GKH'H; mitad de la comprendida entre las { curvas (C) y (H). } Resulta ésta de la siguente suma algébrica de areas: ai [S(V Hi CH) —S (HH! V)) + SCH’ CD) + |S (F DM) — [8 (F By M) —S(F B. G)] — —S(FH'K), siendo: MAYO 1980 Operando, resulta —-8F; luego el total es 1 4 — iF que nos comprueba una vez mas lo ya 2 indicado en el aartado 3 de aplicacién del teorema de Holditch a una curva abierta Es facil comprobar que la curva Hi H’, que hace como transicién entre la alineacién recta 7"; My la parte circular H’ KH”, tiene continuidad en Hy y H’ en cuanto las tangentes en sus extremos, No asi en cuanto a su curvatura, En H, el radio de curvatura no es infinito, sino que vale 2. En H'noesR | 1 ——— como en la parte circu- lar, sino 2R /'- wm Como I/F es pequefio resulta que aproximada- mente valen 2 R. . En resumen, la curva Hi H' (y lo mismo la Hs H") vienen a ser unas curvas de acuerdo de radio 2 R, doble de la circular. Pero es evidente, que sin mas que hallar la curva de Holditch de la linea 7’: Hi H’ KH” HeT's (0 sea, la segunda holditchiana del trazado primi- tivo) obtendriamos otra curva de acuerdo (H:) me- jor, y asi sucesivamente 42i NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA 8. APLICACIONES at. ién de un recinto en partes iguales © proporcionales a cantidades dadas. De acuerdo con lo indicado en el apartado § y en la figura 10 sobre C. de H. de drdenes sucesivos, si por ejemplo deseamos dividir su recinto convexo de area $ en dos partes iguales basta deslizar una 28 cuerda de longitud AB = 21 = = 0,798 VS. Su punto medio H describird una linea que en: vard un drea $/2 (fig. 18-A) También pademos tomar el segmento o cuerda Figura 18:A. ABo [kbs siendo AH =I H Is. Con tal que (fig. 18:8) el punto H también descr. Qn bird el contorno de un recinto de area $/2 En general, si se desea dividir el recinto (C), S, en n partes proporcionales a cantida- Ay oe hy (Fig. 18-C), basta trazar las m4 halditchianas de (C), 0 sea, las (Hi), (He), 1) con cuerdas de longitudes respectivas .21, tales que cada una sea de lon- 8.2. Revestimiento de una excavacién irregular (figura 19). La regularizacién del contorno de una excava- cidn suele realizarse con hormigén mortero proyec: tado (gunitado), de tal forma que el espesor del revestimiento sea mayor en los entrantes 0 conca Peree, Figura 16-C. Figura 19. 422 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS ndes mas pronunciadas, o sea, en los sitios de ineyor curvatura, pues en ellos tienden ademas a concentrarse las tensiones. Si asimilamos dicho contorno primitive a una linea (C) y obtenemos su primera curva holditehia ha ordinaria (Hs) con una euerda 21, sus puntos H vendran cumpliendo lo indicado, Seré muy facil ver los puntos en que el revestimignto tendra su mé: vino espesor. ¥ sabromos con exactitud, que si la cueida inilizada es de longitud 2/ metros la sec- cinn del ievestimiento sera de zf metros. cua dhados Asi, por jmplo. si al contorno de una galeria de D 6 metos de diametro de excavacién le asig Wwanios una curva (H} con una cuerda 2 f= 1,40 me: ros I eeceidn del revestimiento sera de 150 netras cuadiades: 4 Ines =n ak Su reposor medio == xD Sobre este revestimiento puede darse otro, a base de hallar la siguiente curva de Holditch, con la misma o con distinta cuerda, segtin la seccién el espesor medio que queramos dara esta se guna capa, Y asi sucesivamente. 0.0817 metrus 8.3. Cireulacin en curva de un vehiculo guiado. Estudiemos la marcha de un vagén de ferracarril en ima curva de radio variable cuya linea media (je dle la via) es (C) (fig, 20) Supondremos los dos bogies o carretones del vagin lo suficientemente distanciados como para porler considerar que los centros de apoyo de sus wow rer ese sein vin, — /“(¢) (ti) euava Deserta Pom cenTeo DEL YEMEN, Figura 20. MAYO 1980 NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA cuatro ruedas son puntos A 8 A’ B' A” B” que estén sobre la curva (C} En estas condiciones ,es evidente que el centro de la caja del vagén s eproyecta sobre una cur- va (HI, holditchiana de la (C), deducida de ella con la cuerda AB = A’ 8’ = A" B" 21, que es precisamente el llamado »empate» o «base rigida» del vehiculo Si este fuese ed 14 metros, en una curva de radio A = 300 metros, la distancia e de H al eje de la via vendré dada por F =: e(2R—e) de donde: ¢ = 8,17 centimetros Si la carga del vagén estuviese muy concentra: da en el centro de su caja y si ademas dicha carga fuese muy superior al propio peso del vagon, des- cribiria su proyeccién horizontal— no la curva (C) del eje de la via, sino su curva de Holditch (H) En las variaciones bruscas de la curvatura de la via —-o en sus irregularidades, 0 en el paso de recta a curva— esto tiene su importancia. Como vimos en el apartado 7.5 (ver también notas) las variaciones de curvatura de (H) son més suaves que las de (C); las C. de H. sucesivas van sregu: larizaindola» 8.4. Regularizacion de trazados. Una curva cerrada o abierta puede regularizarse sustituyéndola por sus holditchianas de érdenes sucesivos. Asi se indica en la figura 21. Mas general: Si @ una curva tan tortuosa como es la Au Py Bu de la figura 22, le hallamos sus (H: (H.), (H:), .... Sucesivas, obtenemos las curvas in cadas Ai Pi B:, A» Ps Be, As Py Br, ..., respectivamen- te, cada una de ellas mas «regular» que la anterior en su trazado, Figura 21. 423 NUMEROSAS APLICACIONES DE UN TEOREMA DE GEOMETRIA En los trazados de lineas ferroviarias suelen hacerse estas rectificaciones de curvas siguiendo los sistemas expuestos por Schramm, Chapellet, Schubert, etc., conocidos como métodos de las flechas, de las cuerdas destizantes, etc. El que indicamos parte de principios totalmente diferentes, pero estimamos que puede ser venta- joso por las siguientes razones Figura 22 1.2 Es sencillo de aplicar y muy facilmente pro- gramable_ 2.2 Los errores no son acumulativos 3.° Permite con facilidad imponer condiciones a la curva rectificada Esperamos desarrollarlo en breve para su utili- zacién practica en trazados de carreteras y lineas ferroviarias, 8.5. Otras posibles aplicaciones. Pensamos que puede tenerla, por ejemplo, en la division de secciones de piezas para su estudio eldstico o de secciones de conductos de fluidos para su distribucién de velocidades, etc. También para el desarrollo o evolucién de determinadas for- mas geométricas que presenta una célula. Una for- ma circular, rodeada de una unidad membrana evo- luciona al haber sido empujada hacia afuera para formar seuddpodos. Después, las membranas eva- ginadas se vuelven a replegar, formando membra- nas nucleares apareadas y un primitivo reticulo endoplasmatico (ver figura 9). 424 CORVA DADA A 4 peeripicaciod = AB By oe go ALB, By zs " A; Bo = En las figuras 23, 24 y 25 indicamos algunas curvas holditchianas sucesivas (H1), (H:), .... dedu- cidas de su respectiva curva matriz (C) La (C) de la figura 25 es la curva llamada ovoide © folium simplex, de ecuacidn en coordenadas po- lares p =acos"w, estudiada por Kepler, Brocard y Longchamps. Hacemos observar la tendencia a adoptar forma circular las C. de H. de érdenes superiores( ver las tres tltimas figuras citadas) Queremos Ilamar la atencién sobre la conve- niencia de no olvidar la utilidad que para estudi y aplicaciones actuales (mecénicos, fisicos, qui- N\LLOS DE (CUAL AREA OBTENIDOS CON SUCESIVAS Figura 23. REVISTA DE OBRAS PUBLICAS

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