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IIISTORIA DE LOS JOVENES ELA ANTI DAD ALA EDAD MODERNA dd La IMAGEN DE Los JOVENES EN LA CIUDAD GRIEGA ‘por Alain SCHNAPP idleia y ciudad ra los griegos, la ciudad era algo asi como la expresion de ‘una vida social debidamente regulada. Una insttueion tan ‘vomtin y tan profundamente ligada a un estadio particular de vlura, a una manera singular de vivir en comunidad, que sesulta diffil de definir y de caracterizar, a no ser que se ‘emprenda ala manera de Aristteles, una tipologia de lasinsti- ‘uictones sociales, La column vertebral dela vida en sociedad ‘rat la paideia, la educacion, la dstinein que les permitia a los viens tener aeceso a un saber compartido sin el eval la clue ‘lad no podeia existir. La ciudad dependia de un equiibrio de Instticiones y prieticas que spone un arte de vivir, una esti ‘acién de las actitudes, un tacto social encarnado por la nocién te paidea, Desde ese punto de vista, Platon consti la cul nnacion de un largo proceso que hundia sus ices en la ciudad sreaica que, al mismo tiempo, anunciaba una forma de paideia {que paso ser dominante en la época helenistica. La paideia no ‘ipuntaba solamente a adaptar al cindadano a la ciudad, Tenia {que contribuir a revelar las evalidades humanas presentes en ¢stado virtual en tados los futuras ciudadanos, pero que habia {que saber descubrir mediante enteenramientos particulages, La >aidea se identificaba con un comportamiento global, unas “aptitudes pricologicas y morales que no se limitaban al apren- Uzaje de determinado niimero de técnicas militares Si me preguntas en general qué provecho sca la ciudad] de la “cducacion dels ninos quienes insruye, espondemos sn dificult iy Heron us peas alguna que, alexa bien instruldos, podrén Mega a er hombres vale sos y que, llegar a sero, triunfarn en todo y vencerén asimismo ‘sus enemigos en ae balls. As, la pda (Cvlidad]aporcatam- bignlavictoria, dende ai que la victoria acarreaa veces Ia incilidad En la acepcién general que Platén otorga a la palabra pa deia en este pasaje no se releria solamente 2 las técnica, sino al tacto que modelaba al hombre como ciudadano de pleno dere- cho, capaz de emitir un juicio que no confundia las causas con fos efectos. Si bien el valor era la consecuencia de una buena teducacién, no se confundia con el mero ejerccio de las virtue des militares, Mejor que un militar victorioso, el hombre culto tenia que ser un ciudadano responsable. La gimnasia y as sish tay (comidas realizadas en comin), actividades tan caracteri ticas de los beociosy de cierta ciudades jonias, “fomentan pel _grosamente las revoluciones internas" *. La paideia apuntaba a fstablecer soidaridades entre los jovenes, a fortalecer las relae ‘ones entre clases de edad; pero también podia, en caso nece- Sari, fomentar facciones que Hevaban a la ruina a la ciudad desde dentro, Era, por consiguiente, preciso definir un progrie ‘ma educativo til para la ciudad entera,y no para ciertos grue pos privlegiaclos susceptibles de anteponer sus intereses parti cculares a Tos de Ta ciudad en conjunto, La paidia ideal tena {que salvar dos escllos, Uno, el de las fcciones que nactan de Th prictica de una sociabilidad restringida,limitada a los jove- nes que concurrian a actividades 0 a banquetes demasiado eli- tistas como en Mileto.o en Beocia. Yotro, el de una formacién ‘especializada, que preparaboa al joven para un oficio, yase trate Seidel arte del carpintero de armar o del de Ia guerra’. La pai- daigera, ante todo ysobre todo, un arte de vivir en Ia chudad: La formacién para la vitud que eb hombre recibe desde ta Infancia, le fomenta el deseo yl pasion de converse en un clue ‘dadano cabal, de saber mandar y saber obedecer con arreglo ala recta justi Come ha subrayado Morrow (1960), esa idea de ta paideia fue la culminacidn de una larga evolucién aa cual conuibuyo cada una de las ciudades griegas creando unas insiuiciones particulares. En esa historia larga y contrastada de las institu- [2s] aces oto ecto otk cones educativas deseo yo centrar mi indagaci6n, antes de for ‘muarme preguntas acerca del cometido especifico de los com- [portamientos juveniles en la ciudad, Homero y las categorias de ead H. Jeanmaire fue el primero en dedicarse al estudio de las ‘eategorias de edad en ef mundo homérico *. Aunque hoy, a [pesar de Tos trabajos de MI. Finley’, la mayoria de los histori tHores se niega a aceptar a idea grata a Jeanmaire de una caba- lira homerica, algunos de los rasgos que Jeanmaire revel6 eon ‘uibuyen a explicar el papel de las clases de edad en la Grecia Los ari" formaban un grupo particular de hombres cuyas ‘reas, tanto en Ta pa como en la guerra, estaban parcialmente tlelinidas: los eros —comprendidos como los "hijos de los ijueos"— se opontan a los grontes, los “padres” o los “anciae tho”, que junto-con ellos componan elejreito. Eran un grupo tnilitar que asistia al rey ya los jefes tanto en diversas ocasiones sociales —sierificios, banquetes, asambleas— como en el com: nate: “el cis homérico no era solamente [..] un guerrero o tun guerrero joven, un hombre llamado al servicio de las irmas, Era el guerrero noble, dedieado por su cunay st edu ‘acin al oficio de las armas, ya quien ese oficio habia sido Ineulcado mediante un aprendizaje que Te formé para los usos y Tos refinamientos de un ideal determinado"*, Hasta el punto al que los textos nos permiten remontar, a indagacion dle Jeanmaire atestigua la existencia, en la Grecia de antes de li ciudad, de un grupo de jovenes entrenados para los ejer «ios militares y las ceremonias sociales: grupo cuyas particu ridades consistian en la distinein de sus miembros y en las relaciones que los unian. La homeliia fa igualdad de edad, vinculaba entre sia los jovenes, y creaba lazos, costumbres, solidaridades que forjaban la unidad del grupo de los cri No seguiré con detalle la demostracién de Jeanmaire que le Tevaba a considera que la comensalidad homérica era Ta base ‘den sistema econémico que beneficiaba exchusivamente ala ‘clase guerrera’, pero si destacaré que la camaraderialhomérica ‘era una de las formas sociales que garantizaba a la sociedad. pol de los guerreros su cohesion yu autonome grupo de los heey, que tomaba de la reciprocdad de los servicis prestar ddossu jusificacon y su equilib, Sega nos dice Jeanmre Tos azos que se ean entre Tosjovenes sostituian los vincules de sangre; desde nego, atestiguan la existencia de una socia- bitidad particular que le permsia al ees mantener su xango, Yy hasta ejercersu infueneia, Paco sabemos, muy poco, de los Entrenamientos y las prictiqs colectivas que vinculaban entre sf alos aor pero la exisencia de un grupo (dle contor nos mal enone venevincios por noe rei ‘omportamientos propios, nos brinda el telén de fondo de To que era la educacion ates de que la citdad inventase la aida Cretensesy espartanos, fandaderes de un rigimen educativo Historadores: fluor misogos han reconocido que, en toda tn Antigtedad clsica, en Cretay en Exparta Tue donde nacieron las nsitucones educivas de tipo original que con- “icona la vit oiega des pd La naturalera propa de tas inaitactoneseretenses ¥ espartanas Yel papel auido a londorio en a natanracion ee ana sociedad muitar que cons rl forma prmtva de Ia uae conocido pico n'a hiortogtaia cise " ero a historiografa moderna Semana sport a debate na contabucton deci, cast hegemonic, dese la sma monumental de KO. Mier" hasta los rabajordeterminantes de. Bethe®, Par os sabios Blane’ a suprenta des doriowse dbi6 ala calidad are tocrties de ss instacines, que permiia el surgiento de tin octet mitarestabley cs guitar. Los Roma los nd eran entcnados pata Toe sete guerrero yh fot trav refnads de competion que laconvertan en 1s mors feos griego. Toda lt organization soiieonttbutaal Komen Ue fvslore ares mac ex cna {is del grape digente Yete efyraoconstanteseasentabuen tnasinsucones educa py aysexceencia ls sos ale tunes con eco esr vage yo seeestan en maniesar su Imiracon. Para Miller yoy gucsores, la cemaradea era a Glave a pda rica “das oe Angus son as educa- [so] tes de los jovenes” ", Sin manifestar escripailos acerca de los hes” morales de la época, Miller reconocia—porlo menos ‘enti los espartanos y los eretenses— el carscter sexual de los ‘ueulos que unfan a los ancianos con los jovenes. Ponia de relieve que entre los cretenses, la relaciin homosexwal educat- tw (entre un joven y un hombre mayor) estaba institucionaliza dla mediante un ritual que imitaba al del matrimonio. Aftadia ‘que “en ninguna otra parte se desarrollaton iastituciones de ‘ow xénero, pero est actitud psicoldgica era —en el fondlo— ‘omit 2. todos los dorios” "Para el ‘ort Miller hijo, ademas, de capel iuocimiento de Ta realidad de la pederastia no dejaba de entra ‘iar problemas, Pro, al sera la vez pattiota prusiano, debido a sr admiracién por la capacidad militar dorica, las reservas ‘nvrales pasaban a segundo plano. (Casi siglo despucs de Mallet E, Bethe oftecta, bajo el tae lo "Die dorisehe Knabenliebe, ihre Ethik und Idee”, una defini ‘in de a pederastia entre los griegos del Norte que se volei6 elie sic, Bethe recogia en eonjunto las teorias de Miller, pero les ‘onferia una dimensiGn antropol6gica. Para él, la'relacion ‘sal del erasta con el erémeno no constitu una desviacion de Lis instituciones pedagigicas, sino el pedestal de la paid, et Inastmento del poderio dorio. Aunque la homosexualidad era tun prcticacorviente en Ia Grecia clsie, s6lo los dorios lacon- Siloraban “la relacién intima mis estrecha posible entre dos “anaradas del mismo sexo, De ella brotan en su plenitd las pal Sunes mas nobles de la perfeceién personal, mediante la emul ‘an con Tos demas el don de sf absoluto alamado, ‘i aniedo a ningin peligro y hasta la muerte, en pleno florec. Inienso primaveral de la vida, El ideal de ka camaradersa gue teva ¥ tina elevada aspiracion, se realiza en esis parejas de twderastas” ® Esas teorias predominaron en el estudio de la omosexualidad griega hasta fecha reciente, debido al eco que W, jueger y Hl, Marron les procuraron ". Para Jaeger, la equivalencia dorismo-pederastincamaracle- ‘a milidar era evidente: en ella se fundaba la especificidad tloria: “Después de todo, resulta cil comprender cémo ha ppodido nacer na admiracién apasionada por los hermosos ‘uerpos y las almas bien equilibradas en una raza en Ta que, ‘lesde tiempos inmemoriales, la valentia fisica unida ala armo- [a1] Maro evs | inte eran consideradas como los mayores bienes a rombre podia pretender (..] A los amantes unidos por el Eros macho, un sentimiento muy hondo del honor les Impedia cometer eualquier accion vl", Aunque escrito en un contexto harto diferente y desde una pperspectiva critica hacia la erudicién alemana, el célebre libro de Hel. Marrou ha contribuido en cierto modo ala difusion de tuna imagen de la educacion doria dependiente atin en gran ‘medida del modelo de Miller. Adoptando una opinion contra. Fia a la de Miller, Marrou veia en las costumbres de los jonios “el efecto de un desarrollo mas precoz de la conciencia moral cen esa Grecia asitica donde, en la época clisica, la pederastia fue juzgada con mayor severidad que en ef mundo helénico restante™". A diferencia de Maller, que incriminaba ala lasciv dad jonia, Miller percibia una conciencia rebelde a a influen- cia doria. Invrté las posturas de la erudicién alemana, pero ‘manteniéndose solidario con sit cantexto interpretative: “En efecto, la pederastia me parece ser una dle las supervivencias imas claras y duraderas de la Edad Media feudal. Su esencia es uuna camaraderia guerrera”® ‘Agquien debemos una etapa decisiva en ta comprensin de la homosexualidad griega es.aK.J. Dover gracias lo fuego ceruzados de un doble enfoque. Mediante tin andlsis decidida. mente fenomenoldgico de la homosexualidad, hizo tabla rasa de la teoria dorica, y mediante el recurso sitemvatica las fuem- tes grificas, modific6 por completo el contexto de la interpre= tacion. Para él a originalidad profinda de la homosexual ‘griega no residia tanto en su eifusién como en su reconoe- ‘miemto social. El lugar prepio del erotismo masculino en la vida social no estaba tan Vinculadbo a las instiaciones militares ‘como quiso imponer a erudicion alemana, Elcometide que la pederastia pudo desempeitar en la formacion de los jovenes Bucrreros no es disociable de las dems actividades juveniles: sgimnasia.caza, equitacion, Lasimagenes, las solictaciones ylas experiencias eréticas masculinas no eran condicion exclusiva de a preparacién militar, sino del conjunto del mundo juvenil {Lo que calificaba alos valores del eros en la Gracia clisica era la equivalencia de las nociones de amor homosexual y heterose- aaa, la ausencia de limites entre ambos, La definicion del deseo y los medios para su realizacién eran resultado de una [s2] numa pln erica que pot experimentar todo personaje thaselino (0, mejor dicho, todo cudadano adulto), Certo e “tue larelacién amorosa no adopt la misma forma seg se lice tna mujer oan muchacho, La mujer que respor- dival eros masculino era aque daba anor acanblo de amor: sia expan min epera cuanto ea 0. ‘cn gviega la capacidad erotica femenina er superior a la nicl, Por el contaro,nreacin del enmeno alas pro triciones del erastasolfascr reserva: pola aeptat ls slr {itaciones del eras, pero no tenia que manifest placer, Ala versa del vocabuafio heterosexual en el homosexual, ef touaastadespmabaalcompetdorevental del erste no's prc. El eon no eral in confeado del amor heteroseal, {ie tondia a fomenta a fs enre oe amantex. EL amor ete: ‘etal se halaba bajo lsgno de la recprocidad, mientras ‘ince amor homovextal sella bajo el In socabidad. te sciabaidad particular exigia unos comportamientos nas tevidesy un esto que, cialqera que ea cl punto de vita ne nos sitemos, conferfan tna sigaicai alas concep ‘nes pedagégicas de los riegos. or consguientc, la niga de las insttcionesdoras nw resdia ena ententacin de una homosexvalidad pedagegt ‘Ling en el contexo hart particular de Tos son por lou que sn Boro se regi a paid De nis, Jos cretenses tienen que aprender no solamente las lewras sino también los cnticos prescritos por las leyes,y determina- lox modos musicales, Muy jovenes ain, se Tos leva alas comidas en ‘omin de la andria, pero all toman su comida entre i, sentadosen el “into suelo, sestidor con un mero manto que lean sin mudarlo “ato en invlerno como en verano, yralizan el servicio paralosadul ‘oxy paras mismos Se organizan al simnlacros de combates, ya sea cnte los miembros de una misma ssa, o entre sista. En cada ‘andra, un pedénomo es responsable de los nis. Cuando son mayor tes se ls enrol en as aga. Los ms iste y los mejor capaciados Ste os nis reclutan las aa, yeada cual retin a cuantos mas miios puede, El jefe de Ia agile ex por lo general el padee de quien la ha "eclutado,y dspone de poder de evarla a cazar ya las carreras, y de «astigar a quien le desobedece. Los nits son alimentados a expensas de pueblo. En detetinados dias fijos, las aglatseenfrentan entre st [33] oma oe se ya lata yl ira ritman fa marcha al combate qual que se hace en la guerra. Del combate regresan también con heridas que se inf ken luchando no solo con las manos, sino con armas desprenstas de Ilerros™ se panorama clisco de la educacion cretense, que aTlama- do laatencibn a numerosos sabios®, revela un sistema educativo enel que era decisivo el papel de las clases de eda. El mundo de losnifiosformaba una microsociedad sumisa, en contacto con el mundo de los adultos y con sus reglas partiulares. Educacion @ To duraque concedia prioridad a losentrenamiientoscolectivos,a 1a aptid para resistr al rio y a ka atiga, asf como a la compet cin, Esa competicion se tornaba decisva en el momentoen que los jovenes eran reclutados para la agie mediante un proced- ‘miento que los colocaba bajo el patronazgo del mis prestgioso deellos. El regimen de los nsnosy el de los miembrosde as agéa ‘era semejante, pero con una diferencia decisiva: el responsable de los: muchachos ya no era ut pedénomo (maestro de los nifios), sine el padre de quien habia agrupado a los miembros de Ia agile. Los yxenes formaban entonces un grupo colocado hisjo el mando de un jee, Su regimen de entrenamiento era tri- ple, con ciza, carreras y iulacros de combate: ejerccios que ponian de relieve tanto st capacitad personal como sus aptitue des colectvas, las cuales les tansformaban en preciudadanos ‘capaces de sobresair en los ejercciosfisico propos de Tos Ha ‘i, cuyaimportancta ha demostrado Jeanmaire Bas pricticas de Ia adolescencia cretense condiucfan a una etapa determinan- te, ht iniciacion cretense, que ha llamado, mas que ninguna ot, laatencidn de fos eruditos: En lo tocante alas relaciones amoross, los cretensestenian una cor tumbre muy particular. Las amantes no conquistaban por a persion {quienes peraguian con mis asduidades, sino mediante el rapto “con Snuencia™ HI anante anunciaba con wee dias de anelacion como ‘mucho los amigos del amado que tena la intenci delevaracabo el rapto. Esconder el adolescent al amante que le desea, ono dejrle seguir adelante por el camino prevsto para el rato, sera por pare de los ef mayor de ls inst, Ya que ello signiearia a los ojo de os dems que no era digno de pertenecera un amante de tanta aleurnia, Seveunian ysicomprobaban que el raptor rail o superior al ado [34] paces ot oats wea me lest en todos losaspectos,yen particular en cuanto al rango le pet seguian ye lequitaban, pero con toda suavidad,y solamente para cm pl von iconumbve, y lego ele conan eon todo place, pa que puliraevirseo consigodefnitvamente Si, por el convaro, les pare ‘aque enamorado no tena rango sufcent, eran ellos lor que rapt Inara muchacho, y de yeas. De todos modos, a perseencion cesta “uae aptor habia logrado leva al jovencit amanda Jurgaban tlio de ser amado, no silo al muchacho mis hermos, sno al que se Utstiguia por valentiay su correc, Tras haber descado la blenve: hid entregado sus regalos, el enamorado se le ea fuera de la ‘omare, al agar que mis le placa. Todos fos que habian sisi al taper leacompafaban uas fetjarlo en a cas czar con él, durante tlossnexes—taleyno permitiaretener por mastiempo aladalescente—, ‘yeoyrcban la ciudad, Deiban entonces marchar al muchscho, que ‘om presentesrecibia in equipo militar un Bey unacopa—eran Tos tegen prescttos por a ley aes naturlmente otros mochos ‘megs valiows, de modo que los amigos del amante sllan cont tar excote a alvarle el enorme gasto. Por parte, el adolescente hai un serfcioa Zeus y convidabs a comer a quienes le hablan do a Inne as eres, Lego reliaba tuna declaracin pica acerea del ‘ro que habia tenido con su amante, y maniesabas habia quedado Siinceho on, yaa la ley estipnlaba que si habia si victim de io Iris em ef ranscuro dl apt tenia derecho en esa decunstanci a solicit eeparacén, ya queda fuera del poder del raptor Por oro lado, hrs un adolescente hermoso y de Ise ascendencia, el no encontrar 1-amante era una marea de fama, porque ello se abuiia a algun ecto Pr el cntrafo, alos paras (nombre ques dabaa quienes habia sido objeto de un secuestro)lesexperaban honores se les cea mn asientos de mas categoria en ls gare publica lo ead, yt nn el derecho de ditinguirse de los emis adormndose con a vest ‘neta ques amante les habia eyalado Hse deredlo no se imitaba aba sca de 9 adolescencia, ya que una ver legos ala edad adult s- van levandetopa particulary, para que se supiera que en tempo lian so Ans ermino con elque entre ellosedesignab alee: nientrasque alamantese J arabs lar" se textos de los que mais tinta han hecho corres, ya que Inj esa forma suya constituye el testimorin mis sinttico y mas completo acerca de las iniciaciones cretenses que ha llegado Thasta nosotros. Desde lnego, despucs de los eseritos de Bethe, la [ss] ros a us oe limensién homosexual de esas priticas ha concentrado el ites és de Jos historiadores. Mis recientemente, A. Yoshida y B. Sergent han atraido la atencin sobre la serie de Tos dones y la interpretacion trifuncional que sugiere®. Si bien est claro que ‘eve texto arroja una luz muy particular sobre las institaciones ‘educativas cretenses,cabe, sin embargo, poner de relieve que ls, relaciones descitas se refieren alas costumbresamorosas. El har ‘pag, | rapto, caracterizaba a un corto ntimero de elegidos: los flan, que de exe modo obtenian un estauto social partcult Frente a tos ejrcicio colectvos, los entrenamientos controla- dos por la ciudad financiados con fondos publics, el rapto parece como una relacion personal entre dos elegidos, el filtor Yel Anas. que extrae su distincion de as cualidades individuales de los partcipantes. Estilzacion de lo singular frente alo colecti= vo, pero de un singular que dependia de un reconocimiento colectivorel erasta yelerémeno s hallaban bajo la mirada de sus pares, ysu relacidn era juzgada por un mundillo arstocitico ‘tentoal rango de la pareja. El vnculo que una a ambos miem- bros de la pareja era, por definicin, oxtentatorio: oxtentaciin de la distincion social ¥ de los obsequios intercambiados, pero también de los comportamientos reciprocos: "Luege eealizaba tuna deckiracion publica acerca del trato que habia tenido.con st amante’ el erémeno daba a conocer lo reerente a su trato con Clerasta Lo que dstingue a exe relato de los demas testimonios fe sa género es su caricterexhibicionista, La relacién del erasta con el erémeno no tiene en i nada singular en el contextogrie- igo de a educacion. La costumbre cretense resalta por su carice ter plblco y aristocratic. El erémeno abtenia de #4 raplo, no S6lo unos obsequios prestigiosos y hasta una halagiiefta fama, Sino tna dstincion publica que se le reconocia con ocasign de Tos festejos, los concursos gimnisticos y las diversas reuniones civicas, La relacién homosexual ylas actividades que la compa aban, caceria y banquetes, contrastan con los rasgos severos de Tava cotiiana de Tos agai, y aiade una dimension aristocrat 2. unas pricias pegs coloadas yo el signo de igualdad y ta frugaldad. La tascinacion ejercida por ese tipo de conducta se debe sin duda alguna en gran manera al contraste {que las subtiende; entre el mundo zafio y gris de los aga y el Ij de las eacerias y los banquetes presiidos por los Kini hay toda la distancia que media entre la vida cotidianayelensuefio, [a6] nace wos ons LA tn Ook Fn su articulo de 1913, H, Jeanmaire habia estado el srr iniltico de la eiptiaespartana, Demosraba de modo table queel stern de ase de edad vgente en Esparta ‘xia gies de-uinainiiacion cuyo caricer espectico van permitide reconocer los descubrimientos de a etno- Course ears completa et ans ofreciendo iwerpretacon global dela gop sparta: “Dividiga en “tnnparimentosy jrarquizada en segmenton correspondien- Ienatlates de edad low que aver correspond unon gr two cua importancia muamérca er decrectente y el acceso lo uules erm cada yer mas angosta fa conttucion espartana ‘vee algunos de lox raxgos de una sociedad dotada de grads {We inicaeton miles Ea apariencia era el regimen igualita tle lox homo ecomunism de as sits pero la realidad, taro mis compe, eral predominio en to tavia poi lean oganizacon de lac iguonamos probablemente alg tm mecanismos,y que parece haber tenido determinadas Cactriticas peta. El descbrimiento de Janae dba 1 ros miro a Ia soieda!expartana: no solo el de una seit militar ferrad aa defen de ss prego, sno el “leuna chad qe habla modelad la institueson areca de as “lysed edad en Un sstema de educacion original respecto de lun demas griegos.Lairradiacionejercda por el sistema espa ose ebia ala identificacion, tan poco natal para un gr nde la epoca clases, entre pide e nsttuciones publican Ivwlslax cradles conocteron agin ipo de inact juve, tev no todas as ransformaron en insituciones publics, No tay ae baear en ota parte el prestigioy la resonancia de Ia ida de los expartanon. Al gual que las de lo eretenses, sts ttitaciones even un models ecto mi perfecconado, ts sofiscado que et dels demas cuadesgregas la eptio Inseinn por sts propion exceso. Tanto en el modelo espartano tomo en el ertent, In edcacion de losJonenes participa de ‘lerta forma de pederatn. Los espartanan no conocieron Ta haragt de on eretentes, pero Jenofontey Parco aesiguan CT papel decisis de Tos erat en fa formacion de lon ovenes *e Cartledge " reconocié con sobriedad el mérito de las. intuiciones de Jeanmaire Sueconclisiones son muy proximas sas de ext imo. Sen nose promuncia acerca de ainsi [37] raci6n del sistema de que dan testimonio Jenofonte y Plutarco, tiende a ver en Esparta tun caso paroxistico de exaltacion del “club de hombres”. Pero, zeabe hablar de iniciacion? En un articulo reciente, Dover (1988) ha criticado el uso indiscrimi- rnado de ese término para lo referente a la ciudad griega Personalmente, sin embargo, me parece dificil negara las cos. tuumbres cretenses una dimension inieitica que aparece no sélo en a seclusién del jovencito, sino asimismo en la

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