Oda a la cebolla sobre papel, sales del suelo,

la mesa eterna, intacta, pura

Cebolla,
de las pobres gentes. como semilla de astro,
luminosa redoma,
y al cortarte
pétalo a pétalo Generosa
el cuchillo en la cocina
se formó tu hermosura, deshaces
sube la única lágrima
escamas de cristal te tu globo de frescura
sin pena.
acrecentaron en la consumación
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
y en el secreto de la tierra ferviente de la olla,
Yo cuanto existe celebré,
oscura y el jirón de cristal
cebolla,
se redondeó tu vientre de rocío. al calor encendido del aceite
pero para mí eres
Bajo la tierra se transforma en rizada pluma
más hermosa que un ave
fue el milagro de oro.
de plumas cegadoras,
y cuando apareció
eres para mis ojos
También recordaré cómo
tu torpe tallo verde,
globo celeste, copa de platino,
fecunda
y nacieron
baile inmóvil
tu influencia el amor de la
tus hojas como espadas en el
de anémona nevada
ensalada,
huerto,
y vive la fragancia de la tierra
y parece que el cielo contribuye
la tierra acumuló su poderío
en tu naturaleza cristalina.
dándole fina forma de granizo
mostrando tu desnuda
a celebrar tu claridad picada
transparencia,
sobre los hemisferios del
y como en Afrodita el mar
tomate.
remoto
Pero al alcance
duplicó la magnolia
de las manos del pueblo,
levantando sus senos,
regada con aceite,
la tierra
espolvoreada
así te hizo,
con un poco de sal,
cebolla,
matas el hambre
clara como un planeta,
del jornalero en el duro camino.
y destinada
Estrella de los pobres,
a relucir,
hada madrina
constelación constante,
envuelta
redonda rosa de agua,
en delicado
 Análisis del poema Oda a la cebolla de Pablo
Neruda
El color blanco de las cebollas es como una luz. Los pétalos de la cebolla parecen los pétalos de una flor.
Ciertas láminas de la cebolla son casi transparentes. Esta planta crece bajo tierra y por eso no sabemos
cómo será hasta arrancarla.

El poeta describe como crece la cebolla bajo tierra y, al mismo tiempo, como lo hace el tallo hacia arriba,
que es lo que menos vale de la planta para él. La cebolla crece, brota y sale como si fuera Afrodita,
deificando este alimento. Su belleza, blanca y rosa, está destinada, según el poeta, a ser degustada por
los que menos tienen.

La cebolla deja su fragancia y sabores de la cocina, en la olla. Con aceite de freír se torna morada. Es el
complemento esencial en la ensalada, que se asocia de forma amorosa con los otros ingredientes de esta.
El granizo sobre la tierra es la imagen que le recuerda el ver la cebolla sobre el tomate.

La cebolla ha sido alimento imprescindible para evitar que muchos pasarán hambre y para que muchos
trabajadores tuvieran algo de comer. Recalca la idea de que es un alimento que ha sido esencial para los
que menos tenían. Para el poeta es tan importante que es un alimento que estará siempre en la cocina,
formando parte de nuestra vida.

La cebolla, sus ácidos, nos hacen llorar cuando la cortamos, pero no es un llanto triste. Es un alimento
generoso y sencillo. Para el poeta es especial por su forma, por su olor, por la belleza que tiene en sí
misma. Además, absorbe la esencia de la tierra, como los perfumes, y nos la entrega a través de la
comida.

Este es un gran poema de Pablo Neruda. Es increíble como de algo tan sencillo como una cebolla puede
crear un poema tan bello, con tanta fuerza, que nos haga sentir de la misma manera el olor y el sabor de
este alimento y, al mismo tiempo, introduce esa parte social, pedagógica de lo que ha significado este
alimento en muchos momentos de la historia de muchos países.

Cuando acabamos de leer este poema somos capaces de visionar lo que el poeta quiere decir, sentimos
cómo está planta crece en el interior de la tierra, como se prepara en diferentes recetas y como ha sido un
alimento que ha salvado vidas.