Juana Moro nacido el 26 de mayo de 1785, se casó en octubre de 1802 con el
coronel Jerónimo López estableciéndose en la ciudad de Salta. Al iniciarse la guerra por la independencia adhirió fervientemente a la causa patriota. Ocupada su ciudad por las fuerzas realistas, en 1813 ante el avance del ejercito patriota comandado por Manuel Belgrano, Juana junto a otras mujeres salteñas intentaron conquistar para la causa patriota a algunos oficiales realistas. Justo antes de la batalla de salta, Juana consiguió que varios integrantes de el ejercito realista se comprometieran a abandonar sus puestos en el día de la batalla y a volver a Perú y trabajar por la causa de independencia Tras la derrota en Vilcapugio y ayuhuma el general realista Joaquín de la Pezuela ocupó la ciudad de salta, Juana y María Loreto constituyeron una eficaz red de espionaje a la que contribuyeron mujeres de todos los rangos sociales. El general Pezuela informo a el virrey de Perú “que el enemigo era avisado de la posición de sus tropas horas antes de la batalla, todo por medio de los habitantes de estas estancias, principalmente de las mujeres, cada una de ellas vigila para transmitir las ocurrencias más diminutas del ejército” Juana humildemente vestida va a caballo espiando recursos y movimientos del enemigo. Solo en una oportunidad fue apresada y obligada a cargar pesadas cadenas que no consiguieron que confesara o delatara a sus compañeros El general Pezuela conociendo la actividad de Juana moro, resolvió castigarla con la muerte la cual ordeno que encerrarla en su casa y tapar todas las aberturas. Su vecina, aunque era realista, se compadeció y efectuó un boquete en la pared y le proveyó agua y alimentos hasta que los realistas fueron expulsados, salvándola de morir por inanición. Desde ese momento le quedo el mote de “La Emparedada” Durante las siguientes invasiones continuo en apoyo de la guerra gaucha
Años después de finalizada la guerra y consolidada la independencia de
argentina seguiría desempeñando un papel importante en la sociedad salteña. Integro el grupo de damas salteñas que se dirigió a el gobierno “lamentando la postergación a que se relega al sexo femenino a no permitírseles jurar la constitución nacional” Juana Gabriela Moro Diaz de López murió el 17 de diciembre de 1874