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Encabezado: datos del estudiante, nombre de la asignatura y fecha - Título - Introducción: incluye

el objetivo del informe, la justificación y una breve descripción de las partes en que está
estructurado el informe - Cuerpo o desarrollo del informe de lectura: basado en los capítulos,
partes o secciones en que está dividido el texto fuente - Conclusión - Referencia(s) bibliográfica(s)

INFORME DE LECTURA – DERECHO FORESTAL

Ariana Vanessa Puello Yacaman

Andrés David Doria Flórez

INTRODUCCION

El presente trabajo permitirá estudiar, conocer y analizar sistemáticamente la postura del


Consejo de Estado a cerca de la zona de reservas forestal y la limitación del derecho de
propiedad en virtud del interés general suscitado en la sentencia de radicado 25000-23-26-000-
1993-04137-01(21906), interpuesta por Hernando Morales contra el Inderena, así como la
decisión de la Corte Constitucional en las demandas de inconstitucionalidad, Sentencia C-598/10
y Sentencia C-649/97

CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION TERCERA

Consejero ponente: MAURICIO FAJARDO GÓMEZ

Radicación número: 25000-23-26-000-1993-04137-01(21906)

Actor: HERNANDO MORALES SILVA Y OTRO Demandado: INDERENA

Referencia: ACCION DE REPARACION DIRECTA (APELACION SENTENCIA)

En escrito presentado el día 17 de agosto de 1993 (fl. 75 a 87 c 1), el apoderado judicial de


Hernando Morales Silva y de Blanca Rosales de Estrada, formuló demanda de reparación directa
contra el INSTITUTO NACIONAL DE LOS RECURSOS NATURALES –INDERENA–, con el fin de que se
le declare administrativamente responsable por los perjuicios materiales ocasionados como
consecuencia de la declaratoria de Reserva Forestal Protectora, Cuenta Alta del Caño Vanguardia
de Villavicencio, sobre el predio de propiedad de los demandantes conocido como finca “El Saldo”.
En este sentido, la parte actora solicitó que, como consecuencia de la declaración de
responsabilidad, se condene a la entidad demandada a pagar las sumas derivadas del lucro
cesante causado por la imposibilidad de explotación de la finca “El Saldo” y se ordene la exclusión
del predio del Área de Reserva Forestal Protectora (fl. 76 c 1). Como pretensión subsidiaria a la
exclusión del predio de la afectación ambiental, solicitó que se pagaran los valores “consistentes
en el valor comercial de la finca ‘El Saldo’ y los perjuicios derivados de la inexplotación de esa finca
desde junio de 1988” (fl. 77 c 1). 2.-

Sentencia C-649/97

Normas Demandadas:

Demanda de inconstitucionalidad de los

artículos 5º. numerales 17 y 18 (parciales) y

parágrafo 1 del artículo 11 de la Ley 99 de

1993.

Actor: José Fernando Castro C.


Magistrado Ponente:

Dr. ANTONIO BARRERA CARBONELL

El doctor José Fernando Castro C. obrando en su calidad de ciudadano y Defensor del Pueblo,
demandó ante La Corte Constitucional, a fin de la declaración de inexequibilidad de algunos
apartes de los numerales 17 y 18 del art 5 y el parágrafo 1 del artículo 11 de la Ley 99 de 1993,
argumentando que violan los art 2, 3, 6, 7, 8, 63, 79, 80, 102, 103 de la

Constitución.

Argumentando de manera central lo siguiente:

1. La evaluación de los estudios de impacto ambiental es una función

de las autoridades ambientales que no puede delegarse en terceros,

ajenos a entidades como el Ministerio del Medio Ambiente, las

Corporaciones Autónomas Regionales o los municipios que tengan

más de un millón de habitantes.

2. Se altera el principio general de responsabilidad de los servidores

públicos (art. 6 C.P.), cuando la norma acusada asigna a particulares

las funciones que corresponde cumplir a la autoridad ambiental,

modificando de esta manera el régimen de responsabilidad de los

servidores públicos.

3. Cuando se permite que sean particulares contratados por la

autoridad ambiental quienes evalúen los estudios de impacto

ambiental, se pone en riesgo la diversidad étnica y cultural de la

Nación (arts. 7, 8 C.P.).

4. La herramienta fundamental para lograr el cumplimiento de las

funciones ambientales a cargo del Estado, previstas en los artículos


79 y 80 de la C.P., es la licencia ambiental, y el principal elemento de

información y análisis en el estudio de impacto ambiental.

- En relación con la inflexión verbal "sustraer" del numeral 18 del

artículo 5 de la Ley 99 de 1993, sostiene:

1. La Constitución consagra de manera expresa que los bienes de uso

público son inalienables, imprescriptibles e inembargables.

Corresponde privativamente al legislador determinar cuáles son los

bienes de uso público (art. 63).

2. Permitir que la autoridad administrativa ambiental efectúe la

"sustracción" de las áreas que integran el Sistema de Parques

Nacionales Naturales, implica otorgar una atribución que es propia

del legislador. Además, ello puede conducir al deterioro de los

escasos ecosistemas que se encuentran protegidos en el país.

- En relación con el Parágrafo 1 del artículo 11, argumenta lo siguiente:

1. La democracia participativa y pluralista hace parte de los principios

constitucionales consagrados en el art. 1 de la Carta.

2. Dentro de los fines esenciales del Estado está el de “facilitar la

participación de todos en las decisiones que los afecten”. Por lo

tanto, el Estado a través de la administración no puede desconocer

el derecho que tienen las personas a participar en las decisiones

que afectan al ambiente.

3. La participación, como se desprende del ordenamiento superior, es

un deber y un derecho que tienen los ciudadanos, los grupos, las

asociaciones, las comunidades, para ejercer el control, la

fiscalización, la vigilancia de las actuaciones institucionales.


4. El Ministro del Medio Ambiente requiere la asesoría de los diferentes

sectores que representan a las comunidades, las asociaciones y

demás organizaciones que trabajan por el medio ambiente. Privar a

dichos sectores del cumplimiento de esa actividad implica la

negación del derecho a la participación.

5. "Al no establecer participación a las organizaciones ambientales no

gubernamentales, ni a los grupos étnicos o de las comunidades en

general, se restringe el derecho constitucional que tienen a participar

en las decisiones que puedan afectarlos (art. 79 C.N.)".

Frente a los argumentos planteados anteriormente, le corresponde a la

Corte Constitucional plantear los problemas jurídicos correspondientes al

asunto y posteriormente resolver los interrogantes resultantes del mismo.

Tomando lo anterior se plantean los siguientes:

- La evaluación de los estudios de impacto ambiental es una actividad que

compete única y exclusivamente al Ministerio del Medio Ambiente, a través

de su personal de planta o, por el contrario, es posible acudir al

mecanismo de la contratación para realizar dicha evaluación?

- La función de sustraer, total o parcialmente, las áreas que integran el

sistema nacional de parques nacionales naturales y las reservas forestales

nacionales puede asignarse a la administración o, es una competencia

privativa del legislador. ¿Es decir, sólo a éste corresponde realizar dicha

actividad?
- La creación e integración del Consejo Técnico Asesor de Política y

Normatividad Ambientales desconoce los derechos de participación

ciudadana?

Solución a los problemas planteados.

-Con lo respectivo a la Evaluación de los estudios de impacto

ambiental:

Es de observar, en primer lugar, que la autorización para contratar los

referidos estudios, está condicionada a que efectivamente sea necesario

acudir al mecanismo de la contratación para cumplir con las funciones

relativas a la evaluación de éstos. En efecto, la expresión "cuando sea

necesario" que aparece en la norma a continuación del verbo

rector” contratar", indica que tal situación o eventualidad no es la señalada

con carácter ordinario ni es excluyente, sino que con ella se pretende

prever una situación extraordinaria o de ocurrencia esporádica.

A juicio de la Corte, el sentido de la norma cuestionada no fue otro que el

de permitir la contratación con personas o entidades públicas o

particulares, profesionales y capacitadas en la materia, cuando los

recursos institucionales disponibles no fueren suficientes o idóneos para

realizar la mencionada evaluación.

La contratación como instrumento de apoyo a la actividad administrativa

tiene aval constitucional en el inciso final del art. 150, según el cual

compete al Congreso expedir el estatuto general de la contratación de la

administración pública y en especial el de la administración nacional. Por

lo tanto, no puede aparecer exótico que la norma acusada autorice

contratar la evaluación de los estudios de impacto ambiental, más aún si


se tiene en cuenta que, como se dijo antes, la competencia para evaluar

los estudios ambientales y expedir, negar o suspender la licencia

ambiental, le corresponde a la administración. Es decir, que la evaluación

que hace el contratista no se torna definitiva ni vinculante para la

administración, sino que apenas constituye un criterio para que ésta

proceda a determinar si dicha evaluación amerita confiabilidad y sí, en

consecuencia, puede servir de sustento para la expedición de la licencia

ambiental.

En tal virtud, el contratista no sustituye o suplanta a la administración en la

competencia que le ha sido asignada para evaluar los estudios de impacto

ambiental; es apenas un mero colaborador de ella. Esta puede, en

consecuencia, apartarse, revisar y aun ignorar los criterios evaluativos

expuestos por el contratista.

No aprecia la Corte cómo la emisión de un concepto técnico, sobre el

mérito de un estudio de impacto ambiental, sometido luego a revisión y

evaluación por los funcionarios competentes de la entidad ambiental

configure la violación de los preceptos constitucionales invocados por el

demandante. En consecuencia, con la contratación de los referidos

estudios no se afecta la riqueza natural y la diversidad étnica y cultural,

pues éstas quedan incólumes, y no se desplaza la responsabilidad de los

servidores públicos de la entidad respectiva, porque éstos no se sustraen

de sus funciones y de las obligaciones que les son propias, ni mucho

menos se lesiona lo que el actor llama "soberanía ambiental".

La sustracción de áreas del sistema de parques nacionales naturales

y de zonas de reserva.
El sistema ambiental que ha configurado la Constitución fue una respuesta

del Constituyente al preocupante y progresivo deterioro del ambiente y de

los recursos naturales renovables. Ello explica la necesidad de

salvaguardar para las generaciones presentes y futuras los elementos

básicos que constituyen el sustrato necesario para garantizar un ambiente

sano, mediante la preservación y restauración de los ecosistemas que aún

perviven. En tal virtud, entiende la Corte que la voluntad del Constituyente

fue que las áreas integradas al sistema de parques nacionales se

mantuvieran afectadas a las finalidades que le son propias; por

consiguiente, la calidad de inalienables de los parques naturales,

reconocida en el art. 63 debe entenderse, en armonía con los arts. 79 y

80, en el sentido indicado antes, esto es, que las áreas o zonas que los

integran no pueden ser objeto de sustracción o cambio de destinación. En

tales condiciones, se repite, ni el legislador ni la administración facultada

por éste, pueden sustraer, por cualquier medio las áreas pertenecientes al

referido sistema.

Con respecto a otros bienes a los cuales el legislador le pueda atribuir,

según el art. 63, las mencionadas restricciones, hay que entender que, si él

tiene la voluntad para crearlas, igualmente tiene la potestad para

eliminarlas, según lo demanden los intereses públicos o sociales. De este

modo, las zonas de reservas forestales, que no formen parte del sistema de

parques naturales, sí pueden ser objeto de sustracción por el Ministerio del

Medio Ambiente.

En razón de lo anterior, la Corte estima que es inconstitucional la

expresión "y sustraer" incluida en el numeral 18 del art. 5 de la ley 99 de


1993, referida a las áreas integrantes de parques nacionales, mas no

cuando se trate de zonas de reserva forestal.

Con lo respectivo a la creación e integración del Consejo Técnico

Asesor de Política y Normatividad Ambientales.

Considera la Corte que la expresión acusada del artículo 5-17, y el

parágrafo 1 del artículo 11, no violan las normas invocadas por el

Defensor del Pueblo ni ningún otro precepto de la Constitución. En

cambio, declarará inexequible la expresión "y sustraer" empleada en el

numeral 18 del art. 5, referida a las áreas que integran el Sistema Nacional

de Parques Naturales, y exequible, en cuanto alude a las reservas

forestales nacionales.

Con fundamento en las anteriores consideraciones, La Corte

Constitucional, considera que es pertinente declarar EXEQUIBLES la

expresión "y la evaluación de los estudios de impacto ambiental" del

numeral 17 del art. 5 y el parágrafo 1° del artículo 11 de la ley 99 de 1993.

Por su parte, la corte considera declarar en base a las consideraciones

anteriormente mencionadas, INEXEQUIBLES la expresión ‘’Y sustraer’’

empleada en el numeral 18 del art. 5, en cuanto se entiende referida a las

áreas que integran el Sistema Nacional de Parques Naturales, y

EXEQUIBLE, en cuanto alude a reservas forestales nacionales.

Sentencia C-598/10

Control de Lectura – Derecho Forestal

Doctor Milton J. Pereira

Estudiantes: Ariadna Vanessa Puello Yacaman

Andrés David Doria Flórez


Demanda de inconstitucionalidad: contra el artículo 31 (parcial) de la Ley 99 de 1993

Demandante: Gloria Cristina Cuellar Flórez, Jemife Cardozo Vargas y Jimer Fabián

Tique Sánchez. Magistrado Ponente: Mauricio González Cuervo

La demanda se fundamenta principalmente en la Vulneración del artículo 8 de la

Constitución Política al habilitar a las Corporaciones Autónomas Regionales para

sustraer áreas de parques naturales, lo cual implica desconocer la obligación estatal de

proteger las riquezas naturales de la nación. También se expone en la sentencia la

Vulneración del artículo 63 constitucional, al desconocer principalmente, que los

parques son bienes de uso público y, como tales, son inalienables, imprescriptibles e

inajenables, por lo que se entiende que las zonas que lo integran no pueden ser objeto

de sustracción, cambio o destinación.

Según lo expuesto por el demandante, existe vulneración en el artículo 79

constitucional, ya que, al habilitar a las Corporaciones Autónomas Regionales para

sustraer dichas áreas, se vulnera el deber en cabeza del Estado de preservar la

diversidad e integridad del ambiente.

Siguiendo con los argumentos del demandante, encuentra vulneración del artículo 80

constitucional, ya que, es el Estado el que tiene la obligación de planificar el manejo y

aprovechamiento de los recursos naturales a fin de asegurar su desarrollo sostenible,

su conservación, restauración o sustitución y debe, además, prevenir y controlar los

factores de deterioro ambiental.

Teniendo en cuenta lo anterior, el demandante funda la pretensión expuesta a la

Corte Constitucional, de declarar la inconstitucionalidad de las expresiones

acusadas del artículo 31 de la Ley 99 de 1993.


Planteamiento del Problema Jurídico-Constitucional.

Corresponde a la Sala establecer si el Legislador, al atribuir a las Corporaciones

Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible la facultad de sustraer áreas

protegidas de Parques Regionales, desconoció la Carta Política e infringió, más

concretamente, el artículo 8, 63, 79 y 80.

Teniendo en cuenta la manera en cómo está estructurado el sistema de protección del

medio ambiente en el ordenamiento jurídico constitucional, La Corte establece lo

siguiente:

1) ‘’en Colombia la responsabilidad por el manejo de los recursos naturales recae

en todas las autoridades del Estado, pero también en la comunidad.

2) la gestión integrada y coordinada de la política ambiental involucra tanto a las

autoridades nacionales como a las autoridades locales y a los particulares.

3) la definición de esa política está a cargo del Gobierno, representado en el sector

del medio ambiente por el Ministro del Ambiente, Vivienda y Desarrollo

Territorial, quien junto con el Presidente de la República tiene a su cargo la

definición de los lineamientos generales de esa política, el señalamiento de las

estrategias principales y la verificación de los resultados de dicha gestión

4) las autoridades locales, regionales y territoriales, deben ejercer sus funciones de

conformidad con los criterios y directrices generales establecidos y diseñados

por la autoridad central, aunque al hacerlo cuenten con autonomía en el manejo

concreto de los asuntos asignados”

Ahora bien, la corte realiza un análisis a fondo de los cargos elevados por

desconocimiento de los artículos 8, 63, 79 y 80 constitucionales. Mediante el siguiente

análisis la corte dispone:

1) El artículo 8º de la Constitución contiene un mandato claro al ordenar que el


Estado tenga la obligación de proteger las riquezas culturales y naturales de la

Nación. El artículo 63 superior establece, por su parte, que los Parques

Naturales son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Según el artículo

79 de la Carta Política, todas las personas, sin excepción, tienen el derecho de

disfrutar de un medio ambiente sano. Este mismo precepto, dictamina al

legislador garantizar la participación de la comunidad en las decisiones que

puedan afectarla y pone en cabeza del Estado el deber de preservar la

diversidad e integridad del ambiente, de conservar las áreas de especial

importancia ecológica y de fomentar la educación dirigida a alcanzar los

mencionados fines. Con arreglo a lo dispuesto por el artículo 80 de la Carta

Política, el Estado tiene la obligación de planificar el manejo y aprovechamiento

de los recursos naturales con el fin de asegurar su desarrollo sostenible, su

conservación, restauración o sustitución y debe, además, prevenir y controlar los

factores de deterioro ambiental.

2) En la sentencia C-649 de 1997, la Corte no se detuvo a analizar en ese

entonces si la misma facultad, puesta en cabeza de las Corporaciones

Autónomas Regionales, de sustraer áreas de Parques Regionales, se ajustaba o

no a la Constitución Política. Se concentró en la noción Parque Natural Nacional

destacando que el artículo 63 superior asigna a los Parques Naturales el

carácter de bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables, sin limitar tal

predicado únicamente a los Parques Naturales Nacionales, esto es, sin excluir a

los Parques Naturales Regionales.

3) Ahora bien, se preguntó la Corte si la circunstancia de que los Parques

Naturales son bienes de uso público y tienen el carácter de inembargables,

inalienables e imprescriptibles, inhibe al legislador para radicar en cabeza de la


administración la potestad de sustraer o desafectar áreas que forman parte de

estos parques.

4) Expuesto lo anterior, la atribución legislativa a las Corporaciones Autónomas

Regionales y de Desarrollo Sostenible para sustraer áreas protegidas de

Parques Regionales, desconoce la Carta Política en las normas señaladas en la

formulación del problema jurídico-constitucional.

5) Visto lo anterior, urge considerar la necesidad de preservar de manera íntegra

las zonas protegidas y no fraccionarlas ni intervenirlas, pues con ello se afecta la

dinámica natural de estos espacios y se vulneran los atributos que caracterizan

su biodiversidad.

6) Se argumenta que, si las Corporaciones Autónomas Regionales pueden crear

zonas protegidas de Parques Regionales, deben poder tener también la facultad

de sustraerlas. Si se repara en el significado que tienen estas áreas para la

protección del medio ambiente sano y se considera que su existencia facilita el

manejo y la preservación de los recursos naturales –de flora y fauna– que allí se

encuentran, así como permite proteger el agua, la generación de oxígeno y hace

factible mantener la belleza del paisaje, entonces encuentra la Sala que no

existe motivo que, desde la óptica constitucional, justifique que estas áreas

protegidas de Parques Regionales puedan ser objeto de tal desafectación por

parte de las Corporaciones Autónomas Regionales ni por ninguna otra autoridad

del orden nacional o local.

7) Se declarará exequible la expresión “parques naturales de carácter regional”

pues no se cuestiona la existencia de los mismos sino la facultad de sustraerlos

de tal carácter. Y, además, sin esta expresión perderían sentido las facultades

relativas a “reservar, alinderar, administrar”, que no fueron objeto de la

demanda.
En mérito del análisis surtido por la corte y demás consideraciones expuestas

anteriormente, ejerciendo su función de administrador de justicia. en nombre del pueblo

y por mandato Constitucional, la corte toma la decisión de declarar INEXEQUIBLE la

expresión ‘’o sustraer’’ y EXEQUIBLE la expresión “parques naturales de carácter

regional” contenida en el numeral 16 del artículo 31 de la Ley 99 de 1993 “Por la cual

se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector Público encargado de

la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se

organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA y se dictan otras disposiciones”.

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