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Administración especial – A1 y A2 San Andrés, 82 – 1º

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LA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA. EL
PARLAMENTO. LA XUNTA Y SU PRESIDENTE. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN GALICIA.

LA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA.

El derecho a la autonomía política de las nacionalidades y regiones reconocido en el artículo 2 de la


CE habilita a las Comunidades Autónomas para disponer de una propia organización política, de unas
instituciones de autogobierno, y les faculta para el ejercicio, también autónomo, por esos mismos poderes,
de unas competencias tanto normativas como administrativas. Con carácter general, el sistema
institucional de las Comunidades Autónomas, concretado en un determinado modelo organizativo puede
venir delimitado por la Constitución, por los Estatutos de Autonomía y por las Leyes de las propias
Comunidades Autónomas. La Constitución ofrecerá el diseño de los rasgos o elementos esenciales de
la estructura organizativa de las mismas y realizará el aporte de una serie de principios de aplicación
general (así, los recogidos en los artículos 103 y 149.1.18 de la CE). Los Estatutos de Autonomía tienen
reservada constitucionalmente la función de desarrollo de esa organización básica y de esos principios
generales que la Constitución apunta. Y las Leyes ordinarias de las Comunidades Autónomas cumplirán
el fin de complementar y particularizar las normas sobre organización contenidas en la Constitución y en
los Estatutos de Autonomía.

Centrándonos en el modelo institucional configurado por la Constitución, puede decirse que a la


organización política de las Comunidades Autónomas no se le da un tratamiento uniforme en el texto
constitucional, variando según se trate de Comunidades privilegiadas, o de primer grado, o comunes, o
de segundo grado. Así, el artículo 148.1.1º de la CE posibilita que las Comunidades Autónomas en
general asuman una competencia en materia de organización de las mismas. Pero, diferencialmente,
respecto de las Comunidades autónomas privilegiadas o de primer grado (como Galicia), el artículo
152.1 de la CE configura, además, las líneas generales del modelo de organización política de esas
Comunidades Autónomas, a concretar en sus respectivos Estatutos de Autonomía. Este artículo 152
manifiesta, en efecto, que en los territorios que dispongan de Estatutos de autonomía de régimen
especial la organización institucional autonómica se basará en:

– Una ASAMBLEA LEGISLATIVA, elegida por sufragio universal conforme a un sistema de


representación proporcional que asegure, además, la representación de las diversas zonas
del territorio.
– Un CONSEJO DE GOBIERNO, con funciones ejecutivas y administrativas, cuyos miembros
serán responsables ante la Asamblea.
– Un PRESIDENTE, elegido por la Asamblea, de entre sus miembros, y nombrado por el Rey,
a quien corresponde la dirección del Consejo de Gobierno, la suprema representación de la
respectiva Comunidad y la ordinaria del Estado en aquélla siendo responsable ante la
Asamblea.
– Un TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA, que, sin perjuicio de la jurisdicción que
corresponde al Tribunal Supremo, culminará la organización judicial en el ámbito territorial de
la Comunidad Autónoma.

La Constitución de 1978, por tanto, en relación con el sistema institucional autonómico, contiene
una limitada referencia a los órganos que encarnan los poderes y funciones parlamentarias y de
gobierno, de las Comunidades Autónomas (artículo 152 CE), que fueron inicialmente previstos para las
Comunidades del artículo 151 y posteriormente extendidos, en virtud de los acuerdos autonómicos de
31 de julio de 1981, a todas ellas. Su concreción ulterior se remite a los correspondientes Estatutos de
autonomía (artículo 147.2 CE) y éstos, a su vez, sin agotar su regulación, se desplazan a una posterior
legislación autonómica de desarrollo institucional (artículo 148.1.1 CE) de concreción definitiva de cada
modelo organizativo comunitario.

De esta manera, para esas Comunidades autónomas (aunque al final el modelo se ha


generalizado a todas las demás) se configura la misma forma parlamentaria de gobierno que la
Constitución prevé en su artículo 1.3 para el Estado. A su vez, dentro de los sistemas parlamentarios,
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se elige, al igual también que en el ámbito estatal, la variante llamada de parlamentarismo de Canciller o
de Presidente del Gobierno, caracterizada por que éste no es un simple primus inter pares respecto de
los demás miembros del Consejo de Gobierno, dado que la confianza parlamentaria sólo se le otorga a
él, y nombra y separa libremente a los demás miembros del órgano.

Todo esto se refleja en el Título I del Estatuto de Autonomía de Galicia, que, en su artículo 9,
tras decir que "los poderes de la Comunidad Autónoma se ejercen a través del Parlamento, de la Xunta
y de su presidente", señala que "las leyes de Galicia ordenarán el funcionamiento de estas instituciones
de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto", dejando así tan sólo anunciado el esquema
básico de las instituciones autonómicas: Parlamento o asamblea y Gobierno o Consejo de Gobierno,
que ejercerán los poderes autonómicos, tanto legislativos como políticos y administrativos,
respectivamente, abandonando, así, a las leyes institucionales aprobadas por el Parlamento gallego la
aprobación de las normas particulares sobre organización y funcionamiento de tales instituciones, con
sumisión en todo caso, a la Constitución y al Estatuto.

Aunque esta remisión al ámbito normativo de cada Comunidad Autónoma pudo originar, como
consecuencia del principio dispositivo y en virtud de la potestad de organización de que goza todo ente
autonómico, una pluralidad de regímenes organizativos, de hecho no fue así, en la medida que dichos
acuerdos autonómicos de 1981 generaron una práctica uniformización del régimen institucional básico
de las CC.AA. En efecto, el modelo adoptado por la totalidad de las CC.AA se generalizó en la práctica
como modelo único y, en cierta medida, uniforme, debido, en buena parte, a la dificultad de
configuración, vía estatutaria, de otros modelos de organización posibles, dada la configuración
dispuesta por la misma CE sobre la forma de gobierno del Estado español, propia de un sistema
parlamentario.

Respecto a la Comunidad Autónoma de Galicia, la adopción de su propio modelo político de


organización institucional aparece condicionada fuertemente por la propia concepción constitucional de
las Comunidades Autónomas, en el marco de un Estado deliberadamente no federal, y, al mismo
tiempo, por las exigencias previstas en el artículo 152 de la CE, al imponer la adopción de una forma o
sistema de gobierno generalizable a todas las CC.AA., propia del sistema parlamentario, imposibilitando
de esta forma, que por la vía del Estatuto de Autonomía nuestra Comunidad Autónoma, al adoptar sus
opciones organizativas, alterase substancialmente el modelo generalizado por la Norma Fundamental.

En este sentido, el Estatuto de Autonomía gallego, en su título primero, configura un esquema de


organización del poder propio de la C.A. gallega, decantado por el modelo parlamentario, previsto en la
CE. De acuerdo con el esquema anterior, como instituciones de autogobierno debemos considerar: la
Asamblea legislativa, el Consejo de Gobierno y el Presidente. No se puede incluir entre ellas al Tribunal
Superior de Justicia, por cuanto el mismo es un órgano de la Administración de Justicia, sin que pueda
identificarse con el órgano de gobierno del Poder Judicial en la Comunidad Autónoma.

Respecto de la organización política de la Comunidad autónoma de Galicia debemos empezar


señalando que el Título I del E.A.G. regula los aspectos relativos a la naturaleza, organización y
funciones de los órganos de la CCAA gallega. El artículo 9 recoge la organización institucional y la
ordenación normativa respetando el esquema clásico de la división de poder. Siguiendo este modelo
organizativo que la Constitución diseña, el Estatuto de Autonomía de Galicia dedica su Título I al "Poder
gallego". El artículo 9, que lo encabeza, proclama que:

1. "Los poderes de la Comunidad Autónoma se ejercen a través del Parlamento, de la Xunta y


de su Presidente.
2. Las leyes de Galicia ordenarán el funcionamiento de estas instituciones de acuerdo con la
Constitución y el presente Estatuto."

En el apartado primero de este artículo 9 se enuncian los órganos a través de los cuales se
ejercerán, en Galicia, el poder de producción normativa y el poder ejecutivo. La atribución de ambos y la
existencia de los poderes tienen su origen en el artículo 152.1 de la CE, en virtud del cual "en los
Estatutos aprobados por el procedimiento a que se refiere el artículo anterior, la organización
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institucional autonómica se basará en una Asamblea Legislativa, elegida por sufragio universal, con
arreglo a un sistema de representación proporcional...., un Consejo de Gobierno con funciones
ejecutivas y administrativas y un Presidente, elegido por la Asamblea, de entre sus miembros, y
nombrado por el Rey, al que corresponde la dirección del Consejo de Gobierno, la suprema
representación de la Comunidad y la ordinaria del Estado en aquélla".

El capítulo I del Título I del EAG contiene la regulación de las funciones, configuración y
organización interna del Parlamento de Galicia, el capítulo II la elección y funciones del Presidente de la
Xunta y la de sus restantes miembros y el capítulo III se refiere a la Administración de Justicia en
Galicia, la cual no supone la existencia de un poder judicial autonómico, sino de órganos judiciales en la
Comunidad Autónoma. Por otra parte, es conveniente recordar que, al contrario de otros modelos de
organización institucional autonómica, como el caso valenciano o catalán, en Galicia al hablar de la
Xunta, nos estamos refiriendo no al conjunto de las instituciones de autogobierno sino simplemente al
Gobierno o Consejo de Gobierno.

Así, este apartado primero del artículo 9 EAG comentado viene a reflejar, en su referencia a los
dos órganos, el principio organizativo fundamental del Estado de Derecho aplicado aquí, a la
Comunidad Autónoma, que es el principio de la división de poderes (recogido como elemento sustancial
de toda constitución en el art. 16 de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789).
Este principio fundamentador del Estado de Derecho que tiene como finalidad la defensa de la libertad
del ciudadano frente al poder del Estado, cambió sustancialmente respecto de su primera formulación
operada por Montesquieu, pero el bien a proteger sigue siendo el mismo, con nuevos correctivos
dirigidos a evitar la acumulación del poder en manos del ejecutivo. Y esto tiene su reflejo en el Estatuto
de Galicia. En la regulación del EAG al respecto se pueden destacar las notas siguientes: la Xunta de
Galicia tiene la iniciativa legislativa y una intervención relevante en el procedimiento de elaboración de
las leyes; sus miembros pueden formar parte del Parlamento en el que, a través del juego de los
partidos políticos, puede disponer de la mayoría. Por su parte, el Parlamento de Galicia ejerce su
control sobre el ejecutivo a través de la investidura, de la moción de censura y la moción de confianza,
de las interpelaciones, las preguntas y las comisiones de investigación.

En el segundo apartado del artículo 9 del EAG se recoge el otro gran principio fundamentador
del Estado de Derecho: la regulación jurídica de la organización y las funciones de los órganos
legislativo y ejecutivo, que conforme a las exigencias del principio de jerarquía normativa, deberá
llevarse a cabo de acuerdo con la Constitución y el Estatuto. El principio de legalidad, concretado en la
exigencia de que la acción del poder discurra por los cauces establecidos por la Ley, se aplica a la
propia configuración y funcionamiento de los órganos a través de los que se ejerce el poder. Es decir, la
voluntad del parlamento mediante ese instrumento formal que es la ley, es el principio ordenador del
ejercicio del poder. Pero tal voluntad juridificada del Parlamento tiene sus límites: por un lado, el EAG en
cuanto norma fundamental del ordenamiento jurídico autonómico, y de otro la CE como norma suprema
del ordenamiento jurídico estatal. Aquí opera, por tanto, el principio de jerarquía normativa en su doble
dimensión, sin olvidar que el mecanismo que proporciona eficacia y vigencia a los principios de
jerarquía y legalidad, esto es, el mecanismo que sostiene la aplicabilidad inmediata del Estatuto y la
Constitución, que no es otro que el Tribunal Constitucional, al que la CE encomienda en su artículo
153.a) el control relativo a la constitucionalidad de las disposiciones normativas con fuerza de ley de las
Comunidades Autónomas.

Analizaremos cada una de estas instituciones, aunque cabe destacar que la previsión contenida
en el artículo 9 EAG, al recoger los "poderes" de la Comunidad Autónoma, debe entenderse que tales
poderes no equivalen al conjunto de las instituciones de autogobierno, ya que el propio EAG menciona
además como tales el Valedor do Pobo (artículo 14), el Consello de Contas de Galicia (artículo 53.2) y
el Consejo de la Cultura Gallega (artículo 32).

EAG TÍTULO I. DEL PODER GALLEGO


Artículo 9.
1. Los poderes de la Comunidad Autónoma se ejercen a través del Parlamento de la Xunta y de su Presidente.
2. Las Leyes de Galicia ordenarán el funcionamiento de estas instituciones de acuerdo con la Constitución y el
presente Estatuto.
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EL PARLAMENTO

1. COMPOSICIÓN Y FUNCIONES

La existencia de un Parlamento sólo está constitucionalmente garantizada para las


Comunidades autónomas constituidas por la vía del artículo 151 de la Constitución y es una
consecuencia de la autonomía política de las mismas, que lleva consigo el poder de dictar leyes. La
Constitución no sólo obliga a esas Comunidades autónomas a tener un Parlamento, sino que impone
también las directrices que deben presidir la configuración del mismo: se tratará de una asamblea
legislativa elegida por sufragio universal conforme a un sistema de representación proporcional que
asegure, además, la representación de las diversas zonas del territorio (artículo 152.1).

El ordenamiento parlamentario gallego se sustenta en el derecho constitucional y estatutario.


Así, según la Constitución Española la organización institucional autonómica se basará en una
Asamblea Legislativa elegida por sufragio universal conforme a un sistema de representación
proporcional que asegure, además, la representación de las diversas zonas del territorio (artículo 152.1
CE). Y en el artículo 9.1 del Estatuto de Autonomía para Galicia, se señala que los poderes de la
Comunidad Autónoma se ejercerán a través del Parlamento, de la Xunta y de su Presidente. De lo
expuesto, se pueden apuntar las notas caracterizadoras del régimen parlamentario gallego:

a) Se trata de un sistema parlamentario unicameral.


b) Sus miembros son elegidos de modo que se garantice la representación de las distintas
zonas del territorio (la división por provincias).
c) Sus funciones son las que corresponden al poder legislativo.

La regulación del Parlamento de Galicia se recoge en los artículos 10 y siguientes del Capítulo I
del Título Primero (Del Poder Gallego) del Estatuto de Autonomía para Galicia y, muy singularmente en
el Reglamento del Parlamento de Galicia, instrumento jurídico con una naturaleza que se asemeja más
a una ley que a un reglamento propiamente dicho, ya que no ejecuta ni desarrolla ley alguna, ni trae
causa del ejecutivo, constituyendo una auténtica facultad de autoorganización. Se podrían incluir entre
las fuentes del derecho parlamentario gallego los acuerdos interpretativos y normas complementarias.

Con un mero carácter sistematizador, dentro de la estructura organizativa del Parlamento de


Galicia podemos distinguir entre los grupos parlamentarios, los órganos de dirección (Presidente, Mesa
y Junta de Portavoces), los órganos de deliberación (Pleno, Comisiones y Diputación permanente) y los
de trabajo (Ponencias).

a) Grupos parlamentarios. Son la presencia de los partidos políticos en el Parlamento. El artículo


12.4 del Estatuto de Autonomía de Galicia reconoce la existencia de los grupos
parlamentarios y su regulación se halla en los artículos 22 al 28 del Reglamento del
Parlamento de Galicia. Su naturaleza jurídica es compleja. En rigor, los grupos parlamentarios
no son órganos de la Cámara, pues los actos de los mismos no pueden ser imputados a
aquélla. Se trata de agrupaciones asociativas de diputados que no tienen la caracterización
de Poder público, pero ejercen algunas funciones públicas encomendadas por el Parlamento,
como nombrar a los diputados miembros de las Comisiones.

Todos los diputados están obligados a formar parte de un grupo parlamentario. Tienen
libertad para optar entre uno y otro grupo (aunque el grupo también puede rechazarlos) y, si
no optan por uno determinado, son automáticamente inscritos en el Grupo mixto. Para formar
un grupo parlamentario distinto del Grupo mixto hay un plazo de cinco días desde la sesión
constitutiva del Parlamento (artículo 23.1 del Reglamento del Parlamento de Galicia). Es
necesario un mínimo de cinco diputados para constituir el grupo, pero, si durante la legislatura
desciende el número de sus miembros a menos de tres, automáticamente queda disuelto
(artículo 26.2 del Reglamento). Los grupos parlamentarios se benefician de subvenciones de
la Cámara (artículo 27.1 del Reglamento del Parlamento de Galicia), lo que es una forma de
financiar a los partidos políticos que están detrás de los grupos.
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b) La Presidencia. Su elección se realiza entre los miembros de la Cámara, precisando la
mayoría absoluta de los mismos. De no conseguirse dicha mayoría, se procederá a una
votación entre los/las dos diputados/as que hubiesen conseguido en la anterior el mayor
número de votos y resultará elegido el que obtenga más votos. La función más visible de la
Presidencia es la representativa (representa al Parlamento, sin perjuicio de la que
corresponda a la Mesa, art. 31.1 RPG) y la de dirigir y coordinar la acción de la Mesa (art.
29.3 RPG). También son funciones suyas la de garantizar la buena marcha de los trabajos
parlamentarios, la moderación y dirección de los debates parlamentarios (incluida la función
disciplinaria de mantener el orden). cumple y hace cumplir el Reglamento de la Cámara e
interpreta y suple las lagunas del Reglamento en los debates parlamentarios (artículo 31.2
del Reglamento). Esta función normativa es de gran importancia: en determinadas
circunstancias, el Presidente puede crear él solo una norma que ordinariamente precisa de la
mayoría absoluta de la Cámara. Es la encargada de ordenar los pagos (función que suele
delegarse). Téngase en cuenta que los/las Vicepresidentes/as sustituyen a la presidencia en
el ejercicio de las competencias que le son propias en los casos de ausencia, imposibilidad o
vacante.

c) La Mesa. Es el órgano rector de la Cámara y desempeña la representación colegiada de ésta


en los actos a que asista. Estará compuesta por el presidente del Parlamento, dos
vicepresidentes, un secretario y un vicesecretario. Se entenderá válidamente constituida
cuando estén presentes, por lo menos, tres de sus miembros. La limitación de su
composición a cinco miembros puede acarrear dificultades en el momento de plasmar en
este órgano colegiado la representación de los grupos presentes en la Cámara y por eso hay
voces partidarias de incrementar su número. Con todo, a fin de posibilitar la presencia en la
Mesa de representantes de las minorías, la elección de la Mesa, que tendrá lugar en la
sesión constitutiva del Parlamento, se realiza por un sistema de voto limitado (así, los dos
Vicepresidentes se eligen simultáneamente, por orden sucesiva y en atención al número de
votos; este sistema también se aplica a la elección del/-la Secretario/a y Vicesecretario/a. De
producirse vacantes, se cubrirán del mismo modo). A todo lo expuesto, hay que añadir que
se pueden producir acuerdos de distribución de puestos entre las fuerzas políticas de la
Cámara. Le corresponden a la Mesa las siguientes funciones:

 Interpretar y suplir el Reglamento, si es el caso, en los supuestos de duda u omisión


cuando el problema no se presenta en un debate (pues entonces la competencia
corresponde al Presidente).
 Adoptar cuantas decisiones y medidas requieran la organización del trabajo y el régimen
y gobierno interiores de la Cámara.
 Elaborar el proyecto de presupuestos del Parlamento de Galicia y proceder a su
ejecución una vez aprobados.
 Aprobar los gastos de la Cámara, sin perjuicio de las delegaciones que pueda acordar.
 Calificar, conforme al Reglamento, los escritos y documentos de índole parlamentaria, así
como declarar la admisibilidad o inadmisibilidad de los mismos.
 Decidir la tramitación de todos los escritos y documentos de índole parlamentaria, de
acuerdo con las normas establecidas en este Reglamento.
 Programar las líneas generales de actuación de la Cámara, fijar el calendario de
actividades del Pleno y de las comisiones para cada período de sesiones y coordinar los
trabajos de sus distintos órganos, todo esto después de la audiencia de la Xunta de
Portavoces.
 Cualquiera otra que le encomiende el presente Reglamento y las que no estén atribuidas
a un órgano específico.

d) La Junta de Portavoces. Se constituye con la presencia de los portavoces de los grupos


parlamentarios, con la presencia de la Presidencia del Parlamento y la asistencia, por lo
menos de un/una vicepresidente del secretario o vicesecretario y del letrado oficial mayor.
Además, pueden facultativamente tomar parte en este órgano un representante del Gobierno

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y un acompañante de cada portavoz. Todos estos miembros tienen voz, pero sólo los
portavoces tienen voto. Sus reuniones no tienen una periodicidad establecida, aunque lo
hará cuando menos cada 15 días (para la preparación del orden del día del Pleno de la
Cámara). Una de las peculiaridades de este órgano es el empleo del voto ponderado en la
opción de sus acuerdos, es decir, el criterio del portavoz es mesurado por el número de
diputados/as de su grupo. Sus funciones son de carácter consultivo, pero también pueden
ser codecisorias. Esto es lo que ocurre en relación con la importante cuestión de la fijación
del orden del día de la Cámara, que corresponde conjuntamente al Presidente de la Cámara,
la Mesa y la Junta de Portavoces (artículo 73.1 del Reglamento). Será escuchada para:

 Establecer los criterios que contribuyan a ordenar y facilitar los debates y las tareas del
Parlamento.
 Decidir la Comisión competente para entender en los proyectos o en las proposiciones de
ley.
 Fijar el número de miembros de cada grupo parlamentario que integrarán las comisiones.
 Establecer el calendario de actividades de las comisiones.
 Asignarles los escaños en el salón de sesiones a los diferentes grupos parlamentarios.

e) Las Comisiones. Son la manifestación en el ámbito parlamentario del principio de


especialización, por eso, sin perjuicio de las competencias del Pleno, los asuntos prioritarios
se despachan en Comisiones. Quizás por esa circunstancia su carácter de órgano de trabajo
y técnico (cada diputado/a debe pertenecer cuando menos a una comisión parlamentaria)
está matizado por un componente político, manifestado en la necesidad de que todos los
grupos parlamentarios formen parte de las distintas comisiones y que dicha presencia sea
proporcional al número de escaños de cada grupo. El número de comisiones será el que
determine la Mesa del Parlamento, oída la Junta de Portavoces, son los grupos los que
designan qué diputados forman parte de cada Comisión (artículo 40.2 del Reglamento del
Parlamento de Galicia). En cada comisión se constituirá una mesa integrada por un/una
presidente/a, un/una vicepresidente/a y un/una secretario/a elegidos por el mismo
procedimiento empleado para elegir la Mesa del Parlamento.

Las comisiones pueden ser permanentes, cuya existencia es indefinida, mientras no se


modifique el Reglamento del Parlamento. Pueden ser, su vez, de dos clases: Comisiones
permanentes legislativas, que son las que intervienen en la tramitación de los proyectos y
proposiciones de ley y, eventualmente, pueden aprobarlos definitivamente si el Pleno delega
en ellas esa facultad (artículo 45 RPG); y Comisiones permanentes no legislativas, que son
la Comisión del Reglamento (artículo 46 RPG), la Comisión del Estatuto del Diputado
(artículo 47) y la Comisión de Peticiones (artículo 48) o no permanentes (las que se crean
para una función especial o un trabajo concreto y se extinguen al finalizar su objeto y, en
todo caso, al concluir la legislatura). Según el artículo 45 RPG, son comisiones permanentes
las siguientes:

a. Institucional, de Administración General, Justicia e Interior.


b. Ordenación Territorial, Obras Públicas, Medio Ambiente y Servicios.
c. Economía, Hacienda y Presupuestos (esta es la única Comisión en la que la mayoría
parlamentaria suele ceder su presidencia).
d. Educación y Cultura.
e. Sanidad, Política Social y Empleo.
f. Industria, Energía, Comercio y Turismo
g. Agricultura, Alimentación, Ganadería y Montes.
h. Pesca y Marisqueo.
i. Reglamento.
j. Estatuto de los Diputados (que presenta una singular composición, ya que cuenta con
un miembro por cada uno de los grupos parlamentarios).
k. Peticiones (que estará formada por la Mesa del Parlamento más un diputado de cada
grupo parlamentario y adoptará las decisiones por el sistema de voto ponderado).
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l. Aquellas que deban constituirse por disposición legal (así, la comisión de control de la
compañía de la RTVG).

La convocatoria de las reuniones de las Comisiones puede ser hecha por el Presidente del
Parlamento o por el Presidente de la Comisión, a iniciativa propia, de dos grupos o de un
quinto de los miembros de la Comisión. Las comisiones conocerán de los proyectos,
proposiciones o asuntos que les encomiende, de acuerdo con su respectiva competencia, la
Mesa del Parlamento. A través del presidente del Parlamento, las comisiones pueden:

 Pedir la información y documentación que necesiten de las instituciones autonómicas y de


los entes públicos de Galicia. Asimismo pueden solicitar información y documentación a
las autoridades del Estado respecto de aquellas competencias atribuidas a la Xunta de
Galicia de las cuales no estén aún transferidos los servicios.
 Requerir la presencia de los miembros de la Xunta competentes por razón de la materia
que se debata, para informar sobre todas las cuestiones de las que sean consultados.
 Solicitar la presencia de funcionarios, autoridades y particulares.

f) El Pleno. El Pleno del Parlamento de Galicia está formado por los diputados que tienen la
condición plena de tales. Será convocado por su presidente/a, por propia iniciativa o por
solicitud, por lo menos, de dos grupos parlamentarios o de la quinta parte de los diputados
miembros de la Cámara. Los diputados tomarán asiento en el salón de sesiones conforme su
adscripción a grupos parlamentarios. Los miembros de la Xunta de Galicia tienen escaño
asignado. El Pleno se reúne en dos períodos de sesiones (septiembre-diciembre y 15 de
enero-15 de julio, tras la última modificación del RPG). Durante los mismos para su
convocatoria es precisa la existencia previa de una orden del día con los asuntos a tratar. Le
corresponden todas las funciones que no estén expresamente atribuidas a otros órganos del
Parlamento.

g) La Diputación Permanente. Cuando el Parlamento está disuelto o cuando no es período de


sesiones (o por causa de fuerza mayor que impida la reunión del Pleno), funciona la
Diputación Permanente. Sus reuniones son convocadas por el Presidente de la Cámara, bien
a iniciativa propia, bien a iniciativa de dos grupos o de un quinto de los miembros de la
misma. Sus competencias buscan impedir un vacío de poder y que otras instancias usurpen
las funciones de la Cámara. Incluyen, artículo 55 RPG:

 Conocer la delegación temporal de las funciones ejecutivas del presidente/a de la Xunta


de Galicia en uno de los/las conselleiros/as.
 Ejercer el control de la legislación delegada.
 Entenderá en todo lo que atañe a la inviolabilidad parlamentaria.
 Convocar el Parlamento por acuerdo de la mayoría absoluta de los miembros de la
Diputación Permanente.
 Autorizar presupuestos extraordinarios, suplementos de créditos y créditos
extraordinarios, por petición de la Xunta de Galicia, por razón de urgencia y de necesidad
justificada, siempre que así lo acuerde la mayoría absoluta de sus miembros.
 Autorizar ampliaciones o transferencias de crédito, cuando lo exijan la conservación del
orden, una calamidad pública o una necesidad financiera urgente de otra naturaleza, de
acuerdo con la mayoría absoluta de sus miembros.
 Presentar recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional

La Diputación Permanente estará presidida por el/la presidente/a del Parlamento de Galicia.
Formarán parte de la misma un mínimo de once miembros, que representarán a los grupos
parlamentarios en proporción a su importancia numérica, su número concreto lo fija la Mesa
del Pleno del Parlamento, oída la Junta de Portavoces, pero todos los grupos deben estar
representados. En cualquier caso, la Diputación Permanente dará cuenta al Pleno del
Parlamento de los asuntos y de las decisiones tratadas en la primera sesión ordinaria.

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En cuanto al sistema electoral, la normativa electoral de la Comunidad Gallega es muy similar a
la normativa estatal (y a la de las otras Comunidades Autónomas), ya que la misma tiene una
importante incidencia en la configuración de los partidos políticos. Son electores los/as gallegos/as que
sean mayores de edad y disfruten del derecho de sufragio activo. Para el ejercicio del derecho de
sufragio es indispensable la inscripción en el censo electoral (que es único; pero, referido a las cuatro
circunscripciones electorales). Y tienen la condición política de gallegos/as aquellos españoles que
tengan vecindad administrativa en alguno de los municipios de Galicia y los residentes en el extranjero
que acrediten su última vecindad administrativa en Galicia (y sus descendientes inscritos como
españoles). Todos los electores son elegibles, con excepción de lo establecido en los denominados
regímenes de la inelegibilidad y de incompatibilidad. La inelegibilidad implica un límite al sufragio pasivo
en aras de garantizar la independencia del voto elector, restringiendo el derecho a ser elegible a las
personas que ocupan una serie de cargos establecidos. Así, no son elegibles:

– El/la Consejero/a mayor y los/las Consejeros/as del Consello de Contas de Galicia, el


Valedor del Pueblo y sus Vicevaledores/as.
– Los Alcaldes, Presidentes/as de Diputación y Diputados/as provinciales.
– Los/las Secretarios/as generales y los/las Directores/as generales de las Consellerías, los/las
Directores/as de los Gabinetes de la Presidencia y de las Consellerías, así como los altos
cargos de libre designación de la Xunta de Galicia nombrados por Decreto de la Xunta,
los/las Presidentes/as y Directores/as generales o asimilados de los Organismos autónomos
dependientes de la Comunidad Autónoma de Galicia, excepto que dicha presidencia sea
ejercida por un miembro del Consejo del Gobierno, los/las Delegados/as generales de la
Xunta, ...
– El/la Director/a general de la Compañía de Radio y Televisión de Galicia, los/las
Directores/as de las Sociedades y sus Delegados territoriales. El/la Delegado/a territorial de
TVE en Galicia, así como los/las Directores/as de los Centros de radio y televisión que
dependan de Entes públicos.
– Los miembros de la Policía Autónoma en activo.
– El/la Presidente/a, Vicepresidente/a, Ministros y Secretarios/as de Estado del Gobierno
Central.
– Los/las Parlamentarios/as de las asambleas de otras Comunidades Autónomas y los
miembros de los Consejos de Gobierno de las demás Comunidades Autónomas, así como
los cargos de libre designación de los citados Consejos.
– Los que ejerzan funciones o cargos conferidos y remunerados por un Estado extranjero.

La figura de la incompatibilidad opera después de la elección y tiene como finalidad garantizar la


independencia del parlamentario/a en el cumplimiento adecuado de las funciones que le son propias. La
condición de parlamentario/a en la Cámara Gallega es incompatible:

– Con la condición de Parlamentario/a Europeo, Diputado/a del Congreso y Senador/a (salvo


los/las Senadores/as elegidos en representación de la Comunidad Autónoma).
– Con los cargos de miembros del Consejo de Administración de la Compañía de Radio y
Televisión de Galicia, ni con los de Presidentes/as de Consejos de Administración,
Consejeros/as, Administradores/as, Directores/as Generales, Gerentes y cargos equivalentes
de entes públicos y Empresas de participación pública mayoritarias.
– Con el desempeño de actividades personales, como:
 Los supuestos de actividades de gestión o dirección ante la Administración Pública
gallega, sus Entes u Organismos autónomos en asuntos que tengan que resolver estos,
que afecten directamente a la realización de algún servicio público o que estén
encaminados a la obtención de subvenciones o avales públicos. Se exceptúan las
actividades particulares que, en ejercicio de un derecho reconocido, realicen los
directamente interesados, así como las subvenciones o avales cuya concesión derive de
la aplicación regulada de lo dispuesto en una norma de carácter general.
 La actividad de contratista o fiador de obras, servicios o suministros públicos que se
paguen con fondos de la Comunidad Autónoma o el desempeño de cargos que lleven

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anexas funciones de dirección o representación en Compañías o Empresas que se
dediquen a dichas actividades.
 La celebración con posterioridad a la fecha de su elección como Diputado de conciertos
de prestación de servicios de asesoramiento o de cualquier otra índole, con titularidad,
individual o compartida, en favor de la Administración Pública gallega.
 La participación superior al 10 por 100, adquirida en todo o en parte, con posterioridad a
la fecha de su elección como Diputado, excepto que fuera por herencia, en Empresas o
Sociedades que tengan conciertos de obras servicios o suministros con Entidades del
sector público.

Con carácter general, el derecho al sufragio de los ciudadanos gallegos se fundamenta en el


derecho de participación en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes,
libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal (artículo 23 de la CE), y deberá
producirse como sufragio universal, libre, igual, directo y secreto (artículos 68.1 de la CE y 11.1 del
EAG). El Parlamento será elegido por un plazo de cuatro años (artículo 11.2 del EAG). Los dos grandes
modelos son el sistema proporcional o el mayoritario. El sistema mayoritario representa una concepción
del poder basada en gobiernos homogéneos y estables. En la Comunidad Autónoma de Galicia el
sistema electoral es proporcional y así se recoge en el artículo 11.2 de su Estatuto de Autonomía. Dicha
proporcionalidad en la distribución de los 75 escaños va indisolublemente vinculada a las
circunscripciones electorales (las cuatro provincias) y se materializa mediante la fórmula D´Hondt
(procedimiento recogido en el artículo 9.3, de la Ley de Elecciones al Parlamento de Galicia). Con todo,
la distribución de los escaños en relación con la población provincial solo afecta a 35 diputados/as, ya
que cada provincia tiene atribuidos un mínimo de 10 escaños.

Las candidaturas se presentan en listas cerradas (no es posible introducir nombres de personas
que no estén en las listas) y bloqueadas (el elector no puede modificar el orden en el que están situados
los nombres en la lista) y deben de superar la barrera del 5% para tener la opción de entrar en el
cómputo de los votos hacia la obtención de escaño. Esta barrera electoral persigue la excesiva
fragmentación de la representación y las posibles dudas de su inconstitucionalidad ya fueron resueltas
por la STC 75/1985, del 21 de junio. En lo relativo a las listas, hay que poner de manifiesto que deben
contar con el número exacto de escaños que han de ser cubiertos, sin que se pueda admitir lista alguna
que no cumpla este requisito (en ese sentido, Sentencia del 14 de diciembre del 1989, de la Sala de lo
Contencioso – Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia).

Los partidos políticos precisan en el marco electoral conseguir la mayor representación posible lo
cual se traduce en una necesidad de transmitir su posicionamiento al electorado. En esa circunstancia
resulta de gran importancia un concreto período de tiempo: la campaña electoral y, por extensión, la
reglamentación de las actividades de propaganda a través de los medios de comunicación de masas y
la financiación de la misma, regulados con detalle en los artículos 24 y siguientes de la Ley de
Elecciones al Parlamento de Galicia, con el fin de garantizar los principios democráticos de libertad de
expresión, información y reunión, de neutralidad e imparcialidad de los poderes públicos y de igualdad
de oportunidades para los candidatos. Se entiende por campaña electoral, el conjunto de actividades
lícitas llevadas a cabo por los candidatos, partidos, federaciones, coaliciones o agrupaciones en orden a
la captación de sufragios. La campaña electoral tendrá una duración no inferior a quince días ni superior
a veintiuno y, en todo caso, concluirá a las cero horas del día inmediatamente anterior al de la votación.

Por lo que respecta a la publicidad electoral en los medios de titularidad pública, los
candidatos/as que concurran a las elecciones tienen derecho a disponer de espacios gratuitos (sin que
puedan contratar en los mismos otro tipo de publicidad electoral), distribuyéndose en proporción al
número de votos obtenidos por sus partidos en las elecciones anteriores, asegurando en todo caso un
tiempo mínimo a todas las fuerzas políticas que concurran por primera vez o las que participando en
elecciones anteriores no obtuvieran escaño. Los partidos políticos que consiguieran entre 5% y el 15%
de los votos emitidos en las anteriores elecciones tendrán el doble del tiempo mínimo. Tendrán el triple
del tiempo mínimo aquellas formaciones políticas que obtuvieran más del 15 % de los votos válidamente
emitidos. En todo caso, no se debe confundir los referidos espacios de publicidad electoral con la

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campaña institucional destinada a informar y fomentar la participación de los electores en la votación,
sin influir en la orientación del voto.

En cuanto al número de miembros del Parlamento de Galicia, estatutariamente se declara que


una Ley del Parlamento de Galicia fijará el número de Diputados que compondrán la Cámara, haciendo
inicialmente un señalamiento de tramo, que podrá oscilar entre 60 y 80 (artículo 11.5 del EAG):

– En relación con el primer Parlamento Gallego, quedó determinado que se elegirían un total
de 71 miembros, de los que corresponderían: 22 a la provincia de A Coruña, 15 a la de Lugo,
15 a la de Ourense y 19 a la de Pontevedra (Disposición transitoria 1ª, apartado 2, del EAG).
– La Cámara se compone, en la actualidad, de acuerdo con la Ley 8/1985, de Elecciones al
Parlamento de Galicia, de 75 miembros, de acuerdo con la siguiente distribución de escaños:
24 a la provincia de A Coruña, 15 a la de Lugo, 14 a la de Ourense y 22.a la de Pontevedra.

A cada una de las cuatro provincias de Galicia le corresponde un mínimo inicial de 10 Diputados.
Los 35 restantes se distribuirán entre las provincias en proporción a su población (artículo 9 de la Ley de
elecciones al Parlamento de Galicia), conforme al siguiente procedimiento:

– Se obtiene una cuota de reparto resultante de dividir por 35 la cifra total de la población de
derecho de las provincias gallegas;
– Se adjudica a cada una de las cuatro provincias tantos Diputados como resulten, en números
enteros, de dividir la población de derecho provincial por la cuota de reparto;
– Los Diputados restantes se distribuirán asignando uno a cada una de las provincias, cuyo
cociente obtenido, conforme al apartado anterior, tenga una fracción decimal mayor.

La atribución de escaños en función de los resultados del escrutinio se realizará conforme a las
siguientes reglas:

– No se tendrán en cuenta aquellas candidaturas que no obtuvieron, cuando menos, el 5% de


los votos válidos emitidos en la circunscripción;
– Se ordenan de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos obtenidos por cada
candidatura;
– Se divide el número de votos obtenidos por cada candidatura correspondientes a la
circunscripción, y se atribuyen los escaños a las candidaturas que obtengan los cocientes
mayores, atendiendo a su orden decreciente;
– Cuando en la relación de cocientes coincidan dos correspondientes a distintas candidaturas,
el escaño se atribuirá al que obtenga mayor número total de votos, y de haber dos
candidatos con igual número de votos, el primer empate se resolverá por sorteo y los
sucesivos de manera alternativa;
– Los escaños correspondientes a cada candidatura se adjudicarán a los candidatos incluidos
en ella, por el orden de colocación en que aparezcan. En caso de fallecimiento, incapacidad
o renuncia de un Diputado en cualquier momento de la legislatura, el escaño será atribuido al
siguiente de la misma lista atendiendo a su orden de colocación.

Finalmente, ha de tenerse en cuenta que de los recursos en materia electoral, que tuvieran por
objeto la impugnación de la validez de la elección y proclamación de los miembros electos, conocerá el
Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que también entenderá de los recursos o impugnaciones que
procedan contra los acuerdos de las Juntas electorales provinciales. Contra las resoluciones de dicho
Tribunal no cabrá recurso alguno (Disposición transitoria 1ª, apartado 4, del EAG).

La Junta Electoral de Galicia es el órgano de la Administración electoral, de carácter


permanente, que tiene por cometido garantizar la objetividad y transparencia del proceso electoral y el
principio de igualdad de las entidades políticas que concurren a un proceso electoral. Está compuesta
por:
– Presidente/a: el/la presidente/a del Tribunal Superior de Justicia de Galicia

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– Vicepresidente/a: el elegido por los vocales, de entre los de origen judicial, en la sesión
constitutiva del órgano.
– Cuatro vocales: magistrados/as del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
– Cuatro vocales: profesores/as en activo de las facultades de Derecho, de Ciencias Políticas o
de Sociología de las Universidades de Galicia.
– Un/una secretario/a: el/la letrado/a oficial mayor del Parlamento de Galicia.

El Parlamento de Galicia es una institución multifuncional. Aunque la denominación de institución


legislativa le corresponde por la concepción tradicional de los parlamentos, en los que el mandato
legislativo era la expresión máxima del poder de la comunidad política, lo cierto es que en el
parlamentarismo moderno las funciones son variadas y se extienden a varios papeles, a veces no
explícitos, pero operantes en el funcionamiento ordinario de la institución parlamentaria. Estas funciones
del Parlamento de Galicia se enumeran en el artículo 10 del EAG. Las funciones del Parlamento de
Galicia, concretamente, tal y como describe este artículo, se pueden sistematizar en funciones
intracomunitarias, cuando tienen como destino a la Comunidad Autónoma, o en funciones
extracomunitarias, cuando las funciones se extienden a órganos ajenos a la Comunidad Autónoma.
Pero, además de por la naturaleza de la función ejercida en el ámbito territorial, las funciones del
Parlamento son de diverso tipo, entre las que cabe distinguir las legislativas, las de control, las de
impulso, las de investigación... Desde la perspectiva de la formulación en el Estatuto también puede
hacerse una clasificación de las funciones del Parlamento, como funciones nominadas e innominadas.
Son múltiples, así pues, las funciones que corresponden a un Parlamento:

 La primera y principal es la "función legislativa", es decir, la de elaborar, debatir y aprobar


finalmente las Leyes de Galicia en el ámbito de sus competencias. Entre las funciones
intracomunitarias del Parlamento, con eficacia territorial interna, destaca la potestad
legislativa. La potestad legislativa está prevista en el artículo 10.1.a) del Estatuto, incluyendo
tanto la facultad de aprobar directamente leyes, como la de delegar esta potestad legislativa
en la Xunta de Galicia. En este mismo artículo se incluye, asimismo, la facultad de aprobar
los presupuestos de la Comunidad Autónoma, mediante una ley formal, sobre los que
concreta el Estatuto que le corresponde a la Xunta o Gobierno la elaboración y aplicación del
presupuesto, y al Parlamento su examen, enmienda, aprobación y control.

Esta función legislativa se inicia a partir de los textos de los proyectos que el Gobierno
gallego aprueba en Consello y que luego remite a la Cámara para su tramitación en
Comisión y su aprobación definitiva por el Pleno de la Asamblea. También es posible que la
iniciativa legislativa provenga de la propia Cámara o de la llamada iniciativa popular, en cuyo
caso los textos correspondientes recibirán la denominación de proposiciones de ley, las
cuales deben ser objeto de aprobación por el Pleno de la Cámara (toma en consideración),
aunque después seguirán el mismo procedimiento de aprobación que los proyectos de ley.
Existen autores que consideran que el actual modelo de parlamentarismo está en crisis toda
vez que el parlamento ya no tiene el monopolio de la actividad legislativa (pues el Gobierno
es el autor de la mayoría de estas iniciativas), ni tiene posibilidades de un efectivo control ya
que el Gobierno (con base en los parlamentarios que lo apoyan) puede frenar casi todas las
iniciativas de control del Parlamento. Con todo, más bien parece que lo que ha ocurrido es
que los partidos políticos tomaron fuerza en el actual modelo de Estado democrático,
circunstancia que lleva aparejados cambios en la institución parlamentaria que hoy
conocemos. El ejercicio de la actividad legislativa por el parlamento no debe desconocer que
en el momento de la constitución del mismo surge una mayoría parlamentaria –
gubernamental (por los votos de un partido mayoritario o por los votos recogidos del
consenso de varios partidos políticos), determinando que:

 En la práctica, la iniciativa parlamentaria de las leyes es poco relevante en relación con la


iniciativa gubernamental.
 Los/las parlamentarios/as de los grupos minoritarios en la Cámara no suelen presentar
iniciativas legislativas, centrando su labor opositora en el procedimiento legislativo,
manifestando su postura mediante el trámite de enmiendas.
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 El Parlamento, en la actualidad, no es la suma de sus miembros considerados
individualmente. Los parlamentarios/as se estructuran en Grupos Parlamentarios, que
son el trasunto de los partidos políticos en el Parlamento.

 También puede cumplir una función legislativa el Parlamento gallego ejerciendo la iniciativa
ante las Cortes General respecto de las leyes estatales (artículo 87 de la CE). Entre las
funciones extracomunitarias, en el sentido de que sus efectos se producen fuera de la
Comunidad, expresamente formalizadas en el Estatuto (artículo 10.1.f), figura la de solicitar
del Gobierno nacional la adopción de proyectos de ley y presentar ante la Mesa del
Congreso de los Diputados proposiciones de ley.

 Otra función, también de gran importancia y trascendencia, es la "función política", como


función genérica dentro de la que puede singularizarse la " función de control de la acción
política del gobierno" de la Comunidad. Como manifestaciones de esa genérica función
política pueden mencionarse:

 Elegir al Presidente de Comunidad Autónoma. Una función muy importante dentro del
sistema parlamentario, y también intracomunitaria, es la de elegir y exigir responsabilidad
política a la Xunta y a su Presidente. La elección de Presidente de la Xunta se hace entre
los propios parlamentarios, sin que prosperasen propuestas a favor de una versión
distinta, de acuerdo con lo previsto en el artículo 15 del EAG, el también 15 de la Ley de
la Xunta y su Presidente, y en el Reglamento del Parlamento.
 Designar a los Senadores que representarán a la Comunidad Autónoma en el Senado.
Por sus efectos en el exterior de la Comunidad Autónoma se trata de una función
extracomunitaria.
 Controlar la acción política del Presidente y del Consejo de Gobierno. Esta función de
control, intracomunitaria, que analizaremos en extenso a continuación, se realiza de
diversas formas y con distinta intensidad. La más simple y común es la de las preguntas
(orales o escritas) y las interpelaciones y mociones que se hacen al Gobierno o a alguno
de sus miembros. Y la más intensa es la moción de censura, por cuanto, de resultar
triunfante, convertirá automáticamente en Presidente al candidato presentado por la
oposición censurante, cesando el Presidente y el Gobierno censurado.
 Promover el recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (artículo
162.1.a de la CE). Su carácter es extracomunitario, por los efectos de las sentencias
recaídas en recursos de inconstitucionalidad del Tribunal Constitucional.

 Una cuarta función, ya de tipo interno, es la "función de reglamento", es decir, la de


autoorganización de la Cámara por acuerdo del Pleno de la propia Asamblea, que decide, al
darse su propio Reglamento, cuál será su forma de organización interna y de funcionamiento
de la Cámara.

 Puede también hablarse, asimismo a nivel interno, de una "función presupuestaria", en la


medida en que la Asamblea, como poder político independiente, cuenta con su propio
Presupuesto, que ella misma aprueba (artículos 12.1 y 2 del EAG).

 Competencias económico – financieras: le corresponde aprobar los presupuestos de la


Comunidad autónoma (artículo 53.1 del Estatuto de Autonomía), autorizar la emisión de
deuda pública (artículo 47), y la elaboración, modificación y supresión de los impuestos
propios y de los recargos sobre impuestos estatales (artículo 51.a y b).

 Las funciones innominadas del Parlamento están previstas en el artículo 10.1.b) del Estatuto,
en el que se añade que también le corresponde “ejercer las otras competencias que le sean
atribuidas por la Constitución, por el presente Estatuto, por las leyes del Estado y por las del
Parlamento de Galicia”. Se trata, jurídicamente, de una norma incompleta, que hay que llenar
mediante una operación de reenvío, de acuerdo con la legislación estatal o autonómica que
se produzca. Teniendo en cuenta que la apertura de las funciones alcanza tanto a las
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normas internas como a las externas al ámbito autonómico, la ampliación puede afectar a
funciones intracomunitarias o extracomunitarias que ejerza el Parlamento de Galicia.

La función de impulso tampoco está prevista nominalmente en el Estatuto de Autonomía. De


la misma forma que las variedades y aspectos del procedimiento y las formas de control
están fijadas en el Reglamento de la Cámara, también algunas de estas fórmulas de impulso
están acogidas a lo preceptuado en esta norma legal. La manifestación expresa de la
dirección política de la Cámara puede reflejarse por medio de resoluciones derivadas de
debates generales, de proposiciones no de ley, de debates de planes y comunicaciones
remitidas por la Xunta de Galicia, de mociones surgidas a consecuencia de mociones
presentadas, etc.

 Por último, la función designadora del Parlamento, además de en los supuestos ya citados
(senadores autonómicos), se amplió por medio de diversas leyes, tanto estatales como
autonómicas que fueron asignándosela. Función que, por cierto, es discutida, a la vista de la
propia naturaleza de la institución parlamentaria, en la que el debate ideológico es normal,
no pareciendo conveniente esta función en una institución que pretende representar al
pueblo. Sin embargo, es una de las funciones que continuamente tiene que cumplir el
Parlamento.

En cuanto único órgano de la Comunidad autónoma elegido directamente por el Pueblo,


tiene competencias para designar al Valedor do Pobo (artículo 2 de la Ley del Parlamento
de Galicia 6/1984, de 5 de junio, del Valedor do Pobo), a los miembros del Consello de
Contas (artículo 12 de la Ley del Parlamento de Galicia 6/1985, de 24 de junio, del Consello
de Contas), y a los componentes del Consejo de Administración de la Compañía de Radio -
Televisión de Galicia (artículo 14 de la Ley del Parlamento de Galicia 9/2011, de 9 de
noviembre, de los medios públicos de comunicación audiovisual de Galicia).

2. EL PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO EN EL PARLAMENTO DE GALICIA

Puede proceder de tres fuentes, conforme al artículo 13 del Estatuto de Autonomía de Galicia:

 El Consello de la Xunta (artículo 111 RPG). Los textos presentados por el Gobierno
autonómico llevan el nombre de “proyectos de ley”. Desde el punto de vista cuantitativo
suponen la inmensa mayoría de los textos que se discuten y aprueban.

 El propio Parlamento (artículo 122 RPG). Dentro del Parlamento pueden presentar
iniciativas legislativas un grupo parlamentario, con la firma de su portavoz, o un diputado con
la firma de otros cuatro diputados. Todas las iniciativas legislativas que no provienen del
Gobierno llevan el nombre de “proposiciones de ley”.

 El cuerpo electoral. La iniciativa legislativa impulsada por una fracción del cuerpo electoral
se llama “iniciativa legislativa popular” y tiene su desarrollo jurídico en la Ley del Parlamento
de Galicia 7/2015, de 7 de agosto, de iniciativa legislativa popular y participación ciudadana
en el Parlamento de Galicia. El artículo 2 de ésta requiere el apoyo a la iniciativa de las
firmas de diez mil electores. Algunas materias están vedadas a la iniciativa popular: las
materias que no sean de competencia de la Comunidad autónoma, las leyes de desarrollo
básico del Estatuto, las que requieran mayoría cualificada y las de carácter presupuestario y
tributario.

El procedimiento legislativo aparece regulado en los artículos 111 y siguientes del Reglamento
del Parlamento de Galicia, pudiendo sintetizarse diferenciando las dos posibles iniciativas legislativas:

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2.a) Los proyectos de ley.

Los proyectos de ley remitidos por la Xunta de Galicia deben ir acompañados de una exposición
de motivos y de los antecedentes necesarios para poder pronunciarse. La Mesa del Parlamento
mandará que se publiquen, que se abra el plazo de enmiendas y, oída la Junta de Portavoces, que se
tramiten en la Comisión correspondiente. Publicado un proyecto de ley, los diputados y los grupos
parlamentarios tendrán un plazo de quince días para presentar enmiendas. Estas podrán ser a la
totalidad o al articulado. Las primeras versarán sobre la oportunidad, los principios o el espíritu del
proyecto de ley y postulen la devolución de aquel a la Xunta, o las que propongan un texto completo
alternativo al del proyecto. Las enmiendas al articulado podrán ser de supresión, modificación o adición.
Las enmiendas a un proyecto de ley que supongan aumento de los créditos o mengua de los ingresos
presupuestarios requerirán la conformidad de la Xunta de Galicia para su tramitación.

El debate de totalidad de los proyectos de ley en el Pleno procederá cuando estuvieren


presentadas enmiendas a la totalidad. Terminada la deliberación, el presidente someterá a votación las
enmiendas a la totalidad defendidas, comenzando por aquellas que propongan la devolución del
proyecto a la Xunta. Finalizado el debate de totalidad y no acordada la devolución del proyecto a la
Xunta (o la tramitación de un texto alternativo) uno o varios ponentes redactarán un informe en el plazo
de quince días. Concluido el informe de la Ponencia, comenzará el debate en Comisión, que se hará
artículo por artículo. Durante la discusión de un artículo, la Mesa sólo podrá admitir a trámite nuevas
enmiendas transaccionales que se presenten en ese momento por escrito por un miembro de la
Comisión, siempre que tiendan a alcanzar un acuerdo por aproximación entre las enmiendas ya
formuladas y el texto del artículo. También se admitirán a trámite enmiendas que tengan por finalidad
reparar errores o incorrecciones técnicas, terminológicas o gramaticales.

Conocido el dictamen de la Comisión, los grupos parlamentarios y diputados/as, deberán en las


cuarenta y ocho horas posteriores al dictamen, comunicar los votos particulares y las enmiendas que,
después de ser defendidas y votadas en Comisión y no incorporadas al dictamen, pretendan defender
en el Pleno. La Comisión puede disponer de capacidad legislativa plena en los supuestos en los que el
Pleno delega en ella la aprobación definitiva de las iniciativas legislativas (artículo 132 del Reglamento).
Hay materias, especialmente importantes, excluidas de este tipo de delegación: las reservadas a la
regulación de las llamadas leyes de desarrollo básico del Estatuto de Autonomía y las leyes de reforma
del Estatuto. Además, a pesar de la delegación, en todo momento el Pleno puede reclamar el debate y
la votación de cualquiera proyecto o proposición de ley que haya sido objeto de delegación.

El debate en el Pleno comenzará por la presentación que del dictamen de la Comisión haga el/la
presidente/a de la misma o un/una diputado/a en quien delegue, por un tiempo de diez minutos. A
continuación los grupos parlamentarios dispondrán sucesivamente de una ronda de quince minutos
para explicar su posición sobre el dictamen de la Comisión y, si es el caso, defender las enmiendas y
los votos particulares no incorporados al mismo y que oportunamente reservaran. En la discusión en el
Pleno también es posible la presentación de enmiendas transaccionales y de carácter técnico.
Terminada la discusión, se procede a la votación.

El debate se cerrará con otra ronda de cinco minutos para que sucesivamente los grupos se
definan sobre las enmiendas y los votos particulares defendidos por los demás. La Presidencia de la
Cámara someterá a votación el dictamen de la Comisión con las enmiendas y con los votos particulares
que fueran incorporados.

2.b) Las proposiciones de ley

Las proposiciones de ley de los/las diputados/as las presentarán acompañadas de una


exposición de motivos y de los antecedentes necesarios para poder pronunciarse sobre ellas. Ejercitada
la iniciativa, la Mesa del Parlamento ordenará la publicación de la proposición de ley y su remisión a la
Xunta de Galicia, para que manifieste su criterio respecto de la toma en consideración, así como su
conformidad o no a la tramitación si implica aumento de los créditos o mengua de los ingresos
presupuestarios. Si la Cámara toma en consideración la proposición de ley, la Mesa acordará su envío a
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la Comisión competente y la apertura del correspondiente plazo de presentación de enmiendas. La
proposición seguirá el trámite previsto para los proyectos de ley, correspondiéndole a uno de los
proponentes o a un/una diputado/a del grupo autor de la iniciativa la presentación de la misma ante el
Pleno.

Las proposiciones de ley y los proyectos de ley conforman el denominado procedimiento


legislativo ordinario. Dentro de los llamados procedimientos legislativos especiales tienen cabida
ciertos modos de aprobación de leyes autonómicas referidas a concretos ámbitos materiales o
calificadas por razón de su urgencia. Así, en los artículos 126 y siguientes del Reglamento del
Parlamento de Galicia, se recoge la tramitación de los proyectos y de las proposiciones de ley de
desarrollo básico del Estatuto de Galicia, la competencia legislativa plena de las comisiones, la
tramitación de un proyecto de ley en lectura única, la reforma del Estatuto de Galicia y del Proyecto de
Ley de Presupuestos. En la práctica política y parlamentaria dichos procedimientos cuentan con escaso
fundamento, exceptuando los dos últimos. Además, en el artículo 163 se regula la elaboración de
proposiciones de ley que se vayan a presentar ante la Mesa del Congreso de los Diputados y la solicitud
al Gobierno del Estado de la adopción de proyectos de ley (en concordancia con lo establecido en el
apartado f) del artículo 10.1 del Estatuto de autonomía de Galicia).

Por último, en la fase de integración, se lleva a cabo la promulgación y publicación del texto
(artículo 13.2 del Estatuto de Autonomía, que no prevé el trámite de la sanción). La promulgación es
realizada por el Presidente de la Xunta en nombre del Rey, y la publicación se hace a continuación en el
Diario Oficial de Galicia y en el Boletín Oficial del Estado. La fecha que se tiene en cuenta a efectos de
la entrada a vigor de la ley es la de la publicación en el Diario Oficial de Galicia.

3. CONTROL PARLAMENTARIO DE LA ACCIÓN DE GOBIERNO.

La función de control del ejecutivo por el Parlamento de Galicia está expresamente determinada
en el Estatuto de Autonomía, en el mismo artículo 10.1.b), siendo parafraseada como la de “controlar la
acción ejecutiva de la Xunta”. En un sistema parlamentario racionalizado como el gallego, las relaciones
fiduciarias son de especial relieve en las relaciones y en las conexiones entre el legislativo y el
ejecutivo. Una función muy importante dentro del sistema parlamentario es la de elegir al Presidente de
la Xunta y exigirle responsabilidad política a la Xunta y a su Presidente. La elección se hace entre los
propios parlamentarios, sin que prosperasen propuestas a favor de una versión distinta, de acuerdo con
lo previsto en el artículo 15 del propio Estatuto, en el también artículo 15 de la Ley de la Xunta y su
Presidente y en el Reglamento de la Cámara. Así mismo, la exigencia de responsabilidad fijada en el
artículo 10.1.e) del Estatuto se completa con el artículo 21 de la Ley de la Xunta y de su Presidencia y
con las previsiones del Reglamento de la Cámara.

La función de control se canaliza a través de varios actos o procedimientos parlamentarios. La


interpelación, la moción y las preguntas son las formas ordinarias de control del ejecutivo. Las mociones
de censura y cuestiones de confianza, también, con carácter extraordinario. Otras figuras de
orientación, impulso o dirección política, aunque su fin pueda ser manifiestamente en ese sentido, en
forma latente, o durante el procedimiento, por la intervención acusatoria de los grupos, se convierten en
figuras de control político, como formas de censura concreta, que no deriva en responsabilidad política.
Atodo esto hay que añadir control de las delegaciones legislativas (artículo 10.a) del Estatuto de
Autonomía y artículos 145 y 146 del Reglamento del Parlamento).

En los sistemas parlamentarios de gobierno existe una relación fiduciaria o de confianza entre el
poder legislativo y el poder ejecutivo. Como un sistema de integración de poderes, en el que se
complementan entre sí, existen relaciones recíprocas, necesarias para el funcionamiento normal del
sistema de gobierno. En el sistema presidencialista, en cambio, la separación de poderes entre el
legislativo y el ejecutivo se compensa después mediante formas de articulación y de conexión
interorgánica, pero no existe relación de dependencia entre uno y otro, funcionando en muchos
aspectos sin condicionamientos mutuos. La relación fiduciaria significa esencialmente que el Gobierno
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está obligado a seguir la política aprobada por el Parlamento, como expresión de la representación del
pueblo y del electorado. En el sistema parlamentario no asambleario o de convención, el Gobierno no
es un comisionado del Parlamento, ya que tiene sus propias competencias de dirección política y de
ejecución, conforme con el programa establecido previamente, y sometido inicialmente al cuerpo
electoral. Para el cumplimiento del programa y de la política previamente aceptada y por la que se
otorga la confianza, en el régimen parlamentario se establecen instrumentos de control y de
responsabilidad política, con efectos diferentes jurídica y políticamente.

Existe una diferencia grande entre el control parlamentario y la responsabilidad política. El


control parlamentario es un instrumento de comprobación del cumplimiento del programa de gobierno e
de los actos de gobierno, desde una perspectiva política. El control parlamentario no tiene como
consecuencia el cese del gobierno. En cambio, la exigencia de responsabilidad política significa la
ruptura de la relación de confianza existente entre el ejecutivo y el legislativo, sancionándose con el
cese en las funciones de gobierno y otorgándosele la confianza a otro Gobierno, o, mejor, a otro
Presidente de Gobierno. Las formas de responsabilidad pueden ser varias, existe la responsabilidad
penal, la civil y la administrativa, pero su control es judicial, no parlamentario, por estar asentadas sobre
el principio de legalidad, incurriendo en tales tipos de responsabilidad cuando se incumplen las normas
vigentes. La responsabilidad política es diferente, ya que se sustancia en el seno del Parlamento, y la
sanción consiste en la privación del oficio como resultado de la actuación política, de la gestión política y
no de la administrativa.

La relación mayoría / minoría define en la práctica el alcance y las consecuencias de la relación


fiduciaria. Las minorías ejercen normalmente el control parlamentario, pero sin consecuencias sobre la
estabilidad del Gobierno ni la posibilidad de su cese. En cambio, la responsabilidad política, como acto
de ruptura de la relación fiduciaria, está supeditada a la actividad de la mayoría que sustente el
Gobierno. La relación fiduciaria está, pues, supeditada a la mayoría que sustente al Gobierno, pues la
posibilidad de gobernar está en relación directa con la mayoría. Las técnicas utilizadas para desarrollar
la relación fiduciaria, o para resolverla cuando se rompe, son varias. Por su origen, unas proceden del
propio Parlamento y otras proceden del Gobierno. Entre las que proceden del Parlamento, como
requisito necesario para iniciar la actividad política, existe en algunos la modalidad de la investidura del
Gobierno, y ya con posterioridad, la aprobación de la moción de censura. En cambio, el Gobierno puede
tomar la iniciativa y presentar la cuestión de confianza o proceder a la disolución de la Asamblea.
Siguiendo la sistemática del Título V de la Ley de la Xunta y su Presidencia – que regula, en sus
artículos 45 a 52, la materia de las relaciones de la Xunta con el Parlamento – y las disposiciones del
Reglamento del Parlamento de Galicia, se pueden distinguir las siguientes formas de control
parlamentario del Gobierno Gallego:

3.a) Moción de censura.

La moción de censura es un instrumento de control del ejecutivo por el legislativo establecido


con el fin de exigir la responsabilidad política do Gobierno. Formalmente, se culpó del excesivo número
de mociones de censura a las Asambleas parlamentarias en las que existían numerosos partidos
políticos. Con el fin de crear una estabilidad institucional, se crearon fórmulas de parlamento
racionalizado, estableciendo requisitos diversos para hacer más difícil la utilización de la moción de
censura como un instrumento político contra el Gobierno. Siguiendo la línea de la Ley Federal de Bonn,
el sistema político español establecido por la Constitución de 1978, creó un modelo de moción de
censura introduciendo elementos de racionalización parlamentaria, que hicieran más difícil su uso y su
ejercicio, buscando una estabilidad institucional. De la misma forma, la legislación autonómica de
Galicia, tanto en la Ley de la Xunta y de su Presidencia, como en el Reglamento de la Cámara, fijó una
serie de requisitos que hicieron más difícil el ejercicio de un instrumento de exigencia de
responsabilidad política como la moción de censura.

El artículo 15.4 del Estatuto de Autonomía de 1981 dispone que el Presidente será políticamente
responsable ante el Parlamento, derivando para una ley posterior el alcance de tal responsabilidad.
También señala en el artículo 17.1 que la Xunta de Galicia responde políticamente ante el Parlamento
de forma solidaria, sin perjuicio de la responsabilidad directa de cada uno de sus componentes, por su
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gestión. La Ley de la Xunta y de su Presidencia y el Reglamento de la Cámara establecieron los
requisitos de una moción de censura altamente racionalizada. Entre los requisitos de racionalización
parlamentaria destacan la exigencia de una quinta parte de firmas de los diputados que han de
presentar la moción, un escrito motivado, la inclusión de un candidato a la presidencia de la Xunta, y un
período de enfriamiento, apto para hacer negociaciones sobre la iniciativa. La moción de censura
regulada en la legislación gallega pertenece a las formas de moción de censura llamadas constructivas,
por incluir un candidato alternativo. La responsabilidad puede pedirse contra la Xunta, o su Presidente,
pero a través de la moción de censura no a cada uno de los Conselleiros. Legalmente se establece la
siguiente regulación de la moción de censura:

– El Parlamento puede exigir la responsabilidad política de la Xunta y su Presidente mediante


la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura.
– La moción de censura deberá estar firmada al menos por una quinta parte de los miembros
del Parlamento, y habrá de incluir un candidato a la Presidencia de la Xunta.
– La moción de censura no podrá ser votada hasta que transcurran cinco días desde su
presentación. En los dos primeros días de dicho plazo podrán presentarse mociones
alternativas. El debate se iniciará por la defensa de la moción de censura que, sin limitación
de tiempo, efectúe uno de los diputados firmantes de la misma.
– La aprobación de una moción de censura requerirá, en todo caso, el voto favorable de la
mayoría absoluta de los miembros del Parlamento.
– Ninguno de los firmantes de una moción de censura que fuera rechazada podrá firmar otra
durante el mismo período de sesiones.
– Si prosperase la moción de censura la Xunta y su Presidente cesarán y el candidato incluido
en ella se entenderá investido de la confianza del Parlamento, procediéndose a continuación
a su designación como Presidente de la Xunta, según lo dispuesto en el artículo 17 de esta
ley.

3.b) Cuestión de confianza.

La cuestión de confianza es un instrumento político del Gobierno para confirmar, reforzar o


comprobar la persistencia de la relación fiduciaria. Es un instrumento de renovación de la confianza del
Parlamento, hecho normalmente en circunstancias especiales. Si la investidura es un acto inicial, para
un Gobierno nuevo o para un candidato alternativo, la cuestión de confianza es iniciada por el propio
gobernante, con el fin de conocer o reforzar su poder de dirección política. Los fines perseguibles por
esta cuestión pueden ser muy diversos. Puede servir para que el Gobierno tenga idea clara del apoyo
que tiene en las Cámaras, lo que le permitirá cambiar, alterar o insistir en su programa. Puede servir
para comprobar el poder de la oposición. Puede servir para reagrupar las fuerzas dispersas o
centrífugas, por medio de una adhesión ante la inminencia de una derrota fundamental; puede ser una
forma de presión del Gobierno sobre una Cámara hostil. Al contrario, es, también, un instrumento
parlamentario para romper la relación fiduciaria. La cuestión de confianza es más usual de Gobiernos
de coalición y minoritarios. Los Gobiernos compactos, asentados sobre mayorías estables, no necesitan
presentarla.

También existen, en la cuestión de confianza como en la moción de censura, elementos de


racionalización parlamentaria, que facilitan la permanencia del Gobierno. Existe un período de reflexión
durante su tramitación, teniendo que pasar veinticuatro horas desde su presentación, y la mayoría
simple es suficiente para dar por aceptada la confianza presidencial. Mientras que la moción de censura
exige una votación con mayoría absoluta, en la cuestión de confianza llega con mayoría simple.

En el sistema político gallego, tal como figura establecido en el Reglamento de la Cámara, en su


artículo 139, y en la Ley de la Xunta y de su Presidencia, la iniciativa de la presentación de la cuestión
de confianza le corresponde exclusivamente al Presidente de la Xunta de Galicia. El objeto es
cuestionar la confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general, en escrito
motivado. La cuestión de confianza, que se refiere más bien al mantenimiento de la relación fiduciaria,
se convierte en un instrumento de ruptura de la relación fiduciaria cuando non le es otorgada al
presidente. Tiene a su favor que la votación exige mayoría simple, pero la sanción política real se
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reduce a la moción de censura. La regulación legal es la siguiente:

– El Presidente de la Xunta, previa deliberación del Consello, puede plantear, por escrito, ante
el Parlamento la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración política
general.
– La cuestión de confianza no podrá votarse hasta transcurridas 24 horas desde su
presentación. El debate se desarrollará con sujeción a las mismas normas establecidas para
el debate de investidura.
– La confianza se entenderá otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de
Diputados.
– Si el Parlamento negase su confianza al Presidente de la Xunta se entenderá cesado y se
procederá a la elección de nuevo Presidente conforme a lo establecido en esta Ley.

3.c) Debate anual de política general.

Como forma de sumisión voluntaria al control parlamentario, la Xunta solicitará anualmente del
Parlamento, al comienzo de uno de los períodos ordinarios de sesiones, la celebración de un debate de
política general. Sin duda estos denominados debates sobre el Estado de la Autonomía (previstos en el
artículo 48 de la Ley Reguladora de la Xunta y su Presidencia) tienen una gran trascendencia política ya
que son retransmitidos por los medios de comunicación. Asimismo, téngase en cuenta que la Xunta de
Galicia puede remitir al Parlamento para su examen comunicaciones, programas, planes e informes, de
conformidad con lo establecido en los artículos 140 y siguientes del Reglamento del Parlamento de
Galicia

3.d) Las interpelaciones y las preguntas parlamentarias.

Ambas son formas ordinarias de control de la acción del Gobierno porque en ningún caso su
consecuencia será la retirada de la confianza parlamentaria, y únicamente pretenden conseguir
información, o trasladar al Gobierno la postura del Parlamento, o de algún grupo parlamentario, acerca
de un tema concreto.

Las interpelaciones pueden ser formuladas por los diputados o los grupos parlamentarios, a la
Xunta o a alguno de sus miembros, su forma de presentación siempre es escrita, ante la Mesa,
pudiendo versar sobre motivos o propósitos de actuación del ejecutivo en materias de política general o
cuestiones de acentuada relevancia. Si la Mesa considera que no reúne estas condiciones la devuelve
para su reconversión en pregunta. Se sustancian ante el pleno, con un turno de exposición por su autor,
contestación del ejecutivo y sendos turnos de réplica, tras los cuales pueden intervenir los
representantes de los grupos parlamentarios, excepto del que proceda la interpelación. Además, toda
interpelación puede dar lugar a una moción si la presenta el grupo interpelante o al que pertenezca el
diputado interpelante, en los tres días siguientes a su sustanciación ante el pleno. La moción se incluirá,
para su votación, en el orden del día de la siguiente sesión plenaria, pudiendo presentarse enmiendas
hasta seis horas antes de su comienzo.

En cambio, las preguntas parlamentarias sólo las pueden presentar los diputados, a la Xunta o
a cada uno de sus miembros, también por escrito ante la Mesa, que no la admitirá si es de exclusivo
interés de quien la presenta o de índole exclusivamente jurídica. Cabe solicitar que la respuesta sea
escrita u oral, ante el Pleno o en Comisión, y, a falta de indicación, se entenderán por escrito o en
comisión. El debate consistirá en una breve exposición por el que la presenta, la contestación por el
ejecutivo y los consiguientes turnos de réplica. Cuando se pretenda la respuesta oral ante el Pleno, tras
la concisa formulación de la pregunta por el diputado (sin que en ningún caso la formulación de la
pregunta pueda exceder de cinco minutos), contestará la Xunta. Aquel podrá intervenir a continuación
para replicar o preguntar, y, tras la nueva intervención de la Xunta, terminará el debate. Las preguntas
para respuesta oral en Comisión se tramitarán igual que las de Pleno, con la particularidad de que las
primeras intervenciones serán por tiempo de diez minutos y las de réplica de cinco. Podrán comparecer
para responderlas los/las conselleiros/as, directores/as generales o subdirectores/as generales de la
Administración autonómica. Concluido un período de sesiones, las preguntas orales pendientes se
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tramitarán como preguntas con respuesta por escrito que serán contestadas antes de la iniciación del
siguiente período de sesiones.

La contestación de las preguntas formuladas para su respuesta por la Xunta de Galicia por
escrito deberá realizarse dentro de los veinte días siguientes a su publicación, pudiendo prorrogarse
este plazo por petición motivada de la Xunta y por acuerdo de la Mesa del Parlamento por otro plazo de
hasta veinte días más.

3.e) Otras formas de control.

– El Parlamento y sus Comisiones y los Diputados, a través de la Presidencia del mismo,


podrán recabar la información y ayuda que precisen de la Xunta, de sus Conselleiros y de
cualquier otra autoridad de la Comunidad Autónoma.

– El Parlamento y sus Comisiones pueden reclamar la presencia de los Conselleiros y demás


altos cargos de la Comunidad Autónoma.

– Los Conselleiros tienen acceso a las sesiones del Parlamento y a las de sus Comisiones y la
facultad de hacerse oír en ellas. Ante las Comisiones podrán hacerse acompañar de altos
cargos o funcionarios de sus Consellerías y solicitar que éstos informen.

– Comisiones de investigación (artículo 52 RPG): El Pleno del Parlamento de Galicia, por


propuesta de la Xunta, de la Mesa, de dos grupos parlamentarios o de la quinta parte de los
diputados miembros de la Cámara, podrá acordar la creación de una Comisión de
investigación sobre cualquier asunto de interés público. Las conclusiones de estas
comisiones deberán plasmarse en un dictamen que será discutido en el Pleno de la Cámara.
Las conclusiones del mismo serán publicadas en el Boletín Oficial del Parlamento de Galicia
y comunicadas a la Xunta de Galicia, sin perjuicio de que la Mesa del Parlamento le dé
traslado de las mismas al Ministerio Fiscal para el ejercicio, cuando proceda, de las acciones
oportunas.

– Las proposiciones no de ley (artículos 161 y siguientes del Reglamento del Parlamento de
Galicia): Los grupos parlamentarios podrán presentar por escrito proposiciones no de ley a
través de las cuales le formulen propuestas de resolución a la Cámara. A la proposición no
de ley podrán presentar enmiendas los grupos parlamentarios hasta seis horas antes del
comienzo de la sesión del Pleno en la que se deba de debatir. Una vez concluidas estas
intervenciones, la proposición, con las enmiendas aceptadas por el proponente de aquella,
será sometida a votación.

(EAG: TÍTULO I) CAPÍTULO I. DEL PARLAMENTO


Artículo 10.
1. Son funciones del Parlamento de Galicia las siguientes:
a. Ejercer la potestad legislativa de la Comunidad Autónoma. El Parlamento sólo podrá delegar esta
potestad legislativa en la Xunta en los términos que establecen los artículos 82, 83 y 84 de la
Constitución para el supuesto de la delegación legislativa de las Cortes Generales al Gobierno, todo ello
en el marco del presente Estatuto.
b. Controlar la acción ejecutiva de la Xunta, aprobar los presupuestos y ejercer las otras competencias que
le sean atribuidas por la Constitución, por el presente Estatuto, por las Leyes del Estado y las del
Parlamento de Galicia.
c. Designar para cada legislatura de las Cortes Generales a los Senadores representantes de la Comunidad
Autónoma Gallega, de acuerdo con lo previsto en el artículo 69, apartado cinco, de la Constitución. Tal
designación se hará de forma proporcional a la representación de las distintas fuerzas políticas
existentes en el Parlamento de Galicia.
d. Elegir de entre sus miembros al Presidente de la Xunta de Galicia.
e. Exigir, en su caso, responsabilidad política a la Xunta y a su Presidente.
f. Solicitar del Gobierno la adopción de proyectos de Ley y presentar ante la Mesa del Congreso de los
Diputados proposiciones de Ley.

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g. Interponer recursos de inconstitucionalidad y personarse ante el Tribunal Constitucional en los
supuestos y en los términos previstos en la Constitución y en la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional.
2. El Parlamento de Galicia es inviolable.

Artículo 11.
1. El Parlamento estará constituido por Diputados elegidos por sufragio universal, igual, libre, directo y secreto.
2. El Parlamento será elegido por un plazo de cuatro años, de acuerdo con un sistema de representación
proporcional que asegure, además, la representación de las diversas zonas del territorio gallego.
3. Los miembros del Parlamento de Galicia serán inviolables por los votos y opiniones que emitan en el ejercicio
de su cargo. Durante su mandato no podrán ser detenidos ni retenidos por los actos delictivos cometidos en el
territorio de Galicia sino en caso de flagrante delito, correspondiendo decidir, en todo caso, sobre su
inculpación, prisión, procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Fuera de dicho territorio,
la responsabilidad penal será exigible, en los mismos términos, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
4. La circunscripción electoral será, en todo caso, la provincia.
5. Una Ley del Parlamento de Galicia determinará los plazos y regulará el procedimiento para elección de sus
miembros, fijando su número entre 60 y 80, y las causas de inelegibilidad e incompatibilidad que afecten a los
puestos o cargos que se desempeñen dentro del ámbito territorial de la Comunidad Autónoma.
6. El Parlamento, mediante Ley, podrá establecer un sistema para que los intereses del conjunto de los gallegos
residentes en el extranjero estén presentes en las decisiones de la Comunidad Autónoma.
7. Los Diputados no estarán sujetos a mandato imperativo.

Artículo 12.
1. El Parlamento elegirá de entre sus miembros un Presidente, la Mesa y una Diputación Permanente. El
Reglamento, que deberá ser aprobado por mayoría absoluta, regulará su composición, régimen y
funcionamiento.
2. El Parlamento de Galicia fijará su propio presupuesto.
3. El Parlamento funcionará en Pleno y en Comisiones, y se reunirá en sesiones ordinarias y extraordinarias.
4. El Reglamento precisará el número mínimo de Diputados para la formación de Grupos Parlamentarios, la
intervención de éstos en el proceso legislativo y las funciones de la Xunta de Portavoces de aquéllos. Los
Grupos Parlamentarios participarán en todas las Comisiones en proporción al número de sus miembros.

Artículo 13.
1. La iniciativa legislativa corresponde a los Diputados, al Parlamento y a la Xunta. La iniciativa popular para la
presentación de proposiciones de Ley que hayan de ser tramitadas por el Parlamento de Galicia se regulará por
éste mediante Ley de acuerdo con lo que establezca la Ley Orgánica prevista en el artículo 87.3 de la
Constitución.
2. Las Leyes de Galicia serán promulgadas en nombre del Rey por el Presidente de la Xunta y publicadas en el
Diario Oficial de Galicia y en el Boletín Oficial del Estado. A efectos de su entrada en vigor regirá la fecha de su
publicación en el Diario Oficial de Galicia.
3. El control de la constitucionalidad de las Leyes del Parlamento de Galicia corresponderá al Tribunal
Constitucional.

Artículo 14.
Corresponde a la Comunidad Autónoma la creación y organización mediante Ley de su Parlamento y con
respeto a la institución del Defensor del Pueblo establecida en el artículo 54 de la Constitución, de un órgano
similar que en coordinación con aquélla, ejerza las funciones a las que se refiere el mencionado artículo y
cualesquiera otras que el Parlamento de Galicia pueda encomendarle.

DISPOSICIÓN ADICIONAL Cuarta. La celebración de elecciones se atendrá a las Leyes que, en su caso,
aprueben las Cortes Generales con el exclusivo fin de coordinar el calendario de las diversas consultas
electorales.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS.
Primera. El primer Parlamento Gallego será elegido de acuerdo con las normas siguientes:
1. Previo acuerdo con el Gobierno, la Xunta Preautonómica de Galicia convocará las elecciones en el
término máximo de ciento veinte días desde la promulgación del presente Estatuto. Las elecciones
deberán celebrarse en el término máximo de sesenta días a partir de la fecha de la convocatoria.
2. La circunscripción electoral será la provincia, eligiéndose un total de setenta y un miembros, de los que
corresponderán a la provincia de La Coruña, veintidós; a la de Lugo, quince; a la de Orense, quince, y a
la de Pontevedra, diecinueve.
3. Los miembros del Parlamento gallego serán elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto, de
los mayores de dieciocho años, según un sistema de representación proporcional.
4. Las Xuntas Provinciales electorales tendrán, dentro de los límites de su respectiva jurisdicción, la
totalidad de las competencias que la normativa electoral vigente atribuye a la Xunta Central.
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Para los recursos que tuvieran por objeto la impugnación de la validez de la elección y proclamación de
los miembros electos será competente la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia
Territorial de La Coruña, hasta que quede integrada en el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que
también entenderá de los recursos o impugnaciones que procedan contra los acuerdos de las Xuntas
electorales provinciales.
Contra las resoluciones de dicha Sala de la Audiencia Territorial, no cabrá recurso alguno.
5. En todo lo no previsto en la presente disposición serán de aplicación las normas vigentes para las
elecciones legislativas al Congreso de los Diputados de las Cortes Generales.

Segunda. 1. En su primera reunión, el Parlamento gallego:


a. Se constituirá, presidido por una Mesa de edad, integrada por un Presidente y dos Secretarios, y
procederá a elegir la Mesa provisional, que estará compuesta por un Presidente, dos Vicepresidentes,
un Secretario y un Vicesecretario.
b. Elegirá sus Autoridades conforme a este Estatuto.
2. Elegidos los órganos de la Comunidad Autónoma gallega, se disolverán las Instituciones preautonómicas.

Tercera. Mientras las Cortes Generales no elaboren las Leyes a que este Estatuto se refiere y el Parlamento de
Galicia legisle sobre las materias de su competencia, continuarán en vigor las actuales Leyes y disposiciones del
Estado que se refieren a dichas materias, sin perjuicio de que su desarrollo legislativo, en su caso, y su
ejecución, se lleve a cabo por la Comunidad Autónoma gallega en los supuestos así previstos en este Estatuto.

LA XUNTA Y SU PRESIDENTE

1. LA XUNTA DE GALICIA.

Se considera estatutariamente a la Xunta como "el órgano colegiado de gobierno de Galicia”


(artículo 16.1 EAG). El artículo 1 de la Ley 1/1983, de la Xunta y su Presidencia, manifiesta, de manera
más amplia, que: "La Xunta es el órgano colegiado que, bajo la dirección del Presidente, dirige la
política general y la Administración de la Comunidad Autónoma. A tal fin, ejerce la iniciativa legislativa,
la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de conformidad con el Estatuto de Autonomía y las
Leyes". Esta declaración debe ponerse en conexión con el artículo 2.3 que, manifiesta, después de
mencionar quienes componen la Xunta: "Todos ellos constituyen conjunta y colegiadamente el
Consello, que ejercerá conforme a lo establecido en esta ley las atribuciones de la Xunta, sin perjuicio
de las competencias de las Comisiones Delegadas".

La Xunta es el órgano colegiado de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Galicia; es decir,


es el Consejo de Gobierno autonómico y, como tal, tiene una doble naturaleza, política y administrativa:
por una parte, en ella reside el Poder ejecutivo de la Comunidad autónoma y, por otra, ocupa el vértice
de la jerarquía de la Administración autonómica. Su regulación se encuentra en la Ley Orgánica 1/1981,
del 6 de abril, del Estatuto de Autonomía para Galicia, y en la Ley 1/ 1983, de 22 de febrero, Reguladora
de la Xunta y de su Presidencia, modificada en varias ocasiones para establecer determinados
principios básicos de la organización y funcionamiento administrativo, pero sin perder su carácter de
reguladora de instituciones y órganos políticos. Al frente de la Xunta está su Presidente/a, quien dirige la
política general y la Administración de la Comunidad Autónoma y, a tal fin, ejerce la iniciativa legislativa,
la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de conformidad con el Estatuto de Autonomía y las
Leyes.

La Xunta o Gobierno de Galicia está compuesta por el Presidente, el Vicepresidente (o


Vicepresidentes, en su caso) y los Conselleiros. Todos ellos constituyen, conjunta y colegiadamente el
Consello o Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma.

– El PRESIDENTE es el jefe del poder ejecutivo de la Comunidad Autónoma,


correspondiéndole la dirección de la Xunta o Gobierno y de la Administración Autonómica.
– El VICEPRESIDENTE (o Vicepresidentes) es la autoridad política a la que corresponde
sustituir al Presidente de la Xunta en los casos determinados por la ley y en aquellas
funciones que le delegue el Presidente. Su nombramiento y cese corresponde al propio
Presidente. En el supuesto de que haya varios Vicepresidentes, uno de ellos tendrá la

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condición de Vicepresidente primero, con las facultades que la Ley le atribuye (artículo 2.2,
en conexión con el 33 de la LXP).
– Los CONSELLEIROS ostentan la doble condición de miembros del gobierno y de jefes
superiores de los Departamentos o Consellerías en que se divide la Administración
Autonómica. En relación con sus atribuciones pueden distinguirse:
 Funciones de iniciativa normativa en relación con los anteproyectos de Ley y de los
proyectos de Decreto en materias propias de su Departamento y, en particular, con el
anteproyecto de presupuesto de gastos de la Consellería; y
 Funciones administrativas, entre las que destacan iniciativa y dirección en todos los
asuntos y materias relativas al ramo de la Consellería; proponer al Consello
nombramiento y cese del personal de la Consellería; dirección e inspección de los
servicios de la Consellería; firma de contratos y convenios o acuerdos; disposición de
gastos del Departamento; resolución de los recursos administrativos cuya decisión le
corresponda legalmente, etc.

Por último, hay que señalar que la reforma producida en la LXP por la Ley 2/2007 ha introducido
un párrafo final a su artículo 2, relacionado con la igualdad en su composición, según el cual “En la
composición de la Xunta deberá respetarse el principio de equilibrio por sexos, en una proporción entre
cada uno de ellos que ha de concretar el Parlamento al inicio de cada legislatura”. A esto añade la
disposición transitoria 4ª que “Mientras el Parlamento de Galicia no adopte la resolución prevista en el
artículo 2, párrafo cuarto, de la presente Ley, el porcentaje del sexo menos representado en el Consello
de la Xunta de Galicia no puede ser inferior al 40 %”.

Según el Decreto 146/2016 del 13 de noviembre, por el que se establece la última estructura
orgánica de la Xunta de Galicia, la Xunta de Galicia estará integrada por los departamentos que a
continuación se relacionan:

– Vicepresidencia y Consellería de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia.


– Consellería de Hacienda.
– Consellería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
– Consellería de Infraestructuras y Vivienda.
– Consellería de Economía, Empleo e Industria.
– Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria.
– Consellería de Sanidad.
– Consellería de Política Social.
– Consellería del Medio Rural
– Consellería del Mar.

Las atribuciones de la Xunta se enumeran en el artículo 4 de la LXP que se contiene al final de


este apartado, pudiendo ser sistematizadas en los siguientes grupos: función de dirección de impulso
político, función normativa, función arbitral y función ejecutiva. Las funciones ejecutivas de la Xunta
se concretan en las actividades de iniciativa, impulso y coordinación (sujetas exclusivamente a la
exigencia de responsabilidad política por el control parlamentario, que será solidaria, sin perjuicio de la
responsabilidad directa de cada uno de sus miembros por su gestión – artículo 17.1 del Estatuto de
Autonomía –). Por el contrario, las funciones administrativas (incluidas las normativas) son las
vinculadas con la gestión y, a diferencia de las anteriores, podrán ser enjuiciadas, en el ámbito del
territorio de la comunidad, por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, según lo establecido en el
artículo 18 del Estatuto de Autonomía.

Las atribuciones de la Xunta serán ejercidas por el Consello, órgano colegiado que someterá su
funcionamiento a los principios de unidad, colegialidad, participación y coordinación. El Consello
designará de entre sus miembros un Secretario que dará fe de sus acuerdos y de los de las Comisiones
Delegadas y librará, cuando proceda, certificación de estos. Las reuniones del Consello serán
convocadas por el Presidente de la Xunta. El Secretario del Consello (función que desempeña el
miembro del mismo que sea designado al efecto de entre ellos) elaborará los correspondientes órdenes

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del día, de acuerdo con las instrucciones que reciba del Presidente. Para la válida constitución del
Consello será necesario que asista el Presidente – o la persona que le sustituya – y, al menos, la mitad
de sus miembros. Las reuniones del Consello son secretas. Por ello, sus miembros están obligados a
guardar secreto sobre las deliberaciones, las opiniones manifestadas y los votos emitidos.

Además, la Xunta podrá crear en su seno Comisiones Delegadas para coordinar la elaboración
de directrices y disposiciones, programar la política sectorial, examinar asuntos de interés
interdepartamental y preparar las reuniones del Consello. En el régimen general de funcionamiento de
las Comisiones habrá de ajustarse a los criterios establecidos en esta ley para el Consello. En todo
caso, el Decreto de creación de una Comisión Delegada deberá contener la composición y Presidencia
de esta y las competencias asignadas. Para el buen orden de sus trabajos y para la preparación de los
acuerdos que deban de adoptarse, el Consello de la Xunta de Galicia aprobó por Decreto del 25 de
mayo de 1984 su Reglamento de régimen interior, modificado por el Decreto del 25 de marzo de 1994.

El Presidente de la Xunta será elegido por el Parlamento Gallego de entre sus miembros y
será nombrado por el Rey (artículo 15 LXP). Por su parte, el Vicepresidente (o Vicepresidentes) y los
Conselleiros serán nombrados y cesados por el Presidente de la Xunta (artículo 27 LXP). El cese del/a
Presidente/a de la Xunta comporta el de todos los miembros de esta, aunque la Xunta cesante
continuará en funciones hasta la toma de posesión de la nueva Xunta (artículo 29 de la Ley de la Xunta
y de su Presidencia). Además del cese individual de cada uno de los miembros del Gobierno, que se
producirá por libre iniciativa y decisión del Presidente, el cese de la Xunta, en cuanto equipo de
gobierno, se produciría (artículos 21 y 29 LXP):

 Tras la celebración de elecciones al Parlamento gallego.


 Por pérdida de la confianza parlamentaria.
 Por dimisión del Presidente.
 Por fallecimiento del Presidente.
 Por incapacidad del Presidente.

Cualquiera que sea la causa del cese del gobierno, la Xunta cesante continuará en funciones
hasta la toma de posesión de la nueva Xunta. La duración o permanencia en el ejercicio de sus
funciones de la Xunta "en funciones" depende del tiempo que el Parlamento tarde en investir de su
confianza a un nuevo Presidente de la Xunta. En todo caso, la más compleja cuestión que suscita esta
figura de la Xunta “en funciones” es la de sus atribuciones. Se admite de un modo generalizado que un
ejecutivo de esta naturaleza está capacitado tan sólo para la adopción de cuantas decisiones exija la
gestión ordinaria de los asuntos públicos, de modo que la compleja maquinaria administrativa no pueda
quedar paralizada.

Puede hablarse de un triple orden de responsabilidades de la Xunta y de los miembros que la


integran:

 Política. La Xunta de Galicia responde políticamente ante el Parlamento de forma solidaria,


sin perjuicio de la responsabilidad directa de cada uno de sus componentes por su gestión
(artículo 17.1 EAG). Esta determinación estatutaria no es sino la derivación obligada de la
previsión constitucional del artículo 152.1, así el Presidente de la Comunidad Autónoma y
los miembros del Consejo de Gobierno de la misma serán políticamente responsables ante
la Asamblea. Esa responsabilidad política solidaria de la Xunta se exige a través de dos
mecanismos:

 La moción de censura (artículos 45 y 46 LXP). Es de tipo “constructivo”, pues está


dirigida no sólo a destituir al Presidente, sino, al mismo tiempo, a nombrar uno nuevo.
Debe estar firmada por un quinto de los diputados al menos y contener el nombre de un
candidato a la Presidencia de la Xunta. Se tramita después de cinco días desde su
presentación y en los primeros dos días es posible presentar otras mociones de censura
alternativas. Para que sea aprobada hace falta el voto favorable de la mayoría absoluta
de los miembros del Parlamento.
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 La cuestión de confianza (artículo 47 LXP). Es presentada libremente por el Presidente
para pedir la confianza del Parlamento sobre su programa o sobre una declaración de
política general. Para preservar los derechos de enmienda del Parlamento, no están
permitidas las cuestiones de confianza sobre leyes. Si no obtiene la confianza del
Parlamento por mayoría simple, el Presidente cesa en su cargo y se debe proceder a
elegir uno nuevo.

 Penal. El Presidente y los demás miembros de la Xunta, durante su mandato y por los actos
delictivos cometidos en el territorio de Galicia no podrán ser detenidos ni retenidos sino en
caso de flagrante delito, correspondiendo decidir en todo caso sobre su inculpación, prisión,
procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Fuera de dicho territorio la
responsabilidad penal será exigible en los mismos términos ante la Sala de lo Penal del
Tribunal Supremo (artículo 14 y 32 LXP). Las actuaciones de la Xunta pueden ser
perseguidas cuando constituyan algunos de los delitos previstos en el Código Penal
(prevaricación, cohecho, etc.), sin prejuicio de los fueros especiales mencionados
reconocidos a sus miembros.

 Patrimonial. De las demandas de responsabilidad civil, por hechos cometidos en el ejercicio


de sus respectivos cargos, dirigidas contra el Presidente y miembros del Consejo de
Gobierno de la Comunidad Autónoma, conocerá en única instancia la Sala de lo Civil y
Penal del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, cuando tal atribución no corresponda,
según los Estatutos de Autonomía al Tribunal Supremo. Además, la Xunta está sujeta al
régimen de responsabilidad patrimonial de la Administración establecido en el artículo 106.2
de la Constitución, que prevé que “los particulares, en los términos establecidos por la ley,
tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquier de sus bienes y
derechos, menos en casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del
funcionamiento de los servicios públicos”. El desarrollo de este tipo de responsabilidad se
encuentra en el capítulo IV del título preliminar de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de
régimen jurídico del sector público.

2. EL PRESIDENTE DE LA XUNTA DE GALICIA.

De acuerdo con el artículo 15.1 del EAG, "el Presidente de la Xunta ostenta la suprema
representación de la Comunidad Autónoma y la ordinaria del Estado de Galicia" y, al mismo tiempo,
"dirige y coordina la acción de la Xunta o Gobierno”. Desempeña, por tanto, una doble función principal:

 Como jefe del ejecutivo, ejerce la superior dirección del Gobierno y de la Administración y
coordina la acción de la Xunta, tanto en la esfera política como administrativa. Desde esta
perspectiva, hay que resaltar que el Presidente no se sitúa en una posición jerárquica
superior respecto a los miembros de su Gobierno cuando se reúne el Consello para la
adopción de acuerdos, disponiendo tan solo de voto dirimente.

 Como alta magistratura institucional, ostentará la representación (suprema) de la


Comunidad Autónoma y la ordinaria del Estado en Galicia. En consideración a esta alta
representación institucional, el Presidente de la Xunta va a poder gozar de preeminencia y
de un tratamiento honorífico singular, así como de determinados privilegios y derechos, de
entre los que destacan los siguientes:
 La preeminencia que, de acuerdo con la alta representación de la Comunidad Autónoma
y con la ordinaria del Estado en Galicia, le corresponde.
 Derecho a que se le rindan los honores que le correspondan de acuerdo con la
legislación vigente.
 Derecho a recibir el tratamiento de Excelencia.
 Derecho a utilizar la bandera de Galicia como guión.
 Derecho a ocupar la residencia oficial que se establezca, con la correspondiente dotación
de personal y servicios.
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 Derecho a recibir la remuneración y gastos de representación que se establezcan en el
Parlamento y figuren en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma.
 Derecho a recibir con carácter vitalicio el tratamiento de excelentísimo señor y los
honores protocolarios y precedencias establecidas en la legislación vigente.

Los ex – presidentes tendrán derecho a percibir, durante el período de dos años posteriores al
cese, las compensaciones económicas que se establezcan por Decreto de la Xunta. Asimismo, tras la
reforma realizada por la Ley 12/2007, de 27 de julio, por la que se modifica la LXP, tendrán derecho por
un periodo de cuatro años adicionales, si tuvieron la condición de presidenta o presidente durante
cuatro o menos años, o por un periodo de diez años adicionales, si tuvieron la condición de presidenta o
presidente durante más de cuatro años, a los medios y servicios que se establezcan por decreto de la
Xunta. Este derecho será incompatible con la condición de miembro nato del Consello Consultivo de
Galicia (opción que les ha concedido esa misma reforma) o con el ejercicio de un cargo público que
otorgue una prestación de medios y servicios de análoga naturaleza. No obstante, la Xunta de Galicia
podrá prestar a las ex presidentas y ex presidentes los medios materiales de apoyo precisos para el
ejercicio de las funciones inherentes a su condición por un periodo de tiempo superior a lo establecido
en el párrafo anterior. El régimen de los ex-Presidentes de la Xunta está regulado en la actualidad por el
Decreto de la Xunta de Galicia 211/2007, de 25 de octubre.

En lo referente al régimen de incompatibilidades del Presidente, cabe señalar que no puede


ejercer ninguna otra función pública que no derive de su cargo, ni actividad profesional o mercantil
alguna, o cualquier otra que pudiese menguar la independencia o dignidad de su función. Conviene
resaltar la plena compatibilidad entre el ejercicio del mandato parlamentario y el cargo de Presidente de
la Xunta. Estas incompatibilidades se establecen en el artículo 12 de la LXP y en la Ley del Parlamento
de Galicia 1/2016, de 18 de enero, de transparencia y buen gobierno. En virtud de esta última ley, se le
prohíbe el ejercicio de actividades públicas y privadas (artículo 39), con las excepciones que la propia
Ley establece (artículos 40 al 42). Así, son compatibles con el cargo de Presidente de la Xunta ciertas
actividades públicas (cargo de diputado del Parlamento de Galicia, docencia en régimen de tiempo
parcial, representación de la Xunta en los órganos colegiados o en los consejos de administración de
organismos o empresas con capital público o de entidades de derecho público, etc.) y privadas
(administración del patrimonio personal o familiar, actividades de producción y creación literaria,
artística, científica o técnica y las publicaciones derivadas de aquéllas, etc.). Asimismo, el artículo 43 de
la Ley de transparencia y buen gobierno establece el deber de todos los altos cargos de evitar, en todo
caso, la influencia de sus intereses personales en el ejercicio de sus funciones y responsabilidades por
suponerles un beneficio o perjuicio.

Para el control del cumplimiento del régimen de incompatibilidades y conflicto de intereses se


establece la obligación de hacer declaración de actividades y de bienes patrimoniales (artículo 47 de la
Ley de transparencia y buen gobierno), y se constituyen dos registros, uno de actividades de altos
cargos y otro de bienes patrimoniales de altos cargos, donde se inscribirán las correspondientes
declaraciones (artículo 49). Las conductas contrarias a las obligaciones impuestas en la Ley
transparencia y buen gobierno son sancionables en los términos previstos en el título III de la misma.

La responsabilidad política del Presidente o Presidenta de la Xunta ante el Parlamento será


exigible en los términos establecidos en el Estatuto de Autonomía, en el Reglamento de la Cámara y en
la Ley 1/ 1983, de 22 de febrero, Reguladora de la Xunta y de su Presidencia. Durante su mandato, y
por los actos delictivos cometidos en el territorio de Galicia, no podrá ser detenido ni retenido sino que
en caso de flagrante delito, no corresponde decidir, en todo caso, sobre su inculpación, prisión,
procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Fuera de dicho territorio la
responsabilidad penal será exigible en los mismos términos ante la Sala del Penal del Tribunal
Supremo.

El Presidente de la Xunta será elegido por el Parlamento Gallego de entre sus miembros de
acuerdo con un procedimiento que guarda gran similitud con el establecido por la Constitución para el
nombramiento del Presidente del Gobierno:

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– El Presidente del Parlamento, previa consulta con las fuerzas políticas representadas
parlamentariamente y oída la Mesa, propondrá un candidato a la Presidencia de la Xunta en
el plazo de treinta días desde la constitución del Parlamento o desde el cese del Presidente
– El candidato presentará su programa al Parlamento. Para ser elegido, el candidato deberá
obtener en primera votación mayoría absoluta. De no obtenerla, se procederá a una nueva
votación 24 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada se obtuviere
mayoría simple. Caso de no conseguir dicha mayoría, se tramitarán sucesivas propuestas en
la forma prevista anteriormente.
– Si transcurriesen dos meses a partir de la primera votación de investidura sin que ningún
candidato propuesto hubiere obtenido la confianza del Parlamento, éste quedará disuelto y
se procederá a la convocatoria de nuevas elecciones.
– Si el Parlamento otorga su confianza al candidato, el Presidente lo comunicará al Rey para
su nombramiento, el cual se realizará mediante Real Decreto que se publicará en el BOE y
en el DOG.
– El Presidente elegido tomará posesión de su cargo dentro de los 5 días siguientes al de la
publicación de su nombramiento.

El Presidente, y con él el resto de los miembros de la Xunta, cesa:

 Tras la celebración de elecciones autonómicas.


 En los casos de pérdida de la confianza parlamentaria (moción de censura o cuestión de
confianza).
 Por dimisión.
 Por fallecimiento.
 Por incapacidad apreciada por el Parlamento.

En los supuestos de fallecimiento o incapacidad, el Presidente será sustituido por los


Vicepresidentes y, a falta de estos, por el Conselleiro que más tiempo lleve perteneciendo a la Xunta y,
en caso de igualdad, por el Conselleiro de más edad. En los restantes supuestos, el Presidente de la
Xunta continuará en el ejercicio del cargo hasta la toma de posesión del nuevo Presidente; salvo que la
causa de cese de la Xunta sea la aprobación de una moción de censura pues ésta produciría la
investidura automática del candidato incluido en la misma.

Las atribuciones del Presidente de la Xunta pueden esquematizarse, en síntesis, así:

 Funciones representativas. Dentro de este bloque pueden diferenciarse, a su vez, las que
le corresponden como supremo representante de la Comunidad Autónoma (artículo 24 LXP), de
aquellas otras que le corresponden como representante ordinario del Estado en Galicia (art. 25 LXP).

 Funciones de gobierno. En el conjunto de estas atribuciones hay que resaltar la disolución


del Parlamento, que le corresponde al Presidente, bajo su exclusiva responsabilidad y tras la
deliberación del Consello de la Xunta, mediante Decreto que fijará la fecha de las elecciones. Esta
facultad no se podrá ejercer hasta que haya transcurrido un año desde la última disolución (artículo 24
LXP). Plantea ante al Parlamento, previa deliberación de Consello de la Xunta, la cuestión de confianza;
facilita a aquél la información y documentación que recabe de la Xunta; puede solicitar que se reúna en
sesión extraordinaria y celebre un debate general (artículo 26 LXP).

 Funciones de dirección y coordinación de las actividades de la Xunta. Se enumeran en


el artículo 26 de la LXP. En definitiva, de las atribuciones que le competen al Presidente de la Xunta se
desprende el inequívoco liderazgo que el ordenamiento jurídico autonómico, de modo similar a lo ocurre
que con el Presidente del Gobierno en el marco del ordenamiento jurídico estatal. Tiene la facultad de
crear, modificar o suprimir Vicepresidencias y Consellerías, y de nombrar y destituir a los titulares de las
mismas, así como de designar los sustitutos temporales de estos cargos; convoca, preside, suspende y
levanta las reuniones del Consejo de la Xunta y de sus Comisiones delegadas; dirige y coordina la

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acción de gobierno y asegura su continuidad; y nombra los cinco miembros electivos del Consello
consultivo de Galicia (artículo 3.2 de la Ley 3/2014, de 24 de abril, del Consello consultivo de Galicia).

 Funciones legislativas. Presenta al Parlamento los proyectos de ley, por sí mismo o a


través del miembro de la Xunta que designe (artículo 26.9 de la Ley reguladora de la Xunta y de su
presidencia); y promulga, en nombre del Rey, las leyes y los decretos legislativos de Galicia y ordena su
publicación oficial (artículo 24).

CAPÍTULO II. DE LA XUNTA Y DE SU PRESIDENTE (EAG: TÍTULO I)


Artículo 15.
1. El Presidente dirige y coordina la acción de la Xunta y ostenta la representación de la Comunidad Autónoma
y la ordinaria del Estado en Galicia.
2. El Presidente de la Xunta será elegido por el Parlamento Gallego de entre sus miembros y será nombrado por
el Rey.
3. El Presidente del Parlamento, previa consulta con las fuerzas políticas representadas parlamentariamente, y
oída la Mesa, propondrá un candidato a Presidente de la Xunta.
El candidato presentará su programa al Parlamento. Para ser elegido, el candidato deberá, en primera votación,
obtener mayoría absoluta, de no obtenerla se procederá a una nueva votación veinticuatro horas después de la
anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviera mayoría simple. Caso de no conseguirse dicha
mayoría, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista anteriormente.
4. El Presidente de la Xunta será políticamente responsable ante el Parlamento. Una Ley de Galicia determinará
el alcance de tal responsabilidad, así como el Estatuto personal y atribuciones del Presidente.

Artículo 16.
1. La Xunta es el órgano colegiado de Gobierno de Galicia.
2. La Xunta de Galicia está compuesta por el Presidente, Vicepresidente o Vicepresidentes, en su caso, y los
Consejeros.
3. Los Vicepresidentes y los Consejeros serán nombrados y cesados por el Presidente.
4. Una Ley de Galicia regulará la organización de la Xunta y las atribuciones y el Estatuto personal de sus
componentes.

Artículo 17.
1. La Xunta de Galicia responde políticamente ante el Parlamento de forma solidaria, sin perjuicio de la
responsabilidad directa de cada uno de sus componentes por su gestión.
2. La Xunta cesa tras la celebración de elecciones al Parlamento gallego en los casos de pérdida de la confianza
parlamentaria, dimisión y fallecimiento de su Presidente.
3. La Xunta cesante continuará en funciones hasta la toma de posesión de la nueva Xunta.

Artículo 18.
El Presidente y los demás miembros de la Xunta, durante su mandato y por los actos delictivos cometidos en el
territorio de Galicia, no podrán ser detenidos ni retenidos sino en caso de flagrante delito, correspondiendo
decidir, en todo caso, sobre su inculpación, prisión, procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de
Galicia. Fuera de dicho territorio la responsabilidad penal será exigible en los mismos términos ante la Sala de
lo Penal del Tribunal Supremo.

Artículo 19.
La Xunta de Galicia podrá interponer recursos de inconstitucionalidad y personarse ante el Tribunal
Constitucional en los supuestos y términos previstos en la Constitución y en la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional.

DISPOSICIÓN ADICIONAL Tercera. 1. La Xunta coordinará la actividad de las Diputaciones Provinciales de


Galicia en cuanto afecte directamente al interés general de la Comunidad Autónoma, y a estos efectos se unirán
los presupuestos que aquéllas elaboren y aprueben al de la Xunta de Galicia.
2. La Xunta podrá encomendar la ejecución de sus acuerdos a las Diputaciones Provinciales. Estas ejercerán las
funciones que la Xunta les transfiera o delegue.

Ley 1/1983, de 22 de febrero, de normas reguladoras de la Xunta y de su presidencia

Sumario:
- TÍTULO I. DE LA XUNTA.
o CAPÍTULO I. DE LA NATURALEZA Y COMPOSICIÓN DE LA XUNTA. (Arts. 1 al 3)
o CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES DE LA XUNTA. (Art. 4)
o CAPÍTULO III. DEL FUNCIONAMIENTO DE LA XUNTA. (Arts. 5 al 9)
- TÍTULO II. DEL PRESIDENTE DE LA XUNTA.
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o CAPÍTULO I. DEL ESTATUTO PERSONAL, ELECCIÓN Y CESE.
 SECCIÓN I. DEL ESTATUTO PERSONAL. (Arts. 10 al 14)
 SECCIÓN II. DE LA ELECCIÓN Y CESE. (Arts. 15 al 23)
o CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES. (Arts. 24 al 26)
- TÍTULO III. DE LOS MIEMBROS DE LA XUNTA.
o CAPÍTULO I. DEL ESTATUTO PERSONAL, NOMBRAMIENTO Y CESE. (Arts. 27 al 32)
o CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES. (Arts. 33 al 35)
- TÍTULO IV. ORGANIZACIÓN Y RÉGIMEN JURÍDICO. (Arts. 36 al 44)
- TÍTULO V. DE LAS RELACIONES DE LA XUNTA CON EL PARLAMENTO.
o CAPÍTULO I. DEL CONTROL PARLAMENTARIO.
 SECCIÓN I. DE LA MOCIÓN DE CENSURA. (Arts. 45 y 46)
 SECCIÓN II. DE LA CUESTIÓN DE CONFIANZA. (Art. 47)
 SECCIÓN III . DEL IMPULSO Y CONTROL DE LA ACCIÓN POLÍTICA DEL
GOBIERNO. (Art. 48)
 SECCIÓN IV . DE OTRAS FORMAS DE CONTROL. (Arts. 49 al 52)
o CAPÍTULO II. DELEGACIÓN LEGISLATIVA. (Arts. 53 al 57)
- 4 DISPOSICIONES TRANSITORIAS
- 2 DISPOSICIONES FINALES
TÍTULO I. DE LA XUNTA.
CAPÍTULO I. DE LA NATURALEZA Y COMPOSICIÓN DE LA XUNTA.
Artículo 1.
La Xunta es el órgano colegiado que, bajo la Dirección de su presidente, dirige la política general y la
administración de la Comunidad Autónoma. A tal fin, ejerce la iniciativa legislativa, la función ejecutiva y la
potestad reglamentaria de conformidad con el Estatuto de Autonomía y las leyes.

Artículo 2.
La Xunta de Galicia está compuesta por el Presidente, Vicepresidente o Vicepresidentes -en su caso- y los
Conselleiros.
En el supuesto de que haya varios Vicepresidentes, uno de ellos tendrá la condición de Vicepresidente primero
con las facultades que esta Ley le atribuye.
Todos ellos constituyen conjunta y colegiadamente el Consello, que ejercerá, conforme a lo establecido en esta
Ley, las atribuciones de la Xunta, sin perjuicio de las competencias de las comisiones delegadas.
En la composición de la Xunta deberá respetarse el principio de equilibrio por sexos, en una proporción entre
cada uno de ellos que ha de concretar el Parlamento al inicio de cada legislatura.

Artículo 3.
La Xunta de Galicia responde políticamente ante el parlamento de forma solidaria, sin perjuicio de la
responsabilidad directa de cada uno de sus componentes por su gestión.

CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES DE LA XUNTA.


Artículo 4.
Corresponde a la Xunta:
1. Establecer las directrices y desarrollar el programa de Gobierno.
2. Elaborar los presupuestos de la Comunidad Autónoma, remitirlo al Parlamento para su aprobación.
3. Aprobar los proyectos de Ley para su remisión al Parlamento y acordar en su caso su retirada.
4. Dictar Decretos Legislativos en los supuestos de delegación expresa del Parlamento.
5. Otorgar o denegar su conformidad a la tramitación de proposiciones de Ley que supongan aumento de
los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios, en los términos previstos en el Reglamento
del Parlamento.
6. Aprobar los reglamentos para el desarrollo y ejecución de las leyes de Galicia así como los de las leyes
del Estado, cuando la competencia de ejecución corresponda a la Comunidad Autónoma en virtud del
Estatuto de Autonomía o por delegación o transferencia.
7. Adoptar, en su caso, las medidas reglamentarias que requiriese la ejecución de los tratados y convenios
internacionales y el cumplimiento de los reglamentos y directrices derivadas de aquellos, en lo que
afecte a materias atribuidas a la competencia de la Comunidad Autónoma.
8. Aprobar y remitir al parlamento los proyectos de convenios y acuerdos de cooperación con otras
comunidades autónomas para la ratificación o aprobación, en su caso.
9. Acordar la interposición de recursos de inconstitucionalidad, así como el personarse en las cuestiones
de inconstitucionalidad que afecten a Galicia y el planteamiento de conflictos de competencias ante el
Tribunal constitucional.
10. Deliberar sobre la cuestión de confianza que el Presidente de la Xunta proponga plantear al parlamento,
así como sobre la disolución de la cámara, que el Presidente puede decretar, al amparo del artículo 24
de la presente Ley.
11. Resolver los recursos en vía administrativa en los casos previstos por las leyes.
12. Resolver mediante decreto los conflictos de atribuciones que se susciten entre las diversas Consellerías.
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13. Nombrar y destituir, a propuesta de quien ostente la titularidad de las consejerías respectivas, a los
altos cargos de la Administración pública gallega de rango igual o superior a dirección general, así como
a aquellos otros que legalmente se establezca. En los nombramientos se atenderá al principio de
equilibrio por sexos, de acuerdo con los porcentajes y estructura que determine la propia Xunta.
14. Crear, modificar y suprimir las comisiones delegadas de la Xunta.
15. Determinar la estructura orgánica superior de la Vicepresidencia o Vicepresidencias y de las Consellerías
de la Xunta de Galicia.
16. Designar los representantes de la Comunidad Autónoma en los organismos económicos, instituciones
financieras y empresas públicas del Estado a que se refiere el artículo 55 del Estatuto de Autonomía
(citado). Del mismo modo, supervisar, de acuerdo con la Ley, la gestión de los servicios públicos y del
entes y empresas públicas dependientes de la comunidad autónoma, y administrar el patrimonio de la
misma con sujeción a los dispuesto en la Ley.
17. Coordinar la actividad de las diputaciones provinciales, en cuanto afecte directamente al interés general
de la Comunidad Autónoma, y acordar la transferencia o delegación de funciones en las mismas. Del
ejercicio de estas competencias se dará cuenta al parlamento.
18. Tomar conocimiento de las resoluciones del parlamento y adoptar, en su caso, las medidas que
proceden.
19. Garantizar y promover la aplicación del principio de igualdad por razón de sexo en todas las políticas
que corresponda desarrollar a la Xunta de Galicia.
20. Cualquier otra atribución que le venga conferida por alguna disposición legal o reglamentaria y, en
general, deliberar acerca de aquellos asuntos cuya resolución deba revestir la forma de decreto o que,
por su importancia y repercusión en la vida de la Comunidad Autónoma, exijan el conocimiento o
deliberación de la Xunta.

CAPÍTULO III. DEL FUNCIONAMIENTO DE LA XUNTA.


Artículo 5.
La Xunta se reúne en Consello, que someterá su funcionamiento a los principios de unidad, colegialidad,
participación y coordinación.

Artículo 6.
Las atribuciones de la Xunta serán ejercidas por el Consello. El Consello designará de entre sus miembros un
Secretario que dará fe de sus acuerdos y de los de las comisiones delegadas y librará, cuando proceda,
certificación de los mismos.

Artículo 7.
1. El Consello será convocado por el Presidente de la Xunta. A la convocatoria se adjuntará el orden del día, que
será conformado por el Secretario de acuerdo con las instrucciones del Presidente.
2. El Consello se entenderá válidamente constituido cuando asista el Presidente o quien lo sustituya, y, al
menos, la mitad de sus miembros.
3. Los miembros del Consello están obligados a guardar secreto sobre las deliberaciones de aquel, las opiniones
y, en su caso, los votos emitidos.
Los documentos e informes que se presenten al Consello, hasta que este los haga públicos, tendrán carácter
reservado.

Artículo 8.
La Xunta podrá crear en su seno comisiones delegadas para coordinar la elaboración de directrices y
disposiciones, programar la política sectorial, examinar asuntos de interés interdepartamental y preparar las
reuniones del Consello.
El régimen general de funcionamiento de las comisiones, habrá de ajustarse a los criterios establecidos en esta
Ley para el Consello.
En todo caso el decreto de creación de una comisión delegada deberá contener la composición y presidencia de
la misma y las competencias asignadas.

Artículo 9.
El Consello establecerá las normas internas que se precisen para el buen orden de sus trabajos y para la
adecuada preparación de los acuerdos que hayan de adoptarse, mediante un reglamento de régimen interior
que habrá de ajustarse a los términos de la presente Ley.

TÍTULO II. DEL PRESIDENTE DE LA XUNTA.


CAPÍTULO I. DEL ESTATUTO PERSONAL, ELECCIÓN Y CESE.
SECCIÓN I. DEL ESTATUTO PERSONAL.
Artículo 10.
El presidente de la Xunta ostenta la suprema representación de la Comunidad Autónoma y la ordinaria del
Estado en Galicia. Dirige y coordina la acción de la Xunta o Gobierno.

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Artículo 11.
El presidente de la Xunta en razón de su cargo tiene derecho a:
1. La preeminencia que, con arreglo a la alta representación de la Comunidad Autónoma y a la ordinaria
del Estado en Galicia, le corresponde.
2. Que le sean rendidos los honores que le correspondan con arreglo a lo que se establece en la legalidad
vigente y lo que acuerde la Comunidad Autónoma.
3. Recibir el tratamiento de excelencia.
4. Utilizar la bandera de Galicia como guión.
5. Ocupar la residencia oficial que se establezca, con la correspondiente dotación de personal y servicios.
6. Percibir la remuneración y gastos de representación que se establezcan por el parlamento de Galicia y
figuren en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma.
7. Recibir con carácter vitalicio el tratamiento de Excelentísimo Señor y los honores protocolarios y las
precedencias establecidas en la legislación vigente y en la que, en su caso, dicte la comunidad
autónoma.
Las ex presidentas y ex presidentes tendrán derecho a percibir, durante dos años desde la fecha de su
cese, las compensaciones económicas que se establezcan por decreto de la Xunta de Galicia.
Asimismo, tendrán derecho por un periodo de cuatro años adicionales, si tuvieron la condición de
presidenta o presidente durante cuatro o menos años, o por un periodo de diez años adicionales, si
tuvieron la condición de presidenta o presidente durante más de cuatro años, a los medios y servicios
que se establezcan por decreto de la Xunta. Este derecho será incompatible con la condición de
miembro nato del Consejo Consultivo de Galicia o con el ejercicio de un cargo público que otorgue una
prestación de medios y servicios de análoga naturaleza.
No obstante, la Xunta de Galicia podrá prestar a las ex presidentas y ex presidentes los medios
materiales de apoyo precisos para el ejercicio de las funciones inherentes a su condición por un periodo
de tiempo superior a lo establecido en el párrafo anterior.

Artículo 12.
El Presidente de la Xunta no podrá ejercer ninguna función pública que no se derive de su cargo, ni actividad o
mercantil profesional o cualesquiera otras que pudiesen menoscabar la independencia y dignidad de su función.
En cuanto a las funciones representativas propias del mandato parlamentario, habrá que atenerse a lo
dispuesto en el artículo 6 de la Ley de Galicia 8/1985, de 13 de agosto, de elecciones al Parlamento de Galicia.

Artículo 13.
La responsabilidad política del presidente de la Xunta ante el parlamento será exigible en los términos
establecidos en el Estatuto de Autonomía, en el reglamento de la cámara y en la presente Ley.

Artículo 14.
Durante su mandato y por los actos delictivos cometidos en el territorio de Galicia no podrá ser detenido ni
retenido sino en caso de flagrante delito correspondiendo decidir, en todo caso, sobre su inculpación, prisión,
procesamiento y juicio al Tribunal superior de justicia de Galicia. Fuera de dicho territorio la responsabilidad
penal será exigible en los mismos términos ante la sala de lo penal del Tribunal supremo.

SECCIÓN II. DE LA ELECCIÓN Y CESE.


Artículo 15.
El presidente de la Xunta será elegido por el parlamento gallego de entre sus miembros.

Artículo 16.
Constituido el parlamento y en los demás supuestos en que así proceda, su presidente, previa consulta con las
fuerzas políticas representadas parlamentariamente y oída la mesa, propondrá un candidato a la presidencia de
la Xunta, conforme a lo previsto en el artículo 136, 1 del Reglamento del Parlamento de Galicia.

Artículo 17.
El candidato presentará su programa al parlamento. Para ser elegido el candidato deberá en primera votación
obtener mayoría absoluta; de no obtenerla se procederá a una nueva votación 24 horas después de la anterior,
y la confianza se entenderá otorgada si obtuviera mayoría simple. Caso de no conseguir dicha mayoría, se
tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista anteriormente.
Si transcurrieran dos meses a partir de la primera votación de investidura sin que ningún candidato propuesto
hubiere obtenido la confianza del parlamento, este quedará disuelto y se procederá a la convocatoria de nuevas
elecciones.

Artículo 18.
Si el parlamento otorga su confianza al candidato, el presidente lo comunicará al Rey para su nombramiento,
mediante Real Decreto que se publicará en el Boletín Oficial del Estado y en el Diario Oficial de Galicia.

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Artículo 19.
El Presidente elegido tomará posesión de su cargo dentro de los cinco días siguientes al de la publicación de su
nombramiento.

Artículo 20.
El presidente prestará juramento en su toma de posesión con la siguiente formula: Juro o Prometo ser fiel a mi
mandato como presidente de la Xunta, observar y hacer cumplir la Constitución y el Estatuto de Autonomía y las
demás leyes de Galicia y del Estado y ejercitar mis funciones en el interés supremo y exclusivo de Galicia y de
España.

Artículo 21.
El presidente de la Xunta cesa tras la celebración de elecciones autonómicas, en los casos de pérdida de
confianza parlamentaria o por dimisión, fallecimiento o incapacidad para el ejercicio del cargo. Corresponde al
parlamento la apreciación de la incapacidad del presidente.

Artículo 22.
En los supuestos de fallecimiento e incapacidad del Presidente, será sustituido por los vicepresidentes si los
hubiere por su orden, y en su defecto por el conselleiro que más tiempo lleve perteneciendo
ininterrumpidamente a la Xunta y, en caso de igualdad, el de más edad. El mismo orden de sustitución se
observará en los casos de ausencia o enfermedad temporal del presidente de la Xunta, salvo designación
expresa del mismo.
La sustitución habrá de publicarse en el Diario Oficial de Galicia.

Artículo 23.
En los demás casos previstos en el artículo 20 el Presidente continuará el ejercicio de sus funciones hasta la
toma de posesión del nuevo presidente de la Xunta.

CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES.


Artículo 24.
Al Presidente de la Xunta, como supremo representante de la comunidad autónoma, le compete representar a
esta en las relaciones con otras instituciones del estado, suscribir los convenios y acuerdos de cooperación con
otras comunidades autónomas, convocar elecciones al Parlamento de Galicia tras su disolución, promulgar en
nombre del Rey las leyes de Galicia, así como, en su caso, los Decretos Legislativos y ordenar su publicación en
el Diario Oficial de Galicia.
El Presidente, bajo su exclusiva responsabilidad y previa deliberación del Consello de la Xunta, podrá disolver el
parlamento mediante Decreto que fijará la fecha de las elecciones.
Esta facultad en todo caso no se podrá ejercer cuando no hubiese transcurrido al menos un año desde la última
disolución de la cámara.

Artículo 25.
Como representante ordinario del Estado en Galicia, corresponde al presidente de la Xunta mantener relaciones
con la delegación del Gobierno a los efectos de una mejor coordinación de las actividades del Estado en Galicia
y las de la Comunidad Autónoma, ordenar la publicación en el Diario Oficial de Galicia del nombramiento del
presidente del Tribunal superior de justicia, y la de las leyes y Decretos Legislativos de Galicia en el Boletín Oficial
del Estado.

Artículo 26.
Para la dirección y coordinación de las actividades de la Xunta le corresponde:
1. Crear, modificar o suprimir mediante Decreto la Vicepresidencia o Vicepresidencias, si las hubiere, y las
Consellerías, siempre que no suponga aumento de gasto público, así como nombrar y disponer el cese
de los Vicepresidentes y Conselleiros.
2. Convocar, presidir, suspender y levantar las reuniones del Consello y de las comisiones delegadas, así
como dirigir sus deliberaciones.
3. Dirigir y coordinar la acción de Gobierno y asegurar su continuidad.
4. Velar por el cumplimiento de las directrices señaladas por la Xunta y promover o coordinar la ejecución
de los acuerdos del consello y de sus comisiones delegadas.
5. Asegurar la coordinación entre las distintas Consellerías.
6. Coordinar el programa legislativo de la Xunta y la elaboración de normas de carácter general.
7. Encomendar a un vicepresidente o a un Conselleiro que se encargue del despacho de una Consellería o
de la propia presidencia, en caso de ausencia, enfermedad o impedimento del titular.
8. Plantear ante el parlamento, previa deliberación del Consello, la cuestión de confianza.
9. Presentar al parlamento los proyectos de Ley, por sí mismo o a través del miembro de la Xunta
designado.
10. Facilitar al parlamento la información y documentación que este recabe de la Xunta.
11. Solicitar que el parlamento se reúna en sesión extraordinaria.

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12. Solicitar que se celebre un debate general en el parlamento.
13. Comunicar al parlamento la interposición de recursos de inconstitucionalidad y el planteamiento de
conflictos de competencias ante el Tribunal constitucional, así como el acuerdo de la Xunta de
personarse en los recursos y en las cuestiones de inconstitucionalidad que afecten a Galicia.
14. Ejercer cuantas facultades y atribuciones le correspondan con arreglo a las disposiciones vigentes.

TÍTULO III. DE LOS MIEMBROS DE LA XUNTA.


CAPÍTULO I. DEL ESTATUTO PERSONAL, NOMBRAMIENTO Y CESE.
Artículo 27.
1. El Vicepresidente o Vicepresidentes, si los hubiere, y los Conselleiros serán nombrados y cesados por el
Presidente de la Xunta, a tenor de lo dispuesto en el artículo 26, y tendrán la alta consideración que
corresponde a su condición de miembros del gobierno autónomo y el tratamiento de Excelentísimo Señor.
2. los Ex Vicepresidentes y los Ex Conselleiros mantendrán el tratamiento de Excelentísimo Señor y recibirán los
honores protocolarios que establezca la legislación vigente y la que dicte la comunidad autónoma.

Artículo 28.
El vicepresidente o vicepresidentes, si los hubiere, y los Conselleiros prestarán juramento en su toma de
posesión con la misma fórmula prevista en esta Ley para el presidente de la Xunta.

Artículo 29.
El cese del presidente de la Xunta comporta el de todos los miembros de la misma. La Xunta cesante
continuará en funciones hasta la toma de posesión de la nueva Xunta.

Artículo 30.
Los miembros de la Xunta percibirán la remuneración y gastos de representación que se establezcan por el
parlamento de Galicia y figuren en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma.

Artículo 31.
El Vicepresidente o Vicepresidentes, si los hubiere, y los Conselleiros, no podrán ejercer otras funciones
representativas que las propias del mandato parlamentario o, en su caso, del Senado, ni cualquier otra función
pública que no derive de su cargo, ni actividad mercantil o profesional u otra que menoscabe la independencia
y dignidad de su función.

Artículo 32.
En cuanto a la inmunidad se estará a lo dispuesto en el artículo 13 para el Presidente.

CAPÍTULO II. DE LAS ATRIBUCIONES.


Artículo 33.
El vicepresidente, o en su caso, el vicepresidente primero, además de sustituir al presidente en los supuestos
previstos en esta Ley ejercerá las funciones que aquel les delegue dentro del ámbito que le confieran las
disposiciones de la presente Ley.
Asimismo podrán designarse en el seno de la Xunta otros vicepresidentes encargados de áreas homogéneas
con las funciones que le sean asignadas.

Artículo 34.
Los Conselleros como jefes de sus Consellerías están investidos de las siguientes atribuciones:
1. Ostentar la representación del departamento de que son titulares.
2. Proponer al Consello los nombramientos y ceses de los cargos de su Consellería que requieran la forma
de decretos para su designación.
3. Ejercer la iniciativa, dirección e inspección de todos los servicios de la Consellería y la alta inspección y
demás funciones que les correspondan respecto de los organismos autónomos adscritos a la misma.
4. Proponer para su aprobación por el Consello la estructuración y organización de su Consellería.
5. Proponer al Consello los proyectos de Ley o de decretos relativos a las competencias atribuidas a su
Consellería.
6. Ejercer la potestad reglamentaria en las materias de su Consellería.
7. Resolver los recursos administrativos promovidos contra las resoluciones de los Organismos y Entidades
de la Consejería, salvo cuando por Ley o reglamentariamente se atribuya esa facultad a otro órgano
8. Formular el anteproyecto de presupuestos de su Consellería.
9. Disponer los gastos propios de los servicios de su Consellería no reservados a la competencia del
Consello, dentro de los límites de la autorización presupuestaria e interesar de los servicios financieros
competentes la ordenación de los pagos correspondientes.
10. Firmar en nombre de la Xunta los contratos relativos a asuntos propios de su Consellería.
11. Resolver los conflictos de atribuciones entre autoridades dependientes de su Consellería.
12. Y cuantas facultades le atribuyan las disposiciones en vigor.

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Artículo 35.
Los miembros de la Xunta podrán designar y cesar libremente al personal colaborador y de asistencia directa
dentro de los créditos presupuestarios consignados al efecto. Este personal, de carácter eventual, cesará
automáticamente al producirse el cese del miembro de la Xunta que efectuó su nombramiento.

TÍTULO IV. ORGANIZACIÓN Y RÉGIMEN JURÍDICO.


Artículo 36.
1. La administración de la Comunidad Autónoma de Galicia, constituida por órganos jerárquicamente ordenados
bajo la dirección de la Xunta, tiene personalidad jurídica única y posee la capacidad de obrar necesaria para
llevar a cabo sus fines.
2. La actuación de la administración se ajusta a los principios de legalidad, objetividad, servicio al interes
general, publicidad, eficacia, jerarquía, economía del gasto público, desconcentración y coordinación entre sus
órganos.

Artículo 37.
1 Adoptarán la forma de Decreto:
a. Las disposiciones generales aprobadas por el Consello de la Xunta.
b. Las resoluciones del Consello de la Xunta en los supuestos de los números 6, 7, 12, 13, 14, 15 Y 16,
primer inciso, y 18 del artículo 4 de la presente Ley y los demás casos que establezcan las leyes.
c. Las resoluciones del presidente de la Xunta, en los supuestos contemplados en el párrafo 2 del artículo
24, y en los números 1 y 7 del artículo 26 de esta Ley.
2. Los Decretos serán firmados por el Presidente de la Xunta y refrendados, salvo en el supuesto c del apartado
anterior, por el Conselleiro competente por razón de la materia.

Artículo 38.
Las disposiciones y resoluciones de los Conselleiros revestirán la forma de órdenes, que serán firmadas por el
titular del departamento. Cuando interesen a más de una consellería, serán firmadas conjuntamente por los
Conselleiros afectados.

Artículo 39.
Las normas reglamentarias tendrán el rango del órgano que las hubiere aprobado y se ordenarán
jerárquicamente de la siguiente forma:
a. Decretos.
b. Órdenes de las comisiones delegadas.
c. Órdenes dictadas por los conselleiros.

Artículo 40.
Serán nulas de pleno derecho las normas reglamentarias que infrinjan otras de rango superior o se opongan a
lo establecido por la Ley.

Artículo 41.
1. Las disposiciones reglamentarias no podrán establecer penas ni imponer tributos o exacciones de cualquier
naturaleza. Tampoco podrán imponer sanciones sino en el marco de lo dispuesto en la Ley.
2. Serán nulas las disposiciones y resoluciones que infrinjan lo dispuesto en el apartado anterior.

Artículo 42.
Las resoluciones administrativas de carácter particular no podrán vulnerar lo establecido en una disposición de
carácter general o dispensar singularmente de su cumplimiento, aun cuando aquellas tengan un rango formal
igual o superior a esta.

Artículo 43.
1. El Consello podrá delegar las funciones administrativas que tenga encomendadas en las comisiones
delegadas.
2. Sin perjuicio de las competencias delegadas en el vicepresidente primero de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 32 de esta Ley, el presidente podrá delegar funciones puramente ejecutivas en los demás miembros de
la Xunta dando cuenta al parlamento.
3. Los conselleiros podrán delegar competencias administrativas en los órganos inmediatamente inferiores de
sus consellerias, cuando las necesidades de funcionamiento así lo aconsejen.

Artículo 44.
1. La delegación de atribuciones a que se refiere el artículo anterior y su revocación habrán de publicarse en el
Diario Oficial de Galicia.
2. No podrán ser objeto de delegación, salvo que una Ley lo autorice expresamente, las competencias que, a su
vez, hayan sido delegadas, ni la competencia para resolver recursos administrativos interpuestos contra actos o
resoluciones del órgano delegatario.

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3. Los actos dictados por delegación se considerarán como propios de órgano delegante que, en cualquier
momento, podrá revocar la delegación otorgada.

TÍTULO V. DE LAS RELACIONES DE LA XUNTA CON EL PARLAMENTO.


CAPÍTULO I. DEL CONTROL PARLAMENTARIO.
SECCIÓN I. DE LA MOCIÓN DE CENSURA.
Artículo 45.
1. El parlamento puede exigir la responsabilidad política de la Xunta y su presidente mediante la adopción por
mayoría absoluta de la moción de censura.
2. La moción de censura deberá estar firmada al menos por una quinta parte de los miembros del parlamento,
y habrá de incluir un candidato a la presidencia de la Xunta.
3. La moción de censura no podrá ser votada hasta que transcurran cinco días desde su presentación. En los
dos primeros días de dicho plazo podrán presentarse mociones alternativas.
4. Si la moción de censura no fuese aprobada por el parlamento, sus signatarios no podrán presentar otra
durante el mismo período de sesiones.

Artículo 46.
Si prosperase la moción de censura la Xunta y su presidente cesarán y el candidato incluido en ella se
entenderá investido de la confianza del parlamento, procediéndose a continuación a su designación como
presidente de la Xunta, según lo dispuesto en el artículo 17 de esta Ley.

SECCIÓN II. DE LA CUESTIÓN DE CONFIANZA.


Artículo 47.
El presidente de la Xunta, previa deliberación del Consello, puede plantear ante el parlamento la cuestión de
confianza sobre su programa o sobre una declaración política general. La cuestión de confianza no podrá
votarse hasta transcurridas 24 horas desde su presentación. La confianza se entenderá otorgada cuando vote a
favor de la misma la mayoría simple de Diputados.
Si el parlamento negase su confianza al presidente de la Xunta se entenderá cesado y se procederá a la
elección de nuevo presidente conforme a lo establecido en esta Ley.

SECCIÓN III. DEL IMPULSO Y CONTROL DE LA ACCIÓN POLÍTICA DEL GOBIERNO.


Artículo 48.
La Xunta solicitará anualmente del Parlamento, al comienzo de uno de los periodos de sesiones, la celebración
de un debate de política general. No habrá lugar a celebrar este debate cuando en el mismo año la Cámara
haya investido al presidente o presidenta de la Xunta de Galicia

SECCIÓN IV. DE OTRAS FORMAS DE CONTROL.


Artículo 49.
El parlamento, sus comisiones y los Diputados, a través de la presidencia del mismo, podrán recabar la
información y ayuda que precisen la Xunta, de sus Conselleiros y de cualquier otra autoridad de la Comunidad
Autónoma.

Artículo 50. El parlamento y sus comisiones pueden reclamar la presencia de los Conselleiros y demás altos
cargos de la Comunidad Autónoma.

Artículo 51.
Los Conselleiros tienen acceso a las sesiones del parlamento y a las de sus comisiones y la facultad de hacerse
oír en ellas. Ante las comisiones podrán hacerse acompañar de altos cargos o funcionarios de sus consellerias y
solicitar que estos informen.

Artículo 52.
1. La Xunta y cada uno de sus miembros están sometidos a las mociones, interpelaciones y preguntas que se le
formulen en el parlamento.
2. Toda interpelación podrá dar lugar a una moción en la que el parlamento manifieste su posición.

CAPÍTULO II. DELEGACIÓN LEGISLATIVA.


Artículo 53.
1. El parlamento podrá delegar en la Xunta la potestad de dictar normas con rango de Ley que recibirán el
Título de Decretos Legislativos.
2. La delegación legislativa deberá otorgarse mediante una Ley de bases cuando su objeto sea la formación de
textos articulados o por una Ley ordinaria cuando se trate de refundir varios textos legales en uno solo.
3. No podrán ser objeto de delegación la regulación del régimen electoral de la Comunidad Autónoma, la
aprobación del presupuesto, las leyes institucionales o de desarrollo básico del estatuto y las que, por su
naturaleza, requieran mayoría cualificada para su aprobación.

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Artículo 54.
La delegación legislativa habrá de otorgarse a la Xunta en forma expresa para materia concreta y con fijación
de plazo para su ejercicio, sin que pueda entenderse concedida de forma implícita ni por tiempo indeterminado.
Tampoco podrá permitir la subdelegación en favor de autoridades distintas de la propia Xunta.

Artículo 55.
1. Las leyes de bases delimitarán con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa y los principios y
criterios que han de seguirse en su ejercicio. En ningún caso podrán autorizar a la Xunta para modificar la
propia Ley de bases ni para dictar normas con carácter retroactivo.
2. Las leyes ordinarias de autorización para refundir textos legales, determinarán el ámbito normativo a que se
refiere el contenido de la delegación, especificando si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o
si se incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos.

Artículo 56.
El control sobre los decretos legislativos se llevará a cabo en los términos previstos en el Reglamento del
Parlamento de Galicia (citado), sin perjuicio de lo cual las leyes de delegación podrán establecer, en cada caso,
fórmulas adicionales de control parlamentario.

Artículo 57.
1. Cuando una proposición de Ley o una enmienda sea contraria a una delegación legislativa en vigor, la Xunta
está facultada para oponerse a su tramitación. En este caso podrá presentarse una proposición de Ley para la
derogación parcial o total de la Ley de delegación.
2. La delegación se entenderá agotada con la publicación por la Xunta de la norma correspondiente.

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN GALICIA

1. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS. LOS TRIBUNALES


SUPERIORES DE JUSTICIA.

Entendemos por Administración de Justicia el conjunto de órganos judiciales que desarrollan la


función jurisdiccional es decir, los Juzgados y Tribunales. De esta manera, la Administración de Justicia
en las Comunidades Autónomas estará constituida por todos los órganos judiciales que ejercen su
jurisdicción en el territorio autonómico cualquiera que sea su ámbito competencial: así, los Juzgados de
Primera Instancia e Instrucción, los Juzgados Provinciales (de lo Penal, de lo Contencioso -
Administrativo, de lo Social, de Vigilancia Penitenciaria y de Menores y Juzgados de lo Mercantil desde
Ley 22/03 de 09 de julio en vigor desde el 1 septiembre de 2004), las Audiencias Provinciales y el
Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma.

Las Comunidades Autónomas no cuentan con un propio poder judicial, sino que disponen de unas
facultades limitadas al ámbito de la administración judicial. Este poder judicial se ejerce por los Magistrados
y Jueces, representados por el Consejo General del Poder judicial que es su órgano de gobierno (artículo
117.1 de la CE). De esta manera, aun cuando el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, como se ha
adelantado, figura en la relación de instituciones autonómicas que recoge el artículo 152.1 de la CE, no
responde, en realidad al concepto de órgano de autogobierno de la Comunidad Autónoma ni, por tanto,
puede ser calificado como un poder autonómico, sino, antes bien, como un órgano de la Administración de
Justicia en Galicia, por cuanto el poder judicial es único y, además, la competencia en materia de
Administración de Justicia es una competencia exclusiva del Estado (artículo 149.1.5 de la CE).

La Constitución prevé la adaptación de la planta judicial a la creación de las Comunidades


autónomas y, así, su artículo 152.1, párrafo segundo, establece que un Tribunal Superior de Justicia, sin
perjuicio de la jurisdicción que corresponde al Tribunal Supremo, culminará la organización judicial en el
ámbito territorial de cada Comunidad autónoma, y que las sucesivas instancias procesales, en su caso, se
agotarán ante órganos judiciales radicados en el mismo territorio de la Comunidad autónoma en que esté el
órgano competente en primera instancia. Asimismo, este precepto permite que los Estatutos de Autonomía
establezcan los supuestos y las formas de participación de las Comunidades autónomas en la organización
de las demarcaciones judiciales del territorio. Sin embargo, se deja claro que todo esto se articulará de
conformidad con lo previsto en la Ley orgánica del Poder judicial y dentro de la unidad e independencia de
éste, pues la descentralización territorial que diseña la Constitución española afecta a los Poderes

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legislativo y ejecutivo, pero no al judicial. Así, el artículo 149.1.5ª de la Constitución reserva al Estado
competencia exclusiva sobre Administración de Justicia, y el 149.1.6ª competencia sobre la legislación
procesal, sin perjuicio de las necesarias especialidades que en este orden se deriven de las
particularidades del derecho sustantivo de las Comunidades autónomas. Por su parte, el artículo 122.1
prevé que una norma jurídica estatal, la Ley orgánica del Poder judicial, determinará la constitución,
funcionamiento y gobierno de los juzgados y tribunales, así como el estatuto jurídico de los jueces y
magistrados de carrera, y el 122.2 instituye el Consejo general del Poder judicial como órgano unitario de
gobierno del mismo, reservando su regulación también a la ley orgánica estatal. En consecuencia, las
disposiciones que el Estatuto de Autonomía de Galicia contiene en el capítulo III de su título primero sobre
la Administración de Justicia en Galicia deben entenderse dentro del marco que se acaba de exponer.

El Capítulo III del Título I del EAG tiene como denominación "De la administración de Justicia en
Galicia". Aunque pueda parecer que en las CCAA se articula un poder judicial, tal impresión no tiene
fundamento alguno. El artículo 152.1 de la CE reconoce expresamente la independencia del Poder Judicial
y su unidad. Hay una manifiesta imposibilidad de estructurar un poder judicial de las CCAA. Las razones
serían las siguientes:

– La participación de las CCAA en toda materia relacionada con la Administración de justicia


deberá hacerse con los criterios y en el marco de la CE y de la Ley Orgánica Del Poder Judicial.
– Por consagración constitucional del principio de unidad del Poder Judicial español.
– Por la existencia de un cuerpo unido de jueces y magistrados de carrera y un único órgano de
Gobierno del Poder Judicial.
– Los Tribunales Superiores de Justicia no integran una jurisdicción especial, aunque deban
aplicar un derecho propio de la Comunidad.

El artículo 21 del EAG dispone que el "TSJG, en el que se integrarán la Audiencia Territorial, es el
órgano jurisdiccional en que culminará la organización judicial en su ámbito territorial, y ante el cual se
rematarán las sucesivas instancias procesales, en los términos del artículo 152 de la CE y de acuerdo con
el presente Estatuto". La Audiencia Territorial de Galicia sería la base del futuro TSXG, por lo tanto.

Los Tribunales Superiores de Justicia nacen dentro de la estructura orgánica del Poder judicial,
como órganos jurisdiccionales en los que culminará la organización judicial en el ámbito territorial de las
Comunidades Autónomas y ante los cuales se agotarán las sucesivas instancias procesales (artículos
152.1 de la CE, 21 del EAG y 26 de la LOPJ) integrándose en ellos las hasta entonces denominadas
Audiencias Territoriales. La razón de ser de estos nuevos Tribunales superiores autonómicos, que
constituyen el vértice de la pirámide jerárquica en la que se integran los demás Tribunales y Juzgados
radicados en el territorio de la Comunidad Autónoma, se encuentra en que en el Estado de las
Autonomías las Comunidades Autónomas cuentan con potestades normativas (legislativas y
reglamentarias) propias, de modo que irá surgiendo un nuevo Derecho propio y característico de cada
una de ellas proveniente del desarrollo de sus correspondientes Estatutos de Autonomía y aplicable en
el ámbito de sus competencias.

Es por ello por lo que aparecen en la Constitución estos Tribunales Superiores de Justicia, los
cuales se constituirán como órgano judicial específico y propio de las Comunidades Autónomas, en el
sentido de que alcanzará su jurisdicción a todo el territorio autonómico y tendrán una competencia
general para conocer de todas las materias; y al mismo tiempo, dado el carácter que se les atribuye
constitucionalmente de órgano jurisdiccional en que culmina la organización judicial en su ámbito
territorial, ante él se agotarán todas las instancias procesales (artículo 21 del EAG).

A propósito de la competencia de los Tribunales Superiores de Justicia, ésta, como decimos,


alcanza a todas las materias y cualquiera que sea el Derecho a aplicar, ya sea especial o común. Tan
sólo se excepcionan los recursos de casación y revisión, respecto de los que sigue siendo competente
el Tribunal Supremo, con jurisdicción en todo el territorio nacional, respecto a materias del orden penal y
social. Sin embargo, de tratarse de materias de Derecho civil foral o especial, serán competentes
también para conocer de estos recursos. Y por lo que se refiere a la materia de Derecho Administrativo
serán competentes en todos sus órganos y grados para conocer de las materias cuya legislación
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corresponda en exclusiva a la Comunidad Autónoma o en relación con los actos dictados por la
Administración del Estado en Galicia cuando se le atribuyen competencias por la Ley de la Jurisdicción
contencioso - administrativa (artículo 22 del EAG).

El art 7.1 de la LOPJ señala que el TSJ tomará el nombre de la CA (TSXG) y extenderá su
jurisdicción al ámbito territorial de esta. Los criterios para fijar la sede se determinan en la disposición
adicional segunda de la LOPJ

2. COMPOSICIÓN DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA: NOMBRAMIENTO DEL


PRESIDENTE Y DE LOS MAGISTRADOS.

Los Tribunales Superiores de Justicia son órganos judiciales de naturaleza colegial. Estarán
integrados por un Presidente y un número determinado de Magistrados. El Presidente del Tribunal
Superior de Justicia de Galicia será nombrado por el Rey, a propuesta del Consejo General del Poder
Judicial (artículo 23.1 del EAG). Tienen la condición de Magistrado del Tribunal Supremo. Su mandato
es de cinco años. Será también Presidente de la sala de lo civil y penal. Su designación se puede
realizar entre magistrados que hubieren prestado diez años de servicio en la categoría, lo hubieren
solicitado, y llevaren, al menos, quince años en la carrera judicial.

El artículo 23.2 del EAG establece que el nombramiento de los Magistrados, Jueces, y
Secretarios del TSX será efectuado en la forma prevista en las leyes orgánicas del Poder Judicial y del
Consejo General Del Poder Judicial. La responsabilidad se dilucidará ante la Sala de lo Civil y Penal del
Tribunal Supremo. Los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia serán nombrados por el mismo a
propuesta del Consejo General del Poder Judicial y con el refrendo del Ministro de Justicia.

Estos Tribunales están compuestos por tres salas: de lo civil y penal, de lo contencioso –
administrativo y de lo social; aunque pueden crearse otras salas de los últimos dos tipos con jurisdicción
limitada a una o varias provincias, y que se formarán, como mínimo por su Presidente, completándose
con magistrados de la Audiencia Provincial de su sede. La LOPJ no establece el número de
magistrados que habrán de integrar cada una de las salas, pero, como órganos colegiados judiciales
que son, para el ejercicio de la función jurisdiccional, y salvo que la ley disponga otra cosa, bastarán
tres magistrados para formar sala. Las salas de gobierno de los Tribunales Superiores estarán
constituidas por su Presidente, que las presidirá, por los presidentes de las salas en ellos existentes, y
por un número de magistrados o jueces igual al de aquéllos, elegidos por todos los jueces y
magistrados en servicio activo destinados en los órganos jurisdiccionales radicados en la Comunidad
Autónoma, debiendo ser, al menos uno de ellos de la categoría de juez, salvo que no hubiere
candidatos de dicha categoría.

3. COMPETENCIAS DE LAS SALAS DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DE JUSTICIA.

Los Tribunales Superiores de Justicia distribuyen sus competencias por Salas: de lo Civil y
Penal, de lo Contencioso - Administrativo y de lo Social.

En general, los Tribunales Superiores de Justicia conocen de los recursos contra sentencias
dictadas por los órganos jurisdiccionales inmediatamente inferiores al mismo, en última instancia
cuando se refieren a la aplicación del derecho propio de la Comunidad Autónoma, de las demandas de
responsabilidad civil o penal contra el Presidente y miembros del Consejo de Gobierno de la
Comunidad, de la Asamblea Legislativa, y magistrados de las Audiencias Provinciales, además de
cuestiones de competencia entre órganos jurisdiccionales inferiores con sede en la Comunidad; y,
concretamente, la sala de lo contencioso – administrativo de los recursos contra actos y disposiciones
administrativas del Consejo de Gobierno de la Comunidad.

Cuando el número de asuntos procedentes de determinadas provincias u otras circunstancias lo


requieran podrán crearse, con carácter excepcional, Salas de lo Contencioso - administrativo o de lo
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Social con jurisdicción limitada a una o varias provincias de la misma Comunidad Autónoma, en cuya
capital tendrán su sede.

4. FACULTADES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA EN RELACIÓN CON LA ADMINISTRACIÓN DE


JUSTICIA EN GALICIA.

De acuerdo con el artículo 20 del EAG, corresponde a la Comunidad Autónoma:

1. "Ejercer todas las facultades que las leyes orgánicas del Poder Judicial y del C.G.P.J.
reconozcan o atribuyan al Gobierno del Estado.
2. Fijar la delimitación de las demarcaciones territoriales de los órganos jurisdiccionales en
Galicia, teniendo en cuenta, entre otros criterios, los límites de los tradicionales partidos
judiciales y las características geográficas y de población".

De esta manera, la competencia de la Comunidad autónoma gallega, en cuanto al ejercicio de


las facultades que legalmente se reconozcan o atribuyan al Gobierno del Estado, ha de entenderse
como propia y exclusiva en cuanto a esas funciones de organización y gestión interna de esos órganos
judiciales radicados en territorio gallego, así como la participación en la fijación de los límites de las
demarcaciones de los órganos jurisdiccionales en su territorio y la localización de su capitalidad, y, por
fin, a la gestión diferenciada de los recursos y medios personales, materiales y económicos que precise
el mejor funcionamiento de los Tribunales, de conformidad a lo previsto por el artículo 152.1 de la CE.

En cuanto a la determinación de la demarcación territorial de los órganos Jurisdiccionales,


aquella se establecerá por ley estatal, en cuyo proceso de formación la participación de cada C.A. se
limita a la remisión al gobierno, a solicitud de éste, de una propuesta, en la que se fijarán los partidos
judiciales. La revisión de la demarcación judicial se realizara cada cinco años, también mediante ley, en
la cual la C.A. tiene la misma limitada participación.

Otra especialidad que establece el Estatuto de Autonomía en su artículo 25 consiste que en la


resolución de los concursos y oposiciones para proveer los puestos de Magistrados, Jueces,
Secretarios Judiciales, Fiscales y todos los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia, será
mérito preferente la especialización en el Derecho gallego y el conocimiento del idioma del país. Por
último, el artículo 26 se ocupa de los notarios y los registradores de la propiedad, a pesar de no formar
parte de la Administración de Justicia. Señala este precepto que serán nombrados por la Comunidad
autónoma, de conformidad con las leyes del Estado. Para la provisión de notarías, los candidatos serán
admitidos en igualdad de derechos, tanto si ejercen en el territorio de Galicia como en el resto de
España. En estos concursos y oposiciones será mérito preferente la especialización en Derecho gallego
y el conocimiento del idioma del país. En ningún caso podrá establecerse la excepción de naturaleza o
vecindad.

Igualmente, la Comunidad Autónoma participará en la fijación de las demarcaciones


correspondientes a los Registros de la Propiedad y Mercantiles para acomodarlas a lo que se disponga
en aplicación del artículo 20.2 del Estatuto, relativo a la fijación de las demarcaciones judiciales.
También participará en la fijación de las demarcaciones notariales y del número de Notarios, de acuerdo
con lo previsto en las leyes del Estado.

CAPÍTULO III. DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN GALICIA (EAG: TÍTULO I)


Artículo 20.
Corresponde a la Comunidad Autónoma:
1. Ejercer todas las facultades que las Leyes Orgánicas del Poder Judicial y del Consejo General del Poder
Judicial (esta última Ley fue expresamente derogada por la anterior) reconozcan o atribuyan al
Gobierno del Estado.
2. Fijar la delimitación de las demarcaciones territoriales de los órganos jurisdiccionales en Galicia,
teniendo en cuenta, entre otros criterios, los límites de los tradicionales partidos judiciales y las
características geográficas y de población.

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Artículo 21.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en el que se integrará la actual Audiencia Territorial es el órgano
jurisdiccional en que culminará la organización judicial en su ámbito territorial y ante el que se agotarán las
sucesivas instancias procesales, en los términos del artículo 152 de la Constitución y de acuerdo con el presente
Estatuto.

Artículo 22.
1. La competencia de los órganos jurisdiccionales en Galicia se extiende:
a. En el orden civil, a todas las instancias y grados, incluidos los recursos de casación y de revisión en las
materias de Derecho Civil gallego.
b. En el orden penal y social, a todas las instancias y grados, con excepción de los recursos de casación y
de revisión.
c. En el orden contencioso administrativo, a todas las instancias y grados, cuando se trate de actos
dictados por la Xunta y por la Administración de Galicia, en las materias cuya legislación corresponda
en exclusiva a la Comunidad Autónoma y la que, de acuerdo con la Ley de dicha jurisdicción, le
corresponda en relación con los actos dictados por la Administración del Estado en Galicia.
d. A las cuestiones de competencia entre órganos judiciales en Galicia.
e. A los recursos sobre calificación de documentos referentes al derecho privativo gallego que deban tener
acceso a los Registros de la Propiedad.
2. En las restantes materias se podrá interponer, cuando proceda ante el Tribunal Supremo, el recurso de
casación o el que corresponda según las Leyes del Estado y, en su caso, el de revisión. El Tribunal Supremo
resolverá también los conflictos de competencia y jurisdicción entre los Tribunales de Galicia y los del resto de
España.

Artículo 23.
1. El Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia será nombrado por el Rey a propuesta del Consejo
General del Poder Judicial.
2. El nombramiento de los Magistrados, Jueces y Secretarios del Tribunal Superior de Justicia, se efectuará en
la forma prevista en las Leyes Orgánicas del Poder Judicial y del Consejo General del Poder Judicial (esta última
Ley fue expresamente derogada por la anterior).

Artículo 24.
1. A instancia de la Comunidad Autónoma, el órgano competente convocará los concursos y oposiciones para
cubrir las plazas vacantes en Galicia de Magistrados, Jueces, Secretarios Judiciales y restante personal al
servicio de la Administración de Justicia, de acuerdo con lo que disponga la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2. Corresponde íntegramente al Estado, de conformidad con las Leyes Generales, la organización y el
funcionamiento del Ministerio Fiscal.

Artículo 25.
En la resolución de los concursos y oposiciones para proveer los puestos de Magistrados, Jueces, Secretarios
Judiciales, Fiscales y todos los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia, será mérito preferente la
especialización en el Derecho gallego y el conocimiento del idioma del país.

Artículo 26.
1. Los Notarios y los Registradores de la Propiedad y Mercantiles serán nombrados por la Comunidad
Autónoma, de conformidad con las Leyes del Estado. Para la provisión de notarías, los candidatos serán
admitidos en igualdad de derechos tanto si ejercen en el territorio de Galicia como en el resto de España. En
estos concursos y oposiciones será mérito preferente la especialización en Derecho gallego y el conocimiento
del idioma del país. En ningún caso podrá establecerse la excepción de naturaleza o vecindad.
2. La Comunidad Autónoma participará en la fijación de las demarcaciones correspondientes a los Registros de
la Propiedad y Mercantiles para acomodarlas a lo que se disponga en aplicación del artículo 20.2 de este
Estatuto. También participará en la fijación de las demarcaciones notariales y del número de Notarios, de
acuerdo con lo previsto en las Leyes del Estado.

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